DÍA DEL LIBRO EN EL COLEGIO
Ayer el auditorio estaba lleno. Los profesores y los alumnos de Secundaria y Bachillerato ocuparon sus asientos. Te subiste al escenario y empezaste a hablar. Tan solo unos minutos y todos quedamos atrapados en un mundo de palabras, imágenes, historias de realidad y ficción. Nadie hablaba, casi ni nos movíamos, no queríamos interrumpirte y así nos narraste tu pasión por escribir y los libros, las montañas, la amistad, tu maravillosa familia y tu filosofía de la vida. Y todo, con esa sensibilidad y carisma que te hace ser tan especial. En el turno de las preguntas las manos se sucedieron unas tras otras desde los más pequeños a los más mayores. Y así llego la hora del recreo, ningún alumno o profesor se quiso ir de allí sin decirte algo o pedir tu firma, querían ese pequeño lazo verde que les uniera a ti. Da lo mismo estar escuchándote en una auditorio abarrotado de gente o escalando o en el campo con las enanas tomándonos un chocolate caliente. Da lo mismo, siempre es un placer estar a tu lado. Mil gracias en nombre del colegio pues todos quedamos encantados.
Mil gracias en nombre de los alumnos que incluso por la tarde me decían que se habían emocionado, que les había gustado mucho, que querían leerse tus libros y que ya no querían hacer el trabajo de “Quijote” preferían “La piel desnuda”. Pati, mil gracias por estar siempre tan cerca.
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CATEGORÍA 2º DE PRIMARIA
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EL CONEJO, EL QUESO Y EL RATON
MEGALODÓN
Había una vez un ratón llamado Pepe, Pepe tenía un queso, pero Pepe no sabía que hacer, ni salir por donde empezar, porque el queso ¡era de mil metros! Entonces tuvo una idea que fue compartir el queso con sus amigos y con sus vecinos, pero a nadie le apetecía porque acababan de comer. Entonces Pepe se fue a comer otra cosa, porque el queso no sabía como comérselo. Entonces pensó tal vez si voy a casa del conejo Andrés, que Andrés sabe mucho. Y Andrés le preguntó a Pepe ¿Qué necesitas viejo amigo Pepe? Pues necesito tu ayuda necesito que me digas por donde empezar porque tengo un queso de mil metros vale te puedo ayudar de una forma muy sencilla, compartirlo pero eso ya lo he probado pero a nadie le apetecía, pues nos lo comemos juntos ¡si! Exclamó Pepe, y Pepe y Andrés arreglaron todo el problema del queso. Fin.
Érase una vez unos niños que se llamaban Alex y Marc, un día Alex y Marc estaban jugando al fútbol en la playa y Marc tira y la pelota se fue al mar entonces se lo dicen a su abuelo y entonces el abuelo coge su pistola de dardos calmantes y su barco velero y se van al mar cuando el abuelo está a punto de coger el balón ¡salta un megalodón! Y hace un agujero al barco y el megalodón se va con el balón. Entonces el abuelo coge su chaqueta y tapa el agujero, el abuelo les dice a los niños que tienen que volver. Entonces cuando van a llegar a la orilla ¡el megalodón! Le da con la cola, al final el megalodón solo quería jugar. Y cada mañana Alex y Marc salen a jugar al fútbol con el megalodón. Javier Prieto González 2º de Primaria
Raquel Rios Vidal 2º de Primaria
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CATEGORÍA 1º DE PRIMARIA
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EL ARTISTA
LA PRINCESITA DE LAS FLORES
Érase una vez un artista que pintaba en negro en unos días un ladrón le robó su pintura negra y tuvo que saltar un lago de cocodrilos y le siguió por el camino vio un arcoiris y aprendió que todos los colores eran bonitos a partir de ese momento utilizó todos los colores . Los colores y tuvo mucho más dinero y se casó.
Érase una vez una princesita que siempre se daba un paseo por la montaña y una vez vio a un príncipe y se quiso casar con él pero se preguntó ¿le tendré que regalar algo para que se case conmigo y decidió regalarle unas flores. Decidió ir al campo para regalarle las flores pero su padre se enteró de que amaba a ese príncipe y no quería que tuviese marido y no le dejó ir al campo nunca jamás, pero ella quería que tuviese marido y no le permitió que tuviera marido y dentro de unos días volvió para regalarle flores , pero no estaba y al siguiente día volvió y si lo vio y le regaló las flores y se casaron y vivieron felices y comieron perdices.
Alejandro Moreno Sánchez 1º de Primaria
Sara Fernández Fernández. 1º de Primaria
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CATEGORÍA 3º y 4º DE PRIMARIA
EL RELATO DE LOS FANTASMAS UN CIRCO SIN PAYASO Érase una vez un circo que tenía un payaso muy gracioso. Unos señores que tenía envidia del payaso planearon un plan para que le echaran del circo, pero el payaso lo oyó, entonces se fue porque no quería que esos señores le hicieran nada malo. Al día siguiente dijo: Ya que estoy aquí me iré a un circo que no tenga payaso y también un circo que me quiera. Anduvo y anduvo hasta que lo encontró y gritó: ¡ qué alegría, un circo sin payaso! Entró en el circo, le hicieron una prueba para ver si era verdad que hacía tanta gracia. Cuando terminó los señores empezaron a reir, a tirarse por el suelo y le dejaron ser el nuevo payaso. Pasaron los días, semanas y meses haciendo reir a las personas y tanta gracia hacía que se hicieron ricos y famosos. Pusieron carteles y por todo el mundo. Vinieron padres, madres y niños de todos los lugares. El payaso se aburrió de ese circo y se fue a otro pero no le gustó porque eran muy malos con él. Anduvo, anduvo y anduvo hasta llegar a un pueblo muy lejano, entró y era el circo mas bonito del mundo, le gusto tanto que nunca se fue de ese circo.
