Jornada de 1978 en Naciones Unidas: un capítulo de historia contemporánea

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La J rnada de en aciones Unidas (un capítulo .de historia contemporánea) Por Juan Mari Brás •

" Indice Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 La reunión de Aguas Buenas ........... ·.................................. . 5 1 Reuniones con grupos diversos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 Invasión boricua en la ONU ' · , : 13 Romero canceló los votos en contra • 1 7 Se logra el consenso 21 La resolución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 I 1 El reagrupamiento politlco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 I'

Introducción Recogemos en este folleto una serie de siete artículos del compañero Juan Mari Brás, secretario general del Partido Socialista Puertorriqueño, que se publicaron originalmente en el periódico "El Mundo" en las ediciones correspondientes a los días 'del 5 al 11 de abril de 1981. Los artículos fuerori escritos, y entregados a "El Mundo" en diciembre de 1980yenero de 1981.

Esta serie recoge importantes relatos y · aspectos de la jornada de ·1978 en Nacio nes Unidas que establecen la verdad de lo ocurrido . Tiene el alcance de aclarar la historia de un episodio que, sin duda, ha tenido y seguirá teniendo repercusiones cruciales para nuestro pueblo todo. Además de desmitificar los sucesos ocurrí3 dos, en estos artículos se analiza la táctica y estratégica sobre la cual el Partido Socialista impulsa la acción unitaria de independentistas y autonomistas en la presente coyuntura. Los últimos dos artículos son particularmente importan tes por el análisis que contienen del alcance de la resolución ap r obada por el Comité de Descolonización en 1978 y el reagrupamiento político que enmarca la acción de las fuerzas y autonomistas y su triunfo en la ONU ese año .

Por razones que el compañero Mari Brás desconoce , El Mundo eliminó los últimos párrafos del último artículo ti tulado "Reagrupamiento Político ", que representan la principal·conclusión de la serie

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I , La .Jornada de 1978 . en Naciones Unidas . ',La Reun1on . . ' de uas .Buenas 5 I

1 '

" y en La puerta me encontré a Marco A Rtgau".

El 25 de julio, en el acto del Partido Popular. Hernández Colón había ·anunciado su propósito de dedicarse por completo a lograr el máximo desarrollo autonómico del estado libre asociado. Había rechazado la anexión y defendido la identidad nacional de Puerto Rico y declarado que Estados Unidos no había cumplido sus promesas de conceder las medidas autonomistas que el pueblo puertorriqueño solicitara . Ese mismo día, al hablar en nuestro de Guánica varias horas después de producirse el discurso de RHC, yo había saludado el mismo como un indicio esperanzador de que el dirigente máximo de los Populares se enderezaba hacia un camino ·de afirmación puertorriqueñista · y anttcolonial. 6 Como yo iba a salir de Puerto Rico la semana siguiente, y Hemández Colón tardó en contestar mi propuesta de una reunión, la misma no pudo materializarse hasta el domingo 6 d€ agosto. Pero Marco y yo adelantamos un trecho basG:ulte grande, que habría de dar cauce a las conversaciones y acuerdos futuros. Redactamos entre ambos, en servilletas de papel de un restaurant donde estábamos almorzando, los párrafos cruciales de un proyecto de resolución. los cuales él le llevaría a Rafael.

El 26dejuliode 1978,comoalasseisde la tarde. salía yo del Canal 11 en Santurce, luego de grabar una y en la puerta me encontré con Marco A Rigau. Me había estado buscando toda la tarde porque tenía encomienda de Rafael Hernández Colón para comunicarse conmigo. Hicimo's . una cita para el día ' siguiente y en esa ocasión Marco me explicó su encomienda. Hernández Colón quería que él fuera a Cuba a discutir con representantes del gobierno cubano la posibilidad de una resolución mutuamente aceptable sobre el caso de Puerto Rico para llevarla al Comité de de Naciones Unidas. Ri1gau quería que le gestionáramos la visa y los contactos para cumplir esa tarea y sugería que un representante del Partido Socialista Puertorriqueño viajara con él a Cuba. de suerte que los acuerdos que pudieran lograrse tuvieran la participación nuestra.

Le dije a Marco Rigau que no tenía ningún problema en gestionarle la visa para que él fuera a Cuba, pero que me parecía que su viaje era innecesari o El gobierno cubano someten.a el proyecto de resolución que proponga el movimiento independentista puertorriqueño en su conjunto. Lo importante . por tanto, es llegar a acuerdos a nivel político entre nosotros en Puerto Rico . Si eso se logra. yo me encarga.ria de conseguir que Cuba presentara la resolución. como lo había hecho en años anteriores. Para eso sería necesario que nos reuniéramos Hernán· dez Colón y yo Me parecía que no muy dificil ponemos de acuerdo.

Le indicamos al líder Popular cuáles serian los principios no negociables para nosotros: 1) el proyecto debería reiterar el reconocimiento del derecho inalienable (que quiere C:lecir que no puede renun·ciarse nunca) del pueblo puertorriqueño a la indepéndenc i a, 2) el princip i o d e la transferencia previa de poderes al pueb lo puertorriqueño debería estar claramente establecido en la resolución , y 3) lo que habría de validarse en el proyec t o como alternativa de descolonizac i ón se ri a la libre asociación y no el estado libre asociado actual Hernández Colón no t e n ía problema con ninguno de esos t r es p rincipi os pero -como era de esperarse- tení a s u s c ua lificaciones sobre alg un o s de ello s. La transferencia de poderes para él. n o s ignifica la pre-república, n i de bí a co nfun dirse con la independe ncia. Así lo aceptamos , pero subrayando al mism o tiempo que n o pod í a ser 'tamp oc o uria transferencia simbó lica Deb í a ser real El problema e s m u y se n c ill o. El me oll o del asunto consi s t e e n d evolverl e a lo s pue r torriqueños la t o t al idad de los poderes que le corres p on d e n com o pueblo soberano p ara estar e n co ndici o n e s de tomar las dec isi o n es que quiera optar libre m ente. S ol o en el ejercicio de la plena sobe ranía es que un pueblo puede autod eterminarse. Las alternativas que nuestro p ueblo tendría ante sí serian el establecimiento de la república, con todos los atributos que el Derecho Internacional le reconoce a los pueblos colo niales de recuperar la totalidad del patrimonio intervenido y reclamar las indemnizaciones correspondientes al país interventor, o algún tipo de libre asociación, que deberá ajustarse a lo que

"SÓio en el ejercicio de la plena soberanía es que un pueblo puede autodeterminarse".

Ese domingo 6 fui con Carlos Rivera

"El 25 de julto en el acto de l Parttdo Popu l ar, Rafae l Herrández Colón había anunciado su propósito de dedicarse por completo a lograr el m:iximo desarrollo autonómico de l estado libre asociado .

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Lugo, miembro del Comité Central del PSP, a encontrarnos con Marco Rigau eri La Bombonera, de San Juan, tal como habíamos acordado. De allí él nos llevaría al sitio de la reunión el cual era desconocido para nosotros. Hernández Colón sabía, porque fue gobernador de Puerto Rico , que las fuerzas represivas norteamericanas y del patio me siguen muy de cerca, para vtgilar mis pasos, cada vez que lo estiman necesario. Por eso habían tomado precauctom;s extraordinarias para evitar que la reunión fuera detectada.

