EL
CARNAVAL REVISTA
DE
LITERATURA
Dedicada E D U c A D
Á
LA
MUJER Y HAREIS
PUEBLOS LIBRES 2 Entered
Año 4.
December
al
DIRECTOR
JoAquiN
o OFICINAS: 19, 1902, at San Juan,
SAN JUAN,
Y ARTES
Bello
Sexo.
Y ADMINISTRADOR.
SUSCRIPCION:
EH. BARREIRO.
O
SAN
PUERTO
Untrimestre70 “
FRANCISCO
P. R. as second-class
matter,
RICO,
95.
Num. suelto
under Act. of Congress of March
MARZO
13 1904.
A
EL. OBRERO.
Sobre el bloque de marmol inclinado, Traza la efigie con buril de acero, La efigie del Plutarco ó del Homero
Que irá luego á la mesa del mercado. Bajo el sol, bajo el agua, maltratado Por los poderes públicos—viajero De los tristes eriales—el obrero Vive, á eterno trabajo condenado. Carece de alimentos y de casa, Y en la lucha de clases á que asisto Es el derecho que clamando pasa.
¡ Peregrino que marcha á lo imprevisto ! ¡Agitación de siglos, que fracasa,
Pero dejando rastros como el Cristo! FELIX MATOS
ze NS
Dios
BERNIER.
7
.“
3, 1879.
Nún. 11.
EL
CARNAVAL
”'
maba á sus puertas en nombre del amor; el desdoblamiento primero de la flor al beso de la primavera de la vida.
Ni Regresábamos.
L sol había ascendido por el azul del
fana
un
cielo y
presentábase
poco
la
ma-
en extre-
mo agradable. La perfumada brisa del campoiba entibiándose por gra-
e dos y de la naturaleza toda, 3 sofvlienta aún, desprendíase un hálito arrobador, una como promesa de dichas,
invitación á amores no soñados que
ba mi espíritu y que
Hacíame
así de
regocija-
ser locuáz
con
aquella encantadora chiquilla rubia, que aun ignoro si adrétle ó distraidamente pegaba su
caballo al mio en los
deliciosos
nales que con tanta
paseos
complacencia,
los buenos de sus padres. Un beso no hubiera sido tan corta distancia.
un
mati-
permitían
imposible á
Esa mañana, estaba Julia adorablemente vestida; con sencilléz irreprechable. De blan-
co, vés
con profusión de encajes finísimos á trade los cuales corría estrechísima cinta
azul;
blanca
dejando
ver
sonrosada
por
carne
el
cuello
adornada
y
brazo
de
su
bellos
rubios semejantes á ténues hilillos de oro; con un ramo de pensamiento en el pecho. y una pamela caborrojeña sujeta por la barbita
á fin de guarecer del
sol su cabeza
rubia como
de
un
ampo
luz
artística y
matinal,
estaba
mi dulce amiga verdaderamente deliciosa. De toda ella exhalábase un perfume á primavera, á mañana de Abril, esto es; á mujer
joven y bonita.
Y ella
sabía
quelo era
¿qué
mujer lo ignora cuando realmente lo es ? Por eso cuando decía :—sujeta mi estribo no vaya á
caerme—ó:—ténme
ceguí que
aprisionaba
la
fusta
en lo
que me arreglo estas flores, —sabía muy bien que atraía mi imaginación hácia su fino borhácia el moviente
una
seno,
monería de pié ó
santuario
de
un
cora-
zón femenil y apasiónado. Por fin, después de escuchar las recomen-
daciones de los papás de no ir muy
lejos, sino
por los alrededores de la finca, partimos; en su jaca blanca yo en mi caballo zaino. Paseamos mucho.
ella
Al pasar por frente ronaba la pendiente del tensamente:
un
negro
gallarda sobre
su
jaca
nerviosa,
para
venir
ve-
canoso
machacaba
yer-
bajos en un.mortero grasientó. Su visión me recordó toda una historia de amor y lágrimas. La pasión más intensa que puede sentir un hombre por mujer alguna. Luisa notó mi
tó alarmada.—¿Qué negro Carlos ?
emoción,
te ha
pues me
pregun-
pasado al
mirar al
—Nada, respondí turbado; pero me hace daño el ver los yerbateros que sé yo, tal vez preocupación... —No, no; tu te has puesto pálido y eso debe ser por algo. Yoconozeo al negro Carlos y sé que tiene fama de brujo ¿es que acaso crees tu en eso ? —Como nó.... Unamigo mio tuvo una muerte prematura á causa de un “dafñío que le echaron” á la mujer que amaba.
Julia soltó una argentina carcajada,
repo-
niendo luego; —i¡Y que creas eso en los días del telégrafo sin hilos...!
