El Carnaval (13 sept. 1903)

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REVISTA

DE

LITERATURA

Dedicada

al

Bello

mien tmameis | JOAQUIN E. BARREIRO. “»

NS Entered

Año

3.

|

OFICINAS:

December

19, 1902,

SAN

at San

JUAN,

Juan,

P.

R.

Y ARTES

Sexo.

PAGO BAS AGUILAR:

| ss

SAN FRANCISCO 95. as second-class

PUERTO

RICO,

matter,

under

Act.

STMBRE.

Num. suelto 7“ of Congress

of

March

13 1903

Núm.

EL ROMANCE CASTELLANO. De pié, con el laud, para

cantarte.

* PENSAMIENTO DE ORO ” PRIMER PREMIO EN EL CERTAMEN DEL ATENEO PUERTORRIQUEÑO.

Antes que mueran los ritmos Del Romance Castellano

Y se extingan para siempre Sus versos asonantados, Como cascada de notas, Como ecos de acentos blandos, Aprendidos en las cuerdas Donde vibraáron los salmos. ... Antes que eso.... ¡patria mia! Congregarás á tus bardos

| |

|

Para que al pié de la musa |

De este suelo borincano, Ruede sin cuerdas la lira, Caiga el harpa hecha pedazos,

l

Que suene la postrer hora Para tus últimos cantos,

Tu apocalíptica endecha, Tu adios al estro sagrado. FERDINAND R. CEST EROB.

3, 1879.

? 3

>

64.


EL

CARNAVAL

poetas hubo después y viven todavía para gloria de Puerto Rico. Si no han obtenido como aquellos el aplauso. unánime ni

el

galardón

que

le

corresponde,

día llegará en que se lés tribute cumplidamente, sin recortes nis regateos. Tienen á pesar suyo los pueblos.

mo los individuos,

co-

temporadas de displi-

cencia y de melancolía poco propicios á las expansiones del entusiasmo. Puede

ser que ahora nos encontremos en uno de esos período de enfermiza y pasajera desazón,

en

mor se hace

que

la

imitabilidad

contagiosa,

can y se enardecen

los

en

que

ánimos

del hu-

se ofuspor

cual-

quier leve motivo, y en medio de esa atmósfera viciada y al través de esa especie de neblina moral entre la que agitan los contendientes, se esfuman las figuras,

se borran las líneas. no pueden percibirse bien la armonía de las proporciones ni la pureza del contorno,

MANUEL FERNANDEZ JUNCOS. PRESIDENTE ea Á

DEL

DEL.

MANUEL

DISCURSO DE APERTURA DEL CERTAMEN ATENEO EN LA NGCHE DEL LUNES 7 DE ESTE MES.

DEL

.Ni se llegóá romper nunca en Puerto Rico el hilo de oro de nuestras tradiciones artística y literarias. Al morir Campeche, al apagarse para siempre Ja luz” placida y dulce de aquellos ojos

que párecían formados, rillo,

como los de Mu-

para la percepción de formas y

vi-

siones celestiales, no tardó en recoger su

admirable paleta otro pintor puertorriqueño menos místico, de menos idealidad sin duda, pero de pincel mas valiente y

enérgico,

mucho

más

versado que

su predecesor en la técnica del arte, más enamorado que él de la naturaleza, más diestro en el dibujo, mejor: colorista y mejor-.dotado del verdadero sentido de la realidad. No quedó muda entre nosotros aquella tribuna en que se desbordaba la elocuencia vehemente

no

murió

Musa

con

Acosta

grave y severa

para

de Corchado;

este

en-

entredicho los mé ¡tos mas evidentes y las más altas y sólidas prepotAcOnda.:

ATENEO.

FRAGMENTO p

y empiezan

tonces la vaguedad del juicio, la indecisión de la duda, el regateo inconsiente del aplauso, y hasta llegan á ponerse en

pais

de la Historia,

la no

se acabó al morir Tavares la inspiración

apasionada de nuestros músicos, ni quedó rota la lira cuando dejaron de tocarla Padilla y Gautier. Tribunos, historiadores, artistas y

FERNANDEZ

JUNCOS.

El Conejo Blanco. FANTASIA.

I El príncipe soñaba....Pero sus sueños eran suaves como las brisas del crepúsculo, y luminosos, como el ténue rutilar de las estrellas.... Avanzaba

gentada

la luna en el

frente

espacio,

escapábuse

y de su ar-

rayo

misterioso,

antes deslizarse por entre impregnando sus: átomos

perfumadas de luz- con

que á acariciar iba la del venturoso no sin flores,

átomos de esencia. La rubia

cabellera del

mancebo,

principe, en

desór-

den, cayendo sobre la blanca almohada, simulaba áuricos hilos; y sus ojos dulcemente cerrados,

cubiertos

sas pestañas.

aparecían

de

negras

y sedo-

De pronto....el príncipe se estremeció.... - Una

voz

los ángeles,

dulcísima,

como

habíase dejado

lenciosa estancia. —¡ Ibrahín

las armonías de

percibir por la si. 1 ¡Soy

—¿ Y quién eres tú? —murmuró —¿No

me conoces

?

Ibrahín.

