El Carnaval (5 junio1904)

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EL

CARNAVAL REVISTA

DE

LITERATURA

Dedicada | EDUCAD

ALA

| MUJER Y HAREIS PUEBLOS

DIRECTOR

JoAQuUIN

LIBRES

OFICINAS: December 19, 1902, at San Juan,

Año 4.

Y

Bello

Sexo:

ADMINISTRADOR.

SUSCRIPCION:

H. BARREIRO.

Un mes ...25cs.

ARA

eS Entered

al

Y ARTES

SAN

Untrimestre70 ““

FRANCISCO

P. R. as second-class

95.

Num. suelto

matter, under 'Act. of Congress of March

SAN JUAN, PUERTO RICO, JUNIO 5 1904. ya

gincailaadi

SOU EN IR

4

sl

Abre sus alas níveas la paloma. ra

el sol

sus

alas

mórbidas.

sol la rosa de su pico.

Al

Do-

Aviva

fuego

el

del sol

fulgura el coral de sus patitas.

¿A cuál

cielo se dirige, al

las

bes?

Enel

del nido, al de

aire de

cristal,

en

la hora

cándida, la lírica paloma, hecha y azucenas,

la rosa en el

de lirios

pico, en

las

titas la púrpura, rauda, quimérica, bólica, es un

recuerdo

albo

nu-

pa-

sim-

y

radiante,

un recuerdo de poeta, en vuelo

álos jar-

dines divinos en que sueña v

espera nna

virgen de alma azul jacinTO LOPEZ.

7 “

3, 1879.

Núm. 17.


EL

916

- AMBICION.

CARNAVAL

Lo sensible y lo bello se destacan ante tus yertas miradas, como una visión sombría, como un espectro mudo, como una nimiedad irrisoria, como una necedad romántica, como

una ficción lírica, porque nada aportan á tus cálculos, por que no brindan á tus planes y tus problemas soluciones ventajosas; porque no te hablan de riquezas, de ganancias, de mer-

7 OMPENDIO de todas las humanas bastardías,

sombra

que

agita

* el corazón con ímpetu detestable, te niega la ternura sus de-

licadas emociones, las harmonías no te cantan, las flores

no te perfuman, las primaveras no te halagan. Como en tí no palpitan las sublimidades

de lo ideal, ni resplandecen las albas purísimas que llenan de claridades vivificantes los horizontes excelsos del alma sensible, nada tierno, nada generoso, nada noble te brinda la dulzura de una satisfacción, la esencia de una esperanza, el arrobamiento de un ensueño, el

- panorama de una ilusión.

Para tí el diáfano azul del cielo no tiene combinaciones sorprendentes; para tí el poético altar de la naturaleza con los divinos esplen-

dores de su blimemente es como un despiadadas

magnificencia, con las notas sumisteriosas de su inmortal poema, campo inmenso asolado por las caricias del invierno.

Tu mansión

dia el donde tá en de se

fulgor, surgen lo bajo, funden

gusano;

en

irra-

donde se eslabonan las ideas, las grandezas. Tu mansión esdonde chocan las pasiones, donlas tinieblás, «donde rastrea el

se esconde en

y deprimente,

torpe;

no está en lo alto, donde

ese

y

en

ese

la vulgaridad

ambiente

centro

grosera

esclusivista

miasmático,

y

vives

bien, porque te nutren las pequeñeces miserias de un mundo enfermo.

y

las

No eres una gloria, no eres un factor, no eres un ejemplo. Eres un yugo, una afrenta, una debilidad punible, que va pregonando por la tierra todo un mundo odioso de repugnan-

cantilismo, ni se asocian á la obra maquinaciones inícuas. Tu no vives para

amar,

para

ruin de tus

sentir,

proteger, para educar, para redimir.

para

Has na-

cido, como. una abominación, como un monstruo, para devorar, para destruir, para odiar, para embrutecer, para esclavizar.

Jamás se aplaca tu hambre de ignominia; jamás se ve satisfecha tu ansia hidrópica de grandeza; y en este afán síniestro, que informa tu vida y tu ideal, recorres los diversos pe-

ríodos de la demencia, descendiendo cha febril, hasta el delito:

en tu lu-

¡eres un crimen!

Constíituyes un peligro y una amenaza; un peligro para el hombre, una amenaza para la sociedad.

El corazón que te alienta olvida todos los respetos y todos los deberes, atropella todós los sentimientos, escarnece todas las virtudes,

ultraja todas las abnegaciones. Impotente

ninguna acción

para

el sacrificio,

generosa

y

incapaz

grande,

de

eres

un

vértigo, un extravío que abisma en eterno delirio á los que te levantan altares para adorar-

te como á un Dios. Eres también un obstáculo y una rémora. Tu conduces al hombre á su anulación moral, y á los pueblos á su decodencia y ani-

quilamiento,

por

que

siendo

una

ruina,

una

soberbia, un oprobio, una tiranía, no puedes brindar sino calamidades y desventuras.

