CUADERNILLO HUERTA 4° ES - COLEGIO RENACIMIENTO

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HUERTA

DOCENTE: GABRIELA ESCRIVÁ ALUMNO:………………………………………………………………………………………….. AÑO: 4º ES


4º año Huerta Orgánica Unidad 1 La huerta en macetas Diseñar una huerta en la ciudad no es lo mismo que diseñarla en un jardín o “a campo”. Las condiciones en general son más limitadas y extremas. El cemento, el tránsito, la tecnología y la inmediatez de la información son algunas de las presiones a las que estás expuesto al vivir día a día en la ciudad. Jardines verticales, techos verdes, parques, bulevares, jardines, balcones, terrazas y plazas conforman “corredores biológicos urbanos”, que contribuyen a volver la ciudad más ecológica. Las investigaciones realizadas en psicología ambiental revelan que estos espacios verdes inciden poderosamente en la salud psíquica de los ciudadanos, llegando a potenciar los aspectos más positivos de su desarrollo personal. Cada pequeña huerta es una célula de este enorme organismo regulador.

¿Qué te aporta una huerta orgánica en la ciudad?  Te ayudará a “desconectar” del stress urbano y focalizar en el cuidado de las plantas, además de llevarte a que realices una moderada actividad física.  El contacto permanente con la naturaleza en la ciudad te permitirá profundizar el conocimiento de los procesos naturales como son los cambios estacionales, la influencia de la temperatura en el crecimiento de las plantas y la actividad de los pájaros e insectos benéficos.  La utilización de compost casero como fuente de nutrientes contribuirá a que te familiarices con procesos que rigen el mundo natural y a disminuir la cantidad de materia orgánica descartada que de otro modo incrementaría los volúmenes de la basura urbana.


Se calcula que entre el 30 – 50 % de las verduras producidas en los países desarrollados termina en la basura. Hay una primera pérdida en la selección inicial de los vegetales que no alcanzan el tamaño requerido para su comercialización. A esta pérdida se suman los deterioros durante el traslado y la distribución, la caducidad en verdulerías y supermercados y finalmente lo que se desperdicia en cada casa. Por lo tanto, si producimos aunque sea una parte de nuestro alimento no sólo obtendremos vegetales en su punto óptimo de maduración y de alta calidad biológica independientemente de su tamaño sino que habremos contribuido a disminuir el impacto ambiental y social provocado por la producción masiva.

Según las características de cada vivienda, en una ciudad podremos cultivar en un balcón, patio, terraza o en el alfeizar de una ventana. Una primera mirada al espacio elegido nos permitirá ir analizando las condiciones que lo caracterizan. Si cultivamos en un balcón, no tendremos opción de orientación o bien las ráfagas de viento pueden ser muy violentas. En una terraza tendremos la posibilidad de orientar correctamente las macetas, pero en verano deberemos proteger las plantas de las condiciones extremas de calor que se generan en estos espacios. Los patios tienen la ventaja de que al estar sobre el suelo no tendremos que considerar el peso de las macetas, pero muchas veces son lugares muy sombríos en otoño e invierno.


Trabajo Práctico: • Investigación beneficios Alimentos “Km 0” Notas especiales:


Primeras pautas Seleccionaremos las zonas en nuestro espacio con más o menos incidencia de sol para situar las plantas según sus requerimientos. Las plantas de las que cosecharemos sus frutos tienen necesidades de contenedores o macetas de mayor tamaño, ya que poseen raíces más voluminosas. La distribución de las horas de sol y sombra a lo largo del día y del año es un parámetro muy importante en la producción de hortalizas. La cantidad de sol inadecuada se refleja en la salud de las plantas. Procesos como la activación del crecimiento o la senescencia prematura son algunas de sus respuestas a estos estímulos. La orientación de un balcón será determinante en la elección de los cultivos. Un balcón orientado al Sur en el Hemisferio sur, prácticamente no recibirá sol durante el invierno. Un fenómeno similar ocurre en los patios donde las sombras proyectadas por las paredes impiden la llegada de la luz solar en sectores determinados. Una solución en este caso es colocar debajo de los contenedores más pesados y con más necesidad de sol un sistema de ruedas para desplazarlos sin inconvenientes y ubicarlos en los lugares más aptos.

Incidencia de los rayos solares a las 12 hs en Buenos Aires


Condiciones meteorológicas incidentes Tanto el viento, la humedad relativa o la temperatura influirán de forma significativa en el crecimiento vegetal El viento: puede ser determinante en el éxito, aunque frecuentemente estos espacios están protegidos o pueden protegerse. Las ráfagas podrían tirar las macetas más pequeñas, quebrar o doblar las plantas permitiendo el ingreso de patógenos o simplemente estresar las plantas. Cuando determinamos las zonas de mayor incidencia de vientos, pondremos algún tipo de estructura con cierta permeabilidad que disminuya la velocidad, pero que permita la circulación atenuada del viento. El viento moderado y fresco ejerce una acción desinfectante sobre las plantas, limpiando impurezas y polvo depositado en la superficie de las hojas, deshidratando pulgones e inhibiendo las condiciones de desarrollo de los hongos patógenos. Las barreras densas como las paredes generan remolinos en la zona cercana. La temperatura: su incidencia se refleja principalmente en el ritmo de crecimiento de la planta, la transpiración y la posibilidad de helarse. La humedad relativa ambiental: incide en el consumo de agua y en la transpiración de las plantas.


Organización el espacio El espacio en una ciudad es frecuentemente una limitante por lo tanto el diseño debe permitir aprovechar al máximo estos ámbitos reducidos. El diseño de una huerta en macetas se basa en adaptar espacios dentro de la misma vivienda para combinar el cultivo de hortalizas, hierbas aromáticas, pequeños frutales y plantas ornamentales. En ese contexto, tendremos que descubrir las posibilidades de incorporar elementos propios del medio rural a un espacio limitado como son los balcones, las terrazas o los patios. Al igual que en una huerta “a campo”, consideraremos:  Número de personas que se proveerán  Gustos personales  Presupuesto  Tiempo disponible para el cuidado de los vegetales La imaginación y la creatividad tendrán el máximo desafío en esta etapa. Seleccionados los sectores donde ubicaremos los contenedores, empezaremos a evaluar cuidadosamente la orientación, las condiciones meteorológicas y los pesos admitidos para cada lugar. El plano vertical Instalar en las paredes estantes resistentes a la intemperie es una forma de duplicar el espacio, aprovechando de esta manera el espacio vertical. Sobre ellos podremos colocar macetas livianas de 0,30 m de profundidad y cultivar plantas pequeñas (lechugas, espinacas, ciboulette, radicheta, rúcula y muchas aromáticas). Otra forma de aprovechar la energía solar que llega a una pared es cultivando especies trepadoras. Para ello debemos armar algún tipo de soporte donde puedan sostenerse: alambres, malla metálica o entramados de madera son algunas opciones. Arvejas, esponjas vegetales, chauchas o pepinos podremos cultivarlos sin inconvenientes en estas condiciones. Estas estructuras


mantienen las plantas erguidas y ademĂĄs impiden que se caigan por acciĂłn del viento. Colocando mĂŠnsulas en las paredes es posible colgar macetas en forma de cestas. Las estructuras para construir huertas verticales son otra posibilidad que ofrece el mercado para cultivar sobre este plano.