Yosoy

lestial “Ilusión” respondióle la voz..... Y los adormecidos pálpaños del príncipe se entreabrieron, como caricias de la aurora

se entreabre la rosa á las

Y sus ronrosados labios .murmuraron el nombre de la hermosa..... Y el corazón palpitóle con violencia


| | í

|

a '

_— RNAAVV L_E LL CA ALA ARIR Una claridad de oro inu la estancia, y hasta el tibio rayo de la: pálndó ida luna retiróse avergonza beso

do, no sin despositar sobre la casta frente delel postrimero afortunado

Ibrahín. Entre

o el nacarádo seno ante el príncipe la gentíl doncel , se presentó la que al sonreir, simuló

de sus dientes un y de sus labios, dos labios de coranido de perlas, l. --¡Oh.....! ¡bendita sea la que soñaba mi alma.....!—exclamó Ibr ahí que hermosa eres tú, vida de mi vida n—Y , imagen de mi

pensamiento.....f

Y cual débil

venámis brazos, “Ilusión”

suspiro crugió la ténue

y á su través vióse mover lá

gasa,

sonrosada desnu-

dez de la virgen..... y su cabeza hubo un instante en que unos labiose inclinó, y s tocaron á otros y en que el soni

do de un beso, apagado casi por la dulcísima miel de purpurinos labios,

turbó el silencio de aquella estancia ..... los brazos del principe cual si hallar quisieran algo sobr se levantaron e su corazón ; pero tan sólo con su corazón se encontraron... ¡“Tlusión”.....1 ¡“Dusión”... mó entre desconsolados sóollosos; .. !I—exelapero la celes-

tial “Tlusión” había desaparecido ..... Y

después, aquella voz dulcísima como las armonías de los ángeles volv ió á oirse, y estas palabras se escucharon : - —¡Ibrahín..... ! ¡Ibrahín.... . ! ¿Tu quieres que sea tuya..... ?

¡síl—respondió

que tus caricias de provocar

el

príncipe—¡aun-

hayan

mi agonía. —¡ Tú lo has querido... !—replic ó la misma voz—Si en tu deseo persistes, mañana, al

despertar el alba,

voje tu arco,

prepara ln tlenegro caballo persigue al primer conejo que ante tu vista se presente; ero ha de ser blanco, blanco como la nieve. E; logras matarlo llegarás á pose erme, y yo la “Ilusión”, sere tu esclava. .. Y los párpados del príncipe volviero n á cerrarse; su cabellera, esparcida sigui ó, como áuricos hilos, por la blanca almo hada, y de la luna el tibio rayo, atravesando el mado, volvió á' besar la casta frent rosal " perfue del hermoso mancebo.

cha de oro, y sobre

ados, arboles y fuentes..... Mirad... . no se detiene....Sus plateadas espu elas en el bruto se clavan, como si en sus ensangrentados ijares, el resorte estuviera del veloz movi miento. ¡Detente, joven incanto.....! ¡para-, príncipe imberbe.....! ¿á donde .... ? Pero nó, no se detiene. . . Imposible vas. es que el vértigo se detenga..... El aire silba en sus oidos...

.. Pero

¡ah..... ! ¿qué ha visto..... ?

Mirad como se estiende su ArCo..... ; una fle cha de oro brilla entre sus dedos... .. Blanco como la

espuma, un hermoso conejo acaba de ante su vista....Es él....él de sus sneños..... Perdidose há entre las espesas >matas..... ; pero nó, allá vá, allá apar ece. ... El negro corce saltar

l no se detiene. .... silbó la flecha SA !

—|MÍA....!

¡Por fin...!

Imía..... —gritó Tbrahín.

á

É

mancebo,

grimas, constestó al anciano.

enjugando

sus lá-

3

—¡Oh, eres muy viejo....! vez algún consuelo tengas para mi dolor... tal -¿ comote lla- |

.mas ?

—Me llamo, el Desengaño ..... —Tu nombre ' es frío y terrible—repuso el. príncipe. ; —Frío

....tiene

razón: es imposible

en mi ya se derrita la hieve de los

que

años

; y te- | rrible..... también ; porque el enca rgado soy you de enterrar las “ilusiones.” —éLas “ilusiones”... :?—exclamó Ibrahín,

dando

un

grito de an ustia—¡Oh....! ¡mo..:.1 A ¡tú no enterrarás á mi “Ilusion” querida, por|, que ella vive... .porqué -ofreció ser mi esclava....! Ya ves: desde esta mañana, sentado estoy aquí esperándola.... -¡cnánto tarda... ! Pero ella 'vendrá....ella vendrá... ¿no te parece.....? E —iInfeliz....!—dijo el anciano— “Husión”, con tu flecha de oro la has Esa tu matado. —¡Cielos!!!—exclamó Ibrahín, y sin vida, «cayó sobre la verde hierba

4

+ Poco después, el encorvado

anci

ano silencioso volvíase hácia su morada, y las oscuras sombras de la noche, cubriendo iban los montes y los valles, A Y el desgraciado Tbruhín sepultado qued ó también hajo aquella negrura. 08 Pero ya no soñaba

m. GONZALEZ GARCIA.

COMO ESCRIBOMIS VERSOS. PREMIO

¿Quién es aquel que vuela más que corre sobre negro corcel? Atrás dejando va montes, cerc

viene

—¡Oh príncipe infeliz. :..-1 ¿que tienes...? ¿porqué lloras Ibrahín ....9 3 el afligido

La rosa es la formay : . el perfum es laen idea.

y

TI

rojiza

111

fúlgid

a y traspa ceñida de brillante aureola,rente gasa, la sien despidiendo por sus ojos el fuego del deseo, desnudos los braZOs, palpitand

—iSÍí!

Y de la muerte presa, por tierra rueda el

albo animalito, y una sombra teñiir'su piel inmaculada.

DE REDONDILLAS

EN ¿¡KL CERTAMEN

DEL

ÁATENKO.

