EL
CARNAVAL REVISTA DE
LITERATURA
Decidí
EDUCADA LA MUJER Y HAREIS PUEBLOS LIBRES
DIRECTOR
Año
3.
Y ARTES
Bello
ADMOR:
Sexo.
REDACTOR +
PAGO BAS AGUILAR,
JOAQUIN E. BARREIRO,
SUSCRIPCION:
Un mes... 25cs.
Untrimestre70 “
ÁK Entered
Y
al
-
OFICINAS:
SAN
FRANCISCO
December 19, 1902, at San Juan, P. R. as second-class
SAN
JUAN,
PUERTO
RICO,
Num, suelto 7“
95.
matter, under Act, of Congress.of
STMBRE.
20 1903
March
3, 1879.
Núm. 68.
PROEMIO. Para doce rimas de S. Valldejuli.
Fácil la concepción ; alta la idea ;
El porte airoso y el estilo hidalgo, Late, en la entraña de esas rimas, algo
Del alma esplendorosa que las crea. Hoy
es el verso,
para
mí, librea ;
Y, en el carro triunfal de un hijodalgo, Tomando el puesto del auriga, salgo Al campo en que lá fama glotonea. . En ese refectorio de inmortales,
De aplausos y de víctores repleto, Hay doce convidados ideales : Si pudiera, las mieles del Himeto Brindaría á los doce comensales En el sonoro cáliz de un soneto.
3. A. NEGRON
SANJURJO.
ed e ¿ina
2
EL CARNAVAL
La Disciplina Escolar en Puerto Rico.
Estas dos tendencias en la disciplina tienen su origen en el diverso concepto
FRAGMENTO.
Los partidarios de la primera dicen: “Es necesario que el niño sea obediente,
|
La disciplina escolar, según algunbds, el medio Óó medios de que se vale
es
el maestro
para incitar al alumnoal
ducta; según otros, es la facul.ad de reprensión, que forma en los alumnos el hábito del propio gobierno, y según to- y. dos, es el fundamento y eondición indis_pensable para la existencia de un esta" blecimiento educativo, que regula su mar-
caracterizada
multaneida;
crea
por la armonía y la siel órden,
el
respeto
y
la obediencia, estrechando los lazos de cariño entre el educador y el educando, semejante á la simbólica cadena de oro de que nos habla Cicerón. La disciplina es á la escuela, lo que.la gravitación en los espacios siderales; regula el órden,
ca órbitas
establece la armonía,
libres
para
cada
mar-
cual, al par
que á todos somete á la atracción mútua;
al
amor
que
ha
de
predominar
en
puntual con
precisión,
su voluntad
debe estar
los
corazones. Pero existen dos tendencias disciplinarias. La una crea una dizciplina severa, rigurosa, que hace mover con prontitud al alumno, que tiene el rigorismo militar, quelos efucandos paracen pequeños soldados en su silencio, en su precisión, en su uniformidad; diciplina mecánica en la que des parece el alumno para dar cabida al número de órden, en la que el maestro tiene más puntos de
semejanza con el jefe de una guarda, que con el cariñoso padre de unas criaLa otra tendencia, es la que considera á la escuela como estado en miniatura; que trata de crear hombres para la y no
fieste en actos voluntarios y dirijiéndola; no estamos educando ciudadanos para
que los dirija un gobierno, sino ciudadanos para que el gobierno sea dirigido por ellos.
sus defectos.
Hay más
libertad
en el alumno
porque! profesa el consejo
de Fenelón.
'Buscad
de hacer
agradable á los
todos los medios niños lo que de
“ellos exijais: Cuando le propongais que haga alguna cosa dificil, hacedles en-
tender que el placer seguirá muy pronto
á la pena que se hayan de tomar.” +
tienden á
los prim«ros
En sintesis;
crear masas dirigibles, los segundos masas directoras. Los primeros toman como base de setoda educación, la opediencia:.. los gundos la voluntad. Ambas tendencias llegan á veces á
la exageración, ó pidiendocon el pedagogo ruso dejar al alumnoen completa libertad:
ú
olvidando
lo
que
sabiamente
ha dicho Goethe “que todo lo que nos dá la libertad sin darnos á la vez dominio de
nosotros mismos, nos perjudica.” Esbozadas ligeramente las dos. escuelas disciplinarias y decididos partidarios de la última; conforme á dichas ten-
dencias, haremos la crítica y estudio de
la disciplina en las escuelas de Pto. Rico. PABLO MORALES CABRERA.
El Salmo de la vida. llo PRIMEE
PREMIO
EN
ELLO EL
CERTAMEN
DEL
ATENEO.
FRAGMENTO.
soldados para un ejército;
que no.é8 fan rigurosa én sus prescripciones; más bondadosa con las faltas; que permite al niño ciertas expontaneidades, como el único medio dé estudiar su carácter, de conocer sus pasiones y de co-
rregir
sometida á la de
“La voluntad se educa, no sometiéndola y anulándola; sínó haciendo que se mani-
turas.
sociedad
activo, y
pronto,
su educador que le manda y que le guia”. Los partidarios de la segunda dicen;
estu-
dio y á la observancia de una buena con-
cha
de la vo-
que se tiene sobre la educación luntad.
Mas vale una buena disciplina que una buena doctrina. (Adagio popular.)
Del múndol: en el combate fragorosó, En el “vivac” perpétuo de la vida, Nadie cual recua irracional os lleve : Luchad
teniendo la razón por guía.