Luego de dar varias vueltas por el área metropolitana, en un vehículo que no era el de Marco ni el nuestro, enfilamos hacia las montañas d e Aguas Buena& y recala7 mos en UI}a casa donde ya Rafael nos esperaba Tuvimos una conversación no muy extensa desde el principio fu i mos al grano de lo que nos interesaba discutir.

Así, súbitamente, me vi en la situación un .tanto insólita de estar sirviendo de enlace y buscador de consenso en toda la amplia gama. no solo del movimiento independentista. sino también de varios sectores autonomistas. Cuando bajábamos de aquellas montañas hacia San Juan, nos comentó Marco Rtgau que la coincidencia de que la reunión se hubiera celebrado eq Aguas Buenas tenía un significado simbólico para los Populares, porque iniciaba un nuevo procese-Qc retomar el espíritu del Pronunciamiento de Aguas Buenas de 1970, aquel fugaz ·pintno autonomista que luego se diluyó. y se disolvió en el nuevo pacto que nunca llegó a pactarse.

Para eso estamos dispuestos a juntar fuerzas con los autononitstas. Creo que la autonomía plena. tal como la definen las Naciones Unidas, no cuadra con el sistema constitucional norteamericano.

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I define como tal la legislación internacional. Quise aprovechar para explicarle a RHC cuál era nuestra posición, de manera que todas las cartas quedaran sobre la y no hubiera lugar a equí- _ vocos. Los Socialistas somos independentistas por principio, para mí personalmente no hay nada en este mundo que tenga mayor prioridad en mi vida que el logro de la independencia de Puerto Rico. Lo crucial. en este momento histórico, es detener la avanzada del anexionismo y precipitar la descolonización.

Pero en última instancia. eso es problema que tendría que resolver Washington, si en algún momento nuestro pueblo acuerda soberanamente proponerle un pacto de asociación. Nosotros siempre estaremos en contra de tal asociación, pero aceptaríamos et.Qictamen del pueblo si éste fuera en esa dirección, porque la Ubre asociación incluye el derecho de separación unilateral. Y sabemos. que más temprano que tarde, nuestro pueblo se dirigirá al único destino compatible con su historia. su geografia y sus intere ses nacionales , que es la plenitud de la independencia y la incorporación de Puerto Rico a la comunidad de pueblos caribeños y latinoamericanos. En ese espíritu es que entramos / en estos acuerdos. Le hice saber también a Hernández Colón que el proyecto de resplución que se elaborase debetja recoger los puntos .de vista de Rubén Benios y el Hderato del ' PIP, de los independentistas de varias y no afiliados que se congregaban en el Consejo Puertorriqueño de la Paz y del ex-gobernador Roberto Sánchez Vilella y otros autonomistas con quienes estábamos reuniéndonos a los mismos fines. Le sugerf la alternativa de que realizáramos una reunión conjunta de estos lideres y grupos pero él manifestó que preferla reunirse conmigo y que yo bregara con los demás separadamente.

. , . . La .Jornada de 1978 ) en Naciones Unidas . ' . . Reuniones · ·CQn grt1posdiversos t 1 • 9

Entre el día 6 y el 23 de agosto, estuve reuniéndome casi diariamente con unos ·y otros grupos. Hemández Colón volvió a reunirse con nosotros una vez más. Con Rubén Berríos me reuní en dos ocasiones. Con Don Roberto Sáfichez Vilella en otras dos. Noel Colón Martínez y Luis F. Camacho · mantenían la comunicación constante con Sánchez; Marco Rigau seguía siendo el enlace con Hernández Colón Le llevamos a Rubén el borrador de un proyecto de resolución, en el cual recogíamos lo que a nuestro juicio podían ser puntos de consenso de todas l las partes envueltas. Discutimos con mucha cordialidad las nuevas perspectivas que se abrían para la causa de Puerto Rico de lograrse un acuerdo entre los Populares y los partidos y agrupaciones independentistas .

Desde el primer Rubén Berríos presidente del Partido Indepen dentist.a Puertomqueño (PIP) Rubén "nos prome tt.ó que estudiaría el proyecto con mucho detenimiento y lo sometería a discusión en el oryantsmo directtvo del PIP" momento Rubén manifestó sus reservas sobre la conveniencia táctica que tal ) curso de acción representaría en términos de las metas electotales del PIP. Pero no descartó la consideración a fondo del proyecto, en vista de . que aceptaba que estábamos frente a una situación prometedora Le argumenté a Rubén las poderosas razones por las cuales creía que debíamos echar a caminar este proyecto. En 1972 y 1973 logramos romper el cerco que Washington había mantenido sobre el caso de Puerto Ricp en Naciones Unidas. Se aprobaron dos resoluciones sucesivas· que obviamente tuvieron el efecto de declarar que el de Puerto Rico es U)l caso colonfal. Al reconocer el derecho ina11 enable del pueblo puertornqueño a su autodeterminación e independencia a la ,, luz de la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General quedó abierto nuevamente el caso de Puerto Rico como parte de la agenda de la descoloniZación.

A partir de entonces, Estados Unidas · no había revertir esa conquista

Tanto Noel Colón Martinez, como Eneida Vázquez y Luis Rivera Pagán se entusiasmaron desde el primer con las grandes posibtltdades que el proyecto planteaba Noel.junto a Luis F. Camacho, mantuvieron la comunicación con Don Roberto Sánchez Vtlella. Nos reunimos con Don Roberto por úl Urna vez en su oficina de ex-gobernador dos o tres días antes de mi partida hacia Nueva York. Estaban presentes, además de Sánchez. su ayudante Juan Fernández, Noel Colón Martínez, Luis F Camacho.

"Tuve la ·impresión de que a Rubén le impactaron mis argumentos". nuestra. pero sí lograba, año tras año, posponer la toma de decisiones por el Comité de los 24 que hicieran avanzar nuestro planteamiento. Mientras tanto, avanzaba la ofensiva anexionista Ahorá los anexionistas empezaban a acariciar la idea de montarse sobre nuestro trabajo de casi dos décadas en la ONU para presionar a Washington a una definición. que ellos se eneargarían de timonearla. desde el poder, hacia la estadidad. No Don Roberto Sánchez Vllella: "líder autonomista". debíamos nosotros permitir que se de el contrasentido de que las Naciones Uni das terminen validando la anexión de Puerto Rico, que no es otra cosa que la culminación del coloniaje. Por eso es . necesario superar el tranque existente juntando fuerzas con los autonomistas contra la estadidad. · Lo contrario seria una postura suicida para el independentismo. Juntar fuerzas qon los es abrirle el paso a la convalidación internacional de la La única gran barrera que se ha encontrado de frente la ofensiva anexionista es el rechazo internacional de la anexión de Puerto Rico. Tuve la impresión de que a Rubén le impactaron mis argumentos. Nos ptomettó que estudiaría el proyecto con mucho detenimiento y lo someterla a discusión en el organismo directivo del PIP. Tan pronto tuvieran una decisión se volverla a comunicar conmigo. La reunión terminó al mismo nivel de camaraderia y fraternal disposición de ambas partes con que había comenzado. Nuestras reuniones con el liderato del Consejo de la Paz fueron muy positivas.

