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EN PUERTO RICO
OPINION DE UN PERIODICO CUBANO,
Bajo la dominación de los Estados Unidos ha progresado enormemente la isla de Puerto Rico. -Ha crecido en población, en riqueza, en cultura. La educación popular ha recibido un. impulso verdaderamente extraordinario. Todo el país está inundado de escuelas, y vías de comunicación lo atraviesan por todas partes. El comercio de exportación importación ha aumentado de manera prodigiosa. Todos los valores se hallan en alza La propiedad raíz, en sus dos formas Ó modalidades- la urbana y la rural ha subido considerablemente su precio. Casas y fincas rústicas han duplicado su valor. La tierra sobre todo, vale <un ojo de la cara.» Los puertorriqueños, imprevisores ó indolentes. pocos reflexivos, que vendieron sus tierras, comprenden ahora lo mal que hicieron, y de ello se lamentan. Tal es, en conjunto, la actual situación de Puerto Rieo. Ahora bien: un pueblo en que crecen rápidamente la población, lariqueza y la cultura, es un pueblo que marcha.por el camino de la prosperidad. Sin embargo, hay disgusto en la población nativa: En ella se manifiesta Cierto malestar. ¿A qué se debe ello? ¿Por qué están descontentos los puertorriqueños, nc obstan._ te el progresar continuo de su país y la amplísima libertad política de que disfruta?
No, joven poeta
En dias pasados recibimos por correo interior una carta con una moneda de cincuenta centavos, solicitando una suscripción á VIDA ALEGRE.
Pasamos la carta y los 50 ctvs. á la administración.
Después llegaron por correo interior unos versos que esta dirección creyó conveniente no publicar.
Y no se publicaron.
Ayer recibimos por correo interior otra carta concebida en estos términos:
«Muy señor mio: Como usted no pudo complacerme, deme de baja en la suscripción del periódico, Suyo »
Pues ello se debe á que carece de «gobierno propio.» Ello se debe á que funcionarios norteamericanos fiscalizan ó «controlan» todos los servicios. todos los departamentos. Ello se debe á que esos Supervisores extrangeros suelen ser hombres de carácter áspero, agrio, displicente, absorbente, dominador. Asi es, en todas partes y en todos los tiempos, el tipo del conquistador. Y lo es el yanqui en la isla hermana. Muchos borinqueños, piensan en la independencia. un sueño. Pero esto es Es un ideal irrealizable. Un pueblo minúsculo, que tiene menos publación que Nueva York, no puede pensar en cosas imposibles. Lo práctico, lo heredero, lo viable es pedir incesantemente <el gobierno autonómico», el «Self government» tal como existe en el Cánada, Con este régimen no habría en Puerto Rico más que un funcionario yanqui, á saber, el gobernador general. Este régimen concilia 6 armoniza la perfecta libertad política, el gobierno propio, la propia administración aspiración suprema de todos los pueblos instruidos y conscientes de sus eerechos, con el mantenimiento inflexible del orden público, que es la necesidad suprema de todos los pueblos hispano-americanos que tienen la sangre contaminada con la endemia convulsiva.
No,joven poeta: el que usted sea suscritor no quiere decir que tengamos que publicar sus versos, si creemos que no deben de publicarse.
Ya usted ñno es suscritor, lo cual no impide que las columnas de esta revista estén á sus órdenes para cuanto guste mandar, siempre que sea digno de publicarse.
Una cosa es la suscripción y otra es lá inspiración.
Lamentamos profundamente que usted t:.ya confundido una cosa con la otra, sienco tan distintas.
El poeta nace: el suscritor se hace.
Sotero Figueroa:
Este ilustrado ¿ompañero y amigo nuestro estimadísimo, vuelve á estar en Puerto Rico, donde tanto se le quiere.
Sotero Figueroa viene de Cuba, su segunda patria y nos trae de la tierra heroica de Martí, las más gratas noticias.
Agradecemos mucho la visita que nos ha dispensado, deseando que pase muchos días entre nosotros.
Eran de esperarse
Un amigo estimadísimo de San Germán, nos habló en los terminos más erícomiasticos del nuevo juez de aquella ciudad, nuestro amigo muy querido Ledo. Jaime Sifre y Dávila.
Eran de esperarse estos elogios, tratándose de un funcionario tan recto como ilustrado.
Esos son los funcionarios que necesita el pueblo de Puerto Rico.
Espléndida
Así puede calificarse la la exhibición que han enviado á la Feria los señores Waymouth X Lee, del alto comercio de esta plaza.
Como se conoce que está por medio la mano de Andrés Rsdríguez, que es un verdadero experto en cuestión de anuncios.
Por un compañero
José Adorno, Direc.or de «El Duende» de Arecibo ha ingresado en la cárcel de aquella ciudad para cumplir un año de cárcel á que ha sido condenado.
Si se tratara simplemente de un periódista, quizá no diríamos nada, pues el periodista, sin mayores obligaciones, Casi está mejor en la cárcel que en su Casa.
