Cartas de CĂŠsar Colomer a Isabel FrĂas
Cartas de CĂŠsar Colomer a Isabel FrĂas
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 20 de marzo de 1978
Querida Isabel. Qué hay, cómo os ha ido el viaje, supongo que muy bien. Qué tal Ana y Conchi. La verdad es que no tengo nada que contarte y como los últimos días hemos hablado mucho tengo poco que decir. De mis planes para estas Pascuas no sé nada, está misma tarde hemos estado hablando del tema y cada uno tiene un plan, con lo cual no sé cuando podré subir a Jérica, ni cuando regresaré a Valencia, supongo que tu tendrás más claros tus planes. Le has dicho ya a tu madre que salimos juntos, qué les has contado, qué piensan de mi, se ha enterado tu padre, se ha enfadado o se han alegrado. Cuéntame como ha sido y como han reaccionado. Siento una gran pena el que estas fallas se hayan terminado, me has dado la mejor semana de fallas que he tenido y dudo que otros años pueda pasármelo tan bien. Apenas unas horas que te has ido y ya te echo de menos, siento como si me faltara algo. El tiempo me sobra por todas partes y no se lo que hacer, todo lo contrario de estos días pasados. Tengo miedo que ahora, con el distanciamiento, se enfríen las cosas y puedas sentirte culpable o avergonzada por mi. Lo último que querría hacerte es daño, me sentiría un sapo si por mi culpa fueras a tener problemas contigo
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misma o con alguien. Recuerda que es preciso confiar en la gente, pues solo ellas nos pueden dar el cariño y la compresión necesaria. Se muy bien que en muchas ocasiones pueden herirte mucho, pero solo soportando los golpes que te dan y recapacitando en ellos se aprende y se adquiere experiencia. Yo creo que el verdadero peligro no esta en la confianza en los demás, esta en la soledad. En esa circunstancia también necesitamos a los demás y nos ponemos en una situación vulnerable, a merced de aquellos que quieren aprovecharse. Por lo que más quieras, no te sientas sola y ten seguro que aunque físicamente no este contigo, dentro de mi, estoy contigo. Búscame en el contacto con la gente, ten confianza en los que te rodean, son personas como yo, que necesitan cariño y comprensión, seguro que hay muchos dispuestos a dártela. Yo te esperaré aquí, en Valencia, con la esperanza de que este periodo de alejamiento tus ideas se afiancen. Me gustaría que me vieras tal como soy pues me temo que me puedas tener un poco idealizado, comprendo que después de tus experiencias te agrade el que alguien se acerque a ti con animo de conocerte, comprenderte y darte cariño. Pero prefiero que tengas muy en cuenta mis defectos, no me gustaría llegar a defraudarte, quiero ser un buen amigo, nunca un ídolo. Ya te dije lo que pensaba, que quería que me tuvieras confianza, que cuando hable no solo me escuches, que también opines, que me digas lo que piensas. Ahora bien, eso lo has de hacer con todos, no solo conmigo, has de hacerte fuerte para que nadie te haga daño, que te sientas
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segura en tu personalidad, no quiero que jueguen contigo, que no solo te quieran por tu belleza si no por tu persona. Creo que me estoy pasando y más parece una carta de un sacerdote que el de una persona que te aprecia como yo, pero hay veces que no tengo otro remedio que hacerlo, pues me duele que te puedan hacer daño. ¿Qué se va a hacer? ¡¡¡Ea!!!. Y quien no se marea... Jajaja, a que va bien de vez en cuando un poco de cachondeo. Supongo que en Molinicos no habrá semáforos, pues no me gustaría, sino como les iba a hablar. Vuestras cintas se han quedado en mi casa, supongo que no las echaréis de menos. Pues lo que soy yo les doy buen oso. Supongo que te habrás guardado de ligar con vuestros compañeros de coche, que no me enteré yo de nada de eso, sino me enfadaré. Que conste que va en plan de guasa. Tu haz lo que quieras. Nosotros, hoy mismo, nos hemos ligado a otras. ¡¡Eh!! Cuidado, no rompas la carta, que es bola, yo me he pasado la tarde en casa. He estado pensando y creo que prefiero escribirte una sola carta, no me gustaría que la otra llegara cuando tu ya no estés y la lean en tu casa, espero que me sabrás disculpar. Por eso esta carta se retrasará un poco y de ese modo te pondré más cosas. Pensándolo bien, es una lástima que te hayas ido en este momento. Creo que ya nos estábamos tomando confianza, que hablábamos más, incluso, de vez en cuando, había alguna discusión. Ahora que me he quedado
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solo me doy mejor la cuenta de lo maravillosas que han sido estas fallas, sobre todo el día 19, cuando pasamos tantas horas juntos. Por la mañana, al contarme tus problemas, me mostraste tu confianza, te conocí más en ese rato que en todo los días anteriores. Por la noche, me reí más a gusto que nunca, hay ocasiones en que es bueno quitarse ese manto de seriedad y sacar toda la salsa que tienes, creo que es bueno, de vez en cuando, reírse de uno mismo y del papel que desempeñamos. Creo que el fundamento de la libertad es darse cuenta uno mismo de sus posibilidades y limitaciones y, asumiéndolas, hacer o dejar de hacer aquello que nuestra razón nos dicta, siempre que no dañemos a nadie, ni a nosotros mismos, respetando la libertad de los demás, pero sin importarnos lo que opinen mientras no les afecte. Nada, que no hay forma de escribirte "ya estoy de nuevo con rollos filosófico-lógico-sociológicos", pero como estoy de nuevo de guasa ya no lo digo. Por cierto, en caso de saber el significado de alguna palabra haz lo que te pongo en * Lo que no te perdonaría es que ahí, en la tranquilidad del monte, en Casablanca, entre tanto árbol y tanto desierto te entrara la inspiración procedente de las musas de la pintura y te acuerdes de mi dibujo (ya estamos de nuevo con lo mismo). Quiero hacerte una pregunta ¿Entiendes mi carta?. Por favor contestamelo, sino da la vuelta al papel y veras como lo entiendes todo.
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Antes de que me olvide, muchos recuerdos a todos, de mis amigos Manolo, Carlos, Rafa, Luis, Poli, Carmen, el semáforo y el camarero del Tivoli, porque para eso está. Si te aclaras desde luego que eres única. Que coste que no estoy mareado, estoy de cachondeo. Por cierto, como te va la moradura, se ha notado mucho mi bestialidad. Tengo muchas ganas de verte, echo mucho de menos tus caricias. No pienso repetirte las cosas expresadas de palabra, no me gusta expresarlas por escrito, pero las sigo sintiendo y pensando, te quiero. No tengo nada que contarte porque no he hecho nada y lo que (puñetas con este bolígrafo) que tenía que decirte (no hay forma) decirte (desde luego) decirte (al fin), ya te lo he (no se puede cantar victoria) te lo he dicho ya de palabra. Ves no (ya está) no sé lo que pasa (aquí esta), para no poder escribir me voy a despedir. Dales muchos recuerdos toda tu familia (caray con los folios) familias. Y acuérdate que (ya está) que no voy a enviarte otra carta por peligro de que caiga en manos enemigas. Muchos besos y hasta muy pronto. Alguien que te quiere de verdad y que se acuerda siempre de ti. César * Búscala en el diccionario, lo más posible es que no la encuentres, Jaja, chasco.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 22 de marzo de 1978
Isabel, siento mucho el no haberte podido atender mejor por teléfono, hacia apenas media hora que nos habíamos enterado que mi tío Pepe Luis se había muerto, estábamos esperando que de un momento a otro nos llamaran de Madrid dando más detalles. No sé si te acordarás de mi tío Pepe Luis, te lo nombré una vez, era la persona en que tenía depositada toda mi confianza, en mis momentos de soledad y desesperación, él me aconsejó y me guió hasta lo que soy hoy en día, sin él no sería nadie. Y ahora, cuando le había escrito contándole lo tuyo, lo feliz que me sentía de haber encontrado una persona que sentía cariño por mi, va y se muere sin ni siquiera enterarse. Él vio en mi una persona desgraciada, desilusionada de la vida, y cuando comenzaba a encontrarme a mi mismo, a la parte buena de la vida, no se ha llegado a enterar. Me gustaría creer en la vida más allá de la muerte, para tener el consuelo de que aunque no pueda comunicarme con él, él me viera y se sintiera feliz por todo lo que ha hecho por mi. No sabes la falta que me haces en estos momentos. Me gustaría tenerte a mi lado, seguro que serías capaz de darme consuelo. En el fondo necesito tu cariño. Pero no te preocupes, me acuerdo de ti y sé que no tardarás mucho.
