Concurso literario 2015

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Concurso literario 2015

DÍA DEL LIBRO

Silvia, profesora de Literatura del cole y compañera del Taller de costura me pidió que ejerciera de jurado para el concurso de cuentos del Día del Libro. Una de mis mejores experiencias en Los Peñascales ha sido leer para los pequeños, tanto en infantil como en 1º de primaria; ser jurado para los mayores me pareció una buena manera de prolongar esa experiencia. Así que acepté. Además, qué narices, leer es una cosa que llevo haciendo toda la vida. Y que no me cuesta nada. Si me habéis visto por el cole sabréis que siempre llevo mochila y os voy a explicar por qué. En ella llevo la merienda de Julia, por supuesto, pero también… un libro. Por si acaso. Si me pasa algo, yo necesito tener un libro a mano. Me proporciona seguridad, me hace compañía. Es una especie de talismán para mí. Raro, ¿verdad? Y si no me pasa nada, pues también viene bien. Para los tiempos muertos, esos minutillos que robo a la rutina, al horario establecido, a la realidad. Así que cuando llegué a casa, cogí el taco de cuentos que Silvia me había pasado y me los leí del tirón. ¿Y sabéis qué? Volví a pasar un rato fantástico. Había de todo en el lote: drama, comedia, policiaco, ciencia ficción, compromiso, romance… Menuda imaginación, menudo dominio del lenguaje, menuda madurez sentimental. Qué cracks. Al día siguiente había quedado con Silvia y con Silvia (no es broma) para elegir a los mejores. Y eso también fue divertido, porque teníamos opiniones diferentes pero también grandes coincidencias. Discutimos como debe hacer un jurado, con respeto pero también con firmeza, cada uno defendiendo sus favoritos. Una vez decidido el palmarés y cuando yo ya pensaba que allí acababa mi participación en el Día del Libro, Silvia me invitó gentilmente a acudir al acto que los cursos de ESO y Bachillerato celebraban en el auditorio del colegio. Y allí me presenté yo con mi mochila. Para descubrír que estos alumnos conocían a Cortazar y compartían su prodigiosa imaginación, que sabían escribir endecasílabos (algo que yo no sé hacer, desde luego) y también actuar sobre un escenario sin que les tiemblen las piernas. Pero lo que más me emocionó fue ver cómo los diferentes cursos se animaban los unos a los otros, se aplaudían, se jaleaban. Se apoyaban. Se admiraban. Bueno… eso y poder ponerle cara a los escritores de esos relatos que tanto me habían gustado. Gracias por permitirme estar ahí. Y si me dejáis, sabed que el año que viene repito. Gorka Magallón Elósegui


Concurso literario 2015

CATEGORÍA 1º DE PRIMARIA

PRIMER PREMIO EL COCHE RARO

Había una vez un coche que no era bueno ni malo, que no era ni viejo ni joven, era raro. El iba a su bola y él no corría ni iba despacio. Un día era el día especial porque era el día de la carrera. Cuando empezó la carrera primero iba el malo, luego fue él y luego ganó. Juan Cubeiro 1º de primaria.

SEGUNDO PREMIO

EL PAPÁ QUE GRITABA Había una vez un papá que gritaba y nunca para de comer. Un sábado por la noche un duende le dijo al papá: no grites que te vas a poner afónico. Pero el papá ya estaba afónico entonces el duende le dio pastillas y nunca gritó en su vida. El duende se fue por la ventana y por el camino a casa, se puso afónico. El papá se quedó pegado al duende se toma pastillas y se cura y todos fueron amigos para siempre. Elsa Macshane 1º de primaria.

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Concurso literario 2015 PRIMER PREMIO

CATEGORIA 2º DE PRIMARIA

EL AGUJERO DEL PASADO Érase una vez un niño llamado Henri. Un día la madre de Henri le dio una triste noticia , la noticia era que tenían que ir al cementerio porque su padre había tenido un accidente y había fallecido. Henri muy triste fue al cementerio y dejó flores en la tumba de su padre y como se hacía muy de noche, todos los familiares decidieron irse a sus casas. Cuando la familia de Henri se fue a la cama Henri se escapó de su casa fue al sótano, cogió una pala y una linterna y se fue al cementerio y empezó a cavar, cavó un poco pero como tenía tanto sueño decidió irse a su casa. Por la mañana tenía ojeras y su madre le preguntó: ¿has dormido bien? Y Henri disimulando dijo: ‘sí, mamá’. Llegó la hora de ir al cole y Henri cuando se dirigía al cole vio cuando su padre tuvo el accidente. Henri se quedó boquiabierto, intentó detener a su padre pero era demasiado tarde, entonces se fue al colegio. Como estaba tan cansado se durmió en medio de la clase y la seño le puso un 0 en el examen. Su madre le regañó y le dijo que tenía que estudiar más. En ese momento Henri se acordó del agujero, llamó a su amigo Diego y los dos fueron al cementerio e idearon un gran agujero y como se estaba haciendo de noche decidieron irse cada uno a su casa y a la cama entonces notó que su padre se despertó y entonces Henri impidió el accidente. Sofía Gutierrez 2º de primaria

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Concurso literario 2015

SEGUNDO PREMIO

CATEGORÍA 2º DE PRIMARIA

RASTAS

Érase una vez un pueblo donde la gente vivía en paz. En el pueblo todo el mundo llevaba el pelo liso, ni siquiera un rizo porque se creían que iban a tener el pelo lleno de rastas y ser esclavos del malvado Rastapuquin. El malvado Rastapunquin siempre quería que llevaran rastras. Un día se fue a la peluquería más famosa que se llama: Famosa. Se disfrazó de peluquero y llegó un cliente y Rastapuquin empezó a hacerle rastas y como había un espejo, lo vio y empezó a saltar y gritar y con un hechizo le deshizo las rastras. Se fue llorando con la cabeza abajo y cuando llegó pensó un plan. Su plan era tremendo, era hipnotizar al pueblo. Se pasó cinco semanas creando el hechizo. Cuando lo tenía se fue a un bar muy famoso, cambió las bebidas por la poción y se escondió y la gente empezó a pedir bebidas y cuando llegó a su casa dijo: ¡ ha sido el mejor plan malvado de todo el mundo, jajajajaja! Al día siguiente el hechizo funcionó pero no como Rastapuquin quería porque les salieron rastas y se convirtieron en zombis y todos fueron hacia Rastapunqui y Rastapunqui se fue corriendo hacia su casa e hizo el contra-hechizo y lo puso en vasitos y dijo: ‘hechizo hechizón que tu magia se vaya en un chizón chizón.’ El hechizo funcionó, sacó los vasitos afuera y los zombis cogieron los vasitos y se los hecharon por encima. De uno en uno se iban convirtiendo en personas y se desmayaban y a la mañana todos dijeron: ¿qué ha pasado? Rastapunqui les dijo que había sido una larga historia y que les había salvado la vida y la gente se alegró tanto que montaron fiestas y se vendían pelucas de rastas y caretas de Rastapunqui y las fiestas duraron mucho tiempo y Rastapunqui trabajó en la peluquería famosa Isabel Velazquez- Gaztelu 2º de primaria

