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LIDERAZGO ASERTIVO
CONTAR CON LA PERSONA INDICADA EN POSICIONES DE TOMA DE DECISIONES ES VITAL PARA EL CRECIMIENTO DE CUALQUIER EMPRESA.
Un buen líder nace y se hace. Es decir, fortalecen habilidades innatas con habilidades adquiridas a través de la formación y la experiencia para guiar e inspirar a sus equipos. “Todos somos líderes potenciales. A través de la educación y la capacitación se pueden desarrollar o adquirir capacidades esenciales, como destrezas para la toma de decisiones estratégicas, la comunicación efectiva, la resolución de problemas u otras. Así que lo que realmente se necesita para convertirse en un gran líder es estar dispuesto a aprender a diario, capitalizando de los errores para adaptarse a diferentes situaciones, y trabajar duro”, afirma Paul Juárez, director de Marketing, Ventas y Admisiones de INCAE Business School.
Sabe tomar decisiones estratégicas con agilidad: Resuelve problemas de manera efectiva y pronta para alcanzar los objetivos de la organización.
Logra motivar y comprometer a su equipo: Inspira y empodera a los colaboradores, lo que se traduce en alto rendimiento y cumplimiento.
Mejora el clima laboral: Crea un ambiente de trabajo positivo y seguro para mejorar la satisfacción y el bienestar de los empleados.
Mejora la reputación e impulsa la proyección social de la empresa: Liderar de manera ética y responsable eleva la imagen de la organización y la insta a generar un impacto positivo en la sociedad.
Contar con ese perfil de liderazgo positivo dentro de las organizaciones hace que se vuelvan empresas autogestionables, que logran resultados consistentes y sostenibles en el tiempo. Además, las lleva a otro nivel porque las jefaturas logran compartir la visión de los accionistas y guían a los equipos en la misma dirección, velando a la vez por el bienestar de los colaboradores y las óptimas condiciones en el entorno laboral.
Otro beneficio tangible es que logran tener tasas de rotación más bajas que sus pares con malos líderes, un factor que merece mayor consideración ante la escasez de talento y los altos costos asociados al proceso de reemplazar a un trabajador, que según estudios de la consultora Deloitte pueden significar a la empresa hasta un 400% más del salario mensual para un cargo medio.
Líderes emocionalmente inteligentes
Para la consultora Estrella Flores-Carretero, hoy más que nun- ca, las organizaciones necesitan de hombres y mujeres que sepan interactuar con el mundo que los rodea, teniendo en cuenta los sentimientos de los demás, controlando sus propios impulsos, poniendo pasión en lo que hacen y con rasgos personales tan valiosos como la empatía, la compasión o el altruismo. En otras palabras, necesitan buscar no solo líderes inteligentes, sino emocionalmente inteligentes.
“Hay que educar la mente y el corazón. Alguien que carezca de inteligencia emocional no podrá crecer en la organización ni liderar a su equipo por más conocimiento que tenga”, asegura la especialista.
En ese sentido brinda tres consejos básicos: entrenar a los líderes en el autoconocimiento, de manera que sean conscientes de sus fortalezas y debilidades para que puedan así estar preparados para manejar sus emociones antes de que éstas los dominen; orientarlos en formas de comunicación más adecuadas para generar confianza y apego en los equipos, transmitir la pasión necesaria para superar cualquier reto y encontrar soluciones imaginativas; y no descuidar la formación en habilidades básicas, como la empatía, la asertividad, la escucha activa, la conciliación y la persuasión.
Potenciar lo importante
Las habilidades blandas son habilidades personales y sociales esenciales para el liderazgo efectivo. Las más importantes que debe tener un gran líder son:
COMUNICACIÓN EFECTIVA: EMPATÍA:
Comunicarse de manera clara y persuasiva para encauzar a un equipo y alcanzar los objetivos de la empresa.
Entender y conectarse con los sentimientos y necesidades de los demás para construir relaciones fuertes y motivar a los colaboradores.
RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS:
Analizar situaciones complejas y encontrar soluciones creativas para tomar decisiones estratégicas y superar desafíos.
TRABAJO EN EQUIPO:
Colaborar y trabajar en equipo para lograr metas y alcanzar el éxito en un ambiente laboral en constante cambio.
ADAPTABILIDAD:
Adaptarse rápidamente a los cambios y ser flexible para liderar en un mundo cambiante e incierto.