En un castillo abandonado tras tantas guerras transcurridas, un relato se sigue relatando. Nadie sabe, después de tantos años, que un hombre siga vivo sin ni siquiera parar de relatar ese relato entonces las personas que visitan aquel lugar empiezan a creer que aquel relato no lo relataba un ser humano si no un fantasma merodeando por los pasillos de aquel castillo por las noches, pero por el día escondido en las almenas de ese muro pero siempre relatando. Nadie podía ver aquel fantasma todos los pueblerinos iban tras el, pero todos sin éxito. Hasta que una vez, por la noche, un pueblerino llamado Mike encontró al fantasma y le llevó al pueblo. Su relato fue un éxito allí porque el relato se trataba del mar y ellos eran pescadores: delante de un bogavante una caña de pescar se bañaba en el mar, un pescador que pesca sin parar y en el mar hay muchas cosas por amar. Con ese relato el fantasma dejó de ser un fantasma para el pueblo. Bruno Amich Biurrun 4º de Primaria
Jara Lomo Padeira 3º de Primaria
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CATEGORÍA 5º Y 6º DE PRIMARIA
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Tenía que contarle a alguien lo ocurrido, pero por otra parte no debía desvelarle a nadie gran aquel secreto. Por un momento, dudó sin explicárselo a su mejor amigo Sergio, o no, pero finalmente decidió no contarle nada a nadie.
EL ARCÓN MÁGICO Mi nombre es Mateo y os voy a contar una historia muy movida. Todo lo que os voy a contar le ocurrió a la hermana de una amiga de la sobrina de mi hermano. Todo empezó así:
Un día más se encontraron cara a cara el pequeño ser y la niña. Esta vez Begoña no llevaba consigo el baúl, así que el conejo mutante no pudo ni siquiera intentar hacerse con él.
-¡Ven a recoger tu cuarto! – Ordenó la madre de Begoña - Ahora no, más tarde lo recogeré- replicó la niña
Así les pasó durante muchos días, aproximadamente durante un mes y medio.
Después de un buen rato y tras algún que otro aspaviento, Begoña obedeció a su madre. Cuanto terminó la tarea, se fue a pasear no muy lejos de su casa, a la estación del tren. Mientras caminaba, se topó con un arcón mágico. Aquel arcón, probablemente, habría estado escondido en aquel rincón durante más de cinco años, ya que sobre él había bastante polvo acumulado. Cuando lo abrió descubrió que albergaba una gran tesoro, muchísimos huevos de chocolate, tantos que si se los comiese en un me, probablemente se convertiría ella misma en la liebre de Pascua.
De nuevo, unos diás después, se volvieron a encontrar en la misma situación, pero por primera vez el conejo iba desarmado y vestido con un bonito traje de etiqueta. El pequeño ser le reconoció sinceramente a la niña: - Yo ya me rindo, no quiero seguir persiguiéndote ni a ti ni al arcón. He pensado que por qué no empezamos a llevarnos bien, compartimos el arcón y merendamos todas las tardes juntos en el parque, al fin y al cabo todos saldríamos ganando. - A mí me parece bien, de todos modos no podría haberme comido yo sola el botín –respondió la joven.
Repentinamente apareció frente a la niña un imponente y pequeño conejo armado. - Pero ¿quién eres? Y sobretodo, ¿de dónde vienes?- Preguntó Begoña alarmada.
La niña y el pequeño y ya inofensivo conejo, cumplieron el trato. Desde ese momento en adelante, todas las tardes se reunirían para merendar juntos. Y colorín colorado este cuento se ha acabado. Ellos juntos meriendan que es lo que todos recomiendan.
- He estado observando el baúl que posees, ¡ Y lo quiero!, por eso de ahora en adelante seremos enemigos acérrimos – Vociferó el conejo. La niña corrió asustada hacia su casa tras haber visto a aquella criatura.
Eugenia Muñoz Sánchez 5º de Primaria
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CATEGORÍA 5º Y 6º DE PRIMARIA
A TRAVÉS DEL ATLÁNTICO
mucha hambre hasta que ya no pudimos pescar más. Tuvimos que tomar otras medidas como por ejemplo fabricar un arpón y con el salvavidas ir flotando hasta que ¡¡¡ ZASS !!! le dábamos. Cada vez íbamos viendo peces más exóticos, el mar tenía menos oleaje y el agua estaba de un azul más turquesa.
En tiempos de querra, había muchas familias que no tenían casa, comida o transporte para huir. Una de ellas era la familia Kiribaty. Lo único que tenían era la barca de pescador de su bisabuelo Valerio. Lo llamaban “El Colombia “ con la meta de emigrar con él hacia dicho país. Un día, por la radio, el locutor dijo: -¡¡¡ Van a bombardear Cádiz, métanse en sus casaa y bajen las persianas ¡!!
