CUADERNILLO ARTE 5° ES - COLEGIO RENACIMIENTO

Page 1

HISTORIA DEL ARTE

DOCENTE: LUISA PROVERBIO ALUMNO:…………………………………………………………………………………………. AÑO: 5º ES


HISTORIA DEL ARTE 1.POSIMPRESIONISMO Posimpresionismo o postimpresionismo es un término histórico-artístico que se aplica a los estilos pictóricos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX posteriores al impresionismo. Fue acuñado por el crítico británico Roger Fry con motivo de una exposición de pinturas de Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van Gogh que se celebró en Londres en el año 1910. Este término engloba en realidad diversos estilos personales planteándolos como una extensión del impresionismo y a la vez como un rechazo a las limitaciones de éste. Los postimpresionistas continuaron utilizando colores vivos, una aplicación compacta de la pintura, pinceladas distinguibles y temas de la vida real, pero intentaron llevar más emoción y expresión a su pintura. Aunque los postimpresionistas basaron su obra en el uso del color experimentado por los impresionistas, reaccionaron contra el deseo de reflejar fielmente la naturaleza y presentaron una visión más subjetiva del mundo Antecedentes Todos los artistas agrupados bajo el término postimpresionismo conocieron y practicaron en algún momento los postulados impresionistas. El impresionismo fue un movimiento pictórico que se desarrolló con fuerza en la segunda mitad del siglo XIX y que rompió los supuestos académicos, sociales y económicos vigentes en el arte. En su momento, supuso una revolución y sus obras recibieron fuertes críticas. Al ser rechazados en los circuitos oficiales, el grupo de los pintores impresionistas organizó sus propias exposiciones y mantuvo una cohesión que duró hasta que, décadas después, algunos de ellos alcanzaron cierto reconocimiento. De la disgregación de ese movimiento nació el Postimpresionismo en parte como evolución y en parte como ruptura. El impresionismo supuso una ruptura de los conceptos dominantes en la pintura y la escultura. Si hasta entonces primaban el estudio racional de la obra, la composición sobre dibujos previos y la claridad de las líneas, los impresionistas abandonaron ese suelo para tratar de captar en sus obras la impresión espontánea, tal como llegaba a sus sentidos. No les importaba tanto el objeto que se quería pintar como la sensación recibida. La sensación fugaz, efímera, difícilmente perceptible y reproducible. Los pintores impresionistas abandonaron los talleres y salieron al exterior. Sus modelos fueron la calle, el edificio, el paisaje, la persona, el hecho pero no en su concepción estática y permanente sino percibidos en ese momento casi único. El pintor impresionista pintaba in situ y terminaba la obra con rapidez. Utilizaba trazos sueltos, cortos y vigorosos. Los objetos y el propio espacio no se delimitaban con líneas síguiendo los cánones renacentistas sino que se formaban en la retina del


observador a partir de esos trazos imprecisos. La pintura impresionista descubrió el valor cambiante de la luz y su movimiento, utilizando una rica paleta cromática de la que excluyeron el negro porque el color negro, según decían, no existía en la naturaleza. por lo tanto se dice que van gogh no fue postimpresionista si no impresionista Carretera en Auvers tras la lluvia, Vincent Van Gogh, 1890.

Cézanne, Gauguin y Van Gogh La obra de Cézanne, Gauguin y Van Gogh se caracterizó por un uso expresivo del color y una mayor libertad formal. Paul Cézanne se interesó por resaltar las cualidades materiales de la pintura, representando seres vivos y paisajes, volúmenes y relaciones entre superficies. Su interés por las formas geométricas y la luz prismática inherente en la percepción de la naturaleza anticipó los experimentos del cubismo. Paul Gauguin, en un intento por conseguir la capacidad comunicadora del arte popular, se centró en la representación a base de superficies planas y decorativas. Vincent Van Gogh, por su parte, se aproximó a la naturaleza con vigorosas pinceladas coloristas, evocadoras de las emociones internas del artista. Su experimentación subjetiva, ejemplificada en Noche estrellada (1889, MOMA de Nueva York) preludió el expresionismo.

Henri de Toulouse-Lautrec Estuvo fuertemente influido por las composiciones lineales de los grabados japoneses, y su obra se caracterizó por los intensos grabados de contorno y los colores planos.

Biografía y obra de Vincent Van Gogh Vincent Van Gogh, hijo de un pastor evangelista, nació en Zundert (Holanda) en 1853. Fue un personaje difícil en sus relaciones con los demás. Su hermano menor, Theo, fue su mejor amigo.


A los dieciséis años comenzó a trabajar como aprendiz en la galería de arte Goupil en La Haya. A Van Gogh le gustaba el trabajo, pues ya se sentía atraído por el arte. Le gustaban los pintores holandeses del S. XVII como Rembrandt y los paisajistas franceses de Barbizón como Millet. Su carácter arisco hizo que lo trasladaran a Bruselas y posteriormente a Londres, donde tuvo su primera crisis al enamorarse de la hija de los dueños de la pensión donde se alojaba, Úrsula Loger, quien rechazó su proposición de matrimonio. Nuevamente la galería Goupil lo destinó a París y en 1876 acabó siendo despedido. Su religiosidad se había ido agudizando y decidió seguir los pasos de su padre e ingresar en la escuela evangélica. No siendo admitido en la Facultad de Teología protestante de Ámsterdam, se preparó en un centro protestante de Bruselas y fue enviado en 1879 como misionero evangelista a Wasmes, en la región de Borinage. Fue una época trascendental para Van Gogh, se dedicó por completo al cuidado de los mineros, despreocupándose de la ropa, de la comida y de los asuntos terrenales. Finalmente, en 1880 regresó agotado a casa de sus padres y decide dedicarse a la pintura. Deseaba pintar gente trabajando, en un estilo crudo que expresara sus sentimientos. Van Gogh refleja con claro realismo la vida cotidiana de los menos protegidos, teniendo como punto de partida a los pintores realistas franceses como Millet. También tuvo un claro referente en Rembrandt en cuanto al cromatismo. Sus gamas ahora serán oscuras, los ambientes pobremente iluminados y con tensiones de luces y sombras. Ejemplo El tejedor. En Los comedores de patatas refleja a una familia reunida alrededor de una mesa con luz tenue, comiendo las patatas que han cultivado y recolectado. Tuvo que dejar la casa paterna porque al enamorarse de su prima Kate, la convivencia se hizo imposible. Recibió entonces sus únicas clases de pintura y finalmente decidió trasladarse a París con su hermano Theo, donde pudo ver la obra de los impresionistas y conocer a Toulouse-Lautrec. Llegó en un momento en que los artistas jóvenes estaban desarrollando una serie de ideas que iban más allá del Impresionismo. Van Gogh experimentó estas ideas neoimpresionistas que había conocido a través de Paul Signac. Abandona los argumentos pictóricos decantándose por el paisaje y el retrato. Su paleta se aclara, usa colores puros y pinceladas de pequeños toques que recuerdan al Puntillismo. En febrero de 1887 se traslada a Arles, al sur de Francia, buscando una mayor intensidad de luz. Realizó un gran número de obras, autorretratos, paisajes, pinturas de flores, como Los girasoles. Durante ese período, Van Gogh empezó a utilizar las pinceladas


ondulantes y los intensos amarillos, verdes y azules. En La terraza de café en la Place du Forum vemos como supera las limitaciones cromáticas de los impresionistas. La composición está dominada por dos colores primarios, el azul y el amarillo. Pinta de forma abreviada. El dormitorio del artista en Arlés. Van Gogh escribió a su hermano Theo sobre el cuadro: "Esta vez se trata únicamente de mi habitación; sólo que aquí el color ha de serlo todo, y su simplificación, que da una mayor grandiosidad a las cosas, pretende evocar el descanso o el sueño en general. En una palabra, al mirar e cuadro debería reposar la mente, o más bien la imaginación". Observamos la clara influencia de los grabados japoneses en la sencillez del dibujo, los espacios planos de color, las pronunciadas perspectivas y la ausencia de sombras. La pintura está aplicada en capas espesas, las pinceladas negras envuelven a los objetos y delimitan los espacios, dando la sensación de que están llenos de color. El amarillo, que predomina en el cuadro, es el color de la luz del sol, la calidez y la felicidad. Van Gogh siempre intentó que sus amigos se trasladasen allí para formar un taller colectivo. Convenció a Gaugain para que fuese a trabajar con él, pero pronto surgieron los desacuerdos ya que los dos artistas tenían puntos de vista diferentes sobre la pintura, lo que se tradujo en violentas discusiones. La crisis estalló cuando Van Gogh, tras intentar agredir a Gaugain con una navaja de afeitar, se corta la oreja. A los pocos días, será internado en un manicomio de Saint Rémy. La enfermedad de Van Gogh se caracterizaba por frecuentes ataques, alternando la alucinación con momentos de tranquilidad. Se ha dicho que era esquizofrenia, epilepsia o una tara familiar. En ningún momento dejó de pintar, las obras de este periodo evidencian sus tensiones y desequilibrios. Se inspira en los cipreses, los olivos, los almendros en flor y los campos de trigo que rodean el hospital. Los tonos se vuelven más sombríos y las formas son agitadas. La pincelada crispada y nerviosa permite descargar su tensión interior. Predominan las visiones tétricas y lúgubres que distorsionan la realidad y realiza copias de los grandes maestros. En La noche estrellada, el cielo presenta un gran dramatismo. Dos enormes espirales nebulosas se envuelven una con otra. El ritmo de las curvas que dominan el cielo proporciona gran dinamismo al cuadro. El pueblo, sereno,


representado con trazos rectos y breves, contrasta con la violencia del cielo. En esta obra el mundo se cierne amenazador sobre el artista, es una visión apocalíptica. Representa la pequeñez del ser humano frente a las fuerzas de la naturaleza. Hay una tremenda agitación. Los astros están a punto de chocar, nos hallamos ante un eminente fin del mundo. Todos estos efectos se consiguen por medio de una pincelada larga y arremolinada. Servirá de puente de unión con el Expresionismo. Cuando sale del manicomio se traslada a Auvers-sur-Oise y es tratado por el Dr. Gachet. Siguió trabajando mucho, pero persistían sus crisis de melancolía, se sentía solo y sin fuerzas para luchar contra las alucinaciones que volvían a aparecer. El 27 de Julio de 1890, Van Gogh se disparó con un revolver y muere dos días después. Campo de trigo con cuervos expresa la desolación y soledad del artista al borde del suicidio. Ha desaparecido todo rastro de figura, manteniéndose únicamente el gesto pictórico. La iglesia de Auvers-sur-Oise muestra el mundo interno del pintor. El cielo con torbellinos de manchas, la iglesia gótica parece desmoronarse y los caminos serpenteantes amenazan un cataclismo.