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NOTA: Ahora, con la perspectiva del tiempo, no entiendo que estando como estaba no tomarĂĄ el primer autobĂşs, cayera quien cayera. Es lo que hubiera hecho yo.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 17 de abril de 1978
Termino ahora mismo de leer por tercera vez tu carta y creo que hay que fijarse bien en la fecha pues creo que tiene importancia. Es una suerte que lo que anoche escribiste no haya terminado en la papelera, pues se hubiera perdido una buena ocasión de conocernos mejor. Creo que estamos en un momento crítico de empezar una gran amistad, el momento de tenernos verdaderamente confianza, y además, que gran principio, que más se puede desear al comienzo de una amistad que ya haya cariño. Podría decirte todo esto de palabra, pero hay tanto que decir que alguna que otra cosa me dejaría en el tintero y otras pasarías desapercibidas. Encuentro lógico que aunque salgamos juntos te encuentres sola alguna que otra vez, pues yo también me siento solo, incluso estando contigo. Ayer mismo, mientras regresábamos de la Masía, yo sabía que tu estabas allí pero no lo sentía, me molestaban Manolo y Ana, me apetecía en ese momento estar a solas contigo, no por no tener testigos de lo que hacíamos, sino para hablar, comentar sobre cualquier cosa. Y durante el viaje le daba vueltas a lo mismo, por eso no te dije que quería hablar contigo. Incluso, no sé si te darías cuenta, intente que de Paterna a aquí no vinieran ellos. De que lloraras anoche lo que más me duele es que fuera por mi y no de alegría. No
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sabía hasta que punto lo que decía te hacía daño y creo que es por decirlo a la ligera, sin dar explicaciones. Yo había notado que estabas lejos de mi y te dije lo de hablar porque pensaba que había que romper los escudos que nos habíamos puestos para protegernos el uno del otro y que nos estaban impidiendo encontrarnos verdaderamente. Cuando e leído la posibilidad de que podíamos haber dejado de salir me ha entrado un gran escalofrío, como si estuviera a punto de caer en un gran precipicio y por pelos no lo hubiera hecho. Me da la impresión de que no estás muy segura de mi cariño. Me temo que te quiero mucho más de lo que te imaginas, creo que si lo digo tantas veces es porque quiero que sepas que no soy una persona fría y de sentimientos poco intensos. Te aseguro que si tu temes que lo nuestro puede terminar, yo tengo auténtico pánico a que eso suceda, se como reacciono ante esos casos y me impone muchísimo las posibles consecuencias. LA LIBERTAD. No te voy a decir que no me importa pues siento por ella una gran adoración, ahora bien, me gustaría que conocieras ese ideal mio que tanto nombro. Mi libertad no es no tener ataduras, sino tener aquellas que yo quiera y poder soltarme cuando yo quiera, siempre y cuando no dañe a los demás. Para mi, una vida libre no es guiarme por mi egoísmo y hacer lo que quiera y a quien quiera. No me gusta que me digan lo que tengo que hacer, sino que me pidan lo que quieren que haga, dejándome la opción a negarme. Que me exijan aquello que yo he dicho
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que pueden exigirme. Pido que respeten mis ideas, pero me gusta que me digan las suyas, pues mis ideas no son rígidas (entonces sería esclavo de mi mismo y no sería libre) y se fortalecen y mejoran al ser comparadas con las de los demás. Con respecto a ti ya sabes las ataduras que he asumido contigo, y al asumirlas hago ejercicio de mi libertad pues soy yo quien lo hace voluntariamente. Tu pide lo que quieras, pero déjame la posibilidad de negadlo. Tu exige lo que te he dicho que puedes exigir. Tu respeta mis ideas y dime las tuyas para fortalecer las mías. Espero que veas que mi libertad no es libertinaje, ni quiero que la entiendas como una libertad individualista. La libertad que busco es una libertad abierta a los demás, que me permita entregarme a ellos sin por eso mermar mi individualidad. Es esto lo que me atrae de la ideología marxista, su práctica hace necesario el salir de egoísmo personal, para entrar en una conciencia común, dejar de luchar por uno mismo para hacerlo por todos. Quizás sea esto lo que me ha impedido el alejarme totalmente de las ideas del cristianismo, como le pasa a gran parte de la gente. No sé si comprenderás la la idea de libertad que tanto nombro. Creo que es lo mejor que puedo explicarte lo que para mi es la libertad, me gustaría haberlo hecho con suficiente claridad, y que las contradicciones que ves aparezcan más claras. Es como si alguien llamado "nadie" me hubiera preguntado - ¿Quieres la libertad? - Si - le habría contestado - ¿Y para qué quieres la libertad?
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- La quiero como herramienta para poder relacionarme con los demás, conocerlos, ayudarles... y de este modo hacer de este mundo un sitio más agradable y ser más feliz. Para pasármelo mejor o para luchar por una mayor comodidad para mi, no me hace falta, para eso es mejor someterse a los convencionalismos. ¿Me explico?, haz un esfuerzo por entenderme. Creo que hoy más que nunca hago un esfuerzo en quitarme el escudo protector de mi personalidad ante la sociedad que me es hostil. Pero no creo que tu me quieras herir, que en mi no buscas sino a mi y eso es lo que me gusta. La verdad es que en un principio pensaba que no iba a durar lo nuestro tanto tiempo, pero eso ya te lo había dicho, en un principio no era tan intenso mi cariño y muchas cosas podían mandar a tomar por culo nuestra relación. El grupo que habíamos formado con Manolo y Ana ya no funcionaba, ya no salían juntos, lo nuestro estaba poco afianzado y me ligaban mucho mis amigos, me temo que entonces podría haber decidido seguir con ellos. Yo me conozco lo suficiente como para saber que es difícil que yo sienta el cariño que siento. Entonces no tenía una idea muy concreta de la personalidad que iba a encontrar en ti. Lo siento, cuando te dije de salir conmigo no me esperaba mucho, más aun no me creía capaz de llegar tan lejos. Quizás esto te pueda molestar, pero creo que es mejor decírtelo, serte totalmente sincero, pues la sinceridad es la base de la confianza, espero de ti en este momento un
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poco de comprensión y aunque nuestra relación no comenzara como debiera, creo que actualmente se dan condiciones suficientes. Me equivoque al poner un plazo, y no en el plazo sino en decirlo, ha sido un fallo tremendo, no me doy cuenta pero a todo le quiero poner medida, intento plasmar en cosas conocidas aquello que no conozco, quizás sea influencia de mi carrera. En cuanto a lo nuestro, que es lo que importa, es lo que más difícil me resulta decirte. Pienso en lo nuestro y no sé que hacer. El otro día estuve pensando en como podía terminar, y no podía, no me imaginaba la posibilidad de que esto pudiera tener un fin, no quiero que termine, es algo tan maravilloso que no puedo admitir que tenga un fin. Pensé en la posibilidad de que durara muchísimo tiempo, sino era la hora de sentar la cabeza y dejar todos mis ideales para hacer lo que hacen muchos a mi edad y buscar y ganar una posición social. Y en estos planteamientos tenias un papel importante. No sé si recordarás ayer cuando te dije como me gustaría vivir y si te gustaría esa forma de vida. Pero eso es una decisión muy importante, demasiado para para tomarla fríamente. Por otra parte, te conocía muy poco tiempo y poco, estoy poco seguro de lo que quiero realmente, aun no estoy maduro para tomar esas decisiones y más aun con una perspectiva temporal tan grande. Lo siento Isabel, pero por ahora no estoy seguro de que el cariño que ahora siento hacia ti llegue un día en que muera, aunque deseo profundamente el que no suceda. Si te nombro tan a menudo lo del día en que lo nuestro
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termine es porque no sé realmente lo que piensas y temo que la educación que te hayan podido dar te haga pensar de que nuestro cariño no puede desaparecer, es posible que esto último suceda, pero llevamos poco tiempo para poderlo afirmar y hay que tener presente esa posibilidad. Por otra parte, pienso que no hay que mirar con temor ese momento, el cariño no desaparece de la noche a la mañana, sino que lo hace paulatinamente. Lo difícil es que empiece y que empiece en los dos, pues si uno no lo siente, el corte si que puede ser violento. Por otra parte, si con la idea de que cuando termine va ha ser más doloroso, no intentamos acrecentarlo, lo que hacemos es asegurar ese final, un final que por lo menos por mi parte iría acompañado de un sentimiento de impotencia, de no poder llegar más allá de lo que se ha llegado. Hay que tener en cuenta que el cariño no es algo que se de por que si, es algo que hay que cuidar, por eso si se piensa que es algo que va a durar siempre se corre el riesgo de no hacer nada por cuidarlo y finalmente perderle. Isabel, lo nuestro no es un sueño, ni tu eres una princesa encantada ni yo un principie azul, somos dos miembros de la especie humana de distinto sexo, somos adultos y los cuentos de hadas hace tiempo que los guardamos en el armario, somos, o debemos ser, lo suficientemente responsables para aceptar la realidad tal como es y darnos cuenta que nuestros sentimientos forman parte de nosotros mismos, y que si los tenemos no es una tara sino una virtud, que tenemos que asumir y acarrear las consecuencias que ello nos pueda traer.