De repente paró su jaca en seco y resuelta-
mente:—cuéntame eso, dijo; debe ser muy bonito. —No, se haría tarde y tus padres te reñirían ; otro día será mejor. —Yo quiero ahora mismo. Ahí, debajo de esos naranjos, teniendo arriba gorjeos de pájaros y á nuestro alrededor perfumes de aza-
hares, debe ser muy
hermoso
historia de amor á persona á mucho.
oir contar
quien
una
se quiere
Y echando pié á tierra quitóse rápidamen-
te su pamela dejando al descubierto cabeza de muchacha irresistible y
riosa. Por otra parte yo sentía
vagos
su linda volunta-
deseos
de
estar así, juntitos y apartados de los hombres;
vaciando en un
corazón
que no comprende
la
y que se escapa de la naturaleza
femenino
vulgaridad
nosotros
espléndida
lado un ser que nos
algo de lo
del
cuando
delante y á
mundo
tenemos nuestro
ama y habla de cosas, fú-
tiles para los demás, profundas y dulcísimas para los que tenemos la dicha de amar y ser
amados. Me desmonté.
NA
A ratos, ella adelantábase al galope á través de los humedecidos campos ostentándose más tarde á cerrarme el paso por estrecha
de un bohío que cocamino palidecí in-
Sí, creo en el daño. En
un
pueblo
Escucha.
de la Isla,
cercano
al
nues-
alegría y salud; otras veces, cuando las tTamas
tro y donde es fama de que hay negros brujos, vivía un árabe con una joven como de diez y
de los naranjos en flor interceptaban el sendero, empinábase sobre la silla y cual ninfa de
ocho años que pasaba por hija suya. No se sabe si llegaron al pueblo como
los bosques,
lo regular
reda,
llena
de
las
gozo,
sonrosada,
sacudía
coronarse de blancos nas gotas de rocío.
con
violencia
para
“azahares y de diamanti¡Oh! y qué ideal ápare-
cía entohces á mis ojos. ¿Era Coseta correteando
burgo?
rebosando
en
el Luxem-
corazón vírgen resal primero que lla-
gente,
muchas veces,
ratijas que
ofrecen
be si es español
¿Ofelia buscando su felicidad en las
hojuelas de una fior? Nada de eso: era un pondiendo alocadamente
visto tu
llega esa en
ó qué.
como
los
por
habrás
vendiendo telas y ba-
una
jerga que
no
se sa-
A la sazón estaban
ya
avecindados en el pueblo y hasta se le suponían propietarios. Ya no eran nómadas, ENRIQUE
Continuará.
CONTRERAS.
|
EL
CARNAVAL
el jornal necesario
e
|
—)
lo
ERDADERAMENTE
que
aquel
hombre
de almenados dientes; hundidos ¡Ojos que perdíanse en las selvas de sus largas pestañas, algunas tan blancas como hilillos de plata; befos labios de un color violaceo; de 2 estrecha frente que apenas distin
DY)
ARENA
NS,
IAPO 0
ES
guíase entre las
abundantes
cejas
y el extraño nacimiento del pelo, era el perfecto arquetipo de la fealdad.
En el
pueblo
en
que
vivía
era objeto de
los mayores escarnios y burlas. Su existencia deslizábase triste,
] vergon-
zante. Solicitaba trabajo y se le constestaba con desprecio é ironía. Decíasele con sequedad que para nada servía, que su inutilidad estribaba en carecer de necesarias fuerzas para soportar rudas tareas. No obstante, él in-
sistía, suplicaba y todo en vano; respondíanle echándole á empujones á la calle. Debía aquel hombre tener un alma de santo y una paciencia de Job,
dócil niño que recibe
homilia
por
que
de padre,
como
reti-
rábase compungido y cabizbajo. Más adelante volvía á suplicar, poco importaba, decía —que la remuneración sea pobre—quería demostrar que hombre era para soportar horas de labor, que su armazón no la formaba frágil alcorza. Así estuvo mucho tiempo. Tiempo hacía. que su traje á fuerza de no renovarse, estaba desteñíido y lleno de pingajos. El mísero, insistía en solicitud de trabajo y su insistencia debió despertar interés en aquellas personas que á sus alcances estaba
someterlo á prueba.
Los que podían brindar-
le ocupación, debieron fijarse en que no:solicitaba limosna, recurso rigoroso de la gente perezosa, que por cualquier fútil dolencia ó
imposibilidad
física
acuden
al
mendingante
medio, que enerva las naturalezas, anulándolas para toda obra benéfica y alta. Pedía lo que le autorizaban pedir sus brazos, que no eran blandéngues, sinó por el contrario, lo suficientes robustos paralevantar ' en vilo pesados costales de trigo y corambres
de vino.