¡No fieis en los vívidos fulgores
Con que al iluso al porvenir fascina, Y dejad al pasado la tarea
De sepultar sus fúnebres ruinas. ¡Trabajad con tesón hora tras hora; Buscad en vos la fuerza que os redima, Y doble impulso vuestro ardor aliente : El corazón
adentro y Dios arriba!
MANUEL
FERNANDEZ
JUNCOS.
z
5 i
- EL CARNAVAL
ADDA.
seno,
PREMIADO
EN
EL
LEMA
CERTAMEN
DEL
ATENEO.
A ratos, ella, adelantábase al golope á través de los humedecidos campos os-
El sol había ascendido un poco por el azul del cielo y la mañana presentába-
tentándose gallarda sobre su jaca nervio-
se en extremo agradable.
perfumada
brisa
del
campo
sa, para venir
iba
entibiándose por grados y de la natura-. leza toda,
soñalienta
aún,
desprendíase
un hálito arrobador, una así como promesa de
dichas,
de
invitación á
amores
no
soñados que regocijaba mi espiritu y que haciáme_ ser locuáz con aquella encantadora chiquilla rubia, que aún ignoro si adrede ó distraidamente pegaba su caballo al mío en los deliciosos paseos matinales que con tanta
complacencia
permi-
tían los buenos de sus padres., Un beso no hubiera sido un imposible á tan corta distancia. Esa
mañana
estaba
Julia
menté vestida, - con sencillez
ble.
adorhble:
irreprocha-
De blanco, corí prefúsión de enca-
jes finísimosá través de los cuales corría estrechísima cinta azul; -«dejando ver por el cuello y brazos su blanca sónrosada carne adornada de bellos rubios semejantes
" 2 ténues hilillos de oro; con un ramo de pensamiento en el pecho y úna pamela caborrojeña sujeta por la barbitaá fin de guarecer del sc1 su cabeza artística y ru-
bia como un ampo de luz matinal,
De toda ella exhalábase un “perfume á primayera, á mañana de Abril. esto es; e. ella sabia á mujer joven y bonita. que lo era ¿que mujer lo ignora cuando
realmente lo es? Por eso cuando decia: —sujeta mi es-
no
vaya
á
caerme—ó:—ténme
la
fusta en lo que me arreglo estas, flores—
sabía muy bien que atraía mi imaginación hácia su fino burceguí que aprisionaba
una
monería de piéó hácia
mas
el moviente
tardeá
cerrarme el
paso por estrecha vereda, llena de gozo, sonrosada, rebosando alegría y salud; otras veces, cuando las ramas de los naranjos en flor interceptaban el sendero,
empinábase sobre la silla y cual ninfa de los bosques, las sacudía con violencia para Coronarse
diamantinas
de
blancos
gotas
de
ahazares
rocío
yde
¡oh! y qué
ideal aparecía entonces á mis ojos.
¿Era Coseta. córrateando en el Luxemburgo? ¿Ofelía bustando su felicidad en las hojuelas de una flor? : Nada de eso: era un corazón vírgen respondiendo alocadamente. al primero que
llamabas á sus
del amor;
el
puertas
en
nombre
desdoblamiento primero de
la flor al beso de la primavera de la vida. ENRIQUE CONTRERAS.
DELIRANTE. sx
PARA "55, CARMAVAL>
estaba
midulce amiga verdaderamente deliciosa.
tribo
femenil y
lejos, sino por los alrededores de la finca, partimos; ella en su jaca blanca yo en mi caballo zaino. Y Paseamos mucho. e
FRAGMENTO.
La
corazón
Por fin, después de escuchar las re* comendaciones de los papás de no ir muy
SIN CUENTO
santuario de un
apasionado.
A
.”
En el delirio pasional. Ale mi alma todo lo miro de rodillas como yo á les pies de tu zócálo. ¡oh Gracia Victoriosa! Las potestades de la tierra parécenme inclinadas como tallos baje, 'e el viento en señal de profundo vasallaje ;.y el panorama prodigioso que la naturaleza desarrolla impasible en la marcha planetaria, casta blancura de luna,
nívea blancura
de alba, frá-
giles sos de rocío, roseos eristales de aurora, aznl de zafiro y sangre de rubíes en el crepúsculo, tonalidad inefable, matiz recóndito en el inmenso espacio, es el tributo insu ble que lleva á tus altares el alma del m o supremo. Una maga munífica elabora para tí maravillas en subterráneos talleres desconocidos, y sobre
la haz de la tierra abre profusa la obra: de sus manos divinas en e
corolas y colores e: E
4
552
_“EL CARNAVAL
_
te dan la poesía de su homenaje
en el silencio
Tu pasaste cemo el ala de las provocaciones infernales, y me arrastraste como una presa desgarrada al mundo lhiuracanado donde rreina el espíritu de las grandes tragedias, y donde el amor enajena y apasiona como las dianas de los grandes combates. p Tu eres el drama. Tu eres la mujer de las
mudo del asombro. | Seres que anima un espíritu ignoto E ¿Proteje una hada ineorruptible, violetas,
heliotropos,
claveles,
azucenas,
can-
tan en el augusto alcázar tus hechizos, y adormidos en el oro de tus cabellos y en el mármol de tu seno entre mes que se mezclan en himeneo ideal al or perfume de tu carne, on la omnipotencia del misterio revelao en tu creación y'torturan los corazones con la crueldad de un suplicio sobrehumano. Cuanto vibra en las liras exímias, estrofas de himnos triunfales, llanto de idilios rotos, voluptuosidad, angustias, regocijos, orquestación infini-
ta del sentimiento $n la vida tí diríjese como
de la emoción, á
un mensaje azul en que el alma
universa te escribe la música de sus bendiciones; mientras el titán prisionero, el majestuo$0 mar que en su glauca hermosura disfraza la ferocidad de sus cóleras, y en sus aguas oculta
el duelo de sus víctimas, deposita orillas de tu alcázar Ja soberbia ofrenda de sus olas deshechas en espumas
luminosas,
bajo la rauda
ful-
guración del iris que flota sobre el rugido como un angel sobre la tempestad.