Tus horizontes están siempre sombriamen_te entoldados. Tus glorias son las glorias im-

béciles, las glorias raquíticas dos;

de los mengua-

delos queno viven, de los que no sueñan,

de los que

no aman,

de los que no admiran,

de

tes flaquezas. A No eres fruto adorable de una convicción ; eres despojo mal oliente de una tumba. Eres

los que no lloran, de los que no rien; tus triunfos.... ¡ah, tus triunfos están amasados con el sudor, con las lágrimas, con la sangre

el egoismo en eterna borrachera ; eres

versidad!

risa del mal, el estrago de un delirio. Al calor pernicioso mada por tus

anhelos

prosáicas adoraciones,

la son-

Pa

de tu atmósfera, unipersonales,

por

tus

for-

por

tus

prácticas

ab-

. Sorventes, no fructifican, no pueden fructificar

las fulgurantes virtudes. Tu imperio asfixia. Tus exhalaciones, como vapores del fango, matan. :

corrompen,

enferman,

Nada que no pertenezca á la pestilencia de tu dominio; nada que no hierva en el fermento de tu sentina, te inspira ni te conmueve. Vives devorada por tus propios impulsos.

Tus mismas ansias te destruyen. Para tí no hay

reposo, porque

tu

vida

es

una noche de meditaciones malvadas; porque eres una conspiración perpétua que te roba la

de las infelices víctimas

instante de inocente alegría.

tu

-

creciente

per-

. Todo.eso densamente negro eres tú, ¡oh, ambición innoble, que marchas empedernida

por el mundo destrozando corazones, tando virtudes y asesinando pueblos.

sepul-

Cuando no encuentres una conciencia donde depositar el virus mortifero de tu veneno; cuando, impotente para el mal, te retires del mundo declarándote vencida, el hombre, redimido, habrá sellado solemnemento con el

hombre el pacto de la verdadera fraternidad. Ese dia luminoso, de fiesta para el cielo y la tierra, la Humanidad

habrá

realizado

per-

fectamente la obra civilizadora del bien; y sobre todos los pueblos y sobre todas las razas y

sobre todas las sectas se agitará una sola, es-

pléndida bandera: la dela paz; un solo código

impefará sin

dobleces

: justicia, y un solo

Desconoces el mérito de una gota cristalina descendida de las pupilas de una madre ó *. de un mártir; no sabes apreciarla dicha de un

de

ni mancilla': el

vínculo,

vínculo

de

de

la

flores.

estrechará para siempre los corazones: el del amor.

peje

JUAN

15

P. TERREFORTE.


o

EL

CARNAVAL

EL

JAPON.

obtenidas sobre China por las tropas del micado,

nos causaron sorpresa;

iluminaron á medias

de dichas había

infancia

con

monigotes,

traba-

fraternal:

|

martirizaban

á los misio-

neros. Había, sin embargo, una diferencia en favor de la China: podía entrar-

Las gentes que habían leído ó mucho

¡enoraban tenía

raciocinaban

pero estas

impenetrable,

muy

herméticamente

cuando

Y se

podía

ce-

creía

decir

á

los amiguitos:

—No lo creas, un chino. japoneses

noes un

japonés;

es

coleta;

los

Ya ves que tiene no la llevan. Ñ

Nuestros hijos tas confusiones;

ya no caerán

ya

no

se

en es-

reirán de un

pueblo que nos ha obligado á respetarlo.

El año de 1900, sas, le permitió

revelador de tantas comanifestar simultánea-

mente sus diversas y prodigiosas aptitudes.

Los

hombrecitos

pusieron á orillas del

Aquí, guerra.

en las

allá,

nos

ex-

se

mostraron

artes de la

paz y de la

Artistas, obreros,

todas partes

Nippón

Sena y del Pei Ho.

lo mismo que

superiores

del

han

dado

soldados, en motivos

de

admiración. Si el Japón sólo se nos manifestara por medio de sus artistas y de sus mercaderes,

pensaríamos

de ese país

que es

una Florencia oriental, una presa encantadora para los apetitos de los pueblos conquistadores;

igualmente

potencia

pero

se

ha

militar

de

revelado

primer

' orden.

Hace ocho años las rápidas

ron convencerse

de que

versarios. Fueron

japoneses

á

semejantes

vencidos

se

victorias

los

mo

sería

dicípulos

bueno

por

ad-

quienes osa-

ron proyectar, condujeron é hicieron posible lasexpedición de la calumna libertadora erítre Tien Tsin y Pekín. La prudencia europea reclamaba cien mil hombres y tres meses de preparación; esti-

maba que la empresa en una estación

era impracticable

mortífera,

con!

los

tos medios de que se disponía.

poneses

pronunciaron

que arrastra á los que

el

cor-

Los

ja-

“¡adelante!”

vacilan;

¡y arras-

traron, precipitaron con ellos dentro de Pekín aquel puñado de valientes com-

pañeros extenuados. Hicieron que sus aliados admirasen todas las diposiciones

morales

resistencia.

que se man-

extranjeros.

sabido

acerca de

mismas gentes

todo lo del Japón,

rrado para los uno

los

dos

mi

los veíamos en un mismo plano, más allá de los confines de la humanidad. ¿No tenían los dos pueblos, en nuestro sentir, las mismas costumbres, las mismas artes, los mismos dioses y la misma civilización vejancona y descolorida? ¿No comían su arroz con los mismos palillos ? Tanto el uno como el otro aborrecían á

navegado

testigos;

tener

de

mente barrocos, son sus vestidos suntuosos; y eran para nosotros seres tan extraños, tan lejanos, que

este imperio;

valor

Esa lucha 'lejana no

jo un japonés de un chino; estallábamos _de idéntica

tiempos

distinguíamos

se á ella.

tenido

sólo nos del

habían defendido tan mal, que nos era dable suponer un triunfo demasiado fácil. En 1900 los japoneses concurrieron con la flor de los contingentes europeos; y sus instructores de la víspera pudie-

N

los europeos,

tropas.

