EL
CARNAVAL REVISTA
DE
LITERATURA
Dedicada
al
PUEBLOS
Entéred
REDACTOR
>
7
OFICINAS:
December 19, 1902, at San Juan,
NA
SUSCRIPCION:
Sy
SAN FRANCISCO ole
e “Justicia” y “Redención,” funda-el patriota el ara de la Prensa;
y al ilota
defiende de tiránicas maldades. Le asédian por doquier adversidades, y sorbe la cicuta gota á gota;
y, aún próximo á morir, su mente flota en piélago de intensas claridades. Cayó en lá lucha, pero no vencido; que, de la santa libertad, l:i tea
no palidece al soplo del olvido.
Extinguirse podrá la luz febea,
. y á polvo el mundo verse reducido; mas ¡no se apaga el fuego de la idea! M. RIERA
PALMER.
250
%* | Num. suelto 7 “
RICO, NOVIEMBRE $8 1903
templo erigido á sus deidades
»
Untrimestre70 ] “
matter, under Act. of Congress of March
Mario Braschl, Enel
ya ma
+
E
P. R. as second-class
SAN JUAN, PUERTO
Sexo.
PACO BAS ABUILAR.
ADMOR:
LIBRES
HE
AÑO 3.
Y
ARTES
Bello
. ser names | JOAQUIN E. BARREIRO. DIRECTOR
Y
3, 1879.
Núm. 72
|.
ENTRE_TUMBAS.
EL
CARNAVAL
12? DE
"Las palabras de Buckingham, do en duda”,
Pero en
presencia
medio de esta
“yo he vivi.-
asaltan la fortaleza de mis ideus..
de
“fiesta”,
las tumbas,
hay
que
instante los ojos al firmamento. ¿En busca de qué? En busca
aún en
levantar un
de solemni-
dad, de verdad, de Dius. Para creer en algo. Algo que no mueva á risa, evangélico, santo; algo. que no pertenezca á estas mascaradas sociales que agitan el tirso de sus placeres sobre la suprema magestad del arcano.
NOVIEMBRE.
Contemplando á ese enorme batracio multicéfalo, que se engañaá sí mismo, sin dar notación de grandeza
sino de
estulticia, la torre
de marfil del perrsamiento siente las sacudidas del desencanto y las amenazas de la duda.
Se duda de todo.... ' Dela Multitud, de la Individualidad, de las excelsitudes de la Razón Pública. Porque agrupaciones sin ideas,
sin conciencia de lo que son en la vida, sin cultos á lo que es la muerte, sin noción de la eternidad,
del
progreso
de
las almas,
de la santi-
Bajo las cruces no.hay nada : arena estéril. Sobre éllas está todo ;-la carne voluptuosa que se mueve y las almas qué sollozan ; un ejército de desconocidos que'pasa y voltea entre los mausoleos como en una procesión sin sacer-
dad del deber aceptado y la obnipotencia de la verdad convertida en pira de fé.... un pueblo asi, cínico y tonto, está más cerca del Presidio que del Capitolio y más lejos del Hogar que
dotes.
duerme su temporada, de siglos bajo las ondas
La multitud pasea él recinto en vertiginoso atropellamiernto. ¿En qué piensa? En nada. Va como
la nota de un
fonía de
los vientos.
vaga esa entre las
multitud; tumbas
arpa mezclada á la sin-
Con su rumor
ecuóreo,
en hormigueo fantástico, avanto, sin Dios, sin Pa-
tría y sin Amor. Paréce una resurrección de muertos en la pálida tarde misteriosa. Engalanada en este día como los mismos sepulcros... Lejos estamos de toda sinceridad.
Las sencillas virtudes de la tierra van perdiendo sus apostolados á medida que los pueblos caen en la abyección. La fé huye, la verdadera fé, de las sociedades que se entregan á los excesos de la vanidad y se arrastran en las decadencias de la ignorancia. Dios, el de la razon pura, el de la verdad, no acude al llamamiento de esas trí-
bus enclavadas en la canga de su servidumbre y sometirlas á las torturas de la vileza. La patria es un baldón en tales almas de puerilidad que giran fantasmales y efímeras al rededor el espantoso lecho en que la Libertad y la
Virtud reposan, en sueño lazarino ó en estupor salvaje. *Nulla est redemptio.” “Esa tropa de paseantes marcha sin la concepción de la
séria idea de la vida y sin muerte. Vá á rezar, dice,
y noreza; sino charla y gesticula y atropella y pS Careciendo de econmociones psíqu cas, husmealasaventuras de una tarde, yenen pos: de impresiones . pasajeras, como Ofelia cargadá de fiores, para darse el placer de colocar su planta una vez al año sobre los eráneos
de
los
que
fueron ....
¡Oh!
son
los
pr que disfrazados viven nombrando á un los que no respetan como hablan de una Patria que no glorifican.
Esa multitud sin ideales es irresponsable siempre. Marca su huella y deja una herradura: ¡pocas veces una crinea de luz! Y osada y vagabunda, cuando €s preciso se arradilla
y reza, cnando-es precisó niega como Pedro, enando es preciso mata. Es decir, cuando lo cree bueno, en sus livianos actos, es tirana y eshirra, beata ó sacrílega....
¡Ay! que vá, eo-
mo un aro arrojado al azar. rodando sin deseannso por la pendiente ruin de la toenura Es ciega, es insensata. No tiene Dios, ni Patria.
del
Dicterión.
¡Pueblo
muerto
como
el
que
tranquilas del Asfaltites!... El sol besa en esta hora de paz y de tristeza, las tumbas 3ilenciosas.
La ola humana gira,
mareante más que la
ola marina que extremece el contorno. Es como una peregrinación á lo ignorado.