A veces
el
de
infeliz,
carga
acercábase
á
é intentaba
un
sitio
demostrar
sus fuerzas levantando un costal y se le recha-
zaba como inútil garduja con insólita ironía y carcajadas infames. Mordíase Juan ante el insulto los labios, movía su puntiaguda cabeza, cubierta de lacios cabellos
negros
y alejábase
con
el cuerpo
in-
clinado como si el peso enorme de su desgracia lo doblegara. Los
gritos
semejantes
á
de
una
estallidos
docena
de
bigardos,
secos de cohetes,
!le-
gaban á su oido que sentía rompérsele.... La cicuta íbala apurando lentamente. Su desgracia convirtió su cerebro en una criba que pasaba, magullándolas, ideas diversas. Los hombres—pensaba—me ahuyentan del
trabajo con sus desprecios é impidenme ganar
subsistir.
El hambre
:
mentos me abandonan.
Elleón cuando el ham¿Qué hacer?.... bre le acosa saleá la desierta llanura á satissu
Y
de
defenderse
para
la conserva
guarida
mata....
hiere,
lograrlo,
para
Y
facerla.:
las heladas que por fuertes á veces traspasan su tegumento, rígido como un peto.
¿Imprescindible
es
dero por la del león
dad de fleras?. conciencia.
vivir
en
preguntábase
una socie-
al fondo
de su
violencia
tal
con
arrojó
lo
borraseca
La
trocar la piel del cor-
para
vontra los peñascales, que Juan, magullado, Sentía que todespertó á una nueva vida.... do su ser
por un
estremecíase
rioso al mismo tiempo que iban ma en su imaginación
tomando for-
los estraños
perfiles de
Elsol
escondíase
s
triste.
tarde
una
Era
impulso miste-
Ya
algo siniestro....
trás pardas nubes y como un curioso incorregible contentábase en enseñar por lijéros intérRA valos su áurea cabeza. La luz que caía sobre el pueblo
era indeci- '
sa. Lijéra neblina semejante á tul gris intentaba cubrir las crestas de las montañas, que circuían al pueblo.
como férreo cinturón
Repetidas el
polvo por
ventadas
esparcían
de
los árboles
y
aire
de
nubes
frondosos
desgajábanse las hojas secas que caían al suelo remedando los inquietos brineos de infantiles niños.
Juan detúvose taciturno ante un establecimiento en que varios braceros, sudorosos ganaban el jornal trepando sobre sus hombros costales de trigo. Muy pronto empezaron éstos, con sus sonrisas irónicas, nentes miradas y agudos equívocos.
imperti-
Esperó á que aquellós hombres le hincaran más el diente, mientras sus arterias hervían al calor de los escarnios que oía. Uno
de los
el rostro de
que notó
braceros
Juan y le brincaba
rior, creyó ver en ésto
lanzó un venablo tan de abeto. en
cualquiera
para
me asedia, los repizcos le la interperie entumecen mis miembros y mis. ropas por frag-
encendíase
el labio
infe-
síntomas de miedo y
sustanci
picante como
1
Fué entónces tan intensa la brecha que Juan causaron las palabras del bracero,
que como un tíguere se abalanzó á él, furioso
sacó de su seno un puñal oblongo, reluciente, y frenético lo levantó tres veces sobre el pecho de su adversario, haciéndolo la vez última tan alto como lo permitió su brazo, lo dejó
caer con su
rival,
como
rapidez
le abrió
inusitada el
pecho
en el corazón
de
y contemplando
un aurúspice las viceras,
arrojólas
des-
pués al rostro de sus compañeros, que petrificados estaban.... Quedóse Juan cerca del ensangrentado cuerpo,
febril,
fijando su
mirada
siniestra en
el reguero de sangre que tapizaba como manto de escarlata. Centenares de
repentinamente
personas
la tierra
acudieron al sitio
como si hubieran
: das por volteo de campanas. Habia impacientes que luchaban
sido avisa-
por abrir
EL CARNAVAL grietas en aquella pared humana, Unas voces imperiosas
Pronto cumplía,
deseosos de
cripción facultativa
presenciar mejor el fin de la tragedia. oyéronse de pronto
tal del
pueblo
á
pero el infeliz por pres: tenía que
entregarle
pasar al hospisu
mísera
vida,
que ordenaban franquear el sitio. Eran los esbirros de sombreros grises, que acudían á apoderarse del criminal. Como dócil oveja que conducen al aprisco, marchó Juan á la prisión. Acompañarónle
que la carcel insalubre había agostado, inoculando en su sangre el virus de enfermedad mortal... Y en el silencio de una noche de invierno
los curiosos,
caridad asistíale; contando los que le rodeaban, que cuando agonizaba, perdido casi el
sar las
que volvieronse al
herrumbrosas
y tiesas
carcel y desaparecer en sus
verle
traspa-
farbellas
de la
galerías cubiertas
murió en el hospicio.
conocimiento,
de sombras. Diez años transcurridos y Juan en la prisión, mitente oíase
los
gemía. en su
enfermos de
encerrado
Un ruido seco é interinterior. Era la tos de
ulcerados
éstos, estaba Juan, flaco, to como un espectro.
pulmones.
