MES DE FEBRERO DE 2014 VALOR: GENEROSIDAD
PARA COMENZAR
¿Piensas que ser generoso consiste sólo en compartir objetos o propiedades? ¿Has compartido algo importante para ti con otras personas? ¿Qué emociones tuviste al hacerlo? Conoce a estas personas que dieron tantito y recibieron tantito. LA COBIJA DE ESPUMA En la vecindad arruinada por el tiempo vivía Ramona, una viuda, con sus pequeños Mariana y Joaquín. Había sido costurera en na fábrica, pero no tenía empleo. Una noche estaba preocupada porque no sabía qué darles de cenar a sus hijos. “¡Ya sé! Voy a ver a doña Zenaida”. Se refería a la anciana portera del edificio. Salió al patio y llamó a la puerta de doña Zenaida, quien la invitó a pasar y, mientras tejía una cobija de estambre, escuchó el problema. “No te afanes – dijo la anciana _. En el refrigerador hay arroz y picadillo.” Ramona encontró los trastes y los tomó. Antes de salir, doña Zenaida le extendió una bolsa de pan dulce y un cartón de leche. “Muchas gracias, Doña Zena”, le dijo Ramona. Mariana, Ramona y Joaquín cenaron con apetito. Ramona les dijo que al día siguiente tenía una entrevista de trabajo: ¡ya no les faltaría para comer! Luego se levantaron a lavar las cacerolas de doña Zena. En una metieron las pocas galletas Marías que les quedaban. Martha y Joaquín se fueron a dormir. Ramona fue nuevamente a ver a doña Zena para devolverle los trastes.
Le preguntó qué hacía despierta tan tarde. “Ay, hija, es que mañana nace el nieto de la señora de la estética y le prometí una cobija. Pero con estas manos adoloridas no he podido terminarla”. “No se preocupe, doña Zena, yo sé tejer, dijo Ramona. Doña Zena se resistió al principio, pero luego le dio los materiales. Ramona continuó el tejido mientras charlaban. Una jarra de café las mantuvo despiertas y en calor. Al amanecer, cuando estaba saliendo el sol, doña Zena se quedó dormida; a unas cuadras el recién nacido, un hermoso varoncito perfecto en cada detalle, daba su primer grito y la cobija – suave y ligera como la espuma – estaba lista. Todos eran más ricos que la tarde anterior. ……………………………………………………………………………………………………………… ¡PIÉNSALO! ¿Cuáles ejemplos de generosidad contiene este relato? ¿Se limitan sólo a la entrega de objetos útiles? ¿Cómo se relacionan los valores de la generosidad y la gratitud? ¿Qué otros valores encuentras vinculados? ¿Por qué crees que al final de la historia todos fueron más ricos? ¿Cuál de los personajes tenía mayor necesidad de ayuda? PONTE EN ACCIÓN Cada niño o niña de tu salón llevan a diario útiles, algún bocadillo o poquito dinero para comprarlo y en ocasiones sus juguetes. Formen grupos de tres y cuatro personas y compartan las cosas entre ustedes. Ofrezcan algo también a los chicos de los otros grupos. AHORA YA LO SÉ Ser generoso es saber dar sin buscar un provecho personal y también recibir cuando alguien comparte con nosotros. La generosidad puede expresarse a
través de una habilidad, un consejo, simplemente, con nuestra presencia afectuosa en la vida de los demás.
