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CONSEJO SUPERIOR DE ENSEÑANZA DIVISION DE INVESTIGACIONES PEDAGOGICAS UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
Rlb Piedras, P. R. X
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COLECCiON Píír-o-/^r.r. ^^-ORRIOUEña
MO SE PRESTA fuer;, DE LA SALA V O L A X t L OBSERVACIONES SOBRE LA ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL (NIVELES INTERMEDIO Y SUPERIOR)
EN OCHO DISTRITOS ESCOLARES DE LA ZONA OESTE DE PUERTO RICO
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MqnuellAlvorez Nqzorio
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Introducción
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En respuesta a la invitación que nos extendiera el señor secretario permanente del Consejo Superior de Enseñanza, doctor Ismael Rodrrguez Bou, para colaborar en la
evaluación del sistema general de enseñanza (póblico y privado) de Puerto Rico, hemos
visitado, durante los meses de septiembre y octubre del presente año, diecisiete escuelas (de enseñanza intermedia y/o superior) repartidas por los ocho distritos escolares que mós adelante se especifican. En ocasión de dichas visitas presenciamos el desarrolio de un total de veinte clases de español, y logramos, ademós, estar presentes en la admi nistración de dos exámenes escritos.
Los distritos, escuelas y clases visitados fueron los siguientes: Escuela
Distrito
MayagUez
Clase
Escuela Intermedia José de Diego
octavo grado
Escuela Intermedia Manuel Barreto
noveno grado
Escuela Superior E. M. de Hostos
décimo y duodé cimo grados
Escuela Superior Vocacionol
décimo y duodé cimo grados
San Germón
Añasco
Colegio de la Inmaculada
duodécimo grado
Colegio de lo Milagrosa
décimo grado
Escuela Superior
undécimo grado
Escuela Intermedio
séptimo grado
Escuela Superior
undécimo grado
Escuela Intermedio
séptimo grado
biblioteca Gener^ii u. R. a JAN
m
2
Cabo Ro¡o
Escuela Superior
undécimo grado
Escuela Intermedia
octavo grado
Hormigueros
Escuela Superior
duodécimo grado
Aguadillo
Escuela Superior
undécimo, duodé
" "
cimo grados
"
Escuela Intermedio
séptimo grado
Aguado
Escuela Intermedio
séptimo grado
Rincén
Escuela Superior
décimo grado
Los dos exámenes escritos presenciados corresponden a sendas clases de octavo y undécimo grado respectivamente en los Escuelas Intermedio y Superior de Aguadillo. Recopitulacián de visitos por grados Núm, de visitas
Grados
Gloses
Exámenes
Duodécimo
Undécimo
4
Décimo
4
Noveno
•.....••.#••..•.••.•.1
Octavo
1
1
Séptimo
4 Totales
20
2
Colaboraron con el que suscribe en el programo de visitas arribo expuesto los
profesoras, doctora Josefina Rivera de Alvarez y señorito Esther Wolker Mortihez,
adscritos al Departamento de Español y Francés O^acultod de Artes y Ciencias) c(el
Colegio de Agricultura / Artes Mecánicas.
La doctora Rivera de Alvorez visitó conjuntamente con nosotros las clases antes /
indicadas en los cosos de los escuelas Barreto y tíe la Inmaculoda, en MoyagOez; Escuela Intermedia, en Aguada, y Escuela Superior, en Rincón. Por sisóla efectuó las visitas
o las Escuelas Intermedias de San Germán y Aguadillo, y a las Escuelas Superiores de Añasco y Cobo Ro|o, y presenció, además, la administración de sendos exámenes escritos en las Escuelas Intermedia y Superior de Aguadillo,
La señorita Wolker MortTnez nos acompañó en los visites hechos o lo Escuela Superior de Hormigueros, y o ios Escuelas Superior, Vococionol y Colegio de lo Milagroso, de MoyagUez. El que suscribe estuvo presente en todas los visitas efectuodas, menos en
las seis que realizó por sP sola lo doctora Rivera de Alvorez. Tanto las impresiones de dicha profesora como los de la señorita Waiker Mortrnez aparecen incorporadas en las presentes notos.