respecto

y y

materiales valor de

de

los

los

jefes,

soldados,

or-

ganización de los transportes. —Las

ría nos

cargas de su pequeñá caballe-

arrancaban

aplausos—dice

un

testigo. Otro escribe:

"Su desprecio del peligro provoca la admiración de todos los que lo han presenciado. Se les ha visto avanzar en medio del fuego

con tanta

calma y tran-

quilidad como si se hallasen en maniobras. Un oficial de artillería, cuya batería estaba situada á ochocientos metros

de la muralla, permanecía de pie, enguantado de blanco,

dando sus órdenes,

giendo el fuego de un tiro al blanco. de una

diri-

los cañones como en Todo los sirvientes

de sus piezas fueron

muertos

su-

cesivamente. Esto es heroico.” En una palabra, y por más desagrable que sea esta

orgullo de

confesión

europeos,

máticos, nuestros

si

para

nuestros

negociantes

nuestro

diplo-

y nues-

tros misioneros no perecieron en los suplicios más atroces, se debió principalmente á los japoneses. El prestigio de la civilización occidental se libró de un golpe irremediable por el esfuerzo de los más recientes reclutas qe esa misma civilización,


A

EL

918 . He aquí un pueblo el más desconocido de todos hace treintá años, el más bárbaro en aquella época, conforme á nuestras ideas, "que se ha . colocado de

un

salto

en

primera

Estados del porvenir.

fila

de

los

Si en ella se man-

tiene puede predecirse á esta Inglaterra de las antípodas los destinos de la otra. Pues ¿no parece que la naturaleza hu-

biese querido dar un pendantá las Islas Británicas

con

estas

islas

guerreras

y

- comérciantes, igualmente situadas al alcance de un vasto continente, protegi-

das por la mar, tentadas por la fortuna que sus olas ofrecen á los insuláres audaces?

Sí; pero ¿tendrá este

deslumbrante

fuego artificial un mañana? Todo juicio parece prematuro. El rápido crecimiento del Japón plantea una infinidad de problemas

interesantes,

que

todavía

no es posible resolver. He tenido oportunidad de hablar con alemanes, espíritus reflexivos que han estudiado el Extremo Oriente con la detención de gentes decididasá jugar allí partidas arries-

CARNAVAL

fianzas que nos inspira contra una raza incapaz de crearse por sí misma su civilización, sólo sería una ilusión de nuestra

ignorancia. Ensu Ensayo acerca de la historia del Japón, M. de la Mazeleria acumula agurmentos pará combatir la preocupación común. Según él los japoneses se desenvuelven

en el

mento,

como lo han

hecho

todas las na-

Pero ¿cómo se explica que el Japón, completamente formado por la cultura china, haya tomado semejante delantera á la nación que lo educó? ¿De dónde ha sacado, á pesar de la desproporción de su tamaño, esa facilidad para aplastar á su enorme vecina? Entre

muchas otras, se da de esto una razón pausible. Desde hace mucho tiempo la China no es más que un enorme mandarinato; ayer aún, el Japón era una feudalidad militar. Sus hijos deben á este

régimen las dos fuerzas uñ pueblo sea

que

invencible:

ardiente,

licado del honor, tal como creando entre nosotros las

auxiliar

económicas buenos opinión.

futuro

y

de

sus

políticas.

tan nuestros trajes: son monos

diestros

y nada más. Han ido demasiado á prisa; van á hundirse en una crisis financiera. conforme á la opinión de

los viajeros, el vigor

aparente

de la raza

está amenazado, por dos enfermedades mortales: la más terrible es el parlamentarismo.

Los japoneses no lo han estrenado» replican sus defensores; por lo menos

están libres del alcoholismo. El archipiélago alimentaba, en 1872, treinta y trés millones

de

habitantes.

Hoy,

se cuen-

tan en él cuarenta y cinco millones.

La

natalidad anual pasa de un millón trescientos mil, una tercera parte más que Francia. La crisis financiera, en un país que sé ha proporcionado en pocos años una magnífica maquinaria industrial y militar, no es más aguda que la otra de que salió con felicidad el Japón

entre 1880 y 1885.

'En

cuantoá

nía de imitar al Occidente,

a las y

la madescon-

indómito

y

de-

los habían costumbres

Ni

Francia,

adoptado nuestra civilización como adop-

que

feudales.

operaciones

En

observadores comparten esta Según ellos los japoneses han

Por otra parte,

el sentimiento

hacen

el patriotismo

respecto del milagro japonés; tienen.ma-

mo

de

ciones de Europa, ni más ni menos.

gadas. Casi todos se muestran incrédulos

yor confianza en el elemento chino, á pesar de sus actuales desmayos. Deliberadamente han escogido este último co-

sentido

su historia anterior; reciben influencias extrajeras y las adaptan á su tempera-

Me limito á exponer

opiniones

con-

trarias. Nome permitiría pronunciarme en favor de ninguna de ellas antes de haber estulliado estas cuestiones so-

bre el terreno.