Los aros y las macetas a modo de “montura” permiten aumentar las posibilidades de cultivo

A pleno sol En una terraza, el exceso de sol en verano puede dificultar el desarrollo de las hortalizas de hoja. Esto se soluciona con la instalación de malla de media sombra. Esta mantendrá las plantas frescas, reduciendo la frecuencia de riegos y el estrés causado por el exceso de sol que vuelve las hojas más duras y amarillentas. En la sombra El reciclado de la materia orgánica podremos realizarlo en un lugar sombreado no apto para el cultivo. Las “cajas de lombrices” comerciales o de fabricación casera son la solución urbana perfecta, ya que reciclan hasta 30 kg de cáscaras y demás restos orgánicos caseros por mes.

 Solución sobre ruedas Las macetas grandes se pueden colocar sobre soportes con ruedas para poder desplazarlas y ubicarlas en los sectores más soleados en otoño e invierno.


Lugar para las siembras: La cocina también será una zona de producción, ya que es el lugar ideal para las siembras y para la germinación de los brotes que aumentarán nuestra cosecha sin el recurso del suelo.


Trabajo prรกctico: Siembras orientadas a cultivo en macetas Notas especiales


Factores a tener en cuenta: • Sobrecarga La tierra y los sustratos son elementos pesados y más aún cuando están húmedos. Por esta razón, es muy importante conocer la resistencia de cada balcón. En los balcones, reservaremos los espacios más cercanos a la pared para los contenedores más pesados, ya que es la zona de mayor resistencia y ubicaremos en los bordes las macetas más livianas. En las terrazas, es importante aprovechar los bordes o cargas para apoyar los contenedores más pesados, pues ahí también hay más resistencia.

El peso admisible en terrazas es de 200 kg/m2


Diseño en una terraza con perfiles doble T para distribuir el peso en las zonas más resistentes

• Impermeabilizaciones El espacio destinado a la huerta en macetas debe estar totalmente impermeabilizado para evitar las filtraciones de agua. Estas no sólo acarrean problemas internos sino que también pueden generar conflictos con los vecinos. El mercado ofrece diferentes opciones para lograr impermeabilizaciones transitables seguras.

Es importante observar con frecuencia el estado de las impermeabilizaciones, ya que las raíces de muchas malezas logran romper estas capas aislantes, siendo la puerta de entrada de una futura filtración.


Las macetas y los sustratos La elección de las macetas o los contenedores para armar una huerta dependerá en gran medida de su peso, del material de fabricación y del costo.

El mercado ofrece muchas opciones, formas y tamaños. Los materiales más utilizados en su fabricación son:

Material

Ventajas

Desventajas

Terracota o Barro cocido

Es un material poroso y

Son pesados y frágiles

con gran valor estético Plásticas

Livianas, resistentes y

Son impermeables

económicas Fibrocemento y Piedra

Son los contenedores de

Paris

mayor capacidad. son más pesados que los plásticos,

Son pesados


pero estratégicamente ubicados en las zonas de más resistencia de terrazas y balcones son adecuados para el cultivo de tomates, berenjenas o trepadoras como chauchas o pepinos. Frutales pequeños como los kumquats o quinotos pueden desarrollarse y fructificar en estas macetas. Metálicos

Son en general de aluminio

Son impermeables. Si

galvanizado. Tienen un

están al sol directo, en

estilo contemporáneo.

verano se calienta mucho el sustrato perjudicando a las raíces

Madera

Muy estéticos, duraderos y

Precio. Requieren

resistentes

cuidados de mantenimiento

Tela

Muy livianas y adaptables. Permeables.

Precio


Tela (Macetela)

Terracota


Piedra ParĂ­s


Porosidad y permeabilidad de las paredes de las macetas Las macetas de barro cocido presentan una porosidad que será variable dependiendo del tipo de arcilla con que fueron construidas. Si bien las paredes de las macetas de arcilla no son muy permeables, la evaporación del agua en la cara externa crea una succión que provoca la transferencia del agua desde el sustrato hacia el exterior. Este paso de agua no es nada despreciable sobre todo en ambientes secos y con elevada temperatura. Los depósitos de sales que se observan en este tipo de contenedor son la evidencia de esta transferencia. Los materiales plásticos no son ni permeables ni porosos. El riego para el desarrollo saludable de las plantas va a depender en gran medida del tipo de pared de los contenedores y de las condiciones ambientales. La salud de las raíces, y por ende de las plantas, también va a depender de la circulación de aire en un sustrato. En general, las mezclas de sustratos son muy porosas, pero cuando el sustrato no está lo suficientemente aireado, las raíces se ubican en la parte superior del contenedor, más rica en aire. Cuando su desarrollo horizontal se ve impedido por la pared de la maceta, las raíces se desarrollan preferentemente en la interfaz sustrato/pared. Este fenómeno se observa frecuentemente cuando se renuevan los cultivos anuales: el sustrato se ha compactado y hay una gran masa de raíces rodeando todo el cepellón.


Masa de raíces rodeando el cepellón

¿Qué contenedor elegir?  En terrazas: son determinantes el peso y las elevadas temperaturas a las que está expuesto el contenedor en verano. Elegir un material aislante y liviano.  En balcones: observar el peso del material de fabricación. Los plásticos son los más adecuados.  En patios: el peso no es determinante, pero si hay falta de luz solar en invierno es conveniente incorporar el sistema de ruedas en los contenedores más pesados.


Mesa de cultivo

Notas:


¿Cómo calcular la cantidad de sustrato? Los sustratos se comercializan en bolsas de diferentes tamaños y el contenido viene expresado en dm3. Esta tabla nos permite calcular el número de bolsas que vamos a precisar para llenar los contenedores. Medidas del contenedor Largo x ancho x alto (cm) 120 x 30 x 30 100 x 50 x 50 100 x 40 x 40 60 x 30 x 30

Capacidad (dm3)

108 250 160 54

Ejemplo: si la capacidad del contenedor es de 250 dm3, necesitaremos 5 bolsas de 50 dm3 para llenarlo. • Trabajo Práctico: Armado de maceta Reutilización de elementos Esta es sin duda la opción más ecológica. Baldes, latas, bidones o bolsones de plástico resistente son útiles a la hora de cultivar. Con maderas se pueden armar contenedores a medida y muy estéticos. Dentro de esta opción, es posible construir una mesada de cultivo que permita trabajar sin agacharse. A una altura de 0,80 cm, de 0,60 m de ancho x 1,20 m de largo y con una profundidad de 0,20 m se pueden cultivar cebollas de verdeo, puerros, lechugas, rúculas, radicheta, rabanitos, albahaca y perejil, entre otros.


