Colegio Anglo Colombiano UNA PUBLICACIÓN DE
Contenido 2 Cien Años de Soledad: Más que Realismo Mágico 6 Al Asesino ileso 10 Cartas a mí 12 Coplas de la Soledad 14 De mutación a mito 17 Guerra Mundial III 18 Una aventura en París
Año 16 No. 17 / 2013 www.anglocolombiano.edu.co
20 Cuentos de Leopoldo Forero 23 Many Beauties 25 El retrato de Amelia
RECTOR Alan Shanks
28 Juego de amor y muerte en Cien Años de Soledad 31 Entrevista a Conrado Zuluaga
DIRECCIÓN DE LA REVISTA Álvaro A. Rodríguez S.
35 Instrucciones para Mentir 36 Cien Años de Soledad: Más que Realismo Mágico
DIRECCIÓN DE ESTE NÚMERO Álvaro Rodríguez Ruiz
40 La creación del señor Philips 42 El Reloj de la Vida
DISEÑO COLLAGE CARÁTULA Eduardo Gómez
45 Porque Aunque Quisiera, yo no Escojo 46 Reflexión
ASESORÍA Jenny Pineda Fierro
47 La Muerte del Patriarca 48 Cien años de soledad
DISEÑO Y MONTAJE Alix Ospina Paladines alixosp10@hotmail.com Las opiniones expresadas, pertenecen a sus autores y en nada comprometen al Colegio Anglo Colombiano
50 Una Luz Dentro de mí 53 Crucigabo 57 ¿Por qué leer Cien Años de Soledad?
Editorial.
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uánto más tendremos que esperar para reavivar esa euforia que se infundió el jueves 21 de octubre en 1982, donde más de trescientas emisoras hicieron alarde con el anuncio del galardón de la Academia Sueca que recibía el novelista, cuentista, guionista y periodista de origen costeño, Gabriel José de la Concordia García Márquez, conocido como Gabo -apócope de Gabito e hipocorístico guajiro para Gabriel-, como lo promulgó Eduardo Zalamea, subdirector del diario El Espectador.
Esa euforia debió contagiar no solo a los más cercanos vecinos, sino a compatriotas desconocidos que, a través de la sonrisa por el homenaje, los convirtió en transeúntes elocuentes anónimos que tuvieron un tema por hablar y unas obras, quizás desconocidas completamente, por leer.
Dicen que no había lugar donde no se hablara del hecho; que fueron los taxistas con sus bocinas quienes cumplieron su papel de juglar, promulgando la noticia en lugares lícitos y públicos como mercados, parques; llegando incluso la noticia a lugares públicos y vituperados como prostíbulos.
Cómo no iba a existir esta euforia si en América Latina solo habían recibido premio Nobel Gabriela Mistral (1945), Miguel Ángel Asturias (1967), Pablo Neruda (1971) y Octavio Paz (1990) –vendría después Mario Vargas Llosa (2010)–.
Cómo no iba a existir esta euforia si era el primer Nobel para Colombia – y hasta ahora el único, igual que Guatemala, México y Perú; dos galardonados tiene Chile, 7 Suecia, 6 España e Italia, 8 Alemania, 11 Estados Unidos y Reino Unido, 14 Francia–.
Sus obras plasmaron los relatos que sus abuelos le transmitieron desde la infancia: las del veterano coronel Nicolás con sus paseos al circo, al cine y sus historias de guerra; más la invidente abuela Tranquilina con sus fábulas y leyendas familiares. Tampoco hay que descartar su primera inspiración, la joven y bella profesora Rosa Elena, y la del suscito profesor de literatura, Carlos Julio Calderón.
De ese tipo de relato queda poco. Eso se puede comprobar en nuestros actuales escritores: Piedad Bonnett, Laura Restrepo, Evelio José Rosero, Juan Álvarez, Mario Mendoza, Santiago Gamboa, Efraín Medina, Sergio Álvarez, Juan Gabriel Vásquez, por nombrar unos pocos; y en nuestros prosistas adolescentes, quienes desde ese mundo creado a distancias del salón de clase, son voceros de una generación, cuyos temas ya no son los relatos sorprendentes de sus ascendientes, sino el retrato de un mundo individualista como es la realidad citadina, el humor ácido, los relatos vivificados e influenciados por la música urbana, como dice Andrea Vergara.
Esta edición hace alarde al análisis, comentario, crítica y producción que inspira nuestro premio Nobel. Sea usted parte de este grupo de lectores que valora a este prometedor grupo de letrados.
Editorial
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Cien años de soledad Más que realismo mágico
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ara el desarrollo del siguiente ensayo partiré de la sentencia de que Cien años de soledad es mucho más que realismo mágico. De hecho –y a pesar de que usted pueda llegar a calificar esta propuesta como arriesgada- considero que es importante dejar de ver el realismo mágico como la columna vertebral de la obra, porque a mi manera de ver, señalar que la obra es sencillamente un exponente del realismo mágico, es limitarla, relegarla a un universo literario demasiado estrecho. Como diría el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez: “la etiqueta más nociva de la novela, es la del realismo mágico” (Vásquez, 2009, p. 32).
Es por esto que propongo que se deje de ver Cien años de soledad como la novela que maravilla por su vinculación con el realismo mágico y que se empiece a ver como la novela cuya importancia recae en su capacidad de transmitir la realidad colombiana a partir de la fusión entre la literatura y la historia. Que se empiece a ver el realismo mágico como un elemento relativo de dicha fusión, pero que no llega a ser el componente fundamental de la novela.
En resumidas cuentas, mi propuesta es que, contrario a dejarse hipnotizar por la belleza del realismo mágico, usted encuentre en la novela de García Márquez una obra capaz de transmitir de manera acertada la realidad de este país a partir una narración exagerada de la historia: a partir de la exaltación histórica.
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Ensayo
Por: María Emilia Gouffray ¿Pero cómo definir el concepto de exaltación histórica? Partiré de la noción de Vásquez de que existe la posibilidad de una novela histórica cuyo “patrimonio está en la libertad, la suprema libertad del creador de ficciones, que le da derecho para modificar las cronologías, cambiar los escenarios, destruir las casualidades” (Vásquez, 2009, p. 38). Similar a lo que Juan Gabriel Vásquez llama el arte de la distorsión, yo defino la exaltación histórica como la exageración y alteración de la historia, sin que se pierda la veracidad de los hechos. Y es precisamente en el mantenimiento de la veracidad, que el arte de la distorsión y la exaltación histórica se anteponen. Porque la distorsión involucra una modificación de los hechos, mientras que la exaltación sólo involucra la exageración de los mismos.
La segunda propuesta de Vásquez que considero relevante pero incompleta, es la de leer Cien años de soledad como novela histórica. No me malinterprete. No es que considere que la obra de García Márquez no es una novela histórica, todo lo contrario, Cien años de soledad es, ante todo, una novela histórica. Pero indicar que es solamente una novela histórica, es casi tan perjudicial como encasillarla dentro del marco restringido del realismo mágico. Y como ya usted sabe, Cien años de soledad es mucho más que realismo mágico y, consecuentemente, no puede ser sólo realismo mágico ni novela histórica. Cien años de soledad es realismo mágico, novela histórica, exaltación histórica, transmisión de la realidad y crítica social.
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Me es fácil adivinar lo que está usted pensando.
¿Cómo es posible señalar que Cien años de soledad es transmisión de la realidad y crítica social?
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Y al leer la siguiente frase de Gabriel García Márquez, usted quedará aún más confundido:
… tengo muchas reservas sobre lo que entre nosotros se dio en llamar literatura comprometida, o más exactamente la novela social, que es el punto culminante de esta literatura, porque me parece que su visión limitada del mundo y de la vida no ha servido, políticamente hablando, de nada. Lejos de apresurar un proceso de toma de conciencia, lo demora. Los latinoamericanos esperan de una novela algo más que la revelación de opresiones e injusticias que conocen de sobra. Muchos amigos militantes que se sienten con frecuencia obligados a dictar normas a los escritores sobre lo que se debe o no se debe escribir, asumen quizás sin darse cuenta, una posición reaccionaria en la medida en que están imponiéndole restricciones a la libertad de creación. Pienso que una novela de amor es tan válida como cualquier otra. En realidad, el deber de un escritor, y el deber revolucionario, si se quiere es el de escribir bien. (Lukavská, 1991, p. 4)
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Sin embargo, y a pesar de García Márquez, he ahí lo que en mi opinión es la columna vertebral de la obra: la transmisión de la realidad y la crítica social. Yo me adhiero al pensamiento de Vargas Llosa quien considera “el descontento del escritor con la realidad y la necesidad de crear otros mundos como la principal fuerza motriz de su creación literaria.” (Lukavská, 1991, p. 3) Es el “descontento del escritor con la realidad” lo que lo lleva a exagerarla y por alguna misteriosa razón a través de esta exageración, a descubrir una realidad más cercana a la percibida por el colombiano.
En su ensayo ¿Lo real mágico o el realismo maravilloso? Lukavská habla de la aspiración de García Márquez de transformar su experiencia empírica en lo maravilloso por medio de recursos narrativos y su fuerza imaginativa (Lukavská, 1991, p. 3). Yo creo que el propósito de García Márquez es lo inverso a lo expuesto por Lukavská: creo que García Márquez busca reflejar una realidad con mayor autenticidad a partir de lo maravilloso, y que el realismo mágico y la exaltación histórica son instrumentos que facilitan la transmisión de esta realidad. A través de la exageración de los hechos se hace más explosiva la reacción del lector ante la realidad, y a partir del realismo mágico se percibe con mayor claridad la esencia latinoamericana, se construye una identidad. La crítica social se tiene como derivación de dicha transmisión, y a mi manera de ver en ella está lo trascendental de la obra. Porque si de algo sirve la literatura, es para hacernos pensar. Es por esto que me costaría trabajo imaginar que García Márquez escribe sin ningún propósito, que su literatura es inocente, y me costaría mucho más trabajo ver Cien años de soledad como una novela sin objetivo.
Ya expuesta mi propuesta, lo único que queda es comprobar la validez de la misma tomando como ejemplo el capítulo que narra la masacre de las bananeras y que considero es una muestra fiel de lo manifiesto.
García Márquez no quiere que su literatura sea víctima de una visión limitada, que sea subjetiva. No pretende que su literatura sea catedrática, ni que se convierta en el texto revolucionario por excelencia. García Márquez no es insensato: es consiente de que se está enfrentando a uno de los acontecimientos más atroces de la historia colombiana, uno de los incidentes que más polémica han desatado, y que puede caer con facilidad en una prosa derivada de la indignación. Pero actúa con cautela, no se permite el fanatismo y a fin de no caer en la escritura de tendencia proselitista,
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Me atrevo a decir que esta narración alternada es una distracción, algo así como un recurso utilizado por el autor para que su obra no se convierta en otro exponente más de novela social, para que no se perciba la exasperación del autor como derivación de una narración apresurada del acontecimiento. Sin embargo, con esta historia paralela García Márquez no pretende quitarle importancia al suceso. Por el contrario, Márquez se vale de una frase introductoria sugerente, que seguida por la narración del otro acontecimiento, genera expectativa, incrementa la tensión:
Los acontecimientos que habían de darle el golpe mortal a Macondo empezaban a vislumbrarse cuando llevaron a la casa al hijo de Meme Buendía. La situación pública era entonces tan incierta que nadie tenía el espíritu dispuesto para ocuparse de escándalos privados… (Márquez, 2012, p. 291)
¿Golpe mortal? ¿situación pública incierta? La decisión del escritor de dejar esta incógnita a la deriva es esencial para despertar la curiosidad del lector y para otorgarle relevancia al suceso. Pero hay algo más que pura técnica literaria. La elección de adjetivos por parte del autor es intencional: define la postura del mismo ante el acontecimiento. Durante la narración de la historia paralela, García
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Márquez se vale de otras frases sugestivas para incrementar el interés del lector y para imprimir –de manera casi imperceptible– su postura ante lo que está por acontecer. Pero la frase de mayor relevancia, es la pronunciada por Úrsula cuando Aureliano Segundo le informa que desde la noche del atentado, se desconoce el paradero de José Arcadio Segundo: -Lo mismo que Aureliano –exclamó Úrsula-. Es como si el mundo estuviera dando vueltas. (Márquez, 2012, p. 295)
La crítica es evidente García Márquez reprueba la tendencia del gobierno a repetir su historia, a repetir las guerras y las masacres. Y después de todo, la masacre de las bananeras será sólo un crimen más que quedará bajo la impunidad.
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abre el capítulo quince con una frase que hace alusión al gran acontecimiento, pero inmediatamente pasa a distraer al lector con una historia paralela. El capítulo consta de 20 páginas (de la página 291 a la página 311) de las cuales 7 son utilizadas para la narración del trágico desenlace de amor entre Mauricio Babilonia y Meme, la partida de Meme a la capital y la llegada del hijo bastardo de Meme: Aureliano Babilonia.
Pero cuando hablo de Cien años de soledad como crítica social, hablo de la sátira de la que García Márquez se vale para narrar el suceso de la masacre, hablo del exquisito manejo de la ironía y el sarcasmo, hablo (y tal vez con este ejemplo a usted le quede más claro) del encarcelamiento de José Arcadio Segundo y Lorenzo Gavilán y su rápida liberación “porque el gobierno y la compañía bananera no pudieron ponerse de acuerdo sobre quién debía alimentarlos en la cárcel” (Márquez, 2012, p. 297). Hablo de la extensa descripción de la situación de los trabajadores, cuya inconformidad estaba fundada en “ la insalubridad de las viviendas, el engaño de los servicios médicos y la iniquidad de las condiciones de trabajo” (Márquez, 2012, p. 298). Hablo de la astucia de los “ilusionistas del derecho” quienes “demostraron que las reclamaciones carecían de validez porque la compañía bananera no tenía, ni había tenido nunca ni tendría jamás trabajadores a su servicio, sino que los reclutaba ocasionalmente y con carácter temporal”(Márquez, 2012, p. 299). Hablo también de la explosión de cólera que tanto se hizo esperar, y que finalmente se desata
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cuando el capitán les ofrece a los huelguistas un minuto más para escapar de la balacera: “-¡Cabrones!-gritó-. Les regalamos el minuto que falta”. (Márquez, 2012, p. 303)
Pero sobre todo, hablo de la exaltación histórica que hace más explosiva la reacción del lector ante el acontecimiento. Hablo, por ejemplo, del diálogo entre José Arcadio Segundo y la dueña de la cocina que expedía un olor a café, en el cual se exagera la indiferencia, y consecuentemente, se refleja el olvido, el engaño por parte del gobierno, la credulidad de la sociedad, su incapacidad de cuestionarse, su constante evasión a la realidad: -Debían ser como tres mil –murmuró -¿Qué? -Los muertos –aclaró él-. Debían ser todos los que estaban en la estación. La mujer lo miró con una mirada de lástima: “Aquí no ha habido muertos”, dijo. “Desde los tiempos de tu tío, el coronel, no ha pasado nada en Macondo”. (Márquez, 2012, pp. 305, 306)
Pido su perdón. Tal vez me he extendido un poco y está usted cansado. Pero me voy a permitir una última declaración:
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i usted se encuentra entre aquellos que prefieren leer Cien años de soledad bajo los parámetros del realismo mágico, si se encuentra entre aquellos que prefieren una lectura tranquila, una lectura por decirlo así, pacífica, bienvenido sea. Pero si usted se encuentra entre aquellos que prefieren leer Cien años de soledad como un exponente del realismo mágico, como un exponente de novela histórica y como una crítica a la violencia, a la injusticia social, al despotismo y a la amnesia, lo felicito: usted no se ha dejado hipnotizar por la simplicidad de lo maravilloso y le ha abierto las puertas a una lectura profunda, a una lectura con sentido.
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Ensayo
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AL ASESINO
ILESO
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Por:Hamann
La tarde fría del ocho y veinte de septiembre de mil ochocientos treinta y nueve se desplegaban las velas de un pequeño bote que navegaría desde un punto en la hacienda S. a otro. Era el viaje rutinario en estas tierras recién exploradas. Era el viaje rutinario del pequeño barco. Era el viaje rutinario de su capitán. Era el viaje que constaba de la vida y la muerte para el capitán. Si él no navegaba río arriba y río abajo todos los días, lo sacarían de la hacienda y lo dejarían para que se lo comieran los tigrillos o los indios. La idea lo aterraba, y sentía que sus piernas se volvían puré de papa cuando el terrateniente se lo repetía todas las mañanas, y por las noches cuando ya estaba cansado de navegar el río. Sin embargo, era mejor eso, que ser destrozado vivo. Escalofríos le acariciaron su piel. Hacía frío. Más que el rutinario. Olía a nuevo, a agua, a frío. El sol llevaba bloqueado desde que amaneció, pero ahora sí se sentía la amenaza de una tormenta. Luego, el viento levantó un Querido lector, voy a reportar un homicidio. pequeño olor a pasto quemado. Fuego. Venía Dirá usted, “es otra de esas historias de muerte”, del oeste, pero, no podía estar seguro, dado que y así es. Es otra historia de muerte, pero de una el sol no se asomaba. Y la única brújula estaba invisible, que actúa lentamente, que estrangula en el costado de río arriba de la hacienda. El a la víctima hasta no dejarla respirar. No, no son agua levantaba un pequeño olor a recuerdo, historias de venenos ni ninjas ni filos invisibles. No, es la historia de un asesino en pero, estaba lejos aún. Ahora serie, que es implacable, y que aquella roca tenía el color del El asesino, número jamás ha sido capturado ni juzgado pálido techo de madera que cubre por un tribunal en los últimos cuatro su cabeza en la noche. El color uno, ileso, es, el mil años. Así es, es un asesino turbio del agua, un café claro, le Amor. legendario, el causante de la guerra recordaron los ojos de aquella Sí, sin trompetas de Troya, el causante de la ridícula muchacha que le sonríe todos los muerte de Romeo. ¿Necesita que se días. Ahora, el agua, huele al barro anunciando su lo grite? O ¿Ya lo tiene? En llegada, ni tambores que es utilizado para recogerla, y cualquiera de los dos casos, lo que lleva ella desde el río hasta la que anuncian un delinearé paraque sea obvio y no hacienda de vivienda. haya confusiones más adelante. espectáculo. Nada, a melancolía que emana de las rosas es indescriptible. Parecen seres dulces, de pétalos suaves y lujosos. De colores seductivos como ningún otro. Pero acabaron con ellas. Hicieron que las verdaderas rosas fueran opacadas por las nuevas, que aparentan ser igual de suaves y seductoras, pero en vez de un tallo liso y sensual, esconden espinas que lentamente desangran al descuidado. No es culpa de nadie más que de los gusanos, que no se pudieron conformar con las dulces y suaves rosas originales, y se pusieron a arrancarlas y a destrozarlas. Las rosas a su vez, crecieron espinas y se defienden en contra de los gusanos, y sin embargo siguen siendo destrozadas eternamente. Hoy día quedan pocas rosas suaves, así como quedan pocas orugas de mariposa monarca.
para el asesino más amado de todos.