DEFINICIÓN GENEROSIDAD es un concepto que procede del latín generosĭtas y que refiere a la inclinación a dar y compartir por sobre el propio interés o la utilidad. Se trata de una virtud y un valor positivo que puede asociarse al altruismo, la caridad y la filantropía. La persona generosa piensa en repartir aquello que tiene con otros menos afortunados. Su conducta se basa en reconocer las necesidades del prójimo y tratar de satisfacerlas en la medida de sus posibilidades. Por ejemplo: una persona que cena en un restaurante tiene la posibilidad de ser generosa y dejar una propina importante al camarero que lo atendió. En caso contrario, se tratará de un sujeto egoísta o avaro que no tiene en cuenta la importancia de la propina para el trabajador y, por lo tanto, no le interesa el bienestar del otro. A lo largo de la Historia muchas han sido las obras literarias que han abordado el tema de la generosidad y de la tacañería. Entre todas ellas podríamos destacar, por ejemplo, “El avaro” (1668) escrita por Moliére. En ella se nos cuenta la vida de Harpagón, un hombre que lo único que tiene en mente es sumar y sumar dinero. Eso provoca que no sólo no tenga en cuenta a los demás sino tampoco a sí mismo. De ahí que deje de lado sus sueños o sus deseos con el único objetivo de recaudar una importante cantidad de dinero de cara al futuro. Una crítica esta muy dura que realiza contra la sociedad en la que los elementos que priman notablemente son el afán de poder y de riqueza material, frente a valores realmente importantes como la generosidad. No
obstante, también ella se hace presente en la realidad a través de trabajos de ONG´s o de voluntarios que, sin recibir nada cambio, ayudan al prójimo. Además de la mencionada obra también es muy significativa otra que también se ha convertido en uno de los clásicos de la literatura de todos los tiempos. Nos estamos refiriendo a “Un cuento de Navidad”, que el escritor Charles Dickens publicó en el año 1843. En ella se narra la historia del señor Ebenezer Scrooge, un hombre muy tacaño que trata muy mal a la gente y que tiene como única obsesión el dinero. Sin embargo, todo eso cambiará cuando en las fechas navideñas unos fantasmas le hagan recordar su pasado, ver su presente y descubrir su futuro. La generosidad no sólo está asociada al dinero o a lo material. Un individuo puede ser generoso con su tiempo y dedicarse a labores solidarias, sin pedir nada a cambio. Cuidar a un enfermo, limpiar una playa, acompañar a un anciano o dar refugio a un perro callejero son acciones que también forman parte de la generosidad. Puede decirse que la generosidad busca el bien común de la sociedad. La persona generosa no pretende una recompensa por su accionar, sino que hace lo que cree correcto y justo. La lógica de su pensamiento señala que, si todos los seres humanos fueran generosos y donarían parte de sus recursos materiales o abstractos, el mundo sería un lugar mejor.
FRASES DE GENEROSIDAD "De todas las variedades de la virtud la generosidad es la más estimada. Aristóteles. "Los favores rebotan." Cieri Estrada Doménico
"Dar a los demás, sólo por nada, es la más de las veces, simple debilidad" Crane, Stephen "Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores. " Gibran, Khalil "La generosidad humana es un reflejo del amor de Dios." Cieri Estrada Doménico "Como no tenemos nada más precioso que el tiempo, no hay mayor generosidad que perderlo sin tenerlo en cuenta." Jouhandeau, Marcel :"Sólo los necios hablan de desdichas, o los egoístas. La felicidad existe sobre la tierra; y se la conquista con el ejercicio prudente de la razón, el conocimiento de la armonía del universo, y la práctica constante de la generosidad. " Martí, José "La palabra tiene mucho de aritmética: divide cuando se utiliza como navaja, para lesionar; resta cuando se usa con ligereza para censurar; suma cuando se emplea para dialogar, y multiplica cuando se da con generosidad para la humanidad es la virtud de la mujer; la generosidad, la del hombre. El bello sexo, que posee mayor ternura que el nuestro, rara vez tiene tanta generosidad." Siller, Carlos "El hombre es a veces más generoso cuando tiene poco dinero que cuando tiene mucho, quizá por temor a descubrir su escasa fortuna. Benjamin Franklin "De todas las variedades de virtud, la generosidad es la más estimada." Aristóteles "La generosidad consiste menos en dar mucho que en dar a tiempo." La Bruyère
