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La dimensión terapéutica del ministerio pastoral
from Com-Unión, núm. 11, julio-septiembre de 2020
by Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas y Presbiterianas (CMIRP)
LA DIMENSIÓN TERAPÉUTICA DEL MINISTERIO PASTORAL Rubén J. Arjona Mejía
La idea central que hoy quiero compartir con ustedes es que el ministerio pastoral, por definición, tiene una importante dimensión terapéutica. Además, creo que en la medida que reconocemos y profundizamos esta dimensión terapéutica, nuestros ministerios de acompañamiento pastoral serán más pertinentes y efectivos en su labor. Con esta idea, desde luego, no estoy descubriendo el hilo negro. Muchos hemos estado haciendo esta labor de reconocimiento y profundización de la dimensión terapéutica del ministerio pastoral: en nuestras congregaciones, en nuestros hogares, y otros espacios comunitarios. Sin embargo, creo que resulta necesario reflexionar sobre el tema porque hay sectores dentro de la tradición cristiana que desde hace tiempo han argumentado en contra de cualquier visión pastoral que incorpore conceptos, principios y métodos de las ciencias humanas en general, y particularmente, de la psicología.
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Este sentimiento antiterapéutico, anti-psicológico puede documentarse bien tanto en América del Norte como en América Latina y otras partes del mundo. Pero dada la cantidad de recursos financieros, y, por lo tanto, de libros y otros materiales, en inglés hay todo un cúmulo de literatura que propiamente podría clasificarse como literatura antiterapéutica. Comparto con ustedes el caso de uno de los autores más influyentes en el contexto de los Estados Unidos. Se trata del obispo William H. Willimon, profesor de práctica ministerial en la Escuela de Divinidades Duke, en Durham, Carolina del Norte. Reflexionando sobre su trabajo como obispo de la Iglesia Metodista, Willimon (2013) escribe lo siguiente:
Mi admiración irrestricta para aquellos ministros que persisten en la proclamación del evangelio ante la resistencia del mundo. Pero he encontrado muchos ministros que han permitido que el cuidado congregacional y el mantenimiento superen actos ministeriales más importantes, como la proclamación de la verdad y el liderazgo misional. Estos ministros cansados insisten en ofrecer a sus congregantes una compasión indisciplinada en lugar de la pura verdad bíblica. En un estudio de su congregación, una pastora descubrió que el 80% de su congregación pensaba que el trabajo principal del ministro era ‘cuidar de mi y de mi familia.’ Ante este panorama, se puede predecir el debilitamiento de un kleros que no tiene propósito más alto que la servidumbre de las voraces necesidades personales del laos (p. 11).
Para Willimon, pues, la atención a las necesidades, como el dice, las necesidades voraces de la gente, parece ser contraria a la verdad bíblica. Por esta razón, mi colega y amigo, Robert Dykstra (2018), profesor de teología pastoral en el Seminario de Princeton, siguiendo a su maestro y amigo—ya fallecido—Donald Capps, pregunta lo siguiente: “¿Por qué hemos de asumir que el cuidado y mantenimiento congregacional, o la compasión pastoral y la atención a las necesidades personales de la congregación, son incompatibles con la verdad bíblica y el liderazgo misional?” (p. 7).
Para Dykstra, el espíritu antiterapéutico, antipsicológico, revela, en el fondo, una motivación puritana, ajena tanto al espíritu del evangelio como, en nuestro caso, a la identidad reformada. Al respecto, Dykstra cita le definición de puritanismo de H. L. Menchen, según la cual, el puritainsimo es “el miedo perseguidor de que alguien, en algún lado, pudiera ser feliz.”
Dykstra (2018), como Capps, responde a los argumentos de Willimon y otros autores con argumentos bíblicos. La palabra therapeuo es una palabra griega de la que proviene la palabra therapy y nuestra palabra, “terapia.” Según explica Dykstra, en el
Nuevo Testamento, therapeuo se traduce como “servir,” “sanar” o “restaurar.” En Lucas 9:11, además de recibir y hablare del reino de Dios a la gente, Jesús sana a los que necesitan ser curados. El verbo que el evangelista usa en esta instancia es precisamente therapeuo. Al respecto, Dykstra concluye que “therapeuo no es una práctica extraña para Jesús. Es, más bien, su quehacer, su línea de trabajo” (p. 5). Jesús no sólo ejerce la labor terapéutica sino que invita a sus discípulos a ejercer esta tarea. En este sentido, puede decirse que la vocación cristiana conlleva una tarea terapéutico-pastoral. Esta tarea es para quienes han recibido un llamado pastoral, pero es también para todas y todos los que han sido llamados a la vida cristiana: todas/todos podemos servir y contribuir a la sanación y/o restauración de alguien.
Ahora bien, el espíritu antiterapéutico no sólo es contrario a la Biblia misma, sino que también es contrario a identidad teológica reformada. Tiene sentido subrayar este punto en virtud que esta plática está enmarcada en la celebración de los 50 años de la Facultad Latinoamericana de Teología Reformada. Como algunos de ustedes saben, tuve la oportunidad de cursar Pensamiento Calvinista en el Seminario Teológico Presbiteriano de México con Leopoldo CervantesOrtiz. Una de las lecciones, francamente invaluables, y que en muchos sentidos ha determinado no sólo mi teología sino mi comprensión vocacional, es el acercamiento de Calvino al conocimiento humano, puntualizo, el conocimiento no sólo de las y los creyentes sino de la humanidad en general. Sí, los seres humanos somos pecadores; todas las áreas y aspectos de nuestra vida han sido trastocados por el pecado. Pero, y este para mí es uno de los grandes peros de la Institución de la Religión Cristiana, esto no implica que Dios hubiese abandonado a su suerte a la humanidad. Según Calvino, ni más ni menos que el Espíritu de Dios se hace presente en la esfera del quehacer y el conocimiento humanos para procurar el bien general. Y si bien esta gracia general, en sentido estricto no tiene una vocación soteriológica, no salva, no redime al pecador, sí contribuye al bienestar general de la humanidad.
Para Calvino, no reconocer al Espíritu de Dios como fuente de este bienestar es una afrenta a Dios mismo. Es por esto que la tradición reformada no sólo puede sino que debe involucrarse — como muchos de ustedes lo hacen— en las más diversas áreas del conocimiento humano, incluyendo las artes, la literatura, la ciencia política, la sociología, y, en el caso del quehacer pastoral, particularmente la psicología.
Ahora bien, el hecho de que leamos, por decir algo, a Freud, no nos convierte en psicólogos o psicoterapeutas. Y quizá podemos decir que, en este sentido, es legítimo preguntarnos si el estudio de las ciencias humanas, por ejemplo, no pudiera contribuir a cierta confusión vocacional en las personas que ejercemos el ministerio.
Si bien podemos y debemos estudiar psicología e incorporar en nuestro quehacer pastoral ideas, principios y métodos propios del campo de la psicología, es importante no confundir estos conjuntos, aun cuando debemos reconocer que has espacios en los que estos dos conjuntos se traslapan.
Un buen ejemplo al respecto es el caso del teólogo luterano Paul Tillich. Tillich era teólogo, pero también era filósofo. De hecho, Tillich se auto definió como un teólogo de las fronteras, de los perímetros. Para Tillich (1966), la frontera “es el mejor lugar para adquirir conocimiento” (p. 13). Y una de estas fronteras precisamente, fue la frontera entre teología y psicología.
Dada su erudición en el campo del conocimiento humano, Tillich podía sentirse a dialogar, como diríamos coloquialmente, “al tú por tú,” con personas ajenas al mundo de la teología. Tillich dialogó, por ejemplo, con el influyente psicólogo norteamericano Carl Rogers. Rogers trabajó ampliamente el tema de la empatía y la idea del acercamiento incondicional al ser humano. Y aunque Tillich estaba dispuesto a reconocer esas áreas de intersección entre la teología y la psicología, también estaba dispuesto a señalar las diferencias. En uno de sus diálogos con Rogers, por ejemplo, Tillich explicó que la teología tenía la particularidad de por expresar la “dimensión vertical,” es decir, el lenguaje y símbolos referentes a Dios. Desde este punto de vista, si bien la labor terapéutica-pastoral puede servirse del lenguaje psicológico, su tarea fundamental consiste en comunicar el consejo de Dios para los seres humanos.
En un ensayo breve, Tillich subrayó que, a los pastores, a los agentes pastorales no nos toca ser “pequeños psicólogos.” Podemos y debemos estudiar psicología y otras ciencias humanas, siempre y cuando tengamos presente que nuestra vocación es de orden teológico y pastoral, a menos que, como algunos colegas lo han hecho, incursionemos de lleno en más de un campo.
En síntesis, nuestra tarea como agentes pastorales es reconocer y profundizar la dimensión terapéutica de la vocación pastoral. Aquí recuerdo las palabras del teólogo checoslovaco Milan Opocensky, quien fuera secretario general de la entonces Alianza Reformada Mundial. En su ensayo, “La belleza y el servicio de la teología”, Opocensky (2001) escribió: “La teología está relacionada con la vida. Su propósito es sanar, liberar, habilitar y enriquecer”.
La pandemia y la exacerbación de los conflictos interpersonales
Quiero terminar con un ejemplo sencillo que ilustra la intersección constructiva, dadora de vida, entre la teología y la psicología.
Sabemos bien que los conflictos personales son parte de la realidad humana. Nuestras iglesias y comunidades, desde luego, no están exentas de conflictos entre parejas, entre padres e hijos, entre hermanos, etc. En este sentido, los conflictos interpersonales no son nada nuevo. Sin embargo, es un hecho que las condiciones generadas por la pandemia, especialmente el fenómeno del confinamiento, han contribuido a exacerbar los conflictos interpersonales. ¿Qué hacer ante tales circunstancias? Bueno, desde luego, congruentes con nuestra identidad reformada, hay que ir al texto bíblico, hay que buscar maneras para hacer uso de los medios de gracia para pacificar y procurar la reconciliación.
Por ejemplo, un texto muy pertinente para las circunstancias que estamos viviendo—la pandemia Covid-19—es Colosenses 3.13: “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviera queja contra otro. De la manera en que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”.
Esta idea de soportarnos unos a otros—de aguantarnos unos a otros—me parece muy pertinente para nuestras circunstancias. Pero ¿cómo le hacemos para aguantarnos, si estamos confinados en espacios reducidos buena parte del tiempo? Yo creo que junto al lema “Quédate en casa,” deberían agregar: “Aguantándonos unos a otros”. ¿Cómo le hacemos? Para Pablo, para soportarnos unos a otros antes es necesario vestirnos “de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia” (v. 12).
Efectivamente, el Espíritu de Dios puede darnos mansedumbre y paciencia para soportarnos unos a otros. No hay duda al respecto. Pero ese mismo Espíritu también nos ofrece, por ejemplo, a través de la psicología, algunas pistas que puedan ayudarnos a entender nuestras circunstancias y responder pertinentemente. ¿Por qué razón el confinamiento aumenta los conflictos interpersonales, incluyendo, por ejemplo, la violencia doméstica? No hay una respuesta simple a esta pregunta. En términos generales, sin embargo, podemos decir que el confinamiento genera las condiciones que en la teoría de sistemas familiares se conoce como fusión emocional. La fusión ocurre cuando dos o más personas son incapaces diferenciarse el uno del otro, y, en cambio, se fusionan emocionalmente, como si fueran un muégano. De esta manera, si un miembro del sistema está enojado, el segundo absorbe ese enojo hasta que todos están enojados. Lo mismo puede ocurrir con otros sentimientos.
Ahora bien, no tengo que platicarles lo que pasa cuando nos fusionamos. El nivel de tensión aumenta a tal grado que el ambiente se vuelve tenso e inestable, como un trozo de dinamita. Cualquier cosita, cualquier chispa—una palabra acalorada, un mal gesto—puede generar una crisis. Este fenómeno es parte de las relaciones humanas, pero sin duda alguna, se ve exacerbado por el confinamiento.
Si bien hay que exhortar a las y los creyentes a soportarse los unos a los otros, a pedir a Dios mansedumbre y paciencia, creo que también ayudar el que tomemos el tiempo para analizar las circunstancias y ofrecer posibles soluciones. En este sentido, haciendo uso tanto de nuestra teología como de herramientas psicológicas, tenemos la oportunidad de ejercer la tarea del
Bibliografía
Dykstra, R. C. (2018). Finding ourselves lost: Ministry in the age of overwhelm.
Eugene, Cascade Books. Opocensky, Milan (2001). Faith challenged by history: Reports, lectures, sermons and Bible studies.
Ginebra, Alianza Reformada
Mundial. Tillich, Paul (1967). On the Bounday: An
Autobiographical Sketch. Nueva
York, Charles Scribner’s Sons. Willimon, W. H. (2013). Making
Ministry Difficult: The Goal of
Seminary. Christian Century, 20 de febrero, pp. 11-12.
www.facebook.com/watch/?v=311660616590545
IMPORTANCIA BÍBLICOTEOLÓGICA DE LAS CONFESIONES Y DECLARACIONES DE FE DE LAS IGLESIAS REFORMADAS FRENTE A UN MUNDO EN CRISIS José Luis Velazco Medina
No hay una Iglesia Reformada única en el mundo. Hay varias otras iglesias que profesan la Fe y Teología Reformada. Unas son de gobierno Presbiteriano, otras que son Reformadas, pero sin ser Presbiterianas; por ejemplo, las iglesias bautistas y las congregacionales, su gobierno es solamente congregacional. Estas iglesias, por lo general, forman parte de una organización meramente de carácter fraternal y de mutua ayuda, pero cada congregación es independiente. Hay también algunas iglesias metodistas que han adoptado la teología reformada, pero mantienen el sistema de gobierno episcopal como es el caso también de la Iglesia Reformada de Hungría. Todas estas iglesias que comparten la tradición teológica reformada expresan su unión con la iglesia antigua de los primeros siglos a través de la adopción de credos como el Apostólico, el Credo Niceno y otros semejantes. En el caso de las iglesias reformadas de sistema presbiteriano, es bien sabido que adoptan confesiones del siglo XVI, como la Confesión Helvética o la Confesión Escocesa, así como el Catecismo de Heidelberg o algún otro.
Por lo general, las iglesias y los miembros de las denominaciones reformadas de gobierno presbiteriano están sujetos a la guía, orientación y la interpretación colegiada de sus confesiones o declaraciones de fe cuyo contenido se inscribe en el contexto de la teología calvinista. Por eso se dice que ninguna persona, miembro laico, persona ordenada, o directivo de algún Presbiterio, Sínodo y aun Asamblea General, puede arrogarse el derecho de imponer sus propias interpretaciones bíblicas o teológicas fuera de las aprobadas a la que pertenece. Tampoco ninguno puede hablar en público oficialmente a nombre de todo un Cuerpo Eclesiástico sin la autorización debida y que se ciña a las declaraciones teológicas o acuerdos aprobados colegiadamente.
Por otro lado, cada iglesia o denominación reformada tiene libertad para adoptar confesiones o declaraciones de carácter histórico y de iglesias reformadas de otros países que pueden ser útiles a la iglesia a la cual pertenecen. También tienen libertad para revisar, corregir y mejorar sus propias confesiones existentes. O, si lo creen prudente, pueden también formular nuevas confesiones o declaraciones de fe tal como lo han hecho muchas iglesias reformadas durante el siglo XX. Por ejemplo, la Iglesia Presbiteriana de Cuba se vio en la necesidad, a principio
de los años setenta, de formular una nueva confesión de fe a fin de responder, de acuerdo con la Palabra de Dios, a una nueva situación del país. Lo mismo han hecho otras iglesias reformadas en África y Asia, Europa, Norte y Latinoamérica. De hecho, a partir de los años cincuenta, setenta y ochenta, varias iglesias reformadas formularon declaraciones o confesiones de fe con la finalidad de responder a situaciones específicas.
Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba
En el caso de la Iglesia PresbiterianaReformada en Cuba, la iglesia creyó urgente afirmar tanto la centralidad de Cristo en su testimonio como la centralidad del ser humano. Así, por ejemplo, en las primeras líneas de su Confesión dice:
La Iglesia Presbiteriana Reformada en Cuba confiesa su fe al ofrecer este testimonio del significado que tiene hoy para la Iglesia en Cuba, el Evangelio de Jesucristo. El mero hecho de hacerlo en esta hora y lugar es ya parte esencial de la proclamación de su fe en el Dios Padre Creador, de la razón de su esperanza en el Hijo encarnado reconciliador y de la acción de su amor en el Espíritu Santo Redentor ...La Iglesia Presbiteriana Reformada en
17 Confesión de Fe 1977 de la Iglesia Presbiteriana en Cuba. La Habana, Orbe, 1978, pp. 11-13 y Lukas Vischer, ed., Cuba, con sentido profundo de su apostolicidad y catolicidad, llama a todos los seres humanos a que se incorporen a la tarea de realizar plenamente sobre la tierra la nueva Humanidad (Ef. 2.13-15) que significa la instauración de una comunidad fraternal y solidaria que, abarcando a todos por igual, logre como su ley suprema el amor. Los feligreses de esta iglesia nos unimos a todos los creyentes en Jesucristo —orando por el advenimiento del Reino de Dios— en la esperanza de su realización y, fortalecidos en el amor fraternal, confesamos nuestra fe como Iglesia de Jesucristo en Cuba.
En su primera cección, el tema habla acerca de “La centralidad del ser humano dada en Jesucristo”. Y explica al principio de este punto: “La fe en Jesucristo obliga a la Iglesia a poner en el centro de su interés y preocupación al ser humano y a considerar su integridad como parámetro para juzgar las cosas, especialmente para valorar su propia enseñanza, sus mismas estructuras eclesiásticas y su misión como Iglesia. ...La Iglesia considera que Dios en Jesucristo nos revela que el centro de su interés, preocupación y valoración de todas las cosas, está en su criatura humana, hasta el punto de despojarse a sí mismo y hacerse como pecado por su redención”. 17 Las siguientes tres secciones hablan acerca del Ser Humano como Mayordomo de la Creación, el Ser Humano como contestatario del propósito redentor de Dios y el Reino de Dios y su plenitud en la historia.
El documento entero de la nueva Confesión de la Iglesia Reformada en Cuba manifiesta una visión nueva de ser Reformados en un contexto en el cual había habido un cambio radical. La Confesión de esta Iglesia no fue aprobada sino hasta después de haber sido enviada a todas las Iglesias y congregaciones para su estudio.
La Declaración de Barmen de 1934
En tiempos que lo exijan y que sea prudente, algunas Iglesias de varias denominaciones pueden reunirse y formular Confesiones o Declaraciones de Fe a fin de responder a un momento histórico preciso. Eso lo hicieron iglesias luteranas, reformadas y de la Iglesia Unida en Alemania en 1934 y formularon la famosa Declaración de Barmen. Esta Declaración es un monumento testimonial de lealtad y fidelidad a Jesucristo, único Señor de la Iglesia, frente a un Estado totalitario que había absorbido a la mayoría de las Iglesias Protestantes y silenciado a la Iglesia Católica bajo un concordato especial. La demanda era jurar lealtad única a Adolfo Hitler como líder de un sistema por demás injusto y criminal. Los siguientes párrafos son ejemplares y están
Reformed witness today. A Collection of Confessions and Staments of Faith issued by Reformed Churches. Ginebra, Alianza Reformada Mundial, 1982, pp. 165-190.
dirigidos a las iglesias que habían sucumbido a la magia de la ideología fascista:
¡No sean engañados por habladurías, como si pretendiésemos oponernos a la unidad de la Nación Alemana! ¡No escuchen a los seductores quienes pervierten nuestras intenciones, como si quisiéramos romper la unidad de la Iglesia Evangélica Alemana o abandonar las Confesiones de los Padres! ¡Prueben los espíritus si son de Dios! Pongan también a prueba las palabras del Sínodo Confesional de la lglesia Evangélica Alemana para ver si están de acuerdo a la Sagrada Escritura y con las Confesiones de los padres. Si encuentran que estamos hablando contrario a la Escritura, entonces, no nos escuchen. Pero si descubren que estamos basando nuestra postura sobre fa Escritura, entonces no permitan que ni el miedo ni la tentación les impida caminar junto con nosotros el camino de la fe y la obediencia a la Palabra de Dios…
Nosotros, los representantes de las Iglesias Luterana, Reformada y Unida, de los sínodos libres, las asambleas de iglesia, y las organizaciones parroquiales, unidos bajo el Sínodo Confesional de la Iglesia Evangélica Alemana, declaramos que nos mantenemos unidos por el fundamento de la Iglesia Evangélica Alemana como una federación de Iglesias Confesionales. Estamos ligados por la confesión del único Señor de la Iglesia que es una santa, católica y apostólica … Como miembros de las Iglesias Luterana, Reformada y Unida, nosotros podemos y debemos hablar hoy con una sola voz, precisamente porque queremos
18 Libro de Confesiones. Iglesia Presbiteriana (EUA). J.L. Velazco M., ed. Louisville, ser y permanecer fieles a nuestras varias confesiones, no podemos guardar silencio...
