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(PP
EL CARNAVAL. REVISTA
DE
LITERATURA
Dedicada
NS Entered
Año 4.
Y ADMINISTRADOR.
JoanqQquiN
E. a
SAN
PUERTO
Un mes...
Un trimestre 7 Num, suelto 7
TA
FRANCISCO
19, 1902, at San Juan, P. R. as second-class
SAN JUAN,
SUSCRIPCION:
BARREIRO.
24,
OFICINAS: December
Seco,
95.
matter, under Act. of Congress of March
RICO,
MARZO 6
UNA FELICIDAD. AAA
mortal, una
sonrisa
una fina obra de
que
era
esmero y de
tiempo como una cinceladura,
ma la que la. naturaleza haía encontrado el modo de prender un leve jazmin de tristeza, dándole lúgubre.
el raro
encanto
de
—$Sí tu felicidad. La ereo porque la he- visto siempre.
cuando
nos
separamos,
—Sí!
Y no me
caricia
porque la. veo, Eras muy feliz
y Pu
más que nunca. Alcabo una de las pocas cosas que no mío.... —Sí?
una
que lo
eres
de tantos años es sobreviven en tor-
sorprende.
La
encuentro
lógica, digna de tí, de tu inteligencia. Habría negado tu espíritu, tan sutil, tan rico, si te hubiese visto fracasar en la lucha por la felicidad. ¡Mujeres como
tú no tienen derecho á fracasar.
—No sé cual opinión tienes. sobre estas cosas, dijo ella, apenas esbozadala sonrisa dulce y helada en los labios muertos y ágiles. No creo que la felicidad sea obra de una elaboración voluntaria. No existe sino á condición
:
3, 1879.
Núm.
1904.
EECCCECE
|
DIREOTOR
Bello
. .
EDUCADA LA MUJER Y HAREIS PUEBLOS LIBRES
al
Y ARTES
EL de ser siempre un fortuito favor del acaso. Al dueño ocasional de una tan gran fortuna, sólo toca defenderla, consolidarla, y, si es muy apto, fecúndarla, hacerla producir maravillas.
Una felicidad industrial no es concebible. Hay; sin embargo, la felicidad mecánica; pero yo te aseguro que es espantosa....
Sus labios frescos y sepulcrales =e unieron
como dos
pétalos
giraron como
bajo la
centellas
caverna marina;
escarcha;
en la
sus
sombra
y apareció
ojos
de
una
agrandado,
intenso, más tétrico, el jardin morado
más
y negro
de sus ojeras perennes, comparables á un eterno crepúsculo de necrópolis. —Cada
quien es feliz
con la serenidad de un á ver estados de alma. felicidades
cuantos
sos los locos.
Todo
á su
manera,
él
hombre acostumbrado Creo que huy tantas
individuos
depende
existen,
de
tancias, del medio, del concepto
de la vida,
dijo
y aun de la simple
inelu-
las circuns-
que
se
tenga
sensación de la
vida. La educación, el carácter, nos dan también y nos defraudan felicidad. La felicidad cambia con las épocas, como la moral, como
la literatura, como las ideas, como las ras de ver y de sentir. Puede decirse felicidad evoluciona, perfeccionándose á del espíritu humano: Nose era feliz mismo modo en los tiempos de Homero
maneque la la par de un y Pe-.
cían. do,
CARNAVAL
Expresaban dolor,
un dolor
envenena-
nutrido de iras vengativas que
gemían
en
la quietud. En el jardin tenebroso de sus ojeras agravadas, sus ojos de color de carne de
tamarindo
fulgor
de
muy
maduro,
fuegos
fatuos
osario. —Es espantosa, hondamente. :
es
fulguraban
en
la
boca
espantosa,
con
de un
repitió ella
—Pero bien, ¿qué ? —Qué pensarías si te confesase que soy una infeliz? —¿Sería posible? Si tu felicidad es tam-
bién una mentira, no queda entónces nada cierto en torno mío. Pero cómo ha de ser! Tu marido es joven, elegante, culto. Teama con frenesí. Es sumiso como un esclavo. Te está sometido como un animal doméstico. Canta amor todo en ustedes, canta armonía,
canta felicidad. —Mi
felicidad,
da y envidiada.
mi felicidad!