El deleite de esu
“promenade”
es estrambóti-
co, imbecil: deleite funerario.. A fulta de teatros, una .playa | cubierta de eruces negras y
panteones vanidad
blancos
sirve
de espectáculo.
La
social explota todos los recursos de la
ostentación. El pavo real se exhibe lo mismo en el jardin que en el pesebre. Hay algo á lo que no renuncia jamás toda mediocridad, que es el culto de sí miamo: como la mujer estólida ama su figura. La mediocridad social.la plebe del sentimiento y del ingenio, la sober-
bia procaz de la ignorancia, las tribus de Epi-
curo, tienen su prototipo en la leyenda: “Narciso.”” Y ese Narciso va, perfumado y peduntesco, con casaca ó fustán, lo mismo a las verbenas que alos cementerios en ansiedad de agasajos. La vanidad es torpe: élla sacrifica en sus altares abigarrados, revestidos de cintas y avalorios, a esta gran redentora de almas, divina sembradora de dichas y experiencias: la Verdad. ; Yo tierdo mi vista sobre ese panorama. doloroso, y exclamo :—¡Oh, religioso Amor, que
sobrevives, tú reino está manchado por las vergonzantes falacias de la impiedad embustera : no
te posee
quien
te
ostenta;
no
quien te exonera de sinceridad.”-
te
.
merece
Y busco en la ón de los durmientes, agregados eternos de la tierra y hermanos de la isaria, la tumba abandonada por todos, la que
nadie ha visitado en este día, la que ningiina mano cubrió de flores. la que ningún sér limpió de verbas, la que nó tiene cirios ni coronas, ni quién la ofrende sus plegarias y sus lágrimas; y, solitário, callado, oenlto en Tpotible á las miradas importunas del Monstruo, elevo en mi conciencia una oración a Dios. ¡Una oración por:los difuntos!
¡Una
oracion por la Patria!
¡Una oración por la Humanidad!...
a Dios en mí.
Lio
Y siento
FELIX MATOS BERNIER.
$
' : *
EL
CARNAVAL
Manuel Marin Fernandez. COHÓNA. Poérck.
¡Valía! Y pasó, melancólico soñador, por-la faz de la tierra, sin apoyo ni
Con frecuencia azotan nuestra alma ráfagas sombrías que vienen del mundo
estímulo, cansada la vista de contemplar tanta pequeñez. ¡Pasó ignorado! Brillarían más los rasgos de su pluma preñada de humorismo sino hubiese conocido el hermoso defecto de la modestia; y si la muerte hu-
para matar en ella todo el amor.
“Paris! Paris! Inmenso, inmenso, inmenso! Tres veces inmenso. Porqué? Porque tiene osadía. Yo amo la osadía!” Fr
“Luz, luz, más luz!” Así gritaba aquella pobre se moría. Y
qee;
un boceto escrito con la
leyéndolas, las bellezas que pudieron brotar de su-pluma. “Escon frecuencia la
de
diez y
ocho años, sino con la del corazón
viejo y
infancia una promesa de la yida.”
gastado de un hombre que ha estudiado la humanidad y conocido por experiencia
Marió á los diez y nueve años.
¡Her-
mosa edad de los poetas !Dseeaba morir, morir joven, con la primavera. Quiero irme lejos, muy lejos de aquí, á donde no
de
un
corazón
[XX
Nita noes dorada pluma
alma
NN NN
Escribió .poco, pero en las cortas cuartillas que dió á conocer se adivinan
tengo
A
una página más.
la Eon?
que la virtud del siglo es lo más indecen-
A
biera respetado su vida la historia de nuestra literatura antillana conocería
“Yo, viviendo en que ser sombra.”....
query AS Le
>
te que hay.
En vano es que penseis noblemente, que soñeis noblemente, que noblemente trateis de llevar á la realidad el ensueño.”
á donde no asome la ignominia
sirven de epígrafe al boceto, pueden pro-
rés.””
La muerte fué para él un refugio
nunciarse ante la
las maldades
ñadores.
sueño consolador,
dijo Byron,
porque
el mas
la -vida, dulce
último Y
de todos,
es el último de todos
los sueños. Acabo de leer el boceto Vita. Son unas cuantas figuras de mucha crítica y : mucho humorismo, dedicadas áá Bonafoux y que parecen escritas por Bonafoux.
Fueron publicadas en Arecibo en el 1897. Suautor contaba entonces diez y ocho años. En esas páginas , parece estar toda entera el alma solitaria y doliente del joven escritor, con todo su enjambre de sueños, la tempestad de sus cóleras y el rumor de todas sus quejas y "sollozos.
tumba
de
muchos
A A
Estas palabras de Victór Blanc, que
contra
de
A
penetre la mirada de los hombres: á donde no llegue la plañidera voz humana; á donde no exista la miseria del mundo y
ni el inte-
tt
.
Voltaire dijo: “*Cantad vuestros placeres ó suspended el canto.” No podría decirse con la misma exactitud, añade Chateaubriand, ““cáantad vuestras desgracias ó dejad los cantares ?T>
A
su
so-
A
PARA
Marin fué un soñador. El era bueno.
Las almas
puras
Hizo bienen morirse.
se asfixian acá abajo.
No hubiera gozado nunca de la tranquili-
dad y lá calma que aquí están reservados á los traidores y á los malos. Yo, que también trabajo y sueño con la gloria, como
Marin
y como
tantos,
de-
jo caer las lágrimas: de mi recuerdo sobre la tumba del adolescente soñador
que buscó inútilmente, con
amores
infi- -[|
nitos, el ideal:
|
El incal siempre está lejos. AUGUSTO
MALARET. *
EL
CARNAVAL
-EL GRITO DE UNA HIJA AX Al convencerse la de que aquel cuerpo ta
desgraciada niña querido, era tan
caballero de 40 4.43 años, de repugnante fisonomía, sonriendo picarescamente, y
solo un frío cadáver, cdyó de rodillas, llo-
el cual, dando un
rando y exclamando:
guntó.
ma,
—¡Ay,
madrecita mía,
madre
porq ué abandonas á tu pobre
á la que tú lla mabas
hija,
la luz de tus ojos ?.
