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Boletín de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento . Bogotá, Colombia. Número 40 , 15 de febrero de 2002 Correo electrónico codhes@codhes.org.co Página electrónica www.codhes.org.co
Guerra o paz
Desplazados en la encrucijada En Colombia el desplazamiento forzado, pese al crecimiento del problema, tiende a invisibilizarse en sus aspectos socio-económicos y políticos, a medida que crece el entusiasmo por la solución militar del conflicto en medio de presiones para terminar el diálogo y romper los procesos de paz. Del mismo modo los balances sobre la democracia y las elecciones desconocen la realidad de las poblaciones desplazadas de más de 400 municipios del país a las que se les niega el derecho a elegir y ser elegidos o a las poblaciones confinadas y cercadas por las partes del conflicto a las que se les imponen preferencias electorales bajo amenaza de muerte o destierro. Paz o guerra, primera encrucijada El gobierno y las Farc-Ep son responsables del modelo de diálogo y negociación en medio de la guerra que, además, decidieron de manera exclusiva y excluyente bajo el supuesto de ejercer la legitimidad del Estado o la representación popular. Los pocos resultados del proceso (intercambio humanitario, definición de agenda, aceptación de la facilitación internacional y suscripción de acuerdos en los Pozos y San Francisco de la Sombra), los fracasos del modelo de diálogo y negociación (incumplimiento de los acuerdos firmados, ataques contra la población indefensa, incremento de la confrontación armada y su degradación, violación de derechos humanos, infracciones a las normas del derecho internacional humanitario, ausencia de credibilidad en el proceso, exclusión de la sociedad civil, armamentismo y reclutamiento, incremento de los recursos legales e ilegales para la guerra) y los obstáculos para avanzar (ejecución del Plan Colombia y expansión del paramilitarismo) deben ser atribuidos a las partes en el conflicto y a su capacidad o incapacidad para responder a la exigencia nacional e internacional de avanzar hacia un escenario de convivencia pacífica como premisa para resolver la grave crisis nacional. La sociedad colombiana en todas sus expresiones tiene ahora la responsabilidad de exigir un replanteamiento a fondo del modelo de diálogo y negociación, en el marco de una política de Estado para la paz que evite un manejo electoral y coyuntural del tema, con facilitación internacional y mayor participación social para que se cumplan los acuerdos y disposición política de las partes apara asumir con seriedad la negociación.
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Este informe se realizó gracias al invaluable apoyo de la Embajada de los Países Bajos, Embajada Británica, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR, la Consejería en Proyectos (Project Counselling Service) y OXFAM.