El enigma japonés guar-

da para quien lo descifre esclarecimientos preciosos, sobre las leyes de la historia, sobre los futuros destinos del pequeño planeta, “al dar una vuelta.

cual

hemos

venido á

Cualquiera que sea el resultado de estos problemas, si el porvenir los .resuelve en favor del Japón, no tendremos motivos para felicitarnos por ello. Este competidor económico nos disputará los mercados del Oriente; nos hará la vida más difícil,

hasta en

nuestros

países de

Occidente; y todos los que tengan pretensiones sobre el Asia, encontrarán en él un temible adversario militar. A Francia, en particular, le pesará haber-

se enajenado,

con

motivo

de

la política

seguida después del tratado de Simonosaki, ese pupilo vigoroso que recibió sus primeras lecciones de

nuestro

oficiales,

t


EL CARNAVAL. La belleza tal cual la eternizaron en sus mármoles los griegos; el amor tal cual Venus desnuda pero púdica.lo inspiró á los viejos Atenienses, y lo comunicó á los pueblos de su tierra predilecta, y á las islas de sus mares, en

de nuestros profesores, de nuestros jurisconsaltos. Esto no es una recrimi-

nación. No me olvido de que un estado debe hacer a veces dolorosos sacrificios en obsequio de las conveniencias de su política

general,

del

mantenimiento

el estremecimiento voluptuoso de las frondas . y las ondas, serán la +belleza y el amor eter-

de

namente adorados por el hombre. Homero y Fidias no inventaban cuando ajustaron á la armonía del exámetro y de la estatua, la suprema armonía psíquica y física de la. divina triunfadora; videntes que -lá fe y el arte iluminaban, se limitaron á precisar en la estrofa y en la piedra las intangibles formas de la deidad omnipresente en el nido, en el cubil,

sus alianzas necesarias, pero puedo deplorar la fatalidad que nos ha privado de un punto de apoyo natural, en momentos en que se muestra tan sólido.

E; MELCHIOR DE VOGUÉ, De la Academia Francesa.

en el tálamo, en lo profundo de los mares y en lo profundo de los' cielos: La naturaleza les fué revelada, y ellos al revelarla crearon obras maestras, tipos inmutables ¡de que cada corazón humano es ara y santuario. ? Y la belleza y el amor, entónces,- eran poderosos, púdicos, ingenuos.

. M. Pierre Louys SGONA fatalidad histórica agravaMS da pór causas circunstanciaDES les pesa sobre este póstumo IB campeón de Milita, primitivo

NCABRSO tipo :

de la Venus

quien

él nos

impura

invita á consa-

grar nuestros corazones. rís entra en la inevitable

sis á que están

condenadas

á

las

Pacri-

grandes

ciu-

dades imperiales, aun las que, como Roma, renacen de sus cenizas y montan guardia gloriosa en torno á sus antiguas ruinas, como

renació después

de

Senacherib

de Nabucodonosor.

y lle pámpanos,

porque

la

terística de esas supremas mor

de-la

dédalo de

bacanal

las

la

Babilonia

París se corona de

puebla

callejuelas

orgía

la

carac-

decadencias:

el ru-

sus

bulevares

y

el

Montmartre;

la

por artistas y estudiantes, en el traje de de Eleusís, Ó se ofrece desde la escena á

la la

“cortesana sagrada”?

es llevada

contemplación de los silenos cantan. La molicie de la época.

Tal es la razón

de

es

flores

en

procesión

“veinte mil”: literatura

histórica.

se

faunos y

ajusta

á la

La circunstan-

cial no es menos imperiosa. La vulgarizacion del arte de escribir ha multiplicado “ad infinitum?”” el número de los

autores. Sin contar el vulgo de los que no tienen talento ni imaginación, el grupo de cerebros de vigorosa fantasía alimentados por la médula de león de los clásicos antiguos y modernos es grande en Francia, y en la formidable

competencia

literaria,

en

el

exceso

de producción, pasan inad vertidos lus que no se resuelven á hacer acto de audacia, elevando por sobre el «bullicio de la revuelta satúrnal, un estentóreo canto dionisiaco.

Antes de “Afrodita”,

bía visto

hundirse

en

la

M. Pierre

Louys ha-

indiferencia

del

pú-

blico que lee novelas como fuma cigarrillos, siete obras que él había marcado con el sello de su entusiasmo é inflamado con el ardor de sn convicción la calle, agitó

faunesco, y....

.artística. En esta vez bajó á el tirso, lanzó el ronco grito

ya todos sabemos que existe :

la erítica lo exalta, yaun la que lees adversa reconoce'en él un helenista distinguido. Un

d'Annuncio francés le llaman otros.

NA —

Lu hoja de parra no cayó sobre ellos en señal de vergúenza, sino euando los bárbaros innndaron el mundo pagano y lo; mancharon con su brutalidad profanadora.

La gracia huyó con la inocencia, y cuantos llevan en el alma una mínima partícula del alma

de

aquellos

tiempos,

confiesan

sin

rubor su fe, y se lamentan de haber nacido después de que, idos los divinos desterrados, se les haya sustituido con fantasmas hipócritas y mustiós vestiglos. : En Génova quien visite el “duomo” y luego el cementerio, recibe de lleno esa impresión de hondo desconsuelo, La vieja: catedral, á

cuyas naves sombrías llega trabajosamente la luz que se filtra al través del vitraje. asiá interiormente iluminada por la onda-cándida que incesantemente mana de su pueblo de estatuas. Las flotantes túnicas mal cefiidas que dejan á la luz y al aire los pies, los hombros, la garganta y el divino seno de las madonas, y las santas: la sugestiva belleza de

una

Magdalena

lanza la mirada

que

desde

imperiosa

lo alto

del friso

de sus” cuenc»s va-

cías, y el gran soplo artístico que anima algunos de esos mármoles, todo nos recuerda que estamos en Liguria,