Paul Gauguin. Biografía y Obra A Gauguin (1848-1903) lo encontramos dentro de los pintores franceses postimpresionistas junto con Van Gogh, Toulouse-Lautrec y Cézanne. Nació en parís, a los tres años sus padres emigran a Perú y durante el viaje muere su padre. Allí vivió junto a su madre cuatro años hasta que deciden regresar a Francia. Gauguin abandonó el colegio a los diecisiete años y se hizo marino mercante, el deseo de conocer otras tierras fue en él una constante. Cuando murió su madre en 1868, Gustave Arosa, un rico banquero, se convirtió en su protector legal. Gracias a él, Gauguin fue un agente de bolsa de éxito. Se casó con Mette Sophie, una joven danesa de familia acomodada, tuvieron cinco hijos y llevaron una confortable vida burguesa. Hacía poco que se había casado cuando se convirtió en pintor aficionado. Al mundo de la pintura también lo introdujo Arosa. Conoció a Pisarro y en 1879 expuso con los impresionistas, participando después en las cuatro últimas exposiciones del grupo. Coleccionó cuadros de Manet, Monet, Renoir y Degas, sus pintores favoritos eran Cézanne y Pisarro, de quienes sus primeras obras presentan claras influencias.


Su carrera financiera quedó interrumpida en 1882 por la crisis bursátil y decide entregarse por completo a la pintura. Viéndose obligado a llevar una vida más modesta, se mudan a Copenhague, donde su esposa cuenta con el apoyo de su familia. Pero el fracaso es absoluto, ya que no encuentra clientes para sus cuadros. Al cabo de unos pocos meses, decide regresar a Francia en compañía de su hijo Clovis, mientras que su mujer se queda en Copenhague con los demás hijos. Este es el comienzo de una época llena de miserias y deudas. La penuria económica le hace abandonar París en 1886, refugiándose en Pont-Aven, un pueblecito de Bretaña, donde conoce al pintor Charles Laval. Deseoso de romper con todas sus fatalidades, Gauguin envía a su hijo a Dinamarca y emprende viaje a Panamá junto con su amigo. Esta es su primera incursión en el exotismo, pero una enfermedad le obliga a volver a París en 1887, donde conoce a Van Gogh. Juntos pasarán un tiempo en Arles, pero al no haber entendimiento entre ambos, Gauguin regresa a Bretaña. Contacta con Emile Bernard, quien le adentra en el Sintetismo, que supone un cambio radical con respecto al impresionismo. Le hace partícipe en el uso del color, apostando por las áreas planas sin matizar y remarcando los contornos. Lo que hay que pintar es la idea que elabora el pintor después de su experiencia, quitando lo superfluo y reteniendo la esencia. Así se consigue la síntesis de forma y color. En La visión después del sermón (1888), el trazo de los objetos y los personajes los aísla entre sí. Utiliza colores vivos, nada realistas, simplifica los volúmenes y suprime las sombras y las gradaciones de color para crear una atmósfera ilusoria, donde a un grupo de mujeres, tras escuchar el sermón, se les aparecen Jacop y el ángel. El Cristo amarillo, se inspira en los artistas medievales y en la estampa japonesa. Presenta un tema religioso con un grafismo extremadamente simplificado, enmascarando las formas en contornos oscuros. En ambas escenas observamos el simbolismo fruto de las relaciones que entabló


con poetas simbolistas, que tiende a otorgar a la obra un significado intelectual. Gauguin sin dinero, después de vender su colección de pinturas impresionistas y cada vez más forzado por la necesidad de ganarse la vida ya que apenas vende sus obras, decide en 1891 irse a Tahití. Gauguin decía: "sólo quiero crear un arte sencillo. Para ello necesito empaparme de una naturaleza virgen, no ver nada más que salvajes". El resto de su vida lo pasó en Tahití y en las islas Marquesas, a excepción de una visita a Francia. Se evade de la sociedad de su época para encontrar en un entorno y entre gentes no corrompidas por el progreso, las condiciones de autenticidad e ingenuidad primitiva en las que puede florecer su pintura. Su exploración de la naturaleza y de las gentes de lejanos países no es una vuelta al exotismo romántico. Gauguin se alejó de la cultura de Occidente y procuró integrarse en la vida local. Se familiarizaría con los indígenas e incluso tomó como compañera a una de ellas, se habituó a sus costumbres y se esforzó por comprender su religión. En el plano artístico, se basó en los elementos del folclore de la isla, observando las cosas que veía e intentando ir más allá de ellas. Su paleta se enriqueció con colores puros y cálidos creando un vocabulario personal y un estilo lleno de simbolismo, cobrando gran fuerza expresiva. La luz pierde importancia a favor de la exaltación del color, principio en que se basa años después el fauvismo. La fascinación de sus cuadros radica en las amplias zonas de colores y en sus figuras grandes, contorneadas de manera nítida. Renuncia a la perspectiva, suprime el modelado y las sombras y la sensación de plano es igual que en las pinturas japonesas. Pero incluso aquí, las cosas no le fueron fáciles y Gauguin acabó desesperado, enfermo, alcohólico y solo, hasta que en 1903 muere. Ararea señala la tendencia hacia el plano y los colores puros. Se encuentra a mitad de camino entre el Impresionismo y el Fauvismo de principios de siglo. Mujeres de Tahití; Dos mujeres tahitianas; ¿Cuándo te casas?; Nave, nave, ahora, son algunas de las obras donde capta la belleza de los paisajes y de las bellas muchachas.


Su obra maestra es la inmensa alegoría ¿De dónde venimos, qué somos, dónde vamos? Pintada inmediatamente antes de su intento de suicidio. En Y el oro de sus cuerpos plasma un sentimiento trágico. Fascina la fuerza expresiva del color que influirá no sólo en el fauvismo y en Matisse, sino en el Expresionismo. La obra de Gauguin abre nuevos horizontes estéticos en las generaciones posteriores, ejerciendo una poderosa influencia en el movimiento expresionista y fauvista. Paul Cézanne. Biografía y Obra Cézanne procede de una familia adinerada, su padre, de origen italiano, poseía un establecimiento bancario en Aix-en-Provence. Allí nació el pintor en 1839. Recibió una esmerada educación y unos conocimientos humanísticos en el colegio de Bourbon, donde conoció a Emile Zola, uno de sus amigos más íntimos. Cézanne empezó los estudios de Derecho para complacer a su padre y más tarde decidirá dedicarse a la pintura. Con el apoyo materno se traslada a París en 1861 para comenzar su carrera como pintor. Asiste a la Academia Suiza para ejercitarse en el dibujo, allí conoce a Pisarro, también visitará el Louvre para estudiar las obras de los grandes pintores del pasado. Cézanne nunca se acomodó en París, se sintió como un forastero. Era un hombre de provincia, de aspecto tosco, de carácter huraño y desconfiado. Sus amigos siempre lo vieron como a alguien extraño. Hasta sus últimos años, alternó las estancias en la capital con largas temporadas en la casa de campo de su familia, cerca de Aix y otros lugares del sur de Francia como L´Estanque. Tras unos primeros lienzos de concepción romántica, el tratro con Pisarro condicionó su pintura. Le ayudó a aclarar su paleta, a interesarse por el bodegón y el paisaje. Le enseñó a pintar como un impresionista. En esta época, Cézanne ya apuntaba hacia la exaltación de los volúmenes, rasgo que lo diferencia de los demás impresionistas. Su presencia en la primera exposición de los impresionistas (1874) con su Olimpia moderna y La casa del ahorcado, provocó rechazos, ya que ni los miembros del grupo acababan de entender su obra. Lo volvió a intentar en la tercera muestra (1877) repitiéndose las críticas. No se aceptó su estilo de pintura, por lo que abandonó el grupo y se trasladó a Aix. El Impresionismo fue para Cézanne una práctica, una técnica que tratará de acomodar a sus intenciones, donde la pincelada pierde espesor y el colorido gana pureza. En 1878 supera definitivamente la pintura impresionista. Para él


el Impresionismo se fundaba demasiado en la sensación y en la superficialidad. Retirado en Aix-en-Provence, aislado de la sociedad, tras romper con la profunda amistad que lo unía a Emile Zola al encontrarse representado por el personaje de un pintor fracasado en una de sus novelas, empieza a plantearse un modo de pintar que responda a la esencia de la realidad, a la esencia propia de los objetos, pero a través de su propia experiencia. Prescinde de la emotividad y del sentimiento para reflexionar sobre el lenguaje pictórico, meditando sobre las relaciones entre la forma y el color. Se concentrará en el bodegón esforzándose por encontrar el color exacto, ya que cuanto más se ajuste el color, con más precisión aparecerá la forma. No aplicó el sistema de claroscuro tradicional y tampoco recurrió al modelado ni al dibujo. Una de sus ideas era: "El dibujo y el color no son diferentes, a medida que se pinta se va dibujando; cuanto más armonioso es el color, más se precisa el dibujo. Cuando el color es más rico, la forma está en plenitud. Los contrastes y la relación de las formas constituyen el secreto del dibujo y del contorno. La línea y el modelado no existen. El dibujo es producido por el contraste o por la relación de los tonos. El dibujo sin colores es una abstracción. Dibujo y color no son diferentes. En la naturaleza todo tiene color". El propósito de subrayar la forma mediante el color, en vez de diluirla como los impresionistas lo detectamos en El muchacho de casco rojo, donde el color marca por sí solo los volúmenes y la atmósfera del cuadro. El retrato pierde el componente psicológico y emotivo. Lo único que importa es la presencia física y el análisis volumétrico. En Cebollas y botellas prescinde de todo lo superfluo para concentrarse en las formas. Elige los objetos por su entidad volumétrica, cada uno de ellos se pinta con un punto de vista diferente. La luz y el color les da entidad física. En Los jugadores de cartas, obra plenamente figurativa, donde los protagonistas son campesinos de Aix-en-Provence, llega a una pintura despojada de la anécdota. Las formas se representan simples y contundentes, los colores sobrios, los contornos


de las figuras en negro las aíslan del entorno en que se encuentran, los personajes parecen ensimismados.