Y si la musa cansada dormita en mi corazón

pido luz € inspiración

á la musa

laureada

de Virgilio sonriente,

de Musset apasionado, de Zenea inmaculado,

ó de Byron esplendente. Busco á Leopardi en la cima del dolor; vigo el quejido de Becquer, que está escondido en ei fondo de una rima,

: .. :

ó la maldición y el ruego

del gran Hugo que redime;

Ó. escucho á Heine

mientras gime

,

llorando estrofas de fuego... E A

ES


_ EL CARNAVAL O bien una amante

comiEn la agencia del pueblo, donde los contratas sionados de la propaganda hacían las si-

mano

despierta á Straus, y sonoro sube en circulos de oro

de emigrantes, diariamente recibían enpropo númeciones. Allí acudían los campesinos, paro alto, con sus mujeres é hijos, á ofrecerse as es alac Eaup . njero extra el en ra trabajar el licondiciones, un dependiente anotaba enatados, contr los de res nomb los tro bro regis Y era un gentío con la estipulación hecha. que entraba y salía, familias enteras y hasta casi ancianos y niños. Una mujer desvalida, cadecrépita; también quería embarcar, y supli

el vals del fondo del piano

Luz el pentágrama iriza

que erece y

que se desborda

cuando Beethoven lo botda ó6 Schubert lo diviniza.

El arte brillaen el viento,

entra el viento en el oido y en el corazón dormido

humilde, ba, los brazos cruzailos, en ademán para iares famil sus con ir n tiera que le permi Los agentes se nemorir junto á ellos, decía. caba, gaban, rechazándola, mientras ella supli

...

el sentimiento

se estremece

surge, verde, la hoja nueva de los sueños de la vida, vuelve la fuerza perdida y la imagen se renueva, sin dejar que se esfume, a idea, al fin, se transforma y se desliza en la forma

acepllorando, tan triste, tan miserable, que íala en el taron al fin, convencidos de que morir camino. Lu familia Morán también estaba allí. En-

istatendidos en agricultura, habían sido conqu les

dos, deslumbrados hicieran concebir.

como en la rosa el perfume!

Se pone el sol.

vendido de prisa, de cualquier modo, su peque sus por a legad tierra ño patrimonio, la vieja traspadres, donde nació, donde vivió; hizo el que lo que do cien cono pena, a paso con hond el deconsamaba era el fin de la tradición, amoropadre de eño ensu sun de ento bami rrum .

Se confunden

llano y monte en la penumbra...

Suave albor la tierra alumbra y entre los mares se hunden

so, que quería legar á sus hijos una heredad...los

rayos pálidos é inciertos que se mueven pelpitantes

Allá, en la tierra prometida, ofrecían á emigrantes trabajo. bienestar relativo, porve-

y al temblar agonizantes

En el suelo que iban á roturar y sembrar, choza, una Code subsistir. l norma y o segur mida. un medio

quedan eu las olas muertos! Una estrella surge leve

nir.

su esfuerzo diario les daría una

del celaje gris de raso

hogaPodían crear allísus familias, erigir sus e dond s, encia exist las todas de oasis res, esos alel y o repos el a entr encu él cuerpo fatigado

én el fondo del ocaso ....-

una rosa de nieve! La Inz se oculta en el broche El sol no brilla. de la flor. Se oscurece la cuartilla .... ¡como

dejo la pluma...

.es de noche!

JosÉ GORDILS. y

t |

+

r |

HACIA EL DESTIERRO. ACCÉSIT EN EL CONCURSO DEL

Y arrastrados ma adolorida el consuelo. .. s anémicos, pobre los as, ectiv persp por estas n las ansiosos de vida más expansiva, aceptabadaban y idad, neces la por dos rendi atas, contr : de un sus do sus

adios al pais de sus ternuras, á la tierra Omores, en cuyos cementerios reposaba toel pasado de sus existencias, la esencia de vidas, lo que fué el principio engendrador

de aquella enadrilla miserahle, pálida de hambre, que llena de dolor partía

DEL CERTAMEN DE'CUENTOS

FRAGMENTO.

:

BODA.

A MIPADRE tas pobres flores de mi pensamiento vaná adornar la tumba donde reposas. No son las flores secas del olvido: son las flores vivas del amor. Ellas son tus descendientes, como yo soy tu hijo'; y, como yo te consagro mi respeto, ellas te dedican su ume. Padre mío: duerme!....

MARIEN.

ALBERTO MARIN

ATENEO

|

por las esperanzas que El padre, Antonio, había

Lo

estar

y él debe “Semper”

dice

Será dentro de pocos meses, quizá de dos. Ella es muy elegante, muy discreta, muy alegre, muy bella y do quiera vaya deja una estela de amor, imborrable.

El vendrá de estrañía tierra donde

Era, sí, el éxodo, que empezaba,

La vara-

salía de la patria, abandonando

vána perdida

queén ella sus ensueños benditos, sus amores cainapli dad, activi su go ridos; llevando consi frente, inble en la tierra natal; el sudor de suvida, en fin, su de savia la toda fructífero allí; emplearlaen el cultivo de otras tierras, erían en la población de otros paises, que florec a, llegab les que no huma pronto con el refue hálito fatal de la miseria. el pl por jado empu E k y

a

$

«ie

Í

bien

enterado.

aún re-

y destrucción,

suena el eco fúnebre de muerte

pero de la que, para borrar aque los recuerdos se viené á buscar la felicidad en la hija del riqueño

suelo.

Queremos ser los primeros en dar la nueva

y si no tenemos

deseamos

la suerte

la tengan

tan

de

ver

su

cumplida

felicidad,

como

recen.