Sustratos

Los sustratos están formados por diferentes mezclas que optimizarán el crecimiento vegetal en condiciones especiales como son las urbanas. Se trata de sistemas porosos de origen natural y enriquecidos con nutrientes. Cada uno tiene ventajas y desventajas y al igual que en una buena receta hay que conocerlos para armar el conjunto perfecto para nuestra huerta en macetas. Un sustrato consiste en un sistema formado por 3 fases: sólida, líquida y gaseosa. En ese ambiente se desarrollarán las raíces y por lo tanto es importante el volumen del contenedor. Se considera que un buen sustrato debe tener aproximadamente 85% de porosidad total. Un suelo en general no supera el 50%. El manejo de las plantas en un contenedor es mucho más intensivo que el de las plantas en el suelo, ya que la gran superficie de éstos en relación con su volumen les confiere poca plasticidad ante variaciones ambientales, estando las raíces expuestas a fluctuaciones de disponibilidad de agua, temperatura, etc. El balance de macro y microporos es fundamental ya que los primeros son


responsables de retener el agua y los segundos de la circulación de los gases, principalmente oxígeno un gas vital para la vida radicular.

Propiedades de los sustratos El sustrato con el que llenaremos los contenedores será una mezcla de distintos componentes. Cada uno aportará sus características que, sumadas, darán un sustrato óptimo para el cultivo. Propiedades físicas: Un sustrato para maceta debería contar con gránulos considerablemente más gruesos que los de la tierra de un suelo. Esto facilita la aireación pero también limita la retención de agua. Al hacer una mezcla con sustancias orgánicas y minerales, hay que lograr el equilibrio entre retención de agua y aireación. La densidad aparente de un sustrato debe ser baja para que las raíces puedan penetrar con facilidad. Esto también disminuirá el peso total de la maceta. Muchos sustratos son orgánicos (turbas, resacas, etc.). La materia orgánica tiene propiedades tales como baja densidad, elevada porosidad, gran capacidad de intercambio iónico y alta capacidad de retención de agua. Una parte del sustrato suele estar formada también por sustancias minerales naturales o artificiales (tierra volcánica, arena, perlita, vermiculita, etc.). Estos productos minerales tienen una elevada densidad real, una densidad aparente muy baja y son muy porosos. Propiedades químicas: El sustrato ideal debe proveer nutrientes asimilables por la planta. Estos son los macro, micro y oligoelementos El pH, índice de acidez, es determinante en un sustrato. Según el pH de éste, estarán disponibles en mayor o menor medida los nutrientes. Por ejemplo, con un pH bajo (< 7) están poco disponibles los iones de calcio, azufre y potasio, mientras que a pH alto son poco asimilables los iones de fósforo, hierro,


manganeso o cinc. La turba, por lo general, suele utilizarse como un sustrato que baja el pH. No siempre los sustratos armados artificialmente están en condiciones de aportar los nutrientes necesarios. Por lo tanto, al momento de su preparación, recurriremos el uso de algún material compostado (humus de lombriz o compost) para lograr un sustrato completo.

Un buen sustrato debe:  Proveer de aireación a las raíces  Evitar el apelmazamiento  Retener los nutrientes para que estén disponibles para la planta  Retener el agua sin perjudicar la aireación de las raíces  Si se seca, volver a mojarse con facilidad

Características de algunos sustratos Los sustratos son sistemas porosos, puros o combinados, de origen natural, física y químicamente de composición equilibrada, estables y enriquecidos con nutrientes. Están ausentes las semillas de malezas, agentes fitopatógenos y olores desagradables. Dependiendo de la cantidad que los componen se clasifican en: puros o combinados (son los sustratos comerciales preparados). Dentro de los puros, estos pueden ser orgánicos o inorgánicos (minerales). Los orgánicos (según su origen), se dividen en naturales (turbas) y no naturales (el compost). Recordemos, que aunque el proceso de compostaje es natural, los sustratos comerciales provienen de pilas armadas artificialmente para estimular este proceso a partir de restos orgánicos. A nivel ecológico, el uso de éste es más indicado ya que las turbas son un elemento natural “agotable”. Los sustratos inorgánicos pueden tener o no tratamiento previo.


Orgánicos: Las turbas: Son el producto de la fermentación de restos vegetales por acción del agua en condiciones anaeróbicas y frías. Las más utilizadas para macetas o contenedores son las turbas "rubias". La turba rubia o poco descompuesta posee una excelente porosidad y es buena receptora de soluciones nutritivas. Proporciona gran aireación a las raíces, es muy liviana y está libre de patógenos y semillas de malezas. Después de su humedecimiento y abonado puede ser utilizada inmediatamente. La presentación de este tipo de material no siempre es la misma; existen algunas que ya vienen desmenuzadas y humedecidas, lo cual es muy conveniente a la hora de trabajarla en la mezcla de un sustrato. Las turbas "negras" están más descompuestas y en consecuencia poseen una calidad inferior a las turbas rubias en capacidad de retener el agua y proveer aireación a las raíces. Dependiendo del proveedor, las turbas tienen diferentes presentaciones. En el caso de encontrarnos con un embalaje que contiene turba apelmazada y seca, es recomendable desmenuzarla y humedecerla ligeramente, ya que de lo contrario se dificulta su manipulación. Conforme al tipo de cultivo a desarrollar sobre el sustrato que contiene turba, tendremos que añadirle carbonato de calcio (cal) o dolomita (carbonato de calcio y magnesio) para aumentar su pH. Esto dependerá del tipo de turba, de la dureza de las aguas empleadas y de los cultivos que vamos a realizar. Si se añade cal y se la mezcla con la turba, habrá que dejarla en reposo unas 10-12 horas para que la cal reaccione con la turba antes de su utilización.


Turba

Compost: Es un sustrato óptimo para el crecimiento vegetal que se obtiene comercialmente de la reutilización de subproductos de la industria papelera, la agrícola y la poda municipal. A escala domiciliaria, familiar, barrial, etc. se obtiene de la transformación de los restos orgánicos. Dependiendo de los componentes de los cuales provenga y del grado de maduración presenta diversidad en su composición, pero en líneas generales tiene una porosidad óptima con poros (canales de circulación) que retienen y conducen el agua y el aire por todo el sustrato. Por su fertilidad, es un material rico en nutrientes asimilables por las plantas, que mantienen un bajo contenido en sales solubles y rangos de pH adecuados a los requerimientos vegetales.


Corteza de pino compostada media Es un subproducto de la industria papelera. Viene en tamaños de 2 – 4 mm. Debe ser compostada, para convertirse en un material estable y equilibrado. Es fuente de materia orgánica, retiene agua y nutrientes. Favorece las mezclas aportando capacidad de drenaje y aireación. En las macetas de 2 a 5 l se puede incorporar hasta un 40%, junto con perlita y compost.