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Concurso literario 2015

PRIMER PREMIO

CATEGORIA 3º y 4º DE PRIMARIA

UNA AVENTURA FASCINANTE

Hola , soy Tara. Tengo los ojos color esmeralda y el pelo castaño,claro y liso. Os voy a contar mi primera aventura en un reino fantástico e increíble. Todo empezó una noche en la que estaba intranquila y agitada, ya que no podía dormir. Entonces, se me ocurrió una idea: rebusqué entre la estantería y encontré un libro que me había regalado mi tío Emilio, que era mago. Lo abrí en una página en la que ponía: SI EN BUSCA DE AVENTURAS QUIERES IR , ESTAS PALABRAS HAS DE DECIR. En ese momento leí unas palabras raras y al momento apareció un agujero negro en el centro de mi habitación. Estaba tan asustada que no podía ver el cartel , pero cuando se me pasaron los nervios ví que ponia: “HACIA JAWAI EN EL FUTURO”. Sin pensármelo dos veces me metí. Allí dentro se veía todo de colores que daban vueltas sobre mi hasta que pude salir. ¡Era maravilloso, había de todo!: Pompas de coches, una zona de selva, una playa de agua cristalina, un mundo en las nubes, etc. En ese sitio me hice muy amiga de una niña que se llamaba María, que me contó que había un joven malvado llamado el Señor Oscuro. Con estas palabras me temblaron las piernas pero me dijo: “Cálmate Tara, que aún no ha terminado María de hablar”. -¡¡Hay que darse prisa en eliminarlo, que si no invadirá nuestro mundo, le serviremos como exclavos y tú no podrás volver a tu casa!! Me armé de valor y la convencí de que me acompañara a hablar con ese señor del que tanto hablaban. Me presenté y me abrió un señor robusto, alto y con barba. Pronto le reconocí. Estuve discutiendo varias horas con él, que me dijo que no podía estropear sus planes. Entonces cometí un grave error que era pronunciar estas palabras: - Te reto a hacer un tiro con arco. Si ganas tu sueño se hará realidad y nosotros fracasaremos pero si yo gano deberás reconocer mi victoria y esto seguirá como siempre ha estado. ¡¡¡ Qué había dicho !!! ¿Y si perdía? No es presumir, pero estuve practicando toda la semana. Cuando el día llegó me convencí de que podía hacerlo y tiré en blanco. Pero este con la puntería, no falló. Así pasó la segunda vez, y a la tercera algo inesperado ocurrió. No estaba muy concentrada y, sin querer tiré la flecha un poco más a la izquierda de lo normal pero el Señor Oscuro, sabiendo que se iba a quedar con la victoria, tiró tan fuerte que rompió la diana y la flecha fué a caer a otra parte del mundo. El juez decidió que Mr. Oscuro había sido muy bruto y que había perdido. Y se enfadó tanto que se fue al infierno y no volvió nunca más. Me despedí de la gente que conocí allí y les prometí que volvería. Por eso, si algun día veis una flecha negra, marrón y gris, es la flecha del mismísimo Señor Oscuro. Mark Ortiz-Arce 4º de primaria.

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Concurso literario 2015

CATEGORIA 3º y 4º DE PRIMARIA

SEGUNDO PREMIO VIDA EN MARTE

Vivir en Marte es difícil, buscar casa, colegio... Pero, esta es la historia de TREBOLÓN: Es verde fosforito, gordinflón, le gusta comer y estudiar, pero lo que mas le gusta es: leer. Una vez un ambicioso señor llamado Pedro robó el tesoro de los marcianos: Un platillo volante de oro, plata y caramelo. Todos los marcianos estaban de fiesta, menos la madre del rey, que cogió su bastón y le empezó a dar bastonazos en la cara como si fuera un animal salvaje. Pero Pedro se metió en la nave espacial. Así que Trebolón se fué a la Tierra para buscar el platillo. Pero por como era, los científicos querían ver si era venenoso. Pero él se escapó y fue de Francia a Sevilla donde escuchó: “Sevilla tiene un color especial, Sevilla tiene un color diferente”. Y así hasta Londres, donde encontró a Pedro y le preguntó: ¿Dónde demonios está el platillo volante? Y Pedro contestó: “I can´t understand, could you speak in English”? Pero Trebolón pasó de largo y... ¡Encontró el platillo volante! Volvió a Marte y celebraron una fiesta donde llovieron bolas de chicle. Carlota Beltrán 4º de primaria.

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OJO DE LOBO

Concurso literario 2015 PRIMER PREMIO

CATEGORIA 5º Y 6º DE PRIMARIA

Hoy os contaré la historia de una niña llamada Shiba. Shiba significa “ojo de lobo”. Todo empezó en un pequeño clan llamado Peñascal. Era el último día de otoño y el primero de primavera, y todo el mundo estaba super ocupado preparando la gran fiesta llamada “la fiesta del cambio”, que consiste en una ceremonia en la que pintan a los nuevos guerreros del clan y bailan una danza tradicional alrededor del fuego. Todos tenían su tarea: la curandera preparaba las pinturas de los guerreros, las mujeres preparaban canciones para la noche, las ancianas cosían las mantas de piel para cuando llegara la noche y los hombres se dividían en dos grupos: una mitad preparaba la hoguera para la noche y la otra cazaba. Todo iba como todos los años. Cuando llegó la noche las mujeres cantaron sus canciones, luego todos comieron la carne de la caza, después pintaron a los guerreros con las pinturas y bailaron alrededor del fuego y por último la curandera vió el futuro en la magnífica hoguera que habían hecho los hombres del clan. La curandera dijo: “mañana encontraréis algo que os cambiará por completo”. Al día siguiente los guerreros fueron a cazar pronto por la mañana, como de costumbre. Vieron una cueva y entraron y dentro había una niña durmiendo. Ellos preocupados la cogieron y la llevaron al clan. La dejaron en las pieles donde dormía la curandera. Ella pidió que se fueran todos y que las dejaran solas, después puso unas hierbas en agua hirviendo, cogió un trapo y se lo puso en la frente para que se sintiese mejor. Después de un rato, la niña se despertó. La curandera le explicó donde estaba , le dio una infusión de unas hierbas que solo ella conocía para que se tranquilizase. Después de observar toda la cabaña, la niña dijo: “yo me llamo Shiba que significa ojo de lobo. En mi tribu, vivíamos con los lobos, pero cuando llegasteis vosotros empezasteis a atrapar a los lobos. Empezamos a quedarnos sin protección y entonces un día de verano vino un oso y como no estaban los lobos nos cogió a todos excepto a mi, que me escondí”. La curandera sorprendida la invitó a que se quedara en su cabaña todo el tiempo que quisiera. ¡Al día siguiente todo el mundo quería ver a Shiba! Los días siguientes, Shiba no encajaba bien con los demás. La curandera, le enseñaba técnicas para curar a las personas y los niños le enseñaban sus juegos. A Shiba no le gustaban demasiado los juegos porque a ella le encantaba jugar con los lobos e inventarse juegos de buscar tesoros y de tirarse al suelo. Todos los días ella se sentía sola, y no sabía que hacer porque todo el mundo tenía su tarea excepto ella. Cada día estaba mas desanimada y se sentía peor. Llegó un día en el que ya no quería salir de la cama, la curandera se dio cuenta que estaba deprimida. Shiba siempre había disfrutado de la vida sin saber que iba a hacer ese día o al día siguiente o al siguiente... y eso era lo que la pasaba en ese clan que lo tenían todo planificado y ella estaba acostumbrada a la libertad. Los niños y todos los del clan le traían comida, regalos y la acompañaban. Ella solo miraba al techo y decía: “gracias, pero no lo necesito”. Después de decir eso, pensaba que ella solo necesitaba a su tribu y a sus lobos, pero no lo decía por no ser desagradecida. Lo que Shiba no sabía es que los del clan no mataban a los lobos, solo los tenían en una choza investigando por si daban leche. Como la curandera se preocupaba por ella, estuvo pensando como podía ayudar a la niña y después de observarla mucho, tuvo una idea. Cuando llegó la noche, reunió a todas las personas del clan y les contó su idea. Luego llevó a la niña y le dijo: “ después de hablar un largo rato vamos a contarte que no hemos matado a los lobos y que los vamos a soltar para ti porque sabemos que son tuyos, lo que no podemos hacer es recuperar a tu clan y a tu familia”. Al día siguiente Shiba se despertó la primera y cuando estaban todos, hicieron un corro y los soltaron. Todos estaban nerviosos. Shiba cogió a los lobos, los abrazo y luego los presentó al clan. Los días siguientes fueron felices para todos porque Shiba les enseñó junto a los lobos todas sus costumbres. Y a eso se dedicó toda su vida. Iba de un clan a otro, con sus lobos, enseñando sus costumbres. Luz Martín Villa 6º de primaria.

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Concurso literario 2015

SEGUNDO PREMIO

CATEGORIA 5º Y 6º DE PRIMARIA

EL MAR CONTRA TROYA

En las islas Pitiusas hay una planta verde que vive en el fondo del mar que se llama Posidonia y es lo que ayuda a tener el mar tan transparente. Mark el pulpo más atractivo del Mediterráneo estaba muy enfadado porque los barcos sobre todo el TROYA destruían toda la posidonia y contaminaban el mar. Un día Mark reunió a sus seguidoras para crear un plan para impedir que lo destruyeran. Estuvieron días pensando y al final se les ocurrió una idea, cuando un barco tirase su ancla ellos se la quitarían por la noche y al barco se lo llevaría la corriente a otro sitio. Al llegar la noche Mark y sus seguidoras arrancaron todas las anclas que había clavadas en el fondo del mar, pero no todo salió como ellos esperaban ya que aunque todos los barcos se habían ido con la corriente a otra isla no se habían dado cuenta que les faltaba por quitar el ancla del TROYA que era la que más pesaba y ya estaba amaneciendo. Se juntaron todos y la intentaron quitar muchas veces pero no lo consiguieron y como estaban agotados, casi todos dijeron: - Bueno mañana pensaremos un nuevo plan por un día no va a pasar nada y además mañana tendremos más fuerzas ya que hemos estado toda la noche trabajando. Se despertaron al día siguiente y se encontraron un desastre, el TROYA había tirado mucha basura al agua y había arrancado un buen trozo de posidonia, nadie sabía que hacer pero no se podían rendir porque si no destruirían su hogar. De repente apareció un delfín llamado Bea que pasaba por allí y había escuchado toda la conversación y les dio una nueva idea. A todos les pareció muy buena idea pero para eso tenían que ir a buscar lo necesario y estaba un poco lejos de su hogar, pero no les importaba siempre y cuando fuese para salvar su mar. Todos cogieron lo que necesitaban y se fueron muy temprano para terminar lo antes posible. De camino vieron muchas cosas muy bonitas que en su vida habían visto, todo iba de maravilla hasta que apareció un tiburón. Todos se asustaron y empezaron a correr y a tirarle cosas, el tiburón les seguía y no se cansaba pero los demás se empezaron a cansar cada vez más y al final se pararon a descansar. El tiburón les alcanzó y todos se quedaron paralizados del miedo creían que les iba a comer pero de repente el tiburón habló y dijo: - Hola me llamo Peter, no os asustéis solo vengo a ayudaros ya que os veo con un poco de prisa y preocupación.