FATALITY.

me-

-


__EL

CARNAVAL

_541_

EL SACRIFICIO.

piadado hallaba ó podía hallar la satisfac=

Llamaron á la puerta, y tia Luisa sa-

ciód íntima del que cumple sus e... por dolorosos que sean ? a Estas ideas la consolaron mucho; *

lió á abrir renqueando. Al oir el campaníllazo, Augusta, sobrecogida, se levan-

dándole

tó de pronto, y entrando en esperó intranquila el nombre

gura.

te.

vario, aquella

su cuarto, del visitan-

Poco después tía Luisa le presenta-

ba una tarjeta blanquísima leían estas palabras:

con

su

calma,

exaltación

Luisa: —Díle

caballero

bondad

de

constrastaba

dijo á tia que

pase

aguardarme

y un

momento/

Tía Luisa salió.Augusta, ya sola, misma

volvió á caer en la

desesperación

de

pénosísima

hasta el cal-

calle de

iría al sacrificio en

amar-

bien de

los suyos.

avanzó hasta Robles, serena y sonriente. En sus facciones, de una tranquilidad ex-

primera,

á ese

que tenga la

que

Iría,

para subir

Abrió la puerta que daba á la sala y

en la que se

Anselmo de Robles. Augusta no pudo evitar un movimiento de protesta. Serenóse, empero,

y con perfecta

fuerzas

antes.

Ella,

quisita, no se traslucía la inmensa congoja de su alma. Su voluntad de hicrro mandaba con despotismo, el corazón obedecía resignado la órden imperiosa. ¡

A las

insinuaciones,

caballero,

ella constestó -que estaba dispuesta á todo, que siempre sería honrada y fiel á la. promesa hecha, y que, aunque no le amaba, sabría llevar com decoro el apellido y no manchar el honor que se le daba.

Después suave

él le cogió

presión de

la mano;

aquellos

joven y hermosa, adorada por un hombre

amor volvía trémulos,

á quien quería, verse

nancia

obligada á hacer el

del

invencible

y

á la

dedos

que el

'sintió una

repug-

quiso

levantarse

y

sacrificio inmenso de su cariño, á entregar su corazón y su nombre á un ser dis-

protestar de aquella violación imperdo-= nable; más ay! alzó los ojos, y vió el re-

tinto de aquel

trato de su madre

en

quien

cifró

sus

ranzas todas de virgen cariñosa....!

qué martirio!

¿Porque no

morir

espe-

Oh,

antes

de ir á aquel terrible convenio, en el que ella entraba sin fé -ninguna, arrastrada . por una fatalidad inconcebible? Quiso rebelarse,

más

no

se resolvieron el agua, al

pudo.

Sus

enseguida

considerar

energías

como la sal en

que ella,

por des-

ventura suya, nose pertenecia en el mundo, que antes que su dicha estaba el bienestar de sus

hermanos,

cer el sacrificio

y

nobilísimo

que

de

debía ha-

sus

más

caras afecciones en el sagrado altar de la familia. Guardaría sus amores 'en lo

más profundo de

su pecho é iría al su-

plicio, resuelta y animosa, como una mártir cristiana. Dejando de unir su suerte á la del hombre en quien adoraba, hería sin piedad su corazón de niña, todo can-

dor y sentimiento, y mataba de un golpe y para siempre su ventura; más, que importaba si en

aquel

suplicio lento y des-

que le

pupilas lánguidas.

La

miraba con sus

noble

dama, in-

móvil dentro de su traje de faya negra, parecía alentar á su hija con su fijeza de. muerte;

sus

labios

plegaban en-una manos caían á los

finos

y

pálidos

tierna sonrisa y sus lados del busto como

en actitud de alzarse y ficio de Augusta.

bendecir el sacri-

La infeliz fijó ella misma la fecha de sus desposorios : se casarían....cuando

él quisiera.

>

El se marchó ebrio de amor de aquella primera entrevista. Procuraría y se juri ba hacerla feliz.

Al encontrarse sola, Augusta, desfalleciente. entró en su alcoba, púsose de rodillas junto al lecho virginal en que ella acariciaba sus ensueños de dicha, y dirigiendo la vista al cielo, como si ha-

blase con su

grimas:

Maté

mis

madre,

dijo bañada

ilusiones y

en lá-

destrozé

mi

alma; pero tú me ves «desde arriba y, al bendecirme, exclamas: Pobre hija mia!.. ABELARDO MORALES

FERRER.


EL

CARNAVAL

EA

SA CANTARES. dé El traste de mi guitarra

ya no resiste las cuerdas, siente como

yoel pesar

de las ilusiones

muertas.

El cantar del desengaño es un

cantar

muy

amargo;

¡quien volver atrás pudiera y lo pasado,

pasado!....

Suspiros hay que se escapan dejando tras sí una pena; ¡si la conciencia se viera

Tras de la dicha me arrastro mostrando siempre contento, yo quiero vivir cantando que para llorar hay tiempo.

Anda y dile á quién te dijo que lloro desesperado,

que no hay quién seque los ojos como á tiempo un desengaño. Una guitarra rasgueada con gracia, zandunga y garbo, alegra los pajarillos y en dulce trueca lo amargo. PEPE

sx

empujado

pu: +-—

BLOMA.


EL

543

CARNAVAL

==

SAINT PIERRE.

rie del sollozo sarcástico de las brisas qu azotan.

El mismo

dolorosa Un

cición ha

pasado

por

Saint-Pierre,

la

que

beso del mar es una

hiere

sus

plantas

de

cari6

cadávery

Convertida.en Etretat misteriosa, ni

piensa,

Y

ciudad muerta de América. Como si no fuera bastante un baño de fue-

siente, ni progresará sino para la eterna existencia vegetal del mundo. Mañana, como

go, el destino la azota con sus huracanes incle-

ayer fué una ciudad, será una

mentes.

fué un pueblo, será un monumento. Sagrado ' Guácharo de los mares, imperio de las tristezas, futura Elora que alzará ante el mundo sus pórticos y sus alamedas denunciando una civilización escondida en el polvo de los siglos.

