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Sellantes en odontología: ¿Cuándo se deben colocar en niño(a)s?

Por Mónica Espinosa Pérez Odontóloga Pediatra Miembro Activo Academia Colombiana de Odontología Pediátrica

Desde 1967 se introdujeron los selladores de fosas y fisuras como una forma de prevención de la caries dental presente en los pacientes, sobre todo en niño(a)s, como una forma de evitar la aparición de caries de infancia temprana, previa la aplicación de grabado del esmalte con un material de acción desmineralizante en el tejido dentario. Su objetivo, proteger los molares sanos de placa bacteriana o caries dental. De un tiempo a la fecha existe controversia entre los profesionales sobre si se debe aplicar o no; por eso es importante entender un poco su viabilidad y el porqué de su vigencia.

Los tipos de fisuras dentales existentes en formas de ‘U’, ‘V’, ‘Gota’ e ‘I’ hacen más susceptible el diente a que se generen caries dental o retenciones de placa bacteriana. La decisión debe basarse en la anatomía dental de los molares, pues las fosas y fisuras no son igual de pronunciadas en todos los pacientes. También es decisiva la incidencia de caries dental en la dentición del paciente. La anatomía dental, más exactamente el tipo de fisura, puede hacer recomendable la colocación del sellante, previa detección clínica. La incidencia de caries dental hace que se busque prevenirla con una dentición sana; por esto deben colocarse sellantes.

En cuanto a la cooperación del paciente, el odontólogo depende de su comportamiento: es ideal cuando tiene la edad para apoyar el procedimiento que posibilite lograr un tratamiento eficaz.

A pesar de que el procedimiento de colocación del sellante se efectúe correctamente, sobre todo con un buen aislamiento, este se puede desadaptar y perderse, debido a que cada evento masticatorio lo somete a estrés. Sin embargo, se puede afirmar que los sellantes han demostrado su eficacia en la reducción de la caries: es importante que se tengan en cuenta las indicaciones para su colocación, pues no siempre es necesario hacerlo.

Finalmente, la recomendación es que se visite al odontólogo(a) pediatra con cierta frecuencia para que evalúe al paciente, oriente sobre las mejoras en los hábitos de higiene bucal, en cuanto a frecuencia y calidad de cepillado, y determine los casos en los cuales es necesaria la colocación de un sellante, como resultado de lo cual existirán niño(a)s con mejor salud dental.

La cooperación del paciente para crear conciencia de la importancia de un correcto cepillado no es fácil, sobre todo para los padres o cuidadores, por lo cual debe crearse un hábito adecuado de cepillado dental.

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