A lo largo de dos o tres semanas mi madre, que tiene muy buena vista divisó tierra.Todo nos pusimos muy contentos, sobre todo mi hermana que no aguantaba más hay dentro.Tardamos todavía un día en llegar a tierra, pero cuando llegamos y vimos el paisaje y la gente nos dimos cuenta de que…
Y así empezó la aventura. Yo tenía doce años, cuando tuvimos que emigrar hacia Colombia. La mañana del catorce de julio salimos corriendo al puerto de Cádiz. Llevábamos una maleta con comida y ropa para mi padre, mi madre, mi hermana de nueve años, mi perro “ Truco’’ y yo. Nosotros éramos una familia de mar, mi padre era pescador, mi hermaa y yo a veces lo acompañábamos. Cogimos “ El Colombia “ y pusimos el motor a toda marcha. A l principio no sabíamos para donde ir, pero afortunadamente la barca tenía brújula. Al pasar unos días ya alejados de la costa se nos acabó la comida. Mi padre y yo tuvimos que fabricar una caña de pescar con hilo de una camiseta y un palo de una escoba. D e anzuelo cogimos unas moscas que atrapamos. Así nos alimentamos unos cuanto días más pero a medida que nos íbamos adentrando más en el mar Atlántico iba habiendo peces más grande, por lo tanto no podíamos pescarr con nuestra caña.Pasamos unos días pescando muy pocos peces y con
¡¡¡¡¡ No estábamos en Colombia !!!! Todos empezamos a buscar carteles para averiguar dónde estábamos y de repente mi padre dijo: -¡¡ Estamos en Brasil !! Al principio no sabíamos lo que nos iba a pasar, pero nos dimos cuenta de que era tan mal lugar para empezar una nueva vida. Todo salió genial, mi padre después de muchos intentos consiguió trabajo de pescador en un barco. Mi madre afortunadamente sabía yoga y daba clases en la playa, mientras yo y mi hermana disfruta´bamos en la orilla del mar. Y así, terminó nuestra aventura empezó nuestra nueva vida.
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CATEGORÍA 1º Y 2º DE SECUNDARIA
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¿QUÉ HE HECHO CON MI VIDA? Abre los ojos. Se incorpora, cansado; hace mucho que no duerme bien. Ni si quiera sabe qué hora es, aunque algo de luz se entrevé por las gruesas cortinas. Inicia su rutina como todos los días. Se desliza fuera y se calza unas zapatillas. Hace su cama con esmero y se mete en la ducha, disfrutando el momento. Siente paz y tranquilidad, le encantan esos pequeños instantes. No tiene que preocuparse de las facturas o del trabajo, tan solo sonríe, mientras deja que el agua caliente caiga sobre su cabeza. Cuando sale, se complace al notar que todo está en silencio, en calma. No hay nada que le guste más que eso. Puede sumergirse en sus propios pensamientos, lo que evita que su vida sea corriente y superficial. Se dirige a la cocina, de muy buen humor. Abre el frigorífico y se da cuenta de que falta mantequilla, así que lo apunta en una hoja que hay pegada en la puerta. Frunce el ceño al darse cuenta de que necesita hacer unas compras. Desayuna rápidamente y vuelve a su habitación. Se sienta en su escritorio y enciende el ordenador. Empieza comprando comida, pero acaba distraído mirando ropa. Se compra un suéter y los alimentos que necesitaba,
contento al ver que sólo tardarán tres días en llegar a su casa. Después de eso, se pone a trabajar, tecleando horas y horas, sin apenas darse cuenta de que el tiempo pasa, de que desde que empezó a vivir así es más viejo, más pálido ¿Cuándo fue la última vez que salió de su casa? Ni siquiera él mismo lo sabe, pero no lo necesita. Es un hombre más evolucionado, más racional. más moderno. Desprecia al resto de la gente, que malgastan su tiempo en actividades sin provecho. Él vive una vida sana y completa. Tiene una dieta saludable, es muy higiénico, se ejercita a diario y lee mucho ¿Qué más puede necesitar un hombre? Todo por lo que vivía antes ha desaparecido. Ahora puede hacerlo todo en la red, es más práctico. Así que ¿para qué salir a la calle? Cada día descubre cosas nuevas sin siquiera salir de su habitación. Va notando cómo se va haciendo más inteligente, cómo va cultivando su mente. Puede ver cosas que jamás podría ver sin su ordenador. Admirar la belleza de cualquier paisaje que quiera, escuchar canciones más frescas y novedosas, ver cuadros y hablar con gente de todo el mundo. Todo eso desde la comodidad de su casa. Sí, es un hombre feliz y satisfecho.
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CATEGORÍA 1º Y 2º DE SECUNDARIA
El sonido de la puerta interrumpe sus pensamientos. Es la mujer que va cada semana a limpiar su casa ¿Ha pasado ya una semana? Maldice por lo bajo. Ella es lo único que interrumpe su edén de la soledad. Observa cómo va de aquí para allá con paso rápido, cómo remueve sus cajones y toquetea sus cosas. Cada vez se siente más incómodo. Se obliga a sí mismo a tomar aire lentamente. Inspira .... Espira ... Se siente mejor, no es tan grave, simplemente tiene que ignorarla. Sigue trabajando y consigue olvidarse de que está ahí. Cuando ha acabado, se va, pero él no se da cuenta. Sigue absorto en su trabajo hasta que le entra hambre. Se levanta para prepararse algo, cuando ve que las cortinas del comedor están abiertas. La mujer debió haber limpiado los cristales, piensa, ya que él siempre las deja cerradas a conciencia. Se acerca, refunfuñando, cuando algo llama su atención. Una hoja acaba de desprenderse del viejo nogal que hay frente a su ventana. Inesperadamente, el tiempo se detiene. Observa, cautivado, cómo revolotea en el aire. Es algo en esa hoja, algo que le tiene absorto. Quizás sea su color, . quizás sea porque se ha dado cuenta de que las ramas del árbol están desnudas. De que ha llegado el otoño sin que él se dé apenas cuenta de que el tiempo pasaba. De repente se
siente ... diferente. Ya no quiere seguir trabajando, ya no quiere seguir con su rutina. Sólo quiere salir a la calle. Sentirse libre. Se da la vuelta y sale por la puerta corriendo . Julia Cachinero 2º de Secundaria
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CATEGORÍA 1º Y 2º DE SECUNDARIA
CUANDO LA PISTA SE TIÑÓ DE ROJO Un circo cualquiera, pequeño y sin ánimos para seguir con la función, la respuesta es clara, no es por la falta de dinero, eso no es problema para ellos, tampoco es por la falta de ensayo. No, esta es una razón completamente distinta. Un asesinato en mitad de la pista. ¿Quién quisiera seguir el espectáculo con eso? Mi jefe me llamo hace un rato, con la excusa de que no va poder estar presente en la escena del crimen. Fui 10 más rápido que puede, había tráfico por lo tanto llegue un poco más tarde de la hora prevista. John me esperaba allí con el maletín con los instrumentos; -Cindy, llegas tarde, inspecciona el cadáver.Me dijo cuando entre a la carpa de actos. - Lo siento, había tráfico en la carretera, ¿sabes dónde se encuentra? - Nada más entrar a la carpa principal, ahí está tirado en medio de la pista. Y allí me dirigí, no podía creer 10 que veían mis ojos, ¡un león! "¿Quién mataría a un león? ¿Esto se puede considerar un verdadero crimen?" Pensaba para mi subconsciente. Era un caso realmente complicado, ya que cualquiera mataría a un león por caso de que su espectáculo es mejor que el de otros. Un circo tiene millones de posibilidades de asesinato. Pero la pregunta que más me hacía "¿Quién llamaría solo por el asesinato de un león? Realmente merecía la pena, montar todo este alboroto por un solo león. Bueno yo no soy la persona para juzgar esto, a 10 mejor es algo más que un asesinato.