Nuestra apreciación y evaluación de lo toreo que hemos presenciado en las clases
visitados porte esencialmente de la ideo matriz de que corresponde o lo escuelo—en lo
se refiere o lo enseñanza del vernáculo—Q) desarrollor y pulir o travós de sus
vario» niveles de docencia oquellos hobilidodes mecánicos (expresión orol, lectura, expresión escrita) que capacitan al individuo paro desenvolverse efectivamente en el
manejo^del instrumento lingOfetíco^motemo, y (2) dotor al educondo para el mejor
ent^imiento del fenómeno literario, tanto en su aspecto de manifestación histórica <tentro de nuestra lengua, como enel que se relaciona con sus valores de expresión
estético en forma y contenido^esde el punto de visto de lo obra reolizodo en direcclóh
del cumplimiento de dichos ob¡etivos, clasificamos los lecciones observadas dentro de los siguientes niveles: Clases provechosas
8-40% del total
Clases medianamente provechosas.•..5-25% del total
Clases de escaso o ning^Sn provecho», 7-35% del total TOTAL DE CLASES
20
Principales fal las registradas
En ocasión de nuestras visitas a las escuelas antes nombradas y, muy en especial, con referencia a los clases que, según la tabla anterior, hemos calificado de mediana
mente provechosas y de escaso o ningún provecho (en conjunto, un 60% del total de
las lecciones observadas) nos hemos percatado de los siguientes factores adversos a la buena marcha de la enseñanza del vernáculo en Puerto Rico:
U Falta de una orientación clara, en la mente del maestro, en relación con el
sentido del curso de español dentro del programa general de estudios, y con los finalidodes últimas que se le señalan al mismo»
A través del trabajo que vimos desplegado ante nosotros y, asimismo, a través de
conversaciones con los maestros, pudimos darnos cuenta de que en las mentes de muchos
de ellos parecen no estar claros el sentido y razón de ser del curso de español que enseñan. De los maestros visitados, sólo unos ocho (8) nos ofrecieron evidencia satisfactoria de
que comprendran en lo fundamental la problemática docente encomendada a sus manos y de que estaban conscientes de cuáles debTan ser los recursos apropiados con qué acudir a su remedio. Del resto, siete (7) dieron muestras de comprender parcialmente la
significación de su labor como maestros de español, y a tono con dicho consciencia a
medias, la labor que les vimos desorrollar no nos pareció tener siempre el deseable impacto docente. En último término, en un grupo de cinco (5) maestros cretinos
encontrar un muy dóUI entendimiento de cuól es lo verdadera función de la enseñanza del vemóculo dentro del programo total de estudios, confundido lamentablemente con
lo noción de que uno vez cumplidos (o juzgar por las muestias, de manera casi mecónica,
superficial y reseca) los requisitos de enseñanza trazados en el libro de floreos empleado como texto de lo clase, ya quedaba descargada su responsabilidod de educadores.
La falta de la debida orientación en el maestro reqsecflo de los alcances de lo labor que ha de cumplir se traduce en una serie de fallas:
(a) Tendencia a destacar la imporfloncia del doto aislado, insustonciol y carente de sentido verdadero para el estudiante en perjuicio del conveniente desarrollo de habi
lidades lingorstícos y del deseable cultivo de la sensibilidad literaria.
(b) Falto del débido cuidado c^ lo expresión oral de los alumnos. Fuera de la atención que se dio a alguna que otro palabra suelto de cloro tinte
vulgar, se echó de menos en muchos casos lo oportuna corrección del maestro, en los clases de menor provecho que observomos, o toles defectos de pronunciación como rr
velar, intercombio dej[^y r^en finol de silaba, conversión de s en h aspirada con eli
minación de la e^precedente, en 1^ o to^(estd), htobon o toban (estoban), etc., o
tales otros relativos o lo flexión verbal como el uso de los perfectos en -stes (¡tu díjistes o di|ihteh), la adición de n en ciertas formas de imperativo (cójolon, demen, siéntensen).
uso de querromos 'aueramos', con fusión de los verbos en «eor e -ior; golpiaron, pa-
siostes o pqsiohfeh 'paseaste', etc.; o relativas a! empleo sintáctico; "hacen afíos", "hubieron muchas personas", "yo me acuerdo", "me di de cuento".
(c) Insuficiencia de oportunidades para que el estudiante se ejercite intensivamente,
bajo ja dirección del maestro, en la lecturo seria y profunda^ forjadora de la ancha capacidad para comprender los textos escritos, y educadora de las expresiones escrita y hablada.