Inorgánicos  Sin tratamiento previo: Materiales silicatados sólidos: Son materiales inertes, sin actividad química, con granulometrías entre 2 -0.05 mm (arenas) y entre 9 – 2 mm (piedra partida). Se usan como drenantes. Materiales silicatados con porosidad interna: Estos materiales sufrieron una expansión por su naturaleza de tipo volcánica y eruptiva, como es el caso de las pometinas (piedra pómez). Ofrecen una combinación de poros de drenaje y poros de retención. Se comercializan en diversos tamaños de partículas (4 – 2 mm)  Con tratamiento previo: Son materiales alumino – silicatados que, como consecuencia de ser sometidos a altas temperaturas, se expanden por el agua de su estructura que pasa a estado de vapor. Los hay inertes, como las perlitas o con actividad superficial, como las vermiculitas y las arcillas expandidas (lecas). Perlita: Es una roca volcánica de yacimientos en Salta (Argentina). Se muele y somete a altas temperaturas para promover su expansión. Es un material muy liviano, de 3 a 5 mm. Tiene alta porosidad. Su pH es neutro y retiene de 3 a 4 veces su peso en agua. Es el complemento perfecto en las mezclas para ornamentales y hortícolas cultivadas en macetas y contenedores. No utilizar como mejorador de suelo en lugares del jardín o de la huerta que se pisan ya que se comprime y pierde sus propiedades. Se mezcla con compost como aireador y mejorador de la mezcla.


Arena gruesa: Es un material silicatado e inerte (no retiene ni agua ni nutrientes). Es una de las sustancias más utilizadas en las mezclas para sustratos, pero se debe incorporar en cantidades pequeñas. La arena mejora la estructura del sustrato, pero aporta peso. El tamaño es entre 1 y 0.5 mm. Sirve para dar estructura en las mezclas y para mejorar el drenaje. Las arenas utilizadas no deben contener elementos nocivos tales como sales, arcillas o plagas. La arena de río, que es la mejor, debe estar limpia para ser utilizada en una mezcla de sustratos. La arena usada en construcción no es recomendable porque tiene mucha arcilla, por lo tanto, se compacta. Poco recomendable en sustratos para hortícolas.


Arcillas expandidas (Lecas) Son aluminosilicatos extraídos de los perfiles de suelos de la zona del área Metropolitana de Buenos Aires. Se expanden al someterlos a altas temperaturas. Son materiales livianos y de alta porosidad. Se comercializan en tamaños de entre 1 y 8 mm. Retienen agua y se utilizan como material drenante y aireador. Su pH está entre 5 - 7. Se las utiliza como base (piso interno) de las macetas para favorecer el exceso de agua de riego o por lluvias.

Pometina (Piedra Pómez) Se origina de rocas volcánicas, producto de las erupciones. Es frecuente verla flotar en lagos y ríos cordilleranos, cercanos a volcanes. Es liviana y muy porosa. Mecanizada se ofrece en tamaños de 2 -5 mm. Es indicada como esqueleto en los medios de crecimiento dónde se requiere aumentar la retención de agua y la capacidad de circulación del aire dónde además es necesario que sea muy liviano (terrazas verdes, jardines verticales).


En macetas es un excelente sustituto de la leca, pero presenta el inconveniente que se puede romper y compactar en caso que estĂŠ saturada con agua por mucho tiempo.

Notas:


Los cultivos de la huerta orgánica Introducción Son muchas las hortalizas y sus variedades que tenemos la posibilidad de llegar a cosechar en una huerta. Plantas de hoja cómo la lechuga o la espinaca, de raíz cómo el rabanito o la zanahoria, de fruto cómo los tomates o las berenjenas e incluso el consumo de inflorescencias cómo el alcaucil o el brócoli. Una primera división por familia botánica facilita esta clasificación ya que los diferentes géneros comparten en líneas generales exigencias de suelo, clima y riego.

Los cultivos de la huerta orgánica Familia

Clima

Asteráceas o

Templado

Compuestas

fresco

Tipo de

Exigencia de

suelo

nutrientes

Profundo

Medianos

y suelto

consumidores

Riego

Especies

Abundante

Lechugas Escarola Achicoria Radicheta Cardos Alcaucil

Convolvuláceas

Templado

Elevados

Mediano

cálido

y muy

consumidor

Escaso

Batata

Moderado

Repollos

sueltos Crucíferas

Templado fresco

Profundo

Altos y medianos consumidores

Repollitos de Bruselas Coliflor Brócoli Nabos


Rabanitos Rúcula / Oruga Berro Cucurbitáceas

Templado

Suelto,

Altos

cálido

elevado y consumidores

Moderado

Zapallos Calabazas

con buen

Melones

drenaje

Sandía Pepinos Zapallitos de tronco Gramíneas

Templado

Profundo

cálido Labiadas

Altos

Abundante

Choclo

Albahacas

consumidores

Templado

Profundo

Medianos

Abundante o

cálido

y muy

consumidores

escaso (según

suelto

la especie)

Orégano Salvia Tomillo

Leguminosas (1)

Templado

Profundo

Reponedores y Moderado

fresco

y con

medianos

Arveja Haba

buen drenaje Leguminosas (2)

Liliáceas

Templado

Profundo

Medianos

Moderado

cálido

y con

consumidores

(sensibles a

buen

falta o exceso

drenaje

de agua)

Templado

Profundo

Medianos

fresco

y suelto

consumidores

Moderado

Chauchas Porotos

Ajo Cebolla Puerro Ciboulette Espárragos


Quenopodiáceas

Templado fresco

Profundo

Medianos

y suelto

consumidores

Moderado

Acelgas Remolacha Espinacas

Solanáceas

Templado

Profundo

Altos

cálido

y suelto

consumidores

Abundante

Tomates Pimientos Berenjenas Papas

Umbelíferas

Templado fresco

Muy

Medianos

Moderado y

suelto y

consumidores

continuo

profundo

Zanahorias Apio Perejil Hinojo Cilantro

Detalle de los principales cultivos de la huerta Tomate (Lycopersicum esculentum) Familia: Solanáceas Epoca de Siembra: Desde finales de invierno hasta inicios del verano Días a cosecha: 4 – 5 meses Variedades: Existen variedades de crecimiento limitado (llamadas “determinadas”) como los de tipo perita Loica, Rio Grande y HB Gaucho o tipo Cherry y otras de crecimiento ilimitado (indeterminadas) como los redondos Platenses, Marmade y Perita. También existen variedades tipo Cherry de crecimiento indeterminado. Los Cherries (determinados) se desarrollan y fructifican sin inconvenientes en macetas y jardineras Suelo: no es muy exigente en suelos, pero si al drenaje. Crece saludablemente en suelos sueltos de textura ligera y ricos en materia orgánica. Pueden ser desde ligeramente ácidos hasta ligeramente alcalinos