mi almacomo
y sombrío re-
un eco exuitante.
de
do el monstruo y yo en un solo" ser consciente, que á poco lo he dominado, lo he vencido, arre* batándole los atributos de su belleza y de sn en una ola máxima en que he ab-
sorbido todo el calor del sol'y todo el dolor de la tierra, recojo y postro ante tu trono como un _eselavo mi hazaña y mi conquista.
Ese MAR
de sus tormentas, mencia.
me
Como él quiero
|
demasiado
sol en tu
capaz de.su de-
amarte.
en sú densa superficie.
Mi
amor
no es
.No refleja verdura
Nc murmura,
nó son-
rie, no saluda la sanción de la gentes. No se ampara en los ritos establecidos, no se acoge --á la máscarada humana. El amor cuotidiano, el amor ordinario,
el
amor de
todos los! hom-
bres y todas las mujeres,, el amor oficial, no es
el mío, Asi no te amaría! Yo no sabria amarte como todo el mundo....Nada habrías dicho á mi almasi te hubiese creido de la turba que ama como duerme, “como bebe, en ina
como pasea, como cóme, monotonía espantosa, en
degradante,
inmutable y automática.
vienen
sangre y dema-
y caudalosa, que inunda y brama. * Hay que amarte
á la sombra
en los canales de Venecia,
delos
palacios
riguísimos y los
;
recuerdos clásicos; ó en los lagos de Suiza, bajo la majestad de las montañas; ó en las aguas
gloriosas que cargaron en sus ondas la barca de Cleopatra y gimieron en el ritmo de sus remos de plata;
pueblo
ó en la: costa
esclarecido
asistía
sa.
a en
que el
delirante á la apa-
rición de Friné destrenzada y desnuda,
brotan-
milagro de belleza y her-
cias, después de haber
en
Así
ahuyentado á todos los
sátiros.
Amor contigo
una
aman
repetición
todos los
organismos bajo el sol, amor simétrico, enrielado. empadronado en que la vulgaridad y el fastidio: fructifican' una flor de aplanamiento.
ha de ser olvido,
El olvido
de Vesar en el peligro, cuando abandonado en los*brazos de la imperial odulisca no esencha- * ba el ruido de los. ejércitos enemigos cada vez más cercanos; el olvido del gigante invencible que se durmió en el regazo de la aleve adorada para despestarse mutilado; el olvido del mundo,
el olvido dela
vida, el
olvido de todo,
de todo, para no existir sino en tf y para tí, como en su cultó el fanatismo antiguo. * talgias,
No se desliza blando y dulce como
una igualdad
Hay
y la pasión
siada lumbre en tu alma. Tu eres la locura, la pasión despeñada, precipitada, borrascosa
Amor
SOY-YO.
siento
los amores reglamentados.
*
hermanas en la hermosura de Grecia y Roma.
contigo
martírio.
Me siento capaz de atesorar en mi alma y para tí, toda la belleza que en su creación derrochó el alma del misterio. Me siento 'capaz
riachuelo.
.
horizonte
dores de su grandeza arde mi fantasía, paréceme que en un enorme abrazo nos hemos fundi-
¡Ay!:
las deida-
Ni su
pongu mis ojos, y en el misterio espantuble de su abismo hundo mi alma, y en los esplen-
A
de Virgilio, de
u eres de
des clamorosas é ignescentes del gran arte. Tus
¡ESE MAR SOY YO.
Cuando en la linea oscura
fuerza;
de Shakespeare.
mosura; hay que amarte como á.las ninfas, en el bosque, en un gran lecho de flores y fragan -
El verso del poeta poderoso ¡AY!
Dante,
do de la ola como un
NM suena ahora en
musas portentosas, de ape
ha de
ser
erisol,
Ha de estallar en” tristezas, en
deseos
castigo,
en nos-
nunca experimentados....
Ha de llorar, ha de gritar, ha de cantar; ha de ser el dolor en toda sn escala de padecimien-
a
despiadados hasta agotar y consumir la exis-
necia en la desolación doras.
de las penas
Amor rebelde, insurrecto,
abruma-
intrépido, por la
inclemencia herido, por la desgracia purifieado, dueño de sus alas como el águila; amor glorioso, único de las almas superiores! Abajo, en la llanura sin pliegues, pulula pasta la muchedumbre que ama
fico y no perdona los amores
el amor
nel.
extraordinarios;
la informe multitud que ama como duerme, como come, como bebe, como camina, en la sim-
plicidad de la vida rudimentaria.
.