qee

en

el suelo

que

pisamos se juraba un. día por Júpiter, y se adoraba á la deidad de Pafos: La Grecia vive aun en la vida de esas imágenes. En el cementerio, luego que se ha visto el qn Cristo desnudo y blanco que se alza del sepulero, y refleja los rayOs de oro

en el mosaico tuosos

del fondo,

sarcófagos

de la vida moderna, mos de la poderosa

no

de

la sucesión

revela

sino

su

el

gloria

de sun-

artificio

y la distancia á que esta-

naturalidad

del

arte anti-

guo. Reclinadas, tendidas, arrodilladas, en pie, las fignras todas aparecen con los diversos trajes de la última . mitad del siglo. Tantas faldas y faldones de marmol tientan á creer que se visita nn museo de indumentaria. El cincel rebajado á tijera. Una figura de mujer velada por transparente túnica alza al cielo los brazos al. borde de una tumba. La forma humana, desterrada. de la estatuaria, reaparece en ese mármol;

dez no es casta

como

pero'su

desnu-

la de las madonas

del

“duomo”; hay algo de teatral en su actitud; al través de su duelo se denuncia la cortesana y la majestad del “peplum”” ha sido reempla-


O

9

EL CARNAVAL

300) Hacia

zada por el desgaire lascivo del “deshabillé.” Viéndóola se siente la nostalgia hasta-de la voluminosa Susana acurrucada de Rubens, y

se' com

los raptos

de el pesar

de M. Pierre Louys y

la admiración

del artista y su apa-

de su helenismo. .

Pero

sionado culto por la serena belleza, contemporánea de los más grandes días del arte, se transforman

en enfermizo misticismo,

en una

ciega y cuasi fálica aberración que le arrastra A plantear absurdas paradojas de fanáticos. Noes el arte por él arte quien lo mueve.

Como en la doliente genovés,

figura

se trasluce en sus

denado grito del deseo. su

pueblo,

no

de les formas

es

.ya

la

inefables,'

del camposanto

lamentos el/desor-

Hijo desu

siglo y de

impasible

serenidad

ho

el inmaterial

as-

cendiente de la Belleza intangible, auúgnsta, lo que arranca de su pecho los gritos de la

angustia.

Esla

desesperación

degenerados la que

se agita

erótica

de los

en él, hambre

de

carne, nostalgia de la bacanal...! Herido por la epidemia de la decadencia, ha echa. do sobre los hombros de su neurosis

se'el lujoso manto arcaico de

de Bizancio,

y ha

doblado

los

la

parisien-

esplendores

rodilla

ante la

Ciprina, olvidando que la Venús olímpica, la que desde el fondo del Louvre-impera en los dominios del arte, “es casta como la eterna belleza que personifica”, y que “no hay un átomo de carne en su mármol augusto.”” CÉSAR ZUMETA.

ADIOS!

arriba...

¡ Menguado aquel.que terminó su vida . sin dar indicios de la llama ardiente que de la Suma Esencia desprendida,

cayó del hombre en la elevada frente! " ¡Lejos de mí la maldición que implica cruzar el mundo

como sér ignaro!

Mi joven alma su misión no abdica : ¡ quiere cumplir con su deber de-faro! Quiero ir en pos de la matrona egregia ; la que los ramos del laurel reparte

para que ostenten la corona regia

los que dan brillo y esplendor al Arte.

Grandes alientos á mi sér imprimen estas ansias sin fin en que se abisma: ¡no he de quedar en el suntuoso limen! ¡he de llegar hasta la diosa misma!

He de llegar, porque la lira mía la Verdad canta, que al malvado abruma,

¡y la Verdad es la mejor poesía ! ¡y la Verdad es la belleza

suma!

Es, cuando surge mi canción sonora, para la hermosa virgen, luz de estrella; consuelo bienhechor para el que llora ; para el que abate al infeliz, centella. Antes que ser de lo venal espejo, caiga la lira de mis manos rota : ¡en mi cantar va mi sentir, y dejo

algo del corazón en cada nota!

Siempre al aplauso del mandón Humo

lijero que se disipa, nube de gasa,

ráfaga ardiente de ansias i anhelos, eso fue ella. Ella, la ilusión dulce, bella flor de perfumes virjinales tronchada cuando apenas esparcía su fragancia adorable.

Purísimos ensueños, caricias fújitivas, doradas mariposas,

el cierzo despiadado tronchó vuestra existencia . apenas sonreída.

esquivo,

cifro en el aura popular mi encanto;

desdeño á los que adulan; soy altivo.... ¡ Vengo

del pueblo, y para el pueblo canto!

No me preocupa la menguada

inquina

de tanto Zoilo que al cantor acosa, y sólo juzgo mi canción

divina,

si el pueblo juzga mi canción hermosa. ¿Que la agresión

de la cobarde envidia?

Lucha el reptil con el condor alado; : pero. á la postre, en la sangrienta lidia, si no muere el reptil, queda burlado. . ¡Yo he de pulsar áunque esa sierpe y llegue á mí, con al ver el lauro que

el su su mi

vibrador cordaje, silbido entone, furor salvaje, sien corone!

Quien me quiera tachar de presumido,

Adios! Adios por siempre! En el alma dejaron

sus fúnebres despojos los dolores, i yacen en la fosa obscura i fría cubiertos con su tétrico sudario,

las bellas esperanzas, los sueños más hermosos del amor de la vida i de la gloria.

MERCEDES MOTA. Puerto Plata A bril 1904.

