Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña

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UENA aiio 6 I 2005 (segunda serie)

l!TER!\TURA IV CENlENM I@ Puertorriquci\a post-Y2K

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Revistad.JnstitUte C U L T U RA P U E R T 0 R R I Q_U E N A aiio 6 I numero n I segunda serie 2005

sumarto ARQUITECTURA Iglesia de San Jose Fernando Benicia Felices Sanchez 3 ARTES PLASTICAS Libertad, vision y el espacio de Ia ex presion Maria de Mater 0 'Neill 12

La manifestacion de las artes ~nificas en Ia sociedad dominicana Dan i/o de los Santos

21

Neruda en el portafolio Cantare en silencio de Jose R. Alicea Raquel M Ortiz Rodriguez

29

HISTORIA Los bonos del Partido Nacionalista para Ia reconstitucion de Ia Republica de Puerto Rjco (1930) Ovidio Davila Davila 32 LITERATURA Hacia un estudio sobre Ia novela puertorriqueiia Mario 0. Ayala Santiago 44

00: Ia literatura puertorriqueiia post-Y2K Elidio La Torre Lagares

51

Margot Arce y el mundo intelectual masculino del 30 Judy Ann Seda Carrero

58

Vengo a decirle adios a los muchachos: celebracion y desmitificacion del idolo popular caribeiio Enrique Plata Ramirez

71

Condor en Machu Picchu: algunas claves poeticas de Pablo Neruda Maria Magdalena Sola

80

Edicion del IV Centenario de El Quijote Jose Luis Vega

96 MUSICA

El canto grabado: musica en Ia grafica latinoamericana Patrick Frank

104 LENGUA

Manuel Alvarez Nazario y la lingiiistica de Puerto Rjco Maria Vaquero

116


INSTITUTO DE CULTURA PUERTORRIQUENA Manuel Martinez Maldonado, Presidente JUNTA DE DIRECTORES

Cordelia Buitrago, Marfa de los Angeles Castro, Osiris Delgado, Enrique Laguerre, Carlos M. Lopez Rivera, Eneid Routte-Gom(lz, Rafael David Valentin y Paul Vivoni Teresa Tio, Directora Ejecutiva JUNTA EDITORA

Ricardo Alegria, Luis Gonz<Hez Vales, Jose A. Perez Ruiz, Marfa Vaquero, Idalia Perez Garay, Lourdes Lugo-Ortiz, Elidio La Torre Lagares y Pedro Reina EQUIPO EDITORIAL I OFICINA DE REVISTAS

Gloria Tapia Rios, Directora Ferdinand Alvarez Rivera, Coordinador editorial Sheila TaUII Cruz, Editora Farash Lopez Reyloz, Correctora Wanda Rodena Rodriguez, Secretaria Yomarie Osorio Figueroa, Secretaria lleana Colon Acevedo, Auxiliar Administrativo Egda Claudio Roldan, Arte Grdfico Sandra Rodriguez Aparicio, Nancy Lee Sanchez Cruz y Beatriz Santiago Ibarra Manuel Olmo-Rodrfguez/OCS, Diagramaci6n

5-Q •

INSTJTUTO deCULTURA PUERTORRIQUENA

P.O. Box 9024184 San Juan, PR 00902-4184 http:/licp.gobierno. pr ISSN: 0020-3815 Oficina de Revistas tels. (787) 721-0901; fax. (787) 977-3803 correo electronico: revista@icp.gobierno.pr Oficina de ventas tels.(787) 724-4215 (787) 724-4295 fax. (787) 723 -0168 correo electronico: ventas@icp.gobierno.pr La publicaci6n de un articulo, comentario, poema, cuento o

resefi.a no significa que el lnstituto de Cultura Puertorriquefi.a se solidariza con los puntas de vista expuestos por el autor.


co Iaboradores MARIO 0. AYALA SANTIAGO. Bibliotecario auxiliar adscrito al Departamento de Filosofia de Ia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras. Cuenta con una maestria del Departamento de Estudios Hispanicos de Ia Universidad de Puerto Rico. Obtuvo el grado con su tesis: "Hacia una visi6n de mundo en los discursos de Pedro Albizu Campos" (2000). Public6 el ensayo "Sin titulo" en el libro Globalizacion y postmodernidad, de los editores Luis Felipe Diaz y Marc Zimmerman. En Ia actualidad cursa el ultimo aiio de estudios doctorates con especializaci6n en Estudios Hispanicos en Ia Universidad de Puerto Rico.

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OVIDIO DAVILA DAVILA Estudi6 un bacbillerato en Arqueologia en Ia Universidad de Puerto Rico. Hizo sus estudios de postgrado en Arqueologia en Ia Universidad de Kansas, Yale y Londres. Posee una maestria en Arqueologia del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe y un doctorado en Historia de Ia Universidad de Valladolid. Como arque61ogo e investigador bist6rico ha estudiado el movimiento nacionalista en Puerto Rico y a su maximo lider Pedro Albizu Campos. DANILO DE LOS SANTOS. Licenciado en Educaci6n. Es curador, historiador, critico de arte y artista visual dominicano. Ha efectuado exposiciones individuates, siendo distinguido con diversos premios en bienales y concursos nacionales. Jurado de Ia Bienal Nacional de Artes Visuales y del Concurso de Arte Eduardo Le6n Jimenes. Ha sido curador de importantes exposiciones dominicanas. Ha publicado varios ensayos y monografias, siendo su mas reciente publicaci6n Memoria de Ia pintura dominicana (un proyecto editorial de 8 tomos). FERNANDO B. FELICES SANCHEZ. Se gradu6 de Ia Escuela de Derecho de Ia Universidad de Harvard. Tiene una maestria en Teologia del St. John's Seminary en Boston, Massachusetts. Es profesor en Ia Pontificia Universidad Cat6lica de Puerto Rico. En 1981 public6la antologia De camino con Santa Teresa de Jesus. Ha sido articulista de las revistas Alabare y El Visitante, ademas del peri6dico San Juan Star.

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PATRICK FRANK. Es autor de Posada's Broadsheets: Popular Imagery in Mexico 1890-1910. Coautor dellibro Artforms: An Introduction to the Visual Arts. Ha sido editor del libro de lecturas Readings in Latin American Modern Art. Ademas ha publicado articulos acerca del grabado latinoamericano sobre Goya. Curador de exposiciones de grafica latinoamericana.

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ELIDIO LA TORRE LAGARES. Posee una maestri a en Literatura de Ia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras. Cursa estudios doctorates con concentraci6n en Literatura en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Es autor de las novelas Historia de un dios pequeiio (2001) y Gracia (2004). Tiene un libro de cuentos titulado Septiembre (2000) y los poemarios Embudo: poemas de fin de siglo (1994), Cuerpos sin sombras (1998) y Caliz (2004). Imparte cursos de poesia y narrativa en Ia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras.

MARiA DE MATER O'NEILL. Pintora. Miembro fundadora de Ia revista cibernetica El Cuarto del Quenepon. Profesora de Ia Escuela de Artes Phisticas de Puerto Rico.


RAQUEL M. ORTIZ RODRiGUEZ. Posee una maestria en Estudios Puertorriquenos del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. En Ia actualidad estudia el doctorado en Antropologia en Ia Universidad de Salamanca, Espana. Ha ejercido como editora, profesora de arte y literatura y trabajado en varios museos como The Brooklyn Museum y el Museo del Barrio, entre otros. ENRIQUE PLATA RAMiREZ. Obtuvo un bachillerato en Letras, una maestria en Literatura lberoamericana de Ia Universidad de los Andes en Merida (Venezuela), y un doctorado en Literatura Hispanoamericana de Ia Universidad Complutense de Madrid (Espana). Ademas de colaborar en articulos de critica literaria en revistas venezolanas y del exterior, se le ha otorgado el primer premio en el Concurso de Cuentos Jose Benedicto Monsalve ( 1989, Venezuela), primer premio en el genero de novela Corredor de Henares (2002, Espana), primer premio en el genero de ensayo de Ia Asociaci6n de Profesores de Ia Universidad de Los Andes (2004, Venezuela), entre otros galardones. JUDY ANN SEDA CARRERO. Posee un bachillerato en Comunicaci6n Publica y una maestria en Estudios Hispanicos de Ia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras. Ha trabajado como correctora y redactora de noticias. En Ia actualidad imparte clases de espanol en Ia Universidad de Puerto Rico. MARiA MAGDALENA SOLA. Posee grados superiores de Harvard University y del Recinto de Rio Piedras de Ia Universidad de Puerto Rico. Enseii6 diversos cursos de literatura, de lengua y de redacci6n en el Departamento de Estudios Hispanicos del Recinto de Mayagiiez. En 2002 se le confiri6 el titulo de Profesora Emerita. Ha publicado decenas de articulos de critica literaria en distintas publicaciones: Ni victimas ni barbaras: lecturasfeministas de algunos clasicos hispanoamericanos (con Elsa Arroyo Vazquez, coautora, 2003), Aqui cuentan las mujeres: muestra y estudio de cinco narradoras puertorriquenas (1990), Yo mismafui mi ruta: antologia y estudio de Julia de Burgos ( 1986) y Poesia y politico en Pablo Neruda: ami/isis de Canto general, 1980. MARiA VAQUERO. Es Catedratica retirada del Departamento de Estudios Hispanicos y del Programa Graduado de Lingiiistica de Ia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras. Obtuvo la licenciatura en Filosofia y Letras en Ia Universidad de Salamanca (1959). Asimismo hizo su primer doctorado en Lingiiistica Hispanica en Ia Universidad de Puerto Rico (1965) y un segundo doctorado en Filosofia Romantica en Ia Universidad Complutense de Madrid (1978). Miembro de Ia Real Academia Espanola y de Ia Academia Puertorriquena de Ia Lengua Espanola. JOSE LUIS VEGA. Catedratico del Departamento de Estudios Hispanicos del Recinto de Rio Piedras de Ia Universidad de Puerto Rico. Fue Decano de Ia Facultad de Humanidades en esa misma instituci6n y actualmente es el Director de Ia Academia Puertorriquena de Ia Lengua Espanola. Es academico correspondiente de Ia Real Academia Espanola, de Ia Academia Norteamericana de Ia Lengua Espanola y de Ia Academia Dominicana de Ia Lengua. Ha publicado poemarios, un libro de ensayos (Techo ados aguas) y una antologia del cuento puertorriqueno contemporaneo (Reunion de espejos). Ha sido incluido en importantes antologias de Ia poesia hispanica, como es, Cien grandes poemas de Espana y America (2000), entre otras.


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Nl AIRE,

05.

IAGUA


lose Alicea, Oda a unas flores amarillas. del portafolio ·can tare en Si!encio· seri9ra[ia JOX22, 2004.

Revista ..Jnstitute CULTURA rUER.TOR.R.IQ..UEt'll\ Rt'I!Uti 4tl hutiza.IO 4tC IC,flllrt rvcr:orri,~c...

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INSTITLJTO dcCULTURA PUERTORRIQUE.IiiA


Nota Editorial

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sta edici6n de Ia Revista /CP tiene como anfitri6n a Ia palabra en sus diversas modalidades. Verbo carne o conjuro, Ia palabra nombra Ia idea. La mediatiza. La materialize. En ella se manifiesta Ia pcrseverancia de Ia humanidad a traves del tiempo. Y nada mas propicio que el comentario de Jose Luis Vega en tomo a Ia "Edici6n del IV Centenario de ÂŁ/ Quijote". Como enlazado porIa naturalcza de un ritual, Ia conmemoruci6n de Ia obra de Cervantes nos remonta a otra cclebraci6n rcciente: cl centenario del natalicio de Pablo Ncruda, evocado por Maria Magdalena Sohi en "Condor en Machu Picchu: algunas claves poeticas de Pablo Neruda". Sin duda, Ia palabra se toma vital para explicar lo indescifrable y racionalizar lo inexplicable: principia y fin del mito, condiciones en el articulo de Enrique Plata Ramirez, "Vengo a decirle adi6s a los muchachos: celebraci6n y desmitificaci6n del {dolo popular caribeilo", y Judy Ann Seda Carrero explora a "Margot Arce y el mundo intelectual masculine del 30". El futuro de Ia palabra. implica Bajtin, es Ia oovela, porque, como ellenguaje, su moci6n es constante y evolutiva, regia vital para Ia supcrvivencia. Mario 0. Ayala Santiago y Elidio La Torre Lagares plantean una mirada a Ia oarrativa pucrtorriquefta con "Hacia un

estudio sobrc Ia novela puertorriqucna" y "00: Ia literatura puertorriquefia post-Y2K", respcctivamente. Pero en un arden inclusive y plural, cclcbramos Ia palabra convcrtida en hechos con "Los Bonos del Partido Nacionalista para Ia rcconstitucicin de Ia Republica de Puerto Rico (1930)", de Ovidio Davila Davila; aludimos a Ia palabra convcrtida en representaci6n arquitcct6nica en "Iglesia de San Jose", de F.ernando Benicia Fcliccs Sanchez; entonamos Ia palabra hecha mlisica en "El canto grabado: mlisica en Ia gnifica latinoamericana", de Palrick Frank; invocamos Ia palabra tomeada en imagen en "Libcrtad, vision y cl espacio de Ia exprcsi6n", por Maria de Mater O'Neill, "La manifestaci6n de 1115 artcs gnificas en Ia sociedad dominicana", por Danilo de los Santos, y "Ncruda en el portafolio Cantore en silencio de Josl! R. Alicea", por Raquel M. Ortiz Rodriguez; apelamos a Ia palabra en Ia palabra misma en "Manuel Alvarez Nazario y Ia lingOfstica de Puerto Rico", cscrito por Marla Vaquero. Vcrbo came o conjuro, perscveramos a traves del ticmpo. Esperamos que disfrutcn el viaje.


Historic American Bu !dings Survey. Thomas T. Waterman. Photographer DETAIL OF VAULT, VIEW #1.


,\RQUITECTUR,\ J

Iglesia de

San Jose

Fernando Benicio Felices Sanchez

I segundo templo con~truido de piedra en Ia isla de Puerto Rico fue Ia Iglesia convenlual de Santo Tomas de Aquino de los dominicos, hoy conocida como Ia Iglesia de San Jose. Hay varias mzones para considemrla. luego de Ia catedml, como el edificio religioso mao; importante de nuestra Iglesia local. Tanto en lo artfstico como en lo hist6rico y espiritual, San Jose se destaca con ventuja entre los demas edificios eclesiasticos de Puerto Rico. Es Ia rna~ hermosa de las iglesiao; del Pais, ademas de convertirse en Ia primera en ser terminada como Ia conoccmos hoy dfa. El arquitecto Thomas Marvel dice:

E

Jumo co11 Ia catedral de Sallto Domingo en Ia Reptiblim Dmniniccma, Ia Iglesia de Scm Jose es de leu primeras obra.\· de arquiteclllra signijicatims co11struida en el Nuel'o Mu11do por los e.\pwioles. Esto.\' impoHall e/eme11tos cle/ esti/o gt1tico, ya en .w tiltima ewpa. y lo\· cantems emrenaclos e11 Ia c:ollsmtc:cit}ll cle lrem1osi~imas bckeclas llen'lldas, como las wili:.adas ctqui sobre Ia capilla mayor y el crm:em... Es dificil em:mrtrar la:os ewre Ia iglesia Scm Josey el resto de lc1 arquitectura religiosa en Pue11o Rico, c:on e.rc:epcic}n del/ado ewe de Ia cateclral de Scm Juan. Su cmtigiiedm/, .m estilo y su calidcul de c:mlstmc:cic}ll/al/ace/IIIIICI obm singular que 110 1 lli::.o eco ell obras posteriores • Esta es, juwo cm1 Ia mencimrcrcla c:CIIec/ral de Salllo Domi11go, elmejor e.rponeme clef estilo i.mbeli11o en lc1s Amillas.

El experto Enrique Marco Dorta seiiala: El foc:o aHf.\·tico de Santo Domingo irrculicj .m injluencia a otra.\· isla.\· del an·IJipielago tmtifltmo. Lcr iglesia de lo.\· dominicos de San Juan de Pue11o Rico (hoy declicada a Scm Jo.~t!) e.~ 11110 de los temp/o.\· gtlticos mcis impm1cmtes de Ia.\' Awi/las

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pore/ hemwm conjwllo del prr!sbiterio

y e/ cmc:em. Eltramo de esle se culm~ con wu1 fHj1•edc1 estrellada que se 1me cmr las de /o.\· bra:.os, jimdit!ndose mwv cm1 otras para que e/ efecto clef ccmjwuo sea nuis grandioso. Lc1s llen•adura,\· de las bcj1•edm laterales se e/emn lw.wa alcan:.arlas claves de los arc:os fomwms, ll"tm.'ifrml/(imlo.~e en mw e~pecie de biJI'eclas rampcmtes. c:errando asi eltramo cemral y los latera/e.\· e111111 espacio 1inico. Lc1 iglesia eswba en coll.\'111tc:ciiJn e11 1528 y e/nombre del arquitecto quedc} e11 el olvido. Cabe reconlar que, por los mios e11 que se cmlvtnt.wi, residia e11 San Jucm el camem Diego de Armyo, yemo c/e/ Jamoso maestm ma~·or de Ia catedral de Se1•illa, Alomo Rodrigue£.

Los estudiosos, el espanol Diego Angulo Iniguez y el argentino Mario Jose Buschiazzo. han destacado Ia sensaci6n de Ia umplitud espacial acentuada por Ia feliz soluci6n de Ia b6veda centr.d r . l en .orma ntmpante pam contr.urestar los empujes . Los dominicos sacaron ventaja sobrc el obispo Manso en Ia construcci6n de su templo no s6Jo porque Ia familia del Conquistador y fundador de CapaiT'..t, Juan Ponce de Leon, estuvo ligada u dicha comunidad desde muy tempntno, sino porque tuvo unos fundadore~ muy distinguidos y hasta llego a tener entre sus bcnefactores al empentdor Carlos I de E~paiia y V de Alemania. El culto matial en Puerto Rico sac6 mucha fuerza de las advocaciones que en esta iglesia encontrMon albergue y difusi6n. En ella estan sepultados personajes importantes de Ia historia puertorriqueiia, como son los familiares de Juan Ponce de Leon, Jose Campeche y gobemadores de Ia Isla dumnte Ia dominaci6n espanola.

I Thuma• s. MJf'\'cl y Maria Lul~ Mnn:nn. u r IIRJIIilt' </Ufll dr lm f~ITITI<fllilll~.• r!t· ""''"" Hiw (S~n Ju:tn. l'ucrtn Ricn: Edimrial de Ia Unl\·cr.;tdad de l'ucnn Rico. I<JK~ ). 7-t. 2 z\r.t 1/i.lf>lllll<t< . llittnri<l rmil·cr.lf/1 de/uri<" /ri.ltHlnko. ,·ol . ~I (Madrid, Espa~a: Editorial Plus UltrJ ). :!2. 3 Sunt l;l~e> Sch~,t •dn Lt\pcz '"Artc ihcmamcric~no dc•dc Ia cu'unizac11in hu~ta Ia indcpcndcncia", S1tm11111 Arli.t, flittoritl Jlf<l<'ml tit'/ llr1<'. \'ul 2K (M~Ilrid . Espa~ u: Edituri~1 Espas~ Culpc. 199~1 . 111-l· IOS. Vr!asc 1ambrcn Ins .~•wh•.v dim-.·'""""· 113

Historic American Buildings Survey. Thomas T. Watennan, Photographer. DETAil.. OF VAUI..T


lgle•i<~ de S<111 Jme Fernando Bcnicio Fcliccs S~nchcz

lleo·islo IC/' ml" 6 / mimem /J

Fue Ia principal pinacoteca del Pafs~ yen ella se han conservado hasta nuestros dfas las obras mas antiguas de pintura, escultura y orfebrerfa: Ia Virgen de Belt!n, el Cristo llamado de los Ponce, el escudo patronal de Ia familia Ponce de Leon Troche, Ia Cruz de Ia Conquista y San Telmo. Hasta haec poco fue repositorio de dos exvotos pintados por Campeche: El €1Sedio de San Jtum por los ingleses en el 1797 y El Sall'amento de Ranu}n Power.'' Giralt.

Historic American Buildings Survey, Thomas T. Waterman, Photographer Detail

OF VAULT, VIEW

Segun excavaciones realizadao; por el Dr. Ricardo Alegria en dos ocasiones, siendo esta ultima hacia 1978, habfa enterr.unientos de indios del perfodo salaloide {c. 350 AJC) en este Iugar privilegiado de Ia isleta, en especffico frente a Ia puerta sur de Ia iglesia, Ia que da a Ia plaza. Los dominicos llegaron a Puerto Rico alrededor de 1520, cuando se acababa el proccso de tr.1slado de Ia poblaci6n desde el emplazamiento escogido por Ponce de Leon (Ia villa de Caparra) a Ia isleta donde se encuentra hoy Ia ciudad de San Juan. Los fundadores del convento fueron fray Antonio de Montesinos, el famoso predicador contra las encomiendas de los indios, y fray Luis Cancer. Lo primero que construyeron fue su convento ( 1523), y este con proporciones bastante amplias, quizas porque pensaban edificar su noviciado aqui. Habfan llegado un poco tarde a La Espanola, ademas de

que Cristobal Colon era terciario franciscano y favoreci6 mucho a los hijos del ser.ifico fundador y les habfa avcntajado en privilegios tanto en Ia ciudad de Santo Domingo como en Ia de Ia Concepcion de Ia Vega. La Iglesia conventual de los Fmnciscanos en Santo Domingo fue comenzada apenas en 1544 y no fue terminada sino hasta 1644s. Los dominicos empezaron su convento en Santo Domingo hacia 1514, cuando el Superior, fray Pedro de Cordoba, tmjo 12,500 ladrillos y cinco imagenes. Pam 1517 habfan aposentos llanos y moderados y en 1521 ya tenfa el claustro construido, pcro Ia iglesia Ia empezaron hacia 1524 y no Ia concluyeron sino ha'>ta despues de 1535•. En Puerto Rico no tenfan competencia. Venfan invitados por el obispo Manso, que al regresar con eltftulo de Inquisidor, necesitaba expertos en dicho campo. Los dominicos habfan sido encargados especial mente porIa Santa Sede pam ayudar en esle aspccto de Ia disciplina canonica. En 1524 el empemdor Carlos V acordo una limosna de 4,000 pesos pagaderos a rJZon de 500 anuales que al agotarse en 1532 los Oficiales Reales pidieron se renovase el credito, ya que habfan ga'>tado 12,000 pesos en Ia construccion. La edificacion albergaba pam ese entonces a 25 fr.Ulest. En 1530, cuando atacaron sorpresivamente los indios caribes, los habitantes se refugiaron en dicho convento por ser Ia estructura de piedra el Iugar mas seguro que tenfan para defenderse de los asaltantes. La iglesia como tal parece huber sido comenzada en piedra hacia 1532. En junio de este afio, Juan Garda Troche escribe a Espaiia indicando que ya tienen edificados los cimientos de Ia iglesia". Lo primero que se debe haber construido es el presbiterio y e\ crucero. Su fecha tardfa de comienzo no impide que se realice en el estilo llamado isabelino tan caracterfstico del reinado de los Reyes Catolicos. A America casi siempre los gustos y estilos llegaron con cierto retraso, asf como a Ia misma Espana le l\egaban mas tarde que a Flandes, ltalia o Francia, donde solfan originarse desde el siglo 12 los cambios de estilo. De las iglesias antillanas del segundo cuarto del siglo 16, indica Santiago Sebasthin Lopez:

Osiris Dcl!!~do Mcrc~do. Hlsw ri<t ~11eml d~ las tlrte.< plti.<lim• ete l'uerto Rlw. T<'m" I tSan Juan. Pucnn Ricn. 199-l), 263 . u\pcz. op. cu .. Ul*. 6 Dr. l'cdn> Julio Sanliaj!n. Stmllt 1Jomi11go wlt~~eial. gufa mmmm<'llllll (Santo Domingo, Rcpubli' a Dnminicana Ediloriall\lundilibn>. 1992). 62-63. 7 tlll<l/t'.t diCJce.WtWJ, up cit, 11 1. KDclgddu Mercado. op. dl.. IIU. -l

5 Scbas1i:in


ARQU/TECTU/11\ 5

1ienen como rasgo cmllltll tma nave amplia y pertenecen a/ tipo isabelino criptoco/arera/, COil dbside ocllavado y capilla.~ emre c:ontrafuertes... pero c:onvendria precisar con Palm que Ia ig/esia de los dominicos pertenece a 1111 ripo de derivaci6n gc5tico·c:atalana cuando Ia Com rarrefonna jugc) 1111 papel decisivo en Ia elaboracic5n del esquema de Ia iglesiaje.wita. En efecro, Ia mracten:~rica unil5Jr de una nal'e, capillas en fimc:ion de naves laterales dispuestas entre los estribos, galeria .mbre las capillas, nave transversal y ctipula, que habrd de dejinir el tipo peifecto de Ia iglesiajesuitica, Ia iglesia dominica ofrece 110 stJio las capillas, cmmmicadas ellfre sf, amrque a Ia manera catalana desprrll'istas de ga/er{a, sino tambien una especie de nal'e tramversal imercalada ellfre el testero y tramos occidentales, que no excede Ia profimdidad de las capillas. De heclw, nuestra iglesia muestra muy nwrcada Ia significatil'a hipertrofia cle Ia cabec:era (el c:rucero, segtin el patr6n isabelino, ocupa el espac:io de dos tramos), que preludia el desarrollo del espacio cupular en el plano jesuitic:o•. La piedm caliza con Ia que se construye proviene de las canter..tS del Toa, cercanas al rio de La Plata, qui:zas del ingenio de agua de La 111 Trinidad , donde el rey Fernando tenia sus indios encomendados. El rio sirvi6 segummente pam Ia tr.msportaci6n de las piezas de piedm tanto pard Ia catedml como pam Ia iglesia conventual dominicana. Se desconoce quienes han intervenido en el disefio y construcci6n del templo. No se sabe a ciencia cierta, pero deben haber sido personas vinculadas con el templo de los mismos dominicos en Santo Domingo. Sabemos que un arquitecto santanderino de nombre Rodrigo Gil de Rozillo o de Liendo tr.1baj6 por lo menos desde 1527 en La Espanola, tanto en su catedml como en su fortaleza junto al rio Ozama, e intervino en Ia construcci6n de Ia Iglesia de los Frailes en Ia capital de La Espanola. Su hijo Fr.mcisco ser.l mcionero en Ia catedml de San Juan en afios venideros. Fray Antonio de Montesinos, fundador del convento de San Juan, habfa contr.1tado en Sevilla al cantero Diego de Arroyo y a los albafiiles Anton y Alonso 11 Gutierrez Navarrete • La traza de las iglesias conventuales manifiesta semejanzao; que sugieren 9 Scba.~li:ln L6pez. op. cit , 10-1- 105. HI Delgudo Mercudn, op. dt • 12-1. lllbfd. 11-1-115. 121bfd .. Il-l.

un mismo autor. Hay algunas diferencias que favorecen el logro estetico de Ia conventual de San Juan, sobre todo Ia planta deltestero, que es cuadmda en San Jose y ochavada en Santo Domingo y en Ia catedml de San Juan. Tambien el crucero de San Jose es mucho mas alto, de un tr.lZado superior y con una sensaci6n de amplitud gmcias a Ia continuidad de arcos entre los br.lZos cortos del tmnsepto y Ia boveda centr.1l. Los detalles tipicamente isabelinos de Ia planta son: una nave principal con capillus criptocolate-mles o en funci6n de naves Jatemles de poco fondo, conectadas entre sf, dispuestas entre contr.1fuertes, Ia cortedad de los brazos del crucero y corn alto a los pies del templo y un abside 1 cuadmdo con contr.1fuertes en las esquinas ~. En el aspecto estet.ico de los espacios y decomciones


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Fcm"ndo Ocniciu Fclkcs S~nchcr.

interiores tambien se destaca Ia cruceria de nervadums g6ticas sin funcion estructural, sin apoyadums de columnas que lleven su peso hacia Ia base, sino mas bien decomtivas, que contmsta con unas paredes bajas desprovistas de dccomci6n, una comisa alta que enmarca el espacio superior y lo sepam del inferior sencillo, Ia unidad del espacio interior deltemplo, Ia presencia de perlas de Avila (en Ia clave sobre el presbiterio), y arco rebajado polilobulado de gusto mudejar (sabre Ia puerta que da al convento), las pocus vemanao; que iluminan desde Ia parte alta Ia cabccem y crucero, ademas de detalles moriscos en Ia capilla de Belen. La fachada principal es junto con Ia Capilla del Cristo uno de los pocos ejemplos del estilo barroco en Ia Isla y posiblemente los linicos que se conservan. Hay ciertos dctalles renacentistas en Ia b6veda, no s6Jo por ser los areas tanto del presbiterio como el del arco formcro y el arco lriunfal entre Ia nave y el crucero casi de medio punta, sino en lao; moldums de los areas dellado sur de Ia nave. La sensacion del espacio del crucero es mas cercana a Ia de una cupula o perfil d6mico que al espacio cortado de un gotico fr.mces. Tambien hay detalles constructivos arcaizantes, como es Ia boveda de cantarita, es decir que "entre Ia argama~a que llena el sal mer o riiion de las b6vcda~ yacen embutidas gmn cantidad de botijao;"''. Este es un recurso conocido por los bizantinos y que como otros detalle.o; tanto decomtivos como de planta va a repetirse y dcsarrollarse a lo largo del valle de Mexico en lao; iglesias conventuales de fr.mciscanos, agustinos y dominicos que componen un capftulo destacado de Ia arquitectum hispanoamericana. La iglesia conventual sanjuanem es preludio y tambien compaiiem de este norecer tardio del estilo isabelino con detalles platerescos en el Nuevo Mundo. Es heredem de un estilo muy castellano y fecundo en obms maestms a tmves de Ia geogmfia de Castilla Ia Nueva y Ia Vieja y de Andaluda, y que tienen obm.<; maestro~.s como Ia Capilla de los Reyes Cat61icos en Ia catedml de Gmnada, su anterior iglesia panteon de San Juan de los Reyes en Toledo y los conventos de los cuales vinieron algunos de los fmiles fundadores de San Juan: san Esteban de Salamanca y santo Tomas de Avila. La

sacristla, detr.is del presbiterio, quizas sea del siglo XIX, cuando ya no estaba disponible el convento pam guardar Ia~ vestimentas y calices. El campanurio tiene tres campana~. Ia mayor de ella<; calda y silente. El presbiterio de San Jose esta ligemmente elevado sobre el pi so de Ia nave principal y comenta el Dr. Ricardo Alegria que se encontr.tron restos de azulejos de Delft del siglo XVI que decor.tban los escalones que llevaban al altar mayor. Contr.J.Stan gmndcmente con lao; boveda'i de lao; salas capitulares de Ia catedml, que son tan bajitao; aunque muy solida~. La nave del edificio data de finales del siglo XVIII, ya que al acabarse los fondos nose pudo continuar Ia nave en picdm (aunque sl se hicieron por lo menos dos capilla<; a ambos lados de Ia nave centml). sino en ladrillo. En el siglo XVI fue cubiertu. lou mas seguro. con un techo a dos agua<; de madem . Entre 1773 y 1774 el comandante de ingenieros de las fortificaciones, Tomas O' Daly, terminar.i Ia boveda de canon de hormigon, ladrillo y piedm que es Ia que conocemos hoy dla ~. Este dctalle de boveda de canon perfor.tda con lunetos e<; "el unico elemenlo que se repite en otms igle'iias locales: Loiza. Coamo y Caycy" '·. El coro alto fue reducido en extension en Ia ultima restaumci6n a sus dimcnsiones en el siglo XVI. Su vamda hecha de bloques de concreto fue restaumda con balaustres de madem. La iglesia ha padecido los embates del comejen, Ia polilla, los huracanes, Ius invasiones y quemas de Ia ciudad. En mayo de 1898 un bombazo proveniente de las embarcaciones norteamericanas, de los muchos que cayeron 1

13 lbfd • 120. 1-llbfd. 11!1· 119. I.S lbfd . 7-1. 16 M"I'\'CI. up. cit . 74. Vist a Iglesia San Jose, fo to: Oficina de Revistas


Jose Campeche, La Virgen de Ia Lt!che, 1790-97

sobre Ia poblacion civil de Ia ciudad capital, perfor6 el 6culo del frontis sencillo de Ia fachada a pesar de que no estall6. Dicho proyectil se conserva en el museito del templo. Que se sepa ha habido varias restauraciones: 1647. 1772-1774. I 858. 1957, 1978-1982. En e1 presente esta pendiente de una restauracion menor y un ucondicionamiento mas adecuado. La Capilla de Ia Virgen de Belen, aunque no es contempor.inea con el presbiterio y el crucero. sino de finales del siglo XVI''. guard6 hasta Ia noche del 25 de noviembre de 1972 Ia mas antigua obra pictorica de artistas extmnjeros que se tenia en Pueno Rico hasta Ia apenura de museos en Ia Isla en el siglo XX: Ia tabla flamenca del siglo XIV de Ia Vtrgen de Belen. Esta imagen "tiene alributos de mano maestm que Ia apartan ventajosamente de las escuelas espanolas de influencia nordica" que gozaban de tanto gusto en Ia Espana de los Reyes Catolicos. Estas pintums llamencas emn intercambiadas por azucar provenientcs de Madeim. Canarias, y quicn sabe si de las Antillas. EI museo diocesano de Madelia conserva piezas significativas de ane flamenco que se salvaron de Ia furia iconoclasta de los calvinista'i. Quizas Ia tmjo Manso a Caparrc1 o, como sugiere Delgado, pudo ser parte del altar flamenco que tmslud6 el obispo Rodrigo de Ba'itida'i. Cienamente. hacia mcdiados del siglo XVI. ya estaba en manos de los dominicos, y cl canonigo Diego de Torres Vargas en 1647 senala: [ ..• )mue1•e a clevoc:itin ju11tameme c:o11 las imcigenes que tiene (este c:om•emo ), emre las c:1wles eslli, e11 el altar del setior Scm Jmeph. Nuestra Setiora de Beh!n. 1111 ctwdm pequetio como de tres c:l/artas y Clllliqufsimo, pem um Iindo Y lticiclo c:o11w si aCClhcmt de lwce1:ve, lwbienclo nuis de den cuios que estci en clidw conve11to, e.vta .mil/a imagen estm•o mudws mios en el clonnitorio del c:um•emo en el altar pcmicular, )' por rradicit)n se tie11e que le calllaban algwras noc/res a mllitines los ci11geles, y siempre los religiosos de CUJllef cmll•enro y vecilws Ia hem teniclo y tienen SIIIIUI ve1reracitinM.

em~!

Esta imagen es tipica del estilo flamenco del los italianos renacentista'i relan porque

171bill . 166 IK lbiLI.165 .

precisamente movia a dcvocion, no tenia capricho de perfeccion clasica en su composicion. Em Ia expresion plastica de Ia Dcvotio Modema, una escuela de espiritualidad renano-flamenca que iba a enccnder en devocion sentida a tantos lielcs y que nos iba a legar cl Kcmpis mismo en su obm inmonal La imitac:i6n de Cri.Ho. La reina Isabel tenia una magnifica colcccion de pintums flamenca-;, mucha<> de ella<> miniaturista". como Ia Virge11 de Belen, que sc guardan en parte en el Pante6n de los Reyes Catolicos en Gmnada. La Virgen es mostmda lactando al Nino. Por eso tambien se ha Jlamado Ia Vtrge11 de Ia Ledre ode Ia Humildacl. En un descampado a Ia-; afuems de Belen, camino del dcsticrro en Egipto, se ali menta el Creador hecho Nino de una Madre que se admim de ver at Senor del Universo necesitar de una esclava o sierva sencilla. La Virgen tiene Ia cabeza descubiena y los colores de su vestimenta no son los consagmdos por Ia tmdicion pictorica antigua. El Nino contempla complacido el rostra de su madre mientms se alimenta. La Madre de Dios da Ia<; plenas gamntia-; de Ia verdadem humanidad del Hijo que, en su desnudez. preludia Ia escena del descendimiento. Es una escena maternal y muy casem de Ia vida del Senor, tan del gusto de esta nueva iconogmfla intima que tanta acogida va a tener en el ane hispanoamericano.


R~1·ista ICI' ml11 6/mimem II

1!:/~sia d~ Sa11 }11si l'crnandn Bcniciu Felice~ Sanchez

;,Su autor? QuiZ<is Dierck Bouts, Gerard David o cualquiem de los seguidores o influenciados por el gmn Roger van der Weyden". Diego Angulo lfiiguez Ia adscribe a! repertorio del an6nimo pintor Bniceles, conocido como el "maestro de Ia historia de San Jose"', y Delgado

adjudica uno de los primeros milagros marianos asociados a una pintum mariana en Hispanoamerica y tanto ellavamiento del asedio ingh!s de 1797 (y Ia rogativa que se hizo pam ello) como el salvamento de Ramon Power han sido vistos como gmcias concedidas por Ia invocacion

infiere que pudiem ser dicho maestro Jacob van Laethem. pintor relacionado con Ia corte de Felipe I, el Hermoso, con quien sc relaciono Cristobal de Sotomayor, lugarteniente de Juan Ponce de Leon en Ia conquista de Puerto Rico:!11. Pero Ia importuncia de esta Virgen, nos dice Torres Vargas, es que los vecinos de Ia ciudad le tienen suma venemcion. Cuando arriban los ingleses en 1598 y los holundeses en 1625 es esta imagen, junto con Ia de Ia Concepcion del hospital que lleva este nombre, Ia que los pobladores ponen a salvo en un car.1bel6n, intemada en el rio Bayam6n, lejos de los invasores iconoclastas. Y fue precisamente esta imagen Ia que sacaban en procesi6n cuando habla temblores. Por esto se Je cons-truy6 una segunda capilla, pam ampliar su espacio de culto, frente a Ia capilla del siglo XVI. Y fue entonces que se suprimi6 su cripta. Fue esta imagen Ia que ha sido

de dicha Wt~ell de Belen. Podemos afirmar que em Ia Virgen patrona de Ia ciudad de San Juan. De hecho, es Ia patrona del pueblo de Sabuna Gmnde. Su fiesta, el 3 de enero, es memoria obligatoria pam San Juan en el Ordo de Puerto Rico. El altar actual que hay en su capilla es obm de Tomas Blanco, de principios del siglo XX. Tambien Ia Capilla del Rosario en dicha Iglesia de San Jose es del siglo XVI y custodiubu el altar de Ia Virgen. La devocion por cl santo rosario fue promovida por los dominicos y entmdo el siglo XX fue di'>lintivo del jlbaro bueno y devoto. En Ia cripta del rosario se entermron muchos gobemadores y militares de Ia Isla, asl como en la.'i cripta.~ de los demas altares se entermban los cofmdes de los corrcspondienles titulares.(,Estuvo en esta capilla Ia llamada Wrgen c/e Ia Aumra hoy dla parte de Ia pinacoteca del Palacio Arzobispal- que tambien tenia fama de milugrem y que Campeche retoc6? La imagen que presidia dicho retablo fue retimda del culto ha.'ita que fue llevuda en 1992 a Ia capilla del Seminario Mayor. Una puertu allado oeste de Ia Capilla del Rosario da acceso a Jo que em originalmente el baplisterio y que hoy es tiendita de recuerdos. Fue restaumdo en 1950 y no tenia acceso a Ia plaza, sino que se entmba a el por Ia puerta principal. Hay otm pintum muy importante en Ia Iglesia de San Jose: San Pedro Gonzalez, conocida como

[.. .] resone. impiracion yen cieno modo base esrilisrica de los primems ballmceo.r de Ia pinwra puenorriquetia de mayor excelencia en 11inud de las nuilriples copias que de Ia misma /race nues11v primer gran pintor del.siglo XVIII, Jose 'I Campeche y Jordlill, desde Jus mio.f de mocedatf . Encontmda milagrosamente luego de los escondites par.t libmrla de los protestuntes, se Je 19 lbf~ .• 265·26K. 20 Dcl~ado Mcrca~o. up cit.. 268 21 lbf~ .. 26-1-265.


MIQU/Tf::CTUR,I 9

"San Telmo", descubiena por unos obreros bajo el mando del Dr. Ricnrdo Alegria en Ia ultima res1auraci6n de dicho templo. 1978-1982. Esta imagen del patrono de los navegantes (que curiosamente nunca viaj6 por el mar), un fmile dominico que lleg6 a ser confesor del rey San Fernando, es Ia primem pintum ejecutada en el Pals en Ia epoca hispanica que haya perdumdo hasta nuestros dfas. El santo tiene en su mano izquierda un cirio que alude a los fuegos de San Telmo, los cuales vefan los navegantes en alta mary que emn senal de mal tiempo, y en Ia derecha sustenta un modelo de cambela. Reversa Ia localizacion de dichos emblemas iconogr..Uicos del santo a los ejemplos cotejados, que tienen el cirio en Ia mano derecha del santo. Fue P,intada al temple quizas por algun fmile hacia 1540-. Prevalecen en ella los tonos grises, blancos y negros, muy parecidos a los de las pintums de los conventos mexicanos del siglo XVI;!.!. Indica el doctor Alegria que fue tapiada lo mas probablemente antes de finales del siglo XVI porque los iconoclastas ingleses y holandeses no Ia decapitaron. Entre las obms escult6ricas de gmn imponancia relacionadas con Ia Iglesia de San Jose esta Ia Virgen de In Candelaria, de Ia cual s61o nos queda £/ Nitio, una estupenda talla y el Cristo llamado de los Ponce. El escudo patronal de los Ponce de Leon Troche esta empotmdo en lo alto de Ia pared dellado del Evangelio (lado izquierdo) en el presbiterio. Es un escudo con seis angeles (dos tenantes que sostienen Ia guimalda que rodea el escudo, otros dos de cuerpo entero de cuyac; manos salen los cuemos con lac; figums quimericas encontmdas y dos rostros de angelilos), dos centauros quimericos (una hembm y un macho en controversia, halandose las orejas) y una guirnalda de frutas muy renacentista. Las figuras son simbolos de Ia vida matrimonial. En el campo partido tiene un Je6n mmpante (Iado derecho) y tres truchas que hacen alusi6n aJ apellido Troche. Data de 1559 y fue pueslo alii por su nieto cuando este tmjo los restos de su abuelo pam ser enterrados en el area del presbiterio. Esta cincelado en piedm caliza de las riberdS del Toa (rio La Plata(

La Iglesia de San Jose tuvo por Jo menos dos esculturas de crucificados del siglo XVI que han llegado hasla nueslros dias y son las de madera mas antiguas que tiene nuestra isla de Ia epoca hispanica. El Cristo llamado de los Ponce es una tabla de mediados del siglo XVI y todavfa se encuenlra en Ia iglesia. Comenta Diego Angulo Iniguez: £1 Crucijicado de San Juan es WI hemwso ejemp/ar de Ia ewpa renac:ellfisw. en que ha de.mparecido toda lwella de este gotici.mw toda1•fa pCIIente en los primero.1· l'eillle mios del sig/o, y en que e/ c/asici.I'IIIO que imperar(a mcis wrcle hac:iendo triwifar Ia serenidcul de Dios sobre e/ dolor del hombre que min no se deja selllir. £1 Sail•ador no .1·e resuel1•e sobre Ia cruz c:o11 dranuuismo berruguetesc:o, pero .I'll c:uerpo tiene Ia misma te11sit111 del nuisc:ulo trabajado y 11en•io.w, .v no adolece de las mo/1.\'truosidac/e.r miguela11gele.w:as de wr Becerra· . ~

AI parecer es este Cristo el que presidia todavia a mediados del siglo XIX Ia Cofradia de Jesus Crucificado y Santa Rosa y que estaba en el altar donde al presente sc cncuentm. El Dr. Osiris Delgado Jo asocia al escultor Lorenzo Melendez de Sevilla~·. Dos leyendas sc han tejido en torno a esta lalla. una escrita en 1875 por Federico Asenjo y otra por Cayetano Coli y Toste hacia I924. Supuestamente se salvo milagrosamcnte de su naufragio y fue rescatada en plena bahia de San Juan. Son relatos miticos que no coinciden en fechas ni circunstancias. El Cristo de los Ponce si tenfa fama de milagroso, segun consta en un escrito del gobemador Ramon de Castro a 7 finales del siglo XVIII: • En todo caso es un ejemplar de ftnisima lalla y de muy buen gusto tanto en lo anistico como en lo devocional. Ya sabemos que el Superior de los dominicos antillanos, fray Pedro de Cordoba. tenia muy buen gusto al seleccionar esculturas para el culto. Para el convento de Santo Domingo habfa tmfdo piezas pintadas del conocidisimo anista

22 lbfd., 269. 23 MMVcl, up. cit .• 7-l. 2-l Delg:l<lo Mcrc:Klo. op.c:it.. 2911. 25 Delgado. ibfd.• :!79. 26 I hid .• 279. 27 Dr. Al1urn Da,·il~. "Una lalla del siglo XVI en Ia C~rnlina . ;,EI Cristo de los PnnccT. Rc,.ista tid l~~.<tirmo tl~ Cutrum l'ucrwrriqm·rill, 26 (cncro· marzo 1965). 41 y Dclg~do Mercado, ihld. 275·276.


N~o·iJtn ICI' 111irH<'m II

lt:l~sia d~ Sa11

mlro 6 I

Fcmand(>llcnidn

sevillano Jorge Fernandez, por su no menos celebre hermano Alejo Fernandez:.. Los padres jesuitas empezaron Ia restaumci6n de Ia iglesia poco despues de hacerse cargo de ella (2 de septiembre de 1858) y del Seminario. Quisieron tapiar elementos antiguos que no emn parejos y tal vez fue entonces cuando se tapio Ia puerta al antiguo convento, que a\ ser edificio cedido a Ia tropa, ya no tenfa mzon de ser. Quizas fue entonces cuundo a peticion del alcalde del recien fundado Carolina, Juan Jose Machicote, los terciarios fr.mciscanos a quienes los jesuita~ Je cedieron uno de los dos crucificados (el que estaba articulado pam desmontarse de Ia cruz en lao; procesiones del Viemes Santo y pa~ al scpulcro) a Ia nueva iglesia parroquial de San Fernando de Ia Carolina y el Cristo quiz;b de los Ponce fue llevado al nuevo pueblo en enero de I872="'. El San Jose que estii en el nicho a mana derecha. de camino a Ia capilla de Belen. fue donado por Ia catedral de Ponce cuando se estaba restaurando esta iglesia entre el 1978 y I982. El Santo Emierm del siglo XIV, obra del catalan Caste\s, fuc conseguido por el Dr. Ricardo Alegria y puesto en un altar y nicho que se rescataron cuando se restauro el templo para 1982. Los retabloo; neoclasicos que actualmente !>e encuentran en cinco de las capillus. con decoraci6n de rocalla en el tambor inferior de las columnas. datan de mediados del siglo XIX. El doctor Davila, en su articulo sobre El Cristo de los Ponce, seiiala que en noviembre de 1862 los jesuitas anuncian que Ia iglesia viene "sustituyendo a los mas de ellos (los altures) de forma antigua otros nuevas de elegante • ,,m arqUitectura . Los allures barrocos f ueron sacados y vendidos a los parrocos de parroquias rurales a precios "muy equitativos". La Sa/Ita Rosel fue puesta Juego de Ia restaumcion de 1982 en el altar junto a Ia puerta recien descubierta del convento con el prop6sito de recordamos que su padre em natuml de San Juan y que ella fue Ia primem mujer nacida en America en ser canonizada. Ademas, Santa Rosa recuerda Ia Cofmdla de dicho nombre que en esa iglesia continuo aun despues de Ia ida de los dominicos. 2K l'cdm Julin Santiago. op. dt .. 62. 29 D;h ila, op. ' it., -10·52. J() lbfd .• -1-1. 31 Dclgadn, op. d t .. 2K7. 32 t\1111ft•J l litll 'C.IWIO< ( 191-1), np.cil.. l l.f.

Fd k~.,

}osi Sanchez

Frente a ella, justo detr.is del pulpito tlpico de las iglesias de mendicantes donde se predicaba fuem de Ia misa -predica que tanto gustaba a los habitantes de Ia ciudad que prcferfan irse a dicha iglesia antes que ira Ia catedml- se encuentm el titular original de Ia iglesia: Santo Tomas de Aquino. Este patronato confirma tambien Ia sospecha de que fue este convento el que iba a tener a los candidatos de Ia arden. El ultimo altar, cerca de Ia escaler.1 pam subir al corn alto, em el de Ia Cofmdfa del Santo Entierro de Cristo y Soledad de Marfa. donde lo mas probablernente estuvo El Cristo de los Ponce y donde, hasta Ia restaumcion de Ia iglesia en el periodo 1978-1982. estuvo el San Antonio dando el pan a los pobres, que tambien fue \Jevado a Ia recepci6n del Seminario Mayor de San Juan. En cuanto a Ia orfebreria, El Cristo cle Ia Ctmquista" , indica el Dr. Delgado que hacia 1950 el encontr6 una cruz de altar de plata que quizas fuese e\ crucifijo de Ponce de Leon. Cuando el robo de Ia Virgen de Belen, tambien desapareci6 esta joy a de finales del siglo XV. Los padres paules (1887- I968) mandaron a elaborar a Barcelona tres ahares neogoticos de cedro que estuvieron uno en el presbiterio y otros dos en las alas Ilanas del crucero. El de Ia derecha estaba dedicado at Sagmdo Coraz6n y el de Ia izquierda, o !ado del Evangelio, a Ia Inmaculadal!. Las imagenes de dicho retablo se cncuentmn al presente en las naves laterales a Ia entrada de Ia santa iglesia catedral. El retablo mayor era una pieza muy hermosa con una aguja central elegantfsima y tenfa a Ia Virgen Milagrosa en el centro, con San Vicente a Ia izquierda y San Jose a Ia derecha. Entre los nichos de las imagenes grandes habia dos escenas de las apariciones a Santa Catalina Laboure. Se conservan estas dos escenas en Ia Capilla de Ia Virgen del Rosario. La imagen de San Vicente se Ia llevaron las Hijas de Ia Caridad para Parvulos y el P. Rector del Seminuria se llevo Ia de San Jose para Ia capilla del Seminario Sama Marla de los Angeles, donde estuvo primero en el comedor y luego en Ia nueva capilla del teologazo en el edificio llamado de San Jose. Este San Jose de Ia


AHQU/TF.CTUIM II

montana era una imagen con cartas en Ia nube que aparecen a sus pies y tenfa una dcdicatoria. Era de finales del siglo XIX. Cuando se dio Ia restaumci6n de 1978 al 1982 se desmontaron estos tres allures. El retablo del altar mayor tenfa el autor, Ia fecha y el Iugar donde se elaboro: Juan Riem, 1910, Barcelona. Algunas partes tenfan polilla y otms amenazaban con quemarse dcbido a las conexiones elcctricao; defectuosas. Los restos del altar fueron a par.tr al sotano del Seminario Conciliar, donde una vez mao; el P. Fernando Fclices los rescato en el vcr.mo de I984 par.1 consLruir con ellos el nuevo altar de Ia capilla. el ambOn. pic del Sagmrio y columna-; y vigas par.t scnalizar el espacio sagmdo de dicha capilla. Otms piezao; gmndes tambien fueron destinadas a decomr los muros del modemfsimo y sobrio cdilicio de los fmnciscanos. AI presente hay dos allures barrocos en dicha iglesia. El que preside el presbiterio provicne del pueblo de Burgo de Osma en Castilla y es del siglo XVII, donado originalmcnte por Ia hija de Fmnco, y luego entrcgado por cl rcy Juan Carlos I de Espana cuando, con motivo de su visita en 1987. visito este templo par..t un concierto y misa que se tmnsmiti6 en directo a E.<ipana como parte de lao; celebmciones oliciales del Quinto Centcnario del Descubrimiento de America y Puerto Rico. liene Ia tigum del santo de Ia callc vecina en el nicho centml y principal: San Sebastian, soldado romano martir. Asimismo ticne dos santos cistercienses. Es un altar muy pcqueiio par..t el espacio liturgico que preside. El otro altar, all ado dcrccho del crucero. contiguo al muro de Ia Capilla de Ia Virgen de Belen, cs tambien barroco y esta consignado a dicha iglesia como dcp6sito. Habfa dos pinturas de Oller en San Jose: una deposici6n y una visitacion de Ia Virgen a Santa Isabel. su prima. Solo esta ultima se cncontr6 y restaur6. Tambien hay una coleccion de los ap6stolcs que el Dr. Alegria compr6 a un coleccionista sefardita que estaba vinculado a William Randolph Hearst. Pam concluir. el estado de abandono relativo que sufre dicho edilicio, patrimonio de todo Puerto Rico, esta proximo a scr superado. Apreciar su importancia y devolverla al culto de Ia comunidad viva de los creyentes es tarea impostergable y deber patrio y espiritual. Guarda en sf memoria de nuestra historia como pueblo y como Iglesia. DD


Hta·ista /CI' wio6 / mim~m

II

Libertad, visiOn y el

_,

ESPACIO DE LA EXPRESION* Maria de Mater O'Neill GEOGRAPHY PRECEDES HISTORY (DELEUZE)

E

s una casa a Ia cual se entrJ por el gamje, que atrJvesando entre los dos carros se pasa directamente a Ia cocina. Justo a Ia derecha de Ia cocina esui el cuano con el home theater acompaiiado de un sistema de sonido con un plato pard tocar discos que tiene una de esas agujas carJS que nunca he entendido y que cxigen respeto. A Ia izquierda de Ia cocina le sigue un area de cuatro butacac; retro de los 50 tardfos y mas alia, una mesa redonda colonial con sillas estrechm; y de espaldar alto. que es el comedor diario, de donde se puede mimr el televisor de plasma que esta en otra sala donde hay un amplio sofa contempo-generico. A Ia vuelta, dctr.is de cste comcdor. pamlclo at garJje, esta Ia entrJda principal, tiene unjiwyerestilo obviamcnte femenino-slash-revista Hola-slash"marshaJiesca", donde estan )a<; pintum.'i mas importantes de Ia colecci6n. Todos los dfas, desde el mediodfa hasta Ia-; cuatro y media de Ia tarde, entm un sol que va marcando su trayectoria a traves de Ia pucrta principal de Ia casa, que son unas pequenas puertas fmncesao; blanca<; de metal contra humcanes y robos. El sol marca su curso sobre Ia pane inferior de una pintum de Antonio Manorell, de lac; que hizo a panir de los cuadros del Museo de Arte de Ponce. Luego va subiendo por Ia-; escalems que llevan al segundo piso a un caballo de John Balossi y tennina, antes de irse at entrar ya el sereno. sobre una de esas abstracciones mexicanescas de Augusto Marin. Esta entrJda compane otro espacio donde hay otro comedor, solemne, el fonnal, otra vez de revista espanola con las sillas inc6modas. que solo se usan en ocao;iones que luego nadie recuerda cuando fue Ia ultima vez. Tambien esuin ahi las fotos de estudio de Ia familia. En esta cac;a, toda Ia pane que da at frente permanece cermda. Ia que por cierto contiene el mismo modelo de casas. AI tina! de Ia calle habfa algunas sin terminar, porque por alguna maldici6n Levitteana. estos complejos de vivienda contienen ca-;a<; en etema

construcci6n. Es detr.is de Ia nuestm, a panir de Ia cocina, que seve el patio donde se da Ia actividad social, con una barm y futum piscina tr.t'i unac; altao; mumllas. Desde el patio s61o se ve el segundo piso de las cac;ac; de los vecinos y lao; muralla.c; que companen cada una. Em una actividad familiar, entre algunos amigos y muchos parientes, donde los ninos se guardaron en el cuano del home theater del que cada vez que se abria Ia puerta salfa el sonido, como un golpe de agua, justo hacia Ia cocina, dondc cstuban concentrJda.c; Ia mayoria de lao; mujeres. Los hombres afuem, tomando cerca de Ia barm y los mas viejitos. sentados silenciosamente frente al televisor con pantalla de plao;ma, sintonizado en una de esac; estaciones de musica de los 80 con gr.iticas gcnerada.o;. AI linal del dfa, fuimos a Ia entrJda principal, a pararnos alrededor de Ia mesa formal, cuando ya em tiempo de soplar las velas del bizcocho y de tomar Ia foto oficial. Y los myos del sol pasaban lentamente, como quien no quiere Ia cosa, por su recorrido habitual: Manorell. Balossi y Marin. Mientms, escucho en mi cabeza Ia lfrica de David Byrne: 111 the future everyone's house will be like a little fmtress. In the jitlllre el'eryo11e's house will be a tollll e11te11ainmem celltre.

In the jillure e\'el')·one but the wealthy will be vel')' happy. In Ihe jillure e\'CI')"Oile but the wealthy will be vel')•filthy. 111 the fittlll'f! e\'el')·one but the wealthy will be l'el')' wec/1111): In the fittlll'f! TV will be .m good that the prillted won/ will fwrctimr as em artfonu only. In the fwure people with borilrg jobs willwke pills to relieve the boredom. In the fittm-e commwricationldistrilmtimr systems will be so good that 110 one will!il'e in cities. In the future political and other decisions will be based completely 011 opinion polls.


In tire Jwure only the very• wealtl1y will be able to tral'el or mm•e outtl1eir lwuse.~. In tire jllture individuals with soldier inclinations will go ow j(1r 'killer' spons. In the fmure there will be macl1ines which will pmduce a religious experience in the use/

Los duenos son un joven matrimonio, con estudios posgmduados de Ia universidad del E.c;tado, con ninos hennosos, gente buena, que se ha beneficiado de Ia cuarta rcvoluci6n: Ia de Ia tecnologfa. Pero como ven, es una casa con todos los elementos que ofrece Ia comodidad del capitalismo (you build it, they will come). Sin embargo, los espacios emn inconexos, cada uno er.1 un satelite dentro de esta maquina de satelite que en sf em parte de un magno apamto de sistema de satelites. Una cac;a self.wjjiciem wulself c:omained, una casa que no necesita nada de a/lei fitera. Una casu que ofrece a cada uno de sus miembros Ia actividad aislada, donde cada uno puede disfrutar de sus placeres; del, aunque no lo usas, .mbes que lo tienes. Y dentro de uno de esos espacios de Ia cao;a, el mas femenino, el hispanizado, es en el que existe el arte. El arte escogido por el gusto de otro -Ia decomdom-. Una casa que rechaza Ia existencia de verdades y defiende que todo es opinable, que todo depende del punto de vista de sus duenos. Esta noes una cac;a imaginada, yo estuve all f. Pero he estado allf muchas veces, en muchos sistemas llamados "Paseos", "Alturas", "Mansi ones" o "Villas". No sabrfa como llegar, porque esta casu, como un virus mutante, aparece en muchos sitios en esa cosa que llamamos Pais. He

estado ahf y no he estado. Es una cac;a donde se ha escuchado algun momento el \hgue de Madonna: "strike a pose" y allf eltodo se mle es Ia postum. Pam llegar al sistema de satelites, eso si, se pao;a por una autopista y luego por calles en constantes repamciones. De esa<; llenas de drones plasticos con bandas anamnjadao; y blancac;, que ya me han empezado a gustar, porque son tantas, que se me hacen familiares y no me siento perdida. Pam ir al cine, a Ia escuela o al colmado, hay que salir de un apamto del sistema pam entmr a otro: esa es Ia interfaz de Ia navegacion. Estao; conexiones son los unicos elementos unifonnes en nuestm viatectura, y todo lo demas lo vemos como un borr6n en movimiento. De repente aparece un acento visual que marca un espacio, comisionado por un alcalde o un gobemante. Algo que ves de lejos, en movimiento, desde un looking glass del carro, pero te das cuenta que "no se puede entender bajo Ia modalidad de objeto, ya que da a conocer 2 otro asunto" , entonces te percata'i que lo que acaba de pac;ar es una pieza de arte publico. Ahom, i,que se supone que hagamos con es11 cosa? Pregunto, porque si es dificil pam mi no pensar Ia ciudad a tmves del filtro de Ia teoria cultuml, esc filtro se me haec mas necesario para pensar el arte en los espacios urbanos. La teoria es una gufa parJ. mi, que da significado a Ia pr.ictica, siempre y cuando no este alejada del diario vi vir. Despues de todo, Ia teoria viene de Ia pr.ictica. Quizas el britanico Terry Eagleton tenga r.u:on al afinnar que el tiempo de los heroes posmodernos de Jacques Derrida y Roland Barthes ha terminado. Es cierto que algunos escritos

I /11 tl1e Futull! [Kilt'<' Play 12), 19H5, "Music for the Knee I'Jays". u na scrie de \'iilctas musicales c.critas por Dymc pam cstar entre las la'!!a• cst:cnas de Ia cpka tcatral "The Ci"il \\iars" de Ruben Wilson. 2 "The Origin of the Work of An". idea ccntrnl de Heidcggcr sobre lo que define una obra de ane: una combinacion inlrfnseca de scr cosa y signo que dcsoeuhala \'crdad (cl mundo) en un momcnto hist<irico. Vcrsi(in espanola de Helena Cones y Anum Lcytc en: Manrn Heidcggcr, Cami1ws cle (Madrid: Alianza. 1996).

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Rt:risln ICI' ttilo r. I m"''""' II

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1\larla de Maler O "Ncill

contempor.ineos plantean idea<; provocadorJs, pero ante Ia presencia de tanta novedad, tanto intento de impresionar a Ia historia y Ia ausencia de pregunta~ realmente importantes como, (,cual es mi significado en Ia larga ruta de Ia humanidad?, he tenido que volcanne hacia los 60 e inclu.<;o ha~ta los 30 del pa~ado siglo pam encontr..u- guia"> en \a<; cuales fundamentar mis propias meditaciones sobrc Ia condici6n humana. No es una mirada "hacia atr.is". La cultur.t noes un resultado progresivo como Ia ciencia. En Ia cultum. 2 + 2 podria muy bien ser igual a un gato y no a 4. Como referenda. parto de Ia idea de poder pensar en multiples focos dcscentmlizados, y tmtar de ofrecer una mirada panor.imica que podria indicamos Ia difercncia que hay entre haccr, tener logros y contribuir. Propongo pensar Ia ciudad, o en el caso de Sun Juan, ni siquiera una ciudad, sino un area mctropolitana, como una produccion de imagenes que a su vez provocarfan una nueva forma de pcnsar(nos) sicol6gicamente en cl espacio. Si hay tr.tmpa'i, una de elias serfa, como diria Deleuze. confundir esas imagenes con cliches que nos producirian el desco nostalgico de Ia ciudad europea o Ia nostalgia crftica del fracaso del moder-nismo. 0 Ia pcor de todas, Ia mirada populista hacia el ane. Por lo tanto, pam iniciar mi mirada a San Juan y a sus espacios dedicados a\ ane, les doy una imagen urbana como ejerdcio que activa nuestm atcnci6n visual. Sucede en Ia Plaza de Mercado en cl barrio de Santurcc, donde vemos los aguacates 3 de Ia anista Annex Burgos , y atr.i.'i, una pantalla electr6nica que abarca Ia mitad de Ia fachada del edificio donde csta colocada. En cste espacio urbano que min contiene pequciios negocios, muchos de ellos dcdicados al ocio y al entrctenimicnto abiertos hacia Ia calle, (,cual espacio comprendemos y como lo conectamos con nosotros: Ia pantalla o los aguacates?, (.IO mediatizado y/o el objeto de ane? Entonces, Ia teoria en Ia arquitectum, en el urbanismo, hasta en Ia~ mismas artes, (.es cieno que han perdido Ia relaci6n intrinseca de Ia forma y contenido, de estructum y significado? t,Es teoria sin idea'i? Si los arquitectos y desarrolladores ven Ia~ ciudades como un apamto de sistema de satelites, de envases que contienen a )a<; personas. (.flO ser.i csta Ia misma mentalidad de "zonas compartimentadac;" que muchos de nosotros usamos como forma de

vida? t,Concluiriamos que el ane tendria ''su propia zona", su propio espacio !>epamdo de los de mas (lo tienes pcro nolo usa<;)? i. Y este espacio del ane es mas imponante que otros? El dueiio del edificio de Ia Plaza de Mercado Liene el derecho, despucs de que tenga sus pcrmisos, de colocar su pantalla electr6nica. El derecho que le confierc Ia propiedad privada y cl librc comercio. Nos guste o no: Ia pantalla esta y los aguacates tambien. AI entr.tr a este espacio que contiene a ~u vez otros cspacios no negociados entre ellos, no es que memmente afecten nuestros sentidos y gustos personales. es como toda~ estao; cosas crean un impacto simb61ico que afectan nuestro comportamiento en rclacion con otros y con respecto a nosotros mismos. Los espacios son modulados por patrones perceptivos determinados por nuestras motivaciones; si esta!> cambian. como efecto domino. cambiara nuestra percepcion y e\ espacio se ahemra. Estoy partiendo de Ia premisa de que ver es una forma de adquirir conocimiento, que no quiere decir que lo que se conoce sea siempre Ia verdad. Sigo preguntando, porque todavfa no tengo una rcspuesta, si el "todo se vale" es Ia postum en esta em de muhimagenes a lo CNN• , t,quien se hace rcsponsable de lo que sucede? Es cierto que la'i muhimagenes captumn Ia fmgmentacion de nuestro mundo posmodemo pcro, (.Ulan Ia verdad

3 Frura f 'm·m·im, !(KMI, ohr" cnmi•inndda pard lu n:~luurJda Pla1a dd Mcrcmln de Sanlurcc. pur cl l'ro >~C<;~> de Anc Urbano del Munic1pin d.) San J•ll;lll hajn Ia admini•traci<in de [a cmnnces ulca'dcsa Sila M. Culdcnin. -1 Cable News Nctwurk.


