Codhes informa Boletín de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, No. 69, Bogotá, Colombia, 12 de septiembre de 2006 codhes@codhes.org www.codhes.org
Más o menos desplazados Según el Censo Nacional de Población realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas DANE, en Colombia hay 800 mil personas desplazada1s, es decir un 43% menos que el total de personas inscritas en el Sistema Único de Registro SUR de la Agencia Presidencial de Acción Social. Todo parece indicar que el gobierno, antes que reconocer la crisis social y humanitaria del desplazamiento, intenta desconocerla por la vía de las estadísticas o por acciones administrativas como el rechazo creciente en el SUR. Puede ser también una forma de desconocer a las personas desplazadas como víctimas del conflicto y minimizar la reparación, en el marco de la Ley de Justicia y Paz, o tal vez por las limitaciones presupuestales del gobierno, obligado por la Corte Constitucional a una atención integral a la población afectada. Entre tanto el desplazamiento continúa, lo mismo que el conflicto armado interno y la crisis humanitaria y de derechos humanos. El gobierno no cumple con la Ley ni la sentencia de la Corte e intenta desconocer la magnitud y dimensión del problema, borrando números y acomodando cifras. La población desplazada o confinada no es precisamente testimonio de “seguridad democrática”, por el contrario, hay personas que huyen de la arbitrariedad del Estado o permanecen sitiadas en las zonas de la guerra. Los paramilitares desaparecieron como causantes de desplazamiento pero sólo en los trámites de registro de desplazados en las oficinas públicas. Sus víctimas recientes saben que en realidad continúan sus acciones criminales en buena parte del territorio nacional. Las víctimas del desplazamiento desde 1964 no tienen certeza sobre sus derechos en el marco de la Ley de Justicia y Paz. Las guerrillas incrementan el reclutamiento forzado, atacan civiles por el hecho de recibir subsidios del gobierno, siembran minas en zonas pobladas y vuelven como ejército de ocupación a territorios que habían desalojado. Las personas que huyen por los combates, las amenazas o las fumigaciones aéreas de cultivos de uso ilícito, están lejos del retorno y muy distantes de un escenario real de posconflicto. El presupuesto de seguridad y defensa crece tanto como las preocupaciones por los resultados de la Fuerza Pública. Campesinos, pueblos indígenas, comunidades afro colombianas y, como siempre, mujeres, niños y niñas son parte del éxodo y el destierro. La población desplazada acude con desespero a tomas y protestas en medio de la indolencia oficial. Este Boletín de CODHES presenta datos e informes sobre desplazamiento forzado y derechos humanos durante el primer semestre de 2006, otro período que prolonga la crisis social y humanitaria en el país.
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La información fue presentada por el DANE a las entidades públicas que integran el Consejo Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada el 5 de septiembre de 2006.