Esla admiración
Tan
afama-
de
todo el
mundo. No hay ya lenguas para ponderarla. Empero, sí, soy una infeliz, la más dolorosa delas infelices. No hallaría como dar una
idea de lo que
me cuesta
en dolor
esta felici-
dad que todos contemplán embelesados. ro yo soy una mártir, una gran mártir!
que hecho es
disfrazar
á los
ojos del
Pe. Lo
mundo
tronio, de Petronio y Dante, de Dante y Víctor Hugo. La felicidad tiene asimismo su nacionalidad, como los individuos, y aun su ciuda-
la fealdad de mi desgracia. Acepté el matrimonio herovicamente, con un heroismo de que no tienen la menor noción los hombres. No
tersburgo como en París. Un artista no feliz en Nueva York como en Roma. Hay felicidad francesa, la inglesa, la alemana, turca.... felicidad tiene también sus
es la la zo-
que más me ha amado, cuyo amor es adoración y fanatismo. Con una perversidad indo-
nas
Asi
delirante á medida que avanzamos en la vida conyugal. Micorazón no se ha conmovido
danía.
y
Un parisiense
sus
noes
estaciones
feliz en San Pe-
como
los
frutos.
eomo en ciertas regiones no llueve jamás, hay lugares en que no se da jamás la felicidad. Yu escuchoQque
me preguntas;
pero,
qué es la
felicidad, es el a es el dolor, es el olvido? Yo me cuidaré bien de incurrir en la imbecilidad de definirla. No puede haber en este 'pun to sino definiciones arbitrarias.
Toda felicidad
es personal, como el estilo, como las líneas de conducta, como las facciones del rostro, como la voz,
como la mirada.
De aquí que
amenu-
do encontremos la genialidad, la extravagancia, la inverosimilitud en los caprichos de felicidad. No falta quien conciba la felicidad sin el amor.
Para mi, por ejemplo, la felicidad
es la flor del amor. Creo que por esto es 'bella, la más bella florde la vida. Pero hay todavía un
punto de vista
superior y extraor-
dinario. La felicidad es materia prima, como el mármol, como el oro, como los colores ; materia. laborable, especie de barro divino que contiene
en
germen
todo el
prodigio.
una hora.
Pero hay que
ser feliz eomo
refinamiento una felicidad
de la felicidad.
Se llega
corazón
ha:
sido:
piedra y páramo
marido,
más vigorosa y
para él sino en forma de hostilidad, sa, de de los
me aterra encontrar
examinar mi corazón. Me aterra en él un'sentimiento de odio acu-
mulado contra el hombre Imagina el esfuerzo de
media de amor para la
de repul-
sublevación desesperada. A la postre años vividos en este horrendo drama,
humanidad;
continuo,
que me idolatra.... mi alma en esta co
engañar á mi marido
piensa
continuo;
que
este
piensa
que
novarlo,
redoblarlo siempre,
ción
debe
el instinto y el tiempo; no
dormir
es
precisfre-
en brega
piensa en que
un
yYH
esfuerzos
minuto:
que, ya en este abismo, no hay en claro, nada sincero, nada noble, ni
tra
Yaten-
piínsa en
BY nada ña mira-
da, ni una sonrisa, ni im beso.... ngfsé lo que es un beso; piensa en que tengo Fue fingir
el placer,
sin
en el placer
que
haya
para
que brindo á otro
mí“Bino
silicio
hffsta el desfa-
no lo
sa en la vergúenza, el desprecio, la fatiga de mi alma, y comenzarás á comprender la enorme desgracia de mi felicidad. Nada me duele
Hay
gún el grado de sensibilidad, de complexidad - anímica, de exquisitez, de inspiración, de fuerza mental y psicológica. En esto, como en aristócrata
mi
llecimiento; piensa en mi soledafi
que ser un artista de la felicidad. - Y se es.se-
todo hay, una aristocracia. Lo creerás?
mable,
para la pasión de mi
Todo
el mundo es feliz,.al menos puede serlo, un día, sea, como no pueda sérlo todo el mundo.
amaba, no he podido amar nunca al hombre
Se es
así á un
inefable de la dicha. Se bebe acendrada. Y la insólita, la su-
prema felicidad de la obra de arte.... Por mi parte, juzgo que ser feliz como todo el
mundo es una vulgaridad oprobiosa: Mientras escuchaba, sus ojos se entenebre-
moral; pien-
como engañar á mi marido, y no puedo dejar de engañarlo! ¿Qué sería de él si descubriese que este amor,
el grande amor de su vida,
no
ha sido nunca sino un amor de carnaval? Tengo que llegar hasta el fin, hasta el fin! Pero ¿por qué príncipié? ¿Por qué en luga
de tener el heroismo de comenzar no tuve el heroismo de no comenzar, por qué?..... Y Es
quizá lo único que no puedo decir... Es una historia, una dolorosísima historia en la que. quedaron mi vida desgarrada y mi destino decidido. En el fondo tal vez no haya sino
-
EL
CARNAVAL
un arcano torde
designio,
entro
como
en
enyo
plan
inmiseri-
como
víctima.
soy
la
más
virtuosa de
En mi montón de cenizas, el único fuego po- |. sible sería fatídico. No amo sino una cosa, el shi- |. cidio. Una vez intenté quitarme la vidaj ycuando ya me iba, me detuvieron.... Recubrdo la dulzura de la agonía.... Con esto ho gané sino la obligación de una nueva comedia : la gratitud, He cometido la. corbardía He
vida
es
una
farsa
seguir viviendo.
pretexto y
Interpreta esta moral del misterio : mi marido es el mejor de los hombres,
y ya ves
la suerte
que le toca
que
hombres
en
aquello
en
fijan la recompensa de sus
ideal de las
su vida; yo
mujeres,
y
mi
los
merecimientos
y el
atroz.