Carlos Gallisá yyo . Revisamos el proyecto, ' se hicieron apuntes sobre el mismo, todos ellos de fácil conciliación. Sánchez Vilella comparecería ante el Comité de Descolonización a declarar a favor del proyecto. Nos despedimos hasta el domingo, en que nos encoJ?.traríamos en Nueva York. Por razones que hasta ahora él no ha explicado, Roberto Sánchez Vilella no llegó a Nueva York. No llego al extremo de algunos amigos que consideran que perdió el último vagón del tren de la historia para reinvindicar su posición autonomista, pero considero que -a reserva de alguna razón sumamente poderosa que justifique su decisión de no · ir a las Naciones Unidas- cometió un error grave. 11

Para mí Roberto Sánchez Vtlella es el líder autonomista más auténtico de

..

Noel Colón Martínez nuestra época Su honestidad y acendrada puertorrtqueñidad han caminado parejas con un creciente entendimiento de los parámetros que definen una postura verdaderamente autonomista Creo ' que es el único de sus contemporáneos que se engarza directamente a las posiciones verticales de Román Baldortoty de Castro. Pero le ha ' faltado la audacia. la disposición de arriesgarse tomando decisiones al momento que se requieren, para jugar el rol que la historia le ofrece.

Con Rafael Hemández Colón volví a reunirme la noche antes de salir hacia Nueva York. en la casa de Marco Rigau en El ltcenctado Luis F: Camacho. J Ocean Park. Estaban presentes Marco, del PPD. y Carlos Rivera Lugo, del PSP. Pasamos sobre el proyecto. que ya tenía las enmiendas sugeridas por Noel y Sánchez y alguna que otra que habíamos sugerido nosotros. Llegamos a un acuerdo rápidamente. y fue tanta la alegría de Marco que descorchó una botella de vino para celebrar la ocasión.

Berrios volvió a reunirse conmigo en mi propia casa, junto a Roberto Aponte Toro y Rafael Anglada López. Los compañeros pipiolos nos explicaron que la Comisión Política del PIP había decidido no respaldar la parte de la resolución que reconoce la validez de la libre asociación. No había sido, nos indicaron, una decisión fácil . Consideraron todo lo que de positivo hay en el proyecto, pero preva1eció el criterio táctico de que. aún cuando no se está convalidando al estado libre asociado actual. los Populares pudieran tergiversar el verdadero stgnlficado de la resolución para politiquear en las eleccio nes aquí Prometian s in embargo que no ,,. pondrían obstáculos a la aprobación de la resolución y coordinarían. tanto con noso, tros como con l€>s cubanos. tOdo 1G relativo a los aspectos independentistas del proyecto. Conversamos durante un largo rato con suma cordialidad y quedamos en vemos en Nueva York.

El 23 de agosto salí hacia Nueva York llevando conmigo un ante proyectó de resolución que habría de producir una gran conmoción política en Puerto Rico, en los corr1llos de Washington y en los de Naciones Unidas 12 .

' La Jornada de 1978 .en Naciones Urtidas . .Invasión • • • •·boncua · en .la o · 13

Los edificios de Naciones Unidas en · Manhattan son una isla vertical compJetamente separada de la vorágine quina. aun cuando fisicamente están a solo unos cuantos metros de la Primera Avenida y el Paseo del Río del Este corre por debajo de ellos. Por los salones y pasillos de la ONU, así como sus bares, cafete.:. rías, comedores y oficinas solo pueden transitar los privilegiados que de alguna pasan a formar parte, de la élite diplomática internacional. y algunos colados que en ocasiones logran cruzar las barreras que resguardan el apacible aislamiento de los salones del mundo.

A fines de agosto de 1978 el salón de delegados de la ONU parecía una plaza pública de algún lugar de Puerto Rico, a juzgar por la diversidad de caras de prominentes boricuas que uno encontraba a cada paso. Por muchos años la ·comunidad de Naciones Unidas ha estado acostumbrada a ver pequeños grupos de puertorriqueños rondando por aquellos · corrillos donde las grandes contradicciones y conflictos de la humanidad toman el cauce del diálogo cauteloso Y cuando más, del debate ardoroso, pero generalmente civilizado.

Pero este año de 1978 hubo una veroadera invasión de boricllél$ en la·ONU. La inmensa mayoría de los puertorriqueños que entraban y salían al salón de delegados lo hacían como invitados de la embajada cubana o de la de Estados Unidos. Al cotejar en los records de la recepción el anfitrión de cada cuál. se podía obtener una idea general de cuál sería la agencia. · abierta o escondida. que le llevaba a aquel recinto. Uno de los primeros boricuas en llegar a Naciones Unidas en 1978, días antes de comenzar el debate, fue Juan , Manuel García Passalacqua Juanma lleva ya unos cuantos años actuando como autoproclamado amigable componedor, sin que haya logrado que sus ideas conciliadoras prosperen, ni entre los puertorriqueños, ni en la comunidad internacional, y ni siquiera entre sus asociados del Norte, más allá de los círculos liberales, cada vez más estrechos, de Washington. 14

En 1978 llevó su anteproyecto de resolución "de consenso". No era aceptable para nosotros porque no cumplía con los ' principios no-negociables que consideramos indispensables. Ni afirmaba el derecho inalienable a la indepei:idencia, ni se fundaba en el concepto de transferencia de poderes ni reclamaba que Estados Unidos cumpltera con la obligación de poner en marcha la descolonización de Puerto Rico. Por otro lado. evadia la exclusión de la anexión como alternativa de descolonización y por el contrario dejaba abierto ese camino para una posible validación futura. cosa que para nosotros es totalmente inaceptable. Para los Populares tampoco era aceptable la propuesta de Garcia Pasalacqua porque su objetivo· obvio era derogar la Resolución 7 48 de 1953 que reconoció ·que Puerto Rico dejó

A todo lo iargo de la década de los años sesenta fuimos un puñado de independentistas los que íbamos año traS año intentando abrir las pesadas puertas de la ONU para el caso de Puei;to Rtco, que nos fueron cerradas por la fuerza del poderlo norteamericano. Recuerdo la ocasión, en 1967, cuando los guardias de Naciones Unidas, siguiendo órdenes de la embajada de la calle de al frente, nos sacaron a la calle a los puertorriqueños que estábamos presenciando el debate sobre Puerto Rico, luego de la decisióq de recesar "sine die" la discusión del tema. El extinto patriota Gilberto Concepción de Gracia. que encabezaba el grupo. contrajo una pulmonía al salir a la interperie bajo un fuerte aguacero, forzado por aquella orden de expulsión sumarla

· Nosotros ya nos habíamos comunicado con el gobierno cubano y le habíamos informado de nuestros acuerdos y desacuerdos en Puerto Rico, solicitándole se autorizara a la delegación cubana en 15 Naciones Unidas a radicar ei proyecto de resolución convenido con Hernández Colón, Sánchez Vilella, Noel Colón Martínez y el Consejo de la Paz, y en parte con Rubén Berrios y el PIP. De La Habana nos informaron que Ricardo Alarcón, quien ya había sido ascendido a vice-ministro de Relaciones Exteriores, llegarla a Nueva York antes de come!1Zar el debate y traería la contestación a nuestros planteamientos.