¿Qué será de mi sin tu amor,
—¿Porqué
del al-
madre ado-
paso hácia
lloras,
ella, la pre-
chiquilla? ¿qué te
pasa? se ha muerto acaso tu mamá? Si tal cosa ha sucedido, no llores más, pues yo velaré por tu'suerte, qué diablos! ...
go, en vez de dejarme sola y abandonada en este mundo miserable... .?
—D. Zoilo, (idos al instante de esta casa y no turbeis con vuestras cínicas y soeces frases el dolor que embarga mi
mil veces el yerto cuerpo de la que le die-
corazón. Mi madre ha muerto....i¡ay, es verdad!....: pero yo no necesito de vues-
ra
tro auxilio;
rada?....
¿Porqué
no me
llevas
conti-
Y la infeliz huérfana, “besaba una y
el
sér,
retorciéndose
los
brazos
de
cruel desesperación.
N ¡Cuán
injusto é
implacable se mostraba el cielo para con | ella !
Muy pequeña, cuando apenas contaba cinco años, murió el autor de sus días,
empezó á sufrir, á co-
nocer el mundo en su parte más dolorosa: en las privaciones y tristezas. Cuando ya niña obediente y aplicada pudo ganarse la subsistencia
con
la costura,
no
descansaba un momento para aliviar á su - buena madre en el peso de la casa, cons-
tituyendo su mayor felicidad, el oir á ésta dar gracias á Dios por haberle concedido una hija tan cariñosa y amante. Luego, ..... oh, luego tuvo el amargo pe-
sar de ver enfermar rápidamente á aquélla, sin
que
sus
solítos y continuos
cui-
dados sirvieran de nada.... Entonces, concretóse á ella, al único ser que le quedaba en el mundo. De día trabajaba á su lado,
atendiéndola y cuidándola,
y de
noche, dormitaba en un sillón, en tanto que sus labios rezaban por su salud. Así pasaron meses y años, y una mañana
al
imprimir,
un cariñoso
beso
cuando y
lo necesitase, quereis
manci-
llar el honor de una desvalida y pobre ni-
¡ Pobrecita hiña!
y desde entonces
y aún
no lo aceptaría. Sois un malvado,
como de en su
costumbre,
frente,
ña como
aquí...w!
—Por
pero
á aquella santa mujer que la llamaba “hija mía 1”, la había perdido para
siempre....
Un ruido de pasos que resonó en la estancia, hizo que la joven se irguiese - presurosa. En el umbral de la puerta se veía un
Idos,
Dios,
vamos
idos cuanto
niña que
por
partes:
antes
de
terrible estás..
¿tienes
dinero
para el entierro de ese cadáver?...
—Nó,
no
tengo;
mas
no
quiero
el
vuestro.. —¿Y porq ué?
—Por que ese es el precio de mi deshonra, y si yo lo aceptase, no podría descansar trariquila en sutumba, mi pobre madre.
—¿Qué sabes tú? Esas son pamplinas.... Toma, aquí tienes cuarenta peSOS... y no seas tonta . PD. Zoilo, marchaos con vuestro dinero... Sois un infame!.... —Te exaltas, eh? Pero, chiquiMa, no alces mucho la voz, y
porque
nadie
te va á oir. ¡Es tan solitaria esta. calMe!... lo que debes hacer, es aceptar lo que te propongo,
y. ..fuera lágrimas...
Y dió tres pasos hácia adelante, tratando dé estrechar una mano de la joven que se arrojó sobre el cadáver de su ma-
dre,
gritando:
—i¡ Madre, madre mía,
retroce-
dió asustada, comprendiendo ¡infeliz! que
yo.
Como
movido por un
sálvame! resorte,
aquel
cuerpo sin vida, se irguió en. el lecho, lanzando sus ojos llamaradas terribles, que hicieron abandonar precipitadamente la
estancia á aquel
infame,
en
tanto.
que la muerte volvía á apoderarse de su presa, y las lágrimas se escapaban áa torrentes de los ojos de la infeliz huérfana...
,
CORAZON LEAL.
/ CARNAVAL
¿La
te, porsu proceder—no durmió en casa—y significó, disculpándose, que varios coo, sol. :
Levita
gos suyos,
Un “buen muchacho,” Calixto Rivera, entró.á mi servicio, bajo buenos informes. El sueldo convenido—seis duros al mes—estaba
-
dadas á él, sin merecer reproches.
Hízose dueño de mi confianza y simpatías. Eu atención á su servicio, cada dia mejor, y á su saná índole, le regalé, para estimularlo,
una levita, que podía subir, sin reparos á cual-
quier casino, en noche de fiesta El mozo ucogió la dádiva, con
alegre, deshecho en plácemes. Como quiera que la levita
fisonomía
exigía, para ser
usada, el concurso de otras piezas, víme obligado de proveer á Calixto—servíale mi ropa— de cuanto era preciso á tales fines. Un domingo bien de mañana, salió el fámulo,
á
satisfacción
- mía,
pura
—¡Cuéntame,
sa,
ojal.
á
horas
de
comida,
con
jazmín
Lo recibí de buen humor, diciéndole.
—¿ Florecitas tenemos ?
—Si, señior—respondió jóvenes. >:74 Alguna conquista ? mo
regresó á ca-
un
Calixto se retiró,
si dijese: —*“Ha dado
V.
moviendo la
cabeza,
de
«co-
en el clavo.”