En clases de lectura y discusión oimos con frecuencia las órdenes del maestro en el
sentido de "Lee td, Fulanito", "Sigue td, Sutanito", "Cóntinda desde ahr, Men^nito", posando sin otro detenimiento la oportunidad de leer en voz alto desde unos estudiantes
a otros; con menor frecuencia, casi rayana en la rareza, oimos preguniar "¿Y qué quiere decir en tus propias palabras eso que has lerdo?"o "Expircame ahora lo que acabas de
leer". En los contados casos en que se hicieron tales preguntas u otras porecídas el
maestro se conformó con la repetición por el estudiante de más o menos las mismas palabras que antes habib leído, dejando posar la oportunidad de ahondar en la bdsqueda de sinónimos o definiciones para vocoblos de evidente dificultad, lo que dejoba realizado o medias o trunca la explicación que se deseaba. En los oportunidades en que los estudiantes
llegaron a aventurar explicaciones en sus propios términos no se prestó siempre lo debido atención o determinados aspectos incorrectos de la construcción gramatical. El caso de
máximo irresponsobllidod docente en estos direcciones lo observamos en una clase de décimo
grado, en Rincón, en lo que el maestro se hizo cargo, casi por completo, de la explica ción y comentario de la lectura que servFo de base o lo clase, dondo muy poca oportunidod a los estudiantes para coloborar en lo discusión. Lo pasividad de éstos, traducido en lo
extemo en aparente aburrimiento, parecra conllevar muy poco provecho lingorstico e intelectual.
(ch) Insuficiencia de ejercicio de lo lengua escrita.
En lo generalidad de las clases visitadas fue ésta una de las fallas mds notorias y serias. La principal oportunidad que parecen tener los estudiantes para escribir extensa mente en español consiste en copiar en sus libretas la información—sobre teoríb gramatical en casi todos los casos que presenciamos—que pone para ellos en la pizarra el maestro.
Ocasionalmente copian también en las libretas algunos ejercicios gramaticales y ciertos
trozos literarios antes estudiados en clase. Pudimos comprobar que los estudiantes efectóan
dichos trabajos de copia con mucho descuido, y que a no mediar la intervención oportuna del maestro—que vimos en acción efectiva en sólo dos (2) de las veinte clases visitadas—
quedan escritas en los cuadernos infinidad de grafibs disparatadas. No vimos llevar a
cabo en ninguna de las clases observadas ejercicios de dictado ni tampoco de composición, ni oral ni escrita. La generalidad de los maestros nos alegó que el nómero crecido de
estudiantes a su cargo (en promedio que oscila entre 175 y 200} les impide hacerse cargo de la corrección de composiciones. Por esta misma razón los exómenes que se administran consisten de preguntas que se confestan con palabras sueltas o con respuestas de sTo no.
En ninguno de los exámenes pasados que pudimos ver en las libretas de planes de los maestros nos encontramos con preguntas de discusión o de redacción.
(d) Folta^ una orientación bien concertada y lógica respecto de la enseñanza de la gramática.
Lo casi totalidad de los maestros visitados nos dio la impresión de no saber cómo
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proceder en relacídn con lo enseñanza de lo gramática* Aparte de las lecciones relativos
a tales aspectos de ortogrofíb como ocentuación, puntuación y uso de mayúsculas, cuya utilidad inmediata se presenta con claridad a la visto general, y en las cuales, por tanto,
la enseñanza pareció estar me¡or orientada, las demds lecciones que presenciamos en torno a la mecónica del lenguaje—en las cuales el maestro mostraba no tener un claro
entendimiento de las relaciones entre teorlb gramatical y uso práctico del idioma—nos parecieron carentes de verdadero sentido y de provecho reol para los estudiantes. Era fre
cuente ver en estos casos cómo el análisis gramatical se reducra a un árido empeño de meras clasificaciones, convertidas en sT mismas en el fin único y último de la clase, des
vinculadas del sentido real de la lengua viva. Sólo en Mayagúez, en una clase de noveno grado, el estudio gramatical nos pareció útil y de particular significación paro los alumnos. Hecho sobre un trozo literario de RubÓn Darib y enderezado hacia el reconocimiento de
los diversos tipos de oraciones, se efectuó después de haberse agotado el estudio del
mensaje artrstico del escritor* Bajo la dirección de la maestra, los alumnos más despiertos fueron descubriendo por st mismos las relaciones vivos existentes entre la mecánica externa de las oraciones y el sentimiento distinto que por medio de cada una de ellas
quiso expresar el autor* En cambio, en una clase de octavo grado que visitemos en Cabo Rojo se intentó un estudio de las partes de la oración sobre un trozo de la novela Doña
Perfecta, de Pérez Galdós, que no se analizó antes para ver qué ideas expresaba. El estudio gramatical efectuado se redujo en este caso a un ejercicio puramente closificativo
en el que las palabras ton sólo importaban por su mera función mecánico y no por las ideas vitales que comunicaban.