ANTES t•L.ASTJCAS 1$

siemprc con Ia subjetividad, ya que hemos aprendido que Ia historia no es lineal? Deleuze afinnaba que entregar un progmma de mdio a comunidades marginadao; en Fmncia no em un acto de promover Ia autogesti6n, ya que estas comunidades repetfan e\ discurso del Estado. Tan alto es e\ nivel de Ia endogamia social. Por lo tanto, poner una pieza de arte en un espacio publico no provoca retlexi6n automatica sabre que significa con relaci6n a nosotros mismos, sino que otorga el permiso automatico par-.1 insertar mas cosac; en esc espacio, ya que nuestm mimda es "tan CNN", tan satelite, que no interconectamos. El espacio que habitan las casas y el que mas me interesa, el que existe emre las casas, aquel que aunque esta ahf, es invisible para nosotros. Lo que sucede en Ia Plaza de Mercado, en un espacio tan compacta - Ia distancia entre Ia pantalla y Ia pieza de arte publico es cortapero realmente no reconocemos Ia presencia de Ia distancia. Ese espacio entre Ia pantalla y Ia pieza lo percibimos vacfo, es Ia nada, es Ia viatectura unifonne. Una cosa esta aquf y Ia otra clllti. y nosotros... (.d6nde estamm.? Continuando con mi mirada de montaje r.ipido. como pie forzado podrfa decir que Ia suciedad. quien Ia limpia, es un determinante de clase social. Es obvia esta conexi6n, pero no tanto lo siguiente: mientms mas alta sea Ia clase social. menos limpian los tluidos, Ia bac;um y los desechos que sus cuerpos genemn. Vienen otros a limpiamos, desde los chemical peels hac;ta el laundry mom. El que cada uno no limpie su propio inodoro nos coloca en un orden social. Sf, hay gente que sepam su cuerpo de Ia suciedad que genem, establecen distancia y categorfa de su suciedad. De igual forma, en nuestro pafs, el discurso de Ia calle tiene esa connotaci6n de clase pero ademas se ha criminalizado. El caminar por Ia calle pam ir al correo o al restaumnte local, solo se da como acto "turfstico" en el Viejo San Juan, o en areas nostalgicas de Ia capital o en barrios viejos de algunos pueblos olvidados. Pero caminar Ia calle s61o Jo haec Ia clac;e baja y el criminal. (.Quicn de los lectores de este ensayo va a espemr al Tren Urbano de noche en las megaestaciones de Hato Rey, en el distrito financiero? Cada una de lac; estaciones es grande, como Bilbao wamwbes , pam solamente dos vfas de tren, con su artc publico instalado. Apuesto que ~

estar.in igual de vacfas que nuestros museos. Solo hay que pasar al anochccer por Hato Rey, pam darse cuenta que ya las acems son tierm de nadie. No me sorprende Ia noticia reciente de que no se incluyeron banos ptiblicos en lac; estaciones porque podrfan ser espacios de actividad criminal, "yo no limpio mi baiio, yo no camino Ia ciudad". Los arquitectos son notorios, al igual que los polfticos, por no comprender como una idea que se ve bien en el papel fmcasa en Ia calle. Los simulacros de Ia experiencia citadina son los gmndes centros comerciales. Ahf caminamos con otros que no conocemos, pero al igual que en Ia cao;a de nuestro joven matrimonio, el centro comercial le da Ia espalda a Ia calle. En verdad. hernos sido eficientes en crear una isla de espaldas al mar, sin vic;ion a un horizonte movible. Vivimos rodeados de los artefactos hechos por nosotros. Desde nuestra primera compra de espacio como adulto -cl carro, que tanto nos saca a Mr. Hyde cuando lo usamos- , son espacios inhabitables, en contra de Jo natural. No de Ia naturaleza que se imaginan, Ia del paisaje que visilamos de vez en cuando, hablo de Ia nuturaleza nuestra. No es que nuimos ann6nicamente con ella, es que somas esencias caoticas, borrosas y dinamicas: somas entes naturales. Jgual filtro teorico puedo aplicar sabre el desarrollo urbano. Los sistemao; de satelites, precedidos porIa prolifemci6n de condominios a partir de los 70, que han acapar.tdo nuestro paisaje urbana desde los 90, fueron construidos por desarrolladores que probablemente nunca tomarfan Ia~ mismac; decisiones estcticao; pam sus propia!> casas. Like the proliferarimr of eccmomic pol'erty, c1e.wfretic pol'erty affects us all. Our illlemction ll'ith the impol'erished enl'ironmelll of strip malls and burger joillls coarsens 11.1'. Limits our options. Dismisses the .wbrleries of the natural u·orld, and trab1s us to .1·ee notfling that i.1· twt loud, red and obnoxious. Luego haec esta conexi6n interesante Ia autom, Brenda Case Scheer: Those indil'iduaL1· pmmoting the culture of aesthetic po11eny are often an patmm. The increasing cli.~engagemelll ofan fmm rea/life allows them to separate an (11'/ratthey buy for the

5 Ill llamado ··cfccln de Btlh~o~ 'c rcficrc a Ia resurrcc"''" ccontimka de Ia ctudad cspaftola. que Ia alcjti de su ima~cn de M:r prnl'incial y cuna de

lem>rhla,. a lnm!,. aun4uc nn exciusim ya que cr~ p:~nc de Indo un pm~rnma de rchabilil~dtin urbana. del tli•cftn knnoclas1a dcll\lu'~"' de Gu~J;cnhcim


Jln>iml ICI'

libenatf, •·is;,;, J el espoci11 de Ia uprcsi<i11

mi" 6 lmimm> II

Marla de Mater 0' Neill

mmeum or sponwr for the symphony) from • lmsiness (ll'hat they make or build for the city).

E.c;ta renexi6n sobre Ia separc1ci6n del arte del resto de Ia vida cotidiana, no es unica ni nueva E.o; el motor, por ejemplo, de los artislac; de Fortaleza 302' con sus intervenciones relro de los situacionislas. Dentro del capitalismo lao; manifestaciones artisticas mas extrema<; son cultivadas, apoyadac;, producidas y presentadas por organizaciones que dan Ia ilusi6n de estar at margen de Ia sociedad, pero se alimentan del mismo sistema que critican. La cultum responde --ahom mas que nunca- a las mismac; reglac; de oferta y demanda que tiene toda industria dentro de este sistema economico y de Ia democmcia. Los proyectos de Fortaleza 302 tienen desde su inicio Ia semilla de Ia neutmlizacion, que permite empiricamente hablando- alterM sin trc10srormar el .watus quo. Es necesaria esta tolerc10cia democr.itica pam el sistema de checks and balance.\· entre grupos de poder que sc repudian pero se necesitan. La cultum comparte junto a Ia publicidad, Ia propaganda y Ia polltica, metodos de manipulacion de imagen (leao;e tambien de informaci6n) como se haec en el sistema de exaltar autores y modclos de especllkulos. Tambien compartc Ia vclocidad, o se-.1, trc10smitir cada vez mas mcnsajes, en menos tiempo. Aun ac;i, no creo que deban dejar de cxistir los evcntos de Puerto Rico OOs organizados por este grupo de Fortaleza 302. Los mismos dcben continuar, pero bajo una mimda autocritica de la'i intenciones y con.o;ecuencia'i. "Only those artisl'i who have an ability in marketing can 5urvive in the art world. Damien Hirst is a good example", contcsta en una cntrcvista el artista del Superflat. Takashi Mumkami. Luego nos da Ia formula cfnica a seguir: First of all, distinctil•ely situate hisll1er position in art history. Second, articulate what tl1e beauty of his/her art is. Next•.~exuality. Then, death. Pre.1·em wlrat he!.vhe finds in cleat/1. If em artist aptly rotates this cycle, he/sire call Slll'l'it·e. (... ) There are examples of what em artist should do at a certain age. If someone wallis to sun,ive in cmvfielcl, Ire or sire should conduct research • N abow tire field he or she belongs to .

Vuelvo a escuchar a David Byrne: "In the ruture political and other decisions will be based

completely on opinion polls. I In the future there will be machines which will produce a religious experience in the user". Es en Ia democmcia que se da el derecho individual del toclo se m/e: sutilmente, claro esta. E.o;e derecho, libremente expresado y derendido por los posmodernos que se acogen como dice el dicho, a "todo es segun el color del crista! con que se mim", y jey!: "pam el gusto, los colores", ha producido un vado, una socavaci6n de valores y un indivi-dualismo feroz que no responde ante nadie. Despues de to inconcebible de los eventos del It-s y cl It-m", los lideres politicos llenan este vacio con mitos. Esta postum canalizada a trc1ves del Ec;tado de llenar los vacios con mitos y cliches viene de mucho antes que los cventos terroristas en suelo nortearnericano y de sus aliados cspaftolcs. Cuando las sociedadcs se confrontancon su capacidad de destrucci6n (ya sea por terrorismo• corrupci6n gubernamental, violencia social), el individuo no encuentra "mapa-;" con los cuales guiarse, es dccir, pamfmseando a Erwin Strc1us, se encucntrc1 en un Iugar dondc no cxiste Ia geogmffa o esa serie de convenios sociales mundialmcnte aceptados y que brindan "estabilidad". Ese Iugar, en el que no existcn mapa5, en el que los esquemas desaparecen, Stmu.c; to idcntifica como cl paisaje, que a diferencia de Ia geogmfia no es una conslrucci6n social sino el pulso vital en sf mismo. Estar en el paisajc es muy incomodo, pues requiere no solo distintos puntos de vista sino constantc reajuste de nuestrc1 mirclda, ya que el horizonte se muevc con nosotros. Si lrutarnos de implicamos en el proyecto de construccion social y reconectarnos. nos sentimos huerfanos y sin hermmicntas pam ello. La opcion de muchos es Ia hufda sicologica o Ia ncgaci6n cfnica como si Ia salvaci6n fuem individual. Como me expreso recientemente el presidente de Ia Universidad de Puerto Rico, Antonio Garcia Padilla: "Hemos objetivado at Pais; es una cosa que Ia vemos alia, Ia discutimos, hablamos sobre ella. pero esta alia, no nos incluimos". Esta actitud, que a Garcia Padilla Ie incomoda, Ia performerc1 Teresa Hernandez Ia llama "vi vir en el pafs extrc1njero". Aqui entm Ia cita inicial de Deleuze: "Geogrc1phy precedes history". Es decir: el espacio determina el comportamiento y como nos relacionamos. Entonces parc1 podcr engendrM nuevos csquemas

6 Brcntln Cnr.c S~hcer. Til~ Cu/1tm· of ltc.!lltctic Pmwty (Nonhampton, 1\IA• 1itanium l'ubhcation. 1999). 21·22 7 Fonaleln 302 es Ia scde de M&M Pmycctos. mnncjndo por Michelle Mnnuach

8 Tnkn~hi 1\lurokamt. por Mako Wakasn. February 2-l. 2<KXI. hup:/lwww jcn-onlinc com/murJkami.htmL 9 II de ~eplicmbrc de 2<XII en E.\latlos Unidos y cl II de mann de 200-l en Espni\a


tiRTES PUSTICAS 11

y reajustar nuestra geografia, habria que fortalecer el esplritu humano, esa fuerza vital que nos da Ia capacidad de vi vir en momentos donde solo existe el paisaje. Como se estructura el empeiio de seguir viviendo dentro de Ia geografla, en viejos esquemas, lo encuentro en Jo que Maurice Merlcau-Ponty llama "el pensar operacionalmente". El filosofo Jo define de esta manera: cuando un modelo ha sido exitoso en abordar un problema, este es aplicado a todo, sin Ia sensibilidad a Jo impredecible de nuestra humanidad. Esto promueve un pensamiento fmgmentado, como de muchos satelites, pues no interconecta situaciones. Como linea..;, puntas, pianos de perspectiva lineal de un dibujo, creamos espacios pam vida.~ especializada.~; privatizamos nuestr..ts infmestructuras; sistematizamos Ia educacion y Ia cultum. Se implantan "soluciones" creadas sin el prop6sito de corregir situaciones a largo plazo. Son modelos repetibles pero separ..tdos que nos dan familiaridad y Ia ilusion de ciertas garantias. Esto noes otra cosa que negar el paisaje: tener miedo a Ia muerte. El arte, dice Merleau-Ponty en su ensayo "Eye and Mind", emerge de esa fuerza bruta que el opercionalismo ignom, revelando Ia forma imprecisa, movil y borrosa del mundo. Scgun el, el arte esta mas cerca a Ia energfa de Ia vida que Ia ciencia y Ia filosoffa, ya que le da primacfa a Ia percepcion. Sin entmr en absolutos sabre si el arte es o no el unico vehi'culo para compenetrarse con las casas, sf estoy de acuerdo con que el pensamiento satelite opem desde su propia area sin aventurdi'Se al mundo. Merleau-Ponty seiiala:

(... ) If this kind of tftinking were 10 extend its llominion over humanity and ftistory; and if. ignoring what we know of them through colltact and our own situations, it were to set mttto construct them 011 tfte basis of a few abstract indices (as a decadent psychoanalysis and culwralism lwve done in the United States) then, since the human being truly becomes the manipulandum he thinks he is, we ellter illto a cultural regimen in which there is neither malt nor falsehood conceming humanity and history, into a sleep, or nightmare from wfticft there is I> no awakening .

nw

Desde hacer planes de retiro, indizar informacion, preparar in formes de logros y estadfsticas, sin preguntamos el porque el aparato a veces funciona y otras no en todo Jo que lo aplicamos, se convierte en un artificio de plan de vida. El arte tiene esa capacidad de hacer visible lo escondido que nos haec repensar, volver a mimr las casas y comprender como nos conectamos a elias. Comprender es penetmr en las cosas, incluirse en elias; es entender, y a veces aceptar sin entender. En un momenta especifico, nuestro cuerpo se nos revel a en un espacio con otms cosa.o; y otros cuerpos, cada uno envuelto por sus realidades. Esta es mi contestacion a Ia pintora Myrna Baez" cuando ella asevera que Ia pintum es un artiticio. Entonces pregunto a Baez, (.es el acto de crear un acto de mentir? (.Es estar sepamdo de nuestm humanidad? La reflexion sobre los espacios de arte, separados en sus templos o sicol6gicamente, se me hizo mas clara en un viaje a Londres. Todos hemos ofdo antes estos cuentos: AI montarme en un taxi, el chafer pregunto si nos molestaba Ia mdio. Estaba escuchando poesla. 0 mi experiencia en Tate Modem~ , echarme al piso y hacer morisquetas par..t verme reflejada en el espejo del techo de Ia pieza de Olafur Eliasson,junto a una serie de persona.<; desconocidas que estaban aUf. Y salir luego a Ia escalem de Ia entr'..tda en el Tate Britain, cansada, a fumarme un cigarri11o tr'..ttando de encontmr un escalon libre, ya que todos estaban ocupados por muchachos. Em un viemes por Ia noche y estaban en e\ mismo ocio que aquf los muchachos en Ia Plaza San Jose en el Viejo San Juan. Y me pregunte: t,por que los arquitectos Otto Reyes y Luis Gutierrez habr.in hecho Ia entr.Jda del Museo de Arte de Puerto Rico tan pequeiia? Mas intrigante aun, (.porque cerrMOn visualmente eJ jardfn del Musco con el vitr..tl de Eric Tabales? Y pregunle semanas despues a Garcfa Padilla, t,por que un miembro de Ia cla.<;e tr..tbajadora Jondinense estaba cuhumlizado y, sin embargo, nuestro joven matrimonio con su posgmdo no? t,Que habia sucedido en Ia Universidad de Puerto Rico para que estos proresionales que estaban tan especializados sufrieran de esa pobreza estetica? (. Y donde esta ese espacio pam pensar publicamente sabre Jo cultuml (el mundo)? Ese reflexionar en alta voz; no el ocurrio as{, sino el 1

10 "Eye and Mind" (19601, Maurice Mcrlcau¡ Pon1y. Merh¡cw-Pt>lll,~ Aesrll ~ri<'s Retrtler INonhweslcm Univer.;ily. 1993), 122. II "Ascdio al cspcjo", foro en el Musco deAne de Pucno Ricn, sabado ~ de fcbrcnl de 2<Ml2, y rc1r.1nsrnilido rccicnlcmcmc por TlJTV, WIPR. Canal6 12 Olru inlcnlo e~iloso de rchabililar un area urbana dcprimida con clrcdi\Ciln de una f:lhrica para espacio de musen, peru al contl".lri<l de Bilbau, cstc es rna.~ discrcto.


l.il>utad, •·isi<in y cl cspari11 d~ Ia cxprcsiti11 Marfa de Mater o ·Ncill

RtrWI!ICf

m1o II I mimcm II

que signitica lo que ocuni6. t,C6mo lo sucamos de las bohemia~ con amigos y de algunos salones universitarios? Ojo, que no voy a caer en Ia mimda nostalgica de Ia ciudad europea; los londinenses, al igual que nosotros, prefieren compmr en megatiendas en vez de Ia tienda local de nuestm calle, si es que existe donde vivimos. lncluso en casas privada~ de Puerto Rico existen Reed. Polke. Kieffer y Offilis que se prestan a exhibiciones en Londres (tambien exportamos el mango a esta ciudad). Pero no puedo ignorc.~r el contr..t.Ste de mis experiencias. El National Gallery da acceso a Tmfalgar Square y varia~ calles como Omnge, Pall Mall Eao;t y St. Martin's Place. Los peatones utilizan el National Gallery para cruzar Ia cuadm. Como los demas museos en Londres, el National es grJtis y solo cobmn boletos parJ lao; exhibiciones tempomles. En una de mis visitao;, me encont.rC con una joven que estaba copiando una pintum de Rembmnt; le habfan facilitado un caba· llete. y se habfa instalado a pocos pies del pequeno cuadro. Pam mi sorpresa, al preguntarlc. no em una estudiante de artc ni em artista. llevaba aiios pintando copias en su ticmpo libre porque le interesaba. Ademas, preparc~ba sus propios pigmentos. Tampoco ella em Ia unica pintando en el National. Sin embargo, "please stand back", me gritaba dfao; dcspues un guardia del Guggenheim en Nueva York mientrc~s observaba Ia pintum de Rosenquist, ya que habfa violentado el cspacio privado de Ia pieza al atrcverme a acercarme a ella (no fue culpa mfa. Ia pieza me lo pidi6, ademi.o; pague veinte d61ares pare~ ver Ia exhibici6n). Entonces es falso el compromiso en lao; palabr..LS del presidente Fmnklin D. Roosevelt y promotor de WPA (Work Progress Administration, que tanto impacto tuvo en las artes en nuestro pafs) en Ia apertura del Musco de Arte Modemo en 1939: "The condition for democmcy and for art are one and the same. What you and I call liberty in politics result in the long run freedom in the arts"u. Si bien se discute Ia separ.tci6n de Ia cultum de Ia pmxis vital, no es asf el caso con nuestro sistema econ6mico neolibeml. Cada vez son mas visibles los dictamenes del mercado y como Ia cultum no dicta sus pautas, solo las administrJ. La cultum participa del actual desarrollo insostenible en Ia expansion del capital. Su mercancfa, el

producto, puede ser el objeto artfstico o Ia imagen que este genem (economfa simb61ica). El fetiche, esu imagen creada y deseada noes exclusiva del objeto artfstico, muchas veces no esta en el objeto sino que Ia contiene el autor. En ambas formao;, por Ia natumleza simb61ica del arte, permite Ia implantaci6n del imaginario dominante. Los especialistas del arte producimos; otros especialistas de otnts profesiones, que poseen Ia capacidad polftica y econ6mica, consumen el fetiche en nuestrc~ cultura narrc~tiva. Aunque el posmodemismo anuncia el fin de lao; nan-Jtivas, el mercado requiere contar una historia que nos identifique con el producto (sea un objeto o un servicio ofrecido). Despues de todo, Moby Dick no es sobrc una ballena blanca, (,O si? Ademas. si existen narrc~tiva'i en el arte contempor.1neo, muchao; no apelan a Ia humanidad porque son las narmtivao; del "yo". Las diferencia'i entre elllig/t any el arte popular son la'i misma~ separJciones socioecon6mica'i entre eltrc~bajo mental y el manual. Sigue siendo cicrto, aun cuando en estos momcnto'i no hay difcrencia entre lo culto y lo popular. En estos tiempos en que se ha bon-ddo Ia frontem entre Ia licci6n y los hechos, Ia cultum existe precisamente porque lo que promete libertad- esta ausente (Theodore Adorno). No vivimos en una democmcia participativa que crea Ia equidad de oportunidades. Por eso se me haec tan dificil creer que habr.i otro momento hi~t6rico que provocar.i un arte de vanguardia (si es que lo hubo). en este mundo de economfa generdda por conocimiento e informacion, una economfa organizada en celula~ de relaciones, que estan electronicamente interconectada~. con Ia cstrc~tegia comun de producir intemacionalmente. t,Entonces se podrfa decir que hay gmdos de libertad, o gmdos de ilusion de libcrtad en nueslr.t democmcia? En Ia economfa global nace tambien un nue\-o trJbajador invisible y periferico. Tmbajan a distancia de Ia companfa. son subcontr.ttados, alejados de las uniones, que no gozan de Ia seguridad laboml, jubilaci6n o ascensos por buen desempeiio, con una relaci6n mas borrosa entre el tiempo remunemdo y el ocio, siendo este ultimo mas parecido al tiempo del desempleado. El tmbajador del conocimiento no cuenta con una

13 "But Jl•Mxl an. like science. is notllcmocr•tic.". comcnta M1chacl K1m1nclman 'i«>bre Ia.\ uchn ptupucsta.\ parJ cl mem•>nal de las Tum:s Gcmcla. en Nue,·a York , "An open competition can pnxlucc a Maya Lin·s Viemam l\lcmorial once m a gcncrJtiun. maybe. but mostly it resulls in the peneric monuments that an: now the universal standanl ( .. ) ll1c llisappointmcnt wnh thc>e gn>Und zcm plans is that instead or in1·cntiun they niTer nmclly theatricality. gadt:cts, spc~:tade. the Mull or entertainment anll shallow pleasure. tricked up by treacly titles. the antithesis or what a memorial should pnll'ide Ntl\'chy is ramiliar and cummunplu.:c", ..Gmund Zcnl s Onl) Hope' Ehtism". N 1:11 Jlrrk 1im~.1. 7 de dicicrnbre de 2(KJ3. 14 "Los tr•bajadorcs inmatcrialcs·. Felipe Romcm. 24 de mayo de 21Xl3. rcbcliun.u'l!


MI TES t•J..A!>7/G 1S 19

marcada orien-taci6n polftica como fue el obrero en Ia revoluci6n industrial". La reorganizaci6n del tmbajo es una de las fonnas en que Ia economla global impacta las cultums locales. La diluci6n de las fronter.JS econ6micas tr.le consigo Ia rentabilidad de lo tempoml, tr.ifico espacial, desparmmamiento y turismo cultuml que forman . . Ics ·~. N o es nuevos va Iores y comportam1cntos socm Ia cucsti6n inocente de asumir Ia mimda local como espacio primario, tan emblematizado por Ia pintum Transcu/turacitln del puet1orriquetio de Carlos lrrizary, ya que Ia cullum en sf es dinumica. Ni simpliticar al decir que cl desplazamiento territorial de las sociedades homogeniza Ia cultum. Tampoco es demonizar, despues de todo, Ia cultum en ma<;a en su ofrecimiento de productos pam cubrir divcrsos placeres, pues esta ha promovido en algunos casos los derechos civiles de grupos sociales, como son los progmmas de televi!>i6n Queer as Folk, The L niml, Queer Eye for the Straight Guy, Will wul Grace, entre otros"'. Pero no quiere decir que csta nueva canogmffa dimimica se deba de asumir sin recelo. ya que nose puede ascvemr que hay o que alguna vez hubo un espacio "puro" de donde se genem Ia cultum. Bajo Ia pantalla de humo de falsas utopias",la cultum entm en csta nueva fonna de producci6n y consumo de Ia cla~e media alta (sobre todo cuando es new mmwy), carJcterizada por lo particular de cada producto y su demanda volutil. De ahf Ia impresi6n popular de que cada cinco ailos surge un nuevo genio en las artes y que Ia carrem del cumdor solo dum tres anos protag6nicos. Se reneja tambien en las ge~tiones de nuestros patrocinadores de artes del sector civil al apoyar el modelo de Ia carrem artistica intemacional como eje centr.1l de Ia polftica publica cultumltt. Verno solo puede ser conocimiento (sea verdad o no), sino obediencia.

Si el destino, Ia meta, solamente es Ia utilidad del goce (el deseo), y el espectador alcanza su placer estetico en el consumo del fetiche, esto es un indicio de conformidad con el imaginario'''. Se da el valor de cambio (belleza y maestrfa tecnica) pcro el valor de uso se tmstoca (se da Ia ausencia de vision, esa utopia de mayor libertad, el querer salimos de nuestros cuerpos, pero nos da un estilo de vida). No todo esta dentro de los par.imeltos de lo bello y su deJ;Co como dispositivo de espcctaculo. Hay un e~pacio entre aquello que conmueve y el metarrelato del mercado. donde el artc como Ia muerte, no se puede consumir: no puedc ser narmdo (agarrJda su escncia). Solo podemos apuntar y decir: "jeso es!", fuem del lcnguaje, imposible hacerlo visible. pcro no asf su movimiento cohabitando en el espacio en conjunto con el espcctador. La imagen de las cosao; viene antes que Ia palabm, sc nos hacen preseme a tmves de los sentidos de nuestro cuerpo. Hay un momento antes de lo de~crito, de lo trJducido, de lo representado. Esc es el espacio mas incomodo pam habitar, porque implica un despego de las cosac; y de nosotros mismos. Es el espacio donde tanto Ia mucrte como cl artc nos mimn. Nos conmovemos, perdemos Ia palabm, ante Ia presencia de un silcncio elocucnte. Como a Ia mucrte. al arte no se le puede controlar Ia coovocatoria de su prescncia. Esa tarde de Ia pregunta aun sin contestar. Garcfa Padilla nos habia llevado a un grupo de amigos a ver Ia colecci6n de arte de Ia Facultad de Derecho de Ia Universidad de Puerto Rico. No estaba en una b6veda, sino esparcida por el edificio que disei\6 Henry Klumb. De todao;, aunque no abandonaba lo kantiano de Ia colecci6n, Ia mas sorpresiva fuc una pieza de Wilfredo Chiesa, que esta en Ia biblioteca que dbeiio Segundo Cardona

15 Rcficm a! anlculo de C~rl os F~j~rdo "EI anc y Ia cullur~ en las csfcms );Inhales y mundialiladas·· par~ pn>fundizar ~n cstc tcma. f.'.1pt'm/u , Uni\'crsitlad Cumplutcn...: de M~drid . 21Xll. hnp:l/w\\w,ucm.cs/mfu/espc:culu/mlmcn>l7/gluhal.hunl. l(t No hay una intcncit\n de justicia MX:ial sino de luccr un hucn nc~ociu. En Ia~ !otl<:i.~-s l""indusuialcs Ia comunidad gay ticncn un aJiu puder adquisich·u. 17 Un cjcmplu cmhlcm:lcicu scria cl anccpmyccm que pn:ccndfa dar autunumla al t.lus•~• de Anc de Puenu Rko y su dcfcnsa potr pane de I~ junta de sfooicos parJ cuntrJm:scnr Ia di\'ulgacion pliblit a de un esquema ccum\micu. 18 t.luy diMintn a haec 50 ailos en Pucnu Rico. cwooo cr.t cl Estadu cl lllJ)Or p;llmcio:lt.lnr de !Js ancs. Con su age filL de accrcarsc al puchlu. cl Estado Ianza cl pn>~ r.tma Opc:racidn Scrc:nitlad. Er~ cl contr~p<:'<> p;1r.1 ala<:ar cl de<cnfn:no y I~ pc!nlida de Ius llam:kklS 'alnrcs pucnt>rriqucilo< pur In< ,·alon:s ncgati\'I>S que tr~jo d lle"'rmllo in<lu.<trial mudcmisla ucasi<>rnl<k" po>r Opc:rndtin t.bnm a Ia Ohra. <llr<> prtJ!!rnma del mi'lnn l!Uhicmu. E1 esquema de Ia cultur.t iooustrial de Opc:r:u:itin Scrcnidad fuc crcar cl lnstituco tic CuhurJ l'wnurriquci\a y otr:>.' iniciath·a.<~~•mn l<a WIPR (JCtuJI Curpuro~ci<in de Pucnu Rico parJ Ia Difusitin l'lihlica}. cl Fcstt\'al Ca.'lll<. Ia Ca'a tiel Lihm. corn: ntm<. Tal p:m.'l:c que <:1 cncunc<., j;ubcmador luis Muilul t.larin pane de un scntimicncn de culp;1. y bu,;ca Ia rc:dcnci<\n a trJ\ Cs de Ia autonomla del anc. El actwl Pruy•"1o de Anc l'lihlicoucnc c\lu~ rcsidum de culpahilidad de un cstadt> bcncfaccur. 19 "EI Pn>)CCiu de Anc Publico de Puerto Rico pane de Ia prcmisa de 11Uc I<" •crcs humanos sumo< sujctus de!i<:antcs. y que cl dcscu encuenlr.t cuns· tancemcncc lugan:<dcsdc dundc Jll"icionarsc, como lo """ cl anc y Ia c"ctka. Ct>n c''" en pcrspc:cti\'a, sc ere<> una c<m\'lx atoria diri~titla a Ia crcacltin de un corpus hfbrido de piclas prupuc~tas Jlllr anistas ltx:atc, c ontcmadunalcs, que a mancr.:1 de wdtir<-r .,,rqui.<ilo sc i ~ •talar.i a In largo } ancho de Pucnu Rim. De c\la funna nucstm rccorridu Jll>r Ia l~la. que huh tamus y •i muluincamcnrc sumus. gcnemr.i tmmdas ti<"\C,Iahihlantcs cumo pnxlu"u de Ia tcn~f,\ n cnrn: Ia pc:n:epd<in y cl tlc...:n. En c•lc scncitlu. cl pmycctu aspirJ a quehrJr Ia mccanicitlad de Ia miruda, apP<Iandn cl cspatiu companidu, punicnduto en C\ idcncia. Asf cl anc puhlicu sc conl'icnc en una cxpc:ricnda •ncial que in\'IIJ al cspc:"adur a ncgociar ~u dcscu parJ dar cahidJ al tic-.~• del Ocru." Celina Nu~ucms Cuc\'as. "Anc Puhlico: nuc\'US gcu~ rafias del j;<ll.'l:... Espacio' can~cntes, p~gina de Anc l'lihl icu de l'ucno Rico. http:/fwww.ancpuhlko.pucnonco.prnuml_cspanollt,mgcnlc/p>nadi!lg<x:e_cclinu l_l .hcm.


Rn-UJaiCI'

mio 6 I mim~m I I

en Ia renovaci6n del edilicio. Sorpresiva no es una palabra adecuada, porque Ia pieza, que realmente son una serie de bastidores apaisajados que descansan en Ia parte superior de una de las salas, no llama mas Ia atenci6n que los libros a su alrededor ni el diseiio arquitect6nico de Cardona. La sorpresa realmente fue ver como todo coexiste en un ambiente disei'iado para que todas las partes. aunque reposan en sf mismas, bajen Ia velocidad y promuevan Ia e.~pem. Solo lo que esta vivo tiene Ia capacidad de aquietar.;e con o sin ansiedad en el tiempo. La espem contiene lo inevitable y a Ia vez Ia espemnza. Pam ver hay que tener mucha distancia. Hay que estar fuera del mundo para pensarlo, para hacerlo visible; cse es el espacio que el artista ha perdido, porque tanto el autor como el espectador hemos empacado esc espacio como una novedad, organizado generacionalmente, nitidamente indizado, y lo peor de todo, institucionalizado soslayadamente. "Los ojos viven en eltejido [de lo visible y lo invisible] del ser como un hombre en su casu". (Merleau-Ponty). Tener visi6n, despues de todo es un acto de fe, no incluido en un plan estmtegico, tener vision es un acto de delirio. Las opiniones de este tema evasivo, aqui leido varian, pueden cuestionarse, incluso mi postura puede cambiar. Eso lo permite Ia democracia contemporanea. Aunque tengo dudas acerca de mis propios planteamientos (sobre todo si existe Ia autonomfa del arte, Ia ironia de Ia actividad sublime en un espacio tan corrupto), no signilica que hay ausencia de compromiso con mi palabra de esa, de esa responsabilidad al expresarme publicamente. Ahora. lo que si no es una verdad cuestionable es que tanto esta que escribe como el/la que esta leyendo, todos, nos vamos a morir. Alguien tendrfa que contestar Ia pregunta del porque es importante morimos; sobre todo. an6nimamente. Y ahora escucho a Abbey Lincoln: When the party is m•er and the people are all gone you gotta pay the band that play your song DD *Estc ensayo fue escrito del 9 de encro al 22 de mayo de 2004. Es cl segundo de Ires que Ia artista ha cstado cscribtcndo en tomo al artc, con cnfasi~ en lu pinturJ. El primcro "LJ JrtJsla Tcchnicolor" fue publicado en Ia Rc1 i.f lll DomiiiJ!O, £1 Nuevo Dfa. cl 3 de octubre de 21Xl3. El lerccro c~ sobrc Ia pintura y cl lcnguaje.


,\ RTES I'I.A~TICAS

La manifestaci6n de las

, ARTES GRAFICAS

en Ia sociedad dominicana Danilo de los Santos

G

r.ifico o gr.ifica, este campo expresivo se relaciona con Ia aparicion del signo, con el desarrollo de Ia escritum y del dibujo, asf como con las artes de Ia impresion que incluyen el gmbado y los camcteres de Ia imprenta, entre otros procedimientos tecnicos. Se tmta de voces tmductoms y visuales, algunas de las cuales comienzan a aparecer en el periodo primigenio del ser humano o del sujeto pionero de Ia historia, cuya capacidad de interpretnr y reinventar a base de los recursos de Ia realidad, provocan una incesante y paulatina tmnsformaci6n social. Pero esta evoluci6n noes simultanea en todos los espacios del planeta lierm que resultaron habitables, debido a mas de un factor del desarrollo hist6rico desigual y que no es el caso a discutir en esta mirc1da en Ia que se quierc cstablecer Ia relacion entre Ia sociedad dominicana y el quehacer gr.ifico. El primer antecedente de esa relaci6n resulta comlin a los territorios del Archipielago Antillano, en dondc Ia carencia de una gr.ifica alfabetica asociada a los primeros contingentes de habitantes islenos y prehispanicos no impidi6 que Ia capacidad creadom y ritual se expresam gr.ificamente. La pictogmffa de las cuevas revela un resultado grafico, pero sabre todo el dibujo incisivo en las rocas, o petroglifo, ejecutado con instrumentos filosos, revela mas el gmbado. Sin embargo, es el sello o pintadem para Ia decoracion corporal y textil. el que ofrece un car.icter mas definitivo de estampar, gmbar y multiplicar un diseno grafico a partir de una pequefia masa de arcilla cemmizada con hendiduras lineales, que se llenan de tintas reproductoras. Esta primera forma gr.ificogr.tbada conseguida con el sello/pintadem, es un remanente del indio antillano, cuya desaparici6n en Ia isla de Santo Domingo fue resultado del violento exterminio de Ia colonizacion espanola. Lejano, linico y descontinuado, esta primera forma del gmbado tafno es un Jegado arqueol6gico que sobrevive a otms formas gr.ificas que se asocian a Ia impronta espanola, Ia cual cosifica al negro desarmigado de Africa e imposibilitado de producir gr.ificas observables como remanente, a

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Re•·isla /CI' mia 6 / minu~n• II

/.a matrifes/acilill de las artcs grdficas m Ia s•tcicdad dt~millicalla D:~t~ilt> ill!' ~1s

San[ll'

no ser que aceptemos como formas suyas los motivos vegetales gmbados en el higiiero y los cuales se cultivan en zonas rumles del pafs. La invisibilidad de una gr.lfica perteneciente al coloniaje espafiol de los siglos XVI-XVIII quizas se deba a los secretos de los Archivos de India.<; como tambien a la.'i adversidades historicas que enfrent6 Ia sociedad islei'ia en lo que atai'ie a Ia memoria visual nativa; adversidades que ayudan a cristalizar una conciencia criolla en medio de Ia soledad y Ia pobreza. Esta conciencia dominicana ofrece destellos y rumbo desde el siglo XIX, a partir del cual sc tienen conocimientos de un quehacer relacionado con la.o; artes gr.lfica.o;. Tres periodos sucesivos se pueden sefialar desde entonces: (I) El difuso e incipiente comienzo del quehacer gr.ifico decimononico. (2) El momento en que se difunde Ia gr.ifica litogr.lfica a.o;ociada con los medios comunicativos e industriales. (3) El perfodo democr.ltico en el que se desarrolla y multi plica Ia neogr.lfica, que incluye e\ gmbado artistico en su diven;a variedll£1. UN INCIPIENTE CAMINO CON POQUISIMOS RASTROS

Entre el final del siglo XVIII e inicio del XIX se lr..te a Ia isla un modelo de Ia impresom mecanica inventada por Gutenberg. Con ella se imprimieron boletines oficiales, especialmente dur.mte Ia dominacion fmncesa en Santo Domingo (18021809), registr..indose mas tarde, en 1821, la.o; timda.<; de los primeros periodicos que se considemban dominicanos: £/ Duende y El Te/egrafiJ Cmrstitucional. En el referido ai'io, el islefio Juan de Muta burilaba piedms litogr..ificas, pcro emigm a Santiago de Cuba, sin dejar sefias de sus ejecuciones. No sucede lo mismo con Domingo Echavarria, quien poseia un taller de pintum y gmbado en Ia villa y puerto del Ozama. Aunque de biogmffa desconocida, su nombre sobrevive como el primer gmbadista nacional a\ identificarse una obra suya: £/so/dado lwitiano (xilogmfia, 1845), que se relaciona con otro grabado que le atribuyen, el cual ofrece una version del terremoto ocurrido en Ia ciudad nativa, en 1842. Para el periodo en e\ que se desenvuelve Echavarria aparece el daguerrotipo, apamto pam obtener impresi6n de imagenes a partir de una placa metalica sensible. Este procedimiento, introducido por daguerrotipista.<; entre los cuales se cita al criollo Epifanio Billini ( 1820-1891 ), plantea un recurso nuevo pam el desarrollo de las artes Consuela Golay Grabado reproducido en catalogo . Consue1o Gotay·Thtmo Pimentel. Abril, 1984.


ARTES l'f..ASTtw\S

gr.ificao;, ademas de ser una novedad con Ia cual se inicia el desarrollo de Ia fotogmfia con todas sus derivaciones. La presencia de fotogmfos tmshumantes como tmbajadores de un medio documental e incluso artlstico, determina Ia aparicion de adeptos criollos, aparte de ejercer innuencia en el desarrollo geneml de otms manifestaciones visuales. El fotogmbado, el fotopictorialismo y Ia impresion fotomecanica comienzan a encontmr campos entre artistas e impresores mancomunados desde Ia ultima decada del siglo XIX, en Ia que comienza un discreto auge de publicaciones periooicas. Una de lao; primer.t.<; es El Ltipi:, 6rgano de edici6n quincenallitemrio y artfstico fundado en 1891 por el dibujante Jose del Carmen Perez. A este peri6dico se a<;ocia Ramon Fmde (1875- I954 ), el destacado artista puertoniquefio cuya formaci6n juvenil alcanza en Santo Domingo. En Ia referida publicaci6n, este se desempefia como dibujante oficial, au10r de aleg6ricas portadas, de caricatur.t.<; y de estudios de gmbados en madem. LA LITOGRAFiA ENTRE DIVERSOS MEDIOS GRAFICOS

Fmde se vincula a una genemci6n de artista<; precursores en Ia etapa del primer norecimiento cultuml dominicano, en el que ejcrce gr.m innuencia el educador Eugenio Maria de Hostos al igual que el patriota dominicano Gregorio Luper6n. Se trJta de una etapa de cambios econ6micos y sociales en Ia cual asoma Ia modema industria ao;ociada con el azucar, el tabaco y otros reglones comcrciales que conlleva ademas Ia produccion impresa de anillos, etiquetao;, estampilla<; y otros medias como las ediciones de Iibras, periooicos y revistas. Es el momenta en que se funda el Li.~tf11 Diario, entre otros periooicos de timda cotidiana. El disefio gr.ifico litogmfiado a color se impone como modalidad manejada por conocedores que proceden de otr.t.<; naciones (E<;pafia, Alemania. ltalia, Cuba). y a los cuales se asocia un grupo de j6venes dominicanos. En Ia<; primer.tS decadas del siglo XX, Ia gr.ifica se tmduce mediante el diseiio de portadas, de vineta, del dibujo publicitario, Ia caricatum, el cartel, Ia postal y el calendario o almanaque. El desenvolvimiento de los autores gr.ificos se localiza principalmente en Ia capital del pals y en Santiago de los Caballeros, comz6n urbana del almacenamiento del tabaco y en donde se concentmn las principales fabricao; cigarrems del pals, entre ellac; La Habanera, con un taller

litogr.ifico en el que se imprimieron, pam 1927, carteles a todo color. El otro taller litogr.ifico muy demandado es el fundado por Jerolamo Ferrlia, que funcionaba en Santo Domingo. Pam Ia impresi6n se trJ.bajaba con piedr.tS porosas y sensibles a Ia humedad, que emn importadas de Alemania. Entre 1920 y e\ 1940 se pueden citar autores del quehacer gr.ifico con ejecuciones sobresalientes. Manuel Catalan fue un espafiol que tirmaba sus obr.t.<; gr.ifica<; con el seud6nimo Eolo y se desenvolvio entre 1920-1935. Tambien em su coternlneo Enrique Tamzona Perez, conocido como pintor religioso e ilustrJdor de revistas; Nicomedes Ferrua (Nino), trJ.fdo porIa parentela y quien sobrcsale por sus primorosas portadac; de Ia revista Lt1 Opinic}n; Jose Maria Pemlta, un grafico dominicano que sc desarrolla en este periodo, autor de vineta<;, caricatur.t.c;, portadas y pintums. Asimismo, Ramon Mella Lithgow, formado en Cuba y quien se destaca como autor de postales en los afios 1900-1916, en los cuales mezc\a c\ dibujo con Ia fotogmfia; Capito Mendoza, el mas celebmdo caricaturista dominicano, tambien autor de disefios pam Iibras y revistas; Yoryi Morel, maestro de Ia pintum nacional y autor juvenil de grJbados que presenta Ia tecnica del lin61co en su ex posicion individual de 1932. Entre otros autores se afiade a Bienvenido Gimbemard. el mas prolijo y sobresaliente gr.ifico dominicano a! asociar a Ia pericia de impresor y editor de revistac;, un versatil talento de i\ustr.1dor, caricaturista polftico y dibujante publicitario, ademas de ser pintor y literato. Impem por lo geneml en el quehacer gr.ifico de los autores mencionados un seguimiento del estilo modemista de linea curva y diseiio omamentado (art noveau), revehindose los mejores ejemplos en las portadas de las publicaciones. La excepcion ante este dominio tiene que ver con Ia gr.ifica modema de mensaje popular a Ia que se vincula el anuncio y Ia caricatum de intencion poHtica y gmciosa, o simplemente fisonomista y genemlmente muy esquematica. Pero excepcionales resultan tambien los enfoques realistas y vemaculares de Gimbemard y Ia tecnica dellinoleo a<;umida por Yoryi Morel que enuncia otros registros tecnicos del gmbado. Esta otrJ. experiencia se plantea con Ia llegada de nuevas inmigr.mtes europeos, entre los que abundan los ilustr.1dores: Jose Alloza. Antonio Bernard, Vela Zanetti, Garcfa Ximpa, resultando excepcionales el gmbadista ing\es Albert William Rogers y el aleman George Hausdorf ( 1894-1959), quienes

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ICI'

La IIU111ifrstacitin dt la.f artn grrijicas ~~~ Ia SfiCitdad dmni11ica11a

mitl6/mi m<'m II

Danilo de Ius SaniU>

R~•¡ista

tienen en comun el conocimiento cabal de los campos del grnbado y una vinculacion con el medio isleno, al cual arrancan visiones humanas y paisajisticas que reproducen mediante una estampaci6n original, multiejemplar y realista. Ambos muestmn sus producciones al inicio de Ia decada de I940, siendo Hausdon el mas significativo por su ejercicio docente, sobre todo vinculado al estab\ecimiento, en 1942, de Ia Escue\a Nacional de Bellas Anes, en Ia que es docente de artes aplicadas y grnbado. Cuando Hausdon lleg6 a Santo Domingo em un veter.mo artista y docente con dominio de varias

Revista El Lapiz, 1891. 30x22.5cm Colecci6n Biblicgrafica Ateneo Amantes de Ia Luz.

tecnicas del gmbado como el lin6leo, el aguafuene, Ia punta seca y medios combinadas con los cuales imprime obms que siempre incluye en sus muestr.tS personales celebrndas tanto en el pais como en el extr.mjero, siendo una de elias registrc1da en Pueno Rico a finales de Ia decada de 1940. Su docencia en Ia materia plantea Ia aparici6n de j6venes gmbadistas que posiblemente detennina que Ia manifestaci6n fuern incluida como categoria en Ia J/1 Biena/ de Anes Pldsticas ( 1946), cuyo jurndo declar6 desierto el primer premio, acordando Ia segunda distinci6n para el maestro. Este hecho demuestrcl poca adhesion al gmbado por un alumnado que aprovecha el curso como materia formativa exclusivamente, con Ia

tinica excepci6n de Nidia Setrcl, quien ocasionalmente produce gmbado en una carrerc1 en Ia que campea el dibujo. En esta manifestaci6n resaltan gmndes cultivadores modemos como son Jaime Colson, Dario Suro, Gilbeno Hernandez Ortega, Celeste Woss y Gil, Jose Gausach, Clar.r Ledesma, Eligio Pichardo, Marianela Jimenez y Marcial Schobortgh, algunos de los cualcs incursionan como gmbadistas circunstanciales, aunque el ultimo junto a Eridania Mir se relacionan con Ia impresi6n gr.ifica en Ia universidad estatal entre las decadas 1960-1990.

LA NEOGAAFICA COMBATIENTE Y DIVERSA EN TIEMPOS DEMOCRATICOS La caida de Ia dictadum de Trujillo determin6 que Ia gr.lfica, como Ia litemtura, se liberum de Ia sujeci6n de un gobemante cuya figum em tema obligado en todas las manifestaciones. Esta libemci6n permiti6 que las fuerz.as sociales asumier.m Ia democr.rcia como un experimento politico nuevo y combatiente, frente al poder de los sectores conscrvadores. Estos se escudaban en Ia ideologia anticomunista inculc-c1da por el sistema gubemativo y fortalecido porIa diplomacia estadounidense, en momentos en que Ia Revoluci6n Cubana se converua en modelo de a-;pimci6n de los militantes de movimientos marxistao; latinoamericanos. El pais dominicano nose excluye de este sueno revolucionario al que se adhieren integr.mtes del sector artistico cuyo activismo se agrupa principalmente en el frente "Arte y Libemci6n", el cual promociona Ia toma de conciencia polftica entre los obreros y otros sectores populares. Estos activistao; revitalizan el dibujo directo, puro, denunciante, entre los cuales un gestor sobresaliente como Silvano Lom (19312003) incluso forma parte de los artista<; que hacen causa con Ia revoluci6n capitalina que estalla en abril de 1965. Se tmta de un levantamiento contrc1 el Gobiemo de facto, involucrndo en el derrocamiento del Gobiemo constitucional de Juan Bosch; levanlamiento que se fortalece como reacci6n nacionalista frente a Ia intervenci6n militar de los Estados Unidos. En este proceso, Ia gr.lfica es un instrumento de combate, denuncia y de educaci6n que se manifiesta en carteles, pancarta<; y vallas producidas en el perfmetro urbano de Santo Domingo, en donde se atrincher.m los combatientes constitucionalistas. Esta epopeya revolucionaria da Iugar a muchos grupos cultumles de posguetrcl y determina el fonalecimiento de un arte social y


AHTES l'lA!>TICAS

Ramon Frade NMonsenor Roque Cocchia" (Detalfe}.

cxpresionista, asi como Ia discusi6n entre los partidarios de una estetica comprometida y los defensores de un arte por el arte. La posguerm revive tambien el trujillismo con el ascenso al poder de un cuho politico, el Dr. Joaquin Balaguer, quien instaum una dictadura partidaria, que tiene que ver con su partido y Ia incidencia promulgadom de rcforma.o;, desarrollismo y pul'l:la contm Ia izquierda, de acuerdo con un modelo pautado por influencia extmnacional pam imposibilitar insurgencias. Si bien Ia decada de 1960 conlleva ensayos y revescs polfticos, realmente es una etapa de apertum pam las ideologfa.'i, 1m; libertades econ6micas, exprcsivas y sociocultumles. Con esta apertum se relaciona un movimiento de neogdlica pluridisciplinario que cncuentm desarrollo a partir del perfodo de 1970, y que engloba Ia.<> impresiones en geneml de procesos novedosos como el off.ret y Ia serigr.tfia, resultado del auge publicitario al que sc vinculan agendas, centros formativos y talleres. Algunos pintores comienzan a destacarse como impresores, especialmente Felix Gontier, quien asociado a Alfredo Cordero, establecen e) taller Scrigmfla Artistica, con cuidadosa.<; timdas a partir de obms originales de reconocidos creadores. El fen6meno neografico tiene conexiones externas. Por ejemplo, con los Estados Unidos, en donde tiene auge el poster como medio masivo de propaganda y consumo, formando parte de Ia "publicidad objetiva". Pero si bien se recoge una influencia estadounidense que ante todo atune a Ia grafica publicitaria, las conexiones con Cuba y Puerto Rico son ineludibles, por unas relaciones geograficas hermanadas desde siempre. Teniendo en cuenta este factor de influencia extema, a continuaci6n se senalan los hechos que resul!an indicadores de Ia manifestaci6n grafica contemporunea que principalmente se vincula al sector artistico. (I) A finales de Ia decada de 1960 el grupo Pmyecta, integrc~do por importantes artistas, se empena en difundir Ia obm gmfica. Estos

programan exposiciones de dibujo de Ada Balcacer, Fernando Pena Defill6, Lepe, Domingo Liz, Gaspar Mario Cruz, Felix Gontier y Thimo Pimentel. Este ultimo aprovecha el recurso offset para producir, en 1968, una carpeta de dibujos seriados. Esta tecnica de impresi6n tambien permite que los j6venes pintores del grupo Friordano de Santiago editen numerosos afiches para promover sus exposiciones. (2) En 1970, el maestro Jaime Colson ( 190 t1975) crea el taller de grabado en Ia Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) y convence a Ada Balcacer pam que ocupe Ia coordinaci6n del mismo. Balcacer. de s6lida formaci6n en el diseno industrial y en Ia gr.llica, asumi6 cursos de gmbado en San Juan (Puerto Rico) y Nueva York, encargandose tambien del taller grafico de Ia Univcrsidad Aut6noma de Santo Domingo, en donde Ia norteamericana Madeline Kelly ha ofrecido adiestmmiento en estarcido serigr.lfico del linoleo y de Ia xilogr.tfia. A Ia docencia del gmbado en Ia ENBA, se asocia el espanol Jose Sanchez Borayta, entre otros. (3) La docencia gr.ltica, asociada a otros factorcs de estfmulo, detennina Ia aparici6n de un primer grupo de j6venes gmbadista'i: Asdrubal Dominguez (1936-1987), Rosa Tavarez (n. 1939), Miky Vicioso (n. 1949), Fmnk Almanzar (19471986). Carlos Sangiovanni (n. 1949) y Julio Cesar Naterc1 (n. 1950). Los tres ultimos exponen colectivamente en Ia Universidad Autonoma de Santo Domingo ( 1976) y prcsentan un manifiesto en el que senalan que el arte que producen "no desprccia Ia tecnologfa y que toda manifestaci6n artfstica debe ser vehfculo de educaci6n". (4) Entre 1972-1978 se registmn en Santo Domingo importantes exposiciones nacionales e intemacionales de carteles, dibujos y gmbados, entre elias las de Jose Alicea y Antonio Martorell (puertorriquenos), Leonilda Gonzalez (uruguaya) y Ia del dominicano Silvano Lom, quien produce en el exilio obligado un cartelismo en el que expresa su adhesion a Ia lucha por Ia sobemnfa del Canal de Panama. La Gran Etposic:itin de Dibujo y Grciftc:a Actual en Santo Domingo, organizada en 1977 en Ia Galena de Arte Modemo (hoy Musco de Arte Modemo), "logrc1 reunir aspectos interesames de to que podrfa denominarse gr.lfica dominicana". (5) Centros acadcmicos y dependencias del Estado emprenden acciones a favor de Ia gr.ifica. La Subsecretarfa de Educaci6n a cargo del

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N~ristn ICI' mlt1ftlmimcm II

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intelectual Marcio Veloz Maggiolo crea Ia Unidad de Afiches y Propaganda Cultural ( 1979), en donde se disefian portadas de libros y, sobre todo, carteles conmemomtivos de efemerides patrias y otras celebr.1ciones nacionales. (6) La multiplicaci6n de cursos y talleres impartidos por anim<Jdores del gr.1b<1do involucm instituciones como Ia Galeri<J de Arte Modemo y I<J EscueIa de Arte de Apee, a las que asiste un alumnado que incluye a vetemnos artistas. Estos animadores pertenecen a l<J genemcion de 1970 y todos ellos encuentr•.m Ia oportunidad de realizar entrenamientos complementarios en talleres caribefios, particularmente en Puerto Rico, a donde acuden tambien j6venes de Ia genemci6n de 1980, entre ellos Felix Berroa, Leonardo Dur.in, Nicaulys Soto Martinez, Ariadna Herrea, Ary Mejia y Ia cjercitada artista Soucy de Pellcmno. (7) Consecuencia del auge del gmbado dominicano es I<J demanda artlstica de que est<J manifestaci6n, al igu<Jl que l<J fotogmfla. figure como catcgoria en los ceruimenes nacionales. La cclebmci6n de Ia V Bietwl Nacional de Artes Visua/e.~ (1979), asl como las sucesiva~. incluyen CStU y Olr.lS categonao; nueva'i, rcpresentativas del desarrollo artlstico contempor.ineo. (8) En 1980, el establecimicnto de I<J Escuela de Disefio de Altos de Chav6n, asociada a Ia Parsons School of Design, de Nueva York, no s6lo convierte a La Roman<J en un polo artistico, sino que lleva a Ia instalacion de un taller serigr.ilico a cargo de Carlos Valdez. y otro taller pam gr.1bar, puesto en marcha por Ia Jeyenda del mundo del gr.1bado, el uruguayo Mauricio Lasansky; taller al que se a<;ocian otros reconocidos docentes (extr.mjeros y dominicanos). quienes imparten cursos formales y tempomles. Como resultado, se puede hablar del significativo aporte de esta escuela al campo gr.ifico, incluso puede nombr.m;e toda una genemcion de gr.1badistas chavoneros. entre los que sobrcsalen Julio Valdez, Luanda Lomno, Homero Herrer.1 Chez, Leo Nunez ( 1973-200 I), Yolanda Namnjo, Carlos Montesino, Hilario Silva, Fernando Tamburini, Luis Alciblades y el docente Rafael Alvarez. (9) La proyecci6n de Ia Escuela de Chav6n es posterior a Ia influencia que ejercen dos mujeres artistas. Una de elias es Consuela Gotay, puertoniquefia que se establece con su familia en Santo Domingo y forma un nucleo orientado en el gmbado clasico, el cual integr.m Tony Capellan, Nelson Ceballos, Belkis Ramirez, Raul Recio y Nidia Cuervo, entre otros. La impresi6n de varios

manif~stacitill

de las artn grdficas Cll Ia Sllcicdad dt~minica11a Oaniln de los Santl"

calcndarios xilogr.ificos entre 1982-1984, con obms de ese alumnado, es parte de Ia I<Jbor educativa de esta notable gmbadista que considemmos tambien nuestra. Un segundo nucleo se asocia a Rosa Tavarez, decisiva artista del gmbado, quien se inserta en todo proceso de impresi6n y que asume un magisterio difusor en todo el pals desde los afios setenta Pam 1983 ya posee prensa de gmbar que convicrte su taller en Ia "pefiu" de los estampadores, aportando un semillero de mujeres grabadoras. Si bien Gotay y Tavarez son ejes formativos en Ia capital, tambien lo es Carlos Sangiovanni, docente que incide en otro nucleo de jovenes que se forma en su taller personal. en Ia UASD y en Ia Escuela de Artc de Apec. ( 10) Adcmas de los centros academicos de Ia"> artes y de los talleres de estampadores, olr..ts entidades como Ia<; galena~ privada~ desempefian un rclevante papel en Ia gr.ifica en gencml. Pocao; se pueden compar.1r con el Centro de Arte Noveau, dirigido por Porfirio Hcrrem ( 1954-2004) y Nelson Ceballos. Desde su aparicion en el ambiente artlstico dominicano. Noveau se convierte en cl reccptaculo de un gmn porcentaje de las exposiciones de Ia genemci6n del 80 y en un centro de animacion de Ia gr.ilica con taller par.1 proccsos de impresi6n. El curso de gr..tbado impartido por Consuela Gotay se registr.1 en este establecimiento, luego continuado por Gmciela Azc:imtc, una gmbadista argentina que sicnta sus reales en el pais al igu<JI que .'ius compatriotas Tete Marella y Cecilia Ca<;amajor, tambien vinculadas al quehacer gr.ilico. Los gestorcs del Centro Noveau, uno de los cuales fue un decisivo Director del Musco de Arte Modemo (Porfirio Herrem), org<Jnizan el Primer Encuelllm ltrtemac:imwl del Gra/Jado en Peque1io Fomullo celebmdo en 1997. La edici6n de carpeta<; de serigmfiao; es una modalidad que se difunde como medio de acen:amiento entre artistas, galena~ y publicos. E.o;ta iniciativa asocia a Ia g<Jierista Mari Loly de Severino, quien reline nombres reconocidos y obms comunicantes que logr.m calar en Ia prcfcrcncia adquisitiva del ptiblico. Esta experiencia tambien Ia asume Mildred Canahuate, pem su mayor gesti6n tiene que ver con Ia organizaci6n de varios salones nacionales e intemacionales del dibujo, e igualmente con eJ establecimiento de un museo especializado en ese campo gr.ifico. ( II ) En el proceso de Ia neogr.ilica alcanza suprcmacfa el cartelismo elabomdo por diversos agentes, entre los que se destacan las propuestas artlsticas. Este desarrollo se asocia a Ia


AIITES I'L-iSTIGIS

multiplicacion de convocatorias pam concursos nacionales, concenlr.indose en Santo Domingo y Santiago, dos tradicionales certamenes. El santiaguense tiene como tematica pennanente el carnaval de Ia ciudad en dos vertientes: Ia que recrea las caretas del mismo y Ia que imprime el sentir camavalesco a traves del eslogan "Vive tu carnaval". La otra convocatoria, Ia capitalina, es el concurso de creatividad gnifica, que auspicia Ia editora Listin Diario, abierto para agendas publicitarias, creadores graficos independientes y estudiantes de reconocidas escuelas de bellas artes. En este genero del cartel sobresalen varios autores como Jorge Pineda y Chiqui Mendoza. La masificaci6n de los medios electronicos ha provocado que autores independientes asuman el quehacer grafico sin necesidad de una rigurosa formaci6n en diseno; estos hacedores se aprecian en Ia creciente multiplicacion de agencias publicitarias. ( 12) El impulso de Ia neogr.ifica nacional arroja como saldo un conglomemdo de autores, muchos de los cuales se insertan en proyectos expositivos intemacionales como en los casos de Asdrubal Dominguez y Rosa Tavarez, seleccionados en 1977 pam formar parte de una exposicion itinerante que organizaba Ia Industria Carton de Venezuela. Otros artistm; como Candido Bid6, Elsa Nunez y Angel Hache son incluidos en el proyecto editorial Periolibros de Ia UNESCO, en tanto unos terceros son admitidos en Ia prestigiosa Bienal del Grabado de San Jmm, en Ia cual recibcn galardones Tony Capellan, Raul Recio y Julio Valdez. Este ultimo fonna parte del grupo Q-atro XXI en el que figumn, ademas, Grecia Rivera, Jorge Checo y Ezequiel Taveras, todos vinculados a Ia obm sobre papel, sobresaliendo algunos de ellos por su decidido nexo con el gmbado mixto y digital. A Ia altum del presente siglo veintiuno se puede asumir un balance de las manifestaciones de las artes gr.lficas dominicanas sin que Ia mimda sea abarcadom y definitiva, puesto que ella requiere una pondemda investigacion que permita apreciar las arem; constitutivas. Es posible apreciar, por ejemplo, Ia trayectoria historica del diseno gr.lfico y de Ia ilustr.1ci6n en medios masivos como el

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libro, Ia revista y el peri6dico. Se puede encamr, ademas, Ia historia del cartel dominicano e incluso de Ia caricatum, arte constante en nuestm naci6n y con notables autores que sostienen su vigencia como ocurre con Jose Mercadcr y Harold Priego, entre muchos otros. Aludir a nombres permite que se enfoque finalmenle el campo del gmbado artistico que se desarrolla desde las ultimas decadas del siglo XX, periodo en el que se definen los autores consagrados y permanentes en los manejos de Ia conceptualidad, de Ia tecnica, del entimado y de Ia estampaci6n. j,Quienes son ellos? ... Ante este conglomerado de protagonistas solo podemos concluir senalando: jPor el ejercicio y sus obras han de ser reconocidos! eli

Ezequiel Taveras A Julia en verso. Litografia 31x21cm. Catalogo Limite Limite. sin fecha.

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Cymbelina, grabado, 2004

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Neruda en el Portafolio Cantare en Silencio de

J SE R. A~CEA Raquel M. Ortiz Rodriguez

ose R. Alicea es un grabador de renombre intemacional que se ha dedicado al arte gnifico por mas de cuarenta anos. Como homenaje al centenario del nacimiento de Pablo Neruda, Alicea ha creado un portafolio de serigrafias y una coleccion en medios mixtos para ilustrar una faceta distinta del poeta. El portafolio Camare en silencio: Trilmto a Pablo Neruda narra visual mente aspectos fntimos y personales del ilustre poeta. Se trala de un imprcsionante conjunto de nuevc obr-Js de serigraffa que, de manera genial , combina imagenes con Ia poesfa de Neruda. A travcs de los gmbados entramos a Ia vida personal del gran poeta para conocer mejor quien era Neruda. Alicea logra esto por medio de Ia creacion de obras de arte con las cuales examina al hombre detras de Ia poesia y explora sus esperanzas, suenos. amores y miedos. Muchas veces Ia.<> actividades de reflejar, sonar y crcar se hacen en Ia intimidad del hogar. Los hogares de Pablo Neruda emn santuarios especiales. esencia.-; pam su creatividad y bienestar. En cada casu construyo conscientemente rcfugios magicos pam inspirJrSe y alimentar su alegrfa por Ia vida. Segun Neruda: "El nino que no juega no es un nino, pero el hombre que no juega perdio pard siempre aJ nino que vivfa en ely har.i mucha falta". Por consiguiente. el poeta lleno sus casas con "juguetes", hellos objetos que mosu-Jban sus intereses, provocaban su imaginacion y asistian su proceso creativo. Acumulo una coleccion diversa que inclufa mascarones de proa, carJcoles marinas, caja.-; de musica, jarrones, billetes y monedas. Cymbelina es un gmbado cautivante y una de la.'i obms del portafolio donde Alicea examina visual mente los ¡~uguctes" o tesoros con los cuales Neruda llenaba sus casas y su vida. En el gmbado, Ia figum de un mascaron de proa divide diagonalmente el gmbado en dos secciones.