En vista de los errores de los cristianos alemanes del actual gobierno eclesiástico del Reich, los cuales están devastando la
Iglesia y están también, de ese modo, rompiendo fa unidad de la
Iglesia Evangélica Alemana, confesamos las siguientes verdades evangélicas: 1) ´Yo soy el camino, la verdad y fa vida: nadie viene al padre, sino por mí.´ (Jn. 14.6)... Jesucristo, como se nos atestigua de él en la Sagrada Escritura, es la única Palabra de Dios que tenemos que escuchar y que tenemos que confiar y obedecer, en la vida y en la muerte. Por tanto, rechazamos la falsa doctrina según la cual la Iglesia podría y tendría que reconocer como fuente de su proclamación, aparte de y además de esta única Palabra de Dios, aún otros eventos y poderes, figuras y verdades como (si fueran) revelación de Dios ... Rechazamos fa falsa doctrina según la cual pareciera que el Estado, por encima y más allá de su mandato especial, debiera y pudiera convertirse en el único y totalitario orden de la vida humana, cumpliendo también la vocación de la
Iglesia”. 18
De esta manera la Declaración de Fe de Barmen, constituyó un formidable testimonio de fidelidad a Jesucristo frente a un Estado que exigía jurar lealtad a un régimen perseguidor y liquidador de judíos, gitanos, comunistas, discapacitados, enfermos terminales, y personas de otra orientación sexual. Muchos de los Pastores que firmaron esa maravillosa Declaración fueron encarcelados, enviados a los campos de concentración y otros asesinados. Comprometidos con la Iglesia Confesional, tanto Karl Barth como el joven teólogo Dietrich Bonhoeffer, tuvieron parte influyente en la formación de esta declaración.19
La Confesión de Accra
Otro ejemplo más cercano a nuestro tiempo es la Confesión de Accra, Ghana, 2004, formulada por las iglesias miembros de la Alianza Mundial de Iglesias Reformadas (ahora llamada Comunión Mundial de Iglesias Reformadas), y de la cual la INPM es miembro. Esta confesión se hizo a petición de varias iglesias desde 1997 a fin de responder ante la injusticia económica mundial y la destrucción de la Tierra y que impacta negativamente a la creación entera y la población global más pobre. Una de sus declaraciones dice:
Hemos escuchado que la creación sigue gimiendo en cautiverio esperando su liberación (Ro. 8.22). El clamor de las personas que sufren y las heridas de la creación misma nos están desafiando.
Oficina de la Asamblea General, 2001, pp. 265-271. 19 Renate Wind, Dietrich Bonhoeffer, a Spoke in the wheel. Grand Rapids, Eerdmans, 1990, p. 87.
Observamos una convergencia drástica entre el sufrimiento de las personas y el daño infligido al resto de la creación …
Los signos de los tiempos se han vuelto más alarmantes y hemos de interpretarlos. Las causas subyacentes de los peligros masivos para la vida son sobre todo el producto de un sistema económico injusto, defendido y protegido mediante la fuerza política y militar. Los sistemas económicos constituyen una cuestión de vida o muerte. Frente a tal realidad declaramos que,
Creemos en Dios, Creador y Sustentador de toda la vida, que nos convoca como copartícipes en la creación y la redención del mundo. Vivimos bajo la promesa que Jesucristo vino para que todo tenga vida en plenitud (Jn. 10.10). Guiados y sostenidos por el Espíritu Santo nos abrimos hacia la realidad de nuestro mundo…
Creemos que Dios es soberano sobre toda la creación. Del Señor es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en el habitan (Sal. 24.1). Por lo tanto,
Rechazamos el orden económico mundial actual impuesto por el capitalismo neoliberal globalizado y cualquier otro sistema (depredador), incluyendo las economías central y absolutamente planificadas, que desafían la alianza de Dios y excluyen a los pobres, los vulnerables y a la creación entera de la plenitud de vida;
Rechazamos toda pretensión de imperio económico, político y militar que subvierta la soberanía de Dios sobre la vida y atente contra el reinado justo de Dios (Mt. 6.33).
Creemos que Dios ha realizado un pacto con toda la creación (Gén. 9.812) y que Dios ha creado una
20 Iglesias de América Latina comprometidas con la Confesión de Accra. (Alianza por la justicia económica y la vida en la tierra. comunidad terrenal sobre la base de una visión de justicia y paz. El pacto es un don de gracia que no se vende en el mercado (Is. 55.1). Es una economía de gracia para el hogar de la creación entera. Jesús nos muestra que este es un pacto inclusivo en el cual los pobres y los marginados son parte preferencial y nos llama a hacer justicia para estos más pequeños (Mt. 24.40) como eje central de nuestra comunidad de vida. Toda la creación está incluida en este pacto (Oseas 2.18ss) sin dejar fuera a nadie. Por tanto,
Rechazamos la cultura de consumismo desenfrenado, la avaricia, y el egoísmo competitivo del sistema neoliberal de mercado total o de cualquier otro sistema que sostenga que no hay alternativa ...
Creemos que hemos sido convocados en el Espíritu a dar cuenta de la esperanza que hay en nosotros por medio de Jesucristo y creemos que la justicia prevalecerá y la paz habrá de reinar (Salmo 85.10). Por tanto,
Nos comprometemos a una alianza global por la justicia en la economía y la creación en el hogar de Dios para toda criatura. Humildemente confesamos esta esperanza que también nosotros estamos bajo el juicio de la Justicia de Dios ...
Creemos que, en obediencia a Jesucristo, la Iglesia está llamada a confesar, dar testimonio y a actuar, incluso cuando las autoridades y las leyes humanas lo prohíban y el castigo y el sufrimiento sean la consecuencia (Hch. 4.18ss).
Nos unimos en alabanza a Dios, Creador, Redentor, Espíritu que quita de los tronos a los poderosos y exalta a los humildes, y que a los hambrientos colmará de bienes y a los ricos enviará vacíos (Lc. 1.52-53).20
Propósito y finalidad de las confesiones o declaraciones de fe
Después de los ejemplos anteriores de Confesiones y Declaraciones de Fe, podemos todavía preguntar ¿cuál es realmente el propósito de crear Confesiones o Declaraciones de Fe si nuestra Iglesia nos acostumbra a hacer referencia a ellas aparte de estudiarlas en algún seminario teológico? Para una pregunta práctica, demos una respuesta práctica. Se trata de que tales Confesiones o Declaraciones de Fe ayuden a iluminar, guiar y definir la fe y la práctica de la Iglesia. Se entiende que se refiere a la práctica tanto en forma corporativa como en forma local de sus iglesias, congregaciones e instituciones, de sus pastores y miembros en plena comunión. Orientan a cada uno al fiel cumplimiento de las diferentes fronteras de misión, especialmente la frontera profética tan descuidada por la Iglesia Nacional Presbiteriana de México.
De la misma manera sirven para reafirmar la fe en lo que se refiere a la esencia del mensaje evangélico, protestante y
México-Ginebra, Comunión Mundial de Iglesias Reformadas-Casa Unida de Publicaciones, 2010. pp. 11-22.
reformado contextualizado a la experiencia personal de cada creyente frente a las realidades de un mundo en constantes cambios, desafíos y crisis. Tales formulaciones han ayudado a tomar posturas bíblico/teológicas frente a situaciones contemporáneas que afectan a todos los creyentes como se ha visto arriba y en el siguiente testimonio.
Declaración de fe de las Iglesias Reformadas de Sudáfrica
Así, por ejemplo, las Iglesias Reformadas de Sudáfrica, se vieron obligadas a formular Declaraciones de Fe a fin de hacer frente a la situación injusta de la ideología políticoeconómica, social y cultural del Apartheid que favorecía mucho más a los de raza blanca en detrimento, marginación, pobreza y enfermedad de los ciudadanos de raza negra. Es decir, los cristianos reformados (algunos de raza blanca y más de raza negra) vieron con claridad que los cristianos y las iglesias reformadas tenían que hacer frente común contra un sistema totalmente injusto en contra posición de la Palabra en las Escrituras que claramente clama por la práctica de la justicia para todos (Is. 10.1-3; 58.1-12; Amós 5.10-24). Una de esas Declaraciones dice:
Esta Declaración da testimonio de los actos liberadores de Dios quien siempre está del lado de los oprimidos ... Esta declaración teológica afirma la fe en Dios quien rompe todos los poderes de injusticia y reúne para sí mismo un pueblo liberado a quien Dios llama a vivir como el Cuerpo indivisible de Cristo a participar en la lucha para establecer la justicia para
21 Lukas Vischer, ed., op. cit., p. 21. 22 Véase Alan Boesak, Caminando entre espinas. México, CUPSA, 1985. Se puede todos los pueblos —bajo el riesgo de conflicto con poderes humanos y consiguiente sufrimiento... En una situación de injusticia y discriminación el Broderkring, de la Iglesia Reformada Holandesa, confiesa su fe en medio de las luchas presentes. El contexto del cual surge esta Declaración no es meramente de un conflicto acerca de convicciones dogmáticas, sino más bien [está] relacionada con el sufrimiento de los pueblos no-blancos que padecen bajo el sistema opresivo de la política de apartheid”.21
Es indudable que, a raíz de tal reflexión bíblico-teológica, y no sólo de iglesias reformadas, surgieron grandes predicadores como Desmond Tutu, obispo anglicano, y Alan Boesak, pastor reformado.22
Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo... Caso de Estados Unidos
Lo mismo sucedió en Estados Unidos con el gran movimiento de los ciudadanos de raza negra por los derechos civiles, después de que una joven llamada Rosa Parks, afroamericana, se negó a sentarse en el lugar segregado para los ciudadanos de color en un autobús urbano en Mongomery, Alabama. El pastor bautista Dr. Martin Luther King Jr., inspiró toda una generación de predicadores fogosos en todas las Iglesias, pero particularmente de raza negra. Los sermones del Dr. King Jr. eran verdaderos testimonios proféticos y declaraciones de fe cristiana, predicados no sólo al interior de los templos sino muchas veces al aire libre en las grandes concentraciones. No fueron simples peroratas políticas. Sus sermones y discursos fueron verdaderas declaraciones proféticas contra las estructuras de pecado que habían agobiado por años a los hombres, mujeres y niños de raza negra. El movimiento derribó muchas barreras que mantenían también una especie de apartheid, como en Sudáfrica. En ese proceso murieron muchos y aun niñas y niños de raza negra muertos por explosivos lanzados en los templos. Al final, el mismo Dr. King, pagó con su vida su misión profética.
Las iglesias de los blancos se vieron obligadas en ese entonces a hacer declaraciones en favor del movimiento por los derechos civiles. Jóvenes, hombres y mujeres de todas las edades, pastores, pastoras y sacerdotes, de todas las denominaciones se unieron al movimiento participando en marchas, manifestaciones de resistencia pacífica y oración frente a todas las instituciones que negaban servicios y universidades que se negaban a recibir, no sólo a los de raza negra sino a estudiantes de otras minorías, indígenas americanos, mexico-americanos y otros hispanos.
leer un sermón titulado: “Entre el diablo y el mar azul”, basado en Éxodo 14.
En este caso, las declaraciones de fe surgieron durante el movimiento a fin de que las iglesias comprendieran la importancia de un proceso no sólo humanitario, sino de justicia social. La Confesión de 1967 de la Iglesia Presbiteriana (EUA) “trata sobre el papel de la Iglesia en el mundo moderno. Tomando en cuenta los desarrollos en la erudición bíblica, insta a la Iglesia a estudiar las Escrituras con entendimiento literario e histórico. Llama a la Iglesia a la acción obediente, particularmente en respuesta a los problemas sociales tales como la discriminación racial, la arrogancia nacionalista, y los conflictos en la familia y las clases sociales. Destaca la vida, muerte y resurrección y segunda venida de Jesucristo como el patrón a seguir para la misión de la Iglesia y llama a todos hombres y mujeres a reconciliarse con Dios y los unos con los otros” .
La confesión está basada en un solo texto bíblico, II Corintios 5.19: “Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo...”. Es evidente que esta Confesión fue un llamado a la reconciliación y al reconocimiento y validez de la lucha de las Iglesias de raza negra lidereadas por el Dr. King y otros hombres y mujeres prominentes de las Iglesias. 23
Declaraciones dogmáticas
A diferencia de las iglesias reformadas, hay otras tradiciones cristianas que mantienen confesiones dogmáticas creadas exclusivamente por las autoridades máximas de esas iglesias. Tal es el caso de la Iglesia Católica Romana y de las iglesias ortodoxas y otras iglesias antiguas
23 Libro de Confesiones. Iglesia Presbiteriana (IPEUA), pp. 277-285. como la Mar-Toma de la India y la Iglesia Cóptica de Etiopía. En el caso de la Iglesia Luterana, ésta se sujeta únicamente a los catecismos y escritos por Lutero y la Confesión escrita por Felipe Melanchton. Éstas se encuentran en el llamado Libro de Concordia de 1577. En el prefacio se lee que estas confesiones contienen la interpretación luterana correcta “para toda la posteridad.” Entre esas confesiones se encuentran elementos tales como el Credo Apostólico, el Credo Niceno, el Credo de Atanasio, la Confesión de Augsburgo (1530), los Catecismos de Lutero (1529), la Confesión Sajona escrita por Felipe Melanchton (1551), un tratado sobre el poder papal y la Declaración de Concordia, ambas de 1577. Naturalmente que hoy día hay variantes en las diferentes Iglesias Luteranas. Algunas, además de suscribir las Confesiones y Credos del Libro de la Concordia, son más abiertas a teologías más modernas. Otras son más conservadoras (pero no fundamentalistas) con diferentes énfasis en misión, educación y evangelización.824
Declaraciones de fe reformadas locales y regionales
En el caso de los reformados, desde el principio del movimiento de Reforma, ha sido diferente la creación de confesiones y catecismos. Unas declaraciones son de iglesias particulares, otras son de carácter regional y otras de carácter nacional. Así, por ejemplo, se conocen confesiones tales como la Confesión de Fe que los Ciudadanos de Ginebra tendrían que adoptar y guardar (1536) y el Catecismo de Ginebra (1536-1541). Otras de carácter regional, como la Primera Confesión Helvética (1536) conocida también como Segunda Confesión de Basilea para distinguirla de una primera aparecida en 1534, la Confesión Galicana o Confesión de Fe y Disciplina Eclesiástica de Francia (1559), la Primera Confesión Escocesa (1560), la Confesión Belga (1561), el Catecismo de Heidelberg (1563) escrito por dos jóvenes evangélicos, Zacarías Ursinus y Gaspar Olivianus, de apenas 26 y 29 años, a petición del elector Federico III, del Palatinado. Por ese tiempo también aparecieron la Segunda Confesión Helvética (1566) y la Segunda Confesión Escocesa (1580). Posteriormente aparecieron los Cánones del Sínodo de Dordrecht (1618-1619) de carácter conservador, la Confesión Valdense (1655) y, finalmente, los Catecismos y Confesión de Fe de Westminster (1643-1648).
Es impresionante en todas estas confesiones —incluyendo las confesiones modernas— la consistencia escritural de su contenido. Todas se mantienen en la tradición apostólica expresando la fe de una sola Iglesia Católica y Apostólica, un solo Dios en tres personas, y la palabra infalible de Dios encarnada en
24 Véase W. M. Nelson, ed., Diccionario de historia de la iglesia. Caribe, 1989, pp. 269, 676-682. Miami,
Jesús de Nazaret. Todas afirman la autoridad de la “Verdad (contenida) en las Escrituras en materia de fe y práctica por encima de Asambleas, Concilios y autoridades eclesiásticas que con frecuencia cometen errores”, pues no son infalibles (Lutero). 25 Todas afirman el perdón y la salvación por la fe y la gracia sola. De la misma manera todas, de una forma o de otra, afirman la soberanía de Dios en la Iglesia y el mundo, y la fidelidad de Dios expresada en el pacto de gracia por medio de Jesucristo.26
Por otro lado, hay que advertir que casi todas las confesiones, credos y catecismos escritos entre los siglos XVI al XVIII no fueron formulados en un contexto de tranquila reflexión y quietud. Sus autores se encontraban, por lo general, en situaciones de persecución despiadada por el espíritu de la llamada “Contrarreforma” de la Iglesia Romana y por cuestiones de carácter político. Recordemos cómo desde el principio, incluso Calvino tuvo que huir de Francia. Algunas veces lo encontramos predicando en las inmediaciones de Poitier, en el sur de Francia, a una congregación escondida en una cueva.27
Su famosa obra, Institución de la Religión Cristiana, iniciada en 1536, incluye una carta dirigida al Rey Francisco I de Francia que pudiera considerarse también como una declaración de fe para explicarle el contenido de la fe cristiana del
25 En su declaración frente a la Dieta de Worms, 16-18 de abril de 1521 frente a Carlos V y los llamados “príncipes” de la Iglesia Romana. Véase Martín Lutero, (Monje agustino, redescubridor de la Palabra de Dios y reformador de la iglesia. México, CUPSA, pp. 201-204. 26 Shirley C. Guthrie, “The doctrinal task of the Reformed Churches”, Part V. Grand movimiento protestante y para la defensa de los protestantes perseguidos en ese país. La Segunda Confesión Helvética fue escrita por el joven pastor Enrique Bullinger, sucesor del reformador Zwinglio en Zúrich, no sólo en medio de animadversión contra los protestantes y la muerte de Zwinglio en la batalla de Kappel, sino en el contexto de una plaga bubónica que mató a la esposa e hijos de Bullinger. A su vez, esta Confesión sirvió a Federico III, del Palatinado alemán, para defenderse de la acusación luterana de dividir la iglesia por sus simpatías “calvinistas”. Después de escuchar su testimonio y defensa de su doctrina cristiana y reformada en una asamblea, Federico fue absuelto. Lo mismo sucedió con la Confesión Belga escrita bajo situaciones muy difíciles para los protestantes en los Países Bajos.28 Lo que se quiere afirmar es que, muchas veces, la iglesia tiene que reflexionar sobre su fe en momentos críticos por los que atraviesa la Iglesia, los cristianos y el contexto de los momentos históricos en que se necesita con urgencia escuchar la voz profética de la iglesia, tanto para los cristianos como para el mundo.
Ya hemos citado la Declaración de Barmen de 1934 escrita como testimonio de fe y lealtad a Jesucristo por la Iglesia Confesante de Alemania frente a un Estado totalitario y represor. El Estado fascista había llegado a controlar a los sindicatos obreros, el ejército, las universidades, la prensa y había logrado un Concordato con el Vaticano. Sus esfuerzos por controlar las iglesias protestantes fueron un éxito al fascinarlas con su carisma, peroratas mesiánicas y la fastuosidad de las manifestaciones y marchas militares.
Gran parte de los protestantes callaron frente a la persecución y aniquilación, no sólo de los judíos, como ya se dijo, sino también de los gitanos, los simpatizantes del comunismo, los enfermos infecciosos, los minusválidos y los de diferente orientación sexual. La finalidad era purificar la raza alemana para producir el “nuevo hombre” de la raza aria. En ese contexto, la Iglesia Confesante minoritaria, formada por iglesias luteranas, reformadas y unidas, se resistió a doblar la rodilla ante un sistema aterradoramente injusto.
En ese contexto, el Sínodo Confesional de la Iglesia Evangélica de Alemania se reunió en Barmen del 29 al 31 de 1934. Miembros de las iglesias que componían esta Iglesia Confesante,
Rapids, The H. Meter Center for Calvin Studies, Seminario Teológico Calvino, 28 de noviembre de 2000. El Dr Guthrie fue profesor de Teología Reformada por muchos años en el Seminario Columbia, Decatur, Georgia. 27 C.H. Irwin, Juan Calvino, su vida y su obra. México, Casa Unida de Publicaciones, 1981, p. 16. En el Seminario de la Iglesia Reformada de Francia en Montpellier, hay un mural que ilustra tal evento. 28 Diccionario de historia de la iglesia, pp. 183 y 272.
luteranos y reformados y de la Iglesia Unida, decidieron confesar al Señor Jesucristo como único Señor soberano de su Iglesia y de la vida de sus miembros. Una parte de esta famosa Declaración dice:
Como miembros de las Iglesias Luterana, Reformada y Unida, nosotros podemos y debemos hablar hoy con una sola voz. Precisamente porque queremos ser y permanecer fieles a nuestras varias Confesiones, no podemos guardar silencio ... En vista de los errores de los Cristianos Alemanes del actual gobierno eclesiástico bajo (el control) del Reich, los cuales están destruyendo la Iglesia y están también de este modo, rompiendo la unidad de la Iglesia Evangélica Alemana, confesamos las siguientes verdades evangélicas:
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí (Jn. 14.6) ... Jesucristo, como se nos atestigua de él en la Sagrada Escritura, es la única Palabra de Dios que tenemos que escuchar, que tenemos que confiar y obedecer, en la vida y en la muerte. Rechazamos la falsa doctrina según la cual la Iglesia podría y tendría que reconocer como fuente de su proclamación, aparte de y además de esta única Palabra de Dios, aún otros eventos y poderes, figuras y verdades, como revelación de Dios... 1) Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que hubiese áreas de nuestra vida en las cuales no perteneciéramos a Jesucrito sino a otros señores; áreas en las cuales no necesitaríamos justificación y santificación por medio de él... 2) Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que a la Iglesia le fuera permitido abandonar su mensaje y orden según su propio placer, según los cambios en las convicciones ideológicas y políticas prevalecientes … 3) Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que el Estado, por encima y más allá de su mandato especial, debiera y pudiera convertirse en el único y totalitario orden de la vida humana, cumpliendo también la vocación de la iglesia … 4) Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que la Iglesia, por encima y más allá de su misión especial, debiera y pudiera apropiarse las características, las tareas y la dignidad del Estado, convirtiéndose a sí misma en un órgano del Estado... 5) Rechazarnos la falsa doctrina según la cual pareciera que la Iglesia, en arrogancia humana, pudiese poner la Palabra y la obra del Señor al servicio de cualesquiera deseos, propósitos y plan escogidos arbitrariamente... He aquí Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo (Mt. 8.25; 28.20). ... La Palabra del Señor no está presa (2 Tim. 2.9). 6) El Sínodo Confesional de la Iglesia Evangélica Alemana declara que ve el reconocimiento de estas verdades y en el rechazo de estos errores la base teológica indispensable para la Iglesia
Evangélica Alemana...”. 29
La persecución oficial no se hizo esperar. Muchos pastores y miembros laicos fueron obligados a entrar al ejército, otros fueron encarcelados y torturados, otros obligados a servir en los campos de concentración, y finalmente asesinados. Hubo que pagar “el costo del discipulado” cristiano y de fidelidad a la Palabra de Dios. Por ser parte de este movimiento y dar fuerte contenido Reformado a la Declaración, Karl Barth tuvo que regresar a Suiza, su país de origen.