'

porque es grande mi fe y alto mi anhelo, - escuche esta verdad :—¡Siempre ha tendido el sapo al lodo; pero el ave, al cielo! Yo lucho así, para que luego escrito brille mi nombre en la riqueña historia,

como

ún rayo de luz del infinito

*

- que bañe en resplandorés mi mempria. ¿Morir..? ¿Morir sin q. en la historia queden de nuestro viaje por el mundo rastros !

¡Sólo 4 tal fallo los mezquinos ceden

¡Eso no reza con las almas—astros !

VIRGILIO DAVILA.


EL

CARNAVAL

e

LA

ZARCA

En los ojos le conocí que había llorado mucho. Los tenía ribetéados de'rojo, en-

viendo á unos y

como

desde

entonces. de

un

que

y no vivo

Ya

mes que

estaría conmigo, no se preocuparon. De-

que es al pobre

sapareció de pronto, y

sín decir nada. Cuando notaron la falta, preguntaron al vecin-

Venía á dar parteá

la pren-

sa, así lo dijo, de su grandísima pena. El tenía una hija. Una chiquilla pequeñita,

así pequeñita como esa, que Dios

guarde,

dijo señalando

á una

niña que

pasaba por la calle; Así, como esa, rubia y zarca; mire usted, como esa.... Y se le llenaron los ojos de agua, más rojos y más hinchados, como si le quemaran aquellas lágrimas que no quería dejar correr.

Más de un año había pasado sin ver-

la. El vive en el campo, en la altura, trabajando en la tierra, en un bohío, entre los platanares

y las palmeras,

desde

hace mucho tiempo.

La'chiquilla le escribió seis ú ocho veces. Como que iba á cumplir trece años y....sabía escribir. Pero él no pocontestarle.

Algunas

veces,

cuan-

do algún vecino tenía que venir á la Capital, le ¡encargaba mucho quele diera un beso á la ñiña, á cambio de otra carta,

escribirla, y

pórque

estaba

sir-

dario

y á la policía.

Nadie

pudo dar cuen-

ta de la criatura! ¡Como si la tierra se la hubiera tragado. No quise preguntarle si la buscó bien. Un padre siempre busca á sus hijos; hu-

hom-

bre se se le conocía bien: lo menos estuvo llorando toda la noche. ¡Si bastaba con verle los ojos! Como pudo, sobrecogido por la angustia y la cóortedad ruborosa, propia de los campesinos, me estuvo refiriendo su

podía

dos días

señores, creyendo que

algo muy extraordinario, muy doloroso y consternador. Y lo

si

á su

se expe-

una gran catástrofe. Los hombres no lloran, así porque sí; cuandohechan á fuera un chorro de lágrimas es porque les sucede

día

de es-

dolorosa,

á la vista de

desventura.

siempre

falta. de la casa y los

me causa una

la que

rimenta

pasa

blancos

cosa

vine á verla,

El llanto de un

impresión

era

padre. Hace

No lo puedo reme-

hombre

no

cribir

cendidos, hinchados como puños.

diar.

o de

biera sido un insulto, Entonces recordé

sus

palabras,

cuando me pintaba á la chiquilla, rubia y zarca, menudita y graciosa, pero mayor sin duda de ló que el pobre jíbaro se la

figuraba.

¡Oh! los niños crecen

mucho

en un año. Deaquella larva salió la mariposa.... y las mariposas vuelan, pero'caen pronto, en cualqt uier parte...¡quién sabe!.. Y, ¿qué piensa usted que le haya podido ocurrir á su hija?—le dije, por decir algo.

—Habrá muerto respondió Pesparo-

ridamente.

—Si; habrá muerto, murmuré. Más piadosa era aquella aparente inconsciencia mía que la revelación de mi cruel sospecha. ¡Sí; habrá muerto ! repetí, más fuerte, para que el pobre ¡jíbaro se' pudiese marchar de nuevo al bohío subido en la cumbre, entre los platanales y las pal-, meras, á soñar en las noches tranquilas y tristes de los campos, con una niña ru-

bia con los ojos celestes, muy pequeñita, muy pura, como los ángeles. josé PEREZ

LOSADA.


EL

922

DOMINICANOSH=—

PERFILES

==

CARNAVAL

Deschamps

Enrique

agrícolas de la República Dominicana; de la fertilidad de sus montañas; de la fecundidad de sus rios, y de su alentador

Y".

vANDO hableis de los héroes + de las hermosas batallas del progreso; cuaudo recordeis

á los lejionarios. del bien; cuando os refirais á los que ponen sus ejecutorias y su servicio de las causas gallardamente

santas y

temerariamente

nobles,

traed á la memoria, en homenaje de merecida justicia al jóven Enrique. Deschamps.

Para Deschamps jamás hubo impo» sibles cuando de algún propósito elevado se trató. Todas, absolutamente to-

das las iniciativas simpáticas lo encontraron siempre de pié, y dispuestoá la acometida inmediata y á la conquista del Cuando

auras

de

bonanza

bañafón

de amor y paz los confines de la Patria, se dió á la árdua y penosísima tarea de

formular un Directorio General de la República, que será, indudablemente, la obra más acabada y más fecunda en bienes para la Nación. Un día, abandonando ' Ys con efecto: las

comodidades

del

hogar,

sin

fijarse

en que contrariaba su naturaleza y sus costumbres, trocó el frac por la chamarra y la chistera por el sombrero de caná, y se lanzóá la lucha, Y atravesando montes, y trepando riscos, y bajando lomas,

y salyando

precipicios

y cruzando

selvas á pié unas veces y á galope otras, penetró en todas las ciudades y llegó a todas las campiñas; inquiriéndolo todo, examinándolo

todo,

analizándolo

todo,

para de todo dar cuenta exacta en grabados y escritos, y contarle al mundo de las riquezas naturales, industriales y

estado social é instructivo.