Otro punto relacionado con la enseñanza de gramática que llamó nuestra atención
fue la aparente falta de un plan maestro que distribuya ordenada y adecuadamente, a través de los diversos niveles de enseñanza, el estudio de la teorña relativa a la mecánica
del lenguaje. Nos encontramos asi*, por ejemplo, que uno lección sobre la esencia y funciones del adjetivo, que presenciamos en un séptimo grado en Añasco (donde ya nos
pareció fuera de lugar por considerarla muy elemental), la vimos repetida en sus irneas generóles, presentada como material nuevo, en una clase de undécimo grado, en Aguadillo, Por otra parte, nos encontramos en Hormigueros, también en un undécimo
grado, con el estudio clasificotivo de los tiempos y modos del verbo, material que nos
parece más propio de los últimos niveles de la escuela primario, ¿Obedece esta falta de orden y orientación a la ausencia de normas oficiales al respecto? Asr parece ser, a juzgar por el testimonio que recogimos en lo Escuela Superior de MayagOez, donde se nos
informó que, en contraste con la consigna oficial prevaleciente hasta hace algunos años, en el sentido de que el estudio de la gramática debfa hacerse "funcionolmente", de acuerdo con los necesidades del estudiante, las nuevas orientaciones hoy vigentes en el
sistema de enseñanza recomendaban el estudio formal y sistemático de la gramática, pero sin que se hubiesen especificado desde arriba hasta ahora directrices claras y detalladas a seguir. Dentro de esta situación, pues, tal parece que, de frente a las nuevas reco
mendaciones, y en tonto se ciñe a normas este aspecto de la enseñanza del lenguaje vernáculo, cada maestro improvisa a su manera la solución al problema de la enseñenzo gramatical,
2. Matrtcula sobrecargada.
El trabajo docente que vimos en acción por todas portes tiene un grave obstáculo en
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el ndmero excesivo de estudiantes que se acomodo en cada saídn. Casi todas las dioses
que visitamos tienen una matrrcula no menor de 35 estudiantes, que en aí^uho¿ casos, con mucho frecuencia, sube hasta 40. Sólo en la Escuela Intermedio de Cobo Rojo encontramos
una clase cuyo número total de estudiantes no excedra de 30, y asimismo en el duodécimo grddo del Colegio de la Inmaculada, en Mayogüez, donde la matrícula no rebasa el número ideal de 20.
Si en cada secciún el total de alumnos se eleva generalmente por sobre 30, y con siderando que en las escuelas públicas cada maestro tiene una cargo corriente de seis secciones, resulta por persona un gran total cercano a 200 estudiantes, en muchos cosos
mayor aún. ¿Qué labor efectiva de enseñanza en una clase de lengua puede llevarse a cobo de frente a dicha realidad numérica? ¿Qué atencién individual puede prestar el maestro a cada alumno, yo directamente en el aula, ya a través de la corrección cuidadosa de sus trabajos escritos?
3. Límiiación de lo clase de español a tres dtas por semana. En las escuelas intermedias visitadas (y parece que ello es prdctica general en el
pars en las escuelas que funcionan a base de matrrcula alterna) encontramos que la clase
de español se ofrece sólo tres dtos a la semana, para dejar lugar, durante los dos restantes,
Q la clase de estudios sociales. Consideramos que ésta es una prdctica indeseable, que resta tiempo valioso para la enseñanza de una de las materias de mayor importancia dentro
del programo de estudios^ necesitada de otra parte, o juzgar por lo flaca cosecha que se viene espígondo, de una atención mós intensa y redoblada. 4. Cardcter electivo del espoñol del duodécimo grocb.