La Providencia es, á veces, implacable. En su tumba de laya, Saint Pierre se estre-

mece todavía

como

un

fósil

golpeado

por la

zarpa del oso de los vientos. Sobre sus soledades espantosas, más tristes que las de Persépolis, brama la tempestad, tan violenta como sus anteriores desgracias. El mar azul que besa sus playas solitarias

Bramen

novedad;

como

subre Saint Pierre las tormentas:

tropicales.

¿Que importa, si ella duerme ya el,

sueño fastuoso del pasado? - En el pasado está como

Menfis

y como

Babilonia.

Duerme,

co-

les, de igual modo que las ondas tirrenas arru-

mo Nínive, sepultada en la relativa grandeza de sus recintos, que no tenían capacidad para

llarón tristemente

los

rima

la ensordecedora

Estóbias cantada

y de

la

canción

de

muerte

Herculano.

por los mares,

de

sus

funera-

Pompeya,

Sinfonía

en

el arpa

de

del siglo sonora

del

planeta, en el laud gígante del Atlántico. Si

la

muerte

de

un

ilustre

es

triste,

muerte de una ciudad es conmovedora. en las batallas es grandioso;

morir

la

Morir

bajo la llu-

via gel infierno, entre la ceniza de cráteres hirvientes, es fantasmagórico, terrible, fabuloso; casi un éxtasis de dolorsupremo. Saint Pierre no ha muerto, sino se ha apagado en el cuadro

polícromo del Universo.

Ciudad convertida en

fosa; fosa convertida en féretro; féretro convertido en catacumba. Catacumbu fantástica minada por el Plutón ignorado que amasa el fuego de la tierra. Más triste que las cámaras

sepulcrales de-Estruria y que las lotomías infames:de

Dionisio

probadas

por

Filomenes

días amargos de tiranía y crímen. Saint Pierre reposa. La ceniza

en

es

una

mortaja séptica. Bajo sis masas absorventes, las miserias humanas se purifican. El fuego es un orfebrero inimitable. Tal vez, por eso

los fanatismos de siglos negros quemaban á los herejes, para “'limpiarlos de impurezas.” El fuego ha convertido á Saint Pierre en un santuario.

Aquel

mercado en

humanidad reñía el combate

que parte

de los

de la

egoismos

naturales, es hoy mausoleo en la Historia. Saint Pierre, está terriblemente hella. Es una ciudad novelesca, sobre cuya corona de siemprevivas ronda ya el duende de la leyenda.

Es posible lo hermoso es

posible

una

eni lo espantoso,

delicada ' parietaria

ataud arrinconado y un rayo:

de

como

sobre

sol de

un

prima-

vera sobre un panteón en ruinas. Su blanquecino sudario ha tomado un aspecto de marmó.reo atavío, y es en las noches como una fabu-

losa creación de la fantasía tomando

forma en

el celeste festón de aquel mar espantado.

Nada pueden ya las tempestades sobre su pasividad de esfinge. Desafía á las trombasy

-

Sardanápalos

asiáticos,

pero

Pl

la suficiente

para que aleteara en éllos el águila caudal del progreso. “Campos de soledad” que diría el poeta latino, serán sus ruinas tan sagradas como los restos de Angeor, el santuario más be-. llo de la civilización india del siglo XV. En la radiante crujía de las glorias positivas, élla, no fué Roma con sus impotentes palacios imperiales, ni Estrasburgo con su catedral magestuosa que cansa á los vientos en las volutas

de sus

bóvedas,

ni París con su asombroso

deslumbramiento civilizador. Fué delicada ciudad del mar triste : el mar de las islas esclavas; y tenía derecho á la ¡gran vida del progreso americano.

Cayó en el sepulero como

los mártires que

perecían en la hoguera. Todo un pueblo se retorció en las llamas, atenaceado por la asfixia

y en el delirio del espanto. - Un juicio final debe tener esos aspectos siniestros de conflagración. Parece como que un estentóreo rumor, de trompetas ensordece los aires y todo un . pueblo entra, consternado, abrasado y grimoso, en el seno inmaterial de lo ignorado, ante la mirada impasible de Dios. ¡Espantoso caos, en espantosa consumación .de almas...! Trágica alegoría del terror.

,

¿ Qué importan ya las bravatas de la tempestad ? Ellas pasarán sobre aquel sepulcro enorme como

tocar una

una fantasma

vida.

“Todo fué

encolerizada,

y nada

sin

es:” esta

desconsoladora realidad, que ha conmovido a América, es el dístico elocuente que puede 2

barse en

aquellas piedras blanqu

go, como

un “aquí yace.”

al

Bajo Saint-Pierre está una época,

un

fue-

pue-

blo, una civilización. Por.encima de Saint-Pierre está la eternidad.

Y, como

una

corona de

turquesas y rubíes, el cráter del Pelée adorna aquel monumento legendario del siglo XX bre cuyas playas ateridas el mar de A , gime y solloza y se lamenta como un pálido amante adolorido. ¡Triste Saint-Pierre !