Entre
demacrado
y
enju-
cae,
gota
el espíritu
ple los deseos
de
que
agua
cristalina
escucha
y
de las cosas.—¿Qué
cum»
de-
— En lágrima. se
convirtió
en
gota de
llanto.
—Cae,
lágrima
temblorosa,
cae. -
¿Que quisieras ser?—preguntó el espíritu que escucha y cumple los deseos de las cosas, á la gota de agua que se desprendió de las pestañas para detenerse en los labios. : $
—¡Nada!
no
quiero
ser nada
—con-
testó la lágrima. Y la gota de llanto se desvaneció.
Y no fué nada. ¿Y que otra cosa mejor hubiera podido ser, después de haber sido la expresión deliciosa del dolor? CÁTULLE
MENDES. 5
vertió una
á abrirseles las doradas
puertas de
mundo
un ¿nuevo
amor.
de
dicha
y
de
EÍ e
£DUARDO MARIN.
A una joven.
vitió en blanquísima perla. —Brilla, brilla blanquísima perla. ¿En qué deseas convertirte, perla clara? —preguntó el espíritu que escuchay cumple los deseos de las cosas, á la pel: la que blanquea sobre el cuello de una joven bella. perla
acariciaba,
LIN
seas ser, gota de agua que caes en la roca? —Perla—contestó la gota, y se con»
Y la
que le
alada
imaginósela
lidad y que empezaban
pa
Cae,
celestial
evangélica,
de la
lágrima de gratitud é intentando sonreir—dicen que murió, —creyendo terminada su fata-
Lo que desean las lágrimas. —dijo
hermana
sintiendo en su frente la
mano de la hermana un ser
Piadosa
agradable es la vida!
En
sus albores
está el placer de la niñez divina; luego aparece con sus sueños de oro la hermosa juventud apetecida, y luego la vejez, sol de poniente
ue con sus rayos el ambiente entibia.
ajo el azul profundo de los cielos ¡cuánto se goza en la existencia, oh nifía de honda mirada y de sonrisa pura,
de pensamiento tierno y fé sencilla! Todo
es luz y fulgores;
todo
el himno melodioso de la vida. Si despunta
canta
un dolor, puedes véncerlo
con un rayo de luz de tu pupila. Tu sabrás lo que vale una esperanza
en realidad hermosa convertida. Tu asistirás al triunfo de tus sueños
y verás que no existe la desdicha.. ¡Qué agradable es la vida! Es un ensueño de amor, de luz, de glorias infinitas.. Pero, ¿ porqué te asombras? ¿no me crees ? ¿Has oido decir cosas distintas ?
Yo te juro que es cierto lo que digo. Yo no he dicho jamás una mentira.
¿No te gusta un maestro que te enseñe sólo el lado agradable de la vida ?
net PESQUERA.
TU
AUSENCIA.
Te fuiste y los lugares que corrimos juntos tantas veces me cantan el silencio de tu ausencia
con sollozos de muerte. Y una embriaguez secreta y voluptuosa
de morir abrazado á tu recuerdo,
de sumergirme en el eterno olvido, me invade como éxtasis supremo. EMILIO
BOBADILLA.
|
EL
CARNAVAL
CARTA DE MUJER ar
*.... ¿Y todo acabó
£
No lo puedo
creer,
ya, Luis de mi vida?
aunque
leído mil veces á través
tu carta,
de
espesas
que he nubes de
llanto, no me permite dudar más. ¡Te casas!.. Ha de ser “otra” la que te haga feliz, la que
extasíe tus
lio de eterno Aa mio
ojos,
la que
realice
amor que yo
y no yo,
contigo el idi-
soñaba...
ha de ser
¡yo que te quiero tanto,
Luis
lt...
En dous líneas,
al final,
me ruegas
que no
vuelva á escribirte porque te haría sufrir. ¿No es.eso tanto como decir que aun me quieres? Olvida,
Luis, olvida:
mi corazón, gue nunca se
engaña al hablarme de estas cosas, me dice ue si el recuerdo de la mísera abandonada llegara á alzarse un día entre tu mujer y tú, habías
de ser
muy
desdichado:
olvidame; yo
le pido á Dios, con todo el fervor de mi alma, que derrame sobre ti... sobre “vosotros”... la felicidad á manos llenas... Pero ¡que tonta soy! ¿pues no había io rua figurarme que
me quieres todavía? Se me ocurrió pensar que esas dos líneas últimas las habías trazado con violencia, de prisa, para que pudieras. arrepentirte...
acabar antes de No; no mequie-
res ya: tal vez no me has querido nunca. “Ya que así lo deseas, mis cartas no llegarán á ti jamás; pero te escribiré augue haya de quemar
do en el papel, que
rebosa
luego
mi
estos
renglones,
mientras escribo, pecho
y
que
vertien-
la amargura
terminaría
por
ahogarme si la encerrara en mí misma. Ha. llo un consuelo, bien triste; pero consuelo ¡al fin, de esa manera;
me
parece que
hablo con-
tigo, que tú lo has de leer: alguien juzgaría uizá ridículo aferrarse de este modo á uña
ilusión...