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Mark dijo:

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_ Que va no estamos preocupados, estamos alucinados con las cosas que estamos viendo que son muy bonitas. Si te quieres venir con nosotros vente tenemos hueco y además seguro que en algún momento necesitamos a uno fuerte como tú. Algunos no estaban contentos porque decían que ya había demasiada gente y que ellos eran más fuertes que él pero Mark les convenció a todos. Se pusieron en marcha y nadaron un buen rato hasta llegar donde querían. Creían que iba a ser fácil encontrar todo pero no fue tan fácil porque tenían que pasar por unas cuantas pruebas hasta conseguir lo necesario. Se dirigieron hacia la primera prueba, estaban muy nerviosos porque si hacían alguna mal no sabían lo que les pasaría. Consistía en pasar por un camino muy pequeño con pinchos por todos lados que si los tocaban aunque fuese rozarlos se morirían. Primero pasó Mark y después todas sus seguidoras y por último Peter y Bea, todos iban muy bien sin tocar ninguno y… ¡Consiguieron pasar todos! Tocó la segunda prueba y la tercera etc. Y no fallaron pero les tocó la prueba final, esa era la más difícil y algunos se hicieron pis del miedo y no querían seguir pero Peter les animó y dijo que el iba a ser el primero. En ese momento todos se animaron y él enseñó sus músculos y Bea se desmayó diciendo: - Es que es tan guapoooooo. Peter se puso colorado y fue a cogerla antes de que se cayera y le dio un beso. Todos se quedaron flipando en colores pero una seguidora de Mark interrumpió el momento: - ¿Estamos aquí para salvar nuestro hogar o para amores? Así que dejad vuestro rollo amoroso para otro momento. En fin que fueron a la prueba que consistía en acercarse a la orilla de una playa que había muchos humanos pescando y coger unas cuantas conchas mágicas que es lo que les permitiría levantar el ancla que faltaba. Nadie quería ir porque si no sabían que corrían mucho peligro pero gracias a Peter, como era un tiburón, si se acercaba a la playa enseñando su aleta lo más seguro es que los humanos se irían corriendo. Peter volvió con las conchas y todos se lo agradecieron mucho, en ese momento Mark dijo: -Ya os he dicho que necesitaríamos a Peter. Todos le dieron la razón y volvieron a su casa muy contentos. Esa noche hicieron una pócima con las conchas mágicas y por fin consiguieron quitar el ancla del TROYA que se alejó con la corriente. Lo celebraron con una fiesta a la que también invitaron a todos los animales del mar. Fue un momento muy feliz para el grupo porque Bea le pidió a Peter que si se casaba con ella y Mark le pidió salir a una seguidora suya que por cierto le dio un patatús de la ilusión. Todo salió muy bien. María Camarero 5º de primaria.

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Concurso literario 2015 PRIMER PREMIO LA LOCURA

CATEGORIA 1º Y 2º DE SECUNDARIA

Era una mañana muy cálida con una suave brisa que venía del este. Yo estaba desayunando tranquilamente, cuando de repente una misteriosa sombra aparece por la ventana de la cocina. Me asustó. Era una figura demasiado rara como para poder distinguirla. Voy corriendo a la ventana a ver si consigo localizar la extraña figura, pero no consigo ver nada. Vuelvo a mi tranquilo desayuno intentando olvidar lo que acababa de pasar, cuando entró mi madre. Cargaba con una pesada caja de cartón, y no parecía que estuviese muy contenta con ella, así que preferí no preguntar. Mi madre y yo estábamos pasando por una etapa en la que no parábamos de discutir, y cada vez que una abría la boca, todo se volvía un embrollo, así que preferíamos no hablarnos hasta que esta etapa desapareciese. Aunque yo pienso que esto no desaparecerá de la nada, sino que tendríamos que hablarlo pero siempre que le llevo la contraria pasa lo de siempre. Cuando dos personas están en la misma sala no me gusta que estén calladas, me pone muy nerviosa, así que decido preguntarle por la sombra. Aunque haya dicho que me iba a olvidar, no podía, seguía preguntándome que era esa misteriosa figura. Mi madre se empezó a reír, y no entendía por qué, ¿acaso se lo estaba tomando a broma? ¿O pensaba que estaba loca y reía por no llorar? Yo muy estupefacta le pregunté a que se debía semejante risotada. Mi madre todavía con cara divertida, me contestó entre pequeñas risas que había sido ella. Me asombró mucho la respuesta de mi madre, ya que la figura que yo había visto no se parecía para nada a un cuerpo humano y menos al de mi madre, aunque preferí creerle en vez de comerme el coco durante todo el día, y quien sabe si toda la semana. Mi madre se alejaba por el pasillo entre risas. Me alegraba por parte verla feliz, le había alegrado el día, pero no me gustaba que se estuviera riendo de mí. Al fin pude terminar de desayunar, así que cogí mi mochila y me encaminé hacia la puerta para ir a la parada del autobús e irme al colegio. En el autobús me senté sola como solía hacer. Yo no tenía muchos amigos, y la verdad prefería estar sola, porque mis compañeros de clase no me caían nada bien excepto una chica a la que podía soportar de vez en cuando. Mientras el autobús iba parada a parada recogiendo niños yo miraba por la ventana. Pasando por la calle Monrovia, volví a ver la extraña figura. Esta vez la vi borrosa y negra, como si no tuviese rostro. Mire hacia atrás y al niño que estaba sentado atrás, que también miraba por la ventana le pregunté si él también lo había visto, pero al parecer no vio nada. Pensé que podría estar volviéndome loca pero también podría haber estado distraído el niño en ese momento y no verlo. Opté por la segunda idea ya que no me gustaba pensar que estaba loca. Al llegar a clase, me senté en mi pupitre con los libros en la mesa esperando a la profesora. La profesora acababa de llegar, y empezó a disculparse por su tardanza y nada más acabar de disculparse empezó a dar temario. Estábamos en matemáticas, estábamos dando geometría. Odio la geometría así que preferí mirar como los niños pequeños