Esa es la obra del joven Deschamps. ¿Quereis ideal más halagúeño, propósito

más enaltecedor y feliz?...... Otro

cañón

dia,

cuando

ensordecía

el estampido

las distancias;

del

cuando

el humo de la pólvora ennegrecía el cielo de la Patria, y el hambre y la miseria se paseaban

amenazantes

por

las calles de

la Primada, este joven meritísimo

inició

ó contribuyó á fundar una asociación netamente filantrópica, para socorrer á los

y él mismo, con

sus pro-

pias manos, ponía diariamente “de los miserandos una ración

menesterosos,

en boca de pan

magnifica, como la Caridad de que era agente. ¡Cuánto entusiasmo pondría Deschamps en esta obra!...., porque él es fanático en la religión del bien. Como intelectualidad figura Deschamps en el grupo de los jóvenes de mayor poryenir en la República, El Majisterio es su esfera de acción, y forma parte en-la vanguardia de'los hterdtos de la segunda generación.

Fué perseguido por Heureax, y ofició en el altar de la política á raiz del memorable 26 de Julio; pero cuando se revolvió el fango de las pasicnes y se pretermitieron los principios, descartó su

personalidad y se retiró a la escuela. Hoy tiene á su cargo la dirección de un periódico, y en él lucha por la concor- * dia de la familia dominica y por la prosperidadUe la infortunada Rupública. Eso es el jóven Enrique Deschamps: un lejionario del bien en toda su augusta solemnidad. vícror M. DE CASTRO.


EL CARNAVAL Tu cintura de flexible palmera Me enloquece y arro

EXCELSIOR

Y este “versificar” á su manera Me fastidia y joroba.

¿Por qué los corazones miserables,

““Tu pecho es concha de nácar En que se encierra el amor”

por qué las almas viles, en los rudos combates de la vida

Alspende: la doseripción Se lo pido por favor..

ni luéghan, ni resisten? El espíritu humano

LIRIO DEL CAMPO—Ciales.

es más constante

Su “Copia del natural”-

cuanto más se levanta :

Resulta bastante mal.

Dios puso el fango en la llanura, y puso

P. G.—Maunabo.

la roca en la montaña.

Mil gracias por su atención. Ya verá que estoy mejor de mis males. El paludismo pue-

La blanca nieve que en los hondos valles,

de ser mas ó menos

derrítese ligera,

Ojalá pudiéramos

combatir de igual modo la fiebre de hacer ver-

en las altivas cumbres permanece inmutable

rebelde; pero al fin cede

á la influencia del quinino. sos malos, que amigo á quien Cambie de Su última

y eterna.

6. NUÑEZ DE ARCE.

hace tiempo apreciamos clima á ver composición

se apoderó de un tanto como á Y. si logramos algo. reviste A

alarmantes.

UN ADMIRADOR—S$San

A los suseritores Causas

agénas

á

nuestra

Bien está que usted le cante á los

voluntad,

nos

obligaron á suspender tres números del periódico durante el mes de Mayu. El 30 de Abril terminó el último trimestre cobrado. Los suscritores no pagarán, nada

Juan.

por

y

llame

invicto

rusos y

á *“ Macaroff,*”* lo que

Y á medida que te hundes

los

Aun mas ante el mundo creces

La suscripción que hemos reducido á 20 centavos mensuales empieza el primero*de Junio, y se cobrará por meses anticipados para facilitar el pago.

Héroe, tu has sido la víctima De los “viles” japoneses.” Ya que no sirve para poeta, sirva para ruso. ¡Usted

Ya Y. me entiende.

Siento empezar por usted ; pero ¿que quie-

'el primer

turno

y

no es justo desairarla. Vamos con ella, pues.

Tus dientes de marfil.

Convenga conmigo en que Sigamos.

literario.

PEPE

ALBA—Morovis.

¿Me

ofrece

un

romance

para el número

próximo?

No me haga reir......:!

“Luz refulgente que arde en los espacios Son tus ojos de hurí Y se esconden tras tus labios de topacios

mo del areopagismo

no sirve para nada!

¿Que me parece de sus versos? Magníficos.... para echárselos al e

Juan.

ocupa

siquiera

SOLITARIO—Ponce.

= PUNTOS LITERARIOS. a re? su composición

se

“* Mueres invicto marino A bordo la rusa nave

números recibidos durante el mes de Mayo.

INCOGNITO—S$San

no

puede tolerar es que V. escriba

esto es el eol-

JUAN

LEANDRO—Yauco.

Ss

“Negra es la pena que me máta

Negros

tus ojos:traidores

Negra esclavitud de amores

Negra es quien me maltrata. Muy oscuro, amigo mio, cuentro eso.

muy

OSCUro PO


EU

EL CARNAVAL

924 M. P.—Rio

Grande.

]

Otro

Sin mas preámbulo escribe Y. “Va una colección de postales.” Me gusta por.lo lacónico y....

Nuestro distinguido borador Don

niér

Quisiera complacerlo; pero en cuestiones de arte se debe ser intransigente. Pídamelo todo, husta...: mi voto en las próximas elecbuen

:

me

obligue

á llamarle

poeta.

Usted.

mismo

se horrorizaría !

+ A VUELA PLUMA.

+

Director.