Desde ese día comenzó ha menea de sus pretensiones.
humear la chi-
La levita impedíale hacer muchas cosas útiles En cierta ocasión lo reclamé, para que me comprase cigarros, y acudió, levita en mano, cepillándola... Sin abandonar su tarea, indife-
rente á mí, preguntó: —¿ Qué se ofrece ?
porte, á la tienda; compró los cigarros, y, para
demostrar que eran suyos, encendió uno, saboreándolo, y dijo: —Me gustan; téngame siempre de esos.
Luego, ya en la calle, frotó la caja, de ma-
nera que no se observase—era precavido—la sustracción del cigarro, el que utilizó, como recurso, para cubrir las apariencias.
«De tarde,
constituido
en
galán,
dejábase
vér, dueño del balcón, para exponerse, de buen grado, al saludo de hombres y mujeres. Com-
praba periódicos—no sabía leer—á fin de ojear-
los, habiendo espectadores, como si buscase algo, noticias de interés. La noche le pertene-
cía. Nada más justo que visitar á las amigas.... compromisossociales. Una mañana llegó un mozo—Mmuchacho de imprenta—solicitando 4 “don Calixto,” para entregarle unas tarjetas. Cuando se presentó él, mi
“distinguido
fámulo,”
diciéndole: . —¿Hola, tarjetitas? —SÍ, señor—respondió
gas, como es costumbre
me solté á reir,
grave—tengo
felicitarlas....
ami-
—;¡ Claro! Pocos dias después lo réconvine, duramen;
“un
algún robo :
¿Y ellas?.....
Nos obsequiaron con dulces -
y licores.
—¿Después del asalto?
—Sí, señor;
y bailamos
hasta
las cinco
y
media.... ! Quedé convencido, por sus explicaciones de que toda fiesta, sin previo aviso á- los dueños de casa, se denominaba, generalmente, de “asalto” ó de “sorpresa.” : Descontento de Calixto, resolví sustituirlo por atro, que atendiese mejor, sin levita, á los quehaceres.
Aguardaba yo
to, que no tardaría,
para
un
nuevo
do lo Sol
disgus-
. de
nlás””—y en efecto, una tarde lo solici
mpe-ii
ño vano, para una diligencia. Cuando regresó, bañado en sudor, como si viniera de muy lejos, le pregunté, con ceño adusto : —¿En
donde
Y, con su
estabas?
desparpajo, puesto en guardia,
respondió :
—¡ Tirando
suble!
—¿Cómo, también eso? —¿Y qué?.... Un “caballero,”
: hermano
de mi novia, se opone á los amores, ¿No cree usted que debo exigirle, como hombre de: ho¿hor, reparación cumplida? ps
—¡Oh, si!.... Por medio delas armas.
Confieso, sin escrúpulos, que me intimidóCalixto. Un alumno de esgrima es peligroso. A la primera lección, sintiéndose diestro, mira de reojo á sus
semejantes,
en busca
de moti-
vo para batirse. Eludjendo, pués, un “lance de honor”, me 'limité k advertirle, con tono suave, lisonjeándolo, que la condición de-un ¿1 galán, metido en levita, era incompatible con. el oficio de sirviente, y que un jóven como él,
de “tarjetas”,
Le indiqué mi deseo, y se dirigió, con buen
:;
—¡Oh!....
en el
riéndose—cosas
muchacho!....
—¡ Muy bien!
manifestarse,
en el templo, á ojos femeniles. Tomó el dia por su cuenta, y
habían comprometido para
¿En donde ocurrió eso? —En casa de las Robles.
en armonía eon sus facultades.
Hace de ésto no pocos años, pues ahora, por razón de la política, tendría yo que servirle; así andan las cosas. En mangas de camisa, con los piés descalzos, se entregó Calixto á las faenas, encomen-
lo
asalto.” Considerándolo autor de exclumé : ,
”
EL
las
amigas,
que “asaltaba”,
y que
“esgrimía
socialmente, á
sable”,
inclina-
do á ser caballero de “punta y filo”, debía buscar una esfera más amplia, á gusto de la “no-
via”, en cuyo caso el “hermanito”, opuesto á los amores, no tendrias á menos de aceptar,
como -*cuñado” á un personaje de “circunstancias.” | En prueba de conformidad, convencido
Calixto con
mis
adventencias,
mano, sacudiéndola y dijo.
me .estrechó la -
—¡ De acuerdo! Al dia signiente, arreglada su cuenta se des pidió de mí con tres palmaditas en el hombro,
diciendo—“nada tengo que decirle.” De igual modo, con tres golpecitos lo empujé hácia la puerta, intlicándole—““aquí estamos.” Y salió en busca de nuevos horizontes. ; ¿Como se las arreglaría para vivir? La va-
nidad,
mala
consejara,
oficios humildes,
pero
movíalo
á
repúugnar
sus facultades,
suma-
mente limitadas. nó le permitían ocupar, como anhelaba él, puestos distinguidos. ¿Y qué hizo entónces? Sentar plaza de jugador, HE suadido de que los hombres, a espaldas
ley, resultan nivelados.
diciones.
.
El viciono mira con-
Todos ante él, aparecen iguales.
La baraja, fácil en sus manos, ere
para vivir, á costa
de
p
otros, y para
e dbirse, .
dos
'
e Li
:
638 E
EL
CARNAVAL
>
rodeado de amigos, cando plácemes.
en
alegres fiestas
Vestía
“cor
decoro,”,
provocomo
polvo
de
montes
suele decirse.
Pero la suerte, que es ecapricho-
sobre
sa,
Calixty,
des;
-
abandonó
Para jugar se
cansada de
necesita
él.
dinero,
y, si no se
tiene,
hay que conseguirlo, de algún modo, satisfacer el deseo, avaró de ganancias. n ese cáso estaba nuestro mozo, corriendo
dura crisis, cuando tomó parte en un “asalto” no como el de mires, «en que
dulces
y licores,
obsequiosos
que
ue lós
a
Jen y fué á parar, cárce
fué recibido con
asaltados,
obles lo
con
menos
denunciaron
Lo visité a instancias suyas, y me recibió triste, anegado en lágrimas. No se me ocu-
rrió otra cosa que decirle : —¡Cón
que
preso?