¡me quedan
ya fan pocas, Luis!...
“¿Por qué nuestro amor no ha sido eterho como nosotros sofiábamos ó, mejor dicho, como tú me hacías soñar? Quiero creer que no es tu olvido sino la fatalidad la que nos ha
im-
pedido 'ser dichosos! ¡Si nuestras almas, igual que en otra época, volvieran á entenderse sin palabras, porque, como tu decías, vibraban juntas! Ven, Luis, vuelye á mi lado y háblame como entonces; e guardo y guardaré siempre para tí aquel inmenso cariño tan vehemente y tan ciego que me hizo no dudar de tus promesas; sé querer demasiado para que
pueda olvidar
cumpliré
mis
nunca,
juramentos
bien lo sabes, y
aunque
acuerdes de los tuyos.
ya
no
te
4
¿Qué dulces y qué rápidas transcurrían
aquellas
horas!
guaba cuanto tándonos
Estando los dos juntos, men-
no fuera nuestro amor y, remon-
á sublimes ideales,
lo olvidábamos
todo para no acordarnos más que de nosotros
m:smos y soñar con querernos re.“
-.para
mucho y siem-
¡Siempre! ¿Recuerdas el as dos A tenía esa palabra? «y
alcance que Sign ¡Acaba
QT
ser uno de otro:
toda la vida;
unidos como en-
tonces, sín separarnqs jamás, ver asomarse el alma á nuestros ojos para leer en ella;y des- |. pués, en esa otra vida que no acaba, ser uno de otro también y, también juntos, vagar por las estrellas que presenciaban nuestras horas de dicha.... ¡Cuántas veces elevando la mi- p rada al cielo, pensamos -en aquella existencia que nos atraía con su pureza y sublimidad!¡.
¡Cuántas veces dijimos que el espacio sin lími-
tes éra el santuario digno de nuestro amor, porque Dios nos contemplaba desde allí satisfecho al ver nuestro cariño!... No.nos basta el mundo para encerrar pasión tan grande,
nila vida terrenal para querernos, mos un
más
allá que no
tuviera
|.
y ansiába-
fin.
|
Por eso
en la quietud de la noche, cuando sólo llegaban á nosotros esos ruidos misteriosos y lejanos que
parecen
aumentar
la soledad,
e
mos Vivir ya la vida del espíritu y hablábamos en voz muy queda como un susurro, no atreviéndonos á quebrantar el silencio que nos hacía figurarnos que estábamos los dos solos ante Dios... 1-08 “En cierta ocasión te pesguata el nombre de una estrella, la más brillante, la más pura del cielo; no sé por qué me inspiraba inexplicable simpatía y muchas veces la había m do absorta, fascinada como si hubiera una comunicación
secreta
taba
Ó
entre
ella y yo:—““Es Si-
rio”—me dijiste; desde entonces dejó la estrella de ser “mía”” ¡para ser “nuestra,” Y *“*nuestro Sirio” nos miraba, “nuestro Sirio parecía sonreir al vernos, “nuestro Sirio” estriste
alegre
según
nosotros
estába-
mos... ¿Cómo e€s ble que haya «aca para siempre aquel amor si una de sus páginas está- escrita en el cielo y es eterna?... Aquellos
astros que.
parpadeaban
silenciosos
cual si pretendieran escuchar nuestras palabras, deben hablarte ahora como nos hablaban á los dos entonces,- como á mi me hablan todavía.... cierto que ya no los ves reflejados en mis ojos, ¡hoy los verías temblar al reflejarse en mis lágrimas! e “Has sido muy cruel haciéndome entrever la felicidad para no realizarla lugo... pero no te odio; te quiero y te querré siempre como sólo tú sabes que soy capaz de querer; como tú me enseñaste; con ese amor que innunda el alma, que la conmueve, que vive en ellay que, como ella, es eterno. +. “Adios, Luis, adiós: que seas con “ella”
Pa (>
todo lo dichoso que yo deseaba hacerte; y si, | | como
me has dicho en cien
ocasion
AÑ
siente verdadero cariño una vez en la vida, | | que sea á “ella” á quién adores bg felices | vosotros, puesto que yo no de serlo |nunca....
e
MIGUEL ANGEL CALVO.
RD
|
, EL
CARNAVAL
EN EL BAILE. (DE MIS PAPELES VIEJOS.) Dájame que te rinda el homenaje que por tu gracia y tu virtud mereces. ... ¡Con ese blanco y vaporoso traje,
ECTEECECEE
F KO ON CRONO RUI AN IN 1740174 AN VsDN PW
YA
la Inmaculada Concepción pareces!