Mi felicidad es un suplicio, la de mi marido un artificio....la de la humanidad .... ¿cuántos horrores habrá en las otras felicidades? Y no creas que anhelo amar. No tengo alma para la. ternura y el entusiasmo. En
corazón
no
hay
sino
lástimas
y
ya mi
Y como los leto en pié,
Para este
honrada existir entre estas dos depravaciones:
la mentira y la cobardía. No, nó! Y estoy rendida. Ya no puedo, no puedo... : Y enmudeció. Sus ojos hablaban todh
rencores.
Odio el plaeer.. No soy sino dolor, pero un dolor árido y frío, un dolor extático. El invierno fue en mí precoz y definitivo. Pronto
quedé sin una hoja.
Vivo, ¿para qué?
vía,
fijos y aciagos,
brillantes,
con
un
de joyas encontradas en un sepulcro
No conozco la primavera.
árboles en la nieve soy un esquebajo la lívida mortaja desolada.
brillo
antigub
JACINTO LOPEZ.
LBS e1
A
y
CHOTPEM. -——a
>
PARA
Se pára el corazón.
Mi alma despierta.
Y es que parece el piano
que lo'toca la mano de alguna novia inolvidable, muerta. . En el negro ataúd de alma de acero vibra el ritmo sonoro
como un pájaro de oro que
herido
canta
su cantar
Jacinro
LOPEZ.
Son pétalos de rosa ya marchita las notas de la Marcha, que caen como una escarcha en la tumba de mi alma sibarita. ¡Oh Polacas, Mazurcas,
y Baladas
de triste movimiento,
que sois como el lamento de mis eternas noches desoladas!
postrero.
Y esilánguido motivo en la .Sonata, en la Bercense es llanto; mi propio desencanto que no 'supo escribir mi pluma ingrata. Al recordar el Vals largo y ero, ó el Scherzo adorable, ó la Mazurca amable, vibra y sueña mi pecho entristecido.
SET
|
hecho espantoso de una felicidad de faránd- | la, vestida y rígida como un maniquí. Es ún destino demasiado abominable para un alma
¡Oh los cantos dolientes nocturnales huérfanos de alegría, que habláis al alma mía de las hondas venturas sepulcrales!
Se pára el corazón. Mi alma despierta. Y es que parece el piano que lo toca la mano
de alguna novia inolvidable, a: RAFAEL OCTAVIO GALVAN.
TN
ee
EL CARNAVAL gritos de medrosos tripulantes que se amar- guen con su miedo la ventura de morir, lleván-
dose en las Yo veía de humo. sombra, la do.
RIMAVERA de ojos azules, ben. dita primavera, cuál es tu
” magia?
boca
ve una mujer,
6 es un jazmin muy una
el cielo su más claro zafiro;
pura el ere-
cris-
el alma germinan, primavera, á tu beluz, sensaciones inenarrables, deseos besos
no
las estrofas que cantan, golpeando
El buque,
miré un
banderas al aire,
le abriremos,
que
rompía
zarpó...
la onda.
¿Será en la costa,
de camelias?
metáli-
co, tendía los ramos, en actitud de volar, ebrio de perfume, loco de haber sorbido el alma de aromas á unas azaleas purpurinas.
La hermosura cruzó la calzada, mí.
frente
á
La saya, recogida, puso á mis ojos la vo-
luptuosidad de
una
pierna
mórbida.
Quiso;
además, mi suerte ó malaventura, que la desconocida hada blonda me viera con una luz de
simpatía. me cegó.
La claridad azul de aquellos ojos La mirada magnética, la coquete-
ría fugaz de una desconocida,
de
una
extran-
jera, á quien acaso nunca volveré á encontrar,
punzan ; y pienso que solo pudiera librarme de
¿Será en
al-
AE pe margen del Japón, país de ensueño, donde se labra el poema de un amor en marfil; 6 ojos
En su blanco som-
una
como
nos torna impre-
navio
de
todo
y
á las puer-
E me dije, de la verde Erin, ó en las riberas de Liguria, bordadas
enamo-
momento
- ¿En qué remota playa tejería su hélice la últi-
estrellita de espuma?
ojos
y un ramo
Pero las rosas se fueron deshojando á que la ilusión se alejaba, y cuando mis la miraron más, la eorona de rosas, pétalos, ya no era sino corona de esLas espinas, que son el recuerdo, me
Yo miraba el vapor, á la distancia. No distin- guía las banderas. ¿A dónde iba ese barco?
ma
los
de melocotón;
rosas. medida ojos no idos los pinas.
sionables al suspiro del viento en los pinares, al batir de la onda en el acantilado melancóli€o, al contento del pájaro, que en la copa del “abedul, enriza el venturoso plumaje y rumpe - en trinos de ternura.