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A Ia izquierda hay versos de poesia en tonos de azul y marron claro, mienu-c1s formas en rojo y azul gris dominan Ia scccion derecha del gmbado. Deu-.is de Ia tigum femenina en Ia esquina superior a Ia derecha, hay una ventana en rojo que encuadm Ia carc1 de Ia figum. Debajo de Ia ventana en Ia esquina inferior a Ia derecha, deu-.is del ma.-;caron de proa, hay una silueta de un hombre con un libro en las manos en azul gris que esta encuadmdo por cuadritos color gris y rojo oscuro. Debajo dellibro, ola.-. de humo rojo burbujean encima mientms agua mansa envuelve a ambos, al mascaron de proa y a Ia tigum leyendo. La bella figurc1 femenina de perfil, cuidadosamente detallada, color marfil, dor.tdo y marron domina Ia obm. Ella mim hacia el mar con rostro sereno. Asf, Ia bella mujer ofrece proteccion del caprichoso mar como los objetos fanuisticos de las colecciones de Neruda que protegen y cultivan Ia imaginacion. La.-; colecciones extensivas del pocta son tan diversas como bella.<>. En el gmbado La.\¡ mciscaras, caretas oceanicas de colores y forma.-; distinta.-; dominan el gmbado. La.-. mascar.ts con cuemos de distintos tamanos y ojos inexpresivos evocan memorias de celebmciones rituales que emn exu-Jnas e interesantes pard el pocta: "A Ia luz de Ia lampam destilan de noche las mascams de Oceania. Alguna.-. llegaron del Africa cargada.-. de castigos rituales. Encamizada<>, distantes". Alrededor de Ia.<> mascams, tonos de azul frio gotean como agua helada hacia Ia parte inferior del gmbado y suben detr.is de las mascardS en un humo neblinoso y sombrfo de negro y gris oscuro. Encima de una mascarc1 en Ia seccion derecha descansa un pajaro que haec referenda a Ia estrecha relacion entre Ia natumleza y Ia libertad. A Ia vez, sobrcpuesta en Ia misma mascar..t hay una espada de color rojo vibmnte. La espada es un slmbolo de Ia conquista de pafses del tercer mundo y el saqueo de sus riquczas, que incluye,

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contm las gmndes piedms oscuras y frias. Cada ola se estrella agresivamente contra las piedras mientms Ia espuma baila en el aire. Encima de las olas rebeldes y del texto llcno de color hay una imagen pcquciia de Neruda mayor, vestido con un poncho rojo y una gorra negra. Los siguientes versos aparecen debajo de Ia imagen: Compwiem.1·, elllerrculme en Isla Negm, freme a/mar que cono:.co, a ccu/a cirea rugosa de piedras y de olas que mi.1· ojos perclidos no mll'ercin a Per. .. Abrid jumo a mi e/lweco de Ia que anw y 1111 clia dejculla que otra l'e.: me acompmie en Ia tierra.

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Companeros, enterradme en Isla Negra, grabado, 2004.

pcro no 5e limita, a su arte. Las mascaras. que son una faccion de Ia coleccion eclectica de Neruda, rcprcsentan los ·~uguetes" misteriosos y misticos que inspimron al gran poeta. Neruda guardaba sus increibles colecciones en sus trcs casas: "La Chascona". ubicada en Cerro San Cristobal. "La Sebastiana" en Cerro Florida de Valparaiso y "Casu de Isla Negr<~" en Isla Negra. La casa de Isla Negm estaba construida a Ia orilla del mary Neruda Ia compro en 1939. En este bello espacio creativo, cerca de su amado mar, el poeta vivi6, sono y escribi6. El gmbado Compmiems. elllerradme en Isla Negm muestm Ia be\Jeza de Ia costa de dicho Iugar. Acompafian Ia imagen de Ia costa Jlena de movimiento y vigor versos en negro y tonos de azul. El verde suave, el violeta tibio y azul glacial del mar brindan un fuerte contmste con las olas mbiosas que, con una fuerza violenta, chocan

Compaiieros. enterradme en Isla Negra rinde homenaje al mar que Neruda am6 desde su primer contacto con el en su juventud y dondc queria descansar por Ia etemidad. El poeta siemprc dcsco cstar cerca del mar en su mucrte. Rcaliz6 su sueno porque "La Casa de Isla Ncgm", ahom cs un museo donde descansan los rcstos de Ncruda y su tercera esposa, Matildc Urrutia. Asf, Ia casa que e\ poeta llcno de "juguetcs" que lc dicron vida, hoy dfa csta llena de objetos fantasticos que narmn su vida, viajcs y avcnturJs. La casa de Isla Negra no solo guardaba objetos bcllos, sino que tambien era el hogar de una persona muy importante para cl pacta, su tercera esposa, Matilde Urrutia. El grabado Marilde m{a muestm Ia parte superior del bello rostro de Ia mujer de Coihucco, mientras en e\ centro del grabado varios versos de pocsia en color azul encuadran Ia imagen. El abundante pclo ondulantc y los penetrantes ojos en tono marron dominan Ia obra de artc. Los ojos de esta fuertc y talentosa mujer que el poeta udoraba son clave para el grabado, que esla acompaiiado con los siguientes versos: "No quiero dormir sin tus ojos, no quiero ser sin que me mires". Para Neruda su esposa era Chile, era su musa que le infundia fuerzas. A traves de su mirada dirccta. Ia imagen de Mutilde comunica Ju energfa y estabilidad que ella rcpresentaba para Ia vida del pocta. Esta increible mujcr. quien dej6 todo para unir su vida a Ia de Neruda, apoy6 al poeta en los momentos mas dificiles de su vida. Ademas, aun despues de Ia muerte de Ncruda, Matildc continuo amando y apoyando su esposo al rcscatar y publicar sus versos y ayudar a rcalizar e1 sueno del poeta a traves del establecimiento de Ia Fundaci6n Pablo Neruda.


Matilde Mia, grabado, 2004.

MITES 1'/..ASTIC.\S 31

Neruda jamas temi6 a Ia muerte. En el gmbado No me cierren, Alicea explom como Neruda se acerc6 a Ia muerte, su aceptaci6n de Ia mortalidad y los pensamientos del poeta sobre que pasarfa despues de su fallecimiento. El gmbado tiene dos imagenes del poeta sepamdos por una linea roja y otm violeta. La cam de Neruda, ya viejo, en tonos de marr6n domina Ia parte superior del gmbado mientras Ia parte inferior muestra el torso del difunto de perfil. Las dos imagenes nos ayudan a comprender al poeta, quien acercandose al ocaso de su vida busc6 paz en Ia vida para despucs enfrentarse a Ia muerte. La parte superior del grabado enfoca las facciones de Neruda. Un rectangulo vertical azul oscuro esta superpuesto a su ojo izquierdo. Ademas, debajo del rectangulo azul, superpuesta sobre Ia cara en un rectangulo horizontal, los ojos de Neruda se repiten. Los ojos bien abiertos mir.m al espectador. Son ojos que han observado injusticias y abusos y que rechazan cerrarse por miedo a Ia muerte. Ojos que quisieran seguir anotando, recordando y aprendiendo. Por eso, Ia muerte no era un final definitivo para Neruda, sino una oportunidad para aprender. observar y entender en otro nivel. Detr.is del rostro del poeta hay dos cuadros en azul con un diseiio de flores, uno encima del otro. Estos espacios de color en Ia parte inferior del grabado, logmn dimension y continuidad a Ia obm de arte. La parte inferior tiene Ia imagen del torso de Neruda. su cabeza descansa sobre flores rojm; con sus ojos cermdos. La figum sin vida esta

Las mascaras, grabado, 2004

reclinada sobre los siguientes versos: "No me cierren los ojos aun despues de muerto, los necesitare aun para aprender, para mirar y comprender mi muerte". Asf, con estas palabras el poeta da muestras de esperanza y de que seguirfa su busqueda de sabidurfa. Neruda vive a traves de su poesia, versos que son tan pertincntes hoy como cuando los escribi6. Los nueve grabados inspiran creaci6n, celcbmn Ia vida y desmitifican Ia muerte micntras promueven espemnza. Jose R. Alicea en el portafolio y en sus obms de medio mixto nos regala lo mas fntimo y personal del insigne poeta. Estas imagenes nos ayudan a reflexionar y nos llenan de amor por Ia vida. ~~~


Don Pedro Albizu Campos. Foto cortesia de Ovidio Davila Davila Firma de Albizu en uno de los bonos de Ia republica

Rc>·ista ICI' .,;to ll / rtrlott<'tlr II

Los bonos del

Partido Nacionalista

para la reconstituci6n de la Republica de Puerto Rico (1930) Ovidio Davila Davila

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or largo tiempo, mucho se hablo y demasiado se especu16 - y nuda se lleg6 a escribir- con relacion a los bonos privilegiados que emilio, a principios de Ia decada de los 30, el Partido Nacionalista de Puerto Rico. Practicamente todos los datos de que se disponfan estaban dispersos y no habfan sido objeto de investigacion y corroboraci6n. Las leyendas que se tejieron en tomo a estos bonos iban desde Ia alegaci6n de que se habfa tirado mas de una emisi6n, hasta el inverosi'mil cuento de que se habfa impreso un bono especial de diez mil pesos oro ($1 0,000.00) -en el que figuraba el retralo de Albizu Campos- el cual, supuestamente, habfa sido pagado por el dictador dominicano generalfsimo Rafael 1 Leonidas Trujillo Molina • Afortunadamente, hace varios aiios luvimos Ia oportunidad de publicar un trabajo preliminar mediante el cual pudimos rectificar todos esos infundados alegatos que, lamentablemente, se habfan propagado hasta casi convertirse en hechos aceptados!. En esta ocasion presentamos una version revisada y ampliada de aquel primer esfuerzo investigativo. AI igual que el anterior, hemos utilizado numerosas fuentes documentales originates, particularrnente los Libros de Aetas y abundante documentacion original del Partido Nacionalista de Puerto Rico que pertenece a nuestm coleccion particular de documentos historicos, Ia que hemos enriquecido con copioso

material inedito adquirido recientemente. Tambien tuvimos acceso a importantes fuentes y expedientes de inteligencia que, hasta haec poco, se habfan mantenido clasificados como material secreta en los fondos del Bur6 de Asuntos Insulares del Departamento de Guetra de los Estados Unidos, en los National Archives en Washington, D.C.

Por otro lado, cienos ao;pectos muy importantes relativos a Ia emisi6n de los bonos pudieron ser complementados y coJTObomdos grJCias a los testimonios personales que nos ofreciemn varios dirigenles nacionalistas de Ia vteja guardia, entre ellos P.aulino Castro e lsolina Rondon, ya fallecidos, asf como Carlos Vetez Rieckehoff.

1 Los pmpagadnres de cstc cucnln pretcndfan li~ar Ia ligura del patrima boricua con Ia del despma dominkano con Ia clar4 intcnci<;n de mancillar Ia imagen del primem. l o cierto cs que a su paso pur Ia Republica D<!minicana en 1927, Albizu Campos lleg6 a cautil·ar a tal magnitud -con su gran sabidurla y cxtraonlinaria oratoria- a lo m3s brillanlc y dcstacado de Ia intclectualidad dominicana de esc momcnto (c.~ .• Americo Lugo, Federico Hcnrfquez y Can·ajal. Joaqufn Balaguer. l uis C. del Castillo. Emilio Prud' Homme [cscritor de Ia letr4 del himno nacional dominicanoJ, Arwbispo luis de Mcna, etc ), que todavla hoy dla en esc pafs sc n:cucnla. con cmndon dcvnla y gr•n admir•d<;n, el impacto que tuvo en Ia socicdad quisqueyana Ia presencia del pnX:cr ponceilo (vcase Balaguer. Dr. Joaquin: "Liegada de Alhizu Campos", en Me11mrill.< de 1111 mne.1tuw de lt1 "En1 tic Tmjillo ",(Santo D<1mingn: &litora Corripiu. C. por A . 19811). 43-44. Pur clln no cs extrailn que Trujillo llcgara a cxpresar. en alguna que otm ncasi<in. gran n:spctn y admiracion pnr Alhizu Campos. In cual. es importantc scilalar, estc ultimo nunca hizo con rcspccto al primem. 2 Vease Ovidio Davila. " Lm bonos pam Ia reconstitucion de Ia Republica del Partido Nacinnalista de Puerto Rico. 1930", en Numie.r1m '95, Sociedad Numism:itica de Puerto Rico, Pla1.a Las Americas, Halo Rcy, ( 1995): 14-18.


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TRASFONDO fDST6RICO La mas temprana referenda hist6rica que hemos podido encontrar Ia tenemos en Ia tirada de billetes convertibles en bonos de Ia Republica de Cuba realizada el 17 de agosto de 1869 por Ia Junta Republicana de Cuba y Puerto Rico de Nueva York, de Ia cual era secretario el medico puertorriqueno Jose Francisco Basora, cuya finna aparece en los referidos billetes). Mas tarde, durante Ia Guerra de Independencia ( 1895-1898) de Cuba, el Padre de Ia Patria, Dr. Ramon Emeterio Betances, se convierte en el mas activo agente de ventas de los bonos de Ia Republica de Cuba en Europa. Desde alii remitfa regulannente fuertes sumas de dinero, con los que se abonaban los esfuerzos de lucha para emancipar de Espana a Cuba y Puerto Rico•. Sin embargo, Ia emisi6n de los bonos de Ia republica del Partido Nacionalista de Puerto Rico parece haberse inspirndo dircct.amente en Ia experiencia de una tirada similar que hizo el movimiento republicano irlandes en Ia decada de los 20, bajo Ia direcci6n del dirigente revolucionario Eamon de Valer.t. Esta emisi6n se coloc6 mayormente entre los inmigrcUltes y obreros gae1icos que laboraban en las fabricas de Cambridge, en Boston, Massachusetts, asf como en otms partes de los Estados Unidos. El monto total de dicha emisi6n ascendi6 a Ia suma de $6,000,000.00. Un total de $4,310,000.00 fueron colocados: 2 bonos de $10,000; 4 de $5,000; 28,000 de $50; y 287,000 de $10~. Fue. precisamente, Pedro Albizu Campos -cuando era estudiante de Ia Universidad de Harvard ( 1913-1921 )-, uno de los que solfa acudir activamente a dichas fabricas para arengar, desde improvisadas tribunas, a los trabajadores irlandeses para instarlos a que 3 Vo!ase Gcnn~n Delgado Pas:~pc:r~. Pucrtn Rico: s11s l11rlras Piedras: Editonal Cuhural. 198-1), IOS-11 3; y. Maurice Gould ) Lincoln W. Higglc. Tire Mrlll<",l' of Puertt> Riw (Racine. \Visconsin: Whilman Publishrng Company. 1962), 8 I. -1 Haroldo Dilla y Emilio God(nez, Rtm11l11 Emcleno 8 .-wnccs. Colccci6n Pcnsamiemode Nuestr.~Am~rica (La Habana Casa de Ia.• Americas. 1983). 325·331. y Fc!lix Ojeda Reyes.£/ tlc.flcrrttdtJ de Poris: blt>l/rtljill dcltloctur Rcmujll Em<"t<"ritJ B<"tanccs ( /827· 1898), (San Juan. Ediciones Pucno. ~001), 5 Vea.o;c N;uciso Dass6 Varela. " lrlanda palla el cmpn!stato de su mdcpc:ndeocia". en La Ptrl11bm, ai\o I. mim. 7. San Juan de Poena Rico (2 de diciembn: de 1935 ): 9 y II . Se U':lta de una rc~ib en tomo n un cditonal, ~ cste p:macular. pubhcado por cl SaliUtlcry E•·eninl! Pm r, de Nueva York. en su cdiei6n del 9 de no•·icmbrc de 1935. Tra.• lrlanda logr.ll' su indcpc:ndcncta. cl dirigcntc nacionalista Eamon de Valera. es clc:cto en 1932 como primer ministro de Ia nuc•·a republica. Poco dcspu~s. en 193S. Ia rcci~n instaurnda republica de lrlanda establccc unas oficinas en Nue•·a York pant atendercl proceso de rcdenci6n y pago de los intcrcscs de los bonos pro indcpc:ndcncia cmatidos entre 192 1 y 1923. E•·cntualrnente csUls olidna.• tuviemn que cerr.ll' opc:racioncs. ya que Ia mayor pane de los posccdorcs de los bonus sc nc11aban a n:dimirlos. Ellos considcraron que cl danero invenido en Ia compra de los bonos habfa constituido una donaci6n a Ia causa rc\'Oiudonana del pueblo irlandCs.. por Ia que red aazaron cobror los mismos .-mwrdpaduras ~ Rfo


Krrlm. JCI' miu 6 I mimt'nl II

I.m bmU>s d~l Partid11 Nacirmalista para Ia rurmstituccirin de Ia Rcpliblica de Pucrt11 Ric" ( 1930~ O,·idto D.!i,il:l D:h"il~

hicieran aportaciones a los fondos destinados a apoyar Ia causa de Ia independencia de lrlanda~. Como director de los grupos de apoyo a Ia causa irlandesa en Harvard, Albizu Campos tambien particip6 en Ia co\ocaci6n de los bonos republicanos en Ia ciudad de Boston'. ALBIZU CAMPOS Y LA EMISION DELOS BONOS Luego de realizar una peregrinaci6n por distintos pafses de Hispanoamerica (Republica Dominicana, Cuba. Mexico, Panama, Peru y Venezuela) en blisqueda de solidaridad y apoyo a Ia lucha porIa independencia de Puerto Rico, Albizu Campos rcgrcsa a Ia Isla el 4 de enero de \930. Poco despues, en Ia Asamblea Gener.J.l del Partido Nacionalista de Pueno Rico, celebmda el II de mayo de 1930, es electo prcsidente de dicho movimiento patri6tico. En esa debatida asamblea se reafinna el postulado albizufsta de que "EI Nacionalismo es Ia Patria organizada para el rescale de su sober..mfa", por lo que e\ partido adquiere un segundo y sugestivo nombre: "Movimiento Libertador de Puerto Rico". Las nuevas bases de lucha adoptadas en esa ocasi6n reafinnan Ia raigambre y Ia continuidad hist6rica del Partido Nucionalista con respecto a Ia gesta de Lares y Ia inspiruci6n revolucionuria de Betances. Ello nos explicu Ia accion militunte y combativa que de uhf en adelunte habra de caracterizar al 1 movimiento nacionalistu puertorriquefio • Todu iniciativa putri6ticu y rcvolucionariu tiene que disponer -para poder tener posibilidades de ex ito- de un solido apoyo econ6mico. Si no hay dinero, no sera posible sostener los cuudros directivos y los orgunismos program:iticos necesarios para darle curso y ucci6n a ese tipo de gesti6n historico-polftica•. Hu habido movimientos que han podido contar con el respaldo financiero de patrocinadores acaudalados ode pafses solidarios. Ese nunca fue el caso del Partido Nucionalistu de Puerto Rico. Ante esa realidad. Albizu Campos recurre a\ metoda que habfa resultado beneficioso para Ia luchu de los cubanos y los irlandeses: Ia emisi6n de bonos.

La mas tempmna referenda documental que tenemos sobre los bonos, Ia encontmmos en un acta de Ia Junta Nacional del Partido Nacionalista de Puerto Rico: "El presidente inforrno sobre los bonos Pro-Independencia de Puerto Rico que senin colocados en el exterior" ~. Todo parece indicar que esla escueta y breve oraci6n resume el planteamiento y propuesta que originalmente presenta Albizu Campos a Ia Junta Nacional en tomo a Ia emisi6n de bonos para Ia obtenci6n de los fondos que habrfan de sufragar los altos costas de articular una \ucha frontal por Ia independencia de Puerto Rico frente a los Estados Unidos. Subemos que Ia propuesta es aceptada y aprobada finalmente en una sesi6n de trubujo que lleva a cabo Ia Junta Nacional e\ 16 de noviembre de ese mismo afio, aunque ello no consta en e\ libro de actus como tal. M:is adelante, en e\ acta de Ia sesi6n de Ia Junta Nacional correspondiente al 14 de diciembrc de 1930, encontramos las siguientes anotaciones con respecto a los bonos: 1

A preguntm del Dr. Jose C. Carde, e/ Presidellle informa sobre todos los pormenores re·ferentes a Ia impresic}n de los bonos. u1 Casa Camero Femcinde: & Co. se comprometir} a /weer e/ tmbajo sin garalll{as, a pe.mr de que se le ofrecieron fianzas de personas de .ml••encic1 ecmuimica. Tcm [sic.} es as{ que e/ liuigrafo habra comenzc1do ya el trabajo. Mch tarde lllvo conocimiemo que e/ Sr. Enrique Adsuar. de afiliacic}n Unionista y miembro de lt1 corpomcic)n, lwbia solicitado de Ia lullla Directiva de Ia ca.m que se abstlll'iese de hacer e/ trabajo porque podicm comprometerse ante las autoridacle.1· colonia/es. lnfomu} el perito que tambien habia .1·ido cm1.wltado el abogado de Ia empre.m, opinando que podia traerle serios conflictos a Ia misma. £1 Sr. Diez de Andino mcmifesui a/ Presideme que nose extrmiase de esa actillld, pues en otras ocasiones no habfa querido imprimir uno.1· programa.11 de propaganda nacionalista. u1 negativa, fmes, se lw debido a temores de Ia 11 empre.m y no c1 Ia fait a de garantfa •

6 Laurn J\l cnc~cs de Albizu Campos, Laur~. Ml>i:.lt C.mt)>t>s y /11 Jutlt•pemlem·i" tit• l'ru:rto Riw (San Juan r.lc Puerto Rico, 1961), 19. 7 Asr se lo n:liri<i el pmpiu Albizu Campm a Paulino Ca•tro cuandu ambt.>s companfan Ia misma ccMa en Ia carcel de La Princcsa. entre 19511 y 1953. a ra(z dellcvanlamicnlo annado de 19511 (cumunicacion personal: ca. 197MJ. !! Marisa Rosado, l'erlm M/Ji:u Camp"'· Ia.• //""'""' dt• /11 rurmm; 1m tlccn·llmimto " su biogmfill, Ai\n del Ccnlcnario del Maestro Pedro Albizu Camp<" (San Juan de Pueno Rico. 19911. 107. 9 Ftdcl Caslm. U11 }lrlllw de lll<1 i:: cmwcr.wdtin can Ttmuh llo'K<'" (La HDhana: Olicina de Publicacioncs del Consejo de Estado. 19921. 292 10 Libro de Aetas del Panido Nacionalista de Pueno Rico {1 929-t9n ~ Scsi<in del 2 de nov iembrc de 1930, folio 56. en an:hi'l> del autur II Libru de Aetas... [ 10]: folio• 57·5M.


HISTOHt-1 JS

Lo aniba expuesto nos confinna que ya, hacia mediados de diciembre de 1930, el plan de emisi6n de los bonos propuesto por Albizu Campos estaba siguiendo su curso y que se Ie habfa encomendado su elaboracion a Ia empresa litografica Cantero Fernandez & Co., Ia que, por entonces, estaba localizada en Ia calle Salvador Bmu (San Fr.mcisco) numeros 57-59 y Allen (Fortaleza) numero 48 en el Viejo San Juan. Esta firma poseia uno de los mejores talleres de anes gr.ificas en todo el area del Caribe y se especializaba, segun los anuncios comerciales de Ia cpoca, en "litografia, gr.tbados, estampados, impresos y encuadernaciones". Como nos dejan vcr estas anotaciones, Albizu Campos sc cncontraba tramitando, directa y personalmente, todo lo referente a Ia impresi6n de los bonos con Ia casu litognifica. E'i evidente que hubo dena resistencia por parte de Cantero Fernandez & Co. a realizar Ia clabor.tci6n de los bonos, como to demuestm Ia intervcncion negativa de Adsuar en este asunto. El micdo y el temor a Ia represi6n han constituido siemprc un clcmento patcntc dentro de nuestm realidad de subordinaci6n politica. Pero, como muy bien seiiala cl acta, el a~pccto de gamntiao; por el pago de los servicios no constituy6 un problema, ya que el Panido Nacionalista habia Jogmdo el apoyo econ6mico del comerciantc Jose Pa~cual Berrios, quicn otorg6 un prestamo por $300, los que sc utilizaron pam abonar a Ia cucnta por los ~ervicios de elabomci6n de los bonos. De igual modo, Albizu Campos habia suscrito una solicitud de prestamos con el Banco Popular por Ia misma cantidad de $300, que nunca hubo Ia necesidad de mdicar'!. No cs. sin embargo, hm;ta varios mcses despucs que aparccc Ia proxima mendon de los bonos en Ia documentaci6n oficial del Partido Nacionalista de Pueno Rico. En el acta de Ia sesi6n de Ia Junta Nacional, con fecha del 29 de marzo de 1931, aparccen las siguientes anotaciones:

El Presideme nwstrd a Ia Juma 1111 romo de bonos y relau) las visic:itude.r que lw lrabido que salmr para lograr su impresifjn, El Preside/lie mcmifesf(j lraber encarxado a/ u :do. Ve~e Oni:. para redcu:wr w1 reglame/llo de emprestito. u1 Junta ratijicf1 el ac:uerdo sobre el Empre.1tito del /6 de nol'iembre de 1930. El S1:

Joaquin Ar:uaga propuso que el dinero por concepto de 1•enw de bono.1· se deposita.1·e en el "Cridito y Alwrro Poncelio ", porque los banc:os de San Juan estan cmrtrolados por elementos extrcmjeros. El Sr. Rafael Rojas pmpu.w que los dep(jsitos se hiciesen entres bcmcos: I. Nm•a Scotia 2. Royal Bank of Canadci 3. Cridito y Alwrm Ponce1io. El Lcclo. Paniagua sugiricj que se llombrase una comisif)n que organi:.ada en fomw de ellliclcul se encargase de Ia custodia del dinero reccwdado en Ia 1•enta cle bonos. Se pmpuso que los c/ep6sitos bclll('(ll'ios se hiciesen a nombre clef Panido y los desemhol.ws fuesell alllori:ados [101' Ires per.wmas de Ia Juma Nacimral: I. El Presideme 2. El Te.wrem 3. El Secretario General. Se apmbd 1111a comisidn de /0% a las II pe1:wmas encargacla.1· de Ia l'ellla de bono.1· .

Por lo que nos revclan estas notus, resulta claro que lograr Ia claboraci6n de los bonos no fue larea fUcil para el Partido Nacionalista de Puerto Rico. Ya de entrada vemos todos los obstaculos que tuvo que supcrar. Sin embargo, podemos ver que ya hacia marzo de 1931 los bonos estaban listos, y que todo era cuestion de poder articular los mecanismos para su colocaci6n y el manejo de los recaudos. Aqui tambicn se hace referenda al acuerdo pactado cl 16 de novicmbre de 1930 con respccto al emprcstito, el cual no consta en el libro de aetas. Por ello suponemos que se . redacto como documento apartc . A pesar de que dur.mte esta sesi6n Albizu Campos indica que ha encargado Ia rcdacci6n de un reglamento para manejar el emprestito, varios de los miembros ofrecen distintas ideas de que hacer con el dinero que sc recaudara. Es intercsante el hecho de que en csta sesion se aprob6 una comisi6n de I0% pam lao; persona" que se encargar.ln de Ia colocacion de los mismos. ~

LOS BONOS Y SUS CARACTERISTICAS Un total de 35,400 bonos, correspondientes

a Ia Serie A. fueron impresos como tirada inicial por $200,000 del emprestito autorizado de $5,000,000u. Esta cantidad de bonos se distribuy6 de Ia siguiente manera:

11 E.t•" uucumcnlus fnnnan pane: lie:I cxpetlicnlc II<: I l'anilln Nacinnalisla uc Puerto Rico en lomo n Ins bonos q\IC •lht~ en cl archivo del al!lot. 13 Libm de: Acla~ ... [ 10[· folio• 6K-69. I4 Lamc:nlahlc:mcmc. nn cnnMa en c:xJ>C<Iic:nlc. pur In que lcmcmos que: so: hay a J>Crlliuo. 15 Eslos dalU< esl:in b:<Sudn< en cl im·enlarin de Ins bonos lc\'unladn en 1936 pur Luis F. Vcl:i1.quez. lcson:rollcl PunKin Nucinnahslil, M>hn: d <IUe se har.i n:fen:ncia m:is adc:luntc


Nc1¡is1a ICP mlo 6 / mimao II

L11s brmus del Partid" Nar:irmalisltl para Ia rccrmslillrcciotl de Ia Nepriblica de Pttcrtll Nic11 ( 1930) Ovtdio D:h tla Davila

(I) 20,000 bonos de un

peso oro ($20,000), en 100 libretas de 200 ejemplares. (2) 10,000 bonos de cinco pesos oro ($50,000), en 50 libretas de 200 ejemplares. (3) 4,000 bonos de diez pesos oro {$40,000), en 20 libretas de 200 ejemplares. {4) 1,000 bonos de cincuenta pesos oro {$50,000), en 25 libretas de 40 ejemplares. (5) 400 bonos de cien pesos oro ($40,000), en 20 libreta~ de 20 ejemplares. Contrario a Jo que algunos han alegado, no existi6 nunca 1a denominaci6n de veinte pesos oro,.en Ia que supuestamente. .,.figur6 Ia efigie del patrmta Segundo Ruiz Belv1s . Cada una de estas denominaciones fue numemda independientemente, en serie consecutiva, con dfgitos en color negro, a excepci6n de los bonos de cinco pesos oro, cuyos mimeros de serie aparecen impresos en color azul. Esta denominaci6n parece haber sido Ia primem en imprimirse, ya que los bonos colocados inicialmenle, como veremos mas adclantc, fueron los de este valor. Ello nos explica por que los numeros de serie de los bonos de cinco pesos oro aparecen impresos en un color difcrente. Cada bono tenia su correspondiente talon donde figumba e1 m1mero de serie y una plani\la pam entmr Ia respectiva informacion referente ai nombre de Ia persona a quien se expedfa el bono, el Iugar y fecha de expedici6n, nombre del comisionado, y observaciones, si alguna. Los pocos talones que se conocen tienen Ia planilla en blanco, excepto el que ilustramos en este tmbajo, el

que corresponde a un bono de un peso oro (#11401) que se expidi6 a sf mismo, el 26 de agosto de 1932, el Lcdo. J. M. Giol Cabassa, comisionado de Ia Junta Municipal de Aguadilla. Pam Ia impresi6n de las cinco denominaciones de los bonos se utiliz6 un mismo diseiio, honr.lndose, con su retmto, Ia memoria de los palriotas Fmncisco Ramirez, primer presidente de Ia republica en Lares ( 1868), en el bono de un peso oro; Mariana Bmcetti, "Brazo de Oro" ', en el de cinco pesos oro; Jose de Diego, en el de diez pesos oro; Ramon Emeterio Betances, en el de cincuenta pesos oro; y, Eugenio Maria de Hostos, en el de cien pesos oro. El marco decomtivo utilizado en Ia impresion de los bonos fue el mismo que Ia firma habfa utilizado tmdicionalmente pam Ia confecci6n de bonos y acciones de otms firmas comerciales, como lao; ilustmdas de Ia Utuado Sugar Co. Aparte de los signos y leyendas de Ia correspondiente denominaci6n, los textos establecian las condiciones del "Primer Emprestito de Ia Republica", el cual serfa al4% de interes, cmpezando a dcvengar intereses al momenta del reconocimiento intemacional de Ia republica, y vcncicndo a los cinco aiios de tal reconocimicntoIJi. Como elemento de seguridad en Ia impresi6n de los bonos, se utiliz6 una tina malla de fondo con motivo de lfneao; pamlelas zigzagueantes-, en color azul claro, en el bono de un peso oro; umariA llo, en el de cinco pesos oro; gris violeta, en cl de diez pesos oro; gris crema, en el de cincuenta pesos oro; y verde, en el de cien pesos oro. Los bonos fueron impresos en papel cartulina fino color blanco. Algunos ejemplares (muy raros, por cierto) tienen Ia marca de agua del fabricante, que lee ACCEPTANCE LEDGER,

16 Est~ dcnominaci6n no pudo emitirse debido ~que hubiera represent~do un oneroso incremento en los custos de Ia emision de los bonos (lsoltna Rondon comunicaci6n personal. 1973). 17 La fmografin de dona Mariana fue suministrada a Albizu Campos por Antonio Briganni, un niclo de ella que pcncneda, por aquellos anos, ala Junta Naclonalista Municipal de Yauco (Angel R Villarini, y Juan E Hernandez Cruz, Pcdm Albi:u Cmnpos: l'id11 r pcnsumienw, S~n Juan de Pucno Rico, Editorial de Educaci6n Polhica, Panido lndcpcndentisla Puenoniqueilo: 1970, II ). A ella se le llcg6 a conocer como "Brazo de Oro", debido a que Ia bandera de la Rcvoludon de Lares que ella habfa cstado cosicndo, junto a doila Obdulia Rojas "'""!:sposa de don Manuel Roj~s -, lcnla un~s borlas hcchas por Mariana con hilo de oro puro. Para no levan tar sospcchas, cl dorado hilo se habfa ido adquiriendo poco a poco, lo que dtlalo Ia confcccion de Ia enscila. Por clio, al ocunir cllcvanlamiento en Lares en 1868 no putlo scr ondeado d p~bcllon remlucionario ideado por Bcl~nces Esle dalo, que era desconocido, fue publicado por nosolros por primera vez en: Ovid to Ddvila, "EI cenlenario de Ia adopci6n de Ia bandera de Pueno Rico discil~da por tlon Antonio Wlcz Alvar.tdo, 1895-1995" en Mmtie.rpo '95. Socicd~d Numismalica de Pucno Rico. H~lo Rey. (1995} 9. 18 Los bonos eslablecen que sen\n "pagados al Tesoro del Partido Nacionalisla de Pueno Rico para reconsliluir (c!nfasis nuestro) Ia Republica". Ello cs as f. ponjuc Albizu c~mpos consideraba que, confonnc a derecho. I~ republic~ de Pueno Rico h~br~ sido procl~m~d~ y conslitufd~ en Lares, JXlr lo que Ia misi6n y responsabiltdad hislorica de su movimienlo consislfa en reconstituirla. Confonne al pensamiemo alhizufsla, Pueno Rico es una nacton inler-¡cnid~ y somctida mililnrmcnlc ~ un n!gimcn de subonlinacion polhica y economic~; conceplo que lorna ~ctualidad y vigencia en cstos momentos i!ramdlicos que vive hoy el Pals con lodo lo relacionado a Ia simaci6n que sufn:n nucstros hcnnanos puenorriqucilos de Ia isla de Vicques.


HISTORIA 37

sobre Ia cual aparece - ir6nicamente- un motivo de un aguila imperial con las alas extendidas detr.is de una "A" mayuscula. Los bonos llevan impresas las firmas de los oftciales directivos de Ia Junta Nacional del Partido Nacionalista de Puerto Rico que autoriz6 Ia emision: Pedro Albizu Campos, presidente; Abelardo Rufz Morales, tesorero; y Manuel Rivera Matos, secretario general. Yemos, por lo tanto, que fue totalmente distorsionada y malintencionada Ia version que algunos adversarios de Albizu Campos propagaron, por aquel entonces, en el sentido de que en estos bonos este se habfa proclamado, autocnilicamente. como "Presidente de Ia Republica de Puerto Rico"~. Esa aseveracion fue una de las tantas acusaciones difamatorias que utilizo el regimen para intentar desacrcditar . ~ aI procer ponceiio . Para su expedici6n, los bonos se habrfan de contramarcar -como es requerido para este tipo de instrumento de valor- con Ia impresi6n del sello seco oficial (cuiio en relieve) del Partido Nacionalista de Puerto Rico. Solo dos juegos de bonos fueron asf contramarcados para efectos de archivo. Debido a las circunstancias que obstaculizaron su distribucion y ventacomo veremos mas adelante- el resto de los bonos no llegaron a contramarcarse. COLOCACI6N Y VENTA DE LOS BONOS La primera noticia en Puerto Rico sobre Ia puesta en circulacion de los bonos aparecio publicada en el peri6dico La Democracia, en su edicion del 18 de abril de 1931. Veamos, a continuaci6n, lo que se inform6 en aquel momenta a Ia comunidad puertorriqueiia:

SAN JUAN, P.R., abri/9 (AP). -EI Partido Nacionali.rta de Puerto Rico, del Cllal es presideme el Lcdo. Pedro Albizu Campos, emithi hoy los primeros certificados por valor de 200,000 do/ares, de los bonos aprobatlos por diclw colectiloidad hasta 1111 total de $5,000,000 oro que .rerti co1wcido como "Emprestito de Ia /ndependencia ". El producto de Ia vema de los referidos bonos sera emp/eado en ww campmia para el establecimiento de Ia Reptiblica de Puerto Rico.

Los certificados, todos de 1111 valor llomi11al de cinco doillres (enfasis nuestro) dec/aran que se cmwertird11 en una obligacion de Ia Rep1iblica de Puerto Rico, pagadems por eltesorem de dicha rep1iblica cinco mios despmfs de ser reconocida Ia misma con intertfs de cuatm por ciellfo anual desde Ia feclza de diclw recmtocimiellfo. La emisilin fue autorizada por Ia asamblea general del Partido y Ia campmia para e/ establecimiemo y reconocimiemo de Ia rep1iblica que lla de illiciarse COli Sll proc/uctO sera de carcicter universal, particu/armeme con e/ fin de obtener e/ apoyo moral de las rep1iblicas ltispanoame· ricanas. las cuale.f ya fueroll visitadas por el se1ior Albi:u Campos lzace poco nuis de 1111 01io. En este parte de prensa podemos ver que los primeros bonos, "todos de un valor nominal de cinco d61ares (sic.)", fuemn puestos en circulaci6n pam su venta el9 de abril de 1931, es decir, poco mas de una semana despues de Ia sesi6n de Ia Junta Nacional en Ia cual Albizu Campos informaba que yu se habfa logrado Ia impresion de los bonos. Estos bonos de cinco pesos oro, como ya fue senalado, tienen impreso el numero de serie en color azul. Estos tambien se distinguen de los otros en que el nombre de Mariana Bmcetti esta escrito en tetras de molde tipogr.ificas, mientras que los nombres en los otros bonos -como en el de Jose de Diego- aparecen tmzados caligr.ificamente. Otra caracterfstica particular de los bonos de cinco pesos oro Ia podemos observar en Ia disposici6n del drculo exterior del sello (con el escudo de Puerto Rico y las banderas de Lares y Puerto Rico) de Ia Junta Nacional del Partido Nacionalista, el cual esta un poco separado y no toea, como en los otros, una de las bolutas del marco decorativo del bono. Todo ello nos confirma, claramente, que los bonos de cinco pesos oro fueron confeccionados e impresos en una tirada inicial y aparte de las otras denominaciones.

19 Vc!asc. por cjcmpiL>, ~ Paul G. M1llt1, Hi.rll>ri<l ,/,· Pumr• Rir•• (Chicago Rand McN~U~ y Comp;l<'li;). 1939}. 511. "!0 lbCd .. 517 ·S:!l.


Rerista ICI'

Lt1J btmus Jel l'anid11 ,\"acimaa/ista para Ia rrcml.flilflrcitila de Ia Republica de /'11'11" RictJ (19JOJ o ,·Niin D:i\'ila O;hib

mlo 6/mim~m I I

El parte noticioso tam bien nos senala que los fondos provenientes de Ia venta de los fondos serian utilizados en una campafia a favor de Ia independencia de Puerto Rico, a los fines de obtener apayo intemacional pam el establecimiento de Ia republica. Recordemos que en esos momcntos el Partido Nacionalista estaba ocupado en sus planes de participar en las elecciones de 1932, las ultimas en las que participaria este movimiento libertario. El 8 de julio de 1931 Ia Junta Nacional del Partido Nacionalista vuelve a tocar el terna de los bonos. En esa sesion se indica to siguiente: El Presideme termitut informmrdo que el Partido tiene IIIICI deudc1 c:omraida que a.w.:iende alrededor de $/,400.00, que hay que organizar Ia colocac:ic)n de los bonos y {Jidc a los miembrm de Ia Junta Nacimwlun plan para e/lo, el cual debe rmer para Ia pnhima sesilln del mic!rr.:ole/.

A pesar de que en esta sesion se menciona que para Ia proxima reunion de Ia Junta, a llevarse a cabo el 15 de julio, habria de traerse a colaci6n el lema de un plan para Ia colocaci6n de los bonos, el hecho es que no es hasta Ia scsi on del 6 de agosto de I931 que se retoma este asunto. En esa ocasion se anota: Hizo incapit! [sic:.] el Presideme .mbre Ia apremimlle situaciciu ec:muimica que pesa sobre e/ Partido Nacicmalista en Ia c1wl esui comprometido su credito personal y e/ prestigio cle Ia colectividad. Mcmifestc} Ia urgellle necesidad de proceder '' le1 c:olocacicin de bonos para amortizar esTCis deudas y su.fragarlas actil'idades del Partido. Se acordci que Ia Secretaria em•iase ww circular a las Jumas Locales a fin de que e.was informasen sobre las persmws de .wlvencia ecmuimica en Ia localidad que pudiesen c:ompmr algwws bonos de las categorias mcis costosa.~. Se comisimui a/ selior Evmrgelio Veltir.quez Merced para Ia co/ocacicin de bono.1· en e/ distriw de Guayama. Se nombrci tambien wra com ision para que ••isiwse a Ia familia Hosros a ver si quericm comprar e/ bono mimero ww de Ia serie que /leva e/ retrato de D. Eugenio Mtlria de Hosro/:. :?.I Lihm de Actus... 1101; folio 73 :?.:! Lillro de Actus... )Ill): folios 74·75.

Es evidente que al Partido Nacionalista se le hizo muy diffcil Ia tarea de colocar y vender los bonos para Ia reconstitucion de Ia republica. Con forme al testimonio ofrecido a nosotros par el celebre aviador Narciso Basso. quien por entonces, junto a su hermano Horacia, fue un gran colabomdor del Partido Nacionalista y de Albizu Campos, Ia venta de los bonos represent6 un gmn fracaso para el movimiento nacionalista. ya que Ia situacion econ6mica por Ia que Puerto Rico atmvesaba em muy critica. A eso hay que aiiadir que Ia compm de los bonos emtambicn vista par muchos como un acto que podria tmerle serios y gmves problemas palfticos at que los adquiriesc, dado el estado de persecusion y rcprcsion que ya cornenzaba a agudizarsc conlm todo aquel que favorccia Ia independencia pam Puerto Rico. Con relacion a Ia comision nombrada para que visitase Ia familia Hostos. Isolina Rondon nos relata que ella acompafi6 a los miembros cuando acudieron a Ia casa del hijo de Eugenio Marfa de Hostos, el historiador Adolfo de Hostos, para ofrecerlc el bono #I de Ia serie de cien pesos oro. Este caballero estuvo dispuesto a entregarle a Ia comisi6n los $1 00.00 que costaba el bono. pero se ncg6 a conservar el instrumento que ostentaba el retrato de su honorable padre. Ante csa actitud, Ia comisi6n rechaz6, indignada, Ia ofensiva oferta del hijo del pr6cer antillanista. Tal como se dctennin6 en Ia citada scsi6n de Ia Junta Nacional, el Partido Nacionalista procedi6 a distribuir -como veremos- un buen numero de libretas de bonos de distintas denominaciones entre personas de confianza del movimiento que residfan en diversas ciudades y localidades de Ia Isla, con Ia espcranza de que con las recaudaciones se pudiemn adelantar los trJbajos y actividades patrioticas del partido. La realidad es que muy pacos se llegaron a vender, particularmente los de mas aha denominacion. LA COLOCACION DE LOS BONOS EN NUEVA YORK Hacia junio de 1932. el Partido Nacionalista de Puerto Rico decide probar suerte en Ia ciudad de Nueva York. donde se habfa constituido una Junta Nacionalista en Ia cual colaboraba un buen numero de activos y


dimimicos jovenes nacionalistas::J. A esos efectos, Ia Junta Nacional remite una cantidad indeterminada de bonos de diez: pesos oro para su colocacion en Ia gran urbe estadounidense. El hecho atme Ia atencion de Ia prensa norteamericana, Ia cual le brinda una amplia cobertum al asunto entre los dfa<; 29 de junio y II de julio de esc aiio. Entre Ia<; numerosas reseiias publicadas en diversos rotativos debemos destacar las aparecidas en The New Ylnk 1imes (29 de junio), 77w Hhrld Telegmph (29 y 30 de junio) y New YlJrk Stm (30 de junio), de Ia misma ciudad; Boston Tramcript (30 de junio), de Boston; Pittsburgh Press (3 de julio), de Pittsburgh; y Enquirer Still (II de julio), de Columbus, Georgia. En todac; esta<; publicaciones se informa que Lorenzo Pineiro Rivas, presidente de Ia Junta Nacionalista de Nueva York, localiz:ada en el m1mero 60 al Oeste de Ia calle 114, estaba a cargo de Ia venta de los bonos, los cuales son descritos como corrcspondientes a Ia denominaci6n de diez pesos oro. En estos partes de prensa tambien se seiiala que los fondos serfan remitidos a! dirigente del movimiento a favor de Ia independencia de Puerto Rico, Pedro Albizu Campos. Uno de estos peri6dicos, e\ Enquirer Swt, expresa que las autoridades fedemles deberian investigar Ia venta de estos bonos y arrestar a los miembros de Ia Junta de Nueva York, a los que llega a catalogar como swindlers, o sea, cstafadores. En respuesta a los reclamos de Ia prensa norteamericana, el coronet Kyle Rucker, juez consultor interino (el tr.igicamente celebre geneml Blanton Winship em el incumbcnte en propiedad) del Bur6 de Asuntos fnsulares del Departamento de Guerra de los Estados Unidos remite, con fecha del 31 de agosto de 1932, un amilisis legal sobre Ia venta de los bonos en Ia cual opinaba que dicha venta para el estab\ecimiento de una "republica inexistente" tenfa toda Ia apariencia de una acci6n fraudulenta, porto que recomend6 que el asunto fuera referido, para Ia acci6n que correspondiem, a\ Procumdor Geneml en Washington, D.C., asf como at Secretario de Justicia del estado de Nueva York=•. ( fallcci~o ), Carlos Velez Rickchuff. Vlctur M. Santiago, 1\!a~im ino V:l1,qucz y Genmln RickchoiT Sampayo (fullcci~o). 1-1 National Archives, Wdshingtun. D.C. Recur~ Gmup #350 , Gcncnl Classified file #26-129· 8. La acth·a y rcprcsiva panicipacit\n tic Winship en cstc particular lo cunfi nna Thomas Mancws, l.<t politit'a t•uerwrriqtl<'tia .1' el Nur!\'IJ Tntlo (Rfn Piedras: E<.liturial <.lc Ia Univcrsidad de Puerto Rico. 1970 ). 41.

23 En1rc cllos cstuban Lorenzo Piilctm Ril'as


Re•·ilta tcr

uJJ bmtll$ dd Partid11 .\'acitmalista para Ia rummituccitln tf~ Ia R~ptiblif'a d~ l'llrrltl Ricu,(19JO' 0\'i~io

mTo fi lmimcm J/

Es necesario Hamar Ia atenci6n al hecho de que, en su momenta, las autoridades federates no tomaron acci6n legal alguna contra los cubanos e irlandeses cuando estos colocaron para Ia venta en los Estados Unidos los bonos de sus respectivas "republicas inexistentes". Aunque el proceso investigativo promovido por el Departamento de Guem1 no progreso, debido a que Ia venta de los bonos en Nueva York no lleg6 a ser muy exitosa, Ia realidad es que el dicho proceso constituy6 el inicio de Ia intervenci6n directa de las autoridades militares en los actos de represion contra el nacionalismo puertorriqueno y su maximo dirigente Pedro Albizu Campos~. Debemos recordar que poco despues el presidente estadounidense enviaria a Puerto Rico al coronet Francis E. Riggs, como jefe de Ia Policfa Insular, asf como al propio general Blanton Winship, como gobemador de Ia Isla, quienes, con sus despiadadas y represivas acciones, llenarian de sangre las calles de Puerto Rico y llevarian elluto al seno de decenas de hogares puertorriquenos:!(,. LA SUSPENSION DE LA VENTA PUBLICA DELOS BONOS Albizu Campos y los principales dirigentes del Partido Nacionalista de Puerto Rico fueron prontamente alertados sobre los procesos investigativos que se estaban fmguando contra ellos. Por esa raz6n, se tom6 Ia determinacion de suspender Ia venta publica de los bonos. En lo adelante, las ventas se habrfan de realizar de forma discreta, ofreciendolos directa y personalmente a los ~ibles compmdores en Puerto Rico yen el extmnjero:7. LA COLOCACION DE LOS BONOS EN illSPANOAMERICA Y ESPANA El I5 de septiembre de 1935 se lleva a cabo

D:h'ib O:il·ib

una tensa y dmmatica sesi6n de Ia Junta Nacional del Partido Nacionalista de Puerto Rico. Afortunadamente, el acta se conserva y en ella hemos podido encontmr importantes datos sobre los bonos. En dicha sesi6n Evangelio Velazquez Merced, a quien, como vimos anteriormente, se le habfa comisionado en 1931 -cuatro anos antes!a colocacion de bonos en el dislrito de Guayama, solicita que se le linda un infonne sabre Ia C'J.ntidad de bonos que hay fuem de Puerto Rico. Inmediatamente, Albizu Campos le contesta que en Venezuela estan los bonos que llevaron alii' los doctores Perea (los hermanos Juan Augusto y Salvador), tambien menciona que otros se le habfan enviado -como ya vimos- al delegado Filiberto Vazquez en Espana, y que Fmncisco Pagan Rodriguez habfa ltevado a Argentina (donde estudiaba Derecho) otm cantidad. En respuesta a Ia solicitud de Velazquez Merced, Albizu Campos ordena altesorero geneml, Narciso Gandam, que se prepare el correspondicnte informe~". En esta misma sesion estuvo prcsente Juan Antonio Corretjer, secretario general del Partido Nacionalista de Puerto Rico, quien acababa de regresar de una misi6n especial como Delegado Plenipotenciario de esc movimiento en Cuba. Este se abstuvo de participar de los trabajos, hasta que pudiera reunirse solo con el Directorio del Partido, para asf presentar por cscrito su informe confidencial. En dicho informe Corretjcr relata, entre muchas otras casas, que en ocasi6n de su arresto por parte de Ia polida tecnica de La Habana, en Ia madrugada del 16 de mayo de 1935, agentes secretos irrumpieron en su habitaci6n del Hotel Isla de Cuba, donde incautaron todos sus papeles, incluyendo "los bonos del Partido" que tenia en su poder:<.>.

25 FCikrico Ribcs Tovar,A/bi;u Campo.t: tl rc\·olucitltUirio (New York: Plus Ultr.l &lucalional Publi.!\cr.;, Inc.• 1975). 138. 26 Riggs y Winship =n mi1ilall:s de linea dura. que habl:m participado :~e1ivall1CIIIe en l~ planif.caci6n de los :lCIOS de rcpn:si<in contr.l los insuq;ellles nit':lr.l&lknscs yen el vil ascsinalo de su ~iri~enle CC.'i:U' Auguslo Sandino. En Pucno Rico fucron los respons:tblcs de Ia< lrislememc Cl!lcbn:s lll;llillll.a.<o ''ma.o;arn:s" de Rio Pic:dms (2-1 de oclubre ~e 1935) y Ia de Ponce (Domin~o tle R:unos. 21 de marzo de 1937). a<I como cl a.<esinaco ~n cl pmpio cu:lllcl del~ Policia Insular en cl Viejo S:m Juan- de los j6vcncs nacionalistas Hir.un Rosa~o y Elias Bcauch:unp (23 de febn:m de 1936). Vo!a...: Juan Anlonio Com:cjcr, Lt /uclra {Hir Ia inJ~{H'tUimcia dt Pul!flll Rico (Gunynabo, 197-1). 27 Tcslimonio que sobre el panicular nos ofrc:ci6 Paulino Cas1r0. 28 EJ aaa dee<.~:~ !oeli6n (II folios). fum:ida ra d sc:rcwio ~Lui.< F. \\:lilqUCL obrJ <.'tl cl ;uciti1u del auwr. Aulkj\IC: cl asuruo de los bonos en el cxCC-ri<r fuc acl:r.ldo en e.ua reuni6n. JXlW ~ WI procq:ioo de \\:lil.quez Mem:d. A!,'UCl.lo Rllmao; Ml:llina. quicn <.'li c:.~~~lsa~o del P:u1.i<b N..:ionali\la cl 8 de <Wre de e.c mi<mo :100 :II dcscubrirse su (XIIticipaci6n en el cncubrimicnco de una conjur.1 Jlilra :L<C5iror a Albizu Qunpos. publics un :lllkulo dordc dl:nurril que: "klS tlincru. de los bonos que r.c 1'C11dicron en l'uo1o Rico. SMIO Domingo. CUba. Pcnl. ~ Cost:l Rica. Vc:nr:zuel:l y E<l:lllos UnKb no pa...uun fO' l:rl monos del 1.e<0rcm ni <e tm.lia cucnt:1 :IIMC 13 JUIII:I Nacioo:ll, oo <e llcl'ahan lillros de conl:lbilidat.l ni r.c rcndl':ln infonncs" (EJ Mturdo, 22 de ocrubn: de 1935). E.<lo form6 pai1C de Ia c:liTl(XU\I de o.le.<;c6lil0 qur: ~ el n!gimr:n dcs:llolb3 conll':l Albim Campos. m:di:nc 13 cual ~ lc tikl:Jba de ''rqro n:.<CIIIido", "sc:duclor'', "l:ldnln". "l'ili<b'', de. Ra.'lll!nlc>c qur: csa mism:IIXtic:l dif:llll:IIOria ha sido lllilizadl oonlr.IIO!Ios los gr:llldes homa"' que h:m ac:wdi!Wo rru1imicnuJS de li~T.lcilin n:~t:i<ml. Alap.>;&ol.k..C Marti. fO' ~j<:mplo. r.c le lltgamn a!= cpi~c~a< romo el de "Pep: gindr4", "Cllpican ou:u'l:l". ''\i1i<b'', "111<Ulk.'llili', ..~.• y "<= lc ridiculit.aha. insinu:lrdN: que lo Unia> rcl'olucionario en 01 CQ ''llaca di.~ y petlit'' (1't!:l«: Jorp: 1\.latb::l~ /tlmT( el ,\fHislt>i (M:l<lrid·B:v~:Ciona: E.<[Uo;a-C:tlp:. SA. 1933). 31ll. 29 "Mcmor.!n~um a Ia Hon. Junlll Nacional del P:uti~o N:~eionalisla de Puc no Rico. por su Dcleg:ulo en Ia Republica de CuOO. Juan Amunio Com:tier'', 6 folios a m;lquina. lirm:ldos. sin Fecha. En su escrilo El lfdtr d~ Ia <l~>cspcmcitln (Guaynabo, 197K). Com:cjcr n:lata que tlur.ulle una enlrc\·isla que lc cone~:~i6 en 1934 el pn:sideme tie Haill, Enicnc Vincenl, apmvcch6 In ocasi6n pam poncr sobrc el eS<.Tilorio del mandatario haiciano una libn:cn de lxmos de Ia Republica. lo que caus<l que Vincenl sc inlimidara y di•TJ por ccnninad:ll~ cnlrel'isla (p:lg. -1! ).


HISTOHM -II

Varios dfas despues de Ia referida sesi6n, el 19 de septiembre de 1935, Albizu Campos escribe una cana a Narciso Gandam, tesorero general del Panido Nacionalista, mediante Ia cual se le indica que se acababa de recibir una comunicaci6n de Filibeno Vazquez Lopez"', delegado de dicha colectividad en Espana. En ella se informaba que era posible colocar ciena cantidad de bonos en Ia Madre Patria. Aprovechando que se encontraba de vacaciones en Pueno Rico el pintor Francisco Cervoni (estudiante deane, por entonces, en Madrid y miembro de Ia delegaci6n del Panido en esa ciudad), Albizu Campos instruye altesorero general Narciso Gandara a que se le entreguen a Cervoni unos tres mil ($3,000) pesos oro en bonos, en denominaciones de uno, cinco y diez pesos, procurando que tamara el correspondiente recibo de rigor. Conforme a dicho recibo, a Cervoni se le entregaron tres libretas de bonos; a saber: I libreta de 200 bonos de un peso oro, #640 I - #6600; I libreta de 200 bonos de cinco pesos oro, #620 I #6400; y I libreta de 200 bonos de diez pesos 1 oro, #1001- #1200 • Segun nos refiriera nuestro pintor nacional, Fran Cervoni (fallecido), un buen numero de los bonos fueron colocados en Madrid, y fueron comprados mayormente por personas que tenfan nexos comerciales y de parentesco con Pueno Rico. lr6nicamente, las autoridades del Gobiemo de Ia Republica Espanola mantuvieron siempre una actitud hostil hacia los nacionalistas puenorriquefios, ya que sus actividades en Madrid eran consideradas por los republicanos espanoles como "peligrosas" e "inconvenientes", puesto que se temfa que las mismas podfan afectar las presuntas buenas relaciones de dichas autoridades con los Estados Unidosn. Los fondos derivados de Ia venta de los bonos fueron utilizados para el sostenimiento de las actividades polfticocuhurales que Ia delegaci6n nacionalista

desarrollaba en Espana a favor de Ia 1 independencia de Pueno Rico ' . Un ano mas tarde, el 9 de septiembre de 1936, encontramos que el delegado del Panido Nacionalista en el exterior, Juan Juarbe y Juarbe, rinde un informe sobre los bonos colocados por el en Ia Republica Dominicana durante su estancia por esos dfas en tierra quisqueyana. Estos son adquiridos por varios puenorriquenos residentes en San Pedro de Macorfs y en Santo Domingo, asf como por algunos dominicanos. Entre estos no se encuentra, definitivamente, el despota Trujillo, ni ninguno de sus colaboradores. Sabemos que de allf el delegado continua su viaje rumbo a Cuba, donde presumimos que lleg6 a colocar tambien algunos bonos.

RETIRO DE LOS BONOS Y SU DISPOSICION A principios de 1936 - luego de Ia celebre Asamblea General del Panido Nacionalista efectuada en Caguas el 8 de diciembre de 1935. el tesorero del movimiento fue encomendado por Albizu Campos pam que procuram que todas las personas que tuviemn en su podcr las libretas de bono!., que se les habfan comisionado para su venta, las entreganm. En respuesta a las instrucciones impanidas por Albizu Campos, e\ 7 de marzo de 1936 se recibieron en Ia Junta Nacional 121 libretas de bonos (72 de $1; 34 de $5; 6 de $1 0; 2 de $50, y 7 de $1 00), asf como otro numero indeterrninado de libreta'i contenidas en sendos paquetes sellados que entregaron Federico Acosta Velarde, Ana Marfa de Llauri, Jose Ramirez (San Lorenzo), Dr. Jose G. Cardc (Manatf), Eduardo G. Ramu (Ponce), Obdulio Bauza (Lares), Pedro Perez Pimentel (Humacao) y Herminia Olivares (Can6vanas), de los cuales no hay relaci6n detallada. Asf consta en el inventario rendido y firmado por Luis F. Velazquez en esa fecha).l. Nos parece que e\ material entregado representa una pane substancial del total de los

30 E.\le jo\'cn estudiantc. que !IC cncontr-Jha entnnccs cursamlo Ia c:un:r-J lie Dcn.-cho en Ia Uniwrsidad d.: Mudrid. sc i nte~r-J a Ia~ fila~ n:publicana.~ durante IJ Guerra Civil E.•p:ulola. con.•tituycndo lucso uno de ]<,.. muciKX cnmhadcntcs que, lamcntahlcmcntc. dc~pan:ciconn en :oa:ion. Su cnmpailo:ro Canncln Dcls..Jn Dcls:odo -o1ro jovcn pucnnniqucoo nacoonalisla- tamhi<!n sc unc a Ia.• fucrzas n:public;ma.~. pent cs lucgo caphwJdo y fusilado JXlf Ia.• tmpa• fr.uoquisla.•. 31 Atnlxx documcntos <lris inalcs ohron en cl =1~'11 d.:llllltor. 32 Re.ulta imruca csa actitud de on gobicmo n:public:1110 C$p.11lol que sc autopmclamaba pmsrcsisla y S<~idario <'011 Lls cau.""' libcl1:uias. p.111iculannc:ntc fucnm -<:tliOO ya ,;~algunos de csos mismos n:JCionalista.• pucnt>niqu<.i\os los que IU<.,;o ofn:ntl.lrun ..u \·itl.l en dcfcn.o;a de Ia pmpia RepUblica Espai\ola. No"" dc cxtr.ul:m;c. pucs. que los n:public:mm espailok-s que sc cxili:unn en l'lt<'ttn Rtcn a mlr. de Ia Guerra Civil nunca hayan n:ndido tributn ni lk>nrado Ia memoria de •'<(1'; valenlS!x boricua.•. 33 Tc"illkmin ofn:ddn a n(lS(ltRlS por Fr.ulCiscn Ccrvnni Bn:nt:s. 19K9. ~ E1 mismo obm en cl un:hivu del autor.


H~J·ista

l.m hmws d~ll'anidll .Vadt111alista para Ia recmrstilllccidtl de Ia HcptibUca de 1'11cno Rico ( 1930) 0\'ldio D:h d.11 I>~ 'i la

ICI'

mill f> l mlnll'm II

bonos emitidos. Debemos presumir que el resto de las libretas las reiUvieron las distintas personas a las cuales se Jes confiaron bonos y que. sencillamente, nunca los devolvieron. A eso hay que ailadir que hubo muchas personas que habfan formado parte de los cuadros directivos del partido. como el mismo Manuel Rivem Matos (que firma los bonos como secretario geneml). Jose Lameiro, Evangelio Vazquez Merced, Julio Muiiiz (Ponce). y otros. quienes abandonan o son expulsados del movimiento y retienen en su poder los bonos que se les habfan comisionado. A nosotros nos consta personalmente que ciertos bonos que se encuentmn en poder de algunos coleccionistas provinieron de manos de esas personas o de sus descendientes. El partido conocfa que los bonos podrfan servir, eventual mente, como evidencia contm Ia colcctividad y sus dirigentes. Por clio. en el inventario levantado por Velazquez los bonos son identilicados simplemente como "cedula~" y Ia-; denominaciones son marcadao; con cl signo de "¢" (centavos) en Iugar de"$", pam que de esa manem el documento no pudiem utilizarse en algun momenta como prueba. Debemos seiialar aquf, que. aparte de los arriba relacionados, una cantidad indeterminada de bonos fue ocupada porIa Policfa ln!>ular cuando allanaron las olicinas de Ia Secretarfa Geneml del Partido Nacionalista, Jocalizadas en el numero 1 19 de Ia calle Cristo en el Viejo San JuanJ •

LOS BONOS COMO EVIDENCIA DELICilVA El 5 de marzo de 1936 Ia Cone de Distrito de los Estados Unidos en Puerto Rico cxpidi6 6rdenes de arresto contra Albizu Campos y otros importantes miembros del Partido Nacionalista. Se les acus6 de conspirar para derrocar, mediante el uso de Ia fuerza. el regimen de los Estados Unidos en Puerto Rico. Como parte del proceso contra los dirigentes nacionalistas, el fiscal federal D. A. Cecil Snyder convoc6 a un gran jurado para que interrogara a los acusados y tratase de obtener Ia evidencia necesaria para sustentar las

acusaciones contra ellos. Este jurado se reunio el 31 de marzo, y durante el interrogatorio a que fue sometido Albizu Campos sali6 a relucir, precisamente, el asunto de los bonos. Dumnte dicho procedimiento, Snyder sosteniendo en sus manos un bono de un peso onr- tro.~t6 de ridiculizar el hecho de que en los bonos apareciem un reconocimiento u Ia republica de Puerto Rico proclamada en Lares en 1868, y que en ellos se hiciem referenda al 1930 como "el scxagesimo tercer ailo de Ia Proclamaci6n de Ia Republica de Puerto Rico". Albizu Campos record6 cntonces a Snyder que ellos, los estadounidenses, contaban, a partir de 1776, los aniversarios conrnemomtivos de su independencia, cuando Ia realidad historica e!> que ello no ocurri6 hao.;ta mucho despues. Ante tan contundente respuel>1a, Snyder se inmuta y cambia Ia linea de intenugatorio. Mas adelante. el fiscal insim1a que Albizu Campos firma en el bono presentado como el "Prcsidente de Ia Republica de Puerto Rico", lo que este le corrige sefialandole que. clammente, el bono aparece identificado como del Partido Nacionalista de Pueno Rico y no de Ia republica de Puerto Rico, por Jo que su firma, as I como Ia de los demU.'i oficiales del panido, aparecfan en funci6n de sus puestos denim del directorio de esa colectividad. Snyder tmta Jucgo de cuestionar Ia legalidad de los bonos, ya que, con forme al mzonamiento del fiscal, Ia "republica" no existfa. y ello!> estaban comprometiendo de antemano eltesoro de un gobiemo que todavfa no sc habfa proclamado. Albizu Campos vuelve a darle a Snyder Jecciones de historia de su propio pafs cuando le recuerda que en 1774 los revolucionarios norteamericanos habfan emitido tambien sus propios bonos, mediante los cuales habfan comprometido el tesoro de Ia inexistente Republica de los Estados Unidol'. En todo cl proceso fue evidenle que Ia wctica de Snyder em Ia de utilizar una estmtcgia inculpatoria a base del asunto de Ia emisi6n de los bonos, Ia cual Je result6, al menos por ese momenta, fall ida. Sabemos que eventualmente Snyder logr6 que todos los dirigentes del nacionalismo fuemn

35 VCa...: EI ·II111UIIi. 3 tfe abnl lie 1936. p. -1. Sabcmus que lo< bunos n:cngulos por cl Panitlo NacionaJiqa fucron tfej:wus al cui<hlotfe un impnnante Rro Pi<."ll= que crJ. tfe Ia lllll• a~l:l confianz.:1 tfe Albizu Campo,, a pcsar tfe no scr nacionalis~a. Tcncmos cnlcn<lido que luq)ll tld cncarcclamicnti> tfe Alb.zu Campo~ en Allantl en 19J'I, sc pnll:ctlitl a dispo11<:r tfe los bonos qucmand() 10<!:1.• Ia.• librctl.•. 36 O.:bcmo• ..:~alar que d Gtmicrnn tfe In• E."ad'" Unid<K nunca ..: oJlUMI .1 1.1 wnta tfe Ius bonos tlc Ia.• "incxislcntcs rcpubh'a.' " tfe Cuha y tlc lrbnda. ni inic11l =ionc~ judiciale~ cunlm I<" a~cnlcs 411<: col11CU11>n II" mismus en su lcmlurio. Pam una lmnscripci6n complcla de csta 11111XII1illllc y tra~ntlcnlc cum~'\:cncm de l'ctlro Albizu CJ.mpns ante cl gr.mjurJdo en 1936. ,ea_..., l'cdnl Albizu Campos, 0/mu Bm~idcu. \Ill IV. juni<,.julio 1936 (1\tcxico. 0 .1'&lilorial Cla\t~s L:lllnnamcrk ana.•. 19K1).