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El miedo a este verano lo tengo e intentaré afianzar lo nuestro para estar más tranquilo. No se como consideras mi cariño hacia ti, pero me da la impresión que piensas que a mi me trae sin cuidado el que tu puedas encontrarte sola o que te pase cualquier cosa. Si yo te quiero es porque lo que te pase me afecta casi tanto como a ti. Si tu te sientes desgraciada me haces desgraciado. Cuando he leído que anoche lloraste, he llorado y he estado apunto de irme a tu casa para decirte que no había motivos, pero al final he pensado que sería mejor de este modo, con profundidad y serenidad. En cuanto a mi, supongo que la amistad no me faltara, pero tu cariño si. Por eso querré ir a Molinicos. Este verano no podre como estas pascuas oírte todos los días, porque son demasiados. Y mil cosas como esta me dan miedo. En cuanto a problemas de besos y caricias no creo que exista problema, he vivido 21 años prácticamente sin nada de eso. Tu lo sabes pues todo te lo he contado, lo extrañaré poro no por lo que es sino por de donde procede. No me gusta pero te lo voy a decir, estas pascuas tuve una ocasión, pero no tenía ninguna gana, no hubiera sido necesario que me guardara los besos para ti, porque de todas formas lo hubiera hecho, no tenía ni ganas de bailar, de veras. Supongo que cuando te refieres a lo de compartirme te refieres a lo que estuvimos hablando el otro día con Mª Dolores. Si te fijaste cuando lo dije lo hice como una posibilidad meramente lógica.
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Si durante una temporada A quiero a B En una temporada C quiero a D Como puede darse una intersección entre A y C ====> que B y D pueden ser simultáneos. Pero si no recuerdo mal, en otra ocasión, te dije que los sentimientos no suelen someterse a la lógica y no conozco ningún caso que se haya dado de sentir el mismo tipo de cariño hacia dos personas. Lo que si suele darse muy a menudo simultáneamente son las amistades. Ahora bien siempre cabe en el mundo de los sentimientos, pues en él todo es posible. que suceda la simultaneidad del cariño. Yo, aunque no me lo hubieras pedido, de encontrarme en ese caso, te lo diría para que decidieras y espero de ti lo mismo. Como sabes, la sinceridad es para mi fundamental en una relación. Esta misma mañana, sin haber leído tu carta te he dicho que consideraba que eramos semi-novios, creo que coincidimos, "ligues" lo fuimos y lo hemos superado, "novios", puede llegar esa situación, lo cual me gustaría, "amigos", aun no pero creo que es imprescindible que lo seamos y por mi parte voy a hacer todo lo posible, "amantes" yo diría menos, como mucho "aprendices de amantes". Creo que la culpa nunca es de nadie sino del mundo donde vivimos, si eres desconfiada no es por que seas desconfiada, sino porque te has hecho así, como en mi caso el tener actitudes que te hacen desconfiar, pero se
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puede cambiar. Espero haber quitado alguna duda de tu cabeza. Quizás te parezca demasiado idealista, pero soy así, creo que debo ser así, aunque es posible que cambie de forma de ser, pero no puedo negarme a mi mismo, si lo hiciera me haría loco. Te quiero.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 19 de julio de 1978 Querida Isabel. No te puedes imaginar lo que noto tu ausencia. Hoy he comenzado a estudiar, quiero adelantar para no tener problemas para ir ahí. No sería agradable estar contigo pensando que tenía que estudiar. Ayer por la mañana empece por despertarme muy tarde, ya estarías tu trabajando. Me pasé el resto de la mañana leyendo las revistas que no había tenido tiempo de leer. Después de comer me telefoneo Manolo que estaba solo en casa, desde allí llamamos a Luis y al enterarse que estábamos juntos se vino inmediatamente. No sé que reacción química existirá pero al poco tiempo los tres estábamos muertos de risa. Un par de tontunas y un par de gruñidos y ya tenemos la juerga armada. Manolo había quedado con Ana, como es lógico Luis y yo nos fuimos a dar una vuelta. Primero fuimos a su casa, pues tenía que dar una clase y quería consultar unos problemas. Allí estuvimos hasta las 7 de la tarde y nos fuimos a recoger el carrete fotográfico (más tarde hablaré de él) y después al bar de los comunistas a tomar unas cervezas. El pobre Luis estaba la mar de aburrido ya que Mª Carmen se fue a París el día 1 de julio y nosotros teníamos nuestro tiempo ocupado con vosotras. No había salido en 15 días. Hay que reconocer que he tenido más suerte que él, pues tuve unos días para salir contigo, sin embargo él, al
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día siguiente de terminar, se fue Mª Carmen. Además, él no podía acudir a sus amigos y yo enseguida he podido tener un amigo con quien dar un paseo. Desde allí fuimos a Telefónica a llamarte, eso ya no te lo cuento pues si no estas sorda o padeces pérdida de memoria ya lo conoces de sobra. Como era 18 de julio había un grupo de unas cincuenta personas que estaban poniendo flores en la estatua de Franco. Yo, en el fondo, me alegró verlos, al menos se ve que alguien tiene sus ideas por encima de las circunstancias, y por otro lado ya estaban muy feas las flores que tenía y le daban un aspecto muy desastrado. En fin, no hay mal que por bien no venga. Por la noche me dedique a sacar copias de las fotografías. Han salido todas menos dos o tres. ¡¡Ah!! muchas felicidades, ya casi estas hecha una modelo profesional, ya no pones caras raras cuando te hacen fotografías, todo es habituarse a que te apunten con una cámara. Nada más te mando una fotografía, ya que todas pesarían demasiado. Las demás se las daré para que te las dé. No sabes la odisea que fue el sacar copias y la de papel que estropee. Resulta que el revelador que tengo solo trabaja por debajo de los 15ºC y la temperatura de aquella noche en Valencia era de 28ºC. Además, el laboratorio, con lo pequeño que es, con un cuerpo y el calor que desprende la ampliadora, aun aumentaba más la temperatura , aquello era un horno. Para mantener la
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temperatura del revelador tuve que meter la cubeta en otra más grande llena de hielo. El congelador de mi casa no daba a basto con el hielo que necesitaba, pero en fin, todo se soluciono. Aquí en Valencia hace un calor asqueroso, pero por las noticias por ahí tampoco hace fresco pues en Granada y Almería se han pasado los 50ºC en una sorprendente ola de calor que hizo aumentar la temperatura 10 ºC en menos de 10 minutos. Aquí en Valencia no se puede salir a la calle, te achicharras. Esta mañana he ido a mi facultad a recoger un certificado y a la tuya a ver si tenían la papeleta de Fisiología y jamás he pasado tanto calor, he regresado a casa y la ropa prácticamente se podía escurrir. No apetece salir a la calle ni tan siquiera moverse. Solo cuando anochece llega un poco de fresco del mar y se puede respirar. Posiblemente este fin de semana subiré a Jérica con Luis. Según me han dicho, el sábado también irán Ana y Manolo. La verdad es que tengo unas ganas terribles, al menos allí se está más fresco que aquí y además Luis tiene muchas ganas de salir de Valencia y hoy he hablado con los de las Fiestas Populares y todos van a estar este fin de semana allí y es la ocasión más propicia para ver lo que hacemos de cara a este verano. Ya sabes que estuve en contacto con el Consell por este motivo y es necesario que nos decidamos rápidamente. Tu papeleta entes de que se me pase por alto, no