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Cuento
Tal vez, Él estaba pensando en ella. Pensaba la criada del agua. Hay algo en ese pelo café oscuro, como el grano de café recién tostado, enredado como la maleza que se hacía pasar por jardín. Ella estaba encargada de traer el agua. Pero eso no duraría por mucho tiempo más. No tardarían en poner un pozo. Y luego quién sabe, los ingleses se inventarían algún método para transportar agua de un lado a otro. Y entonces, ya sería obsoleta. Era triste pensar en ese prospecto ahora. Tal vez no volvería a ver a ese pelo de color café tostado, esos ojos de chocolate oscuro, ni la esbelta figura de aquel muchacho que remontaba ese barco de juguete de un lado a otro de la hacienda. ¿Qué hacía ella ahí, más que ocupar espacio? Sería de ella la primera persona de la cual se desharían sus empleadores. Ambos estaban equivocados. Lo que los mataría no sería ningún indio ni ningún hacendado. Serían ellos mismos los responsables de sus muertes.
En ese momento cerré el libro. No estaba dispuesto a soportarme otra historia de amor trágico para la clase. Era suficiente que nos hubieran tratado de enamorar con la patética historia de Romeo y Julieta. Y ahora, una historia, que parecía ser de nuestra patria, me aburrió de sobremanera. Esos autores que delatan el final de la obra cuando apenas empiezan, prolongan el sufrimiento del lector, pues saben qué va a pasar, y saben exactamente cuando. En ese primer instante, me acogió un sentido de odio por el amor. No se qué hizo que me sintiera así. No se si fue la insensibilidad de Adriana, el hecho de que no me creyese, el hecho de que me ignorara, o el hecho de que me estaba hiriendo más de lo que jamás aceptaría. Voy a limitarme a decir, los ángeles deben morir. Y estoy completamente seguro de que Adriana, era parte de este grupo de ángeles, que simplemente están para enamorar a los desprestigiados, a los maltrechos, y a los que no somos como los demás. En estos pensamientos me hundí, y me ahogué en ellos. Me di cuenta de que este ángel, ese ser tan perfecto, me estaba tratando de herir. Y no era un intento de herido como las demás veces,
sino un herido de muerte. En ella debí de haber confiado mi vida, y le entregué las herramientas para que me apuñalara en donde más es doloroso para alguien como yo.
En el orgullo casi patriótico que sentí en ese momento en el que le mandé la carta, que había escrito con esfuerzo, que había escrito con amor, que había escrito con coraje, rebozaba. Mi corazón temblaba en emoción, en satisfacción casi absoluta. Pero no me acordé de que escasamente tenía ánimos para seguir trabajando, para vivir, y me olvidé que era contento en su compañía, ambos ignorantes de lo que pensaba el otro. Cometí un error. Un error. Un error que me costó una amistad valiosa para mi. Cuando descubrí mi error, ya era tarde. Habían pasado ya dos días de silencio, de hielo punzante. Dos semanas. Dos semanas en las cuales no pude sentir nada más que el dolor físico del silencio. Dos meses. Dos meses de lágrimas secas, pero teniendo las ansias de poder llorar. Dos segundos. En sólo dos segundos perdí a la persona más importante de mi vida. Y sólo necesité otros dos segundos para darme cuenta de mi error. Dos segundos más y decidí no retroceder. A los ocho segundos estaba decidido a enfrentar lo que saliera de las fauces de mi amada. No estaba preparado. Nunca lo estuve. Nunca lo estaría. Y la extrañé. Tanto. Pero no me pude definir, si de verdad la amaba, o la odiaba. Quise retomar el libro. Leer estos romances me haría sentir como mierda. Y me sentiría inepto, porque un personaje ficticio me estaba echando en cara el hecho de que fracasé, y fracasé más duro de lo que debí. Recordé también en ese momento aquella fatídica tarde en la que la conocí.
Si hubiese sabido que lo que ocurriría esa tarde, me hubiera abstenido del daño que nos íbamos a hacer. Pero los dioses no me dieron el don de la clarividencia, y por más que crea que tengo una especie de sexto sentido, no lo tengo. Por lógica, hubiese asumido que esta niña oscura de
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carácter, divertida y seria, inmadura con unos y madura entre otros, no tendría un novio propio, pues conocí gente así, y son del estilo que muy pocos las entienden. Claramente, la lógica que utilizo me lleva a conclusiones falsas, y no me dejó superar el shock de cuando descubrí que la sombra que la acechaba no era propia, sino de otro, otro más.
Quisiera reconocer que he cometido muchos errores en mi vida. Y uno de los más grandes que pude cometer, fue coger a una niña fea, escuálida, con complejos de superioridad, y complejos de atención como un rebound para olvidar a aquella otra que me asedió el corazón por casi un década, y convertirla en un monstruo egocéntrico, y mortal. De introversión, y calma, a locura extrovertida, pensé que lo conocía todo. No era así.
Comprendía el mundo según lo vivía. Entendía el mundo según lo quería entender. Para mi, todos estaban en contra de aquellos que me hicieran daño, porque entenderían lo que es sufrir por el amor. Claramente esto pasa sólo en la circunstancia en el que me hiciera el sufrido, y si hacía una campaña de desprestigio en contra de la que me asedió el corazón por tantos años. Le cuento, estimado lector, que aquellas decisiones, y aquellos pensamientos son típicos de un joven de trece o catorce años de edad. Puedo entonces entrar en confianza con usted, y le digo que sin esas decisiones, jamás estaría usted leyendo todo esto.
Y hubo un momento en que odié la separación, odié al amor, y odié al amigo que permití que tuviese una relación con aquella que amé por casi una década. Y cuando comencé el octavo grado, me dediqué a escribir. Escribí la historia de lo que me hubiera gustado que pudiese haber pasado. Fue una historia loca, sin trama, inmadura, y poco abusiva de las personas que eran mis compañeros en la soledad. Y la amé, mientras escribía, y la amé, y el amor fluía en
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esas páginas, con mi letra desfigurada por la pasión, el odio, y la horrible sensación de una satisfacción beneplácita que me proporcionaba llenar páginas, y páginas de capítulos parrafales. Hubo asesinatos, mentiras, venganza, desapariciones, peleas, amor. En una palabra, hubo drama. En ese momento, me di cuenta del potencial imaginario ficticio dramático de mi mente, y justo cuando iba a acabarse septiembre, y comenzó octubre, superé un asunto que me asedió por años.
Y lo escribí, y desaparecí a Natalia (pues así le puse al amor decénico, en honor a Guerra y Paz). Conocí la belleza oculta que después me llevaría a conocer a Adriana. Ojos verdes azules, en los cuales la maldad inocente se oculta, como en pozos sin profundidad, de donde podría emanar una reina malévola y con su cetro congelar lo que toque. El tiempo pasaba más lento en esos ojos, y la jovialidad con la cual miraban ocultaban el verdadero desdén que plagaba sus pensamientos. Ella, Emilia, para bien y para mal, habría de convertir un mundo sin esperanza, en uno que anhela la suave caricia del sol.
Apropiadamente, la bauticé de esta manera para las conversaciones con la amiga de vital importancia, a la que me referiré de ahora en adelante como Elena. Ella no se llama Elena, pero eso no importa, porque este nombre servirá el propósito de ocultar su identidad. Y entonces Emilia Sol, me sacó efímeramente de la depresiva soledad que se imponía opresivamente sobre la ficción que escribía. Pero pasé de una ficción a otra, y así estuve. Y escribí la ficción que hubiese querido tener con Emilia y con Natalia, y cuando desperté, de la coma que me había causado ese trágico accidente, aquel último día de primavera, respiré, y el mundo no se había acabado. Todo había sido un sueño.
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Al momento, sentí un vacío. -Mierda, no he comido. Me levanté inmediatamente de mi sillón y caminé hacia la cocina a servirme un pan con Nutella. Mientras esparcí el cremoso chocolate sobre los intestinos ásperos del pan, pensé en la maravilla que es tener un tarro de chocolate esparcible, y que a la vez, supiera tan rico, que hostiga al segundo pan entero que te comes seguido. Cuando acabé la tercera rodaja de pan, fui a la despensa, me agaché, y cogí una Ginger Ale. En cuanto la destapé, y olí el aroma suave y ásperamente dulce de la bebida, me sentí mal.
-Ele, he tenido un sueño de lo más clarividente que podría haber tenido. No he soñado con muertos, ni con eventos. He soñado con la luz. He soñado no con el sol, pero con algo que me va a mover la tierra. Pero no es solamente algo, es alguien. Podrás decir, ¿pero, si estás loco Daniel? Y, sabes, probablemente lo esté. Pero he soñado con una muchacha, una muchacha, varias veces ya, y estoy seguro que ya es una señal. No sé quién es, ni qué hace, ni cuándo la encontraré, pero sé que cuando lo haga, y la conozca, me entregaré sin reservas a ella. La amaré, y la amaré como nunca he amado.
frustración. Elena vio cómo perdí para siempre mi primera novela parrafal. En cuanto recordaba la sonrisa de Natalia Luna, o los ojos intensos de Emilia Sol, me distanciaba de lo que me quedaba, y me sumía en mis pensamientos. Pensaba que tal vez, por divina obra de los dioses, Natalia me devolvería la historia, y se la entregara Elena, o a mi, o a Camila, que desde ese momento se entrometió en mi vida, y como un pájaro que se estrella con una ventana de un balcón abandonado, se quedaría ahí, hasta después de pudrirse en su tumba.
Sólo después de darme cuenta de que el mundo no se acabaría con ese vacío que sentí, ni que el mundo es infinito, como lo pensé, no me importó si tenía o no tenía esa novela parrafal, porque en serio no importaba. Era una pieza efímera, primaveral, un capullo de lo que podría llegar a ser. Y como una oruga que necesitó de un capullo para convertirse en mariposa, usé las primeras piezas de mi literatura para engordar, envolverme en un capullo.
Y tejí un capullo fantástico. En él nadaban versiones propias de elfos, y seres evolucionados de osos humanoides. La trama era larga, lo suficiente para una serie de por lo menos nueve libros. Y perdí eso también.
Elena se reía de mi ingenuidad. Era diciembre, y ese mismo año había completado la ficción de Natalia Luna y Emilia Sol. Me sentí vacío, ante la risa de Elena. Nos conocíamos desde hacia más de tres años. Hemos sido inseparables desde entonces. Hasta llegué al punto de considerarla mi hermana. Ella estuvo ahí cuando mi universo colapsó, cuando perdí todo lo que creí que tenía, y me ayudó a refugiarme en las letras, la tinta mojada, y las hojas cuadriculadas que utilicé para escribir esa primera novela parrafal, que juré que iba a tener conmigo para siempre, y que jamás la abandonaría como mi universo me abandonó a mi.
Sentí el vacío al recordar que había perdido la novela. Elena comprendió mi sentimiento de
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Cuento
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Cartas a mi Por: Mateo Hamann Sanclemente
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ería imposible decidir. No solo decidir, sino decidir bien. Elecciones, decisiones. Yo elijo lo que me conviene. ¿Cierto? En cierta medida escojo lo que escojo porque es lo bueno para mi. Pero eso es mentiras, y lo sabemos bien. Tú y yo, compañeros inseparables, tú y yo, somos uno. Yo soy tú, y tú eres yo. Pero a veces somos tan diferentes, tan marcados por la distancia que nos separa, tan marcados por tu encierro, yo tan marcado por mi bondad desgarradora, mortificadora, asesina, casi irreparable. Tanto tú como yo sabemos que esta bondad, esta debilidad, esta despreciable característica de tu alma débil y sensible, perdón, de nuestra alma débil, fuerte, sensible, y arrogante. Tú eres diferente a mi, pero eres yo. No te diste cuenta ya que eres mi apoyo, mi bastón que no me deja caer, mi armadura de diamante, guardada, y dejada atrás por los que en otrora quisieron cambiarme, perdón, Cambiarnos. Carne y Vestidura, somos nada el uno sin el otro. Eres tan parte de mi, como yo de ti, y nos complementamos. Serás el fuerte cuando nos caiga el mundo encima, y yo te mantendré ocupado con mis sensibilidades.
No importa, no importa que ellos no te entiendan. Yo sí te entiendo, y te apoyo. Te mantengo ahí cuando necesitas vivir, cuando necesitas fuerza. ¿Necesitas venganza? Consúltame, yo te doy lo que quieras cuando quieras, y te ayudo en la medida de lo posible. Te perdono que me hayas abandonado, encerrado en el último rincón de tu palacio mental, donde cada recodo es casa para una sorpresa, y aun así pareces poco interesante y simple. No te aprecias, no aceptas que tienes un talento. Vamos, por más promedio que seas, por más débil, fuerte, sensible, duro, arrogante,
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Cuento
humilde, impedido para las matemáticas, hay algo que te hace especial. ¿Qué es? Yo no sé, no soy quien para determinar tu talento. Eso lo haces tú. No yo. Dale, escribes. Pero, ¿estás seguro que eso es lo que te define? ¿Sí? ¿Seguro? Entonces hazlo. Escribe. Sácate del pecho lo que tienes que decir. Dile a ella lo que sientes, escríbeselo. Dale, ¿no es eso lo que tú haces? Escribes, inventas, creas. Tú sabes qué historias son las más agradables, las que no lo son, las que tal vez sean solo para ti. ¿Pero quieres escribirle una carta llena de tus sentimientos? No te lo aconsejo. Recuerda, el amor no es lo tuyo. ¿Seguro? Puedes escribirle entonces.
Si pudiera dirigirme a ella directamente, si le pudiera hablar, oír su voz, oír esa melodía, tal vez, tal vez le escribiría, pero la fría indiferencia de las aguas de su atención no son de mi agrado. No necesito el frío de Newfoundland para amar, ni me sirven las aguas gélidas del Loch Ness. No. Ni es suficiente el agua calentada de un géiser, porque ya demasiado calor es como el suicidio. Egoísta. Solo. Un solo sufrimiento. Mortal. Tal vez, una afluente del Nilo es suficiente, algo que traiga la vida, en vez de agarrarla entre sus manos y estrangularla. En el juego que se juega todos los días, en el juego de la vida, la perfección es inalcanzable. En el juego del amor, das un paso en vano, y pierdes. Pero no te das cuenta hasta que pierdes tu vida, y la vez escaparse de tus manos. Te vuelves un títere. Atado a la voluntad de otros, atado a lo que ellos esperan de ti. El amor no puede ser una cárcel sin salida, no puede ser una amenaza. No puede ser una guerra. Pero para algunos se trata sobre el poder. Es un juego ya de tronos, de coronas, de quien tiene más, de quien tuvo lo mejor. Ya no es amor, es ambición. Es pasión por lo material.
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Oye, te desviaste. ¿Estás bien? Te siento algo rendido, algo desesperado, algo perdido. Escritor, creador. ¿Me oyes? ¿Quieres que te ayude a pararte? Me tienes aquí. El amor es lindo, es bello. No es una cárcel. Puede que hayas tenido esas malas experiencias, pero acuérdate de lo lindo, de los campos antes de lo industrial, de lo bello que hay en vivir. ¿Te acuerdas? Ella te quiere, y lo sabes, escríbele. Has que se sepa. Hazla saber. Dile antes que sea muy tarde. Antes de que se olvide de ti. Antes que seas un fantasma en su memoria. ¿No lo harás? ¿Por miedo? ¿Y es que no has aprendido que si te quedas sin decir las cosas sufres más? Cuando me dijiste que necesitabas mi ayuda para acabar con tus fantasmas te dije que acabar con ellos era acabar con la memoria misma. No sirve de nada guardar tus fantasmas, ni ocultarlos, como ellos trataron de hacerlo contigo. Si alguien te ama lo suficiente, te amará como eres, no como deberías ser. El amor no es una reformatoria, ni es la escuela. Aprenderás, sin duda, pero no es para que te ajustes a un modelo universal. Alguien te amará. Alguien tendrá la fuerza mental para decirte que te ama. Pero no eres monedita de oro para caerle bien a todo el mundo. ¿Me oíste?
Sí te oigo, pero, hoy estás bondadoso conmigo. Ayer querías matarme, y el día anterior quisiste irte para siempre. Pero somos tan iguales tú y yo, que siento que solamente somos los dos, el uno para el otro, siempre, en todo momento. Soy sensible, soy débil. Tengo comportamientos anormales, y no me considero que soy parte del promedio colombiano. ¿No sientes que tú y yo somos muchos; muchas facetas de uno solo? Siento que soy inconsistente en lo que digo y pienso. No se, tal vez perdí mi norte, o tal vez perdí la razón. Tal vez mi corazón es una bandeja de cenizas marchitas, muerto desde hace tiempos, incapaz de amar. Capaz de la obsesión, pero nunca del amor. Nunca de la vida y de la alegría. Sufriré con lo que escriba y lo que no escriba, creo entonces que es mejor que lo declaremos de una vez.
El amor es bello (pero es un engaño). El amor nos trae experiencias distintas (pero es vendido como único por la cultura occidental). Nos amamos en tanto podemos decir la verdad (pero nos amamos de mentiras). Dices que amarás por siempre (pero odiarás al instante que te tocan tu corazón). Amar es combatir unidos contra la oscuridad (pero me usarás como escudo y víctima propiciatoria). Somos dos, unidos contra el mundo (pero me abandonarás en cuanto te diga la verdad). Gracias, querida, gracias por estar ahí esa semana, para regresar y dejarme en el olvido. Siento el frío de la promesa vacía que me hiciste ese viernes, y dudo que se vaya a cumplir. Gracias querida por que te extrañé, porque te escribí, y te tuve en mi mente. Gracias querida, porque ya no se quien eres, si eres la misma, o si has cambiado. Gracias querida porque te esperé, porque te quise, porque conocí la frase “amor pasajero”. Gracias querida por hacerme sentir como si de verdad le importara a alguien que no fuera familia. Ya no te veo igual, te veo distante. Nunca vi que cuando me di cuenta que te quería iba a pasar tan poco en tanto tiempo. Pero vale tres porque es conocimiento común que un corazón partido está ciego.
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Cuento
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COPLAS DE LA SOLEDAD Como trabajo de once Y para puntos ganar Yamileth quiere que hagamos un trabajo singular:
Para hablarles yo del Nobel Y su atención conservar Pensé que podía contarles de Macondo y su verdad.
Debemos pensar en casa algo muy original, hacer dibujos o notas relatos o hasta un disfraz que nos recreen la historia CIEN AÑOS DE SOLEDAD.
El origen de familia como lo recordarán Nace de aquella señora Úrsula, la mentarán.
Mis dibujos no son malos, pero les quiero contar que en mi curso algunos piensan que a Dalí imitarán.
También pensé en animados que están en la moda de hoy los comics son atractivos pero Quino, yo no soy.
Entonces me dieron ganas de componerme algún son como aquellos que hace Vives y suenan muy sabrosón
Pero mi amor por las notas, no se reflejó en mi voz y las únicas canciones me sonaron muy atroz.
Así que pensé en las coplas que son algo original nunca había yo hecho unas y estas no quedaron mal
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Coplas
Jose Arcadio en los Buendía la historia comenzará, será cuando el hielo sea el recuerdo principal.
Los pescaditos de oro que en el taller fundirá a Aureliano, el coronel le permitirán soñar
Meme enamorada está de un hombre muy singular Mauricio, el de Babilonia Mariposas volarán.
Pilar Ternera , tu cuerpo todos lo recordarán en tu cama arrunchaditos hombres se convertirán
La cartas que ella leía Y que siempre acertarán Hacen que su magia sea como hombría simbolizar
Melquiades es un gitano y a todos los fue a salvar. Trae inventos de sus viajes el insomnio va a curar.
No se olviden mis amigos, nunca vayan a negar que estas historias contadas de ensueño los llenarán.