Ayer mañana
un rosal.
ciñióun
gustados,
circula extrañamente por las venas nos afina los nervios;
la tierra
dido en el jubón escocés.
imposibles, aspiraciones confusas :—y lás tris-
savia;
y verde
para
glicinas, cual mariposas de alas abiertas, pren-
- caprichosos arabescos; y las flores, más ricas, dan su fraganeia y su matiz, y los hombres, más grandes, «lan el amor y el dolor.
del corazón, que nunca
aguarda;
laurel que ambiciona mi frente;
rados, mejillas
talinos velos; y el pájaro sus redes de trinos, y la onda sus chales de espuma, y la nube sus
tas
me
puro
brerito-un colibrí tornasol, de plumaje
'púsculo cambiantes ópalos, la atmósfera
y los
saberlo,
de esas hadas de primavera,
padecer,
eunda seres y cosas : la tierra da su más
tezas no sufridas,
sin
Hoy ví á una mujer joven y hermosa, una
virgi-
Como el labriego arroja la simiente, arrojas tú el encanto. La semilla del labrador solo fecunda la tierra. Tu encanto, vertido, fe-
En - so de
paloma,
nace el más
da, sobre mi tumba, como
flor de pesadumbre? Ni tú misma lo sabrías.
esmeralda,
en
que seria mi tumba, donde florecería mi leyen-
mi corazón, primavera,
pálido de tanto
que
para el pais donde
nal convertida en clavel, labios de gentil rubia, Jo que has plantado en
trocarse
Aquel barco quizás iría, según me puse á pensar, para el rineón de mundo gn donde vi-
¿Qué has vertido en mi corazón? Diría que una flor abre en mi alma; y la «fragancia de la flór sube á mi cerebro, embria¿Es una
quiso
rra ignota....
Tu ebrie¿Qué fil-
tro turba como tu aliento? ¿Cuál es como tu beso? Eres nupcial, primavera.
gándolo deliciosamente.
neurosis
volar á un mástil de aquel buque, y emprender viaje para una tierra lejana, para una tie-
Embriagas más que
el vino, primavera. dad es de aromas.
Mi
pupilas una 'visión azul? alejarse el vapor, entre torbellinos Y cayó sobre mi espíritu, como una nostalgia de ese buque desconoci-
navío en un banco de coral, entre
mi alma
de una
su injuria sutil, cambiándola
corona
en deleite,
de
la
misma hada blonda que las sembró en mi alma, la misma visión vaporosa, mi encanto de un momento, la misma extranjera, la descono-
cida á quien acaso nunca volveré á eneontrar.
Amor de lontananzas,
desasociego
miste-
rioso, quimeras y pesadumbres, has despertado en mi corazón, primavera. ¿Cuando será que pongas en mi pecho el granode amor, del puro y viejo amor, sin el cual no es la vida fecunda, ni el verso más que
luminosa orfebrería, ní el alma sino
pudridero
de ilusiones?
¿Cuándo será, primavera ? R. BLANCO-FOMBONA. - Venezolano.)
-
EL CARNAVAL
ROMA.
'5
N
PIDAN ANO
Q
FL
AO
CARNAVAL
WA A distinción que el epígrafe de Na, estos” renglones parece establecer
no
tiene
gran
funda-
mento, porque, sin duda, el Carnaval no es fiesta. de cuerdos. Sus atributos son los de
la locura. Cuando el mundo entero se agita en risas nerviosas y convulsiones de placer, ¿cuál po-
drá ser llamado con
propiedad
el “Car-
naval de los locos?”
Y, sinembargo, que,
extremando
lo hay.
su
folía,
Hay para
locos que
no
———
DE
LOS
LOCOS.