"El pobre está inhabilitado de poder mostrar la virtud de liberalidad con ninguno, aunque en sumo grado la posea." Cervantes "El hacer bien a villanos es echar agua en la mar. Cervantes "Cuando no tengo el coraje de rehusar, devengo generoso Valeriu Butulescu "Sembramos generosidad reconocimientos" Valeriu Butulescu
con
la
esperanza
que
florezcan
"Estamos listos a ofrecer todo, cuando no nos ha quedado casi nada" Valeriu Butulescu Lo malo es que la generosidad también puede ser un buen negocio. Hugo Ojetti Mi generosidad finalmente cede a su odio. Pierre Corneille Quien recibe agradecido da copiosas cosechas. William Blake La falsa caridad, de la cual resulta la mano extendida del "abandonado de la vida", miedoso e inseguro, aplastado y vencido. Mano extendida y trémula de los desharrapados del mundo, de los "condenados de la tierra". La gran generosidad sólo se entiende en la lucha para que estas manos, sean de hombres o de pueblos, se extiendan cada vez menos en gestos de súplica. Súplica de humildes a poderosos. Y se vayan haciendo así cada vez más manos humanas que trabajen y transformen el mundo. Paulo Freire Hay quien se extraña de que por lo común los ricos sean avaros. Y, sin embargo, si no hubieran sido avaros cuando eran pobres, no hubieran llegado a ricos. El procedimiento que conserva es el mismo que cría. Para
encontrar generosidad es preciso dirigirse a los pobres consuetudinarios o a los salteadores de caminos. Rafael Barrett Procuraba que no pasara día sin hacer una buena acción, o acoger en su casa a una persona desgraciada o víctima de una injusticia. De su amor por el bien y de su generosidad se hubiera podido deducir que era rico en dinero y propiedades, cuando la realidad era que no poseía nada, salvo la casa de la derecha del callejón y un trozo de tierra en el campo. Naguib Mahfuz ¡Cuántas lluvias de largueza han caído para que el mar distribuyera perlas! ¡Cuántos soles de generosidad han brillado para que las nubes y el mar aprendieran a ser tan espléndidos! Rumi Me paso un mes persiguiendo colores, ideando formas, sintiendo imágenes y en pocas horas vuelco todo como un torrente. Preparo mis telas o cartones con blanco de cinc, luego con una carbonilla aboceto la obra. Cuando pinto, sin embargo, no me ato demasiado a ese boceto inicial y aprovecho las ideas que tumultuosamente aparecen en el momento. Tampoco me esclavizo al modelo. Yo agrego lo mío al cuadro y si necesito un rascacielos, lo pongo en el horizonte. Me gusta trabajar con generosidad de materia, me expreso con rapidez. La idea parte de una impresión, de un cielo fugaz, de unas nubes pasajeras, de una luz rosada o violácea. Benito Quinquela Martín La virtud y la generosidad son recompensadas de un modo inescrutable. Nelson Mandela ¿Qué le gustaría que la gente piense de usted cuando se haya ido? ] Me gustaría que dijeran que tomó unas cuantas copas de amor, una cucharadita de paciencia, otra de generosidad, una pinta de bondad...Que tomó un cuarto de risa, una pizca de preocupación y, a continuación, mezcló predisposición con felicidad, agregó mucha fe y lo mezcló todo muy bien, extendiéndolo a lo largo de su vida y ofreciéndolo a cada persona merecedora que se encontró en el camino. Muhammad Ali
La generosidad siempre es el mejor camino. Jorge González Moore El que es generoso prospera, el que da también recibe.” - Proverbios 11: 24-25 Ustedes son un faro de esperanza en un mundo que tanto necesita paz, curación, unidad, generosidad e inspiración. —Discurso inaugural de John Furlong, Presidente del Comité Organizador de los Juegos de Vancouver, 2010. Haz todo el bien que puedas, por todos los medios que puedas, de todas las formas que puedas, en todos los lugares que puedas, todas las veces que puedas, a todas las personas que puedas, todo el tiempo que puedas. —John Wesley Conviene, por una parte ser generoso cuando se da y, por otra, no mostrar dureza en reclamar lo que nos deben, y en toda suerte de transacciones cuando vendemos, cuando compramos, cuando damos o recibimos un alquiler, en las relaciones de vecindad en la ciudad y en el campo, manifestarse ecuánime, afable, dispuesto a ceder en muchos casos de su propio derecho, manteniéndose siempre en lo posible y más que en lo posible alejados de los pleitos. -Marco Tulio Cicerón, Sobre los deberes. Fragmento.