¡Qué po el traje de linón te queda! A una doncella como tú, tan pura, sienta mejor que la joyante seda
dellinón la modesta vestidura.
ja
La seda eruje;
y al crujir, tras ella
AS €
corriendo va la multitud ansiosa,
comos tras el fulgor de alguna estrella.....
ce AP A
corro tras el perfume de una rosa. ... Y cerca ya, la multitud se inflama;
y al bajo anhelo que su sér consume, algo pierde la estrella de su llama. ... algo pierde la flor de su perfume.... No así el linón sencillo y vaporoso qué la modestia en la mujer revela,
y que debe sentirse hoy orgulloso, porque tus formas virginales vela,
La muchedumbre á verlo no se asoma; no deja en él de su impureza el rastro, y la flor nada pierde de su aroma, y nada pierde de su llama el astro. “Yo bendigo por eso la ocurrencia de que así te presentes ataviada, ¡ por que no pierdas nada de tu esencia ! ¡ por que de tu fulgor no pierdas nada! as
Porque tu amor es líquido divino que yo ambiciono con afán profundo,
al RUN + AN
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SS
VIA VZAV7AV/ Ye ,
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y no quiero que el vaso cristalino con su aliento ihmoral empañe el mundo. ¡Bendita tú, que todo lo imaginas para llenar mi alma de contento! ¡Parece que mis gustos adivinas !
¡que piensas con mi mismo pensamiento! Hoy tu figura mi entusiasmo arranca;
$ imagino, al mirar tañta belleza, que ha descendido en una nube blanca el ¡sogel del candor y la pureza.
VIRGILIO
DAVILA,
EL CARNAVAL
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La luz desdeña firme en su rudeza, -
Que se desborda en ímpetu iracundo. No ¿«epta la verda." error profundo; ¡Solójama lo que sueña en su, »rpeza! ,
NN
%
cede, ni investiga, ni descáh,
a
En su insensato afán. Su gloria oscura, Es combatir lo que, brillando, avanza. Y atado ciegamente á la impostura, Que alienta delirante su esperanza, Lleva al crimen feroz ó á la locura.
Ami hija Borinquen. Inspira el alma en la virtud radiante Al brindarte la vida sus rigores,
Y lejos de abrigar negros rencores, Sé discreta, sensible y tolerante. Huye del torpe vicio repugnante Que
mata
del candor
las puras
flores;
Ampara al desvalido en sus dolores l Y ofréndale á tu patria un culto amante. Sé modesta, sencilla y estudiosa; Abre tu corazón á la clemencia,
Que es una luz del alma bondadosa. Y así, siempre brillando tu inocencia, blena de amor y paz, serás dichosa, ¡Sin sombras que oscurezcan tu conciencia. JUAN
P. TERREFORTE.
Y
de:
;
CECCCECCCCCCCCCCCCCCCESES
vw
El ideal siniestro que profesa.
»
vw Y w vw w y vw w >
Y
CELECCCCCCCCCCCCCCCCELES”
Y
Fruto de la ignorancia y la simpleza, Cual una sombra vaga por el mundo. Como el helado abismo, es infecundo
e
e se
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A
we
CALDERÓN.
14
REYES
e
JOSÉ
¿EECCCCCCCCEECCTECECECELESS.
A MI ILUSTRADO
A NI
EL FANATISMO.
EL CARNAVAL
LA OLA Y EL ESCOLLO.
En fin es una bellísima joven de alta estima. AÑ Yo no puedo menos de admirar tan-ta grandeza de espíritu. Ingresó en el Magisterio público de esta isla en el mes de Marzo del año próximo pasado, despues de haberse exa-
—Escollo que noche y dia
en mi cristal te reflejas, sin hablandarte á mis quejas
ni rendirte á mi porfía; yo domaré tu osadía,
minado en este Distrito.
pues de ella juguete fuí cuando al unirnos aquí
cia para la profesión á que se iba á dedi-
nos hizo contraria suerte, á tí, símbolo de muerte,
car.
te esfuerzas en vano;
_ñando
:
Permanecido
Los padres de familia les están muy deberes,
y por el grandísimo
in-:
Los niñitos,
esas
tiernas
criaturas
del porvenir. la aman con delirio por su trato afable y delicado, y por su acertada dirección guiando aquellos
corazones
porel sendero de la virtud, . de la moral
y del saber.
Profesora
de
talento
y sus
grandes virtudes, la han hechoacreedora al respeto y consideración de esta culta E sociedad. Paquita posee una de las cualidades
que más enaltecen á la mujer: - Es un modelo pertectísimo como hija.. ¡Esto En sus amistades
z
Enfin:
¡Quién no siente
respeto y cariño
por tan
ven que
ternura y sentimiento.
todoes
distinguida jo-
La simpática Paquita, sin duda al-
este
nombre, es una de las flores más encantadoras del jardín Arecibeño. Su delicadísimo trato, su belleza.sin igual, su
virtud!
y
mejores de su clase en el país.