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Te~Ot"O de Ia . gep~·bU.c;~

YE:HCIMIEHTO ~ CINCO AliOS FECHA ' R ECONOCI MI EHTO IHTERMACIOHAI..

condenados a cumplir largas sentencias en Ia penitenciarla federal en Atlanta. Georgia, pero para ello tuvieron que fabricar evidencia. violar las propias !eyes estadounidenses y constituir un jurado prejuiciado. manipulado y corrupto..,. Los bonos de Ia republica vuelven a surgir en los procesos judiciales contra los nacionalista~ en I937 a r.tiz de los tr.igicos sucesos de Ia tristemente conocida "Masacre" de Ponce. Dumnte el juicio que se sigui6 contra el comandante Tomas Lopez de Victoria de los cadetes de Ia republica (cuerpo militar del Partido Nacionalista), los tiscales de Ia Cone de Distrito de esa ciudad presentaron como evidencia un bono de cinco pesos oro, correspondiente al numero 9152, el cual apareci6 fotogmtiado en Ia prensa de Ia cpocaJ'. Toda esta situaci6n hizo que muchos nacionalistas y personas particulares que poselan bonos de Ia republica los escondiemn o

los destruyeran, ya que se generaliz6 el temor de que su mera posesion pudiera servir de causa para ser procesado judicial mente. Tras I0 afios de encarcelamiento e involuntario exilio en los Estados Unidos. Albizu Campos regresa a Pueno Rico en diciembre de I947. lnmediatamente reinicia su predica y labor revolucionaria, Ia que desemboca en Ia conocida Revolucion Nacionalista de 19sd''. Todos los dirigentes y combatiente!> insurreccionales que sobrevivieron fueron encarcelados y enjuiciados. Y en ninguno de los procesos judiciales relacionados con el levantamiento de I950 surge nada relacionado con los bonos de Ia republica. No cabe duda que Ia emisi6n de los conocidos "Bonos de Ia Republica" constituye uno de los aspectos mas atrayentes de Ia historia sociopoHtica y numismatica de Puerto Rico referentes al siglo XX. DD

37 Par~ una CX(l<ISICiim y dctalladn anJiisi' de cstc cn~u. v~nsc Bcnjam'n J. Tom:<. £/pmce.w jmlidt1/ c·mura A//Jbr Ct~mpos (San Juan de Pucnu Rico Edilnrial Jclufc. Inc.• 197-1} 3!1 Vca•e £/ .lltmrlo. I !I de M:plicmbn: de 1937. S. 39 En •u nbrd l'manrto Jntt•rwrnqun lo r/d .tig/11 .'</.'<: ltuturitl tit: lt>S J'<tr1irl.u poli1i<'m J>t1~11orriiJII~Iill.f rlc>tl• .flt.r mfgm~.• lkWII /R9H (S:In Juan de l'ucno Rico: &Jiton:tl Camp.._ 1'161 ). cl ,.~1er:mu din~>enlc ancAioni~ Bolh:u- Pa£:in. nlirm:~ que: cl Gri1o de Larc:s "pelf su impul,;o y clams objc:thm pucdc califican.e ~"t"IM> una revoluci<m. que no puedc tlo.-.pn."<.-i:w.:' lp. 13S). Pore" ' ~ltituln cmno " La Rc,~>luci(m de Lan:,. cl scsmcnto de su librn tlo.'tlicado a Ia gesta l:1reil:l. Dada Ia ~Gnilud > dr.un~11ca mlcnsidad dcllc\11tllami~ntu armado de I"" nx inn:llista.• en l'ucno Rico en 1950. debe ~r igualmcntc calificadu-<."t>n justu t.:ntcnu hi~t,;ritxt- <.'nmn una tt.•ul/udt)n.


Hac¡a un estudio sobre

Ia

novela

puertorriquefia Mario 0. Ayala Santiago

L

a litemtum puertoniqueiia, at igual que otr.lS litemtums del mundo, no escapa de lao; polemicao;. En mucha'i ocao;iones la'i responsables de avances y discusiones intelectuales que pueden ser reveladoms y renovadoms, sobre todo, pam Ia historia de Ia litemtum. No obstante, pam Ia litemtum de nueslro pais, dada su condicion colonial y subordinaci6n polftica a los Estados Unidos, el tema de Ia identidad es pr.icticamente obligatorio y el msgo mas distintivo. Es decir, Ia producci6n cultural tiene un referente hist6rico obligatorio que, en muchas ocasiones, fue el punta de partida para Ia critica, mas que las consideraciones esteticas y lingufsticas. Afortunadamente, ha habido una evoluci6n de car.icter positivo gracias at desarrollo de los estudios formales y los avances de Ia crftica literaria en general, a traves del cual se ha alcanzado un balance entre las tendencias mencionadao;. Sin embargo, esclarecer o especificar ciertos datos que son pertinentes pam cualquier estudio sobre nuestras tetras. alcanza mayor grado de importancia en tiempos postmodemos. Nuestm litemtum sigue siendo joven si se le compam con el resto de Hispanoamerica, pero, a Ia vez resulta una producci6n madum dada lao; circunstanciao; adversus que ha vencido desde el siglo XIX como: Ia llegada tardia de Ia imprenta, Ia

censum de Ia metr6poli espanola y el flaco sistema educativo. Y, por si fuem poco, el establecimiento de Ia primem universidad del Pais esta ado;crito a otro sistema colonial, el norteamericano. Asf, el referente historico real csta intrinsecamente relacionado con una actitud o posicion polftica. Desdc Ia antigiledad griega y Arist6teles nadie escapa de Ia misma aunque Ia nuestr.t sea colonial. La insistencia sobre Ia polftica y el referente historico tiene una explicaci6n precisa pam este ensayo como establecimos en el parmfo anterior, y ademas, es punto de partida obligatorio a Ia hora de abordar Ia novela no solo como genera, sino Ia producci6n novelfstica puertoniqueiia. La novela re.<>ulta ser Ia forma de expresi6n liter.uia mas importante y compleja de los tiempos modemos, aun en Ia Hamada "posunodemidad". Como genero exige una vision de mundo, por lo cual mantiene una relaci6n discursiva y dial6gica con otros elementos que no responden unicamente a las tecnicas de Ia narraci6n o a fines esteticos en Jo que respecta al genera. Es decir, que Ia complejidad que maneja Ia novela como genero 1 tiende a presentar una totalidad • AI hablar de totalidad se entm en un campo minado pam Ia nueva novel a. La critica liter.uia tmdicional, en geneml, distingue a Ia novela de los otros generos nurmtivos, sobre todo porque se Je

1 El cunccptn llc totalldall cs utiliwdo en scntidnj!olllmanianu en estc casu. peru esc nnlÂŤ:rl cl linicu scntillo utilizalln en nuestro cnsayo.


LITERATUR,\ 45

reconoce como el genero burgues por excelencia; de crecimiento que exige una vision de mundo o a! menos aspira a presentar una. Esto sin olvidar que, por ejemplo, Ia critica marxista se interesaba por Ia vinculacion de Ia producci6n novelfstica con \m; clases sociales y Ia lucha de clases. Y que asi otras tendencias criticas como Ia estilistica, Ia filo\ogfa, Ia semi6tica y el estructumlismo, entre otr.lS, se ocupan de distintos aspectos de Ia creaci6n anfstica. Sin embargo, a! dar una mimda, aunquc panor.lmica, sobre Ia producci6n novelfstica puertoniquena, nos vemos obligados no solo a cntrar a considerar e\ genero, sino tambien las tendencias criticas actuales. En Ia actualidad, e\ mundo ha sufrido gmndes y duros cambios, y las nuevas tendencias en las ciencias sociales, Ia economfa, Ia pedagogfa y, por ultimo, pero no menos importante, Ia critica literaria se ocupan de darle el nombre de ''postmodemidad". Hacemos Ia aclaraci6n de que Ia misma, a pesar de lo disfmil de sus alcances y, tal vez, pretensiones de conso\idarse como periodo hist6rico o anti-hist6rico, busca consolidarse como instrumento critico conceptual. Las vcrtientes que tiene, por mas disfmiles que parezcan, ya han invadido pr.icticamente a todas las artcs y disciplinas. Pero cierto, de acuerdo con Fredric Jameson, quien Ia analiza desde Ia perspectiva cultuml en general, establccc: ... que toda esta cu/tura posmodema, que podriamos /lamar e,wadounidense, es Ia e.rpresion illfema y superestructural de toda una nueva ola de dominacion militar )' economica norteamericana de dimmsiones mwzdiales: en este se11tido, como en toda Ia lzistoria de las clases sociales, el trasfondo de Ia cult/Ira lo cmzstituyen Ia sangre, Ia tortura, Ia muerte y el lzorro/

Es evidente Ia referenda a Ia misma, dada Ia condici6n colonial del Pafs y las exigencias del genero a\ que nos accrt:amos. Dcbemos dejar claro que, aunque no estamos de acuerdo con Ia postmodernidad como herramienta ultima 0 primordial, sobre todo para Ia crftica literaria, sf tendremos que referimos a ella en muchas ocasiones para presentar Ia diferencias, similitudes y, en

muchos casos, las actitudes no solo de Ia critica, sino de Ia produccion cultural en general. Estamos de acuerdo con Ia postura de Esteban Tollinchi en contra de, y con respecto a, Ia postmodemidad como instrumcnto conceptual; dado que: ... Ia mi.mza despaclza todo ellmmani.mw ilmtrado que hasta ahora llaMa caracteri:.ado a lc1 lwmcmidad, como mito o una imposici6n europec1. Nada hay fuera del texto, se repite incescmtemellte -ni cwtm; ni literatura, ni mrmdo- co11ro si el significado 110 estlll'iera ligado a/ mundo percibido y c1 las circwrstcmcias. La limpie::.a pmmete ser total.

Ademas se propane Ia elision del sujeto o el yo r.Icional, elfin de Ia historia, c\ reducir todo al signo; en fin, cesa Ia busqueda de valores humanos o esleticos, todo es Jenguaje o ca~ualidad, no hay mzon pam nuda, ni por nuda. Sin detenemos mas de lo debido en acuerdo no solo con Jameson sino tambicn con otros criticos como Haberma~. Eaglelon y otros como Marina Galvez Acero•: ... Ia postmoclemidad es luJ\' ww cultura globali::.ada, que corre paralela a Ia dominacidn polftica ecmu)mica cle ese par.~ (E.U.) independientemente del desarrollo de mda 11110 de los paf.~es culturalmellte coloni:.ado.1·. Sin embargo, su origen estci ligado a lo que se lw 1/amado '.w ciedad postindustrial' (Daniel Bell), '.mciedad de Luis Rafae ~ Sanchez, Feria del Libro, cmmm1o', 'de los media', Guada'aiara. 1998. Foto: Oficlna de Revistas 'del capitali.mw tardio' J (F. Jameson), etc. En realidad, en Ia postmodemidad l'emos recuperadas muclws propuestas modemas que pet1enecen a to que se conoce como modemidad traicio11ada o elt-e!•er.\·o de Ia modemidad, es decir, aque/las corriemes culturale.l· o de penmmiento que siendo modemas sm1 tambien

2 Fredric Jameson. El fliJSinltldemi>mll o l.n lti11ica cu/t1tral del capitalinrrll amn::ttdtJ (Buenos Aires: Edid anc~ l'-di~os l~rica. SA.• 1984). 3 Para ver cl juicio completo, vcasc Esteban Tollinchi. l.m tmiHijos de Ia belle:trmtldenri.<ta 1114M·I~5.San JUlin. P. R.: Editorial de Ia Univcl'!lidad de Pucno Rico, 2004), 747. 4 Marina Gill vet. Acero, "Rcflcxionc.' sobre lo postmodcmo 'avant Ia lctre': un problema de hcnncneuti•a", Amrle• de Ia Litenllum lliJp<m<Hmrerimrur, ml 28 (1999): 211-226. Slbf~ .•

212.


N"~iif/1

/Iarin 1111

fCI'

mio 6 I mimt•tn I I

amimodemw· por dos raw11e.~: por su critica a Ia modemidad lli,,·uirica y porque elw1e modenw nace con Ia conciencia de e.war sujeto a/ cambio, a le1 pml'i,·imwlidad. De e~lli Ia estreclw rele~cifin elllre Ia modemit/ad y Ia critica que caracteri:.a a/ periodo. Vtsta de esw fimna, Ia postmoclemidcul es 111111/te\'O ce~mbio, otm estadio de Ia Modemidcu/ histciriw, todal'ia inconci!Lm. Lo que parece lwber tenninaclo (y lo que justijica el post) es Ia Vtmgucmlia. 1iltima etapa del modemismo e11 Ia que Ia exigem:ia de lo 11/tei'O fue imperatil•o. Esa cxigencia. que ape~rece co11cluida en Ia postmodemidacl tampoco exi.vtici e11 otras etapa.v de Ia Modemidad. Dentm de Ia trculicifill de le1 mpt11rc1 se inscribe lo que ahora lltiiiiCIIIUIS postmoden1idad (que en nuestro c:olllexto deberiamos /lamar . posti'Cmgucmha) .

.

En el caso particular del desarrollo de Ia novela puertorriqucna. encontramos una cierta evoluci6n o tcndencia hacia Ia postmodemidad. Como cxpresamos anteriormente, Ia litcratura pucrtorriqueiia, y Ia novela en particular. ha cstado vinculada directamcntc al lema de Ia identidad nacional. De acuerdo con Jose Juan Beauchamp: .. .Ia produccicill 110\'elesca tie Puerto Rico co11stilllye lo que, parcifraseamlo a Lukcics, poclriw1ws denominar como 1111a lnisquedtl demoniaca de e~jimwciclll 11acio11al y de resiste11cia culwral y politica (l'lllores cmtbuicos para el nol'elista) en 1111 mu11do cle I'Oiores illcl/lletllicos, repre.ventaclos por Ia de.w ·uccicln tie Ia naciollalidcul y Ia cli.wlucicJn total impuestll pore/ co/o11ialismo destmctii'O de le1 dominacici11 yanqui cmt le1 colaboracicin de Ia burguesia puertorrique1ia y otrc1s closes que compal"len . COlt e.w el comro/ de IO\' partidos her(J(/ia/10\' .

~studill s11hr~

In lltll'c/a pltertflrriqudia M~no 0 . A};tla S ~r.tio~n

El amilisis sociol6gico de este autor concluye, entre otras casas, que Ia novela puertorriqueiia: es, e11 terminos generales, 1111 lenguaje IOta/ en fimcicin de Ia /Jlisqueda de IIIIa tolllliclacl de 1111 IIIIIIU!o colo11iwdo que, emre Ia ambigiiedad y Ia definicic)n pugna por 110 ser/o, y que e/IWI'eliWcl Jo pe~t·ibe fmgmemado, deshecllo, laberimico, oprimido, wjado ell dos panes, aprisiomulo. Esta perr:epcic}n 110 deja de tener 1111 co111enido c/asista, pem estci altamente IIWfil'cllla porIa colldicic}n colonial.

Aiiade, ademU.o;, que en Ia misma abundan lao; metaforus del entmmpamiento y Ia fmgmentaci6n y. entre 1-~tas, se destacan lao; dellaberinto y el encierro. Dos novelas en lao; que se pueden ver este tipo de metafoms son: Figuraciones en elmes de mw::.o y La guaraclw del Mcu:lw Canwdw. Sin embargo, en Ia ultima novela de Emilio Dfaz Valcarcel, Laguna y asociados, se mantiene Ia mctafom con menos tension que en Ia primem. En Ia scgunda novela o fabulaci6n, de Luis Rafael Sanchez, La imporumc:ia de llcmwrse Daniel Swum, se alcanza o se explora otro tipo de metafora que incide en Ia estructura narrativa del relato, mas cercano al mito de Ia idcntidad latinoamericana. En esta obm. Sanchez supcrJ el cncierro y el estancamiento de La guarac:ha del Macho Ccmwc:lw, pero no Ia fragmentaci6n. En ella Ia vision o versiones sobre Ia ligum mftica de Daniel Santos Jo acercan a Ia categorfa de hcroe problematico en sentido lukacsiano. Para el crftico": ... el pesimismo expre.wdo c1 trares de nuestra 1/(Welistim es wra puesta ell crisis y 1111 lenguuje, asel'elrlfil'o y desidemtii'O, de re.1pueslll a lumelllim ojicial de los iliformes y de Ia icleologia de los asimilado.r. Esto a su l'ez incide en que Ia realidad colonial pue11orrique1ia ha pmduc:ido IIIIa nol'e/a pragmcitica que indepemliellfemellfe de las diferencim ltlgicas de /av 1/(JI'ela.\· estudiadav, se con wlida icleo!cigica y forma/mente como una e.\'lntcfllm de resistencia culwml y politica que bmca su idemidad elltre Ia mptllm y Ia recuperac:icln.

Senala, ademas, de manera muy acertada y visionaria:

6lh:.J. 213·:!1-' 7 Jo-.! Juan Beauchamp, " La novel~ puc:rtonitluci\;1; una •-stroctur~ de n.._;o;tcnd a. roplur.t y 1\.'I.'U(JI!r.J:.:iloin", CtiMI Ltt.l A1111'rim.f. ~iln XXI (cncn)ofchrcn>. 19KI ). K Beauchamp. op.cot.. KI· Kl. Sc ha utih1.ado Ia it;il:ca dado que c' t a.i cmnplct~ una cita dei Lr(tiL'fl Hay •-dmhin de onlcn par~ n: ~pondcr ~ Ia cohcn:ncia de ~~ cxpre>..do.


LITEIU\ Tt%\ 47

Un pmbfema imponame que merece estlldio es por que fa narratim rwestra -y pmbableme/lle fa IIispcmoamericcma toda-·se lw dejado calltivar por ef populi.mw picare,1·co que colltrario al de fa picare.w:a cfcisica espaliola, estci se.mafi:.ado, y de 1111 terrori.mw fingiiistico, a.wciados al lumpenpmfetariado, mielllras fa luclra actllal del proletariado industrial, tan relevante, .wfre 1111a mt~encia sino total, af menos de carticter significatil'o~.

Lo expresado en 1981 por Beauchamp es no solo revelador, sino un cambio fundamental pam Ia novela puertorriqueiia y latinoamericana en general. Lo vemos como una manifestaci6n de las tendcncias de Ia postmodernidad a Ia que nos referimos anteriormenle. Por otro lado, Jose Emilio Gonzalez seiiala: .. .que ell obras como 'Figuraciones en ef mes de nwr:.o', 'Veillle siglos despm!s dellromicidio' y 'La guaraclw del nwclw Ccmwclw' estcin implfcitos y vibrames los pmbfemas de fo que es mra IIOI'efa y de aimo serci o debe rei ser Ia mtet•a IIOI'efa puertorriqueticl. No cabe duda de que lwlmi autores que seguinin escribienclo obras co11 enfoques tradicionafes, pem el pm1•enir parece pertenecer a aqueffos jc11'enes escritores que bmcan y ensaycm fomrm mtet•cu. A mf me parece 1111 dato e:o:tremo imere.wmte e/lreclro que de ningww de los que empie:.an a escribir novela.1· alwra se lwya e/llretado {,l'ic} a puros ejercicios o experimentos formafistas. Junto con fa muy fegitima tendencia experimelllafista, talllo en el plano de fa con.l'lruccilin como del fenguaje. podemos obsen•ar Ia tendem:ia importalllfsima de ira/ fondo de las reafidades de/hombre \' de fa sociedad para tmafi::.ar e illlerpreta/j). .

La novela puertorriqueiia posterior a Ia decada del ochenta se dirige en olra direcci6n, seiialada anteriormente por Beauchamp, y es una manifestaci6n de Ia postmodernidad. En Hispanoamerica no han sido pocos los crfticos que se han ocupado del problema liter..uio bajo Ia nueva mimda postmodcma. No obstante, ese tipo de crftica ha sido mas amplia que en el Pafs. Dumnte el siglo XX Ia Iitemlum hispanoamericana

alcanz6 su mayor gmdo de exposicion y desarrollo. Por tanlo, noes de extraiiar Ia cantidad de referencias que se pueden encontrdf con respecto al Ilamado boom y a escritores como Gabriel Garcfa Marquez, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier, Carlos Fuentes y Miguel Angel Asturias, entre ouus tantos. Pero en nucstros dfas el acercamiento a Ia nueva producci6n liler..uia y novelesca ha provocado distintas reacciones y aportaciones. Entre los crfticos que destacan Ia pertinencia del boom como punto de partida pard 11 cualquier estudio se encuentrd Giuseppe Bellini • Pard cste, Ia carJctcrfslica permanente que presenta Ia narmtiva hispanoamericana del siglo XX es el compromiso; y aiiadc que Ia misma sc haec interpretc de un mundo donde abunda Ia nota de Ia maravilla, pero que lucha por resolver los cnormes desequilibrios que marcan duramente Ia condici6n humana. Esa caracterfstica, ese compromiso, que sefiala Bellini y otros tantos crfticos'~. es lo que se ha perdido o cambiado en Ia narrativa hispanoamericana y Io que Ia acerca a Ia postmodernidad. . ' Gustavo Guerrero'' : "ya no ex1sten Segun etiquetas c6modas como boom o po.Hboom ni hay tampoco movimientos o corrientes que reivindiquen una estetica determinada o al menos cierta idea del arte de natrM''. No obstante, ex pone un gmn problema crftico: ...A diferem:ia del boom, el je116meno aclllal pm't!ce menos 1111 lreclw literario que editorial y 11Ui.1· 1111 a.nmto de camidades que de cualidades. Didw de otm modo: /o que circ:ula no es 11110 o mrim tipos de llfJI'ela ni cienos cmrceptos o represemaciones de Ia realidad llispanoamericana; lo que circ:u/a es 1111 imponame 1'0lrmre11 de textos 11arratil·os cuyo.f autot't!s compw1e11 wra mi.mra lengua. Repito que no lwy una estetica em min ni 1111 dicifogo emre dil'ersas posicio11es. Los nol'ellla son esencialmellle i11dividua/istas ); ademcis, relatM.Has y postllistoricistas. En los abarmtados estcmtes de las fibreria.1· convivien mi, indiferel/les, las jonna.1· nuis rancias del pasado y aqru!lfas que acaso ammcian 1111 pon•enil: Toclas rec:iben, e11 pri11cipio, elmismo tratamielllo de/lim de wrmert'ado cuyo objetivo 110 e.f el'identemellle pmducir

91hid.. lll. Ill Jose Emilio Gon1.:ilcz. Homi"''"· vol. ll, nu m. I (cncrn-j unio, 1'111-1). II Giuseppe Bellini. "La nmT·Jiil•a hispanoamcrkana un halancc hada d nuevo siglo", tltmk.<... , op.dt., 111·121. I:! Enlrc cslos podemns mcncionar a Jose Carlos Rovim. Dcalriz Sarlo, Jo.C Luis ~e Ia Fucnlc, Marina Gal\'cz Acem. Albcno Fuguel y Sergio Gtlme1. cmrc utros, 13 Guslavo G ucrrcm. "La novcla hispanoamcricana en los ailos nm cnla: apunlcs para un paisajc inacnbadc>'. tlna/e.• .... op.ciL. 71 ·R8


Mario Vargas Llosa y Rosario Ferre. Presentaci6n dellibro, La Fiesta del Chivo Foto: Ferdinand Alvarez-Rivera

cdtumes literarios, pem que a menudo acaba erigiendose en una referenda -en Ia tinica referenda- ame Ia general .\·uspensk1n del juicio critico".

En Puerto Rico se traduce en el abandono o el cuestionamiento del lema de Ia identidad, y el abandono del anal isis critico al sistema colonial norteamericano bajo Ia farsa del Estado Libre Asociado. La novela puertorriqueiia deja de ser fundamentalmente pmgmatica. deja a un !ado el afan totalizante y Ia busqueda de coherencia en un mundo ambivalente y degmdado. Por otro !ado, asumc otro discm'So en apariencia menos polftico y menos conflictivo. La metafom del tajo, del corte o del trauma, va desapareciendo de Ia novela puertorriqueiia. Esta ha comenzado a perder Ia solidez ideologica y formal que Ia pudo consolidar como una estructum de resistencia cuhuml y polftica. Pensemos en lo que ha sido Ia novela de Enrique Laguerre, Ia de Diaz Valcarcel, Ia de Luis Rafael Sanchez; el genero del cuento de Ia decada del setenta y Ia publicacion en ingles de La ca.m de Ia laguna de Rosario Ferre. Ia cual esta muy distante de Maldito amor. Evidentemente, esa desaparici6n es gmdual; en los ac;untos cultumles Ia<> divisiones y lao; ruptums no suelen ser de Ia noche a Ia manana. No podemos tmz.ar un corte esencial, pero sf anotar unas coincidencias no solo tematicas sino renovadoras. La novela puertorriqueiia fue superando el realismo esencialista que domino Ia narr.1tiva hasta alrededor de Ia decada del cincuenta. Esto se haec mas evidente en Ia novelfstica de Dfaz Valcarcel si compar.~mos Figuraciones en e/ mes de marzo con Harlem todos los dias. En general, Valcarcel y su obra fueron el puente pard esa renovacion o supemcion del realismo social esencialista que distingui6 a narradores como Jose Luis Gonzalez, Rene Marques y, en menor gmdo, a Cesar Andreu Iglesias y el propio Laguerre. Evidentemente, Ia totalidad de las obras de los autores que acabamos de mencionar no se puede reducir a esta explicaci6n, pero muchas de sus obras respondieron a Ia tendencia seiialada. De acuerdo con Jose J. Beauchamp, de Ia decada del cincuenta al sesenta:

1/acia 1111 ~studi" st~bre Ia 111n·da p1urt11rriquena Manu 0 Ay~la S~ntia~o

... se obsen'a ww gran tramculturacitin de las fonnas de Ia narrativa puertorriquetia y del reatro: en Ia nove/a, tecnica y organi:aci611 del relato, enfoques ideologicos, cmuenido ftlosiJjico, etc.• de influencia norteamericana .'' europea, relatil,ameflle simi/ares a/ del resto de . . IJ Ia narrativa Iuspanoamerrcana ...

Parc1 este, Ia decada del setenta y el principia de los anos ochenta representaron un retorno a Ia identidad de forma con Ia novela hispanoamericana animada por una busqueda renovadora de Ia forma y, en un sentido total. de un nuevo lenguaje. Esto represento una ruptura violenta de Ia sintaxis narrativa del relato, evadiendo Ia linea progresiva del genero. Por otro lado, fue tambien un nihilismo de espfritu y de fonna en el cual se fueron incoq>orando elementos de Ia cultum de masas como parte de Ia estructura novelesca. Se paso a Ia innovaci6n de Ia novela como metalenguaje. como forma de autoconciencia, lo cual no solo reaccionaba contra el orden sino lo subvertfa. Segun Beauchamp, entre los responsables de esta renovacion se encuentr.1n: Pedro Juan Soto en Elfrancotirador (1969), Jaime Carrero con Raquelo tiene 1111 men.mje ( 1970), Carmelo Rodriguez Torres con Veiflle siglos despruJs del homicidio ( 1971 ), Manuel Ramos Otero y su La nol'elabingo ( 1976); junto con las obras de Emilio Dfaz Valcarcel y Luis Rafael Sanchez, ya mencionadas ~. Estos sefialamientos de Beauchamp, y otros crfticos como Jose Emilio Gonzalez. no han seguido una linea progresiva ideologica, o de izquierda, porque evidentemente el cultivo de Ia nueva novelistica puertorriqueiia e hispanoamericana no maneja, necesariamente, una ideologia de izquierda. Es en este momenta que tenemos que enfrentar Ia postmodemidad, no solo como instrumento conceptual, sino como momento hist6rico y anti-historico, segun Jameson y otros. La tendencia al nihilismo expresado en esta moda, mas que instrumento, revela una posicion ideologica distinta, Ia cual no tiene precedentes en Ia crftica literaria, ni siquiera en los estructuralistas, Ia semiotica, o en los excelentes trabajos de Jacques Derrida. 1

1-llblll.. 75. 15 Beauchamp. op.dt., 76. 16 Pard Beauchamp, Lacucrrc ha contribuillo a esa rcno\'oci:tn, peru sin abandonar t;. vicja concepcion de In novcln. Beauchamp dn una c•plicacion n lo que ha rcpn:scntndo Ia novcllstica de cstc cscritor. Ibid.. 111.


UTF.IM TU/l,\ 49

Pam muchos cri'ticos. Ia postmodemidad se distingue por Ia perdida de los metarrelatos, Ia mal llamada muerte de las ideologia<; y el supuesto fin de Ia historia. Esto !leva a su vez, a Ia elision del sujeto mcional. Lo que en el ambito ideol6gico va mas alia que a Ia frc1gmentaci6n, Ia alienacion y reiticacion que provoca Ia aparici6n del heroe problematico lukacsiano en un mundo degmdado. De acuerdo con Ia cxplicaci6n de Marina Galvez 17 Acer , Ia diferencia entre los escritores modemos y los postmodemos es que los primeros se distinguen por el esfuerzo de querer controlar, ordenar, explicar y dar forma al caos de Ia realidad, por buscar o desear valores esteticos y momles estables, incluso cuando se dan cucnta de Ia ausencia de los mismos. Los postmodemos son diferentes. no en las contmdicciones humanas que representa Ia ausencia mcncionada, sino en Ia condicion de sus respuestas: "se niegan a postular ninguna estructura o lo que Lyotard llama metarrelato -como el arte o el mito- que habria sido para los modernistas un consuclo". Para Galvez: EIIWI'elisw acwal (o postmodemo) rramita traves de Ia flistoria de Ia literatura como 1111 /Uimada errante que reactualiza el pa.mdo imeriori:.tindo!o y contamimimlolo de pre,,·ellle y de vivencias persona/e.\·, reconstnrychulolo " fragmelltcindo/o Sill idelltifiCCirSe 11/IIICQ C:OI; e/". tl

el entierro de Cortijo

Es decir, puede huber un cuestionamiento al caos, a Ia falta de coherencia o las fallas de algun sistema racional, filosofico o algun proyecto discursivo e hist6rico, pero nunca se ofrece una alternativa contestataria o conceptual. Esto lleva at nihilismo puro y. en Ia mayori'a de los casos, a Ia participaci6n ideol6gica de lo criticado o sefialado. Desde el punto de vista marxista es improbable e imposible Ia sintesis pr.ictica y conceptual. Es, a gmndes rasgos, una cri'tica esceptica a Ia rclZ6n en los aspectos tilos6ficos y conceptuales, lo cual no es nuevo, ya que George Hegello habia comenzado, tilos6ficamente, desde su idealismo. Pam los escritores postmodemos han desaparecido los cuatro modelos de profundidad seiialados por los posteslructumlistas: ...elmodelo hennem!mic:o del imerior y el exterior (eltexto como dramatir.acidn de una idea o semimiemo metafi.,·ico ); elmoc/elo c/ialectico de Ia ese11cia y Ia apariencia (Hegel); elmodelo freudiano c/e /o latellte y /o manifiesto (o c/e Ia represifln ); elmoclelo existencial de Ia cmtenticiclacl y Ia inallfellficidacl (Sastre), y e/ modelo semilitico de Ia oposicili11 emre el significado y e/ significant/".

Pam esta critica, los escritorcs y novelistas postmodemos han abandonado las expectativas emancipadoms del sujeto y el resto de los valores o esperanzas que carc1cterizaron Ia modemidad. Por tanto, lao; nove las aparecen confinadas a si mismas sin que esto represente un nihilismo reaccionario de Ia forma sobre Ia novela misma como to fue Ia renovacion artistica que mencionamos anteriormente. Es decir, las novelas estan confinadas a si mismas, sin mas intereses que los pummente derivados de su propia realidad o am!cdota, y los de su creador, lo cual proyecta una funci6n intmscendente; Ia obra no se vuelca sobre si misma buscando convertirse en metarrelato. Seglln Galvez Acero el abandono de las expectativas emancipadoms del sujeto y del resto de los valores de Ia modemidad le otorga un tono amoral. resignado, cuando no nihilista y cinico a Ia novela:.'. Contrario a Ia angustia expresada por los escritores modemos, los postmodemos, aunque decepcionados de igual manem, no llegan a 17 M~rina

Gah ~z A~nu\twft.r ...• op.cil.

18 lbrd., 215·216. 19 lbf>IJ .. 220. 20 lbk.l., 223'


R~o·ista /CI' ml" fi I mimrm II

exprcsar Ia angustia aunque sf Ia decepcion. Ia cual se trJduce en ansiedad y provoca, en muchas ocasiones, alegorias de muerte y destrucci6n que le niegan cualquier posibilidad de sfntesis o juicio. AI novelista postmodemo no Ie interesa proponer una totalidad o acercarse a las epistemologfas que camcterizaron Ia modemidad. No se cuestiona o propane un mundo mejor, ni real o imaginario, ni sigue al menos un ideal estetico. No asume postums con respecto a su propio universo, abandonando Ia perspectiva solitaria (de gcnio) que camcterizo al escritor modemo. En palabms de Galvez: "EI creador postmodemo es un esceptico porque tanto el triunfo de Ia tecnociencia en los pafses desarrollados, como las creencias sociales emancipadoms de rcalizacion univen.al aparecen como proyectos fmcasados":'. Si bien en Ia litemturJ, los estudios cultumles y Ia vida del mundo real, los intelectuales y e~critores se interesan, en mayor o menor gmdo, sobre Ia investigacion y el cuestionamiento de los grJndes movimientos o epistemologias que afectan Ia vida del hombre, en Ia mayoria de los casos, sin pecar de idcalista, son movidos por Ia busqueda de verdad o de alguna explicaci6n. Pam el postmodemo eso ya no es importante y mucho menos si guarda relacion con Ia modemidad. La funcion estetica del pastiche, el collage, Ia ironia y el sarca~mo. Ia imagen fuerte o decadente. lo real marJvilloso, el feismo o cualquier otro elemento no esti en funci6n de un mensaje altemativo o esll!tico que afecte Ia significacion real o aparcnte:

ur condicidn esc:eptica del postmodenw posiblemellle deril'e de Ia inexistencia de esa perspectiva pri1•ilegiada del escritor modemo de.wle e/ mirar hacia el futuro (1111 Telos) o poria que se semfa pertenecieme a 1111 origen o pasado (1111 Arqrre). El tiempo del postmodenro es e/ pre.rente, y Ia fcrlta de raices ·' ' proyeccione.1· le com•ierten en a/go as{ c:m1w 1111 c:aos hedmrisla y esceptico. De.wrparec:ido el estatlllo del saber modemo, los Gratules Refatos (Lyotard) y, c:onrec:uentemellte, fa nocic}n de fa historicr como progreso y utopia, ef artista postmoderno 110 tiene mas illlere.\·es que los c/erimdos de .fit emomo, de su per.wna ." de .m obra. ...Mie/1/ras los escritores modemo.1·, espectadores solitario.\· y ago/Jiados por ef 21 lbf~ . 22~. 22 Jbf~ • 224·225.

lll lltljl' J rii iii11Ufl II

Ill LYDII IEII

desmrlen del mrmdo, emprendiem11 1111 esfirer::.o hemicrJ por cmwnrir su pmpio em/en literario, los postmodcmos aceptl/11 ef deson/en, 'tolenm fa cmgustia 'y panicipan en ef mwulo 110 como lu!mes (o estrefla.1·, seg1i11 Jean Fram:o) sitw c:omlrombn:s quimae.vcmcialmeme non11ales::.

Para Galvez y otros criticm Ia novela postmodema no rompe fonnalmente en muchos casos con Ia novcla modema anterior, lo que cambia es Ia ideologfa y Ia sensibilidad, to que parJ nosotros representa. en el contexto puertorriqueiio, un acercamiento al conservadurismo ideol6gico o, peor aun, a Ia derrota. En Puerto Rico Ia mayor parte de Ia critica ha establecido casi como nonna el retraso de nuestras tetras. No obstante, diferimos de Ia misma. Si bien Ia promoci6n de nuestras tetras no ha alcanzado Ia difusion de los escritores del boom, esto se debe al fen6meno colonial y a Ia subordinacion a otros elementos. No queremos rayar en el chauvinismo, ni en el nihilismo que combatimos, pero existen en el Pais casas que demuestran grandes producciones literaria-; como las obras de Manuel Zeno Gandia (siglo XIX), yen el pasado siglo, presente aun, se destacan las obras de Rene Marques, Emilio Diaz Valcarcel y Luis Rafael Sanchez, por mencionar algunos. Es decir, no pretendemos vemos a nosotros mismos ni a Ia produccion literaria del Pais como punta de Ianza o vanguardia, simplemente seiialamos algunos hechos que afectan Ia recepcion y Ia producci6n cultural. El no haber alcanzado aun Ia independencia o estabilidad polftica real, a nivel jurfdico intemacional, es un hecho que no podemos perder de vista en ningun momenta; no solo por lo que es nuestro referente historico sino por lo que significa pam nuestra literatura. Dll


UTE/1,\TUH.I 51

00: Ia literatura puertorriquefia

postY2K Elidio La Torre Lagares

La historia de las ideas es emonces Ia disciplina de los comiew::.os y de los fines. ·Michel Foucault, en La arqueologfc1 del saber PATRICIDIO

E

n uno de los escrito!t mas influyentes de Ia critica liter..uia de principios del siglo XX, B. Eichenbaum cita a J. linianov al tr.ttar el dilcma de Ia sucesi6n liter.uia: Cmmdo se lw/Jia de Ia t radichin o de Ia sucesirin literaria, se piensa generalmeme en ww lfnell recta que une a los lllllore.\· mcis reciemes de ww rama literaria cm1 sll.\' nwyores. ua cosc1s, empem, so11 muc:ho nuis c:ompleja'i, No se trata de ww recta que se pmlonga. sino que a elida fJti.W asistimo.1· a 1111 comic11:o que .H! orgcmi::.a a partir de 1111 pwrto que se refwc/.

Dicha postum, que linianov considcmba a Ia luz de Ia litemtum rusa. ha cobr.tdo rcprcsentaci6n arquctfpica a traves de las diversas literaturas del mundo. Ciertamente, dice Fanon, "cada gener.1ci6n, dentro de una rclativa opacidad, tiene que descubrir su mLc;;i6n. cumplirla o tr.ticionarla":_ La litemtura puertorriquena. que es relativamente joven, es probable que haya comenzado a desarrollar el significante del gentilicio "puenorriqueno" con lao; publicacioncs del Aguinaldo puertorriqtwlio y el Album puertorrique1io, a mediados del siglo decimon6nico. Pcro es durante el siglo XX cuando entonces atlorara Ia producci6n ma'i significativa de nuestro quehacer literario, encontrando su terreno ma'i fertil en el costumbrismo, ante el cual pa-.ar..in como fuerzas menores los movimientos mdicales de vanguardia del pancalismo, noismo, el atalayismo, entre otros. Afirma Luis Hernandez Aquino:

€adaver

I B Etdl~nbJutn . ·La ll'tlrfa dcllll<.'todo rnm13f'. Twrlir dr lu lrruutrrrcr <lc lmfimrmlutll.t nr.m.r Antnlngfa prcpm•JdJ porTl\"CtJn Tudon.v (llucnm Aires. Slglo XXI. 19101. -19 2 Frant1 Fanun. Lm n mclcllortlo.t c/o· /11 urrm (1\l~xi~u ' Fnndu de Culturd EcontimicJ. 1986). IHH.

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Elilliol L• Tum.: LtgJn:s

narrar, he escogido a Hi.worias tremem/as de Pedro Cabiya, Brel'iario de Juan Carlos Quinones y Cuda ••e:: te despides mejor de Jose Liboy, todos ellos cuentistas, mientms que Ia mirada a Ia novela Ia concentmre en £rquisito c:adtil'er, de Rafael Acevedo, y en Sirena Selena, de Mayra Santos Febrcs, dos de las pocus novelas que han calado Ia atencion de manem significativa a 1 partir del 2000 • Estos cinco nombres son los mas representativos de Ia ficcion que se produce a partir de los 90, pero que coincididamente dominan Ia primera produccion literaria de Ia dccada del dos mil. sin que c!.lO contravenga Ia labor literaria de otros escritores de Ia misma cpoca>. LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE PEDRO CABIYA

La escritura de Pedro Cabiya (o Diego Deni, o Tobias Bendeq. o Gregorio Falu. o todos ellos) es de dondc se sustraen todas las lradicionales continuidades litcrarias anteriores. Para que despunte una nueva literatura tiene que huber negaci6n y a Ia vez tradicion. La topogr..tfia de Ia escritura de Cabiya es divcrsa. dispcrsa, pero sobrc todo, extrafia, Jo que nos recuerda a Donald Barthelme y a Thomas Pynchon. Los cuentos de Cabiya han aparecido en prestigiosas rcvistas literarias, periodicos y antologias, tales como Ia Antologia del c:uelllo latinoameric:ano del sig/o XXI, editada por Julio Ortega. y el consabido Rostm y lamtisc:ara. Asi, en cl claroscuro de los siglos, nos llega Historia.~ tremenda/ En este primer libro de Cabiya, el efecto estetico, por tomar prestadas las palabms de Dominic Head, se mantiene relativamente autonomo!!. Se aparta el escritor de los cooigos conductuales y convenciones sociales, que son suplantados con afan fetichista por los juegos de palabr.tS y unidades de lenguaje. Mas decididamente, Ia escritum de Cabiya plantea un cambio de pamdigma en nuestm 1

litemtum, mejor representado en un pasaje de "Historia verosimil de Ia noche tropical". cuando el personaje de Iris, al notar que el pcrsonaje de Bruno Soreno (a quien conocemos mas tarde) esta ebrio, aquella insiste en conducir: "Ah, no, pues no. Mejor yo gulo porque lo que yo quiero es que no me vaya a par& Ia jarJ'', dice ella. El narmdor advierte entonces: "jlajar.t! iOyc eso bien, mi hermano. Ia jar.t!... ;,De que... sarcofago se arr.tsU'O este... pescuezo?" (I 65). Este pasaje recoge, de manem alegorica, un decisivo distanciamiento genemcional. Ciertamente. las casas ya no son como emn. Ni Jo ser.in como son. En Hi.worias tremendas. Ia palabra es el epiccntro del efecto Cabiya. Lo lilosofico y culto cohabitan con Ia jerga cotidiana en una impactantc mezcolanza pop de aldea global postecnologica. En el cuento "Historia de una visitaci6n", por ejemplo, sc recurre al uso del hiperbaton. con enfasis especial en los verbos al final de Ia omci6n (recurso utilizado por lo!i pro~istas cspafioles del Renacimiento ). Los personajes en este cuemo Jlcvan nombres como Climcnestm, Pericles, Hcrmogenes, Tais. entre otros, que degustan pasteles de yuca y de platano y que persiguen a una rata. "Tras ella, ocho personas, ninguna pudo agarrarla", nos dice el narrador. "lntentaban no tropczarse entre ellos. pcro esa utopia fmcas6" ( 137). En efecto, ante Ia muerte de las utopias, solo nos queda Ia experiencia inmanente: entonces, Ia exaltaci6n y Ia burla. En el cucnto "Historia de un hombre nacido bajo e\ innujo de una mala estrella. o vida de un desgraciado, o penosa tragicomedia en ocho acapites". encontramos al hablante desvcnturado, una deformacion del "Candido" de Voltaire que se presenta ante tales infortunios que incluso nos recuerdan a los lnj(mwrios tie Alonso Ram(re:. de Siguenza. La risa, dirla Bajtin. revierte el orden social. 1 Destruye cualquier distanciamiento jer.irquico: • El absurdo, Ia parodia y el pastiche son materia de ll'iO en Cabiya. E!i un ensayo de Ia incertidumbre y Ia tmnsitoriedad. Directo a Ia sangre en irrigaciones de chocarreria y mundanalidad culta, Cabiya recoge Jo que encuentm en el vertedero culturdl de esta sociedad de excesos, y Jo tmnsforma en artefaclos que, si bien

19 Un tcn:cr trJhajn no•cliMk" pol<lria incluir..c. Se trJt:~lk: Hi.>toria ,,,. 1111 diou f>etfllt!lill (San J ~~:~n: PI= ~ la)'tlr. 11XII). 4"" nu di..cutin! (lllflrJI:l"" lie una obra de ml ;~ucoria. 211 Los l"''k'lmu~rk.• f"'l':1 ~"'-~ljlcr a eM<l'l •'loCriton.., ~., Ia tlc,.,n,·oltura lk: Ia Wllit~'r.lria (alin tra.• b nliN:Olf"J, I• m L ticnc 4"" ,.._., !,'l.'nuina\. 1:1 intcnci<in apn:dabk: lk: 1:1 =aci<in ole un proyt.'Ciu litcr.ui<>que no pn:t.,Kic "-'r ntrJ \.1 )0.;1 nl:is ole lo que ~., (a " "''' Ins C"-'ritnn.. , pll.'tCOO..'Ilk" logrJr olemasi:xln). cl t.lcHninin im~-c:Jblc de Ia funna clcgit.la (un •'UCnlo ,;c pi•'nlc f:icil en an.'o:llnb\ y Ia :1(."1."\!Sibilidail lie'"' tcxi<JS. 11 Pct.lm Cabiya. lli<tori11s ln•mt•m/m (San Juan: Isla Negro~. l'.I'J<Jl. 21 Do minic He•t.l. T/1<· Modt•mi.tt Short Swry: ,( S rmly iu Tllt!ory mrtll'nrmu• (Cumbritlj!e: Camhrit.lgc University f'n:,~. 1992), K. 23 M.M. B ~j tin. Tile Di•lngic lma~inutinn(Au •lin : Univcrsily of Tc~as Pre". IYHI ). 23.


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porum algo de patetico, tambien son hellos. La liter.uur.l no ser.i igual despues de Pedro Cabiya. BREVE DE JUAN CARLOS QUINONES AI final de Histolias tremenclas hay una "P6stuma advertencia a! lector a modo de epflogo" escrita por Bruno Soreno, el mismo que protagoniza uno de los cuentos de Cabiya. Se tmta del alter ego de Juan Carlos Quinones ( 1972), quien ha sido publicado profusamente en diversas revistas litemrias de Puerto Rico y del exterior. asf como en importantes antologfas como Ia compilada por Ortega, Ma/(h)hablar, editada por Maym Santos Febres. Quinones le da otro giro a Ia litermum puertoniquena. Son pluriformes las lectums que alimentan su tejido narmtivo. Borges. Burroughs. Cortazar. Kafka. t,Neruda? Quinones aparece con su primer libro de narraciones breves cobijadas bajo el titulo de Breviarioz~. Se trata de 20 breves (algunas en menor grado) narraciones que abarcan un singular espectro tematico extrafdo de nuestra contemporaneidad. Y, sin duda, estamos ante un artesano del cuento, un estilista refinado de Ia forma que reta las demarcaciones de Ia tradici6n y busca redefinirse a sf mismo. Los cuentos de Juan Carlos Quinones son como organismos vivos concebidos por el conjuro de Ia palabm: tienen vida propia. Se le escapan al autor de las manos. Son incontrolables. Le dan golpe de Estado. El autor ya no es el. Las palabras lo traicionan. Si los comienzos son poco habituates, los finales (si es que acaban) ciermn con una increible impredecibilidad. El lector es constantemente partfcipe, a conciencia de los hablantes, de Ia reconstrucci6n de los textos. El yo rechaza Ia corpomlidad y, como un virus, se encuba en quien lee. Quinones nos recuerda at recit de Blanchot, que "informa de un suceso extmordinario que se halla fuem deltiempo cotidiano y de Ia verdad al uso, tal vez incluso de cualquier verdad"2.S. Precisamente, de sucesos extmordinarios se alimenta Ia escritura de Quinones, quien recurre a cierta forma de "tr.~nsrealismo". vertiente asociada con Ia ciencia ficci6n y en donde las percepciones inmediatas se codifican de una manem fantastica, lo que encierm en sf misma Ia idea de corromper Ia

realidad por consensoJ'l. Los objetos son humanizados, nos atro~viesan, nos asaltan, conviven con nosotros. E.c; una especie de experiencia esquizoide. En "Breve relaci6n de Ia ciega construcci6n", el objeto del deseo de los actantes parece ser cierta abermcion fetichista por el urbanismo desmedido. En este sentido, el cuento tr.Jbaja como una reversion de 'The Fall of the House of Usher" de Poe. Si en este Ia cac;a colapsa, en el relata de Quinones erigimos una casu a Ia que se construye un segundo piso y se "prena" de cuartos: si el desplome de Ia casu de Usher es una representaci6n del descalabro psicol6gico, en Quinones encontr.Jmos una construcci6n de lo exterior, de lo material. E.<i el mundo del excedente de producci6n en tiempos del capitalismo tardio. Los tiempos de lac; fabulac; y las historiac; en Ia narmtiva de Quinones nuyen, mayormente, a destiempo. Los personajes son cualquiem y nadie. Su lenguaje es alinado, incisivo, y frecuentemente autorrenexivo: Ia representaci6n refmctaria de los signos concurre en Ia repetici6n - a manem de espejo-, y en los juegos verbales que no apuntan a otr..1 cosa que no sea hacia sf mismos. LLAMADO AL SERVICIO: JOSE "PEPE" LIBOV Pepe Liboy Erba (1964), como Ia poeta Kattia Chico, es un exiliado de los ochenta que dcscuella en Ia escena litemria entmdo el nuevo siglo. Su obm cuentistica permaneci6 prcdominantcmcnte inedita hasta la,publicaci6n de Ccula ve: te despicles mejor· . AI igual que Quinones. Liboy egresa de las antologias £/ rcwro y lamciscara, Mal(h)lwblar, Los nue1•os ccm(bales y otras publicaciones dispersas en revistas literarias. Dotado de un lenguaje cotidiano, los cuentos de este excelente libro trJnsmigmn de to familiar a to mro. Sus personajes son asediados por el mundo concurrente de Ia posmodemidad. Por ejemplo, en "Cine de Rio Piedras", el cine se convierte en refugio y escape a Ia vez que en elemento totalizador. "Uno va al cine cuando no queda otro remedio", dice el hablante del cuento (15). "Si hubiese un segundo diluvio universal, Dios le ordenarfa a Noe que construyem un cine", aiiade mas tarde. Es esta disoluci6n del sujeto en Ia cultum de lo effmero materiallo que asertivamente resalta Liboy. En "Retmto de un pez gato" queda el

2-1 Ju~n Carlns Qui~nncs, /Jil'l·i~trio (San Ju~n: Isla Ncgm, 21XI3). 2.5 Christina BUrger y Peter BUr~cr. Lt1 de.wtn~ridtill d..t .<11jeto (1-ladrid: Aka!, 199H), 2111. 26 Rudy Rucker. "A Tr~nsrcalist Manifestn". Tnm.Hl'fll! <New York: WCS lxK1ks, 19" 1).. J 27 Jnsc Lilxl)', Cm!.1 1·e~ tt• dt•.<pi<le.< mej or (San Juan: Isla Negr.t. 21X).I ).


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1111: Ia literaturo pttertllrriquet1a l'11st )'!I\ Elidi<ll...a Torre Llr;u,;,

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intento de mediar un retrnto fisico del hablante por medio del acercamiento a elementos disfmiles de Ia exterioridad. En "Fui llamado at servicio", Dios. convertido en prostitura, le dice al acrante principal: "Eres una Jicencia de conducir expirada" (79). La subjetividad y Ia individualidad se han perdido. Nuevamente, a.c;ediamos a Blanchot. "La muerte del sujeto noes en Blanchot una experiencia dolorosa," dice Burger. "sino mas bien una18 experiencia en Ia que... se muestrJ. alga esencial" • En los cuentos de Liboy, los muebles se representan como mascota.c; de los duenos. el Che Guevam es un omamento en una sala, Dios es un antiDios, los personajes se pa.c;ean por el desempleo mientrJ.s que los habitantes de las urbanizaciones de clase media son "sicoinf6rmatas", y Ia Jasaila es admimda a Ia manera que Keats admimba Ia uma ("Hoy hice una Jac;ana. t,La vieron?", pregunta Ia destinataria, a Jo que el protagonista contesra: "La vimos. Es hermosa"r . Liboy es un pervertido de nuestra litemtum. Y un pervertidor. ;.CUA.NTOS PIXELES CABEN EN UNA PERSPECTlVA?: RAFAEL ACEVEDO El prologo a Cada vez re despicles mejor queda de1egado al poeta, dmmaturgo, ensayista y novelista Rafael Acevedo ( 1960). Acevedo dirigi6 Ia revista Filo de Juego (1983-1987), una de la.c; publicaciones mas importanles de Ia genemci6n de poetas de los ochenta. Su trJ.bajo (en parlicu1ar. su poesfa) ha aparecido con prominencia en diversas antologias, muchas de las cuales ya se han mencionado. Pero entrJ.dos los 2000, es su novela EwJuisito c:adtiver", premiada con Menci6n de Honor en el Certamen Casa de las Americas, de Cuba, en el 200 I, Ia que llama Ia atenci6n. Con este trJ.bajo, Ia fantasia y Ia ciencia ficci6n llegan a Ia novelfstica puertorriqueiia. La formula es constante: el juego del lenguaje se dispersa, como dina Burroughs, como un virus. Los referentes se repiten y se diseminan. La escritum colectiva recrea Ia proporcion espacia1-visual del hipertexto. El Caribe posindustrial se represenla en Ia carga de anglicismos. La brevedad de las frases agiliza Ia lectura y trabaja con Ia eficacia del eslogan publicitario, lo que las convierte en representaciones de un tema constante en Ia

novela: Ia sobrecarga de informacion. El "Newspeak" de Orwell ha tornado otra forma. Nada de ciencia. 0 poco de ficcion. Ciertamente, en E.rquisito cadciver, Ia tecnologia maneja el mundo que se disuelve entre neurolecturas y lenguajes nuevas. Lo extraiio habita un Iugar habitual. El humor, o Ia risa, se impregna del mamvilloso absurdo de Ia realidad: el "exquisito cadaver" no es otrJ. cosa que el cuerpo asesinado del administrador, servido como un suculento sushi: came cruda envuelta en arroz. "Aiguien habla transformado Ia ciudad en una cena. Un ojo canibal. Un hambre de cambia'', dice el narrador (63). Lo magico realista queda devorado por el morbo grotesco. Comienza asf una aspiraci6n a una realidad distinta a Ia que ofrece o permite el Estado. Es el inicio de Ia identificacion con Ia otredad. La ironia: en plena era de Ia 31 informacion. no nos cntendemos • Pero, £,quien es el cadaver? Son varios los invitados que se sientan a Ia mesa sin Ia menor sospechn de que seran devorados. El hablante deglute al autor. Se engulle a Nietzche, a Marx y a Spinoza. Se mac;tica ellenguaje, pero ellenguajc nos mastica a todos. Devommos y somos devomdos. QUEER AS FOLK: MAYRASANTOSFEBRES Mayra Santos irrumpio en Ia escena literaria de los ochcnta con su poe mario Anmmi y Manigua. pero es su relata "Oso Blanco", que le merece el premia Radio Francia lntemacional del Certamen Juan Rulfo en 1993, con el cual Ia escritom emerge como figura de primer orden. En esa decada publica el cuento "Pez de vidrio", en el que se reta, se parodia y se derroca el discurso patriarcal portoricensis. En el 2000 publica su primera novela. Sirena Selena l'esrida de penan. obra aclamada tanto crftica como comercialmente, destacandose Santos Febres como una de las novelistas puertorriquefias mas cotizadas. Aunque de algun modo el trabajo de Santos Febres nace como una extension de Ia nan-J.tiva feminista de los 70, Ia autom obliterJ. lac; fronteras al sumergirnos en el mundo homo-er6tico que nos

2K BUr&cr y BUr&cr. op.cit., 294 29 Lihoy, op.cit , "Rehab", 93. 311 R~racl Acevedo, £xqui$ita ntdtil'~r (San Ju~n: Ediciunes Callcj6n, 21Mll ). 31 Yasmine Crul Rivera, ' 'Palabra c imagen: cl podcr de Ia infonnaci6n en E.rqtri.<iw wdth•er", Ptuultr y l..erm: Etr.WI"llf dt• rrirkulirerrtrill .wlm: l11litermurrs puertorritfUCt111 (Rfll Piedras; t:ditonal Cultural. 20IJ.I), 37-14. 32 Mayra Santos Fcbres, Sirena Selena vcstida de pcna(Barccluna: Mondadori, 2000}


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presenta el personaje de Martha Selena, un joven travestf que "canta como los angeles" por los bares de San Juan y Santo Domingo. Es a traves de Ia mascam que le facilita el travestismo que Santos Febres subvierte el orden establecido. La sexualidad es transgredida. Esta novela sale de algun callejon olvidado de entre las fisuras de L/.1 guamcha de/macho c:amaclu>. donde todos, en algun momento, hemos convergido. A traves de Ia escritum transexual se presenta Ia problematica de Ia idcntiticacion sexual por media del sensacionalismo, lo urcano de Ia sexualidad y el sensualismo en su sentido filosofico, segun Ruben Rodriguez Jimenez. A esto anade que Ia novela: ... denota Ia marginac:icJn y subyugacidn del 'otm' en l£1 .m ciedad urbana puertorrique1ia y dominic:mw. Desde s11 comienzo, Ia escrilllra borra Ia idemificacic)n sexual de Ia vo:: narratil•a y de l'llrios per.wmajes, en particular Ia idemific:acitJn de Martha DiPine y Sire11a Sele1w, lllili:.ando como vehfculo Ia homose.nwlidad COli 1111 enfasis en Ia trcmsexualidad y e/ trm•esti.\·mo. Esta tt!cnica narrati1•a reta las nociones llLwnomictiS preestablec:idas de los lectores sobre /o masculino y lo femenino; e igualmellle pre.fellla temas como Ia bzisqueda de idemidcul, el alm.w de menores, el raci.mw, e/ colmzialismo )' el agobio ec:ollt)mico y psic:olt1gico que .w fre el sujeto nwrginado... A 1·f pues, de.w/e el c:mnienzo de Ia nm•ela. fa transe.nwlidad y e/ trm•esti.mw se instalan como c:elllro del texro y margine111 las nocione.\· de heterosexualidcul •,. al itulil'iduoJJ l.JIIe c:omrimnellle se /e c:onoce cm11o 'bugarfl)n' .

La mascara se vincula con Ia alegria de Ia transformacion y Ia reencarnacion, con Ia relatividad ufana y con Ia feliz negacion de Ia uniformidad y Ia similitud; rechaza Ia conformidad, apunta Bajtin).l. Metamorfosis. Transicion. Contravencion de las circunscripciones naturales. Un sentido de lo ludico en Ia vida. Lo mejor esta por escribirse. La novela. afirma Bajtin, se encuentra en un proceso de constante evolucion. No puede ser contenida ni definida. La novela es el unico genero

aun en desarrollo y, por tanto, reneja con mayor profundidad, esencialidad. sensitividad y mpidez, Ia realidad misma en su n proceso de desarrollo . Durante los 90, Ia novela puertoniquena no cuenta entre Ia genemcion mas joven con una representaci6n significati va o de repercusion importante, salvo, probablemente, las novelas policiacas de Wilfredo Mattos Cintron .

POST Y2K: EL OFICJO Apenas llega a mis manos Ia primcm copia de Cru!lllos de ojic:io (2004), antologfa compilada por Maym Santos Febres. En ella unos diecinueve aspimntcs a cuentistas prestan sus respectivas plumas pam damos una direccion de hacia d6nde se dirige nuestm litemtum. El erotLo;mo de Maile Amgon, Ia ciencia ticcion de David Caleb y Ia formalidad fantasiosa de Juan Carlos Lopez llaman Ia atenci6n. Hay vocaci6n en Marr.1 Pastor, Axel Alfaro, Luis Othoniel Rosa y Karina Claudio, por mencionar a algunos. La palabm vibm. El mundo es un bufe, queda probado. Uno se sirve de donde quierJ. Nuda mas affn con nuestros tiempos y los postulados de Ia posmodcmidad. Nuda mas uffn con Ia escritum en su car.icter de acto politico. La nueva narr-Jtiva no deja de ser polftica ni contestaria. Lo que ha cambiado es el modo de hacerlo. Es una relacion de amory odio: reaccionamos, pero a Ia vez nos insertamos en una tradicion que data desde los infortunios de Sigtienza y las "Coplas del jfbaro" de Miguel Cabrem; continuada por Alonso en El gtbam, hasta arribar al siglo XX en cl que encontramos Ia brillantez particular de Pales y Luis Rafael Sanchez. Risa, mascaras, parodia, burla. El juego es a Ia resistencia. UD

33 Rub.!n Rodria;uez Jimenez, "EscriiUra trdn<exual y bom\n de idcnti~ad en Sirc1111 Sdrna l't!.<lillel dr prmr", disptle!libk www lchman.cuny.cdu/cibcrlctras/v09/nlllria;uezjimcncz.html 3-1 M.M, Bajtin, "lntmduction", Rt~l>c•lais mrd Ills m,td (ln~iannpolis: Indiana Unvicr;ity Pn!.<:l.. 19K-I), -10. 35 • "Epic and n<l\'cl", nu• Dicrlogi<' lmtr11imuimr (Austin: University of Texas Pre ~ 199K ~ 1.

1:.11


Margot Arce de Vazquez, Quijotextos de Antonio Martorell, 2005 mixto sobre lino

Re•·ista ICI' mlo II I mimem I I

MargotArce

y el mundo 1ntelectual masculino del30 Judy Ann Seda Carrero

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a Generaci6n dcl 30 fue un grupo litemrio forrnado por diferentes :mtores, entre ellos profesores universitarios, abogados, medicos y aulodidactas, quienes tenlan como idea basica Ia busqueda de Ia definicion del ser puertorriqueno y de Ia identidad nacional. Como resultado de Ia invasion de 1898, los treintistm; resienten el cambio de Ia soberanla espanola a Ia nortcamericana, pues enticnden que con el cambio de soberanla han tenido perdidas, no solo economicas, sino que tambien se ha intcrrumpido cl proceso de formaci6n de Ia identidad cultural. PoHticamente, el Pafs no solo ha sido agredido, sino que con Ia llegada de los norteamericanos se han trastocado cl idioma, Ia 1 religion y las costumbres • Por eso Ia Genemcion del 30, en su busqueda de Ia definicion de Ia personalidad pucrtorriquefia, considera que todo pasado fue mejor, y algunos autores, como Emilio S. Belaval y Margot Arcc, por ej~mplo, desarrollan un alto grado de hispanofilia-. Sobre este particular, Magali Roy-Fcquierc comenta: ... Este esfuerzo por dotar a los puertorriqlteliO.\' de 1111 patrimmrio lristr)rico y cuflllraf cmmin y por definir los {{mites de /o que fa GenerachJir del Treima /lanu) 'Ia per.wmalidad puertorriqueiia' lle\'(/ a muc/ros de srts miembms a vo/ver Ia mirada Jracia Espaiia. La idea de Espmia es 1111 mum de co111enci6n frente 1 a Ia penetracicin culturalnorteamericana ... I Subrc c~lc particular. comcnln Fmncisco Manri4ue Cabn: ~ : "EI problema em gr~ndc en dimcn~ioncs pucslo 4uc sc 1m1aba de IOdo cl scr puenorriquciin, prc~u en sus ' nue•·a.\' rcdes CL~lntlmkas, polhkas, cduca1ivas, lilernrias. sncialcs, clc. ··.en: /li.-;toria tit• lcllileruwr'' Jlltt!rt,rrit}Jtt•r.a. 2!-19. 2 1\.lnria Elena Rodriguez ca.,lm define Ia hbpanofilia como ", .. Ia pu~luladtin y defcnsa de una r.11n. familia o comunidad hispana 1r.ms:ul:intic:~, unida.' en Ia lengua, Ia lr~didtln y lo.' cn:cnda.• .. ,", en: ~AM.'dio~ ccnlcnarios: Ia hispanofilia en Ia L'Uhum ruenom4ucila",l/is1Hllr<>ji/iu. W11lliterum ,. •"ir/11 rtt l'umo Riw 1900-1950. • Univc~idad de Pucno Rico, IIJ98). 277. ~ "MaJl;nl An.:c y Ia.~ par.u!Ujicas mil.-..~ de Ia ~uhur~ nill.'ional". pn\logo a P.~c II, Educ-.~ei<ln y reformn univcmtana 1935·1978. Olmu c >~mp/ew.r, \'nl. Ill. Puerto Riw; let~ll<t, •·tluwdritl. rtfimrur rm;,·,·rsiwritt.polilim, .-rtlmru y l'<'li)litirl, Ed. M:uildc ,\Jbcn Rubano {!i.slado' Uniclus de Am~rica: Edilnrial de Ia Uni\·c~idad de Puerto Rie<~ IIJ98 ~. 111-1-1115.