Cézanne busca en la naturaleza las formas esenciales, que para él son las figuras geométricas, el prisma, la esfera, la pirámide y en consecuencia, plasma lo que contempla. Así, al representar un objeto, no lo hace de un lado solamente, sino que lo muestra desde posiciones diferentes. Realizó algunos paisajes y antes de trasladar al lienzo el motivo, se sentaba ante él y lo estudiaba cuidadosamente. La montaña de Santa Victoria, es un tema que trató en serie. Escalonaba los planos sucesivos subrayándolos con el colorido. Concibe los árboles como cilindros y las casas, construidas a base de planos, enfatizan la geometrización del cuadro. A menudo trabajó el tema de las bañistas, que ya había sido tratado con anterioridad en la pintura europea, pero Cézanne lo retoma abordándolo con planteamientos diferentes. Les grandes baigneuses, es una obra construida íntegramente sobre el módulo geométrico del triángulo. Tanto la composición del cuadro como cada una de las figuras pueden ser reducidas a un triángulo. Las figuras se encuentran compuestas a base de contrastes entre colores cálidos y fríos. Prescinde de la perspectiva lineal y el claroscuro, alcanzando mediante el color la superposición rítmica de planos, lo cual puede interpretarse como un anuncio del Cubismo.

Cézanne puede ser considerado como uno de los principales artistas del postimpresionismo y como precursor la pintura cubista. Obra y biografía de Henri de Toulouse-Lautrec Tolouse-Lautrec, pintor neo impresionista, nació en Albi en 1864. Fue miembro de una familia aristocrática francesa. A los catorce años se rompió el fémur izquierdo a causa de una caída y al año siguiente, se quebró el derecho. Sus


fracturas no soldaron adecuadamente y sus piernas no crecieron más. La consecuencia fue una figura deformada, su tronco siguió desarrollándose con normalidad, pero sus piernas quedaron cortísimas. La deformidad fue una fuente constante de infelicidad y amargura para Toulouse, le llevó al agudo alcoholismo que será la causa de su temprana muerte. Desde su niñez mostró gran afición por el dibujo, especialmente de animales, por lo que sus padres le pusieron un profesor, René Princeteau, quien le aconsejó inscribirse en el estudio del pintor académico León Bonnat. Más tarde, en 1883, entró en la academia privada de Cormon, donde coincide con Emile Bernard y Vicent van Gogh. Finalmente, abandona el estudio de Cormon e instala s propio estudio en el corazón de Montmartre, en el mismo edificio en el que trabaja Degas. Degas será el referente más importante para Lautrec. Se sintió atraído por los mismos temas que él, las bailarinas, los caballos, etc., pero entre ambos hay diferencias. Degas representa un mundo mecánico, reiterativo y monótono, mientras que Lautrec pinta movimientos específicos y fugaces, por ello, necesita una técnica rápida. Comenzó a frecuentar los cabarets, los cafés cantantes y los burdeles de París, tomando apuntes de amigos, artistas, bailarinas, prostitutas y cortesanos. Ese mundo turbador fe captado por Toulouse-Lautrec a través de su aguda percepción del movimiento, por las expresiones y los efectos de la luz, por su grafismo nervioso y por los contornos de líneas vibrantes aprendidos de las estampas japonesas. Apenas practicó el pasaje, se decantó por los seres vivos, sobre todo por la figura humana en movimiento. Hace un uso expresivo y no sólo descriptivo del dibujo. Tiene una gran capacidad para captar la psicología de sus personajes, seres humanos en movimiento, gestos individualizados, bailes, etc. En 1889 se inaugura en París el Moulin Rouge. La relación del pintor con el "Moulin Rouge" será especial al convertirse en uno de sus mejores clientes. Inmortalizó el local en numerosos carteles en los que figuran las grandes estrellas del cabaret y del cancán, aunque las más habituales fueron Jane Avril, Yvette Guilbert y sobre todo Louise Weber, llamada "La Goulue". Para todas ellas realizó una fantástica serie de carteles utilizando la litografía en colores. En 1897 sufre su primer ataque de delirium tremens, que le lleva a dispar con un revolver contra imaginarias arañas. Su salud quedó muy postrada a causa de su trepidante vida nocturna y de sus abusos con las bebidas alcohólicas, por lo que fue internado en un hospital psiquiátrico. Los dos últimos años de su vida suponen un sorprendente cambio de estilo hacia una paleta más oscura y empastada.


El deterioro progresivo de su salud hizo que sufriera un ataque de parálisis e hizo que lo llevaran en 1901 al lado de su madre, donde murió con treinta y siete años. 2. CUBISMO Desarrollado entre 1907 y 1914. Nació en Francia, siendo los artistas mas detacados: Pablo Picasso, Georges Braque y Juan Gris y Fernand Léger. Da pie al resto de las vanguardias del siglo XX. Se trata de una ruptura definitiva con la pintura tradicional, ya que cambia la perspectiva vigente desde el Renacimiento. Trata las formas por medio de figuras geométricas, fragmentando las líneas y superficies mediante la perspectiva múltiple, representando todas las partes de un objeto en un mismo plano. No se pintaba lo que se veía sino lo que se sabia de cada uno de los objetos representados. Ya no existe un punto de vista único. No hay sensación de profundidad. Los detalles se suprimen, y a veces se acaba representando el objeto por un solo aspecto, como ocurre con los violines, insinuados sólo por la presencia de la cola del mismo. A pesar de ser pintura de vanguardia los temas que se pintan no son nuevos, y entre ellos se encuentran sobre todo bodegones, paisajes y retratos. Se eliminan los colores típicos del impresionismo o el fauvismo, utilizando tonos apagados como los grises, verdes y marrones. El monocromatismo predominó en la primera época del cubismo, incorporando posteriormente más colores. El cuadro cobra autonomía como objeto con independencia de lo que represente, por ello se llega con el tiempo a pegar o clavar a la tela todo tipo de objetos hasta formar collages. La obra resultante es de difícil comprensión y ello explica que fuera el primero de los movimientos artísticos que consideró el discurso escrito tan importante como la misma práctica artística. De ahi en adelante, todos los movimientos artísticos de vanguardia vinieron acompañados de textos críticos que los explicaban. El movimiento se inicia con el cuadro "Las Señoritas de Avignon" (Demoiselles D'Avignon). Como elemento precursor del cubismo destaca la influencia de las esculturas africanas y las exposiciones retrospectivas de Georges Seurat (1905) y de Paul Cézanne (1907). ANALITICO O HERMETICO


La pintura es casi monocroma en gris y ocre. Los colores en este momento no interesaban pues lo importante eran los diferentes puntos de vista y la geometrización, no el cromatismo. Este nuevo lenguaje analiza la realidad y la descompone en múltiples elementos geométricos. Los puntos de vista se multiplicaron, abandonando definitivamente la unidad del punto de vista de la perspectiva renacentista, e introduciendo las ligeras interrupciones de la línea del contorno. Los volúmenes grandes se fragmentan en volúmenes más pequeños. A este período también se le llama de cubismo hermético, pues por la cantidad de puntos de vista representados, algunas obras parecen casi abstractas. Al hermetismo se llega porque los planos acaban independizándose en relación al volumen de manera que es difícil descodificar la figuración, reconstruir mentalmente el objeto que esos planos representan. El color no ayudaba, al ser prácticamente monocromos y muchas veces convencionales, no relacionados con el auténtico color del objeto. La imagen representada era ilegible, casi imposible de ver, a no ser por algunos objetos como una pipa, o letras de periódico, que permiten distinguir lo que se está representando. Además del rechazo de los tradicionalistas de la pintura, hubo críticos que venían de la propia vanguardia, centradas en dos problemas que planteaba el cubismo: su estatismo y su adhesión a lo figurativo. En efecto, sobre todo los futuristas objetaron al cubismo que en sus obras el movimiento estuviera ausente, siendo así que el mundo actual es esencialmente dinámico. No se apartaban de representar la realidad, sino que querían representarla en el cuadro con un nuevo lenguaje. CUBISMO SINTÉTICO Comienzan a aparecer palabras y números, lo que abrió una nueva vía que llevó al segundo período del cubismo, el cubismo sintético (1912-1914). Braque, que había sido el primero en utilizar la caligrafía, y que más de una vez intentó imitar la madera o el mármol, fue quien inició esta última fase del cubismo al realizar papier collés, pegando directamente papeles decorados en la pintura. Picasso y Braque comenzaron a incorporar material gráfico como páginas de diario y papeles pintados, técnica que se conoce como collage. Mas tarde añaden al lienzo pasta de papel y hule. El color es más rico que en la fase anterior.. Estas obras sintéticas son más simples, más sencillas de entender en cuanto a que son más figurativas, se ve claramente lo que se pretende representar. Los objetos ya no se reducen a volúmenes y planos expuestos en diversas perspectivas hasta ser irreconocibles, sino que se reducen a aquello que los caracteriza de manera inequívoca. Así, aunque reducido a lo esencial, queda claro en todo momento lo que son.