Pero amor es enjambre de anhelos nunca colmados, pasión que reclama para su intensidad todo el sufrimiento humano, posesión absoluta, dolorosa, infevacable. que llena toda la vida é inspira te sus sueños y germina to-
das sus tempest roismos.
E
y alumbra
Déjame amarte así, clamor, en la demencia, ola, como el abismo....
a
todos sus
he-
en el incendio, en el como el sol, como la
aacivTo LOPEZ. A
EL
CARNAVAL __
198 DE
Dr.
SEPTIEMBRE.
Ramon
E. Betances . y
Esta es lá fecha triste! El aniversario de la muerte del gran patriota puertorriqueño, que
no deben
olvidar
nunca
sus
compa-
triotas.
Tal dia como hoy, herida el alma por crueles decepciones, Viendo esfumarse el ideal santo de toda la vida, bajó á la tumba, lejos, muy
lejos «le la patria, el
mas
grande
de los puertorriqueños, el mas perseguido y el mas odiado de los tiranos. ¿En cuantos hogares puertorriqueños,
se ha pronunciado el 18 de Septiembre nombre del apostol? En muy pocos seguramente! Empeñados
en festejar
mas bien representan
á los
que
la tiranía que la liber-
tad, no disponemos de tiempo la memoria de los muettos.
Pobre el pais donde
se olvidan,
vivos
.el
las glorias
por rendir homenaje
á los exóticos que llegan. ¡Pobre pais!
para
honrar
nativas
inmerecido
EL
CARNAVAL
" BETANCES.. 4 As
Favre, Spuller; Jules Simón, Berthelot, Humbert, todos los hombres del 4 de Septiembre y
El doctor Betances se muere... La suerte, que es burlona, ó la Providencia, que es justa, arrancan la vida á este fanático de la independencia de Puerto Rico, en lós momentos mismos en que la isla nativa del doctor pasa á poder de Norte-América, sin ser ni de España
de la “Commune”. Y Betances, pero con la aureola del hombre
puesto su vida
ni de si misma...
residían, hasta el la guerra. Todos
le conocíamos Z le tratábamos. A mí me lo presentó Ruiz Zorrilla, de quien el doctor fué grande admirador y amigo. Fué Betances médico de mi casa, yá mi hija Sofía ya casi desahuciada por los médicos franceces, le salvó la
vida.
Cosas son éstas que no se olvidan nunca. Hasta que la guerra se declaró y Betances
tomó la dirección del filibusterísmo en Francia, le traté con intimidad; después, reconoci-
mos ambos
que el trato era
sionado
á
murmuración,
unencia,
no
Durante siete ú ocho
solu en la
circulos franceses,
imposible y oca-
y
nos
separamos.
años nos vimos intimidad,
banquetes
con fre-
sino
en los
internacionales,
fiesta de la Exposición Universal. Betances era apreciadísimo en París, donde había traba-
jado mucho y dádose á conocer, primero como periodista, despues como médico excelente.
El
gobierno francés de la república le honró con la cruz de la Legión de Honor, distinción que
suele regatearse mucho á los extranjeros. Era un hombre de hermoso «aspecto, alto,
vestido de negro, con una corbáta blanca; la cabeza artistica como pocas. Cabellos blancos en abundancia y naturalmente rizados; la harba grande y blanca también, á una edad en que los que no han trabajado ni sufrido la tienen negra todavía. Parecía un apóstol. La fisonomía dulcísima, los ojos de tierno mirar. Hablaba siempre en voz muy baja, no se le vió nunca alte-
terado, ni en su rostro se pintó jamás el enojo.
Todo era en él evangélico,
y sus
maneras
distinguidas. . De su honradez no dudó
muy
nadie.
Hizo su carrera y su nombre en Paris, trabando y esperando la realización de sus ideales. arecía laos.
ue
no
deja
dencia puertarri Muy
joven
e
e
y era JS
consp
cr
por
la
neeó todas horas. hizo la
primera
e
indepen-
tentativa
idea
nacional,
estuvo
en constante comunicación con ellos. Sus relaciones le fueron procurando clientela, y pudo
No por ser enemigo ldeclarado de nuestra poeemion en las Antillas dejó de ser amigo de os españoles que en Paris: momento en que se declaró
pormna
extranjero, que ha ex-
de
vivir, y vivir muy bien, de 3u carrera de médico porque de medicina sabía mucho: Cuando cesó de visitar en mi casa le reemplazó en los cuidados
de
la
familia
mi buen amigo Max-
Nordau, quien decía. —Es bobería romper no tiene más delito que esencialmente humana.
con
un
hombre
que
trabajar por una cosa Sus abuelos de usted
pelearon contra Napoleón, y usted vive en París. Mañana, sus hijos de usted llamarán “hermanos de América” á los que hoy son filibusteros de Betances....
El doctor Betances, así que la guerra comenzó, fué el jefe, el director, el representante en París de las juntas filibusteras. A él se dirigían todas las miradas, todas las vigilancias estériles de las embajadas.
Ni
cambió su ma-
nera de ser, ni su vida y costumbres. la voz
sobre el tono
No alzó
ordinario, y sin
que se le
sintiera lo dirigia todo.—Se desliza
como una
-sombra—decía Herbrard,—pero esa sombra les dará á ustedes mucho que hacer.