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física por el patio. Los niños estaban practicando el examen de resistencia asique corrían alrededor del campo de fútbol. Miraba a un chico en especial que iba vestido muy raro, cuando de repente volví a ver la figura. Histéricamente empecé a gritar. Todo el mundo empezó a mirarme raro y a reírse de mí. La profesora muy avergonzada, me llevo fuera de clase y me preguntó qué me pasaba. Ni siquiera sabía yo porque me había comportado de esa manera. Estaba muy asustada así que salí corriendo, la profesora intento seguirme pero no pudo. Como toda chica entristecida y avergonzada por su comportamiento salí corriendo hacia el baño. Allí me puse a pensar en cómo me podía haber alterado tanto y cómo una simple sombra que solo yo era capaz de ver me podía haber puesto tan histérica. Empecé a pensar que sí que estaba loca de verdad, ¿y si era así? ¿Qué debía hacer? Decidí callármelo y ver si durante el resto del día seguía igual o mi actitud cambiaria. Eso si no volvería a clase hasta el siguiente día, y así podía investigar un poco más sobre la figura y si era verdad que me estaba volviendo loca. Para empezar mi investigación fuí al parque, ya que era un sitio tranquilo y seguramente no hubiera nadie ya que todos estaban o en el trabajo o en el colegio. Fui andando, así me podía dar un poco el aire y pensar sobre todo lo ocurrido, para ver si podría haber alguna cosa a favor de que no esté loca. Cada vez estaba más cerca del parque y cada vez estaba más nerviosa. A saber lo que me podía pasar. Además si me pasara algo no habría nadie para “rescatarme”. Pensé en volver a mi casa o cambiar de rumbo e ir hacia donde me guiase mi cabeza, pero ya que estaba hay debía aprovechar. Me adentre en el pequeño parque, y decidí irme a los columpios, siempre me habían ayudado a pensar o cuando me enfadaba con mi madre a tranquilizarme. Me quede mirando a una parte en la que había muchos árboles donde los adolescentes aprovechaban para irse de picnic. Cuando de repente me fije y volví a ver la siniestra figura. Esta vez estaba decidida a ir y ver que era esa figura, que nadie podía ver solo yo. Salté del columpio y corrí hacia los árboles, pero la sombra había desaparecido. Empecé a gritar, estaba harta de que esa sombra apareciera y desapareciera cuando quería y encima me hacía parecer loca ya que solo yo la veía. Ahora estaba decidida a buscar esa sombra, me da igual a donde me llevara, tenía que encontrarla. Me encaminé hacia cualquier parte donde me guiara mi cabecita. 10 minutos más tarde, pasé cerca de una casa abandonada, que al pasar me dio un escalofrío. De esa casa me vino una voz que me llamaba. Miré y me di cuenta de que la extraña figura me miraba desde una de las ventanas. Corrí adentro de la casa, y por dentro era más terrorífica que por fuera, pero yo estaba decidida a encontrarme con esa figura pasara lo que pasara. Subí a la parte de arriba pero no vi nada. Ya me empezaba a cansar. Decidí seguir mi búsqueda. No sé por qué mi cabeza me llevó hacia mi casa. Pensé que sería por algo especial que a lo mejor necesitaba descansar o algo, así que entre. Al entrar empecé a oír muchos sonidos, voces risas… Me empezaba a marear, pero seguí buscando. Subí a mi cuarto para descansar un rato, pero me encontré con la figura, me miraba con ojos amenazantes. Estaba muy nerviosa y muy asustada. De repente oí mas sonidos por la casa, me giré y miré hacia la puerta no vi nada, volví la cabeza hacia la figura pero ya no estaba. La mayoría de los sonidos venían del sótano, asique decidí bajar a mirar. Al bajar me encontré con muchas figuras iguales. Entre el sonido y las figuras, me desmayé. De repente me desperté. Menos mal solo era un sueño.

Rebeca Sanz

2º de secundaria.

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Concurso literario 2015

SEGUNDO PREMIO

EL JUEGO MÁS IMPORTANTE

CATEGORIA 1º Y 2º DE SECUNDARIA

La mayoría de la gente tiene miedo a la muerte, y yo estoy de acuerdo con ellos, porque pienso que la vida es lo más importante que tenemos, ya que cuando mueres no puedes ni reír, ni llorar, ni sentir, ni querer... es como un sueño del que nunca vas a despertar, no solo tienes que temer por tu vida, puedes temer por la de tu familia, amigos… Mucha gente dice que detrás de la muerte hay algo más; hay religiones que hablan del cielo y el infierno, otras personas creen en la reencarnación, pero siento decir que están equivocados, detrás de la muerte no hay nada. ¿Cómo lo sé? Porqué hablé con ella... Era una mañana fría de invierno y las vacaciones de Navidad ya estaban cada vez más cerca, me encontraba en la cocina tomando un gran tazón de cereales, mientras veía las noticias en la televisión, de repente... miro mi reloj: ¡son las nueve y diez! Llegaba tarde al colegio, así que me metí todos los cereales en la boca y fui corriendo a lavarme los dientes. Todavía no había terminado de tragarme los cereales y ya estaba con el cepillo de dientes en la boca, notaba como la pasta de diente se mezclaba con los cereales, y aunque parezca extraño, tenía un sabor bastante bueno. Metí los libros en la mochila y salí como una rayo por la puerta, sin despedirme de nadie. Cuando llegué al colegio, toqué la puerta de la clase, nadie respondió, abrí la puerta y estaba vacía y lo más extraño era que tampoco había ninguna mochila. Esto me dejó bastante desconcertado, asique decidí acercarme al corcho para mirar el horario, me tocaba lengua, pero allí no había nadie, intente recordar sí días previos nos habían anunciado alguna salida al museo, teatro... Pero no conseguí acordarme de nada, estaba bastante confuso, así que me dirigí a las demás clases para comprobar que el resto de cursos síque estaban, pero tampoco. Registré todos los pabellones pero no había ni un alma, volví a mi clase y me senté en mi pupitre, cerré los ojos unos segundos y cuando los abrí, ¡todos mis compañeros estaban allí!, cada uno sentado en su pupitre, atendiendo a la explicación de la profesora. No sabía lo que acababa de pasar, pero estaba contento, ya que todo había vuelto a la normalidad, bueno... o eso pensaba. Saqué mis libros, mi cuaderno y comencé a tomar apuntes. Cinco minutos más tarde llamaron a la puerta, era mi amigo Alejandro, solía llegar tarde a primera hora, la profesora lo miró y le dijo con tono un poco enfadado. -¡Alejandro date prisa! Siéntate aquí delante, en el pupitre de Carlos, ya que hoy no ha venido. Yo me alarmé, y contesté que sí había venido, pero nadie me escuchó, asique lo repetí, pero parecía que todos estaban sordos. Alejandro se sentó en mi sitio y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, ¡me había atravesado como si fuera una fantasma! O tal vez el fantasma era yo... Me levanté rápidamente y lo mire muy asustado, pero él seguía tan tranquilo, como si nada hubiera pasado, había sido muy extraño. Sabía exactamente lo que Alejandro estaba pensando en aquel momento, sabía sus sentimientos, sus gustos, incluso sus miedos... Miré a mi derecha y allí estaba mi mejor amigo Gaby, sentado en su pupitre, parecía bastante triste, me acerqué

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Concurso literario 2015

a él y le conté todo lo que me estaba pasando, me encontraba tan desesperado. Entonces fue cuando me di cuenta de que nadie me oía, ni siquiera mi mejor amigo, entonces me derrumbe y empecé a llorar de la impotencia, observe como Gaby estaba escribiendo en su agenda: “Te echo de menos Carlos", no entendía qué estaba pasando, empecé a pensar y me pregunté: ¿estaba muerto?. Pasaron los días, y ya no sabía qué hacer, vagaba por las calles sin rumbo. Descubrí que era capaz de mover objetos, pero no era capaz de tocar personas y esto me hacía pensar... ¿qué era yo?, un objeto o una persona. Para entretenerme observaba a la gente, cosa que nunca me había detenido a hacer. Algunas veces conseguía entrar dentro de ellas, lo hacia para saber qué pensaban, cómo se sentían y si podía hacer algo para que sus vidas fueran mejores y fueran más felices, en algunos casos sí que podía ayudarles, pero en otros no y eso me hacia muy infeliz. Una noche, me encontraba en una calle estrecha, poco iluminada, cuando de repente, oí una voz grave ¿Por qué estas triste chico? Mire a mí alrededor, pero no vi a nadie, seguí andando y la voz volvió a hablar. -¿ A dónde vas?- pero esta vez con una tono brusco.- Estoy hablando contigo- Me di la vuelta sobresaltado, pero allí no había nadie, estaba asustado, me temblaban las piernas, cuando de repente, noté como un escalofrío me recorría todo el cuerpo y sentí como algo me tocaba el hombro, en ese instante una gota de sudor frío me cayó por la frente, me di la vuelta y vi a un hombre, me miraba fijamente con sus ojos azules, llevaba un traje negro y un bastón en su mano izquierda, le pregunté confundido. - ¿Puedes verme?- Y él me respondió con una sonrisa, -claro que puedo- Abrí los ojos como nunca antes lo había hecho, estaba muy sorprendido de que alguien pudiera verme, pero a la vez estaba asustado. - Has superado la prueba, eres una buena persona- dijo de repente, ahora sí que estaba aterrorizado. -¿Quién eres? Le pregunté, él no contestó, ya no sonreía, me miraba con una cara sería, me di cuenta que en el mango de su bastón había una calavera, mi corazón empezó a latir rápidamente. -¿Eres la muerte? - No contestó y el callejón se empezó a iluminar y cada vez me costaba más distinguir la figura del extraño hombre, hasta que al final desapareció. Abrí los ojos, ya no me encontraba en aquella calle, estaba tumbado, a mi izquierda se encontraban dos hombres con bata blanca y a mi derecha había otro con un desfibrilador en las manos. Estaba en el hospital, había sufrido un accidente; un coche me atropelló mientras iba corriendo hacia el colegio. Tres días después me dieron el alta y volví a mi rutina, con mis amigos y mi familia, estaba muy feliz de que todo hubiera vuelto a la normalidad, en cuanto al extraño hombre no lo volví a ver... bueno, hasta el día de mi muerte. “La muerte está tan segura de ganar que te da toda la vida de ventaja, disfrútala" Carlos Molina 2º de secundaria