Cuidado con: olvidar de retirar los brotes axilares. Si se desarrollan todas las hojas de la tomatera, tendremos muchas hojas y pocos frutos. El dato mas allá: Las tiras de trapo de algodón es lo más efectivo para asegurar los tallos al tutor ya que evita los estrangulamientos El tomate tiene sus orígenes en los Andes peruanos, pero la gastronomía de los países mediterráneos lo han elevado a la jerarquía del rey de la huerta. Esta baya no se introduce de forma clara en la cocina mediterránea hasta bien entrado el siglo XVIII. Debido a su parecido con el fruto de la belladona y a la desconfianza que inspiraban las solanáceas, se consideraba que se trataba de un vegetal totalmente tóxico. Su consumo se inició en las clases populares debido a los frecuentes períodos de hambre sufridos por las poblaciones vecinas al Mediterráneo. Los italianos conocieron las variedades amarillentas y lo denominaron pomodoro (manzana de oro), los franceses pomme d’amour por considerarlo afrodisíaco y en España optaron por la adaptación del nombre indígena de tomatl. Tiene un interesante valor nutritivo muy similar al de las frutas, con un notable aporte de Vitamina C y provitamina A. Este aporte disminuye con la cocción y el tiempo de conservación. Diversos estudios evidencian que los tomates que han madurado en la planta, no sólo son más sabrosos sino que además tienen dosis más elevadas de estos dos valiosos antioxidantes 200 gr de tomate aportan:  El 80% de la vitamina C  1/3 de la vitamina A  ¼ del ácido fólico  Vitamina E  El 15% de las necesidades de Potasio  El 12% de las necesidades de Magnesio  Sólo 34 calorías Al igual que las papas, el tomate verde contiene sustancias tóxicas, como alfasolanina, saponinas y lectinas. En las dosis habituales de consumo no causan ningún perjuicio. Son sustancias que el tomate contiene a modo de insecticida natural. Las virtudes de las diferentes variedades:


Existen decenas de variedades, que pesan desde unos pocos gramos hasta frutos de casi 600 gramos. No sólo varía la fecha de siembra y su manejo en el cultivo, sino que también su uso en la cocina. Los tomates perita son los más adecuados para conservas, platos cocidos y ensaladas; los de racimo son especiales para salsas, asar o saltear (su piel es más gruesa); los redondos para ensaladas y los cherries para brochettes, canapés y ensaladas. Cultivo: Siembra: A comienzos de primavera en almácigo. Cuando los plantines alcanzan unos 8 – 10 cm se repican a una macetita plástica. Se trasplantan definitivamente en la tierra cuando no haya riesgo de heladas. Exigencias: Exige una exposición a pleno sol y prefiere suelos sueltos de textura ligera, ricos en materia orgánica y profundamente trabajados. Pueden ser desde ligeramente ácidos hasta ligeramente alcalinos La distancia entre plantas dependerá de la variedad elegida, no obstante 0,40 m es una separación óptima para el crecimiento saludable de una tomatera. Si el tablón tiene 1m de ancho, haremos 2 líneas separadas 0.70 m. Requieren tutores para su desarrollo. El riego debe ser regular y frecuente. Los tomates “determinados” alcanzan cierto tamaño y detienen su crecimiento. Los “indeterminados” no paran de crecer hasta que en el otoño una helada termina con la planta. Para una huerta familiar los “determinados” son los más recomendables. Este dato se especifica en los sobres de semillas. Una cobertura de paja mantendrá el suelo fresco y protegido de los rayos UV del verano y de la proliferación de malezas. ¿Cómo calcular el nº de plantines?  El tomate rinde 2 Kg por mes por cada metro lineal: Si la familia consume 3 kg de tomate por semana, el consumo mensual será de 12 Kg. 12 Kg/2 Kg m lineal= 6 metros lineales La distancia de plantación promedio es de 0.40 m. En 6 m lineales plantaremos 16 plantines de tomates. X

X

X

X

X

X

0.4 m Lo que es equivalente a: un tablón de 3 x 1 m con 2 líneas de 3 m lineales, separadas a 0,70 m, con 8 plantines en cada línea.


¿Qué labores necesitan las tomateras para crecer saludables? Poda de formación

Práctica imprescindible para las variedades de crecimiento indeterminado. Se realiza a los 15-20 días del trasplante con la aparición de los primeros tallos laterales, que serán eliminados, al igual que las hojas más viejas, mejorando así la aireación del cuello y facilitando la realización del aporcado

Aporcado

Consiste en cubrir la parte inferior de la planta con compost para favorecer la formación de un mayor número de raíces.

Tutorado

Es una práctica imprescindible para mantener la planta erguida y evitar que las hojas y sobre todo los frutos toquen el suelo, mejorando así la aireación general de la planta y favoreciendo el aprovechamiento de la radiación y la realización de las labores culturales.

Desbrotado

Consiste en la eliminación de brotes axilares para mejorar el desarrollo del tallo principal. Debe realizarse con la mayor frecuencia posible (semanalmente en verano-otoño). Los cortes deben ser limpios para evitar la posible entrada de enfermedades

Deshojado

Se realiza para facilitar la aireación y mejorar el color de los frutos. También se retiran las hojas enfermas

Cosecha: Tomamos cuidadosamente el fruto maduro y lo separamos de la planta con un corte limpio.


Zapallitos y Zucchini Nombre científico: Cucurbita pepo Familia: Cucurbitáceas Epoca de Siembra: Primavera Días a cosecha: 60 – 90 días Variedades: verde redondo y variedades italianas de zucchini (amarillos, verdes, etc) En condiciones de stress (por ejemplo: falta de riego), aumenta el número de flores masculinas, disminuyendo en consecuencia la cantidad de frutos Suelo: Suelto, elevado y con buen drenaje Cuidado con: la vaquita de los melones, plaga que ataca el follaje de las cucurbitáceas Estas hortalizas se vienen cultivando desde hace muchos años en todas las regiones cálidas del planeta. La mayoría de los autores localiza su origen en la América precolombina, con los españoles como responsables de su introducción en Europa. Los indios americanos ya lo cultivaban y lo llamaban “askutasquash”, traducido como “algo verde que se come crudo”, palabra de la que deriva el término inglés “squash”: calabaza. A lo largo de la década de 1920, los emigrantes italianos se lo llevaron a América para que no faltara en sus comidas familiares. De esta forma volvieron a su madre patria. Zucchini significa “zapallito” en italiano (el diminutivo de Zucca, zapallo o calabaza) y es cómo se denomina al zapallito largo en la mayoría de los países. Un zapallito de 250 gr aporta sólo 48 calorías, pero acompañadas de cantidades notables de nutrientes esenciales. Están compuestos por un 93% de agua, son ricos en vitaminas C, A y B. Su alto contenido en Potasio y bajo en Sodio los hace excelentes reguladores de la presión arterial. Cultivo: Siembra: en forma directa, colocando dos semillas por hoyo (previamente relleno de compost maduro y con un puñado de harina de hueso) a una distancia de 0.50 m a 1m. La planta de zucchini tiene forma arbustiva y ocupa menos espacio que la de los zapallitos de tronco que tiene un crecimiento rastrero. Seleccionaremos una planta por hoyo. En almácigo se puede adelantar sembrando en macetitas para luego trasplantar en tierra. Exigencias: A pleno sol. Requiere de suelos sueltos, profundos y ricos, inclusive se desarrollan perfectamente sobre una pila de compost en maduración. Tienen cierta