El fin de semana antes del comienzo del deqate, García Passalacqua me llamó al hotel y me pidió que hablara con un tal Tysser, ayudante político del embajador Andrew Young, de Estados Unidos, que estaba con él y le había indicado que que- · ria saludarme. Tysser se rrie presentó por teléfono como un viejo conocido, que había estado conmigo en una actividad contra la gµerra de Viet Nam en Washington. Me dijo que Young estaba en Nueva York únicamente por el fin de semana y que interesaba reunir5e conmigo y ,con otros líderes políticos puertorri.queños para intentar buscar un consenso sobre ' la base de la proclama de Carter e'n tomo al status de Puerto Rico emitida el 25 de julio de ese mismo año. La tal proclama es la que envió la Casa Blanca para la celebración oficial del aniversario del El.A. y en la cual el presidente se compromete a respetar la deéisión mayoritaria del pueblo puertorriqueño, en un plebiscito, cualquiera que fuera Le contesté a Tysser que me hubiera dado mucho gusto conocer y saludar a Young, pero ni tenía tiempo disponible ese fin de semana ni me interesaba discutir posibles consensos a base de la proclama de Carter, ya que dicha proclama es totalmente inaceptable para los Socialistas Puertorriqueños, y para. el movimiento independentista en general.

Andrew Young, de Unidos ... ". de ser "territorio no autónomo" Gon la creación del estado libre asociado. El gobierno de Estados Unidos no le compró tampoco el proyecto porque, aún con su fraseo diluido, abrirla la caja de pandora del examen del caso colonial de Puerto Rico por la Asamblea General, que es algo que Washington. ha resistido sistemáticamente.

" ... García Passalacqua me llamó al hotel y me pidió que hablara con un tal Tysser, ayudante político del embajador

García Passalacqua hizo llegar la versión, obtenida de fuentes en Washington, de que había un acuerdo entre los· gobiernos de Estados Unidos y Cuba de bajarle el diapasón al debate de Puerto Rico ese año, como parte de los esfuerzos bilaterales por relajar las tensiones entre los dos países. Según ' dicho informe. el primer indicio se darla con la ausencia tanto de Andrew Young. embajador de Los lideres del Partido Popular Seuero Colberg y Miguel HerrrindezAgosto, al deponerenNqclones Unidas. Estados Unidos, como de Ricardo Alarcón, vice-ministro cubano y portavoz, hasta entonces, de Cuba en todos los debates sobre Puerto Rico en el Comité de Descolonización. Yo sabía. desde luego, que eso era una desinformación insidiosa de la inteligen cia norteamericana. de la que se hizo eco Juan Manuel por su incomprensión de lo

que es el compromiso de principio de la Revolución Cubana con la solidaridad para la lucha de independencia de Puerto Rico . El embajador de Estados Unidos . nunca ha ' intervenido en los debates sobre Puerto Rico en el Comité de Descolonización. Ricardo Alarcón fue portavoz de en esos debates mientras fue embajador en la ONU. pero en ese momento ya estaba en N:ueva York el nuevo embajador cubano. Raúl Roa. quien actuatja como portavoz con el mismo fervor y similar brillantez con que lo había hecho por añosAlarcón.Además, me constaba que Ricardo Alarcón estaba camino hacia Nueva York. El lunes 28 de agosto, entre diez y once de la mañana. entramos juntos al salón • de delegados Ricardo Ala.rcón, Raúl Roa y yo Saludamos allí a Rafael Hernández Colón, a decenas de que pululaban por aquella: sala. entre ellos, a Juan Manuel García Passalacqua , I

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. La Jornada de 1978 -'. en Naciones· Unidas ' ' . . ··Romero .· · ·ca11celó . . los votos ·.en ·contra 17

Carlos Romero Barceló fue quien más ayudó a cancelar los votos en contra de la resolución sobre Puerto· Rico en 1978. Nosotros sospechábamos que iba a ser así. Conocemos, desde hace muchos años , la repugnancia que produce en la comunidad internacional el fanatismo de los colonizados. Hemos visto en el pasado argeli nos que a ti tul o de et udadanos fran proclamaban que Argelia era parte i ntegrante de la República Francesa y así sería siempre. Lo mismo escuchamos, años después, de labios de lacayos gui n e anos y angoleños, que fungían cómo d e legados portugueses, convirtiéndose en hazmereir de la comunidad diplomá ti ca Por eso cuando nuestros amigos nos cons ul t aron sobre si accedíamos a que se le d ie r a el primer tumo al gobernador de Pue rto R i co, no formulamos ·ninguna obj ec ión. Por el contrario. nos pareció conve niente que los miembros del Comité Especi al i nic iaran las audiencias con el testimoni o d e algu ien que le s iba a corrob o rar nues tras denuncias de que Esta " Romero Ba r ce ló can celó los uotos e n contra' " En la gníflca de 1978 , el gob e rnador Carlo s Romero Barce ló depon e e n la ONU, a compañado del entonces sec r etario d e Estado Retnaldo "Poto " Pant ag ua , el s ena dor Oreste Ramos y otros líderes de l PNP dos Unidos mantiene un Fégimen títere en Puerto Rico.

Yo pude observar cuando algunos delegados se quitaron los audífonos, mientras hacían gestos faciales de repulsión. al escuchar aquella barbaridad. Fue el embajador cubano Raúl Roa Kouri quien recogió la indignación que aquellas palabras causaron en todo el Comité, más allá de divergencias ideológicas, ante lo que este supuesto representante del pueblo puertorriqueño proclamaba como dere cho sacrosanto: el derecho d e optar por seguir siendo · colonia, equivalente al absurdo de reconocer al individuo la libertad de optar por su propia esclavitud . Decía Roa. a una intervención posterior · en el mismo debate, lo siguiente : "Refocilado, Romero Barceló'proclama el derecho

Pero, a decir verdad, nunca llegamos a anticipar que Romero füera tan lejos en su torpeza como sucedió . Empezó imputándole a los miembros del Comité de Descolonización que representaban a pueblos mucho más subyugados que Puerto Rico. Y luego de leer unas cuantas cuartillas mal hilvanadas, llegó a su conclusión más insólita, al afirmar que "somos libres, si así lo deseáramos, para optar por continuar soportando los ves ti gios de colonialismo que caracterizan riuestra relación con los Estados Unidos" .