El primero representaba un calendario de la casa Parezchi, la fecha del cual era la de 37 de Febrero. En el mismo carro iba el facsímil de un termómetro con esta inscripción: “¡Todos locos! —Nervonómetro de la locura.” El segundo carro, de estilo modernista, llevaba
sobre
sí un
mascarón
de
simula una casa cuyos pisos entran unos en otros, como Ins tubos de un anteojo. de casaca y espadin,
pasar se disfrazan
ya puerta una vieja, loca como todos sus
cabalga-
una pala-
bra, el Carnaval de los locos. Todo esto acontece anualmente en el
manicomio provincial de
Roma,
en el Ja-
nículo. - La fiesta, que, sin.saber por qué, nos parece ha de ser tristísima, se desarrolla en una Plaza al aire libre, adorna-
da con guirnaldas de flores y verdor. Allí, 150 desequilibrados, elegidos,
naturalmente, entre
los más
tranquilos
de cuantos viven en el manicomio, entre hombres v mujeres, vestidos de polichi-
nelas, pierrots, diablos, y vienen, saltan
bebés,
etc., van
y corren, gritan
y can-
tan, sin hacer otra cosa que lo que mos todos durante
el Carnaval:
hace-
ser feli-
ces, porque faltamos á los reglamentos de la vida ordinaria. Este año las máscaras del manicomio provincial de Roma han organizado una mascarada que tiene más ingenio, — según lo que un periódico italiano refiere,
—que otras muchas meditadas y dispuestas por cuerdos Óó por seres que creen estarlo... La mascarada que organizó un alcohólico en vías de curación, el conde Tro' pea, se componía de tres carros.
El conde Tropea cerraba la marcha, caballero en engual-
drapado y pacífico asno.
]
En la Plaza había una barraca, á cucompañeros
de diversión,
recaudaba
los
sueldos que dejaban caer en su falda los visitantes.
,
;
Un loco vestido de domador y otro de payaso daban los gritos de estímulo que se oyen en todas las ferias: A
organizando
celebran, en
:
mujer vestida en tal estilo. La inscripción decía: **Arte nuevo. —Locura vieja.” El carro número3 alude al proyecto de elevar la edificación del manicomio, y
parezca que ellos son los cuerdos en me-dio de la locura universal, como si temieran ver usurpada su condición de perturbados, en estos dias que acaban de tas y comparsas;
:
—¡Adelante, señores, Aquí verán ustedes la más
adelante! maravillosa
A A
——
colección de fieras que ha podido reunirse jamás. Un sueldo la entrada. ¡Ade-
lante, señores, adelante!” * En el interior de la barraca, que se titulaba Gran ménagerie de Wolf, no lrabía sino un gran espejo, en cuya luna se veía pintada una gran reja. Las fieras de la ménagerie eran,
pues, los visitantes que se miraban alespejo.
Por haber de todo en
este
caraárral :
de los locos, hubo hasta baile, al compás de música ejecutada también por locos. Dícese que nadie perdió allí el compás.... porque nadie lo tuvo, empezando por la orquesta.. Y ahora una prépicta: —¿Ustedes ese Carnaval?
se hubieran
divertido en
A
DE
A
EL CARNAVAL En este mismo número verán nuestras amables lectoras algunas de las más bellas composiciones del malogrado poeta arecibeño, para probar cuan mereci-
dos son los elogios que le tributa el no menos sentido escritor Rosendo Rivera :
Colón.
TU TRAJE AZUL. No te vayas; acércate; que quiero Estremecerme en conmoción erótica, Cual de amor se estremece el éter fluido Al sentir el contacto de tus formas. No te vayas;
JOSÉ: A. MACHIAVELO.
¡Embriágame
de dicha!
¡ Hoy si que estás magnífica y hermosa! Con ese traje azul, que Dios formara
No vamos á decir nada
por
nuestra
cuenta.
Reproducir los conceptos de Rosen-
do Rivera
Colón,
el más
profundo
de
nuestros prosistas, es el mejor elogio que podemos hacer en honor de Machiavelo,
el más inspirado de nuestros vates con cuyo retrato honramos hoy esta página de
EL CARNAVAL
como
justo
homenaje
á su memoria. “Poeta de lira tiernísima, cuando se trata de cantar al amor 6 á las mujeres; de estro vigoroso, si cantaá la libertad, óála Patria, de delicadezas de expresión inimitables, de ritmo dulce,
de estilo
melodioso,
de sensibilidad y
gracia exquisitas, Machiavelo posee cualidades propias que le distinguen de casi todos los demás bardos de PuertoRico.
Son la frase, la imagen y el concepto. Porque su frase es algo así como el relampagueo vivísimo de donde brotan
“4 intérvalos, fulgores, destellos y claridades; sus imagenes son hipérboles con- densadas en un solo rasgo, con todas las . vibraciones del sentimiento y todas las «palpitaciones del alma, y sus conceptos
- soná la manera de una clarividencia del espíritu,
vá hasta
que percibe siempre el más alla,
él, lo alcanza, lo retiene en lazos
fluídicos y lo aprisiona del estilo.”
en la red de oro
¿Que mas podemos añadir nosotros? *
a .
+ +,
Con los zafiros de la eterea zona, Te me presentas cual vestal del aire
Que anuncia la llegada de la aurora, Con fragmentos del cielo por vestido Que brillan un instante, y se evaporan, Dejándome tu,imagen en el alma Y tu grato recuerdo en la memoria.