—¡V. tiene la culpa! —respondió—¡ Aquella levita ha sido causa de «mis infortunios! —¡Ah, no supiste interpretarla! —¡Qué sabía yó! Como-un contrae necesidades y.... vicios me dejé levar, imitando a otros.
¿enballero” de moda..
y
la
mañana
valles
y mares
y aún la luna, el astro
avienta y
ciuda-
enfermo de
en la noche
callada el
mágico haz de hilos argentadas de su cabellera para diluirlo sobre el mundo en lMuvia de apacible claridad.
De
entónces,
oh!
Dilia
encantado-
ra, al festivo conjuro de la juventud tuvieron las hermosas éste aliento invisible,
poderoso
y “delicado:
el Encanto,
de tu sér un fragante lirio blanco y delicado,.una nota de embriagadora melodía, un luminoso rayo de la aurora! ENRIQUE DESCHAMPS.
Pués!
si salieses bien de este lío... : ¿qué ha-
rías con ella? Ya en camino.... seguir usándola.
Le regalaría algunas monedas, consolándolo, y me despedi, con pesar | en el alma, dicien-
Abismo
do para mi “capote”” —¡ Qué estragos hace una levita! L. A. PONCE
DE LEON.
ENCANTO. ARA (A DILIA PITTALUGA.)
: No hubo en un tiempo reflejos ni celajes en el éter, ni fragancia en huertos y rosales,
ni
en el día
corrientes de fue-
go, de armonías y dé vida :aún dormían, abandonada é intolora la paleta milagrosa, silencioso y sin ritmos el bri. Mante salterio del artista glorioso, pintor
(LES
La Soy, hoja á los
CARESSE-JEAN
RICHEPIN)
más fuerte eres. Lo siento. entre tu mano amada, ó pluma, abandonada antojos del viento.
Tu sonrisa ó tu caricia me hará hacer cuanto desea ; y por extraño que sea
es para mi una delicia. De tu vista á los destellos ardo en loco frenesí : cuanto quiere hace de mi
la fusta de tus cabellos. Como esclavo humilde y fiel, te abedezco noche y dia, y depongo mi energía de tus besos en la miel.
Es mi Biblia y es mi fé
del infinito y autor de las melodías inefables de los mares, de los espacios y los
Soy tu bien y soy tu cosa;
vientos..
pero no ignoro por qué.
Más
uniéronse una vez con ardiente
vínculo de amor el Color y la Luz y se produjo este aliento invisible, poderoso y delicado: el Encanto. i De entonces tuvo vaguedad sutily misteriosa la brisa que esparce por co“lados y praderas, los perfumes de la
selva; inúindó las esferas el impalpable
el
sugestivo encanto que ha cristalizado en tí el haz de gracias hechiceras que hizo
¡ Hasta caer aquí?
—Y
que
melar colía, desató
al
lévita, á la sombría
oro
una palabra amorosa.
Cuando
lá cabeza inclino,
y á tus caprichos me presto ; y, péndulo de tu gesto, me someto á mi destino; Que despierten mis vehementes Lurores, tu alma no inquieta.... ¡Tén cuidado; que el poeta
és domador de serpientes! CARLOS
CASANOVA,
EL
CARNAVAL
J l 0
0
Artes.
O ME e AAA rc
CUADRO DE CUCHÍ.
bee e bite
invierno,
A
añani t a de
e
_EL
¿Ni un lápiz?
IV Lleva asido su atalaya
Dadme una pluma ó un lápiz; cualquier cosa en sus empeños utiliza el vate si el entusiasmo en sus arterias late ;
“si al templo de Minerva
cada nave al mastelero; de la cofa un marinero en lo obscuro ver ensaya
costa, sirte, monte ó playa ....
llegar osa.
Y hoy sin cesar la inspiración me acosa;
¡hoy me siento “leon para el combate”!
quiero un soneto hacer ¡para Petate! ¡venga la pluma, pues!
¡no hay quien me tosa!
No aparece!... ¿Ni el lápiz?.... ¡ Vive Cristo!
y algo informe vé en su anhelo que se esboza tras del velo
de la noche casi
¡ Tierra! asorda mar y cielo. v
desgracia inaudita, gue me abruma.
Y al beso de luz del dia ya roto el sendal de brumas,
Qué decir á Petate. en este aprieto ? “Por la falta de un lápiz ó una pluma
no he podido escribir este soneto.” R. NEGRON
de su tálamo de espumas
FLORES.
A
Hostos.
A
la virgen en flor surgía,
y el hombre á sus piés caía bajo el palio del palmar;
TIERRA A Betances.
y hubo nupcias, y, en altar trocada la caravela,
Martí.
el ave maris estella al cielo subió del mar! Fr. HENRIQUEZ
I
Otra vez el sol se hunde como un globo be topacio, y en las sombras del espacio luz medrosa se difunde. De morir el miedo cunde
en la audaz marina tropa que en tropel al alta popa llega ardiendo en ira y saña,
y, perjura á Dios y á España, clama á gritos por Europa. TI
Es en vano que la ciega descreida gente incauta se amotine contra el nauta;
-su robusta fé no ceja.
LA
TIT
Mar de fondo, frágil quilla, largo viaje, playa ignota nada arredra eñ su derrota
á la épica flotilla
de Colón y de Castilla, que ya luce regia gala. Flota un junco, .... moja el ála 'aveazul en verde onda; y un extraño olor de fronda
con su mirada,
la luz de su sonrisa;
Versátil é inconstante cual la brisa, Finge con arte estar enamorada,
Se halla dispuesta á complacer sumisa, Y en busca del placer, que es su divisa,
Nunca
su beso niega, apasiónada.
