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S DE MIS RECORTES

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EN PUERTO RICO

EN PUERTO RICO

Las Horas

Para qué contar las horas de lá vida que se fué, de lo porvenir que ignoras!

¡Para qué!

A la luz del crepúsculo

Cuando morían tristes en sus tallos las dulces margaritas y los claveles biancos.... El sol desfallecia

- Era una tarde helada de Febrero .-

¿Cabe en la justa medida aquel instante de amor, impregnada de lánguida tristez: - que perdura y no se olvida, bajo un sombrío cielo y cabe en l;eiu53ond'da muy pálido....¿recuerdas?

- murmuraste muy quedo: ¡Vivimos del propio modo en las sombras del dermir y desligados de todo, que soñando, único modo de vivir!

Quiero que tú me quieras. Acercaste mi rostro hacia tus labios ?¿ lo besaste con ansia y ledo murmuraste

Al que enfermo desespera, tiernísimas palabras.... qué importa el cierzo invernal El scl, iba muriendo.... i Ó el <oplo de primavera, Y á la tuz vacilante del crepúsculo, al que enfermo desespera a L E de an ml uní á tus labios mis ardientes labios y dos almas, en una Para qué contar las horas! No volverá lo-que fué por un beso de amor, se transtormaron ¡, y lo que ha de ser, ignoras. ¿recuerdas? bajo un cielo a 1 ¡Para qué contar las horas! muy triste muy nublado._ . s Para qué!....

FRANCISCOA. DE Icaza. ROoSsARIO SANSORES DE SANGENÍS.

El retorno de las aves

! Hoy me he deleitado en mi jardin oyendo.la sinfonía de los pájaros, que enchian de sonoridad el aire; trinos de pinzonesy de jilgue-ros, arpegios de abubillas, vocalizaciones de. mirloss, trémolos de paros, oberturasde peonias mos á su agonía, casi podenes ficurarnos que siempre tenemos delante á los cantores que han cantado nuestra juventud!....

La tarde última á la caida del crepúsculo, oía los petirrojos gorjear en las hayas, y pensaba con dulce emoción, que cantaban del mismo modo que los oí en mi niñez, á la ori-lla de los setos de mi provincia. Los pájaros tienen de bueno que, parecen siempre losmismos. - Pasan los años; llueve vejez; los amigos desaparecen: las revoluciones cambian flautast de oro de oropéndolas; luegoá intérva- 1a faz de las cosas: las ilusiones caen como los, sobre aquel fondo incesantemente variado, jas hojas secas, y, en tanto, entre los árboles las notas graves, redobladas y profundas de las | de los verjeles y de los bosques, los pájaros tórtolas arrulilntes. Aquella música aerea me que hemos conocido en la niñez repiten lastrajo á la memoria un coro de Aristófanes. - mismas abjuraciones familiares, modulan las A : - Da -peo eee de Ne a;'º?' que 10 - mismas frases musicales con la misma voz viern - t1gnes necesidad de tun_¡cas para e 1f1x Ó. -fera - Ul tiempo no pasa por sobre ellos, y ni temes los rayos calcinantes del estío! Ha- D ; ; como se ocultan para morir, como mno asisti- bitas los prados en flor y los follajes alborescentes, y pasas el invierno en antros en que te hacen la compañía las ninfas de la montaña, y en la primavera picoteas los tiernos botones y las gayas blancas de los mirtos, en los ardines consagrados á las Gracias!

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