LIT£Rt1Tt'IM 59


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Judy Ann Scda CaJn'ru

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La Universidad de Pueno Rico desempei16 una labor importante en Ia busqueda de Ia identidad nacional y Ia definicion de Ia cultura puenorriqueila. Bajo Ia direccion de Antonio S. Pedreira, tigura principal de Ia Generacion del 30, gim Ia actividad literaria en dicha universidad, convirti<!ndose el Depanamento de Estudios Hispanicos en una de las divisiones mas prestigiosas de este centro docente. El departamento estaba esencialmente formado por

hombres, pues eran escasas las maestras en esos aiios. Concha Melendez, con su catedr.t de litemtum hispanoamericana, y Margot Arce, con sus cursos sobre literatum espanola, eran las excepciones dentro de esc mundo intelectual masculino. Arce estudio en el Centro de Estudios Historicos, en Madrid, y se convirtio en Ia primer.t becada puertorriquefia del Gobiemo espafiol•. Dirigio el Departamento de Estudios Hispanicos de 1943 a 1946, en sustitucion de 1 Concha Melendez . Trabajo como profesora por mas de cuarenta ailos; tinalmente, se retiro de Ia catedra al comienzo de los ailos 70°. LA MUJER Y EL MUNDO INTELECTUAL MASCULINO

En "A Mindless Man-Driven Theory Machine", James J. Sosnoski explica como Ia critica liter.tria ha sido establecida y dominada por el hombre. Describe Ia critica liter.uia tradicional como patriarcal, dirigida por una figura-modelomasculino, a Ia cual todos deben seguir. El intelectual masculino es el ejemplo. El profesor universitario es el modelo dentro de Ia Academia:

... The ma.vculine qualities of exemplary male professors became 'role-models 'for success within the stmcture of the academ)\ a phenomenon which shaped the field ofliterary study as 1re noll' know it...' Las mujeres, para tener acceso a esa estructum de poder, es decir, a Ia Universidad, tuvieron que asumir las mismas postums de Pedreim y otros miembros de Ia Genemcion del 30 sobre Ia busqueda de Ia identidad nacional y el significado del ser puertorriqueilo. Magali Roy-Fequiere explica sobre este particular:

.. .As women in w1 imcllectual field dominated by men, they negotiated access to culwrallmtiflltiom tltat would admit them as long as they did not stress gender concems, c111d a.~ long a.\' the)' accepted the narmw class and race pammeters pmposed by 1f1e di.~courses of Puerw Rican ncuional idelllity... ~. Margot Arce asumio posiciones esencialrnente masculina~ y conservador.ts. Bajo Ia dircccion de Pedreim en Ia Universidad, Arce interpreta ademas, Ia realidad puenorriqueila de Ia epoca de igual forma que sus compafieros de Ia Genemcion del 30. Sus posiciones sobre politica y cultur.t renejan las preocupaciones principales de Ia Generacion: incertidumbre por el destino politico del Pafs, busqueda de Ia identidad nacional, defensa de Ia patria, etc. Su hispanofilia Ia mantendr.1 siempre, pero el amor a su pafs Ia hace aspimr a Ia independencia. Licia Fiol Matta comenta que Arce, dentro del cfrculo universitario, adquiere cierto grado de autoridad " ... para delimitar una propuesta sobre el Iugar aceptable de lo femenino dentro del contexto nacional, y en esa propuesta el dispositivo pedag6gico y el dispositivo cultural son los fundamentales ...".' Arce colaboro y formo parte de Ia Junta Director.. de Ia revisla fndice. Antonio S. Pedreim,

4 Jor~c Font Saldaila. "Maq;t~ Art:c. Un valor de nucstr.l culturo~··. f'toctfll Hiclllll«tmdll, 29 de oc1ubn: de 1938. 21: Maq;arita ScC:IIT'.I Rc.ao. "EI L'fls:tyo L'll Ma~~;ot Am: de V:lujuc1.: Contnhuci<m hiblio&rJfica a •u c>tudio (1926-1983 )". tt!sis somctitla par.1 cl gr.tdo do: Mlll:stro en ,\nc• de Ia ll<eucla Gmt!uada do:l Dcprut:uncnto de Estudios Hispanicos de Ia Univcrsidad de l'ucno Rico, 1985. I-14. 5 lhfd.,IS0-151. 6 lhld.• lSK. La tcsis de M~arib Scg:ur.1 Resto ofrccc una cmnologfa dcbllatla de Ia vida profcsional y personal de M~ot An:c. 7 Rohyn R. W:utllll y Diane Prince Hcndl, cditorcs. F<111i11i.m~ All Amim/1111)' •1Utcmr:!' 171et>t')' tllul Critid.""· (New Jcn;cy: Rutdgcr.; Univcr.;ity rn:..,, 1973}. 47. II "C\mtcstL'tl Territory. Puc'I1o Rican Women. Creole Identity. and lntellc:ctual Life in the Early Twentieth Century", Cllllll/at>.Vol. 17. N~ m. 3 ( 19').1): 931 .


LtTEIMTl%1 61

Alfredo Collado Martell, Samuel R. Quinones y Vicente Geigel Polanco le dan Ia bienvenida y se refieren a ella como " ... Ia nueva mujer puertorriquefia que en ella tiene destacado representante"'". Magali Roy. fequiere considera que indic:e presentaba una vision masculina: .. .i11dice. tire semilwl cultural journal of the Generacion del Treima. lras a mmculine understanding of culture and natimral idelltil)~ /11 its pages there was preciom little space for women 10 debate and explore the cnncenr.1· tlrattheir pcmicular sillwtimr in tire cultural milieu demcmded. iudice, 11 as tire male voice of culwralnatimrali.l·m ... •

Si bien es cierto que algunas mujeres colaboraron en Ia revista - Antonia Saez, Carmen Gomez Tejera, Gabriela Mistral y Concha Melendez- . estas escribieron mas bien sobre lite-ratura y no sobre temas particulares que podrian interesar a mujeres profesionales en otras areas del conocimiento. La participacion femenina fue limitada. inc/ice no provefa espacio para temas como Ia educaci6n del nino, el crecimiento profesional de Ia mujer, especialmente el de las maestras, temas de interes actual discutidos desde un punto de vista femenino o cualquier inquietud que incidiera en lo femenino. Roy-Fequiere entiende que esa fue una de las causas pam Ia formacion de Ia Revista cle Ia A.wciacicin cle Mujeres Graduada.1· de Ia Universidad de Puerto Rico: " .. .imlice. as the male voice of cultuml nationalism, silenced women and ignored their newly acquired rights. This silencing was perhaps one of the reasons that prompted the A.mdcu:i6n de 1 Gracluadas to publish a journal of their own" l.

MARGOT ARCE Y ANTONIO S. PEDREIRA La relaci6n entre Margot Arce y Antonio S. Pedreir.t surge de Ia labor academica como miembros del Departamento de Estudios Hispanicos y de Ia Junta Editorial de indice. Arce sentfa gr.tn admir.tcion por su compafiero y

lament6 su muerte en el editorial que escribe en Ia Revi.fla de Ia A mciacitin de Mujeres Gracluada.\· de Ia Unit•ersidad de Puerto Rico, Homenaje a Pedreira, en 1940, y ademas le dedic6 unas "NOtUS b'10gra'fiICaS,.,)• En el editorial, Arce resalta su labor como maestro y fundador del Departamento. Ademas describe su labor literaria: Como escritor. su obra expre.w su espirilll Ia c/aridad de rm espejo y 1ws rel'elcr dotes imelecruale1· y e.\pirifllales de ca/idacl poco cmmln: ime/ecto clam yfuerte; absolma lwnracle: en ei c:mrtenido, en Ia forma y el nuftodo de trabajo; sel'eridad para consigo mi.mw y para cm1 los hec:lws que expon(a y enjuiciabcr: /aboriosidad cmrsumte, encaminada a/ propio perfeccionamiento; curiosidculnob/e y ::alwri; cultura t•a,wr. La predi/ecc:hin por d€!1'10.\' lema_ \' XCiiala ,W illleres por /o etic:o )' .H/ ... • 1-' cmwr enmmable a las c:o.1·as cle Ia patrla . cmr

Para entendcr claramente los vinculos literarios entre Margot Arce y el Hder de Ia Generaci6n del Treinta es pertinente comentar algunas retlexiones y crfticas del articulo "Reflexiones en tomo a lnsulari.mro, de Antonio S. Pedrcim"'~. Lo primero que llama Ia atenci6n es Ia clara preferencia que muestra Arce por eltexto. "De Ia obra de Antonio S. Pedreira hay un libro que es objeto de mis predilecciones; que he leido y relefdo varias veces, y que volvere a leer siemprc que se necesite reflexionar sobre nuestr.t cultum"" La ensayista establece que ha decidido examinar ln.wlari.mw " ... no por su valor 11 liter.trio, sino por su actualidad palpitante" • En ese sentido, Arce parece insinuar que en 1943 todavfa continuan las interrogantes de que son y hacia donde se dirigen los puertorriquenos. ln.l'lllari.m w ha sido y es un libro para Ia reflex ion, como bien expresara Margot Arcc, por su "actualidad palpitante", pues muchos de los planteamientos de Pedreira aun estan vigentes. Arce hace un analisis detallado del texto y expone los puntos que consider.t son positivos del

9 "Modclos lk to rcmcnino", prulot,•o a parte IV, ~~.a, cscritur.t' y Ia mujc:r pucnoniqucib", en 0/mu C<N>~plettrs, vol, I. Literntura pucnnniquc:ib. fl..r7. 10 hrdiu , Ailt>Ill, Num. 21!: 39. II Roy· F.'qui~n:. "Contested Territory: Puenu Rican Wum•n. Cn:Pic Identity. and Intellectual Lire in the E:.trly Twentieth Century", Cllllllloo, 92K 929 121bld. 13 Vcase: Ailo II, Noim. 2: 3·6. En 0/mu <'tmrpletcl .<, Vnl. I. LitcrJturJ pucnurriqueila, 275·279. 14 lhld.• 275. 15 He•·i.<ltl de /<1 A.wc:icu·ill11 tie Att~jcn'.< Gmtlmulu.< de /11 Ut~iow.<itlcJ<I <I<' l'llcno Him. Aile> V. Noim. 2: 20·26; lmprc.•ioncs. N<~;J.' pucnnniqucila.•. I07-120. lhfd.. 2115·296. 16 lhfd.• 285. 171bfd.


H~rU/11 ICI' m1o 6/miml'm II

.ltaf11tll ,\ru )' tltmmdtJ illl~t~clllal mascllli1111 dtt Jfl Judy Ann Sed:. Cam:rn

mismo. udema-; de presentar sus criticas en las que tambicn ata Ia personalidad puertoniquefia a Ia geogmfia. creando asf una relacion de causa y efecto del porque el puertorriquefio es de cierta manem: El dima 11os dcrrite Ia I'Oiumad y causa en IIIU!.Wra psicologia rtipido.r deteriorm·. El calor 11m madura ames de tiempo y ames de tiempo tambien IW\' de.w:ompone. De .m enen·cmte presidn sobre los hombres l'iene esa caracteristica nacimwl que 1/amamo~ elaplaumamiemo. Aplatcmarse, en mtestm pal.\·, es ww especie de inhibic:if)n, de 1 modorra memal y amencia cle cu:ometi1•idad... ".

Ma-; adelante dir.i que"... Somos un pueblo ajeno a Ia violencia y cortcsmente padlico. como . . ....,. Arce, en su re flexton . ' ..suure -L nuestro pU1SaJe... eI texto, indica que al parecer ha sido Pedreim el primero en vincular el paisaje puertorriquefio con el hombre y Ia innuencia de Ia geogmfia sobre el modo de ser:<'. Otm camcteristica que resalta Ia ensayista es que cl autor tiene plcno conocimiento de lo que escribe y ademU.-; ofrece una evaluacion de los hechos hist6ricos y del puertorriquefio. AI linal de sus comentarios, Arce se une al llamado que haec Pedrcir.t de examinar al pueblo puertorriquefio y que busque el verdadero rumbo para dejar de ser "una nave al garetc": He aqui Ia t"t!IWI'ada ac:11wlidad de lllslllarismo ... Puerto Rico ••ue/1•e a lwllarse allle mw encmc:ijada, cmte ww a/temativa de vida o muerte. Hay posibilidcul de amular e/ hilo roto; hay seiiales de que Ia nave pueda endere::.ar su dermtero ... Para afmmar esa re.1po11.mbi/idad. para ejec:utarla c:abalmeme. urge volverlos ojo.1· a nuestro interim; !racer rec:uelllo de fuer::.as. e.mmen de conciencia y equilibrio del deber y elluu:er... Releer/o, mediwrlo largamente. enmemlar sus errores y .mperar/o c:o11 fe mcis activa y fmctifera I 'll ., siendo apremiame deber de todos tw.wtms... - .

La primcra crltica que hace Ia autora sobre el ensayo es al titulo lnsulari:mw, pues Je parcce "equlvoco" y "peyomtivo": ... Apwrta a 1111estra cmrdic:it}n cle isla. enc:errada en estreclws limites geogrcijicos. a/ejada del comercio de otras tierras y otras c:/1/turas, ('(JIIdenada flrwlmellle af aislamiemo mmerial y tj retmso temporal. c:m1 todas sus c:onsecuencias... .

Arce establecc que el tftulo conlleva a Ia vez elogio y ccnsura··. Otro sefialamiento que haec Ia escritom cs que Pcdreim se basa en los gustos y prefcrcncia~ del pucrtorriqucno pam delinirlo cultumlmente. E.<>tablcce que "En el montar. en el andar, en cl bailar, en el actuar, en cl hablar, vamos descubriendo ., modalidadcs unicas que nos defincn ...... . Presenta como parte de nucstra personalidad cl baile de Ia danza. La describe de movimientos lentos que invitan a Ia conversacion y va mas lejos y justilica Ia lentitud de los pasos con el clima tropicaiU>. Margot Arce cntiende que caracterlsticas como el baile o el deportc del paso fino, que tambien describe Pcdreira. no son exactamcnte una descripcion del ser puertorriqueiio y hubiese querido que tocara otros aspectos mas profundos de Ia personalidad: ... {no 1se mralizm1 c:uestione.1· ICIII imporumtes como .wm el repertorio de cmrcepto.~ y de sellfimiellfo.1· clef puertorrique1io allle Dios. ame e/ amory Ia muerte, ante Ia ••ida y ame e/ pnijimo, ante el dinero y los biene.\· materiales. Es clecir que 110 se toea Ia ••ercladera c:ultura puertorriquetia. Falta alii ww formulacif)n de mtestm fi/o.wfia de Ia vic/a -para usar 1111 termitro l'ulgar-, de lo que define nuestra '1 moral y cle Ia tabla tie mtestms l'tliore.f .. :

La definicion de Arce de lo que es ser puertorriqueno va mas alia de aspectos supcrliciales, es decir, scgun Ia ensayista,

IH lhiu.. 39. 191hfd.. -ll. 20 0/mt.t ""'"f>lrtm, Vol. I. Litcrntur• pucrtnniqucn~. 291 Scgun M A. Fdariano F.:hn:. la t<'tlriadcl dclcnninismo gcc1gr.ilku c.aablcce que " .. .Ia vulumad dd hnmlm: <~:i ~uhonlinad:l a Ia fucrt-'1 im:shtihle y detcnninantc de •u amhicmc...",en "t.bl,'<ll Me) un cnsa)'ll cjcmpl:u''. Rro'i.tltl tie E,lllc/imlli<JNillims Hnmc:lhljc a Maryc~ Arl.'l: de V:il~uc/. 1971. Moll. Nlim<. I-I 2<H. 21 En 1:.• uhimas p;igi= del cn.<a~l. cl :rutnr ~1\lla que" ..heme!!' ulvidaou lx&ar Ia tc:m:rd damcn.ilin que C'lla nlll~m.la JliiCrlnrriquco\1. Ia unic;~ que nblib"' a una "'ll'CCicin de lc>< clcmc.'llll>< de aycr y de hny que 11<1< comcnga gu..nlar pard marui\a .:·. 146-1-17 22 Op. cit.. :!%. :!] !hid.. :!HH. :!~ Ibid.• 2H9. .25 !hid., I ]9. 26 Ibid.. 137. :!7 0/mu nm>plcuu, Vul. I. LitcrJturn pucnnrriqucila. 295


LITEHATUHtlliJ

Pedreira no considera Ia moral o los valores, que para ella son fundamentales en Ia descripcion del ser puertorriqueno. Arce miru hacia el interior del ser puertorriqueiio, busca mas alia de gustos o preferencias; y Pedreira observa, se podrfa decir, desde afuera. Pedreira y Arce asumen una posicion opuesta sobre Ia funcion de Ia mujer en Ia instrucci6n de los ninos. Pedreira tilda de "peligroso acapar<~miento" Ia incursion de Ia mujer en el area de Ia educacion. En ese momenta hist6rico ( 19321933) un 73 por ciento de los maestros eran mujeres. Segun Licia Fiol Matta, " ... Pedreira quierc proteger Ia masculinidad de Ia catedm, al construir una caricaturesca 'invasion' femenina de Ia misma .....:•. La percepcion de Pedreim sobre Ia mujer resulta muy tmdicional, conservadom: L£1 mujer. por temperamento. es mci.f blanc/a y agresim que el hombre y no lw podido todcn•fa independi:arse de Ia frii'Olidad. Viw elltre aparienc:ias y temores .'' en general se c:cmfonna :!<1 con clrmiarlcu· co.ms sin penetrar en su meollo...· IIU!IIOS

Mas adelante dir.i: .. .Aiguna que otra flirtea c:m1la culwm yen general wm anumtes de los 'bridge panies '.'' .1·e de.l'l'il·en poria crcinica social. Cultimn wws icleas chiquitas y /levan en el 'vanity ' ww.~ Cl/CIIItas preocupaciones de ocasifJtl. De l'e: en c:uando se ponen de ac:uerdo so/Jre 1111 acto bemjjico y e.WJ e.1· toclo /o que hay que agradecerfes· .

Arce indica que Pedreira ha sido muy injusto en sus planteamientos: ... En e.m c:oyrmtura, quiero y debo adl'ertir que e/ juicio del autor sohre Ia mujer recoge muclros de los ingemws prejuicios del siglo XIX, y que es injusto para e/ ca.so pcmicular de Ia mujer puertorriqueiia. En su mayor parte, nuestra.1· mujeres 110 son "femini.ftcls, ni son amwues del bridge, ni se desviven porIa cninica social". Entre sus iclea.1· 'chiquitas' sue/en preocuparse por algww.1· cfe primera imponcmcia y su accifJn social se lw dejado sentirmuclw.f

veces con mcis eficacia, t•afor y desimeres que fa de los hombres. Resulta inexplicable que Pedreira lwya dejado sobre Ia mujer palabras que mcis parecen 1111 alarde de ingenio snob que u11a estimacicin de.mpasio11ada , • Jl y ec:uamme .

Arce arrcmete contra Pedreira y se defiende, pues ella forma parte de las que. segun el, han invadido el campo de Ia educaci6n. Entre estos autores hay varias semejanzas en dos escritos particulares: "EI paisaje de Puerto Rico". ensayo de Margot Arce, y varios planteamientos en l11.mlari.mw. En el ensayo 1 "EI paisaje de Puerto Rico" : describe en un tono poetico algunos aspectos ffsicos de Ia Isla. La topograffa, el cielo y el mar estan enmarcados en el espacio pcqueno que representa Ia Isla. Arce se vale del determinismo geognifico para describir al puertorriqueno. La ensayista emite un juicio sobrc el modo de ser puertorriqueno ba.<>ado en Ia geograffa: ... EI tipo geognijic:o de isla. petfectamente hennetico en s11 fomw de recuingulo regular. lw detennitwdo, cm1 paradojas, su ec:mwmfa y el ccmicter de ,\'11.1' lwbiumtes. El p11errorriquetio tw es hombre de mar ni comercicmte astllto; mc11· como ;_,·letio, se deja gwwr fiicilmeme por los aires de aj11era ".

Ambos autores explican Ia manera de ser del puertorriqueno vinculada, por ejemplo. al clima. En el capitulo "La tierra y su sentido" de lnsularismo, Pedreira explica Ia influencia del clima sobre el puertorriqueno: El c/ima nos derrite Ia t•ofrmtad y causa en nuestro p.1·ico/ogia rcipidos deterioros... De

2ll "Modek>S de lo fconcnino", pnlln~~~ a P0111c IV. "l..a.' C'ail<lr.l.' y I~ mu;.:r pucnomquci\:f '. Ibid. 6UH. 29 hullltlri!llllll. 9-t

311 Ibid.• 96. Enfa.\is <lei autor. 31 Olmu n n11pletm. Vni. J, LitcrJturn JIUCnuniqucila. 292-293. Enfa.'" de I~ autnrn. 12 lml'n'.<illll<'-'· Now.< fllll'rWrrltflti'Jltu . 17·2-1, 33 lhld.. 17.

Rene Marques, Isabel Cuchi Coli, Margot Arce y Nilita Vientos. Foto: Coleccion Puertorriquena, Biblioteca Jose M. Lazaro, UPR.


Rc•·ista /CI'

.Uaf'l:<ll ,\ru y d 1mmdt1 imclcctuat maswtintl del J(/

mlo 6/mimem II

Judy Ann Sella Cam:ro

enen•ame presicin .w bre los hombres viene esa caracteristic:a nacimwl que 1/amamos el aplatanamienw. Aplatanarse, en nuestro pais, es mw especie de inhibicic'in, de modorra mental y ausencia de acometividad. E.r .wguir. sin .wfoc:arse, Cl1moda y rutinariameme. el c:ur.w de Ia vida, sin c:ambio ni inqttiewdes, ca/Jeceamlo 1111estras ct.l'fJiraciones v en u • c:uclillas frellte at porl'enir... .

.I'll

Arce coincide con Pedreir.t y comenta que: No es extrmio que el hombre de Puerto Rico, acosado por lmmedad y c:alores• .rea de IIUJ1'imie11tos pau.mdos, incapaz a IIWmtclo de t\ accicin energica. incapa:: de prel'isicin... .

viril y bajo ese cielo voluptuoso, encierr.t todos los atmctivos de lo femenino ... """. La poca extension terrilorial parece ser una limilacion en el desarrollo del puenorriquefio. Pcdreim se refiere a Ia "tam de Ia dimension territorial", pues entiende que los puenorriquefios estan cncogidos por Ia tierra y asf mismo se muestr.tn ante el mundo..,, Arce compane Ia misma opinion: ... La proximidad de Ia tierra aulja el paso y Ia vi:rta. Se siellfe siempre bajo los pie.f; se tropie::.a co11 ella como si se a/zarwr mums a 11uestra libertad de ac:cici11. Esllr inestabilidad del pai.mje, e.Ha .\'llcesirill de pla11os. que ocurre plcicidamellfe, Ita influido [sic.) e11 1111estro • 'I mracrer como pueblo... . A ambos les afecta el cambio de Ia dominacion cspafiola a Ia norteamericana. Coinciden en que las transformaciones economicas han trastocado los valores y Ia vida de los pueblos. Pedreira retlexiona y establcce un contraste antcs-ahora:

En Ia Foto: Eladio Rodriguez Otero, Margot Arce, Jose Torres Manin6, Nilita Vent6s Piri Fernandez. Foto: Colecci6n Puenorriquei\a, B'bloteca Jose M . Uizaro, UPR.

v

El paisaje es comparado por ambos con otros lugares de mayor expansion geognifica. Es dcscrito como un paisaje mas bien infantil. Pedreim describe: "No encontr.tmos tampoco, en nucstm idiosincmsia, picachos inaccesibles, ni desienos ardorosos, ni profundos precipicios, ni rugidos, ni zarpas, ni volumen epico ...""'. Arce dir.i que " ... nuestros arboles no tienen nunca el tamano del saman o del panama del (L<;mo":rr. Pedreim establece una vision femenina del paisaje " ...Todo adopta un aire suave, halagador, amable y profundamente femenino ...""'. Mientms que Arce cstablcce un contmste, atribuycndo lo femenino a Ia tierm y otorgandole camcteristicas masculinas al mary cielo inmensos que rodcan Ia Isla: "La tierm de Pueno Rico, cefiida por ese mar

Hoy IJemo.\· perclitlo el ocio c:reaclor porque alguien nos dijo que e/ tiempo e.\· dinero, y si11 embargo. jes tallfo e/ dinero que perdemos! Nos domina tma prisa e/ectric:cl para /racer las cosas y, mmque en rigor queclen mal/wc:luu, to que parece intere.mmo\· es que estbr a Ia moda y .fe hagan pronto... . .. Si el tiempo es cli11em. digamo.\' por lllw,\'lra cuenta que Ia pri.w que atropella el espirifll dellrombre es l'enelw ... -.

..

Arce entiende que Ia llegada de los norteamericanos realmente les ha cambiado Ia vida: .. .A Ia I'ida momJtona y cmrse rvaclora de eMos pueblos se fw superpuesto Ia jculeante prisa noneamericana. El c:muraste es patetico. La dul::.ura de egloga se vc1 encrespmrdo cm1 el agrio, inlwmmw fllmulto de Ia 11ida fabril e industrial.. :}.

34 P~g. 39. 35 Op. cit.. I!1. 36 Op cit., 4 1. 37 Op. cit .• 17. 3H Op.cit. 39 Op.cit .. 20. 4() Op. cit. V~asc Juan Gelpi. Lil<'lrlllrrcl l' f~ltm~llifl•oo t'lll'uaw Him (Editorial de Ia Univcrs1dad de Pucno Ri,u. 1')9.1}. q~~e Irata mas en dctallc las mctafoms del pais nifto y clpals cnrcnno. 41 Op. cit.. IK. 42 Op.cil .• !II. 43 Op. cit ., 22.


UTENATUR.~

La mezcla de razas es otro punto en el cual coinciden, para ambos autores Ia presencia indfgena apenas cuenta. Ambos enmarcanin el producto final del ser puertorriqueiio en los elementos espaiiol y africano. Claro esta. tanto Pedreiru como Arce otorgan mayor importancia a Ia herencia hispanica~. TOMAS BLANCO: REAFIRMACION DE LA CULTURA PUERTORRIQUENA Tomas Blanco y Margot Arce eran primos, relacion que le pcnnitio a ella conocerlo bien y ofrecer algunos detalles de su vida debido a Ia cercania entre ambos·~. El periodo de crftica de Arce a las obras de Tomas Blanco comprende desde 1950 a 1981 . Se incluycn en esc grupo de t.mbajos -adcmas del "Prologo" al Promuarioreseiias a libros, comentarios a Ia obra completa y una presentacion que hizo del autor en ocasion de Ia entrega del Premio de Honor del Ateneo Puertorriquefio, en 1974"'. La cnsayista destaca el hispanismo del autor del Prrmtuario llist6rico de Puerto Rico: " ... Se sientc ligado al orbe hispanico -peninsular y ultmmarino- por Ia sangre. Ia lengua. Ia tradicion familiar, espiritual y las , ., Ia forrnacion . costum bres... . Mottvado por Ia lectura de ln.mlari.mro. Blanco decide escribir el Pmmuario llisukico de Puerto Rico. Blanco haec una division cronologica por siglos en Ia que desglosa poco a poco los sucesos mas importantes de Ia forrnaci6n del pueblo puertorriquefio. Arce escribio el "Prologo" al Prrmlllario cuando Ia Editorial Humcan se propuso publicar las Obras c:ompleras de Tomas Blanco. Adam Ia ensayista que escribir el "Prologo" se ha convertido en" ... tarea dificil, y bastante arriesgada porque se tn.lla de una vision pt!rsonal que nos obliga al juicio sereno y ecuanime"·•. AI igual que ellibro de Pedreim, considem que el Promuario tiene vigencia y recomienda su Jectum " ... EI PrrmWa/io sigue teniendo tanto interes hoy como en el momento de su primera publicaci6n porque el problema fundamental de Puerto Rico -libmrnos

de Ia sujeci6n y tutela colonial- no se ha resuelto todavfa"··~. La ensayista establece ademas el tema del texto: el desarrollo polftico de Ia Isla. Arce elogia Ia obra de Blanco y Ia iguala con el esfuerzo que hizo Pedreira anteriormente para forjar Ia identidad nacional: . ..Jumo a 'lnsularismo 'de Pedreira represellta el espiritrt, las inquietudes e imerrogames de nuestros escritores de Ia generaci6n de 1930... co11sideramos a/ Dr. Blanco, julllo a A11to11io S. Pedreira, rmo de los miembros mcis represellfati1•os de aquel grupo, y .m 'Pmmuario ', IIlJa obra clave, ran importame como 'ftrsularismo '. Ambos e:rprescm Ia ideologfa y las inquiewdes polfticosociales. culwrales~r}' literarias de aquel intere.mme momemo... .

La lectura del Pronlllario sirvi6 para que Margot Arce delineara una definicion de lo que abarca ser puertorriqueiio, as! lo explica en el "Prologo": Cuando decimos "fulano es puertorriquet1o ".. . Aprmtamos a 1111 conjrmto de ra,,·gos y de costumbres, a ciertas actillldes. a tma jerarqufa de 1•alores, a 1111 pa.wdo y rm preume que co11jigurarrm nuestra personalidacl imprimiellllo su lwei/a en mtestra vida 11ormal y en nue.\·tro trato COil el prrJjimo. Todo estci implfcito en las pcigi11as del 'Promuario', en esalectllra reflexiva y comelltada -juzgadora tambil!n- que Trmuis Blanco /wee para twsotros de Ia lristorict de nuestro pueblo . ~I

La cultura puertorriquefia es un aspecto que resalta Margot Arcc en los escritos del doctor Blanco. Segun ella, su mayor obra fue Promrwrio, del cual surgen los otros textos, pero todos estan marcados por Ia importancia que da Blanco a Ia cultura. Arce plantea que Blanco se preocup6 por defender Ia cultura y los valores puertorriquefios de Ia intluencia negativa de Ia cultura norteamericana:

44"EI hombre y su sc:nlido". op.cit.. 27-37 e ibfd.. 22·23. 45 l'ar.1 m~s dcl~lk:s sol)f'C Ia biogrnHa de Tom:i.• Blanco y su ~rnculo famili~r coo An:c:. ve:~.\4:: M:~rfa del Cannen Monscrrat G:imiz. Tmmis Ill"~''" )' "'-''·' •·me.<" (Sao Juan. Puerto Rico: lnslilulo de Cuhur.~l'uc:noniqucila. 1986). 46 Es1os anfculos cst:in rccopilados en: 0/>rus wmpktas. Vol. I. Litcrnturn pucnoniquei\:~. pane II. "Anlooio S. Pcdrcir.~ y Tomas Blanco··. 297-3.55. 47 "La obrn li1cr.1ria de:Tomas Bl:~nco" A•·tmu (6 de mayo de 1974: 34·38) y Nt••·i.n a tid /JwitllltJ tic C11llllrtr P11crwrriqtwltt, Ai\o 18, Num. 67. (197.5): 3·11: en: 0/>rtr.<cmrtplctm, Vol. I, Litemlurn pucrtoniquei\a. 328. 48 lbfd ..9: 0/m.u t'mllplcws. Vol. I, Lilcmtura pucnoniquci\a. 348·3.5.5. 49 lbfd .• 19. 50 lbfd .• I H. 51 lbfd .. 10.

65


Rea·ista /CI' mio6 / mim~m

Marg111 rlru y d mundo intelectual masculi1w del JO

II

Judy Ann Scda Carrero

Ademas, establece cuales son las funciones de los poemas negros. Arce considera que son interpretaciones raciales del negro rodeadas del paisaje antillano y de sus atributos rftmicos. La escritora entiende ademas que los poemas presentan el problema racial y economico de las Antillas. El elemento negro aparece como diferencia con lo norteamericano y europeo " ... [los poemas] exponen el problema racial y el economico de las Antillas y esgrimen lo negro y lo mulato como anna defensiva y diferenciadora frente al im~erialismo absorbente de yanquis y europeos..." . Mas adelante, en otro articulo, expresa que:

La figura femenina mas destacada en Ia poesfa palesiana es Ia mitica Fiii-Mele, que tiene como precursora a Ia del poema "Mulata• Antilla"''. La figura femenina de estos versos IIeva a Ia voz poetica enamorada a cantarle a Ia amada como en el Cantar de los camares. Establece una especie de paralelismo entre el enamorado y Ia Mulata y el poeta que lc canta a Ia Antilla, de ahf eltitulo "Mulata-Antilla". En palabras de Arce: " ... Su poses ion es ahora encuentro amoroso con el paisaje de las islas. trasfiguraci6n del sexo en amor espiritualizado .....'~. Para Pales, Ia mujer es motivo de inspimci6n, particulannente Filf-Mele. En e.fa criCIIura .mya, en su posesitJn, alcanw el poeta Ia ctispide vital y amorosa, rica, incolltenib/e vena de poesia. Sin ella. volverci a lumdirse en Ia ab.w lma e.rterilidad, en Ia itzercia absolura, ... ''.

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Jo~

M. Uzan>. UPR

. . .Palt!s habfa extrafdo los poemas afro· awil/anos de su insatisfaccion co11 el ambieiJie, de su secreta ansia de fuga. y tra.r Ia presencia de lo negro en esta tierra, buscaba elmisterio del origen, el enigma racial...~. El ansia de fuga, Ia idea del hastfo de Pales se repite en varias de las crfticas de Arce. El cansancio existencial de Pales es segun Ia ensayista, uno de los motivos principales para Ia creacion de otros lugares exoticos y lejanos: El hastio de Pales Matos, su cansancio ifl}nico de Ia civili:.aci6n, su desprecio del espfritu burgues se deleita11 en escandalizar o en regodearse en Ia visifln de 1111a realidad deliberada defomwda, en este juego trdgico de Ia illleligencia que {!rotesta y que ni siquiera se . 10 perdona a st' mtsma .

Arce define Ia figum de Filf-Mele como " ... bella ficcion femenina que resume todos los . . Ies... ,,~ . F'l' vaIores espmtua 11-Mele' aparece como una figum idealizada y sofiada. No es una figum de carne y hueso como tal, mas bien sale de un sucfio. Filf-Mele es una figum eterea. una imagen. La ensayista entiende que Filf·Mele es sfmbolo de sfntesis y armonfa. Segun Arce, en esencia, FilfMele es contmdictoria; su natumleza es ideal y mortal. Representa: " .. . Ia elusiva perfeccion de Ia Poesfa; Ia preciada y corruptible belleza del cueqx> 7 femenino ..." '. Fill recuerda Ia casta ingmvidez de las mujeres nordicas y Mele a Ia sensualidad de las mujeres del tr6pico. Por otro Judo, para Mw-got Arce, Ia figum femenina que evoca el poeta en "Danzarina africana", "Lepromonida" y "Majestad negm" representa Ia lujuria y Ia perdicion espiritual del hombre'". "Lepromonida", "Tembandumba" y Ia "Danzarina africana" estcin vinculadas a Ia atraccion sexual, a Ia sensualidad que emana de sus cuerpos, eso es lo que se dcstaca en esos poema'>. Arce comenta brevemente que Pales dedico algunos poemas a algunas mujeres, de las cuales

1\8 Ibid .• 87. 69 "Not3S para Ia compo<ici6n del7imrrin de pas11 y griferfa", Uni1 er.f ldad, C30 de septiembre de 195-t) 6; en lbfd., I 09· 110. 70 lbfd., 103·1o.t. E.<t~ rdea csta presentc: en los siguientes trab~jos: '·Luis Pales Matos, mago de Ia palabr~". "La pocsfa nc~ra de !'ales y Guilfln coincidcncias y difercncias", • E\olucion y unid~d en I~ obra po<!tica de Luis P~lcs Matos· . "Trcs pueblos ncgros: algunas obscrv~ciones sobre d estilo de Luts P~lo!s Matos", ~Luis Pales Maw.t , poeru · . Todm csrm cllselym es1d11 rtwpilados en fHirle I "Luis Pe~l<'.t Mows 1933· 1984 ". 0/mu """f'll'ltu. Vol I, Lirumum pucrwrriqucr~ll. 71 Pucrta af ricmpo en lrts wrces de luis Pale!.< MaiO>. Rfo Ptedr:~.<. 5C:ptiemhrc de 1972. Num. I, 9·30; en lbfd.. l 7.t. 72 "Untd~!l en Ia obrn poetica de Luis Pales Matos". A.wnumrc, A~o 15. Vol. XV, Nlim. 3, (julio-scpticmbre de 19591 32·38; en ibid • 115. 731bf!l. 7.tlbfd .• l l.t. 751bf!l .• 116. 761hf!l .•m.


UTERATURA 69

exalt6 su personalidad humana y literaria, por ejemplo, "A Ia Hija del Caribe", dedicado a Trina Padilla de Sanz, "A Nimia Vicens" y otro dedicado a Gloria Madrazo. RECAPITULACIONES La Generacion del 30 marco las letras puertorriquenas por su ideario: Ia busqueda de una definicion de Ia identidad nacional y Ia preocupacion genuina por el destino del Pais. Aun hoy dfa muchos de los planteamientos de Pedreim, principalmente, tienen completa vigencia y guardan relacion con Ia situacion colonial del Pais. Margot Arce, al ser integrante de Ia Generacion del 30 y tener acceso a Ia Academia, comenta y evalua Ia escritura de Antonio S. Pedreira, Tomas Blanco y Luis Pales Matos. Comparte con ellos algunas de las posturas para ser parte de ese mundo intelectual masculino, y asf estar al mismo nivel que ellos y poder dialogar de igual a igual. Como crftica literaria, no temi6 ser incisiva y discrepo de ellos cuando lo estim6 necesario. Su presencia, al igual que Ia de Concha Melendez y Nilita Vient6s, como figums femeninas destacadas de Ia Genemcion del 30, aporto gmndemente a Ia crftica literaria, Ia docencia universitaria, el desarrollo polftico y social del Pafs dumnte casi todo el siglo XX. Su desarrollo como profesional abrio camino para que cada vez mayor cantidad de mujeres aspiraran a una carrera universitaria. l! lliBLIOGRAFiA An:e de Vazquez. Margot. Obrtl~ comp/ctas. Vol. I Lircmrur:1 puenorriqueiia Ed. Hugo Rodriguez Vecchini. Eslmlos Unidos de America: Editori:1l de Ia Univcrsidad de Puerlo Rico, 1998.

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Daniel Santos Fotos: Oficina de Revistas

Vengo a decirle adios a los muchachos:

celebraci6n y desmitificaci6n del idolo popular caribefio Enrique Plata Ramirez

E

n los corpus discursivos de Ia narrativa caribeiia - y aun de buena parte de Ia lutinoamericuna- , publicada entre 1963 y 2003 se inserta, como un hecho de ficcionalizacion, un discurso multiple, pamdojico, parodico, pleno de distintos enunciados que configuran un codigo de to popular caribeiio, mostrando el fenomeno de Ia postmodemidad, y/o de Ia.'> teorfas poscoloniales, en cuanto hechos de reflexion acerca de Ia culturu caribeiia en particular, y Ia Iatinoamericana en general. Es este un discurso pleno de multiples voces que manifiesta Ia naturaleza dialogica de diversos textos u obras literarias, que pareciemn sostener entre sf un permanente dialogo, una intertextualidad inagotable y una intensa polifonfa. La crftica mas reciente Ia llama "narrativa de to musical popular"', o a traves de variantes significativas como "Ia narrativa del bolero", "Ia narrativa musical caribei'ia", "Ia narrativa del tango", yen un ambito mayor, "Ia narrativa de Ia musica popular latinoamericana", como si a partir de Ia union entre Ia literatura y Ia musica popular, altema y paradojicamente, se sacralizaran y desacralizaran, tanto Ia musica como Ia literatura. Como si en esa imbricacion textual, en esas trunsversalidades y correlaciones, hubiese mas un encuentro erotico, pulsional, que cultural. Ciertamente, Ia cancion popular, como 2 apunta Vicente Francisco Torres , deviene en religion para ellatinoamericano, en donde el altar es el aparato de sonido -Ia radio, Ia television, los equipos de musica, las rocolas 0 velloneras, etc. - , y los supremos sacerdotes

son los fdolos, que tienen en s{ mismos todo aquello de to que carecen Ia mayorfa de los seres que habitan estos espacios perifericos. Los escritores de esta tendencia se transforman, a mas de cronistas de lo cotidiano, en los intermediarios, en los santos u orishas, que conectan a los fieles con sus deidades musicales populares, con sus areltos, bembes o moyubas, a traves de distintos textos sagrados, cuyos tftulos se asumen desde los diversos intertextos musicales de Ia region: El emierro de Cortijo y Una noclw con lri.\· Clwc:cin, de Edgardo Rodriguez Julia; £1 bom:he, de Renato Rodriguez; De donde son los cantantes, de Severo Sarduy; Pero sigo siendo el rey y Mi sangre mmque plebeya, de David Sanchez Juliao; S(51o ceni:.as ha/larcis (bolero), de Pedro Vergues; Tl1yo es mi cora:.(J/1, de Juan Jose Hoyos; Arrtincame Ia vida, de Angeles Mastretta; Que viva Ia nuisica, de Andres Caicedo; Todos los negro.\· tomamos caje, de Mirtha Yaiiez; Bolero, de Lisandro Otero; La guaracha del Maclw Camaclw y La importancia de 1/amarse Da11iel Santos, de Luis Rafael Sanchez; Si yo fuera Pedro Infante, de Eduardo Liendo; La liltima noche que pase cmJtigo, de Mayra Montero; Emre el oro }' Ia

I AI rcspcclo pucdcn consullar.;c: H•'ctor Lopez, u r rmisim mriberitll'n hllill'T<IIIIrll<ll' ltr ptt.lliiWdl'millcul (Merida Universidad de Los Andes. Consejo Nacional de Ia Cullum. 1998), 127p; Gisela Kozak Rovcro. lkbeli<in er1 d Curibl' ilispcinico (Camca.• Edcs. La Casa de Bello, 1993). 136p. Pausidcs Gon:r.;llcz Sih·a. ur m1isimpopult1r tid G lrifll' l1ispmw <'II .<u liremmru. ldl'mitftu/ .\ ' melcnlmma (Caracas~ Fundaci<in Cclarg. 1998), II Op. Elissa L. Lister, -Li tcratu ra ~ rcscmanllzaci6n de lo historico en Ia narrntiva caribc ~a contempor.inea". En: Hoy. Santo Domingo (13· 111·21XI21: Lulu Jimenez. C'llribe >tlm~ricu u llirw (Caracas: Monte Avila. 1990). Frances Aparicio, "Emre i li JIItllrad m y C'llml l'm: U11 dclo dl' imcrrc.rrm lllll.<imll's ell illllll<'"<lllllrrmim {llll'rrorriqucrill"- En: Rc\'i.llll l berrwmcriuuw. N~. 62-63 Pinshurgh. (1 993): 73-89; Juan Otero Garah!s. Nlldcill \' rilllm Dl'.<WTNIU desde e1 C'uribe (SanJuan. Pucno Rico: Edcs. Callcj(>n. :!!XX)); Vicente Francisco Tom:s. ur '""'t!llllmk m lmillacmla iccmll (Mexico: Uni,·crsidad Nacional Aut6noma de Mexico, 1998): Juan Carlos B:lcz, "urtmi.linr Wllllllll pllllllml, El C't1ril>c /efr/o ,\' nmlculo", En: [llllJ/1<'11. N". IlK. Car~cas . (mayo 1986) 29-31. :! Vicente Francisco Tum:s. ur rw •·dll boll'm lmilwcmrl'riccmll (Mexico: Univcrsidad Nacional Aut6noma de Mc!xko, 19981.


R~o·isln

\~ngo

/CI' II

a drcirl~ adios a ltJs m111:haclws: ul~hracifin y

w1o6/mim~m

drsmiliji~aci1it1

dd id11l11 JH1pltl4r carihtilll

Enrique Plata Ramfrcz

came, de Jose Napoleon Oropeza; De/ito por bailar el clwclwclui y Ella cantaba boleros, de Guillermo Cabrera Infante; Petfume de gardenia, de Laum Antillano; Vengo a decirle adh1s a los muchac:lws, de Josean Ramos, y otros.

Lo anterior permite, como apunto Luis Rafael Sanchez en una entrevista. que Ia musica popular propicie una biografia del Caribe, que cohesione y acerque las dispares historias de los pulses latinoamericanos:

La nuisica popular propicia una biografia del contineme (... ). En e.ms mtisicasguarac/w, bolero, tango, ranchera, merengueparece radicar el posible elemellfo de cohe.1·idn para mtesJros pai.fes dispares y di.1persos por sus respectil'as avemuras hislcirica/ . A partir de esos momentos, tan elusivos y fronterizos, Ia narrativa se apropia del discurso musical, y desde entonces: no habrti texto narrativo en Hi.1pa1roamerica donde no apare::.ca 1111 bonclw llnnado, con 1111 /men .mnero caribe1io camamlo IIIIa de sttf estupendas canciones: por Ia literatura comien::.an a desjilar Jaramillo, I lnfame, Negrele, Pirela, Soli,f, Santos, Billo... .

Es decir, los intertextos musicales posibilitan una fluida relaci6n entre literatura y musica popular, difuminando con ello Ia frontera entre lo "culto" y lo "popular", o para decirlo con Juan Otero Garabfs"'. manteniendo el dialogo y Ia compenetraci6n entre Ia alta cultura y Ia popular, entre Ia letrc1da y Ia de masas. Esta difuminaci6n fronteriza, este acercamiento dial6gico entre las distintas culturas. Ia popular y Ia letrada, establece el culto a! fdolo, al cantante que pasea su voz por todo el continente, haciendo de su vida un mito. Esto permite al escritor ficcionalizarla, al tomar

como referente textual a uno de aquellos cantautores. Benny More, Felipe Pirela, Pedro Infante, Daniel Santos, Celia Cruz, etc., a Ia vez que resemantiza Ia historia y Ia cultura latinoamericanas, y cuestiona los discursos hegemonicos existentes, adquiriendo asf Ia literatura un nuevo sentido. sostenido desde Ia manifiesta interrelaci6n entre el discurso de Ia cr6nica narrativa, las nociones del melodrama, los momentos de diaspora, Ia conciencia de una perifericidad y Ia estetica de lo cotidiano, como sefiala Michel Maffeso!i". Propone a su vez una mirada otra. mas interior, desde sf misma, sobre el Caribe - y Latinoamerica- . que borra y anula las fronteras entre lo que hemos llamado lo "culto" y lo "popular", lo eurocentrista y lo marginal. lo periferico.1 y que deviene. para decirlo con Lulu Gimenez , en un sentimiento de pertenencia a un territorio nuevo, a un determinado orden sociocultural, y que de una u otra manera constituyen o forman parte de los nuevas imaginarios caribefios, reconstruidos y/o resemantizados, precisamente, por Ia musica popular. En este sentido, se habla del discurso narrativo de Ia postmodernidad y, siguiendo a Carlos Rincon', se entiende que Ia narrativa postmodema supera las viejas oposiciones binarias como tradici6n versus vanguardia, alta cultura frente a Ia popular o Ia de masas, aceptando en su reticulado, las distintas mezclas, yuxtaposiciones. heterogeneidades. el palimpsesto, el pastiche, Ia parodia, Ia intertextualidad. Ia polifonfa y el dialogismo. La narrativa postmodema supone el reconocimiento del agotamiento de las vanguardias y, desde luego, Ia instauraci6n de un discurso que, desde su hibridez y su intertextualidad, se situa como posvanguardista. Los discursos postmodernos, 9 como manifiesta Lyotard , no han pretendido ser discursos fundacionales. sino mas bien

3 Eduardo Laio (cnlrcvisladorl. "Luis Rafael Sanchez: La mlisica popular propicta una biogr~ffa del conlincmc hispanoamcricano", Pupd Li1emri11. £1 Nud11nu/, Car.~cas. (5· 7· 1992) 4-5

4 Enrique Plaia Ramirez. "Los mundos posibk-s de: RcruJto Rodriguez... Actu11l. no. 49. Merida. (cncro-ahril. 2002). 275. 5 Juan O!cro Gar.~bfs. N11C·iiJ11 I' rilllw. D.swf'/IIIS 1fe.nle d C11ribr (San Juan, Puerto Rico: Etlcs. Callcj6n. 201Xl) 6 Michel Maffcsoli, La conquista del prescnlc. Par.~ una sociologfa de Ia vida colidiana (Paris PUF. 1979); El licmpo de las lribus: El dccli~c del i11<11vidu~lismo en Ia socicdad de masas (Barcelona: lcaria. 1990), 24Sp 7 Lulu Gimenez. Ct~ribe y Amlm·11 uuirw (Car.~cas Monle Avila. 1990). MCurios Rinc6n, lA rw silllll(lallciliu•l ~~~ /o simullcfne11 (BogotA: &lcs. Unh·cr.;1dad Nacinnal, 1995). 2-15. 9 Jcan· Fran~ois Lyotard. El M llr.n cumo. Ctfllm kalllillllll eli! Ia fli.f lllntl (Barcelona. Gcdisa. 1987). 112.


LITERA TU/M 73

hacerse testigos de aquello que no se puede escribir o simplemente de aquello que Ia modemidad obvi6. Asf pues, hay en estos discursos una desacralizaci6n par6dica de Jo magico· maravilloso, del discurso oficial del boom, a traves de esa permanente intertextualidad con lo musical-popular, que establece un amplio dialogismo narrativo a lo largo de todo el Caribe. Hay, igualmente, una nueva manifestaci6n de Jo urbano pues, como sostiene Hector Lopez11(1, esta narrativa resemantiza a los barrios latinoamericanos, a sus espacios habitables por el dfa o por Ia noche. el bar, Ia calle, Ia plaza; pero es tambien una diegesis que imbrica distintos correlaros: crotismo, hedonismo, musica popular, ejercicio del poder. Ia seducci6n, lo melodramatico, Ia individualidad, Ia sociabilidad y Ia manifestaci6n de Ia falta de ansias de tmscendencia y perpetuidad por Ia instauraci6n de Ia cotidianidad. Asimismo sucede con Ia mixtura de generos, los desplazamientos del centro hacia las pcriferias y el impacto de los medios de comunicaci6n de masas. En dcfinitiva. se habla de un discurso de Ia postmodemidad, que de alguna manera contrapuntea Ia realidad y sus meandros, sus intersticios, que se regodea en Ia intertextualidad ritmica y en Ia sonoridad musical caribeiia. La narrativa caribefia linisecular se detienc - y algunas vcces hasta se regodea sosteniendo en ello un goce estetico- en las historias locales, cotidiunas, intrascendentes, entretcjicndolas, anudandolas, hastu conformar con elias un proceso mas amplio -su narratividad- , interaccionando situaciones. modelos, instantes y. desde luego, imbricando discursos: musicales, folletinescos, er6ticos, melodramaticos, en lin, que insertan Jo popular y lo periferico dentro de lo narrativo. Narrativa caribefia que, como manifiesta Ill Hc!clur l.Opc:t. u r rrrrb inr wriberltl Cll Ia litenrtunr dt• Ia rm.mmdenridml (Merida: Univcrsidau de Los Andes. Conscjo Nacional de Ia Cullur.t. 199H). 127 p. I I Amuntll Benitez Rojn, ur i•laquc .te rrpil~. El Carillt! ,\· Ia pcr.tf>etlim pmtm11dcnm (Hanmer. USA: Euidnncs del Norte. 1989). XXXIV XXXV 12 Rafael Ca~lillu Zapala, Fcrromcrwloxia dellm/em (CarJcas: Monic Avila. 1993), 159 p.

I

Antonio Benitez RoJo , comumca su propJU turbulencia, su propio choque y vacfo, su otredad, su peri feria. Narrativa que traza al sujeto mestizo, aferrado a sus creencias sincreticas del vudu o Ia santerfa; a su actuaci6n frente a Ia gran metr6poli que lo discrimina y lo Ianza a los hordes, a los margenes; sujeto que se apropia de sus distintos ritmos musicales para desde allf vi vir, padecer, superar sus penas amorosas, sus desengaiios, o celebrar sus exitos, sus triunfos y aun sus fmcasos. pues como bien apunta Rafael Castillo Zapata·~. el bolero, por ejemplo, como Ia mayoria de estos gcneros musicales, en su entramado simb61ico noes mas que Ia representaci6n del fen6meno amoroso. Ciertamente, Ia salsa, el son, el merengue, el calipso, el vallenato. el tango, etc., desde nuestra mirada, se reconocen desde una doble reprcsentaci6n. Por una parte, resemantizan a las antiguas moyubas africanas, por medio de las cuales en un bembe los esclavos se conectaban con los orishas, con sus divinidades, a tr.1ves de Ia danza, implorando su protecci6n y algun otro favor, especialmente sobre Ia vida amorosa; y por Ia otra, simbolizan, precisamente, el galanteo amoroso, Ia seducci6n, el encuentro er6tico, pulsional del hombre y Ia mujer para pcrpetuarse, para tatuarse uno en Ia otra o a Ia inversa. Foto: Cortesia de Josean Ramos.


HnU/a I CI' wlo 6 / mimcm II

ll:tt,C:II a d~cirl~ adios a

Toda esta narr.ttiva deviene en intenextos de Ia cultura popular caribena y en correlatos de lo periferico y del melodrama, o para decirlo como Vicente Francisco Torres ,, el Caribe y toda Latinoamerica se vieron en Ia necesidad de formular sus propios textos, m<1s alegres y festivos, desenfadados y desprejuiciados, como una forma de manifestar Ia independencia frentc al di!>curso cultural etnocentrista. De modo que este discurso narrativo finisecular se reconocc como contradiscurso de Ia historia oficial literaria, al asumirsc en cuanto discurso de contracultura, de resistencia. por sostcncr c inscrtar en su interior corrclatos del melodrama como lo folletinesco. el cine, lo fotografico y los multiples intertextos musicales. Esta autentica saga literaria latinoamericana de finales de siglo, alucinante corpus narrativo, se despliega en multiples lfneas transversales, para metaforizar desde cada una de elias toda Ia cultura popular caribena. o para decirlo con pa14 labras de Rigoberto Gil Montoya , se muestra como producto de Ia asimilacion que los escritores latinoamericanos han hecho de Ia llamada "cultura popular". En ella se dan cita distintos motivos musicales-popularcs como el bolero, Ia salsa, Ia balada, el tango, etc., que en alguna forma sostendn1n el hilo narrativo y Ia tension necesaria, creando atmosferas que nuda tienen que vcr con los grandes archivos forjadores de Ia memoria continental. Junto con lo musical-popular se encontraran otras manifestaciones discursivas, como Ia consolidacion y/o celebracion del

lt1s mucltaclws: cdtbraci<ill y dcstnitificacirill dd (d11/11 p11pu/ar carib~tiiJ Enrique Pl;!t:l R;!mln:z

fdolo, Ia presencia de los anonimos y cotidianos heroes de barrio, los distintos consumidores de drogas, sexo, alcohol, television. cine, revistas del coraz6n, entre otros; toda Ia imagineria religiosa, sincn!tica, que se ha dado cita en el continente; las multiples voces de los dcsarraigados, los hijos de las distintas diasporas, todo ello dando representaci6n a lo que Ia "alta cultura" denomino como "Ia cstctica del mal gusto" ode to "kitsch", poniendo en abismo a unos seres perifericos, marginates, descentrados. sustentadores de una cultura hfbrida, pluricuhural y complcja en sus diversas manifestaciones. Por todo lo anterior, se puede sostener que no se tmta de un discurso narrativo que busque mostmr cienos resultados, sino mas bien senalar los distintos procesos dinamicos suscitados al interior de su sociedad; las transversalidades cultumles que perrniten Ia manifcstacion de to diverso; Ia multiple fusion de ritmos procedentes desde cualquier pane del mundo. pero con una nueva perspectiva caribei\a, porque su ritmo y su forma de expresarse se hicieron caribei\os. ritmos que en alguna forma represcntan cl flujo y el reflujo del mar Caribe. el flujo y el reflujo de Ia sensibilidad caribena, de sus scntidos. sentimientos e incluso presentimientos, porque en Ia musica el caribeno condensa todo su scr, todos sus misterios, todo su imaginario, Ia revalorizacion de lo marginal, de lo hctcrogeneo y. desde luego, de lo popular. Es una reinterpretaci6n no solo de los orfgcnes de Ia cultura caribena, sino de todo su proccso posterior para instaurar un deseo de legitimaci6n,

13 FrJnciscn Tnrres. np.ci1. I.! Ri£llbcnn Gil Mumnya. '"TL~lria y criticalilcr.uin en HisJI:Illnamcrica".llt••·i.<ttt tlr Cimd<1.r Htmttmtt.!, nu. 22. 1'cn:irJ. Columbia. (Rcvista vinual), URL·www ulp.cdu.<~ll.chumana.'ilrc•·i stavrcvista<lrcv22/j;il.htm.

Univcr..i~:lll del Tolun;!.


,\RQU/TECTt.IR-1 75

Daniel Santo5. Fotos: cone5ia de Josean Ramo5

de reconocimiento, de revalorizacion de lo caribeno en cuanto cuhura heterogenea. Este vasto corpus de textos se apropiu semantica y estructuralmente del discurso musical-popular par.1, desde su hipertcxtualidad, sostener Ia discursividad ficcional que servira de sustento a su propia narratividad. Seran estos discursos - y lextos- , los que en su multiple dimension parodica, dialogica y polif6nica, se reapropicn sistematicamcnte --desde Ia mendon, Ia referenda y Ia cita- de los discursos musicales, y de otros discursos de Ia cuhura popular para articularlos desde su interior y. a partir de esta intcrtextualidad, camavalizar todo su cntramado narr.ltivo. Asf pues, estas obms se constituyen en cuanto mixturas discursivas y funcionan en su narratividad como cr6nicas cotidianas, collages poeticos y musicales, ensayos, )argus entrevistas, manifestaci6n de lo testimonial, ficcion biogratica o autobiografica; todo ello. sostenido a traves de distintos recursos literarios como el humor, Ia ironfa, Ia parodia, Ia satim y lo camavalesco, mostr•.mdo, ademas, estados de delirios dionisfacos, perversos. etflicos y eroticos. o pam decirlo como Eduardo Bejar ~. ser:in estos textos narr.ttivos, en su reticulado, tejidos de multiples voces incandescentes, como voluptuosidades er6ticas propias del himeneo entre Ia escritura y Ia lectura. En estos textos, desde eltitulo mismo, como se senala con anterioridad, se parte de Ia connotacion musical para identificar a todo el 1

macrodiscurso narrativo - Ia narratividadque hilvunar:i una historiu determinadu. pero una historiu cualquiera, de un sujeto cualquiera, intruscendente, cotidiano y periferico. Por otra parte, estas citas y refercncius a canciones popularcs permiten instaurar recurrencias polfticas, econ6micas, sociales y culturales. Las obras rccurren para clio a distintos mecanismos. Uno de los personajes, o el fdolo sobre quien se narra Ia historia, canta una canci6n por un motivo determinado o bien Ia lctra de Ia canci6n pasa a formar parte del discurso y de Ia diegesis. para seiialar o mostrar un elcmento o momcnto especial. Ello le permitc sostener una intensa polifonfa, o como anota Elissa Lister Brugat'". mantener ciertas proximidades y vecindades, no solo en su interior, sino en esc permanente dialogismo con otras obras de Ia literatura caribeiia y latinoamericana, pues como apunta 17 Eduardo Bejar , este discurso se constituye en un cruce constante de multiples superficies tcxtuales y en di:ilogo de distintas escrituras. Todo lo anteriormente apuntado se pone en evidencia en Ia novela del puertorriqueiio Josean Ramos", que parodia Ia vida fulgurante de esc extmordinario cantante de boleros, el puertorriqueno Daniel Santos, conocido tambien como "EI inquieto anacobero" o "EI jefe", un verdadero idolo popular en todo el Caribe. La puesta en abismo de Ia vida del mftico cantante Daniel Santos sera el motivo central de Ia obra. La excusa inicial del

IS &luanlo C llCjar. ~' II!U.:Utlitl<ld tl~ H<'in11/Jo ,\mk« IJII<'J:m de /<1 ~.tt'nlllnl fi<JSIIIHI<knw), (M:Kiml! Playor. 1987, 2M p.J. II . 16 Elissa L. U•1er Drus:.l. "Eu mnr 'I"" me l•uhiw · £1 Ctm/,. ""'" n11m11im tie Muym Mo11tert•" (M:Idrid; Unh·cr.;ld:ld Comp:utcnsc: de Madrid, 21X>3. IU6· 1U7) Departamento de Filologla IV, 5-18 Folio~. Tcsis prcscntada ame cl Doctor~do en LllcrJtUrJ Hispanoamcnuna de Ia Univer.;1dad Complutcnsc de Madrid !lncditJ). I 7 &luanlo Bejar, op. cit . 114. 18 Jnscan Ramo•. H"J:" 11 •h·Mt: m/;,;," lo.• mm·lu" !m.f, Jr.. L'tl. (Santu..-c. l'ucno Rico; SociL'Ilatl de Autorcs Libn;sl Ju<,(;lll R•mos. editor. 1993), 199 p.


R~o¡ista

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l't!IIJ:tt a dtcirlt adius a Ins mu~lla~lws: ~debra~Mn y tlesmitifi~acilltl dtl (t/11/u pttpular ~arib~tito Enrique Plaia Ramln:z

mlt> 6/mimem II

Josean Ramos y Daniel Santos.

encuentro de "Los tres ases del bolero" Daniel Santos. Leo Marini y Roberto Ledesma- , quienes ofrecieron sendos recitales en distintas ciudades colombianas, permiti6 el desbrozamiento de Ia vida del primero de ellos e ira annando el inmenso mosaico narrativo que constituira a Ia obra en cuanto totalidad. Hay a lo largo de toda Ia narracion altemamente, una celebraci6n y una desacralizaci6n, una desmitificaci6n de Ia figura del cantante, acusado de borracho, pendenciero, machista y comunista. El au tor se vale de un juego discursivo par6dico, polif6nico, para ir narrando las vicisitudes de aquella vida un tanto convulsa y agitada. El lector asiste, aguzados los sentidos, al bembe que ofrece el escritor, a Ia celebraci6n del fdolo popular del bolero caribeiio, quien etemizara en su voz el drama pasional de Linda. que reconociera las vfrgenes de medianoche o se despidiera de sus amigos antes de partir para Ia guerra. Pero, asimismo. el lector precavido ira descubriendo que asiste a Ia despedida misma de aquel fdolo de multitudes, quien desde Ia multiple frugmentaci6n de su memoria inicia su recorrido final hacia su encuentro con Ia muerte. En este sentido, no se trata de una reconstrucci6n arqueol6gica del

pasado del idolo, sino mas bien de una muestra de su celebraci6n y desmitificaci6n. Por otra parte, no se puede obviar su estructura narrativa, ese complicado mosaico de voces desde cuyos recuerdos y "fragmentariedades" se va annando todo el tejido narrativo, quebrando las historias, diseminando los espacios de desencanto, pulsiones, murmullos, ruidos, tragedias y celebraciones. Ciertamente, hay en su reticulado, en su estructura interior, una narraci6n que se haec desde un triple discurso o desde una voz que se multiplica: una primera voz intimista que va recuperando a traves de los recuerdos vivencias diseminadas en eltiempo. Es una voz personal que por momentos presenta al propio Daniel Santos contandose a si .mismo, o viendose en el espejo de los recuerdos - Ia multiplicidad de su imagen desde el doble espejo del tiempo y de Ia memoria- , Ia puesta en abismo de una vida plena de contradicciones, de sentimientos y actuaciones encontradas. Sera esta una voz que luego se haec otra, que se duplica para dar paso al representante, al Secretario, a un otro que lleva Ia narraci6n, que sostiene Ia escritura, que ficcionaliza Ia biografia y que dcvendra, al final. por discrepancias con el fdolo, en una mas de las tantas voces de sus miles de admiradores. Pero a su vez. esta voz se haec colectiva y desde los recuerdos participan innumerables voces que cueman, que dicen, que narran una historia, una anecdota, un chiste, una canci6n; es decir, seran voces que iran colandose por los intersticios para sostener Ia recuperaci6n de Ia memoria y de Ia historia misma, para dar paso, al final, a una tercera -o cuarta- voz, Ia del autor, quien cuenta Ia ruptura y el nuevo acercamiento con el fdolo hasta el instante de Ia muerte. Asi, el discurso narrativo devicne en polif6nico desde los multiples intertextos musicales; en par6dico, segun se mencion6 anteriormente; y en parad6jico, entendiendo Ia paradoja desde su doble articulaci6n de "distanciamiento" -por ejemplo. Ia confrontaci6n entre lo antiguo y lo nuevo, que en literatura genera un sentido otro- , y Ia "evoluci6n", que deviene en ese senti do otro: pero, asimis mo, desde su mirada mas tradicional mas cercana a Ia ironia y al humor, desde Ia contradicci6n y Ia antinomia, vista esta ultima como Ia desviaci6n de una norma.