Fenix MATOS BERNIER.. iÉ

AA

o

4

da

ai

de


EL CARNAVAL

PENSANDO. (TARDE

APACIBLE,

¡Que

-berbio

CIELO

dulce

ESPLENDIDO,

es

SERENO

contemplar

espectáculo!!¡que

indefinible

bienestar

siento

medió de un

silenció

la Belleza

llena

dulzura,

la Poesía vestida

EL

de una imagen ilusoria, la mente, una felicidad

MAR)

este so-

sensación

cuando la grandeza de esta

de pregona en

tados psicologico-mentales del alma es la que entraña el problema de la existencia.. Una ilusión que muere y otra ilusión que nace, un amor que lo encien-

en

mi

de

ser,

hermosa

tar-

magestuoso

de

magestad

con sus

y

mejo-

res galas, el Amor atractivo y sonriente esparciendo luz, murmurando endechas en el rumor quilas.

de las olas,

serenas

Allá lejos el: dorado mos

reflejos

del

Sol

y

tran-

tinte de los últi-

tiñe

el

horizonte,

con pinceladas de oro.

Más después cambian los colores del

cielo y entónces más poesía, más luz, más amor dá al ambiente, á la naturaleza toda. la aproximación de las sombras.

E

Es que el crepúsculo avanza, precediendo la entrada de la noche en el círcu-

lo inmenso las

almas

de la vida;

que

sufren

es que un

necesitan

intervalo

de

tiempo á sus dolores y sus tristezas y el sueño en pos de la noche las hace olvidar eahando un velo tenebroso que las cubre.

* Y á la agitación del espiritu en la vida sucede la calma silenciosa del reposo. Pasaron las horas plácidas del sueño

y un nuevo día amaneció. .... Las

somnras

del

ayer

huyeron

y la

vida empezará con otras perspectivas, tumultuosa y agitada tal vez

¿Fué

el ensueño

dela víspera

rayo

de luz que iluminó un instante y sin dejar la estela del recuerdo?

pasó

¿Fué la ilusión

dura lo que el fulgor de un relámpago, una sonrisa que asoma á nuestros labios en los momentos de dicha que nos dá la luz de nuestros pensamientos, sujetos á la magia de lo inverosimil; á la sugestión

indecisa del placer, á la imperiosa

sidad de sentir como

zan la vida

real,

nece-

sienten los que go-

forman

también parte

de la vida, pero yida sin vida real, vida que se esfuma ó se pierde en lejanías incomparables, sin límites, en el profundo silencio del olvido.

. «y muere y revive el hombre la extraña lucha de su vida....

Con paso

inseguro é incierto

en

cami-

na al azar y encuentra la dicha que se pierde al fin, más, siempre el dolor aparece y al fin persiste..

Soñando siempre con lo que desconoce, atento á la voz intima de la conciencia, espera,

más

espera,

con la fé de

profun-

das convicciones á que la ¡lusión de ayer se trueque: en la realidad del mañana, sueña sí, que ve el dolor huir avergonzado de si propio y ve por fin la paz sonreida

coronando con la aureola de luz su

frente erguida de incansable peregrino. Y también espera sentir sobre aquella frente que marchitaron los años como

se han

de

reflejar

eterro luminar

los resplandores

del dia venturoso

del

llegado

al fin sin crepúsculos y sin sombras.... JOSE REYES

CALDERON.

pasada, una quimera

nacida de las fraguas del forjada en el

un fantasma de ficticia que solo

pensamiento y

yunque de la mente, sedien-

ta de luz ó ávida de esperanzas

? i

- Ayer cómo hoy, hoy coto mañana, surgirán, siguiendo la sucesión interminable de dias y de noches, nuevas ilusiones y nuevas quimeras que agonizan con la llegada del crepúsculo y mueren perdidas en la sombras, en la sombras, sí, de ese mundo de sueños qué sin ser fue- ' ron y sin vivir vivieron la existencia ficticia de lo que no se palpa, intangible, pero de lo que si se siente, lo sensible. Y la vida del hombre sujeta á estos

cambios, á estas transiciones, á estos es-

Es ceniza del fuego que se apaga; Vana ilusión del corazón que late ; Es nube cenicienta en el combate

Que sin cesar la pólvora propaga. De una gloria Reliquia de una El polvo deja y El rudo tiempo,

“que fué,” girón que vaga; vida que se abate. ... la grandeza bate de ótra edad que alhaga.

Resto de la pasión, tu eres las flores Que ávido guarda el corazón amante, Y predican la fé de sus amores. ¡Oh, polvo maldecido, en tí se troca La ilusión que al nacer, cual hymo errante, .

Nos parece al subir que al cielo:toca ! >

e

B


EL CARNAVAL y dí en brazos del poeta. ¡Esculpe!

Doña Josefa Morales de Vilá. El dia 8 del actual á las 4 de la ma-

ñana, falleció en éste pueblo la virtuosa señora cuyo nombre encabeza estas lí-

neas.

Buena hija, amante esposa, Curiñosa madre y exelente amiga, ha bajado á la tumba cuando apenas contaba 21 años

de edad. Era

Pepita

comó

cariñosamente

llamábamos

sus numerosas

dechado

bondad

de

y

amigas,

virtudes,

por

la

un

lo

que su inesperada muerte ha causado honda impresión en el ánimo de cuantos la queríamos y admirábamos.

Hogar ántes

risueño y feliz, vése de

pronto tronchado por mano de la implacable y traidora muerte arrebatando una

existencia tan preciosa y necesaria. Sirvan estas líneas de consuelo á su atribulado esposo y demás familia, y ser la corona de siemprevivas que deposito en la tumba de mi ¡inolvidable Pepita. JOSEFA VARONA

y formó conmigo,

cual Fidias, estatuas bellas. ¡Conmueve! y llorando amores ó de la patria la ausencia, mis estrofas sollozantes

hilos de lágrimas eran; ¡Suspira!

y en la guitarra

gemí tristes cantilenas que abrieron de corazones las duras, ferradas puertas. ¡Vence! y en copla de fuego

escalé callada reja. y besé tiestos de flores

y subí á alcoba secreta y en el lecho de una virgen ven— prorrumpí—que é/ te espera! ¡Exalta! y en el combate ardor fuí que el pecho incendia,

y llené todo el espacio

con ruda,

vibrante arenga;

¡Ennoblece! y besé ruinas, y en las catedrales viejas y en los arcos derruídos

y en la Acrópolis de Atenas, plego mis alas y evoco

San Lorenzo Sepbre 9 1903.

la gloria imperecedera....