Jamás en sus ardientes sensaciones Se concreta á un amor, que necesita
La adoración de muchos corazones. Y aunque su labio el juramento agita, Sin alma, sin amor, sin ilusiones,
Con todos juega.en su pasión maldita. JUAN
A
que su esfuerzo sobrehumano no desmaya en la porfía, de su triunfo soberano.
con
Anhe'a en sus caprichos ser amada.
siá su vida atenta, .... en vano! é inspirado fija el dia
CARVAJAL.
COQUETA
Enloquece gentil Y vence
Si de loco lo mcteja,
el ambiente tibio exhala.
extinta....
y, al disparo de la “Pinta,”
¡Hallarse un escritor tan desprovisto! Es
CARNAVAL
MI
P. TERREFORTE.
PADRE
Cuando recuerdo con el alma triste,
Que al hollar el camino de la vida " Me alzó tn mano en mi primer caída Y en tus brazos amantes me acojiste!... Ante mis ojos tu visión persiste, Y
en plena juventud
busco
Como halál en mi niñéz,
tu egida,
tiernay querida,
Como el amparo de mis años fuiste. Soñando con tu amor
y tu cariño,
Mi fatigado espíritu levanto Porque soy para tí, cándido y niño;
Y sino asciendo hasta sentir tu encanto... Es que mis alas de nevado armiño Empapadas las tengo con mi llanto!!
FERDINAND R CESTERO..
:
5
o
6410
EL CARNAVAL
servar necios vida; obras taban
mi
anterior,
querida
Blanca, voy á departir un rato contigo, sobre varios puntos que no debe ignorar una joven como
tú.
Hablemos, pues, como buenos amigos, y disimula mi insistencia en convertirme en tu E age predicador. Por algo será; y vamos
á ello. Yo bueno,
sé que
te
gusta
mucho
leer.
Es>es
por que indica que no tienes inclinación
á la frivolidad, y que encuentras placer en edu-
car tu inteligencia. Las personas los: libros son dignas de lástima. pero lee libros buenos; libros
saques alguna utilidad,
y que
de
no
cuya
lectura
esa
agrada-
sea perdido
el tiempo que hayas empleadosen ble tarea.
Yo he
sido
siempre
que odian Lee pues;
un lector incansable.
Muchas veces he olvidado mi soltar de la mano el libro que
comida, por no me interesaba.
Devoraba las páginas, con hambre olvidándome muchas veces, de que
la tierra, donde tes vivir. Pero pocas
leer
las
novelas.
obras
indispensable comer pata veces perdí mi tiempo en
Siempre
de
famélica, estaba en
me
han
imaginación.
“reventado”
Por
instinto
soy
enemigo de la mentira y de la falsedad. Lau verdad, que no es más que una, ha sido siempre la que me ha atraido, como al acero el imán. No quiere esto decir que no haya leido novelas, en el largo espacio de mi vidu. He leidó muchas; pero con un solo objeto. El de estudiar el manejo de este hermoso idioma cas-
tellano, para mi, el mas gráfico, el más racional y el mas enérgico para dar forma á las ideas y hacerlas penetrar fácilmente en el corazón y en la inteligencia del que te escucha. Mucho
me han entretenido los
“Episodios
Nacionales,” de Perez Galdós;-las originalísimas obras de Pereda, que sabe copiar del natural las costumbres
montañiesas, con tal maes-
tría, que huele el libro al marisco, de aquellas olas cantábricas, preñadas de sardinas relu-
cientes
como
entusiasma
peces
por su
de
plata.
manera
“Valera”
me
fácil y sencilla de
manejar el pincel del idioma en su Pepita Jimenez, que ha tenido el honor de ser traducida á varios idiomas. También
hé devorado,
algunas,
las obras de los novelistas
franceses,
no todas,
tan solo
como estudio de su manera de copiar los cuadros de la naturaleza. Entre ellos, Zolá el primero, me:ha entusiasmado á veves, apesar
del perfume poco grato.
que
se
desprende de
algunas de sus obras; Victor Hugo, el romántico más fuerte de Francia, me ha encantado en muchas ocasiones por la soberbia satánica Se se desprende de sus trabajos literarios; y audet, el dulce Daudet, también ha sido ob-
jeto de mi'atención en ratos perdidos. autores, con el misántropo Tolstoy, con nial Pierre
Loti y. alguno
que
otro,
Esos el ge-
autor de
abras imaginativas, son los únicos que he leido, más como estudio, que como entretenimiento de placer y solaz. En cambio. me encanta el Quijote, porque ha sido siempre el libro
Jonde
aprendí á con-
frescar mas tarde la memoria. Nou leas, pues, novelas,
Ocupa tu tiempo Historia,
gue
de vagar
tantas
Blanca
amiga.
en la lectura de la
euseñanzas
encierra;
los libros de viajes, siempre que sean
res verídicos, como
Edmundo
en
de auto-
D'*Amicis,
cuya
fácil pluma describe to mejor que algunos , pinceles maestros. e libros de ciencias y de * geografia, que te enseñen á conocer las belle- . zas del planeta que pisamos; y las conquistas que el genio del hombre ha logrado alcanzar en bien de sus
semejantes.
Las obras de
Samuel
Smiles,
en Inglaterra como Cervantes
A
tan pr
en España,
son
de aquellas que debes tener siempre al alcance de tu mano. Lee todo aquello que pueda instruirte y que te ponga en condiciones
de no hacer pape-
les ridículos cuando estés en sociedad. Pero, no me cansaré de. repetírtelo, como
del demonio,
de esas novelas
huye
enrsis, que
no hacen más que atiborrar de patrañas imbéciles la imaginación de las niñas sin experiencia,
y
dé
los mentecatos
que
no
piensan
que
la vida es corta y es necesario utilizarla en cosas de más pujvecho y más valor.