Recordemos que el lema de las iglesias reformadas surgido en el siglo XVII es: “Iglesia reformada siempre reformándose” . Ese lema nos reta a que cada iglesia local, cada denominación reformada deberá estar revisando sí está cumpliendo con la Palabra de Dios a la luz de las Sagradas Escrituras y las demandas y desafíos de la sociedad y el mundo. Esto se hace a fin de responder al mandato de Jesucristo de ser “luz y sal” y testigos de su resurrección en medio de un mundo que necesita el mensaje de la verdadera esperanza: Jesucristo, la esperanza del mundo.
Conclusión
Lo anterior nos deja ver claramente la importancia del trabajo de estudio, reflexión y labor bíblico-teológico, así como la importancia de formular, reformular y publicar credos, confesiones y declaraciones de fe. El propósito de hacer este trabajo, como ya se ha apuntado es para que estas confesiones o declaraciones sirvan a la Iglesia de guía y base de sus acciones, tanto al interior de la Iglesia como al exterior, frente a un mundo
en crisis y a la vez desafiante, tanto para la Iglesia de Cristo como para el Evangelio mismo.
Como se ha mencionado, también hay momentos que demandan acción y voces proféticas, de anuncio y denuncia, de la Iglesia frente a situaciones de injusticia como son, en nuestro país, la situación de violencia e inseguridad, desempleo, migración masiva de mexicanos a otros países, discriminación insistente contra pueblos originarios. En otros casos violencia institucional, en años recientes, como el despido masivo contra los electricistas, represión contra los mineros como el caso de Cananea, la indiferencia crasa de las autoridades para con las viudas, huérfanos y familiares de los 65 mineros muertos en Pasta de Conchos, por favorecer a los grandes y millonarios empresarios, mostrando que es más importante el dios del dinero que el sufrimiento del pueblo —la represión institucionalizada del sistema neoliberal impuesto desde el tiempo de Salinas de “empresarios, por empresarios y para empresarios,” violación de derechos humanos a derecha e izquierda, aun en las iglesias mismas. ¿Cómo podrán nuestros seminarios preparar verdaderos pastores y verdaderos profetas sensibles a los momentos tanto de tentación como de kairós que lleven a la iglesia hacia una visión nueva y reformada de ser iglesia en el contexto actual y para un futuro de grandes desafíos?
El teólogo menonita Alfred Neufeld, paraguayo, en su libro Vivir desde el futuro, dice: “Toda formulación teológica nace siempre en un contexto
30 Alfred Neufeld, Vivir desde el futuro, introducción a la teología cristiana. Buenos Aires, Kairós, p. 7. histórico específico y debido a circunstancias peculiares y cuestiones locales. La teolgía debe ser un instrumento que posibilite obedecer a Dios en tiempos y situaciones concretas ... Sin embargo, en el mundo globalizado del siglo XXI, la labor teológica no debe ser exclusivamente local. Siempre necesita el diálogo con la Iglesia global, y el diaólogo con con la nube de testigos que nos antecedieron ...”. 30
En la reciente Tercera Convención del Movimiento de Lausanne celebrado en Cape Town, Sudáfrica, el secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, el Dr. Olav Fykse Tveit, dijo las siguientes palabras, “… Hemos sido reconciliados por Cristo; podemos ser habilitados por el Espíritu Santo para amar, para luchar en pro de la justicia y la paz y por el cuidado de la toda la creación…”. Y recordando al obispo Desmond Tutu, mencionó sus palabras llamando a la unidad pronunciadas cuando las iglesias luchaban contra el sistema opresor del apartheid: “El apartheid es demasiado fuerte para una iglesia dividida.” Basado en esa frase del Dr. Tutu, el Dr. Fykse Tveit terminó diciendo: “Las necesidades del mundo para su reconciliación con Dios, y de unos con otros, así como con la naturaleza, son demasiado grandes para una Iglesia dividida” . 31
Podemos decir lo mismo en México que los problemas y desafíos que confrontamos son demasiado grandes para una Iglesia Presbiteriana dividida en facciones. Lo mismo podemos decir en cuanto a todas las iglesias evangélicas en México divididas en fracciones. Me pregunto: ¿Cuándo podremos hablar con una sola voz y actuar unidos en la misión evangelizadora, la misión profética y la misión reconciliadora?
Finalmente, debe quedarnos claro que el trabajo intelectual no descarta el trabajo espiritual de la oración y la piedad. Después de todo, el único quien puede crear y recrear una Iglesia Reformada siempre reformándose, es el Espíritu Santo Y en ese contexto, ¿no creen que otra Iglesia Evangélica y Protestante en México es posible? Abramos las ventanas y las puertas de la iglesia para que entre el soplo renovador y vivificador del Espíritu.
Ven Espíritu Creador, renueva tu Iglesia.
Video completo: www.facebook.com/watch/?v=343438880176876
31 “Todo esto es de Dios: La misión como ministerio de la reconciliación”, en www.oikoumene.org/en/resoursdocuments/general.
IMPORTANCIA DE UNA VISIÓN BÍBLICA INTEGRAL EN LA FORMACIÓN TEOLÓGICA Edesio Sánchez Cetina
Introducción
El tema que nos convoca calza muy bien con el libro bíblico llamado “Deuteronomio”, cuyo nombre —Déutero, segunda y nomio, enseñanza— apunta a la característica de su composición: Su constante interés de compartir, a la vez, la cualidad de permanencia y la cualidad de estar al día de su mensaje; de ser actual. Visto en el contexto canónico, Deuteronomio manifiesta la cualidad de las Sagradas Escrituras en su totalidad: La Palabra de Dios como texto que persiste por milenios y siglos, y que a la vez impacta y transforma la vida de individuos y comunidades con su interminable actualidad. Es decir, es un “texto que persiste y es un mensaje que hace brotar vida nueva”. En la práctica exegética e interpretativa latinoamericana a estas cualidades se las conoce como “superávit de sentido”, “exceso-de-sentido” o “polisemia del sentido”.
Deuteronomio es un documento que toma una enseñanza del pasado “primera enseñanza” y la actualiza para una nueva generación. La lógica nos dice que, si hubo una primera enseñanza y también hay una segunda enseñanza, entonces también puede haber una tercera, una cuarta, etcétera, etcétera. De hecho, cuando se pregunta por el lugar de Deuteronomio en el canon bíblico, la conclusión es que Deuteronomio se “alimenta” de los cuatro libros que le
32Se supone que el “Libro de la Ley” hallado durante las reparaciones del anteceden (Génesis, Éxodo, Levítico y Números) y provoca la creación de la literatura subsiguiente (Josué, Jueces, los dos libros de Samuel y los dos libros de Reyes), que forma lo que hoy se conoce como la tradición deuteronómica o historia deuteronómica.
Desde el punto de vista histórico, Deuteronomio retoma las enseñanzas del pasado israelita—la época patriarcal, la formación del pueblo hebreo, el tiempo pasado en Egipto, la opresión egipcia, el éxodo o liberación de la esclavitud, la marcha por el desierto hasta llegar a Horeb y, finalmente, la marcha por el desierto, desde Horeb hasta las estepas de Moab—y las recuenta e interpreta a la luz de la nueva situación que vivirán las nuevas generaciones que no vivieron esas experiencias. Además, viendo a Deuteronomio desde la perspectiva histórica, este libro, según una cantidad importante de biblistas, no tuvo uno sino varios contextos históricos que proporcionaron motivos y contenidos para actualizarlo más de una vez: (1) Además de la primera audiencia en el Monte Pisgá, también hubo otras en la época de Elías, después de la reforma de Ezequías32, después de la reforma de Josías (2 R 22.1—23.25), después del exilio (587 a.C.) y en el Posexilio (540 d.C.).
Se puede concluir, entonces, que el libro de Deuteronomio es en verdad un libro de “las varias enseñanzas”, y se papel fue claramente homilético y catequético, es decir, para la parénesis: ¡un libro que cuyo texto persiste y cuyo mensaje explosiona!
Además, a este libro se le pueden anexar más de un libro de los que forman parte del canon bíblico, y que insisten en ese afán constante de traer para hoy el antiguo mensaje bíblico y producir nueva vida, nuevo dinamismo a las comunidades de fe, cuyo alimento vital, en el mover del Espíritu del Señor, es la Palabra de vida que da vida. Los Salmos son dignos de mencionar al respecto. De hecho, los editores del Salterio no dudaron en dividir
templo en época de Josías (2 R 22.8-13) es la parte más antigua de lo que ahora compone el libro de Deuteronomio.
los 150 salmos en cinco libros, emulando así el Pentateuco; como para decir, ellos son también torah (enseñanza) y vale la pena tenerlos presentes día a día. Esto se hace muy real en los llamados Salmos de la Palabra o Salmos de la torah (entre ellos podemos colocar, sin ser exhaustos, Sal uno, 19, 33 y 119). Este último salmo citado—sin duda fue compuesto parar celebrar la formación del canon en la época de Esdras—hace acompañar cada expresión de la experiencia humana con uno de los diez sinónimos de “palabra” o “enseñanza” que aparecen en ese salmo. Así, este poema acróstico coloca el énfasis en la necesidad de acompañar nuestro diario vivir—sea cual sea la experiencia que se viva— con la Palabra de Dios. De este modo, he querido recalcar que si la misma Biblia, en su contenido, insiste en la necesidad de conocerla para poder vivir o sobrevivir en este mundo nuestro, entonces no nos queda otra cosa que emularla para poder cumplir nuestra misión de pueblo de Dios y a la vez para ser nutridos para nuestra propia permanencia como personas y comunidades que viven la experiencia del shalom YHVH y la comparten con muchas más personas y pueblos.
¿Qué tan pertinente es la Biblia para la iglesia en América Latina?
No hay duda del convencimiento de cristianos y cristianas de nuestro subcontinente respecto del canon bíblico (66 libros para los evangélicos) de que es la Palabra inspirada de Dios y cuyo propósito es el ser nuestra fuente de fe y práctica. Pues bien, ese es el convencimiento, al menos mental, a manera de credo. Porque llevado a la realidad que se vive, lejos se está de ello. Veamos por qué.
1.
2. El desconocimiento o pobre conocimiento de la Biblia. ¿Qué tanto conocimiento de la Palabra tienen los líderes y miembros de nuestras comunidades de fe? Mi impresión es que un 80% de quienes semana a semana enseñan o predican la Palabra no tienen la formación bíblico-teológica requerida para esas tareas.
El contenido de ambas, en muy contando casos, se reduce a un muy corto canon dentro del canon. Hay una importante cantidad de libros del canon bíblico que rara vez o nunca se predican o enseñan o se enseñan mal. Los hogares cristianos usan un tiempo muy reducido para estudiar y aprender la Palabra de Dios.
Pasando a nivel de formación exegética poco se sabe de su composición lingüística y estilística y de sus contextos: histórico, cultural, social, geográfico, religioso y político. Al nivel de la evangelización y misión también fallamos mucho. Tomemos como ejemplo la tarea de traducir la Biblia para nuestros pueblos indígenas y para nuestras comunidades especiales: niños, jóvenes, analfabetas, discapacitados, etc.
Trabajé cerca de 30 años como Consultor o asesor de traducciones con las Sociedades Bíblicas Unidas. Desde un principio descubrí que el proceso de traducir el texto bíblico a comunidades indígenas tenía mucho de buena intención, pero de profunda ignorancia, sobre todo en el proceso y la preparación tanto de los traductores como de los receptores. Se sigue cometiendo el “pecado” que cometió el español a su llegada, por ejemplo, a lo que hoy es Perú: El sacerdote Vicente de Valverde le “comunica” a Atahualpa (soberano inca): “Aquí está el Dios verdadero y la verdadera religión; todo lo demás es cosa de burla”. Atahualpa inspecciona la Biblia, y de pronto la arroja al suelo diciendo: “¿Qué?, ¿cómo a mí no me lo dice? ¡Ni siquiera me habla el dichoso libro!”
El mensaje está allí, el problema es el medio. Atahualpa y su gente usaban otros medios para comunicarse y registrar su cultura (los quipus) el español, el libro. ¡Hasta el día de hoy, alrededor del mundo se sigue cometiendo el mismo “pecado”! Los grupos indígenas no manejan libros, por lo general, pero nosotros, insistimos en publicar Biblias de pasta negra y canto dorado. Así han quedado cientos y a veces miles de Biblias y Nuevos Testamentos sin ser distribuidos porque la gente no sabe leer libros.
Recitamos a menudo el lema de las SBU: “La Palabra de Dios, al lenguaje que puedan entender, al precio que puedan pagar y en el formato más adecuado”, pero todavía no lo cumplimos a cabalidad. Para una verdadera educación teológica de nuestras comunidades cristianas es ineludible el conocimiento más o menos profundo de las Escrituras. Y sin educación bíblico-teológica la tarea evangelizadora y misionera no podrá ser realmente integral.
Un cambio de paradigma
Más o menos a mediados del siglo pasado se hizo evidente que el paradigma de la Edad moderna estaba en crisis y estaba siendo reemplazado por el paradigma de la Posmodernidad. La Biblia, la teología, la misión, la pastoral, etc. requieren ser transformados, para poder responder a las necesidades y desafíos del nuevo paradigma que ya se ha acomodado en prácticamente todo el mundo. ¿Qué se requiere?
Cambio de las teologías sistemáticas o dogmáticas a la Biblia, como nuestra fuente de fe y práctica. Cambio de imaginario del “nuestro” (el statu quo o sistema en el que vivimos) al de Dios y su Palabra. Significa introducirse en la imaginación de la esperanza, que es profética, fiel, histórica, pero sobre todo poética y sálmica.
33 Extraordinary bodies: Figuring physical disability in American culture and literature. Nueva York, Universidad de Columbia, 1997, p. 8. 3. Es romper la tradición, para poder entrar por la puerta que nos permite saborear la primicia o adelanto de otro mundo, el del reino de Dios, que es el de los niños, de los pobres, de los vulnerables. Es la ruptura con el statu quo que se puede entender como a) las verdades absolutas b) las ideologías que se definen como “tomar parte de la verdad y convertirla en absoluta, a través del dogma, la moral, la política, la económica. La opción por un estilo de vida individualista. 4. La tecnología que reduce todo a una opción; en realidad es práctica ideológica: dividir al mundo en países industrializados y países proveedores de materia prima. 5. Las instituciones teológicas y la educación en las iglesias deben de “reinventarse”: ¿qué se sigue enseñando? ¿cómo se sigue enseñando? ¿cuál es la base de la educación? Por ejemplo, cómo se práctica la exégesis, el acercamiento hermenéutico. ¿Cuál es la práctica homilética? ¿Cómo se concibe la evangelización y la misión? ¿Qué tipo de iglesia atrae hoy a las nuevas generaciones?
¿En qué consiste vivir en un estilo de vida de acuerdo con el imaginario bíblico, el Reino de Dios?
En el imaginario o paradigma del statu quo del mundo occidental/occidentalizado, el “verdadero” ciudadano de esa nación es el que se describe como “normado” (normate en inglés). Este es un término creado por Rosemarie Garland Thomson, que lo define de la siguiente manera: “la figura social por medio de la cual las personas pueden representarse como seres humanos definitivos”. Al explicar su definición, Thomson señala: “Si se intenta definir a la persona normada quitándole todos los rasgos marcados dentro de un orden social en un momento histórico dado, terminamos con un perfil definido de manera muy estrecha que tan solo describe a una minoría de personas reales”.33 A la persona de esa minoría, Kerry H. Winn, siguiendo las propuestas de Thomson, la define así: “En la cultura americana tradicional, el normado es un es el protestante blanco heterosexual con un “cuerpo-capacitado” (able-bodied).”34
Ahora bien, cuando vamos al mundo de la Biblia, toda persona que se definiera siguiendo esa línea, pertenecería, más bien, a los habitantes “urbanos” de las “ciudades-estado” cananeas, también llamadas “pequeños reinos” o “poblaciones poderosas”. Sus mitos, leyendas, poesías, oraciones, su religión;
34 “The normate hermeneutic and interpretations of disability within the Yahwistic narratives”, en This able body: Rethinking disabilities in Biblical Studies. Atlanta, Society of Biblical Literature, 2007, p. 92.
en fin, toda su ideología se orientaba de tal manera que la forma en que se construía la sociedad cananea era un reflejo de la estructura del panteón de sus propios dioses. Quienes gobernaban esos “pequeños reinos” eran reyezuelos vasallos del Faraón egipcio, y nada ni nadie en esas ciudades y sus alrededores limitaban su autoridad. En ellas residían las élites gobernantes, militares y religiosas. Su trabajo era asegurarse de que el 90 % de la población –por lo general campesina y rural– se mantuviera controlada por la política imperial egipcia que era la que dictaba el modus vivendi de la nación entera. Profetas como Amós, Miqueas e Isaías reflejan en sus mensajes la pugna constante contra los poderosos que a toda costa intentaban mantener una sociedad estructurada al estilo de las “ciudades-estado” y no de acuerdo con la sociedad soñada por YHVH.
La propuesta de los profetas se hace mucho más clara y categórica al estudiar los libros de autores tales como George E. Mendenhall,35 Norman Gottwald36 y Walter Brueggemann.37 Estos autores, con base en los aportes de las investigaciones arqueológicas y la lectura social de la Biblia, nos permiten considerar el contexto en el que el pueblo hebreo se convierte en nación, como resultado de las “obras portentosas” de YHVH, compañero vital en la formación del pueblo de la alianza y el consecuente choque frontal con las fuerzas imperiales egipcias, aplicadas en tierras
35 George E, Mendenhall, “The Hebrew conquest of Palestine”, en Biblical Archaeology, vol. 25, núm. 3 , 1962, pp. 6687; The Tenth generation: The origins of the Biblical Tradition. Baltimore, John Hopkins University Press, 1973. cananeas. El nacimiento de Israel como nación es un asunto de “identidades” e “identificaciones”: ¿Qué hace de un conglomerado de personas que sean o no servidores y adoradores del verdadero Dios, y qué los convierte en ciudadanos del reino o pueblo de ese Dios? La otra pregunta se presenta desde el lado opuesto: ¿Cuáles son los elementos distintivos de una nación rechazada por el Dios verdadero, y por qué YHVH no puede ser su Dios ni ellos su pueblo? Para responder esas dos preguntas, hay que ir al principio de la “historia” de la formación del pueblo con quien YHVH hizo la alianza.
Se debe considerar desde un principio que la población que vino a ocupar la tierra de Canaán –de manera concreta la cordillera central, Cisjordania– no era culturalmente diferente de quienes vivían en los poblados cananeos. Construyeron el mismo tipo de viviendas, fabricaron el mismo tipo de alfarería, usaron armas similares, y su estilo de vida no distaba mucho de la de los habitantes de esas “ciudades”. Es decir, esas similitudes sugieren que aquellos asentamientos albergaban a un alto porcentaje de gente propia de Canaán.38 ¿Quiénes fueron, entonces, los que llegaron a “conquistar” la “Tierra prometida”? Ese grupo de gente estaba compuesta de (1) esclavos liberados de Egipto por el poder del Dios YHVH, y de (2) grupos de campesinos que se levantaron en armas contra los poderosos que vivían dentro de los protegidos límites de las ciudades-estado. Esos campesinos cananeos vivían en aldeas desprotegidas y servían como fuerza laboral para trabajar las tierras que pertenecían a aquellos. Los poderosos de los “pequeños reinos” tenían, como era de esperarse, ejércitos compuestos de guerreros profesionales y utilizaban armamentos sofisticados, como carros de guerra, caballería y armas de hierro. Los campesinos y los refugiados que habían escapado de Egipto no poseían ejército ni tales armas, ya que no conocían el uso del hierro. Su poder no venía de la protección de ejércitos humanos, sino de la “mano poderosa de YHVH”.
Ese choque de fuerzas se explica, de acuerdo con J. P. M. Walsh, a partir de los conceptos hebreos de mishpat y tzédeq. Desde esta perspectiva, mishpat significa “consenso”, “orden establecido”, “sistema de gobierno”. La idea de mishpat es, al decir de Walsh, “lo que define a una comunidad: una visión compartida o el sentir que sirve de base a la vida común, validando o legitimando lo que se realiza, tanto de manera
36 Norman K. Gottwald, The tribes of Yahweh. A sociology of the religion of liberated Israel, 1250-1050 B.C.E. Maryknoll, Orbis Books, 1979. 37 Walter Brueggemann, A social reading of the Old Testament. Prophetic approaches to Israel's communal life, Patrick D. Miller, ed. Minneapolis, Fortress Press, 1994. 38 Corrine L. Carvalho, Encountering ancient voices. Winnona, Anselm Academic, 2010, p. 132.
comunal como individual. Se expresa a través de leyes, cantos, historias, folclore, estructuras políticas y económicas, idioma”.39 Tzédeq, por su parte, se entiende como lo que es “recto”, “justo”, “correcto” dentro de los parámetros de la mishpat.