De las playas de la sal Rebeca llegó al final La adoptaron los Buendía tierra y cal se fue a tragar.
32 guerras civiles Se viven aquí y allá Amores, celos e historia que nunca olvidarás.
La más bella fue Remedios al cielo se fue a parar, entre sábanas y fundas su cuerpo llegó a volar
Cien años es mucho tiempo si se vive en soledad pero son apenas pocos si olvidas sin recordar.
Su belleza era tan grande Nadie la podía alcanzar Cuatro hombres por su amor tuvieron que terminar
Gabo trae a la memoria, bellas notas de verdad recuerda todo lo bueno de nuestra historia local
Los temas de aquella historia que les quiero yo narrar son el amor y los celos pero mucha soledad.
Si hablamos de asignaturas esta es la más popular Realismo como recuerdo Mágico como verdad!
El incesto es entre ellos, algo que suele pasar son tan cercanos los primos que terminan por pecar.
Aquí termina mi historia, y les quiero recordar que los puntos de la nota Los quiero yo de verdad
El autor de estas Historias Un colombiano ejemplar Cuenta con todas sus ganas la magia y su realidad!
Garcia Márquez ya es un Nobel Su vida recordarán Escribió las putas tristes Y una que otra verdad.
JUAN CARLOS ORDOÑEZ
Coplas
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Cuento de ciencia ficción:
De mutación a mito Por: Silvana Martínez Soy Silvana Martínez y estoy en 7.1. Tengo 13 años. Nací en Bogotá el 11 de junio de 1999. Salí del jardín infantil 'Mi Pequeño Mundo'. Entré al Anglo cuando tenía 4 años en agosto del 2003. Me gusta nadar, viajar, pintar, tocar piano y jugar con mi perrita. Se me facilita mucho escribir historias y este cuento me parece una de las mejores.
Introducción: Yo escogí el tema de criaturas extrañas y manipulación de la genética porque me parece que es de los temas que son menos frecuentes y contienen mucho material que permite crear más giros en las historias. También incluí algunas menciones de los extraterrestres con extraños gustos como mito creado por las personas que le gustan asustar a otros. Estos temas también tienen la ventaja de que se les puede incluir muchos elementos de la vida real y parte ficticia. Me gusta mucho que de un momento a otro le cambies totalmente el curso al tema muy fácilmente.
De Mutación a Mito ay un niño nuevo en mi clase de historia. Su nombre es Adam. Se viste de blanco con chaqueta gris y pantalón negro. Nunca parece estar concentrado y no tiene amigos. Ya que lo pienso, nunca habla tampoco. Es bastante raro. Para un trabajo de clase, la profesora me asignó como su compañera pero aun así no decía ni una palabra.
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Cuento
“¿Qué tal si vienes a mi casa hoy a las cuatro de la tarde para hacer el trabajo?”, le pregunté. Asintió la cabeza un poco muy tímidamente y luego timbró en la puerta de mi casa justo a las 4:30. Tenía una maleta negra puesta que lucía vacía y se sentó en la silla de mi escritorio con una mirada en blanco. Se quedó quieto un largo tiempo y luego dijo 'baño' en un muy raro acento. “Es la puerta de la derecha”, le respondí. Se dirigió a la puerta y entró sin mirar nada. Yo por mi parte, no me resistí el mirar dentro de su maleta y no pude creer lo que tenía adentro. Un esfero de neón con punta que se movía como una serpiente y una especie de cuaderno de hojas amarillas viscosas con símbolos escritos en tinta de un morado intenso. En el otro bolsillo yacía una mano morada que parecía arrancada desde hace una hora. En su dedo anular estaba puesto un anillo igual al que yo tenía puesto. Mi anillo de mejores amigas. Esta era la mano de Bianca Black.
Asustada como nadie, llamé a Bianca y su mamá me respondió entre sollozos. Me dijo que Bianca había perdido su mano de manera desconocida cuando iba a la biblioteca para encontrarse con Susana, su pareja de proyecto. Los médicos dijeron que ella estaría bien pero que no tendría nunca más su mano izquierda. Lágrimas de furia y tristeza inundaron mis ojos y colgué sin decir nada. Rápidamente, cerré la maleta de Adam y unos segundos después, salió del baño y me miró tan fijamente que sentía que sus ojos naranja me atravesaban la mente y de ahí desperté en mi cama cuatro horas más tarde.
Mi papá me contó luego que me había desmayado probablemente por el impacto de la noticia de Bianca pero estaría bien en un rato. Adam se había ido en un momento indeterminado. No pude dormir esa noche y no pensaba en otra cosa más que en Bianca. Pero otra cosa también me impactó. La mano no fue cortada. Fue mordida. Aún recuerdo las marcas de dientes en su muñeca y una masa viscosa roja en las comisuras de la boca de Adam. Algo era seguro. Adam no es humano.
El día siguiente intenté estar lo más cerca posible a Bianca y lo más alejada de Adam. Aún sentía que me miraba y me perseguía constantemente. Cuando me iba a mi casa noté que estaba parado en mi picaporte mirándome. Luego me dijo con su raro acento, que no habíamos acabado el trabajo y yo solo le grité, “¿Quién eres y porque le arrancaste la mano a Bianca?”. Luego miró al piso inmóvil y luego dijo algo tan cerca de mi cara que podía oler la sangre en su aliento. “¿Quieres en serio saber?”. Asentí y luego cogió su esfero de su maleta y pintó un círculo en mi muñeca y dijo que lo tocara. Con miedo, lo toqué y toda la información que quería saber, mágicamente apareció en mi cabeza.
Adam es una mutación de ADN de un niño de 16 años humano (que explica su apariencia) y un nativo de hace 2000 años del planeta Jurweq (que explica lo demás). Él fue hecho para investigar a la raza humana de forma casi impredecible desde el comienzo del milenio pasado. La mano de Bianca era la prueba de sus 2012 años de investigaciones completas. El esfero de su planeta era lo único que utilizaba para estudiar en la escuela, así que no prestaba atención, y su cuaderno Jurwequiano solo podía ser leído por él y las otras personas verían los símbolos y el amarillo viscoso. Lo que yo pensaba que era sangre en la boca de Adam, era un bocadillo que es muy usual en su planeta. Entendía todo salvo el olor de su aliento, pero supuse que venía del bocadillo también. O eso creía…
Después de una semana de normalidad, me sorprendió saber que Lola Barlet había desaparecido y la última vez vista fue en mi clase de historia. Lola nunca había sido buena en las clases y peleaba consigo misma por ello, pero no creo que se haya escapado ya que nunca ha salido de la ciudad. Mientras pensaba en esto me topé con Adam y vi en su boca una mancha roja como la anterior. “Disculpa”, me dijo, y el olor a sangre entro directo por mi nariz. Supe que la sangre era de Lola. Adam no me había dicho la verdad.
En la noche le conté todo a Bianca y no lo podía creer hasta que le mostré el extraño círculo en mi muñeca. Planeamos eliminar a Adam. De repente, en el noticiero que estaba viendo mi mamá, salió una entrevista a James Perkins, un científico canadiense que quiere llevar todas las ideas futuristas a realidad. Su primer proyecto: mutaciones y genética avanzada. Caminamos hasta el estudio de televisión que quedaba cerca de mi casa y preguntamos por James. Le contamos lo más entendible posible todo lo que nos había pasado y con gusto nos ayudó con el consejo de poner genes de personas muertas en una víctima que funcione como carnada. Él, al ser una mutación de genética, se alimentaba principalmente de los genes en la sangre de las personas de las que se nutre y ahí, será vencido y lo traeremos al laboratorio de James para saber qué es en realidad.
Introducimos la sangre sin genes a un cadáver que había sacado James del cementerio para experimentos y lo dejamos cerca de la escuela y esperamos a que Adam lo notara, mordió al cadáver y empezó a vomitar unos tornillitos verdes de diferentes tipos de ADN. Luego cayó al piso y James lo recogió con guantes y equipo de protección para llevarlo al laboratorio. Una vez todos allí, James hizo una serie de pruebas y encontró esto: Adam sí era una mutación de un humano sobrecargado de ADN, al haber caído en nuestra trampa. No es de otro planeta, sino un experimento descuidado de la Universidad de California que se escapó, pero no se alertó a nadie de ello o tendrían muchos problemas.
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Esto lo averiguó James por unos amigos que trabajan allí pero al final, no se libraron de los problemas. Adam había mordido la mano de Bianca para acostumbrarse un poco a la ciudad y su 'sabor'. Desafortunadamente Bianca no podrá recuperar su mano. Lola tuvo la primera transición de ADN hecha por James que lo llevó a la fama cumpliendo su meta de evolución en la genética y Adam fue donado al Museo de la Genética en Washington. Los símbolos, su cuaderno y el esfero es lo único que no tenía explicación. La historia después de todo este tiempo, aún perdura cerca de la escuela y es contada como una experiencia que marcó nuestras vidas. Aún hay personas que hacen burlas, dicen que Adam sigue vivo o tiene secuaces extraterrestres que le dieron sus implementos y su necesidad de sangre. Le cuentan la historia a los niños en noches de fogata para reírse un poco y darles un pequeño susto…
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Cuento
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Guerra Mundial III Por: Federico Wiesner
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ra una cálida mañana de julio de 2012. Bastiaan Ulm, un pequeño niño nacido en Berlín pero radicado en Hamburgo, escuchó seis disparos. Bajó desde su apartamento en el tercer piso a ver qué ocurría. Había un auto con los vidrios rotos y dentro su padre desangrado.
Después de más de treinta años, la inteligencia alemana estableció que fue el ejército estadounidense quien mató al padre de Bastiaan. Lo mató por la estrecha relación entre su familia y la de Hitler durante la segunda guerra mundial.
Bastiaan, junto con el ejército y la fuerza naval de Alemania partieron por el Atlántico rumbo a Norte América. Durante su travesía se encontraron con dos patrullas americanas a las que volaron con un torpedo, aunque uno de los soldados logró mandar un S.O.S a la nave más cercana.
Por casualidad la nave más cercana era el “S.S Angel Bay”, una de las naves más armadas de la naval estadounidense. Contaba con tres torretas a cada lado y dos cañones rotatorios en la cubierta. La gran nave se fue acercando sin sospechar que los submarinos la atacarían por debajo del agua.
Cuando el gran navío norteamericano llegó al lugar de la catástrofe fue destruido al igual que los barcos compatriotas. Mientras en el centro de inteligencia del pentágono empezaban a sospechar de las explosiones cerca a Groenlandia.
Después de meses de investigación los Estados Unidos le declararon la guerra a Alemania. Bastiaan, respondió en una entrevista:
“Estábamos esperando esto, nosotros no empezamos, fueron ellos quienes empezaron con una serie de asesinatos, como el de mi
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padre; y si quieren guerra, la tendrán.
La guerra rápidamente empezó y tanto Alemania como Estados Unidos se unieron a otros países. Países como Polonia, Rusia, Irán e Iraq se unieron a Alemania. Los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Francia estaban en contra de los alemanes.
Países subdesarrollados y petroleros como Venezuela abastecían a Alemania; y Colombia a los americanos. Pero después de cuatro meses de guerra naval, los estadounidenses empezaron a agotar sus reservas petrolíferas. Los alemanes habían detonado la mayoría de los buques petroleros y ahora que no había casi naves en el mar, ni aviones en el aire, los de Alemania decidieron invadir el país. Al llegar Bastiaan decidió ir por Alaska, avanzando rápidamente para llegar a Dakota del Norte, donde el ejército contrario se había concentrado y fue abatido por un tiro en la cabeza.
A Alemania le llegó el mensaje de que su hombre clave estaba muerto. Decidieron retirarse firmando el pacto del 2050. Pacto que aseguraba que nunca más habría guerra en la Tierra.
Cuento
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Una aventura en
Paris Por: Juan Pablo Cote
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elipe era un niño de doce años que vivía con sus padres en Bogotá. Su vida transcurría como la de cualquier otro niño de su edad. Era un niño inteligente pero a la vez travieso a quien le gustaban mucho las aventuras. Cuando estaba pequeño, su madre le había leído la historia del Jorobado de Notre Dame y desde entonces él soñaba con ir a París.
Felipe estaba convencido de que algún día él iría a conocer la ciudad del Jorobado. Le gustaba estudiar acerca de la historia de la ciudad y de los monumentos. En sus ratos libres, buscaba en Internet sobre los lugares que iría a visitar algún día. Se había vuelto una distracción muy importante en su vida. Quería también poder aprender francés pero en su colegio no enseñaban ese idioma.
S u s p a d r e s Pe d r o y R o s i t a e r a n m u y trabajadores pero no disponían de mucho dinero. Sin embargo sabían lo obsesionado que estaba con el tema y como Felipe era su único hijo, decidieron ahorrar para llevarlo a París en su próximo cumpleaños, que además coincidía con sus vacaciones.
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Se acercaba ya la fecha de su cumpleaños y sus padres alistaron las maletas haciéndole creer que iban a ir otra vez a visitar a su abuela a Medellín. Al acercarse a registrar el equipaje, sus padres le entregaron el tiquete que indicaba el rumbo a París. La emoción que el niño sintió fue muy grande. Saltaba de la felicidad y abrazaba a sus padres una y otra vez. En el viaje de ida Felipe estaba muy ansioso por llegar rápido a su destino.
Como llegaron en la noche muy cansados del viaje, se acostaron inmediatamente y al otro día se levantaron muy temprano a desayunar, después de lo cual, salieron a buscar la estación del metro. Ninguno hablaba francés pero tenían un mapa con el cual pudieron ubicar la estación que no estaba muy lejos del hotel. Felipe estaba muy emocionado pues por fin cumpliría su anhelado sueño. Por encontrarse cerca, decidieron que su primera parada sería el Arco del Triunfo construido por Napoleón para celebrar sus victorias.
La familia ingresó al metro para iniciar el recorrido. Se tenían que bajar en la siguiente estación. Cuando las puertas se abrieron sus padres bajaron pero Felipe fue empujado por un señor que entraba y no pudo bajarse del metro. El niño se paralizó del miedo y siguió en el metro hasta la última estación en la cual descendió. Subió las escaleras para ir a la calle y se dio cuenta que había llegado nada menos que a la Catedral de Notre Dame. Felipe no salía de su asombro. Era más grande de lo que había imaginado.
Se quedó bastante tiempo detallando todo lo que había en la impactante catedral. Podía imaginarse a las gárgolas moviéndose y al Jorobado entrando a la catedral. Felipe había quedado hipnotizado con Notre Dame; hasta le quería decir a sus padres que le tomaran una foto y fue ahí cuando se acordó que estaba perdido.
Felipe se devolvió al metro y fue a la siguiente estación. Cuando volvió a salir, se encontró con la majestuosa Torre Eiffel a sus pies.
El niño se tomó su tiempo para mirarla y luego vio a una gitana hablando español. Le contó su historia a la gitana y ella le dijo que podía pedir plata con ella para poder pagar el transporte hasta el Arco del Triunfo. El niño hizo lo que la gitana le dijo, pero cuando le mostró a la gitana lo que había recaudado, ella cogió la plata y se escapó.
Afortunadamente el niño había guardado un poco de plata en otro bolsillo y así pudo tomar el metro. Esta vez su destino fue el Arco del Carrusel que se encuentra frente al museo del Louvre. Entonces se acordó que había estudiado que el Arco del Carrusel estaba alineado con el Arco del Triunfo, y lo que hizo fue caminar en línea recta por la avenida Champs Elyseés hasta llegar al que sería su último destino.
Felipe llegó casi de noche al Arco del Triunfo y lo primero que vio fue a sus padres con muchos carros de policía al lado. El niño usó el ultimo poquito de energía que le quedaba para correr y reencontrarse con sus padres. Los abrazó fuertemente y les contó con detalle su aventura.
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Cuento
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Cuento Leopoldo Forero
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ra 1942 en la sublime ciudad de Londres, donde vivía una familia muy unida. Esta familia era como cualquier otra, iban a rezar , trabajaban , estudiaban, etc. Oliver era el hijo único y era un niño muy contemplado aunque los padres no tuvieran tanto dinero. Oliver era muy valiente y con mucha adrenalina. La familia de Oliver iba a la iglesia por lo menos dos veces a la semana, porque ellos tenían fe en que algún día pronto la guerra mundial se acabaria. La madre de Oliver se llamaba Kate y el padre se llamaba William, ellos eran jóvenes y atractivos. Los padres de Oliver decidieron sacarlo de la escuela después de largos argumentos, pensaban que Londres ya no era seguro gracias a que Inglaterra estaba involucrada en la segunda guerra mundial. Era un día soleado, cuando los pájaros cantaban con prosperidad entonces Oliver y su madre aprovecharon el día para ir a una pequeña cabaña que ellos tenían en el campo, a las afueras de Londres, para ir por un fin de semana. Su padre se tuvo que quedar en la empresa de mineros donde el trabajaba. La cabaña de ellos no tenia ningún medio de comunicación y nada de tecnología, solo jardines llenos de exóticas plantas y pura naturaleza.
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Cuento
En la madrugada Oliver y su madre se despidieron de su padre y partieron para el campo. El Sábado pasaron un día agradable donde disfrutaron el clima y comieron bien. En cuanto el Domingo, decidieron devolverse mas temprano porque el clima estaba bastante destemplado. Al devolverse Kate y Oliver sintieron calor cada vez que se iban acercando a Londres y vieron que el cielo estaba atiborrado de rojo . A unos cuantos kilómetros de Londres Oliver y su madre alcanzaron a ver llamas de fuego, al acercarse a la gran ciudad vieron que Londres fue invadido por los Nazis. Ellos pudieron predecir esto porque Londres estaba rodeado por banderas Nazis. “Los Nazis están acabando con el planeta, primero incendiaron Londres solo falta que destruyan la Torre Eiffel” suspiro Oliver.
Oliver se dio cuenta, se tiro al piso a derramar lagrimas y su madre lo llevo rápidamente a un lugar seguro porque nadie sabia si seguían allí. Oliver no pudo dormir en toda la noche pensando en lo que le habría sucedido a su padre.
Kate la madre de Oliver alcanzo a ver una persona a lo lejos y decidieron partir finalmente hacia la ciudad. Con mucho cuidado dieron paso a paso, su corazón latía con fuerza y su rostro lucia estremecido.
La persona que Kate había visto desde lejos se dirigió hacia ellos y grito “se los llevaron a un campo de concentración en Liverpool”.
Oliver se fue corriendo a buscar a su padre haber si seguía rondando por la ciudad. No lo encontró por ningún lado. Oliver no lloro porque sabia que tarde o temprano lo encontraría; Kate se puso muy orgullosa de su hijo decidió tratar de coger un tren hacia Liverpool , pero no tenían el suficiente dinero gracias al horrible suceso.
Decidieron pasar la noche en Londres y en la madrugada partir por las carrileras de tren para guiarse a Liverpool o encontrar alguna estación. Finalmente al amanecer partieron. Fue un largo día sin encontrar ninguna estación.
Cinco días después Oliver ya no daba mas, estaba rendido pero el seguía con la esperanza de encontrar a su padre. Al cabo de tres horas Oliver y su madre muertos de la felicidad encontraron una estación de tren. Allí se dieron cuenta que solo les alcanzaba para un tiquete. Rápidamente corrieron a la fila. Oliver estaba impresionado con los inmensos trenes que habían en la estación. El pequeño niño se dio cuenta que no había suficiente tiempo para hacer la fila porque el tren hacia Liverpool partía en menos de cinco minutos.