No te vayas; acércate que quiero Mirar ese color que me enamora;
De mi dicha es emblema; es el asombro De la mirada que se queda atónita,; Es el iris después de la tormenta, Y, tras noches de ruidos y. de sombras, El es el rayo azul de la esperanza Que disipa del «1ma las congojas : Dulce sonrisa del amor que sueña Y dulce paz en sus borrascas hórridas. Tu traje azul... oceano de zafiros Que refleja miradas de la aurora; a Guirnalda desprendida de los cielos Que los tintes del iris aprisiona. ” Tu traje azul... el manto de la virgen, Expresión de purezas amorosas
El santuario ideal de mis encantos, El arpa azul do duermen mis estrofas.
No te vayas; ¡ Embriágame de dicha! ¡ Hoy si que estás magnífica
y hermosa !
JOSE A. MACHIAVELO.
«
CARNAVAL de AS
Eres azul de mar—Tu
le:
(PÁGINA DE ALBUM.)
e
Hebrea. e
Rima
amor fascina
como una primavera, y.en tu vago y romántico hechizo, vierte un mago no sé que languideces bizantinas.
Un sortilegio flota en tus retinas, como la tarde en la quietud de un lago; y en tu ronrisa que nimbó el halago todas tus seducciones son felinas. $
£€t€ €
Oh! tu, la fior que la leyenda arranca de la escultura pensativa y blanca, que el Arte siempre arrodillado espía. ... Eres azul de mar, perfume y gema,
y alzas, como una lírica diadema, tu encantador orgullo de judía.
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Venezolano.
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EMILIANO HERNANDEZ.
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LAS. MARIPOSAS.
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EL
Como insectos de luz, las mariposas Tienden su vuelo en el vergel dorado. Es libar, su delirio perfumado,
El delicioso néctar de las rosas. Se agitan Ostentando Ora cruzan Ya recorren
con sus álas primorosas, un ropaje. matizado; el bosque perfumado, las selvas silenciosas.
Y así libando embriagadora esencia, Así volando sin cesar, ufana, Y feliz se desliza su existencia;
Sin conocer la pequeñéz humana, Que en lucha de ambición, en la conciencia, | Todo lo prostituye y lo profana. JUAN P. TERREFORTE.
FA
'
_ EL
CARNAVAL
DESDE SAN JUAN A PONCE. QA Hojas
de
mi
cartera.
sidente del Casino Español,
Lí de San Juan á las cinco y media de
la mañana,
no
por
echármelas de madrugador, como supondrán muy bien
mis simpáticas lectoras, sino porque es la hora de salida del terrocarril. hermanos continentales y un
Tres humilde
servidor
de
ustedes,
eran
los
únicos que ocupaban el coche de primera, Valiente compañía dirán ustedes. No tan mala, digo yo, pues en .el trayecto hasta Manatí, no hemos censu-
rado á nadie. _ Ya en él simpático
pueblo de Cle-
mente Ramirez,
comunicar con
me pude
:
los cristianos, dicho sea sin ánimo de ofender á nadie. Bonito pueblo es Manatí. Lástima grande
res
que
sus
descuiden
celosos
tanto
administrado-
el ornato público.
Si lo que está bajo la inspección del
'Sr. Alcalde anda un tantico
descuidado,
lo que depende de la Junta local de Instrucción, no deja nada que desear. No
envano:
la
tusiasta,
preside
como
un
Bonocio
joven
tan en-
Urgell Reven-
tós, estando al frente de los planteles de
enseñanza profesores tan ilústrados como mi querido amigo y antiguo compañero Don Jesus Rodriguez Cepero, Carmen Casellas, Pablo Morfi, an Rosa, Elvira B. de Pomales, Providencia Ro-
«mán,
Sra. López
de Ramos,
Don
Juan
Colón Sandoval y otros que sentimos no recordar en estos momentos. A la soya bilidad del simpático Prel”
Cortés,
debo el haber
mentos más
Don Arturo
conocido los ele.
distinguidos
dela
sociedad
manatieña. Ya es tarde para hablar de la velada
lírico-literaria asistir
y que
lectoras,
á que
tuve
el gusto
como supondrán
resultó
un
de
nuestras
verdadero
aconte-
cimiento artístico. Desde el discurso inaugural, en que hizo verdadero derroche de erudición y elocuencia el laureado poeta Clementino Ramirez, hasta el coro de los brujas que tantose ha comentado, sin motivo para ello, todo resultó admirable.
Nada diremosde “Las cuatro
ban-
deras” tan magistralmente interpretado
por las señoras de Padró y Ramirez, María Sandoval
y
señorita García,
pues ne-
cesitaríamos disponer para ello de más tiempo y espacio. Noterminaremos estas líneas sin hacer especial mención del nota ble compositor Don Fernando Callejo, tan ventajosamente conocido en el mundo de! arte. y en quien tiene Manatí un elemento poderosísimo de cultura. Callejo, es de los pocos músicos que no se han dejado influir por el decadentismo que lleva camino de la anulación nuestros artistas.