Para las almas generosas todas las tareas son nobles. - Eurípides No hay más que uno modo de ser felices: vivir para los demás. -Leon Tolstoi Una persona generosa experimenta placer al dar y compartir sus bienes con los demás sin temor ni egoísmo. -Anónimo Nadie tiene más amor que el que da su vida por los que ama. -Paul Claudel La generosidad no consiste en que me des algo que yo necesito más que tú, sino en darme algo que tú necesitas más que yo.
-Gibrán Khlail Gibrán El que no sirve para servir, no sirve para vivir. -Madre Teresa de Calcuta La generosidad es el deseo de quien quiere, siguiendo el dictamen de su razón, ayudar a los demás. -Baruch Spinoza Para las almas generosas, cualquier ocupación es noble. -Eurípides Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas. No te preocupes de la finalidad de tu amor. -Amado Nervo El regalo más grande es dar una parte de ti mismo. -Ralph Waldo Emerson La generosidad no consiste en dar mucho, sino en dar a tiempo. -Jean de La Bruyère
UNA NAVIDAD PERFECTA
Elementos principales Idea y enseñanza principal La generosidad y la humildad son inseparables de la verdadera Navidad
Ambientación El nacimiento de Jesús
Personajes Un ángel, sus amigos y Dios
Cuento Claudio estaba encantado con el reparto. De entre todas las cosas que había que preparar para el nacimiento de Jesús, a él le había tocado "El altavoz". Y no era un altavoz cualquiera, era el altavoz a través del cuál se oirían las voces de los ángeles y del mismo Dios directamente desde el Cielo hasta la Tierra. Para ser un angelito normal había tenido mucha suerte, porque la mayoría de cosas importantes se les habían encargado a los impresionantes y magníficos arcángeles y otros ángeles de mayor nivel. Pero como todos sabían que Claudio, además de ser un angelito encantador, era un loco de la tecnología, pensaron que sería el más adecuado para inventar un aparato tan complejo. Claudio tenía en la cabeza mil ideas para el diseño, y se puso a trabajar de inmediato. Pero cuando solo llevaba un ratito, apareció por allí Rafael, uno de sus arcángeles favoritos - ¿Puedes echarnos una mano con el palacio, Claudio? Necesitamos una puerta que se abra automáticamente al paso de María y José. - ¡Claro! - dijo tan dispuesto como siempre - Esto que estoy haciendo puede esperar.