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estaba, iré dentro de dos o tres días y veré si ya está. ¿Cómo están tus padres? ¿Y tus hermanas? ¿Os divertís? No seas tonta y diviértete, no te encierres en casa estudiando. Estás en verano y hay que pasárselo lo mejor posible cuando se tiene alguna ocasión. Me gustaría telefonearte todos los días pero es imposible, pues son muchos días y pocas pesetas, pero de vez en cuando lo haré +, O, D, Me doy cuenta que solo te he contado cosas pero no te he dicho lo que siento. En el fondo me resulta muy difícil hacerlo, no tengo palabras para ello. De todas formas lo voy a intentar con un símil: Soy un hombre que sufrido un accidente y de repente ha perdido un miembro y se tiene que adaptar a su nueva condición. Miro a mi alrededor y noto como si yo estuviera en otra ciudad. No sé si lo comprendes, pero no tengo otra forma mejor de expresarlo, supongo que terminaré por habituarme, pero desde luego no sera lo mismo que antes de salir contigo. Siempre te tengo presente y es difícil no sentir nostalgia de tenerte conmigo. Si es un momento de alegría o diversión por no poder hacerlo juntos, si es de tristeza por no tenerte junto a mi para consolarme. No puedo evitar que en cualquier momento me venga a la cabeza donde estarás, qué harás, qué pensarás, si en ese momento te estarás acordando de mi. Se que estas muy lejos, pero en el fondo es como si
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ahora mismo estuvieras aquí, junto a mi. La distancia física tiene una importancia muy, muy pequeña, aunque muy lenta de salvar. Pero con la fantasía y los recuerdos unidos a los sentimientos es cuestión de instantes el estar juntos y son muy pequeñas las diferencias. Bueno pues espero que te alegres teniendo noticias mías +, O, D, Contéstame pronto, si no es que ya me has escrito.. Pero en este último caso contéstame con más razón. Recuerdos a toda la familia. Besos. César P.D.
+, O, D,
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 23 de julio de 1978
Isabel, te quiero. No se donde tengo que escribir pero necesito hacerlo. Desde el viernes que no tengo noticias tuyas y ya estoy intranquilo. Me cuesta hacerme a la idea de estar sin ti. Ya he terminado el fin de semana y no he podido sino recordar el anterior en que aun estamos juntos, no sé si a ti te habrá pasado algo parecido. Solo han pasado seis días de que te has ido y a mi me parece que ya llevas años lejos de aquí. El viernes recibí tu carta y nada más enterarme que ibas a pasar una semana muy cerca de Albacete, me acordé que mi primo Fernando hacía muy a menudo viajes en avioneta a Albacete, lo telefonee inmediatamente par ver si aun iba por ahí y me podía acercar algún día, sería todo un número presentarme en las proximidades de Pozohondo en avioneta, pero ya no va, ahora está aprendiendo vuelo acrobático. No te imaginas que desilusión, era un reencuentro de película. Este fin de semana henos estado en Jérica Manolo, Luis y yo, los tres más solos que la una. Yo me fui con Luis por la mañana, entre que llegamos tarde y que no había nadie, lo único que pudimos hacer es tomar un par de cervezas y saludar a unos cuantos conocidos. Después de comer fuimos a ver un partido de fútbol y
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después al bar Milla a jugar al dominó, cogimos un cabeza de turco y le sacamos 5 duros. Por la noche nos preparamos unos bocadillos y nos fuimos a cenar a mi caseta, donde hacemos las paellas, y después nos pusimos a hablar, y bla, bla, bla hasta las 3 de la madrugada y como no hablamos de vosotras. Se nos notaba que nos habíamos quedado compuestos y sin novias. Una de las cosas que comentamos es que sentiríamos en el caso de una hipotética ruptura. En fin, casi nada lo del ojo y lo llevaba en la mano. No quiero ni imaginármelo, si ya es duro estar separado de ti, aun a conciencia de que pasado un tiempo nos volveremos a ver. Lo terrible que resultaría un hasta nunca. En fin no merece ponerse a pensar en eso, yo te quiero y tengo la impresión de que tu también. El mismo sábado por la noche intente llamarte por teléfono, pero la línea estaba ocupadas y después de media hora sin conseguirlo, opte por dejarlo pues la gente de la cola estaba muy mosqueada. En cuanto al domingo nada interesante, levantarse tarde, arreglar la casa, ir a tomarse una cerveza en la piscina, comer y después de dormir la siesta para Valencia nuevamente. Esta noche pensaba que llamarías desde Pozohondo, pero se ve que te ha resultado imposible. En fin, espero tener noticias tuyas pronto. Me gustaría que me dijeras lo que les has contado a tu familia sobre mi, les has dicho que somos novios ¿Cómo
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reaccionan ante mi? ¿Tienen interés de conocerme? Me gustaría más detalles sobre este asunto. Creo que el cariño de la chica ya lo tengo y ahora he de conseguir el aprecio de los padres y no te imaginas lo que me asusta, no querría meter la pata. No sé si podre aguantar hasta finales de agosto para verte de nuevo. pero no puedo ir de aquí para allá y dejando también a Manolo. Ahora que no te tengo aquí cerca de mi me doy mucho mejor cuenta de lo que significas para mi y el amplio espacio que has ocupado en mi vida, poco a poco, sin darme cuenta. Pero ahora que estas lejos me doy cuenta del vació que has dejado en mi al irte y no sé como llenarlo. Ahora es cuando lo veo todo mucho más claro, yo te quiero. Que conste que no hago por halagarte, tu sabes que soy incapaz, lo que digo me sale de lo más profundo de mi corazón, te quiero ¡¡Ea!!.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 24 de julio de 1978
Querida Isabel, ahora mismo he terminado de leer tu segunda carta y tengo muchas ideas en la cabeza, quizás porque ahora que estamos "separados" pienso más en nosotros. En primer lugar siento que he perdido mi independencia y que sin pretenderlo dependo de ti en muchos aspectos. Pero es ta dependencia no es para mi una terrible esclavitud, sino todo lo contrario, me resulta sumamente agradable sentir que una mujer a muchos km. piensa a menudo en mi, y el pensar yo en ella sentir ese profundo carillo hacía ti le da un sentido muy diferente a mi vida. He de decirte que una de las cosas que más me asustó en principio para mis relaciones contigo, era nuestra diferente forma de pensar y tu pasividad. Pero ahora ha desaparecido este temor, porque noto que tu me quieres y sabes respetar mi forma de pensar y te amoldas a ella sin necesidad de perder tu personalidad y además en los últimos tiempos he notado en ti un papel más activo, por lo menos en lo que respecta a mi. Y pensándolo un poco, también en otros aspectos. Por ejemplo en lo de irte a Moncada, te lo pensaste y sin esperar a que nadie tomara la decisión por ti, te decidiste y lo hiciste a pesar de los riesgos que había. El otro día estuvimos hablando en Jérica sobre enamoramientos y pude comprobar que en general la gente