Parecía el león líder de una manada, era grande y con un cuerpo bien formado. Mostraba sus grandes colmillos que te daban a entender que era un león adulto. Me puse los guantes e inspeccioné el cuerpo, y ahí estaba en el costado derecho, la bala que le dio la muerte. Cogí las pinzas y le quité la bala con mucho cuidado, al parecer era una bala de 9 rnm, que pertenecería a un revolver. Fotografié la escena del crimen y busque pruebas, pero el asesino se había encargado de eso primero, no había nada que 10 pudiese delatar. "¿El asesino tuvo cuidado de no dejar pruebas o habían saboteado la escena del crimen, dejando a todos libres? Por fin, llego mi jefe, y pudimos empezar a interrogar a los principales sospechosos, eran demasiados, pero no podíamos descartar, porque todos siempre son sospechosos. Empezamos por el domador, parecía nervioso y nada triste eso nos llamó la atención. -¿Cuál iba a ser la primera actuación?- pregunté - La primera actuación era La Marcha de los leones.- Me contestó el domador - ¿A qué hora hubiese empezado el espectáculo? - A las siete y media. - ¿Dónde se encontraba una hora antes de que empezara el espectáculo? - Preguntó John. - A esa hora me encontraba preparando la pista, para que no sucediera ningún problema con los visitantes. - ¿Y cómo explica que la carpa estuviera libre?
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- Yo lo coloqué, estaba allí.- Eso no sonaba bien. ¿O habían saboteado la escena del crimen o no lo hizo? - ¿Tienes algún testigo, que te viera preparando la pista? - Sí, el trapecista y los cuidadores de los leones. - Se puede retirar.- Hablé por primera vez después de haber visto como mi compañero interrogaba al primer sospechoso. Hablamos con los siguientes sospechosos, pero al parecer el domador tenía razón. Interrogamos a todos los del circo, pero todos nos daban casi los mismos detalles. Algunos nos comentaban sobre las actuaciones, algunos criticaban a otros, y otros decían quien podría ser el asesino. Todas mis dudas fueron solucionadas con cada interrogatorio, menos la pregunta que más me llamó la atención, esa no fue resuelta. Lo peor fue que el asesino había saboteado la escena del crimen, eso nos complica el trabajo a nosotros, pero ayuda al asesino a no ser descubierto. Es un trabajo duro, ya que tienes que tener sumo cuidado con no dejar otras pruebas. Para ello tienes que ser muy astuto, eso nos quita tres sospechosos, pero aun así son demasiados. El domador, el principal sospechoso, nos está haciendo sospechar de él, pero no podemos acusarle sin una prueba sustancial. Empezamos a sospechar de los payasos, porque su actuación era la mejor antes de que llegaran los leones, pero no nos parecía motivo suficiente para un asesinato. Si nos basamos en las cuartadas, todas las cuartadas están con testigos, pero me pareció raro
cuando dos personas dieron los mismo detalles que la otra. Al parecer el asesino tiene un cómplice o varios. ¿Quién habría llamado? Esa pregunta retumba por mi cabeza, aun sin respuesta, decidí ir a la comisaría, dejando todo a cargo de John. Mi jefe se había ido después del interrogatorio para ordenar las respuestas de los sospechosos y por fin tener una prueba que pueda incriminar al asesino y saber quién es. Entré, todos me saludaron, soy una de las mejores detectives que tiene la policía londinense. Fui a recepción, para que me dieran datos sobre la persona que llamó, pero no figuraba ninguna llamada sobre un asesinato en un circo. Eso me pareció muy sospechoso. ¿Entonces quién había llamado? ¿Cómo se habría enterado mi jefe? No podía sospechar de mi jefe o de John, ellos no podrían haberlo hecho no tenían motivos para hacerlo. "Debo tranquilizarme" me repito para mí misma, "Son solo sospechas" decía mi subconsciente. Decidí volver al circo, cuando entré en la carpa me di cuenta de que todo estaba vacío, ni rastro de mi compañero, algo más de lo que sospechar. -¡John. He encontrado al asesino! - Grité. Esas fueron mis últimas palabras, antes de que una bala atravesara toda mi espalda. Todavía estaba consciente cuando caí al suelo llenándolo todo de sangre. Ángela Rodríguez 2º de Secundaria
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CATEGORÍA 3º Y 4º DE SECUNDARIA
SILENCIO
Sé que él no quiere verme triste, incluso podría pasarse horas intentando dibujar una sonrisa en mi cara para olvidarme de mis preocupaciones. Pero él es la mayor, y no quiero olvidarle. No puedo, ni podré hacerla. Esta pesadilla se va haciendo cada vez más grande, se va extendiendo, pero es lo que él quiere, y lo respeto. Supongo que después de esto no habrá más lágrimas, ni palabras, ni malas caras. Es su decisión y habrá que aceptaría. Pero lo que nunca seré capaz de olvidar es su recuerdo, su mirada, su sonrisa, su alegría ante la vida, su templanza, su gran corazón. Un corazón que, quiera o no, tendré que ver marchitar. Soy lo que soy gracias a él y, la verdad, me siento orgullosa. Orgullosa de poder creer en lo que los demás no creen, en los "para siempre". Es fácil no entenderlo, ya que mucha gente dijo que se quedaría contigo y al final se fue. Creo que ya es hora de que te des cuenta de que, en realidad, nunca se fueron. Dicen que, para creer, no hace falta ver, que simplemente hay que sentir, y aún sigues sintiendo la presencia de aquellos que te prometieron estar a tu lado en todo momento. Por eso, créeme, no se han ido. Y yo quiero un para siempre, uno verdadero. Un "nosotros" que no sea capaz de romperse ni con esta cruel enfermedad, con el maldito cáncer. Vuelvo a decirlo, y lo prometo. Cuando el dolor, la angustia y el miedo hayan acabado, de un modo u otro, conseguiré hacerla eterno.
