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DANDO PASOS FIRMES TENGAN FE, ESTAMOS DANDO PASOS FIRMES TENGAN FE, ESTAMOS

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el entrevistado

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variabilidad que a uno le preocupa. Entonces yo le digo a usted “en un año más alcanzaremos el objetivo”, esa es nuestra esperanza, nuestra expectativa, porque realmente con los números que tenemos no estamos tan lejos en ciertas especies de alcanzar un estado saludable en su población, pero en nuestras pesquerías las cosas son tan desafiantes que no sabemos mañana qué nos van a decir los siguientes cruceros de investigación que se hagan.

¿Este negocio es muy complicado, tiene muchos riesgos?

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Sí, este no es un negocio para cualquiera, es un negocio que hay que saberlo llevar, sino mire cuán- tas empresas pesqueras ya no están, y qué es lo que sucede, lo que yo me he dado cuenta es que cuando el negocio está bien, está en el ciclo positivo, e ingresa flujo de caja, se piensa: “esto me da para invertir en muchas otras cosas” y el hombre de negocios obviamente es un emprendedor, pero si no tiene la experiencia que se gana con los años, dice con esto puedo hacer muchas cosas, crece, compra más barcos, y se mete en una planta de conserva, hace una planta grandísima de congelados y usted termina endeudándose porque siempre se requiere plata de los bancos.

Luego viene la época mala, de esa fluctuación que hemos hablado, y

¿qué hace en ese momento?, entonces llegan los problemas. Este es un negocio que hay que manejarlo con mucho respeto. Yo creo que uno sí puede crecer, pero este crecimiento debe ser mesurado. Hay empresas muy renombradas que han desaparecido. Chanduy, por ejemplo, es un cementerio de grandes empresas.

¿Cuánto influyen las condiciones del mar en esta pesquería?

Mucho, sobre todo cuando toca enfrentar los fenómenos de El Niño, que han sido asesinos de empresas. En los tiempos de los fenómenos de El Niño en que la pesca se pierde, ahí hay empresas que no han soportado la situación.

El Niño ha sido asesino de empresas pesqueras, sobre todo de aquellas que, como le digo, se entusiasmaron en ciclos anteriores a esos fenómenos climáticos y se metieron en demasiados emprendimientos, algunos soportados básicamente con deudas y ahí se caen.

¿El momento más duro que ha vivido en este proceso?

Si bien a mí me asignaron esta representación como presidente de la Comisión y no sé por cuál razón también para representar al FIP, al mismo tiempo, tengo el otro lado, el lado del pescador, de mis colegas, que están ahí y me presionan también, que viven momentos complicados en los que también me anoto.

A finales del 2022 y arranque de este 2023 nos está golpeando bastante fuerte la parte económica, porque la pesca no nos ha acompañado como esperábamos, entonces tengo un grupo de colegas pesqueros que dentro del proceso de este FIP, está haciendo esfuerzos, haciendo sacrificios, con una expectativa de un futuro mejor, pero que también están a la espera de resultados y cuando estos no se dan, se desalientan. Esto lleva a un punto en que uno también se desalienta un poco y empiezan las dudas, empiezan a decir ¿será que los científicos están haciendo las cosas bien?, ¿será que tienen las suficientes herramientas o datos para tomar buenas decisiones?, en fin.

Entonces esos momentos son difíciles de manejar porque yo estoy en los dos lados, yo veo el trabajo que hace el IPIAP, veo el trabajo que hace el FIP con sus científicos, el apoyo que se le da, el dinero que se le aporta, pero también veo el lado de los pescadores y estoy consciente que también tienen razón, la están viendo difícil y se les exige “no salgas a pescar, hay que extender la veda y cosas así que a veces suceden”, y uno, estando en el medio, tiene que tratar de buscar un punto de equilibrio entre las dos posiciones. Es una cuestión de fe, de confiar, de que los científicos están haciendo cada vez un mejor trabajo apoyados por nosotros. Mire, nosotros hemos traído gente de afuera con capacidad, investigadores renombrados que son expertos en el tema, a traer conocimiento, a hacer crecer conocimiento aquí, yo siento que está más rica la parte científica en el Ecuador, usted lee los informes y se ven más completos, hay más ciencia, yo tengo fe.

¿Al final se verán los resultados?

Claro, yo creo que comparado con lo que teníamos antes, las cosas están mucho mejor. Es innegable que se ha avanzado mucho con respecto a lo que había.

¿Qué pasará una vez lograda la meta y finalizado el FIP?

¿Cómo mantenemos todo esto cuando termine el FIP?, esa es una pregunta que está por contestarse. Digamos que alargamos un año, es decir, serían seis años, y de allí, ¿qué va a pasar?, sería interesante buscar una forma de que esto se mantenga, hay cuestiones que hay que contestar de aquí hacia adelante porque me parece interesante lo que se está logrando, lo que se ha logrado.

Se supondría que se termina el FIP, nos aprueban los certificados Marin Trust a todas las empresas y, ¿se debería de disolver el grupo de trabajo? De acuerdo con el plan que nos presentaron los balanceadores respecto a su certificado ASC, lo que parece que esperan de nosotros es que terminemos con la certificación MSC que es otro camino, otro proceso, se ve como si es un proceso sin fin, como una mejora continua, lo que implica que el grupo debería seguir funcionando de la misma manera o mejor.