Y vamos ah0OYa á charlar un rato de nuestra danza, pero antes debo advertirte que ho
soy enemigo del baile.
¡Líbreme Dios!
lante
y yo he visto
Ya-en
tiempos
de Moises, se bailaba de-
del Taberháculo;
los Seises, en plena
te del Santísimo
ia
en
Catedral de
Sacramento.
bailar á
Sevilla, delan-
Ya
ri
te ofrecí
vez tú, por
esto que el baile no puede asustarme. Pero ¿crees tú, Blanca amiga, que
fuera
posible bailar la Danza puertorriqueña, delante del Tabernáculo, y mucho menos delante
de la sagrada forma ?
E
Para ese buile endemoniado
do más templos
especiales
los de
la vieja
¡Roma,
dioses
paganos de
en la
ante
no he
conoci-
A
Como
historia, que
Josaltaresde
alo cit
ITI.
mi buen humor; y á reirme de tantos. como se encuentran en el camino de la dando sienrpre mi preferencia á aquellas que me enseñaban algo, y que me presocasión de tomar mis apuntes para re-;
los
la mitología.
Tepsicore
á
importada.
de la Habana,
los sones del arpa presidiría las fiestas que habrían de celebrarse en los famosos templos de Citeres, Gnido y Chipre, donde reinaba Venus, la diosa del amor. ¿ Nuestra
danza,
según Brau, hace ya muchos años y
A
CARTAS BLANCAS
'
modifica-
É le
da hasta el extremo de no tener hoy puntos de afinidad con el lúbrico “danzón” “cubano, es
¿
-
,
b4
un baile pernicioso, en mi concepto, y muy capaz de hacer perder la virtud, más acrisolada, á la niña más pura
é
inocente.
El
mis-
mo Brau, señala algo de origen africano, á esos aires melancólicos que reciben estímulo en
el
golpe
acompasado
del
rudo
y
salvaje
timbal.. Pero yo creo que la “bomba” de los mandingas y carabalíes, cuyo baile he presenciado muchas veces, de niño, no era tan lúbri-
ea,
como
nuestra
“señadora””
danza,
pues
aquello? bailes carecían del contacto corpo de las parejas y se reducían á movimientos
más ó menos rápidos del bailarín que Jucía la agilidad y fortaleza de sus músculos, mientras la mujer, sola, daba vueltasen torno,
cillos movimientos, y al compás tono
cantar.
Por otra parte, Blanca ami
go más ridículo que la danza ?
- -
con sen-
|]
de un monó-
_¿has visto alate bien en
cd
.
“EL
642 las parejas que llenan un salón, y observarás que na hay dos que bailen de igual modo. 'Cada uno elije la posición que que le parece más elegante.
maáno/de su
pareja á la altura
el otro tuerce y
el arco
de
más le cuadra, ó El uno levanta la
dobla
un barril;
de
su espina
el de
más
allá
se pone
sério como un alcornoque y saca la lengua, como si estuviera realizando una obra colosal; y allá otro, especie de zascandil, mueve las piernas como un Juan de las Viñas, trazando con
los piés en el pavimento
más
rúbricas que un
signo notarial. "Mientras
tanto,
la pobre joven,
que
ha pa-
sado una semana, arreglando su vestido, y que se ha Henado de flores y perifollos para asistir al baile, tiene que someterse á las ridiculeces del primer quidan qne se acerca á sacarla, entregándose muchas veces á los brizos de un hombre
maliguo
ú ordinario
para
sd
estruja-
da, manoseada y ceñida, como si fuera tal procedimiento la cosa más natural. Esto á mi.me «ssubleva; y yo te aseguro amiga mia, que no soy ningún santo; pero te aconsejo, 'qne no bailes la danza, y que no te prestes á ser juguete de ningún manganzón.
Y si después de esto te encuentras con que
un soldado
genial,
con
toda
aves negras, venidas al festín de la muerte, quieren llevarse el corderillo muerto.
Ni
su cabeza;
dorsal, como
la malicia
de
un
viejo marrullero, declara á la Borinquen,-“him-
no nacional puertorriqueño,”” el rojo de la ver£gúenza pintará tu rostro, al meditar sobre esta grosera burla, que parece nacida en un cuartel Si el baile te agrada, baila la enadrilla francesa, los lanceros ó el rigodón, Esto es enlto,
es elegante y no te brindará ocasiones
de
caer
en pecado mortal. > Y como la danza de esta carta, ha pasado de los compases que permite EL CARNAVAL, corto el hilo, y echo el nudo á la hebra, hasta
El círculo de las aves se estrecha: sus rádios se acortan: los cuervos avan-
zan: el fúnebre graznido
en lágrimas de la oveja que llama al pastor ausente Y el pastor no acude al reclamo de la pobre
El círculo:se estrecha, y se estrecha y llega el momento supremo, y el balido de angustias maternales se pierde en la Manura.... | ?
de sangre saturó el ambiente. Y, al extinguirse las últimas
oveja desamparada ... LUISA OZEMA
y sola! PELLERANO.
MINIATURA.
Eres
Es medio dia. La luz anima el verde cesped que, cual velo de esmeralda, cubre la campiña. ' El aura suave y tibia, al descender de las
cimas del monte, trae en sus álas olor de selva virgen.
cielo luce su azul purísimo, y se
apagan en el viento las armonías misteriosas de las aves y de los insectos, mien-
tras cruzan á lo lejos el inmenso espacio lleno de esplendores. Todo dá á la campiña un tinte extraño de melancolía. En medio de la llanura se destaca un una
oveja
llena
de
primorosa
y
Numerosa tropa de
cuervos—el.
agorera de las desgracias—forma
del grupo
ave
ámplio
triste.