Él es fuerte, y él lo sabe, pero está cansado. Está cansado de luchar sin poder ver la salida, cansado de caminar cuando lo que necesita para huir, es correr. Huir. ¿Cobarde? No lo creo. Huir no significa que se haya dado por vencido, ni que no tenga el coraje de saltar el obstáculo, simplemente ya ha aceptado que no quiere hacerla. ¿Para qué pasar toda una vida sufriendo si el sufrimiento puede hacerse breve? No sé, no soy capaz de entenderlo. Él no necesita que le digan lo que hay, pues ya lo sabe. No quiere a un par de "listillos" a su alrededor que le digan que pronto llegará su silencio. Silencio, que palabra tan fría y a la vez tan cálida. El silencio sabe lo que somos, quienes somos, todo aquello que escondemos. Nos conoce, nos ha visto llorar, gritar y llegar a la locura cuando nadie más que él podía entendernos. Pero yo no quiero que el silencio se lo lleve, que le atrape con sus garras y que disfrute de él a solas. Quiero estar con él, verle reír, bromear, abrazarme, decirme lo guapa que soya lo mucho que me quiere. Parece irónico que sea capaz de decir esto, ya que hasta hace poco tiempo sus sentimientos más profundos estaban encerrados. Lo intentamos con mil llaves, llamamos a mil cerrajeros, pero ninguno era capaz de abrir su gran corazón. Eso es lo que es él, un gran corazón recubierto del acero más resistente que puede existir, el acero que le da forma de persona. Y yo le quiero, y le quiero aquí siempre, quiero hacerla eterno. Pero no soy tonta, sé que en un futuro ya tendremos tiempo para eso, para estar juntos y no separarme de su lado, ya que es imposible en este momento. Ojalá nunca supiese lo que siento, que cada vez que le veo se me saltan las lágrimas y tengo miedo, que no soy capaz de disfrutar sabiendo el dolor que tiene dentro. Pero ya no hay cura, ni analgésicos capaces de terminar con su sufrimiento.
Diana Maestre Mariscal 4º de Secundaria
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15 de Octubre
CATEGORÍA 3º Y 4º DE SECUNDARIA
Aquella mañana desperté sin saber que ese día iba a ser el último de mi vida, el día de mi muerte. Este día me iba a cambiar por completo, descubriría cosas y entendería otras que harían que horas después yo ya no fuera la misma, pero eso ya no importaba, porque yo iba a morir de un momento a otro. Todo había empezado el quince de octubre, parecía un día normal, como todos, monótono, pero yo no podía estar más equivocada. Como cada martes, salí de mi casa cuando aun amanecía y camine hasta la parada del autobús, en la que me esperaba, desde hacía tres años Dante, un chico alto de cabello negro y ojos café oscuro, para ir juntos al instituto. Ese día Dante estaba diferente, distante. Pero yo no le tomé importancia, ya que el día anterior le había oído hablar con su hermana de que iba a dar "el gran paso" que llevaba tanto tiempo intentando hacer, no logré escuchar la respuesta de su hermana, aunque no era importante para mí, claro que si la hubiera escuchado habría entendido muchas cosas. Muchas veces Dante se comportaba diferente, con nerviosismo y muy alterado, yo siempre supuse que era por que quizás quería pedirme algo y nunca sabía cómo, hasta hoy, qué ingenua. Al llegar al instituto, empezó a cambiar todo; descubrí que Vena, mi mejor amiga, o eso creía yo, había pedido que la alejaran de mi en las clases porque, palabras textuales, "la había traicionado". Me acerque a ella y discutimos durante diez intensos minutos en los que me explicó que ella quería a Dante, que yo lohabía enamorado y se lo había quitado, antes de darme la espalda y alejarse apuntando con la nariz al techo gritó "Vena es una roba-novios, cuidado" y se fue. Durante el resto del día Vena me trató como una simple desconocida y entonces comprendí que es muy difícil encontrar amigos que te quieran por
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cómo eres y no por lo que tienes. Como ella, que solo se hizo amiga mía para acercarse a Dante y al ver que no obtenía resultado alguno, incluso que se alejaba más, ya que él la odiaba y siempre me decía que no era buena amiga, decidió cortar la relación lo más pronto posible. Empecé a preguntarme cómo era posible que alguien con quien has compartido risas, lágrimas y secretos te trate como si nunca lo hubieras hecho. No hallé respuesta. Parecía que no iba a ser un buen martes, hasta que al terminar el cansado día, Dante me pidió ir a dar un paseo, ya que tenía que pedirme una cosa, y yo naturalmente acepté. Empezamos a caminar hacia una zona de la ciudad, bastante oscura que yo no conocía mucho. Me llevó abrazada por la espalda todo el camino, como temiendo que me fuera a escapar y repentinamente se paró en seco, empezó a moverme con torpeza