Su madre y el corrieron y se metieron al tren sin ningún tiquete. Se ocultaron al fondo de el tren donde estaban ubicadas las maletas de los pasajeros. Oliver y su madre aprovecharon para darse el lujo de una siesta. Horas pasaron y finalmente llegaron a su destino, desabordaron ágilmente sin que nadie los viera.
Aprovecharon y usaron el dinero de el tiquete para una agradable merienda en la estación de Liverpool. En el mismo lugar donde comieron se encontraron con una persona llamada Sara.
Ella los guio hacia el campo de concentración siendo muy sensata. Oliver y su madre no sabia como agradecerle a Sara y se despidieron con una sonrisa en su rostro.
Oliver y Kate estaban muy emocionados de saber que estaban muy cerca de William. La sonrisa no les faltaba y las emociones que reflejaban su rostro no se podían describir. Esto no duro por mucho tiempo……. cuando Kate demando la ausencia de su esposo hacia los Nazis, la metieron a un cuarto con William. Se besaron, abrazaron y estaban felices de estar juntos de nuevo hasta que de repente se dieron cuenta que estaban en una de las famosas cámaras de gas porque se fueron sintiendo muy mal.
Mientras ocurría este suceso Oliver esperaba con ansiedad a su padre para contarle todo lo que tuvieron que hacer para lograr encontrarlo. Al cabo de media hora los Nazis dejaron entrar a Oliver a la cámara de Gas para que viera los cadáveres de sus padres. Oliver quedo traumatizado cuando los vio tendidos sobre el piso cogidos de sus manos. Salió corriendo sin rumbo a ningún lado y logro escaparse de los Nazis.
Corrió y corrió despavorido y cuando derramo la primera gota de sudor decidió guardar energías porque ya no sabia que iba a pasar con su vida. Casualmente se encuentra con Sara de nuevo y ella lo llevo a un café que a ella le gustaba mucho para que el le contara lo sucedido Oliver seguía en shock y no podía modular palabra. En el café Sara lo invito a un chocolate caliente y a un pan fresco. Mientras el se tomaba su chocolate el empezó a contarle lo sucedido. Isabel la dueña del café les estaba sirviendo el chocolate, vio a Oliver derramar lagrimas entonces decidió traerle unos pastelillos que eran la especialidad de Isabel, de cortesía de la casa. Oliver la invito a tomar asiento para que escuchara su historia.
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Isabel ,que era una señora mayor que nunca tuvo un hijo o esposo decidió adoptarlo. A Isabel no le importaba lo poco que lo conocía. Oliver estaba súper agradecido con Isabel y por supuesto también con Sara. Pasaron horas hablando hasta que llego el momento en que Sara tenia que devolverse a casa. Oliver se sentía inseguro en su nuevo hogar las primeras noches pero después se cogió confianza y estaba feliz con Isabel su madre adoptiva. Oliver la ayudaba en todas las labores posibles en el café y en su vida personal.
Después de varias horas llegaron al Golfo de México y desembarcaron toda la carga. Oliver estaba súper emocionado de conocer Los Estados Unidos y decido ir a conocer Houston que quedaba a dos horas. La compañía les dio tres días de descanso. Oliver no lo pudo evitar, se enamoro de la gran cuidad de Houston y decidió renunciar a su trabajo. El le comento a Sara todo esto antes de tomar decisiones.En Houston consiguió un trabajo repartiendo periódicos de Houston Chronicle.
Pasaron seis largos años hasta que Isabel la mañana del 17 de septiembre nunca despertó. El funeral fue algo muy triste para Oliver y para Sara que se volvió amiga de Isabel durante estos años.
Pasaron dos años y Oliver ya estaba muy interesado en ser columnista ya que todos los días podía ver todo acerca de un periódico. Decidió intentar escribir algo y mostrar su talento. Oliver decidió mostrárselo a Robert Williams que era el dueño de el periódico Houston Chronicle. Robert quedo muy asombrado, le encanto lo que había escrito Oliver. No podía creer que una persona pasara de repartir periódicos a columnista. Lo aprobó y Oliver consiguió el trabajo.
Oliver ya era un adolecente y una persona responsable. Sara le ofreció que se viniera a vivir con ella pero el rechazo la oferta prefirió conseguir trabajo.
Unos meses después Oliver decidió vender el Café, el estaba muy triste porque fue un lugar en que paso muchas experiencias. Afortunadamente el café lo compro Sara entonces Oliver no tenia nada de que preocuparse.
Consiguió un trabajo en el puerto de Liverpool donde llegaban varios barcos. Su trabajo consistía en guardar la carga grande en el barco. Pasaron dos meses de un duro trabajo cuando el presidente de la compañía de barcos decidió asignarlo a un cargo mas grande. Ahora Oliver iba a ser parte de la tripulación. Su primer viaje en barco se dirigía hacia el Golfo de México en Texas. Se despidió con un enorme abrazo de Sara y al amanecer el barco partió.
Oliver se sintió un poco mareado gracias a que era la primera vez que el viajaba en barco.
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Cuento
La columna de Oliver capturo a muchas personas entonces Robert lo dejo hacer una cada semana. Paso un largo año y Oliver ya era una celebridad, era un columnista muy famoso. Sara que vivía en otro continente también las leía incluso Oliver escribió una columna dedicada a ella. A Sara le capturaban mucho sus palabras al igual que a mucha gente.
Oliver tuvo una vida muy agradable desde ese entonces y se dio cuenta que lo que empieza mal termina bien porque siempre hay un final feliz, que siempre hay que luchar por lo que quieres porque todo se puede lograr con esperanza y que la vida es algo que esta llena de oportunidades. Tu tomas decisiones y cambias el sentido de la vida. Lo mas importante es el creer en ti mismo y saber que tu eres especial.
Many Beauties Por: Wendel Maunula
A
mong the many beauties of Gabriel Garcia Márquez´s novel Love in the Time of Cholera are three that are especially pleasing, that are special sources of delight, three that make the novel remarkable: First, a plot that begins at the end; second the persistence – one could even say monomania – of the protagonist Florentino Ariza; and third celebration of setting. It is the genius of the work that they all work together – contrapuntally intertwine and interoperate – so perfectly and with such a degree of mutual efficacy that the oxymoronic title comes to make perfect sense, has a kind of inevitability.
The word cholera in the novel´s title denotes death and the word love life, rejuvenation and hope. When Florentina Ariza appears at the mansion of Fermina Daza after the funeral of her husband Dr. Juvenal Urbino – the event an analogue of the title – he is reclaiming the love of Urbino´s widow and sets in motion the flashback that carries us through a book that at first glance we thought would be about Dr. Urbino. Rather it is a testament to the persistence of Florentino Ariza who has never given up his love for Fermina Daza and his hope and conviction to be with her.
The book proper begins with Dr. Urbino at the end of his life and actual death which serves to launch us into the history of these three characters. When Fermina Diaz after the funeral again rejects Ariza we enter into a wonderful recounting of all their three lives entail and all its wonderful synchronicity. In accomplishing this,
the book´s characterization is turned inside out with the protagonist become antagonist and visa versa and – as stated above – the plot turned backwards. But more importantly – like life – the unimportant has become important and events are not chronologically linear but synchronous: the lives of Ariza and Urbino intertwine around, connect through Fermina Diaz by use of complex flashbacks and narrative ´sleights of hand.´
Second, unlikely suitor and the book´s antihero, young Ariza lacks all the qualities that would make him appealing to a budding beauty like Fermina Diaz save one: his enormous passion for her and unrelenting drive to possess her: He finally succeeds in winning her promise of marriage. Her father spirits her back to the mountains from whence they came in order to quell her matching passion for Ariza and succeeds in destroying their jejune engagement. And ultimately Ariza is hopelessly outmatched when Urbino appears and marries her.
But it is Gabriel García Márquez.s miraculously sensuous eye for locale and its detail that brings all of this finally – plot and characterization – into unity. This is demonstrated perfectly Marquez´s description of the locale wherein Dr. Urbino attempts to recapture his escaped pet parrot, slips from a ladder and falls to his death:
… [C]ontemplating with regret the banana plants in the mire of the patio, the stripped mango, the flying ants that came after the rain,
Essay
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the ephemeral splendor of another afternoon that would never return[, Dr. Urbino] had forgotten that he ever owned a parrot from Paramaribo whom he loved as if he were a human being, when suddenly he heard him say: “Royal parrot.” …[T]hen he saw him in the lowest branch of the mango tree. “You scoundrel!” [Dr. Urbino] shouted. The parrot answered in an identical voice: “You're even more of a scoundrel, Doctor.” [Continuing] to talk to him, keeping him in view…he put on his boots with great care so as not to frighten him and…went down to the patio, which was still full of mud, testing the ground with his stick so that he would not trip on the three steps of the terrace….Dr. Urbino held out his walking stick for him so that he could sit on the silver handle, as was his custom, but the parrot sidestepped and jumped to the next branch, a little higher up….Dr. Urbino calculated the height and thought that if he climbed two rungs he would be able to catch him….He climbed to the second rung without difficulty, …the third rung and then the fourth…and [finally seized]…the parrot around the neck with a triumphant sigh: ça y est. But he
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released him immediately because the ladder slipped from under his feet and for an instant he was suspended in air and then he realized that he had died without Communion, without time to repent of anything or to say goodbye to anyone, at seven minutes after four on Pentecost Sunday (Márquez, 1988, pp. 41-42).
Here Dr. Urbino´s character is manifested and culminates in the place where he dies and how he dies. But though beginning with this death and progressing through various deaths of hopes and the deaths of various promises, the novel ends with the triumph of love and its symbolic perpetuation: Unable to land, the quarantined New Fidelity will continue up and down the Great Magdalena River. Hence when the Captain asks the ship´s owner Florentino Ariza, ¨How long?¨ our final – extra – delight is his response: ¨Forever...¨ (Márquez, 1988, p. 348).
El retrato de Amelia Por:Antonia Sandoval
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an ágil como una liebre, tan silencioso como una hormiga y tan observador como un búho. Muchos le dicen Burdock y otros ni lo conocen, él es rápido y fuerte, anda por ahí, por allá simplemente robando colores.
No son colores y ya; son los colores que te alegran, los que hacen que cada día sea aún más especial, los que le dieron esa chispa de originalidad a cada objeto y persona en el mundo. Esos son colores de verdad, los que siempre nos están rodeando, pero los que lastimosamente el gran Burdock está planeando robar.
La historia comenzó asi: Todo esto para poder recobrar a su hija Amelia. hace mucho tiempo atrás en Worville, un pueblo en Inglaterra de cazadores y hechiceros vivía Burdock. Él y su esposa habían construido una pequeña casa dentro de la profundidad del bosque, alejada de todo, para lograr vivir en paz y tranquilidad. Desafortunadamente su esposa murió por falta de medicamentos, dejándolos solos a Burdock y a su hija recién nacida, Amelia. A los pocos días de esta
tragedia hubo una alerta en Worville, el frío era insoportable, los animales morían, las tiendas se cerraron y no había comida. Esto duró varios meses y Burdock con tanta desesperación, de ver a su hija muriendo de hambre, no tuvo otra alternativa que ir a charlar con un hechicero muy poderoso llamado Maquiabelo.
Burdock caminó por horas con la bella Amelia entre sus brazos, él sabía que lo que estaba por pasar no iba a ser tan bueno. En el camino oscuro lo único que brillaba eran los pequeños ojos de Amelia, que con cada paso le brotaban varias lágrimas de esperanza.
Al cabo de muchos kilómetros llegaron donde Maquiabelo. Vivía en una casita muy pequeña, que con solo un bombillo alumbraba todo su alrededor. Con mucha delicadeza Burdock tocó la puerta y pacientemente esperó y esperó. Por fin, apareció el hechicero.
Él tenía la cara arrugada, era increíblemente bajo y tenía poco pelo en su cabeza. Después de unos segundos de miradas, Maquiabelo dijo:
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-pasa- Burdock lentamente entró y observó los cientos de tarros, frascos y menjurjes que habitaban esta pequeña casa. Justo en ese momento Burdock le pidió ayuda a Maquiabelo, contándole que su pueblo necesitaba ayuda al igual que él y su hija Amelia. Después de varios minutos de silencio el grandioso hechicero respondió: -si tú quieres traerle paz a tu pueblo, me vas a tener que dar tu hija a cambio. Yo dentro de unos años voy a estar viejo y necesito que tu hija me cuide hasta que llegue ese momento. Dentro de cinco años podrás volver a saber de mí y de Amelia. No te preocupes yo cuidaré de ellaBurdock lo pensó mucho, era una decisión difícil de tomar, pero al final se dió cuenta que él salvaría la vida de un pueblo entero a cambio de una bebé de dos meses que él no tenía como alimentar.
Para él fue devastador; las dos lucecitas que alumbraban en la cara de Amelia habían desvanecido, al igual que los gritos que su corazón hacía de esperanza. Ya era un pacto, un hecho completamente real, que tanto Burdock como Maquiabelo tenían que cumplir.
A los pocos días se superó la tragedia en Worville, y todo volvió a la normalidad. Burdock y el pueblo prosperaron, él amplió su casa, consiguió trabajo, comida y se convirtió en uno de los cazadores mas reconocidos del pueblo.
A los cinco años, tal como había dicho el hechicero; Burdock, volvía de un día largo de cacería y por una extraña razón, encontró encima de la chimenea un gran retrato de una niña de cinco años en blanco y negro.
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Burdock se quedó toda la noche mirando fijamente ese retrato, porque le llamaba mucho la atención. Había algo en él que le parecía familiar. Él se empezó a preguntar: ¿Quién lo puso? ¿Quién es esa niña? ¿Por qué e s t á e n b l a n c o y n e g r o ? Justo el día que apareció el cuadro se cumplían exactamente los cinco años donde Maquiabelo había dicho que Burdock iba a recibir noticias suyas.
Con ese instinto que tienen los padres, Burdock recordó todo lo sucedido, y como un bólido, salió corriendo para encontrar a Maquiabelo. Cuando finalmente llegó a la misma pequeña casa de hace cinco años, no tubo que tocar la puerta, el hechicero ya lo estaba esperando. Inmediatamente Burdock dijo: -¿Por qué está mi hija en un cuadro? ¿Cómo la saco de ahí?-Maquiabelo se quedó pensando, y al cabo de un rato dijo: -colores… ¿Te has dado cuenta que el cuadro está en blanco y negro? yo te puedo dar un frasco para que andes por el pueblo robándole los colores a la gente y a las cosas; la mitad de los colores me los das a mí para que rejuvenezca y no me muera todavía, y la otra mitad es para tu hija ; lentamente los colores van a ir empezando aparecer en el cuadro, cuando el retrato ya tenga la totalidad de los colores, Amelia va ha volver a este mundo-
Burdock tomó el frasco y lo miró curiosamente para ver qué era lo que tenía de especial, después se fué corriendo a Worville donde explotó de ansiedad por recuperar a su hija. Así que empezó a robarle los colores a todo sin piedad. Ese gran corazón de Burdock solo podía pensar en volver a ver a su pequeña Amelia.
Al siguiente día todos los colores se habían desvanecido, el mundo ya no tenía sentido, nadie quería comer porque ya no daba apetito. Todos estaban amargados y aburridos, Worville era un pueblo en blanco y negro.
Dos meses después cuando Burdock regresaba a su casa, se dió cuenta que ya no había tal retrato. Pegó un grito al ver a Amelia dormida en el sofá y de repente comenzó a llorar. Con esas poderosas lágrimas de alegría Amelia se despertó y corrió a darle un abrazo a su papá. Burdock por primera vez volvió a ver los ojos de Amelia y su gran corazón, que latió tan rápido como el de un colibrí besando flores.
En un momento de la noche en el que todo es tan oscuro como el alma del diablo, Burdock se introdujo silenciosamente a la casa de Maquiabelo. Delicadamente tomó una pócima y la derramó encima de Maquiabelo. En ese momento el murió. El cruel e injusto Burdock lo había matado, él tomó su corazón que estaba untado de todos los colores que Burdock había robado para el. Impresionado lo lanzó hacia el cielo y este explotó igual a como lo hacen los fuegos artificiales.
Desde ese momento Worville volvió a tener color, pero nadie nunca supo qué fue lo que realmente pasó.
Lastimosamente Amelia no estaba tan satisfecha, y le dijo a Burdock: -¿Y los colores? Estuve muchos años en un retrato blanco y negro con la esperanza de que cuando saliera pudiera deslumbrarme por tantos bellos colores-Yo los robé por ti, para que pudieras venir conmigo, te salvé- dijo Burdock decepcionado
Burdock se acordó del sacrificio que había hecho para salvar a su pueblo, ahora estaba haciendo lo mismo pero al revés. Le quitó el sentido al pueblo, a la humanidad y a la gente de Worville para salvar a su hija. Tenía que hacer algo, tenía que arreglar esa situación. Él tenía una idea.
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Juego de Amor y Muerte en Cien Años de Soledad Por: Ana Uribe
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ien Años de Soledad, escrita por Gabriel García Márquez logra captar la atención del lector porque le presenta ideas, temas y estilos que pocas veces se utilizan en una novela de tan gran peso en el mundo. El realismo mágico que maneja a lo largo de toda la novela asegura la atención del lector en todo momento, porque nunca se sabrá que podría pasar más adelante. Por otro lado, García Márquez utiliza los temas de una manera tan natural que pareciera como si todos los temas mencionados a lo largo de la novela fueran uno sólo. Podemos ver que el amor y la muerte juegan un papel muy importante en la novela, no sólo porque cada uno se entrelaza con las emociones y comportamientos de los personajes sino también porque se ligan para aparecer juntos continuamente logrando así hacer parte de la estructura base de la novela junto con la soledad. Estos tres temas son quizás la clave para entender y apreciar Cien Años de Soledad. La soledad se explica por si misma con solo leer la novela, pero el amor y la muerte se entrelazan de tal manera que se vuelve difícil encontrarlas solas.
El amor está presente en la vida de casi todos los Buendía y en la mayoría de los casos se liga con la muerte. El caso de Amaranta es importante para distinguir ya que a lo largo de su vida ella siente cierto afecto por tres hombres pero parece tener 'miedo' a tener una relación, o casarse con alguien porque los rechaza a los tres. Tiene una relación con su sobrino, Aureliano José pero ella misma termina la relación cuando se da cuenta que “ya no estaba jugando a los besitos con un niño, sino chapaleando en una pasión otoñal, peligrosa y sin porvenir, y la cortó de un tajo.”(García Marquez pág 169)
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Es claro desde el principio que Amaranta siente una atracción hacia Pietro Crespi, pero la historia cambia de curso cuando Rebeca se compromete con Pietro Crespi; es aquí cuando aparece el odio. Amaranta hace lo posible por impedir ese matrimonio pero sus esfuerzos terminan en una pelea con Rebeca y Pietro Crespi confesando su amor por Amaranta. Aun así ella lo rechaza y como él no puede soportar el dolor de su sufrimiento se suicida. Como 'castigo' a si misma se quema la mano y la venda con una cinta negra; símbolo que representará su virginidad por el resto de su vida. Más adelante en su vida, Amaranta encuentra el 'amor verdadero' en el Coronel Gerineldo Márquez pero al igual que con Pietro Crespi, lo rechaza por que ha llegado a un estado donde es incapaz de amar. El amor que siente Amaranta por las personas cercanas a ellas es totalmente rechazado por ella, dándonos a entender que muere amorosamente, para quedarse virgen toda su vida. El Coronel Aureliano Buendía es un caso especial en la novela ya que su capacidad para amar está limitada a ser algo que substancialmente no significa nada. Podemos ver como él hace lo imposible por casarse con Remedios Moscote, solamente para mostrarnos que su temprana muerte “no le produjo la conmoción que temía” sino que fue un “sordo sentimiento de rabia que paulatinamente se disolvió en una frustración solitaria y pasiva.” Lo mismo ocurre con sus 17 hijos, quienes mueren luego de que el Coronel amenaza con “armar a mis muchachos para que acaben con estos gringos de mierda” , pero al morir estos no experimenta “un sentimiento de pesar, sino una rabia ciega y sin dirección” . De esta manera entendemos que el Coronel Aureliano Buendía vive en la soledad y tiene una tendencia a alejar el amor y sus sentimientos porque interfieren en su vida.