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Concurso literario 2015 PRIMER PREMIO

Domingo, 6 de septiembre

CATEGORÍA 3º Y 4º DE SECUNDARIA

Seamos realistas, mañana empiezo el primer día en mi nuevo instituto y estoy muerta de miedo. Sé que ya esta es la sexta vez que me cambio y todo eso pero presiento que esta vez es diferente, llevamos aquí todo el verano y mama ya se ha enamorado de otro. Puede que nos quedemos más de un trimestre esta vez. Mi padre nos dejó hace diez años y desde entonces hemos estado mudándonos de un sitio a otro con la excusa de ¨hay que probar cosas nuevas¨ de mi madre. No se me puede olvidar comentar que me está obligando a escribir este diario, me está mirándome todo el rato desde la cocina y preguntándome que tal me va. Creo que se está volviendo loca. Escribo esto para ¨desahogarme¨ dice ella, pero no sé qué escribir ni cómo empezar a contar mi vida. Tengo 16 años, me quedan dos cursos para graduarme, soy una antisocial que no sale de su cuarto ni para comer, me encanta leer y el número de mis amigos es muy reducido. Procuro no hacer amigos a los sitios que me mudo porque sé que me voy a ir muy pronto y no me gusta echar de menos a las personas. Voy por letras y estoy muy decidida a estudiar filología inglesa, mi mejor amiga se llama Sofía y tengo otra amiga más cercana llamada Elena. Ese es el número reducido de amigos que os decía. No suelo hacer mucho deporte aunque estoy pensando en apuntarme a voleibol este año si no soy muy vaga. Esa es mi vida más o menos contada en dos párrafos, no es muy interesante que digamos, por cierto, es importante mencionar que no tengo novio y tuve uno en 4 de primaria que era el más feo de la clase. Para mi futura yo, quiero decirte que espabiles porque segundo de bachillerato no va a ser fácil, intenta hacer algún amigo más y, por favor, sal de tu cuarto aunque sea a pasar el perro, pero sal. Creo que ya está todo por hoy, encima mi madre me está llamando para que deje de escribir, yo a esta mujer no la entiendo. Deséame suerte para mañana, mañana te cuento futura yo.

Sábado, 6 de junio Dentro de unas horas va a ser al primer baile de fin de curso que asista y estoy muerta de miedo. Sé que he estado en muchos institutos pero este es el primero al que mi madre me ha dejado ir después de pasarnos dos horas Frank y yo convenciéndola. La verdad es que Frank me cae muy bien, me alegro mucho de que se vayan a casar en un mes. Acabo de abrir este diario por la primera página y la he leído, dándome cuenta de que he cambiado un monto. Ahora tengo un grupo de amigos con los que salgo, en donde se encuentran chicos, me gusta un chico de mi clase de filosofía y salgo casi dos veces por fin de semana, lo que es un logro para mí. Con mis mejores amigas tuve muchos problemas por la distancia y ya no nos hablamos casi, una pena. Me ha dicho el director que tengo muchas posibilidades de conseguir una beca para filología inglesa e incluso estudiarla en otro país. No sé cómo conseguí entrar en el equipo de voleibol y, aunque perdimos la final, ahora esas chicas son como mi familia. He tenido mucha suerte y, aunque al principio no lo decía mucho, quiero mucho a mi madre por todas las posibilidades y las cosas tan extrañas que me hace hacer como este diario, un pequeño recuerdo de mi penúltimo curso de instituto que espero conservar. Acaba de tocar el timbre mi pareja, deséame suerte, mañana te cuento futura yo. Marta Serrano 4º de secundaria.

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Concurso literario 2015

SEGUNDO PREMIO

CATEGORÍA 3º Y 4º DE SECUNDARIA

EL PARTIDO DE LOS LEONES DE GUADA Era una mañana cálida de mayo. Los pájaros cantaban y el cielo era tan azul como la piel de un avatar. Iban a ser las cinco de la tarde y Daniel, como de costumbre se encontraba haciendo lo que más le gustaba, jugar al futbol. Daniel jugaba en el equipo Los Leones De Guada, y si pensáis que este equipo representa al pueblo de Guadarrama vais muy mal encaminados, pues es el equipo oficial de Chinchón. El equipo estaba entrenando para el partido más importante de la temporada, en el que se enfrentarían a Las Rozas Fútbol Club el próximo sábado. El once inicial era; Eulalio, alias la pantera. ¿Su misión?, defender la portería. Fidel, conocido por el lobo ya que si te lo regateas, te arranca el brazo de un mordisco. En lo que lleva de temporada ha visto ocho tarjetas rojas. Jacinto, acompaña a Fidel en el centro de la zaga y su especialidad es el teatro, si le chocas una mano lo más probable es que se tire al suelo y diga que le has dislocado un hombro. Israel, rápido como un rayo y es lateral derecho. Francis, lateral izquierdo, juega porque no hay otro. Kemo, medio izquierdo keniata que se regatea a todo Dios. Patxi, centrocampista de origen vasco, rubio, mazado y ojos azules, se pasa el partido entero lanzando besos a las chicas que vitorean su nombre aunque se haya metido quince goles en propia. Mohamed, alias el gorila, cien kilos de peso y una altura de dos metros; lanzó a un jugador del otro equipo por fuera del estadio al que todavía se le sigue buscando. Chumacero, medio derecho de unos escasos ciento cuarenta centímetros, si te descuidas le puedes pisar. Lee Keun Ho, surcoreano que debería dedicarse a las chapas, porque a lo que es el fútbol no. Lanzó un penalti hace dos meses y la pelota cayó ayer en Moscú. Y por último, nuestro protagonista, el goleador del equipo, Daniel López Trujillo, delantero centro, pelo castaño y más blanco que la leche. Pasaron cuatro días y el esperado momento llegó. El equipo salió enchufado (que en la jerga del futbol significa con fuerzas) al campo, mientras Leocadio el entrenador de noventa y tres años que se escapó de la residencia, repartía instrucciones. A las doce de la mañana el partido comenzó. Les tocó sacar a las Rozas, que pasaron atrás y la cogió un tal Víctor, que sin pensárselo dos veces chutó desde su campo y dio al larguero, con tal mala fortuna que según se daba la vuelta Eulalio, la pelota rebotada le atizó tal estacazo en la cara que se quedo inconsciente, con cuatro dientes menos. Tuvo que ser sustituido y en su lugar entró Edu, conocido como el colador, supongo que os imaginaréis porque. El partido se planteaba complicado pero el equipo aguantó hasta el minuto veinte, cuando el número nueve de las Rozas cogió la pelota, se regateó a Jacinto que al instante se tiró al suelo tocándose el tobillo, encaró a Fidel, le hizo un cañito y el número nueve se quedó sin media oreja. Fidel fue expulsado

