Bilharzia

Page 1

- v m

w

LNL^ Vi1 »

jtá /Æ À

ll^

ftflfl'/ ■;:■ ■¿ S f J fcf * n

ÆÈÈ

»vs

.S A/ J

f rjH

¿Ä fft

^

1


Y*


LIBROS PARA EL PUEBLO NUM. 16


Edü,,, )' t,mínelo, : Rene Marqués Esc,itons: Benji Donniger y Tied YVale

.■l.v/\wr: I'- I' Teri>uson Disciach» ¡itálico: ('.arlos Osorio Di/ntlcinlcs: (osé Melendez ('.outreras

José M. Tii>ueroa HafaeI I)el»;ul<>Cast r»>

darlos R. Rivera Antonio Maldonado Isabel Bernal ( 'arlos ( )sorio ¡'(„latía: darlos Osorio linl,icsicni: Sixto (ionzález Ramón ( ionzález Impreso en los Talleres de la Divi­ sión de Kducaeión de la donumidad


¡T

¿QUE ES LA BILHARZIA? La bilharzia es una enfermedad extraña y agotadora que afecta por igual a jóvenes y viejos. Generalmente causa moles­ tias e incomodidad físicas. En su etapa final puede, en algunos casos, conducir a la muerte. Lo peor de esta enfermedad es que puede adquirirse con suma facilidad, pero resulta muy difícil deshacerse de ella. Mucha gente muere a causa de la bilharzia en distintas partes del mundo. De hecho, se trata de una enfermedad que afecta a todas las edades: bebés, niños de edad escolar, mujeres jóvenes que la adquirieron en sus primeros años, ancianos que la pade­ cen desde que eran niños. Es casi seguro que estas personas sientan sus efectos hasta que mueren, bien de la propia bilharzia o de otra enfermedad que sus organismos debilitados por la bilharzia, no pudieran resistir. La bilharzia es una enfermedad muy antigua que se remonta a épocas pre-cristianas. Del mismo modo que prevalecía en Egipto hace miles de años, prevalece hoy en Puerto Rico. En 1910 un científico encontró huevos del parásito que causa la bilharzia en momias de faraones egipcios que vivieron 1.000 años antes de Cristo. Hoy, los doctores del Hospital de Distrito de Fajardo, examinando a un niño de ocho años, encuentran que éste tiene miles de huevos del mismo parásito y que proba­ blemente sufrirá mucho debido a la enfermedad que causan.

O


¿A qué se debe esto? ¿Cómo el faraón egipcio de hace 3,000 años y el niños puertorriqueño de hoy han podido contraer la misma enfermedad? ¿Cómo es que hay afortunados entre noso­ tros que no padecen de ella? ¿Cómo los que no la tienen pueden evitar contraería? ¿Qué pueden hacer los médicos una vez la tenemos? Estas y otras preguntas tienen su respuesta en este libro. Son respuestas que pueden darse hoy. Mañana nuevos descubrimientos pueden cambiarlas o modificarlas, ya que hombres de ciencia en distintos países estudian pacientemente esta extraña enfermedad.

¿DONDE ESTA LA BILHARZIA? Hace cien años un científico alemán de nombre 1heodor Bilharz trabajaba en su laboratorio médico del Cairo. Egipto. Un día, al hacer la autopsia de un paciente que acababa de morir, descubrió en su cuerpo un parasito no identificado hasta esa fecha. Después de largo estudio se descubría que este pará­ sito era la causa de una enfermedad muy antigua. La primera persona en descubrir la presencia de bilharzia en América fue un médico puertorriqueño. En 1904, el Dr. Isaac González Martínez descubrió que la disentería de dos de sus pacientes jóvenes tenía su causa en la enfermedad de bilharzia. La bilharzia se encuentra en Asia, Africa y la América tropi­ cal. Se calcula que más de ciento cincuenta millones de personas