Los cuadros están formados por diversos materiales cotidianos que se pegaban o clavaban a la tela, como tiras de papel de tapicerías, periódico, partituras, naipes, cajetillas de cigarros o cajas de cerillas. El cuadro se construye con elementos diversos, tanto tradicionales (la pintura al óleo) como nuevos (como el papel de periódico). Los cafés y la música inspiraron estos bodegones. La Primera Guerra Mundial puso fin a la fase más creadora del cubismo. Muchos de los pintores cubistas, al ser franceses, fueron llamados a la lucha (Braque, Léger, Metzinger, Gleizes, Villon y Lhote). En la posguerra, sólo Juan Gris siguió trabajando el cubismo más o menos ortodoxo, aunque en un estilo más austero y simple, en el que los objetos quedaron reducidos a su esencia geométrica. Nuevos pintores adoptaron un lenguaje cubista, como María Blanchard. Pero la mayoría de los pintores hasta entonces cubistas, empezando por el propio Picasso, fueron adoptando nuevas tendencias, como ocurre con Duchamp y Picabia, que crearon el dadaísmo o Mondrian que se adhirió a la abstracción. El cubismo, como movimiento pictórico, se puede dar por terminado hacia 1919.


3.Expresionismo Fränzi ante una silla tallada (1910), de Ernst Ludwig Kirchner, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid. El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que tuvo plasmación en un gran número de campos: artes plásticas, literatura, música, cine, teatro, danza, fotografía, etc. Su primera manifestación fue en el terreno de la pintura, coincidiendo en el tiempo con la aparición del fauvismo francés, hecho que convirtió a ambos movimientos artísticos en los primeros exponentes de las llamadas “vanguardias históricas”. Más que un estilo con características propias comunes fue un movimiento heterogéneo, una actitud y una forma de entender el arte que aglutinó a diversos artistas de tendencias muy diversas y diferente formación y nivel intelectual. Surgido como reacción al impresionismo, frente al naturalismo y el carácter positivista de este movimiento de finales del siglo XIX los expresionistas defendían un arte más personal e intuitivo, donde predominase la visión interior del artista (la expresión) frente a la plasmación de la realidad (la impresión). El expresionismo suele ser entendido como la deformación de la realidad para expresar de forma más subjetiva la naturaleza y el ser humano, dando primacía a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad, independientemente de la época y espacio geográfico. Así, a menudo se ha calificado de expresionista la obra de diversos autores como Matthias Grünewald, Pieter Brueghel el Viejo, El Greco o Francisco de Goya. Algunos historiadores, para distinguirlo, escriben “expresionismo” –en minúsculas– como término genérico y “Expresionismo” –en mayúsculas– para el movimiento alemán. Con sus colores violentos y su temática de soledad y de miseria, el expresionismo reflejó la amargura que invadió a los círculos artísticos e intelectuales de la Alemania prebélica, así como de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y del período de entreguerras (1918-1939). Esa amargura provocó un deseo vehemente de cambiar la vida, de buscar nuevas dimensiones a la imaginación y de renovar los lenguajes artísticos. El expresionismo defendía la libertad individual, la primacía de la expresión subjetiva, el irracionalismo, el apasionamiento y los temas prohibidos –lo morboso, demoníaco, sexual, fantástico o pervertido–, abriendo los sentidos al mundo interior. Fiel reflejo de las circunstancias históricas en que se desarrolló, el expresionismo reveló el lado pesimista de la vida, la angustia existencial del individuo, que en la sociedad moderna, industrializada, se ve alienado, aislado. Así, mediante la


distorsión de la realidad pretendían impactar al espectador, llegar a su lado más emotivo e interior. El expresionismo no fue un movimiento homogéneo, sino de gran diversidad estilística: hay un expresionismo modernista (Munch), fauvista (Rouault), cubista y futurista (Die Brücke), surrealista (Klee), abstracto (Kandinski), etc. Aunque su mayor centro de difusión se dio en Alemania, también se percibe en otros artistas europeos (Modigliani, Chagall, Soutine, Permeke) y americanos (Orozco, Rivera, Siqueiros, Portinari). En Alemania se organizó principalmente en torno a dos grupos: Die Brücke (fundado en 1905), y Der Blaue Reiter (fundado en 1911), aunque hubo algunos artistas no adscritos a ningún grupo

Ecce homo (1925), de Lovis Corinth, Pinacoteca de Basilea. La transición del siglo XIX al XX comportó numerosos cambios políticos, sociales y culturales. Por una parte, el auge político y económico de la burguesía, que vivió en las últimas décadas del siglo XIX (la Belle Époque) un momento de gran esplendor, reflejado en el modernismo, movimiento artístico puesto al servicio del lujo y la ostentación desplegados por la nueva clase dirigente. Sin embargo, los procesos revolucionarios efectuados desde la Revolución francesa y el temor a que se repitiesen llevaron a las clases políticas a hacer una serie de concesiones, como las reformas laborales, los seguros sociales y la enseñanza básica obligatoria. Así, el descenso del analfabetismo comportó un aumento de los medios de comunicación y una mayor difusión de los fenómenos culturales, que adquirieron mayor alcance y mayor rapidez de difusión, surgiendo la “cultura de masas”. Por otro lado, los avances técnicos, especialmente en el terreno del arte la aparición de la fotografía y el cine, llevaron al artista a plantearse la función de su trabajo, que ya no consistía en imitar a la realidad, pues las nuevas técnicas lo hacían de forma más objetiva, fácil y reproducible. Igualmente, las nuevas teorías científicas llevaron a los artistas a cuestionarse la objetividad del mundo que percibimos: la teoría de la relatividad de Einstein, el psicoanálisis de Freud y la subjetividad del tiempo de Bergson provocaron que el artista se alejase cada vez más de la realidad. Así, la búsqueda de nuevos lenguajes artísticos y nuevas formas de expresión comportó la aparición de los movimientos de vanguardia, que supusieron una nueva relación del artista con el espectador: los artistas vanguardistas buscaban integrar el arte con la vida, con la sociedad, hacer de su obra una expresión del inconsciente colectivo de la sociedad que representa. A la vez, la interacción con el espectador provoca que éste se involucre en la percepción y comprensión de la obra, así como en su difusión y mercantilización, factor que llevará a un mayor auge de las galerías de arte y de los museos.


El expresionismo forma parte de las llamadas “vanguardias históricas”, es decir, las producidas desde los primeros años del siglo XX, en el ambiente previo a la Primera Guerra Mundial, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial (1945). Esta denominación incluye, además, al fauvismo, el cubismo, el futurismo, el constructivismo, el neoplasticismo, el dadaísmo, el surrealismo, etc. La vanguardia está íntimamente ligada al concepto de modernidad, caracterizado por el fin del determinismo y de la supremacía de la religión, sustituidos por la razón y la ciencia, el objetivismo y el individualismo, la confianza en la tecnología y el progreso, en las propias capacidades del ser humano. Así, los artistas pretenden ponerse al frente del progreso social, expresar mediante su obra la evolución del ser humano contemporáneo. El término “expresionismo” fue utilizado por primera vez por el pintor francés Julien-Auguste Hervé, que utilizó la palabra “expressionisme” para designar una serie de cuadros presentados en el Salón de los Independientes de París en 1901, en contraposición al impresionismo. Tirol (1914), de Franz Marc, Staatsgalerie Moderner Kunst, Múnich. El expresionismo surgió como reacción al impresionismo: así como los impresionistas plasmaban en el lienzo una “impresión” del mundo circundante, un simple reflejo de los sentidos, los expresionistas pretendían reflejar su mundo interior, una “expresión” de sus propios sentimientos. Así, los expresionistas emplearon la línea y el color de un modo temperamental y emotivo, de fuerte contenido simbólico. Esta reacción frente al impresionismo supuso una fuerte ruptura con el arte elaborado por la generación precedente, convirtiendo al expresionismo en un sinónimo del arte moderno durante los primeros años del siglo XX, suponiendo un nuevo concepto del arte, entendido como una forma de captar la existencia, de traslucir en imágenes lo que subyace bajo la realidad aparente, de reflejar lo inmutable y eterno del ser humano y la naturaleza. Los expresionistas utilizaban el arte como una forma de reflejar sus sentimientos, su estado anímico, propenso por lo general a la melancolía, a la evocación, a un decadentismo de corte neorromántico. En los orígenes del expresionismo un factor fundamental fue el rechazo al positivismo, al progreso cientificista, a la creencia en las posibilidades ilimitadas del ser humano basadas en la ciencia y la técnica. En cambio, se empezó a generar un nuevo clima de pesimismo, de escepticismo, de descontento, de crítica, de pérdida de valores. Se vislumbraba una crisis en el desarrollo humano, que efectivamente se vio confirmada con el estallido de la Primera Guerra Mundial.


La aparición del expresionismo en un país como Alemania no fue un hecho aleatorio, sino que se explica por el profundo estudio dedicado al arte durante el siglo XIX por los filósofos, artistas y teóricos alemanes, desde el romanticismo y las múltiples aportaciones al campo de la estética de personajes como Wagner y Nietzsche. Esta corriente teórica dejó una profunda huella en los artistas alemanes de finales del siglo XIX y principios del XX, centrada sobre todo en la necesidad de expresarse del artista (la principio que asumió posteriormente Kandinski), así como la constatación de una ruptura entre el artista y el mundo exterior, el ambiente que lo envuelve, hecho que lo convierte en un ser introvertido y alienado de la sociedad. También influyó el cambio producido en el ambiente cultural de la época, que se alejó del gusto clásico grecorromano para admirar el arte popular, primitivo y exótico –sobre todo de África, Oceanía y Extremo Oriente–, así como el arte medieval y la obra de artistas como Grünewald, Brueghel y El Greco.

El jinete circense (1913), de Ernst Ludwig Kirchner, Pinakothek der Moderne, Múnich.

En Alemania, los expresionistas se agruparon en torno a diversos centros de difusión del nuevo arte, especialmente en ciudades como Berlín, Colonia, Múnich, Hannover y Dresde. Con el advenimiento del nazismo, el expresionismo fue considerado como “arte degenerado”, relacionándolo con el comunismo y tachándolo de inmoral y subversivo, al tiempo que consideraron que su fealdad e inferioridad artística eran un signo de la decadencia del arte moderno En 1937 se organizó una exposición en Múnich con el título precisamente de Arte degenerado, con el objetivo de denostarlo y mostrar al público la baja calidad del arte producido en la República de Weimar. Para tal fin fueron confiscadas unas 16.500 obras de diversos museos, no sólo de artistas alemanes, sino de extranjeros como Gauguin, Van Gogh, Munch, Matisse, Picasso, Braque, Chagall, etc. La mayoría de esas obras fueron vendidas posteriormente a galeristas y marchantes, sobre todo en una gran subasta celebrada en Lucerna en 1939, aunque unas 5.000 de esas obras fueron directamente destruidas en marzo de 1939, suponiendo un notable perjuicio para el arte alemán.