PAQUITA QUINTANA.
gran
Quintana,
terés que se toma en que su plantel de enseñanza se levante á la altura de los
“Mm. DEL PALACIO.
es una
inmediata á esta po-
bil maestra.
en sus
y tanta y tanta inquietud, «si escollo es el atáud donde la vida se estrella, y en que naufragan con ella poder, ingenio y virtud?
- es dulce y consecuente.
las no-
agradecidos por su exacto cumplimiento
¿para que tanto luchar,
su
una Escuela
dirige la Sta.
furiosas al avanzar,
modestia,
así
allí por espacio de dos horas deleliándome con los trabajos escolares de tar há-
al retroceder,
reconocida
demostrándolo
vengo ocupando. El ilustrado Principal dijo: “He idoá visitar la Escuela que
Olas del mundano mar, que de cerca logré ver,
distinguida
César!
blación. Na hace dos semanas tuve el placer de cir al Sr. Sifonte, Maestro Principal de das Escuelas de Arecibo, expresarse en términos muy honrosos para la dignísima señorita de que me
“¡Podrás llegar á su frente, pero ásus entrañas, no!”
La
lo que es del
tas que le puso el señor Inspector de aquel Distrito Escolar. En el presente curso viene desempe-
son para mí tus espumas nubes de polvo liviano. De Dios la robusta mano firme cimiento me dió, y al verme cual me soñó, - <. dijo al abismo rugiente:
mudas
César
rosa carrera,
por más 'que loca presumas,
-
¡Al
Ejerció por espacio de cuatro meses en un distrito rural de Adjuntas, obteniendo allí un verdadero triunfo en su hon-
y emblema de vida á mí. —Ola,
Sus notas obte-
nidas entre los siete candidatos aprobados, fueron las más brillantes, demostrando de este modo su gran competen-
guna ocupara
fesorado
un alto
público.
Su
puesto en
el Pro-
grandísima
inte-
ligencia, su laboriosidad y amor al estudio, al que
vida,
consagra largo
la harán
acreedora
tiempo
de su
á ocupar
un
cargo de tal naturaleza. No puedo menos que felicitar de todo corazón á los apreciables esposos Quin-
tana,
mis más
distinguidos amigos, por
tener una hija que posee tan ricas pren-
das, siendo por lo tanto una de las flores más preciadas del suelo que
la vió nacer.
*
EL
CARNAVAL
ADLD, EL VERDUGO DEL ALMA. AIR
una MAGDALENA;
que son como LONJIN
el Judío que clavó la lanza
NR
O solo es un patíbulo el repul-
BS
sivo catafalco que tigo de criminales ta como
para casse levan-
un monstruo
amena-
tros de un penal sombrío,
para
ser
ocul-
tado de la escrupulosidad pública. A pesar
de
su
impotencia
y
su
dad de Judea. EL DESPRECIO MORAL Y SOCIAL:
Hay nente
otro más
terrible,
más
impo-
ese e
el eterno patíbulo para los que comenteh
imbécil. Para do,
aquellos
hasta lo
que
que deben
lo traicionan t santificar,
net
gastan sus virtudes en unión de las im? puras, que se deslizan por las clari-os+ curas callejuelas de la cloaca.
y severo.
|
inspiran la compasión de un delicuente que en medio de una obcecación comete
¡Y aún quieren aparecer como protestantes de la infamia! ¡ Y pretenden engañará los que des+
el horroroso
conocen
Los reos que suben á su establo no
crímen.
Esaquel
que está
destinado por la sociedad para los séres malvados
é insensatos, cuya
conciencia
duerme en los brazos de un NERON. Para aquellos que arropados con la miserable capa de la hipocresía, hieren
á mansalva resultando
con el puñal de la deshonrra víctimas inocentes de sus
hechos; los que
sin darse
cuenta,
ciñen
en la frente de los que quisieron ultrajar, una corona de triunfos. Para aquellos. cuya corona fué pisoteada por MEFISTOFELES, en aquel local candente.
Para aquellos que no tendrán siquiera la gloria
de un Dimas,
ni el perdón de
|
sus crímenes con los que se dejan su yugar, bajo las sombras de un fanatism
ne-
gro destino, no ha conseguido extirpar el inexorable gusano de la criminalidad.
mortal á Cris$-'
to; como el Júdas que nos presenta historia, como los miserables Farise asesinos del padre de Dimas en la Ciu-'
zador ante la fáz de nuestro pueblo; sino lo es también el que levántase allá, en los an-
E
su historia....!