Daniel Santos Fotos: cortesia de Josean Ramos

La obra propicia, como se acotara, Ia celebracion del fdolo popular en su constante discurrir por los distintos escenarios caribeiios -Cuba, Mexico, Colombia, Venezuela, Puerto Rico, etc.- y de otros paises latinoamericanos -el Peru, el Ecuador, Bolivia, Argentina- . Su sola presencia va instaurando el ambito de Ia festividad, de lo pulsional y lo dionisiaco. El entramado narrativo va rescatando desde el ejercicio de Ia memoria las voces, los murmullos, los ruidos de una vida plagada de altibajos, de escandalos, de Jogros, triunfos, encarcelamientos, seducciones, humillaciones y huidas a medianoche. Es decir, iran desmitificando Ia vida de aquel sujeto, poniendolo en exacta relacion con cualquiera de sus admiradores o seguidores. Pero a su vez, ini armando el inmenso mosaico de las distintas voces de aquella muchedumbre que en cualquier pafs logra acercarse a! !dolo para invitarle un trago, para contarle sus penas o sus cuitas de amor, para pedirle una cancion, o simplementc para sentarse a su !ado y escucharle hablar. Ciertamente, se encuentra en ella, una vez mas, Ia rcificaci6n del idolo popular, y con el, Ia glorificaci6n de las masas, Ia actuacion y Ia cultura de aquellos habitantes de los margenes, de los hampones, Ia chusma o cllumpen, de los desclasados sociales. En este sentido, Ia obra se haec una novela del espectaculo, parodia musical que, altemamente, ironiza y satiriza a Ia sociedad desde Ia figura mftica del gran cantante de boleros, Daniel Santos. Ramos, por otra parte, evoca en sus paginas el mundo musical caribeiio, que forj6 un ritmo sincretico, nuevo, durante el siglo XX, deteniendose en distintas expresiones o generos musicales, en muchos otros fdolos populares y en una amplfsima cantidad de intertextos musicales que dan buena cuenta de este proceso de fusion musicallatinoamericano. La narracion se detiene en Ia vida del gran fdolo caribeiio que interprcta ciertas letras de boleros, desgarradas, en donde destacan los ambitos de Ia desgracia, del fracaso y de Ia muerte; narrativa de to mclodramatico, que muestra y destaca Ia vida de los bares, de los barrios populares, marginales, perifericos del Caribe y Latinoamerica. Narraci6n hibrida, fronteriza, que sc sostiene en su discursividad desde Ia mixtura de textos y de gcncros, ya no solo desde Ia


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Enriquoe Plaw Ram&.:z

apropiacion del discurso musical-popular, sino tambien del genera ensayistico, que le permite teorizar sobre el bolero y presentarlo como resultado del mestizaje cultural suscitado al interior del Caribe. Asimismo, Je permite parodiar otros discursos narrativos, dramaturgicos y periodfsticos desdc una intensa intertextualidad, iniciandose esta parodia desdc Ia hipertextualidad de su propio titulo, que en Jo inmediato remite a Ia canci6n que popularizara Daniel Santos, Despedicla, precisamente antes de enlistarse en el cjercito estadounidense y partir al frente durante Ia Segunda Guerra Mundial, a Ia vez que, desde sus profundidades discursivas, ira parodiando Jo biogratico al ficcionalizar Ia vida del cantante. En este sentido, siguiendo a Julio Ortega'", se puede reconocer, desde su fcstiva vcrbalizacion, Ia articulaci6n de distintos ritmos o nujos en su reticulado narrativo, crcando un vertiginoso movimiento que sostiene Ia dinamica de un Jenguaje frontcrizo, lubrico, poroso, e!opontaneo, ncrvioso y vital. Flujo y rcnujo, interior y exterior, de Ia palabra, del discurso, para sostener esc dialogo inagotablc, esc coito pluricuhural que recorre al pucrtorriquei'io y con el al caribei'io todo, instaurando el disfrutc, cl planeo del goce, el espectaculo. Se puede ver, pues, que el discurso esta pleno de toda Ia signilicaci6n simbolica del bolero: cl desamor, Ia soledad, el abandono y los deseos. Sf, se sabc que los boleros rcmiten, en su discurso, a Ia pasi6n amorosa, Ia traicion, cl fracaso, el despecho, Ia fatalidad, seiialando a tmves de un inmenso repertorio, de un mosaico inabarcable y muhifacctico, las cuitas de amor, o para decirlo con palabras de Rafael Castillo Zapata, el bolero representa "Ia puesta en escena de varios de los innumerables y complicados momentos del via crucis del amor"=o'. Deviene entonces en una gesta cpica, cuyos personajes, desde Ia asuncion de una tragedia personal y con un lenguaje especial, luchan contra los avatares de sus sentimientos amorosos no correspondidos; pero, asimismo, puede suceder que el bolero narre Ia irrupci6n del amor e instaure el deseo, disimulando en su discurso toda Ia carga erotica que maniliesta el

Daniel Santos

19 Juhn Onc~a. "Tn:s trbtes tign:s", en Guillenr111 C11l>rem htfimt<. Julian R!n• (cnmp.) (Madrid Funllamcntos, 197·11. IRR. ~!)

Rafael Cnstillu Zapat~. up.cit • 7.


ARQUIT£CT'UIM 1'1

sujeto enamorado; puede narrar tambicn Ia nostalgia por el amor mismo, o como dice Guillermo Cabrera Infante, "en e\ bolero profunda Ia soledad es solo una dudosa compafifa. Asf el sentimiento mayor que producen los boleros no es el amor sino el amor 21 al recuerdo del amor, Ia nostalgia" • La narracion no evade las frontems entre Ia realidad y Ia ficci6n, por el contrario, desde su ambiguedad, desde sus espacios difusos, sostiene toda Ia tension y Ia intensidad necesarias que permiten establecer atm6sferas de seducci6n, de lubricidades y enmascaramientos. Realidad y ficcion comienzan entonces a cruzarse, a rozar sus poros y diluir sus fronteras. Desde ambos ambitos se abordara Ia narraci6n; Ia rcalidad del cantante. del inquieto anacobero, del "diablillo" africano, se permea constantemente a lo largo de Ia dicgesis, para Jlegar hasta Ia ficci6n, o tambicn, el discurso de Ia parodia, permitira que Ia ficci6n nazca dcsde Ia realidad. La rcalidad es Ia leota y difusa aproximaci6n hacia Ia muerte que padece el fdolo; Ia ficcion deviene en Ia creacion de los mundos posibles del autor. Ramos, con los correlatos musicales y subalternos, instaura Ia creacion de los mundos de ficci6n, de los mundos ~osiblcs, y lo haec, como indica Umberto Eco··. desde Ia articulacion de distintas metUforas, en este caso Ia metUfora musical, en especial de los boleros, y con ella Ia metUfora de Ia despedida, primero al frente de batalla, y posteriormente hacia otros espacios -o escenarios como apuota el propio autor- siderales, para indicar el tiempo y los motives que marcan una vida, superponiendo entonces, y aquf seguimos con Eco, el mundo de Ia fUbula, el mundo de Ia ficcion, al mundo real. En medio de toda esa narratividad, el sujeto de Ia ficcion, Daniel Santos, reconoce esos mundos s6rdidos de las drogas, del sexo, del alcohol, es decir, los espacios dionisfacos que ha venido habitando y que irJn mostrando su leota degmdaci6n; se instaumrJ en el goce del instante, del momenta, de lo imprevisto, de lo pulsional, hasta saberse y reconocerse en las profundidades, habitante de una periferia interior, de un submundo que lentamente lo va consumiendo.

Estas aproximaciones hacia Ia muerte, sostendran Ia tension y Ia intensidad de Ia novela. Los altibajos del fdolo permiten sondear los meandros de una realidad dura, de una realidad que escuece, que por mementos se hace brutal, llevando a Ia carcel al cantante por huber perdido Ia voz o por negarse a cantar para los esbirros de algun dictador. En otros mementos se vuelve poetica, al mostrar por ejemplo sus distintas relaciones amorosas, de allf Ia magicidad del encuentro con Linda; en otras ocasiones se colma de una temura contenida, como cuando se entera de Ia muerte de Ia madre y debe salir a cantar, y en otras mas un tanto inciertas, desconcertantes, cuando comienza a perder Ia noci6n de su memoria, de sus recuerdos, desde donde afiora un regreso a Cuba, de Ia cual tuvo que salir para no perjudicar polfticamente Ia vida de su hijo. La obra esta repleta de fisuras y desgarres, abarrotada de atmosferas tensas. elusivas, lubricas y par6dicas, cuyo clfmax se reconoce en Ia perdida de Ia memoria, lo que propicia el desenlace final: Ia separaci6n casi obligada de los cscenarios, el internamicnto en una clfnica a causa de un infarto y finalmente Ia muertc. "La trampa de Ia nostalgia", que a\ final de sus dias uni6 al cantante con el escritor, permitio a cste ultimo rescatar y ficcionalizar aquella vida plena de cxitos y fracases, de triunfos y derrotas, de reconocimientos y fugas imprevistas. Ello queda plasmado en Vengo a dec:irle aditis a los muclwc:lws, articulandose Ia obra dentro del amplio panorama de las tetras caribefias contemporaneas, que propician Ia celebraci6n del idolo popular desde Ia apropiaci6n de distintos intertextos musicales. Todo ello corresponde, asimismo. a un nuevo trazado cultural en el Caribe, a una tachadura de las fronteras entre lo culto y lo popular, a un desdibujamiento del conccpto etnocentrista de cultura, para articular a una sociedad diversa, heterogenea, pluricultural y en constante transformaci6n. DD

21 Guillei1Tl{> Cahrcr.l Infante. " Tn:s en unn... en De/ito I'"' IH1ilm d clmdmclui (Madrid: A1 fnsuar.~. 1995). pn;lugo. 9·10 22 Umbena Ecn. Lector it~fiUmla (Bnn:clona Lumen. 1981 ). 185·220.


Condor en Machu Picchu: algunas claves

poeticas

de Pablo Neruda Marfa Magdalena Sola

uiN J

eruda. basura!". un reto despectivo lanzado en verso y a viva voz por un poeta puertorriqueiio, escandaliz6 al auditorio de una velada literaria en San Juan y levant6 una controvcrsia entre los entendidos, ante el asombro y perplejidad de Ia mayoria. Y eso ocurri6 a pesar de que, en ese momento. el poeta chileno habia muerto hada veinte aiios. La capacidad para evocar ira y rechazo dice mucho sobre su poder comunicativo; indica que Ia literatura de Neruda es estimulante hasta para quienes aborrecen su legado poetico y politico. Los extremos de pasi6n que despiertan sus textos, junto con las ventas estables de algunos de sus libros, subrayan Ia importancia de Ia poesfa de Pablo Neruda (1904-1973). Escribi6 miles de poemas para expresar las angustias y aspiraciones de grandes sectores humanos, especialmente en el ambito hispanico y latinoamericano. Alcanzaron sus textos Ia construcci6n de diversos significados arquetipicos y de su tiempo, a Ia vez que dieron forma a un nuevo texico y a una sintaxis poetica distinta. A partir de esas aportaciones, Nerudu fue y quizas sigue sie ndo, en America Latina, el

Poeta, con mayuscula y por antonomasia. El suyo es uno de los pocos nombres que una persona del extranjero recuerda al hablar de literatura latinoamericana. El poeta chileno es recordado aun pasado el centenario de su nacimiento, 12 de julio de 2004, como uno de los fundadores de Ia poesfa contemporaneu y como participante crucial en Ia renovuci6n de Ia lengua litemria espanola del siglo XX. Sus textos destacuron y reconstruyeron mitos y valores, mostmron caminos del pasado, presente y futuro de nuestros pueblos, quie nes pueden reconocerse en esa poesfu y vulerse de ella pam continuar su pugna por una vida digna y por un reconocimiento en Ia tr.msformaci6n de Ia historia. Chileno y latinoamericano, diplomatico y dirigente polftico, comunista y poeta fue Neruda. Entre esas designaciones, su dimension de poeta lo define en primer termino. Este ensayo se propone presentar algunas de las camcterfsticas que pueden huber influido en el exito de su poesfa, a lo largo de las distintas etapas. Y tambien seiialar algunos de los motivos para las diversus polemicas que han suscitado esos escritos y Ia figura literaria de Neruda.


U TÂŁ1<,\TUR,\ 81

BIOGRAFiA LITERARIA, A O,JO DE PAJARO Neruda se dio a conocer como poeta antes de sus veinte aiios, con dos de sus poemarios mas apreciados, Crepusculario ( 1923) y Veillle poemas de mnor y ww cancicJn desespemda ( 1924 ). Comenzo a moverse en los grupos liter.trios tan pronto llego a Ia capital de Chile desde Temuco, su pueblo del remoto sur, a estudiar litemtura y frances. No termino sus estudios, pero adquirio fama y buenas relaciones y pronto consiguio tmbajo en el servicio publico. El Gobiemo chileno de Ia epoca a veces colocaba a algunos escritorcs jovenes en el cuerpo diplomatico, en puestos mcnores y mal remuner.1dos. Neruda fuc designado consul de Chile en diversas capitales de Asia, adonde se traslado desde 1927. Fueron cinco anos duros, tiempos de soledad y extranjerfa, de escasez y tropiezos, pero de productividad literaria. Regrcso u Chile y fue nombrado consul en Buenos Aires, donde permanecio hasta lograr su objetivo inicial. viajar a Europa, vi vir cerca de los ccntros de Ia cultum modema. Ocup6 el consulado de Chile en Madrid y luego en Barcelona de 1934 a 1936. Alii hizo amistad con muchos escritores, como Rafael Alberti, Federico Garcia Lorca y Miguel Hernandez, todos en mayor o menor gmdo identificados con los movimientos de izquierda y defensorcs de Ia republica. Cuando irrumpe Ia rebel ion militar contra el Gobiemo republicano en 1936, Neruda deja atr.is su actitud de intelectual individualista, que deda no tener intcres en asuntos sociopoliticos. Se uni6 a Ia defensa de Ia republica, hacienda tmbajo de propaganda en Espana y en otros pafses. Despues de Ia derrota de Ia republica por las fuerzas fascistas, tmbaj6 intensamente para reubicar en otms naciones a las vfctimas desplazadas. No fue un entusiasmo pasajero, sino un vimje deftnitivo hacia el activismo politico. A lo largo de Ia Segunda Guerm Mundial ( 1939-1945) y de Ia llamada Guerm Fria, que duro varia-; decada<>, continuo como propagandista del antifascismo en Europa y luego en Chile y en otr<L<; regiones de America. Tambien se integro al tr.tbajo polftico en su pafs natal y formalizo su compromiso aftliandose al Partido Comunista de Chile desde 1945. En adelante tomo parte en Ia<> luchas sociales y electomles, y llego a ocupar puestos como el de jefe de propaganda del candidato a

presidente, senador de Ia republica y otros parecidos. Fue el intelectual comunista mas connotado, no solo de Chile, sino de America y ademas incorporo a su litemtum esa nueva situaci6n, convirtiendose en un escritor abierta y orgullosamente politizado ha-;ta el final de sus dfm;. Ese trasfondo vital, observado en su complejidad, explica en gran medida Ia trayectoria ideol6gica de Neruda en etapas diversas, pasando de poeta subjetivo, anarquico y angustiado a escritor comprometido con las causas proletarias. Sus ideas y actos sociopolfticos tienen mucho que ver con su reconocimiento intemacional como escrilor, mas no aclaran lo peculiar de Neruda el poeta. La biografia polftica es indispensable para estudiar su proceso artistico, pero son los textos pocticos

Fotografia cortesia Fundacion Pablo Neruda, Chile


Hca·ista /CI' m1o 6 I mimrm I I

CotJdtJ' til .1/arhu Pircl1u: afgunas c(aa·ts poi ticas dt Pab/11 .Vuuda

1\lar(a Mag(blena S.•l;i

LO ELEMENTAL Y CONOCIDO, EL AMOR: IMAGENES DE "LA AMADA" EN LA TRADICION DEL MACHISMO. La poesia amorosa es Ia base inicial de Ia fortuna literaria de Neruda. En casi todos los poemas de sus primeros libros, Crepusculario ( 1923) y Veinte poem as de cmwr y una cancidn de.~esperada (I 924 ), se percibe una voz masculina que se dirige a una mujer amada. diciendole sus reacciones emotivas ante ella. Los textos de Pablo Neruda, a lo largo de su extensa obra, parten de una identificacion entre Ia voz poetica y Ia persona que firma, en este caso el escritor Pablo Neruda. Muchos lectores y lectoras no cuestionan ese postulado, aceptan el poema lirico como reflejo de las circunstancias del escritor o escritora. Sin embargo, mediante extensas disquisiciones, Ia teorfa literaria ha establecido diversos aspectos que distinguen a\ escritor o escritora de las voces construidas por sus textos:. Pero el publico que lee a Neruda no suele tener en mente esas diferencias. El publico lector de poesfa por lo regular se ha formado dentro de Ia tradicion de subjetivismo del romanticismo y el modernismo, at igual que to fue el poeta. En otras palabras. lectores y lectoras pueden tomar to que dicen los poemas como realidades experimentadas porIa persona hist6rica llamada Pablo Neruda, o sea, como autobiograffa. Es posible que identificar at " protagonista" y los sentimientos y sucesos sugeridos en los poemas con Ia vida "real" del poeta aiiada emocion a Ia lectura. Sea como sea, un sector del publico se muestra avido no solo de leer los poemas, sino de saber los detalles de Ia vida del escritor o escritora que podrian relacionarse con los poemas. Gran parte de Ia "popularidad" de Ia poesia de Neruda viene de sus poemas de amor; el publico no especializado, o sea, el que no tiene pretensiones de hacer critica literaria, prefiere sus libros de adolescencia, Crepusculario y Veinre poemas de amory 11110 canci6n desesperada. Aparte de los poemarios en que el amor, el sexo y el erotismo son referentes exclusivos, a Jo largo y ancho de sus Jibros hay

muchos poemas amorosos, a veces sobre el amor en el presente de ese yo lirico o Pablo Neruda, y otras veces recordando el pasado juvenil, como es el caso de su coleccion Memorial de Isla Negra ( 1964). En los primeros conjuntos de poemas de amor de Neruda Ia amada solo se llama "tti", es decir que no tiene nombre, segun Jo convencional en este tipo de poema. Ella parece ocupar el centro de atencion, pero al observar detenidamente. se nota que los versos tratan acerca de el, de ese hombre que habla en el poema, no de Ia joven a quien el poema interpela y describe. Ella esta quieta y callada, meramente recibiendo palabras y caricias, sin que se digan sus reacciones. La persona que lee se entcra mayormente de como el Ia ve y de Jo que el experimenta. Esta imagen de Ia amada. tradicional en Ia poesfa, parlicularmente en textos romanticos y neorromanticos, es arquetipica. Nuda o muy poco dice e\ poema sobre cualquier cualidad que Ia distinga o individualice, nada o poco acerca de Jo que ella siente. piensa o ha cxperimentado. Por eso, cl tan repetido "Poema I 5" puedc Jeerse como un homenajc, porquc describe su belleza. pcro tambien como un " tapaboca". indicativa de que no tiene interes en Jo que ella tenga que dccir: Me gr~was crumdo callas porque esui.r como aruetrte, )' me oyes desde lejos y mi WJ;: 110 te TOea. Parece que los ojos se tc lmbierun 1•olado y parece que rm be.m II! cerrara Ia boca[... ] Dejame que te lrable rambien con 111 sile11cio clam cm1w una lcimpam. simple como 1111 c111illo. Ere.r como Ia 1wche, calltrda y comtclmla, Tit sifmcio es de estrella. 1011 lejww y sencillo. (I, 98)

"Poema I" anuncia con claridad to que signitican las mujeres, aquf singularizadas solo por Ia gmmatica y no por cualquier cualidad propia: Cuerpo de mujer. blanca.\· coli11as, muslos blcmcos. te pareces almrmdo e11 actiwd de emrega Mi cuerpo de labriego .ml1•cljc te .mcam y /wee sa/tar el hijo del fimdo de Ia tierra. / ... / Cuerpo de mujer mftr, persistire en 111 gmcia.

2 u critica csr>~:cialir.ada (lb\cn·~ los tcxUl'> litcrarios como pnxluctns de trJNjo o elalx>r:~Ciun l"fl d plano artfstil"· intdwtual c imaginatim, no como tr•nsaipci6n o cnpia dfrccta de lo que Ia I'C'"'"a que los c"':ribio ha expcrimcnUI!.Io, sicnte y picn'-3. Ml'llian multiples situox:inncs entn: Ia• cxpt.'ficncia• del cscritor o l-.critor.o y eltcxlo litcmnn. que por algo ,;c: lhuna "licci6n", cs dcl:tr. a~o hccho, construido, que pa.o;a pur cl pnx:c~o lltcr.uin con un ptiblico en me me


UTEIMTUR,\ !15

jMi sed, mi wnia sin lfmite, mi camirw indeciso.' Oscuros cuuces donde Ia sed etenra sigue, y Ia fa riga sigue. y e/ dolor injinito. (1, 87)

E:;te pasaje, como en general los poemas de amor de Nerudu, presenta a Ia mujer amada no como un sujeto, que exhiba volici6n o acci6n, sino como objeto pasivo y paciente en el que se proyectan las emociones y fantasias de Ia voz poetica masculina y egocentrica que Ia contempla, Ia desea y Ia "posee", ese verbo tan significativo que todavla hoy indica eufemlsticamente Ia penetraci6n y en general el uso del cuerpo y de las reacciones de Ia mujer hacia un hombre. Muchos de sus textos ponen en el centro, como unico sujeto importante en el universo, a! hablante

lfrico y sus necesidades, sus proyectos, sus angustias incompambles. Esta actitud del hablante Hrico tiene su expresi6n mas transparente en uno de sus primeros poemas, "Farewell y los sol\ozos", de CrepuJCulario. Este poema, muy reveladommente, esta entre los que mas se suelen recitar, si es que todavla se recita este tipo de poema. Codifican estos versos todo un manifiesto de libertad sexual y afectiva... para el hombre: De.rde e/ ftmdo de ri. y arrodil/ado, nilio tri.rte, como yo, nor mim. Por esa l'ida que arderd en sus 1¡enas tendrian que amarrarse llllt!stras 1•idas... Yo no /o quiero, Amada. Para que nacla nos amarre que no tws una nada. [... ] 1111


Cli11d11r "" .llaclrttl'iec/IU: aiRUIItiJ cla•·es p11iticas de /'ab/11 Semda J',l~ri~ Mag<lakna SOOi

RnWDICI' .,;, 6 I mimem I I

(Amo e/ amor de los mariueros que besa11 y se l't/11, Deja11 una promesa. No l'rtefl·en mmca mcis. En cada puerto ww mujer espera; los marineros besan r ,fe \'{/11 , Una noche St' ac:uestan coli Ia muerte ell elleclro del marl. [... ] (/, 51 -53)

El amante se niega a comprometerse en forma alguna con las relaciones eroticas y emotivas que entabla y da Ia espalda a las consecuencius que puedan surgir para Ia "amada". Le interesa su propia tristeza y no Jo que le pueda pasar a ella ni Jo que ella sienta ante semejante despedida. El texto se huce eco de una Jarga tradicion hedonista de privilegios para el varon; el donjuanismo se llama por otro nombrc machismo y csta vivo y colcando en el hablante Jfrico de los poemas de Neruda y quiza en muchos Jectores y Jectora.o; de hoy. La poesfa amorosa de Neruda no se interrumpe a) pasar los anos: dos de los libros de su edad madur.t, Los •·ersos de/L'tlpitcin ( 1952) y Cien .wnetos de cmwr ( 1959) esuin dedicados exclusivamente a esc tema y expresan tanto ardor y emocion como los juveniles. Sin embargo, exhiben algunos cambios en cuanto a Ia vision de Ia amada, lo que tambien sucede con los numerosos textos de referente amoroso y er6tico que incluyen casi todas las colecciones y libros de Neruda posteriores a 1940. Hasta en libros de aliento epico, de tema polftico como Canto general ( 1950), aparecen aspectos de Ia biografia sentimental del poeta. Los poemas de adolescencia y juventud parten de amores fugaces y superficiales; muchos se pueden leer como narcisistas y casi autoeroticos. En etapas posteriores, Ia figura de Ia amada se describe en aspectos diferentes, aunque el foco egocentrico del discurso poetico de Neruda es permanente. Los poemas de los primeros anos del escritor presentan a las mujeres como seres despersonalizados y a veces cosificados. Sin embargo, los poemas que tienen como referente a determinada mujer a quien Neruda alude velada o abiertamente en su poesfa pueden y aun suelen ser diferentes. El escritor convivi6 conyugalmente con tres mujeres, aunque sus Memorias y algunas biogmfias sugieren que se vinculo en forma mas o menos comprometida

con varias mas. Fue breve y conflictiva Ia relaci6n con su primera esposa Marfa Antonieta Haagenar, de familia europea residente en Java, donde se casaron a fines de 1930. Se sepamron en 1936, mientms vivfan en Espaiia. Haagenar, madre de Ia unica hija de Neruda, Malva Marina, quien murio en Ia infancia (1934-1942), se opuso tenazmente a divorciarse de el, haciendo mas diffcil una gestion que era casi imposible en el Chile de Ia epoca. Por eso Ia union de Neruda con Delia del Carril, desde 1936 hasta 1955, nunca se oficializ6, aunque era publica. Neruda parece haber amado a Delia del Carril, una escritora argentina que compartio su vida y colabor6 con sus proycctos por casi vcinte anos. No obstante, el pocta, desde que conoci6 a Ia chilena Matildc Urrutia, tuvo amores con esta. Por varios anos mantuvieron el secreto, hasta que se unieron en 1955, un tiempo dcspues de haberse sepamdo Neruda y del Carril. Mas tarde, superados los obstaculos legales, se casaron. Matilde fue su compaiiera celebrada y cantada con emoci6n en dos libros, Los 11ersos del capiuin y Cien .wmetos de amm; y tambien en muchos poemas dispersos en su obm. Pocas amadas han recibido tantos cenlenares de testimonios de adomci6n y gmtitud como Matilde Urrutia, Ia mayorfa de ellos personalizados con sus msgos: su cnmaranada y espesa cabellem rojiza, su origen de chilena hija de pobres, su risa, sus pies "de fuego" (asf llamados porque su dinamismo gastaba sus zapatos r.ipidamente), sus dotes de nadadom, de cocinem, su firme lealtad ... La pasi6n, Ia ternur.t y Ia admimci6n predominan en los textos hechos pam Matilde Urrutia, aunque, en un sentido mas amplio, el protagonismo de Neruda no cede; ella se convierte en una especie de prolongaci6n del poeta. Son poemas que responden at arquetipo romantico, viendo a Ia mujer no como persona sino como objeto, aunque sea de elogio. En otros, a pesar de Ia intencion de homenaje, son obvios los signiticados de subordinaci6n. Hasta Ia siguiente declaro~ci6n de amor constante mas alia de Ia muerte delata el protagonismo sin tregua del hablante lfrico; se trata del "Soneto LXXXIX": Ctumtlo yo muera quiem Ills mtmo.1·en mis ojos: {...1 Quiero que lo que lllllll siga ••i••o y a ti te wut! y ccmti .wlm: tmlas las cosas. por e.w sigue IIi floreciendo, florida,


UTERATUIM 87

para que a/calices todo lo que mi amor re ordena, para que se pasee mi sombra por 111 pelo, para que osi conm:canla ru:;on de mi cunro. (11.335)

Aparte de los significados de subordinaci6n senalados, los versos de amor de Ia madurez de Neruda si expresan ternura, pasion y respeto por Ia amada. Matilde Urrutia estuvo con el hasta el momenta de su muerte en Santiago de Chile, ocurrida luego de padecer prolongadamente de cancer. Lamentablemente los ultimos dias de Neruda coincidieron con Ia orgia de violencia que desato el golpe militar de 1973 contra el presidente Allende, su amigo y aliado politico. Despues de Ia muerte de su marido, Matilde Urrutia continuo por anos, hasta su propia muerte, desafiando con valenlla al regimen brutal de Pinochet, en defensa del legado poetico y politico de su companero. Lo ultimo que escribio Neruda, dos o Ires dias antes de morir, testimonia el refugio que le ofrecio su amada cuando mas experimentaba Ia fragilidad: Mmilc/e, wios o elias dormidos. ajie!Jrudos. aqui o a/lei, clal'tmcio mmpiendo e/ espitww .wmgrmulo sangre l'errladera despertando W/1•e.:: o perc/ic/o, c/ormido: cctmcts c/inicas. l'ellltiiWS extrcmjeras, vestidos blancos de las sigilosas, Ia torpeza en los pies. Luego e.uos viajes y elmio mar de lllle\'o: 111 cabe:.a e11 Ia mbecera. las memos voladoras en Ia lu:.. en mi luz. sabre mi tierra. i Fue 1a11 bello 1•ivir cuondo ,.;,•(as! Elm1mdo es mcis a:.ul y mcis terresrre de troche, cua11do cluemw enorme adenrro de ws breves motw/

AI analizar los versos de Neruda con 6ptica feminista, se ve que en ellos perdumn y se propagan los arquetipos y estereotipos de to que 3 1'-.tblo Ncruda. Ellllllr .1·/m CIIIIIP<IIUL< (Buenos Aires; Losada. 197-1). ·•final'' .

es o debe ser una mujer, de to que es o debe ser un hombre, de lo que es o debe ser una pareja enamorada. Encontramos alii a Ia amada subordinada y pasiva en el sexo, en el romance, en Ia convivencia, hecha para complacer y ayudar en Ia realizaci6n del hombre que Ia escoge, nunca en Ia realizaci6n de sf misma. Es tambien obvio y pertinente que el discurso poetico de Neruda ha obtenido en parte su ex ito porque concuerda con lo que piensan muchas personas latinoamericanas y de otras latitudes (quizas Ia mayoria), sobre los lugares que tienen y deben ocupar hombres y mujeres dentro de una sociedad. Estos sectores, al igual que e1 poeta chilena, casi ni se dan cuenta de las injusticias contra las mujeres que siempre estan implicitas y muchas veces explfcitas en las practicas y en los textos que abundan en las cultur.ts palriarcales. Tambien en los circulos marxistas y en los partidos comunistas de los aiios que vivi6 el escritor chileno, Ia llamada "cuesti6n femenina" no era prioritaria, ni siquiera en el ambito de Ia economia y Ia polftica, mucho menos en las relaciones interpersonales. A pesar del sexismo de Ia poesia de Neruda, muchas personas han encontrado en esta deleite estetico y confinnacion de sus ideas acerca del amor, porque esos textos continuan en este aspecto unas visiones antiguas y armigadas en Ia cultura. Entender por que el machismo de sus textos resulta "nonnal" y hasta positivo para muchos y muchas puede ser el comienzo de algunos cambios. El atractivo de un texto literario no radica exclusivamente en sus "ideas", sino en su totalidad, en su eficacia artistica y comunicativa. Conviene leer en fonna critica, para no atender meramente a Ia seducci6n deltexto.

LA SEDUCCI6N DE LO ELEMENTAL Y DE LO CONOCIDO El territorio de Neruda poeta es anchuroso, inabarcable casi, porque estuvo escribiendo sesenta anos y lleg6 a publicar mas de cincuenta Iibras. lncontables lectores y lectoras se han emocionado con sus versos tempranos: Ia gente que frecuenta Ia poesia sigue convirtiendo a

Vei11te poemas de amory una canci6n desesperada en un exito del libro en espanol. luego de ochenta aiios de haber salido a Ia luz,


Rta·isla /CI' all<•fi I Nrimtm II

Premio Nobel Neruda

SVENSI<A AI<ADEMIEN hanids.1mmanrr;ide ~.ien .!1 oktolxr 1971

i ovc:renssrjnuntlse med tareskrittema i d~c dV

ALFRED NOBEL dtn :!.1 november 1S95 uppr.irude tesramente beslutctr .ur tilldela

PABLO NERUDA 1911.irs nobtlpris i lirrerdrur

roren poesi,

som med vcrkan av m naturkrdft levdndegar en varldsdels aden och drommar. ·~""••nw•-l!!t

firmado por un aulor de diecinueve afios. Ese publico de Ia pocsfa del merecedor del Premio Nobel de Literatura de 1971 no se ocupa, ni ahora ni antes, de los debates en tomo a su figura entre comunistas, fascistas y polfticos de todo tipo. Quienes publican critica literaria. aunque polfticamente tiendan a esos extremos o a cualquier punto intermedio, ram vez dejan de reconocer su importancia como uno de los poetas mayores de Ia hispanidad. La poderosa atraccion de su palabra, difundida a lo largo de diversas epocas. lugares y traducciones. noes memmente ideologica, sino que radica en los codigos que configuran su poesfa. Me atrevere a resumir las claves que yo he captado en Ia sonora Ietania de sus versos. En primer Iugar carc1cteriza a los textos de Neruda una percepci6n perenne y privilegiada de lo elemental. Su poesfa se mantiene cerca de lo sensorial, de lo

que se ve y se toea, se saborea y sc oye. En cada una de ~us imagenes esta cl gozo primigenio de Ia luz y el movimiento, tal como se capta en Ia naturaleza y en el cuerpo humano. Sus textos. apartc de los significados profundos o abstractos que construyan, no se alejan del paisaje, del placer compartido en el amor y el sexo, del calor de Ia amistad y de Ia comunidad. Parten de los elementos de lo humano, de lo que cada persona experimenta y que esta mas ligado a nuestra camalidad, a nuestra socialidad y a nuestra conciencia. A tmves de distintas etapas, el escritor chileno ha descrito y reconstruido Ia habitacion humana misma, en sus diversas dimensiones, porque muestra como nuestros sentidos y nuestra conciencia llegan a captar esc mundo. Podria objetarse a lo anterior que eso se puede decir de cualquier poeta. Es cierto. pero los textos de Neruda construyen los elementos


UTEIMTUR,\ 119

indicados con mayor sintesis. Partiendo de las percepciones del yo, su poetica explora Ia conciencia y su ruta cognoscitiva. Sus textos construyen en forma integral lo material, lo corporal, lo sexual y lo sociopolftico, con una apertura que se convirti6 en uno de los rasgos distintivos del arte del siglo XX. llustrativo de esa ambici6n envolvente es su manifiesto "Sobre una poesia sin pureza", de 1935: A.\'i sea Ia poesfa que buscamos, gcwada como por 1111 ticido por los deberes de Ia memo, penetmda pore/ sudor y ellwmo, olieme a orina y a m::uc:ena, salpicada por /w; diversas profesimres que se ejerc:en demro y fuera de Ia ley. Una poesfa impura como 1111 rraje, como 1111 cuerpo, cmt mcmclras de murici6n y m:rividade.\· vergom.o.ws, con arrugas, observacicmes, .metios, 1•igi/ia, pmfecias, dec:Jaraciones de amm; y de odio, bestias, .wcudidas, idilios. creencias po/fticas, 11egacimte.\·, dudas, aftrmac.:iones, impue.wos... Y no olvidemos nunca Ia me/cmco/fa, el gcuwdo selllimemalismo, petjec:to.1· frutos impuros de mara1•illo.m calidad o/l'iclcula. dejados at rcis por e/ fnmitic:o libresc:o: Ia lu: de Ia lww. e/ cisne e11 el cmoclrear. "corazcinmio ", son, sin cluda /o pmfrico elememal e imprescindihfe. Quien lmye del mal gusto cae en el hiclo. (11,1040).

Antes del siglo XX, las opiniones mas frecuentes considemban indignos de Ia poesia los referentes de Ia vida diaria y comun, y repudiaban como obscenos los significados relacionados con el sexo y las funciones fisiol6gicas. La poesia romantica, sobre todo Ia modemista, con excepciones, juzg6 apropiado par.tla lfrica solo Jo sutil y elevado, excluyendo como anliesteticos muchos de los signiftcados mas cercanos a lo existencial. En Ia cita anterior se observa que Neruda aspiraba a encontrar el sentido de lo ordinaria y concedia Iugar dentro de Ia poesfa a aspectos considerados bajos e inmencionables. "Sobre una poesfa sin pureza" es en su poetica afin a Ia vanguardia, promoci6n artistica que parti6 de Ia sensibilidad cultuml fonnada por los planteamientos filos6ficos y cientificos de Marx, Freud y Jung, entre otros. Los fundadores de Ia poesia contempor.inea dieron forma al tipo de lfrica que se construy6 preferentemente desde 1920 hasta los tardfos aiios de Ia decada de 1960. La

vanguardia dio categoria poetica a toda Ia realidad, no solo a Ia angustia metafisica o Ia amorosa, sino a lo humoristico y lo grotesco, a Jo fantasioso, a los resquicios ocultos o silenciados del erotismo y el sexo. Abarcaron en su arte lo consciente y lo subconscientc, Jo intelectual y lo il6gico, Ia emoci6n y Ia captacion sensorial de las confusas visiones de los suenos, los accesos de demencia. Ia concicncia alter.tda por farmacos y drogas magicas y el deliria de Ia imaginaci6n y del extasis carnal. En America fue Neruda uno de los escritores que experimentaron con Ia lengua y renovaron el discurso poetico durante esa epoca. Figuran tambien entre los mas destacados el gran poeta peruano Cesar Vallejo ( 1892-1938). el visionario chilena Vicente Huidobro ( 18931948) y el indispensable Jorge Luis Borges ( 1899-1986). Aunque no suelen ftgurar en las historias literarias, algunas cscritoras participaron tambicn de Ia aventura; todavia por difundir mas ampliamente estan los tcxtos vanguardistas de Norah Lange (Argentina, 1906-1972), Winnett de Rokha (Chile, 18941951) y Magda Portal (Peru, I901- I989), para mencionar solo algunas latinoamericanas. Fue tambien empeno de Ncruda y de estos fundadores, con Vallejo en Iugar sobresalientc, construir en lenguaje poetico los asuntos cotidianos como son los alimentos y los vestidos, los utensilios y las maquinas, y forjar c6digos capaces de dignificar Ia experiencia del tmbajo, de Ia transformacion esforzada de Ia realidad por el ser humano. Aunque el trabajo ha sido parte indispensable de Ia vida humana, no ingresaba con frecuencia en cl reino de las artes. ODAS ELEMENTALES, DESDE PRINCIPIO A FIN DE SUS ESCRITOS Abundan en los Jibros de Neruda poemas que expresan apego a lo elemental y material. El amor por lo terrestre es crucial en Residcncia en Ia rierm, como lo indica eltitulo en esa colecci6n de textos fundadores, a pesar de que estan marcados por el pesimismo y Ia conciencia del deterioro de todo lo real. Sea positiva o negativa Ia emotividad deltexto, por medio de lo corpoml, material y telurico construye significados que le confiercn su calidad carismatica. Si se compamn dos poemas sobre Ia madem que escribi6 en distintas fechas, se observan diferencias, pero tambien significati vas semejanzas.


Rr•·ista /CI'

Cdnd11r rn Macltu Piccllu: af/IUIIas da•·ts p<•iticas dt l'abta ,\'trutla

mi11 6 / mimrm II

Marin MnJ1dalcna Sol:i

"Entrada a Ia madera" fonna parte de "Tres cantos materiales", uno dedicado a Ia madera, y los otros al apio y al vino. Estos aparecen en Ia primera Residencia en Ia tierra, que da las fechas 1925· 1931. "Entrada a Ia madera" esta escrito en primera persona y se dirige al arbol y a su entomo con frecuentes ap6strofes o apelaciones directas que humanizan esa materia. Explora en forma imaginativa el interior de un arbol hasta las rafces, un descenso a las "( ... ] humedas fibras arrancadas/ al vivo ser de substancia y silencio". Con acento de amor y reverencia, pero tambien con quejas y percepciones ltigubres, el hablante lfrico busca refugio y sentido en Ia vida vegetal:

f ... jsoy yo conmis lcmu.!lllos sin origen, sin alimemos, des1•e/culo, .\'o/o, entrmulo oscurecidos corredores, 1/egmulo a 111 mt11erit1 mistcrlo.m. f ... / Poros, PeWs. drculos c/e du/:.ura, peso, temperatura silencio.m, flec:/ws pegada.1· a 111 a/11w midc1, seres dormido.1· en Ill boca espesc1, poll o de dulce pulpu consumicla, ceni::.c1 l/em1 de apagc1da.r almcu. I'CIIid a mf, .1·in .me1io, sin medic/a caed en mi t1lcoba ell que Ia noclre cae y cae siu cesar como agut1 rota, y t1 l'llestra 1•ida asidme, a 1•uestra muerte asidme, a l'uestms materiales sometidos, a \'llestras muertas palomas netttmles, y lragmuos fuego, y silencio, y .wnido, y ardcmros, _\' callemos, y campanas. (I, 233 ·234) Con todo y su atmosfera tc~trica, y aunque aumente su extrafieza con Ia quiebra sintactica del ultimo verso, "Entrada a Ia madera" no deja de ser un homenaje que consagra a las materias como entes tutelares del universo que construye Ia poesia de Neruda, de principia a fin. Casi veinte aiios despues, en su primer libro de Odas elememales (1954), Neruda hace otra "Oda a Ia madera" que ejemplifica su optimismo y su acento ahora !eve, pero persiste en dar un Iugar central a las materias elementales en su poetica:

f ... / Todo a/If en el bosque domrfc1 bt1jo las lwjas mojadm

cumrdo 1111 hombre comiem.a torciendo Ia cilltura y /el'a/llcurdo e/ haclra a picotear Ia pura solenmidlld del tirbol y este clle, trueno y fragcmcia caen para que nazca de el/os ill collstruccic1n, ill forma, el edijicio, de la.r IIWiws del hombre. Te cmro:.co, te amo, te l'i nacer. madera. Por eso site loco me respmrdes como 1111 cuerpo querido, me muestras Ills ojos y IllS jibrtl.l', tus nudos, 111.1' lwwres. lll.f 1·etas como inmc11•iles rfos. (I, II 07) En las odas ha dejado atr.is tambicn el uso del "vosotros" que da formalidad a! discurso y trma de tu a Ia madera, como a todo el mundo. Esta lirica aspira a Ia sencillez e incorpora lo coloquial y lo ironico, sin excluir Ia contemplaci6n de lo bello y lo complejo. La serie de textos afines a Odas elemenwles celebra las delicias y misterios de Ia cebolla y del hilo, de arboles y pajaros, de Ia bicicleta y el pan, del inviemo, Ia primavera y Ia amada, entre muchos otros referentes. Algunos, temas consagrados por Ia tradici6n literaria, otros, rescatados de lo pedestre. Todos retlejan Ia habilidad del poeta chileno para conjugar lo antiguo y lo reciente del ancestral arte verbal. Otra de las bases fuertes del atractivo de Ia poesia de Neruda podria ser su "oido", esa caracteristica que necesitan quienes trabajan con las palabras, a! igual que quienes combinan notas musicales. Desarroll6 un manejo propio de los sonidos dentro del poema, acentos, metros y estrofas. Elabor6 versos que, aunque estan dispuestos tipograficamente en fonna breve, interrumpida, fUciles de leer, resultan ser combinaciones libres de los metros consagr.tdos


UTÂŁRATUR,\ 91

Fotografia cortesia Fundacicin Pablo Neruda, Chile

en Ia poesfa clasica del Siglo de Oro, como Ia estancia y Ia lira. Esto es notable al escuchar su metrica y sus estrofas, no alleerlas en Ia pagina. En muchos de sus poemarios. al medir los versos por el sonido y no por Ia pagina, son frecuentes los endecasflabos. alejandrinos o tetradecasflabos y tambien Ia alternancia entre versos de cinco, siete y nueve sflabas, todos utilizados frecuentemente en Ia poesia clasica en espanol. Esta metrica de ilustre cstirpe sc da en los poemas clasicos que han difundido las escuelas por siglos. La poesia que elaboro Neruda ejerce cierta seducci6n inconsciente: "suena" no solo armoniosa sino prestigiosa. es decir, suena como "verdadem poesfa" debido al uso de metros clasicos. Ese sonido es un atr.tctivo anadido a los significados, aunque interviene mas en esto Ia pum memoria fonica que el reconocimiento especffico de Ia semejanza. La sintesis que haec Neruda de las corrientes heredadas y los signos de Ia modemidad se advierte no solo en sus temas y significados, sino en su oficio poetico: su seleccion de los metros mas sonoros y aptos para el oido hispanico, y su uso de Ia aliteracion. su recurso fonico mas frecuente, uno de los mas antiguos. entre otros. En el plano de los significados, es notable y ha sido poco estudiada su adaptaci6n del arquetipo mftico, al igual que el divertido humor que incorpor6 en las ultimas decadas de su produccion. Cabrfa subrayar su atenci6n al detalle, por ejemplo, c6mo dispuso Ia tipografia de sus versos para reducir Ia extension de las lfneas sabre Ia pagina, aunque no el ritmo, y us6 letras mas grandes, con el objetivo de facilitar el transito del lector o Jectora por su texto.

La sencillez de los textos tardfos de Neruda, como Ia de todo texto elabor.tdo a conciencia, es solo aparente, porque se funda en un intuitivo pero esmemdo proceso de selecci6n entre lo probado y lo novedoso, un tr.tbajo poetico que se da tanto en el arden del significante como en el del significado. Pero los textos de Neruda no se agotan en los aspectos formales, aunque en esto radique primero el oficio de un poeta. Sus poemas fueron escritos para repercutir mas alia de los cfrculos de amantes de Ia poesfa, porque aparte de ser un escritor de vocacion y empeno, se identific6 con su pueblo y particip6 activamente en sus procesos y pugnas polfticas y clasistas. En esc aspecto no es una excepcion entre los escritores y escritoras de America, quienes se suelen distinguir por su altrufsmo hist6rico e interes por Jo colectivo. El arte ayuda a vivir a quienes lo comparten. La poesia revolucionaria de Pablo Neruda subraya el gozo de quien dedica su energfa a luchar por el bien comun, asumiendo plenamente Ia condicion humana, su capacidad para cambiar Ia historia. Sin negar el connicto y el dolor, Ia percepci6n que construyen los textos posteriores a Ia decada de I 940 tiende hacia Jo positivo y por eso algunos sectores de Ia crftica los consideran simplistas y propagandfsticos. Pero Neruda definfa Ia tarea del poeta como una funcion comunicante y tuvo en alta estima el oficio de Ia propaganda. Las complejidades de estrategia y tactica. de los debates partidarios y las contradicciones intrfnsecas al pensamiento dialectico no son evidentes en su discurso poetico. La vision polftica que Neruda quiso dar en su poesfa fue elemental, pero no inautentica. Elemental es un adjetivo muy utilizado por Neruda y es tambien Ia palabra que mejor describe su poesfa politica. La complejidad de lo real esta en muchos poemas de Neruda, pero su objetivo apunta a Jo elemental, lo cual ha logrado en gran medida su exito editorial. Hasta los textos pesimistas (elaborados entre 1925 y I 936 aproximadamente) construyen significados a partir de lo humano mas especffico, Jo sensorial, Ia naturaleza, el erotismo y otras percepciones semejantes. La naturaleza americana constituye Ia base de significados, de imagenes y captaciones que generan una perspectiva vital distinta, pero arraigada, como antes, en lo elemental de


R~•¡ista ICI' mia 6 I mimrn' I J

CtitldtJr ~n ,\la.:lttt l'iulw: nl11ttnas dai'~S J"'i licas dt l'abltJ Nuuda Marlo Mapdalcna Sola

materias y realidades humanas. Como general es Ia expresi6n primera y mas completa de Ia~ ideas sobre el mundo y Ia vida que lleg6 a asumir conscientemente en su madurez. Ya entonces concibe al poeta como interprete de Ia realidad total, guiado por sus posiciones politicas, parte integral de su pensamiento y de su intuici6n artfstica. Podrfa explicarse su adhesional Partido Comunista a partir de Ia atracci6n del materialismo hist6rico, una concepcion integral y dialectica de Ia historia y en general de Ia rcalidad, filosofia que fundamenta cl socialismo cientifico. La sensibilidad de este poeta ante el mundo material y su propensi6n a observarlo, disfrutarlo, describirlo y a desear comprenderlo Ia construyen sus textos desde muy temprano. Mas tarde Ia ideologfa comunista y Ia filosofia marxista provcycron gufas para entender Ia existencia humana generica e individual. Tambien dieron caucc a su deseo de combatir las injusticias sintiendose integrado a un colectivo, en forma organizada. Pero el scntimicnto de union a las matcrias y a todos los scres del planeta fue sicmpre parte de el. NERUDA ANTE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES Muchos textos de Neruda puedcn acrcditarlo como precursor litcmrio de Ia defensa del ambiente, de Ia integridad del entomo natural. Pueden citarse como cjcmplos "Leviatan" de Camo general, que denuncia Ia crucldad contra las ballenas; "Oda al aire", que insta al aire a no dejarsc vender como ha sucedido con cl agua y Ia energia; sus multiples poemas a los diferentes pajaros y muchos otros. Neruda no fue partidario del desarrollismo a ultmnza, que desde principios del siglo XX impuls6 hacia Ia explotaci6n exhaustiva de los recursos naturales y que fue aceptado por gobiemos y pueblos europeos y americanos en forma casi implicita. El progreso no se examinaba ni se cuestionaba, em el pamiso que supuestarnente arnbicionaban todas lac; naciones y sus habitantes. Como otros escritores y escritonts que crecieron dentro de economfao; agrfcolas, en regiones apenas tocadas por Ia huella humana, el poeta chileno exhibi6 cierta desconfianza ambivalente ante las maquina<> y Ia tecnologia, a pesar de su entusiasmo por los obreros y de los planteamientos marxistas acerca de Ia superior productividad y necesidad de Ia industria.

En los anos posteriores a Ia decada de 1940 habia poca conciencia de los peligros que surgen por el uso descuidado de los recursos del planeta. Hoy es motivo de preocupaci6n de toda persona pensante y continuamente se levantan iniciativas pam preservar o restablecer el delicado equilibrio entre los entes de Ia naturaleza, incluidos los humanos, y Ia necesidad de un desarrollo productivo. Se lucha alrededor del globo para que se produzcan recursos que mejoren el mundo sin lesionar Ia salud ni el ambiente y se combale el arrollador avance de las corporaciones intemacionales que tienen como objetivo la'i ganancias inmediatao;. Neruda, llevudo por su fervor de natumlista y su bucolismo de hombre de fronteras y bosques, marco en cierto sentido Ia avanzada de movimientos actualcs como "los partidos verdes", el ecologismo y el ambientalismo. Por otro lado, como se ha visto en "Oda a Ia madem", favoreci6 el uso de los recursos naturales en el contexto de Ia abundancia que entonces caracterizaba a los territorios no dcsarrollados, aunquc es posible que su posicion hubiese sido difcrente si hubiese alcanzado los ticmpos del apabullante desarrollismo globalizado. El cantor de Machu Picchu se identiftc6 sicmprc con su ninez de aldeano rural, que vivio en los confines de los bosques y los mares. Esta circunstancia, en forma curiosa y aparcntemente contmdictoria. lo acerca a lao; mao;as urbana<> de hoy. Lao; ciudades latinoamericanas sc camcterizan porIa falta de planificaci6n pam rnantener Ia calidad de vida. a tono con el desarrollo aberrante impulsado por el capitalismo dependiente en nuestro continente. El crecimiento de las ciudades ha sido desigual. Los cinturones de miseria, Ia vivienda incomoda, Ia congestion vehicular, e\ aire poluto y Ia faha de agua limpia y accesible y Ia escao;ez de areas con vegetaci6n son realidades que acosan a quienes habitan en las zonas urbanas. Cualquiera que subsista en esas condiciones deshumanizantes puede cntender Ia aiioranza de arboles y rfos, de silencio y "manso ruido", de campos, playas y cielos limpios y luminosos. La vida ruml muchas veces conlleva aislamiento, faha de escuelas e instalaciones de salud, escasez de objetos de consumo y todo tipo de desventajas. Sin embargo, Ia placcntera comuni6n con Ia natumleza cs una idealizaci6n muy tentadom para quienes viven en desierto<; de cemento y asfaho, por lo cual los tcxtos de Neruda, que evocan cJ mundo natural con amory


UTERATURA '13

Fotografia cortesia Fundacion Pablo Neruda, Chile


Cti11d11r ~~~ .lfnclw l'iu/111 ; nft:IIIIIJS clai'~S p11itica.<d~ /'ab/11 .Y~r11da

Maria Mae<lalcna So.U

cercania, despiertan eco en muchas lectoras y lectores del presente. NERUDAt CON PALABRAS Y PUEBLOS YCAMINOS

Elemental es tambien en Ia poesia politica de Neruda su concepcion de los heroes y de los enemigos. En Calllo general hace Ia enumeracion detenida de los males de America y de los grupos y personas que los han causado y perpetuado. Los textos de Neruda sostienen que el pueblo necesita conocer el origen de sus males y recordar a sus enemigos, para que su decision de lucha sea firme y pueda castigar con severidad y evitar que se repita Ia entronizacion de los tmidores. Cada acto de tmicion perpetr.1do contra el pueblo por los individuos y las clases dominantes tiene gmves consecuencias, resulta en males muy concretos: muerte violenta, represion, orfandad, hambre, analfabetismo, explotaci6n. Todo eso lo recrean en detalle los poemas de Canto general, que contienen mucha caricaturJ, pero que tambien se fundan en analisis de las situaciones socioecon6micas y poHticas de las distintas naciones de America. El conjunto de textos de esta obm epica prctende, y en grJn medida Jogm, denunciar los atropellos mostrando a Ia vez sus mfces, ridiculizar y atacar a los culpablcs y tambien mostrar Ia altemativa. que es, segun este discurso poetico, Ia lucha organizada y aun Ia insurreccion. Neruda quiso hacer del pueblo, es decir, de los sectores tmbajadores, campesinos, obreros y asalariados en geneml, cl verdadero protagonista de su poesia. La historia del mundo es Ia historia de los trabajadores: Delrcis de lo.1· libertaclores eslll/)(1 Jrum tralwjcmclo. pe.rnmdo y combatierrdo, err su trahajo de carpillleritr o err .w mina mojada. Sus numos !rem cmrclo Ia tierra y lum medido los camirros. Sus lweso.r estci11 e11 we/as partes. Pem t•i re. Regre.rii de Ia rierm. Ha mrcido. Ha rwcido de mtei'O conw una plcmlll etem a. Toda ltr 11oclre impura tmttl de .wmergir/o y lwy ajirma en Ia aumm sus labios indomaiJ/e.r. Lo atarmr, y es ahora decidido so/dado. Lo hirieron, y mallliene m .wlud de mam::mur. Le cortcmm las memos, y /roy go/pea con elias. Lo entermrmr, y t•iene cmrtarrdo con 1W.w tm.1·. Juan, es 111ya Ia puerta y el cambro. Lll tierra es lllya, pueblo, Ia t·erdad lw nacido cmrrigo, de 111 .mngre.


UTEHATURA 93

"LA TIERRA SE LLAMA JUAN., ( 1,571) Un poeta, segun estos poemas, tiene el unico olicio de comunicar con sinceridad y sencillez, con amplio alcance, las "verdades sumergidas". Una de las mas importantes, descubierta ya en plena madurez, es que Ia esperanza y el disfrute pueden estar presentes aun en medio de los mayores padecimientos. El optimismo, Ia confianza en Ia capacidad del socialismo para veneer, no solo Ia explotaci6n y Ia desigualdad, sino Ia problematica y Ia angustia humana en general, ha sido criticada por simplista y dogmatica. En realidad su poesfa de madurez, despues de 1950 hasta su muerte, irradia fe inconmovible en Ia posibilidad que tienen los seres humanos de realizarse y ser felices, a pesar de las tribulaciones. Haec vislumbrar una plenitud serena, una curiosidad cada vez mas despierta, vida colmada, aunque siempre en proceso de superaci6n. Es una utopfa subjetiva, por medio de Ia cual Ia persona puede realizarse mediante Ia hermandad, el amory el disfrute de las esplendorosas visiones de Ia naturaleza y de Ia imaginacion. Para Neruda, segun se lee en sus poemas, el arte puede ofrecer pesadillas o suefios, puede revestir Ia realidad con el fulgor de to excel so ode to terrible. El fervor de su poesfa por el realismo socialista y su falta de crftica ante las enormes fallas de los regimenes asf llamados, comenzando por el estalinismo, Ia han hecho blanco de ataques de Ia izquierda y de Ia derecha. Hay un sector del mundo liter..uio que apenas lo acepta como pionero del surrealismo en su obm inicial y descuenta todo lo posterior como hojarasca propagandfstica. Sin negar r.u.on a muchas de esas crfticas, debe colocarse Ia actitud de Neruda en su contexto mas especffico. Sus experiencias durante las guerras de las decadas de los treinta, cuarenta y Ia Guerr.t Frfa iniciada en los cincuenta to convencieron de Ia necesidad de una profesi6n de fey solidaridad. Crey6 que habia que tomar partido en fonna abierta y directa en las pugnas entre los pafses pobres y el imperialismo de los poderosos y entre las burguesfas y los tmbajadores, esquemas que gmndes sectores de los pueblos y de Ia intelectualidad ya no perciben como pertinentes al siglo XXI. Encontr6 en el marxismo una gufa pam comprender Ia existencia generica e individual. que fue en el autentica. Tambien sostuvo el poeta de Temuco que Ia lucha

de los pueblos necesita un arte que de alegrfa y esperanza. Es una poetica que parece obviar problemas fundamentales, pero que responde a una concepcion emotiva mas que intelectiva o crftica. Hay en algunos textos de Neruda descensos y desaciertos, y tambien mucha repetici6n, quizas porque el escritor no ejerci6 una autocrftica eficaz en algunas etapas, sino que publico casi todo to que escribi6. Juan Ramon Jimenez caracteriz6 una vez Ia poesfa vanguardista de Neruda como "un gmn rio sucio". En efecto, como los inmensos rfos americanos, el conjunto de sus textos arrastm y contiene todo, aluvion y escoria. y revuelve en su movimiento perenne su version de Ia turbulenta realidad. Neruda crefa que Ia poesfa debfa incorporar todas las materias, "purpura y metal, agua y espiga", Ia lucha organizada, el amor por el pueblo y los exaltantes misterios y deleites de Ia realidad extema e intema. El poeta admitfa que muchos y muchas no podfan o no querfan leer ni captar sus textos, pero tenia confianza en Ia inteligencia y sensibilidad de Ia mayorfa, en su capacidad para emocionarse ante Jo real maravilloso del mundo y de Ia mente humana. Pocos escritores logran Ia amplia rccepcion que obtuvo Neruda, mediante Ia combinaci6n de recursos antiguos y elementales y novedades experimentales. Tuvo Neruda como escritor una gr.m relevancia en el proceso de enriquecer los c6digos de Ia poesfa, participando en habilitar Ia literatura para construir nuevas percepciones y por eso se le llama fundador de Ia poesfa contempor.inea, es decir, de Ia segunda mitad del siglo XX. Es su poesfa tambien precursora de una mayor unidad latinoamericana porque insisti6 en elevar Ia conciencia de lectores y lectoras acerca de las semejanzas que yacen bajo las diferencias etnicas. America Latina, segun estos poemas, es una gmn colectividad que pugna por surgir a traves de siglos de pensamiento y acci6n por parte de grandes y an6nimos. Esa unidad latinoamericana podria garantizar Ia sobrevivencia hist6rica por medio de Ia resistencia y defensa de las mayorfas, de los trabajadores y trabajadoras productivos, de los braceros y jomaleras agrfcolas, de quienes trabajan en las minas y en Ia pesca. Se debe a que hablan de cuestiones tan vitales, que los versos de Pablo Neruda no queden en los secos espacios de los libros, sino que hallen eco y respuesta en los electores de distintos momentos.DD


Edici6n del QlJIJOTE IV Centenario DE LAMANCHA de El Quijote * MIGUEL DE CERVANTES

DON

Jose Luis Vega

E

n el mas rcciente Congreso de Ia Asociacion de Academias de Ia Lengua Espanola. que tuvo Iugar en San Juan de Puerto Rico en el ano 2002, las IDIC:IONDIL IV CENTENARIO veintid6s academias RIAL ACADEMIA ESPAJiiOLA de Ia lengua ASOCIACION DE ACAOEMIAS DE LA LENGUA ESPAJ'IOLA acordaron, a propuesta de Ia hondurena, que su aportaci6n conjunta a Ia celebraci6n del cuarto centenario de Ia aparici6n de Ia primera parte de £/ Quijote seria Ia publicaci6n de una edicion de Ia obm que cumpliese con varios requisitos de no muy facil acatamiento. Se procuraria una edici6n noble, con riqueza y rigor de contenido y. al mismo tiempo. de alcance popular. no solo por Ia adecuacion de sus mcritos filologicos al gran publico, sino por Ia modcstia y baratura de su precio, que habrfa de propiciar su difusion masiva en todo el ambito de Ia lengua espanola. AI texto de Ia novela se habria de anadir, sin animo de erudicion, estudios y apendices sobre aspectos importantes de Ia obm que facilitasen su lectura. La realizacion de Ia encomienda qued6 a cargo de Ia Real Academia Espanola y las demas academias comprometieron su apoyo a Ia empresa, sobre todo con el lanzamiento de Ia edicion. en su momento, en cada pais de habla espanola. en las Filipinas y Estados Unidos. Este proceder es c6nsono con Ia polftica panhispanica que en los ultimos anos han adoptado las academias que procum. entre otras cosas, consensuar entre las veintidos corporaciones las obms fundamentales del idioma. Asi ha sido con Ia Ortografia de fa lengua espmiola ( 1999) y con Ia mas reciente edici6n impresa del Diccionario academico (200 I), como lo sen'i con el Diccionario panhispanico de dudas, que saldra a Ia luz publica el proximo ai'io, y con Ia Gramcitica de Ia lengua espmiola. en etapa de preparaci6n muy avanzada. En Ia confeccion de estas obras Ia

injerencia particular de las academias de cada pais ha sido creciente en proporcion a Ia fortaleza cientifica de cada una, r.uon por Ia cual comparten toda Ia autoria de las obras y los bcneficios que de las ediciones pudieran derivarse. Aspimn las academias a actuar como una sola. sin desatender el e~tudio, los intereses, las necesidades y Ia situacion particular de Ia lengua en cada pais o regi6n. Se reconoce. de esta manera, que Ia Jcngua espanola es patrimonio y responsabilidad de todos sus hablantes. Ia inmensa mayoria de los cuales se concentr.m en Hispanoamcrica y en Estados Unidos, que es, dicho sea de paso, con 35 millones, el tercer pais en cuanto a numero de hispanohablantes, despues de Mexico y Argentina. La propuesta edicion de £/ Quijote, que parecia un empeno utopico, hoy es realidad gracias a un conjunto de felices circunstancias. La primera, Ia cooperacion de Ia Junta de Castilla-La Mancha y de Ia Empresa Publica Don Quijote de Ia Mancha 2005 que les permitieron a Ia Real Academia Espanola y a Ia Asociaci6n de Academias compartir el texto critico y las notas de Fruncisco Rico. quien. ademas de huber fijado eltexto. coordino Ia edicion y cuido con esmero su calidad tipogr.ifica. en colaborucion con el academico Jose Antonio Pac;cual. Entre otros apoyos habria que rcsahar tambien el de Ia Fundaci6n Caja de Madrid, que subvenciono los eslUdios complementarios de Ia edicion que hoy se presenta. La Real Academia Espanola y Ia Asociacion de Academias confiaron al grupo editorial Santillana el diseno. Ia imprcsion y Ia difusi6n de esta edicion emblematica de£/ Quijote, y el resultado no podria ser mas halagador. El Quijote, sin renunciar a sus viejas armas, viene ahora ataviado en un volumen de 13 x 20 centfmetros y casi 1.400 paginas. con interiorcs


UTERATURA 97

Miguel de Cervantes Saavedra, Quijorexras de Antonio Martorell,

2005.