Tras la Segunda Guerra Mundial el expresionismo desapareció como estilo, si bien ejerció una poderosa influencia en muchas corrientes artísticas de la segunda mitad de siglo.

Orígenes

La iglesia de Auvers-sur-Oise (1890), de Vincent Van Gogh, Musée d'Orsay, París. La mayor inspiración del expresionismo provino del postimpresionismo, especialmente de la obra de tres artistas: Paul Cézanne, que comenzó un proceso de desfragmentación de la realidad en formas geométricas que desembocó en el cubismo, reduciendo las formas a cilindros, conos y esferas, y disolviendo el volumen a partir de los puntos más esenciales de la composición. Colocaba el color por capas, imbricando unos colores con otros, sin necesidad de líneas, trabajando con manchas. No utilizaba la perspectiva, sino que la superposición de tonos cálidos y fríos daban sensación de profundidad. En segundo lugar Paul Gauguin, que aportó una nueva concepción entre el plano pictórico y la profundidad del cuadro, a través de colores planos y arbitrarios, que tienen un valor simbólico y decorativo, con escenas de difícil clasificación, situadas entre la realidad y un mundo onírico y mágico. Su estancia en Tahití provocó que su obra derivase a un cierto primitivismo, con influencia del arte oceánico, reflejando el mundo interior del artista en vez de imitar la realidad. Por último, Vincent Van Gogh elaboraba su obra según criterios de exaltación anímica, caracterizándose por la falta de perspectiva, la inestabilidad de los objetos y colores, que rozan la arbitrariedad, sin imitar la realidad, sino que provienen del interior del artista. Debido a su frágil salud mental sus obras son reflejo de su estado de ánimo, depresivo y torturado, lo que se refleja en obras de pinceladas sinuosas y colores violentos. En última instancia cabe remarcar la influencia del noruego Edvard Munch, impresionista en un principio, pronto derivó hacia un estilo personal que sería fiel reflejo de su interior obsesivo y torturado, con escenas de ambiente opresivo y enigmático –centradas en el sexo, la enfermedad y la muerte–, caracterizadas por la sinuosidad de la composición y un colorido fuerte y arbitrario. Las imágenes angustiosas y desesperadas de Munch –como en El


grito (1893), paradigma de la soledad y la incomunicación– fueron uno de los principales puntos de arranque del expresionismo.

ART NOVEAU Es una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo XIX y principios del XX (periodo denominado belle époque). Fue conocida como Art Noveau en Francia y Bélgica, tomando otros nombres en otros países, como por ejemplo: Modern Style en los países anglosajones, Liberty o Floreale en Italia, Modernismo en España e Hispanoamérica Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven, libre y moderno, que representara una ruptura con los estilos dominantes en la época, tanto los tradicionales como los innovadores (realismo o impresionismo). En la estética nueva que se trató de crear predominaba la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporaban novedades derivadas de la revolución industrial, como el hierro y el cristal. En gran medida estas aspiraciones se basaron en el sentido de que hasta los objetos más cotidianos tuvieran valor estético y fueran accesible a toda la población, aunque sin utilizar las nuevas técnicas de producción masiva que impedían el desarrollo del buen hacer artesanal. El modernismo no sólo se dio en las artes mayores (pintura, escultura y arquitectura), sino también las artes menores, aplicadas o decorativas, en las artes gráficas y en el diseño de mobiliario, rejería, joyería, cristalería, cerámica, lámparas y todo tipo de objetos útiles en la vida cotidiana, incluido el mobiliario urbano, que pasó a tener gran importancia (kioscos, estaciones de metro, farolas, bancos, papeleras). Muchos artistas identificados con el modernismo son artistas "integrales". Especialmente, en el caso de los arquitectos, no sólo proyectaban edificios, sino que intervenían en el diseño de la decoración, el mobiliario, y todo tipo de complementos y enseres de uso diario que habían de contener. El modernismo no fue unánimemente recibido: una amplia corriente de opinión identificaba sus formas con el concepto degenerativo (una desintegración orgánica que corresponde a la desintegración social). Las características que en general permiten reconocer al modernismo son: •

Inspiración en la naturaleza y el uso profuso de elementos de origen natural pero con preferencia en los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico entrelazándose con el motivo central.


Uso de la línea curva y la asimetría; tanto en las plantas y alzados de los edificios como en la decoración.

Tendencia a la estilización de los motivos, siendo menos frecuente su representación estrictamente realista.

Uso de imágenes femeninas en actitudes delicadas y gráciles, con un aprovechamiento generoso de las ondas en los cabellos y los pliegues de las vestimentas (drapeado).

Actitud tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos, llegando hasta el erotismo en algunos casos.

Libertad en el uso de motivos de tipo exótico, sean éstos de pura fantasía o con inspiración en distintas culturas, como por ejemplo el uso de estampas japonesas.

El elemento destacado de tipo orgánico envuelve o se une con el elemento que decora.

La derivación de estas características del modernismo o Art nouveau en la década de 1920 dio origen al denominado Art decó, con el que a veces se identifica, aunque tiene características marcadamente diferentes. La utilización habitual de los términos modernism (en inglés) o modernisme (en francés) no se refiere a este movimiento artístico, sino genéricamente a las vanguardias o al arte modernoEl modernismo en las artes gráficas El modernismo se extendió de manera muy profusa en las artes gráficas, tanto en la ilustración de libros y revistas (incluyendo la encuadernación y las cubiertas) como en el cartelismo (carteles, pósters o afiches publicitarios) y todo tipo de soportes: postales, paneles decorativos, papel pintado, estampados textiles, etc.; así como en el diseño de tipos de imprenta. Muy influyente e imitado fue el checo Alfons Mucha. La aceptación de sus diseños, hechos con exquisita delicadeza y que incluían en su gran mayoría la figura femenina como motivo central le ganó trabajos a nivel internacional, produciendo también la clave ganadora de un estilo artístico comercial a imitar por los ilustradores de la época. Joyería, cristalería, cerámica, mobiliario y forja modernistas


Joya de René Lalique. El arte de la joyería se vio revitalizado por el modernismo, teniendo a la naturaleza como la principal fuente de inspiración. Complementaron esta renovación los nuevos niveles alcanzados en el esmaltado y los nuevos materiales como ópalos y otras piedras semipreciosas. El interés generalizado en el arte japonés y el entusiasmo especializado en las habilidades de metalistería, fomentaron nuevas aproximaciones y temas de ornamentación. En los dos siglos previos, el énfasis en la joyería fina se había centrado en las gemas, particularmente en los diamantes por lo que la preocupación principal de joyero consistía en proveer un marco adecuado para su lucimiento. Con el modernismo surgió un nuevo tipo de joyería, motivada y encausada hacia el diseño artístico antes que en el mero despliegue de las gemas. Los joyeros de París y Bruselas fueron los que principalmente definieron el modernismo en la joyería y es en esas ciudades donde el estilo ganó el mejor renombre. Los críticos franceses contemporáneos eran unánimes al reconocer que la joyería estaba atravesando una transformación radical y que el diseñador, joyero y vidriero René Lalique estaba en su centro. Lalique glorificó a la naturaleza en la joyería, extendiendo su repertorio para incluir aspectos nuevos no tan convencionales –como libélulas y hierbas- inspirados en sus encuentros con el arte japonés. Pintura modernista


Cartel de Sarah Bernhardt en Gismonda, de Mucha.

Friso de Beethoven, de Klimt. En contraposición tanto al academicismo como al impresionismo, se abandonan los temas cotidianos por los contenidos simbólicos y conceptuales (un movimiento simultáneo, postimpresionista, se denomina simbolismo), entre los que destaca la mujer, con un tratamiento erótico. Técnicamente se insiste en la pureza de la línea (lo que le da un carácter bidimensional) y la expresividad del dibujo, ambas cosas ya presentes en autores postimpresionistas, especialmente en Toulouse-Lautrec. Las formas orgánicas, especialmente vegetales curvilíneos y espirales (flores, hojas, tallos retorcidos), que rellenan todo el espacio (horror vacui, a veces llegando a la teselación se convierten en un leit motiv paralelo a las formas decorativas de las artes gráficas, con las que están estrechamente identificadas, así como con el cartelismo y la reproducción litográfica. Los formatos preferidos son los alargados y apaisados.20


Arquitectura modernista

Escalera del Hotel Tassel, Bruselas, de Victor Horta.

Planta baja del Hotel Solvay, Bruselas, de Victor Horta.

Fachada de la casa Batlló, Barcelona, de Antonio Gaudí.

Parque Güell, Barcelona, de Gaudí.

El modernismo es un arte burgués, muy caro, que intenta integrar en la arquitectura todo el arte y todas las artes. Es una corriente esencialmente decorativa, aunque posee soluciones arquitectónicas originales. Se desarrolla entre los siglos XIX y XX. Este movimiento utiliza las soluciones que la revolución del hierro y del cristal aportan a la arquitectura, aunque se sirve de la industria para la decoración de


interiores y las forjas de las rejerías, etc.. Sus formas son blandas y redondeadas, aunque no es esto lo único característico del modernismo sino la profusión de motivos decorativos. La influencia del modernismo arquitectónico se deja sentir aún en la arquitectura actual. El modernismo arquitectónico nace en Bélgica (donde se le dará el nombre de art nouveau) con la obra de Henry van de Velde y Victor Horta. La ondulación de los tejados y fachadas, la aplicación de materiales como el hierro forjado, los motivos de vegetación natural y el cuidado diseño de la decoración y de cada elemento arquitectónico y de mobiliario del interior son características de sus obras: de Van de Velde la casa Bloemenwerf; y de Horta los kioscos y bocas de metro, la escalera de la calle Paul-Emile Janson y el Hotel Solvay (especialmente su característico interior de diseño muy recargado, con lámparas, papel pintado, vidrieras, etc.), el Hotel Tassel, la Casa del Pueblo y el Palacio de Bellas Artes; todo ello en Bruselas, y el Gran Bazar de Fráncfort. En España, la arquitectura modernista, muy poco presente en Madrid, tuvo desarrollo sobre todo en la ciudad más dinámica de la época: Barcelona. Varios fueron los arquitectos arquitectos modernistas que desarrollaron sus proyectos en esta ciudad con un lenguaje propio, del que partió Antonio Gaudí para desarrollar su particular universo artístico, muy personal.