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se lo toma muy a la ligera, les basta un ligero sentimiento de unión a una persona para ya considerarse enamorado. A mi me da miedo el hacerlo, porque es algo mucho más complicado de lo que en un primer momento parece. Para mi es necesario pero no suficiente ese sentimiento. Yo pienso que es imprescindible que se cree un lazo de intimidad y confianza que permita no sentirse incomodo en ninguna ocasión con el otro. Después un conocimiento mutuo como para poder predecir con poco margen de error las relaciones con el otro. Yo quiero que pienses en estos puntos y analices si en verdad lo que sientes por mi es eso. Yo hasta ayer no estaba seguro, pero no sé porque pero lo presentía, pero lo pensé y vi que era cierto y como para mi sería doloroso en que tu no lo sintieras o no fueras capaz de sentirlo en el futuro, te pido que lo pienses y me contestes. También he estado pensando en una pregunta que se me quedo sin contestar, lo de que considerara yo novia. En primer lugar, como este concepto va muy ligado al de pareja y matrimonio voy a comenzar por ahí. Para mi la pareja, como toda relación humana, se trata de un lazo de comunicación. El lazo de conexión es el amor, esa gran virtud que posee el hombre y que tan poco empleamos. Para mi todas las virtudes que pueda poseer el hombre se limitan a la libertad y al amor. Y esto no lo pienso ahora que estoy enamorado sino que lo pensaba antes y en lo que buscaba el sentido de mi vida, como si dijéramos mi religión, mi postura política y social no es sino
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esto y si tengo algo de "odio" es por amor. Pero la pega que puede entrañar la pareja es que pueda exclusivizar o monopolizar este sentimiento. Yo ahora estoy muy seguro de mi amor hacía ti, porque noto que por ello no dejo de sentirlo con la misma intensidad por los demás, y supongo que a ti no te molesta el que lo haga, más incluso te gusta, corrijeme si me equivoco. Con respecto al matrimonio, objetivamente lo encuentro inútil, ojo, no perjudicial. Si dos personas se quieren no necesitan que nadie los una, y desde el punto de vista religioso yo no lo siento. Esta es la idea que siempre he defendido y que tengo y no es a ti a quien se la voy a ocultar, sino sería un fraude. Ahora bien, como siempre he dicho también, si encontraba alguna mujer a la que quisiera y que me quisiera, me casaría. Porque vivo en una sociedad que así cree que hay que hacer y no voy a cambiarlo. Además, no va en contra de mis ideas, pues no es sino una confirmación ante los demás de lo que va por dentro, que aunque sea inútil en ningún momentos perniciosa. Espero estar dejando claras mis ideas a este respecto, pues considero muy importante el hacerlo, por eso si algo no queda claro quiero que me lo preguntes, así como si pudieras darme tu opinión al respecto pues creo conocerlas pero todo es mera suposición. Veamos ahora lo que para mi significa el noviazgo. Yo distinguiría dos tipos, o mejor aun dos periodos: el primero, en el que nos encontramos, o por lo menos eso creo, en el cual está la idea o el propósito, lo que prefieran, de unir las vidas de por vida o por lo menos por un periodo amplio que
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se pretende duradero, pero respetando la incertidumbre del futuro Pero no es nada más que eso, una idea compartida con grandes posibilidades de hacerse realidad, es un periodo donde no existe un compromiso formal sino solo un compromiso de plantearse y estudiar esa posibilidad. El segundo tipo o periodo, en el cual ya hay más compromiso formal, en que se trabaja para subsanar los problemas que traen este nuevo estado de vida. Yo soy de la opinión de que ha de ser lo más breve posible este último periodo, pues al tomar las ilusiones un carácter sumamente próximo, real, entran las dudas y siempre existe la posibilidad de que todo se vaya al traste y entonces las consecuencias son mucho mas terribles, pues aunque en el primer periodo existen esas ilusiones, pero se tienen mucho más presentes las posibilidades de que no lleguen a su fin. En el fondo me molesta ser tan frío y calculador en estas cosas y siento la tentación de dejarme arrastrar, cerrar los ojos y seguir a los sentimientos y a la pasión. Pero es demasiado serio para hacerlo. Sería maravilloso vivir en una sociedad perfecta y en cuanto dos personas se unieran, pero hay que ser realista alguna vez y darse cuenta que la sociedad sobre la que nos movemos es imperfecta y que primero tenemos que vencer las dificultades: La fe, los ideales, mueven montañas, pero solo si se emplea la razón. Todo esto viene a cuento de que si tus padres se huelen de que somos novios, quizás lo mejor es que sepan la realidad tal como es, sin suponerse nada, que sepan lo que pensamos. He estado pensando que sería mejor para
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cuando yo vaya a Molinicos si voy como novio o como amigo que sale con su hija, he pensado que tal vez resultara menos violento para ellos, lo primero. Incluso para mi creo que me resultaría más sencillo, ya que tendría un papel mucho más definido que de la otra forma, piénsalo y obra según tu criterio. En todo caso me gustaría que les dijeras lo que les has dicho. Al fin y al cabo, cuando vaya a Molinicos voy a entrar en tu casa, como se suele decir. Yo pienso , pasando a otro tema, que no es nada raro que nos hayamos fijado en la Luna. Yo cuando la veo te veo en ella como un espejo. Siento como si en ese mismo instante tu miraras exactamente al mismo punto y eso me une a ti. Que otro sitio mejor que ese para nuestras miradas se dirijan en una nueva dirección, quizás el Sol, pero nos quemaríamos los ojos. Por eso, todas las noches, antes de acostarme, me gusta mirar la Luna, te siento más cerca. Además, recuerdo que más de un día la hemos mirado juntos. Si no te pongo nada por signos, es porque en tu anterior carta, al leer "te quiero" sentí tanto o más que cuando me lo dices en persona. No sé, para mi no era solo una palabra, había unos trazos hechos por ti, seguro que si lo escribiera otra persona no sentiría lo mismo al leerlos. Hablando de signos, he estado pensando lo que quería decir , "-", siento que es algo muy especial. Me da lastima que lo que te escribo tardes tanto en leerlo. Me da la impresión que de seguir a este paso la próxima carta sera un paquete de folios.