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Edici<in dd IV C~ntmario d" El Quijot~ Jo~o! lu1~ Vc;a

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impresos a una tinta sobre papel de 50 gramos por metro cuadrado. El plano de Ia cubierta luce cuatro colores sobre papel estucado semimate de 150 gramos, plastificado en brillo y pegado sobre carton. La encuadernaci6n es en cartone al cromo cosido con hilo vegetal. El contenido de Ia edici6n consta de una Presemaci6n institucional que precede a un Prcllogo de Mario Vargas Llosa titulado "Una no vela para el siglo XXI". seguido este, a su vez, por el ensayo "La invenci6n de£/ Quijote". que Francisco Ayala escribiera durante su exilio americano. y por el estudio clasico de Martfn de Riquer sobre "Cervantes y El Quijote". Despues deltexto de Ia novela. autorizado y anotado al grano, como queda dicho, por Francisco Rico, Ia presente edici6n incluye cinco estudios sobre "La lengua de Cervantes y El Quijote", firmados por los academicos Jose Manuel Blecua. Guillermo Rojo, Jose Antonio Pascual, Margit Frenk y Claudio Guillen. Cierra Ia edicion con un glosario alfabetizado de unas siete mil acepciones que explica el significado preciso de voces, frases proverbiales y refranes en £/ Quijote. Segun se dispuso en Ia reunion de San Juan de Puerto Rico, Ia edici6n academica conmemorativa de los cuatrocientos anos de £/ Quijote se presento oficialmente al mundo hispanoha-blante el I 7 de noviembre pasado, en el marco del /II Congre.w

lntemacional de Ia Lengua Espai'iola que tuvo Iugar en Ia

1833

ciudad de Rosario, Argentina. Fui testigo del entusiasmo de los rosarinos por el Congreso y de Ia extraordinaria recepcion de Ia edici6n de £/ Quijote en aquella ocasi6n. Los ejemplares de Ia obra se agotaron

inmediatamente en todas las librerfas de Ia ciudad, y fue menester que Ia editorial supliera. con car.icter de urgencia, libros adicionales para que los libreros pudieran atender las listas de espem. Tambien se habfa dispuesto en los acuerdos de San Juan que, pamlelamente, todas las Academias promoverfan presentaciones de Ia edicion en sus respectivos pafses con el prop6sito comun de convertirla en el eje de las conmemoraciones academicas del centenario de Ia gran novela cervantina. En cumplimiento de tal acuerdo, Ia Academia Puertorriquena de Ia Lengua Espanola y el Grupo Santillana hemos unido voluntad y esfuerzo pam celebrM esta edici6n de El Quijote, cuyo pie de imprenta ostenta en paridad el nombre de Ia Real Academia Espanola y el de Ia Asociaci6n de Academias de Ia Lengua, y en Ia contmcubierta de Ia cual se consignan. como es tradicion en las ediciones academicas panhispanicas, los nombres particulares de todas las academias de Ia Jengua espanola. El ensayo de Mario Vargas que prologa Ia nueva edici6n de £/ Quijote nos propone una pregunta fundamental que algo tiene que ver con Ia pertinencia de Ia Jectura de Ia novela al cabo de cuatrocientos afios de su composici6n. i,Por que leer hoy un libro publicado en 1605 que trata sobre un loco que en su delirio quiso ser caballero andante y resucitar el mundo en el que vivieron heroes como Tirante el Blanco, Amadfs de Gaula o Tristan de Leonls, tal vez justamente olvidados? Tales Ia pregunta que, en sus propias palabras y con derecho propio, bien podrfa formular un lector del nuevo siglo, particularmente si se trata de un joven escolar. ;,Que puede decimos £/ Quijote a los lectores de hoy y del futuro inmediato? j,Es El Quijote un libro del pasado cuya lectura nos hace c6mplice de Ia nostalgia del protagonista? La respuesta implfcita de Mario Vargas Llosa es digna de consideraci6n. Bien pudiera serlo, si el mundo de los caballeros andantes que don Quijote procur6 resucitar hubiera existido en el


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Abecedario del Quijote de Antonio Martorell, 2005.

pasado. Pero esc mundo de paladines en el cual siemprc triunfaba Ia justicia y el mal alcanzaba castigo ejemplar. nunca existi6 en Ia realidad. Su verdad es otra, pertenece al orden, siempre vivo, del mito y Ia ficcion. La empresa de don Quijote no consiste, pues, "en reactualizar el pasado, sino en algo todavfa mucho mas ambicioso: realizar el mito, transformar Ia ficci6n en historia viva". £1 Quijote, por tanto, noes una novela sobre el pasado, nunca lo fue, sino sobre el futuro. Su gran tema - afirma Vargas Llosaes Ia ficci6n, y no es casualidad que Ia ficcion sea, por ejemplo, el tema borgiano por cxcelencia. La ficcion cs cl mundo de Ia irrealidad posible y su tiempo, a condicion de seguir siendo ficci6n, es Ia virtualidad, que es una de las formas del futuro. Durante toda Ia novela. episodio tras episodio, don Quijote se mantiene fie! a su locura, que es su ficci6n, excepcion hecha del forzado final en el que Cervantes practicamente lo obliga a recobrar Ia cordura y a morir en Ia paz del !echo domcstico, reconciliado con Ia realidad. No obstante, desde muy temprano en Ia novela Ia ficcion comienza "a devorar Ia realidad" y a conquistar, no solo al bueno y credulo de Sancho, sino a Iantos personajes que con el pretexto de curar a don Quijote 0 de burlarse de e) participan de su delirio. Pero dicha participacion no es solo una estrategia argumental, sino un magistral ejemplo de autofagia de Ia licci6n pues, como bien se sabe, Ia segunda parte de £/ Quijote, publicada en 1615, incorpor6 en el plano de los referentes reales las peripecias de £/ Quijote de 1605 y las del ap6crifo que apareci6 entre una parte y otra firmado por un tal Avellaneda. Un caso ejemplar es el de los duques de Ia segunda parte de Ia obra que, habiendo Jefdo, como otros tantos personajes Ia primera parte, al encontrarse con don Quijote y Sancho "se hallan tan seducidos porIa novela [de Ia que son partfcipes] como aquel por los libros de caballerfas". Asf las

cosas, "disponen que en su castillo Ia vida se vuelva ficcion, que todo en ella reproduzca esa irrealidad en Ia que vive sumido don Quijote". Bien reconoce el delirio que entrana toda ficcion el castellano que en el capitulo 62 de Ia segunda parte apostrofa a don Quijote de esta manera: "Tu eres Joco... [y] tienes Ia propiedad de volver locos y mentecatos a cuantos te tratan y comunican". Concluye al respecto Vargas Llosa: " Ia locura de don Quijote - su hambre de irrealidad- es contagiosa y ha propagado en torno suyo (sic) el apetito de ficcion que lo posee". No por otra razon, afiado, £/ Quijote es Ia madre de todas las novelas. A Ia pregunta hipotetica del joven escolar - i,por que Jeer hoy £/ Quijote?- Vargas Llosa tambien parece responder con otro aserto: "£/ Quijote es un libro sobre Ia libertad, es un libro para hombres y mujeres libres". Y el cuento evoca las palabras al respecto de don Quijote a Sancho, translucidoras de Ia experiencia de Cervantes, cautivo cinco anos en Argel y preso tres veces en Espana por deudas y acusaciones de malos manejos. "La libertad, Sancho, es uno de los mas preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra Ia tierra ni el mar encubre; porIa libertad asf como porIa honra se puede y debe aventurar Ia vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres". i,Pero de emil libertad habla aquf don Quijote? <,De aquella intima y esencial que es el libre albedrfo ante Ia potestad de Dios? (,De Ia ffsica que consiste en no estar entre rejas y cadenas? (,De aquella otra, mas oriental y mfstica, que nos Iibera del yugo del deseo mediante el ejercicio del alma? <,Habla acaso de Ia soberanla que Ia naturaleza deposita en el individuo y que este rinde parcialmente y por convenio a Ia institucion polftica? <,Que concepto de Ia libertad animo a aquel hidalgo cincuent6n a abandonar casa y hacienda y a recorrer los caminos de Ia Mancha


Re1·ista /CP 11~ 6 1 mimem

Edicitin de/ IV Cente11aria de EJ Quijotc Jose luis v~

II

sin temor a retar Ia autoridad del Rey y de Ia Inquisicion cuando fue menester para Iibertar galeotes y socorrer a los menesterosos. La interpretacion de Vargas Llosa es inequfvoca y congruente con su vision liberal del mundo. Para don Quijote Ia libertad es Ia soberanfa del individuo para decidir su vida sin presiones ni condicionamientos, en exclusiva funcion de su inteligencia y voluntad. Para el ejercicio efectivo de tal voluntad se requiere, segun Vargas Llosa, de un nivel minimo de prosperidad. "Venturoso aquel -dice don Quijote- a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligacion de agradecerlo a otro que al mismo cielo". Ventura que Cervantes, tan desdichado en sus trapisondas financieras no disfruto, pero su personaje sf, pues las tres cuartas partes de Ia hacienda de don Quijote bastaban, al menos, como bien sabemos, para llevar a su mesa "una olla de algo mas vaca que camero, salpicon las mas noches, duelos y quebrantos los sabados, lantejas los viemes y algun palomino por ai\adidura". Vargas Llosa ve en don Quijote un espfritu libertario extrema y un defensor de Ia propiedad privada, como condicion necesaria de Ia libertad. Lectura ideol6gicamente interesada, sin duda, pero que vincula Ia novela a los grandes dilemas de Ia moral economica del siglo XXI, y pone de relieve Ia pertinencia de su lectura. Un joven checo, un lector polaco, un eslovaco, un ruso de nuevo cui\o comprenderian muy bien esta interpretacion. La pertinencia de Ia lectura de £/ Quijote en el siglo XXI tambien Ia encuentra Vargas Llosa en Ia imagen de una Espaiia viva en las paginas de Ia novela. Se trata de "un mundo vasto y diverso, sin fronteras geognificas, constituido por un archipielago de comunidades, aldeas y pueblos, a los que los perso-najes dan el nombre de 'patrias'". Espana es, por un !ado, Ia suma de las querencias inmediatas de los personajes, los sitios donde nos criamos y hemos tenido Ia costumbre de vivir; emoci6n que provoca que Sancho Panza caiga de rodillas a Ia vista de su aldea en el camino, exclamando: "Abre los ojos, deseada patria, y mira que vuelve a ti Sancho Panza tu hijo..." Pero Ia Espana de El Quijote, segun Mario Vargas Llosa, es tambien "un espacio mucho mas vasto, cohesionado en su diversidad

geogr-.ifica y cultural y de unas inciertas fronteras que parecen definirse, en funci6n no de territorios y demarcaciones administrativas, sino religiosas..." Noes Ia de£/ Quijote Ia Espana del imperio que ya se desmoronaba; tampoco Ia Espana del Estado nacional centralizador y homogenizador que en su dfa Ia dictadura franquista elevaria al paroxismo. Es Ia de El Quijote, parece decimos Mario Vargas Llosa, una Espana prenacional y postnacional al mismo tiempo. Un reOejo de Ia institucionalidad medieval que animaba los viejos libros de caballeria que lela don Quijote, pero, al mismo

PRIMER~

PART

DJ!L INGBNtasc lli4algo don ~ixote de Ia Mancha. tiempo, un augurio de un mundo plural, abigarrado, sin fronteras, "de incontables patrias, que se abre al mundo de afuera y se confunde con el a Ia vez que abre sus pucrtas a los que vienen a ella de otros lares, siempre y cuando lo hagan en son de paz..." Con observaciones como estas, Vargas Llosa situa Ia lectura de £/ Quijote en el centro polemico de Ia redefinici6n de los nacionalismos y de las nuevas fronteras de las identidades cullurales y politicas que en estos momentos ocupa Ia imaginacion, las gestiones y las pasiones de tantos espafioles y europeos; y, por diversos motivos, tambien ocupa, y habra de ocupar de manera creciente, el afan de los puertorriquefios en los anos por venir. Pero Ia modemidad de £/ Quijote no solo radica en el espfritu rebelde y justiciero del personaje, y en Ia concepcion - a un mismo tiempo particular y plural de Ia identidad social y personal- , sino en Ia vigencia de Ia revolucion formal y estilfstica que Ia novela


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misma propone, asunto que nadie o casi nadie cuestiona y que sue\e ser mas propio de \ectores especializados, ahorro en este punto su resena. En fin, conc\uye Vargas L\osa que El Quijote es una de esas "obras maestras paradigmaticas, nunca se agota, porque, a! igual que Hamlet, La divina comedia, o La iliada y La odisea, ella evo\uciona con el paso del tiempo y se recrea a sf misma en funcion de las esteticas y los valores que cada cultura privilegia". De Ia \ectura que Vargas Llosa nos propone surge un Quijote proteico, ductil y apto para enriquecer los grandes debates morales, polfticos y esteticos del siglo XXI. La interpretacion de Vargas Llosa dialoga, coincide y discrepa en algunos puntos fundamentales con el perspicaz ensayo de Francisco Ayala, titulado "La invencion del Quijote", para quien El Quijote es el resultado de una tension entre el milo viviente y universal que encarnan los personajes de don Quijote y Sancho y Ia imagen de una Espana historica y socialmente determinada, en trance de un cambio de signo colectivo. Para Ayala, El Quijote es ellibro de Ia Espana contmrreformista, irremediablemente preterita y caduca, no solo en el vasto lienzo hist6rico que pinta, sino en Ia querencia particular del mundo de los pueblos, aldeas y ventas que detal\a, y que ya no existe; pero el genio de Cervantes y su particular desventura vital, en sintonfa con Ia colectiva, le permitio forjar un heroe de colosa\es proyecciones cuya existencia mftica, como Ia de don Juan o e\ Fausto, le permite vi vir fuera de\texto. Valdrfa Ia pena enfrentar, en sus detalles particulares yen sus respectivas implicaciones ideo\6gicas, las interpretaciones de El Quijote de Mario Vargas Llosa y Francisco Ayala. El ejercicio abonarfa a Ia riqueza inagotable de Ia creacion cervantina, y anadirfa razones a! deleite de su lectura. La edicion academica de El Quijote, en cumplimiento de Ia encomienda de complementar eltexto de Ia novela cervantina con estudios y apendices sobre aspectos importantes de Ia obra que facilitasen su lectura, incluye tambien en los preambu\os el estudio chisico de Martfn de Riquer, fuente indispensable de tantos cervantistas. La primera parte de su ensayo repasa Ia biograffa de Miguel de Cervantes, tan llena de pesadumbre, y su

obra literaria anterior a ÂŁ/ Quijore; Ia segunda presenta comentarios orientadores e interpretaciones valiosas que tan bien han servido a Ia divulgacion de Ia gran novela cervantina. Pero aun antes de alcanzar Ia fabula, ellector que maneje esta edici6n tendni a su disposicion una Nota a/ texto firmada por Francisco Rico, que si bien es de naturaleza filol6gica y ecdotica, no carece de interes para ellego pues nos permite asomamos con emocion a Ia imprenta de Juan de Ia Cuesta, aquel impresor y editor a cuya cuenta y riesgo se financio Ia primera salida de El Quijote en busca de lectores. Vislumbramos, en el fragor del taller donde se componfa el texto, a Cervantes modificando y completando el manuscrito a toda prisa. Casi alcanzamos a tener en nuestras manos aquella edicion prfncipe de El Quijote, llena de erratas y lamentablemente perdida - Ia unica autorizada por Cervantes- , que estuvo lista en las semanas finales de 1604, pero que los editores, como hacen los actuales, prefirieron fechar en 1605 para prolongar su actualidad. Unos mil quinientos ejemplares salieron a Ia luz publica, en pliegos doblados sin encuademaci6n que se vendieron a doscientos noventa maravedfes y medio el ejemplar, lo que entonces era equivalente al precio de 10 kilos de came de camero, o seis pol\os de regular tamai'io o siete docenas de huevos manchegos. Prontamente agotados, hubo margen, a las pocus semanas, para una segunda edicion revisada por Cervantes, esta sf de 1605. Fresca aun Ia tinta de Ia impresion, varios cientos de aquellos ejemplares vinieron a dar a America: doscientos sesenta y dos a Mexico y otro buen numero paso por Cartagena de Indias, Portobelo, Panama y el Callao hasta llegar a Lima, haciendo asf Ia obra el viaje trasatlantico que su autor habfa sonado emprender y nunca pudo. Francisco Rico ha limpiado de multiples erratas y errores, algunos que venian arrastrandose durante siglos, Ia edici6n prfncipe de ÂŁ/ Quijote y restaura Ia obra, en Ia medida de lo posible, de Diego Clemencin G rabado de Ia Edl cfon. 1833.


Diego Clemencin Grabado de Ia Edicion, 1833.

confonnidad con Ia voluntad de Cervantes. A manem de ejemplo, donde antes se Jeia: "Aquella tempestad de palos que sobre el via"; ahor.l se lee: "Aquella tempestad de palos que sobre el llovfa". Donde antes se atinnaba: "Son libros de entendimiento sin perjuicio de tercero"; ahom se comenta: "Son Iibras de entretenimiento sin perjuicio de tercero". Algunas Jectums eran francamente tentadoms como aquella que decla: "Suelen hacer el amor con fmpetu" ; y ahora lee: "Suele nacer el amor con fmpetu". Para esta ocasi6n Francisco Rico ha librado de erudiciones las notus al calce de Ia edici6n previa del lnstituto Cervantes, cifiendolas al prop6sito de allanar las dificultades que Ia Jengua del Siglo de Oro pudiera ofrecer al lector actual. lgual intenci6n persiguen los cinco breves ensayos que, a manera de apendice, se incluyen bajo titulo

comun de " La lengua de CervaBtes y El Quijore" , seguidos de un glosurio alfabetizado de siete mil entradas, verdadero dkcioo<1rio de EJ Q11ijme en el que ell ector encontrarJ. desde lo que es el aguacllirfe. hasta quien es Zcm:.ori11o. Cuaodo Thomas Mnnn gan6 el Premio Nobel en 1929, aun no babfa Jefdo £/ Quijme: tampoco habin cruzado el Atlantico. No fue basla 1934 que pudo re!iOiver antbas carencias, en c.'lso de que taJes !>eao, cuando a bordo de un buque holandes de lujo emprendiO viuje a Nueva Yotk, que el aun Jlamaba New Amsterthlm. y echO en un maletfn los cualrO tomitos anaranjados que conten{an Ia cclebrolda traducci6n al aleman de £1 Q11ijote. realizada por Ludwig Tied:. No s61o ley6 £1 Quijore en los dCu..~> que duro Ia placentera travesfa. sino que escribio. eo si mu Iaero parnlelo, un largo ens.ayo, muy poco conocido, que ahema Ia cr6nica del viaje con el comentnrio cervantino y al que titulo "A bordo con don Quljote". "Como teogo respeto a nuestra empresa --decfa Thomas Man:n refiriendose al viaje- enc11entro ju.sto y conveniente que respete tambien Ia {e(tUra. que debe acompafiarla. El Don Quijote es un libro mundial -el mas peninente par.t un viaje mundial- . Fue una aventurJ uudaz ~ribido, y Ia aventura audaz que signtficn su lettura corresponde a las circunstancias". En el ultimo de los diez dfas de nuvegaci6n. hablo en suenos con don Quijote. En el sueilo no se llamaba et Caballero de los Leones ni el de Ia TrisLe Figura, sino Zamthustra. Sus ojos grises. casi ciegos en el suei'io, le inspimroo dolor, compasi6n y venemcion sin lfmites. AI despertar, su viaje habla concluido. Vio, en frente, surgiendo de Ia niebla. las lorres de


UTERATURA 103

Manhattan como un fanuistico paisaje colonial, como una bastionada urbe de gigantes. El hennoso ensayo de Thomas Mann encierra muchas lecciones, todas cifradas en Ia metafora del viaje como representacion de Ia vida, de Ia escritura y de Ia lectura, fonnas, en fin, de Ia aventura. Toda aventura requiere de Ia ocasi6n propicia. Con 58 afios bien cumplidos, ya consagrado como escritor, se aventuro a Ia lectura de El Quijote, como quien cumple el deber de acudir a Ia meca de Ia ficcion, al menos una vez en Ia vida. AI hacerlo asi, cruz6 fronteras, cruzo lenguas, cruzo el oceano que separaba el Viejo del Nuevo Mundo y lleg6 al centro de si mismo hasta descubrir en su medula gennanica a un Quijote llamado Zarathustra. Pero Ia aventura de leer, ese viaje de sucesivos descubrimientos, requiere de bajeles bien aviados y escogidos. Thomas Mann cabalg6 las llanuras de La Mancha y cruzo el Atlantica subido a Ia traduccion que Tieck realizo de El Quijote al aleman claro y rico del romanticismo clasico. Leyendo a Cervantes, a traves de Tieck, Mann lleg6 a preguntarse como es posible que el humor no sea consubstancial al genera epico. En otras palabras, le parecio que una aventura no podria contarse de otra manera que a Ia de Cervantes. jQue homenaje de un laureado a un in mortal! Tal ha sido Ia intencion de las academias de Ia lengua al preparar Ia edicion de £/ Quijote junto con el grupo editorial Santillana. Poner al alcance de los lectores actuales, sean ya cincuentones como lo fueron don Quijote y Thomas Mann en sus dias-como lo era, y muy pasado, Cervantes al emprender Ia escritura de El Quijote-, pero sobre todo al alcance de los maestros y los escolares del siglo XXI, un vehiculo bien preparado, comentado, anotado y explicado, hennosamente impreso, con el cual emprender, en Ia ocasion propicia, Ia aventura fascinante y arriesgada de leer o releer El ingenioso hidalgo don Quijote de Ia Mancha, que asf quiso llamar, con exacto y melodioso endecasilabo, Cervantes a Ia novela. La Academia Puertorriquefia de Ia Lengua, una de las mas jovenes de todas las corpomciones del idioma, que se apresta a celebrar el afio entrante el primer cincuentenario de su fundacion, se siente honrada de esta empresa que conmemora eiiV Centenario de El Quijote, y mas honrada aun porque Ia idea de Ia misma se gest6 en el Congreso que hace apenas dos afios tuvimos a bien organizar en nuestro pais. lin

niR.ICIDO AL DVQ.VBDEBEIAR M.fqYes lcCiOnJ~On. CoM~ d~ SC1bk~~, yBaNI• res~ Vitcoide ~ b ~Iii:.« A ~our, Scior·cle Ia v1lbs de Ca,ill•. Cur~.' ht"go.iUo-.

Ano,

•Ponencia conmemorativa de Ia cdicion del cuano ccmcnario de £/ Quijme presentada en ellnstituto de Cultura Pucnorriquciia en el Viejo San Juan, el 8 de diciembre de 200·1.


Jose Guadalupe Posada, Ca/avera Oaxaqueiia, 1903. Zincografia,

canto grabado:

25 5 x 14.5 em.

EI musica en la grafica latinoamericana Patrick Frank

E

I grabado y Ia musica son medios anlsticos que se acercan al pueblo. Ciertos tipos de musica son muy populares, tanto por sus rafces tmdicionales (que impulsan Ia difusi6n) como por su facilidad de creaci6n (todo el mundo sabe cantar aunque no cante bien). En el campo de las artes visuales, el grabado es, sin duda. el que mas atme Ia atenci6n del pueblo, sea por su bajo costo, amplia dispersion o tal vez por su capacidad de ubicaci6n en lugares publicos (como el afiche o el cartel). Si las dos formas artlsticas se comunican facilmente con el pueblo, {,hay una posible relaci6n entre ambas? i,Existen lazos que unen al grabado con Ia musica? La verdad es que hay una relaci6n bac;tante estrecha entre el grabado y Ia musica, y este estudio pretende analizar los I Ruth Finnegan, Oml Poetry.

/u N11111re, Si!lll i}inmre. " " " Socit1l Cmll<'.tl

modos de relaci6n entre ambos. Veremos en el analisis que estas relaciones son varias y, ademas. que el nexo tloreci6 especialmente en Latinoamerica, sobre todo en Puerto Rico. Esta evaluaci6n no sera exhaustiva, pero se notara Ia amplia gama de relaciones entre estas dos artes que se han dado en el continente. La primem forma de alianza entre el gmbado y Ia musica que se tratara es tal vez Ia mas estrecha, se trata de grabados que ilustran canciones folcl6ricas. En algunas culturas donde exi!>te lo que ciertos investigadores han llamado "Ia 1 cultum de Ia balada" , existen tambien en el mismo Iugar, grabadores que captan imagenes que ilustmn Ia letm de alguna canci6n. El maximo creador de obr-.tS de este genero es, sin duda, el mexicano Jose (London: Camhridgc Um"crsuy Pn:ss. 19771.


MUSICA 105

Guadalupe Posada. Durante veinte afios que marcaron el cambia entre el siglo XIX y el XX, Posada grabo centenares de planchas que ilustraron una cantidad igual de corridos. El corrido es Ia fonna mas tipica de Mexico, un tipo de verso cantado en el que se Joaban las hazafias de heroes, se pregonaban las noticias del dia o se reflexionaba sabre cuesliones morales!. Elegir uno es dificil, pero Calm•era oamque1ia abarca los temas mas importantes de Posada. Esta calavera fonna parte de una larga serie de obras que ilustran corridos sobre valientes, que eran personajes tipicos del folclor mexicano de esa epoca. El valienle surgi6 del teatro espaiiol del siglo XVI, donde figuro en varios dmmas de revancha o de bandidaje. El valiente espafiol es un heroe verdadero que proporciona Ia justicia a malhechores o que rescata a alguna mujer en peligro. El valiente mexicano, en contmste, es un fanfarron que alardea tanto su machismo como su Iugar de origen. En Ia presente obra, e\ oaxaquefio anuncia: "A cualquiera lo deslripo/ no me tiento el coraz6n/ y ninguno me haga menos/ que lo despacho al pante6n". Parece que recien acaba de despachar a algun enemigo, ya que se ve el pufial manchado de sangre en Ia mano del valiente, que corre hacia Ia izquierda. La composici6n esta repleta de calaveras representativas de varias clases sociales que se mueven en lo que parece ser un mar de calaveras. El media que empleo Posada fue el grabado en relieve, que da Ia linea negra. Se nota Ia facilidad del artista en el dibujo, en como llena Ia plancha de ftguras en movimiento. No se puede detenninar con exactitud como era Ia musica que acompafiaba el canto del valiente de Oaxaca, pero se sabe que se trataba de un corrido, formula musical que desciende del romance espafiol. AI leer Ia poesia en Ia hoja, el cantante improvisaba una melodia adecuada a los renglones de Ia cancion. La hoja de Posada fue publicada por Ia casa Antonio Vanegas Arroyo, que le pag6 un al artista por grabar las planchas que ilustraron miles de hojas populares. Asi las narrativas de heroes y de desastres, o bien de valientes, entraban a Ia memoria comun y Ia hoja de Posada participaba en el proceso tanto de difusion como de conservaci6n de Ia musica. Muy parecido at corrido mexicano, en su ~Vicente

Mc'"dow. £1 mrmznce rspmlo/ y d corrido meti<arm (Mexico, D F.¡ UNAM , 1939).

Luis M azzey, La Llamada, 1964. Metal en reliev e, 27 x 18 em.

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Antonio Martorell, Luta Absaluta, 1983. Xilografia, 25.4 x 49 5 em.

He1·ista ICI' wlo 6 lmimem II

etc. Esta multitud retleja el corrido que esta abajo, que toma forma de un dialogo musical entre todos, donde algunos representan un pals. El aguila, natumlmente es Estados Unidos; el pinguino es Chile. Luego aparece un cardenal rojo que comentaba sobre Ia Guerra Fria: "Yo no pertenezco a Roma/ soy de color natumlj por pajaro colorado) Ia Estatua de Libertad, al merito Nueva York/ no me deja pasar". En el corrido hay un animal que no figura en el gmbado: un mton que representa a George C. Marshall, canciller de Relaciones Exteriores de EEUU, quien entm como espfa a Ia conferencia: "Todo lo quiere comprar I corazones y conciencias". En cambio, el grabado enfatiza en el aspecto optimista de Ia conferencia: todas las especies viven en paz bajo el sol. Esta hoja habla en el tono popular del corrido, presentando un comentario bastante sofisticado sobre el mundo alrededor. Asllos artistas del TOP emplean Ia forma folcl6rica para interesar a Ia gente, pam atraer al pueblo a fin de que se informe sobre el evento. El compromiso social los oblig6 a acudir a Ia mLisica y al gmbado, haciendolos funcionar en coalici6n. La tercem clase de relacion entre el gmbado y Ia musica es Ia etnografica. En estos casos, el artista no participa en Ia cultura que retrata en Ia obra, sino que presenta alguna imagen de musicos que interpretan un tipo de mLisica que el artista conoce. En muchos casos, el gmbado etnogr.ifico tiene como objetivo el rescale o el recuerdo de alguna tradicion minoritaria, pintoresca o en peligro de desaparicion. Por cierto, dentro del campo de Ia pintura hay muchas obra-. latinoamericanas que tratan este tema. Las telas de Pedro Figari sobre Ia vida campesina en el Uruguay o las de Arturo Gordon sobre danzas folcl6ricas chilenas son dos ejemplos. En el campo del grabado se pueden destacar algunos ejemplares de tipo etnografico. Uno proviene de Haiti en los afios treinta, en forma de xilograffas de Petion Savain. El artista aprendio el arte de pintar del norteamericano William Scout, quien viajaba por Haiti en esos anos realizando pinturas impresionistas. Savain tambien se puso a pintar, pero eligi6 como objeto Ia vida tfpica del campesino haitiano.

Mediante esas investigaciones lleg6 a conocer a los integrantes del movimiento indigenista que en esa epoca florecia. En el ano 1927 se habfa fundado Ia Re1•11e Indigene, dedicada a difundir informacion sobre varios aspectos de Ia vida rural, entre ellos el vodLi. AI cabo de unos anos, el Dr. Jean Price·Mars publico un libro de relatos, Ainsi Par/a Mon Oncle (Asf hablaba mi tfo), que profundizaba en los ritos del vodLi. En 1934, el Gobierno fund6 un Departamento de Estudios Etnograficos bajo Ia direcci6n de Jacques Roumain, el cual foment6 el conocimiento de lo autoctono. Savain realizaba pinturas costumbristas, y lleg6 al grabado por Ia vfa de ilustracion de libros. Cre6 xilograffas para una anlologfa de poetas haitianos que fue publicada en los Estados Unidos; ilustr6 0 tambien otros libros que trataban temas tfpicos • Cuenta un novelista haitiano sobre Ia importancia del artista: El estudio de Savailr 1/egcJ a ser el prmto de encuentro para Ia vanguardia literaria de Ia

epoca; los ew:ritores /lenarmt e/ .m/cJ11

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exubera11cia, abrie11do 1111evo.\· lwri<.fmtes para II

el pimor e imparlierulole Ia audacia .

En 1936 escribio Savain su novcla, La case de Damballah (La ca.m de Damballclh), que publico tres anos mas tarde con sus propias xilograflas. El ejemplo aqui ilustrado trata de una ceremonia del vodu. Unos musicos tocan tambores mientrclS los creyentes bailan. Es una procesion de tr.1bajadores acompafiados de sonido de tambores y tlautas de bambu (que nose ven en el gmbado) al finalizar una largajomada de trabajo. El baile proporciona a los trabajadores azucareros un intervalo de desahogo en medio de su dura vida. Escribe Savain: "La compafila desfilo alegremente, 1 bailando al sonido de Ia melodia estridente" :. El grabado tambien late con el ritmo urgente del pueblo. La Damballah del tftulo de Ia novela es uno de los dioses (loas) haitianos cuyo sfmbolo es Ia serpiente y su atributo es Ia riqueza; por lo tanto, Ia gente pobre acude con frecuencia a Ia casa de Damballah en busca de un mejoramiento econ6mico. Savian pertenecia a Ia elite de Ia

10 Til~ P<1ets of Hcliti, lr E~ n~ W. Un ~erwood (Portl~n~. ME: Mosher Press. 1934). Ch~rles Fcm~n~ Prcssoir. Au Rhylhmc Prince: Ed. La Prcssc. 1934); James Zcllon .Voodoo E~ posc~ (Port-au-Prince · lmprimcrie Modele, 1940). II Philippe 11mby·M~rcelin. Arr i11 Llllin tlmerim Trlt!ay: Haiti (W~shingl on, DC: Pan A mcric~n Union. 1959), 4. 12 Pelion s~vain. Ltr ccue de Dllmballtllr (Port·~u· Prince: lmprimcric de 1' Elal . 1939), I07

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Coumhllcs (Port·~u ·




Adolfo Bellocq, Tango en el Patio, 1922. Metal en relieve, 9.5 x 13.5 em

cultum haitiana, y buscaba tanto en sus gmbados como en sus relatos ampliar el conocimiento de Ia cultura popular entre Ia elite. Junto con los otros escritores indigenistas de esos afios, Savain militaba contra Ia francofilia de las elites del pals. La tendencia etnografica de Savain tuvo su aspecto politico que buscaba reivindicar Ia cultura del vodu. Otros grabados que tratan temas musicales tambien representan culturas subaltemas o minoritarias, por lo que los calific6 de etnograficos, pero desde un punto de vista mas pintoresco. Tal meta tenia el grabador uruguayo Luis Mazzey en su obm lA llamada. Desde hace varios siglos han vivido negros en el Uruguay, Ia mayoria de ellos esclavos escapados del Bmsil. En Montevideo tmbajaban de criados en las casas de gente acomodada, y en los dfas feriados se reunfan para cantar, bailar, comer y festejar. Los tamboreros anunciaban esas reuniones. Se paseaban por las calles tocando ritmos tfpicos de cada clan o candambe, y Ia gente, al escuchar el ritmo correspondiente al grupo al que pertenecfa, bajaba a Ia calle y seguian a los tamboreros hacia ellugar detenninado para Ia fiesta. Entonces "Ia llamada" era el ritmo que 1 servia para distinguir los clanes l . El pintor uruguayo Pedro Figari, en los ai'ios 20, tambien retrat6 los bailes y las fiestas de los negros uruguayos, pero jamas pinto "las llamadas". El presente grabado se publico en el afio 1964 como parte del programa Grabado del Mes del Club de Grabado de Montevideo. Muzzey creo varios grabados del mes en los afios 60, que tenfan que ver con Ia cultura del campo o Jo relativo al gaucho. Los temas tratados eran generalmente ajenos a Ia vida de las urbes europeizadas de Montevideo. El club fue fundado en 1953 con el fin de democratizar Ia cultura artlsica del pais. Aparte del Gmbado del Mes, el club vendia cada afio un almanaque de doce hojas, cada una con su grabado. Todas estas ventas se realizaban a precios no tan bajos como en los casos de Posada o de Borges, mas bien dentro del alcance de Ia clase media. Escribio Ia fundadora sobre el inicio del club: Se daba en ese entonces una silllacidn muy curiosa y muy uruguaya. E.r:ist{a 1m gran sector de Ia poblacion con suficiellle in.srruccion coma

para iflleresarse por las manifestacimzes artisticas, especialmeme sensib/es a/ buen cine )' at buen teatro, pero lo mas e.r:trcwrdinario era apoyar )' co/aborar con todo movimiellto independiente que jluyera par aqui, par a lid. Pareciamos coleccianistas de recibos de ctwtas mensua/es que jugcibamos a rivalizar en cantidad: dos o tres teatros, cines clubes, Club del Libro, aqu( Poesia, etc., ademds de las 14 gremiales, polfticas )'de beneficencia •

Influenciado por el TGP y tambien por Jose Guadalupe Posada, el Club de Grabado de Montevideo pretendio traer Ia cultura a Ia gente. En el ai'io en que se imprimio lA 1/amada de Muzzey, el club contaba con I ,500 socios. Muzzey, quien em entonces profesor de grabado en Ia Escuela Nacional, se afilio al club en su primer ai'io. Genemlmente, en los afios 60, el Gmbado del Mes era un paisaje o una escena de genero ode gauchos u otro tema pintoresco. En el caso del presente grabado, Ia musica negra tambien se consider6 pintoresca, y el gmbado se present6 sin el programa indigenista del gmbador haitiano. En el sentido mas tradicional de Ia palabra, el nombre candombe se aplica tanto allugar de reunion de negros como a Ia musica ahi realizada. Pero en los ai'ios 60, Ia definicion de "candombe" se iba modificando, hasta que ahom Ia palabm se usa para designar casi cualquier tipo de musica tocada por negros que no sea sinfonica. AI poner el titulo La 1/amada a Ia obra, el artista indica el fenomeno especifico, que mantuvo su significado. Finalmente, existe una cuarta clase de relacion entre el gmbado y Ia musica, y esta relacion ha florecido mas en Puerto Rico que en otros paises. Es aquella en que algunos grabados conmemoran, o veneran o aprecian algun tipo de musica. El grabado conmemorativo, por decirlo asi, no participa directamente en Ia cultura musical que preconiza, como era el caso de Posada, cuyas hojas fomentaban Ia difusion de corridos porque se vendian a precios al alcance de todos. El grabado puertorriquei'io no es exactamente etnografico tampoco, porque los artistas, sus objetos y los espectadores son descendientes de Ia misma cultura. Por esta misma razon nose califica al grabado puertorriquefio sobre Ia musica como

13 Vo!asc Carlos Pacz Vilaro, £ntrc mlorc• y taml>llfl'J (Montevideo: Ancs G r:!licas lmegrJdas, ! (MXI), 14 Leontlda Gont :llel, £ 1ttr '"'"yo (Montevideo· Productor.l Gr:!lica. 1 9~). 88 .


u . do bol&dll. Albano Beltran, Corrido del Congreso de Ia Paz, 1949. Linograbado, 25.5 x 10.5 em.

etnognlfico. El grabado puertorriqueno con tema musical viene a ser una ofrenda artfstica a Ia musica tratada. Por lo tanto, funciona mas en el campo de las emociones, del carino, del amor o del rcspeto. Estas emociones varian de lo que se puede Hamar lo pintoresco. En cl presence contexto, conmemomr o vcnerar no implica que cl sujelo sea "del pasado" o mucrto, al contrario; las formas musicales ahi lratadas pcrmanecen vivas tanto entonces como hoy. Entre los grabados puertorriquenos que tratan temas musicales se podrfan nombrar varios carte\es o afiches sobrc el jazz, y tambicn los grabados de Rafael Tutino sobre el club La Botella del Viejo San Juan. Pero los grabados mas importantes sobre e\tema musical son los linograbados del portafolio Plenas. Este portafolio lo ha denominado Teresa Tio "Ia 5 piedra angular de Ia grafica puertorriquena"' • El presente estudio se propone considerar dos hojas del conjunto para subrayar aspectos musicales de su tema. La obra Ya /lege) de Lorenzo Homar abarca varios aspectos tfpicos de Ia forma musical de Ia plena. La letra cantada trata el tema de Sixto Escobar ( 1913-1979), e\ primer campeon

. •• mundial de boxeo nacido en Puerto R1co . Escobar empez6 su carrera en el cuadrilatero a Ia edad de 17 anos. En I 934 gan6 el campeonato del National Boxing Association del peso gallo, proporcionando un nocaut al mexicano Baby Casanova; a partir de esc momento se volvi6 celebridad en su tierra natal. El proximo ano conquist6 a otro contrincante, el italiano Tony Marino, para unilicar el campeonato mundial de Ia International Boxing Union. Su carrera en Ia cima del mundo del boxeo perdur6 cuatro afios en los que nunca sufri6 un nocaut ni fue derribado. Su cstilo era, segun un periodista canadiense, "frio, calculador, como una culebra que espera el momento oportuno para atacar, con Ia derecha que acecha como un piton"''. Se retir6 del boxeo aun campe6n en 1940 at abandonar sus titulos y falleci6 en 1979. Hoy dfa tiene un Iugar en e\ World Boxing Hall of Fame, un estadio consagrado a su memoria en San Juan y un museo en su ciudad natal Barceloneta. El grabado representa el dfa en que regres6 a dicha ciudad. Se observa lo que podrfa ser al pueblo entero festejando el momento, aunque casi todos los presentes son hombres. Hay

IS Teresa Tt6, t..o hoja hbcr.oda £/ Ponufolim ~n Ia gnlfimtnrmmnqlw1n (Nueva York y San Juan: Mu!>Co del Barrio e lnstitutu de Cultur;~ Puenorriqucila. 1997). 16 . 16 Sobrc E.•cobu. vc!asc John D. McCallum. Atl Encydt~petlitl <ifllllfld Bt>.ring Cltumpions S inu 188:! (R:tdnor.I'A: Ch1lton. 1975). 17 Mamn:ul D11ily Heroic/, 6 de agos10 lle 1935. citado en McCallum.


.IIUSICA 107

arrabalera, mezda de insolencia y bajeza. cle tie.mra y roluptlwsidacl, cle tristeza secular y a/egrft1 burr/a c/e pmsu1mlo, nuisica que lrablaba en Ia lengua cle argot y de prisiones, y que lrada pensar en escena.1·de mllla l'icla, en ambierrtes de bajo fimdo poblados por siluetas de crime/.

El tema principal de Ia novela es Ia corrupci6n moral de Ia protagonista. una joven de nombre Rosalinda que vive en el inquilinato y es novia de Daniel, un obrero "fuerle. honesto y recto". Pero el dfa en que se realiza el baile, Rosalinda se encuentra en brazos de El Chino. un maleante del barrio que Ia embriaga mediante los pasos del tango. Empezaron a bailar y dentro de unos minutos Rosalinda: .w olvicM ab.mlutamente cle todo. Y 110 tiii'O c:oiiC:iencia de mula, sino de que ese hombre Ia lwbfu lledro .myc1 y Ia dominaba y de que ella no poe/fa sino obedecerle. Envuelta porlos brazos de £1 Chino, se dejc) llel'llr almedio del patio y baihJ clurame largo tiempo, mecdnicameme, sin mber/o que lwcfa ni por que lo luu:fa. Esta escena es clave porque marca el descenso definitivo de Rosalinda hacia Ia prostitucion. El presente gmbado entonccs agrega su voz al coro proscripto que denunciaba el tango como vicio social. Un visitante espafiol escribio en el aiio 1915: "EI tango es un baile muy antiguo. La unica difercncia es que lo que antes se bailaba acostado ahora se baila parado"". Pero Ia verdad es que ya en Ia dccada del 20, el tango encontr6 su Iugar acomodado en las casas de baile de "gente decente" y tambien entre Ia clase media. Se vendfan centenares de partituras de tango que reposaban sobre los pianos en casas de personas de ambas clases. No se sabe si el presente grabado denuncianle expresa tambien Ia opinion del artista sobre el baile, pero Bellocq contribuy6 a Ia "domesticacion" del tango en aiios anteriores: "En los ai'ios 19 I 6-17 trabajaba en un taller litografico, donde disei'iaba tapas para partituras musicales. muchos de ellos tangos"". Algunos gmbados que tienen un fin social aprovechan eltema folcl6rico pam facilitar Ia comunicaci6n. Esta estrategia Ia adopt6 a menudo

el Taller de Gr.ifica Popular (TGP) de Mexico en varias campaiias de informacion. El presente gmbado ilustm una hoja tamaiio afiche que presenta Ia letm de un corrido sobre Ia Conferencia Intemmcricana de Partidarios de Ia Paz que se celebro en Mexico en septiembre de 1949. Seve que Ia obm tiene aves de varias especies como e\ pingliino, golondrina. condor,

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~ Autor: Severino G. de Oliveira X X

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7 Manuel G:ilvc1.. Hi.llori11ch• orrulml (Bucnn< Ain;:•: A~cncia GcncrJJ, 1922). 61. KManuel Gil de Oto,l.tr,\l'/l<'lllitw f/llt! m/1 ~ l'hl<l CBmcclnna. 1915), 20. 9 Vcasc pur cl prcloCntc autnr, ''111c Tan£" in All,~tinc GrJpluc Art>~. Smr/;,.,. ill ullin Amc•rinm l'op11l11r Ct~IWI'I', 22 (21MI21: S'l· 7<•.


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Antonio Martorell, Luto Absoluto, 1983. Xilografia, 25.4 x 49.5 em.

#t(tin~ ICf li lmim~m II

etc. Esta multitud refleja el corrido que esta abajo, que toma fonna de un dialogo musical entre todos, donde algunos representan un pais. El aguila, natumlmente es Estados Unidos; el pingilino es Chile. Luego aparece un cardenal rojo que comentaba sabre Ia Guerra Frfa: "Yo no pertenezco a Roma/ soy de color natuml/ por pajaro colomdo/ Ia Estatua de Libertad, al merito Nueva York/ no me deja pasar". En el corrido hay un animal que no figura en el grabado: un raton que representa a George C. Marshall, canciller de Relaciones Exteriores de EEUU, quien entr'J como espia a Ia conferencia: "Todo lo quiere compmr I corazones y conciencias". En cambio, el grabado enfatiza en el aspecto optimista de Ia conferencia: todas las especies viven en paz bajo el sol. Esta hoja habla en el tono popular del corrido, presentando un comentario bastante sofisticado sabre el mundo alrededor. Asi los artistas del TGP emplean Ia fonna folclorica para interesar a Ia gente, para atr'Jer al pueblo a fin de que se infonne sabre el evento. El compromise social los obligo a acudir a Ia musica y al gmbado, haciendolos funcionar en coalicion. La tercem clase de relaci6n entre el gmbado y Ia musica es Ia etnografica. En estos casos, el artista no participa en Ia cultum que retr'.Jta en Ia obm, sino que prescnta alguna imagen de mtisicos que interpretan un tipo de mtisica que el artista conoce. En muchos casos, el grabado etnognifico tiene como objetivo el rescale o el recuerdo de alguna tradicion minoritaria, pintoresca o en peligro de desaparicion. Por cierto, dentro del campo de Ia pintura hay muchas obras latinoamericanas que tratan este tema. Las telas de Pedro Figari sobre Ia vida campesina en el Uruguay o las de Arturo Gordon sabre danzas folcloricas chilenas son dos ejemplos. En el campo del grabado se pueden destacar algunos ejemplares de tipo etnognifico. Uno proviene de Haiti en los afios treinta, en fonna de xilografias de Petion Savain. El artista aprendi6 el arte de pintar del norteamericano William Scout, quien viajaba por Haiti en esos afios realizando pinturas impresionistas. Savain tambien se puso a pintar, pero eligio como objeto Ia vida tipica del campesino haitiano.

Mediante esas investigaciones llego a conocer a los integrantes del movimiento indigenista que en esa epoca florecia. En el aiio 1927 se habia fundado Ia Revue Indigene, dedicada a difundir informacion sobre varios aspectos de Ia vida rural, entre ellos el vodu. AI cabo de unos aiios, el Dr. Jean Price-Mars publico un libra de relates, Ainsi Par/a Mon Oncle (As{ lrablaba mi rfo ), que profundizaba en los ritos del vodu. En I934, el Gobiemo fund6 un Departamento de Estudios Etnograficos bajo Ia direcci6n de Jacques Roumain, el cual fomento el conocimiento de lo autoctono. Savain realizaba pinturas costumbristas, y lleg6 al grabado por Ia via de ilustraci6n de Iibras. Cre6 xilografias para una antologia de poecas haitianos que fue publicada en los Estados Unidos; ilustr6 tambien otros Iibras que trataban temas tipicosiCI. Cuenta un novelista haitiano sobre Ia importancia del artista: El estudio de Sm,ain llegt) a ser el pullto de encuemro para Ja wmguardia li1eraria de Itt epoca; los escritores 1/enaron eJ saMn COli .w e_wberancia, a/Jricndo 11/ICI' OS lwri:.omes para el pinwr e imparth!ndolc Ia mulacia ".

En 1936 escribi6 Savain su novela, Lit case de Damballall (La casa de Dwnballall), que publico Ires aiios mas tarde con sus propias xilografias. El ejemplo aqui ilustrado trata de una ceremonia del vodu. Unos mtisicos tocan tambores mientr'.JS los creyentes bailan. Es una procesi6n de tmbajadores acompai'iados de sonido de tambores y flautas de bambti (que nose ven en el gntbado) al finalizar una larga jomada de trabajo. El baile proporciona a los trabajadores azucareros un intervale de desahogo en medio de su dura vida. Escribe Savain: "La compafifa destil6 alegremente, 12 bailando aJ sonido de Ia melodia estridente" • El grabado tambien late con el ritmo urgente del pueblo. La Damballah del tftulo de Ia novela es uno de los dioses (loas) haitianos cuyo simbolo es Ia serpiente y su atributo es Ia riqueza; por lo tanto, Ia genie pobre acude con frecuencia a Ia casu de Damballah en busca de un mejor.Jmiento economico. Savian pertenecia a Ia elite de Ia

10 Tilt Potts cif Haiti. tr Edna W. Underwood (Portland, ME Mosher Press. 1934) Charles Fcrnand Pn:ssoir. Au Rhythmc des Coumbites (Pnrt·auPrincc. Ed. La Pressc, 1934); James Zcllon ,Voodoo Exposed (Port·au-Prince: lmprimerie Modele, 1940) II Philippe Thoby-Marcelin, tlrr ill /.min Amcrk" Tiuim·- Ht~iti (Waslungton. DC: Pan American Union. 19S9). 4 . 12 Petion Savain, Ln case de Dwrrbtllltllt (Pon.au-Princc: lmprimerie de I'Etat, 1939), 107




Adolfo Bellocq, Tango en el Patio, 1922. Metal en relieve, 9.5 x 13.5 em

cultura haitiana, y buscaba tanto en sus gmbados como en sus relatos ampliar el conocimiento de Ia cultura popular entre Ia elite. Junto con los otros escritores indigenistas de esos aiios, Savain militaba contm Ia francofilia de las elites del pais. La tendencia etnognifica de Savain tuvo su aspecto politico que buscaba reivindicar Ia cultura del vodu. Otros grabados que tratan temas musicales tambien representan culturas subahemas o minoritarias, par lo que los califico de etnognificos, pero desde un punta de vista mas pintoresco, Tal meta tenfa el grabador uruguayo Luis Mazzey en su obm La llamada. Desde hace varios siglos han vivido negros en e\ Uruguay, Ia mayorfa de ellos esclavos escapados del Bmsil. En Montevideo tmbajaban de criados en las casas de gente acomodada, y en los dfas feriados se reunian para cantar, bailar, comer y festejar. Los tamboreros anunciaban esas reuniones. Se paseaban por las calles tocando ritmos tipicos de cada clan o candombe, y Ia gente, a! escuchar el ritmo correspondiente al grupo al que pertenecfa, bajaba a Ia calle y segufan a los tamboreros hacia el Iugar determinado para Ia fiesta. Entonces "Ia llamada" era el ritmo que 11 servia para distinguir los clanes • El pintor uruguayo Pedro Figari, en los afios 20, tambien retrato los bailes y las fiestas de los negros uruguayos, pero jamas pinto "las llamadas". El presente grabado se publico en el aiio 1964 como parte del programa Grabado del Mes del Club de Grabado de Montevideo. Mazzey cre6 varios grabados del mes en los afios 60, que tenfan que ver con Ia cultura del campo o lo relativo al gaucho. Los temas tratados eran generalmente ajenos a Ia vida de las urbes europeizadas de Montevideo. El club fue fundado en 1953 con el fin de democratizar Ia cultura artisica del pafs. Aparte del Grabado del Mes, el club vendia cada aiio un almanaque de doce hojas, cada una con su grabado. Todas estas ventas se realizaban a precios no tan bajos como en los casos de Posada o de Borges, mas bien dentro del alcance de Ia clase media. Escribi6 Ia fundadora sabre el inicio del club: Se daba en ese emonces una situacion IIIII)' curiosa y IIIII)' uruguaya. Existfa 1111 gran .sector de Ia poblacion con suficiente imtruccirin cm1w

para imeresarse por las manifestaciones artfsticas, especialmellfe sensibles a{ buen cine )' a{ buen teatro, pero to mas extraordinario era apoyar y colaborar con todo movimiellfo independiellfe que fluyera por aqui, por a lid. Parecia111os coleccionistas de recibos de cuotas mensuales que jugdbamos a rivalizar en camidad: dos o tres teatros, cines clubes, Club del Libro, aqui Poesfa, etc., ademds de las gremiales, politicos y de beneficencia ·~.

Innuenciado par el TOP y tambien por Jose Guadalupe Posada, el Club de Grabado de Montevideo pretendio traer Ia cultura a Ia gente. En e\ ano en que se imprimio La llamada de Muzzey, cl club contaba con I ,500 socios. Mazzey, quien era entonces profesor de grabado en Ia Escuela Nacional, se afili6 al club en su primer aiio. Generalmente, en los aiios 60, el Gmbado del Mes era un paisaje o una escena de genero o de gauchos u otro tema pintoresco. En e\ caso del presente grabado, Ia musica negra tambien se considero pintoresca, y el grabado se present6 sin el progmma indigenista del gmbador haitiano. En el sentido mas tmdicional de Ia palabm, el nombrc candombe se aplica tanto allugar de reunion de negros como a Ia musica ahf realizada. Pero en los anos 60, Ia definicion de "candombe" se iba modificando, hasta que ahom Ia palabra se usa pam designar casi cualquier tipo de musica tocada por negros que no sea sinf6nica. AI poner eltftulo LL1 llamada a Ia obra, el artista indica el fenomeno espedfico, que mantuvo su significado. Final mente, existe una cuarta clase de relaci6n entre el grabado y Ia musica, y esta relaci6n ha norecido mas en Puerto Rico que en otros paises. Es aquella en que algunos grabados conmemoran, o veneran o aprecian algun tipo de musica. El grabado conmemorativo, par decirlo asf, no participa directamente en Ia cultura musical que preconiza, como era el caso de Posada, cuyas hojas fomentaban Ia difusi6n de corridos porque se vendian a precios al alcance de todos. El grabado puertorriqueiio no es exactamente etnografico tampoco, porque los artistas, sus objetos y los espectadores son descendientes de Ia misma cultura. Por esta misma raz6n no se califica al grabado puertorriqueno sobre Ia musica como

13 Vc!a.\C Carlos Pacz Vilaro. Emre co/orcs ) wmlmrc• (Monlc,·iuco: Ancs Gr.llkas 14 Lconilua Gonzdlcz, Esw :roy yo (Montevideo Productem Gr.lli ~. I99·H. 88.

lntc~raua 5,

20(l01.


Alberto Beltran, Corrido del Congreso de Ia Paz, 1949. Linograbado, 25.5 x 10.5 em.

etnografico. El grabado puertorriqueiio con tema musical viene a ser una ofrenda artfstica a Ia musica tratada. Por lo tanto, funciona mas en el campo de las emociones, del carino, del amor o del respeto. Estas cmociones varian de lo que se puede llamar lo pintoresco. En el presente contexto, conmemorar o venerar no implica que el sujeto sea "del pasado" o muerto, al contrario; las formas musicales uhf tratadas pcrmanecen vi vas tanto entonces como hoy. Entre los grabados pucrtorriqueiios que tratan temas musicales se podrfan nombrar varios cartclcs o a fiches sobrc el jazz, y tam bien los grabados de Rafael Tutino sobre cl club La Botella del Viejo San Juan. Pero los grabados mas importantes sobre el tema musical son los linograbados del portafolio Plenas. Este Portafolio lo ha denominado Teresa Ti6 "Ia 1l piedra angular de Ia grafica puertorriqueiia" . El presente estudio se propone considemr dos hojas del conjunto para subrayar aspectos musicales de su tema. La obra Ya /lego de Lorenzo Homar abarca varios aspectos tipicos de Ia forma musical de Ia plena. La letra cantada trata el tema de Sixto Escobar ( 1913-1979), el. primer campe6n

mundial de boxeo nacido en Puerto Rico ·~. Escobar empez6 su carrera en el cuadrilatero a Ia edad de 17 aiios. En 1934 gan6 el campeonato del National Boxing Association del peso gallo, proporcionando un nocaut al mexicano Baby Casanova; a partir de ese momento se volvi6 celebridad en su tierra natal. El proximo aiio conquist6 a otro contrincante, el italiano Tony Marino, para unificar el campeonato mundial de Ia International Boxing Union. Su carrera en Ia cima del mundo del boxeo pcrdur6 cuatro aiios en los que nunca sufri6 un nocaut ni fue derribado. Su estilo er.t, segun un periodista canadiense, "frfo, calculador, como una culebra que espera el momento oportuno para atacar, con Ia derecha 7 que acecha como un piton" • Se retir6 del boxeo aun campe6n en 1940 al abandonar sus tftulos y falleci6 en 1979. Hoy dfa tiene un Iugar en el World Boxing Hall of Fame, un estadio consagrado a su memoria en San Juan y un museo en su ciudad natal Barceloneta. El grabado representa el dfa en que regres6 a dicha ciudad. Se observa lo que podrfa ser al pueblo entero festejando el momento, aunque casi todos los presentes son hombres. Hay

1S Trrcs:~1i<l. 1.:1 hoja libet:ltl~: EJ P<m ajnlws ~~~ Ia grdjicu pttmnrriquttlu ( Nuc\·~ York y San JU<~n· Musco ckl Barrio e IMtiluto ck Cuhura 1997). 16. 16 Sobn: E~obar. v<!ase John D. MtCa"um. All Et~crdapetlill cif llhrld lJn.ting Cl rampimu Si11cc IHH2 (Radnor, PA Chilton, 1975) 17 Mmrtrclll D11ilr Hemic/, 6 de ago~lo de 1935, titado en McCallum.

Pucr~om 11 uclla.


ARQUfrECTURA 113

mocha alegrfa y emoci6n en Ia muchedumbre que alza al heroe en sus hombros. Aunque Escobar era chico, de acuerdo con su peso gallo (en esa epoca I I 8 Iibras). Hamar Jo retrat6 grande, con Ia cabeza y Ia mano izquierda hinchadas. Se ve tambien muy bien vestido con traje y corbata y esbozando una sonrisa benevola, pero no tan entusiasmada como las de sus fanaticos. La letra de Ia plena anuncia: "Ya lleg6, ya llego,/ ya lleg6 el buey6n;/ ya lleg6 a su pueblo natal/ el gallito campe6n". Tfpico de Ia plena es el lema, que trata un asunto del momento. La plena se utiliz6 casi como peri6dico o diario en las zonas rurales de Ia costa de Puerto Rico, comunicando las noticias en forma ritmica y, frecuentemente, con ironfa. La forma de Ia Jetra tuvo influencia de Ia cancion espanola con sus estrofas de cuatro renglones, pero Ia melodfa, el ritmo y el coro son de origen africano como tambien Ia instrumentalizaci6n con sus tamboriles y bombas . El presente grabado representa Ia alegria del pueblo que brota tanto en sonrisas y letreros como en Ia musica. El grabado entonces cumple su doble funci6n de guardar para siempre Ia memoria del boxeador y Ia musica que sus exitos inspiraron. I~

I KSobrc: Ia plena. vcasc Pedro Escabr. ed . Morovis: Pucno Rico, 1970).

H.<WJ~•rcilll

Otra plena "grabada" en el portafolio es Fuego Fuego Fuego de Rafael Tufifio. Homar y Tufifio son los dos artistas que efectuaron los lin6Jeos para esta suite de estampas. Ambos forman parte de Ia primera generacion del grabado puertorriquefio, junto con Jose Torres Martino, Carlos Raquel Rivera, Carlos Maricha1 y otros. Plenas es el tercer portafolio con lema nacional, despues de La estampa puertorriquetia ( 1951) y Estampas de San Juan (I 953), que fueron tam bien obras colectivas del Centro de Arte Puertorriquefio (CAP). Plenas es el unico de los tres que trata temas musicales y. ademas, usa formato relativamente grande. Por Ia tina realizaci6n de los grabados, Ia coherencia tematica y su sentido de humor suti1, este portafolio figura entre los grabados mas importantes de toda Latinoamerica. Fuego Fuego Fuego narra Ia historia de un incendio en Ponce, ciudad que se considera cuna de Ia plena. Los versos describen e1 caos causado por las llamas: "PorIa calle Ucar/ pasaba una vieja:/ 'Llamen los bomberos por Dios,/ mi hijita se quema'". Como en las demas obras de Ia serie, el presente grabado tiene pentagrama con Ia melodfa y e1 coro. Las primerdS plenas que se grabaron en discos

dfl foWol'r! de P11cn" Rim (San Juan¡ Facuhad de Cicncias Socialcs, Univcrsidad de



Pcticm s~ v •~n . £ Jcrf!CI ' "' \hdoll. 1939 10 x 15 em.

Xik>gr:tff~.

(antes de grabarse en lin6leo) fueron cantadas en I 929 por Manuel "EI Canario" Jimenez Otero. Tutino retrat6 a El Canario en afiches para Ia pelfcula La plena y en su mural ( 195254), que sirvi6 de fondo para dicha pelfcula. Estos grabados del portafolio conservan las melodfas en las hojas mismas pero no participan en Ia cultura de Ia plena como particip6 Posada en el corrido. El mexicano vendi6 su obra en miles de ejemplares a bajo costo y sin necesidad de incluir el pentagrama, porque se suponfa que ya habria musicos que supieran adecuar una melodfa a Ia letra. En contraste, e\ presente portafolio ce\ebra Ia musica en obras muy acabadas en las que Ia ilustracion domina Ia composicion. El publico relativamente reducido que compram las hojas de La plena no lo hizo pam facilitar el canto sino para recordar y gozar. El ultimo ejemplo de estc estudio tuvo como motivo algo similar. Me refiero a! portafolio Lwo absoluto de Antonio Martorell. Esta obm se cre6 en el 1983, cuando el artista vivfa en Mexico, donde escuch6 los boleros del compositor vcracruzano Agustin Lara. Por lo visto Martorell qued6 encantado con esta musica, sobrc todo con el bolero interpretado por Marfa Antonia Peregrino Alvarez, mejor conocida como "Tona Ia Negra". AI fallecer Ia cantante, Martorell prepar6 el homenaje que tom6 forma de portafolio de scis xilograffas en color. "Tona Ia Negra" naci6 en 1912 en Veracruz y empez6 a can tar cuando era joven" . Agustin Lara Ia conoci6 en el ano 1932 y Ia convirti6 en Ia primem interprete de sus boleros. La carrera de ''Tona Ia Negra" creci6 junto con Ia radio, que tambien se encontraba en su infancia en el Mexico de esos dfas, y despues Ia cantante actu6 en varias pelfculas. La primera de estas fue Aguila o Sol en 1938, en Ia que comparti6 el escenario con Cantinnas. Tuvo una gran fama en toda Latinoamerica que persiste hasta hoy. En el vigesimo aniversario de su muerte, escribi6 un periodista venezolano: "Hemos abordado y desbordado nuestra admiraci6n por una de las voces y trayectorias mas emblematicas de Ia musica popular latinoamericana"~. Su fama lleg6 hasta los Estados Unidos, donde muchos hispanos

tambien Ia adoraban. El homenaje de Martorell alude a Ia devocion brindada por estos, al incluir un tipo chicano en cada grabado. La mayorfa de las estampas de este portafolio retratan el cadaver de Ia cantante en su !echo de muerte, con un pachuco vestido de Zoot Suit, segun Ia moda de los chicanos de esos dfas. El acompafiante parece generalmente bailar solo o agacharse. La figura del pachuco es una cala-vera que representa a Ia muerte. Como en todos los grabados, hay inscritas unas frases de algun bolero que interpret6 Tofia. Se ve en Ia corbata del pachuco un extracto de Palmera de Agustin Lara, que tiene Ia siguiente letra: "En las cadencias/ de tu voz divinaJ Ia rima de amor./ Y en tus orejas/ se ven palmeras/ borr.1chas de sol". La poesfa de las demas estampas es igualmente apasionada. Otra dice: "Blanco divan de tul aguardara I tu exquisito abandono de mujer". Y los grabados de Martorell comunican esta pasion con tan alta tecnica y ricos colores que se puede hasta creer que el artista tambien se vistc de "luto absoluto". Parece que el artista tuvo los mismos sentimientos que el poeta venezolano Jesus Rosas Marcano, quien, segun se informa, al saber que Tona acababa de fallecer, exclam6: 1 ";, Y podni el mundo seguir andando sin ella?": • Vemos en estc grabado un sentido honorffico, algo parecido al de P/ena.s, aunque Martorell no abarca el tema nacionalista de sus antecesores. Se podria comentar sobre otros grabados puertorriquefios que tratan temas musicales (el portafolio Tango, de Wilfredo Chiesa; Danza negra, de Tufino, y otros). Se podria comentar tambien sobre grabadores de otros paises del continente latinoamericano (el mexicano Covarrubias, el argentino Carlos Torrallardona), pero generalmente los grabados sobre musica entran en una d~ las categorias aquf expuestas. Para terminar, se ofrece lo siguiente: Los nexos entre Ia musica y el grabado en Latinoamerica son ricos y variados, y si se buscan conexiones entre ambos, busquese primero Ia musica. Ahf cerca encontraran el grabado, que tambien vive con el pueblo.

aft

19 Sollre " 'Toil ~ Ia Negrn·. Ia gr.m dccidor~ d<! I~ c~ncion". U/titmu twlidm. 2-1 de nm·icmbre de 2002. 57. 20 Ibid. 21lllld.


ltttiJtiiiCr mloll / mimcm I I

Manuel Alvarez Nazario y la ~

lingtifstica de Puerto Ricol* Marfa Vaquero

A

todo estudioso del espaiiol de Puerto Rico, en el camino hacia el mejor entendimiento de Ia lengua del Pais (camino largo, hecho de muchas reflexiones y apoyos extmlingi.listicos), no importa el interes que tenga en algun aspecto particular del idioma, ni Ia proyeccion teorica que de a sus investigaciones, tarde o temprano Je asalta un problema: el que se refiere a Ia lengua como elemento constitutivo de Ia propia identidad. Eso que Jlamamos "identidad" colectiva, nunca construida de forma monolitica o lineal, como muy bien saben los sociologos, es particularmente polemica en sociedades fonnadas sobre el sincretismo de lo heterogeneo. Si, en un contexto historico multietnico y multicultuml como el de Puerto Rico, el instrumento de comunicacion compartido es un idioma que, con todos los ajustes posibles, ha sido capaz de enriquecerse en contacto con el medio, y de adaptarse a el sin dejar de ser el mismo idioma, si esto es asf, no es extraiio que Ia comunidad misma pueda considerarlo como una de sus continuidades esenciales, por muy heterogenea que esta comunidad sea o que haya sido en sus orfgenes. Acercarse a Ia obra monumental de Alvarez Nazario y detenerse con cuidado en sus miles de paginas dedicadas aJ estudio y Ia comprension del espaiiol de Puerto Rico, mas alia de toda teorfa pasajera, permite asistir, paso a paso, a Ia compleja elaboracion de esta lengua de Puerto Rico desde sus inicios. Los escritos eruditos de Alvarez Nazario demuestmn que el espaiiol de Puerto Rico es hoy una variedad del espaiiol caribeiio, como resultado de Ia convivencia

efectiva, con sus luces y sus sombras, de conjuntos de individuos y de intereses inter e intrarrelacionados, lo cual no significa que este estudioso ignore acusadas preeminencias, y hasta imposiciones, de ciertos grupos en detenninadas sincronias, o que olvide las resistencias logicas de quienes se enfrentaron a Ia necesidad de olvidar sus propias Jenguas y de adoptar los patrones socialmente dominantes o prestigiados. En el contexto nada simplificado o transparente que se tiene en consideracion, las investigaciones de Alvarez Nazario van demostrando como distintos factores extralingtiisticos, en Ia perspectiva historica, han ido condicionando el desarrollo de Ia convergencia cultural, integmdora de factores diversos y base de Ia modalidad que hoy se llama espafiol puertorriqueiio. Alvarez Nazario estudia, propone, documenta y explica dichos factores. Nuda hay en el de dogmatismo a priori, de axioma previo; estudia cada problema desde el principia, sin prisas ni ajoros de imagen publica: Jo esperaban cincuenta ai\os de paciencia infinita sobre el idioma y sus resortes, de observacion de Ia realidad total, Ia presente y Ia historica -esta ultima tan frecuentemente olvidada- .