tolerancia a los suelos salinos. Riegos frecuentes y abundantes. Mantener el suelo con una cobertura de paja evitará la pérdida de humedad en verano. Se asocia con choclos que sembraremos en hoyos formando cuadrados y reservaremos los centros para estos zapallitos. Las flores también son muy apreciadas en gastronomía por su sabor dulzón y delicada textura. Elegiremos las masculinas ya que de las femeninas se formarán los frutos. Cosecha: Los frutos se cosechan jóvenes, cuando aún presentan un aspecto turgente y lustroso. Como delicatesen gastronómica pueden cosecharse muy inmaduros con la flor en el extremo. Evitar que los frutos maduren ya que cuando comienzan a formar las semillas, se debilita la planta y bloquea la producción de frutos Lechuga (Lactuca sativa) Familia: Asteráceas El origen de esta popular hortaliza hay que buscarlo en el sudoeste asiático. Conocida por los persas, su introducción en Europa es muy remota, dónde fue cultivada por los romanos que la empleaban contra el insomnio y las dolencias hepáticas. Su nombre botánico Lactuca sativa, alude al jugo lechoso que desprende la planta al ser cortada. Existen numerosas variedades de lechugas de tamaños, colores, sabores, texturas y exigencias diferentes. Unas que se desarrollan mejor con bajas temperaturas y otras que soportan sin florecer los calores estivales. Cultivo: Las lechugas se desarrollan bien en suelos fértiles, ricos en materia orgánica y con buena capacidad para retener la humedad. Su cultivo puede iniciarse por siembra en almácigo y luego un trasplante o bien por siembra directa con un raleo posterior. Las lechugas son medianamente exigentes en nutrientes. Si el cultivo precedente tuvo un aporte generoso de compost, estas se desarrollarán saludablemente hasta su cosecha. Esto es lo que sucede con las lechugas de otoño – invierno que podemos cultivarlas dónde en verano prosperaron los tomates, ajíes o berenjenas. La distancia entre plantas puede diferir dependiendo de la variedad, pero en general es de 0.20 a 0.30 m. En invierno podemos cultivarlas junto a los brócolis, coliflores y repollos, plantas que para completar su crecimiento requieren de mucho espacio. En los meses cálidos podremos ubicarlas al pie de las tomateras o de las plantas de berenjena. Como el ciclo de las lechugas es más corto, cuando llegue el momento de mayor desarrollo de estas plantas, las lechugas estarán a punto de ser cosechadas


dejando lugar para el crecimiento de sus grandes vecinas de cantero. Es importante escalonar las siembras, para obtener también cosechas escalonadas. De esta forma evitaremos que se induzca la floración con el consecuente endurecimiento de las hojas y el surgimiento del sabor amargo que disminuirá su calidad gourmet. Trasplantar unas 20 lechugas al cantero por mes, será suficiente para una familia tipo. La Maravilla de las cuatro estaciones o la Red Salad Bowl son variedades perfectas para huerta familiar durante el invierno. No sólo resisten el frío, sino que además son muy ornamentales y permiten ser cosechadas “por hojas”, sin descalzar toda la planta. Esta forma de recolección permite alargar durante más de un mes el tiempo de cosecha, consumiendo las hojas externas que son las más ricas en clorofila, nutrientes y minerales. La lechuga aporta sólo 18 calorías por 100 g de parte comestible y contiene un 94% de agua. Está bien provista de minerales, especialmente potasio (264 mg/100 g), calcio (35 mg), fósforo (26 mg) y magnesio (16 mg), así como oligoelementos (cobre, manganeso, níquel y cinc entre otros). También es rica en vitaminas: A, las del grupo B (su contenido en ácido fólico es de 21 mg), C y E. Otra sustancia de interés es la lactucarium, presente en el jugo lechoso del tallo, que actúa de manera calmante sobre el sistema nervioso y como inductor del sueño. Debido a su alto contenido en agua, es muy perecedera luego de ser cosechada. Por lo tanto, no es conveniente almacenarla más de una semana en la heladera. Para trocearla, es mejor utilizar las manos, ya que al contacto con el metal, las hojas se oxidan rápidamente con la consecuente pérdida de vitaminas.

Arvejas (Pisum sativum) Familia: Fabáceas (Leguminosas) Época de siembra: otoño Días a cosecha: 3 – 5 meses Variedades: Para grano verde: Onward, Cuarentona, Mikado, Cobrí Para grano seco: Mikado, Cobrí Se cultivan por sus granos frescos o secos Suelo: Suelto, rico, bien trabajado. Cuidado con: Las enfermedades provocadas por la alta humedad en el ambiente


El dato más allá: Las plantas decaen con temperaturas altas La arveja siempre acompañó al hombre, debido a su importante carga nutritiva y a su facilidad de cuidado. En el cercano Oriente se han encontrado restos fosilizados de arvejas con una antigüedad de 10000 años. Más tarde, alrededor del año 2000 a.C., este cultivo se extendió hacia la India y Europa. En América Latina y España se la conoce también como guisante, alverja o chícharo. Existen numerosas variedades, pero la mayoría de las cultivadas en la huerta familiar requieren de un entutorado para su desarrollo saludable. Estas plantas poseen zarcillos con los cuales se aferran a hilos, alambres, tutores u otras plantas que les sirven de sostén en su búsqueda por el sol. Estas legumbres son de las pocas que pueden comerse verdes ya sean crudas o cocidas o bien maduras y secas, enteras, partidas y aún molidas en forma de harina. Es un alimento excepcionalmente rico en vitamina B1 y 100 gr de arvejas crudas aportan 5,8 gr de proteínas, fibras y sólo 69 calorías. Cultivo: Siembra: A fines de otoño se siembran directamente en el cantero o en el cerco de la huerta, en hoyos espaciados a 25 cm. En cada uno de estos hoyos se colocan 3 o 4 semillas a 5 cm de profundidad. El encañado tradicional soporta dos líneas de cultivo con una separación de 40 a 60 cm entre ellas. Que la tierra esté húmeda y fresca, estimulará la germinación de las semillas; en cambio el exceso de humedad por abundante riego podría llevar al deterioro de las mismas en esta etapa. En la Patagonia es un cultivo que puede hacerse todo el año. Exigencias: Se adaptan bien a casi todo tipo de suelos, aunque prefieren los profundos y húmedos, ricos en materia orgánica. Las arvejas son fabáceas, por lo tanto fijan nitrógeno gaseoso enriqueciendo el suelo. Numerosas hortalizas se desarrollan satisfactoriamente en su compañía ya que tiene raíces pequeñas: rabanitos, zanahorias, nabos, lechugas, espinacas, radiccios y pequeñas crucíferas como el repollo “Corazón de buey”. Cebollas y ajos tienen fama de tener un efecto negativo en el crecimiento de las arvejas. Su época de desarrollo coincide con períodos de lluvias, así que deberíamos ser cuidadosos en no excedernos con el riego.


Cosecha: Para el grano verde: cuando las vainas están bien graneadas y de color verde brillante. Para grano seco: dejar terminar el ciclo, la planta amarillea y las vainas se desgranan fácilmente.