De acuerdo con lo prdctica prevaleciente en lo actualidad, no es obligatorio en Puerto
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Rico cursar el español correspondiente al duodécimo grado. Creemos que, debido a la preparación general tan deficiente que traen al primer año universitario los estudiantes
graduados de escuela superior, particularmente en el manejo oral y escrito de la lengua
materna, debe hacerse obligatorio el estudio de dicho último año de español en la escuela secundaria.
^ üüSüÜSI? 'Insuficiente de textos. Pudimos observar en todas las clases visitadas que, o no hablb libros de texto para nadie, o no los hablb en número suficiente para todos. El primero de los dos casos antes mencionados es particularmente cierto en relación con la escuela intermedia. La falta
de libros sobre los cuales basar la clase de español obliga a menudo al maestro a dedicar tiempo valioso para que los estudiantes copien de la pizarra en sus libretas material infor
mativo. Por otra parte, dicha falta de textos priva al alumno de la oportunidad de complementar con el estudio en el hogar la tarea de enseñanza que se efectúa en la escuela.
El segundo de los casos ya mencionados es frecuentemente cierto en lo escuela
superior, donde no es raro ver sentarse a los estudiantes por parejas para usar un mismo libro.
6. Falto de buenas bibliotecas escolares.
En casi todas las escuelas que visitamos, y muy particularmente en las de los pueblos
mós pequeños, las bibliotecas escolares son muy reducidas en espacio, incómodas, y no cuentan con abundancia de libros y revistas útiles para uso de los estudiantes. Sólo vimos salas de bibliotecas mós holgadas y mejor equipadas con material de lectura diverso en
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Mayagüez y en Aguadillo. En San Germdn, los anaqueles de la bíbliofeca de la Escuela Superior estdn llenos, en un 75 u 80%, de libros viejos, reliquias del pasado de poca uHlidad práctica pora los estudiantes, procedentes de antiguas bibliotecas privadas del
pueblo. Vimos sin embargo en la misma comunidad una biblioteca aceptable en la
Escuela Intermedia, bien equipada de libros y muebles, pero segán nos enteraron, los estudiantes apenas tienen oportunidad de usarla, pues, segán parece ser el coso en la
generalidad de las escuelas intermedias (sobre todo en las que funcionan dentro del plan de matrfcula alterna), el programa de estudios de la escuela no les deja horas libres para acudir a la bib lioteca. En Hormigueros, la biblioteca de la Escuela Superior está
localizada en un cuarto muy reducido, en un sótano, donde apenas caben una mesa y tres o cuatro sillas aparte de los anaqueles para los libros. En Rincón hay también una biblioteca escolar en un sótano, pero segdn nos informaron dos maestros de la Escuela
Superior, cuento con muy pocos libros y casi siempre está cerrada.
En ninguno de los salones de clases visitados vimos libros de consulta (enciclopedias, diccionarios) para uso de los estudiantes, aunque sf vimos en varias de las bibliotecas
visitadas algunas colecciones enciclopédicas y diccionarios nuevos que ha enviado en los ditimos años el Departamento de Instrucción Pdblica.
Las colecciones de libros destinados a lectura suplementaria fuera de la escuela nos
parecieron poco nutridas en todos las partes a donde fuimos, aun en ciudades como Mayc^Uez y Aguadillo.
7. Deficiencias de los libros de tareas de lo Escuela Superior. Sin pretender restarles valor en lo que puedan tener de meritorios, los libros de
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tareas preparados para la Escuela Superior nos parecieron inadecuados y poco provechosos
en muchos respectos. Asi* lo pudimos comprobar a través de las lecciones basados en ellos que pudimos observar y asr nos lo confirmó la opinión de varios de los maestros mds res
ponsables y con mayor conciencia de lo que deben o su misión de enseñar;
Gran parte de las lecciones que vimos basadas en dichos libros libros nos parecieron
superficiales y tontas, y muy lejanamente relacionadas con los problemas envueltos fun damentalmente en la enseñanza del vernáculo. Asf, por ejemplo, para citar casos con cretos, cierto proyecto en torno al cinematógrafo, que se desenvuelve en el undécimo grado, el cual nos parece mds bien uno actividad propia de la clase de historia; otro del
mismo grado relativo a la historia de la comunidad; otro del duodécimo grado, que ptetende poner o los mismos estudiantes a diagnosticar sus fallas de lenguaje y a determinar los medios para corregirlas, como si tuvieran ellos el suficiente criterio para realizar labores de tal naturaleza que mds bien corresponden al maestro. 8. Inadecuación de lo preparación intelectual de los maestros. Uno de los problemas mds serios con que nos confrontamos en nuestras visitas fue
el de la evidente ^breza intelectual en los maestros encargados de la enseñanza del
español. Suponemos que dicho estado de cosas en relación con los profesores de español no es mds que un reflejo parcial de un problema de mds amplitud que afecto también a los demás campos de la enseñanza.
