Mérida

Mérida

Quisiera arropar mi espera Con una manta ilusionada En donde las estrellas, rayitos de luz, Adornan cual luceros la piel de esperanza y de verdad.

Quisiera viajar de noche atraído por tus sueños Guiados por la luna aventurera, De tolerancia entre sus pasiones, De ansiedad entre mis razones.

Quisiera saber, cuál bohemio, Que nombre llevas en tus besos, Porque el afán de mi guitarra Es cantarle a tus labios El amor que llevo dentro; Y de tu pecho melifluos los versos Se acurrucan en el lecho amoroso de tu cuello, Y los ríos tus cabellos Bañándome la vida.

Quisiera viajar contigo De la mano y descalzos, Enredar nuestros sabores Así…sin enredos, Calzar tu piel entre mi piel 1

Quitándole el aliento al tiempo, Haciéndolo perfume y recuerdo, Para vivir intensamente este sueño Que se anda con insomnios.

Quisiera decirte, quisiera abrazarte, Quisiera sentir tu alma entre mis huesos, Quisiera regalarte sonrisas sin promesas, Quisiera hacerte mía sin excusas; Quisiera mirar un día más allá de los poemas, Contemplar el alba bajo balcones de suspiros Con un baño de lisura, Y los dos en la ventana murmurándonos caricias, Tú conjugando la palabra en un café, Yo con un Té quiero de clavo y canela, El viento recogiendo nuestros latidos Y una pluma creyéndose el destino.

Docsosa

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Asómate

Asomen de una vez palabras solitarias, Que la noche fragua hechizos y aventura, Liberen los mil besos sometidos Presos en los labios de románticos austeros, Y atrapen la fragancia que fabrican sus versos, Cuando cantan las sirenas y se excitan las musas.

Asomen caudales estremecidos, Que la inspiración viene entre corrientes, Liberen la sed escondida en sus gargantas, No detengan la tinta que destila de los dedos, Que chorree la miel en los poemas Y que la voz solo incite al ensueño.

Asoma de una vez mi fiel vocablo, Que la noche va cayendo desenfrenada, Y la luna aun no escucha la verdad ilusionada, Aunque quizás solo llegue la mentira emocionada, Y tu piel se vaya despacito en poesía.

Asómate en mis sueños sutil ternura, Que no se pierda el manjar entre las frases, Desnuda la impaciencia en mis suspiros, Desata la agonía y presume tu silencio, Que la noche siempre acaba en amanecida.

Docsosa 3