LENGUA 117

El prop6sito de estas paginas es presentar Ia significacion de Alvarez Nazario en Ia lingiiistica de Puerto Rico como testimonio documentado y erudito de los procesos de integracion que presidieron Ia fonnaci6n del espaiiol puertorriqueiio y que le dan sentido. Desde Ia hip6tesis de Ia convergencia, lejos de las simplicidades lineales y de las rupturas discutibles, Alvarez Nazario apoya, confinna y documenta, con estudios lingiiisticos y rigurosos, una identidad lingilistica, fc.icilmente observable y reconocible por todos, como resultado de Ia fusion progresiva de elementos diversos; una identidad linglifstica paralela y muy proxima a lo que algunos estudiosos han llamado Ia "hispanidad parad6jica":. En Ia metafora de otro estudioso bien conocido, esta fusion de elementos implicaria admitir el trJSvase interrupto vertical entre "los 3 cuatro pisos'' , trasvase paraJelo a Ia adaptacion o acriollamiento incesante de Ia lengua peninsular en Ia Isla, y activa ambas (fusion y adaptacion) en el recuento de Ia documentaci6n existente. Tanto Ia Jlamada "hispanidad paradojica" como el ideario lingiiistico de Alvarez Nazario apuntan a Ia propia identidad puertorriqueiia, templada en Ia busqueda secular de su propio car.icter. Por su parte, y con referenda directa a Ia lengua espanola como a "uno de de los elementos constitutivos" de las "complejas construcciones de identidades" de America, el Caribe y Puerto Rico, Arcadia Diaz Quinones ya habia seiialado que "cualquier intento reduccionista empobreceria esa riqueza [Ia obtenida en el concurso de variadas presencias cultumles], y seria, en consecuencia, inadmisible"~. Cuando Diaz Quinones habla aqui de "lengua espanola" no se aparta de Ia teoria de los lingliistas mas autorizados; su "lengua espaiiola" de Puerto Rico es Ia "lengua historica" de Alvarez Nazario, de Alvaro de Coseriu, es decir, el idioma espaiiol como complejo de variedades regionales, sociales y hasta temporales, una de las cuales, Ia puertorriqueiia, es el resultado de complejos y lentos procesos de elaboraci6n, al igual que las derruis.

Se estci, por tanto, ante una modalidad local del idioma espaiiol con las manifestaciones propias del espectro sociocultural constitutivo de toda sincronia, en el cual cabe lengua oral, vulgar o culta, lengua escrita, literaria o no literaria, y otros muchos registros. AI proyectar estas sincronias en Ia historia, Alvarez Nazario demuestrn que el estado actual de Ia lengua no es mas que el resultado evolutivo de Ia complejidad social. La modalidad local en su complejidad intema. con sus registros, fue lo que no supo ver ni entender el Dr. Clark en su historico informe sobre Ia educacion de Puerto Rico~, cuando en 1899, como presidente del Insular Board of Education, seccion dedicada a "Remarks and Recommendations", y fijcindose exclusivarnente en deterrninados estratos sociolingliisticos, describio el espaiiol de Ia Isla como un patois•. El error es evidente: Clark s61o vio una manifestacion de Ia lengua, dentro del conjunto, desde su actitud reduccionista y prejuiciada: de espaldas a Ia literatum que habia ido construyendo el pueblo puertorriqueiio en Ia trndici6n oral, no pudo escuchar las coplas, los romances, las decima<>, las narraciones y leyendas, el refmnero, las creaciones lexicas o los giros expresivos. Por otm parte, al desconocer las manifestaciones locales de Ia lengua culta, pas6 por alto el discurso argumentativo de Rarn6n Power, de Baldorioty de Castro y de Eugenio Maria de Hostos. Leal a sus motivaciones ideol6gicas, Clark tampoco pudo percatarse de sus limitaciones. En un articulo importante de 1983, Alvarez Nazario ataca esta y toda reduccion ignorante y se reafirrna en que el espanol de Puerto Rico no "era un pawis o lengua criolla (creole) y si ciertamente una legftima 1 modalidad regional de Ia lengua espanola.. ." , con su estrntificaci6n intema. A Ia luz de sus investigaciones, a principios del siglo XX, y a manera de torrente que ha ido tajando su propio cauce, el espaiiol de Puerto Rico se revel a como una expresi6n construida en Ia tension y trasvase mutuo de variadas tendencias y corrientes. El espafiol que descubre Alvarez

I E.~ ICXIO se prucn16. en ,·er.;i6n de ronrerencia. en el Simposio dedic:lllo ~1 Dr. Mli!IUC:I Alvarez Namrio en el Rccinlo Univrniwio de 1\.fay~GIIcZ. en abril de 2002. Jlllblic;ldo en REH. XXX. I (2003): 273-29:!. 2 An~el G. Quinltro Rn·er:1. "Vuellila. con mantilla. ;II primer piso". en Enrique Vivoni Far.~ge y Silvia Alvarez Curbelo (cds.), HisP<rn<>ftlia. arqui1~c1um y 1·ida m P11~rto Rim . 1900-19511 (San Juan: Edilori;ll de Ia Univcrsitbl de Pueno Rico. 1997). 250-274, 3 Haso n:rcrencia. como es obvio. n Jose! Luis Gonzilez. El pals tic owrm piuu y mm.< ~ll.ltl)'ll.l (San Juan: Edicionc:s Hurnc:ln [I' eel. 1980], 9' eel. 21101). 4 Art;Jdio Oi:u Qui~ones, "La pol11icn del olvido". u1nrenwria mt11(San Juan: Edicionc:~ Hurocin [I' eel. 1993]. 2' eel. 1996). 137· 174. S VICior S. Clark. Rcf1<lr1 of tile Cmnmi.ui•mer •if EJucati1m. Pllblidled yearly by lhc: Dep:utmen1 or Education. San Juan. 1901. 65. 6 Pedro A Ccbollero. A srlwollanguage f'<>licyfor Puerto Rico (San Juan: Superior Educational Council. 1945), 6. y Juan Jose! Osuna. A HiJilll)'ll/ EJun uitm m Purrto Him (Rio Piedr.l.~ : Edilorial de In Univcrsidnd de Pllcno Rico. 1949). 197. 7 Manuel Alv3re7. Naznrio, ~EI e.~lado lingllfsticode Puerto Rico a! romc:n= cl siglo XX", U! 7imr, XXI, 121, (1983) ( 11-27]. 19.


R~risra /CP m1o 6/ mim~m II

lla1wd ,{ll·nrc: Na:aritJ J' Ia fillgilfstica de l'utrtll RictJ ~lari~ Vaqt~<:to

Nazario en Puerto Rico puede ser signo de identidad nacional, y una de sus continuidades hist6ricas, porque, alllegar el siglo XX, ya no em "Ia lengua del otro", cereano o distante, sino una lengua espanola del Pafs, mas o menos cortada a Ia medida, donde cabfan, convertidos ya en came propia, desde los purismos hasta las provocaciones. Que, a finales del siglo XX, esta llegue a ponerse en duda como signo de identidad cultural. merece otr.tS retlexiones de indudable interes que no pueden abordarse aqui. Este trabajo se divide en dos panes. En Ia primera se presenta Ia investigaci6n lingtilstica de Alvarez Nazario como un macroproyecto en el cual tiene sentido su labor incansablc de cincuenta aiios, presente en los 120 tftulos publicados sobre el idioma. (Vease Ia tabla correspondicnte al final). En Ia segunda pane se presentani el ideario lingiifstico de Alvarez Nazario, a Ia luz de estas investigaciones. La exposici6n se cerrara con una breve conclusion. GENESIS Y DESARROLLO DE UN MACROPROYECfO LINGUiSTICO. DE LA INVESTIGACION DE ASPECTOS Y DE FENOMENOS PARTICULARES, A LA EXPLICACION DE LA LENGUA COMO INTEGRACION DE COMPONENTES

La atencion simuluinea del maestro a todos los problemas fundamentales del espaiiol de Puerto Rico, con Ia publicaci6n tambien de tr.tbajos dedicados a aspectos en apariencia independientes

(e\ indfgena, el africano, el meridional espaiiol. entre otros), puede dar Ia impresi6n de que se esta ante una obm de prop6sitos dispersos y atomistas; nuda mas lejos de Ia realidad. En Alvarez Nazario toda investigaci6n particular forma parte de una constelaci6n de estudios, en Ia 6rbita de un solo prop6sito a largo plazo, sistematicamente cumplido: el entendimiento del espaiiol de Puerto Rico como una totalidad en que convergen elementos muy diversos. Todo investigador sabe que pam interpretar cualitativamente un todo puede ser uti! segmentarlo; por su parte, "eltodo" que Alvarez Nazario querfa interpretar y entender exigfa, por su complejidad, muchas segmentaciones y estudios parciales, mz6n por Ia cual empezam sepamndo componentes, recogiendo datos y publicando resultados aislados. La lectum cuidadosa de estos tntbajos demuestm, y esto es lo importante. que no considemba definitivos los resultados parciales y que mantenfa en espem los hallazgos sobre cada ac;pecto deterrninado de Ia lengua, a veces dumnte aiios, hasta encontmrles el valor adecuado en el gmn mosaico explicativo de lac; descripciones genemles, que es donde adquieren verdadero sentido en relaci6n con los dernas. El macroproyecto va hacicndose a sf mismo mediante Ia incorpomci6n constante de nuevos hallazgos en cada componente, ao;f como de cada componente en Ia integmci6n total. Se puede recordar, como ejemplo ilustmdor, el caso de "los arcafsmos", primer aspecto h!xico de Ia lengua que llama su atencion~. ya en los aiios cincuenta. A los arcafsmos -palabms presentes en Ia Isla que habfan desaparecido del uso en otms regiones- dedic6: a) analisis iniciales, para su tesis de maestrfa (1950)~; 11 b) artfcu\os especializados (195Jt. (1952) ; c) atendon mas profunda en Ia tesis doctor..tl 12 (1954) • y 13 d) un libro , que recoge el resultado de todao; estas investigaciones previas, cada una mas 8 Eran anos en que otros lin~Oista.•. muy nxonocid"' en el momcnto, habfan considcrado to arcaico como rasgo cscncial de dctennin:u.lil.• rc~ioncs hispanoamcrican:J..': Pt.-dru Henriquez Un:ila. £/ CJf'<ll1ol J~ S<mw Dm11i11go. (Buenos Aires. ln.•tituto de Fi!oloi rn. 1<J.II!).

ELELEMENTO ~·AFID'JEGROIDE

EN EL ESIW'JOL DE PUERtO RICO 1~ ._--------------~·u

9 Manuel Al\·;m:z Nal.lrio...El arc:tlsmo \'Uignr en el c•pailol de Puerto Rico... r~.,.is tic M;~Csui:~. Uni\'ersiti:KI de Puerto Rico. Rio PkdrJs. 1950. 10 ..A=&mo en cl espailo1 tic Pucno Rico- . Rnistu Col~~;iul. Ma}'ll!;tlcz (dicicmbn: 1951-.:ncm 19S2): IS-27. 11 ..Arc:tfsmo en c1 idiom:t cspailol tie l'ucno RiL~···. llc'lic~.,. 111. 7 (1952): 23·29. 12 ..El arcaismo vulgur en c1 cspai\ol tic PucnnRico·•. Tcsis tll)(.1orJI. M:ttlrid. Univcrsid:KJ Central. 195-1 13 .. E1 ;n:alsmo vul~ar en el espailol de Pucno Rico'' rMayagOel Editorial CulturJ I. 19S7).


L£h'GU,\

compleja que Ia anterior (ademas de un articulo de divulgaci6n posterior en 1980) •. Sin embargo, no acaba aqui Ia elaborncion de los arcafsmos, que fueron los materiales del libra El arc:af.mw l'lllgar en el espmiol de Puerto Rico, de 1957, a su vez se integmn1n, en otro nivel mas amplio. a las descripciones abarcadorns sabre el vocabulario, razon de que, en 1991, despues de este largo camino de comprobaciones, filtros y referencias, se encuentren perfectamente instalados en Ellwbla campesina del Pai1·, orfgenes v de.mrmllo del espwiol en Pueno II • Rico , un libra que recoge todas sus investigaciones sabre el habla jfbam. Pero tampoco se quedan ahf, los arcafsmos alcanzar.in su verdadero significado, por fin, en Ia ultima de sus obras, Ia Historia de lalengm1 espmiola en I• Pmmo Rico , de 1991, en Ia cual todos los fen6menos y a!.pectos considemdos antes adquieren su valor proyectado en el tiempo. En esta ultima obm es facil ver como estos arcaismos, tan importantes en un momenta relativamente reciente, han ido dejando paso a otras parcelas lexicas, de nueva creacion. (Se ha tornado un solo aspecto, pero todos y cada uno de los considemdos por Alvarez Nazario se sorneten al mismo procedimiento, hasta quedar integmdos en su macroproyecto hist6rico). Este procedi· miento permite identificar, a su vez, el dinamismo del idioma y su vitalidad inagotable: como Ia Jengua, sin pausa, conserva, olvida y crea, recicla y altem. rescata y margina; o como, contm viento y marea, copia y rechaza Jo que Je parece. LA INVESTIGACION DE MANUEL ALVAREZ NAZARIO: PROBLEMAS OBJETO DE ESTUDIO CENTRAL Y OTROS INTERESES COMPLEMENTARIOS Este macroproyecto de investigaci6n 17 incluye, salvo error involuntario , 120 tftulos publicados sobre el espanol de Puerto Rico durante casi cincuenta anos de entrega total al estudio del idioma, desde 1950 hasta 1996. (Vease Ia tabla que aparece at final, cuyo prop6sito es presentar Ia distribucion de estos

trabajos por contenidos y tipos de publicaci6n). Distribuidos en doce apartados de contenido, estos tftulos recogen 81 articulos especializados, II de divulgaci6n periodfstica. 16 colaboraciones cientfficas en publicaciones conjuntas y 12 libros. Ante este cuadro, en cuanto a los contenidos y su distribuci6n, se pueden hacer las siguientes observaciones: Aunque todos ellos se proyecten de alguna manem en Ia perspectiva hist6rica, Ia mayorfa de los tmbajos (26) tiene que ver explfcitamente con Ia historia de Ia lengua (21.67%). No debe Hamar Ia atenci6n que el libra abarcador de toda su labor investigativa pertenezca a este apartado, foco principal del macroproyecto considemdo. Les siguen los tr.tbajos dedicados a cada uno de los dos componentes no hispanicos del espanol de Puerto Rico: el componente aut6ctono, con 17 tr.tbajos sabre indigenismos (14.17%) y el componente africano, especial mente atendido en 16 estudios sobre innuencias africanas ( 13.33%). (EI tercer componente, espana! meridional-canario, se incluye en el primer apartado). Cada uno de estos componentes cuenta, a su vez, por Jo menos, con un libra en que se intcgran los trabajos parciales correspondientes. Se puede ver, ademas, que ocupa un Iugar importante el conjunto de tr.tbajos sincr6nicos caracterizadores del espanol de Ia Isla en general; suman 10 estas descripciones genemles (8.33%), que son te!.timonio del interes que tenfa el investigador en no alejarse de Ia realidad lingufstica actual, con el mismo procedimiento de ir ampliando Jo ya conocido. Este ir y venir del todo a Ia parte, y viceversa, es Jo que garantiza Ia continua revision de los datos obtenidos, Ia constante validaci6n de resultados y !>U integraci6n final en obras de conjunto. Se puede observar, tambien, que Alvarez Nazario dedic6 nueve tr.tbajos importantes a Ia ensenanza de Ia lengua, con dos Iibras y siete artfculos en revistas especializadas. Asimismo, este cuadro permite observar que atendi6 uno de los problemas mas polemicos dumnte Ia primem mitad del siglo XX: el conocido

14 ..La lcngua L-spaik~:l en l'llcno Rko II; popularismo y arralsmo vulgarimmc". L1 M•d•in. Bucn!l!> Ain:s. 19 de octubre de 19811. 4' sc:<.'citin: J 15 Ellklllfll ,.,,/l<'.<i1111 1/d flllf<: ori~:elle.< y tl e.<llm>llo Jd ~Jpwiol rrr Puc•n o Him (San Juan. P.R.: Editorial de Ia Unive,.,ida.l de Pueno Rico. 199(1). 11\l.lria Vaqucm. "Pn:scntacioo en cl Atcneo de San Juan". Rcvista del AtcnL't>l'\lenomqueno. I. I ( 1991 ): 41-521. 16 Hiswri11 •lc• /a /c•rr~:u" e.</klfia/,. ,., Purno Him. SllfJ<IJ<IIIll .1· ·"' ptmmr•· ,., ..r rr111tn> 1lr Ia n·alitku/ .m dlll.l'r<ilogn de Rar;u:l Lapcsa (San Juan de PucnL> RiL,>: Academia l'llcnomquci\a de Ia Lcngua E.•pailola. 1991 ). 17 v.!o.sc Ia ~·copilacit\n de Maria del C. l'l!n:z de Ramirez. "Manuel Ah·:m:r. N=rio: n:copilacitin hihliogrJiica". £11wmrm (APUE·PR).Ifllmemrje ul /)r. ,\Jmrc:N11~1ri11. XIII. 23 (1999): 11 9-149.

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Manud ,(l•·arr: Na:JJrio )' Ia lin11ilfslit'a dr P11er111 Rim

R~rlJta JCP ar1o6/mimem II

M~rf.ll V~CtO

debate sobre el andalucismo, es decir, a Ia discusi6n sobre Ia importancia del andaluz como modalidad peninsular niveladora en los primeros afios de Ia colonizaci6n antillana. Se volver.i a este problema en Ia segunda parte de esta exposicion, en relaci6n con el ideario lingiifstico del maestro. De igual manera. y aunque el numero de trabajos dedicados explfcitamente al tema sea menor (Ires), es importante su interes en el "habla jfbara", a Ia cual dedic6 un libro hermosfsimo, el ya citado sobre el habla campesina, de 19901S, en el que incorpor6 los hallazgos de dos articulos especfficos anteriores, ademas de los materiales que habia ido recopilando, desde los orfgenes, sobre el habla rustica. arcaica o popular en todos sus niveles. Y. por fin, ademas de los I 8 estudios sobre temas diversos que reflejan Ia presencia activa de Alvarez Nazario en todas las instituciones cultumles del Pafs (en las cuales colabor6 con discursos, conferencias o reflexiones de especialista), se interes6 en Ia Jengua litemria, en el espaiiol de los puertoniqueiios de Nueva York o en Ia situaci6n del espai'iol frente al ingles. La revisi6n cualitativa de todos estos tmbajos permite identificar los intereses medulares de este macroproyecto, dirigido hacia Ia comprensi6n total y abarcadom del espafiol de Puerto Rico. Estos intereses medulares son, sin duda, el componente indfgena. el africano y el meridional canario. Junto a estos intereses y estudios centmles, como se ha visto, el macroproyecto se complementa con una larga serie de trabajos sobre temas intimamente relacionados, desde los relativos a Ia enseiianza hasta los que surgen a mfz de las olas migmtorias a los Estados Unidos. Nada del idioma de Puerto Rico, en efecto, le fue ajeno al maestro; en sus valomciones tampoco hay ausencias, reduccionismos o marginaciones de ningun grupo o componente. Cada elemento integrador del espaiiol puertorri-queiio, medido con Ia misma vara y con el mismo arnor, recibe el mismo cuidado en

tres grandes testimonios editoriales, precedidos o acompafiados de estudios parciales: el libro dedicado al componente afronegroide••, otro a Ia influencia canaria de signo peninsular meridional:u. 11 y el dedicado al componente indigena • Una ultima obm, Ia Historia de Ia /engua espmiola e11 Puerto Rico, recoger.i el desarrollo, por sincronfas. de Ia integmci6n total de todos estos elementos heterogeneos. hasta llegar a Ia realidad actual de un espaiiol caribeiio y mestizo, dentro del idioma modemo::. El analisis cualitativo de este magno proyecto, por su coherencia intema permite, ahom, el acercamiento al ideario lingiiistico del autor.

EL IDEARIO LINGUISTICO PRESENTE EN LAS INVESTIGACIONES DE ALVAREZ NAZARIO. LA BASE DEL ESPANOL PUERTORRIQUENO Y LA POLEMICA EN TORNO AL "ANDALUCISMO" La influencia andaluza en el espaiiol de America o el debate desarrollado en las primerJS decada-; del siglo XX confundi6 lamentablemente "orfgenes" con "originalidad", creyendo que admitir Ia base andaluza del espafiol americana o caribeiio em negarle personalidad at espai'iol de America o cermrles el paso a los demas elementos que conformaron su car.icter. Es definitivo, en este sentido. el trabajo del lingiiista peruano Guillermo Guitarte sobre Ia-; razones que justificaron el antiandalucismo en un estudioso tan Iucido como Pedro Henriquez Urena, principal opositor de Ia base andaluza en el debate citadon . A esta actitud del sabio dominicano, hoy inaceptable, tambien se acerc6 Alvarez Nazario en un tmbajo publicado en 1985, con ocasi6n de un congre.-;o que dedic6 el "lnstituto de Lingufstica" de Rio Piedras a conmemomr el centenario de Henriquez Urena:•. La poll~mica sobre el "andalucismo", con el sentido comun que lo carJcterizaba, Ia resuelve Alvarez Nazario de manera sensata, con plena conciencia de una realidad que, a principios del siglo XXI, por

I KEl /iubln cnmpcsina dd pais ... , op.cil. 19 El elcmrnlll afmn~gmicl~ m d ~spmlol de Pucrta Rico: nmtribudcit1 a/ t.tllldia d.! ncgm m Amr'rim (San Juan. lnstituto de Cultura Puc:norriqucfta. 1961 2' cuici6n rc'·is:>Liol y aumcntlda. 19741). 211 url•c~nd11 li11glifstica dt CutUrri<u cn Puerto Riw (San Juan: lnstituto de Cultura Pucnorriq~il:L 1972). 21 El injlujo indfgttul en.! espmlol dt' Pumo Rim (Rio Picdms: Editorial Univcrsit:trin. UPR, 1977). 22 Hururia tlr /alcngu11 cspniul/a en PucntJ Riw, op.cit 23 GuiUcnno L Guit:lnc, ''C~rvo, Henriquez Urci\3 y Ia poiCmicl sabre cl ;wblucismo dc Amc!rica", en Siere rswdios sob~ .! rsparlol dt Am<'rim (Mc!~ico: Univmdad N:lciorul Auulnoma dc lllc!~ico, 1983), 11-61. 24 Manuel AIV;li'CZ Nazario, "Palm Henriquez Urcila y Ia polemica arnlalucistn·•, Cmult'mas dt' lu Ft~mlrud de Humanidutles, Rio Pic:dr.t~. XIII ( 19RS), I7-211. y "PC\Iro Henriquez Urena como investit:illlor del e.•p;Uiol caribcilo"', Acta.~ dcl primer Simposio Humanlsuco del Sur dcllicilllo a Petlm Hcmiqli¢Z Ure11a. motlcln dc humanisu runcricano (Ponce, P.R.: Colcgio Regional dc Ia Univcr.;iLlaLllntcramcricana. 1985), 65-83.


I..£NGUtl 121

otm parte, ha podido confinnar Juan Antonio Fmgo con el estudio de Ia documentacion colonial de los primeros siglos. El acercamiento a los documentos historicos, poco frecuentado por los estudiosos del espaiiol americana (noes ca<>ualidad, pues necesita una fonnacion paleogdfica y filol6gica que cada dfa se aleja mas de Ia fonnaci6n universitaria, aunque han surgido recientemente equipos de investigadores interesados en estos estudios), ha servido, ademas pam revisar Ia arraigada teorfa cantabrica de Ia escuela espanola de Ramon Menendez Pidal, defensom de una expansion lineal y monolitica del castellano medieval en Ia Peninsula Iberica, ignorante, por supuesto, de Ia complejidad diatopica y sociolingiifstica de las zonas repoblada<> en los siglos X al XV~'. La investigaci6n documental peninsular, y modemamente Ia antillana, mexicana y andina, realizada en los ultimos aiios porIa actual lingiifstica historica hispanica, va demostmndo, entre otms cosas, no solo Ia realidad variable del espaiiol peninsular en el siglo XV, sino Ia convivencia de nonnas regionales y sociales en el espaiiol tmsplantado a America, con sus competencias entre medievalismo y modemidad o entre cultismo y residuos arcaicos o vulgares. La nueva investigaci6n historica a que se hace referenda va destruyendo, de fonna cada dia mas categ6rica, Ia imagen de un ca<>tellano medieval unifonne, de evolucion lineal y dialectalismo peninsular tardio m. Por el contmrio, a medida que el castellano se extendfa y convertfa en el espaiiol modemo, lo que sale a note es su cadcter variable desde el principia, geogrJ.fica y social mente, con desarrollos dialectales tempmnos. Gmcia<> a estos hallazgos de paciente estudio en archivo, hoy se sabe que Ia discusion sobre el "andalucismo" de principios de siglo, y ante las nuevas evidencias, ya no tiene sentido, y asf lo habfa reconocido Alvarez Nazario, desde sus primeros tmbajos y sin prejuicios, como buen estudioso y conocedor de los documentos hist6ricos, aceptando, en primer

Iugar, que el andaluz ya existia en el siglo XV, y que tuvo una importancia decisiva en Ia primera nivelaci6n de Ia lengua peninsular en las Antillas, del 1492 a! 1520. Con su perspicacia y buen sentido, Alvarez Nazario explica que reconocer este "cimiento" (el usa el concepto de Ia "resiembra" y habla del "espaiiol resembrado"), no implica negar originalidad al espafiol antillano o americana, puesto que, al integrarse este primer cimiento a todos los demas componentes del idioma en el Caribe (ausentes, por supuesto, en Andalucia), se convirti6, fundido con ellos, en otra realidad muy distinta a Ia del andaluz. Y con el problema del"andalucismo", hay que apuntar un dato relevante: Alvarez Nazario no solo confinna Ia importancia del anda1uz en los origem!.'> del espaiiol de Puerto Rico, sino el refuerzo que esta platafonna andaluza recibi6 mas tarde (en los siglos XVII y XVIII) a tmves del canario, puesto que las Islas Canarias, pobladas por andaluces, habfan tenido una base clammente meridional. A esta hip6tesis responde La ., herencia linglif.wica de Ccmaria.\· en Puerto Rico· , un voluminoso libro de 1972, que, de acuerdo con su macroproyecto, como se ha apuntado antes, recoge e integm sus investigaciones previa<> sobre eltema, en este caso siete, que, iniciada'i en los aiios sesenta a partir de los calculos demogr.ificos de Ia 11 inmigmcion canaria , empieza identificando las huellas del canario en Puerto Rico con Ia 29 antroponimia , sigue con los innujos canarios de car.icter genemlll> y culmina sus estudios con una serie de datos importantes sobre ]a<; relaciones 11 hist6rico-dialectales entre Puerto Rico y Canarias • Que los principios aquf a1udidos ante Ia funcion niveladom original de las modalidades anda1uzas y canarias en el Caribe, fonnen parte del ideario lingiiistico de Alvarez Nazario, razon porIa cual han sido mencionados, puede confinnarse en su misma obrc1. pues estos principios y criterios esuin reiteradamente expuestos y defendidos en sus investigaciones. Baste citar dos referencias, entre

2.5 Juan Antonio Frngo Gr-•da. ''Fonnacion del cspailol de America". en Manuel Alvar (Coord.p. Muml(lltl~ rlitrlcm>lnllitr c.rpm1ola. E/ c.rpmial de Amt'riw ( Ban:elona; Ariel•LingUfstica. 1996). 28·38. 26 , Hi.uoriu del e.rpm1ol de tlmeriw IMadrid; Grcdos, 1999). 27 Manuel Alvarez Naz:uio, Ltrlrercndll litrgiilrtrca de Canaritu en Puerto Rim (San Juan. P.R.: lnstituto o:Jc Cultura Puertoniqueila. 1972). 28 "La inmigraci6n canaria en Puerto Rico dllr.llltc los siglos XVI y XVIf', R..-.·isttl delltiSritmo ck Culmm Puenorriqueikr. San Juan. P. R.. IX. 32 ( 1966): 12·16. 29 "La huella de Ia antmponimia canaria en Pucno Rico'·. Arenee~. MayagUcz. IV. 4 ( 1967): 2.5·33. 3() "La lengua espanola en Pucnu Rico VII : La huella dialectal de los inmigrnntcs canarios,l.n Ntrdrln. Buenos Aires. Ill o:Jc cncru de 1981. 4' sa:don. K. y "La lcngua cspailola VIII; El innuju canario". l..tr Ncrrirfrr. Buenos Aires, 8 de marw de 1981. 4' secdon: 4. 31 "Rc:ladoncs hl'tclrico-dialectales entre Puerto Rico y Canaria.•"· Plenaria. Acta.< dell Ctmgi'I'.<O lmmradr»url d~ Ulli(lltl B{'Utlnltr. (L.a.• Palma.~ de Gran Canaria: Edicioncs del Excmo. Cabildo Insular. 1981 ). 289·310.


Rel'ista ICI'

.llnnucl At,·arr:: Na:.ari11 )' Ia li11glifstica de l'uerw Rico Mariu Vu•1uem

m1o6/milllt'IYJ II

otrdS muchas que se podrian allegar, presentes en importantes libros de conjunto: Ia que aparece en Origenes y desarrollo clef espmiol en Puerto Rico (siglos XVI y XVII), y Ia que aparece en su Historia de Ia lengua espwiola en Puerto Rico. Seiiala Ia primera, de 1982: £we espwiol que se trwl.\plama a Puerto Rico y a otros territorios del Caribe durame e/ sig/o XVI, elmi.m w que por iguale.1· tiempos iba arraigmrdo tambithr en las Islas Canarias. terminadus de conquistar en I 496, no resptmde a/ ideal (/e /eng11a que rjene su centro en Toledo de.wle Ia epoca de Alfonso el Sahio ()'fuego en Madrid. cle.wle el reinada de Feline IIJ. .fino aue rewesenU!. q travis delmimero maroriwrjo de coloni;adores amlalllces en ague/ sic:lo. Ia modaliclad del c:c1ste/lmw q_11e se lwlna extemlido con Ia recmraujsw nor el Medjodia de Espmja \' 1/erwria a tener .m capiwlidcul de prescigio cultural en Ia ciuclad de Sevilla. [ ... } £.1· pues esre "espwiol atltilltico ", seg1i11 se le lw //amado en ciempos reciemes [al andaluz) elque aparece en Ia b£1se )' darci tono parriculariumte a/ primigenio estado de nivelacitin lingiifstica espmiola que lwbrci de prend~r y desarrollarse en las is/as clef mar CarilJe ... ·-

Dice Ia segunda, de 1992: £11 comecuencia de ello [Ia proporci6n de andaluces en las Antillas hasta 1520, a Ia luz de las investi_gaciones demograficas de BoydBowman] . ltahrin de crear.\·e C/1 las is/as mayores delmar Carilze, para proyectarse despues en las tierras cominentales, por dmule proseguirfan los rumbas de Ia ccmquista, llill1. sociedatl colonial de (wu/amemales caracreres andalu;ado.~. A sf pues. seni e/ espmiol arlcimico. segtin se le Ita 1/amado en nuestros llenmosH . con rmces ustoncas Jmcml as en e I Mediodja nenin.wlm: ttl que aparecerci t:n Ia hast: y liard el tonn ... " I

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En confirmaci6n, a su vez, del refuerzo canario posterior a Ia primem nivelaci6n andaluza, se recogen las siguientes palabrdS del autor: PorIa fuef7.(1 de .w mlmem. Ia inmigracitin canaria en e/ paf.\· durallte el siglo XVIJI impone 1111 cmmin denomilwdor e:cpresivo en cuyos rasgos particularizames vendrfan a disolverse y neutrali:ane orms influjos clialectales ltispclnicos recibidos en el paf.f por entonces. La natumlt:m del habla andalum secwularjn que presema este (l.mmiol que djfwrden los i.fletios de Cmrarias nor €1 plano c:eogr<ifico de Puerto Rico vendrei a coincidir en /o (l.medfico "en lo c:eneral cm1 los caractell!!i dd €SIW1iol aclcimico aqui semlmulo desde temprano en e/ sic:lo XVI y mmrteniclos en el uso oral de los exic:uos e,l·tah/ecjmielllos coltmjalt:s de aquel siglo l' t/d XVII. Delllm tlelman:o cit: las pecu/iaridades ((mrfticas que he redan clirecwmel!le clef andalu:-, camo el t:spmiol canario como el e.wmiolamillmro, imporca descacar ciertos rasgos de Ia prrmwrciac:itin dialecwl campesina que aquf debierrm de ajimwrse en e/ ciempo dural!le el sig/o XVIII. seg1i11 se deduce de su manifeswc:iun en nuesrra incipieme /icerawra co.wumbrista del XIX que .fe escribe en lenguaje rum/, y tlsimi.mro ,\·e e1•idencian in l'ivo en elltabla del campo que //ega 3 hasIll Ia aclllalidad... •

EL COMPONENTE AFRICANO Y SU INTEGRACION EN EL ESPANOLPUERTORRlQUENO El componente africano recibi6 Ia atenci6n de Alvarez Nazario desde muy tempmno, con un primer trJbajo de 1959 sobre el habla del negro en 17 Puerto Rico en el siglo XIX • A partir del contacto con los documentos hist6ricos, con los textos litemrios, peninsulares y antillanos, y con el folclore en todas sus manifestaciones, Alvarez Nazario fue dando atenci6n a toda una serie de presencia-; africanas en Ia lengua de Puerto Rico, con estudios que no han sido supemdos. En 1960 publica su investigad6n sobre Ia historia31 de lao; denominaciones de los bailes de bomba , y, ya en

32 Orig~11~.t ,. tfc.tllm>lla clel <'.tpcu1ol m l'u~rta Rim (Siglns XVI y XVII), (San Juan de l'ucno Rico Eduorial de Ia Univcr.;i\bd de Pucno Rico, 19!12). Cupituln 46 y -17. (Subrayado min). 331'ctcr Boyd-Bowman. "'The Regional Ongins nfthc Earhc~t Spanish Colonists nf Amcric:~", l'rMimtimu ofthe Modem Lmrgrwge.t t\nodcrtirm cifAmerim, Mcoa.•ha. Wis.• 19S6. LXXXI, 5. IIS2-1172 3-' El eonccpto sc debe a Diego C:ltaJjn, "Genesis del c•pai\<11 :ul:!ntico. Onda.• varia.• a II"JI-.!s del oceano", Ne•·i.tlct dt•llcstoricr Cmwriu. La laguna de Tcn<.'fifc. XXXIV, 123-12-J ( 195KJ: 233-2-'2 35 M300CI Alv:m:l N:ll.lrio, Hi,llll'la de I~ k:ngua ~1la en l'ucnn Rtco, op.cil • 3!1 y 39. (Subr-r~yado mCn). 36 "EI cstado lingUistico de Pucnn RICO al cnmcn1.ar cl siglo XX", <lfl cit., 1-1. (Subr.~y:ldo mCn). 37 "Nota.• sobn: cl h:lbla del negru en Pucnn Rico en cl sigln XIX", Rn'UICI eM ll~<tilro/cJ de Cul111ru Pucnorriqro<riu, San Juan. II. 2 ( 1959): 43-IH. 3!1 " HiMnria de las deoomin:~doncs de los bailcs de bnmba. Ht••·istu <lc Cie11dcu S"duh·.<. Facultad de Cicncia.' Socialcs, Rio Piedr-.1.,, P.R.• IV, I ( 19601: 59-7-J. Tcr~:cro.


Manuel Alvarez Nazario Foto: Cortesia Sal11 Manuel Alvarez Nazarro v Josefina Rivera, UPR, Mayaguez,

estos anos, surge su interes en Ia busqueda de los origenes etnico-cullumles de los esclavos llegados a Puerto Rico, asunto de diffcil investigadon que nadie se habfa planteado ames. Los tntbajos se suceden sin pausa y los materiales allegados van fonnando toda una cadena de resultados a to largo de varios anos de investigaci6n incansable, que vade Ia lengua a Ia cultum y viceversa, proyectadao.; ambao.; en Ia historia social. Por estos mismos anos y los siguientes se dedica a estudiar Ia procedencia de los bozalesl• con sus fechao.; de entmda en Ia Isla de los esclavos llegados a Puerto Rico desde sus mismas tiemts de origen, pues sabido es (y en este dato descansa su posicion ante Ia polemica del afrocriollo como ba'ie del espanol del Caribe) que los mas antiguos esclavos del siglo XVI emn ladinos, es decir, hispanohablantes o hispanizados, llegados desde Espana en su mayoria. Nada relacionado con las cuiturdS africanas llegadas a Puerto Rico dej6 de atender el maestro, como demuestmn sus muchos tmbajos, todos importantes: sobre Ia incorpomci6n del negro en Ia sociedal•, sobre el lenguaje de emergencia usado

por los bozales tardfot , o sobre Ia presencia de estas cultur.tS tanto en Ia sociedad'~como en Ia 1 litemtum del Pafs· • Se acerc6 asimismo, por estos anos, al papiamento, como lengua criolla de las actuates Islas Holandesas~ y como presencia literaria en un texto de Puerto Rico debido a las inmigraciones corasolenas, tardias y aisladas, que acabarfan asimihindose al medio lingiiistico 4.l local . El tema fue recurrente para Alvarez Nazario; en las decadas siguientes, apoyado en todas las investigaciones anteriores, sigue ofreciendo otros estudios sobre el tema africano, con nuevos trabajos que extienden sus observaciones al ambito antillano a traves del antiguo texico criollo hispanocaribeno••. Toda esta investigaci6n constante y rigurosa sobre el componente africano se concentra en un libro realmente ejemplar y unico en Hispanoamerica, aparecido en 1961, con nueva •7 edicion, revisada y aumentada en 1974 : El elememo afronegroide en el espmiol de Puerto Rico, premiado en su momento por el lnstituto

de Cullura Puertorriquena y una de las obras mas consultadas por los estudiosos del espanol de America y del Caribe. Es, desde luego, un chisico de Ia lingufstica hispanica. La serie de trabajos sobre las lenguas y las culturas africanas en Ia diversidad de sus aspectos (demograftcos, etnograftcos, lingufsticos, historicos en general, ya sea en sf mismos o teniendo en cuenta las relaciones que estas etnias y culturas desarrollaron con las naciones europeas), todo este bagaje cientffico de paciente investigador, allegado durante afios de estudio, dio a Alvarez Nazario el conocimiento profunda y abarcador del tema que Je permiti6 asumir una de las actitudes mas sensatas ante el problema, actitud alejada de improvisaciones, de falsas conclusiones o de concepciones simplistas.

39 ··l'rocl.uncia.~ africana.~ de los b01,ales trJI~os a Puerto Rico porIa trJta negn:rJ"'. ur Tt~rJT. Uni"ersidad de Puerto Rim. V111. 31 ( 1960): 107-135. y "Nue\'US datos sobre Ia.~ proccdencia.' tlc los antiguos c.o;clams de Put.-no Rico". ur To=. Uni\'crsidad de Puerto Rico, XXI, 81-82 ( 19731: 23-37. 40 "lncrnpor:u:i<in del negro en cl cntretcjido social y cultur.il de Puerto Rico". Re•·i.<l<t Jel lllllillllll <I<' Crrlsrmr Pul'rwrrl<ftl<•tia, San Juan. XVI, 58 11973y. 1·6. 41 "'Filiaci<in hist6rica del ami guo afrocspallol que hablahan los co;cla\'os bozales lihcrtatlos en 11173, tlt<'lletl. Mayagticz. P.R.. X. 4 ( 1973;. 197·209. 42 "'Prcs~ncia hist6rica del negro en Pucno Rim. La Gmcrn. MayagUcz. P. R.• 111. 2 ( 1972): 4· 7 43 "'EI tern~ ~cl negro en Ia litcratura pucrtmriqucila (accrcamicntn lingUfstko a su cstudio)". Re•·i.<ttrllleri<'ll' /lll<'r<mu·rinma San Gcnnun. I'.R, XX. 3-4 ( 19901: 20·35. .W ··EI p;~piwncnto:

ujcada a su pasado histt\rico y •·ision de su problcmatica del prcsc:ntc". tlrmecr. MayagOez. PR. IX. 1·2 ( 1972): 9·20. 45 "Un tcxto litemrio tlc1 p;~piamcnto documenta~o en Puerto Rim en 183()"·. Rel'i.•lll tid ltL>Iituto dt• Cullum Pul'rttlrriqrl<'l1cr. San Juan. XIII. 47 ]197Uy. 1-1. 46 "Manifc.;taciones antigua.~ tlc unidad en cllcxicn criollo hisp;~nocarihcilo"', lle•·islilllle•·iew lrrlt•rumerinmll, San German. XII. 3 ( 19821: -118-1~3. rcpnxluculo en Bolctfn tlc Ia Academia Pucrtorriqueila de Ia Len~ E\pailola. ( BAPLEI, San Juan. P.R.• XIII ( 19851: 83·119. 47 Ell'i<'IW IIIo <ifttlllt!l(mid<·.... op,cit.


Manuel Alt·arc: Na:ario J' Ia lins:Ufstica de Puerto Ric11

Rc1•ista /CI'

M;ub

trilt• to I mlm~m II

Su ideario sobre este asunto se sustenta en el conocimiento de Ia complejidad Jingiifstico· cultural de este componente humano, complejidad que salta a Ia vista cuando se Jeen sus apretadas paginas, en ellibro citado (El elemento afronegroide ... ) sobre Ia presencia de Ia poblaci6n negra en Puerto Rico, una ininterrumpida y hecha de presencias distintas, recurrente pero de ninguna manera lineal en el tiempo, y tampoco, de ninguna manera, uniforme intemamente en cada momenta. Las 4 paginas aludidas inician Ia zigzagueante presencia africana en Puerto Rico a partir de una muy antigua capa de ladinos mas o menos europeizados, libres o esclavos (estratificados, por tanto, lingiifsticamente) y procedentes de distintas regiones, incluidas las Canarias y Portugal (difcrenciados, por tanto, en el uso dialectal del espafiol). Estos africanos europeizados del primer momenta, cuando aun no estaba permitida Ia entrc~da de bozales en las Anti lias, seguirian llegando hasta ,.el siglo XVUJ, algunos como hombres libres . La composici6n sociocultuml de estos primeros grupos africanos se complica aun mas con Ia importaci6n de bozales a partir del 1518 a las Antillas Mayores, donde "ya [en estac; fee hac;] ha echado raices el proceso colonizador de Espana"lO. A Ia nueva sociedad, y en convivencia con los africanos ladinos allf establecidos, estos bozales tmsplantaron sus lenguas, obligadas a pasar por un proceso de reestructuraci6n, con todos los reajustes imaginables. Es f&icil imaginar, aunque no se tenga documentaci6n, Ia complejidad Jingiifstica de este componente, en un continuo vaiven de olvidos, competencias y adopciones. Si bien en proceso de reestructuraci6n, estas hablas debieron tener bastante extension, por el mimero considerable de bozales que fueron llegando a finales del XVI y en el XVII (el gobemador Lando, en 1532, da cuenta de Ia escasa poblaci6n blanca y de Ia abundante negra en Ia isla de Puerto Rico), pero

V.lql~Cm

lamentablemente, Alvarez Nazario no pudo encontrar documentaci6n sobre el habla de aquella poblaci6n negra del XVI. salvo una refe·rencia en Ia Memoria de Melgarejo, de 1582, cuando se dice que Luquillo se llam6 Furidi, "puesto este nombre por negros, que en su lengua qui ere decir cosa que siempre esta 1 llena de nublados" • Poco mas tarde, volver.i a mermar esta presencia, poniendo en evidencia Ia marcha zigzagueante de Ia poblaci6n africana, lo cual significa una vida precaria para Ia expresi6n particular que estas comunidades hubieran podido elaborar. Paralelamente, Ia situaci6n favorece Ia hispanizaci6n de estos grupos, sin que, pam insistir una vez mas en Ia complejidad de esta trayectoria, puedan ignorarse los refuerzos que indudablemente recibirian con Ia llegada clandestina de otros bozales adquiridos de contrc~bando. Hasta fines del XVII no encuentra Alvarez Nazario Ia primera documentaci6n de estas hablas, que llama "documentaci6n oblicua" por no ser de primem mano, en unas copla<; de 1677 escritas en Mexico por Sor Juana lnes de Ia Cruz y que Ia autom pone 2 en boca de un negro de Puerto Ricos • La marcha no lineal de esta historia vuelve a ofrecer, en el siglo XVIII, una presencia significativa de poblacion africana en Ia Isla, con su consiguiente complejidad lingiifstica intema. cuyos grupos ya hispanizados (en diferentes grados) extenderian el uso del espanol, en palabms del maestro, "con las camcteristicas genemles con que se daba entre los 11 criollos blancos de nivel cultuml semejante" • Detenerse, a gmndes msgos, en Ia serie de datos, materiales y referencias que Alvarez Nazario ofrece sobre las comunidades africanas en Puerto Rico, ha sido pam dejur constancia de que sus conclusiones sobre este debatido problema estan apoyadas en una seria investigaci6n sociolingtifstica proyectada en Ia historia. Este apoyo, cimentado en muchos afios de estudio y de reflexi6n, explica Ia cautela con Ia que se acerca a este problema, a salvo de

411 Ibid .106·227. 49 Alvarez N:u.ario. apoyado en lu documcnl<lcion histooca. recucrd:a c6mo algun~ de estos africanos libres disrn.uaron de los mismo5 denxhos que otra.~ gentes de Ia Peninsula. y llegaron a tencr. incluso, escluvos negro<~ c indfgena.~. Ju:m GW'1'1do, Fr.mcisco Mejfn. FJ'3llcisco Piil<ln o Diego Hernandez: lbfd.• l29. 50 Ibid ,130. 51 Juan Ponce de Lc:on y Antonio de Santa Clar:~. "Memoria y dcscripci6n de Ia Isla de Puerto Rico mandada a haccr por S.M. cl rey Don Felipe: II en cl ailo 15112 y sometida por el ilustre capit~n Jhoon Mclgarejo, Gobcmndor y Justida Mayor en esta cludad e isla". CNl11icm tl~ P11rrw Rim ( 1493· 1797). 5<:1ccci6n. introducci6n y nolas de Eugenio Fcmdntlcz Mo!ndc:z. 1957.1. 118. tom003 de M. Alvarez N:llllrio, £/ el~mrnw afrrm~gmitle ~n ~I r.1pona/ dt l'r1mo Rim, op.cit.• 132. nota 23. 52 Sor Juana ln<!s de Ia Cruz. "Villancicos y lctras sacr:~s", Obras Complctas, Torno II. A. M.!ndez Plancanc (ed.). 1952. 39-lll. Telto rcproducido en Alvarez Nazario, £/ eleme11W afrrmrgmitle ... ,up.cit., l33. 53 Alvarez Na1.ario, £ / el~memo tifrrmtgmidr ... , op. cit .. 223.


LENGUA 125

prejuicios o de modas en uso, como buen conocedor de Ia situaci6n sociolingilistica que caracteriz6 al Caribe hispanico colonial y al no hispanico, donde las mismas situaciones iniciales dieron resultados diferentes. Una de sus grandes aportaciones en este aspecto esta en haber documentado Ia gran complejidad, intema en cada sincronia y en Ia trayectoria hist6rica de Ia sociedad islefia, de los grupos africanos, avocados a Ia hispanizacion definitiva. La sintesis de su ideario a1 respecto, coherente con los resultados de sus largos estudios, y sin marginar u olvidar Ia importancia que tuvieron las poblaciones africanas como elemento integrador, puede encontrarse en varios de sus textos, escritos mas recientemente. A continuacion Ia transcripci6n de las siguientes palabras, de 1983: Convendrfa /weer claro aue. a diferencia de /o aue ocurrin en /as Ami/las me1wre.\·. donde se imausiemn las ham/eras colonizadoras de otras mem}aolis eumaem. no serfa en Puerto Rico el /rahla afmcrio/la pmvia de las multillldes aue integrahan el bram trabajador esc/avo de ra{ces forcineas negroide.~ Ia que lwbria de predominar en el trato cotidiano, imponiendo desde abajo a todos en el tiempo wr 11l1e1•o sistema expresivo de cwio caribe1io -as{ el "cn!ole" de base france sa, el "Negro English "de base ing/esa, el papiamento de base mixta hispmwportugue.m, etc. -, sino aue en nuestra isla. a/ amparo de las imtituciones, etc.{... 1. Ia len gua de supere.~trato po/{tico v cultural habrfa de cmrservar en In sustantivo los caracteres primordia/es de .m imegridad originaria. sin cerrar con ello puertas. en lo adjetivo. a Ia manifestacinn de rasgos nuiltiales del e.wfritu criollo que buscarfan tomar .mstancia expresiva en las re/aciones de Ia 4 vida y el trabajo de todos los dfas' •

Y de su obra final, Historia de Ia /engua espmiola en Puerto Rico, se recogen las siguientes palabras: £/negro que a partir del siglo XVI se trae directamente desde Africa a las Ami/las, y mt:is

ade/ante tambien a los territorios que se conquistart:in en Ia America continelllal, lrahrt:i de encm!lrarse. pues. con wr ambiente lingiif.~tico m dg.finitivamellte lrisvanirado, en cuyo seno ellrabla espaiiola replantada, sin remmciar a las esencias ftmdamentales de su ser primero, va perfilt:indose delltro de las lfnea.\· de una personalidad propia vinc1tlada a/nuevo .me/o lrispanoamericano. En este medio lrispanolrablame del Nuevo Mundo, el africano imaortado lwbrd de guedar absorhido lingiif.Yticamente. sin aue su fuer;a numerica. particulamrellte podem.m en algmms establecimielllos delmar Cari/Je, muliera mmca aesar decisivamente en e/ conjumo sociocultural de Ia colonia aara 1/egar a poner en peligm Ia imegridad expresiva del idioma castel/ano resemhrado, .

EL COMPONENTE INDIGENA

Siguiendo el mismo procedimiento de colocar Ia lengua en su contexto sociocultural, tanto sincronica como diacronicamente, Alvarez Nazario se acerca a1 componente indfgena del espaiiol de Puerto Rico y, desde los aiios setenta, hasta su ultimo aliento, hace del indigenismo uno de los aspectos mas estudiados y recurrentes en su ohm. Su libro £/ bif!ujo ind{gena en e/ espwio/ de Puerto 56 Rico, de 1977 , sigue siendo Ia referenda obligada para acercarse al lexico indfgena del Pais y Ia mas completa presentaci6n lingiifstica de las cultums aut6ctonas de Ia Isla en el momento de Ia conquista. A partir de contextos mas amplios, de acuerdo con su modo de acercarse a los problemas particulares, instala a1 tafno isleno en Ia familia arahuaca, de manem que sus investigaciones trascienden eltenitorio insular y ofrece datos muy importantes sobre las lenguas aut6ctonas de las Antillas Menores en relacion con el arahuaco, Jo que le lleva a proponer una nueva filiaci6n al 51 llamado "Caribe insular" • Asimismo, at estudiar los indigenismos como huellas evidentes del antiguo idioma aut6ctono, se acerca a uno de los problemas fundamentales en el estudio de las palabras procedentes de otras lenguas, el problema de su

5-I Manuel Alvarez Nazario, "EI cstado linsUfstico de Pueno Rico al comcnz:u- cl sislo XIX.'' O]l.cit., 18. (Subrayallo mfo). 55 Hi.twria d~ Ia 1~111/U<J .... Ofl- cit., 357. (Subr.!yado mfo). 56 El injlujo indfge11a en el espailol de Puerto Rim (R!o Piedrn.~: Editorial de Ia Universitlad de Puerto Rico, 1977). 57 "EI arahuoco insular: suslrnto lin&U!stico de Ia.~ Antilla~ Mayorcs y Menon:.\", Re1·ista dtllrutituw de Cultttro Puertorriqttdltl, San Juan, II, -15 ( 1969): -19-5-1, n:Jlroducitlo en Smtlia Hispmtim in Htmof!'m Rrifud u•pe:sa, Vol. Ill. Madrid, Gretlos, 1975, 29-'2. yen Scripta Pltilolaxica in Hollofl'm Jru111 Ill. u>pe Blanch <1 '"-' -10 ailos de doanda m Ia UNAM y a los 65 uilo• de rid<•. [([, Eli1-nbc1 Luna Trnill (cd.) (Mexico: ln.c;tituto de lnvcstigaa:ioncs de Filolog!a. 1992), 7·15.


Mamtel ,{fmrr. ,\'a:.arifl y Ia li11gllistica de 1'11ert11 Hic11

Hcri.fla ICI' mlo 6 I 111imm• II

1\Iuria Vaquem

puertorriqueiia y antillana. que e) mismo fue elaborando en su trabajo de paciencia inftnita. Es un libro de esfuerzo supremo por dejar constancia de cuanto sabfa sobre Ia lengua aut6ctona del Pais; quien se acerque a csta obra vera en ella sabre todo una obra de amor y de homenaje a las antiguas culturas desaparecidas de su tierra, escrito desde Ia madurez y con Ia certeza de lo que se sabe perdido para siempre. Se llama Arqueologfa lingiiistica. E.mulim modemos dirigidos a/ rescale y renmstruccicJn del aralwaco wino. Lo publico Ia Editorial de Ia Universidad de Puerto Rico en 1996. Con esta obra cerro su incansable investigaci6n al servicio del Pafs y de todos cuantos estudian cl espafiol de Puerto Rico y de America.

Manuel Alvarez Nazario Foto: Cortesia Sala Manuel Alvarez Nazario

v Josefine Rivera, UPR, Mayagiiez.

adaptaci6n fonetica a Ia lcngua receptora, en estc caso el tafno en su adaptaci6n lexica a! espanol. La linglifstica de Puerto Rico le debe a Alvarez Nazario algunos de los poquisimos trabajos que existen en America sobre los procesos de Ia adaptaci6n fonetica indfgcna a nuestra lengua, con importantes observaciones respecto a las grafias de estas palabras en los documcntos hist6ricos, y sobre sus ajustes a un sistema morfologico, ellatino, de muy difcrente . ' " a I a de I as Ienguas amerm . d'1as. estructuracJOn Estos trabajos le penniten, a su vez, proponer Ia reconstrucci6n del sistema fonetico-fonologico del tafno)~. rescatar lo que aun puede ayudar a 110 imaginarlo o aplicar los principios filol6gicos a I as I enguas .1n d'1genashi . Su ultimo libro publicado, y ultimo escrilo largo sabre este tema. recoge Ia cosecha de toda una vida sobre Ia investigaci6n indigenista

LA ENSENANZA DE LA LENGUA MATERNA Su ideario incluyc tambien Ia gr.m preocupaci6n, que invade a todos los estudiosos del idioma, sobre Ia ensefianza de Ia lengua materna. Alvarez Nazario, con un conocimiento profunda de Ia cui tum del Pafs, en todas sus manifestaciones. tiene ideas sobre Ia ensefianza de Ia lcngua vemacula totalmeme ajcnas al purismo tmsnochado, c igualmentc ajcnas al descuido y a Ia vulgaridad. Lingtiista de profesi6n, y de oficio (son cosas diferentcs), sabia muy bien que Ia~ lenguas son lo que sus hablamcs quieren que scan, que nada detenninado de antemano rige Ia marcha del idioma, que son los factorcs sociocultumlcs y Ia~ actitudes de los individuos los que deciden Ia marcha de los usos, que es, por tanto, Ia polftica educativa, Ia calidad del disefio curricular. Ia atenci6n escolar a los contenidos y, sobre todo, Ia prepamci6n de los docentes, lo que ganmtiza una cnseiianza eficaz y util a los ciudadanos. No perdi6 una sola ocasi6n de denunciar frivolidades. improvisaciones o experimentos arriesgados, siempre con cl sentido comun y realisla que lo caracterizaba. Lo mismo se situaba criticamente ante Ia enseiianza tmdicional de Ia lenguah!' que se acercaba a Ia diffcil situaci6n didactica del vemaculo de Puerto Rico en una progmmaci6n de prop6sitos bilingiiesb.)' o que

58 "A<Iaptnd<ln fonctica al cspailol nntillano de los tainismos rccibidos durJnlc !a primcrJ milad del si~lo XVI". Atenca. Moya~Uez. VII. 3-4 ~ 1971 )· 69-82; "El lc&ado texico del nrahuaco insular y su adapladtln al cspailol de las Antillas". HeriJIII dd l11.11i1t1W ,,,. O r!lum l'uuwrriq;•r-~111, San Juan. XtV, 52 ( 1971 ): 29·33. y •·consi<lerncioncs sohrc Ia grnmitica dcltafno: d nomhre .•ustantivo",,\wl'li<l 7i<l: Hmnnl</j<' "' h i.<Wri<U/or )' /Mer ('(o•lc" (Santo Domingo: Editorn Cmripio, 1993). 139-1-16. 59 "Filologia boriqucn..: y anlillan:i', /JIIII<', Honnigucrus, Ill. I (191!11): -19-60. 60 "Hadad rc!.C:IIC modcmodcl at:lhuaco tafno: cstado de Ia cucs1i6n". L1 7iom·. Unh·crsidad de Puclto Rico. IV. 16 ( 19<XJ): -159-172. 61 "Fonologfn y foncticn dcltalno".1J11Imi• <lc l11 tln lllouia l 'ucrfl>rriqucrill de Ia Lt'll/1110 E.•pwia/a, San Juan ( 1993): -19-611. 62 "Considcr.~eioncs ctitic'l.• sohn: Ia cn~ilanUIIr.ldiciolkll de Ia lengua ~-spallola en Pucno Riro", £Jumdriu, S;m Juan. 5 t ·52 ( 19K3): I-12· 14S. 63 "UI enseilanUI escnlar del cspailol en l'ueno Rico (til y tV)", "UI enseilanza de nuestro espailol en un onlcn eso:olar de prn(llis itcl'lbi lin&U~.. y "Oeclh·c modcmo de Ia enseilanza y apn:ndiznjc cscolar del vcm:iculo", ,\1<'11<'<1, MayagUcz. XI. 1·2 (199 1): 17-31.


L£NGU,\ 127

argumentaba desde Ia ciencia del Jenguaje a favor de un metodo de enseii.anza modemo y abarcadot'. Se preocup6 constantemente por las 16 deficiencias de Ia lengua de los universitarios y, tiel a su proyeccion hist6rica. escribi6 un valioso articulo sobre el desarrollo de los trabajos de Ia ensefianza en el Pals"", con anotaciones importantes a los primeros siglos coloniales y atencion especial al XIX. Muy pocos lingiiistas de Hispanoamerica, y probablemente ninguno en Puerto Rico, han dedicado al espaii.ol de un pais esta cantidad de trabajos, cuyos contenidos abarcan todos los aspectos importantes del idioma en su biografia esencial: una que se detiene en cada edad de Ia lengua y va recuperando absolutamente todos los resortes de su continuidad esencial, dentro de Ia complejidad y sincretismo de Jo heterogcneo. (Muchos de estos trabajos aparecieron en Ia Rel'ista de/Jnstitlllo de Cultura Puertorrique1ia. que acogi6 las investigaciones del maestro desde sus inicios). El macroproyecto de Alvarez Nazario parte de Ia primem edad de Ia lengua, el siglo XVI de las perplejidades, de los tanteos, de los ajustes, del primer acriollamiento, mientms Ia expresion recogfa el ultimo suspiro indlgena y los primeros

latidos africanos; recorre despues el XVII, de nuevas y continuas oleadas migratorias, de saqueos, olvidos y desconciertos, de culturd escasa y analfabetismo geneml; llega al XVIII, de prosapia y argumentaci6n; desemboca en el complejo XIX "de Ia convergencia", un sig\o que. en el reconocimiento de Ia variedad, ofrece un discurso retorico, coloquial, de resistencia (pensemos en Nemesio Canales. por ejemplo). un discurso jfbaro, de rafz crftica ampamda en Ia ironia del costumbrismo, y un discurso gmmatico, con proliferacion de tratados normativos sin lin; y asl hasta que llega al XX, el siglo de los desengaii.os autonomistas, del debate ante Ia identidad, de Ia litemtum original provocadora y desgarmda. Todo lo vio, sin que nada se haya escapado a su lectum atenta e inteligente. Haec algunos afios, cuando ya su silencio em presagio de ausencia definitiva, le dedique un Iibro que recogia articulos periodlsticos de divulgacion sobre e\ idioma. Ahora, ante el cincuentenario del lnstituto de Cultura Puertorriquefia. reitero mi homenaje por una vida dedicada al estudio de Ia Jengua de Puerto Rico, esta casa fratema donde seguimos reconocicndonos. BD *Esta confcrcncia fuc cditada y adccuada al formato de

Ia Re••isra del /Jwirmo de Culwra Puerwrrique1ia.

La Investigacion del Dr. Manuel Alvarez Nazario 1950-1996 SOBRE

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LIBROS

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64 "La h ngilfstic~ modcma como punta de apoyo en Ia enseilanza escolar del cs~ilol", tltcrreu, MayaJlUcz, XII. 1·2 ( 1991): 19-27. 65 "Print ipales dcficicnc1as de Ia lengua oml, cscrita y lcctura, observada.~ en los cstudi~ntcs que siguen el cur<;o general de cspailol en el Colegio de Agricultur-d y Anes Mcc:ln ic~s-,tlterrecl.l. 3 (1960): 79.95 66 "Vision en el ticmpo de los tmbajos de enscilanz~ c in\·cstigacion del cspailol en Puerto Rico", u1 7imr. Univcrsir.lar.l de Puerto Rico. XXIV. 93·94 ( 1976): 39·65.

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Revista ..Jnstitute CUL T UR A rUERT ORRIQ..UHlA R<Yur. Jtliftllilulo dt CulM• f'wtrlm~•""'

JoseAlicea, Oda a unas Jlores amarillas, serigrafia 30X22, 2004.

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INSTITLITO dcCULTURA PUERTORRIQUENA


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INSTITUTO dcCULTURA PUERTORRIQUENA

IS:S N 00203!115

9 770020 38 1007

Jose Alicea, Oda a unas flores amariii~~S, serigrafia 30X22, 2004.


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