Con
verdadero pesar
aá
abandonamos
á Manatí
donde
dejamos
afectos since-
ros
donde
traemos
recuerdos
y de
im-
perecederos. Al oscurecer. del Jueves
llegamos á
la heróica villa del Capitán Correa. ruiz ROGER.
EL
CARNAVAL
EL ESPEJO.
irizándose el rayo de la aurora al chocar con las perlas de rocío,
al impulso sublime de mi anhelo,
audaz remonta el pensamiento mío hasta tus piés, su presuroso vuelo.
Frente
del vidrio azogado
hombrés y mujeres van, movidos por el afán de no inspirar desagrado. Y aunqueles
cual refulgente estrella que en medio á la negrura de la noche por su fulgor de las demas descuella, su luz vertiendo en colosal derroche,
quite placer,
y aunque les cause dolor, lo que les sienta mejor prefieren
hombre
Y entonces . ¡oh mi bien! tu imagen bella,
aparece ante mí, dulce y sonriente clava en mi su pupila centellante,
posa sus labios en mi tibia frente, y un suspiro fugaz cruza el ambiente
y mujer. e. toes.s.
¡Oh, Dios! Arregla este viejo mundo, que aceptable fuera, si, como el cuerpo, tuviera
y abrigo encuentra en corazón. amante ¡no es sueño de mi loca fantasía !
con amor y con fé, todo se alcanza! muy presto lucirá el dichoso día en que vea cumplida mi esperanza
confundiendo dos almas en la mía. a. CORTES.
el alma también su espejo. VIRGILIO
DAVILA.
SIN TITULO. Te contemplo
feliz, amada
mía,
y á impulsos de mi ardiente fantasía, admírote, animosa
de placeres en pos, marchar gozosa por el sendero que á la dicha guía ;
y en tu rostro contemplo la alegría reflejarse tranquila y amorosa,
al igual que del lazo en la ternura
se refleja la espléndida blancura de la nocturna Diosa. Contémplote feliz, y en tu mirada veo, niña adorada,
que un tesoro de amor tu pecho anida,
La Puertorriqueña. Pura, como el lucero de la tarde, hermosa, como el sol de la maña, la mujer de la tierra borincana
es beldad que merece un “Dioste guarde.” Su andar es donairoso sin alarde;
su acento estuna música italiana;
arde el beso en su boca de manzana,
y el paraiso en sus pupilas arde. Amorosa,
no hay dolor que no endulcen sus caricias;
no hay placer que no amarguen sus vigores. Dulce al afecto, al desagrado, fuerte, su amor da vida, su desprecio, muerte.
que es albergue tu mente de ilusiones y que es tu corazón, gentil guarida
JUAN EZCUDERO MIRANDA.
de las mas placenteras
-emociones. Contémplote feliz, bien de mi alma, y. en la célica calma
con reflejos de luz irresistible,
mi amante corazón en tí adivina la llama de pasión inextinguible yo soy feliz, amada
—— po.
Trinos Báquicos.
que tus bellas facciones ilumina
También
es oasis de delicias;
desdéfñios, crial de sinsabores ;
mía,
y soy feliz también, porque te quiero y te adoro con ciega idolatría ;
porque de tí, mi bién, todo lo espero, marchando en pos de tí, por el sendero
que guía á la mansión de las delicias, prosigo sin temor, siempre adelante, con el afan constante
Yo no canto á la luz, canto á la sombra. Me seduce la noche. En la obscuridad es más luminosa
la conciencia.
A
Trino de noche cuandose muere el sol. * Mi sol es de “Pierrot” detrás de Colombina: ño ese sol que proteje al imbecil, nou el sol del borracho vulgar. .
¡Mi sol es la orgia idealizada s. un “tri.
P
¡Y aun hay quien dude que el amor existe !
no” alcóholico; 6 chispazos de gen o! : Yo amo la orgia cuando en ella va envuelta mi musa, y aletea en las celdillas del cerebro, y trina, crea, medita y llora. Esa ave-
En esas horas en que el cielo viste
de la vida, preludia en el teclado de los
de gozar el placer de tus caricias.
aéreo ropaje de zafiro y grana, y risueña la mente se engalana con la imagen
gentil del ser que adora,
cuando al abrir su broche la mañana,
novia de flotante velo que sentada en el
infor-
-
tunios una balada pálida de tísico, consumido lentamente por una lucha de amor, entre
una eoqueta experta en la comedia social;y
un bohemio que se muere besando su idea,
.
paid
EL Por eso amo la noche.
Por eso bebo: por-
Superintendente,
almas muertas.
