Codhes Informa Boletín de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES Número 78, Bogotá, Quito, 19 de septiembre de 2011 www.codhes.org
De la seguridad a la prosperidad democrática en medio del conflicto No hay una variación significativa de las tendencias de desplazamiento forzado en Colombia entre el último año del gobierno de Uribe y el primero del presidente Juan Manuel Santos. Se mantiene la salida forzada de miles de personas que huyen de enfrentamientos armados, bombardeos y ametrallamientos aéreos, en medio de un conflicto que persiste sin solución militar, no obstante la continuidad de la política de seguridad democrática y su proceso de militarización del territorio y la sociedad, no exenta de violaciones a los derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario. Nuevos grupos paramilitares se asentaron en buena parte del territorio nacional y consolidan una estrategia de control e intimidación a la población civil orientada a evitar la restitución de las tierras despojadas a los desplazados, al tiempo que aseguran su presencia y expansión en zonas de explotación minera, monocultivos, plantaciones de coca, lugares de procesamiento y rutas para el tráfico de drogas ilícitas. Buena parte de esa expansión paramilitar ocurre en las llamadas zonas de consolidación de la política de seguridad democrática o de alta presencia de la Fuerza Pública. Al igual que en el gobierno anterior, las guerrillas resisten una dura ofensiva militar y reacomodan sus estrategias de movilidad y acción, sin miramiento alguno a las normas del derecho internacional humanitario (siembra de minas antipersonal, masivo reclutamiento de niños, niñas y adolescentes, uso de armas de efectos indiscriminados y ataques a bienes protegidos). Las guerrillas siguen operando en zonas supuestamente rescatadas durante el gobierno anterior, amplían su presencia en otras regiones y ejercen presión sobre sectores claves de la economía en los territorios del conflicto. Todos los grupos armados irregulares giran alrededor de la explotación legal o ilegal de oro y otros recursos mineros, al igual que de economías ilícitas, incluido el narcotráfico. La corrupción y la violencia van de la mano en las zonas de conflicto. Las zonas de frontera son especialmente sensibles a estas formas de violencia en tanto que comunidades afro-descendientes, pueblos indígenas y campesinos son obligados, con frecuencia, a cruzar las líneas fronterizas para buscar protección en países vecinos, especialmente Ecuador. Este informe de CODHES corresponde al primer semestre de 2011 y se refiere a las tendencias, dinámicas y características desplazamiento forzado en medio del conflicto armado y la crisis humanitaria y de derechos humanos que prevalece en Colombia de manera crónica, sostenida y prolongada.
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