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Luis y yo tenemos el proyecto de ir mañana a ver a Carlos que está en Cullera, hace tanto tiempo que no lo hemos visto. A lo mejor se viene también Manolo, pero no es seguro, él está en Jérica. Bueno por ahora lo dejo. Te quiero. Un beso. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 27 de Julio de 1978
Querida Isabel. Esta carta te tardará un poco pues te la mando ya directamente a Molinicos. Me pregunto si la carta que te mandé a Pozohondo te habrá llegado o no y la impresión que te ha causado. En verdad que te extraño mucho, varias veces he tenido la tentación de coger el autobús y presentarme en Pozohondo por sorpresa, pero primero por el dinero que costaría y en segundo por que te quitaría tiempo de estudio no lo he hecho, pero no por falta de ganas. Te quiero y me cuesta estar lejos de ti, pero tengo la ilusión del viaje a Molinicos, me imagino un montón de veces la llegada y la grandiosa felicidad que voy a sentir cuando ocurra. Me preguntas muy a menudo lo que hago, si me divierto, si pienso en ti. De hacer no hago gran cosa, después te contaré lo que más o menos he hecho estos últimos días. ¿Divertirme?, relativamente, todos los días salgo a dar una vuelta con Luis, por lo menos estoy algo distraído. ¿Si pienso en ti?, sí, muy a menudo, siempre pienso en ti cuando tengo algo de tiempo para pensar, ahora bien, prefiero pensar,no en lo que hemos hecho en el pasado, sino en proyectos de cara al futuro, de como llevar las cosas cuando de nuevo nos veamos, intento analizarme a mi y a ti, fruto de estos pensamientos es la carta que te envié a Pozohondo y que pienso tiene
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algo de contenido. He tomado la decisión de ir a Molinicos como novio tuyo y no como amigo que sale contigo. Por eso prefiero que se lo digas a tus padres, así me resulta más fácil cuando vaya por ahí. Voy a contarte, más o menos, lo que hemos hecho estos días. El lunes después de escribirte la carta fui a tirarla e inmediatamente después fuimos a dar un paso Luis y yo, como no tenemos pasta terminamos en casa jugando al ajedrez. El martes por la mañana me lo pase estudiando todo el rato, para que explicarte. Por la tarde quede a las 3 y media con Luis para ir a Cullera a visitar a Carlos. Primero buscamos la casa y después estuvimos viendo la película de la televisión. Mas o menos a las seis y algo bajamos a la playa a bañarnos, el mar estaba muy peligroso, con unas olas muy grandes. A pesar de que eramos cinco no nos atrevimos a meternos más allá de la cintura, de todas formas, cuando llegaba alguna ola grande nos desplazaba 4 o 5 metros hacía la orilla. Además, había una corriente tremenda paralela a la orilla que nos desplazaba y alejaba del punto por donde habíamos entrado. En aquellos momentos me acordaba de las veces que habíamos ido a la playa, me hubiera gustado que tu estuvieras conmigo allí, hacía un día fabuloso. Después nos metimos en la piscina de los 34
apartamentos de Carlos para quitarnos la sal y la arena y nos fuimos a merendar. Después de merendar Carlos nos enseño el pueblo y fuimos a un bar a tomar unas cervezas y charlar un ratito. Estuvimos hablando de novias y de suegras y te aseguro que auténticamente me acojonaron. Ahora, yo sigo en mis trece de ser novio y de tener futuros suegros. A las 10 emprendimos viaje de regreso. Nada más llegar nos dijeron que Manolo ya estaba en Valencia y después de cenar me fui a su casa. Estuvimos hablando hasta las tres de la madrugada y, como no, de nuevo el centro de conversación fuisteis vosotras. Como puedes ver, un día de lo más intenso. Ayer miércoles, en cuanto me levante, fui a Farmacia a ver si tu papeleta había salido y como ya sabes no estaba. Después me fui a mi facultad a ver si ya se sabía la fecha del examen de Topología y ni pajolera idea. De ahí me fui al Consell a concretar unos cuantos detalles y recoger unos carteles para las Fiestas Populares de Jérica. Poco después de llegar a casa, vinieron Manolo y Ana, mientras ellos estaban aquí llamaste por teléfono y poco después llegaron dos cartas tuyas. Desde luego que tienen profusión literaria, lo que más siento es no poder mandar más cartas, de lo que no te puedes quejar es de su extensión. Si te gusta sigue escribiéndome tanto, en cuanto llega una carta carta 35
tuya me llevo una gran alegría y el corazón me da un salto. Me encanta ver tu letra, enterarme de lo que estás estudiando y de tener entre mis manos algo pasado por las tuyas. No sé que follón tenía Ana con lo de las llaves y el Padre de Pili que se tenía que ir a Paterna a las 6. Para evitarlo decidimos que bien Luis o bien yo les llevaríamos en coche para que pudieran pasar más tiempo juntos. Así quedamos Manolo y yo en que yo lo arreglaría y el me llamaría para ver lo que se hacía. Me puse en contacto con Luis y le explique el caso para que viniera a las 6. Bueno, pues Luis viene a su hora y nos quedamos esperando que llamara Manolo el cual se fue a Jérica con Ana sin avisarnos. Desde luego Manolo, desde que va con Ana, no tiene la más mínima consideración con sus amigos, no lo comprendo. Anoche Luis estuvo muy desmoralizado y me fui con él por la noche. Se empeñó en coger una "curda" y para que confiara más en mi le dije que yo la cogería con él. Compramos un litro de vino y nos lo fuimos a tomar a un descampado. Como era lógico, cuando llevábamos un cuarto de litro ya estaba colocado y yo tan sereno. De esta forma hablo, se desahogo conmigo, esta mañana ya estaba mucho mejor. No se si se admitirá la terapia de tintorro pero da un resultado fabuloso, para las heridas sentimentales, claro está, siempre que haya alguien que te soporte el rollo. 36
Como ves no me faltan cosas que contarte. Me gustaría decirte más cosas de anoche, pero creo que lo que dijo Luis lo he de considerar secreto de confesión, aunque en lugar de confesionario hubiera una botella de vino. En cuanto a esta mañana a pensar y pensar. No te quejaras de que no te cuento. Me acuerdo mucho de ti. Te quiero, te amo. Me temo Isabel que estoy enamorado de ti y no sabes lo que me gusta. Antes había mujeres ahora hay una Mujer. Te quiero. No se como decírtelo, te quiero, te quiero, te quiero, puñetas que TE QUIERO. Ya escribiré un poco más otro día. Muchos Besos. César.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 29 de julio de 1978
Querida Isabel. no sabes lo que te echo de menos. Me temo que estos días habrás telefoneado a mi casa y te habrán dicho que estaba en Jérica. Se puede decir que estoy aquí de estada, vine ayer viernes por la tarde con Luis. El se termina de ir ahora a Valencia pues no puede quedarse más tiempo. Ahora estamos Manolo y yo solos. La verdad es que os podíais cambiar Manolo y tu, así estarían más contentos juntos y nosotros otro tanto. La próxima carta que me mandes hazlo aquí ya. La dirección es: mi nombre (me llamo igual aquí) C/Juan Añón, 8, 8 Jérica (Castellón) (P.V.) Yo de todas formas bajaré a Valencia el lunes por la mañana y subiré a Jérica el martes. Cuando esté en Valencia sera difícil localizarme, pues tengo que arreglar las gafas, ir a ver lo de tu papeleta, ver mis exámenes e ir de nuevo al Consell. Como de todas formas tu ya estarás en Molinicos intentaré llamarte. Espero que no me ocurra lo mismo que el sábado pasado. Anoche no había Luna, pero vi las estrellas y pensé en ti, sabía que si tu estabas mirando el cielo verías lo mismo que yo. Ya prácticamente ha terminado julio y comenzamos agosto, pronto terminará también. El viernes por la mañana estuve estudiando, a media mañana me llamó Luis para preguntarme si me subía a
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Jérica. En un principio lo dude pero como aquí se está más fresco y más tranquilo y además estábamos los tres de nuevo juntos me decidí y me vine con él. Salimos muy temprano, más o menos a las 4 y media, llegamos aquí, espera un momento, no te ne dicho que cogimos un soldado que estaba haciendo autoestop, nos dio lastima, Luis pensó que en el futuro el puede llegar a estar en las mismas circunstancias, y yo, como he hecho autoestop se lo que es. A lo que iba diciendo. Nada más llegar aquí fuimos a buscar a Manolo, lo encontramos en la piscina, Manolo y Luis se fueron a jugar al frontón y yo me puse a hacer carteles para buscar clases particulares y me fui a pegarlos. Después acudí a donde estaban ellos y nos pasamos la tarde en el bar de la piscina charlando, cachondeandonos y jugando a las cartas. Cenamos los tres solos aquí en mi casa. Armamos un numerito, preparamos la mesa con todo lo que hay que poner, flores y velas incluidas, y después de abrir ventanas y cortinas de par en par nos tomamos nuestros "bocatas". Por la noche salimos a dar una paseo con unos amigos nuestros de aquí y, como no, Manolo y Luis se pusieron a cantar sus canciones. Anoche no podía dormir, no hacía otra cosa que pensar en ti, me puse muy triste, pensaba que me habrías llamado por la tarde y que no te había podido oír. Me asustaba tener que pasar tres días sin noticias tuyas, al menos cuando estas en Molinicos puedo llamarte por teléfono, pero este fin de semana no podía hablar contigo.