sufren de ella, o sea, una de cada veinte personas de la pobla­ ción total del mundo. En el Hemisferio Occidental la Bilharzia es frecuente en varias islas del Caribe: Santo Domingo, Martinica, Santa Lucía, Guadalupe, Antigua, Saint Kitts, Nevis, Monserrat y en Puerto Rico, incluyendo la isla de Vieques. En la parte conti­ nental de América del Sur, la enfermedad ocurre en Venezuela, el noreste de Brasil y en la Guayana Holandesa. Los investi­ gadores creen que la bilharzia vino a estas áreas de América desde Africa, con los esclavos importados para trabajar en las plantaciones de caña. En Puerto Rico, aquellos que han estudiando el problema creen que medio millón de puertorriqueños padecen de bilharzia (uno de cada cinco). Algunas autoridades consideran que esta cifra es exagerada y que sólo un cuarto de millón (uno de cada diez) sufre la enfermedad. La cifra exacta pueda que se en­ cuentre entre uno de esos dos extremos. Las víctimas de bilharzia viven en cada una de las 78 muni­ cipalidades de la isla, pero su concentración más grande se encuentra en la parte este. La enfermedad afecta a ambos sexos y a individuos de todas las edades. El Departamento de Salud de Puerto Rico considera la bilharzia como uno de sus más serios problemas. Esta se en­ cuentra a la cabeza de una larga lista de enfermedades trans, misibles. Aunque muchas enfermedades se han podido con­ trolar en los últimos años, muy poco ha podido hacerse respecto a la bilharzia. Más aún, ello constituye uno de los principales problemas de salud no resueltos en el mundo actual. Más adelante sabremos lo que se está haciendo en la lucha por re­ ducir y eliminar este problema. Veremos lo que las autoridades están haciendo y lo que nosotros podemos hacer. Pero primero vamos a averiguar como se transmite la enfermedad y cómo afecta el cuerpo humano.


La bilharzia no se transmite, como una enfermedad infecciosa, de persona a persona. Se contrae de modo distinto y más com­ plicado. He aquí lo que ocurre. Imaginemos primero a un hombre infestado con bilharzia. Lleva en su cuerpo un número de pequeñas lombrices que cons­ tantemente están produciendo huevos. Estas lombrices y los huevos que producen son los que causan daño en el organismo de la persona enferma. Los huevos abandonan el cuerpo del paciente por medio de las heces de éste. Si las heces se depositan cerca de un río, quebrada u otra fuente de agua fresca, los huevos de la lombriz-parásito están en condiciones de iniciar el primer paso en el ciclo dañino que lleva a la infección de otra persona. Pocos minutos después de ponerse en contacto con el agua fresca el pequeño huevo se abre y de él sale una larva llamada miracidium. El miracidium no es dañino por sí mismo. Sin embargo, él es el padre del mal de la bilharzia como veremos a continuación, El miracidium. demasiado pequeño para observarlo a simple vista, nada en el agua hasta que encuentra lo que busca: una clase especial de caracol. Debe nadar muy rápidamente puesto que si no encuentra el* caracol en pocas horas, muere. Y si busca el caracol es para entrar en su cuerpo y allí poder repro­ ducirse. Pero no todos los caracoles que viven en nuestros ríos y quebradas le sirven de "albergue" al miracidium. Sólo hay uno, conocido de los científicos como Australorbis glabra tus, que sirve (>


a esos propósitos. Al encontrar a su víctima el miracidium entra por los tentáculos u otras partes blandas del caracol Australorbis y va a acomodarse en las glándulas digestivas de éste. Después de 30 días la acción maléfica comienza. El diminuto miracidium ha convertido al caracol en una verdadera fábrica del mal. Todos los días, por varias semanas, el caracol lanza al agua miles de parásitos invisibles producidos por el miracidium en sus entrañas. Estos parásitos se llaman cercariae y los hombres de ciencia que los estudian, les temen tanto, que se ponen guantes y botas de goma cuando se acercan al agua donde éstos se encuentran. Un solo caracol—fábrica involuntaria— puede producir 169,000,000 cercariae en un mes. ¿Cuál es el próximo paso en el ciclo amenazador? Las diminutas cercana tienen una cola en forma de tenedor. Se mueven rápidamente en ('1 agua en busca de algo. ¿De qué? De un ser humano. ¡De usted ! La pequeña cercaría esta en plan de cacería humana pues si no encuentra en unas pocas horas un ser humano para ' albergarse ’, muere. 1an pronto usted mete un pie o cualquier parte de su cuerpo en ('1 agua, la cercarme se adhiere a su piel.


Una vez que la cercaría se pone en contacto con la piel de su víctima, hace funcionar sus llamadas glándulas de penetra­ ción, las cuales segregan una substancia que tiene la propiedad de disolver la piel en el punto de contacto. Por medio de este mecanismo puede la cercaría penetrar en un corto período de tiempo (alrededor de siete minutos) en el cuerpo humano. Es interesante notar cómo la cercaría se desprende de su rabo en el momento de la penetración, penetrando por lo tanto, sólo la cabeza. A esto sigue una intensa piquiña en la piel de la víctima. Después de la penetración, busca la cercaría su acceso al sistema circulatorio de la víctima. A las 22 horas ya las larvas pueden haber llegado a los pulmones. De ahí pasan al corazón y, finalmente, van a alojarse en el hígado donde alcanzan su completo desarrollo, convirtiéndose en lombrices. De ahí se mu dan al mesenterio donde ocurre la fertilización. Se mueven cerca del intestino grueso donde ponen sus huevos. Así se completa el ciclo. A las seis semanas de la penetración, los gusanos ya adultos están produciendo huevos que se expul­ sarán con lasheces de la víctima.