El amor que representan José Arcadio Buendía y Úrsula está ligado por la superstición y el amor. Estos dos personajes son primos quienes se casan sabiendo que existe el riesgo de que algún descendiente nazca con cola de cerdo, pero aun así se aman como podemos ver cuando José Arcadio Buendía pierde la cordura y es atado al castaño; Úrsula le continua contando lo que pasa en Macondo y lo cuida, y aun cuando él muere ella continua mencionándolo y pensando para sí misma lo que José Arcadio Buendía pensaría de la familia estando en su tumba.
El matrimonio entre José Arcadio y Rebeca no es aceptado por Úrsula porque ella no cede a su miedo constante del incesto. Los echa de la casa, considerando la situación una falta de respeto “y cuando regresaron de la iglesia prohibió a los recién casados que volvieran a pisar la casa”. Aun así, cuando muere José Arcadio, Rebeca se vuelve una ermitaña, quien no vuelve a salir de su casa porque guarda demasiadas memorias de su difunto esposo. Así, vemos como Rebeca 'muere' en vida porque se siente sola y sin una razón por la cual seguir viva por el resto de sus años en la tierra. El opuesto a esta situación es el matrimonio de Aureliano Segundo y Fernanda del Carpio. Aureliano Segundo hace un gran esfuerzo por “buscarla a la distante ciudad donde vivía con su padre, y se casó con ella en Macondo” pero continua con su relación amorosa con Petra Cotes, lo cual lleva a que el matrimonio estuviera a punto de acabarse. El amor de Aureliano Segundo y Fernanda es un amor muerto porque él no siente nada especial por ella y Fernanda a su vez sólo lo quiere de esposo para mantener las apariencias. Una pareja que si se ama verdaderamente es Meme y Mauricio Babilonia. Se conocen por las plantaciones bananeras y poco a poco su relación crece hasta convertirse en una amorosa. “Se entregó a Mauricio Babilonia sin resistencia, sin pudor, sin formalismos, y con una vocación tan fluida” Cuando Fernanda los descubre en el cine, y Aureliano trata de
hacerla confesar, Meme niega todo “tan segura de sí misma, tan aferrada a su soledad, que Aureliano Segundo tuvo la impresión de que ya no existía ningún vínculo entre ellos” , lo cual demuestra que el amor que Meme siente por Mauricio Babilonia que se rompe el enlace que tenía con su papá. La reacción de Meme luego de que Mauricio Babilonia es disparado nos muestra su amor por él y su 'muerte en vida'; cuando Fernanda la lleva al convento a Meme “no solo ignoraba para dónde iban, sino que le habría dado igual si la hubieran llevado al matadero. No había vuelto a hablar, ni lo haría en el resto de su vida, desde que oyó el disparo en el traspatio y el simultáneo aullido de dolor de Mauricio Babilonia” . La pista nos la dan al mencionar el aullido de dolor de Mauricio Babilonia, porque sin él, el silencio de Meme podría ser parte de cualquier otra cosa a la cual hubiera sido forzada u obligada. La relación amorosa entre ellos dos lleva al nacimiento de Aureliano Babilonia, quien será llevado de vuelta a Macondo por una monja y recibido por Fernanda, ambas inconscientes de que ha vuelto para hacer cumplir la profecía de Melquíades.
Por otro lado, la historia de amor de Aureliano Babilonia y Amaranta Úrsula al final de la novela es una combinación de amor y muerte similar a la de Meme y Mauricio Babilonia antes de ellos, pero exageradamente más loca. Estos dos personajes traen al mundo a la pesadilla de Úrsula; un bebé con cola de cerdo. Pero se vuelve notorio para el lector que el amor entre estos dos personajes es tan fuerte que Amaranta Úrsula deja a su esposo, Gastón, por Aureliano. La muerte de Amaranta Úrsula trae un cambio repentino en la novela porque crea confusión en Aureliano, quien antes veía su futuro junto con Amaranta Úrsula y el bebé; ahora está totalmente confundido y perdido trata de encontrar una respuesta a su dolor y tristeza pero sólo encuentra un pueblo desolado y llegando a su fin. Sufre tanto que se olvida completamente del bebé y no se acuerda de él sino hasta el día siguiente de la muerte de
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Amaranta Úrsula y para cuando lo encuentra este está siendo comido por hormigas, “un pellejo hinchado y reseco, que todas las hormigas del mundo iban arrastrando trabajosamente hacia sus madrigueras por el sendero de piedras del jardín.” . Ya no le ve sentido al niño con cola de cerdo pero le sirve para caer en cuenta cómo descifrar los manuscritos de Melquíades. Así entendemos que la muerte de Amaranta Úrsula tiene a Aureliano tan trastornado que para él es como si el bebé hubiera muerto junto con Amaranta Úrsula, al igual que cuando descifra como leer los manuscritos se da cuenta que ya no hay nada más que hacer por Macondo porque ya se va a terminar todo.
Remedios, la bella atrae una relación entre amor y muerte a un nuevo nivel en la novela. García Márquez nos muestra la imponencia que ella tenía sobre los hombres; tanto que venían de otras provincias sólo para verla, “asistían a la iglesia con el único propósito de ver aunque fuera un instante el rostro de Remedios, la bella, de cuya hermosura legendaria se hablaba con un fervor sobrecogedor en todo el ámbito de la ciénaga.”
Es tan bella, que Úrsula toma medidas para evitar que los diecisiete Aurelianos, que tienen sangre Buendía se acerquen a ella, ya que “estuvo a punto de ocasionar una tragedia entre los diecisiete primos trastornados por el insoportable espectáculo”. Siendo tan hermosa, también causa la muerte de otros cuatro hombres quienes sienten una atracción por ella, lo cual es normal con los hombres apenas ven a Remedios, la bella. “Hasta el último instante en que estuvo en la tierra ignoró que su irreparable destino de hembra perturbadora era un desastre cotidiano” , haciéndonos caer en cuenta que Remedios, la bella, era un ser destructor, la cual provocaba amor pero traía muerte al mismo tiempo. Remedios, la bella, es el ejemplo perfecto de cómo el amor y la muerte se entrelazan.
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Podemos decir que el amor y la muerte se relacionan de tal manera, que se distinguen en todas las relaciones amorosas que ocurren en la novela. Se presentan de diferentes maneras, a veces el amor siendo más fuerte que la muerte o al revés. Se puede llegar a la conclusión que el amor en Cien Años de Soledad lleva a la muerte. No hay relación dentro de la familia Buendía que no viva esta experiencia de amor y muerte, así sea una muerte en vida. La representación más obvia de esta relación es la situación de Remedios, la bella, como ya explicamos y nos hace entender que la familia Buendía al igual que está condenada a vivir cien años de soledad, vive del amor y la muerte para llegar a la soledad.
Entrevista A Conrado Zuluaga
Primero que todo, es un honor que nos estés concediendo esta entrevista, muchísimas gracias. CZ: con muchísimo gusto. La primera pregunta es: ¿Cómo nace tu interés por Gabriel García Márquez? CZ: El interés nace, primero, porque estudié literatura y, segundo, como profesor quería ofrecerle otra cosa a los estudiantes de Los Andes. Los estudiantes de Los Andes en humanidades estábamos muy limitados a ver la cultura griega, cultura romana, cultura francesa y cultura rusa; y varios profesores coincidimos en que había que ofrecer otras cosas, no sé, otras cosas. Entonces, me acuerdo que yo empecé a dar un curso que se llamaba Gabriel Garcia Marquez y eso sonaba rarísimo. ¿Cuál fue el primer libro que leíste de Gabo? ¿Cuál fue su impacto en ti? CZ: Yo creo que fue “los Funerales de la Mama Grande”, y hay un cuento que me fascinó. Es un cuento al cual yo siempre le confundo el titulo. No sé si es “un día después del sábado” o algo así. Pero es un cuento del chico este, hijo del dentista que le dice al papá “el alcalde te está buscando”. El alcalde llega con la mejilla hinchada. “dile que no estoy”. Pasa al otro lado
de la sábana y dice “dice que si estas porque te está viendo”. (risas) Es una cosa puramente teatral, es maravilloso, en un espacio reducido, con un cuarto dividido por una sábana. Finalmente le saca la muela al alcalde y le dice al alcalde “y ¿a quién le paso la cuenta: A usted o al municipio?” y dice “a cualquiera de los dos, es lo mismo.” Y eso me recordaba… porque siempre me recordada a otro cuento que se llama “espuma y nada más” de Hernando Téllez. ¿Y éste podía ser el fragmento que más te gusta dentro de la obra de Gabriel García Márquez, o podría ser otro? CZ: Es otro. Además no hay uno, hay muchos. A mí me encanta el episodio en Cien Años de Soledad cuando el pueblo de Macondo destruye la silletería porque un árabe, un actor, vestido de árabe salió a los ocho días en otra película y entonces la gente destruye la silletería porque se están burlando de ellos, y dicen “ese señor se murió en la otra película y lloramos por él, cómo así que vuelve a aparecer ocho días después” es una maravilla. Hay muchos episodios así que a mí me encantan. ¿Y hay algún otro libro de él que no sea tan conocido por el público pero que a tí te guste mucho o un libro que sea muy conocido y muy favorecido por el público que no te guste para nada? CZ: No, en general tal vez esto se podría aplicar a un solo libro que es Ojos de Perro Azul, sus primeros cuentos. No son fáciles, son a veces oscuros, está muy contagiado de Kafka. Todavía no lo he asimilado plenamente y entonces puede ser un libro que la gente, todo el mundo
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lo tiene pero la gente no lo lee o lo empieza y se intimida, se asusta y lo deja a un lado, pero es un, hay que verlo con cierta benevolencia es su primer libro, son sus primeros cuentos. El libro no es tan malo como parece, es lo que quiero decir.
lo real maravilloso es lo que está ahí afuera, el realismo mágico es lo que tengo yo por dentro, mi mirada sobre eso real maravilloso”. Me parece que son sutilezas que sólo sirven para asustar a los niños y alejarlos de la literatura que es lo que importa.
¿También en los libros de García Márquez hay mucha intertextualidad, no solo de libros externos que no haya escrito él sino de libros internos que él es cribe como por ejemplo en Cien Años hay un momento en el que aparece la Cándida Eréndira y por esto podría haber un orden en el cual se debería leer a G a r c í a M á r q u e z ?
Dentro de tu obra El vicio Incurable de contar, hay un capítulo en el que hablas de “los amigos de Aureliano Babilonia” en el cual hablas de cómo Gabo se basa en algunas personas para crear personajes. ¿Esto se podría aplicar a todos los personajes de García Márquez o sólo a algunos?
CZ: No. No. Es un árbol, hay un tronco que es Cien Años de Soledad y luego salen un montón de ramas. Tú no le puedes poner orden a las ramas de un árbol. Mentiras: estoy diciendo algo que no es cierto. Uno puede poner orden en el sentido de cómo me subo al árbol, entonces primero esta rama... después ésta, después ésta... Entonces sí hay un cierto orden, pero yo creo que lo más importante con García Márquez es leerlo de una manera desprevenida. Para realizar la entrevista estuve mirando otras entrevistas en las cuales hablaste de García Márquez. Hubo una que hiciste en el 2007, creo que para Caracol Radio, en la cual dijiste que el realismo mágico es “un embeleque que inventó la academia en el que caímos todos”. Si es así, como corriente literaria no existiría el realismo mágico, entonces ¿se podría catalogar a García Márquez en una corriente literaria? CZ: Lo que pasa es que… a ver: Lo que pasa es que dividieron una cosa que no… se inventaron una cosa que no era necesario inventarse. En el 48 Carpentier publicó una novela llamada “El Reino de este Mundo” con un prólogo donde habla de lo real maravilloso americano. Lo podíamos haber dejado ahí. No había necesidad de, al lado de lo real maravilloso, inventarse el realismo mágico. Alguien me decía “es que usted es muy bruto y no entiende:
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CZ: A todos. Es decir, tú no te puedes inventar a la gente. La gente está ahí, en frente de uno. Todos somos iguales y al mismo tiempo todos somos distintos. Todos somos iguales en una serie de condiciones, en una serie de atributos. Todos tenemos dos manos, dos ojos… unas extremidades, un cerebro que pesa tanto. Pero todos vemos distinto. El día de hoy para unos es gris, para otros es plomizo, para otros es chévere, entonces hay miradas distintas él lo que hace es coger cosas y personas que le impresionan o personas que vivieron con él o de amigos y en particular los amigos son cómplices que aparecen en los libros. Álvaro, Alfonso, Germán y Gabriel son Álvaro Cepeda Samudio, Germán Vargas, Alfonso Fuenmayor y él, Gabriel García Márquez. ¿Dentro de eso con tu conocimiento de la vida de Gabriel García Márquez podría haber una persona por la que se basó para hacer a la abuela de Eréndira en “La increíble historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada”? CZ: De lo que yo sé, no. ¿Por qué le pusiste “El vicio incurable de contar” a la biografía de Gabriel García Márquez? CZ: Porque eso es lo que él hace. Él es un contador de cuentos. Él tiene un libro que se llama “La bendita manía de contar” que son sus conferencias en la Escuela de Cinematografía de los Baños en Cuba y él le dice a todos “les
tengo una mala noticia” ahí es donde les dice lo del talento. El talento se tiene o no se tiene, se puede cultivar, se puede enriquecer, se puede disciplinar pero se tiene o no se tiene y a él uno le pregunta “usted que opina de la economía latinoamericana” y él no es capaz de responder “la economía latinoamericana está decreciendo porque el PIB y el ingreso per cápita… “ no, él te cuenta un cuento, él es un contador de cuentos. Lo que pasa es que él no es un contador de cuentos parado en una esquina sino que es un contador de cuentos encerrado con su computador o con su máquina de escribir. He oído que a ti te gusta mucho el tema de los dictadores latinoamericanos, En Cien Años el dictador de Macondo es Arcadio. ¿Él se parece a algún dictador en específico o podría llegar a ser como una generalización de todos? CZ: No. No se parece a ninguno. Él es simplemente un alcalde con mucho poder y un poco de despotismo. Los dictadores latinoamericanos han hecho cosas absolutamente inconcebibles. Arcadio es una especie de enanito con un poquito de imaginación [risas] como niño asustado pretendiendo ser dictador. ¿Se podría reflejar Cien Años de Soledad a la actualidad? CZ: Claro. En Cien Años de Soledad, por ejemplo, los liberales van a misa de cinco para que nadie los vea y los conservadores van a misa de siete para que todo el mundo los vea. Eso sigue pasando hoy en día. Se alternan en el poder, cuatro años usted… cuatro años usted… cuatro años fulano… y bueno… sigue pasando lo mismo. Seguimos en las mismas. Hoy no existe una plantación bananera, hoy existen las compañías petroleras, existen las compañías mineras, seguimos igual y no tenemos tren. En el conversatorio estabas hablando de cómo se puede ver Cien Años de Soledad como una novela local, un poco más regional de un país y también universal. ¿Podríamos decir que la historia de Macondo es
la historia del mundo de la forma como lo ve García Márquez? CZ: En parte sí. A ver… hay una concepción eurocentrista de que el mundo empieza en París y termina en París y es inconcebible que uno no haya nacido en París de varias generaciones de parisinos de París. Montesquieu preguntaba un día “¿es que acaso se puede ser persa?” para él es inconcebible. Uno puede ser Parisino de París y no más pero es la concepción eurocentrista del Mundo. Nosotros tenemos que decirle a todos los eurocentristas: No, el mundo no termina en la periferia, es ahí donde empieza, en la periferia y pasa por la periferia. Antes de por París, pasa por Macondo. ¿Qué opinas de la posibilidad de que se hiciera una película de Cien Años de Soledad? CZ: Me parece un desastre descomunal. No se debe hacer. Todas las demás han sido un fracaso. Fracasó Crónica de una Muerte Anunciada, fracasó Crónica del Amor en los tiempos del Cólera, fracasó Del Amor y otros Demonios. La que fracasó menos, pero fracasa, fue El coronel no tiene quién le Escriba, y ahora están anunciando Memorias de mis Putas tristes, pero será otro fracaso. La última pregunta: ¿Tú crees que se podría encontrar a un escritor que tenga el poder que tiene García Marquez con las palabras y con el idioma Español? CZ: Hoy en día hay algunos buenos. General mente buenos. En Colombia están apenas creciendo. Están muy chiquitos todavía, pero en el idioma español… Bueno, se acaba de morir un gigante que es Carlos Fuentes. Hay un nombre como Pinkier que a la gente le encanta a mí me gustan algunas cosas a mí me gusta más Javier Marías el español un hombre maravilloso que es esencialmente poeta que se llama Luis García Montero que escribió un libro bellísimo sobre otro poeta llamado Angel González una novela bellísima que además
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tiene un título precioso que se llama Mañana no será lo que Dios Quiera. Y hay uno con mucho talento pero que lo ha dedicado a otras cosas que es Arturo Pérez Reverte pues a otras cosas quiere decir a otros tipos de literatura. ¿y Bolaño? CZ: A mí bolaños no me gusta. Me gustan los prólogos. Los prólogos que él escribió me parecen geniales pero los libros ya… de pronto lo cogí en una mala época y le tengo que dar otro round. Una nueva oportunidad. ¿Y Juan Gossaín? Juan es un estupendo periodista, un magnífico periodista y lo seguirá siendo aunque esté retirado pero no es un buen escritor. Es casi un gemelo malo de García Marquez. ¿Y Sábato? CZ: Ernesto Sábato ya murió, ya hizo lo que tenía que hacer. A mí El Túnel me pareció interesante pero no me conmovió. Me encantó Sobre Héroes y Tumbas. Es una maravilla. Muchísimas gracias otra vez por concedernos esta entrevista.
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Entrevista
Instrucciones para Mentir Por: Pablo Cardona y Daniel Botero
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xisten en la autopista del lenguaje y la comunicación artilugios y atajos inescrupulosos que le dan al valiente inmoral una ventaja sobre aquellos que por razones absurdas temerosamente le huyen a la placentera atmosfera que nos genera mentir.
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un así, para mentir se debe mantener su mente en un suntuoso balance, no le tema a las consecuencias, no crea en el mal, recuerde que el bien y el mal no existen, solo hay poder y aquellos lo suficientemente aptos para extraerlo y moldearlo en pos de su beneficio. Entiéndase pues que al mentir usted toma su psicología por las riendas y se convierte en un ser superior a aquellos cobardes crédulos que valoran a los demás, reprima todo signo de su inconsciente, destruya todo vestigio de bondad e impulsividad caritativa que pueda haber en su oscuro corazón, recuerde que mentir es absolutamente natural, aunque como ya he declarado solo le corresponde a aquellos de gran virtud.