EL

ROMANCE.

¡Asombra! y en la lid ruda que con el genio sustentan la perfidia, el egoismo, y no la Forma

PRIMER

PREMIO

(POR

UNANIMIDAD).

y la Idea

que son dóciles esclavas, el que sucumbe,

NL LA

BELLEZA

CLASICA.

Donde mn un plinto, un relieve, una gloria,

un : una allí del

una presea,

mármol trocado en polvo, cripta ya deshecha, estoy, pues canto glorias honor y la Belleza.

Lo mismo

que en las batallas

y con mi clámide augusta se arropó la gaya ciencia

rueda,

que, al caer, van destilando

gota á gota el alma entera,

en mármoles el artista

y en dulce ritmo el poeta. Soy estatua, meo estrofa: mi destino es la Belleza. CRISTÓBAL REAL.

supe brillar en las letras; en labios de trovadores recorrí la Europa entera,

el que

se despide con mis versos de los hombres, de la tierra; y expira como Petronio entonando estrofas tiernas, entre apóstrofes viriles é imprecaciones violentas:

== PUNTOS LITERARIOS. ==

que, de los pórticos griegos,

buscó refugio en Provenza. Yo dí á los Juegos Florales con la sonora cadencia del octosílabo,

historias,

narraciones y consejas; la vida inmortal, robusta, de la raza en la leyenda.

El Arte me dijo:

¡Canta!

ROMERO—Adjuntas. Enteramente

de

acuerdo;

pero...

no

tan

fuerte.

X X—San Juan. Usted tiene “facilidad”;

ó

ld pero abusa.

Aguántese en la prima y Votá como

tan las redondillas .

Dz


Pr

RAUL—Ponce.

:

CARNAVAL

EL

6.

“¿Que presenta tu postal”

|

para mandar

Señor:

versos malos

¡Cabal!

no bus-

4

eonacidos.

que po

“De tu candor y modestia _ Solo encuentro un ejemplar.”

ul es un periodista de San Juan que no

hace versos.

Ya. lo sabe usted.

|

Mejor dicho:

JUAN LIPENDI—Mayagúez.

s. Barros tiene mala suerte con los poeta con Parece que las musas no simpatizan

“Porque me tienes cautivo no te porgas á cantar : Yo no me muero de pena cuando me quieren matar.”

el medio.

+ A VUELA PLUMA. +

Cuanta originalidad ....! Venga de ahí.

“Cuando salga de mi carcel si te encuentro por la calle

te haré el mismísimo caso que si no pasara nadie” hacer, cuando Lo que usted debe recogerse á

de la careel, es

buen

"e salga

vivir, y de-

jarse de garatas. Adelante con otra estrofa.

Fuiste la causa primera

de mi eterna perdición Sue Dios te perdone ingrata,

usted si se arrepiente de sus culpas y ofrece no mandar más versos en cuyo caso “ego te

absolvo.”

|<

|

N. MORA SALVAT—Barros. Barros es! un pueblo desgraciado

“ poética-

mente” hablando. | Este Morh le dá tres y raya á Don Veamos como “ postalea.”” “* Quiza si entre las ondinas En sus juegos nocturnales Surgió tu

Figue.

imagen divina

Para enloqhecer mortales.

Porque es, Antonia, sabido ia y gentileza, tu Sup

virtud

solo ha venido

A completar tu belleza

Y enel ramo de violeta presenta tu postal

so

> ta candor y modestia

Solo encuentro un ejemplar. Vamos á hacer la “disección.”

“Quiza si entre las ondinas

En sus juegos nocturnales Surgió tu imagen divina Para enloquecer mortales.”

Lo dicho: Péor que Don Figue! las ondinas ¿En Barros averiguó usted que

juegan de noche? A la “gallina ciega” jugarán, seguramente. “Porque es, Antonia, sabido

Que á tu gracia y gentileza rtud solo ha venido

completar tn belleza.” versos, amigo, Pero estos A

pies ni cabeza.

No tienen

«Y len el ramo de violeta” ¡Aprieta

!

amigos

Nuestros distinguidos

el inteligen-

y la te y probo empleado Don Antonio Porrata a Pepit ita señor osa virtu y rada simpática, ilust s.

Rivera, han unido su suerte ante los altare taLa dicha preside el nuevo hogar, levan do sobre la base de un amor purísimo. Que la felicidad sonria siempre en su torno son nuestros más vivos deseos. Ya está de

Lecuna.

Diaz

Eduardo

como yo lo perdono á

Hogar.

Nuevo

te otorgue su perdón.

que Dios la perdone

un “ejemplal.”

nosotros el inspi-

entre

nuevo

rado poeta venezolano.

Ya no es el desterrado que combatió al lala do de los puertorriqueños por la causa de rea Lecun Diaz Hoy libertad de esta tierra.

resenta en Puerto Ricoá la patria libre de olivar y estará alejado de nuestras luchas, pequeñeces y de nuestras miserias.

de nuestras

Bienvenido sea el querido compañero.