Chauchas (Phaseolus vulgaris) Familia: Fabáceas (Leguminosas) Época de siembra: Primavera Días a cosecha: 60 - 70 Variedades: De enrame: Balina, Painé INTA, Contraancha, Brue Laike, Amarilla Enanas: Balina enana, Famatina Magnif, Labrador, Las Chauchas de enrame requieren tutor y tienen producción continua Suelo: Suelto, rico, bien trabajado. Los compactos pueden perjudicar la germinación. Cuidado con: la falta de agua ya que afecta la terneza del fruto El dato más allá: La recolección de chauchas tiernas puede durar casi un mes. Las variedades de enrame es muy interesante cultivarlas en el cerco de la huerta ya que conformarán un límite productivo y muy ornamental en poco tiempo.

Las chauchas han sido cultivadas desde hace miles por los pueblos indígenas de América. Su denominación es una de las más variables en la lengua española. En México y Centroamérica se las llama “ejotes” como derivación del vocablo náhuatl exotl, “vainitas”, “vainicas” al norte de América del Sur y “poroto verde” en Chile. En España se las conoce como “judías tiernas o verdes” entre otras denominaciones locales. Son un alimento muy saludable y su fibra soluble ejerce un efecto positivo sobre los niveles de colesterol y azúcar en el organismo. Poseen un reducido aporte calórico (28 cal/gr) y un poderoso efecto diurético gracias a su riqueza en potasio y su bajo contenido en sodio.


Cultivo: Siembra: Directa. Hacer hoyos cada 10 cm. dónde colocaremos compost en el fondo de cada uno y 2 o 3 semillas. Tapamos con tierra negra y cubrimos con paja o pasto seco. Es conveniente ralear para que queden los plantines separados a una distancia de 10 cm entre uno y otro. Escalonar las siembras para tener una provisión tierna y constante. Para adelantar el cultivo, podemos sembrar en macetitas y luego trasplantar cuidadosamente. Exigencias: A pleno sol. Suelos bien trabajados, francos. Riegos frecuentes. Existen básicamente 2 tipos de chauchas: 1) las de enrame que pueden alcanzar entre 2 y 3 metros de altura y necesitan algún soporte o tutor para apoyarse y 2) las enanas que no superan los 40 cm y tienen la suficiente fuerza para sostenerse. Cosecha: Los frutos se cortan, no se tironean, ya que se daña la planta y las futuras flores y frutos . Habas Familia: Fabáceas (Leguminosas) Época de siembra: Otoño Días a cosecha: 150 Variedades: Super Agua Dulce, De Sevilla. Suelo: Se adapta bien a todos los suelos, excepto a los muy pesados Cuidado con: la falta de drenaje en el suelo El dato más allá: Tolera la salinidad El cultivo de habas mejora la estructura del suelo, dejándolo preparado para cultivos más exigentes de la siguiente temporada Desde los comienzos de la agricultura hay registros de su cultivo en el cercano Oriente. Luego de extenderse por toda la cuenca mediterránea y siguiendo la Ruta de la Seda las habas llegan hasta China y tras el descubrimiento de América son introducidas en nuestro continente. Fueron los romanos quienes seleccionaron el tipo de haba de grano grande y aplanado que consumimos verde en la actualidad.


Las habas se pueden cosechar con el grano verde para su consumo en ensaladas y guisos o con el grano seco para consumir a modo de poroto y para la fabricación de harina. Son fuente de proteínas, fósforo y vitaminas A y C. Es un cultivo tan frecuente, fácil y productivo que en toda Hispanoamérica se recurre a la frase “En todas partes se cuecen habas” ante una situación de injusticia. En el saber popular, las habas tienen fama de provocar pesadillas si se comen de noche. Antiguamente se pensaba que las almas de los muertos vivían dentro de estas semillas y por esa razón no dejaban dormir con tranquilidad. Cultivo: Siembra: Directa y para ello comenzamos marcando 2 líneas en el cantero a una distancia de 35 – 50 cm. entre ellas. Hacemos hoyos a una distancia de 20 cm y en cada uno colocamos 2 semillas a 5 cm de profundidad. Debido a su gran tamaño y dureza, es conveniente remojar las habas secas unas 12 hs, esta hidratación previa a la siembra acelerará la germinación. A los 10 días aproximadamente comienzan a verse las plantitas. Exigencias: A pleno sol. No requiere grandes aportes de compost, 1 palada por m2 será suficiente. Como el resto de las leguminosas fija el nitrógeno gaseoso gracias a su asociación simbiótica con bacterias del género Rhizobium. Es conveniente cubrir bien el suelo para evitar el crecimiento de malezas. Cuando las plantas alcanzan los 30 – 40 cm. realizamos un despunte para estimular el desarrollo de nuevos tallos. El pulgón negro es la plaga más frecuente de este cultivo que al realizar el despunte también lo eliminamos. Se asocia bien en otoño con lechugas y apios. Cosecha: Se cortan las legumbres verdes y brillantes, sin tironear. Para obtener semillas para el próximo año, se recolectan las legumbres cuando están de color amarronado y secas al tacto. Posteriormente se desgranan, se dejan orear y se guardan en sobres de papel, latas o frascos.


Puerro (Allium porrum) Familia: Liliáceas (Amarilidáceas) Época de siembra: Desde fines de verano a fines de otoño Días a cosecha: 4 - 5 meses Variedades: Blue solaise, King Richard Suelo: Suelto, rico en materia orgánica y con muy buen drenaje. Cuidado con: el exceso de calor El dato mas allá: Verdura que se adapta para su desarrollo al sol o a la sombra Los puerros son originarios de Asia Central y fueron cultivados por hebreos, egipcios, griegos y romanos. Entre los pueblos celtas también era una verdura muy popular. Uno de sus principales componentes es un aceite azufrado y volátil que le proporciona sabor y aroma, así como propiedades curativas, depurativas y preventivas. Sus virtudes culinarias son muy parecidas a las de su pariente la cebolla pero de sabor más suave y aromático. Se consume crudo o cocido. Cultivo: Siembra: Desde fines de verano, en almácigo, a una profundidad de siembra de 1 -2 cm. Cuando alcanzan el grosor de un lápiz se los trasplanta. En ese momento se recortan las raíces y las hojas. Dejar 1- 2 cm de raíces y 2/3 del largo de las hojas para evitar su deshidratación post trasplante. Hacer un hoyo con un palo o una estaca cada 0.10 m, incorporar compost maduro y colocar el plantín. La separación entre líneas es de 0.30 m. Exigencias: Requieren un suelo permeable con buen drenaje y son medianamente exigentes en nutrientes. Un truco para blanquearles la base es cubrirla con paja y asegurarla con hilos. Los tubos de cartón de los rollos de papel son un excelente sucedáneo, colocándolos desde arriba de la planta y cuidando no dañar el follaje. Tienen un ciclo de cultivo muy largo: desde la siembra a la cosecha pueden pasar 4 o 5 meses, lo cual lleva a prever y planificar las siembras y trasplantes. También pueden sembrarse directamente en surcos en los canteros y luego hacer el trasplante. De 3 gr de semillas se obtienen entre 600 y 800 puerros, ocupando 4 metros lineales. Para una producción familiar la siembra de 0.5 gr es más que suficiente. Riegos frecuentes y abundantes


Se asocian muy bien con zanahorias y con cultivos de hojas como lechugas, espinacas y repollos. Cosecha: Cuando la planta está bien formada y tiene la base levemente ensanchada, con la ayuda de la laya, se descalza la planta de raíz.