La mishpat de las ciudades-estado de Canaán encontraba su justificación en el sistema religioso cananeo, con el dios Baal en su centro. Esos “pequeños reinados” eran monopolios de poder socioeconómico y político operados desde estructuras jerárquicas y opresoras. La sociedad se estructuraba de tal manera que el rey, los jerarcas militares y los líderes religiosos eran los poderosos que vivían protegidos dentro de las murallas de esas ciudades. A su servicio, como esclavos, estaban los campesinos y obreros que trabajaban la tierra de los terratenientes y les ofrecían toda clase de servicios. Por su parte, la mishpat de los hebreos se basaba en la acción liberadora de YHVH en el éxodo y en el consecuente establecimiento de la alianza en el monte Sinaí. La sociedad hebrea, como resultado de lo anterior, debía ser igualitaria, constituida por los esclavos liberados de Egipto y por los campesinos cananeos que se oponían a toda clase de concentración, sea esta de poder político, de carácter económico o legal. El movimiento que realizaron ambos grupos, coaligados, es lo que hoy se conoce como la “ocupación de la Tierra prometida”, a través de movimientos de
39 J. P. M. Walsh, Mighty from Their Thrones: Power in the Biblical Tradition. Minneapolis, Augsburg Fortress, 1987, p. 5. 40 Existen por lo menos cuatro teorías para explicar cómo se realizó la ocupación o establecimiento de la nación de Israel en tierras palestinas. La que aquí se sigue está ampliamente respaldada por estudios levantamiento o rebelión, que de algún modo se reflejan en los libros de Josué y Jueces, sustentados por la teología y mensaje del libro de Deuteronomio.40
Lo característico de este grupo de hebreos o Hapirú es su realidad social. Ninguno de ellos, tanto los del grupo del éxodo como los campesinos y asalariados de Canaán, tenía acceso a los privilegios de las clases gobernantes y adineradas del sistema imperante en los reinados cananeos. La mayoría de ellos (casi el 90 %) se estableció, como ya se ha mencionado, en la serranía o cordillera central, donde la situación de vida era de las más difíciles y peligrosas. Era una sociedad de “frontera”, con una economía de subsistencia y una cultura y estructura de familias y clanes. Los asentamientos humanos eran pequeñas aldeas, desprotegidas, de no más de 150 personas, todas relacionadas a través de lo que se conoce como bet-ab (“recintos familiares”), bajo la autoridad del patriarca y el poder de la matriarca.41 Y es precisamente esa situación de vulnerabilidad y dependencia la que los definió como pueblo y la que formó la base de su nación y de su fe. Su Dios no era Baal, ni ningún otro dios del panteón cananeo, sino YHVH, el Dios que eligió ser su Dios y guía en el establecimiento de un nuevo estilo de vida diametralmente opuesto al del sistema cananeo.
A través del éxodo y del desierto, y de la narrativa que los acompaña, YHVH les enseñó –y continúa enseñándoles– que la vulnerabilidad, la interdependencia y la solidaridad crean el estilo de vida del pueblo y le dan contenido y razón de ser a su documento nacional, el documento de la alianza, que es el Decálogo (Dt 5.6-21). Eso explica, por qué tuvieron que pasar tanto tiempo en el desierto y por qué la llamada Tierra prometida no fluye ni literal ni metafóricamente “leche y miel”. La fuente y base de su sustento y vida es solo su redentor y guía, YHVH. Textos como Deuteronomio 32.7-12, 37-40 y Oseas 12.9; 13.4 afirman que, solo descartando a otros dioses, el ser humano –o una comunidad– asegurará tener a YHVH como su salvador, sustentador y guía. El Israel primitivo, el que ocupó la Tierra prometida, no se estableció en ciudades o aldeas establecidas, sino que ocupó el inhóspito espacio de la zona montañosa, donde a base de mucho esfuerzo, penurias, plagas, enfermedades y guerras pudo vivir. Eso le hizo depender de las lluvias, de la
arqueológicos, etnológicos y sociológicos en la literatura citada en las notas 4-8. 41 Véanse los estudios realizados por Victor H Matthews, Don C. Benjamin, Social World of Ancient Israel: 1250-587a.C. Peabody, Hendrickson Publishers, 2005; Carol Mayers, “The roots of restriction: Women in early Israel”, en Biblical Archaeologist, vol. 1, núm. 3, 1978, pp. 91-103; Carol Mayers, Discovering Eve: Ancient Israelite women in context. Universidad de Oxford, 1988; Roland Boer, The sacred economy of Ancient Israel. Louisville, Westminster John Knox Press, 2015.
construcción de plataformas, de la excavación de cisternas y del cultivo de la vegetación propia de la zona. Es decir, necesitó una conjugación de ayuda divina (Dt 11.10-17; 28.12), de obediencia a YHVH, de mucho esfuerzo y de la interdependencia y solidaridad de familias y personas anexadas a sus aldeas, tales como exiliados, servidores y asalariados. ¿Por qué todo eso? YHVH quería mostrarle a su pueblo elegido y creado, así como a pueblos y generaciones por venir, que hay una manera de vivir que permite que todos puedan hacerlo de una manera digna y verdaderamente humana, sin estar “encima” o “debajo” de los demás. En otras palabras, el sueño de Dios siempre ha sido el de una comunidad o sociedad igualitaria e inclusiva. ¿Era eso posible? Sí, y eso en la Biblia se define como reino de Dios, pueblo del pacto, comunidad de fe. Eso es shalom, vida abundante, evangelio.
Para lograrlo, se requiere de cuatro elementos que siempre deben de estar unidos, entrelazados entre sí: fidelidad y lealtad total al único y verdadero Dios; justicia social; éxodo y alianza o pacto. A través del éxodo, YHVH liberó de la opresión a un grupo de esclavos y los invitó a una vida de libertad y shalom. Para ello, inmediatamente después del éxodo, los convocó al monte Sinaí donde hizo una alianza o pacto con ellos y les entregó el documento de la alianza que es el Decálogo (Dt 5.6-21), en el cual se incluyen todos los elementos de la vida del pueblo de Dios. Ese documento se expande luego en el Código de la alianza, como consta en los capítulos 12-26 de Deuteronomio.
42 Un buen número de estudios sobre el Tetragrámaton indican que el significado del nombre de Dios es el de “Estar-con”. Este sentido se entiende mejor al Lo que tenemos aquí es la conjugación de éxodo con alianza; es decir, la unión de un suceso que provocó libertad y nuevas opciones de vida (el éxodo) y el compromiso de hacer de ese acontecimiento el modelo de vida de la nación que nace gracias a la acción liberadora de YHVH, que significó convertirse en el Dios de Israel y en hacer de Israel su pueblo, el pueblo de la alianza. Por eso mismo no tengo otra manera de entender la alianza sino como “el éxodo ad perpetuam”. Con el pacto, YHVH invita a Israel a hacer de los logros del éxodo su modus vivendi. De allí el mishpat (constitución) YHVH y su consecuente tzédeq (conducta esperada o “justa”): Una sociedad o comunidad igualitaria opuesta a toda clase de concentración de poder y de tierras; renuente a aprovecharse de otros; enfocada en la justicia y compasiva con el necesitado; creadora de un ambiente de confianza. Una sociedad que no depositó su seguridad en el caballo ni el carro de guerra.
Para poder mantener unidos éxodo y alianza, es necesario mantener entrelazadas la lealtad total a Dios y la práctica de la justicia social. En otras palabras, no se puede practicar la justicia social cuando YHVH no es nuestro único Dios; y si se practica la maldad, no podemos tener como único Señor al Dios verdadero.
Veamos esto más a fondo, a partir de algunos textos bíblicos.
Empezaré con el estudio del Salmo 82. A mi modo de ver, este poema fue compuesto con fuerte espíritu sarcástico para burlarse de los mitos cananeos en los que se ensalza la lucha de poder entre los dioses: muy preocupados por defender sus puestos de poder, pero sin asumir la responsabilidad de mantener una sociedad justa entre los humanos. Como resultado de ese descuido y desobediencia, Dios (presidente de la asamblea de los dioses) juzga a los dioses y les recuerda su responsabilidad divina. Como no la han cumplido a cabalidad, son finalmente condenados a muerte. Al final del poema, Dios, como único garante de la justicia en la tierra, es declarado “heredero de todas las naciones” que pueblan la tierra.
Empecé diciendo, en el párrafo anterior, que este poema tiene un cariz sarcástico; pero debo decir que el sarcasmo y la burla no le quitan a este poema, ni a ninguna pieza literaria con esas características, la seriedad de su mensaje y propósito. Porque si este trozo literario se “atreve” a afirmar cuál es el destino de los dioses, por su incapacidad de mantener la justicia en la tierra, también afirma que Dios, el soberano del mundo y de la historia, les ha entregado esa responsabilidad a otros: a los seres humanos. Eso explica el porqué del éxodo, el porqué de la revelación del nombre de Dios, YHVH42 (Ex 3.1-15), y el porqué de la formación
considerar la frase con la que Dios le explica su nombre a Moisés: ’ehyeh’asher’ehyeh (Ex 3.14). Esta frase se ha traducido, tradicionalmente, de la siguiente manera: “Yo soy el que soy”. Pero la traducción más acorde con la idiosincrasia lingüística hebrea es: “Yo soy el que estoy”. El
del pueblo de Dios: Israel en el Antiguo Testamento, la iglesia en el Nuevo Testamento. Y ambos para lo mismo: para hacer realidad el proyecto del reino de Dios, la creación de una comunidad shalom.
Cuando Mateo 25.31-46 habla del destino final de quienes cumplieron o no cumplieron con la tarea de practicar la justicia, lo hace en el espíritu del Salmo 82, y de la razón de ser del éxodo, de la alianza y de la formación de una nación basada en esos preceptos y comprometida con el solo Dios verdadero y con su tarea principal: que los seres humanos vivan de acuerdo con el “evangelio” (cf. Mt 11.2-6).
No hay otra alternativa para quienes nos decimos miembros del pueblo de Dios, herederos de la alianza y practicantes del evangelio. Y este proyecto de vivir en comunidad con shalom no figura en la agenda de ningún gobierno humano. Los cristianos que traten de vivir fieles bajo su mandato tendrán que desarraigarse de su identidad nacional para ser primero ciudadanos de este otro pueblo de Dios, un pueblo al cual es mucho más difícil, y mucho menos popular, pertenecer.
¿Qué historia escribiremos?
La Biblia entera tiene una función paradigmática, es decir, nos presenta toda una serie de experiencias humanas –a través de una rica gama de géneros y formas literarias– con el fin de considerar, ponderar las líneas de acción, los senderos qué seguir, los modelos de vida qué construir y el legado de un mundo mejor para las generaciones por venir.
nombre YHVH está íntimamente ligado con el éxodo, porque a través de esa
A la larga, Dios y la historia no juzgarán a los hijos e hijas de Dios por los edificios construidos, por las liturgias preparadas, por sus asambleas multitudinarias o por las instituciones establecidas (como un buen número de iglesias y denominaciones consideran prioritario el día de hoy), sino por la obediencia y presteza para seguir las pautas del reino de Dios que son las del evangelio, presentes tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo. Ya se citaron algunos textos, como el Salmo 82 y Mateo 25. Y aquí incluimos un par más, también de ambos testamentos:
Deuteronomio 10.12-22 (TLA)
¿Qué espera Dios de ustedes? Simplemente que lo respeten y obedezcan, y que lo amen y adoren con todo su ser. Dios espera que ustedes obedezcan todos sus mandamientos, para que les vaya bien.
Nuestro Dios es dueño del cielo y de la tierra, y de todo lo que hay en ella. Él pudo elegir a cualquier pueblo de la tierra, pero eligió a los antepasados de ustedes porque los amaba, y los eligió también a ustedes para que hoy sean su pueblo. Pero no sean tercos, ni se olviden jamás del pacto que tienen con Dios. Él es el Dios soberano de todos los dioses, de todos los reyes y de todas las naciones. Su poder hace temblar a todo el mundo. Cuando él toma una decisión, lo hace con justicia y nadie lo puede sobornar.
Dios es justo con los huérfanos y las viudas, y muestra su amor dándoles ropa y comida a los refugiados que viven entre ustedes. Así que muestren amor a los refugiados, porque también ustedes fueron refugiados en Egipto.
Obedezcan a Dios y adórenlo sólo a él. No adoren a otros dioses. Si tienen que jurar, háganlo en nombre de nuestro Dios. Ustedes han visto los milagros que Dios ha hecho en su favor, así que alábenlo siempre. No olviden que sus antepasados eran tan sólo un grupo de setenta personas cuando llegaron a Egipto. Ahora Dios los ha convertido en un pueblo tan grande que es imposible contarlos.
Hechos 2.41b-46 (TLA)
Todas esas personas se unieron al grupo de los seguidores de Jesús y decidieron vivir como una gran familia. Y cada día los apóstoles compartían con ellos las enseñanzas acerca de Dios y de Jesús, y también celebraban la Cena del Señor y oraban juntos.
Al ver los milagros y las maravillas que hacían los apóstoles, la gente se quedaba asombrada.
Los seguidores de Jesús compartían unos con otros lo que tenían. Vendían sus propiedades y repartían el dinero entre todos. A cada uno le daban según lo que necesitaba. Además, todos los días iban al templo y celebraban la Cena del Señor, y compartían la comida con cariño y alegría.
Video completo de la conferencia: www.facebook.com/watch/?v=1138186456590439&extid=TEdmj ImDwf3d08jy
experiencia histórica, se muestra como el Dios solidario con el oprimido, con el vulnerable.
PSICOANÁLISIS Y TEOLOGÍA REFORMADA: UN DIÁLOGO POSIBLE, UN DESAFÍO INTERMINABLE Víctor Hernández Ramírez
Mi deseo de que el psicoanálisis fuese propiedad común de todos los pastores ha fracasado casi totalmente. Los teólogos prefieren equiparse en el bagaje del dogma y cuestiones de leyes eclesiásticas más que con el alma viviente de los seres humanos.43
OSKAR PFISTER (pastor protestante, psicoanalista, amigo de Sigmund Freud)
Diálogo en los márgenes, en el ámbito de la amistad
Psicoanálisis y teología reformada es, en cierto modo, un vínculo que me resulta fundamental, polémico y entrañable, porque es la relación que acompaña mi biografía: son ambos caminos, su cruce y sus diferencias, lo que he intentado recorrer en mis estudios, en mi trabajo y en mi experiencia personal.
Por eso mi presentación intentará mostrar las posibilidades de un diálogo que no es fácil que ocurra, en medio de dificultades o resistencias, en una relación que muchas veces ha estado marcada por la desconfianza mutua (entre psicoanalistas y teólogos), la descalificación o la ignorancia desde la cual uno se hace una caricatura del otro.
El psicoanálisis no ha estado en la agenda de la teología. Tampoco se ha dado un diálogo significativo y de largo aliento entre el psicoanálisis y la teología. Y en esto coinciden la
43 Carta de Oskar Pfister a H. W. Kienast del 15 de agosto de 1949, citada por H. W. Kienast, “The significance of Oskar Pfister’s in-depth personal care”, Journal of Religion and Health, no. 13 (1974), p. 94. 44 Cf. Carlos Domínguez Morano, Psicoanálisis y religión: diálogo interminable. Sigmund Freud y Oskar Pfister, Madrid: teología católica y la protestante44. Los grandes teólogos protestantes del siglo pasado tampoco tuvieron a Freud o al psicoanálisis como un interlocutor relevante (quizás una modesta excepción sería Paul Tillich).
Tampoco la teología reformada y el psicoanálisis han logrado dialogar de modo consistente. Por lo cual, resulta de lo más relevante el diálogo inicial entre el pastor reformado Oskar Pfister y Sigmund Freud, cuya amistad comenzó el 20 de abril de 1909 y se mantuvo durante 30 años, hasta la muerte de Freud.
Carlos Domínguez Morano, un amigo de largos años, jesuita y psicoanalista también, ha explorado a fondo ese diálogo entre Freud y Pfister45, entre el psicoanálisis y la fe, en lo que fue un diálogo insólito entre un teólogo reformado y el fundador del psicoanálisis. El trabajo de Carlos Domínguez muestra que en esa amistad y ese diálogo se encontraron cosmovisiones muy distintas, tuvieron lugar aportaciones mutuas, pero sobre todo arraigó una larga amistad, impensable, entre un judío ateo y un pastor reformado, y en ese terreno de la amistad pudo darse un diálogo inicial entre la fe y el psicoanálisis.
Las observaciones críticas que hace Carlos Domínguez sobre este diálogo (Pfister–Freud), sobre el debate mismo y sus limitaciones, tienen una gran importancia: hay que distinguir entre el psicoanálisis (su fundamentación teórica y el dispositivo clínico en sí mismo) y la posición personal de Freud con respecto a la fe religiosa; también es importante salir del marco epistemológico en el que se situaban ambos (que es el marco del racionalismo de la Ilustración de finales del siglo XIX); e igualmente es necesario advertir la tendencia al concordismo por parte de Pfister; y, lo más importante, el diálogo más intenso estuvo ceñido al debate derivado del texto El porvenir de una ilusión de Freud, que fue quizás uno de los textos donde menos juegan los conceptos propiamente psicoanalíticos (como sí se
Trotta, 2000, pp. 161–170. Una revisión más actualizada de la relación entre psicoanalistas y teología, en concreto con respecto al fenómeno místico, se puede leer en la última obra de Carlos Domínguez: Mística y psicoanálisis. El lugar del Otro en los místicos de Occidente, Madrid: Trotta, 2020. 45 Op. cit. Cf. también Hugo N. Santos, “Oskar Pfister: pastor, psicoanalista y pedagogo”, Cuadernos de Teología, ISEDET, vol. 19, septiembre-octubre–de 2000, pp. 261–289.
juegan en otros textos freudianos, que se ocuparon del fenómeno religioso46).
Ese diálogo improbable, entonces, entre el psicoanálisis y la teología reformada ha tenido lugar en los márgenes, por decirlo así, fuera del campo de trabajo de las disciplinas: es por eso que un psicoanalista que se ocupe de la cuestión religiosa o de la teología no deja de ser un bicho raro entre colegas o, por el otro lado, algo parecido le ocurre a un teólogo o un pastor que se ocupe del diálogo con el psicoanálisis.
Y sin embargo, así sea en los márgenes, el diálogo y la investigación transdisciplinar ha tenido lugar. En el caso de México, debo destacar el caso del Dr. Ricardo Blanco Beledo (profesor en la Comunidad Teológica), quien por largos años ha trabajado esa interrelación de manera consistente y creativa.47 En tiempos pasados se aglutinó en México un grupo ecuménico, llamado Epsimo, que por más de 20 años hizo un trabajo de diálogo e investigación entre el psicoanálisis y la fe48 .
En términos de un diálogo todavía por venir, entre el psicoanálisis y la teología, querría plantear algunas tesis o puntos, a partir de algunos supuestos que me parecen plausibles, en los que el debate o interlocución podrían ser relevantes.
Tesis 1. Si con el psicoanálisis se alcanza la máxima realización, y a la vez el quiebre total, de la Modernidad
46 Carlos Domínguez ha mostrado cómo la crítica más relevante que hace la obra freudiana al hecho religioso, desde sus nociones propiamente psicoanalíticas, se hace, sobre todo, en Totem y tabú y en Moisés y la religión monoteísta, y no tanto en el Porvenir de una ilusión, cf. El psicoanálisis freudiano de la religión, Madrid: Paulinas, 1991. 47 Para el acceso a diversos textos suyos, cf. https://unam.academia.edu/RicardoFBlancoB Se ha dicho que el psicoanálisis, que aparece a finales del siglo XIX e inicios del XX, fue una revolución, un giro copernicano49 , que permitió alcanzar el culmen del largo proceso de la Modernidad: se trata de un doble movimiento de humillación y de reafirmación del ser humano, que se descubre arrojado en un mundo sin trascendencia. Si la primera humillación tuvo lugar con Copérnico al dejar fuera del centro nuestro planeta; la segunda revolución tuvo lugar con Darwin, al dejar al ser humano como un eslabón de la evolución de los seres vivos y, finalmente, con Freud la humillación se completa porque el ser humano ni siquiera es el amo de su casa más propia, su consciencia o su pensamiento, puesto que el inconsciente muestra que hay una fuerzas, unas motivaciones y una pléyade de fantasmas que habitan su mente y le condicionan.
Pero la Modernidad consiste en eso precisamente, en que a la humillación le corresponde una respuesta auto afirmativa del ser humano, precisamente en la configuración del mundo que habitamos: sin Dios y con una serie de poderosos instrumentos de razón, de ciencia y con un orden social fijado a la inmanencia (como dijo Kant: sólo tenemos en lo alto el cielo estrellado y en la tierra la ley moral).