El PNP había transportado, en vuelo especial, una claque de sus activistas para llenar las galerías y dar la impresión de que el gobernador contaba con el apoyo de éstas. No ocurrió así. La comunidad puertorriqueña de Nueva York. siempre atenta en sus sectores más alertas al curso de i os debates que tienen lugar en la ONU sobre Puerto Rico, había llenado la mayor parte de los asientos disponibles para el público, con el resultado de que al terminar la intervención de Romero los abucheos eclipsaron los aplausos . De poco le sirvió al PNP el gasto extravagante de un avió m fletado y .doce nas d e habitaciones de hotel pagadas de sus arcas. Tuvi e ron que r eg r esar, s in pena n i glo ri a tan vacío s como lle garo n. El Vi ce mi ni st ro c u ba no d e Re la ci on e s Ex teriores Ricardo Alarcó n y e l e mbaj a do r permanente ante la ONU Ra úl R oa hab ían recibido instruccione s en La Habana para patroc i nar e l p royecto de re solución unitaria que n o sotros había 19 mos propuesto , luego de nuestras 4iscusiories con distintos grupos en Puerto Rico. Tenían mano libre para bµscar el consenso más amplio de las fuerzas puertorriqueñistas, siempre q'l¡le se mantuvteran unos principios en el proyecto que, en términos generales. eran los mismos que desde el comienzo nosotros señalamos que serían no negoctables. Nosotros le habíamos al presidente del Comité , Salim Ahmed Saltm , y a los delegados de países amigos, cuando hablamos con ellos semanas antes de comenzar el debate sobre Puerto Rico, que ese año con toda probabilidad depon drían ante el comité los principales di ri gentes ae todos los partidos del espectro político puertorriqueño Y les asegura mos que haríamos el esfuerzo por lograr el consenso más amplio posible dentro del denominador común del anti-coloni alismo y el anti-anex Jonismo .

La clave de ese ampli o consenso sería el acuerdo entre autonom istas e independentistas. No sería f¡k il lograrlo. La d i spersión en el movim iento i ndepende ntista no ayuda a la cons i derac i ón se rt a de pasos audaces en la htlvanactón de una estrategia libertadora Pero en úl ti ma i nstancia, en el seno del movtmien t o in de pendentista se i mpond rí a la co rrecció n de nuestra línea unitaria, por e n ci ma d e infantilismos, amb ival encias y resenti mientos. Lo más dificil se ría po n e mos de acuerdo con el Parti do Pop ular . En e l seno de ese partido se deba t en tendenci as contradictorias qu e agarran. por un lado, hacia la as i m ilaci ó n y. s ueltan, por o tro , hacia la c o n q u is ta de nuestro s derechos naci o n ale s . Ya empezaban a trascender notici as y rumores sobre conversaciones d e Rafael Hernández Colón con nosotros y c on los diplomáticos de Cuba. cuando solo habíamos hablado a nivel de pasillo en las Naciones Unidas . Fueron llegando a Nueva York los miembros de la ·direc

Desde esa intervención de Romero, los aliados de Estados Unidos en el Comí té se replegaron a una posición de abstención.

"El efecto neto del exabrupto de Romero fue que nadie osara emitir un voto en contra de la resolución que finalmente b " .se apro o ... . de los puertorriqueños a ser <(Sclavos. _ Tamaña vileza sólo es explicable en un traidor. en alguien para quien carece dé significado patria, cómo no sea para treparse sobre ella; en quien prefiere , eñ ." fin, el yugo degradante a la estrella lumi nosa de la dignidad y de la libertad".

El efecto neto del exabrupto de Romero fue que nadie osara emitir un voto en · contra de la resolución que finalmente se aprobó, para evitar que se le asociara con la posición de incondicionaltsmo extremo a la dominación yanqui de Puerto Rico que expuso el gobernadQr. Juan Manuel .García Passalacqua se sintió tan apabullado, ante la provocación J{omertsta, que sus bártulos y regresó a Puerto Rico, renupciando, desde el primer día. a la función conciliadora que le había llevado a Nueva York.

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ción del Partido Popular, entre ellos el presidente de la colectividad Miguel Hernández Agosto. · Mi experiencia de veipte años bregando en las Naciones Unidas me ha enseñado que la dipl<:>macia de Estados Unidos es sumamente torpe y contraproducente a sus prqpios objetivos, cuando se enfrenta al caso de Puerto Rico. Puerto Rico exacerba de tal manera la arrogancia de los diplomáticos yanquis que los saca de quicios fácil rr¡ente. Eso les ocurrió en 1978 ' ' ,• Donald McHemy. embajador alterno de Estados Unidos, se ceunió con Miguel Hemández Agosto y una delegación de la . dirección del .PPD. Fueron tan burdos los planteamientos hechos por McHemy en esa entrevista y tan prepotente y humillante su postura oficial a nombre del gobierno de Wrujhington, que la reunión ayudó objetivamente a darle ánimo a Her nández Agosto para montarse en lá ola autonomista de Rafael y hacer posible el acuerdo que culminó en la aprobación de la r:esolución / de 1978.

' . La Jornada de 1978 · en Naciones Unidas ' ' Se logra ·el consenso 21

Rtcardo Alarcón Quesada. embajador de Cuba en Naciones Untdas en 1978 y hoy vtcemtntstro de Relaciones Extertores de dicha nactón anttllana Ese párrafo, que fue uno de los más polémicos y controversiales en la resolución de 1978, fue aceptado por Rubén

El párrafo propuesto en el texto origi nal del proyecto decía así : "Aflrma que la 22 libre determinación del pueblo de Puerto / Rico en un proceso democrático deberá llevarse a cabo mediante mecanismos libremente seleccionados por el pueblo puertorriqueño luego de una completa transferencia de poderes por el Gobierno de Estados Unidos al pueblo puertorriqueño, de conformidad con la Resolución (XV) y qué toda decisión relativa al status deberá contar con la del1aprobación pueblo puertorriqueño". Luego de la discusión, enmendar el párrafo en los siguientes tér- ' minos: "Afirma que la libre determinación del pueblo de Puerto ruco en un proceso democrático deberá llevarse a cabo mediante mecanismos libremente escogidos por el pueblo puertorriqueño en completa y total soberanía. de confprmidad con la Resolución 1514(XV). la cuál, tnter alta, establece la completa transferencia de todos los poderes al pueblo del territorio y que toda decisión relativa al status deberá contar con la aprobación del pueblo puertorriqueño".

Nuestra posición era clara: estábamos en disposición de buscar un lenguaje de consenso pero la ··frase mágica" trande.rencla de poderes debía estar incluida en el párrafo .

No fue una reunión misteriosa nt tuvo ningún parecido a la ·escena de película de espionaje barata que presentó el PNP en su cuña televisada de la campfilia electoral pasada. No había sombras, ni oscuridades, ni caja de cigarros cubanos. Nos reunimos a la luz de una mañana brillante, en el apartamiento ocupado por los esposos Hernández-Denton-Picó, en Manhattan. Estuvimos alli Rafael Hernáhdez Colón, Miguel Hemández Agosto, Federico Hernández Den ton e Isabel Picó, Noel Colón Martínez y yo. Por la parte cubana estuvieron presentes el vicemtntstro d€ Relaciones Exteriores Rtcardo Alarcón, el embajador permanente ante Naciones Unidas Raúl Roa Kouri y el ministro-consejero de la misión ante la ONU Alfredo García Almeyda. La primera media hora de la reunión transcurrió sin problemas. Cuando llegamos a la transferencia de poderes, como pre-requisito al ejercicio de la libre determinación por el pueblo puertorriqueño. se estancó súbitamente el consenso que iba lográndose con rapidez. Fue entonces que Rafael Hernández Colón sugirió que Noel Colón y yo nos reuniéramos eu un aparte con Miguel Hemández Agosto. Lo que nosotros tres acordáramos sobre el punto en cuestión sería aceptado por él. Así, nos retiramos al área de comedor del apartamiento y discutimos el fondo de la diferencia entre el presidente del Partido Popular y nosotros. Hemández Agosto quería que la transferencia de poderes se sustituyera por un concepto más diluido y sugirió la frase 90berania polidca. Le dijimos que esa frase, por sí sola. no sería aceptable para nosotros.

