Las Vulnerabilidades Las vulnerabilidades, por su parte, hacen referencia a los elementos internos y externos que exponen a la persona defensora, líder, lideresa, su grupo o comunidad a una mayor probabilidad de daño.
Factores Internos que Contribuyen a la Vulnerabilidad. Entre los
factores internos se identifican los niveles de visibilidad en el contexto como consecuencia de su perfil, que determina el nivel de exposición al riesgo de la persona defensora. A mayor visibilidad, mayor vulnerabilidad. En el tercer capítulo de este manual se recomendará, respecto a las posibles medidas a ser adoptadas para reducir las vulnerabilidades, que las organizaciones no cuenten con un solo vocero, y que la adopción y presentación de decisiones se realicen por el colectivo o por una organización acompañante que esté ubicada 6 fuera de la zona de riesgo . Una segunda vulnerabilidad constituye la permanencia en la zona de riesgo, es decir, si allí tiene su lugar de residencia; si en ese sitio realiza las labores asociadas a la defensa o liderazgo; y si también en ese espacio es donde trabaja. A mayor nivel de tiempo en la zona, mayor nivel de exposición al daño. El tercer factor que conforma la vulnerabilidad es el conocimiento y aplicación, por parte de la persona defensora o el colectivo, de las medidas de autoprotección. Si la persona defensora, el grupo o
colectivo no aplica conductas seguras, existe un mayor nivel de vulnerabilidad; por el contrario, si aplica siempre conductas seguras, la exposición al daño es menor. Finalmente, otro factor a tener en cuenta es la pertenencia a grupos poblacionales especialmente vulnerables como mujeres, niños, niñas y jóvenes, personas de la tercera edad, la pertenencia a grupos étnicos como indígenas o afrodescendientes, personas con orientación sexual e identidad de género diversas.
Factores Externos que Contribuyen a la Vulnerabilidad. Entre los factores externos están los entornos residencial, laboral, social, así como el entorno de los desplazamientos, que pueden proteger o exponer a la persona, grupo o comunidad a una menor o mayor probabilidad de materialización del daño. Se debe analizar si la persona defensora, líder, lideresa, grupo o colectivo cuenta con adecuadas condiciones de seguridad en cada uno de los entornos respectivos, pues, de lo contrario, se tendrá mayor vulnerabilidad. Entre estas condiciones, se tienen las barreras de ingreso, alarmas, visibilidad de los espacios de permanencia, protocolos de seguridad en el hogar y en el trabajo, control de información, manejo de correspondencia, sistemas de comunicación internos, entre otras 7. Finalmente, se deberá ponderar la vulnerabilidad asociada a la seguridad en las rutas que se utilizan para movilizarse, especialmente en zonas rurales aisladas.
6. Estrategias utilizadas por la Guardia Cimarrona y por el CRIC especialmente frente a las acciones de denuncia y de litigio estratégico. 7. Respecto a los lugares donde ocurren los hechos de homicidio, la mayor proporción corresponde a las viviendas o alrededores de las vivienda del defensor o defensora; otros, en el lugar del trabajo; otros líderes y lideresas han
sido asesinados mientras se dedicaban a sus actividades familiares, como recoger a sus hijos de las escuelas, o cuando se dirigían al desarrollo de sus actividades de liderazgo. Lo anterior confirma la teoría de la premeditación, seguimiento e inteligencia que precede al homicidio de los defensores y defensoras, ya que solo mediante estas acciones es posibles dar con las rutunas, caminos transitados y hogares para asesinarlos (Ávila, 2020).
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