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unque hay múltiples maneras de hacer sus mentiras creíbles, la mejor sin duda alguna es jugar el papel de la víctima, actué como si estuviera siendo presa de un poder opresor y usando el ego del oponente engrandezca y elogie su imagen, glorifique la generosidad y la nobleza, ya que no hay nada que nos favorezca más que idiotas viviendo sus pequeños delirios altruistas, disfrute a los torpes que se consideran generosos ya que lo más probables es que esta especie sucumba algún día, presa de un puñal en la espalda, usted solo se hará inmortal engañando y mintiendo, se hará imparable al librarse de principios y éticas contraproducentes.
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or último, entiéndase que si desea buscar a un maestro que le ayude a perfeccionar sus capacidades y facultades malignas no necesariamente debe acudir a Maquiavelo en la Florencia del siglo dieciséis, o a Lucifer en el génesis, no, simplemente recurra a su político o contratista local, estoy seguro que ellos podrían darle una o dos técnicas que harán de su vida un viaje caracterizado por facilidad, éxito y abundancia.
sí, con absoluta compostura puede mentir, manténgase erguido y procure no tartamudear, haga lo posible por actuar natural, y por lo que más quiera, evite reírse (aunque ambos sabemos lo divertido que es engañar a los ineptos), eso podrá venir después cuando este sentado disfrutando de los múltiples frutos y beneficios de sus traicioneras tácticas en ese caso puede soltar una honda carcajada y parodiar a aquellos angelitos que valoran la magnanimidad.
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Cien Años de Soledad: Más que Realismo Mágico Por: Matías Botero
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ncapaces de asumir un enfoque contundente, nos hemos refugiado en la primitiva creencia de que no hay nada más allá de lo textual en el realismo mágico. Esta tendencia desemboca inevitablemente en la asimilación del realismo mágico como un mero recuento fantástico. El problema, creo yo, nace de dos malentendidos simultáneos: el nombre de esta corriente literaria, y su respectivo origen.
El realismo mágico, que para sus escritores tiene todo de real y nada de mágico, es el nombre que se le ha dado a este movimiento realista para consolar a aquel que no puede dimensionar lo leído y tiene que encasillarlo como mágico. De alguna manera, el nombre es un pretexto diseñado para amparar al típico europeo, tan rígido de mente que es incapaz de asimilar una dimensión diferente a la suya. El problema es que este consuelo se ha transmutado, de ser una forma de saciar las mentes inflexibles de los europeos, a contagiar, inclusive, a la cultura latinoamericana. Y es que los lectores se dejan convencer de que si se llama realismo mágico es porque algo de mágico tendrá que tener; lo cual me lleva a formular las siguientes preguntas ¿de que le sirve su “carácter incontrovertible de obra maestra” (Vásquez, El arte de la distorsión, 2009, p. 31), si incluso aquellos que deberían profundizar en su contenido se quedan en un nivel superficial de encantamiento? Y ¿Por qué aferrarnos a esa tendencia de calificar todo lo desconocido textualmente, sabiendo que esto, aún de manera involuntaria, restringe las posibilidades del medio? Yo eliminaría de una vez por todas la segunda parte del nombre y unificaría la sentencia que muchos autores consientes de esto como Juan Gabriel Vásquez y Eva Lukavská vienen sugiriendo tímidamente.
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Ensayo
Con restringir las posibilidades del medio me refiero a que, al conocer el nombre de la corriente, no sólo el lector se ve involuntariamente predispuesto a conllevar una lectura frívola, sino que también el joven escritor, ajeno a las técnicas necesarias para innovar, y de todas maneras sin la audacia para hacerlo, se siente obligado a enfrascarse en la concepción de la novela madre, que en este ensayo tomaremos como Cien años de soledad. Entonces, una vez enfrascado, en vez de trascender a partir de ésta, explorando y explotando sus puntos débiles, “señalando sus vacíos, y los lugares donde se quedó corta, o donde hubiera podido entrar y no entró” (Vásquez, Malentendidos alrededor de García Márquez, 2009), para llegar a crear a su propia y auténtica novela madre, el escritor termina aferrándose a la mera imitación, perpetuando así el ciclo de degradación literaria.
Una vez tomada la decisión final frente al problema del nombre de esta corriente literaria–eliminando la segunda parte de éste–, podemos concentrarnos en aclarar el segundo malentendido. Nos encontramos con la equívoca creencia de que Cien años de soledad es un descendiente directo del árbol genealógico cuyos pilares nacen en el ensayo de Alejo Carpentier –en el prólogo de su novela El reino de este mundo– que buscaba materializar el significado de lo <<real maravilloso>>. En realidad ambos estilos provienen de linajes diferentes. La principal diferencia es la perspectiva de los respectivos movimientos frente al mismo tema: “la concepción de la realidad americana como <<maravillosa>>” (Lukavská, 1991, p. 4). Por un lado, Carpentier, que mira a Latinoamérica desde los ojos de un europeo, necesita fe
“<<para ver lo maravilloso>>” (Lukavská, 1991, p. 1), o lo que es igual, necesita la seguridad o aseveración de que algo es cierto sin tener pruebas que lo rectifiquen. Con lo cual, no es de sorprendernos que Alejo Carpentier diga que:
Lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad (el milagro), de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, de una ampliación de las escalas y categorías de la realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de <<estado límite>>. (Vásquez, El arte de la distorsión, 2009, pp. 33-34)
De lo anterior notamos dos puntos que entran en discrepancia con el concepto de realismo mágico que se atribuye a esta novela. Primero: para Carpentier lo <<maravilloso>> no surge de la realidad sino de una alteración (revelación, privilegio, iluminación, ampliación) de ésta, lo cual es una contradicción ya que la realidad deja de ser real una vez que ha sido modificada. Segundo: “si la realidad de América contiene lo maravilloso de manera espontánea, ninguna exaltación del espíritu, mucho menos un estado límite son necesarias para percibirla” (Vásquez, El arte de la distorsión, 2009, p. 34). El realismo mágico, a diferencia de lo <<real maravilloso>>, busca plasmar la realidad latinoamericana; un mundo maravilloso cuya realidad desborda los parámetros de la normalidad –lo que para García Márquez es la desmesura– y donde, si en algún momento es necesario recurrir a lo maravilloso, es porque el idioma se queda corto para transcribir esta realidad. Por lo tanto, en este estilo lo maravilloso es tan normal que pasa desapercibido. Mirémoslo de esta manera: como para nosotros el acto de parpadear es tan normal que pasa desapercibido, para los
macondianos una mujer que predice su muerte y que piensa que puede “reparar una vida de mezquindad con un último favor al mundo […]: llevar cartas a los muertos” (Márquez, 2012), como es el caso de Amaranta en el capítulo catorce, es tan normal que pasa desapercibido. De hecho Úrsula, su madre, en vez de preocuparse –como lo haría cualquier madre común y corriente– porque su hija está delirando, “se empeñó a despejar la casa [atormentada por la creencia de que] en el trajín de las cartas y la ansiedad de que llegaran pronto, los ofuscados remitentes la fueran a enterrar viva” (Márquez, 2012, p. 280).
Pero no es suficiente con resolver el problema de manera teórica. Es decir: no es suficiente con eliminar de nuestras mentes la segunda parte del nombre y con aclarar que el realismo mágico no se deriva de lo real maravilloso. Con esto, aún involuntariamente, seguiríamos siendo propicios a cometer la impertinencia de creer que no hay nada más allá de lo textual en esta corriente literaria. Hay que eliminar el problema de raíz, y para esto hay que actuar. Y entonces usted, querido lector, se preguntará: ¿cómo hacer para leer Cien años de soledad “bien”?
Hay que leer desprovisto de prejuicios. De manera objetiva. Y así lograr, como lo sugiere Juan Gabriel Vásquez, una malinterpretación de la novela. Sin embargo, yo voy mas allá, a fin de cuentas leer Cien años de soledad como lo propone él –como novela histórica– sigue siendo una limitación. En últimas sugiero una lectura sin interpretación para que no se excluya ninguna interpretación.
No es tan difícil como suena. He aquí un ejemplo: imagínese observando una imagen, y a su lado una serie de lentes con diferentes cualidades. Debido a que cada lente tiene sus características específicas (color, aumento) el resultado es que la misma imagen puede verse
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de muchas formas dependiendo del lente por el cual se observe. Por ejemplo el filtro naranja lo hace ver todo más alegre, el gris: triste, si el lente tiene aumento, el contenido de la imagen aparentará estar más cerca de lo que en realidad se encuentra. Yo propongo mirar esa imagen a través de un vidrio transparente: imparcial, dándonos a conocer la imagen tal como es. Lo interesante de este método es que una vez tenemos una fiel reproducción de la imagen verdadera en nuestras mentes, podemos allí mismo recrear el resultado si pasáramos otros lentes, muchos de los cuales recolectamos a lo largo de la vida, incluso después de captar la imagen. Esto a su vez nos sitúa en un universo de posibilidades infinitas ya que a la misma imagen podemos aplicarle todos los lentes imaginables exaltando lo que cada uno tiene para ofrecer, cosa que no hubiera sido posible si desde un principio hubiéramos captado la imagen con un filtro amarillo. Esto se puede traducir, casi literalmente, al lenguaje de la novela. Donde los lentes representan las perspectivas desde las cuales se puede interpretar el contenido, y donde memorizar la imagen vista desde un vidrio transparente es lo mismo que leer desprovisto de interpretaciones (logrando así una idea nítida de la obra en la mente. Una idea que sólo contiene la esencia del mensaje). Finalmente, el filtro amarillo representa una primera lectura atada a un sólo punto de vista.
Es más fácil explicarlo por medio de un ejemplo textual, y el capítulo catorce es un excelente punto de partida. Recordará usted al “joven, cetrino, con ojos oscuros y melancólicos”(Márquez, 2012, p. 283) posiblemente de origen gitano, Mauricio Babilonia. Además de haber nacido y crecido en Macondo, ser aprendiz de mecánico en las plantaciones bananeras, y ser por quien Meme se volvía loca –de amor– (y ante quien se entregó “sin resistencia, sin pudor, sin fatalismos, y con una vocación tan fluida y una intuición tan sabia, que un hombre más suspicaz que el suyo hubiera podido confundirlas con una acendrada experiencia”
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(Márquez, 2012, p. 289) –apoyada por Pilar Ternera–), Mauricio Babilonia se caracterizaba por estar rodeado de enjambres de mariposas amarillas.
Veamos cómo podría ser interpretado esto, leído desde diferentes perspectivas –estas son algunas que vienen a la mente–. Desde el punto de vista entomológico, el estar rodeado por mariposas puede reflejar un olor corporal particular que las atrae. Un estudioso del tema, sabiendo que en Macondo hace el calor característico del bajo Magdalena podría atribuir esta “persecución” al olor producido por el sudor de sus habitantes. Además, sabiendo que éstas se alimentan de frutos maduros, qué mejor lugar para explicar su abundancia que una plantación de banano. Visto desde los ojos de un lector psicólogo, puede ser simplemente una programación neurolingüística: alguna vez Meme notó que Mauricio Babilonia estaba rodeado de mariposas, y a partir de ese momento, cuando lo ve, nota las mariposas amarillas que pueda haber en el entorno, que de otra forma no notaría. Está adaptando la imagen a su preconcepto de la misma. Para quien tiene una inclinación espiritual, las mariposas pueden ser asociadas con el aura de Mauricio, y el hecho de que sean amarillas deja de ser una característica de la variedad local de mariposas y adquiere el significado que pueda tener ese color en aquel ámbito. Puede ser también la manifestación de un “príncipe amarillo” para aquel romántico que le gusten los cuentos de hadas: las mariposas reflejan su carisma y magnetismo, la inevitabilidad de su voluntad. Dicho lo anterior, nada impide que uno lo pueda ver desde la perspectiva textual: el fenómeno fantástico de mariposas que persiguen a un hombre sin motivo aparente.
Ningún lector tiene todas las perspectivas simultáneamente al leer la novela. Pero si se lleva a cabo una lectura desprovista de prejuicios, todas las posibilidades están abiertas, de tal manera que si en algún momento el lector se vuelve entomólogo, o
psicólogo, o se interesa por lo espiritual o se inclina por el romanticismo o simplemente decide leer como realismo mágico, va a poder, sin necesidad de releer la novela, comprenderla desde este nuevo enfoque.
Ahora imagínese a todos los otros lectores con todas las interpretaciones que ellos le darán a la novela. Un sinfín de posibilidades. Por eso cien años de soledad es más que realismo mágico: es una novela.
Repito: las interpretaciones anteriores son simplemente algunas que vienen a la mente. Pero usted lector, que habrá vivido una vida diferente a la mía encontrará su propia visión de la novela que para usted será tanto coherente como pertinente. Lo bueno es que usted no está atado a esa interpretación de por vida. Si sus intereses cambian a lo largo de ésta, será fácil redefinir su concepto de la obra cuantas veces quiera y así podrá exprimir todo ese jugo que tiene el fruto maduro de Cien años de soledad.
Ensayo
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La Creación del Señor Philips
Mi nombre es Alejandra Saavedra, tengo 13 años. Nací el 20 de Marzo de 1999, en la ciudad de Cali, Colombia. Cuando cumplí un año mis papás decidieron venirse a Bogotá. Entré al jardín Platero y yo. A los 3 años nació mi hermana Catalina a quien quiero mucho y me gusta pasar tiempo con ella. A mis 4 años ingresé al Colegio Anglo Colombiano en el que me encuentro actualmente. Me gusta hacer deporte, pintar, pero sobre todo pasar tiempo con mis amigas. Me encanta viajar y tener nuevas experiencias, considero que he aprendido mucho con ello. No me considero muy buena escritora pero me esforcé mucho al hacer este trabajo y espero que les guste.
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scogí para este cuento el tema de la manipulación de genes que permita a la especie humana la posibilidad de volar, porque me parece que es algo que siempre ha llamado la atención de inventores, científicos, investigadores y en general de la mayoría de las personas.
Este tema que pertenece a la ciencia ficción, me pareció muy atractivo para dejar volar la imaginación sobre lo grandioso que sería poder volar por nuestros propios medios.
Todo comenzó el 19 de agosto del 2012. El día de mi cumpleaños, al fin había cumplido 15 años. Me llamó Melisa, y lo único que quería era conocer al señor Philips. Eso era todo, no quería fiesta , ni viaje solo conocerlo a él. Ese fue mi regalo.
Me despertaron mis papás con un delicioso desayuno en la cama. Me bañé y me vestí. Este
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Cuento
era mi día. Al llegar a el colegio todas mis amigas estaban allí. Me dieron muchos regalos y cartas, estaba muy feliz. Las horas de clase se pasaban muy lento, ya quería que se terminará el colegio. El señor Philips es mi ídolo, el mejor científico de la historia. Cuando sea grande quiero ser científica como él, De las mejores. Ser científica de la NASA o trabajar en mi propío laboratorio como el señor Philips. Ciencias es mi materia favorita. Me encanta todo lo que vemos, desde el universo, hasta las partículas.
Tengo mi propio laboratorio en casa, es un poco pequeño. En él estudio las teorías de Philips y trato de aplicarlas. No es muy fácil ya que el señor Philips es muy inteligente. Su última invención es la que más me interesa, ya que se trata de darle alas a los humanos a través de una inyección. Para esto se necesita mucha dedicación. El señor Philips durante10 años ha realisado una exaustiva investigación para lograr el objetivo. Eran las 3:25pm, en 5 minutos sonaría la campana y acabarían las clases. Finalmente
podía dirigirme al gran laboratorio llamado Laboratorio HPEBDS (Laboratorio de Harry Philips en busca de soluciones). Al bajarme del carro pude ver el lugar, era gigante. Entré allí y una señorita me estaba esperando. Me preguntó, “¿tú eres Melisa verdad?” yo le respondí “sí, yo soy,” “sigue porfavor,” ella dijo en voz baja, seguro no quería hacer mucho ruido para no desconcentrar a los del laboratorio. Todos parecían muy ocupados. Me llevó a un pequeño cuarto, yo no era la única allí. Me senté en una silla que estaba en la esquina. Era un poco incomoda pero era tanta la emoción que no me importó. Después de una larga hora de espera en ese cuarto, con una mezcla de emociones, entrò el señor Philips. No podía creer lo que estaba pasando, tanto tiempo esperando para este momento, y al fin había llegado.
Muy emocionada me paré a saludarlo. Me dijo “Hola, ¿Comó te llamas?” con una voz temblorosa de la emoción le respondí “ Melisa señor, es un placer conocerlo.” Con una pequeña sonrisa, me dijo “Melisa, eres una de las pocas personas que tienen la oportunidad de entrar a este lugar.” “sí señor” seguía con esa voz temblorosa. “vas a ver como pruebo mi último proyeto,” me explicó. Me sentía soñando no creía que eso fuera real. No solo lo conocería pero lo vería probar su último proyecto.
Me llevó a la sala de experimentos y me dijo “Mira este es Samuel, es un chimpancé, como ya debes saber los chimpancés son muy similares a los humanos. “Con él haremos el experimento,” “¿no le puede hacer daño o salir herido?” le pregunte. “No, lo máximo que puede pasar es que el experimentó no haga efecto como queremos por el organismo de el animal.”
de pájaros que producen sus alas. Espero que funcione porque tardé mucho en hacerla.” Le puso la inyección a Samuel y me dijo “eres una niña muy callada y puedo notar que te interesa esto. Este experimento demora 8 días en actuar. Vuelve en 8 días, después de colegio y miramos como va todo ¿te parece?” yo claramente le dije “sí” mi voz temblorosa se había ido. Volví a mi casa muy contenta. Había sido el mejor día de mi vida. Les conté todo a mis papás y les pedí permiso para poder volver en días más eternos de mi vida. Cuando pasaron los 8 días volví. Él me recibió muy bien y rápido. Esta vez no tuve que esperar una hora en esa sala. Subí derecho a la sala de experimentos y cuando legamos quedé impresionada, el chimpancé tenía alas. Yo había sido la primera persona en ver esto. El señor Philips había creado las alas para el chimpancé y muy seguramente para el humano. Me dijo “necesito tu ayuda, me voy a inyectar esto, si algo me pasa te dejo mi herencia. Tengo que ver si esto funciona con los humanos.” “no lo hagas es peligroso” le dije. “no me importa, ahora vete a casa y vuelve en 8 días a ver si me hizo efecto” me ordenó. El señor Philips se lo inyectó. De repente cae a el piso. No sabía si estaba muerto, si había entrado en coma o si simplemente estaba desmayado. No sabía qué hacer así que salí corriendo. Estuve muy preocupada, si volvía me iba a sentir culpable por lo que le hubiera sudido, tenía que ir a verlo. Así que cogí un bus y fui a el laboratorio. Llegué allí, y subí corriendo a la sala de experimentos. Entro y encuentro a el señor Philips adentro. Estaba vivo, me sonrió y le dijo “gracias Melisa por confiar en mí,” yo solo sonreí y me dijo “ahora vamos a mostrarle a el mundo lo que hicimos.”