"Es justo destacar que, en ese momento crucial, Rafael Hemández Colón adoptó una posición firme -como se desprende de su mensaje- que fue decisiva·en el logro del resultado final de la jornada".

Berríos luego de una conversación de más de dos horas sostuvimos Ricardo Alarcón y yo con él en un rincón de las Naciones Unidas.

El delegado de Australia, actuando como portavoz de la delegación de Estados Unidos (la cual no fonna parte del Comité de Descolonización) presentó una serte de enmiendas al proyecto de resolución que. en realidad, constituían un prqyecto sustituto. En relación . al párrafo candente sobre la transferencia de poderes, la enmienda australiana era la siguiente: ...Afirma que fa libre determinación del pueblo de Puerto Rico ·en un proceso democrático debe continuar ejerciéndose mediante meqmismos libremepte seleccionados por el pueblo puertorriqueño y que todas las determinaciones que conciernen al status deben aprobarse en última instancia por el pueblo 'puertorriqueño luego de las consultas apropiadas entre el Gobierno de Estados Unidos y el pueblo de Puerto Rico". Es claro que esta enmienda, al igual que muchas otras presentadas a diversos párrafos del proyecto, pretendía todo lo contrario de lo que la resolución buscaba Mientras el párrafo acordado por nosotros señala las condiciones de plena soberanía y transferencia de poderes en que debe darse la libre determinación, el párrafo australiano transmite la de que la Ubre determinación de los puertorriqueños se ha estapo d¡mdo ya. y ha de continuar ejerciéndose . Si los Populares de verdad creyeran que en Puerto Rico se había dado un proceso de libre determinación, y que por tanto no es éste un caso colonial, habtian respaldado la enmienda australiana. No fué así. Tan pronto nos enteramos de las enmiendas australianas , preparamos un breve mensaje dirigido a los miembros del Comité de Descoloni z ación . cuyo texto íntegro es el siguiente : "Los susc ri bientes por la presente pedimos a los 23 miembros del Comité Especial que rechacen en bloque las llamadas enmiendas a la Resolución de Cuba e Iraq presentadas por el delegado de Australia. Dichas enmiendas constituyen una resolución completamente diferente, la cual es total' mente inaceptable para el pueblo de Jua.n Mari BlrÍs, secretario general del Parttdo Socialista Puertorriqueño (PSPJ depone ante el Comité de Descolonización de Naciones Unidas. A su lado, el primer secretario de la Secc iona l del PSP en Estados Unidos, José A Alvarez Puerto Rico en lucha por la independencia". Ese mensaje se lo mostramos a Rubén Berríos y a Rafael Hernández Colón. Le pedimos a ambos que enviaran similares al Comité. Eneida Vázquez, presidenta del Consej o Pue rto rriqueño de la Paz , firmó el mensaj e arriba citado junto conmigo . Rafael Hernández Colón envió e l si guiente mensaje al Comi té: "Q u ie ro transmitir al Comité m i firme o posi ción a las enmiendas presentadas po r Au stralia a la resolución presentada po r C uba e Iraq. Dichas enmiendas suj etan la efecti vidad del d erecho a la li b re d eterminación del pueblo p uertorriqueño a un vago ple bi sci to ll amad o p ara 1981 por un gober

"El Partido Independentista Puertorriqueño quiere traei- a la atención del Comité Especial que las enmiertdas presentadas por el delegado de Australia constituyen, en efecto, una nueva resolución Esta nueva australiana es totalmente inaceptable para el Partido Independentista Puertorriqueño y urgimos al Comité Especial a rechazar las enmiendas en bloque como si constituyeran una nueva resolución. Reafirmamos nuestra posición ante el Comité Especial sobre el derecho del pueblo puertorriqueño a su libre determinación e indeJ pendencia de conformidad con laResolueión 1514 (XV)".

nador cuyo término expira en 1980, y quien se ha opuesto públicamente a la sugestión del embajador de Estados Unidos, mencionada en una de las emniendas, de que se envíen obseivadores de Unidas al supuesto plebiscito. Creo,-más aún, que éstas no son verdaderamente enmiendas, sino una resolución sustituta totalmente inadecuada para corregir la situación, históricamente innegable, de que Estados Unidos ha sido indiferente. en el mejor de los casos, y contrario, en el peor, como fue el caso del Presidente Ford, a los esfuerzos del pue. blo puertorriqueño para modificar su status actual de conformidad con sus deseos democráticamente expresados".

Rubén Berríos envió al comité el siguiente mensaje:

Con los mensajes · citados, que representaban la mayoría del pueblo puertorri queño. quedó cancelado el intento yanqui, por mediación de Australia. de diluir la resolución y convert.trla en una nueva falsificación diplomática de los derechos nacionales de nuestra patria. Es i justo destacar que. en ese momento crucial.

Rafael Hernández Colón adoptó una posi ción firme -como se desprende de su mensaje- que fue decisiva en el logro del resultado final de la jornada Minutos antes de la votación final sobre la resolución, el delegado de Yugoslavia le indicó a un delegado amigo que tenía los votos mayoritarios para aprobar una enmienda que ,sacara la referencia a la transferencia de poderes del pán:afo antes Cuando nos informaron de esa maniobra de último minuto, le enviamos mensaje a todos nuestros amigos, en sus pupitres, de que los Socialistas Puertorriqueños les pedíamos que si se sacaba el principio de la transferencia de poderes del texto de la resolución, le votaran en contra a todo el proyecto Finalmente, los yugoslavos no presentaron su enmienda y la resolución fue votada1 con 10 delegacionés a favor, ninguna en contra. doce abstenidos y dos ausentes.

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f ' La Jornada de 1978 . 1 · en .Naciones Unidas ' . La .. Resolución /" . ' 25

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El párrafo cuatro de la parte dispositiva "considera que las persecuciones. hostigamientos y medidas represivas de que han sido objeto permanentemente las · organizaciones y personas qüe luchan por la independencia constituyen viola26

El primer párrafo de la parte dispositiva reafirma "el derecho inalienable del pueblo de Puerto Rico a la libre determinación y la tndependencia, de conforrilidaci con la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General". Este principio fue reconocido, por primera vez en lo que a Puerto Rico respecta, en la parte preambular de la primera resolución acordada por el Comt té de Descolonización sobre el caso de nuestra patria, en 1972 . Ya en 1973, ese mismo organismo reconoció plenamente la aplicación a Puerto Rico de ese derecho inalienable, al establecerlo en la parte dispositiva (que es la que c·onstituye legislación internacional) de la reso1ución aprobada ese año. Ambas resoluciones fueron ratlfiqi.das por la Asamblea General al aprobar lqs informes respectivos del Comité Especial.

La resolución aprobada por el Comité de Descolonización el doce de septiembre de 1978 constituye un hito histórico en la lucha de liberación nacional del pueblo puertorriqueño.

En el párrafo segundo de la parte dispositiva, "reafirma ·que, en virtud de ese derecho, el pueblo de Puerto Rico debe decidir libremente su estatuto político futuro y procurar su mayor desarrollo económico. social y cultura". Es importante destacar que es en virtud del derecho inalienable a la libre determinación e independencia que la resolución enmarca el derecho del pueblo puertorriqueño a decidir su status político futuro.