Restablecido de la enfermedad que Je tenia alejado de las tareas periodísticas, se ha encargado nuevamente le la dirección y administración de EL CARNAVAL el Sr. Barreiro, da

gratitud

que le han

riódico.

á los

su

más

distinguidos

sustituido

en

profun-

compañeros

la dirección

del

de el:

redacción sugestivo

estas líneas,

acaba

de

publicar el valiente escritor sud-americano Pedro Sonderegger. ; En toda la obra campea, de una manera

gallarda, el espíritu moderno conciencias con albos

Vuelve el viejo

iluminando

resplandores

las

por el nítido ejemplar que nos dedica.

La pluma del

escritor

que no sabe

Don

estar

¡Félix

inactiva

la cultura del país,

y

merece

la pro-

tección de cuantos se interesan por el progreso del terruño.

»

Pobre Sigue la guerra en cana.

Brau y apa-

olvidada

infancia.

horizonte político

tanto amor

de

la

patria,

el ideal

con

acajiciado.

Lleven estas líneas al incorruptible, venida.

hogar

del

pátriota

nuestro cariñoso saludo de bien-

Luis García de

Quevedo.

cina y cirujía en una

las mas

acreditadas

queño la mas"entusiasta felicitación. Carmen

Belen

Barbosa.

>.

En busca de nuevos -horizontes, como el ave que tiende su vuelo á regiones mas elevadas, se dirige al continente esta simpática trigueña, ávida de conquistas y de triunfos en

Horroroso. En

dias

aun como

Es: posible

aun

que

andaba

suelto

un monstruo

á estas

por

triun-

horas

Vive en la guarida rodeado

de su

andé propia

dominila

Ya relataremos su historia. monstruosa de sus crímenes.

rescatar

ban-

«le

la oprobiosa esclavitud del dictador la patria :

aquellos

las calles de Ponce, fador.

cobardía y sale en la hora de la sombra, los vampiros.

dera que simboliza la causa de la libertad y del derecha eonculcados, han trunfado en el último combate. E Dios lleve sus armas trunfadoras á todos para

ascien-

de de mano de los Dioses. Que vuelva pronto la dístinguida amiga.

tal.

la República ;

los ámbitos de la República,

de

universidades de la unión. Pertenece al número dela juventud triunfadora, llegando al triunfo por el camino del estudio y la perseverancin.—La Redacción de. EL CARNAVAL envía al distinguido puertorri-

suelta la fiera, babeando el rastro de las víctimas inmoladas en aras de su salvajismo bru-

país

Los revolucionarios, que tremolan

gloriosa de Duarte.

preparación.

luchador al dulce

de su ya casi,

el país hecesita de su noble y desinteresado conenrso, dá vida á esta nueva pnblicación. ** Puerto Rico” es un periódico que hace honor á

poéticas. el Parnaso á recomenMatos Ber-

el glorioso camino del arte por el que

Rico

galano

lu

con-

El maestro de la literatura puertorriqueña se siente fatigado. No envano consagró á la causa de la libertad, en los dias borrascosos de la colonia, las indomables energias de su esplendorosa juventud. El trabajo material ha cansado su cuerpo, ya abatido bajo el peso continuado de los años, y las decepciones han enfermado su alma puertorriqueña, viendo esfumarse en el

de aurora

cias preocupaciones. * Vaya con nuestra voz de aliento, la sincera expresión de nuestra gratitud para el autor

Matos Berniér,

libro,

cible seno del hogar, despues de algunos dias de tranquilidad y calma, cabe los risueños lu-

y derrumbrando el vestuto edificio de la$ ran-

Puerto

Salvador

cola-

prepara

Este distinguido amigo acaba de obtener con excelentes notas, el grado de Dr. en medi-

Ha llegado á nuestra mesa interesante libro, que é¿on

nombre que encabeza

Don

pe-

Cóndor el

que acompaña á la obra en

felices

z

quien expresa en estas lineas

Yordan,

gares do se deslizaron tranquilos los dias más

Son tan malos sus versos....!

Nuestro

amigo y asiduo

N.

teniendo sus mejores producciones Sino fuera bien conocido en borinqueño el Sr. Yordan, bastaría darlo el excelente prólogo del Sr.

NEÓFITO—Moca.

MaS.......... no

Manuel

publicación de un interesantísimo

Devuelvo la colección Para mejor ocásión.

ciones,

libro

La

como

historia

Canjes. Lo hemos dejado establecido con el “Pandemoniun” interesante revista literarimde Costa Rica. llegada. á nuestra mesa de- redacción por el último vapor,


EL CARNAVAL

925

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926

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EL CARNAVAL

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LINE BETWEEN AGUADILLA AND PONCE. 105

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meter».

. AGUADILLA Cd. Ar. . MAYAGUEZ Cd. .SAN GERMAN E - YAUCO . PONCE Le A.

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NOTE.—The Company daily reserves a limited number of seats in coaches between Camuy and Aguadilla but tickets entitle passengers to one seat in the coach and will be sold at the station of departure of the train or by the conductor on

ticket is $3.00.

the train.

The price

ofa

coach

The Company is not responsible for the coach service.

OBSERVACIONES.—La Compañía reserva diariamente cierto número de asientos en los automóviles entre Camuy y Aguadilla. Los billetes con derecho á un asiento en el automóvil serán expedidos directamente en la estación de salida del tren ó por el conduetor del tren. El precio de cada billete es $3.00. La compañía no asume dear alguna en lo que respecta al servicio de automóvil,


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