Varios días le llevó al angelito completar la difícil puerta, y otros tantos más ir completando los muchos inventillos que siguió pidiéndole Rafael. Pero el resultado mereció la pena: construyeron un palacio digno del mayor de los reyes que fuera a pisar la tierra. Tanto, que cuando no miraba nadie, los ángeles se asomaban desde el cielo para poder admirarlo. Andaba Claudio de regreso para ponerse con su altavoz, cuando el arcángel Miguel lo vio a lo lejos. - Claudio, por favor ¿puedes ayudarnos con unos retoques de vestuario? Queremos que cuando suenen los cantos del coro los vestidos de quienes los escuchen reluzcan con oro, piedras preciosas y luces de colores, y que las ropas de María, José y el Niño ondulen al ritmo de la música. - ¡Qué idea tan magnífica, Miguel! Eso quedará estupendo. Voy enseguida a ayudaros. Tardaron también varios días en completar todos aquellos efectos de vestuario, pero no podían haber hecho algo más bonito. Venían angelitos desde todos los rincones del universo para contemplar aquella maravilla y felicitar efusivamente a Miguel. También Gabriel pidió a Claudio que le ayudara con los efectos de luz y sonido para el coro celestial. Y luego llegaron los querubines con sus mil peticiones, y otro montón de ángeles de niveles superiores con encargos tan importantes que Claudio no podía dejar de ayudarles. Y todo quedó tan perfecto y maravilloso, que los ángeles se felicitaban unos a otros muy satisfechos y orgullosos, y esa misma noche, la anterior al nacimiento, lo celebraron una gran fiesta. Pero Claudio no pudo asistir, pues después de tantísimo trabajo, recordó que su propio encargo, el altavoz ¡¡aún no estaba ni empezado!!
Allí se quedó solo Claudio trabajando a toda prisa en su altavoz, oyendo de fondo la música de la fiesta. Trabajaba con lágrimas en los ojos, sabiendo que no iba a llegar a tiempo, y entonces apareció a su lado el mismísimo Dios. - Hola, mi querido Claudio ¿qué haces aquí que no estás en la fiesta? El angelito, avergonzado, solo mostró su altavoz a medio hacer y los ojos llenos de lágrimas. - Ya veo. Sé que estuviste ocupado ayudando a otros, pero ¿no viene nadie a ayudarte? - Bueno, están celebrando una gran fiesta y se lo merecen- respondió Claudio-. Han trabajado mucho y todo ha quedado magnífico. Además, no podrían ayudarme aunque quisieran, este invento es muy complicado. - Hmmmm- fue lo único que dijo Dios mientras daba media vuelta. No parecía especialmente contento. Claudio estaba aterrado. Sabía que solo llegaría a tiempo si Dios decidiera ayudarle, pero se moría de vergüenza de pedírselo. Como si leyera sus pensamientos, Dios se volvió para decirle: - Bueno, hazlo lo mejor que puedas. Pero sobre todo, que suene fuerte. Claudio no tuvo tiempo. Era justo la hora cuando terminó de unir todas las piezas, y llegó a su sitio por los pelos, en el mismo momento en que Gabriel daba la señal para comenzar. El coro aclaró sus voces y, por un segundo, todos fijaron sus ojos en Claudio. El angelito los cerró, dijo una oración, y encendió el altavoz a toda potencia. ¡¡BOOOOOOM!! Una tremenda explosión sacudió el cielo, que se abrió para dar acceso a la tierra y transmitir el canto de los ángeles. Pero la fuerza de la explosión fue tan grande que se extendió como un terremoto y un huracán sobre la tierra, arrasando todo lo que habían preparado: el palacio se vino abajo y solo quedaron los restos de algunas paredes; el lugar apareció frío, incómodo, sucio y desordenado, e incluso los bellos vestidos de todos los que verían al niño volaron por
los aires y quedaron hechos unos trapos. En unos segundos, lo único que quedó de todo lo que habían preparado fueron las voces del coro celestial, y un destello brillante en el cielo, el del gran altavoz que ardía lentamente. Nadie en el cielo se atrevió a decir nada. Sólo miraban al avergonzado Claudio con pena y decepción, avergonzados ellos mismos por haberle dejado tan solo. Pero entonces nació el Niño, y en lugar del llanto que todos esperaban, una alegre risa inundó el cielo y la tierra. Una risa que se contagió a todos, y que les hizo saber que Dios estaba encantado con aquella preparación, mucho más pobre, pero hecha por Claudio a base de ayudar a los demás olvidándose de sus problemas. Y como si esperasen que algo así fuera a suceder, los tres arcángeles susurraron para sus adentros: "Este sí que es el estilo del Señor. Todo ha salido perfecto".
Autor. Pedro Pablo Sacristán