¡Insensatos! 'No ven que su fama rueda en el aire del Desprecio, y donde quiera que pisan son conocidos como lo fueron NERÓN Y MESALINA. Vuestros días son terribles, vues-
tras fardes tristes
entre las sombras de
un cielo plomizo, de amenazante lluvia acompañada por viento huracanado. |
Vuestras
vidas se
confunden.
con +
una tempestad, cuya calma tarda. Cuan-| do el instante llegue, despertará vuestra conciencia de aquel aletargado sueño,
os guillotinará y se convertirá en el verdugo de vuestras almas. carLOs GARCÍA DE LA NOCEDA.
ANS
EL CARNAVAL La
+ A VUELA PLUMA. +
obra
Ya está
á la
de
Carrión
venta el tomo
“de Oradores
parlamentarios” el último libro de rector interino, señor Carrión.
El libro está esmeradamente Oradores
|
artista exquisien “La Revue”,
Obito El dia dos del corriente
falleció en
de Paris, antigua “Revue des Revue”, un magnífico estudio de la intelectualidad litera-
el joven
don
ria en Venezuela, su patria. Y hablando de los oradores dice : “No reconozeo en Venezuela sino dos ora-
entierro,
al que concurrieron
sociales,
fué
dores: en la vieja generación,
Eduardo Calca-
ño, una sirena; y en la nueva cinto López, un Danton.”
generación,
El próximo Con
mucho
gusto
Ja-
á
tanto por el material de lecel trabajo tipográfico. Será
un número que pueda conservarse, y lo honrarán firmas de grande y merecido prestigio en el mundo del arte literario y poético. Son esfuerzos que hacemos en obsequio
de nuestros suscritores y en intelectual en Puerto Rico.
Ha partido
para la Habana
Galbán,
nuestro
delicado
nicano con cuyos versos
poeta
obsequió
vez “EL CARNAVAL á sus lectores. Le enviamos nuestro cordial despedida.
Nuevo
ami-
domi-
saludo
Unión Para
esta
compañía
la
que
pertenecen á
anuncia
esta
simpática
de las
zarzuelas
donde cultivaron
aquellos artis-
contrajeron made Catedral, los
apreciables jóvenes, amigos nuestros señorita Ignacia Moreno y don Manuel Bastar Quiara, ¡Que sean felices !
Asamblea las
Legislativa doce de
la noche
blea Legislativa, la hora en que escribiamos, son las seis p. m. del viernes dia once y aún cemenzada
¡Oh la ficción legal !
el
don
recibimos
Benigno
una cir-
Trueba y
don José Palau, participándonos haber adquirido previa compra, el establecimiento “La Mulita,” constituyendo una sociedad, bajo la razón social de Trueba y Olivas.
Bazar
Otero
Hemos recibido de esta importante casa de Ponce un listin anunciando la existencia de varías obras de reputados autores extranjeros.
Compañía día
va
nocidos. Las últimas
Hermida
resultando
más
interesante
representaciones
con
que
obsequiado al público capitaleño han justa y entusiásticamente aplandidas.
ha
sido
Es altamente incivil y de muy mal gusto la práctica que viene observando el público
“alto” en nuestro coliseo Obsequia con eseupitinas y con papeles cortados de modo indecoroso á las personas decentes
en las
que
lo son
lunetas;
no
todos,
los que
se
sientan
nos parece á nosotros
Jueves Á las
que
Es necesario que siquiera sea una vez al año demostremos qne somos. gente que, por lo menos presumimos de culta, aun cuando á veces lo disimulamos *“much> bastante.”
JOSÉ BENET COLON Abogado del Bar de New York.
debió
elausurarse, terminando sus sesiones, la Asamcontinua la sesión ocho de la noche.
de
sea una conducta digna de encomio.
Matrimonio El Jueves de esta semana trimonio civil, en el juzgado
manifestación
Incivil
tas muchos y merecidos aplausos.
á
suscriben
Artistica
noche
Jueves
fecha 10. de Marzo
que
Cada
“Lucifer”, “Los Africanistas” y '““La Alegría de la Huerta.” Apetición del público repite “La Alegría
El
solemne
y más digna del favor público esta compañía cuyos notables trabajos son de todos bien eo-
Cardona y redac-
representación
de la Huerta”
Con
cular
de
periódico
tado por varios escritores dicha Institución.
su
todas las clases
más de una
Con el nombre de “El Ramo de Olivo” se publicará un-semanario masónico en esta Cin-
dad, dirijido por José Vidal
Manatí
Morey;
Comercial
pró del progreso
Despedida go el Sr. R. O.
una
Mediavilla
pena. Despidio el duelo don Casiano Mediavilla Aguayo con muy elocuentes y sentidas palabras. Acompañamos en su dolor á la distinguida familia Mediavilla Morey.
nuestros
lectores que EL CARNAVAL del próximo Domingo será selecto, tura como por
Casiano
Número
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precio es 50 ctvs. el ejemplar.
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