SAN JUAN POR DENTRO re | ..

Dicen por ahí que está muy.malo el servicio telefónico.

Y yo que ando siempre buscando moti- vOs para censurar los servicios públicos, tengo que decir sinembargo, que el telefó- nico es de lo mejorcito qúe tenemos.

Será suerte y yo la tengo de perro pero slempre que he pedido una comunicación tanto con San Juan como con la iela, he quedado sumamente complacido.

Aun me parece percibir el dulce timbre de la voz femenina que me interroga siempre que termino una conferencia. ¿Ha comunicado usted bien?

¿Se puede pedir mas amabilidad?

Pero es el caso qué apesar de tener teléfono en San Juan hace ya bastantes años; hay ciudadanos, no pocos por cierto, que no saben hablar por teléfono. Quien se - empeña en hablar por el audífono, quiense cansa de dar vueltas al magneto con el audífono desenganchado, quien se indigna con el aparato y empieza á maldecir como si el teléfono fuera algún agente de rentas internas. Y de esto no tienen la culpa las telefonistas. No quiero decir nada de las ni de los que cogen el audífono por la mañana y lo sueltan para almozar, comunicandose necedades.

Y no se crean que tengo mucho que agradecer á la Porto Rico Gral Telephone Company.

Ni siquiera está suscrita al periódico.

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l.o del Banco Pobular" merece capítulo á parte; más yo no dispongo ni de tiempo ni de espacio para ello.

Pero los que inventaron esa bola no tienen perdón de Dios.

Comprendo que cuando uno le faja

Veneciana

A Miguel Rodriguez

Sacramento.

En la paz soñolienta, 1a laguna dormita envuelta en claridad sombría bañada por la luz de fantasía que, rielando en el mar, vierte la luna. No se oye en el paraje voz alguna: solamente un reloj en la lejanía al Banco y el Banco se tapa, no hace nin- guna gracia.

Más sí por todas las cosas que no hacen gracia fueramos á lanzar bolas como la del Banco, iba á ser la ciudad una inmensa mesa de billar.

¿Qué tal la comparación?

Hay tambien quien las lanza para hacer carambola, villa y palos; pero hay que tener mucho cuidado con el fiscal, no sea que le juegue á uno una mala partida.

Celebramos, sin reservas de ningún género, que el Banco haya solucionado el conflicto de una manera tan satisfactoria.

¿Creían los imbéciles que eran pelos de frisa, los que están frente del Banco Popular.

<C144 canta la media noche. En la bahía las góndolas desfilan una á una.....

Tanto como se preocupa el señor Gobernador de que todos sepamos la hora que es y sinembargo el reloj del presidio no dá señales de vida.

Parece que le quiere llevar la contraria al Gobernador.

Sube la bola y baja la bola y el reloj del presidio impávido como si con él no fuera la cosa.

Estamos avocados á grandes cambios en la vida del país.

Ya es un hecho que el local de la Cámara de Delegados va Á ser notablemente ensanchado.

Y el honorable Attorney tendrá que mudar el catre, á menos que encuentre en los Estatutos Revisados alguna opinión de qué poder echar mano para no mudarse.

Por cierto que desde la llegada del nuevo Attorney no se les vé ni el pelo á los empleados subalternos.

Aquello, con permiso , no es oficina: es un convento de frailes trapenses.

El

Se escuchan á intervalos, cautelosos, vagos ecos de idilios amorosos; y á la luz de los vívidos fanales que iluminan las aguas inrtranquilas, estremecen, feroces, sus pupilas en manos vengadoras, los puñales.

MATIAS REAL.