El señor Philips cogió la inyección y me explicó como la había hecho. Me dijo “esta tiene genes
Cuento
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El Reloj de la Vida Por: Laura Prada
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ace un tiempo, cuando todavía se creía en la fantasía, en la brujería y en la magia. Existió una niña de casi doce años, que vivía muy feliz. Se llamaba Julieta. Ella vivía en un pueblo colombiano llamado Cucunubá, un pueblito chiquito pero lleno de humildad y cariño. Donde la naturaleza habitaba como su dueña, con flores de todos los tipos y colores, y arboles de frutas jugosas y deliciosas y animales de todo tipo y especie. Ahí vivía Julieta. Julieta era una niña llena de vida, era una persona muy inteligente para tener la edad que tenia, a Julieta le encantaba leer y cantar. Era muy buena académicamente, y una excelente artista e inventora de cosas. Julieta era una niña físicamente tan linda como la naturaleza y por dentro, tan sencilla como el viento.
Un día Julieta recibió un regalo de parte de su bis abuela. El regalo era un reloj que había sido adueñado por más de diez familiares ancestros de Julieta. El reloj había pasado por todas esas personas, con la misma pila desdeser usado por primera vez. Julieta recibió el regalo, con emoción de saber que por fin tenía un reloj con el cual podía consultar la hora con gran facilidad. El reloj era muy fino y elegante, la correa era hecha de oro puro y las manecillas que marcaban los segundos eran de oro, las que marcaban los minutos eran de plata y la manecilla que marcaba la hora era de bronce. Por un antiguo refrán que decía “Un segundo es
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más que un minuto y un minuto es más que nada”. Significaba que todos los momentos valen, aunque no duren de a mucho, pueden significar mucho para alguien. Los ancestros de Julieta solían decir que hace mucho tiempo el reloj fue embrujado por la bruja mas mala de todo el pueblo, y que por una extraña causa la brujería fue interrumpida por otro mago que evito que el hechizo causara daño a alguien. La antigua leyenda dice que unas criaturas miniatura habitan en el reloj, y son lo que lo mantienen todavía en buen estado. Julieta no creía ni media palabra de esta tal leyenda, ni siquiera creía en la brujería del pueblo, ni en los hechizos ni en los magos o las brujas. Decía que esos solo eran cuentos de la gente para asustar a los niños pequeños. Cuando Julieta recibió el reloj, se lo puso con mucha emoción, con mucha alegría.
Esa noche Julieta no podía dormir, y no sabía porque razón, solo oía como si unas voces no pararan de hablarle solo para incomodarla, unas voces chillonas, se oía como si estuvieran peleando... por ahí unas cuatro personas discutiendo sobre algo. A la media noche, cuando Julieta todavía no se había podido dormir, por las voces extrañas que oía todo el tiempo. Julieta seguía sospechando quienes eran los peleones y porque peleaban tanto. Desesperada, Julieta se puso a pensar si de pronto era lo que tanto decía la leyenda decía de unas mini personitas que vivían en el
reloj, pero por sus valiosas creencias sobre la brujería y de que no existía y que solo era un cuento, no la dejaban pensar eso.
Al otro día, un lunes, Julieta muy cansada iba en camino al colegio. Cuando de pronto su reloj paro de funcionar y ella no sabía que había pasado, unas pocas horas después volvió a mirar y vio que estaba funcionando perfectamente. Julieta no había vuelto a dormir en paz desde que le dieron el reloj y se puso a pensar que de pronto lo de la brujería si era verdad, y que el hechizo y la leyenda no eran cuentos engañosos de la gente.
Un día Julieta empezó a mirar su reloj atentamente por mucho tiempo, y miraba los segundos pasar como si fueran años y horas que pasaban, quería ver si en realidad vivía alguien ahí adentro. Julieta ya con los ojos agotados de ver una pantalla de un reloj, blanca, y el segundero, y el minutero pasar y pasar una y otra vez por los números. Voltio a mirar por la ventana de su cuarto, y cuando miro de pronto oyó un grito muy agudo y voltio a mirar rápidamente a su reloj y vio una persona diminuta casi del tamaño de una hormiga, era la criatura más linda que Julieta había visto en toda su vida, tenía el pelo rojo, y la piel blanca como la nieve y unos ojos grandísimos que parecían admirar la belleza en el rostro de Julieta.
La criatura miro hacia Julieta y Julieta quedo asombrada de ver a una persona tan chiquita con los gestos tan perfectos, qué parecían de un muñeco animado. Julieta movió la mano para saludar a la criatura, y la criatura le devolvió el saludo, Julieta le susurro – ¿Cómo te llamas pequeñuelo? - . El duendecito grito con todas sus fuerzas respondiendo – Tiny-wigs – Julieta no lo oía, acerco si oreja al reloj y le volvió a preguntar que cual era su nombre. Tiny-wigs respondió – ¡Tiny-wigs! – Julieta le respondió – Que bello nombre tienes Tiny-wigs – Tiny-wigs le pregunto con misterio, -¿usted como llama
hermosa señorita? – Julieta respondió orgullosa, - Julieta de la Rosa, ¿es un bello nombre no? – el duende dijo con una pequeña risa – Si que es bello, y tan bello como usted –. La conversación fue larga y Julieta y Tiny-wigs llegaron a conocerse más. Tiny-wigs le presento a Julieta a sus otros compañeros. Esa noche Tiny-wigs no paraba de hablarle a sus amigos de la belleza que tenia la dueña del reloj embrujado. – Es tan bella, nunca habíamos tenido una ama tan linda- susurro Tiny-wigs. Tiny-wigs vivía con tres mini-andantes mas, uno se llamaba Pachonsin, y él era gordito, y chiquitito, con el pelo tan amarillo como el sol y los ojos enormes como una lupa. Pachonsin era el mini-andante más joven. Una criaturita con muchas ganas de vivir con ganas de aprender cosas nuevas, todavía un niño muy ingenuo.
El otro mini-andante se llamaba Wifardo. Él era el más tonto de los cuatro, el más torpe, que tropezaba con todo, TODO el tiempo. Wifardo amaba comer dulces y no solo dulces, comer de todo. El disfruta de la vida riendo, es la criatura más tierna con una carita chiquita, gordita y morenita y una cabeza llena de crespitos color marrón claro.
Por último, Tito. El mini-andante más viejo de todos, el mayor de todos los mini andantes existentes en el universo, y el más sabio e inteligente. Tito siempre tenía las buenas ideas. Pero ya era muy viejo, tenía una barba larga y blanca como la nieve.
Los cuatro mini andantes conversaron sobre Julieta toda la noche, y no la dejaban estudiar, ni dormir, ni leer, Julieta no podía vivir en paz con los mini-andantes conversando toda la noche y día, ella no sabía qué hacer, no podía regalar el reloj, era una tradición que ese reloj pasara por toda la familia. Julieta les hablaba y les decía que por favor la dejaran concentrarse en sus cosas porque no
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quería tener que regalar el reloj porque lo apreciaba mucho, lo que no apreciaba era que los mini-andantes no la dejaran vivir su vida como lo hacía antes de tener el reloj. Poco a poco mientras pasaban los días, Julieta tenía que aguantarse los chillidos y gritos de los mini-andantes. Julieta ya estaba desesperada de que le estaba hasta yendo mal en el colegio por culpa de las mini criaturas que estaba a punto de arrojar a la basura, y siempre les hablaba diciéndoles que por favor la dejaran concentrarse porque o si no, no iba a poder ponerse más el reloj.
Unos días después Julieta se decidió a guardar el reloj en su mesa de noche en el cajón más chiquito donde era más oscuro, y más lejos de su almohada para no oír ninguna pelea o conversación de las criaturas, y así podría dormir, estudiar, y concentrarse más en su vida pacifica tal cual como lo era antes.
Después de un tiempo Julieta empezó a extrañar su reloj, y decidió sacarlo del cajón y ponérselo otra vez, pero pues claro que le puso unas condiciones a los mini-andantes, les dijo que si volvían a desconcentrarla en sus cosas iba a desechar el reloj como a un pedazo de basura, desde ese momento los mini-andantes quedaron alertados y no sabían qué hacer, Tito empezó a buscar formas de salir del reloj sin dañarlo, les decía a sus compañeros, – si salimos por la cerradura de la izquierda dañamos la maquinaria, no podemos salir por ahí.- Pachonsin se unía y decía –¿y por la de abajo?- y Tito y Tiny-wigs le decían al mismo tiempo con un acento muy bravo y rabioso, – Pachonsin, por favor entiende que NO hay una cerradura abajo, no hay oportunidad de salir por ahí-, Pachonsin decepcionado se iba a su cuarto adentro del reloj, y mientras se retiraba decía –Lo siento solo quería ayudar-, Tito y Tinywigs se miraron con preocupación, no sabían que iban a hacer para salir del reloj y no morir en un basurero, tirados como si fueran un deshecho . Buscaron y buscaron maneras y
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soluciones para salir de ahí. Wifardo también quería ayudar pero con su torpeza no lograba nada, no daba buenas ideas, pero al menos les ponía a todos una sonrisa en la cara mientras todo el estrés. Julieta seguía dudando si quería tirar el reloj a la caneca o no, no quería romper la tradición de la familia pero ya no se aguantaba más a los tales mini-andantes que no la dejaban ni pensar. Mientras tanto ese mismo día los mini andantes encontraron un agujero en el reloj por el que cabía uno por uno saliendo con mucho cuidado, cuando los mini-andantes empacaron todo su equipaje. Una noche decidieron hacer su trasteo a la mesa de noche de Julieta, como algo que ella nunca hacia que era quitarse el reloj para dormir, pero esa noche i lo había hecho, entonces los mini-andantes aprovecharon para sacar sus cosas y salir uno por uno por adentro del agujero diminuto. Cuando sacaron todo su equipaje del reloj, y lo pusieron todo muy organizado en la mesa de noche con sus mini camas muy bien tendidas y su ropa muy bien doblada, los miniandantes se acostaron a dormir por primera vez en paz y armonía. Sin ninguna discusión.
Al otro día Julieta se despertó, cuando ya estaba lista y ya iba a salir para el colegio, se acordó de su reloj, esa noche Julieta había pensado en que no valía la pena tirar ese reloj a la caneca con esas criaturas adentro que siempre la estaban protegiendo adentro de su reloj, cuando cogió su reloj empezó a llamar a los mini andantes, pero nadie respondía nada cuando de pronto voltio a mirar otra ves en la mesa de noche, con tristeza y… al lado vio algo que nunca había visto en su vida, algo que la hizo muy feliz. Vio unas camas con unos mini-andantes descansando como angelitos. Se puso su reloj y muy feliz se fue al colegio pensando en que ahora iba a tener la mejor compañía del mundo, y que por fin los mini andantes no la iban a desesperar, pero en el fondo ella sabía que, los amaba.
Por Que Aunque Quisiera, Yo No Escojo Por: María Gómez Trujillo Porque entre primos más me conozco Porque aunque quisiera yo no escojo Porque Macondo es mi familia Porque aquí no hay necrofilia.
Aureliano escoge, escogiendo un cuento que no todos estamos dispuestos pues Remedios tan solo una niña que aún juega con muñequitas.
Las quemaduras de un pasado oscuro Las quemaduras de un duelo sin escudo Tan negra como el corazón culpable de un amor totalmente imperdonable.
Peleas políticas sin más que ver sólo un montón de idiotas tratando de entender, la vida va mucho más allá del poder ametralladoras haciendo por hacer. No siempre se derrama sangre roja No siempre se cae la hoja Amarrado sin poder crecer Más que para arriba, para los lados también.
Entonces, ¿ Por qué entre primos más me conozco? Porque aunque quisiera, yo no escojo Somos lo que somos sin pensar Macondo es donde debemos estar.
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Reflexión Allí, en esos recintos, llenos de escritorios y sillas, rodeados de paredes y carteleras decoradas con el producto del saber y del continúo vivir, pero sobretodo , poblados de niños que marcan la esencia de este lugar, dìa a día van quedando registradas en el historial de mi vida docente una serie de vivencias que guían el curso de mi periplo por esta profesión. Momentos gratos, sinsabores,angustias, notas, tareas, disciplina , indisciplina, reportes, español, literatura; todo esto y demás rigores de la academia y de la vida danzan al compás de mi diario quehacer. Producto de este vaivén cotidiano quedan las diversas experiencias que van dejando huella en mi vida como profesora y sobresalen esas que no se limitan exclusivamente a un saber hacer, cumplir o transmitir sino aquellas que implican el reto de moldear o fortalecer un carácter. Por lo anterior, cuando me detengo a revisar el sendero pedagógico recorrido florecen en mi repertorio mental las imágenes de esos estudiantes que por su particular temperamento o condiciones específicas de aprendizaje han dejado marca en mi cotidiana labor , porque de alguna manera se han convertido en un reto que me ha permitido crecer como persona y como profesional.
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Cien Años de Soledad Por: Andrés F. Herrera
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o verosímil e inverosímil son dos marcos especiales en los que, a menudo, se sitúa la obra. Comente como se presentaban estos dos elementos en la novela y especifique los recursos narrativos de los que se sirven el autor para plasmarlos en la obra. Dado que la obra, cien años de soledad, parte del realismo mágico, García Márquez plasma en su obra varios elementos tanto reales como irreales. Mi punto es que la obra, ni otras obras en general de la misma corriente no es una novela histórica con abundantes elementos reales, ni es tampoco una obra inverosímil con un ambiente de realidad, sino el punto de encuentro intermedio de los dos puntos en la misma obra donde la realidad y la ficción colisionan.
Hay varias formas en las cuales el autor nos da indicios de elementos reales camuflados como ficticios que existen en la obra, por ejemplo en la descripción del Pueblo de origen de Petra Cotes, descrito como un lugar triste y lleno de fantasmas. La descripción le permite al lector darse cuenta de que el pueblo es realmente Bogotá, capital de Colombia y país natal de García Márquez. Muchas veces más durante el libro se usan descripciones a forma de mostrar una especie de metáfora donde el autor quiere decir más de lo que hay escrito.
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Otro elemento usado es la reiteración o repetición de algo dicho incluso en capítulos anteriores. Tal es el caso de la cola de cerdo, que se repite en varios capítulos como un miedo constante de Ursula, el recurso se usa para crear una sensación constante de que no estamos en un mundo real sino uno alejado a nuestra realidad, además de una forma de darle importancia al elemento mágico cuando el autor lo considera importante. Una forma muy común en esta corriente literaria es: “Dentro del realismo mágico podríamos encontrar también elementos de autoreconocimiento de los escritores latinoamericanos, la búsqueda y justificación de sí mismos e identidad latinoamericana fuera del contexto europeo.” (Magico, 2006). A veces el autor incluye hechos reales de su vida en la obra, por ejemplo cuando habla de los cuatro amigos que son en realidad cuatro autores compañeros de el. Esta técnica es usada no solo porque le da una gran visión de realidad al libro, sino que nos permite saber acerca del autor mismo y de sus opiniones personales. También muchas veces el autor incluye elementos de la historia de un país, para lograr una conexión al lector más directa y fuerte, este es el caso de la guerra bipartidista Colombiana de la cual García Márquez habla en el libro.
Otro elemento que se usa en la obra es hablar de elementos cotidianos como algo increíble y asombroso. El primer caso se ve en el primer capitulo donde todo este lleva a contar la historia de cómo se conoció el hielo: “Al ser destapado por el gigante, el cofre dejo escapar un aliento glacial. Dentro solo había un enorme bloque transparente, con infinitas agujas internas en las cuales se despedazaba en estrellas de colores la claridad del crepúsculo”. (Marquéz, 2007) Este elemento sirve para mostrar la naturaleza fantástica de la historia, y reiterar la naturaleza no cotidiana de la historia.Por otro lado un elemento similar al anterior es exponer los elementos mágicos como cotidianos. “Elementos mágicos tal vez intuitivos, pero (por lo general) nunca explicados” (Rojas, 2011). Tal es el caso con la aparición del Fantasma de Prudencio Aguilar que nunca es tratado como un tema sobrenatural y por el contrario es tratado como un problema casi cotidiano. Este elemento logra mostrar lo fantástico del mundo descrito por García Márquez y mantiene el interés del lector.
El ultimo de los muchos elementos que tratare en este texto es el usodel autor de representaciones míticas, tales como las 10 plagas de Egipto transferidas a Macondo. Bajo esta técnica el autor incluye ambos elementos reales, dado a que es una historia contada en otro libro, y a la vez inverosímil por su naturaleza fantástica. Estos son algunas de las muchas formas en las que el autor da aconocer elementos reales e imaginarios en su obra, además de darles una importancia. Estos elementos nos muestran mucho más de lo que aportan a la historia del libro; Sirven para conocer al autor de una forma más personal, sus ideologías y sus criticas sociales.
Los elementos, tanto reales como inverosímiles, son expuestos de diferentes maneras; a veces muy sutilmente y a veces bastante fuerte. Así mismo estos componentes se pueden encontrar tanto en una frase o en todo el libro.
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Una Luz Dentro de Mí Por: Isabella Noguera Soto
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equeñas lágrimas resbalaban lentamente por mi delicado rostro. ¿Por qué a mí?, ¿Por qué ahora?, gritaba con rabia; ¿Por qué me había quedado ciego justo cuando iba a comenzar la verdadera aventura de mi vida?, me pregunté a mí mismo. No veía nada, era como si me hubieran encerrado por siempre en un cuarto tan oscuro como la noche.
Fui a caminar por Central Park, mi lugar favorito, para quitarme la rabia. Caminé con dificultad, ayudado de mi bastón. Tropecé varias veces y cada vez maldije mi suerte. Conocía el camino de memoria pues había ido miles de veces; algunas con mi familia y otras solo o con mis amigos. Al fin llegué, después de lo que me pareció una eternidad. Al llegar me di cuenta que ya no era lo mismo … no podía ver los hermosos árboles, ni los bellos pájaros que cantaban maravillosas melodías; no podía ver a los niños pequeños jugando y riéndose; ni siquiera podía ver los carritos que vendían esos suculentos helados que tanto me gustaban. Fue en ese momento que comprendí la gravedad de lo que me había pasado; supe que habían apagado la luz que había alumbrado mi vida por diez años y no pude evitar sentir que mi vida se había acabado.
-Marco, Marco, contéstame, ¿Dónde estás? escuché una voz familiar decir. -Aquí estoy - grité con todas mis fuerzas. Pasaron unos minutos sin volver a escuchar la voz hasta que de repente, sentí una mano fina y delicada acariciando cariñosamente mi sedoso cabello café. Supe que era mi mamá porque olía al delicioso perfume floral que se ponía todos los días. Me quedé ahí en silencio con mi
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Cuento
madre hasta que atardeció. Yo pasé la tarde metido en mis pensamientos, lamentándome por todo lo que me había pasado. Cuando ya el frío se empezaba a sentir, mi madre se puso de pie y dijo que era hora de regresar. Nos fuimos caminando en el mismo silencio en que habíamos pasado la tarde pues, a decir verdad, mi mamá nos es muy habladora y yo no estaba de ánimo para conversar.
Mientras caminábamos, me di cuenta, por primera vez, de los ruidos y de los olores de mi amada ciudad, Nueva York. La verdad no sé por qué nunca les había puesto atención; seguramente porque estaba muy ocupado mirando todo a mi alrededor. Jamás pasó por mi mente la posibilidad de que algún día no podría ver y quizás por eso no me tomé el tiempo para explorar los olores y los sonidos que me rodeaban. Al llegar a mi casa comí, me bañé y me acosté a dormir pues estaba extenuado y además, tenía colegio al otro día. Sentí el calor de los rayos del sol entrar por mi ventana y me desperté. Al poco tiempo llegó mi mamá al cuarto para ayudarme.