EL CICLO DE LA MUERTE

Primer paso en el ciclo 1. Recordamos que ('I primer paso es la acción de una víctima de bilharzia al dejar descuidadamente sus heces en los alrededo­ res de un río o una quebrada.


Segundo paso en el ciclo

2. Los huevos del gusano estaban en las heces del hombre \ son arrastrados a la corriente, bn contacto con al agua pue­ den abrirse enseguida o pueden tardar algunas horas en dar paso al mimadiwn.


Tercer paso en el ciclo

3. En cuestión de 15 minutos los huevos pueden abrirse dando paso a la larva llamada minicidium. El mnaciduun tiene un término de vida de 24 horas, pero sólo conserva suficientes fuer­ zas para penetrar en un caracol durante sus primeras 4 a 18 horas de vida.


Cuarto paso en el ciclo

4. El "albergue� del miracidium es un caracol llamado Ausfralorbis glabratus. Penetra en Êl a travÊs de sus partes blandas y va a acomodarse en sus tejidos interiores.


Quinto paso en el ciclo

5. Las cercarías que se desarrollan en el caracol abandonan éste y buscan su próximo "albergue” : un ser humano. 1an pronto encuentran su víctima, las cercarías penetran en su cuerpo a través de la piel.


ICt-rcaria adulta poniendo hue:vos en el si stema c i r c ul a t or i o : fie la persona. •

1“

Sexto paso en el ciclo

(). La (('icaria, ya en el cuerpo humano, tarda seis o siete H’inanas en llenar a su madure/. Lmpicza entonces a producir huevos algunos de los cuales abandonarán ('1 cuerpo con las heces. La víctima humana se convierte en una fábrica de b ilhar/ia v constituirá un peligro para la comunidad.


¿QUE LE OCURRE A USTED CUANDO CONTRAE BILHARZIA? Como hemos visto, usted adquiere bilharzia cuando su cuerpo se pone en contacto con la cercaria. Esto puede ocurrir en las más diversas circunstancias. Una madre va a la quebrada y baña a su bebé en el agua, clara, limpia y fresca. Está exponiéndose ella y su bebé a contraer la enfermedad. Un grupo de niños regresa de la escuela. Están polvorientos y acalorados. ¡Qué tentadora para un chapuzón les parece la poza! Se desnudan y se tiran a nadar en el agua donde millones de cercaria esperan para introducirse en sus cuerpos. Es lunes. Madre e hija tienen mucha ropa que laxar. La quebrada es fresca y hay un lugar encantador donde se puede lavar ropa y charlar con los vecinos mientras los pequcñuclos juegan con el agua llena de cercarías.


Para cruzar de un lado al otro del barrio es costumbre hacerlo a través del río (llano, manso y limpio). Es mejor hacerlo, claro, sin zapatos. ¿Quién podría creer que esta práctica tan inocente puede ser peligrosa? A un trabajador que regresa a su casa un día de sofocante calor, se le ocurre quitarse la camisa, mojarla en la quebrada y ponérsela húmeda. ¡Qué sensación agradable de frescura siente! Las cercarías, que estaban en el agua absorbida por la camisa, muy pronto se adhieren a la piel del trabajador convirtiéndolo en otra víctima. Un niño toma agua de la quebrada. La cercaría entra a su cuerpo por la piel blanda del interior de su boca. Estas son algunas de las formas en que la gente puede contraer bilharzia. No se trata de una enfermedad transmitida de persona a persona. No es contagiosa en el sentido que lo es la tuberculosis o la viruela. El contacto personal no es fuente de contagio. La infección sólo se adquiere a través del agua, si ésta contiene cercana. La penetración de la cercaría en ('1 cuerpo se efectúa a través de la piel. Si su piel entra en contacto con aguas sospechosas de contener cercaría, inmediatamente frótese la piel con alcohol. Esto puede evitar la infección, si no es ya demasiado tarde. ¿Cómo (‘vitar la bilharzia? El medio más seguro es evitar ponerse en contacto con aguas corrientes y frescas de ríos, quebradas y lagos. Aunque hoy en su quebrada vecina no haya (‘1 caracol que sirve de "fabrica” a la cercaría, puede haberlo mañana. Los pájaros llevan estos caracoles de un río a otro, de una quebrada a otra. Y tan pronto cae un caracol en ('I agua de un río o una quebrada se reproduciría rápidamente. Por ('1 momento, pues, no hay garantía de que (‘1 río que esté libre' hoy, no esté infectado mañana. Manténgase alejado de estas posibles fuentes de contaminación.