En las escuelas intermedias los maestros que enseñan español tienen por lo general diploma de Normal con algunos estudios adicionales hacia el bachillerato. Un número no muy crecido de ellos nos informó haber terminado un bachillerato en educación
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elemenfal. Enconframos en general que la formacídn de estos maestros de intermedia para hacer frente a la tarea de enseñanza adolece de serias lagunas culturales en relación
con los problemas pertinentes a la lengua y literatura hispánicas. El conocimiento que, a través de sus actuaciones en el aula, muestran tener sobre dichas materias, no parece rebasar el alcance de lo que se les enseñó en los cursos más elementales y generales durante su formación universitaria.
Aunque en la escuela secundaria la generalidad de los maestros que encontramos enseñando español posee el bachillerato en artes o en algón caso de excepción, estudios superiores (licenciatura española en filosofTa y letras, en el caso de la monja profesora del décimo grado en el Colegio de la Milagrosa, de Mayagüez) un ndmero considerable de ellos no tiene estudios especializados en español. El haber terminado los estudios de
la especializacíón, sin embargo, no asegura en todos los casos un rendimiento superior.
Asr lo dejamos comprobado en lo clase de décimo grado que visitamos en Rincón, cuyo
maestro, a pesar de poseer un bachillerato en artes con especialización en español (jjor la Universidad Cotólica de Santa Marib) y haber cursado unos seis créditos adicionales
de estudios postgraduados (en la Universidad de Puerto Rico), demostró ser, por lo que pudimos apreciar en sus planes de clases pasadas y por su actuación en el aula, un
maestro de rendimiento mlhimo y deficiente. En el extremo opuesto, como ejemplo de lo mucho que puede íograrse por la alianza de una decidida vocación de enseñar con una
preparación sólida y segura, se nos manifestó la monja profesora más arriba mencionada. supervisión adecuada.
las deficiencias antes serfoladas podrTan remediaise en buena medida a través de una
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supervísfdn efectivo de ía labor que se realizo en el solón de cióse» Lo reolidod con que nos topomos dejó ver, sin embargo, que dicho toreo de supervisión no puede desenvol
verse como debe ser, principolmente por dos rozones: (1) porque los directores de plan teles estdn sumamente otoreodos en sus oficinas con el trdmite de infinidad de asuntos
administrativos, lo que les impide atender como es debido los asuntos académicos puestos bajo su encomiendo (osr nos lo admitió sin mds ni mds lo directoro de lo Escuelo Superior de Son Germdn); y (2) porque, suponiendo que los supervisores dispusieron del tiempo
necesario poro dedícorse o visitor o sus maestros subalternos, no creemos que dicho trabajo de supervisión resultaríb en mejoras verdaderamente notobles de lo docencia del vemóculo o de cuolquier otro moterio (sobre todo en el nivel de lo escuelo secundario),
o menos que los toles supervisores poseyesen uno culturo mds profundo y oborcodoro* Poro
poder percotorse de si lo enseñanza que se efectda ante su visto es realmente provechoso mds olld del mero cumplimiento por porte del maestro con determinados posos de técnica
pedagógica, es preciso que el supervisor tenga lo base cultural rica y amplia que le per mito colibrar por debajo de lo superficial y aparente la obro de sus subalternos y orientarla
debidamente cuando le parezca despistada o falta de sustancia. ^ 1
Uno de los experiencias mds revelodoros y alarmantes en reloción con lo deficiencia
que puede llegor o alcanzar la labor de supervisión en manos de personas de poca habilidad profesional y cultura insuficiente (no obstante lo terminación de los estudios formales prescritos) lo tuvimos en lo Escuela Superior de Añasco en el caso de un
maestro que tiene ya aprobados todos los requisitos de estudio, para pasar a desempeñorse como director de plantel. Segén nos informó, muy satisfecho de sf mismo, poro el próximo año escolar es seguro que se le encomiende una principaira. Pues bien, fue precisamente ese moestro quien desplegó a nuestro visto uno de las clases mds desarticulados e incoherentes y de menor sentido y provecho poro los estudiantes de cuontas hemos presenciado en estos dos meses, paro lo cual tol parece que no tenro hecho un plon previo, pues repetidamente se negó con diversas excusas, ante nuestra insistencio de ver su plan de trobajo, a dejarnos examinar su libreto de planes. Es muy posible que su negativa obedeciera al deseo de impedir que nos diéramos cuenta que estaba improvisando una clase de repaso a base de lecciones anteriores.