¿Su mayor satisfacción al liderar este proceso?

La mayor satisfacción, bueno, mire, hay algo que a uno le da orgullo cuando de afuera, de otros países, de organizaciones importantes, de revistas renombradas, mencionan al FIP y nos felicitan, y lo presentan como digno de emularse, y eso es muy satisfactorio, a uno le causa mucho orgullo.

A pesar de los momentos de desaliento, cuando vienen estas expresiones externas, se nos levanta otra vez el ánimo y uno dice “¡lo vamos logrando!”. A veces sin darse cuenta, uno solo trabaja, hace, lee y atiende este tipo de entrevistas sin pensar de que con esto va poniendo un granito de arena a un proceso que después es reconocido.

¿De las empresas que arrancaron cuántas quedan, se han incorporado nuevas?

Sí, han salido algunas, hay unas que ya no están porque salieron del mercado, creo son tres o cuatro empresas, una de ellas era grande; pero también se han incorporado algunas nuevas. No recuerdo cuántas, pero lo que sí sé es que las que están son las más importantes del sector de harina y aceite de pescado en el Ecuador.

¿Y las condiciones climáticas actuales los afectan o no?

Mire, yo me doy cuenta de que cuando tenemos un mar con una temperatura promedio menor a la que debería ser, y el otro extremo una temperatura promedio mayor a la que debería, las especies buscan otras condiciones, pues no se sienten cómodas.

Ya aparentemente el ciclo frío se está terminando, se está neutralizando, pero mire lo que está pasando: en el Ecuador frente a las costas nuestras tenemos una presencia de lo que llaman onda Kelvin de agua caliente y eso estamos notando que tampoco favorece a las especies, las cuales buscan refugio, ya sea más al fondo donde está frío o más afuera, otros lados, no sabemos dónde.

Es innegable que se necesitan condiciones particulares para poder desenvolver nuestro trabajo de la mejor manera, y hemos tenido años en que no están las especies por el desorden en las condiciones oceanográficas y climáticas.

¿Se descarta imponer cuotas de pesca, hay moratoria para nuevas embarcaciones y plantas?

Por ahora sí, está descartado lo de las cuotas de pesca.

Estamos en moratoria para la construcción de nuevas plantas productoras de harina y aceite de pescado y también embarcaciones, pero, sin embargo, las embarcaciones tradicionales pequeñas que se hacen en los pueblos se siguen construyendo. Verificar y controlar eso es tarea de las autoridades.

¿Y qué pasa con quienes son del sector, pero no forman parte del FIP?

Este es un sector donde hay grupos que son complicados de manejar. Hay cierto grupo humano que tiene objetivos de más corto plazo, que no tiene una visión a futuro que es lo que se requiere para un esfuerzo como este.

Ellos no han participado directamente en el FIP, no se involucraron, ellos no son dueños de empresas pesqueras, no hacen harina, hablo de algunos armadores que tienen barcos clase 1, que a veces no se alinean con los objetivos de largo plazo que se requieren y cuesta controlarlos.

Entiendo a la administración pesquera que tiene que hacer control, que no les es fácil controlarlos, son armadores de barcos no agremiados y lamentablemente todavía hay algunos barcos que trabajan sin cumplir con las regulaciones y eso es algo que tiene que abordarse en algún momento, tiene que haber alguien que le ponga el cascabel al gato como se dice.

¿Firme hasta el final o dejará la presidencia de la Comisión algún momento?

Yo creo que sí estaré hasta el final, hasta el quinto año, llegar hasta ese punto y luego veremos qué pasa. Siga o no en la comisión siempre voy a estar presente, usted sabe que llevo tanto tiempo en este negocio y siempre estaré para dar mi opinión, mi apoyo, nunca me voy a alejar de este sector.

Mire, se suponía que mi cargo en la presidencia era de dos años y mire cuántos van, ya son siete, creo que confían en mí, pero debería haber nuevas elecciones. Yo creo que entre los colegas que me rodean tenemos a gente de mucho peso, de mucha inteligencia y capacidad.

Mi tema es el tiempo, yo tengo esta empresa que realmente consume mucho de mi tiempo. Por eso tenemos a Jimmy Anastacio como coordinador, si no, no se lograrían los objetivos, por falta de tiempo. Nosotros somos ocupados, nuestra preocupación principal, que es por la que nos pagan el sueldo, de la que vivimos, es nuestra empresa pesquera.

Entonces, bueno, aquí estoy, pero creo que sí se debería dar la posibilidad de que otra persona aporte, que haya renovación, el cambio puede ser bueno, puede llevar a mejores logros.

¿Un mensaje para las empresas miembros del FIP?

Siempre les digo a mis colegas que primero entendamos que lo que hemos logrado es algo muy importante, que eso tienen que aceptarlo, que el hecho de que estemos envueltos en un entorno oceanográfico-climático complicado nos puede llevar a pensar que lo que se ha logrado no sirve, lo cual no es cierto, pues en el largo plazo sirve, yo creo que sí.

Yo creo que todos son conscientes de que se está haciendo algo por el futuro, por eso les digo que tengan fe, que estamos dando pasos firmes hacia un mejor futuro de la pesquería. Que tenemos que corregir, que tenemos que hacer entrar en el redil a aquellos que son más complicados, eso nos toca trabajar, les toca a las autoridades ir metiendo a esta gente en la idea de una pesca más responsable.

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