Pero se trata de un padre de familia sin mayores recursos y consideramos un deber de todos los periodistas de Puerto Rico solicitar el indulto del compañero, con motivo de las fiestas que se aproximan
Enrique Baéz
Hemos experimentodo una gran satisfacción estrechando la mano de este distiagu:do amigo de San German quien vino á San Juan con motivo de los exámenes de abogados. =
Ni eso
El Rey de España, asi demócrrta y todo, como dicen que es, se opone á que la Infanta Eulalia, publique su anunciado libro El hilo de la vida amenazándola con privarla de sus rentas.
Ni escribir un libro, se puede á la sombra de la monarquía.
Don Tomás Vazquez
Ya está de nuevo entre nosetros este amigo queridísimo, uno de los puertorriqueños que con más heroismo y desinterés ha servido siempre la causa de su patria.
Viene de Europa completamente restablecido, después de haber pasado una grave enfermedad. -
Hablando de España nos dijo el ilustrado Doctor que aquello no tiene cura.
Que extraño, replicamos nosotros, habiendo tantos curasen España!
No hay esperanza
La Iris, la tiple mimada de nuestro público nos abandona.
Según tenemos entendido se va después del dia 14 toda la compañía, obligada por compromilós anteriores contraidos en la Habana. No hay qne decir cuanto siente San Juan la ausencia de los simpáticos artistas.
» mi bandera
Cuando flotes altiva, pobre banderz, En los verdes picachos de las montañas, Y tus hijos defiendan con heroismo Tu libertad bendita tan suspirada; Cuando no haya tiranos que te flagelen Y acaben les serviles que te cepradan: Cuando con roja sangre tu triste historia Entre el fuego sea escrita de cien batallas: Cuando asombren tus glorias al Universo. ... ¡Entoncess..solo entonces tendremos Patria' MANUEL MARIA RAMIREZ.
En el añ> 1521 se .trasladó la capitalidad de la isla desde la antigua Villa de Caparra en las cercanías de lo que hoy se llama Puetlo Viejo, el lugar que ocupa actualmente.
A los ocho años de este traslado la visitó de paso D, Sebastián Ramirez y Fuenleal designado por el Rey para sustituir á los li cenciados Espinosa y Suazo -en el gobierno de la. isla de Santo Domingo, y revestido ade. más con el carácterde obispo de la Metrorolitana y Presidente de la Audiencia.
Trece días estuvo el señor Ramirez y Fuen. leal en nuestra ciudad y con fecha 1 % de Marzo de 1529 escribía á la sacra cathólica cesárea maxestad, diciéndole: <ví como en la cibdad abia ciento é veinte casas de piedra,é las más de tablas é paxa; la iglesia se acabó de cobrir estando yo allí, é es su. fyciente para otros duscientos vescinos más fáscese un monasterio de Santo Donungo é lo más está edyñcado é muy bien, e estín en él más de veiñte é cinco relyxiosos. Está el pueblo xunto al fpuerto, e desiñado del agua que beben una legua pequeña, aunque -otra agua, que non es tal, se falla en pozos del pueblo; la yerba e todos los mantenymientos traen con barcos, porque la ysla do la cibdad está non ay labranzas, sinon algunas giiertas, que se comienzan á facer, e ansí viven con muncho gasto e trabajo.»
Como el 12 de Agosto de 1528 habían quemado los franceses el San German de la desembocadura del río Courabo, encontró Ramirez y Fuenleal- alarmadísimo el vecindario de San Juan; habían comprado los Oficiales Reales artillería y trataban de obtener del Rey mandase á hacer un baluarte.
Parece que el chisme y la desavenencia en. tre los altos empleados había echado ya raigambres en la ciudad, pues -decía Don Se-
No ha sido tanto
Como los cables decían que i¡os republicanos españoles habían sufrido una derrota completa, creíamos nosotro: que no había quedado un correhg¡onano para un remedio. Pero llega la prensa madrileña, con detalles bastián al Rey en su importante epístola: <Ví en dicha ysla muncha dyferencia entre Jlos ofiyciales de Vuestra Maxestad, e procuré informar al thesorero y fator, e non pude; estas dyferencias entre ofyciales son dañosas á la población destas partes, porque como son personas favorescidas, todos se xuntan con ellos, e ansí su pasión apasiona á todos.»
En la hacienda del Rey había una cacica llamada doña María, de diez y ocho años de edad, que vivía con un tal Diego Muriel arrendatario del conuco de S. M. Entre el tesorero y el .Muriel no corrían bien lcs dados, por lo que D. Sebastián copó de mano la ficha y depositó la india y sus treinta naborías en poder del factor Baltaza de Castro. El Muriel, que parece no tenía pelo de tonto, se la pidió al señor Ramirez y Fuenleal en matrimonio,y que S. M. le diera aquella encomienda de indios. D. Sebastián escribió al monarca, aconsejándole «que la fascienda se vendiese, que non con. viene á la Real concyencia de V. M. tener yndios, nin dallos á quien diese intereses por ellos, nin quéste artículo lo dé V. M., porque son tratados como quien non thiene dueño.»