Fue el filósofo Paul Ricoeur, miembro destacado de la iglesia reformada en Francia, quien abordó los desafíos del pensamiento freudiano al reconocer que el psicoanálisis es un desafío para pensar nuestro mundo, nuestra cultura, desde esa Yo quebrado (el Cogito herido)50. Son muchas las posibilidades de analizar y comparar lo que el psicoanálisis plantea para la condición moderna del ser humano, en un diálogo con otras disciplinas, incluida la filosofía y la teología, pero se me ocurre simplemente decir una de ellas, que Ricoeur expresa así: la vida y el deseo tienen un carácter irrebasable para toda reflexión51, nada está por encima o al menos no podemos decir nada más desde nuestro lado. Diría que la teología reformada debería de recoger ese desafío y plantearse su quehacer contextual tomando en serio lo que el psicoanálisis nos deja sobre la ambigüedad más profunda del psiquismo.
eledo o en Google Scholar: https://scholar.google.es/citations?user=qVP03pcAAAAJ&hl=es 48 Entre otros trabajos publicados, se destaca la publicación colectiva: Grupo Epsimo, Experiencia de Dios y psicoanálisis, México: Promexa, 1991. 49 Para la noción de giro copernicano y su relación con la modernidad como proceso histórico, cf. José Luis Villacañas, “Historia de la razón y giro copernicano”, en Logos. Anales del Seminario de Metafísica, vol. 37, 2004, pp. 67–88. 50 Paul Ricoeur, Freud: una interpretación de la cultura, México: Siglo XXI Editores, 1970. 51 Op. cit., pp. 410–413.
Tesis 2. Si el psicoanálisis tiene como finalidad, no exclusivamente una terapéutica, sino también una comprensión del psiquismo humano, entonces la teología hallará en el discurso psicoanalítico un ámbito de interlocución para toda antropología teológica.
Ciertamente el psicoanálisis nace y continúa su existencia como un método terapéutico, que es responder al dolor emocional, a los padecimientos de la variedad de síntomas que dificultan o imposibilitan la vida, pero al mismo tiempo ha tenido siempre una vocación de comprender o buscar la verdad sobre la constitución y el funcionamiento del psiquismo.
Y en la escucha de esos síntomas y la teorización sobre la realidad psíquica, el psicoanálisis parece hacer eco a lo que la antropología calvinista ya nos decía: que la condición originaria del ser humano es la de una incapacidad total para cumplir sus exigencias éticas (el pecado originario, la corrupción total del ser humano), que en los mismos comportamientos piadosos subyacen las motivaciones más oscuras, que nuestras acciones jamás se encauzarán por motu proprio a glorificar a Dios sino a la idolatría. Lo que el psicoanálisis nos muestra sobre el narcisismo, las formas de idealización y proyección de nuestros fantasmas, los caminos de la perversión del amor, nos permiten ir más allá de la visión ingenua u optimista del ser humano, que es tan rousseauniana (la bondad intrínseca, del hombre bueno en su estado de naturaleza).
52 Cf. la conferencia de Juan Bauzá, “Lacan y la mística”, dada el 11 de marzo de 2017 en la Fundación Vidal i Barraquer. Disponible en el sitio: http://88.27.249.81/ psico/sesion/ficheros_publico/ficheros.php?opc ion=textos 53 Op. cit., supra nota 2. Tesis 3. Si las experiencias místicas han sido objeto de análisis y reflexión en el psicoanálisis, desde Freud mismo, entonces la reflexión teológica puede reflexionar sobre las experiencias de espiritualidad en diálogo con el discurso psicoanalítico.
Freud, al final de su vida [en 1938], escribió en unas notas: “Mística: oscura autopercepción del reino exterior al Yo, del Ello”, lo que da cuenta de que además de su vivo interés por la religión, no le fue del todo ajeno la interrogación sobre el fenómeno místico. Es sabido que otros psicoanalistas se interesaron por la mística, como Wilfred Bion (psicoanalista post kleiniano) o, muy en especial, Jacques Lacan, para quien la mística le permite pensar algunos temas fundamentales en el psicoanálisis (la constitución del deseo o las formas en que lo inconsciente se manifiesta como goce, como lo repetitivo o lo que es imposible de decir y que nos hace hablar, incluso como lo real, en el sentido lacaniano)52 .
El reciente libro de Carlos Domínguez, Mística y psicoanálisis53, que es fruto de una larga y sólida trayectoria de investigación, nos muestra la riqueza de un análisis trasdisciplinario sobre el fenómeno místico y las posibilidades de una comprensión que no renuncia al uso de una racionalidad dialogante. Digo esto porque en el contexto actual (al menos en España y Europa) la cuestión mística ha tenido una deriva hacia la noción de “no–dualidad”, que toma de las tradiciones orientales una noción que dificulta mucho el uso de todo instrumental analítico. Si el porvenir de la espiritualidad tendrá mucho que ver con estas expresiones orientales, entonces el diálogo entre el psicoanálisis y las diversas expresiones de la experiencia de Dios, será muy relevante.
Tesis 4. Así como el psicoanálisis ha influenciado de modo decisivo el campo de las psicoterapias, y desde ese campo se ha producido una cultura popular psicológica [una psicologización pop], el ámbito de la acción pastoral también ha recibido las mismas influencias y efectos, entonces la teología tendría que reflexionar sobre ese conjunto de prácticas y sobre los efectos de una cultura popular, muy determinada por el neoliberalismo.
En América Latina fue un pionero el cubano Jorge A. León al introducir el psicoanálisis al campo de la pastoral54. En su trabajo hizo cierto “uso” del psicoanálisis, una aplicación hacia el campo del acompañamiento pastoral y hacia las problemáticas humanas que se afrontan en la tarea pastoral. Pero no me parece que su
54 En muchos seminarios, desde los 70’s, se estudiaba su clásico libro Psicología pastoral para todos los cristianos, Miami: Caribe, 1975, 4ª edición. Cf. también su Psicología pastoral de la iglesia, Miami: Caribe, 1978. Hay un libro sobre psicología pastoral, en homenaje a Jorge A. León: Daniel Schipani (editor), Nuevos caminos en psicología pastoral. Ensayos en homenaje a Jorge A. León, Buenos Aires: Kairós y Semilla, 2011.
influencia tenga mucho peso, como si lo tienen otro tipo de psicologías que se aplican en el contexto evangélico, que van desde obras “anti psicológicas” como la obra del conservador Jay E. Adams, hasta una gran variedad de teorías y técnicas (o pseudo técnicas) que forman el gran mercado de una cultura de la autoayuda y de la popularización psicológica.
La socióloga Eva Illouz ha mostrado la manera como el neoliberalismo ha producido una cultura emocional centrada en el discurso terapéutico55, donde una cultura que populariza un lenguaje de tipo psicológico se acompaña con la mercantilización de todo tipo de productos para la realización del ser humano. Y diría que en el campo religioso la pastoral, o al menos la práctica de muchos pastores o líderes, no está exenta del uso de ese discurso psicológico pero traducido a un lenguaje religioso o espiritual.
Para el psicoanálisis han sido irrelevantes las nociones de “normalidad” y por ello no busca la simple adecuación o adaptación al medio, pero sí que mantiene en su horizonte clínico aquella finalidad que Freud definió como la capacidad de amar y de trabajar. Diría que la reflexión teológica sobre el terreno de la acción pastoral no puede dejar de lado el cuestionamiento de las formas culturales que el capitalismo configura como espacios de producción de deseo, de manera que este discurso
55 Eva Illouz, La salvación del alma moderna. Madrid, Katz, 2008. Cf. también Eva Illouz, El futuro del alma. La creación de estándares emocionales. Madrid, Katz, 2014. Edgar Cabanas y Eva Illouz, Manufacturing happy citizens. How the Science and the industry of the happiness control our lives. Cambridge, Polity Press, 2019. Tesis 5. En el psicoanálisis aplicado, o llevado al ámbito del análisis de la sociedad, los grupos y las instituciones, se logran comprender dinámicas que van más allá de la funcionalidad de una estructura, entonces la teología tendría que incorporar a su análisis de la eclesiología estos aportes psicoanalíticos.
Muy brevemente, sobre un tema muy complejo: ya Freud abordó la cuestión de la dinámica de masas en la sociedad con relación a la estructura psíquica del Superyo (Ideal del yo y Yo ideal), o el análisis de las organizaciones jerárquicas como el ejericto y la iglesia. Muchos otros lo han cuestionado, pero también se han desarrollado diversos instrumentos de análisis del funcionamiento de las instituciones desde el psicoanálisis y las ciencias sociales (vgr. el Análisis institucional de René Lourau56) o el trabajo con grupos (vgr. René Käes57 y otros). Lo que tales estudios nos revelan son las dinámicas inconscientes de identificación o de proyección, de contención o difusión de la angustia, así como de la represión de la agresividad, que tienen lugar en la organización y funcionamiento de instituciones y grupos, de los cuales no están exentos las iglesias y comunidades de fe. ¿Cómo establecer un diálogo entre la teología y su preocupación por la eclesiología, con relación a estas investigaciones que usan el instrumental psicoanalítico? ¿Cómo integramos aquí la distinción de Calvino sobre la iglesia visible y la iglesia invisible, como una categoría que nos impide confundir lo histórico con lo trascendente? ¿Cómo se integra en ese diálogo la vocación señalada por Calvino de que todo cristiano ha de vivir y trabajar para la gloria de Dios?
Tesis 6. La práctica interpretativa, desde el psicoanálisis, de la Biblia es una posibilidad de enriquecimiento para el campo de la hermenéutica bíblica y las relecturas de los textos bíblicos.
Posiblemente este es el ámbito donde el psicoanálisis ha incursionado más en el campo de la teología, en concreto en el campo de la hermenéutica bíblica. Son bien conocidas las interpretaciones de la psicoanalista Françoise Dolto, en su lectura de los evangelios58, donde expresa cómo los relatos evangélicos
56 René Lourau, El análisis institucional. Buenos Aires, Amorrortu, 1991. El estado y el inconsciente. Barcelona, Kairós, 1980. Libertad de movimientos. Una introducción al análisis institucional, Buenos Aires, EUDEBA, 2001. 57 Cf. René Käes, Un singular plural. El psicoanálisis ante la prueba del grupo, Buenos Aires, Amorrortu, 2010. Varios, La institución y las instituciones. Estudios psicoanalíticos, Buenos Aires, Paidós, 1987. 58 Françoise Dolto, El evangelio ante el psicoanálisis, Madrid, Cristiandad, 1979. También cf. L’Evangile au risque de la Psychanalyse. Jésus et le désir, tome 2, París, Seuil, 1977. La foi au risque de la psychanalyse, tomo 3, París, Seuil, 1981.
muestran la acción y la palabra de Jesús como la posibilidad de la liberación del deseo. También son de especial relevancia, desde una lectura psicoanalítica que aborda de otra manera el texto bíblico, los trabajos de Marie Balmary59, para quien el texto hebreo o griego muestran un modo de decir, una literalidad, que permite ver procesos de transformación que son análogos a los procesos de análisis que tienen lugar en la cura psicoanalítica.
Con todo y que los resultados son apasionantes –me lo parece, y yo mismo estaré dando un pequeño seminario el siguiente mes60–, me parece que sigue pendiente una reflexión sobre las posibilidades e implicaciones de tipo hermenéutico y teológico sobre este tipo de ejercicio: ¿cómo se justifica o se fundamenta una lectura del texto desde el psicoanálisis? ¿qué nos diría una “hermenéutica de la revelación” desde la polifonía de los textos bíblicos (Ricoeur dixit)? ¿Hasta dónde es posible una lectura psicoanalítica para el ámbito de la predicación o es un tipo de lectura que interpela a un areópago que no cree o no da a Dios por descontado?
Tesis 7. El psicoanálisis nos ha permitido indagar sobre la trasmisión intergeneracional del peso de las acciones humanas, lo que en lenguaje teológico se denomina el pecado que se trasmite de los padres a los hijos… ¿cómo articular un diálogo al respecto?
Desde el psicoanálisis se ha podido indagar, hasta cierto punto, en el
59 Marie Balmary, El sacrificio prohibido. Freud y la Biblia. Barcelona, Fragmenta, 2018. La divine origine. Dieu n’a pas créé l’homme. París, LGF, 1998. Abel oú la traversé de l’Eden. París, Grasset et Frasquelle, 1999. 60 Seminario “Biblia y psicoanálisis. Una lectura psicoanalítica de textos bíblicos”, misterio de la trasmisión intergeneracional de los patrones de la violencia o de la destructividad. La misma teoría psicoanalítica nos propone un inconsciente que no sólo existe sino que insiste una y otra vez, muy a pesar de que se le quiera obviar y negar: son los patrones de repetición, y sobre todo de patrones de relación que muestran esas fuerzas que Freud quiso denominar como pulsión de muerte o que Lacan teorizó como las formaciones del goce, pero que de una u otra manera nos hablan de que en el inconsciente toma lugar esa vieja ley que afirma que “los padres comieron las uvas agrias y los hijos sufren la dentera”, como ya lo había señalado el profeta Jeremías (Jer 31: 9).
Ciertamente la cuestión de los pecados de los padres, que cargan los hijos o las generaciones posteriores es un tema claramente presente en el pensamiento bíblico, en tanto se da una lucha contra todo destino funesto (Deuteronomio 24: 16; Job 21: 19; Lamentaciones 5: 7; Ezequiel 18: 2). En el psicoanálisis es un tema relevante: Lacan comenta diversas ocasiones en su Seminario esta referencia de los profetas de Israel. Son importantes también las investigaciones sobre el trauma y sus huellas en las generaciones subsiguientes, sobre todo después de las experiencias sufridas después de las guerras o bajo dictaduras61. En todo caso, me parece que la teología reformada tiene mucho que articular con respecto esos efectos de la violencia, sobre la memoria y sobre la posibilidad (o imposibilidad) del perdón y la reparación.
Tesis 8. Algo fundamental en la teorización del psicoanálisis es la relación con la figura del padre… ¿cómo podemos pensar, desde allí y de vuelta, a Dios en tanto que Padre?
En la teología contemporánea, y también en muchas predicaciones, se enfatiza la imagen de Dios como Abba, como ese padre cercano, cariñoso, que no atemoriza y que no castiga, como un papi.
En el psicoanálisis la figura del padre es siempre una figura ambivalente y polémica: ya sea la figura mítica del padre freudiano, al que se ha asesinado y que vuelve como figura ideal que nos impone las prohibiciones fundamentales (el incesto, la heteronomía) o ya sea la figura de un mero nombre, donde está ausente la singularidad, y del padre sólo tenemos un nombre (Elnombre-del-padre, dirá Lacan). El padre es siempre una nostalgia de un vacío, de una condición de orfandad originaria o de una experiencia traumática de la cual provenimos y ante la cual nos
octubre y noviembre de 2020, en Cristianisme i Justicia, Barcelona: https://www.cristianismeijusticia.net/es/civicrm/event/info?id=315 61 Cf. Anna Miñarro y Teresa Morandi, comps., Trauma y transmisión. Efectos de la guerra del 36, la posguerra, la dictadura y la transición en la subjetividad de los ciudadanos. Barcelona, Fundació Congrés Català de Salut Mental, 2012.
constituimos como seres que viven en contradicción entre la ley y el amor.
Con todo, la situación en la que nos hallamos actualmente no parece resolverse con el recurso a Dios como un padre “buena onda” (cool, guay), puesto que la situación de nuestro tiempo es, como la definió el psicoanalista Massimo Recalcati, la de una sociedad de Telémacos, de hijos sin padre.62 Y en esa condición se vive una libertad supuesta, donde no hay padres pero hay una terrible necesidad de saber ¿“quién es mi Padre”, ante quien me configuro o con qué herencia me puedo identificar y diferenciar para darle sentido a mi vida?
Diría que la teología reformada aún tiene que recuperar aquella insistencia de Barth, sobre la radical otredad de Dios, para llevarla a sus consecuencias y no quedarse con esa imagen de Dios como un padre, que opera más como un oso de peluche o como un padre sin verticalidad alguna. Esta situación, y la importancia de esa verticalidad, la expresa bien mi amigo Josep Cobo:
Fácilmente sabemos qué deseamos. Lo difícil es saber lo que uno quiere. Pues nadie sabe qué quiere hasta que no se encuentre con su Padre. Y un Padre no coincide necesariamente con nuestro progenitor. Un Padre es el que te dice que quiere de ti —y por eso mismo, te autoriza a ser alguien y no simplemente un triunfador—. Un Padre es el que confiere integridad a tu existencia. Él te quiere porque quiere algo de ti: que seas en verdad, que dejes de ser un esclavo de ti mismo, de tu circunstancia. Y te quiere, aunque no te lo parezca. Pues lo primero que te dirá es que tú no importas. Importa lo que debes alcanzar, lo que realmente debe ser alcanzado aun cuando no puedas. Y no podrás porque lo que en verdad importa está siempre más allá de tu
62 Massimo Recalcati, El complejo de Telémaco. Padres e hijos tras el ocaso del progenitor. Barcelona, Anagrama, 2014. alcance. Con respecto a lo que cabe querer, la sensación siempre va a ser la misma: cuanto más cerca, más lejos. De ahí que el querer — la voluntad, el amor, la genuina libertad— siempre se dé como repuesta una demanda, en el doble sentido de la expresión. Nadie sabrá qué quiere hasta que no sepa qué quiere de él su Padre —hasta que no haga suyo su mandato—. Esto, sencillamente, es así. Aun cuando, para que un Padre pueda ejercer como tal, antes haga falta creer en él —en su Palabra— . 63
Tesis 9. Lo femenino, y también la figura de la madre, han tenido un papel relevante en la clínica y teoría psicoanalítica… ¿de qué manera esto nos permite pensar la experiencia de la espiritualidad?
En la tesis 3 mencionaba las experiencias místicas o las experiencias espirituales, en tales situaciones o, mejor dicho, en el análisis de tales experiencias el psicoanálisis opera como un dispositivo de la sospecha: de que tales experiencias se confundan o mimeticen con las experiencias tempranas de constitución de la mente, con el vínculo materno más primitivo con la nostalgia del mismo; también la sospecha de que no pocas experiencias de espiritualidad no sean sino la expresión de formas maniacas o esquizoide, por no decir de intensas proyecciones narcisistas. Esto no quiere decir que no sea posible una auténtica experiencia de Dios, pues el psicoanálisis no puede, ni pretende, posicionarse sobre ello; pero si es importante su papel analítico, y crítico, para comprender cómo muchas expresiones de espiritualidad se comprenden con relación a la forma como opera la figura de la madre y, además, de la feminidad, desde lo inconsciente.
Tal vez aquí es donde más se advierten las carencias de la teología reformada o protestante en general (y quizás ello no es sino el reflejo del predominio de los hombres y la marginación de las mujeres), pero sería importante que la reflexión teológica se articule también con ese vínculo fundamental y determinante, para bien y para mal, de la madre (o de quien funge como madre, en las etapas iniciales de la vida) en la constitución de la mente.
Tesis 10. Si el psicoanálisis no puede, no debe, decir nada que esté en una dimensión trascendente, sino que ha de limitarse al ámbito del mero psiquismo humano ¿esto que le exige a una tarea teológica que integre la dimensión apofática o el sentido cuasi–ateo de la fe cristiana?
En su correspondencia con el pastor Oskar Pfister, y en su polémica con respecto a la religión (de la cual, como sabemos, Pfister defendía aspectos positivos), Freud le espetó lo siguiente: “…lo hermoso de la religión desde luego no pertenece al
63 Cf. Josep Cobo, “El mandato del Padre”, en blog La modificación, 24 de enero de 2020, https://cobo.blog/2020/01/24/el-mandato-del-padre/
psicoanálisis… ¿por qué no fue uno de tantos personajes piadosos quien fundó el psicoanálisis? ¿Por qué fue necesario esperar a un judío totalmente ateo?”.64
A pesar de cierto tono irónico o sarcástico en el reproche de Freud, podemos ver que una verdad se relaciona con el hecho de que el psicoanálisis fuera fundado por un judío ateo, puesto que si algo caracteriza el judaísmo es su insistencia en no poderse representar a Dios, pues de Dios sólo queda un nombre, y ni siquiera se puede pronunciar. En esto, el protestantismo tiene como principio fundamental, al decir de Paul Tillich, un principio anti–idolátrico que nos impide toda representación de Dios o toda identificación de Dios con cualquier discurso, institución, credo o producto de la cultura.
Freud no quiso nunca que el psicoanálisis se circunscribiera al judaísmo, pero no se comprende el psicoanálisis sin el trasfondo judío de Freud e incluso en su formulación más clara sobre el monoteísmo judío [Moisés y la religión monoteísa, 1939], su herencia y su vínculo con el judaísmo está muy claro, como lo ha mostrado Yosef H. Yerushalmi.65
Pero también para la teología reformada se impone esa herencia judía nuevamente. Los estudios
64 Sigmund Freud y Oskar Pfister, Correspondencia, México, FCE, 1966, pp. 5960, cit. por Carlos Domínguez, Psicoanálisis y religión…, op. cit., p. 97. bíblicos más recientes, sobre el judaísmo del Segundo Templo y sobre la identidad judía de Jesús y de Pablo de Tarso están modificando la lectura del Nuevo Testamento. Y puede ser muy interesante correlacionar esos hallazgos con lo que el psicoanálisis nos muestra sobre el siempre complejo mundo de lo religioso y las posibilidades (o no) de una fe que se confiesa judeo–cristiana. Me parece que, para la reflexión teológica, al menos para nuestra tradición reformada, las cuestiones que se abren son diversas, y necesarias de afrontar.