hasta una casa abandonada y sucia. Parecía alterado y nervioso, como muchas otras veces se había comportado, pero esta vez era diferente, no era como las demás, aunque yo no lo sabía. Parado frente a mi estaba él, el chico del que yo llevaba enamorada tanto tiempo, pero no era como yo me lo había imaginado, en la mano derecha sostenía un pequeña y plateada pistola que me señalaba, su mano no vaciló ningún momento, no parecía flaquear en la idea de quitarme la vida. Le miré a los ojos, esos ojos verdes que creí conocer y observé que no había rastro de la rabia o del odio que llenaban sus palabras, estaban nublado, ausentes, pero su voz me sacó de mis pensamientos: - Estúpida ingenua, ¿de verdad creíste que en algún momento de mi vida te amé, que significabas algo para mi? Pues estabas muy equivocada, no eres nada y nunca lo fuiste. Ilusa. Todo lo que te dije era mentira, todos esos jo-
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CATEGORÍA 3º Y 4º DE SECUNDARIA
didos momentos que compartimos eran fingidos. Siempre te odie y tuve que soportarte tanto tiempo, pero valió la pena, porque ahora ya tengo lo que siempre quise, sacarte de mi vida y de mi mente, para siempre. Sentí como las lágrimas acudían a mis ojos, eso no podía estar pasando, me podía esperar todo, menos esto. El día de hoy me había trastocado hasta tal punto de cambiarme por completo, excepto en una simpre cosa; seguía queriéndolo. Me erguí, apreté la madibula, tense los musculos y le miré suplicante, esperando que cambiara de opinión, pero no fue así. El seco sonido de mis rodillas impactando contra el suelo, una carcajada estridente y pasos, todo había acabado. En un último hilo de vida escuché voces fuera, una de ellas me resultaba conocida, y cai en la cuenta, era la hermana mayor de Dante, parecía desesperada, gritaba "ponía que la querias matar". De nuevo pasos, pero esta vez más rápidos, en vez de una carcajada un grito desgarrador. Obsevé un pequeño bulto caer a mi lado y sujetarme la cabeza con ternura. Y allí en mi último momento de vida volví a ver esos ojos verdes, ahora ya conocidos, llenos de una inmensa tristeza, brillantes anunciando la llegada de las lágrimas. "te quiero", todo se volvió negro, ese día había acabado, finalizando con todo. Esto no podía estar pasando, no solo había perdido a la persona que mas amaba, sino que no volveria a ver su tímida sonrisa, sus enormes ojos de chocolate fundido, no volvería ha hacerla de rabiar para luego abrazarla y conseguir que riera, esa tierna y melódica risa. Lo había perdido todo por culpa de esa estúpida enfermedad. No era culpa suya que yo tuviera doble personalidad o trastorno de identidad, como se quiera llamar, solo sé que se había llevado a la chica de la que estaba enamorado. Siempre que me pasaba aquello, cuando en-
tarba en ese "trance" la trataba mal, le gritaba, aunque no se lo merecia. Mi otro yo la odiaba por hacerme sentir cobarde e inseguro cuando estaba a su lado y quería acabar con ella, al parecer de una forma muy radical. Esto me pasaba desde pequeño, pero nunca creí que pudiera llegar a tales extremos. Siempre me dijeron que escrbibera las cosas importantes que fuera ha hacer para recordar mejor que había hecho al volver en mi y todos los días expresaba un odio profundo y doloroso hacia Wen. Ella nunca supo de mi enfermedad, y yo tenía intención de decírselo, pero no hoy, ni mañana, solo se que algún día. En ese mismo instante, al ver a mi hermana aparecer y correr hacia mi y al instante recoger la pistola del suelo, supe que tendría que vivir toda mi vida con el peso de haber matado a mi mejor amiga, a la chica que me sacaba una sonrisa cada día, que tendría que vivir si ella. Y hoy, un siemple quince de octubre he aprendido que la vida da muchas vueltas y que en cuestión de segundos todo puede cambiar, que una simple palabra o una acción puede desmoronar todo tu mundo. Que hay momentos en los que hay que apartar el orgullo por quienes realmente te importan. Que hay personas que entran en tu vida para quedarse o solo están de paso. Pero sin ellos no serías lo que eres. Y que hay que dar las gracias por cada golpe que te da la vida, porque te ayuda a evolucionar, por mucho que duela . Paula Losada Oliva 3º de Secundaria
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CATEGORÍA 1º Y 2º DE BACHILLERATO
Con motivo de un "apocalipsis" frustrante
blaban antes una bola azul con manchas verdes. Bajo los pies - roca, barro, arena y polvo, polvo, polvo. Una mezcla de cemento, asfalto, cristales, ropa, flores, animales, rampas de acero, ropa, bolsas, muebles, cables, antenas, libros y huesos humanos. Todo convertido en ceniza y memoria en unos instantes que se alargaron infinitamente, perdiéndose toda medición del tiempo, pues se perdió todo lo que podía ser medido y contado. Tal textura se perpetua hasta el horizonte, que se pierde en una neblina seca, póstuma explosión de arena, que libra una catarsis como la que barrió el planeta hace infinidad de vacilaciones celestiales, pues no hay tiempo en este mundo sino solo momentos que se igualan a siglos. No hay nadie que los diferencie unos de otros. Un espasmo tortura los páramos azotados por luz, radiación, calor, magnetismo, y todas las energías del universo en un solo instante; los suelos se contraen y gimen, llamando a una construcción, cuyo tiempo en pie acabó hace mucho tiempo, y que debería hacer uno con la ceniza de su base, pero que no puede derrumbarse, pues dentro de ella hay vigas, que no vieron lo que acaeció a aquellos seres que las idearon y crearon. Todavía esperan su retorno, creyendo que al llegar, curarán sus dolores, que sufren desde hace mucho tiempo. Heridas en la superficie y putrefacciones por dentro. Las vigas también gritan. Y discuten con las paredes. El sol, se aplasta contra el horizonte, salpi-