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Sin la debida gura y supervisión, los maestros de español que visitamos (salvando
algtín caso excepcional que se beneficia con orientación positiva) solamente pueden desarrollar una labor eficiente y efectiva cuando su preparación profesional y cultural, su experiencio docente y su buen sentido los capacitan para ello por sr solos. En los
casos en contrario lo labor del maestro, carente de sustancia nutriz y de las instrumenta^* ciones adecuadas, pasa sobre el estudionte sin dejar huellas opreciables. Recomendaciones
Para contribuir a la corrección de las fallas sefkiladas en fas póginos precedentes recomendamos la implementación de las siguientes medidas:
1• Reorganización de ja estructura escolar con la creación de escuelas de artes
monuales^ nivel intermedio y oumento^ las de nivel superior para que puedan hacerse cargo £e aquella gron parte del estudiantado que hoy contribuye a congestionar la matrrcula en los niveles de enseñanza acodémica intermedio y superior sin tener vocación ni
opetencia por jos estudios preparatorios para las profesiones universitarias.
Serra necesario para poder poner en próctica la anterior medicki que se instituyese en la escuela primaria un riguroso sistema de consejerra que, en colaboración con los maestros
y administradores escolares, permitiera efectuar un anólisis profundo y confiable respecto de lo capacidad de los alumnos para continuar estudios académicos después de dicho nivel
primario. Quienes dieran pruebas ciertas de no tener indi nación ni facilidad por tales
estudios debieran ser desviados hacia las artes manuales en los niveles intermedio y superior. Con menor matrrcula y con un cuerpo de moestros mós escogido podrron entonees las escuelas académicas intermedias y superiores fortalecer lo enseñanza haciéndola
I
17
mds profunda, rntensa y efectiva. Por otra parte, $e pcdrlbn ir desarrollando en los
escuelas de artes manuales, en sus dos niveles, generaciones de futuros trabajadores y operarios de superior preparación, que en nuestro medio, vendrtan a llenar una necesidad largamente sentida.
2. Eliminación de los programas de enseñanza semanal del español a base de tres dibs.
3. Eliminación del sistema escolar de matrrcula alterna de manera que el estudiante disponga de mayor tiempo y comodidad para complementar su enseñanza con lo asistencia asidua a la biblioteca.
4. Fortalecimiento de lo preparación de los maestros en las asignaturas universitarias relativas a contenido cultural.
5. Reorganización de los cursos de español de manera que pueda atenderse con ver
dadera efectividad el desarrollo de las destrezas lingoñiticas fundamentales antes espe cificadas en este informe, y asF también el refinamiento de la sensibilidad estético-lite raria del estudiante.
6. Preparación de un plan maestro sobre la enseñanza de gramática que aclare y defino de uno vez por todos qué aspectos del ondlisis de lo mecdníco del lensuofe resultan útiles en lo enseñonzo escolar y cúmo se va o proceder o su instrumentociún docente.
7. Creociún de buenos bibliotecas escolares donde no los hoy y mejoro de los yo existentes.
8. Creociún de un sistemo de supervisiún docente encomendado o especialistas en los
diversos compos en codo uno de los distritos escolores o en los zonos de supervisiún que se
18
considere conyeniente y factible erigir.
Manuel Alvarez Nazario
Mayagüez, Puerto Rico 31 de octubre de 1959
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