Hay un pensamiento teológico, que no viene precisamente del ámbito protestante, que me recuerda mucho el quehacer psicoanalítico (que se realiza desde la experiencia analítica misma, donde nos reconocemos atados a la carne y a la tierra, a los movimientos siempre contradictorios de las posibilidades humanas). Se trata de una articulación teológica que debe mucho al trabajo de Karl Barth y que, desde mi punto de vista, consigue ir más allá de Barth.
Me refiero a Josep Cobo, que, sobre nuestras posibilidades de Dios, nos dice:
No es casual que Pascal se refiera al Dios de Abraham o al de los filósofos. Pues, como dijimos, la cuestión decisiva es quién es capaz de la verdad de Dios […] De Dios tan solo tenemos su testamento, a saber, el don de la vida y el mandato de preservarla la violencia injusta –o, en clave cristiana, el mandato que se desprende del perdón de un crucificado en nombre de Dios. Tanto el don como el mandato se derivan de un Dios cuya presencia es la de un ausente. Para Israel, Dios es el padre que abandonó el hogar (pero que, con todo, prometió volver). […] La convicción del creyente, sin embargo, es que existimos como arrancados del seno del padre, lo cual no impide que permanezca fiel al sí de fondo que fue prometido con anterioridad de los tiempos. Ahora bien, si está convencido de ello, es porque, de entrada, se encuentra a sí mismo abierta a la aparición. Y a menudo, en canal.66
Y bien sabemos que la teología no se ubica en el campo de las ciencias humanas, como si lo hace el psicoanálisis, y por lo tanto, el horizonte de la teología necesariamente es el de la trascendencia, el del mundo de Dios que se anuncia en el evangelio. Pero es que la tarea teológica, aunque se debe a la esperanza, se hace desde las condiciones calamitosas que compartimos con todos los seres humanos. Por eso, me parece que esa dimensión apofática o cuasi-atea también es importante que la mantenga la teología. Y en ello puede ser de utilidad el psicoanálisis, me parece.
Con todo, me gustaría terminar con un comentario de Rubem Alves, téologo presbiteriano y psicoanalista, que me parece
65 Yosef Hayim Yerushalmi, El Moisés de Freud. Judaísmo terminable e interminable. Madrid, Trotta, 2014. 66 Josep Cobo, Incapaces de Dios. Contra la divinidad oceánica. Barcelona, Fragmenta, 2019, pp. 155–156.
articula bien una comprensión del trabajo que interrelaciona la fe reformada y el psicoanálisis:
…el psicoanálisis dice es que todos nosotros somos una mezcla de vida y muerte, de eros y tánatos, y que eros y tánatos no son distribuidos democráticamente. Hay algunas personas que reciben mucha vida y poca muerte; hay otras personas que reciben mucha muerte y poca vida. Ahora, el psicoanálisis no tiene explicación para eso. El sencillamente lo constata. Hay personas que tienen una voluntad absolutamente increíble de vivir. Ellas pasan por las situaciones más terribles y sin embargo, sobreviven. Otras personas, todo lo contrario, ellas están objetivamente en una situación más normal y soportable, pero hay un poder de destrucción interna que destruye a las personas; cometen suicidio. Entonces la cuestión fundamental es identificar dónde está el placer que está relacionado con la vida. Yo diría, por ejemplo, que la función de la predicación es ser capaz de exorcizar la muerte e invocar la vida. La teología también se trata de discernir los espíritus. Tenemos que ser capaces de descubrir dónde está el placer que conduce a la vida. Es allí donde uno va a trabajar ¿no?67
www.facebook.com/watch/?v=337726254207378
EL HUMOR PROFÉTICO Y LA FACULTAD LATINOAMERICANA DE TEOLOGÍA REFORMADA (FLATER) Eliseo Pérez Álvarez
Que los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón conforten a las personas afligidas y aflijan a las confortables.
Un día Jesús les preguntó a sus discípulos: “Cuánto es 2+2 ?” . Pedro el atrabancado contestó: “4”, Mateo le cuchicheó al oído de Jesús: “ ¿Cuánto quieres que sea?”.
Mateo se dio cuenta demasiado tarde de que lo traicionó su antigua naturaleza de cobrador de impuestos para Hacienda, o en inglés el IRS. Dicen que hay dos cosas seguras en la vida: la muerte y los impuestos. Pero es una soberana mentira. El mundo está como está porque los ricos no pagan sus contribuciones, se portan mal y siguen viviendo en paraísos...fiscales. Los "impuestos" son una imposición solo para las personas empobrecidas. ¿Será casualidad que Mateo, el exfuncionario de hacienda es el único que registró la parábola conocida como "El propietario y los obreros"? Viniendo de la pluma de Mateo ¿no es más bien la parábola del campesinado muerto de hambre y del evasor de impuestos? O si prefieren la "Parábola del gran ca…bezón" (según Ezequiel 34.17, temerosamente traducido como "macho cabrío").
En esta parábola Jesús derrocha humorismo profético. No en balde recibió un doctorado "humoris causa". Este campesino palestino era experto en el manejo del humor, pero unas décadas después de su tortura y crucifixión lo convirtieron en un personaje solemne. Empezaron los autores de los evangelios, los siguieron los traductores, los Padres de la Iglesia, Calvino, los
puritanos... y los predicadores colonizados por la razón occidental la cual sostiene: "sean razonables, háganlo a mi manera".
El jornalero galileo, como nuestros pueblos profundos de Abya Yala, nunca recurría al humor a costillas de alguien sino al humor que dignifica y mantiene nuestro ser a flote en medio de la desesperanza. Así el coronavirus, en forma de piñata, apalea el sistema político mundial que privatiza la salud, el trabajo y la madre tierra. De esta manera, este miércoles Quino “pintó su raya,” pero nos legó el humorismo profético de la enorme Mafalda. Y ni qué hablar de Rius y sus Agachados que nos re-educaron para ser militantes no militontos, para no dejarnos de nadie como el trabajador agrícola protestante de esta parábola.
El evangelio de Juan (21.25) pecó de indiscreto: "hay muchas cosas que hizo y dijo Jesús que no están escritas en este libro". ¿Cuántas de ellas eran graciosas, pero terminó imponiéndose el aburrimiento del bendito “decentemente y con orden”? ¿Cuántos púlpitos son vampiros de la risa tan odiada por los poderosos? ¿Cuántas homilías nos “des-animan” , o sea, nos roban el alma? Pero como canta Mercedes Sosa: “¿Quién dijo que todo está perdido, / yo vengo a ofrecer mi corazón?”. Afortunadamente tenemos parábolas que retratan a Jesús como el “humorista profético”, como la de hoy de “El méndigo terrateniente hambreador y el mendigo campesino hambreado” .
Jesús cuenta la historia de un terrateniente que, “personalmente en persona ” , contrata a jornaleros a las 6 y a las 9 de la mañana, a las 12, 3 y 5 de la tarde, pero al final del día todo el mundo obtuvo el salario mínimo de
68 Diego Cabot, “Mario Vargas Llosa: ‘Los países pueden elegir si quieren ser un denario, es decir, un yuan, dólar, rublo, o sea, la moneda equivalente del imperio romano. Veamos el racimo de interpretaciones de esta parábola y dónde está el humorismo profético del judío artesano, milusos, chiripero, handy-person.
1. El viñedo y el trabajo misionero
Los evangelistos creen que el terrateniente es Dios, el viñedo la iglesia, y el salario el juicio final. Los patriarcas y profetas trabajaron turnos de doce horas, los y las discípulas laboraron una hora y la FLATER, o la Facultad Latinoamericana de Teología Reformada con sus 50 años a cuestas a duras penas lleva un segundo, pero todo el mundo recibirá la misma salvación.
En 1179, el Tercer Concilio de Letrán estableció que ningún clérigo podía ser ordenado sin tener una iglesia que garantizara su sustento, eufemísticamente llamado “beneficio”, es decir, salario de la iglesia. Juan Calvino pagó sus estudios de abogado y teología gracias a dos beneficios, dos rentitas que tenía, y para colmo de males, ni siquiera se ordenó.
2. El viñedo y el patriarcalismo (v. 1)
Las feministas ven en esta historia la denuncia del salario injusto que obtienen en comparación con los hombres. En general la mujer blanca gana 70% haciendo el mismo trabajo que un varón. Sin embargo, las negras y morenas solo reciben un 60 o 50% porque es “el acuerdo” del sistema pecaminoso a través de sus "tratados de libre comercio". Desde la perspectiva de género, Adán no parió a la mujer de su costilla. Más bien muchos hombres viven a costillas de la mujer.
3. El viñedo y la meritocracia
Los maestros judíos contaban la historia de “un rey con muchos peones, pero con uno que era emprendedor. El rey le permitía laborar solo dos horas y el resto del tiempo era para su sagrado ocio. Al recibir el mismo pago que los demás lo ponía como ejemplo a los envidiosos, —este hombre ha hecho más en dos horas que lo que ustedes lograron en todo el santo día” .
La meritocracia predica la igualdad de oportunidades, así lo sentenció Mario Vargas Llosa: “Los países pueden elegir si quieren ser prósperos o pobres”, y remató: “Ahí tenemos el caso horroroso de Venezuela”.68 Este Premio Nobel se tragó de un
prósperos o pobres’” , La Nación, Buenos Aires, 25 de marzo de 2019.
bocado los más de 500 años de pillaje del Norte Global y de sus vendepatrias de Abya Yala, como él... comprenderá.
En 1980 un CEO o gerente de los de hasta arriba ganaba 43 veces más que un empleado; hoy en día gana 500 veces más. La mitad de la población mundial gana 2 dólares al día, mientras tanto, 1% de la población no trabaja, punto. Pues se ganan el pan “con el sudor del de enfrente” .
4. El viñedo y los trabajadores probono
Platón se jalaba los pelos preguntándose por qué los esclavos tienen la inevitable tendencia de odiar a sus amos. En tiempos de Jesús, los maestros judíos también rechazaban el trabajo realizado con el fin de recibir una recompensa y no el amor de Dios. A los rabinos les gustaba mencionar: "no sean como los esclavos que sirven al amo por causa de la recompensa, en lugar de ello sean como los esclavos que sirven al amo por temor al cielo que está sobre ustedes" (Aboth,1.3).
Un catecismo protestante dice sin pestañear: “El nigger Juan y el nigger Mandy fueron creados por Dios para cultivar el campo”.69 Y otro más contesta a la pregunta sobre el adulterio con mucha reverencia: no cometer adulterio consiste en “servir al Padre celestial y a nuestro Amo terrenal, obedecer al capataz y no robar nada”70 .
Antes de la pandemia, según la Universidad Nacional Autónoma de México se necesitaban 11 salarios mínimos para obtener la canasta básica. Asimismo, son necesarias once generaciones, o 330 años para salir de pobre en Colombia, mientras que en
69 Gayraud S. Wilmore, “Identity crisis: Predominantly white denominations” , en William Howard, ed., Colloquium on Black Dinamarca únicamente dos, ¿y todavía hablan de pro-bono? Nos rompen la macana y quieren que les compremos una nueva.
5. El viñedo y la gente migrante
Durante la presidencia de Richard M. Nixon se dejó de respaldar el dólar con oro, favoreciendo a quienes no producen sino que especulan con el dinero causando el desempleo y el hambre. Alex Armendáriz, uno de sus asesores, inventó la palabra hispano para meter a Abya Yala, es decir, al Caribe y América Latina en la misma tarjeta para votar. También la cubanía de Miami se arroga la invención de la palabra hispano... que les aproveche. Igualmente, durante su presidencia, el 11 de septiembre de 1973, puso en práctica en Chile el capitalismo desbocado. Nixon más que cuáquero resultó anabautista por rebautizar el sistema que todo lo engulle con el nombre de neoliberalismo.
Ahora bien, las y los trabajadores migrantes confiesan que el terrateniente de nuestro relato no puede ser Dios. Nuestro Dios es justo; el dios del viñedo es el dios del mercado que establece él mismo el “salario mínimo del denario” .
6. FLATER o el humor profético
Jesús, en su agenda profética descolonizadora, es un consagrado humorista. Sazonaba su predicación con la hipérbole, el sarcasmo, la ironía, la sátira, la jerigonza, la picardía, el albur del doble sentido, el calambur —es decir, el aglutinamiento de sílabas o palabras para alterar el significado, como en: “Yo me haré como niño” / “yo mearé como niño” (Mt. 18.3). Quienes integraban su movimiento pescaban al vuelo el mensaje liberador. Aunque a los más despistados Jesús tenía que llamarlos aparte para decodificarles el análisis social humorístico de sus parábolas (Mr 5.33-34). Por eso, hasta el día de hoy, no es recomendable contarles chistes a los patrones en sábado, porque el domingo a la hora del sermón es cuando se ríen.
6.1 El terrateniente del “divide y vencerás”
A Jesús lo concibieron en la noche, pero “no nació anoche” , es decir, él no se traga el cuento viejito del amo del viñedo manirroto y regalón. Algo no huele bien. El ricachón bien pudo (v. 8) ordenar a su capataz entregar el denario a cada recolector en privado. Pero su consigna era la de dividirlos y acusarlos de padecer el “mal de ojo” para ocultar su indignación por la arbitrariedad salarial. Asimismo, es “mera coincidencia” cuando un antropólogo estadunidense cocinó la idea de lo “multicultural” para poner en un mismo costal a toda la “gente de color” a fin de pelearse entre
Religion, Nueva York, Reformed Church of America, 1976, p. 5. 70 Donald Matthews, Slavery and Methodism, Princeton, Universidad d4 Princeton, 1965, p. 87.
sí como Lázaro por las migajas que caen de las mesas de los blancos ricos Epulones (Lc 16.19-31).
Los trabajadores no son meras alegorías abstractas. Son indigentes que todavía están vivitos y coleteando en medio del terrorismo laboral. Algunos todavía acudían al rumor (v. 11) y a la protesta quedita (v. 12) pero, en lugar de organizarse, su pensamiento colonizado los dividió. Jesús, por su parte, despliega su pensamiento crítico para poner en perspectiva los siglos de terratenientes e hidratenientes que devoran al pueblo. Este oikodespótes, o déspota de la viña es Mammón, el dios del dinero mal habido.
Más adelante, Jesús retoma el tema de la explotación campesina con la parábola de los talentos (Mt 25.14-30) llevando la exageración a lo ridículo — del latín ridere, la misma palabra para reír. ¿En qué cabeza cabe entregar cinco talentos a un jornalero, dado que un talento equivale al salario de quince años? ¿Confiarle el sueldo de setenta y cinco años a un don nadie...? Puedo escuchar el canto de Olga Tañón: “¡Es mentiroso ese hombre, es mentiroso!”. La diferencia es que en esa parábola sí hubo voz profética. El que recibió un talento desvistió públicamente el “mito del buen amo” : “Sé que eres hombre duro, que cosechas donde no has plantado y recoges donde no has sembrado”.71 . ¿Así, o más clarito?
6.2 El terrateniente, la guajolota y el lenguaje piadoso (v. 13)
El auditorio de Jesús se divertía con los enredos del hacendado quien hasta se mete un autogol. Le echa en cara a la última remesa de braceros (v. 6): "¿Por qué están aquí todo el santo día de
71 William R. Herzog II, Parables as Subversive Speech: Jesus as Pedagogue of the ociosos?”. Los obreros casi se hacen pipí de la risa, pero se muerden la lengua y le dan por su lado: (v. 7): “Porque nadie nos ha contratado” .
Si hubieran estado ociosos todo el día los hubieran contratado desde las 6 de la mañana, pero ése no era su caso. ¿Será que los enrolaron temprano pero sólo para golpearlos y dejarlos maltrechos a la vera del camino? ¿Será que sólo han conseguido trabajo en horas ahorcadas? ¿Será que llegaron temprano, pero la plaza estaba plagada de soldados que exigían dinero por el derecho de piso? Vaya usted a saber.
En todo caso, lo que Jesús transmite a su público original no tiene que ver con los pésimos cálculos del patrón que tiene que ir cinco veces a agenciarse ayuda. Nada de eso. El nazareno está denunciando a los seres insaciables que desfilan en su pasarela para que les quemen incienso, como el huexolotl, guajolote o pavo que le encanta sacar el pecho como diciendo: “A lo hecho, pecho” .
Este benefactor, filántropo, teletonero, selfista, cazador de me gusta o likes con olor a naftalina, habla el lenguaje políticamente correcto y llama a uno de sus detractores (v. 13) “amigo”. Me imagino al terrateniente regañando al subalterno:
Si porque te quiero quieres, quieres que te quiera más, te quiero más que a mi vida, ¿qué más quieres?, ¿quieres más?
Si este amo tuviera inteligencia emocional hubiera actuado como las guajolotas, pípilas o güilas que más se tardan en poner un huevo que en esconderlo, a diferencia de las gallinas que se desgañotan cacareándolo.
6.3 El terrateniente y la victimización de las víctimas (v. 15)
Tenemos leyes, solo falta quien pueda cumplirlas. Cuando tengamos las dos cosas, estaremos en la democracia. Ya tenemos el hueco; sólo falta forrarlo de acero...y tendremos un cañón. 72
El profeta Isaías lo dijo a boca llena: “El agua es el bebestible esencial” (21.14), el vino es “pura vida”. Pero desgraciadamente es prohibitivo para la gran mayoría de la humanidad debido a su precio. Iba a mencionar las botellas de 300 dólares que descorchan los ricos, las de $7 000 de Beverly Hills, o la que se bebieron Putin y Berlusconi de $75 000, pero mejor no lo digo.
En tiempos de Jesús había que esperar cuatro largos años para que las vides dieran su fruto. Sólo los ricos podían darse el lujo de invertir tanto dinero durante todo ese tiempo y de no sembrar granos y comestibles por causa del recochino vicio.
Oppressed, Louisville, Westminster John Knox Press, 1994. 72 Bolívar Echeverría, Ziranda, México, Ediciones Era, 2019, p. 23.
El cuarto mandamiento que ordena guardar un día de descanso es el mismo que demanda el derecho al trabajo durante la semana, en un mundo donde las máquinas, los robots, la "flexibilización laboral" son la tortilla nuestra de cada día.
Afortunadamente las uvas del vino Pinot Noir se resisten a ser recolectadas por máquinas que recogen 50% de las uvas de California; ellas sólo se entregan durante la noche al calor de las manos humanas.
El rico indolente, perdón por el pleonasmo, se presenta como bueno, que puede hacer lo que quiera con lo suyo (v. 15). No es por nada que la realeza ha echado mano de las virtudes griegas, el derecho romano, los derechos humanos y la ley. Jesús, por su parte, liga la parábola con la justicia social profética, con el jubileo o la redistribución de la riqueza y desviste la prepotencia del amo quien también se apropia del púlpito, perdón, de la narrativa.
El terrateniente es nada menos que las fake news o falsi-noticias, en dos patas. “Yo soy generoso” (v. 15) dice, pero, según comenta un biblista, esa declaración es como si el terrateniente encontrara a su esposa con su amante donde les platiqué y ella le dijera: “¿Qué te pasa, no te gusta que yo también sea generosa?”.73 “¡Bonito chiste!... ¿Generoso tú? Más bien, ¡tú celoso y éste en celo!” . Ello me recuerda el diálogo que nos compartió el historiador mexicano Edmundo O’Gorman, autor de La invención de América, acerca de un pirata holandés al encontrar a su esposa con el lechero:
—¡Mi vida, tiempo! regresaste antes de
73 Donald Capps, Humor us: An appeal for the Gospel of Relaxation, Eugene, Cascade Books, 2016, p. 114. —Qué mi vida ni que la Chihuahua. Y ella lo para en seco: —Ahora sé que ya no me quieres. Prefieres creer lo que ves y no lo que oyes.
¿Acaso hoy no son legión quienes privilegian la realidad virtual a la cruda realidad?
6.4 FLATER o el humor profético
En el quincuagésimo aniversario de la Facultad latinoamericana de teología reformada damos gracias a Dios por levantar mujeres y hombres profetas que mantienen viva la llama de la justicia social de la parábola de “la revolución en la viña”. Jesús no nos dejó en la orfandad, nos legó a la Ruáj, la Espírita Santa que en este medio siglo nos ha bendecido con voces proféticas de la tradición reformada de la estatura de Elsa Tamez Luna, Ofelia Ortega, Julia Campos, Blanca Estrella Otaño Rivera, Julia Esquivel, Alicia Winters, Beatriz Elena Melano Laguardia, Irene Foulkes, Rosa Blanca González, José Luis Velazco Medina, Salatiel Palomino López, Edesio Sánchez Cetina, Benjamín Bernáldez Vega, Juan Leandro Garza Marroquín, Richard Shaull, Rubem Alves, Jorge Lara-Braud, Héctor Valencia y la nueva cosecha que cultiva la espiritualidad del humor profético.
Antes del punto final
Tenemos el dicho de Jesús: "los primeros serán postreros". Eso no significa que los últimos no alcanzarán postre. No. Una mejor traducción es: “Quien ríe al último ríe mejor". Quiere decir que en el Reino de Dios todas y todos tienen derecho al postre, después de una buena tasa de café. Quiere decir que mañana será diferente, que como FLATER y como iglesia en general hemos de bajarle los humos a los tiranos plutócratas.