La falta de visión me había convertido en una persona torpe y dependiente. No podía ocultar mi frustración pero a mi madre le sobraba paciencia y amor, y me ayudaba sin quejarse. Cuando estuve listo, agarré mi bastón y salí al paradero. No quería que me ayudaran, así que, con dificultad, caminé hacia el bus que ya me esperaba. El día se me hizo eterno, los minutos parecían horas. En el colegio ya nada era igual y el lugar que antes era una fuente de felicidad para mí, se había convertido en un infierno. Me sentía solo y triste. Sentía que me había quedado sin amigos, todos me
empujaban y se reían de mí. La oscuridad que me envolvía se hacía cada vez peor y por momentos se me dificultaba respirar. Pasé de ser un niño feliz a ser una persona amargada y quejumbrosa. Todo estaba en mi contra y yo no merecía lo que me estaba pasando. No podía entender por qué la vida había sido tan injusta conmigo. Solo quería que se terminara el día para poder regresarme a mi casa, para alejarme de todo aquello que me recordaba los momentos en que fui feliz.
Finalmente llegó la hora de regresar a mi casa. Salí del colegio a tomar el bus cuando de repente, escuché un ruido. Era como el de una campanita que sonaba sin parar. Tal fue mi curiosidad que empecé a caminar hacia el ruido. Caminé largo rato; hacía tiempo que ya no sabía hacia donde me dirigía, pero no podía parar; quería saber de dónde salía ese ruido. De repente el ruido paró y sentí un silencio incómodo. Dicen que los ciegos desarrollan una habilidad especial para escuchar los sonidos que los rodean, pero yo no llevaba mucho tiempo ciego y por eso, todavía no era muy bueno para orientarme utilizando los sonidos. No tenía ni idea de dónde estaba, traté de escuchar, pero solo podía oir el ruido de los latidos de mi corazón. Traté de gritar pero el miedo se había apoderado hasta de mi voz. Ahí estaba yo, parado en el medio de la nada, muerto del miedo y sin poder moverme.
Estuve un largo tiempo de pie, sin moverme. De repente, sentí que las fuerzas volvían a mí. Empecé a pedir ayuda, pero nadie respondía. No podía quedarme allí para siempre por lo que haciendo un enorme esfuerzo, empecé a caminar. Utilizando mi bastón, me fui abriendo camino hasta que, de repente, me encontré delante de algo duro que me impedía seguir hacia adelante. Con cuidado puse mis manos al frente y empecé a tocar. Pensaba que era una pared pero me dí cuenta que no podía ser. Era algo liso y frío, como el metal. Seguí tocando cuando, de repente, con un chirrido se abrió. Me quedé un rato de pie donde estaba. No
sabía si debía entrar o devolverme por donde había venido, pero ya era tarde y estaba muy cansado para seguir caminando. Di un paso al frente y entré. Había un delicioso aroma a rosas y podía escuchar un coro de pájaros cantar unas hermosas melodías. Se me olvidó todo el cansancio y el miedo que tenía y empecé a caminar. No pude evitar sonreir pues, por alguna razón que no comprendía, me sentía feliz y en paz conmigo mismo por primera vez después de aquel terrible accidente que me dejó ciego. Decidí sentarme un rato a descansar, pero cuando me iba a sentar escuché una voz que me decía:
Ven por acá, amigo mío. -Qué pena, no logro saber dónde estás, soy ciego y no te puedo ver – contesté amigablemente. -Solo sigue mi voz y podrás llegar a mí - dijo cariñosamente la voz. Sin decir nada hice lo que la voz me había dicho y en unos segundos había llegado donde estaba él. Hola, me llamo Lucas, ven conmigo, te invito a mi casa. Antes que pudiera contestarle, Lucas me cogió por el hombro y me guió hasta su casa. Al llegar, me llevó a un cuarto. Tropecé con algo y me di cuenta que era una cama grande. Me senté, era cómoda y como estaba tan cansado me recosté y sin darme cuenta, me quedé dormido. Lucas me levantó a la mañana siguiente lleno de ánimo. -¿Dónde estoy?, – pregunté todavía con sueño. -Estás en Celandia, – respondió Lucas - ¿Estás listo? -¿Listo para qué?, - pregunté confundido-Pues verás – dijo Lucas – estás en la ciudad de los ciegos. Aquí nadie puede ver y sabemos por lo que estás pasando. Si nos lo permites, queremos ayudarte. Podemos enseñarte a vivir una vida normal a pesar de que tengas una discapacidad. -¿En serio?, – pregunté muerto de la emoción-¡No podía creer lo que me estaba pasando! Sin pensarlo más, me levanté de la cama y con ayuda de Lucas, me dirigí al baño. En un abrir y cerrar de ojos Lucas y yo estábamos en la puerta. -Vámonos, no perdamos el tiempo que dentro de poco tienes que regresar a tu casa pues tus padres deben estar preocupados – me
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dijo Lucas en un tono de voz agradable. Mientras caminábamos por Celandia, le pregunté a Lucas -¿Qué es lo que vamos a hacer hoy? Lucas me contestó emocionado -Vamos a recorrer tres estaciones donde te daremos las herramientas que te van a permitir llevar una vida normal cuando vuelvas a tu casa de Nueva York. Antes que le pudiera expresar a Lucas mi felicidad, él dijo ansioso, -Hemos llegado a la primera estación, donde vas a aprender a orientarte utilizando todos los sentidos menos el de la vista. Vas a aprender a diferenciar los olores y los sonidos, así como a saber qué es cada cosa con solo tocarla. Te presento a Luis y a Carlos; ellos van a jugar con nosotros - me dijo Lucas.
Al principio no sabía qué decir pues soy un poco tímido, pero después los saludé con simpatía. Me confundí mucho al comienzo y me reí mucho con mis nuevos amigos, pero al final me volví un experto! El que más me gustó se llamaba “Cómo soy” y consistía en adivinar cómo era otra persona a través del tacto. En ese momento supe que Lucas era un niño un poco más alto que yo, flaco y con el cabello liso. Según me dijo él mismo, tenía los ojos azules y el cabello rubio. Al terminar, nos fuimos a la segunda estación. -Ya llegamos a la segunda estación donde te vamos a enseñar, a través de unos juegos muy divertidos, como hacer las tareas diarias sin necesidad de que te ayuden, dijo Lucas. Jugamos un montón de juegos; aprendí a vestirme, a ordenar mis cosas y hasta a escribir y leer con una cosa que es especial para las personas que no podemos ver. ¡No lo podía creer! Siempre me ha gustado mucho leer y pensé que jamás lo podría volver a hacer. Mi corazón se llenó de gratitud y de felicidad. Para terminar fuimos a la tercera estación; definitivamente esa fue la que más me gustó. Por primera vez desde que me quedé ciego sentí que había una luz al final de ese túnel oscuro en que me encontraba. Sentí que había esperanza y mi vida se llenó de color una vez más. En esa estación, me enseñaron lo más valioso …
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Cuento
me enseñaron el poder de la imaginación. En la imaginación no había oscuridad y podía ver todos los colores del arcoíris. La imaginación no tiene límites y hacía que todo fuera más fácil. Me reí, me divertí y sin darme cuenta, el tiempo pasó y era hora de partir.
No sé cuánto tiempo estuve allí, en Celandia, pero sí sé que fui muy feliz y que jamás olvidaría ese lugar ni la gente que conocí. Con lágrimas en los ojos, me despedí de mis nuevos amigos. Cuando le tocó el turno a Lucas lo abracé con fuerza y no pude evitar sentir que más que un amigo, era ya como un hermano. Lucas me acompañó hasta la mágica puerta donde mi vida había cambiado. Prometí volver a visitarlos y sin volver la cabeza atrás, emprendí el camino hacia mi casa.
Caminé por largo rato y gracias a todo lo que había aprendido, llegué sin perderme a Nueva York. En mi imaginación iba viendo los edificios altos, los árboles y todo aquello que siempre me había gustado de mi adorada ciudad. Al llegar a mi casa mi mamá salió corriendo a abrazarme. Podía sentir las lágrimas en su rostro y empecé a pedirle perdón. Ella seguía abrazándome sin poner atención a mis palabras. Después de un rato, entramos a la casa. Las semanas pasaron y en el colegio ya todo se había arreglado. Mis amigos se volvieron a acercar a mí y ya yo no estaba siempre de mal humor. Aunque a veces necesitaba un poco de ayuda, la mayor parte del tiempo podía hacer las cosas por mí mismo … mi vida no podía ser mejor! Seguía viviendo en la oscuridad, pero estaba seguro que algún día, volvería a ver la luz. Mientras tanto, vería los colores que estaban grabados en mi imaginación y disfrutaría el canto de los pájaros y el delicioso perfume de las flores.
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HORIZONTALES 1. Obra que relata los últimos siete meses del libertador. 2. Cuento que narra la historia de un hombre que sembró el terror y se apoderó del comercio de la región. Rodead la ciudad. 3. Inv., en Med., sustancia que se emplea contra los efectos tóxicos de los preparados arsenicales y de los metales pesados. Nocivo. Río de Europa occidental. Río y departamento de Francia. 4. Narra la vida de un dictador que conserva el poder durante más de cien años. Expresa negación. 5. Inv. adj. dem. pl. Adj. indef. y numeral. Principal ensayo de Charles Lamb. Misil antirradiación, por su sigla en inglés. 6. Este cuento narra la tragedia que le ocurrió a un joven por un tornado. Dislalia con este fonema que sufren la mayoría de menores de cinco años. Dios egipcio. 7. Escritor que dijo “por primera vez después de muchos años se ha dado un premio de literatura justo” refiriéndose a nuestro Nobel. Inv., uno de los recursos empleados por Gabo. 8. Dame…, título de una canción de Carlos Baute. Sacerdotisa de Hera y lenguaje de programación. Conjunción condicional. Adj. posesivo. Tipo de modulación lineal de la onda de radio. 9. El Amor…, obra que relata el círculo amoroso entre Juvenal, Fermina y Florentino. 10. Dijo que Cien Años… es la mejor novela que se ha escrito en castellano después del Quijote. Expresión de emoción, como la de Rosa Cabarcas cuando le dice al longevo periodista: “Ay mi sabio triste, está bien que estés viejo, pero no pendejo”.
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11. Se conoce como lugar ameno y muy agradable. Obra que muestra por primera vez a Macondo. Radical simple o compuesto que se disocia de las sustancias al disolverse estas, dotándolas de conductividad eléctrica. 12. Acoplamiento de tres palabras: Dios del sol, nadadora China y polietileno. Grita el Cabo. El Chelsea o el Boyacá football club, por ejemplo. Segunda letra del alfabeto árabe. 13. Está encendido. La publicación de este reportaje crea revuelo en Colombia al comprobarse que el Destructor llevaba contrabando de Estados Unidos a Colombia. 14. Parte anterior de la cabeza. Sigla en inglés de Instituto de Criminología de Australia. Inv. personaje creado por Gabo a quien le vetan su primer amor y le juran amor eterno. 15. Forma del pron. dem. Abreviatura del profesional empleada más como adulación. Lengua provenzal. Remó hacia atrás. 16. Inv., obra de Gabo que relata la historia de Sierva María en la época colonial de Cartagena. 17. En esta obra, Gabo relata la historia de Don Aurelio y el alcalde. En funcionamiento. Ciudad de Serbia llamada también, río de las hadas. 18. Robert…, escritor estadounidense de novelas de misterio. Escuela Argentina de historieta. 19. Inv., papel de Salma Hayek en el filme Cirque du Freak. Así vestido Gabo se fue a recibir el premio Nobel. Art. det. fem. 20. Símbolo del tántalo. Inv., en ella Gabo relata sus primeros treinta años. 21. Ciudad donde se entrega solo el Nobel de Paz. Este síndrome es una enfermedad congénita neurológica que afecta más a las mujeres. Dativo del pron. personal.
22. Pelota de cuero o plástico. Inv., nombre real y artístico de la noruega Brunvoll, más el sobrenombre que le asignan por sus éxitos como cantante y compositora. Inv. municipio de Italia en la región de Cerdeña.
VERTICALES 1. Cuento de G.G. Márquez cuyo tema central es la herencia de una belleza artificial. 2. Litio. Casa o terreno propio. Letra nasal. Pref., privación. Sonido agradable, armonioso. Inv., herramienta que le permite crear una copia de seguridad en el BlackBerry. 3. Monosacáridos que pertenece al grupo de las aldosas. Compañía de condimentos. Pl., abatido. Art. femenino. 4. Inv., título del poema de Oswaldo Montenegro. V. soldar en el futuro francés. Conj. Que expresa negación. Inv., alabar. 5. Personaje creado por Gabo que por causa de un golpe pierde la noción del tiempo y empieza a imaginar cosas. Cuento de G. G Márquez que narra los sueños de un hombre con una mujer condenado a no recordarlos cuando despierta. 6. Sigla de editor. “Cruz…”, municipio de San Esteban Atatlahuca, estado de Oaxaca. Platillos en Centro América a base de maíz. Abrev. en latín, Dr. en medicina. Transporte. 7. Compra, cría y cuidado de caballos o mula. Ciervo, venado; en inglés. 8. Estimad. Acrónimo de empresa de comunicaciones. Canción de Ricardo Arjona. Inv. concepto filosófico que remite a lo que es, existe o puede existir. 9. Nombre artístico de Dolores Montoya R. Símbolo para Nauru en internet para el dominio de nivel superior geográfico. “La Mala Vita”, es uno de las canciones de este artista. Guardia personal de Hitler.
10. Alqueno que posee un grupo hidroxilo unido a átomos de carbono de doble enlace. Comuna Suiza. Inv., primera parte del nombre del movimiento artístico popular neoyorquino que surgió en los años sesenta. Seiscientos romanos. Personaje creado por Borges, que surge de los suburbios de Buenos Aires para terminar como jefe de contrabandistas. 11. Windows…, familia de sistemas operativos producidos por Microsoft en 1993. Polietileno. Conjunto de cosas atadas, especialmente de ropa. Me atreví. Uno de los cuatro palos de la baraja española. Instituto Costarricense de Electricidad. 12. Señal en Portugués. Comuna francesa situada en Alto Garona. Dios polinesio de la lluvia. Eliot, poeta, dramaturgo y crítico literario angloestadounidense más conocido por sus iniciales. Quincy Access Television. 13. Comunidad política de derecho creada para propiciar la integración y gobernanza de sus estados. Ciudad situada al sur del Líbano. Área de transferencia de disco, por su sigla en inglés. País insular de Oceanía. Municipio situado en la provincia de Caserta, Italia. 14. Derramar lágrimas. Segunda persona singular del presente imperativo. Anfibio anuro de cuerpo rechoncho. Serie de manga escrita por Shigemitsu. 15. Sustancia grasosa, en inglés. Labra o ara la tierra. Empresa de diseño de cámaras suizas que quebró. 16. Municipio de la provincia de Rizal en Filipinas. Con G es bejuco. Tipo de filtro digital a Respuesta infinita al impulso, por su sigla en inglés. 17. Inv. banda de hardcore punk de Chicago. Inv., revista colombiana en 1916. Abrev., frente Nacional. Casi es un insecto artrópodo díptero.
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18. Ciudad de Chile. Flor de Suráfrica cuyo nombre científico es Agapanthus. Capa vascular del ojo. 19. Se refiere al número de identificación telefónico. Ciudad al norte de Italia. 3° pers. del sing. del v. ser. Apócope del nombre del Nobel español autor de La Colmena, entre otros. Dos vocales. 20. Manojo de mies cortada y tendida en el suelo para formar gavillas. Rey de Tailandia que gobernó en el periodo Ayutthaya. Gabo disputó el galardón del Nobel con este escritor. Diosa benevolente de los Ases en la mitología nórdica. 21. Pueblo de Escocia. Ciudad a la que Margarito Duarte, personaje creado por Gabo, lleva a su hija. Instrumento musical de viento formado por un tubo de madera cónico, largo y estrecho con orificios y llaves y una embocadura con lengüeta doble. Superficie con letras o números que sirve para seleccionar, mediante un indicador, el número de un teléfono o la emisora en un aparato de radio o televisión. 22. Inv. Pueblo famoso creado por Gabo. Madre de Jesús. Comuna de Francia, en departamento de Aude. Localidad neoyorquina.
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¿Por qué leer
Cien Años de Soledad?
E
s simple señor comprador. Empecemos por la historia de la obra como tal. Gabriel García Márquez decidió escribir una obra que fue casi en su totalidad planeada. Cada palabra, cada personaje, la puntuación, la obra, está perfectamente calculada y planeada. Como una receta de cocina molecular en donde cada ingrediente es cuadrado milimétricamente para que el resultado sea armónico y perfecto. Hablemos ahora entonces de los La obra cien años elementos presentes en la obra. Las flores amarillas, las mariposas, la de soledad magia, todos los componentes de uno fuciona muchos de los aspectos más importantes de la ingredientes obra: El realismo mágico. La obra literarios para convierte la realidad en magia y la concluir el mejor magia en realidad. Es poética, pero al mismo tiempo fría. Amorosa, pero al platillo de la mismo tiempo violenta. La guerra de los literatura que mil días, la masacre de las bananeras, jamás ha podido el bipartidismo, son algunos de los usted probar. hechos presentes en la obra, hechos que García Márquez convierte en figuras literarias en poesía. José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán son los También la muerte, algo tan sombrío, tan que dan inicio a una serie de eventos que temido. Algo que se liga directamente con la posiblemente marcarán su vida desde aspectos soledad, con la resurrección. varios. La virgen, la odisea, la cenicienta, todos estos cuentos fantásticos, históricos y religiosos 500 palabras se quedan cortas para describir el participan en la creación de cien años de por qué se puede considerar la mejor obra soledad. La familia Buendía lo introducirá a Ud. mundial, o también pueden ser demasiadas. en un laberinto de nombres el cual usted podrá Es simplemente el resultado perfecto del recorrer para atravesar hechos históricos esfuerzo, el compromiso y tantos otros factores colombianos así como también desglosar la mezclados para concluir con algo tan bello, enredada historia de los Buendía. perfecto y poético. Una obra traducida a más de 20 idiomas diferentes. Un Nobel de literatura, Macondo, el lugar imaginario donde la historia una obra literaria hecha obra de arte. se desarrolla fue creado paso a paso de tal ¿Necesita más explicación? manera que encajara perfectamente con la Piense Ud., ¿Existen las coincidencias en la vida? O mejor dicho, ¿En la literatura? Es acaso pertinente pensar que la literatura puede llegar a ser enriquecedora y variada simplemente por suerte de quien escribió la obra y no por esfuerzo, lógica y planeación? Cien años de soledad lo lleva a Ud. a conocer todo aquello que la literatura tiene para mostrar. Es acaso posible revivir viejas historias, recordar personajes de otras obras, aprender de historia, e inclusive mejorar su lógica y memoria todo con la lectura de una obra?
historia. En cien años de soledad, García Márquez crea un cordón umbilical que conecta tres aspectos que se juntan para darle vida y respiración a la obra: Macondo, los Buendía y la casa de los Buendía. Espacio y personajes se juntan para conjurar lo mejor de la literatura internacional.
(Ejercicio producido por un estudiante de grado Undécimo en una clase de español).
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