El párrafo t:rea de la parte dispositiva "afirma que la libre determinación del pueb)o de Puerto Rico en un proceso democrático deberá llevarse a cabo mediante mecanismos libremente escogidos por e l pueblo puertorriqueño en Completa y total 110beranfa, de conformidad con la reaoluctón 1514 (XV) que, entre otras coau, dlapone el pleno trupaao de todo• loe poderes al pueblo del Territorio, y que toda decisión relativa al estatuto deberá contar con la aprobación del pueblo puertorriqueño" nuestros). Nótese que la resolución establece·con toda claridad que el proceso de libre determinación en Puerto Rico debe regirse por la Resolución 1514 (XV), y no por ninguna otra, y por tanto exige como requisito previo para que se dé ese proceso de libre determinación, que h.aya un traspaso de todos los poderes al pueblo puertorriqueño por parte del Gobierno de Estados Unidos y que al momento de ejercer su autodeterminación. el pueblo puertorriqueño esté '.'en completa y tot:al soberanía".

clones del derecho nacional del pueblo puertoniqueño a la Ubre determinación y la independencia". En el párrafo antériormente citado, el

Comité Especial recoge los planteamientos hechos por diversos peticionarlos que representaron a los partidos y organiza, clones que luchan por la independencia de Puerto Rico, sobre la magnitud de las acCi-ones represivas y persecutorias de que han sido objeto, y continúan siéndolo, los patriotas que luchan por la liberación de Puerto Rico por parte de diversas fuerzas y agencias militares, paramilitares y policiacas del Gobierno de Estados Unidos. Tanto en años anteriores como en ese año de 1978, se trajo ante la consideración del Comité Especial los diversos casos de represión más sobresalientes -incluyendo ese año el entrampamiento y doble asesinato del Cerro Maravilla- y los asesinatos y masacres planeados y ejecutados por la Policía de Puerto Rico, el FBI y otras agencias dedicadas a la persecusión política del movimiento patriótico. Se trajo también ante la consideración del Comité Especial las admisiones hechas por el FBI, ante requisitorias bajo la Ley de Libertad de Información de Estados Unidos. de que esa agencia policiaca norteamericana ha estado espiando, persiguiendo y hostigando a las organizaciones, líderes y militantes del movimiento independentista, por lo menos desde 1943 y que a partir de 1961 iniciaron una campaña bajo el nombre de COINTELPRO dirigida a "dividir. romper y ha ejercido en el pasado, esté ejerciendo al presente o pueda ejercer en el futuro, bajo .los términos del status actual, dicho derecho . a la libre determinación. Es por eso que el Comité reitera en esta resolución el requisito del traspaso previo de poderes al pueblo de Puerto Rico. En el párrafo quinto de la parte dispositiva de la resolución, el Comité Especial "considera que, en la eventualidad de que el pueblo de Puerto Rico decidiera formar una república independiente, tendrá derecho a recuperar la totalidad de su tenitorio nacional, incluidas todas las tierras que utilizan actualmente las autoEl embqjado r de Tanzania Saltm Ahmed Saltm, presidente del Comité de Descolonización de la ONU. perturbar el desarrollo del movimiento ridades del Gobierno de Estados Unidos independ entista". de América". Ese párrafo tiene la tmpor Es evidente. por tanto, que al recoger tanela de dejar establecido el derecho del esa denuncia en el texto de la pueblo puertoniqueño a recuperar todo el Comité Especial rechazó todas las ale- su terrt torio en la independencia, frente a gaciones hechas por los portavoces ofi- las pretensiones de las fuerzas armadas ciales y oficiosos de Estados Unidos en el de Estados Unidos, y en particular de la sentido de que el pueblo Marina de Guerra de ese país, de mante 27

".Tanto en años anteriores como en ese año de 1978, se trajo ante la consideración del Comité Especial l9s diversos casos de represión más sobresalientes ... ".

El párrafo Hl8 de la parte dispositiva ,"considera también que toda forma de asociación libre entre Puerto Rico y Esta dos Unidos deberá ser en condiciones de igualdad política a los fines de que respete plenamente las disposiciones de las resoluciones y deéisiones pertinentes de la Asamblea General y del derecho internacional aplicable, y deberá reconocer la , soberarua del pueblo de Puerto Rico"

El párrafo citado reviste gran importancia. En el mismo se establecen las bases mínimas para la validación internacional de la libre asociación. Se hace constar que si bien el pueblo puertorriqueño podría asociarse a Estados Unidos , una vez se le hayap traspasado todos los poderes y pueda ejercer su libre determinación sin cortapisas, esta asociación deberá ajustarse a lo que se ha definido en la legislación internacional como "libre asociación". Esta fórmula , en Derec h o Internacional , tiene que reservar la soberanía al pueblo asociado. incluyendo el de r echo a decidir unilateralmente dar por terminada la asociación. Por lo tanto, la libre asociación no es el status actual, que es de naturaleza colonial, aunque se le llame estado libre asociado, ni será compatible con · cualquier esquema futuro de "anión permanente" con Esta dos Unidos · · El párqúo .tete pedía la libertad incon dicional de los presos nacionalistas (lo cual ya se consiguió); el párrafo ocho "insta al Gobierno de Estados Unidos a que acate los principios de la resolución 1514 (XV) con respecto aPuertoRico"yel párrafo nueve "decide mantener en examen la cuestión de Puerto Rico", con lo cual las Naciones Unidas retienen su jurisdicción sobre el caso colonial de Puerto Rico.

ner sus bases militares en territorio puertorriqueño no importa cuál sea el status · polí ttco de Puerto Rico .

En su conjunto, esa resolución esboza un programa para la descolonización de Puerto Rico , en el que puedan encontrarse , en armonioso propósito común, las grandes mayorías del pueblo puerto rriqueño y la comunidad internacional, que se ha propuesto la meta, a corto plazo, de que desaparezca la dominación colonial , en todas sus formas y manifestaciones , de la faz de la tierra.

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. La Jornada de 1978. en Naciones Unidas . .. El · re rt1pa• ' I • .·. miento .· ·poli tico :::·.· · 29 , J

Los únicos que no cabrá.nen esa gran unidad del pueblo puertorriqueño son los que. colonizados hasta el tuétano, niegan que Puerto Ricp es una nacióil. Ese hecho es tan claro como ·el agua. Solo el fanatismo abyecto de los asimilistas enajena dos de una realidad tan obvia es capaz de impedir una conciencia tan elemental . Si se tiene claro que somos una nación, no hay razón. para que no juntemos nuestras fuerzas -por encima de todo confltctb ideológico o de cualquier para reclamar los derechos que nos corresponden como pueblo .