Hagámoslo con las ocurrencias y buenos humores de Jesús, de Xochiquetzal, 74 la diosa azteca de la risa y con las risotadas a mandíbula batiente de Yemayá, la diosa afrocaribeña cuyos fieles no desperdician la ocasión para recordarnos:
Si yo fuese Dios no sacrificaría a mi hijo. Dios no tiene nada de funerario. El disparate es la sustancia del pueblo. El hombre blanco no atrapará jamás el swing, porque es de rebeldía negra. 75
www.facebook.com/watch/?v=666676664255796
74 Maximiliano Salinas Campos, La risa de Gabriela Mistral; una historia cultural de Chile e Iberoamérica, Santiago, LOM Ediciones, 2010, p. 16. 75 Armando Méndez, Reflexiones de Juan Firula, Santiago, Simiente, 1973, p. 84.
A VOLTEAR LA TORTILLA: PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE ELISEO PÉREZ ÁLVAREZ Israel Flores Olmos
El título mismo es una llamada, una con-vocación “A voltear la tortilla”. Y es una llamada lúdica a jugar y a jugársela. “Voltear la tortilla”, una frase muy popular, pero bajo el nuevo marco en el que Eliseo Pérez Álvarez la ubica, seguida de la frase “método de la predicación anticolonialista”, nos ofrece tres campos que se entrelazan: el de la cocina, el púlpito y la decolonialidad. Así todo el título se convierte en metáfora viva, pues siguiendo a Ricoeur, notamos que va más allá del uso común que no agota la innovación de sentido, sino que nos dice algo más sobre la realidad. Al aludir al término “método” es casi imposible no buscar las resonancias en la tradición filosófica y teológica. Y la primera y más fuerte que nos recuerda es la del Discurso del método, de Descartes, pero de inmediato notamos que Eliseo propone en cambio el Método del discurso (de la predicación), realizando así una tajante subversión de la tradición estableciendo una inversión potente y crítica de lo que significa darle “vuelta a la tortilla”.
Siguiendo las comparaciones podemos anotar también que Descartes, en la segunda parte de su texto nos habla del invierno en el que junto a una estufa dispuso finalmente de la “tranquilidad necesaria” para empezar a elaborar su método. El resultado fue el frio, anestésico, solitario y solipsista “yo deíctico” del cogito ergo sum: pienso luego existo, que será base de la filosofía, la ciencia y el racionalismo occidental hasta bien entrado el siglo XVIII. Eliseo en cambio dejar ver que mientras escribe su texto está reflexionando, viviendo, pensando, soñando, comiendo, y escribiendo en el torbellino sociopolítico y cultural del Caribe.
Además, no lo hace solo, todo lo contrario, muestra que su método es dialógico. No propone un soliloquio que se impone dudar-negar de todo, como el método cartesiano: la historia, la cultura, la tradición, el cuerpo, la sociedad, etcétera. Tampoco “duda del mundo”, cual invención de un genio maligno. En cambio, sí que duda de que éste sea el único modo de organizar y vivir en este mundo. Su duda no es metódica, sino que su método es la pregunta que no deja dudas ¿no hay otra manera de vivir y organizar este mundo? Por eso propone retomar no la duda, sino la pregunta. Retomar ese método mayéutico de Jesús quién usó todo tipo de preguntas: “honradas, capciosas, retóricas, abiertas, incómodas, vitales, buscapiés, inocentes, indiscretas, a la yugular, sub-versivas, reales, contra-preguntas…” (p. 67).
Nuestro autor, profesor de la Escuela Luterana de Teología de Chicago no niega la historia y su pasado personal asignándolo a un “genio maligno”, sino que asume y agradece su herencia histórico-cultural, lo que le lleva a identificarse no con un ego solipsista e individualista a la Descartes, sino que se declara como “brajamexchicanoricaner” por ser un “mexicano con ingredientes de Brasil, Puerto Rico, Jamaica, las Islas Vírgenes y la Chicanada” (p. 14).
Ante el solipsista Cogito ergo sum, Eliseo responde con toda la filosofía africana del Ubuntu “yo soy porque somos”, con el “améutico” de la tradición incaica, el “I-n-I” Rasta y el “nosótrico” Maya. Todas ellas señalan la centralidad de reflexión y el reconocimiento del mundo desde la comunidad, la historia y las tradiciones con argumentos tan potentes que desmontan el solipsismo cartesiano al mismo nivel que lo hicieran otros filósofos como F. Nietzsche, M. Heidegger, J.P. Sartre, P. Ricoeur o J. Lacan.
Como ya nos tiene acostumbrados, Pérez, anteriormente profesor de Teologia Sistematica en el Colegio Teológico Unido de la Universidad de las Indias Occidentales, Jamaica, prepara, calienta y sirve su reflexión muy cerca de la comida, la cocina, y el fogón. Éstos están presentes en sus páginas señalando continuamente lo que la Pachamama nos da. En este caso en el título se encuentra como protagonista ni más ni menos que la tortilla (de maíz), la que se hace con el metate. Nos describe ese proceso que evoca la fertilidad del tlaxcalli, la tortilla:
Las patas del metate son tres y están dispuestas en forma de un triángulo representando la montaña donde nos encontramos con el
maíz. Su brazo también de tezontle, muele el nixtamal produciendo la masa que se divide en bolitas. Acto seguido se aplauden esos trocitos y se echan al comal de barro que descansa sobre el fogón de tres piedras. El tlaxcalli o tortilla posa en el comal primero de panza y luego de espalda. Al inflarse la panza evoca la montaña de la fertilidad (p. 42).
Así, “voltear la tortilla” en la predicación anticolonialista implica promover la fertilidad que la tortilla representa, especialmente en la vida de lo que es negado, explotado y oprimido a lo largo de los siglos: de los negros, los indígenas, los migrantes, las mujeres, los homosexuales, los pobres. Pero también de las tradiciones culturales negadas con sus bailes, ritmos, cocina, cánticos, poesía, de las lenguas, la medicina, la filosofía y la teología de los pueblos de Abya Yala. “Voltear la tortilla”, para acabar con lo que Dussel llama el “encubrimiento del otro”. Dicha fertilidad del “voltear la tortilla” subraya Eliseo, va acompañada de la predicación liberadora al estilo de la escuela de los profetas bíblicos, de los cuales el evangelio de Jesús se alimenta.
De este modo la predicación es, como no puede ser de otra manera en este tiempo, anticolonialista. Esto implica “rehacer” deconstruir y reconstruir las palabras y los conceptos. Con razón y muy acertadamente inicia este libro el ex profesor del Seminario Evangelico de Puerto Rico, con un buen “glosario anticolonial”. Así asume y pone en práctica nuestro autor y doctor en teología y filosofía, lo que ya los teólogos latinoamericanos han dicho, especialmente desde Rubem Alves sobre la necesidad de crear un nuevo lenguaje y sus conceptos para una teología de la liberación.
El glosario con que abre su texto revitaliza conceptos claves que van desde la “aculturación” hasta la “utopía” y éste último con sus contrapartidas de dis-topía y la provocativa y sugerente eu-topía, que es el lugar bueno hacia el que la predicación debe apuntar. En dicho glosario cada término está cuidadosamente definido, y aunque se encuentran en muchos diccionarios esas mismas palabras, las definiciones que el autor da, vienen sazonadas con las especies picantes del anticolonialismo.
Cual los siete sellos del Apocalipsis que proponen una nueva visión de la historia, casi como un nuevo “ven y mira”, Eliseo nos va describiendo en qué consiste el método de la predicación en siete pasos: 1. La conversión metodológica. Que inicia con el reconocimiento de la riqueza conceptual, de vida y pensamiento que hay en Abya Yala. Es decir, considerar el lenguaje de la refiguración homilética. 2. Locus hermenéutico. Los muchos rostros. Nos ubica precisamente como horizonte de intelección los muchos rostros de los pobres: negros, migrantes, indígenas, mujeres, homosexuales, pobres. Indica a los sujetos a quiénes va dirigida la homilía y favor de ellos. 3. Locus teológico. Hablar de Dios no se hará desde la chimenea, a la Descartes, sino desde la realidad de la opresión y el correr de la conflictividad histórica. Retoma la valiosa espiral hermenéutica de las Comunidades Eclesiales de Base con su rico “ver-juzgar-actual” añadiendo la necesaria “evaluación” y la vital “celebración”. 4. Localización social. La comunidad. Que como ya comenté, deconstruye la ego-latría cartesiana del “ yo pienso” , que devino luego en “yo conquisto”, y propone el nosotros ubuntu, inca, rasta y maya. 5. La sospecha homilética. Aquí Eliseo no se plantea la figura un “genio maligno” a la Descartes, sino a los muchos malignos que se las han ingeniado para oprimir y justificar desde el discurso y las homilías las injusticias históricas de la esclavitud, el genocidio, el culturalicidio, la homofobia, el androcentrismo, etc. O bien aquellas otras homilías que sirven de entretenimiento adormecedor. La sospecha homilética, nos dice, consiste en dudar de la imposición de antivalores colonialistas. 6. Universalidad & particularidad. Se pone en juego un análisis de las particularidades y universalidades que neutralizan las diferencias bajo una universalización masculina, blanca, neoliberal, etcétera., y lo hace con una necesaria y saludable desmitificación del mesianismo pro-yanqui del predicador Billy Graham. 7. Nuestro Norte es el Sur. El autor se convierte en un verdadero cartógrafo homilético que busca, señala y avanza hacia la eu-
topia, es decir, el buen lugar hacia donde ha de bogar la predicación.
Además de Descartes, otro autor que nos viene a la mente en la tradición por alusión al “método” es Hans Georg Gadamer, con su Verdad y método. Podemos decir que este libro del Eliseo antes profesor del Lutheran Seminary Program of the Southwest, no apela solo a la tradición como autoridad para la interpretación, sino dando un paso más allá de Gadamer, reconoce y autoriza las tradiciones negadas, subyugadas y oprimidas. Es decir, toma otros-prejuicios (los negados) que serán los que impulsan la tarea hermenéutica para no para llegar sólo a una verdad, sino para desenmascarar las mentiras históricas que se han convertido en las fake news de la narrativa colonialista.
Este libro de Eliseo quién hizo uno de sus doctorados acerca de la obra de Kierkegaard con una estancia en Dinamarca, subraya los vínculos y las relaciones entre los seres humanos y busca esa eu-topia que permite la relación con el cosmos, la pachamama y la liberación de los pueblos de Abya Yala. Llama a organizar la predicación considerando la política, el derecho y la vida cotidiana en una relación de reciprocidad, en las antípodas de los diferentes tipos de fundamentalismos que llenan los púlpitos dogmáticos. Invita a retomar el nivel simbólicocultural de las tradiciones de nuestros pueblos como parte de método homilético. Esos símbolos que tanto miedo han dado al cristianismo tradicional.
Eliseo, que también fue profesor del Seminario Teológico Presbiteriano de México, muestra cómo el nivel simbólico-cultural de los pueblos de Abya Yala tienen una realidad pluriabarcante que subvierte la lógica “mágica” del estado actual del mundo sustentado en una política blanca, eurocéntrica, neoliberal y fundamentalista; y apunta a valores que son vitales para la humanidad en consonancia con el mensaje del Reino del Dios liberador. Con su libro, Eliseo Pérez, autor de más de una docena de ellos, llama a voltear la tortilla, a asumir las tradiciones negadas y las historias “veladas” de los diversos y ricos pueblos que han resistido a lo largo de los siglos y a retomar su vitalidad para la humanidad. El autor reflexiona teológicamente en una linea transversal que recorre las diversas “sospechas” hermenéuticas de los muchos protagonistas de la liberación en Abya Yala, como Sojourner Truth, Frantz Fanon, Aimé Césaire, Marcus Garvey, Hatuey, la esclava Anastasia, José Martí Pérez, Malcom X, Gloria Anzaldúa, Julia Burgos y Jamaica Kincaid…
Así, “voltear la tortilla” consiste en repudiar la doctrina del “descubrimiento” y se centra contra el estereotipo etnocéntrico que niega toda capacidad de reflexión teológica y filosófica original en el sur global. Es necesario recordar en este sentido que la teología indígena es la más antigua en Abya Yala que resistió al Imperio hispano y no logró ser controlada ni destruída. “Voltear la tortilla” es también reconocer a la primera teóloga cristiana nacida en el Continente Latinoamericano Sor Juana Inés de la Cruz hasta las múltiples y actuales teologías de la liberación.
Eliseo, en este texto, nos llama a afirmar, contra Descartes y buena parte de la tradición occidental, que la humanidad propia sólo se da mediante el reconocimiento de la humanidad de los otros, señalando el valor intrínseco, en dignidad y respeto. Ésta es la homilética anticolonialista, la misma que usó Jesús predicando alrededor del “fogón” de la eucaristia donde los despreciados tienen un lugar privilegiado, señalando así el nuevo mapa de la eu-topía del Reino de Dios.
LA COMUNIDAD DE FE COMO MODELO José Luis Pérez Sántiz
Sermón por el XXXIII aniversario de la Iglesia Presbiteriana y Reformada ElShadday, 23 de febrero de 2020
Querida familia El-Shadday: En estos últimos tres domingos hemos reflexionado en torno al papel de la comunidad de fe. Y hoy, día en que celebramos los 33 años de esta comunidad, tenemos que preguntarnos por su pertinencia. ¿En qué medida podemos decir que la existencia de El-Shadday mejora nuestra vida? ¿La existencia de una comunidad como ésta contribuye en algo positivo a la sociedad? Y tenemos que preguntarnos si es pertinente una comunidad como ésta ante un contexto en el que recientemente se han dado algunos acontecimientos relacionados con la violencia de género, particularmente los casos de feminicidio que ocurren a diario.
Qué papel desempeña una comunidad de fe o qué papel ejerce o debería tener como creyentes ante las diversas situaciones que atraviesan nuestra ciudad, nuestro país o nuestro planeta. ¿Somos personas a las que no nos interesa lo que sucede allá? ¿Somos una comunidad de personas que pensamos que mientras nuestra fe y nuestra alma estén salvas (¿salvas de qué?) “ya la hicimos”, y que lo que sucede es parte de nuestra existencia?
76 Cf. “La iglesia católica mexicana ha investigado 271 curas por abusos a Es verdad que la Iglesia, la religión, el cristianismo concretamente, han perdido credibilidad y ha ganado una fama negativa. Si hoy muchos ya no creen, si muchos están decepcionados de Dios, de la Iglesia, se debe a la Iglesia misma. Hoy, muchas personas cuando piensan en iglesia la relacionan con la pederastia, con el abuso sexual de los sacerdotes, pastores, líderes religiosos. También a la iglesia se la relaciona con la extorsión, el control y la manipulación.76 La Iglesia como institución ha perdido mucha credibilidad, pero también como comunidad de fe. Debemos reconocer que, como creyentes, hemos participado con nuestra enorme pasividad ante los crímenes de odio y violencia. Afirmamos la dignidad de todas las personas, pero nos quedamos quietos ante la violencia y la deshumanización que muchos y muchas sufren. ¿Por qué tanta violencia, tanta maldad, tanto sufrimiento? Al parecer nuestra vocación de ser instrumentos de la bondad, de la justicia y paz de Dios no ha sido suficiente para aplacar o disminuir todo “lo malo”. Esto nos debe indicar la ineficacia de nuestros proyectos, de nuestro mensaje, pues tal vez hemos estado muy limitados y no hemos sido efectivos en el anuncio de la buena noticia.
En el Sermón del Monte, Jesús comparte a sus oyentes, a su comunidad, cómo encontrar la ruta para llegar a Dios. Y no es un camino fácil. Hemos leído algunas exigencias que no son para nada cómodas y fáciles de vivir. Cada una de las bienaventuranzas indica que Jesús se interesó profundamente por la situación sociopolítica y religiosa de su pueblo; como tal, su enseñanza está sustentada en la promesa de Dios de construir un reino de paz, justicia y reconciliación.
Hemos dicho que las bienaventuranzas contrastan con la visión popular de quienes son dignos de ser bienaventurados. Los bienaventurados son los ricos, los que pueden comprar la justicia, los que pueden pagar su seguridad, los que pueden y tienen para derrochar. Los bienaventurados, según el entender humano, no son aquellos que señala Jesús. Cómo puede ser bienaventurado alguien que es violentado, asesinado, que muere de hambre o quien está enfermo. Bueno, para Jesús, los pobres, los que sufren, los que tienen hambre y sed de justicia, los que trabajan por la paz y son perseguidos, son bienaventurados. Porque, aunque a primera vista no parecen ser
menores en la última década”, en Infobae, 14 de enero de 2020. “Los magnates de Dios”, en Aquí y Ahora, Univisión, 2 de diciembre de 2018.
bienaventurados/as, son objeto del favor y la protección especial de Dios.77
Recordemos que el Reinado de Dios fue y es el objetivo diario de la práctica y enseñanza de la comunidad. El Reino de Dios que enseñó Jesús a través de las bienaventuranzas, tiene que ser leído como un anuncio amenazador para el reino de Roma. Anunciar el Reino de Dios y el reinado del Mesías era poner en duda el reinado del emperador romano y la autoridad que le garantizaba el dominio. Y decir que los bienaventurados eran todos aquellos que a la vista de todos eran desgraciados, contradecía toda la enseñanza de los judíos. Para los judíos los bienaventurados eran los que cumplían las leyes y ritos religiosos.78 No los pobres, no los enfermos, no las viudas.
La enseñanza de Jesús, así como la enseñanza de Pablo en Corintios, eran locura y fueron motivo de escándalo para los líderes judíos que esperaban un Mesías victorioso y que justificara sus actos. Era una locura para los griegos que buscaban y se apoyaban en la razón y la sabiduría. El apóstol Pablo, lo que hizo fue presentar a los corintios y a nosotros el proyecto que Jesús anunció. Pablo escribió con mucha pasión y lúcida percepción de quien ha comprendido el evangelio, es decir, la memoria de Jesús.
La comunidad de Mateo, como la comunidad de Corinto pastoreada por Pablo, entendían que, como seguidores de Jesús y continuadores de su proyecto, eran los nuevos profetas que anunciaban y
77 Cf. David Cortés Fuentes. Mateo. Minneapolis, Augsburg Fortress, 2006 (Conozca su Biblia), pp. 38-39. 78 Cf. J. Mateos. El sermón del monte, México, CRT, 1990 (Biblia y Pueblo, 4). denunciaban. La nueva comunidad que surgió con Mateo, y la comunidad que surgió con Pablo en Corinto, así como en Tesalónica y otras ciudades, vinieron a ser una alternativa radical al sistema. No se le podía pedir al sistema que hiciera justicia, no la podía dar, pues era injusto de raíz, dado que estaba asentado sobre la ambición y el dominio.
El nacimiento de las primeras comunidades cristianas fue el resultado de la inconformidad y la resistencia. Se dieron cuenta de que algo no estaba bien en el mundo y que debían hacer algo para cambiarlo. La presencia de la comunidad cristiana fue una amenaza para el sistema religioso judío y una amenaza para el poder político romano.79 Por eso fue perseguida, por eso Jesús fue crucificado como un agitador. La presencia de la comunidad es una denuncia de la lógica de este mundo y este sistema.
La iglesia, una comunidad de fe como ésta, es pertinente si es una comunidad que está inconforme con lo que sucede allá afuera, una comunidad como esta tiene sentido, si ejerce su vocación profética, si anuncia una nueva realidad y denuncia todo acto injusto e inhumano y demuestra que puede haber una alternativa de vida. Una comunidad de fe ha de estar integrada por hombres, mujeres, niños, ancianos, que ejercitan una vida diferente. Esto no quiere decir que se trate de una comunidad de no-pecadores, una comunidad perfecta que no conoce la enemistad, el dolor, el egoísmo, la indiferencia. No, todos/as estamos sujetos a las mismas pasiones, a los mismos equívocos, a la misma desesperación y alegría.
Desde la perspectiva de la fe, podemos decir que somos hombres y mujeres que estamos ante una nueva y sorprendente posibilidad de ser hombres y mujeres. Con una vida más plena, más alegre y en paz, gracias a la solidaridad, la hospitalidad y el cariño que se va construyendo entre nosotros. ¿Esto significa que no habrá más dolor y sufrimiento? No, significa que aquí procuraremos no reprimir, no violentar, ni deshumanizar al otro. En este proceso andamos.
79 Cf. I. Foulkes. Problemas pastorales en Corinto. Comentario exegéticopastoral a 1 Corintios, San José, UBL-DEI,1996 (Lectura popular de la Biblia), pp. 83, 87-90.
33 AÑOS DE LA COMUNIDAD DE FE ESMIRNA, CUERNAVACA, MORELOS
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Est. Daniel Almazán Est. Daniel Andrés Nava M.
Reflexión por el II aniversario de la Iglesia Presbiteriana Renacer 27 de septiembre de 2020
Bendice alma mía a Jehová y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. SALMO 103.1-5, RVR 1960
Este salmo nos recuerda nuestra historia, la historia de nuestra iglesia, de como Dios nos ha coronado de misericordias, nos ha rescatado, nos ha perdonado y gracias a Él, hoy estamos celebrando con mucho gozo y agradecimiento nuestro II aniversario como Iglesia Renacer. Celebramos la restauración y el rejuvenecimiento de nuestro amor como comunidad, restauradas/os por la misericordia de Dios y rejuvenecida como la imagen del águila, aquella ave que se arranca el pico y las plumas para volver a sobrevolar las alturas. Hemos sido testigos de cómo Dios ha levantado su casa y no ha abandonado su obra. A través de todos y cada uno de nosotros/as, Él ha mostrado su inmensa misericordia, ha sido fiel y obra en nuestras vidas, por eso damos gracias.