VISIÓN

DOCENTE: LUISA PROVERBIO ALUMNO:…………………………………………………………………………………………. AÑO: 5º ES


VISION V CULTURA La palabra CULTURA En nuestra vida cotidiana, el término “cultura” se utiliza con diversos significados. Cuando se dice que alguien es “culto” o “tiene mucha cultura”, por lo general se quiere decir que la persona sabe mucho, que conoce de arte o que de alguna manera está relacionado con estas actividades. En cambio cuando observamos algunas conductas inconvenientes podemos llegar a decir “esta persona no tiene cultura” o ante alguien que no sabe expresarse “ … qué inculto!”. Estas diferentes nociones tienen algo en común: suponen que la cultura es algo que se opone a la ignorancia. La cultura también aparece en nuestros diálogos y en los medios de comunicación definiendo un conjunto que incluye, básicamente, a las instituciones culturales, al conocimiento artístico y al erudito. Tomando un suplemento cultural de un diario, su contenido nos muestra lo que el diario entiende por cultura. La cultura, entonces, es habitualmente entendida como aquello que es determinado como tal por las instituciones culturales, es decir, lo que exhiben los museos, lo que se enseña en las escuelas y en las universidades, lo que atesoran las bibliotecas, lo que define como tal la crítica de los diarios. La cultura se suele entender como una adquisición individual, como aquello que pertenece a las personas por haberse capacitado en la adquisición de conocimientos (universitarios, por ej) o porque se han dedicado a ciertas actividades consideradas vinculada con la cultura, como ser actividades artísticas. De este modo se acepta que una persona tiene o no tiene cultura. Así, podemos delinear tres sentidos que se superponen y confunden en la vida cotidiana acerca de la noción de cultura: -

Un estado desarrollado de la mente (“una persona con cultura”) Los procesos por los cuales se alcanza ese desarrollo (“los intereses culturales”, “las actividades culturales”) Los productos a través de los cuales se alcanza dicho desarrollo (considerados productos artísticos: cuadros, obras musicales y obras literarias)


También encontramos en la vida cotidiana expresiones que usan la palabra cultura y que son contradictorios a lo visto hasta ahora, algunos ejemplos de ello son: -

En los últimos años apareció una cultura empresarial Ya no hay cultura del trabajo En la década del ’80 nace la cultura punk Han quedado pocas huellas de las culturas indígenas originarias del territorio argentino. Los adolecentes de hoy no poseen cultura

En los ejemplos expuestos podemos notar diferencias en la concepción y uso de la palabra cultura, ya que por un lado una se refiere a las instituciones culturales, otra la utiliza como modo de vida de un grupo social (haciendo referencia al modo de vestir, a sus costumbres y a los valores que sostienen). Los estudios sobre la CULTURA Para encarar un estudio de la cultura en el marco de las ciencias sociales, se recurre a los aportes de especialista de diversas disciplinas: historia, sociología, antropología. De acuerdo con su especialidad, van dando diferentes definiciones del término. Generalmente, hay consenso en reconocer a la cultura como el conjunto de usos, costumbres y prácticas producidos por una sociedad o un grupo social. En este sentido, cultura no son solo los productos artísticos, sino también los estilos y condiciones de vida de una sociedad y todo lo que produce. Los seres humanos nacemos inmersos en un contexto cultural, un contexto en el que se habla determinada lengua y en el cual aprendemos a valorar ciertas acciones, a respetar ciertas normas, a vestirnos utilizando ciertas prendas, etc. Se denomina socialización al proceso mediante el cual las personas se van integrando al la cultura social. El proceso de socialización, tiene lugar en el marco de las instituciones sociales, como ser la familia (donde aprendemos el lenguaje, hábitos de convivencia, modos de comportamiento), la escuela (aprendemos las habilidades y conocimientos considerados socialmente más importantes), la iglesia, el club (donde aprendemos a relacionarnos con otros). Pero la cultura no tiene solo un aspecto social, también tiene un aspecto individual. Sobre la base del aprendizaje vamos definiendo nuestra propia escala de valores, nuestros gustos, nuestras costumbres personales, nuestros modos de vida.


Cultura, culturas La cultura es el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. Veamos un ejemplo para entender mejor: ¿cuál es la mejor prueba de respeto que puede mostrar un niño frente a un adulto que lo está retando: mirarlo a los ojos o bajar la vista? En ciertas culturas los adultos exigen que los niños los miren a los ojos como signo de respeto, porque se supone que de ese modo demuestran que están prestando atención a lo que se les dice. En otras culturas, los adultos demandan que los niños bajen la vista pues se entiende que mirar a los ojos es un signo de desafío a la autoridad de los mayores. La antropología social entiende a cada cultura como un contexto en el cual los sujetos pueden entender que se está comunicando, como debe interpretarse un gesto, una mirada, y por lo tanto, qué gestos debe hacerse para dar a entender algo, qué palabras deben usarse y cuáles no, etc. Es decir, que la cultura es una red de signos que permite a los individuos que la comparten, atribuir sentido, tanto a las prácticas como a las producciones sociales. Lo que permite pensar que la cultura, es en realidad, un contexto social de producción e interpretación de significados y que como es un contexto social, hay tantas culturas como sociedades. ¿Es posible que a cada sociedad le corresponda una sola cultura? En la segunda mitad del s.XX nace la sociología materialista, para los que lo económico condiciona, aunque no determina completamente, lo cultural. Sostienen que la cultura no es una esfera separada del resto de los aspectos sociales, sino que está en relación muy directa con la estructura económica. En las sociedades capitalistas los medios de producción están en manos de una clase social. La forma en que las personas se relacionan con su trabajo, si trabajan en relación de dependencia o si son independientes, si el trabajo realizado requiere de algún conocimiento o si depende de una máquina. El hecho de que una persona no tenga trabajo, entre otros factores, condiciona la vida social de los individuos y sus manifestaciones culturales: cómo se organizan, cómo disfrutan de su tiempo libre, cómo lucha por mejorar sus condiciones de trabajo y sus salarios, cómo se ven obligados a disputar entre si los puestos de trabajo ante la necesidad de alimento, salud, educación y vivienda.


Dijimos que lo económico condiciona pero no determina lo cultural. Sociedades con estructuras económicas muy similares tienen, sin embargo, culturas muy diferentes. Personas de un mismo grupo social pueden sostener valores distintos, tener gustos diferentes, expresarse de manera diferente. Esto es así porque en la formación de la cultura de una sociedad o de un grupo no solo intervienen los aspectos económicos, sino también los históricos, sociales, de educación, que hayan recibido las personas. Cultura alta y cultura popular La sociología materialista aportó también una visión de la cultura como un campo de lucha de clases: “la cultura alta” también llamada “de elite”, “dominante” o “hegemónica”, frente a las culturas populares. La cultura alta corresponde a lo que las instituciones culturales sancionan como cultura; por ejemplo, las exposiciones de pintura realizadas en algún museo prestigioso o la música que se toca en el Teatro Colón. Mientras que las culturas populares son consideradas como aquellas manifestaciones que se oponen a la cultura oficial y que no cuenta con el apoyo de las instituciones culturales. Las culturas populares tampoco son homogéneas entre sí, algunas se forman a partir de las costumbres del medio rural, otras en la vida urbana. Pero como todo individuo participa de una cultura, lo que llamaríamos “una persona sin cultura” es la que no sigue el modelo de la “cultura alta” o “es una persona que no tiene estudios”


ESTETICA Introducción Las valoraciones estéticas y los actos estéticos están presentes en nuestra vida cotidiana. Cuando sentimos placer al reunirnos con amigos, al elegir nuestra ropa, cuando cambiamos los elemento decorativos de nuestro cuarto para sentirlo más agradable y mas nuestro, estamos actuando a partir de la experiencia sensible. Cuando en esa experiencia sensible interviene la intencionalidad del sujeto, podemos hablar de un acto o valoración estética. El placer, el gusto, lo bello, la creación, están incorporados a nuestras acciones y usos más frecuentes. También utilizamos conceptos estéticos cuándo realizamos creaciones estéticas o actos creativos. Por ejemplo, cuando componemos una canción para nuestros amigos, cuando creamos un paso de baile para la próxima fiesta, cuando cambiamos nuestro peinado para modificar nuestro aspecto. Constantemente utilizamos recursos estéticos, ya que todas las personas estamos dotadas de sensibilidad. Sin embargo, no debe confundirse actos creativos con creaciones artísticas. Para que un acto creativo produzca un objeto artístico, es necesario que el producto responda a un plan de trabajo técnico, se inserte en la sociedad y circule por medios que no dependen solo de nosotros mismos, como una galería de arte, un museo, una sala de música, librerías. Si estas características no se cumplen, se tratará de una expresión estética individual o colectiva pero no de un trabajo artístico.