Muy Ayer

visitamos

está proxima mas. Tanto el

bien. la

á sufrir

central

telefónica

que

importantísimas

refor-

Fabian,

como

administrador Sr.

el encargado de la parte técnica Sr. Sierra Amalbert, están empeñados en qué tenga San Juan un buen servicio telefónico y lo consiguirán sin duda. Y para que las Stas. telefónistas trabajen á gusto y más comodamente ¿nó podria el Sr. administrador dotar á la central de un ventito lador eléctrico. Se percibe en aquel salón un calor, tan so: * focante....!. dor ventila un cuesta como poco tan ¡Y eléctrico !

Agua

>

Loción Tónica por J. M. Blanco

de para

quina. el

Por su uso continuado

preparado

cabello E

desaparece la

Cas-

pa, da vigor, lozanía y perfuma la cabellera.

Palmas.

-

Asi se titula el libro que acaba de nuestro

Cristobal

nerido

compañero

Real.

publicar

amigo

y

r

Don

El libro es porro en volumen; pero grande en valor literario. Basta decir en su abono que en el está contenido el Romance, primer premio del Certá: men del Atenes.

Nuestro aplauso para Real.


EL CARNAVAL

NOVELAS LA

CORTAS

MUNECÁ

Por Carmela Eulate Sanjurjo. (CONTINUACION. ) vII

Desde aquel momento

tuación

Rosario se conside-

ró vencedora y volvió á entregarse á su pasión

favorita al principio moderadamente por un resto de temor. Pero poco á poco fué tomanda en las tiendas joyas y telas costosas, que apuntaban á nombre de su marido. El dinero comenzaba á faltar en la gaveta de este, y Teresa que lo sabía

ocuttaba las

cuentas

tratan-

do de entretener á los acredores. Julian trabajaba desesperadamente

hasta

las altás horas de la noche, haciéndose cargo de más asuntos que los podía, y consumiendo

su salud en aquella vida febril. Tuvo la desgracia de perder en la Audiencia un pleito ruidoso en que se atravesaban dos fortunas, y este fué un golpe mortal para su reputación.

Dijeron que se había gastado, que entregado por completo á la política tenía el bufete en manos de los pasantes y la opinión comenzó á serle hostil. Algunos criticaban el lujo escandaloso de su mujer, incompatible con las rentas de un abogado que vive solo de su profe-

sión, y sti fuma de honradez empezó á ponerse en duda. Los mucho envidiosos que tenía y sus enemigos políticos aseptaban dar crédito á estos rumores que tenían á los ojos de los indiferentes aspecto de verosimilitud, más

Un dia uno de los acredores, más osado ó inteligente, evitó la vigilancia de Teresa

y logró penetrar en el despacho de Lasaleta. Traía una cuenta de la joyería de Mr. Forestier donde la señora había tomado alhajas por valor de de 15000 pesetas, y se escusaba de venir á.presentarla con motivo de que su princi.pal

estaba

Lu verdad

haciendo

balanee

de

fin

de

año.

era que Mr. Forestíer oía toda cla-

se de comentarios sobre la situación financiera

de Lasaleta, y quería realizar aquellas cantidades antes de-c ontinuar fiando nada á la dama, Julian pagó tomando dinero á intereses elevadísimos

y preguntándose

ya

con

temor,

si sn trabajo honrado bastaría para satisfacer aquellas deuads. Se sentía sin valor paraintentar una nueva lucha cuna inutildad

adivinaba,

pues Rosario había aprendido bien el medio de hacerle ceder. Su desvío le habia vuelto loco, ¿ y no quería á nihgún precio provocar una si-

Mb

él.

en

que todas

Si quería verla

nía otro

medio,*eon

la

torturas

fueran para

amable y cariñosa, no tedolor y

vergúenza

se lo

confesaba. que tratartala como á una mujer venal, y traerla una joya ó un regalo costoso. Entonces Rosario se animaba: sus labios pálidos hallaban palabras de ternura, que recompensaban aquella nueva prueba de cariño, y hacía revivir sus ilusiones de la luna de miel.

Sabía el precio á que podia ser feliz, y sintiéndose sin fuerzas para prescindir del amor de aquella mujer, se abandonó 4 su suerte, corriendo al abismo que veía abierto.á sus piés. Entretanto Rosario era completamente dichosa. Tenía magníficos trajes, conservaba su coche de pareja, su palco en el teatro, y todos sus caprichos eran satisfechos. Se alegraba de haberse mostrado dura con su marido,

pues

aquella

entereza

:

le hizo desistirde su

ridiculo y necio plan de economías, pero como - : el peligro podía volver y Julian era tan raro y testarudo, aprovechaba todas las ocasiones para repetirle que ella no pódiá prescindir. del lujo. Julian solía escliobarik con rostro sombrío.

,

—De modo que sí fuera SS

me abando-

narías la dijo una vez con marcado acentode amargura. Que para tí la dicha .está en esas

mil necedades que te extasían y no enel

ca-

riño verdadero — Yo no he dicho eso. —No. Pero todos lus días me repites que no podrias vivir sin coche, que la vida te sería insoportable en la pobreza. Ocho años ha:

ce que nos casamos y en ese tiempo no ha te oentrido ni una vez siquiera decir que no podrías vivir sin mi. Rosario le miró

der á que venía marido se le puerilidades.

sorprendida, sin compren-

aquella queja y por quéásu ocurría

hablar

de

:

—No lo he dicho porque no me preguntado, dijo por decir algo. —¡Oh!

-

semejantes.

y acaso esas cosas se

lo habías : pr

tan?

El cariño, el amor que no piensa más test de el objeto amado, que adivina todolo que ta :

(Continuará. )

4


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