Choclo – Maíz dulce (Zea mays) Familia: Gramíneas (Poáceas) Época de siembra: Directa en primavera Días a cosecha: 70 a 120 días, según la variedad Variedades: Leales, Opaco INTA Suelo: Suelto, rico en materia orgánica y con muy buen drenaje. Cuidado con: las heladas El dato más allá: Colocar cebos en base a cáscara de naranja al pie de los choclos para detectar la presencia de orugas El nombre de esta planta americana, deriva del nombre popular mahís, que le daban los indios taínos en Haití, cuya traducción sería “el que sostiene la vida”. Presente en la gastronomía de todos los pueblos americanos desde México a la Patagonia de infinitas formas: cocido al vapor, asado, hervido con su chala o sin ella; sus granos se los prepara rallados, fritos o braseados. Para evitar que su piel se endurezca, es mejor añadir sal luego de la cocción. Para que los granos queden más tiernos cocinarlos en una solución de agua y leche por partes iguales. Cultivo: Siembra: Se hacen hoyos pequeños y se colocan 3 semillas cada 50 cm. Escalonar las siembras cada 15 días para tener durante meses choclos jugosos. Evitar las siembras tardías ya que podría haber ataques de isoca de la espiga Exigencias: Exposición a pleno sol. Mínima labranza. Suelos profundos y ricos en materia orgánica. Riegos periódicos. Se asocia con chauchas y zapallos, que se siembran cuando el choclo alcanza los 30 cm. La caña del choclo será el tutor de las chauchas y el zapallo cubrirá el suelo con sus hojas. A medida que la planta crece es


recomendable acercarle tierra con compost al pie. Cada planta producirá alrededor de 1 a 2 Kg de choclos en la temporada. Cosecha: Cuando las barbas estén oscuras, miraremos entre las chalas para comprobar si los granos ya bien formados. Si al clavar la uña, sueltan fácilmente un líquido lechoso, ya estarán en su punto óptimo de cosecha.


Espinacas (Spinacea oleracea) Familia: Quenopodiáceas Época de siembra: Otoño – invierno / Primavera Días a cosecha: 40 - 50 días Variedades: Space, Indian Summer (resistentes al calor) Suelo: Suelto, rico en materia orgánica y con muy buen drenaje. Cuidado con: el suelo anegado, le provoca podredumbres El dato más allá: Es un cultivo de hoja fácil y rápido. Las espinacas son originarias de Asia y alrededor del siglo XI fueron introducidas en Europa por los árabes que poblaron la península ibérica. Guerras y conflictos demoraron su dispersión y recién en el siglo XVIII lograron atravesar los Pirineos. Su delicado sabor tuvo gran aceptación en Inglaterra, Francia y Holanda, donde comenzó su cultivo con fines comerciales. Pocos años más tarde llegaron a América. En la década del 30, las autoridades sanitarias de EEUU se vieron desbordadas por el incremento de los casos de anemia ferropénica, enfermedad causada por la falta de hierro. Se inició una campaña para estimular el consumo de alimentos ricos en hierro a la cual se sumó el autor de Popeye, personaje que al comer espinacas adquiría fuerza sobrehumana. A fines de la misma década se hizo un estudio bibliográfico para determinar el valor del contenido de hierro del vegetal. Y ahí apareció el error. Se encontró que existía una diferencia significativa en la transcripción de los decimales de la cantidad determinada en un estudio alemán, multiplicando por diez el contenido de hierro. Por lo tanto, la espinaca aporta realmente 2,71 mg de hierro por cada 100 g y no 27,1 mg. Cultivo: Siembra: Al voleo o en líneas separadas 0,20 m entre sí. También permiten la siembra en almácigo para luego trasplantarlas al cantero. En ambos casos la profundidad de siembra es de 1 - 2 cm. A las dos semanas de haber nacido las plantitas, hacemos un primer raleo, dejando 5 – 8 cm entre espinacas. Exigencias: requieren un suelo profundo, rico en humus y con buen drenaje. Toleran la sombra y la humedad. Los riegos deben ser frecuentes y regulares. Tienen un


rendimiento de 1 Kg de hojas por mes por metro lineal de cultivo. Con este dato, dependiendo del consumo familiar escalonaremos las siembras para una provisión constante de otoño a primavera. Las espinacas no toleran el calor y rápidamente se induce la floración con temperaturas altas. Se asocian muy bien con puerros y cebollas de verdeo. Cosecha: Cuando las plantas alcanzan un tamaño adecuado, podemos empezar a cortar las hojas grandes de manera selectiva y seguir cosechando 1 o 2 meses más. Otra opción es esperar que lleguen a su máximo desarrollo y cosecharlas enteras.

Acelga (Beta vulgaris var. cicla) Familia: Quenopodiáceas Época de siembra: Otoño – invierno / Primavera - Verano Días a cosecha: 60 – 80 días Variedades: Dark Ribbed Green, Verde de Bresane, Blanca de Lyon (todo el año); Verde de Pencas anchas, Anepán INTA (otoñal). Charlotte, variedad de pencas rojas Suelo: Suelto, rico en materia orgánica y con muy buen drenaje. Cuidado con: Los ataques de babosas y caracoles. El dato más allá: Es un cultivo de fácil y de cosecha escalonada Su origen es asiático. El nombre de acelga procede de la palabra árabe acilca. Es una de las verduras más antiguas que se conocen, ya que su consumo en los países islámicos está documentado desde hace más de 6000 años. Es una fuente extraordinaria en vitaminas y minerales, especialmente en hierro. 200 gr de acelgas aportan 38 calorías, 8 gr de hidratos de carbono, 4 gr de proteínas y 7 gr de fibra. Se consumen salteadas, hervidas o al vapor. Las hojas más tiernas pueden consumirse crudas en ensaladas. Las pencas anchas y más viejas es conveniente cocinarlas separadas de las hojas ya que requieren más cocción. Cultivo:


Siembra: Directa a chorrillo, con raleo posterior. Se siembra el fruto que contiene dentro las semillas. En almácigo se separan cuidadosamente y se repican. En tierra, se ralean y se pueden consumir como brote en ensalada. Exigencias: A pleno sol, aunque tolera muy bien la sombra. Suelo profundo y fértil, aunque soporta suelos algo pesados y los salinos. Aplicar compost antes de comenzar el cultivo. La distancia entre plantas ideal es de 25 cm y la separación entre líneas de 40 cm. Riegos regulares. Vigilar el ataque de los pájaros que les encantan sus hojas tiernas. Cosecha: Si se cosechan cuidosa y escalonadamente las hojas más externas, la planta puede producir muchas hojas sin llegar a florecer. Los cortes se hacen con cuchillo o bien clavando la uña en el extremo de la penca, al ras de la roseta.


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