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Concurso literario 2015

mientras se justificaba diciendo que había sido él el que había metido su oreja en su boca. El tal Víctor se dispuso a lanzar, respiró hondo y disparó. Gol y Edu se quedó dentro de la portería con un aparente dolor en sus partes nobles. El encuentro continuo pero Los Leones de Guada apenas se acercaron a la portería contraria hasta que llegó el minuto cuarenta y tres. Patxi sacó un córner, mientras lanzaba besos a su club de fans, Daniel saltó y gol. Así llegaban al descanso, empatados a uno. Comenzó la segunda parte después de que Leocadio les diera ánimos diciendo que si no ganaban se volvía para la residencia. Esta vez les tocaba sacar al equipo de Daniel, éste se la pasó a Lee que se la pasó al gorila que tocó con Francis, que se la dejó a Edu (el colador) que hizo honor a su apodo, ya que la pelota le pasó entre las piernas. Volvieron a sacar y Daniel pensaba que había tenido un déjà-vu y pasaron los minutos hasta que Kemo cogió la pelota se regateó a seis y se la dejó en bandeja a Chumacero que recibió una tremenda entrada por parte del defensa rival. Penalti, y se lo pidió Lee, que cogió carrerilla, chutó y a las nubes. Rusia iba a pensar que le estábamos declarando la guerra. El partido continuó desarrollándose en su mayor parte en el centro del terreno de juego, pero sucedió algo que iba a cambiar la dinámica del partido, Edu paró una por primera vez en su vida. Edu se la pasó a Israel que corrió como si su vida dependiese de ello, hasta que llegó a la línea de fondo desde donde centró, Patxi remató el esférico que se estrelló contra la madera, pero ahí estaba Daniel para empujarla. Volvían a empatar. Quedaban diez minutos y la tensión se palpaba en el ambiente, hasta Patxi había dejado de lanzar besos. Las Rozas sacaron, pero en un mal pase, el gorila la interceptó, y menuda la hicieron pues éste se puso a correr y rival que se le interponía rival que volaba. El gorila tocó con Kemo que hizo el resto, se regateó a dos y cuando se dispuso a disparar el número seis del otro equipo le proporcionó tal patada que tuvo que salir lesionado. En su lugar entró Maradona, que pese a compartir apellido con el mejor futbolista de la historia no se parecía nada a él, ya que era conocido como ``el que nunca juega´´. Patxi botó la falta, Lee saltó pero lo derribaron dentro del área. Era penalti. Mientras decidían quien lo iba a lanzar se escuchaba al entrenador Leocadio gritar que como lo tirara Lee Keun Ho le pegaría tal puntapié que lo ponía en órbita. Finalmente se decidió que el encargado sería Daniel, que puso la pelota en el punto de penalti, cogió mucha carrerilla y se preparó para lanzar. Así vivieron los corazones de los aficionados esos segundos; POM-POM-Dani tira- POM-POM-se escucha al padre de Daniel decir que como lo falle deja de ser de la familia-POM-POM-el balón se estrella en el poste-POM-POM-el balón rebota en el pie del portero-POM-POM-el balón cruza la línea. En ese momento todos gritaron, unos por alegría otros de rabia, habían metido el gol que les haría campeones a falta de unos segundos y Daniel corrió a abrazar a sus compañeros, se quitó la camiseta, le sacaron amarilla, le metió una colleja al árbitro y vio la roja y cuatro partidos de sanción, pero todo le daba igual porque se había convertido en el héroe del partido más importante de sus vidas. Sergio Romero 3º de Secundaria

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Concurso literario 2015

SEGUNDO PREMIO YO

CATEGORÍA 3º Y 4º DE SECUNDARIA

Me quede hasta las 7:00 en el colegio. Me había desaparecido la mochila. Estaba claro que habían sido los otros compañeros de mi clase. Había renunciado ya a toda posibilidad de encontrarla, pero la divisé colgada en la señal de STOP de la esquina de la avenida contigua. Ya podía irme a casa. Otro día más, como cualquier otro terminaba para mí salvo porque hoy había podido comer tranquilo. Caminaba despacio por la acera bajo la lluvia cuando un coche se paró a mi lado. Eran los de mi clase, los mismos que me habían robado la mochila. Me dijeron que se sentían mal y querían compensarlo lIevándome a casa. Yo no les creí, sabía que era una trampa. Sin embargo me subí al coche, la razón, estaba ella. La chica más guapa que jamás había visto. Bueno, quizá no la más guapa, pero si la única que me hacía caso y me defendía de las constantes burlas del resto del grupo. Me dejaron tirado en medio de un descampado, pero no me importaba pues había estado sentado a su lado durante el trayecto y me había defendido cuando los otros se metían conmigo. Caminé hasta casa pensando en ella. Cuando llegué la televisión estaba encendida y mi madre estaba dormida en el sofá. Estaban dando la película de Spider-Man y me quede a verla. Me encantaba esa película ya que Peter Parker, el protagonista, antes de que le picara la araña, era falto en amigos y muy listo igual que yo, y me deleitaba soñando que me pasaba lo mismo que a él y conseguía darles una lección a todos ... ¿Y por qué no intentarlo? Decidí estudiar los arácnidos y tratar de hallar algún principio científico que me permitiera conseguirlo, ser Spider-Man. Experimenté durante meses y meses con todo tipo de bichos de ocho patas que pude encontrar, y lo conseguí, lo tenía. Sólo me quedaba probarlo, que me picara la araña. Y así sucedió. Empecé a sentir cosas, era más fuerte, más elástico, más listo ... más todo. Subí a la azotea y me lancé sin pensármelo dos veces. Que sensación. Cuando estaba a escasos metros del suelo, estiré el brazo, cerré los dedos anular y corazón. De allí salió un hilo de tela de araña de la que me colgué y balanceé. i Lo había hecho! Además la divisé a ella en la calle, si a ella. Como estaba pletórico de confianza, tras hacer una serie de imposibles piruetas pose los dos pies en tierra, con pasos largos y chulescos me dirigí hacia ella. Notaba como las miradas de todos se posaban en mí. Incluida la de ella. La cogí de la cintura, la miré a los ojos. Me dijo, -te quiero-, yo no la dije nada pero la hice notar que yo también. Cerré los ojos a la par que ella y, cada uno inclinado la cabeza hacia un lado, hicimos que nuestros labios se acercaran el uno al otro, estaban a punto de tocarse, notaba ya su respiración en mi barbilla .... RIIING RIIING .... -Chicos la clase ha terminado, acordaos, la actividad 3 para mañana-o Abrí los ojos. Oí risas y me di cuenta de que todos me miraban. Me froté la cara y ví pintura negra en ellas, las risas aumentaron. Me levante para irme y fui a dar el primer paso pero me caí, los cordones de mis zapatos estaban atados. Me levante y dando saltitos salí entre risas de la clase para intentar desaparecer. Subí a la azotea. Pensé en lo bonito que había sido mi sueño. Me asomé a la cornisa que asomaba al patio del colegio. Había no menos de 20 metros de altura hasta el suelo. Cerré los ojos y me dejé caer. Que sensación. Cuando estaba a escasos metros del suelo, estiré el brazo, cerré los dedos anular y corazón. De allí no salió nada. Miré al suelo y luego la miré a ella, me miraba y oí, -iJOOOOOOORGEEEE!-. iSabía mi nombre!. Sonreí. Jorge Prado 4º de secundaria.

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Concurso literario 2015 PRIMER PREMIO ELLA

CATEGORÍA BACHILLERATO

Verás, ella era como un rayo de sol. Era imposible no verla. Allá donde iba, destacaba. La

gente se quedaba embobada y era inevitable no poder parar de mirarla. Era como el imán más fuerte que te pudieses imaginar.

Era más bien pequeña, con brazos delgados y piernas esbeltas. Tenía poco pecho, pero la curva de su trasero era envidiada por todas. Su cadera era bastante ancha, aunque es cierto que tenía poca chicha en la cintura. Sí, muy poca chicha en la cintura.

Tenía una melena simple y brillante, de color miel, que caía abruptamente hasta las clavículas, las cuales rozaba ligeramente cada vez que se movía. Su rostro era sencillo, un perfil recto conjugado con una amplia sonrisa. Lo que más destacaba eran, sin duda, sus enormes y profundos ojos marrón oscuro. Sí, aquellos enormes y profundos ojos que a mi me tenían atrapado.

Pero tienes que saber que ella no sobresalió jamás por sus particularidades físicas, porque más que nada eran de todo menos particulares. A ella se la señalaba en todos los sitios que entraba por esa cosa que pocas personas tienen, esa explosiva mezcla de carisma, encanto, magia y carácter. Un cóctel molotov de cualidades que conquistarían a cualquiera, te lo aseguro. Porque de verdad que lo más gracioso es que toda su apariencia no tenía nada que ver con su forma de ser o pensar. Casi era todo lo contrario.

Ese pequeño y delicado cuerpo encarnaba un alma brutal, bestial, carnal. Ese discreto y sencillo rostro escondía una valiente y tenaz mirada. Ella era todo menos diminuta y simple; era una potente depredadora que buscaba continuamente un nuevo obstáculo que vencer.

Era una mujer a la que le daba igual lo que pensasen los demás. Se comportaba como le placía y hacía lo que quería, cuándo quería y cómo quería. Luchaba por sus ideales y no dejaba que nada ni nadie la frenase a la hora de conseguir lo que deseaba. No tenía miedo a enseñar sus defectos, sus pequeñas manías y sus arranques violentos de ferocidad. Se mostraba tal cual era, y no enterraba sus imperfecciones, sino que las vestía como si fuesen las prendas más elegantes del mundo. Se guiaba por el placer y odiaba el dolor. Ella pensaba que el dolor debe sentirse en lo más profundo, que debemos reconocerlo dentro de nuestras heridas, pero que jamás puede llegar a guiar nuestras acciones. Que no podemos dejar que nos controle ni que ejerza su poder sobre nosotros, sino que debemos mirarlo a los ojos y sin apartarle la mirada advertirle de forma pícara "¿Acaso sabes quién soy yo?" .