Le perdí de vista hasta la primavera del 96,
en que, á consecuencia del vueleo en un coche, me rompí la cabeza. . Lo anunciaron los perió-
dicos, y al día siguiente ví aparecer en mi cuarto, dulce y sonriente,
al doctor.—Vengo
rarle á usted; haremos dias.—Y así que me curó,
á cu-
una tregua de ¡ocho me dijo “Adios” en
voz baja, me dió un apretón de manos y se fué. Ya no le ví más.
Su interior era modelo de íntimos amores. Vivió siempre estrechamente unido á su mujer
que
adora
en
era por tados
él.
La
bondad
recanacida.
En
de
su
corazon
la enfermedad
de Ruiz Zorrilla, hasta que le puso en el tren, pasó noches y noches en vela, siempre dulcísimo, siempre sobrio de palabras, esclavo de la
amistad y de la admiración cionario español sentía. Todo fanatismo
es
que por el revolu-
respetable.
Y
cuando
se ve que los fanáticos de independencia de su pais van á ser aherrojados y sometidos por enemigos tan suyos como
nuestros, dan
ganáas de
insurrección, “aquella” primera, que no pareció sino un chispazo y fué el enmienzo de fu-
bendecir á la Providencia, que se lleva de este' baja mundo á los que el patriotismo nos man-
turas desdichas. escaparse y fué
daba no querer, y nuestro
á
Condenado á muerte, logró remnirse con su mujer en
Haiti, de donde pudo pasar á los Estados Uni-
dos, y de allí vino á Francia. Encontró en Edmundo tor y un amigo. y apenas
About un llegudo á
proteeParís, y
gracias ála facilidad en hablar y escribir el francés, entró de redactor en que aquel grande
Abont le pusó
en relación
con
»
Gambetta,
que
los desgraciados como este doctor tan
es
de
bueno y
tan sincero y por fuerza de las circunstancias en España tan detestado, EUSEBIO
“Le XIX Siecle”
hombre dirigía.
corazón,
todos los paises y salva todas las fronteras, siente así como un sentimiento de piedad hacia
(*)
BLASCO.
Publicadoen “El Imparcial” de Madrid á raiz dela
muerte del gran patriota puertorriqueño. AR je
-
EL
CARNAVAL
DUDAS. (FRAGMENTOS.)
Sin
Lema.
A Borinquen, la que inspira
Yo me inclino con respeto ante el pueblo que levanta, allá, en el radio que cubre
mis estrofas, cinceladas con el buril de las penas
la bandera
la que alienta mis ensueños,
que el corazón siempre exhala;
de las franjas,
un templo en cada conciencia, «y un Dios en cada enseñanza; pero aquí, en la tierra hermosa de los sueños
y las cenizas aun guarda de los que,
viven
de Agueynaba,
donde el céfiro suspira al juguetear
ya muertos,
¡Vibra, cuerda, aunque te rompas!
¡Cruza, nota, con tus alas, abismos, tiempo y espacio
con las ramas,
y parece que el mar rie cuando besa nuestras
si es que para tí no faltan;
playas;
que altivo en sus desventuras
aquí, donde las mujeres,
ruge en su carcel aislada,
tiernas, como la esperanza,
ante el cerebro qué piensa, el corazón que se exalta; y si al fin el sacrificio es ley histórica, vayán rodando por siempre unidos
heredaron las virtudes de las mujeres de España; donde el cielo es libro abierto para el creyente que aguarda,
y el hogar, nido de amores que nunca, nunca se apagan; aquí....aquí se subleva mi lira al verse ante el ara del sacrificio infecundo que á Borinquen se prepara.
á perderse en las lejanas
e
HEHE
profundidades del tiempo conmoviendo otras etapas, ¡la protesta del colono y el último ¡ay! de la patria!....
ramo NEGRON FLORES.
R
EL
RENATO. WA: pe
lugar quiso -entregarlo á la
L huracán crecía por instantes.
Habíame visto precisado á ) refugiarme en aquella morada escondida entre la espesura del bosque.
Otro personaje,
sorprendido
como yo por la tormenta, permianecía sentado frente á mí,
comiendo tranquilamente de la modesta cena con que nos había obsequiado el amo de la casa. Hablamos sobre mil cosas distintas, y por último vino á caer la cunversación sobre Re. nato.
Renato era un bandido que tenía atemorizada la comarca; un hombre terrible que asesinaba niños, descuartizaba ancianos y des-
honraba mujeres, sin que, hasta aquel entonCes, a la justicia ni nadie, hubiese podido dar con él. El dueño de la casa tenía la palábra. Todos estábamos
pendientes de
sus labios,
incfusos su propia mujer y cuatro hijos pequeños que lo miraban con semblante no muy o
l único que permanecía impasible era el personaje á quien ya me referido, y que, como he dicho á ustedes, estaba sentado frente mí. El individuo tenía unos ojillos grises que movía sin cesar, El viento.obligaba á 'crugir todo el maderámen de la rústica vivienda, y los relámpagos se sucedían por segundos, estallando el trueno en la espesura con el estruendo del cañon. Los niñitos á cada descarga eléctrica escondían sus cabecitas entre la fulda de su madre, temerosos (le morir.