ATLANTROPÍA SIN ATLANTROPOS: Los relatos cortos deben:
1) Ir directamente a la acción. Sin listas como esta. ilectores, no lean esta lista! 2) iAh pequeño rebelde, esto me gusta! 3) Ser escritos por el autor para sí mismo. 4) Hacer que el lector sonría al principio y al final y llore en el medio. 5) Se me ha olvidado el cinco. 6) ¿Lo has comprobado también, rebelde? 7) Bueno, el relato en sí sigue aquí debajo. Imaginemos un planeta donde alguna vez hubo una cierta civilización que, por una catástrofe natural, o por el colisionador de hadrones, o por un ataque de invasores espaciales, o bien por el asunto de las "Dos Careas" del que tanto se habla últimamente, desapareció. Solo quedan ahora algunos restos materiales de obras atlánticas que debieron realizar millones de individuos: cuatro pilares gigantescos como montañas, que se ven desde gran distancia - quizás fueran altares para rendir ocultos cultos a Los Elementos. También unas líneas de piedra lisa que trazan una red alrededor de todo el globo, a lo mejor, para comunicarse con el inhóspito cielo gris, el cual parece una manta con la que cubren a los enfermos, manchada de sangre por donde hay límites entre trozos de plomo que recorren el cielo y se ve la luz del sol, roja; el sol, como una señal de "STOP" a todos los seres que po-
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cando suelo y cielo con una última sangre fantasmagórica, como si reviviera aquellos últimos días del mundo. La oscuridad y las sombras toman ahora el control del paisaje desolado, formando imágenes terroríficas y al mismo tiempo bellas, indescriptibles. Incapaz de soportar más, el cielo rompe a llorar, iluminado por rendijas de luz por donde miran Los Creadores; lágrimas ponzoñosas caen al suelo, formando pequeñas charcas, arroyos, riachuelos, que formarán torrentes, y correrán por los valles; ¡Ay de todo aquel que encuentren allí! Pero ya pasó, ya dejó de llover. Del barro mojado surgen los supervivientes: por allí un erizo, aquí, una lagartija buscando larvas de mosquito. Una rana salta y empieza a nadar en el fango y pronto dará un concierto con sus amigas. Escondida de la radiación solar, adormecida y quieta por el día, por la noche la vida se toma la revancha. Los cielos se despejan y se ven luces, cuyo número incontable es muchos órdenes de magnitud mayor que el de todos los granos de arena. Sale la luna, y junto con las auroras nucleares y astros celestes, forma un espectáculo de luces y colores que el mundo solo vio en el momento de la creación y que ahora, en su nuevo principio, lo acompaña de nuevo. Flores espaciales, y glóbulos celestes, más arco-iris bañados en leche, acariciando una Atlántida libre de aquellos que la poblaron, en estado de entropía constante que, como los focos de un teatro iluminan a la actriz más bella en su canto, navega ahora hacia los nuevos comienzos. El momento mágico se hace eterno, pero finito - ya queda poco hasta la aparición del sol, y salen las plantas, dientes
de león, margaritas, que, con el cuádruplo de las fuerzas que les dio la naturaleza, persistieron durante casi todos los cambios que ha sufrido el mundo; Lentamente se giran, para recibir un poco de luz antes de que aquella se convierta en una radiación insoportable y abrasadora. Las colinas van tornándose de grisáceo-marrón a verde, amarillo y blanco. Miles de rostros miran al sol, esperando recibir su energía, como un bebé que siente donde está la madre y tiende a ella para amamantar. Lentamente el aire se vuelve más rojo, y la flora y fauna se esconden otra vez: Todavía no es hora de evolucionar hacia un nuevo ser "racional". La Tierra tiene que curar aun las heridas que le causó el experimento anterior. Todavía no, todavía no ... Este texto se presenta como una advertencia del peligro que supone el manejo negligente de las fuerzas ocultas de la naturaleza. Y si no me cree, querido lector ... Mire esa planta que está junto a la ventana. Ella está muy incómoda en ese jarrito. Y le puedo asegurar, que ya tiene planeado cómo va a plantar las semillas y dónde fertilizará la tierra - allí, detrás de la mesilla. No, esa no, la otra. Lo único que podemos esperar, es que no ocurra nunca . Ratmir Minnebaev 2º de Bachillerato
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CATEGORÍA 1º Y 2º DE BACHILLERATO