Cada siglo tiene su tarea. Estos eran los comienzos de la ciudad de San Juan en 1529 Se luchaba con los entorpecimientos anexos á echar los cimientos de una población donde se carecía de todo. Pero, al fin, se constituyó el solar puertorriqueño y hoy convivimos nosotros, con los esplendores de la civilización del siglo XX, en la misma ysleía donde muestros antepasados, con privaciones y sacrificios, pero tenaces en su brega, formaron su modesto burgo y la llamaron la C7bdad de San Xoan de Puertorrico.
CAYETANO COLL Y TOSTE.
de la campaña electoral y resulta que los republicanos han triunfado en toda la línea, Ó en casi toda la línea.
Y si han triunfado esta vez, hay que convenir en que triunfaran siempre, porque......' cuidado que ha creado dificultades á la libre emisión del el voto demócrata don José!
Hay ya algunos años de esto; si no muchí. simos, los suficientes para que las jóvenes de aquel entonces sean ya hoy jamonas de arrii4a y eeño.
Celebrábanse en el Real Palacio de la Fortaleza suntuosos Besamanos, ceremonias éstas, en que, la autoridad superior de la isla recibía, en los dias titulados de corte, (que eran los en que se celebraba el onomástico de S. M. el Rey ó algún otre miembro de la familia real), felicitaciones de todos los representantes diplomálicos, principales funcionaros del gobierno y de todas aquellas personas de la comunidad más sobresalientes en la banca, en el comercio y en muestra sociedad en general.
No solamento los marinos y militares, sino todos los que uniformg tenían, cnmo los representantes diplomáticos y entonces los empleados de aduanas, telégrafos, correos y no recordamos que otros, los lucían con tal motivo, y así resultaba digno de verse el desfile de aquellas ceremonias matutinas, pues los tales besamanos eran á las diez de la mañana, y tan breves como fastuosos.
Los balcones y azoteas de todas las casas de las últimas cuadras de la calle de la Fortaleza próximas al Palacio, se llenaban de gente á esa hora, con motivo del acontecimiento, y piara contemplar ese desfile; y así estaban, contemplando la salida de un besamanos qu% acababa de celebrarse, cuando ocurr.ó el accidente que da título á estas lfneas.
Ayuso, era el apellido del jefe ó administrador de correos entonces, hombre que, por sus malacrianzas y groserías con la mayor parte de las personas que tratar tenían con él, por motivo de su cargo ó cualquier otro, se ganó la antipatía y el odio de todos, hasta que, una de esas groserías le valió el no envidiable besamanos, de que nos ocupamos.
Entre las personas que regresaban del verdadero besamanos, luciendo rico uniforme. venía Ayuso muy emperejilado, y como orgulloso del aspecto y porte de su persona, que en honor á la verdod, no eran del todo malos.
Lo menos que vendría á la mente de aquel engreido de nacimiento, c3n seguridad, en aquellos momentos en que cual pavo real su cola, lucía él su uniforme, serían las muchas malacrianzas y groserías que había cometido en su vida, y sobre todo, una verdaderamente extraordinaria, que en días anteriores había tenido con un empleado de una muy importante casa comercial de esta ciudad que aun hoy existe en el mismo local de entonces. dente je Presi por favor, lo aflo No Sujétele Lleves ciudadano a con cara de aviador. á es apor
Pero, como muy bien dice el adagio, las Cosas pasan cuado menos se piensan, fué así que cuando él menos se pensaba, y al pasar frente á las oficinas de dicha casa comercial salió por una de sus puertas un joven alto élgrueso él, de buena planta y mejor musculatura, que de improviso detuvo al señor Ayuso cogiéndole por las solapas. de su uniforme, y, no dándole más tiempo que el suficiente para que él se hubiera defendido, si atrevido se hubiera á ello, le apropinó tan tremendo puñetazo en la misma boca que hizo rodar por tierra de manera triste y desairada, á uniforme y caballero.
Con tal muestra de valor y osadía por parte del propinante, más el odio y antipatía de que el propinado era objeto, no hubo acompañante del mismo que se decidiera á salir en su defensa, y el señor de Ayuso tuvo que conformarse con que lo ayudaran á levantarse del suelo empolvado y maltrecho, mostrando soberbios mcrros, recrecidos rápidamente al contacto de la suaz'e mano de su inesperado agresor, que no era otro que el joven con quien había él cometido [a extraordinaria grosería en días anteriores.
Cuentan que, desde entonces, el vi»lento caracter del Sr. Ayuso modificóse en gran manera. y que no volvió á lucir, por lo menos en Puerto Rico, el unifo:me y sobre todo, que no le quedaron bríos para asistir á besamanos otro alguno, con el recuerdo de aquel tan so-nado.
Hoy, bajo una nueva soberanía, que no es monárquica, aun se ven de vez en cuando besamanos de la especie del Besamanos de Ayuso, tan justificado y oportuno.