Síntomas

Una vez que la cercaría penetra en el cuerpo y completa su desarrollo, empiezan los síntomas. La persona se siente débil, con dolor de cabeza, pierde apetito, tiene molestias abdominales, diarrea y un poco de fiebre. A veces también se le desarrolla urticaria y tiene dificultad para respirar.

* te

Cuando la enfermedad está avanzada, se acentúa la diarrea y las deposiciones contienen una gran cantidad de mucosidad y a veces sangre. También se puede notar ya un aumento en el tamaño del hígado. Este es el órgano más afectado, aunque ningún órgano se encuentra libre de la invasión de bilharzia. Incluso el sistema circulatorio sufre a consecuencias de la enfermedad.


Si el paciente es objeto de un examen médico durante la primera etapa de la enfermedad, tendrá mejor oportunidad de curarse. Hasta hace poco el único remedio conocido era el tártaro emético. En la actualidad la droga que goza de más favor entre los médicos para el tratamiento de la bilharzia es el Fuadin, por ser menos tóxico que el tártaro emético. El tratamiento no debe darse por terminado con una sola serie de inyecciones de Fuadin, porque muy raras veces es esta suficiente para matar la mayor parte de los parásitos. Sin embargo, como por lo regular al terminar la primera serie de inyecciones el paciente ha notado una mejoría tan

'grande que se siente casi normal, y los huevos del parasito han desaparecido de la excreta, este se erre curado y no vuelve' a ver al médico hasta que aparecen los síntomas de nuevo. Toda persona bajo tratamiento debe hacerse exámenes (le excreta periódicamente y no se debe considerar curada hasta que estos exámenes sean negativos y los síntomas típicos de la enfermedad hayan desaparecido por un periodo más o menos de dos años. Aún así el paciente debe someterse a exámenes de laboratorio anualmente. Si ('1 paciente no se atiende debidamente, en la íorma arriba indicada, la enfermedad progresa.


¿QUE ESTA HACIENDO EL GOBIERNO? El Departamento de Salud está a la eabeza de la luc ha por eliminar la bilharzia en Puerto Rico. En este capítulo se explica lo que el gobierno hace. Luego explicaremos lo que usted debe hacer. Muerte a los Australorbis

Un número de agencias que trabaja en conjunto como el "Comité Asesor pro Control de la Bilharzia" ha estudiado el ciclo de vida del parásito tal como se* describió en el Capítulo IV y ha decidido que uno de los mejores puntos para romper el ciclo es evitando que el miracidium entre en el caracol. "'Elimi­ namos el caracol Australorbis de nuestros ríos v quebradas".-di­ cen ellos— "v el miracidium morirá". Por ello empezaron a someter ríos y quebradas a un trata­ miento con sustancias químicas. Pero esto resulta poco electivo por dos razones: primero, son muchos los ríos y quebradas que se extienden, por millas y millas en la isla, y segundo, la sustanc ia química que mata al caracol no debe matar peces ni plantas acuáticas. Recientemente* se ha descubierto una nueva sustanc ia, llamada acro/ein, que resulta muy efectiva en los canales de* irrigación artificial. Pero el más seguro enemigo del caracol Australorbis y el que más esperanzas da para el futuro es otro caracol, inofensivo para el hombre, que se conoce como Mansa. De ac uerdo con los últimos experimentos Marisa puede ser quien dramáticamente nos salve de la bilharzia. Marisa destruye* el Australorbis al comerse la vegetación necesaria para su desarrollo y por ac ­ cidente huevos y recién nacidos pegados a ésta. P)


Agua pura y letrinas sanitarias

Un gran paso de avance en reducir las oportunidades de infección de bilharzia lo constituye el abasto de aguas puras en áreas afectadas por la enfermedad. La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados sigue progre­ sando en su meta de llevar agua pura a todos los rincones de la Isla. Por otra parte, el Negociado de Saneamiento del Departa­ mento de Salud provee materiales adecuados para la cons­ trucción de letrinas sanitarias. Educación Sanitaria

El programa de educación sanitaria es de importancia en la batalla contra la bilharzia. Agentes de distintas dependencias llevan a las comunidades información y métodos de cómo evitar la transmisión de la enfermedad. Estimulan además a los vecinos a someterse a exámenes médicos y, en caso de enferme­ dad, a tratamiento adecuado.