MI PRIMERA VUELTA AL MUNDO mos en el puerto de Zanzibar - uno de los centros de compra/venta de esclavos más grande del mundo-, que yo era un afortunado y que nos dirigíamos a Portugal. Todo esto lo entendí años más tarde porque en esa época no hablaba español y, aunque el hombre se esmeró, yo no estaba de humor, después de haber sido secuestrado primero e "intercambiado" después. Con los días me fui relajando, ya que por lo menos había tenido suerte, no pasaba hambre y estaba ilusionado por la vida que podía llegar a alcanzar con este dueño. Al llegar a Portugal días más tarde, mi amo me esperaba en el puerto y nada más verle, sentí una confianza enorme, aparte de la sorpresa que me produjo el mundo nuevo que tenía ante mis narices. Mi función al servicio del señor no era otra que acompañarle e ir aprendiendo portugués poco a poco, idioma completamente diferente a la lengua Dayak, que se utiliza en Borneo. Con mis pocos conocimientos de portugués conseguí adivinar que don Fernando preparaba un gran viaje, pero no me preocupé en ese momento suponiendo que permaneceríamos en Portugal unos cuantos ciclos solares. Para mi sorpresa, mientras don Fernando y yo dábamos un paseo por la ciudad, me hizo ver mediante gestos y señales, que al día siguiente partiríamos hacia otra tierra cercana y posteriormente emprenderíamos otro viaje mucho más largo. Así fue, a la mañana siguiente, partimos hacia Sevilla, la primera escala del viaje. Durante el trayecto, el señor comenzó a explicarme que con este viaje se convertiría en el primer humano en dar la vuelta completa al globo terráqueo, pero, además, esa travesía también guardaba una sorpresa
Quiero relataros mi historia. Creo que se convertirá en importante cuando vea la luz ... Todo empezó en mi aldea de Borneo, una isla indonesia, cuando aparecieron y nos asaltaron treintahombres armados con ballestas y espadas. Nuestro pueblo no tenía ninguna capacidad de enfrentarse a ellos y nos quedamos todos paralizados. Nos ataron de pies y manos y nos llevaron a la gran carabela que estaba amarrada cerca de la costa. Ya en la carabela había todo tipo de aborígenes con la misma suerteque nosotros, y ninguno sabíamos cuál sería nuestro destino. Durante el viaje en la carabela nos mataron de hambre y de sed, solo los más sanos y fuertes sobrevivieron. Ante esta realidad, algunos prisioneros pretendían amotinarse, con lo que conseguirían ser castigados y, en consecuencia, pasar más hambre. Gracias a mis esfuerzos y mis dotes de persuasión, logré calmar la ira de mis compañeros. A los pocos días nos dieron algo más de comida y las ganas por llegar al destino nos mantuvieron con fuerzas. Un día los vigías avistaron tierra y lo gritaron a los siete vientos. Al enterarnos, en la bodega, nos alegramos porque finalmente abandonaríamos ese maldito barco. Al día siguiente llegamos a un puerto muy ajetreado y nada más desembarcar nos subieron a un pedestal y mucha gente nos empezó a observar e inspeccionar. La gente nos intercambiaba por dinero. Cuando llegó mi turno, me vendieron a un hombre con unas vestiduras estrafalarias, como todas las de las personas de aquel puerto. Mi comprador me llevó de nuevo a otro barco, pero en éste no faltaba la comida. El hombre intentaba explicarrne en su lengua que quien me había comprado era un marino muy experimentado, que nos hallába-
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CATEGORÍA 1º Y 2º DE BACHILLERATO para mí. .. Una vez en Sevilla, fuimos al astillero para que don Fernando pudiera pagar el gigantesco barco que había encargado meses antes. Una semana después del pago, el barco estuvo preparado. Con todas las reservas de alimentos y los camarotes listos, ya podíamos zarpar. Tuve el presentimiento de que este viaje cambiaría mi vida. Durante la travesía no tuvimos problemas meteorológicos ni escasez de alimentos, el viento soplaba a favor en estas aguas que ellos llamaban "Mar Atlántico". Una mañana y con gran alboroto varios marineros empezaron a gritar "¡TIERRA! ¡TIERRA!" en su idioma y después me explicaron que ese continente había sido hallado recientemente por un aventurero-español llamado Colón. En las jornadas siguientes, mi amo parecía nervioso y,al preguntarle, me explicó que estaba buscando un paso para cruzar este nuevo continente, para abaratar los costes de todas las expediciones que siguieran ese camino. Al tercer día después de la conversación, don Fernando, después de revisar mapas día y noche, encontró ese paso y nos adentramos en él sin confianza plena en si llegaríamos a las aguas que la tripulación buscaba. Tras dos semanas navegando, mi señor me avisó para que saliera a cubierta y al subir no pude contener las lágrimas, [estaba en mi aldea de Borneo! Me llevaron hasta la playa donde toda mi tribu se hallaba expectante, al verme bajar de la barca vinieron a saludarme. Don Fernando también estaba muy feliz y, por lo visto, lo tenía todo preparado. ¡ Me había traído de vuelta a mi hogar! Después de festejar en la playa todos juntos, mi señor me cogió del brazo y me llevó a un lugar apartado, una vez allí me explicó que yo mismo fui la primera persona en dar la vuelta al mundo. Con una gran sonrisa y un abrazo nos despedimos; él siguió su camino, yo, el mío. Nunca más volví a saber nada más de mÍ apreciado señor: don Fernando de Magallanes. Luis Serrano Cerame 1º Bachillerato
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