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Concurso literario 2015

Enfrentarse al dolor y buscar el placer eran los principales valores que regían su vida y muchas veces la escuché decir "El dolor dice: ¡pasa!; pero todo placer quiere eternidad, quiere profunda eternidad." Supongo que con eso quería decir que el dolor es necesario y siempre va a aparecer en algún momento, pero que es transitorio y acaba esfumándose de la misma forma que apareció. En cambio, el placer es aquello que nos lleva a lo duradero, a conseguir aquello que no solo sea eterno, sino que nos haga eternos. Y es que aparte de toda esa fascinación e intrepidez que transmitía con su presencia y su forma de ser y de desenvolverse ante el mundo, poseía un poder especial en su voz y su forma de hablar y conversar con la gente. Una charla con ella cambiaba tu visión de la vida. Cuando hablabas con ella te veías abrazado por la misma sensación de calidez que tienes en el sofá de tu salón en un día invernal, donde lo único que te da calor es el fuego de la chimenea y la manta de laca que tejió tu abuela. Ese calor que te acoge, ese calor que te hace sentir seguro, que te tranquiliza, te apacigua, te mece en su cuna y te duerme. Pero ella no era perfecta. 0, por lo menos, no siempre lo fué. Toda aquella fuerza que representaba, esa figura de admiración, era una fachada que había sido construida poco a poco durante años. Una vez me contó toda su historia, paso a paso, y lo cierto es que me dio la sensación de que esa historia había sido relatada para otros oídos. Y es que cuando te rompen el corazón más de ochenta veces aprendes a narrar tus desgracias magistralmente. Sí, a ella le habían roto el corazón, se lo habían destrozado. Me contó que siempre había regalado su cariño, que se había esforzado en dar todo de su alma a cada uno de sus amantes, que se había enamorado con demasiada facilidad. Y todo siempre había terminado de la misma manera, un rechazo, una llamaba perdida sin contestar, un mensaje leído que ignorar. Sin saber por qué, sin ni siquiera querer saber por qué. Ella se hundía una y otra vez en un agujero desde el cual no veía nada. Y lo único que cambiaba eso era el tiempo, los días, los meses, los años. Hasta que un día se dió cuenta de que no podía hacer eso, ese "dejar todo pasar" no funcionaba. Tenía que enfrentarse al dolor y cambiar, cambiar de actitud. Así que se levantó y trepó con manos y pies las paredes de su profundo y estrecho agujero, miró su corazón y gritó: "¿Quién tiene derecho a destrozarme así?" y a partir de ese momento solo dejó entrar en su pequeño corazoncito a aquellas personas que le regalaran tiritas o parches con qué reparar las grietas, o a esas otras que se ofrecieran a besarle las heridas durante un rato. Yo le besé las heridas, las lamí y las curé con mi saliva. También le di tiritas, parches, gasas y esparadrapo. Yo la ayudé a transformarse en la tigresa que siempre había sido pero que habían anulado unos cuantos hombres desalmados. Yo la ví crecer y convertirse en la persona magnética, frenética, guerrera y eléctrica de antes, en aquella mujer valiente y curiosa que un día me preguntó por qué los árboles eran diferentes a nosotros y yo a mi vez le pregunté que por qué y ella dijo: "Pero es que ellos se abrigan en verano y se desabrigan en invierno." Yo fui testigo de esos pequeños detalles que la hacían grande. De todo aquello que la hacía ser un rayo de sol en medio de una tormenta, una deliciosa melodía entre el ruido de los coches, un punto dulce de nata entre. unas fresas ácidas. Yo la quise a rabiar y ella me quiso a rabiar. Y siempre la querré a rabiar. Virginia Amigo 2º de bachillerato

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Concurso literario 2015

SEGUNDO PREMIO

DESPUÉS, LUEGO, MAÑANA

CATEGORÍA BACHILLERATO

Estás a punto de comenzar tu vida. Ya puedes tomar tus propias decisiones. Empieza la mejor etapa de tu vida, ya verás. Aprovéchala, que la vida vuela. Recuerdo mis años de Universidad… Escucho, aunque las palabras, cargadas con la mejor intención y la mayor realidad, pierdan en mí su sentido. Yo no sé cuál es la mejor etapa de mi vida, ni si quiera sé cuáles son ahora esas grandes decisiones que hace apenas unos meses brillaban en mi mente con soberbia. Me encuentro, ahora, temblando de incertidumbre; de repente estoy en la puerta de lo que llaman realidad, aún preguntándome cuándo dejó de ser un castillo de arena, un sueño escurridizo. Cuándo el qué quiero ser de mayor dejó de ser una ilusión y se convirtió en un objetivo. Diarios de once, doce, trece años. Diarios que se tejen con esmaltes, tardes de sábado y roces de patio. Tumultos de palabras de pubertad, preciosos escombros gracias a los cuales nos levantamos hoy. Camisetas horribles, reuniones, ser todas una. Ser todas ninguna. Fingir, llorar a solas. Reír como nadie jamás nunca va a saber hacerlo. A veces me pregunto a dónde va ese pájaro que teníamos dentro y nos hacía reír así. Nos hacía ver un punto de luz de vida, histérica y sin sentido, en cada cosa. Y nos dolía el abdomen. Dios mío, cómo dolía el abdomen. Ahora duelen cosas nuevas, ahora reímos menos (solo un poco menos) y caminamos más. Caminamos torpemente sobre esa personalidad aún tambaleante que nos hemos dado, que hemos soñado. Se nos fueron abriendo, poco a poco, las puertas al mundo de lo sexual, a la tierra de las decisiones, al infinito laberinto de la composición humana. Ahora, las luces sin sentido del mundo toman forma y color, nos llaman, nos hacen tener hambre de las cosas. Ahora entramos en esa historia irreal y lejana que es la vida en sociedad. Dieciocho años, más que suficientes para ignorar lo que nos espera. Ahora miramos, miro hacia adelante intentando ver algo. Así que, mientras sonrío ante los cumplidos y las miradas dulces, siento vértigo. Mi corazón se abre y se cierra, sediento, a lo que no conoce; tiene tanto miedo que prefiere seguir soñando. Cuando convertimos las quimeras en proyectos, elegimos. Y elegir es renunciar. ¿Cómo se puede renunciar queriéndolo todo? Me paseo cada vez más por las líneas de la infancia, temerosa de no haber aprovechado lo suficiente, de no poder desgranar hasta la última oportunidad de lo que llega, de dejar escapar. Y ahora soy yo la que se escapa, y no sabe dónde. Escapar, a qué, de quién. Por qué. Huir o perseguir, tanto da. Tengo fugaces pensamientos de grandeza que no me excitan ni me alimentan, se crean a sí mismos como fuentes transitorias. Miro a los niños, que llevan la vida en las manos, en el abdomen, como el polen las abejas, y luego miro a los adultos. Me pregunto en qué momento del camino les dejó de brillar la vida, la calidad dejó paso a la cantidad, en qué árbol de lógica se dejaron caer. Y tengo miedo de perder mi polen, me miro las manos y busco en ellas aquel brillo desbordante de los cinco años. ¿Será una de esas grandes decisiones abandonar lo irracional? ¿Podemos evitarla?

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Concurso literario 2015 Sin embargo, aún me queda mucho. La juventud es energía canalizada, cuando se unen el grito de un juego con la verdad. No eres adulto ni niño, no has encontrado pero has empezado a buscar. Estás naciendo y muriendo constantemente en busca de una personalidad, de una identidad y de un todo. Te encuentras en un vórtice de extremos, de advertencias, de talento. Devoras cada desayuno, cada estrella, cada error. Buscas la continuidad en el hoy, no en el mañana. Qué maravilla, ser esclavos de lo inmediato. Y ahora miro a la vida alrededor, y encuentro lo primitivo de la piel y del mundo, y lo nuevo y reciente en los ojos, en mis ojos. Me pregunto qué dirían los antiguos escritores, desgranados eternamente en páginas en blanco, de lo rápido que funciona todo ahora. Cuando estoy en mí misma no siento el estómago encogido, pero ahora me encuentro con las alas extendidas al borde del precipicio de lo cotidiano. Es una sensación agridulce. Combina la amargura de las despedidas con la expectativas de lo que aún viene hacia nosotros, como un tren de humo y madrugada, cargado de cambios para el mundo. Así que brindemos, bailemos, soñemos, saquemos brillo a nuestras plumas metalizadas, estiremos los músculos de la espalda. Mientras podamos sentarnos en el suelo con despreocupación, mientras bajemos las escaleras trotando, mientras sepamos perder toda el agua del cuerpo en emociones, tendremos en las manos el trofeo. Porque por ser, por ser con rabia, con energía, por ser hasta desgastarnos, hemos ganado y ganamos , ganamos la vida. La indecisión es otro modo de ganar, un fruto ácido y necesario en el camino. Así que me voy a impregnar de esta indecisión que no es sino uno de los mil prólogos del después. A por ti voy, después, luego, mañana, como si fueras mi ahora, y mi voz te cantará y ascenderá , aún indecisa, como una paloma herida. A moldearte y convertirte, a crear mejores en cada esquina a mi alcance, a pintarte en el espejo de la mujer que soy y quiero ser. A pintarte en las uñas blandas de los niños, en la piel curtida de los mayores , en el éxito indeciso de la naturaleza. Voy, decididamente confusa, a hacer girar el mundo en nuevas direcciones. Lucía Borén 2º de bachillerato.