Origen del término estética El término “estética” comenzó a ser utilizado en el siglo XVII cuando surgen los primeros estudios sistemáticos que pretendieron encontrar reglas, normas, formar conocimientos y construir métodos de análisis de sensibilidad. Sin embargo, la preocupación por lo estético y las teorías sobre ello son muy antiguas. Estos estudios pretenden vincular lo estético no solo con lo artístico ni tampoco exclusivamente con la belleza. Platón (428-347 a.C.) reflexiono sobre el tema de la belleza en varias de sus obras. Consideraba que el hombre, además de reconocer la belleza material de las cosas debe aspirar a conocer que es lo bello más allá de las cosas, es decir, la idea de lo bello o el ideal de belleza como cualidad de conjunto. Ya que para Platón el ideal de belleza no existe en realidad y no es posible ser conocido a través de la experiencia. Para Platón, lo bello se relaciona con lo


bueno, con la idea del bien. Para alcanzar la idea de lo bello el hombre debe avanzar en el conocimiento como subiendo los peldaños de una escalera, que representa la jerarquía de la belleza: la belleza de los cuerpos ocupa los primeros peldaños de la escalera, la belleza de las almas tiene una jerarquía superior y en la cúspide está la belleza en sí, la idea de lo bello, que se encuentra solo en el “mundo de las ideas” –como decía Platón-. Aristóteles (384-322 a.C.), posteriormente, a través del estudio de la comedia, la epopeya y la tragedia, habla de la “catarsis”, como la emoción y el placer que experimenta el espectador al “verse” reflejado en esa vida narrada, liberarse y mejorar su propia vida. Si bien, tanto Platón como Aristóteles no llegaron a conformar un conocimiento tal como para constituir un área independiente de estudio, dieron el puntapié inicial para acceder a otra instancia de entendimiento de la realidad, a través de la sensibilidad. Recién en el siglo XVIII, el término “estética” comienza a ser utilizado para designa un campo disciplinar especifico que se ocupa de las investigaciones que estudian lo bello. Aparecen textos de varios escritores, en los cuales se comienza a tratar el tema de la estética. Sin embargo, será Immanuel Kant (1724-1804) el primer gran sistematizador del pensamiento estético, en su obre Critica del Juicio, donde fundamenta filosóficamente la autonomía de la estética como un campo separado y en oposición al conocimiento científico y al conocimiento empírico, es decir, el procedente de la experiencia. Según Georg Wilhelm Friedrich Hegel, el arte, la religión y la filosofía suponen las bases del desarrollo espiritual más elevado. Lo bello en la naturaleza es todo lo que el espíritu humano encuentra grato y conforme al ejercicio de la libertad espiritual e intelectual. Ciertas cosas de la naturaleza pueden ser más agradables y placenteras, y estos objetos naturales son reorganizados por el arte para satisfacer exigencias estéticas. Su obra Estética (1832) fue un punto de referencia importante para la estética moderna al aplicar los principios de su sistema al análisis de la obra de arte y de la historia. El concepto de estética Con el siglo XVIII aparecen nuevas formas de pensamiento que continuaron su desarrollo hasta la actualidad. Hasta ese momento, el discurso filosófico se había centrado en dos tipos de respuestas: las vinculadas con la razón y las vinculadas con la experiencia. La razón proporciona respuestas acerca de los problemas científicos, los relacionados con la lógica, los modelos de conocimiento, las causas y los efectos.


El estudio de la experiencia por su lado, permitía explicar los fenómenos, el modo en que los hombres se apropian del conocimiento, descubrir la importancia del campo de observación en el conocimiento de la realidad. Entre la razón y la experiencia, aparecieron aproximaciones que no tenían su fuente ni en un ni en otra, sino en la sensibilidad. Durante este siglo surge la necesidad de sistematizar conocimientos relacionados con la sensibilidad, que en ese momento incluían “el gusto y lo bello”. Así, se fue construyendo n campo de conocimiento que se consideró independiente del conocimiento racional y del empírico. El arte y la filosofía encontraron en la estética la posibilidad de estudiar los fenómenos vinculados con la sensibilidad, tanto en relación con la vida cotidiana como con las cuestiones artísticas. En el siglo XIX, la estética se fue definiendo como el campo de conocimientos que se ocupa de las cuestiones relacionadas con el gusto, lo bello, la creación, la imaginación, la intuición sensible, la armonía. Además se incorporan aspectos objetivos que no dependen del sujeto, como el gusto social, las normas estéticas, las leyes de la perspectiva, los criterios que definen la armonía; como los aspectos subjetivos, los que son construidos por los sujetos, como la relación placentera con una canción, un libro o una pintura. En el siglo XX, se independiza la estética de otras áreas del conocimiento como la psicología, la sociología y la historia. Orientándose especialmente al estudio de lo artístico, tanto en relación a los actos individuales como en sus aspectos sociales. Nuestra relación con los productos artísticos es inevitablemente estética, ya que es nuestra sensibilidad la que permite que nos pongamos en contacto con los mismos y que entendamos lo que nos comunican. Sin embargo, estas actividades y elecciones individuales están construidas en un contexto y en una relación con la sensibilidad de carácter colectivo que incide en nuestros gustos y creaciones. El “gusto” hace referencia a nuestras preferencias subjetivas y hasta capricho personal. Pero también tiene que ver con la formación de sensibilidad y del gusto. Ej.: los gustos transmitidos por los padres, educación recibida, el entorno cercano. Todo está relacionado con el medio el cual vivimos.

al la la en

La estética incluye aspectos complejos y ricos como la imaginación, la intuición, la creación, el gusto y nos permite nuevas maneras de conocer el mundo. Esta disciplina se ocupa de ver, analizar, reflexionar, observar y recuperar los aspectos sensibles que poseen un individuo, un grupo de artistas, un pueblo, una comunidad, un país.


La estética es un conjunto de conocimientos de origen filosófico que reflexiona sobre las cuestiones de la sensibilidad en el marco de una época determinada, entendiendo por sensibilidad a la imaginación, la creación, la invención, el gusto y la expresión y que no pertenecen al campo de la experiencia ni al de la razón.

Principales orientaciones de la estética El campo de la estética ha sufrido y sufre permanentes redefiniciones. Sin embargo, a lo largo de la historia pueden reconocerse dos orientaciones principales: -

-

Lo estético que privilegia las principales ideas de la sensibilidad. Esta orientación, de tradición en los estudios filosóficos, entiende la estética como una esfera autónoma, que puede ser pensada a partir de sus propios principios y que no necesita de nada exterior (la realidad, los fenómenos sociales) para su caracterización. De acuerdo a esto, los contenidos expresados en una obra de arte están en la misma obra, lo externo (lo social, lo histórico, la moda) se traduce y se expresa en ella. Lo estético que privilegia los procesos sociales que expresan la sensibilidad. Esta orientación se aparta de los principales tratados filosóficos, tanto del siglo XVIII como del siglo XX, que no se ocuparon de los fenómenos sociales, sino principalmente del análisis de “lo bello”. Así, las tendencias artísticas del siglo XX comenzaron a utilizar los conocimientos estéticos para comprender la sensibilidad en su interacción con lo social y cultural. La estética comenzó a definirse como la relación de lo sensible con otros ámbitos de lo social, permitiendo analizarla como un fenómeno de comunicación.

El arte debería dar la misma satisfacción desinteresada que la belleza natural. Resulta paradójico que el arte pueda cumplir un destino que la naturaleza no puede: puede ofrecer belleza y fealdad a través de un objeto. Una hermosa pintura de un rostro feo puede incluso llegar a ser bella. Estética y Arte Durante los siglos XVIII y XIX la estética permaneció dominada por el concepto del arte como imitación de la naturaleza. Novelistas como los británicos Jane Austen y Charles Dickens, y dramaturgos como el italiano Carlo Goldoni y el francés Alexandre Dumas, presentaban relatos realistas sobre la vida de la clase media. Los pintores neoclásicos (como Jean Auguste Dominique Ingres), románticos (como Eugène Delacroix) o realistas (como Gustave Courbet) representaban sus temas extremando el cuidado en el detalle natural. En la estética tradicional se asumía también con frecuencia que las obras de arte son tan útiles como bellas. Los cuadros podían conmemorar eventos


históricos o estimular la moral. La música podía inspirar piedad o patriotismo. El teatro, por la influencia de Dumas y el noruego Henrik Johan Ibsen, podía servir para criticar a la sociedad y, de ese modo, ser útil para reformarla. En el siglo XIX, no obstante, conceptos vanguardistas aplicados sobre la estética empezaron a cuestionar los enfoques tradicionales. El cambio fue muy evidente en la pintura. Los impresionistas franceses, como Claude Oscar Monet, eran denunciados por los pintores academicistas por representar lo que ellos pensaban deberían ver, bastante más de lo que realmente veían, como eran las superficies de muchos colores y formas oscilantes causadas por el juego distorsionante de luces y sombras cuando el Sol se mueve. A finales del siglo XIX, los postimpresionistas como Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van Gogh estuvieron más interesados en la estructura pictórica y en expresar su propia psique que en representar objetos del mundo de la naturaleza. A principios del siglo XX, este interés estructural fue desarrollado por los pintores cubistas como Pablo Ruiz Picasso, mientras que la inquietud expresionista se reflejaba en la obra de Henri Matisse y otros fauvistas, así como en expresionistas alemanes de la categoría de Ernst Ludwig Kirchner. Los aspectos literarios del expresionismo pueden verse reflejados en las obras del sueco August Strindberg y del alemán Frank Wedekind.


CULTURA Y MODERNIDAD El término “moderno” tiene una larga y compleja historia. La filosofía, la ciencia y la estética, han modificado el concepto de modernidad a lo largo del tiempo. Existen básicamente dos nociones: -

Una considera a la modernidad como una etapa histórica que se inicia en el periodo conocido como Renacimiento (siglos XV y XVI) Otra entiende a la modernidad como el conjunto de relatos, representaciones y pensamientos que sirven a los hombres de la filosofía, de la cultura y de las ciencias para entender el mundo presente.

Marshall Berman ha propuesto una distinción “modernización”, “modernidad” y “modernismo”.

entre

los

términos

Modernización: proceso de transformación que se inicio en el Renacimiento y que perdura hasta hoy. Tiene sus manifestaciones en diferentes campos y está caracterizado por: -

-

-

grandes descubrimientos producidos en las ciencias físicas, que modificaron la imagen del hombre acerca del funcionamiento del universo y de su propio lugar en él; el proceso de industrialización de la producción que aumenta incesantemente la cantidad de mercancías y cambia los espacios a un ritmo acelerado; las alteraciones demográficas (crecimiento de la población y traslados masivos que alejaron a muchas personas de sus lugares de origen) el crecimiento urbano; la aparición y desarrollo de sistemas de comunicación en masa los cambios en el poder de los Estados y el crecimiento de sus estructuras burocráticas; el estallido de numerosas luchas sociales la expansión del mercado capitalista mundial.