Los expertos dicen que se atribuye al rey David este salmo, y es un salmo que solamente adquiere sentido cuando nosotros conocemos la historia de este rey, que fue un mercenario y sufrió la persecución de sus enemigos, aun de sus propios hijos, y es probable que haya escrito este salmo después de aquellos padecimientos: “Bendice alma mía a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre… y no olvides ninguno de sus beneficios” son las palabras de una personas sufriente que ha sido rescatada.
Este salmo no sólo retrata la historia de nuestra congregación, sino que también se resignifica en nuestras vidas hoy. En un contexto de pandemia o circunstancias que nos hacen sufrientes, la inspiración de Dios no parece estar presente, en todo esto es necesario detenernos a pensar y meditar como el salmista,
a pensar y meditar en dónde y en cómo Dios ha estado obrando en nuestras vidas. Cuestionemos nuestras circunstancias, preguntémonos: ¿cuál ha sido la bendición de Dios en mi vida?, ¿he olvidado alguno de sus beneficios o algunas de sus bendiciones? y respondamos en los salmos de nuestras oraciones diarias.
Es fácil olvidar en algún momento de lo cotidiano los agravios de nuestra vida, en ocasiones sólo basta un soplo de lo difícil de vivir para no recordar todo aquello que Dios nos ha dado, es más fácil recordar lo amargo del día. Hoy, como Iglesia Renacer, decimos que no olvidaremos ninguno de los beneficios para con nosotras/os.
Este salmo está escrito de forma concéntrica y por la estructura poética de este fragmento, podemos apreciar algunas correlaciones del texto, la primera nos dice: “Él perdona tus iniquidades… Él es quien te corona de favores y misericordias”. Cuando leemos el Antiguo Testamento podemos contemplar a un Dios de perdón, un Dios que corona de favores a quien no lo merece, a quién ama, enseñándonos con esto que hoy es tiempo de celebrar por sus favores recibidos, y también es tiempo de perdonar, es tiempo de perdonarnos a nosotros/as mismos por las fallas con las que hemos contradicho la bondad. Perdonar a quienes han afrentado nuestras vidas. Como ya lo expresaba el apóstol Pablo: “…nosotros somos colaboradores/as de Dios... y ahora en Cristo Jesús [nosotros/as], que en otro tiempo estábamos lejos, hemos sido acercados por la sangre de Cristo” , por lo que, ya cercanos a Él, el perdón es parte de nuestra inspiración y nuestro cambio de actitud es colmar también a otras personas de favores y misericordias, esto también es inspiración.
Segundo: “El que sana tus dolencias… el que sacia de bien tu boca…”, se nos ha dicho que somos creación a imagen y semejanza de Dios, somos integridad desde nuestro nacimiento, desde el diseño de Dios en nuestra vida, una integridad formada de diversos hilos entrelazados, somos cuerpo físico, somos espíritu, somos alma, creación suya somos, por lo que no sólo se preocupa o nos procura en los “aires espirituales”, sino que somos aceptados/as y acercados/as en una integridad. Por lo que es Él el que sana las dolencias del sufriente, es Él el que nos sacia de bien. Abrazados por la Divinidad, como quien procura con amor, esto nos debe llevar ahora a considerar nuestra propia integridad como personas responsables y ver asimismo por las demás personas, entendiendo que Él nos inspira cada día para madurar.
Y tercero: “El que te rescata del hoyo… de modo que te rejuvenezcas como las águilas”. El día de hoy, aprovechando nuestro aniversario, presentamos la insignia de nuestra familia, la insignia que nos identifica como congregación, es la insignia tomada de la imagen del águila, y ha sido elegida por sus virtudes como creación de Dios, no sólo de sobrevolar los cielos, sino por el proceso por lo cual se somete a sí mismo llegado una edad avanzada, a un proceso en que tiene que tomar la decisión de continuar o no, escondida sobre su nido en las alturas, esta quiebra su pico contra el peñasco y arranca sus alas con las garras, toma la decisión de ser rejuvenecida, la decisión de renacer. De igual manera fuimos inspirados/as por Él hasta la cúspide de tomar una decisión, hemos pasado el proceso y en todo ello Dios nos ha acompañado, nos ha dado de su fuerza en la adversidad y hoy podemos decir que Dios nos ha hecho Renacer.
Así celebramos la inspiración que Dios nos ha dado, y sobre todo las nuevas fuerzas que nos ha brindado en cada adversidad. Confiamos en que no dejará su obra inconclusa, “porque edificio suyo somos ” .
Agradecemos a todas y todos aquellos ministerios que han sido parte del proceso, damos gracias a la Divinidad en todas nuestras oraciones por sus vidas, consejo, ánimo, compañía y amor fraterno.
EL PAÍS DONDE HAY MÁS MUJERES QUE HOMBRES PASTORES Margarita Rodríguez
“Acabo de convertirme en pastora de la Iglesia de Suecia. Fui ordenada en junio”, cuenta Hedvig Astrom, quien tiene 29 años. “Recuerdo estar parada allí, en el servicio, mirando a todas las mujeres. Éramos ocho: cuatro pastoras y cuatro diáconos, y solo uno de nosotros era hombre (un diácono)", le señala la joven a BBC Mundo.
A la ceremonia asistieron una obispa y una diácona y la mayoría de los participantes eran mujeres; dos de ellas (pastoras), además, estaban en las últimas etapas de sus embarazos. Recientemente y por primera vez en su historia, en la Iglesia de Suecia hay más pastoras mujeres (1533) que hombres (1527), es decir, 50,1% frente a 49,9%. Y todo comenzó con una decisión tomada por esa institución luterana en 1958, cuando se autorizó la ordenación de mujeres como sacerdotes. Dos años después, tres mujeres fueron ordenadas.
“El crecimiento ha sido gradual y sostenido. Se podría decir que era algo que veíamos venir", le dice a BBC Mundo la reverenda Cristina Grenholm, secretaria de la Iglesia de Suecia. “Obviamente ha sido visto como algo positivo para la iglesia y las congregaciones han recibido a las mujeres con los brazos abiertos” . Sin embargo, advierte, no siempre fue así. Hubo una época en la que fueron discriminadas.
La parte difícil
“Tenemos que recordar que algunas clérigas no fueron tratadas bien. En los años en los que las mujeres fueron una minoría, algunas de ellas recibieron tratos groseros por parte de otros clérigos y congregaciones” , señala Grenholm al evocar los obstáculos que tuvieron que enfrentar. Algunos sacerdotes consideraban que permitir la ordenación de mujeres no había sido la decisión correcta y, por ejemplo, preferían no asistir a servicios celebrados por pastoras.
“Incluso, algunos llegaron a cuestionar el llamado de Dios que estas mujeres habían atendido y eso era algo extremadamente delicado para alguien que había dedicado su vida a algo que consideraba muy importante” .
Y así lo evoca en conversación con BBC Mundo Susann Senter, una de las primeras mujeres en ser ordenada en la diócesis de Vasteras y que recientemente se retiró de su posición como rectora de la catedral de esa ciudad, ubicada en el centro de Suecia. Fui ordenada hace 45 años y he visto un cambio inmenso” , dice.
En esa época, sólo 2% de los pastores de la diócesis de Vesteras eran mujeres. “Muchos de nuestros colegas varones se resistieron, no nos querían. Los miembros de la parroquia nos aceptaron con alegría. La dificultad no era con la gente de la parroquia, sino con los otros colegas” . “Yo estaba convencida de que había sido llamada para esto y la iglesia aceptó mi vocación. Pero fue duro darme cuenta de que algunos de mis colegas no lo hicieron. Fue como un cuestionamiento a mi vocación. Esa fue la parte difícil” .
"No se les va a poder oír"
Astrom cuenta que durante su ordenación recordó a su abuela y a esa generación de mujeres. “Pensé en las primeras pastoras y en todo lo que tuvieron que luchar” .
Grenholm evoca la valentía y el liderazgo de esas primeras mujeres.
Y también las preguntas “ muy humanas ” que plantearon al principio quienes no simpatizaban con la idea: “Las mujeres hablan muy bajo, no se les va a poder oír, con qué se van a vestir, cómo se van a ver” . Pero una vez que los fieles empezaron a participar en una celebración liderada por una mujer, indica la reverenda, todo se volvió más natural. “Dejas de pensar en que es una mujer y que es algo extraño. Lo empiezas a ver como una contribución a la misión de la iglesia de predicar el evangelio” .
Estudiando teología
Astrom estudió teología por casi siete años. “Estoy acostumbrada a ser parte de una mayoría de mujeres, porque la mayor parte de los estudiantes de teología son mujeres”, indica. Pero, aun así, lo que vio el día de su ordenación la conmovió: “Miré a todas las mujeres y pensé en la historia, en todas las imágenes y pinturas de momentos importantes de la historia (y de la historia de la Iglesia) con hombres en casi todos los roles importantes, y pensé: no puedo creer que esto esté sucediendo, que esto sea posible” , señala.
“Realmente no creo que una Iglesia sin o con muy pocos sacerdotes hombres sea algo que debamos perseguir, pues creo que eso también sería un problema”, reflexiona. Senter tiene una visión similar: "Ahora tenemos que pensar en cómo atraer tanto a hombres como a mujeres para que se conviertan en trabajadores de la Iglesia” . De acuerdo con Astrom, es clave que en esa institución religiosa se escuchen diferentes voces y perspectivas.
“Creo que, si está predicando que todos somos iguales a los ojos de Dios, la Iglesia también tiene que actuar así y no detener a las personas con vocación de convertirse en sacerdotes solo por el género” .
Doble vía
En los últimos años, Suecia y sus vecinos nórdicos se han ubicado en las primeras posiciones de los rankings internacionales que intentan medir cuáles son “los mejores países para ser mujer” . Por ejemplo, Islandia, Noruega, Finlandia y Suecia son los países con la menor disparidad de género en el mundo de acuerdo con The Global Gender Gap Report de 2020, un reporte del Foro Económico Mundial.
Grenholm cree que, en la lucha por la equidad de género, la Iglesia ha influido en la sociedad sueca. "El movimiento para que las mujeres pudieran votar también presentó argumentos religiosos. En Inglaterra, en todo el mundo y, aquí, en Suecia, se planteaba que, dado que las mujeres fueran hechas a la imagen de Dios, también debían participar y asumir responsabilidad en la construcción de la sociedad” .
Para Astrom, la existencia de un mayor número de pastoras es en cierta forma un reflejo de la sociedad sueca. "Pero creo que es importante ver a la Iglesia como parte de la sociedad. La lucha por la justicia también ocurre dentro de ella. Y a veces pienso que la Iglesia es más valiente que otras partes de la sociedad cuando se trata de los temas de género", indica.
“Por ejemplo”, dice, “no hemos tenido ninguna primera ministra en Suecia, pero tenemos una arzobispa” . A la pregunta de por qué decidió convertirse en pastora, Astrom dice que la Iglesia siempre ha sido una parte fundamental de su vida.
“No siempre me resultó fácil: la comunidad de la Iglesia, qué pensar de Dios y todo eso. Pero sentí que era muy importante y quería estudiar teología para poder saber más y poder pensar por mí misma y no siempre tener que confiar en que una mayoría de
hombres me dijera qué pensar” , reflexiona. Y la teología le “encantó” . “Creo que decidí convertirme en pastora o al menos intentar serlo, por un anhelo, un sentimiento de estar en el ‘lugar correcto’, después de muchas oraciones y conversaciones con Dios” . Para Astrom, su rol como pastora de una parroquia en la localidad de Ockelbo viene con responsabilidades, pero también con “posibilidades para crecer ” .
“Yo sé lo qué es eso”
La maternidad ha sido parte de la vida de pastoras como Senter y Grenholm. “Cuando bautizamos a un niño, conversamos con los padres, y algunas veces nos damos cuenta de que el camino para llegar a concebir ese niño fue difícil”, apunta Grenholm. "Sabemos de parejas que han intentado por un tiempo considerable y han enfrentado problemas como por ejemplo: dificultades para quedar embarazada o abortos espontáneos", reflexiona.
“Yo sé lo qué es eso y los padres saben que lo sé. Y es algo especial que compartimos ” . “Conozco muy bien ese sentimiento de esperar por un tiempo largo por un bebé. Y eso, considero, es algo muy poderoso” . La pastora reconoce que muchos hombres conocen muy bien esa realidad, pero “nosotras como mujeres conocemos lo que pasa en nuestro cuerpo y podemos compartir las experiencias de la reproducción” . De hecho, cuenta que una de las experiencias más inolvidables que ha vivido es haber proclamado el evangelio de Navidad estando embarazada.
Los retos
Pese al momento histórico que vive la Iglesia sueca, Grenholm considera que hay retos pendientes. “Cuando te acostumbras a la tradición que hemos recibido, quizás no es un problema que llamemos a Dios ‘Rey’ o ‘Padre’, pues se trata de las expresiones de la liturgia tradicional, pero es importante mencionar que no se limita a ella, no se limita al entendimiento masculino del mundo y ese es un desafío constante” .
Otro aspecto, que es una tendencia mundial, es que sigue habiendo disparidad salarial. “Hay una diferencia en el total. Sin embargo, no es tan grande como en el pasado. En rasgos generales se explica porque los hombres ocupan posiciones más altas en la jerarquía” . Pese a ello, la sensación tras comunicarnos con estas tres pastoras es de alegría por el balance de género conseguido. Senter recuerda que cuando la Iglesia de Suecia celebró 50 años de la ordenación de mujeres como pastoras, tuvieron invitadas de diferentes partes del mundo. “Y nos dijeron: ‘Las vemos como una señal de esperanza’. Y eso fue maravilloso para mí". BBC News Mundo, 28 de agosto de 2020
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PEDRO CASALDÁLIGA Y LA ESTIRPE DE GRANDES OBISPOS LATINOAMERICANOS CONTEMPORÁNEOS Victorino Pérez Prieto
El fallecimiento de Pedro Casaldáliga ha inundado en días pasados esta y otras webs de artículos de amigos y colaboradores loando merecidamente la figura de este obispo, este cristiano y este hombre excepcional, que se “jugó la vida con los pobres, por los pobres y como los pobres, aunque sus gritos no se quieren oír hoy”, como dijo su hermano en el episcopado Nicolás Castellanos.
Pero creo que no se ha hablado de que este obispo singular formaba parte de una estirpe de grandes obispos latinoamericanos que fueron dejándonos en las últimas décadas.
Tenían el mismo sello de seguidores consecuentes y comprometidos de la causa de Jesús, algunos hasta ser asesinados por ese compromiso con él y con su pueblo. Dom Pedro era el más “joven” de la lista formada por Oscar Romero, Sergio Méndez Arceo, Leónidas Proaño, Gerardo Valencia, Eduardo Pironio, Enrique Angelelli, Hélder Câmara, Antonio Fragoso, Samuel Ruiz... y algunos más, la lista no es exhaustiva, sino selectiva. Aunque solo fue elevado a los altares “San Monse” por su muerte martirial en directo, todos fueron igualmente santos.
No todos llevaron como mitra el sombrero sertanejo, o el báculo y anillo episcopalde madera como Casaldáliga (1928-2020), ni fueron como él poetas que supieran utilizar magníficamente la poesía para expresar su experiencia de la belleza divina y para generar conciencia social y política. Pero todos fueron como él obispos del pueblo y para el pueblo, muchos de ellos defensores de los indígenas como los más pobres; fueron profetas y místicos de nuestro tiempo, a la vez hombres de acción comprometida y teólogos de la liberación; en fin, verdaderos testigos de Jesús de Nazaret, Cristoy su Evangelio, en una insobornable lucha pacífica hasta el fin por la justicia y la verdad, como sello indeleble del compromiso con el Reino de Dios.
Por eso, tampoco fue él el único en ser llamado “obispo comunista”. Si él decía “no habrá paz mientras no se socialice la riqueza”, y escribía: “¿Monseñor martillo y hoz? / Me llamarán subversivo/ y yo les diré: lo soy./ Por mi pueblo en lucha vivo./ Con mi pueblo en marcha voy./ Tengo fe de guerrillero/ y amor de revolución” (Tierra nuestra libertad, 1974. Su colega y hermano en el episcopado Hélder Cámara decía: “Cuando doy comida a los pobres, me llaman santo. Cuando pregunto por qué son pobres, me llaman comunista”. En fin, él y otros fueron amenazados de muerte por su praxis evangélica consecuente; algunos murieron asesinados y varios se salvaron por distintas circunstancias “providenciales”.
Aunque la historia de grandes obispos latinoamericanos comprometidos con su pueblo comienza con Bartolomé de Las Casas (1484-1566), 400 años antes, la estirpe contemporánea empieza, por edad, con el mexicano Sergio Méndez Arceo (19071992). Este obispo que trabajó toda su vida en la diócesis de Cuernavaca (1952-1982) es el pionero. Fue apodado “obispo rojo” por haberse convertido en el principal promotor de la renovación de la Iglesia mexicana mediante las comunidades eclesiales de base, participar en el Congreso de Cristianos por el Socialismo (1972) y el criticado CIDOC (Centro Intercultural de Documentación); y apoyar a grupos de izquierda en sus reivindicaciones sociales, dentro y fuera del país, como fue el caso de la revolución cubana. […]
La estirpe sigue con el brasileño Hélder Câmara (1909-1999), arzobispo de Olinda y Recife (1964-1985). Defensor de los derechos humanos, sobre todo durante la dictadura militar brasileña (1964-1985), ante la que manifestó una activa resistencia. […]
El ecuatoriano Leónidas Proaño (1910-1988) fue obispo de Riobamba (1954-1985). Hombre devoto y a la vez comprometido socialmente, fue conocido como “el obispo de los indios”, luchó constantemente por la justicia social en las relaciones con los indígenas; llegó a ser acusado de guerrillero y se tuvo que presentar en Roma, donde fue absuelto de las acusaciones, pero en 1976 fue encarcelado durante la dictadura. […]
Jaime de Nevares (1915-1995) fue obispo de la diócesis argentina de Neuquén (1961-1991). Su labor pastoral se caracterizó por una defensa radical de la justicia y de los derechos constitucionales durante las convulsas décadas de su país en 1960, 1970 y 1980, con una particular atención a los más necesitados. […]
Gerardo Valencia (1917-1972), obispo de Buenaventura (1953-1972). Este obispo colombiano fue llamado “profeta invisibilizado”, por el silencio y desconocimiento sobre su persona, e incluso sobre su muerte; ésta fue seguramente un atentado, pero oficialmente fue declarada un accidente de aviación. […]
Óscar Arnulfo Romero (19171980), “San Monse” o San Romero de América, fue arzobispo metropolitano de San Salvador solamente tres años (1977-1980) por su trágico y conocido asesinato en medio de la celebración de la eucaristía. Tras una conversión desde posturas conservadoras y burguesas, defendió la opción preferencial por los pobres y los derechos del pueblo. […]
El argentino Eduardo Pironio (1920-1998) fue administrador apostólico de la diócesis de Avellaneda (1968-1972) y arzobispo de Mar del Plata (1972-1975), luego prefecto vaticano y cardenal (1976) muy querido por Paulo VI. Fuesecretario general y presidente del (CELAM), teniendo una gran influencia en la conferencia de Medellín. […]
El también obispo argentino Enrique Angelelli (1923-1976), obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Córdoba (1961-1964) y luego titular de la de La Rioja (1968-1976), asesinado por la dictadura argentina, fue declarado por la Iglesia “mártir en odio de la fe” y beato, al igual que Oscar Romero. Participó activamente en el Vaticano II y en el Pacto de las catacumbas. […]
Antonio Fragoso (1920-2006) fue obispo auxiliar de São Luís do Maranhão (1957-1964) y titular de Crateús (1964-1998). Destacó en la defensa de los derechos humanos en Brasil en numerosas asociaciones, particularmente durante los años de la dictadura. Fue uno de los firmantes del Pacto de las catacumbas. […]
Tomás Balduíno (1922-2014), obispo de la Diócesis de Goiás (1967-1999), fue un gran amigo de Casaldáliga, al que pidió que aceptara el episcopado como servicio al pueblo da la Araguaia, y fue uno de los tres obispos que lo consagró. Fue uno de los fundadores de la Comisión Pastoral da Terra (CPT) en Brasil y un tiempo su presidente, tuvo un papel destacado en los asuntos relativos a la Reforma agraria y los pueblos indígenas, siendo también presidente del Consejo Indigenista Misionero (CIMI) y otros movimientos. […]
Finalmente, el mexicano Samuel Ruiz (1924-2011). Fue obispo de la diócesis de san Cristóbal de las Casas-Chiapas (1960-1999), la que fue siglos antes de Bartolomé de las Casas, con el que comenzó la historia de los grandes obispos latinoamericanos comprometidos con su pueblo. La diócesis se caracterizaba por su extrema pobreza y por tener una población mayoritariamente indígena. Claramente en la línea de la teología de la liberación, fue un defensor de los derechos de los pueblos indígenas; llamado por ellos “Tatik” [caminante] Samuel, aprendió algunas lenguas indígenas como el chuj, el tzotzil, el chol y el tojolabal, empleándolas en las eucaristías.
Participó en numerosas misiones en México y América Latina; en una de ellas fue mediador en el conflicto de Chiapas entre el indigenista Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno federal mexicano. Yo lo conocí en Santiago de Compostela y quedé profundamente impresionado por el carisma de aquel hombre que vestía como un paisano del pueblo.