La Jornada de 1978 en Naciones Uni das impulsa un reagrupamiento .político en Púerto Rico Los dos años y medio que han transcurrido comprueban que ese reagrupamiento ya es irreversible. Las formas que tome el mismo no pueden precisarse aún. Dependen de muchos factores que todavía no se han definido. Lo que ya está claro es que et reagrupamiento va. Los que pretendan evitarlo, abroquelándose en los esquemas poli tico-partidistas existentes, están abocados a la marginación y al aislamiento. las Naciones Unidas se marcó el rumbo de una gran alianza estratégica de todas las fuerzas <;le la puertorriqueñidad para avanzar hacia la descolonización y la liberación plena de nuestra patria. No es, como pretenden proyectar los publicistas vulgares del PNP. una alianza del Partido Popular y el Partido Socialista. No están todos los que son ni son todos los que están. Ese enorme caudal de pueblo que es el Partido Popular no se va a esfumar de la noche a la mañana, como viene anunciando Rubén Berríos desde hace una década. La aspiración del independen tismo no puede ser engullirse esa masa. Debe ser transformarla cualitativamente. La resoluc'ión de Naciones Unidas de 1978 e s un prograina realista y certero para la descolonización de Puerto Rico. .Al rededor de ese programa pueden n uclearse , más temprano que tarde , las grandes mayorías de nuestro pueblo. Y. al igual q u e ocurrió en la ONU en la jornada d el '78 esa mayoría de nue s tro pueblo recib i rá. el re spaldo activo de la comunid a d i nternac ional . C u ando logremos s in cronizar. sob re b ases es tab les. la acc ió n de la m a yo ría de n u estro pueblo con la de la cpmun idad i nternacional y la d e l pueblo de Estados Uni d os, será. ento nces que el gobierno de Washington tendrá. que respetar los derechos de los 30 ños. Dejarán de tratarnos como botín de guerra. como. un objeto. y nos tendrán que reconocer como lo que somos. como una nación con plenos derechos . · -;

Lo verdaderamente importante de las resoluciones de Naciones Unidas sobre Puerto Rico es que representan un reconocimiento de los derechos nacionales nuestros y nos brindan el apoyo que requiere un pequeño país para hacer valerlos frente a una gran potencia que los conculca. Estados Unidos ha contraído unas obligaciones específicas con Puerto Rico que no puede zapatearse de ellas, no importa cuál sea status que finalmente escojamos nosotros . Esas obligaciones imponen a Washington el pago de miles de millones de dólares al pueblo puertorriqueño por la vía de indemnizaciones por daños causados, por enriquecimiento indebido de sus corporaciones y por el uso impune que han hecho de nuestro país para sus propios fines. todo ello en violac ión de normas vigentes del Derecho Internacional Esos derechos adqui ri dos y muchos más , n uestro pue blo pue d e reclamarlos e n ef T ribunal Inte rnaci o n al , s i fue re necesario, o negociarlos bilateralmente con el Gobi e rno d e Estados Unidos. Para eso hemos de empezar por reclamar unidos la plena sobe ra

"Los poderes soberanos sobre Puerto Rico deben estar en manos del pueblo puertorriqueño y de nadie más.

El reagrupamiento político que se perfila en mi,estro pmvenir ha de fundarse en la más amplia unidad de esas fuerzas en crecimiento que definen la puertorriqueñidad. No puede ser ninguno de los partidos existentes el que canalice orgánicamente esa unidad. pero debe contar con la gran rriasa de todos los partidos. Se pueden y se deben sustituir esquem?S político-partidistas que no correspondan a las presentes circunstancias. Lo que no puede sustituirse es al pueblo. Hay que entender que . ese pueblo tiene un inmenso potencial de desarrollo cualitativo. Hay que comprender el movimiento incesante de la conciencia colectiva y La presidenta del Consejo Puertorriqueño de la Paz., Enetda Vázquez y el exgobemador Rafael Hern:índez Colón, durante una conferencia de prensa en el ed!flcio de la ONU en 1978. saber captar el pálpito popular que ese movimiento va marcando en cada ins tante histórico.

Las últimas elecciones fueron un indicador elocuente de cuán acelerado va el proceso de toma de conciencia naciQnal de nuestro pueblo. Todos los sin excepción, tuvieron que apelar a ese sentimiento general de patria que desborda nuestro ser colectivo. Aún el PNP. al cobrar conciencia de esa realidad. tuvo que montarse en la onda puerlorriqueñista. De ahi la consigna central de la campaña de Romero: "Para Carlos. Puerto Rico es primero". y toda la coreografia de la campaña penepeísta, que estuvo matizada de llamados demagógicos al amor patrio. Los estadistas del PNP. para poder empujar su causa. tuvieron que cualificar grandemente sus posturas tradicionales. Señalaron que el idioma Español no es negociable. que nuestra, fidelidad suprema a Puerto Rico es de principio y que la estadidad no puede aceptarse si requiere la renuncia a nuestros valores. tradiciones y querencias . todo eso. por primera vez desde 1956. el porcentaje del voto estadista no aumentó en las elecciones de noviembre pasado. El 1980 marcó el momento de apogeo del moví miento anexionista en Puerto Rico. De

Esa es la anomalía básica que hay que corregir". nía de Puerto Rico. De eso se trata cuando hablamos de transferencia de poderes. Es empezar por poner las cosas en su sitio. Los poderes soberanos sobre Puerto Rico deben estar en manos del pueblo puertorrtq ueño y de riadie más. Esa es la anomalía·básica que hay que corregir. Esa es la sustancia del colonialismo. Por eso descolonizar es equivalente a transferir poderes que retiene el colonizador y pertenecen al colonizado. .

ahora en adelante ese movimiento se irá desinflando acelerarlamente.

Para eso es preciso que actuemos con gran lucidez los integrantes de todas las fuerzas políticas que convergen enelpropósito de afirmar la puertorriqueñidad y recabar sus plenos derechos nacionales, independientemente de que unos crea-

" En las Naciones Unidas se marcó el rumbo d e una gran aliaf1Za estratégica de todas lasjuerzas de la puertoniqueñtd.ad para avanzar ha c tq la descolontzpclón y la liberación plena de nuestra patria ". mos que Puerto Rico debe organizarse finalmente como república indepen diente y otros crean que debe pactarse algún tipo de asociación con E stados Unidos. Lo importante, por ahora, bus car los principios que nos unen y actuar concertadamente para lograr la meta común del reconocimiento plen<? de la soberanía de la naeión puertorriqueña.

Los Populares solos no podrán derrotar jamás a ,las fuerzas dé la anexión. Los independentistas tampoco. ¿No es • . entonces, un imperativo de la sensatez que juntemos , fuerzas? Eso fue lo , que hicimos en Naciones Unidas en la jornada de 1978 y triunfamos ...Eso es lo que debemos hacer aquí, en la lutha nacional, ahora. y también triunfaremos. Ya entonces, cuando hayamos rescatado nuestra s0peranía y actuemos en ejercicio de todos los poderes soberanos, habremos de dirÍmir nuestras contradicciones y resolverlas positivamente por el bien de • Puerto Rico, que va por eHcima de toda otra consideración .

La, principal meta inmediata . del reagrupa m iento unitario debe ser redu cir al anexionismo a su verdadera fuerza, que es completamente mínima Cuando el impetuoso móvtmiento de la puertorriqueñidad unida tome su cauce definitivo, las masas penepeístas serán las primeras que saldrán en desbandada, y se quedarán solos los fanáticos de la asimilación, de la misma manera en que se quedaron en cuadros Miguel Angel García Ménd:ez y la maquinaria republicana en 1967.

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