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Se que te va a parecer corta esta carta. Tengo muchas cosas que decirte, pero si me entretengo más no saldrá la carta de Jérica hasta el lunes. Dentro de nada sale el último correo y no quiero perderlo. Isabel, te quiero, te amo... Muchos besos. Tengo unas ganas terribles de verte. César P.D. No sé como llegará, destapa la bolsa y ves si te recuerda algo.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 1 de agosto de 1978
Querida Isabel. Te quiero ¿Cómo estas?. Tenía muchas ganas de oír tu voz por teléfono. Espero que no te habrás desanimado mucho por la Fisiología. ¡Animo!. Como de costumbre te voy a contar lo que hecho estos días. El sábado, que te escribí una carta algo corta, pillé al cartero por los pelos, pues ya se iba a llevar las cartas al tren. ¿qué reconociste lo que iba en la bolsa de plástico? ¿Te recordó algo?. Preciosa. De correos me fui a la piscina, allí estuve más solo que un hongo pues todos estaban dentro y yo me quede fuera porque no me gusta la piscina con tanta gente. Después de comer quede con Manolo y nos pasamos la tarde del Milla a la piscina y de la piscina al Milla, jugando al domino. En fin, un torro. Por la noche nos fuimos paseando a Viver para cambiar de aires. Al menos estuvimos más entretenidos pues en el bar donde nos sentamos en la plaza del pueblo, se pusieron a cantar y bailar un grupo de sevillanos que se ve que estaban de paso y desde luego no se lo que tienen los andaluces pero desde luego tenían una gracia para bailar tremenda. En fin, que tuvimos número gratis. Serían la 1 de la noche cuando de nuevo nos pusimos a caminar y regresamos a casa. Yo el domingo, en vista de como me lo había pasado el sábado, me quedé a estudiar, que buena falta me hacía. Por la mañana me vino una clase particular, con la que
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espero tener algo de dinero para ir a Molinicos. Por la tarde, a eso de las 6, vino Manolo y comenzamos a hacer planear nuestro viaje a vuestro pueblo. Iremos a finales de agosto para regresar con vosotras. Ya os contaremos más adelante más exactamente la fecha, para que nos encontréis arreglo allí en Molinicos. Estuvimos viendo el dinero que necesitaremos para ir allí y la forma de conseguirlo. En verdad que es complicado, pensamos hasta atracar un banco, pero entonces no podríamos ir a Molinicos, habría que irse a Brasil y ya me dirás lo que adelantamos en la tierra de la samba. En fin, que no sabemos por donde sacar dinero. Ya saldrán ocasiones como las clases. De todas formas ya hemos inaugurado una caja de resistencia en la que vamos poniendo dinero. El domingo por la noche fui de nuevo con Manolo a dar un paseo y estuvimos hablando de vosotras y de como poder ir. En fin, nada nuevo. Yo creo que si en Jérica no nos conocieran pensarían que Manolo y yo eramos un par de maricas, pues siempre estamos solos y juntos.. Yo esta noche me he quedé estudiando hasta las tres de la madrugada. El lunes me levante a las 9, porque nos teníamos que venir a Valencia. Salimos más o menos a las 10 y cuarto, pero en la autopista cogimos un atasco de 10 Km y no
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llegamos a Valencia hasta la 1 de la mañana. Directamente me dirigí a tu Facultad a preguntar, el resultado ya lo sabes, , después me fui a la mía, para ver la fecha de examen: me examino el 12 de septiembre. Me ha interrumpido Luis que viene algo maltrecho, ya seguiré en otro momento. He recibido tu carta. Era Luis, que ha ido a descargar un camión de fruta para sacarse dinero para pagar el coche y se le ha caído unos cajones encima y como no quería que se enteraran en su casa se ha venido a la mía. No es nada, unos rasguños de poca importancia. Volviendo al relato de lo hecho. El mismo lunes por la tarde quede con Luis a las 6 y media, fuimos a tirar unas cartas de mi madre y a la óptica a ver si podían arreglarme las gafas. Me dijeron que hasta el jueves no estarán pues el platero está de vacaciones, en fin, que no me puedo arreglar las gafas. Cuando regresábamos a mi casa nos encontramos a un compañero de la Academia en la Plaza de la Virgen y estuvimos recordando antiguos tiempos. Después nos fuimos a casa a jugar a los dardos y, como no, le seguí dando una paliza a Luis, para eso jugamos en mi terreno. Me apetece decirte muchas cosas, te quiero, te amo... Intento contarte todo lo que me sucede, pero no se lo que contarte, lo que en verdad deseo decirte es eso, que te quiero, y tengo el empeño que todos lo sepan. Me resulta muy frío contarte lo que hago sin decirte las ocasiones que pienso en ti, pero en ese caso solo podría decirte a tal hora
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pensaba en ti y un instante después seguía pensando en lo mismo. La verdad es que estoy algo mareadillo por el alcohol, espero ser inteligible. En cuanto al martes. Por la mañana me he puesto a estudiar, hasta que he terminado todo el trabajo que me lleve a Valencia. Al terminármelo me he puesto a escribirte esta carta. Entonces ha llegado Luis con su accidente y mientras estaba en casa a llegado tu carta, aunque no la he leído hasta que se ha ido él. En verdad que me ha gustado y mañana mismo te contesto. Enseguida de comer nos hemos venido toda la familia a Jérica. Hemos cogido un atasco tremendo. Yo quería seguir la carta nada más llegar, pero con el trabajo de deshacer los equipajes había tal follón que no he podido. Entonces me he ido a buscar a Carlos y Manolo, los he encontrado en la piscina y nos hemos quedado viendo jugar al frontón. Después nos hemos ido a tomar unas cervezas y ronda va ronda viene. Y no ha terminado aquí la cosa, pues nos hemos ido a cenar a la gasolinera con un amigo nuestro estaba de guardia y no ha faltado la botella de tinto. Para colmo nos hemos ido a jugar al domino al bar Milla y allí nos han invitado a la despedida de un emigrante español en Alemania que mañana regresaba. No te puedes imaginar la de botellas de Champagne que se han descorchado, yo creo que más de 10. Para colmo ha venido Quique, un chico de aquí que canta y toca la guitarra muy bien y nos hemos liado a cantar jotas. Ya te imaginarás el cascorro que hemos cogido.
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Yo me he divertido por primera vez desde que te fuiste y no sabes lo que yo deseaba de que tu estuvieras conmigo, en verdad que me remordía la conciencia el estar en un momento divertido y que tu no estuvieras junto a mi, te echo mucho de menos. Mañana, con más tiempo y más tranquilidad te contestaré a tu carta. Bueno Isabel, ya es mañana, ahora voy a intentar contestar a tu carta. Me alegro que tus padres sepan aun comprender lo que es ser joven y todo lo que en estos momentos sentimos. Quizá si es verdad lo que me dices, el mantener su amor tan fresco como cuando tenían nuestra edad durante tantos años ha permitirles comprender lo que nos pasa. En verdad te envidio el tener unos padres tan unidos, seguro que ver en ellos un ejemplo a seguir. Creo que por lo que me cuentas de tus padres podré hacer buenas migas con ellos si logro superar los dos obstáculos que ya apuntabas en en tu carta. Ahora lo que si me temo que tendrán que hacer es aceptarme tal como soy, pues lo contrario sería cinismo. Isabel, yo no puedo ir a comulgar, pues yo he sido creyente y se lo que significa la comunión y considero que sería un insulto y ya sabes que respeto la religión, al fin y al cabo, la persona que más he querido después de mi madre y es el modelo de persona en que más me fijo ha sido mi tío Pepe Luis y él,prácticamente toda su vida la ha consagrado a la religión. Yo creo que aunque no vaya a misa tengo mi moral y sinceramente te digo que la considero mejor que la de
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algunas personas que van a misa todos los días, espero poder demostrarles a tus padres esto. En cuanto a lo de la política, si en alguna ocasión te preguntaran no les digas que soy comunistas, pues como ya te he explicado alguna vez no es cierto. Si digo que soy comunista es por la manía que existe en nuestra sociedad de que todo el que tiene una posición social y por tanto política, hay que encasillarlo. Yo lo que tengo de comunista es que tengo ciertos conocimientos de teoría marxista y admito y empleo su análisis, así como me siento atraído por su utopía. Pero por otra parte lo considero incompleto, creo que el tratar a las personas como unidades y considerarlas como solo razón dejando de lado los sentimientos es un grave error, es algo que he comentado con mis compañeros de facultad y hemos llegado a una conclusión parecida. Por eso no me gusta la denominación comunista tal como se entiende, sino la teoría marxista en su aspecto materialista y sin ningún lugar a dudas el aspecto material tiene una gran importancia en nuestro mundo, por desgracia. Junto a este aspecto puramente materialista estoy de parte del aspecto social del cristianismo y del taoísmo chino, ya sabes que me gusta leer los evangelios que aportan un aspecto más personal y le dan una auténtica dimensión a los sentimientos de las personas. Como podrás comprender no soy lo que se entiende como comunista, pero como lo que pretendo es que el aspecto material disminuya y los valores humanos adquieran su auténtica dimensión y esto es una idea revolucionaria (cambio profundo de la sociedad) se considera que es de