-
y
De repente, | el personaje de los ojos ae
aprovechandoun momento de esta manera:
—Lo que permitieseis, yd
de
silencio,
hahló
is oido no vale nada: si me Os contaría alguna cosa de Re-
nato,
|
—3í, sí... .—dijimos todos á la vez. Y el de los ojillos grises principió: Yo conozco á Renato
porque-lo he
tratado
de cerca y somós amigos....el bandolero me honra con su amistad. Hace veinte años que Renato habitaba con sus padres en una humilde choza de estas cercanías, trabajando sin
cesár
desde por la mañiana hasta la noche. Llegó un día en que $u padre sucumbió rendido por las fatigas del trabajo, y á las pocas semanas su pobre madre entregaba tambien su espíritu
al Creador Renato quedó solo en la casa, con una hermana, cinco años más jóven que él, á la que quería entrañableMente. No habian pasado aún dos años desde los últimos aconteci-
mientos, cuando la infeliz muchacha se fugó con un ricacho, de aquellos alrededores, que ter-minó por abandonarla, después.de arrebatarle el honor. Renato que había soportado con
serenidad la ingratitud
de la joven,.
no pudo
ya tolerar esto último, y completamente ciego por la ira, buscó á su hermana, le partió el co-
razón de un solo golpe, y. corriendo enseguida á la casa del ricacho,- hizo otro tanto con él, -huyendo á lo más recóndito de la sierra. Entonces fué cuando un señor que vivia en aquel 4
4
CARNAVAL justicia, y Renato
después de burlar á Sus perseguidores, se dirigió á la casa del que lo había delatado, Al llegar á la puerta llamó por tres veces seguidas con la empuñadura, de su daga. Era de noche y el huracán
ble furor.
rugía como ahora con indeci-
Renato volvió á llamar por
«“segun-
da vez y entonces, entreabriéndose una puerta, le preguntaron por su nombre.—*“Soy un po-
bre viajero—constestó Renato desfigurando la voz--que vengo á buscar refugio contra el temporal” Abrieronle enseguida y Renato penetró en la vivienda. Muy pronto se encontró en mitad de la sala, rodéado de toda la familia y dejando caer entonces el embozo que le tapaba la.-cara, sacó con la: mayor sangre fria un revolver que llevaba en la .cintura, y apuntando á la cabeza del amo de da casa,
disparó. El delator cayó hácia atrás con el eráneo destrozado, y un grito horrible se escapó de la boca de los restantes. No había
allí otro hombre que el que acababa de morir, Y la mujer y los hijos miraban á Renato con o s ojos desmesuradamente abiertos, sin poder-
se mover.
Apuntó al corazón
volvió á disparar. exhalar una queja.
ron
á las
de la
madre, y
La señora se desplomó sin Los dos niños se le agarra-
piernas
implorando
caridad;
pero
los rechazó diciendo.—“*Sois hijos de un infame
y no podeis vivir.” Dos balas más de su revolver fueron á atravesar el cuerpo de las dos criaturitas. El de los ojillos
grises se detuvo
aquí pa-
ra respirar: había dicho todo aquello sin tomar aliento. ] El huracán silbaba. cada vez con mayor . violencia, y se escuchaban desgajarse. lag ra- . mas en el cercano monte. a O:
De repente, y cuando el de los ojillos Tbá á
proseguir, resonaron tres golpes en la puerta. ¡Nadie se movió. I de los ojillos fué el único que permaneció impasible. Otros tres golpes más violentos y precipitados que los tres primeros volvieron ke resonar. El dueño de. la casa, temeroso de que le fueran á romper la puerta, se apresuró á abrir. Nos quedamos piedras.
todos como
convertidos en
Un oficial de gendarmería, seguido de cuatro individuos más del cuerpo, se adelantó hácia nosotros. El oficial desembainó la espada diciendo: —¿Quién
de vosotros es Renato ....?
,
Entónces el de los ojillos grises se levantó como un resorte, y apuntando al oficial con
un revólver que
a sacado de la cintura, le
respondió al misimo tiempo gatillo de la mortífera arma:
que
apretaba
«al
—iYo....L
El oficial se llevó las manos al pecho, desplomándose en : había dejado de existir.
.*...
Cuatro
A
;
déetonaciones más resonaron á un
tiempo. Yo sentí las balas pasar silbando por muy cerca de mí; pero cuando el humo: se. llegó á disipar, los cuatró gendarmes buscaron inútil
mente al bandolero: E
So
onde.
".*
había desaparecido
Puto
Epe
sin Sáber por
Se les escapaba por centésima vez.
q. GONZALEZ GARCÍA. +
Í id
Pata?
he
_ Ef. CARNAVAL
GÉNESIS.
Alegres los castellanos,
Y dejando el arcabuz Vivaquean
Crucis
redentora
lux....
I JUAN
PONCE
DE LEON.
Y bajo Durmió Juan de Con los
los soldados.
un toldo de ramas como un soberano Ponce, adormecido efluvios del campo. ...
.... 4 %
Salta del batel en tierra
Ponce de León, osado, Dispuesto en sus aventuras A dar mandobles y tajos. Luce el airoso plumón
c
Puñal florentino al cinto Y el espadón al costado. Con ballestas y arcabuces Le siguen los castellanos,
R. R.—San
Juan. Mi querido Ramon;
Ya le llegó la hora á tu composición.
Brillando el sol de Borinquen En sus petos acerados.
El paladin atrevido morado;
Ya acabamos el título!
Y avanza con los parciales Por escabrosos atajos,
Veamos
Un dia,.en cierta ocasión Te metiste de rendon
Y tiemblan en las lianas Aljófares nacarados. Hay ópalos por los cielos Y azahares por los llanos, Y entre lirios y amapolas
En bellísimo jardín
Que viste desde el balcón ; » Pero así.... sin ton ni son
“ Cuan dichoso me sentí.
tos
Al mirar belleza tanta. Ese recuerdo me encanta
Ronco murmura el tofrente, Aroman montes y prados,
Que momento tan feliz.”