LO QUE USTED PUEDE HACER Hay varias cosas que usted, por sí mismo o en cooperación con su comunidad, puede hacer. La bilharzia puede en efecto eliminarse en Puerto Rico si todos nos ponemos de acuerdo para hacer algunas cosas, y no hacer otras en relación al problema. ¿Qué hacer y qué no hacer?

1. Evite en lo posible bañarse, nadar, pescar, lavar ropa, autos o animales en los ríos, quebradas y otras iuentes naturales de agua corriente. 2. Evite beber agua que no esté hervida a menos que: a) Usted sepa que viene de una fuente incontaminada. b) Usted haya dejado esa agua "descansando” por dos días en un recipiente, para que la cercaria muera. (Recuerde que la cercaria no puede vivir más de 48 horas.)


3. Si le es absolutamente necesario usar aguas de ríos o quebradas contaminadas con bilharzia, tome la siguiente pre­ caución: No entre al agua corriente excepto durante las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde. Es decir, no ponga su cuerpo en contacto con el agua después de las nueve de la mañana ni antes de las cinco de la tarde. De cinco a ocho y media de la mañana y de cinco y media de la tarde a ocho de la noche son horas un poco más seguras. Por alguna razón que no está claramente determinada la cercaria, aparentemente, no está activa durante las horas próximas a la noche redu­ ciéndose así el peligro de infección. 4. Si usted no tiene una letrina sanitaria en buenas condi­ ciones, discuta el asunto con su familia y sus vecinos. Una visita al Negociado de Saneamiento del Departamento de Salud en su Municipio puede orientarlo sobre cómo resolver el problema. 5. No deposite sus heces ni permita que ningún miembro de su familia lo haga a campo abierto, fuera de la letrina. Use siempre su letrina. Si trabaja en el campo, exija que su patrono le instale una letrina temporera para uso de los trabajadores. Si ello no es posible, haga un pequeño hoyo en la tierra, úselo y cubra sus heces con tierra. Para ésto, escoja un sitio que esté lo más alejado posible del río, quebrada o lago. Si usted se reúne con sus vecinos hay varias cosas que todos juntos, como miembros de la comunidad, pueden hacer en la lucha total contra la bilharzia: 1. Lea con sus vecinos este libro y todo otro material sobre la bilharzia que les sea posible conseguir. Invite a las autoridades de salud a venir a sus reuniones para discutir el problema d( esta enfermedad. 2. Examínese usted y estimule a los demás miembros de la


comunidad a someterse a examen para ver si padece dé bilharzia. Oriente y ayude a aquellos que padecen de esta enfer­ medad para que se sometan a tratamiento médico. 3. Unase a sus vecinos para que todos y cada uno obtengan una letrina sanitaria para sus casas. Asegúrese de que su familia comprende la importancia de usar adecuadamente la letrina. 4. Si no hay en la comunidad agua pura, ayude a iniciar un estudio de este problema para resolverlo colectivamente. 5. Si hay caracoles Australorbis en su río o quebrada, ase­ gúrese sobre las horas en que resulta más peligroso usar esas aguas. Esté seguro de que sus 'vecinos están bien enterados del asunto. 6. Si el río o quebrada de su comunidad tiene Australorbis, ponga letreros de aviso a sus orillas. Los letreros pueden dar orientación de diversos modos. He aquí algunos ejemplos: "Bilharzia. Cruce por el puente, no por el agua.” "No se bañe, ni lave ropa, u autos en este ríos después de las 9:00 AM ni antes de las 5:00 PM.” "Si saca agua de este río échele cloro (10 gotas de C/orox por galón) antes de usarla.” "Si saca agua de este río déjela en la lata, sin usar, por 48 horas.” "No pesque en este río. Bilharzia. Contacto con el agua es peligroso.” "No defeque cerca del río. Use su letrina.


CUERPO Y ESPIRITU SANOS Es probable que usted esté leyendo este libro en voz alta en una reunión de vecinos. A estas alturas, si ha visto usted la película Sucedió en Piedras Blancas no le parecerá que el doctor en esa película era un tiquismiquis por ponerse botas y guantes de goma al entrar en aguas infectadas de bilharzia. Muchos de los problemas sanitarios se han aclarado ya en su mente y en la de sus vecinos. Juntos todos están en condiciones ahora de enfrentarse a la lucha total de eliminar la bilharzia en Puerto Rico. Se hallan enjuego la salud y el desarrollo de la comunidad. Pero en el corazón de todos late la certidumbre de que su destino como individuos y como comunidad está en la voluntad de cada uno de ustedes. Esta certidumbre es valiosa herencia que, robustecida y enriquecida, ustedes pasarán a sus hijos.




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.