La
oveja, en actitud patética, implora al cielo pro tección para su hijo! Dolor y an-gustia revelan sus ojos. Ya no tienen brillo, sus miradas. Llora, porque las ,
*
admirable Eres
como
fascinan-
te y turbadora como el collar que cegóá Margarita. Eres una flor de púrpura. La naturaleza hizo en tí un inverosimil trabajo-de opulencia en la brevedad modelada,
marmórea
y rítmica.
.
Tu belleza entona el himno de Venus inmortal leve y suave como un rumor de olas en una playa de lirios florecida. Es apenas la caricia dispersa de lejanas músicas voluptuosas. Pero luego, en la absorción
enigmática
de la
visión contínua
y penetrante, tiene la fuerza de una tempestad.
an-
gustias y á sus piés el corderillo muerto.
ondas de
la luz del dia, tras el vecino monte, aúnse oía en la llanura el balido de dolor de la
una joya de Benvenuto.
Dia de sol primaveral.
torno
NX *
Yo no sé lo que pasó.... Pero la campiña tomó de súbito, un aspecto sombrío. El sol traspuso la montaña ; el cielo se cubrió de nubes cenicientas, y olor
ANGUSTIA
círculo-en
madre.
NáE
J.- A. DAUBON.
doloroso grupo:
se hace más lú-
gubre.... Y se oye, en el silencio del medio dia, el balido desgarrador, bañado
la próxima ocasión.
El
CARNAVAL
Pasa
una
abismo; gran
cielo
negrísima
fatal, cual
brehumanos; Jontananza un tase'en
voz
arcana,
una
voz
y en la tristeza trágica, impónese la
sombra
en
del:
el
una sombra de
duelos so-
mientras en la pocelosa arroyo de sangre precipí-
un gran bloque deiniéve....
t,
JACINTO
LOPEZ.
EL
CARNAVAL
643 un laurel más con su última cosipomasa leída en el Ateneo.
. PUNTOS LITERARIOS.
Sabe el querido amigo
cuanto “celebramos
sus triunfos.
Rasgos. RATERIS—San
Ha llegado á nuestra mesa de redacción, > el último libro del querido amigo é inspirado
Juan.
*Vantos allá con sus
versos:
poeta, Don
“Mi estimada Sinforosa ¿Mujer de mucho viento Lijera de pensamiento Y un tanto vanidosa Enseñándome una rosa Refirióme este cuento.” Bonita
o
original,”
que
Mario es usted
amigo
de las
letras;
más purece que las letras no lo son de usted.
ROBERTO—Caguas. No se tape amigo, no se tape. Eso está bien para pensado pero “eseribido.””
no para
tinente americano.
tales ! Y malas para mayor
desgracia!
Nojd lo que
Ha entrado ha formar parte de la redacción del “Heraldo Español” este DEDOS iaa
dice; pero
Felicitamos al quisición.
preguntado ?
Don Este
Juan
Después de algunos días de permanencia en San Juan ha regresado á Guayama esta simpática y distinguida amiga nuestra.
Ha resultado espléndida! Y no podía ser de otro modo:.con los elementns que en ella tomaron parte.
Teresita Mangual,
la inspirada
Ferdinand; estuvo sublime en la ción del bellísimo canto “Amor.”
musa
de
interpreta-
Digérase que Ferdinand escribe para que Teresita únicamente lo interprete. Dichoso poeta!
Perez Losada - Este distinguido
con pañero ha alcanzado f
/
hace dias, enfermo de
Sr.
2
su
completo
resta-
Riera
Pocas veces se han tributado aplausos tan merecidos como los que recibiera el célebre va. jo Sr. Riera'en el Casino Español. En estas líneas no podemos hacer mas que enviarle el testimonio admiración.
La fiesta del Ateneo.
valiosa su.
amigo é ilustrado juris-
deseamos
El
tan
Guzmán
halla desde
algún cuidado. Vivamente blecimiento.
Palés
colega por
distinguido
eonsulto se
+ A VUELA PLUMA. Mercedes
Nasario
compañero.
VERITAS—Ceiba. ser verdad
El talento triunfa siempre.
M. Aldea
¿A buena hora empieza usted á escribir pos-
se lo ha
Brau
En el último vapor ha salido para los Estados Unidos este distinguido amigo, cuya colaboración artístisca ha honrado más de una vez las páginas de esta revista. Va Mario en busca de horizontes inás amplios y leauguramos grandes triunfos en el con-
G.—Maunabo.
Puede
dedicato-
EL CArNANAL la saluda carifiosamiente deseando que jamás tenga, por motivos de salud que ausentarse de San Juan. |
SIFONT—Ponce.'
¿quién
expresivas
de Cayey esta encantadora trigueña.
Esto va á acabar muy mal.
M.
más
Mila Lopez | Completamente restablecida ha regresado
Más vale que suspendamos
veo
|
ria que nos dedica.
Qué animal
Ya
las
gracias por su obsequio y benévola
poa
un novio
Riera Palmer.
limitandonos hoy á darle
Venga de ahí. “Tuve
Mariano
Abrimos el libro al azar y tomamos el de” licado soneto que adorna la primera página de EL CARNAVAL. Yanos ocuparemos de tan interesante obra,
de
nuestra
entusiasta
Para hablar de Riera se necesita mucho espacio y mucho tiempo de que carecemos hoy. A
A
nuestros
agentes
Con el presente número recibirán todos los agentes los recibos correspondientes almes actual, con orden expresa de no entregar el perió-
dico á ningún suscritor que tenga recibos pen-
-
dientes.
Hemos establecido el podemos seryir el periódico efectivo el pago en esa forma. *
anticipado y no los que no hagan
»
508
14
Je
EL.CARNAVAL
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y
d|
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y él mismo
ML;
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JJ
Su precio es económico las fincas diarias.
CABELLO.