Las torcarses se querellan,
Cuan dichoso se sintió
Y el ruiseñor, preludiando Su aguda y rítmica nota
Al mirar belleza tanta. '
El recordarlo me espanta Que momento “ tan atroz.””
Canta en la copa del árbol, atalayas,
+
cuantas flóres me ofrecía.”
Tiende el sol gasas de oro Por los bosques solitarios,
Como
del delito.
Bello jardín visité ; A todas partes miré;
En busca de sus contrarios.
el viento sus
ahora él cuerpo
** En cierta ocasión un dia
Con pié firme y brazo fuerte
Ensaya
t ;
“A mis y distignidas amigas señori Miquelina y Malvina Porrata, Elena Matey y Aura Estrugh.”
mano,
De los Católicos Reyes El estandarte
Y TOSTE.
sm PUNTOS LITERARIOS. -l
En el reluciente casco,
Lleva en la potente
COLL
que velan
Los horizontes lejanos, Las palmeras se divisan Erguidas eñ los collados; Y la sorprendente ceiba Con su jigantescos brazos, Dominando las colinas, Tiende soberbia su mantos Ante el hermoso paisaje
“* ANÍ pude contemplar Flores de todos colores ;
Qee gratísimos olores xalaban á la par.”
¡Ay! estos versos, amigo,
Me dan ganas de llorar....! ** Quise fotiiar un buquet 4
Y el vivo azul del espacio,
El escuadrón se detiene
De la tierra enamorado. ¡Tierra hermosa de Borínquen Perdida en el oceano!
¡Tierra á merced del más fuerte Por serla contrario el hado! Levantan el campamento
Y cogí
cuatro preciosas
La Margarita,
lu Rosa
La azucena y
el clavel.”
Yo cojo La Margarita Y luego el café “San Juan ” Los agrego al “Nuevo Mundo” Y cuándo se encuentren juntos
¡Que de cosas se dirán ! Así, en menos de un segundo Tal como lo hizo usted Le preparo el gran buquet..
EL “* Yo las tomé
temeroso
Y con especial cuidado Formo un ramo delicado : Que hoy les presento orgulloso.”
;
|
>? A VUELA
Ya lo creo que puede estar orgúlloso de su obra....! Como que resulta una especialidad en el arte de hacer versos malos. ** Ese conjunto ideal
plus ultra....!
lladolid
** Es la Rosa seductora El clavel inimitable La Margarita envidiable La azucena encantadora.”
EL
$
La azucena me enternece Ya lo creo que se admira la Margarita..... Si la trae usted al trote ¿cómo no se va á admirar? “Y llegado ya el momento De mi ramo descubrir.” Por Dios no me haga reir Si lo descubre reviento!
SAVONAROLA.—Ponce. Así empieza. “Sube la inspiración sube el aliento La fantasía eclipsa el entusiasmo Baja raudo, veloz el pensamiento Y el poeta se *“sume” en el marásmo.”
sumado me
parece
que está
usted, señor de Savonarola, á fuerza de invocar
las Musas. Cuídese y si son de ley.
no se desvele, 7
que ya
? vendrán
Así acaba. Y tranquila como arro yo
+ JUAN
“sume”
una
colección
que
:
iré
Peor es la de Salvat.
LUMINICO:.—Rincón. Un cuento
con
gusto
al
felices. sábado en
Santurce, oyendo la retreta frente al café “Men-dez Nuñez” de Pacífico Sobrino.
Lo
más
granado
del
pintorésco
barrio se
dió cita en aquel sitio delicioso, donde todo es atrayente, encantador. Bajo la verde parra, catando los ricos helados y exquicitos dulce, contemplamos, tantas deidades......! Feliz idea la de Pacífico .... Sin duda la última palabra del comercio moderno es vender deleitando. Unir lo bello á lo util, es la incognita del gran problema comercial. Que se repitan estas fiestas son los deseos de todos los “amateurs.”
La
Restauración
Liberal.
Por el último correo hemos recibido estu importante publicación de Caracas, con Ja cual dejamos
establecido
La
el canje
obra
dicípulos
de y.
correspondiente.
Hostos.
admiradores
del
sabio
Los hijos de Hostos.
publicando
trón, trabaja en el seno
llama usted á eso ?
del
Matienzo Cin-
Consejo Ejecutivo,
para que los hijos de Hostos reciban educación gratuita en los colegios de los Estados Unidos.
Hostos, por darlo todo á la patria, deja en la pobreza á una viuda con cuatro hijos.
Puerto Rico no puede abandonar á los hijos del gran patriota. La actitudde Matienzo es digna de la más calurosa felicitación. Mariano
Pues á decirle verdad
. Pues.... cuénteseloá otro!
corresponde
Sabemos que el Licenciado
poeo á poco, si publica las que le envío. ' Gracias, amigogBamón Y guarde la colección Para mejor ocasión. - P. R.—Lajas. Como postal No está mal! á
revistas
solicitan.
y se consume con
RAMON.—Mayagúez.
Tengo
CARNAVAL
canje que
Los
¿Cual la perfumada brisa. Cnalquiera se
redacción
maestro, en la república dominicana. se proponen editar todas las obras que dejó inéditas. Es una feliz idea y por ella felicitamos á la entusiasta juventud dominicana.