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Taller literario 2015

Todos estos textos son parte de “nuestro taller literario”. Silvia, Án-

gela y Claudia forman parte de este “club” que cada martes se juntaban para crear, hablar de libros, de conjunciones al principio de un verso o de formas impersonales. Crearon textos conjuntamente y escribieron de manera individual. Pero todo forma un texto, un lugar y un espacio donde plasmar sus sentimientos, sus creaciones y sus ganas de escribir. LOS DÍAS PASAN, Y NO REGRESAS. Va uno, y no regresas, y eso que parecía lo más probable, que después de morderme el cuello, volverías a morder el anzuelo.

Como la eternidad de tu mirada, cuando se encontraba con la mía.

Van setenta y nueve, y sigo aquí, no te has dignado a aparecer y esto me está haciendo cavar la tumba de mi cordura.

Van dos, y supongo que al tercero irá a la vencida y ya no me tendré que convencer de que algún día volverás

Van ochenta, y apareces, y vuelves, y me sonríes, y ésta vez muerdes el anzuelo, y ésta vez va a la vencida, y ésta vez hay señales de todo tipo, y ésta vez no quemas, y ésta vez puedo volver a brindar con tu corazón, y ésta vez tu mirada vuelve a ser eterna, y ésta vez te has dignado a aparecer.

Van quince, y no tengo señales de vida, tuyas. Ni señales de tráfico que me señalen el camino, hacia ti.

Van veintisiete, y quemas, y qué más da si ya no hay ganas de remendar.

Van cuarenta y tres, y sólo te veo entre copas. Ojalá pudiese brindar con tu corazón, por la suerte que me ha dado, por el amor que me ha bombardeado.

Pero no. Ésta vez no sucede nunca. Porque nunca vuelves, como el tiempo que perdimos arreglando descosidos y cosiéndonos nosotros.

Van sesenta y seis, y la espera es eterna.

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MUJER

Taller literario 2015

en el momento del parto, a pesar del dolor; pero es esa complicidad que te ofrece con tu hijo, la que te hace ser valiente para superarlo; como todos esos momentos difíciles a los que has sido capaz de poner punto y final.

Hace tiempo, nadie pensaba en la mujer como lo que realmente es. Se la miraba por encima del hombro, como si no fuera digna si quiera de una pizca de aprecio; en vez de como un icono de fuerza y superación, de ilusión y alegría.

Una vez leí, no sé dónde, que las mujeres parpadeamos el doble de veces que los hombres; tal vez sea por eso que no soy capaz de apartar mi mirada de la tuya. O por el brillo de tus ojos Por el olor que desprendes que hace vibrar todos mis sentidos O por tus espontáneas caricias, que me hacen sonreír a cada minuto O por esos andares tan peculiares que tienes, haciendo ondas con tu cuerpo, como las que siempre haces con tus delicados dedos en tu pelo. Es entre tus cálidos brazos Cuando siento Que quiero estar a tu lado Por mucho que pase el tiempo Que sean tus labios Los que me despierten cada día Y tus manos Las que curen mis heridas

Porque todos pensamos que sólo estuvo Eva, pero ¿y la mujer que estuvo antes? Esa que no hacía caso a Adán, y fue castigada quitándole la existencia; de esa, no habla nadie de que Eva fue sacada de la costilla, como segunda opción como hemos acabado todas; como segundo sexo, y ni somos el segundo, ni el opuesto al hombre, somos otro sexo más.

Otro sexo más en la raza humana, otro sexo más en la naturaleza.

La madre naturaleza, llena de pequeñas cosas, de pequeños detalles, que, a simple vista, no se aprecian, pero si te acercas y miras bien, verás todo aquello que la vuelve maravillosa.

Y podría seguir con una infinidad de detalles; que te hacen única, que nos hacen únicas.

Como a ti, mujer, con todos esos detalles femeninos, que te hacen ser auténtica.

La autenticidad que te proporciona esa sonrisa, otra curva más en tu precioso cuerpo. Ese cuerpo fuerte, que no se desmorona

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Es por todo ello por lo que hoy, seguimos luchando para que nos traten como merecemos con respeto con aprecio y con igualdad.


Taller literario 2015

No hay música, si no estás.

Hago poco ruido, allí, donde la paz y los pájaros que nunca dejan de piar; hacen una armonía tan genial.

La cerraste con tanta fuerza, pero sobretodo con furia; que no me extrañaría que siguiesen bailando todas tus paredes, con ese ruido tan ensordecedor; tus gritos.

Hago ruido, allí, donde los susurros de la gente; es lo único que alcanzarás a escuchar.

Pero para buenos bailes, los que nos marcábamos, en silencio, y sin ruido, ni música; era nuestra respiración el único compás.

Pero, donde hago más ruido es; en ti.

Antes de que tu puerta se cerrase en mis narices, para no volver abrirse nunca más.

Hago mucho ruido, allí, donde la música grita y no nos deja ni besar en paz.

Que nunca más me volverás a llevar al baile, como hacías antes.

No marco el ritmo, de aquello, que una vez se llamó corazón. Pero, como si lo hiciera.

Ahora, bailaré yo, en la habitación poniendo charlestón ya que no está tu respiración para hacer compases con la mía.

Retumbo en las paredes de tu cráneo; para acabar de rebote en tu mente.

Que se desoriente, todo aquello que te hizo estar demente. (Yo) Para que no vuelva a llamar a tu ventana. Porque sé, que la puerta no me la vas a volver a abrir.

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Pero sé que acabaré en el colchón, ya mojado, y no por todo el sudor que derrochamos en las mil y una noches, en las que desnudos sin tapujos (solo nosotros mismos) llegábamos a tocar las estrellas.


Concurso literario 2015 Taller literario 2015

Sino, por todo lo llorado; algunas por ti, que no todas.

Que también he llorado por mi madre, que madre mía como está; dichosa hernia discal.

También, por las amigas que se han ido, y espero que no piensen en regresar, porque eso estaría muy mal, después de como me lo han hecho pasar.

Pero sobretodo, he llorado de felicidad. Porque llegué a un punto en el que todo me daba igual; que no a la ignorancia, sino que las cosas no me afectan como lo habían hecho antes.

Que bonito y doloroso es llorar de felicidad aunque ya no estés; y que el café me sepa bien y no amargo; y llevar deportivas sin hacer ejercicio; y gritar sin que nadie me mande callar. Todo es tan genial desde que ya no estás. (Miento) Aún te echo de menos.

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literRARTE

Concurso literario 2015

SEGUNDO DE SECUNDARIA

El presente trabajo, desarrolla un estilo en base a la poética artística como lenguaje visual y experimental, dónde la imagen se muestra como elemento plástico en todas sus facetas y a través de una extensa variedad de técnicas y soportes. La poesísa adopta una forma no verbal constituyendo un género propio. Agradecemos a Lara Muñoz por este proyecto de investigación del master, que ha realizado con los alumnos de segundo.

LA MADRE DE LA VIDA [...] Todo eso lo ignoraba por aquel entonces, sentada en ese banco blanco el día que acabé mi andadura. Todo salvo el hecho de que no tenía por qué saberlo, de que bastaba con confiar en que lo que había hecho era auténtico, con comprender su significado sin ser aún capaz de decir con exactitud cuál era. Bastaba con creer que ya no necesitaba tender mis manos desnudas, con saber que ver el pez bajo la superficie era suficiente. Que lo era todo. Era mi vida: como todas las vidas, misteriosa e irrevocable y sagrada. Tan cerca, tan presente, tan mía. Y qué extraordinario era dejar que todo fluyera. Salvaje Cheryl Strayed

Javier Rodríguez González Martina Murga García María González López Alejandra Hernández Alonso

INEXISTENCIA [...] Coatlicue: - Existen en la misma medida en que existen lunas sin descubrir que giran al rededor de planetas desconocidos.[...] No tienes que tener existencia para existir. Viaje a Yucatán Robert Smithson

Clara García Vega Daniela Romero Morollón Andrés Chamorro Domenech

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