Modernidad: se refiere a la experiencia histórica de los individuos frente a los cambios producidos por el proceso de modernización (industrialización, urbanización, desarrollo de las comunicaciones, etc.). Solemos decir que las distancias se acortan cada vez más, refiriéndonos a las posibilidades de atravesar miles de kilómetros en tiempos cada vez más cortos, de comunicarnos más fácilmente con personas a distancia. Los cambios producidos por la modernización influyen en nuestros modos de vida, en nuestros hábitos, en nuestra predisposición y en nuestro humor. Modernismo: el proceso de la modernización fue generando nuevas ideas, valores y visiones: la confianza en el desarrollo de la ciencia y el progreso, la utopía de una sociedad igualitaria, la importancia del arte en la vida cotidiana,


el valor de los derechos humanos, el surgimiento de corrientes de pensamiento que niegan o cuestionan la existencia de Dios. Modernismo, sería el conjunto de esos conceptos, valores, conocimientos y creencias que nos permite entender el mundo moderno y operar en él, adaptarnos u oponernos.

Siglos XVI y XVII: orígenes de la ciencia moderna El Renacimiento es el periodo en el cual algunos hombres comenzaron a plantearse una búsqueda del conocimiento libre de las ataduras de la religión y la autoridad y dieron inicio a la exploración del conocimiento de la naturaleza sobre la base de la observación y la experimentación. Durante el XV se produjeron importantes avances en aéreas como la medicina, la astronomía y la filosofía. La aplicación de nuevos inventos técnicos produjo, poco a poco, el crecimiento de la confianza en las ventajas de la utilización de diversas maquinas. Nuevas técnicas de navegación, mayor precisión de la cartografía, la creación de instrumentos para navegación (brújula y astrolabio), la construcción de nuevas y mejores embarcaciones, fueron algunos de los adelantos que impulsaron la expansión ultramarina, lo que permitió la apertura de nuevas rutas comerciales, la incorporación de nuevos mercados y el ingreso de nuevos productos y riquezas al sistema económico europeo. Durante la Edad Media dominaba la creencia de que la Tierra estaba inmóvil y ocupaba el centro del universo. En el siglo XVI Copérnico, realizó un análisis matemático del sistema planetario y sus estudios sobre los movimientos terrestres aportaron los elementos para afirmar que la Tierra se movía al igual que los demás planetas y que el Sol era el centro de nuestro sistema planetario. Estas afirmaciones fueron ratificadas y profundizadas posteriormente por Galileo Galilei a principios del s.XVII (por lo que fue condenado por la Iglesia Católica). Luego el astrónomo Kepler llegó a la formulación matemática de las leyes del sistema solar. A fines del s.XVII, René Descartes desarrolló un método de razonamiento que para llegar a conclusiones irrefutables, sometía a duda todo juicio confuso. Finalmente con Isaac Newton, terminó de definirse la nueva visión dinámica y cambiante del universo físico. El descubrimiento de las leyes del movimiento de los cuerpos en el espacio hizo posible calcular con total precisión cualquier trayectoria tanto terrestre como celeste. Se definen los rasgos esenciales que caracterizan la ciencia (diferenciándose con otros saberes), donde todo comienza a encontrar respuestas y se comienza a probar, experimentar, observar y confrontar para arribar a resultados, buscando causas y efectos. El mundo visto de esta manera por la ciencia moderna es un mundo “desencantado”, un mundo en el cual las distintas repuestas, el azar o la


sorpresa están reducidos a su mínima expresión. Un mundo determinado por las leyes generales que pueden ser descubiertas, un mundo manejable, dominable. El hombre se coloca por fuera del mundo y gracias a la tecnología es capaz de desarrollar, domesticar y transformar a la naturaleza.

Siglo XVIII: el iluminismo En este siglo comenzaron las ideas características del mundo moderno, también llamado “siglo de las luces” y a sus filósofos se los llamó “iluministas” porque debían disipar las tinieblas de la Edad Media. Se consideraba que en la época medieval Europa había vivido en la oscuridad debido a la imposición de las ideas de la Iglesia y que las luces de la razón pondrían fin al oscurantismo. Los filósofos de las luces creían en el poder de la razón y en la posibilidad de servirse de la inteligencia para dominar la naturaleza y transformar los sistemas políticos. Nace la Enciclopedia, con la clasificación del conocimiento en esferas científicas, estéticas y éticas. Se atacó el absolutismo monárquico imperante en Francia, proponiendo el establecimiento de un orden social en el que predominaran la libertad y el consentimiento general, lo que pesó en el ideario de la Revolución Francesa de 1789., que legó a la humanidad la exaltación de los valores que darán sustento al hombre moderno: la libertad, la igualdad y la fraternidad. La “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano” de 1789, tomó muchas ideas de la ilustración, en un manifiesto contra la desigualdad de las sociedades jerárquicas y los privilegios de los nobles en perjuicio del resto de la sociedad.

Siglo XIX: el desarrollo de la gran industria En este siglo la modernidad quedara asociada a la razón, al progreso y la ciencia. Su principal novedad fue el desarrollo de la gran industria, que reemplazó definitivamente a la producción artesanal. Este proceso que comenzó en Inglaterra y luego se fue extendiendo y que permitió el pasaje de la sociedad agraria a una sociedad urbana e industrial se denomina Revolución Industrial. Este desarrollo industrial tuvo como consecuencia el crecimiento de las ciudades y sus consecuentes problemas de higiene y las deficientes condiciones de vivienda por el aumento de la población urbana. Para establecer un orden en las crecientes ciudades surgió el urbanismo: se construyeron avenidas, plazas, jardines, espacios públicos, etc. Surgen nuevos


espacios de sociabilización como los clubes, los cafés y las asociaciones civiles. Estos movimientos fueron acompañados por la difusión de los principios del liberalismo económico, que postulaba la protección de la propiedad privada y libertad de los intercambios. La burguesía fue la clase social que mejor interpretó estos principios, ya que pretendía un orden basados en el éxito económico y la posesión de capital. Esta misma burguesía, será la interesada en el plano político, de la implantación de nuevos sistemas de representación, como la democracia representativa y la monarquía constitucional. En esta época, por el desarrollo de la presa escrita, la opinión pública alcanzó gran importancia y promovió la extensión de la escolaridad, la apertura de la enseñanza a sectores condenados al analfabetismo hasta ese momento, lo que permitió el auge de una industria editorial para un público cada vez más amplio, que consumía distintos géneros literarios. Estos procesos fueron conformando las clases sociales protagonistas de la modernidad: la burguesía (propietaria de las industrias, los comercios, las finanzas), y el proletariado (hombres, mujeres y niños que debían trabajar a cambio de un salario para poder subsistir). Nacen los conflictos de intereses de clases que tendrá también aspectos económicos (aumentar ganancias, mejorar condiciones de trabajo y salarios) y aspectos políticos (puja por la ampliación del sufragio). La posmodernidad El término “posmoderno” comenzó a utilizarse para indicar que en las sociedades posindustriales había comenzado una nueva época. En general se escucha la expresión “cultura posmoderna” sin un significado muy preciso, sino mas bien para referirse a una forma de sentir propia de la sociedad de consumo de masas. No es una teoría de límites precisos y conceptos bien definidos, por ello se utiliza el término de diversas formas: -

para definir una nueva etapa histórica, posterior a la modernidad; como una posición crítica a la modernidad; como expresión de una modernidad inconclusa, que no ha logrado cumplir sus proyectos; como la otra cara de la modernidad, su contraposición, de hegemónica y dominante a pluralista.


Se la definió también como la manifestación cultural del capitalismo de fines del siglo XX, caracterizada por: el consumo de masas, el carácter multinacional de la cultura y el papel protagónico de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información.

La globalización El concepto de globalización ha sido utilizado con diversos significados e intenciones. Para algunos intelectuales, investigadores o políticos, se refiere a un proceso mediante el cual el mundo, una vez caído el bloque socialista, se ha transformado en una “aldea global” a la que, poco a poco, las nuevas tecnologías, los medios de comunicación y la economía de libre mercado modelan como un mundo homogéneo en el que las luchas propias de la modernidad han terminado y todos los pueblos comparten formas similares de organizar sus relaciones sociales, sus Estados y sus culturas. Este punto de vista es compartido por los partidarios del neoliberalismo económico y político, para los cuales, la globalización es un hecho inevitable, producto de la mayor eficacia que ha demostrados el capitalismo liberal frente a otros modos de organización social, como el socialismo. Los que rechaza el neoliberalismo, también utilizan el término globalización, pero desde un punto de vista muy diferente: el mundo globalizado, no es para ellos un mundo homogéneo, la globalización es un proceso histórico en el que se ha profundizado las desigualdades entre los países y en el interior de las sociedades. Algunos de los elementos del proceso de globalización son: -

-

-

la revolución tecnológica: por los avances de la tecnología ha nacido una sociedad informática. El desarrollo de internet ha impactado nuestra vida cotidiana, con páginas web que abarcan los más diversos temas y asuntos. Han surgido nuevas formas de vínculos entre personas, han nacido comunidades virtuales que se relacionan a través del mundo, tanto para sociabilizar, para realizar negocios, etc. La expansión del mercado capitalista: con el desmoronamiento del bloque comunista en 1989, la economía capitalista pudo incorporar mercados que hasta el momento los tenia vedados. Los principales beneficiarios del proceso de globalización fueron las empresas transnacionales y los grupo económicos. Uniformidad de los aspectos culturales: la principal característica es la creciente uniformidad de los hábitos de consumo de la sociedad de masas. Con la instalación de los shoppings y los hipermercados, en todo el mundo la gente usa la misma ropa, escucha la misma música y comen las mismas hamburguesas.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.