Por eso mis trinos son
Con honda pena declaramos que es cierto ue don Víctor Gonzalez Candamo ha tomade firmando como suyo el trabajo “Esoes
de las sombras, donde no se ven á los labios apasionados cuando se juntan. ......
Lo
os...
o.»
j
muy cerca de
su tálamo ; solo nos separaba la madera de su ventana, fría, por la humedad de la noche;
% allí, solo, como mis oró
mi
guitarra
amor” publicado en anterior número este periódico, DEL LIBRO “LAS LLAVES”
o
Aquella noche llegué cerca,
delirios hechos
traduciendo
pedazos
mis
vanción de mis amores ....
penas
la
-
SEÑOR GUERRERO, PÁGINA 247.
justicia, por segunda vez de robo literario. No así se adquiere reputación de escritor.
Compañía
¿Te
nenerdas?
Aquellos
versos
La<compañía
cena
improvi-
sados al azar, no fueron más que una profanación á las liras que también cantaron, hechos bajo un trazo de sombrá; tristes eomo amada muerta.
.
Y tú eoqueta,
dormías con el sueño
do de las perjuras, sin acordarte que allí
pláci-
'
Carnaval
Tomamos de da revista .
América
en
de los Locos
“El Cojo Ilustrado”, afama-
literaria de
opinión
Caracas,
de
que hoy publicamos titulado los Locos”,
la primera de
muchos,
el
artículo
“El Carnaval de
hacia el cual llamó
nuestra
aten-
ción. un distinguido venezolano.amigo nuestro, quien nos suministró al propio tiempo la mencionada revista literaria. . , Es oportuna y de aplicación entre nosotros la descripción de esa rara fiesta carnavalesca en el manicomio de Roma. Una fiesta semejante.se celebró aquí el 1o. de Enero. Fuémenos cómica, menos bufónica, menos “loca.” Fué apenas un baile, un baile de enagenados,
o Nuevo.
en
celebración del
No hubo en este baile nada extravagante.
%
de
Los locos bailaron formalmente, en el encanto
las flores y la música,
respetuosamente
0.00 n $
EL una muy culta concurrencia. o faltó quién dijera mal sin embargo de este baile, loque no es extraordinario si se . tiene en: cuenta que hasta el oro es injuriado
“en este mundo. l Con la inserción que hoy rá una vez más
hizo
función
subir á la es-
las
siguientes
Esta compañía está ya muy reputaday por lo tanto el público la favorece en todas ocasiones.
Celestino
Morales
El Jueves en la noche ante una concurrencia y en nuestro coliseo, hizo
selecta su pre-
sentación á una gran parte del público de San Juan el notable violinista puertorriqueño señor Angel Celestino Morales.
+ A VUELA PLUMA: + El
Hermida
última
Angel
J. MENDEZ.
Aguadilla.
su
á gran altura.
*-mi corazón se me moría
za; se feliz, virgen á medias....
en
Hermida
obras: La Africana, Niña Pancha y la Chavala Todas tuvicron una feliz interpretación. El joven Nadal, como siempre, descolló
se moría de frío y de tristeza.” Una cuerda saltó protestando Á tus desdenes, y yo te dijo *“*Cortesana del alma” go-
¡ÍNTEGRO!
de
DEL
Las columnas de este periódico quedan cerradas desde hoy á este señor, acusado con
Como puedes dormir en tu lecho enando trina una alóndra en el pecho. Mensujera de amor, “Colombina” mi pálida musa, mi musa divina...
Goenaga se ajus-
A la Isla de Cabras
de ¡ruiseñor herido, y vuelo: desde las regio- ' nes de luz donde todo brilla, hasta la región
..»s
el Doctor
tó del modo más esjricto á una práctica europea, muy civilizada y muy fecunda.
queel beber purifica al almu, y hace soñar al pensamiento con las delicias de un mundo pro 04 Porque el licor es sol que hace auroras
en
CARNAVAL
hacemos queda-
demostrado que al dar la fies-
ta del 10: de Enero en el manicomio de que es
" para
Las obras
su
escogidas por el joven
“debut”
resultaron
del
Morales
agrado
del
público inteligente. Acompañaron al señor Morales en su concierto las distinguidas! artistas, las afamadas
Ana María y Alicia Sicardó.. La Unión Artística puertorriqueña
que
con tanto éxito viene haciendo las delicias de nuestro público, en obsequio al señor Morales llenó dosturnos del programa, llevando á la escena las preciosas obritas: La Barca Nueva
y El Alcalde, Interino. El auditorio premió
con
sus
aplausos
á
todos nuestros artistas.
Oradores
Parlamentarios
En esta semana se pondrá á la venta en el establecimiento del Boletín Mercantil de Puerto, Rico el primer tomo de esta obra que ha escrito el señor Tomás Carrión. El primer tomo consta de ohco semblan-
zas; á cada una de bado.
éllas va unido
El precio de esta obra será
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