La inspiración se desliza Cual oculto cefirillo
estas cosas.
mesa de
de canje, los importantes
Asi pasamos los de la noche del
Amor el segundo inspira La Margarita se admira
Sumido y no
recibidos.
Horas
Con lo que nos sale ahora! “La primera me enloquece
10.
Gánjes
ilustradas “La Cuna de América, que se publica en la Capital de la república dominicana y “La Infantería Española,” que se edita en Va-
Algo noble, sin igual.”
2, '
+
|
en solicitud
Igo grande significa
Non
PLUMA.
Han llegado á nuestra
ue á este suelo dignifica
y
CARNAVAL
En
el
próximo
vapor
Abril embarcará
para los
Estados Unidos, el compañero y querido amigo cuyo nombre encabeza estas líneas. Dias felices leseamos al Director de “ La Democracia,” en la Metrópoli. 4 5
(9
__ EL CARNAVAL
NOVELAS LA Por Carmela
CORTAS MUÑECA Eulate Sanjurjo.
(CONTINUACION,
se reflere, necesita que le enseñen,
y que le in-
|
|
diquen lo que ha de decir ? —Pues yo te he probado mi variño, y hay pocas mujeres que puedan alabarse de haber sido tan fieles á su marido como yo.
|
|
)
verdadera ansiedad, pues si le gano ha de volverme la confianza que han perdido en mí. —Trabajas demasiado y vas á acabar por perder la salud. No se: debe abusar ¡de ese modo de la fuerzas. |
—Pues aún me parece que trabajo poco, y
La joven habló con orgullo, convencida de que era una esposa modelo, y de que si en su
quisiera
matrimonio
trar
había
habido
algunas
pequeñas
desavenencias fueron originadas por el carácter raro de Julian. Creía de buena fé que lo había hecho completamente feliz, como creía por habérselo oído repetir desde niña á su madre, que ella era no solo muy hermosa. sino muy buena. Y esta convicción de su superioridad moral y física, halagada por sus padres, formaba el fondo de su carácter y era la escusa que se daba á sí misma para no sacrificarse por su marido. —Yo me hubiese casado con quien hubiera querido—pensaba—pero él no encontraría otra mujer como yo. -Y la prueba es que me quiere ton pasión y que al cabo de tanto tiem pode matrimonio, yo hago, como en el pri-
mer día de boda, lo que quiero de él. Se presentó en un baile de, etiqueta, con
motivo del
por la ciudad
paso de
un
personaje
resplandeciente
de
de vaga ternura.
Julian estaba en un estremo del salón, próximo á una venta para recibir el aire fresco de la noche, pues el ruido, el calor y el movimiento rápido y giratorio de las parejas empe¿nba á marearla, cuando Valdés se le acercó.
Hablaron de mil cosas indiferentes, el doctor
motó
un
pequeño.
facultsdes,
cerebro estallara
aún á riesgo
con tal de ganar
de
concenque
mi:
dinero, mu-
cho dinero.
Hubo una pausa. Valdés reflexionaba en lo que sabía por Luisa y Teresa, de la historia de sua amigo. —¿ Por ella ? próguntó al fin.
—Sí, por ella. Estoy en una situación falsa, desesperada.” Me veo al borde de un abismo y no puedo retroceder porque algo más fuerte que mi voluntad me empuja. —Pero si aún es tiempo... —Ya es tarde. Me encuentro de tal manera cogido en el lenguaje de esa máquina infer-
nal, me impelen dé tal modo sus
resortes
há-
cia adelante, que ya no puedo retroceder. baja Valdés.
—Sí, y ya
ilustre
hermosura.
engañado al que no la, conocie-
ra por su expresión
multiplicar las horas del día,
mis
—Deuttlas... .compromisos... .indicó en voz dado
Lasaleta pálido, demacrado, febril, hacía un violento.contraste con la belleza de su mujer. Esta no había engruesadoy su talle flexible tenía ondulaciones de culebra cuando valsaba. Sus ojos azules, sombreados por largas pesta-
ñas, hubieran
|
hasta que
extremecimiento
en su amigo.
—¿Estás malo? le preguntó cariñosamente. —No; un poco de cansancio. Estuve trabajando hasta las nueves, en un asunto difícil, y ahora mismo aquí donde me ves tengo la imaginación preocupada. Pienso en ese plei-
to que ha de verse pronto en la Audiencia, con
que
necesito
día no tenga der trabajar
ves,
si tengo
dinero; y en el
razón al lamentar
cuarenta y ocho annque debiera
decirte que el
horas para povolverme 'loco.
Si hasta he llegado á. deplorar que no haya más vilanos en España, para que sus robos y latrocinios viniesen á-parar á mi bufete. —Lo
que tengo es tuyo dijo
te Veldés. Estrechó la mano de Julian yas y notó que abrasaba.
generosamen-
entre las su-
— Debes irte á tu casa, estás malo, ojalá no pagues caro este disparate. Voy á avisarle
á Rosario para que os retireis, Valdés se acercó á la joven que estaba sen-
tada en un grupo de amigas y le habló apárte. —Dígale usted que no se impaciente, constestó Rosario, y en cuanto toquen este walsque tengo comprometido, nos iremos. Que recuerde que tiene en el bolsillo del chaleco el número de mi abrigo. |
( Contidediró)
_ EL CARNAVAL
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