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izquierda y como a la izquierda están los comunistas allí me encasillan. Puede ser que hace tiempo yo fuera un comunista ortodoxo, pero mis ideas han ido poco a poco cambiando hasta llegar a las actuales. Para mi hay tres grandes pilares de la sociedad: La libertad que nos permite ser nosotros mismos, pero no para hacer lo que nosotros queramos, sino para hacer lo que nosotros queremos para beneficiar a la sociedad en general; el Amor incluyendo todos los aspectos de esta palabra tiene, par mi es la auténtica arma de mi revolución, y la Justicia que nos permite emplear la libertad bajo los criterios del amor. Yo creo que si alguna vez te preguntan tus padres sobre mi ideología política podías intentar explicarles mi postura, creo que me comprenderían mejor que con la denominación comunista. A mi particularmente la política no influye en mis relaciones personales, tengo amigos desde Guerrilleros de Cristo Rey o Fuerza Nueva hasta miembros del FRAP y te he de decir que he hablado de política con ellos y en ningún caso hemos terminado enfadados. Porque si dos personas se ponen a hablar tranquilamente, aunque defiendan posturas opuestas pueden terminar tan amigos. Yo tengo una gran fe en la comunicación entre las personas y sueño en que un día en que todos los hombres puedan hablar tranquilamente sin pistolas, bombas y demás armas. Tu dices que hay un tipo de amor que es necesario encauzar y exclusivizar, supongo que te refieres al que existe entre nosotros y, en este punto, creo que pensamos
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distinto que tu. Creo que si el amor se encauza pierde todo su encanto, a mi me gusta natural y espontáneo, no buscado sino dejar que surja, no sé que mecanismos funcionan para ello pero desde luego no me parecen que sean de tipo lógico, sino como se puede explicar mi cariño hacía ti, yo, desde luego, no le encuentro lógica alguna. Pero para mi tiene mucho más encanto así. En cuanto a exclusivizarlo creo que no es necesario, el por si solo lo hace. Por lo menos así me lo indica mi experiencia. Antes, cuando no te conocía, todas las mujeres eran un posible amor en potencia, sentía atracción por el sexo opuesto, pero desde hace unos meses esto no se da, ya no las veo igual, ahora las veo como unas personas cualquiera, como a los chicos. No sé si me explico bien, no digo que de la noche a la mañana no tenga trato con otras mujeres, sino que ahora las considero como simples amigas y estoy seguro de no pasar de ahí. No sé si lo habrás pensado, pero yo no he pretendido ni pretenderé vivir contigo sin casarme, aunque sé positivamente que es lo mismo para mi. Aun te diría más, aunque fueran de mi misma forma de pensar no lo haría, pues vivo en una sociedad y esta tiene muy clara esta norma. Lo que yo quiero decir es que no me importaría vivir en otra sociedad en que no existiera un lazo oficial que una a la pareja. Me gusta hablar de todas estas cosas, ya que de esa forma nos conocemos en un campo muy importante e imprescindible ante cualquier decisión.
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Tengo ganas de conocer a tus padres. Por lo que tu me has dicho son muy comprensivos y creo que si me conocen sabrán aceptarme tal como soy y me consideren digno de su hija, yo creo que no soy un bala perdida ni un irresponsable, ni un embaucador y quiero que me conozcan para quitarles la duda, muy lógica, de que pueda ser algo de eso. Así estarán más tranquilos y nosotros también sabiendo que ellos lo están. No se si estaran de acuerdo conmigo, pero si ellos ya saben que no soy religioso y cuando se enteren de mis ideas como tu has dicho van a pensar que soy un criminal y que tengo una moral más bien dudosa. Prefiero enfrentarme ahora, aunque sea algo precipitado que todavía no tener hecha una idea sobre mi porque si se hacen la idea que me temo, después me resultaría más difícil cambiársela y no puedo pasar de ellos porque al fin y al cabo son tus padres y me temo que tendré que tener trato con ellos y prefiero que sean amigos. Desde luego te escribo pocas cartas pero la longitud creo que es buena. Espero tu contestación contándome más cosas y diciéndome tus impresiones a lo que escribo. Por favor fíate de mi en todos los aspectos, yo sería incapaz de engañarte en lo más mínimo y no se como hacerte creer que te quiero y que sería totalmente incapaz de hacer algo que te pudiera hacer el más mínimo daño. Has de saber que soy incapaz de ocultarte nada, como no te he ocultado nada de mi pasado. Te quiero y deseo que no dudes de mi. Tu sabes que me fio de ti totalmente, pero no me fio por tu forma de pensar, sino porque me quieres. Pero es necesario que tu hagas lo mismo. Sino siempre
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estoy angustiado por lo que puedas pensar. Isabel, hasta otra, te quiero, te amo. Un mill贸n de besos. C茅sar
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 4 de agosto de 1978
Querida Isabel. Te quiero. Me gustaría contarte muchas cosas más pero la verdad es que mi vida es muy monótona. En el fondo me alegro que en este pueblo no haya ninguna distracción pues de esta forma puedo estudiar mucho más. Otros años como este la única distracción que había era la discoteca, pero a mi no me apetece nada y como a Manolo tampoco le hace gracia, preferimos quedarnos por aquí. Qué diferente sería si tu estuvieras aquí conmigo, seguro que no iba a tener ni un minuto para estudiar. Te voy a seguir contando mi vida, creo que lo último que conoces es la juerga del Alemán. Bueno pues, al día siguiente quedamos a jugar al frontón a las 12, no sé como me metí en ese fregado, pues yo no he cogido una raqueta en mi vida y los otros llevan la tira de años jugando y entrando en campeonatos y todo. Menos mal que también jugaba Manolo y que nos toco sacar a los dos, ya te lo puedes imaginar, los demás casi no jugaron, pues no acertamos casi ninguna, al final perdimos por la mínima Carlos y yo. Por la tarde comencé con las clases y después nos fuimos los tres a la piscina y nos pasamos allí toda la tarde, mano sobre mano. Por na noche fuimos al cine. Ya te conté el follón que armamos el verano pasado con las Fiestas Populares,
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bueno pues, este año hemos empezado a hacer cosas y una de ellas es montar un cine-club, la otra noche hicieron "Psicosis" de Alfred Hitchcock. Hacía un calor terrible y las sillas eran muy incomodas, menos mal que la película era interesante. Desde ahí nos fuimos a casa. Otra de las de la Bullonera, canciones típicas osea que no los estar ahí contigo.
cosas que hemos montado es un recital que es un grupo aragonés que canta de su tierra. Actuaran el 1 de septiembre, podré ver pues por esas fechas pienso
Ayer me pasé el día estudiando hasta las ocho de la tarde, cuando salí ya no encontré ni a Manolo ni a Carlos y estuve con otros amigos, que no son tan amigos, en la piscina. En casa me dieron el recado de que después de cenar me esperaban Manolo y Carlos por lo cual me fui a su casa, es cuando llamo Ana a Manolo y como estabas allí pudimos hablar, no sabes las ganas que tenía de hacerlo. Me gustaría llamarte más a menudo, pero estoy restringiendo gastos al máximo, no cojo el coche para nada, apenas fumo y casi no tomo cervezas como no sea de gorra. De todas formas quiero llamarte hoy o mañana, según el día que te llegue esta carta, que será el día 8 y hará cinco meses que salimos juntos. Después hablaré más de eso. Por la noche nos fuimos a dar un paseo por el pueblo y a ver unos combates de "Catch" que hacían en la plaza de toros. No he visto un teatro más mal montado, era de risa.
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En cuanto a hoy no he salido de casa aun, aunque allá, a las siete y media voy a ir a buscar a Carlos y Manolo. Como ves no tengo mucho que contarte. Isabel, no sé si servirá de algo lo que yo te diga, pero te lo diré. Por favor no te desanimes, no pierdas tu confianza, yo tengo una gran fe en ti, se que eres capaz de cualquier cosa, puede que te den más trompazos aun en tu vida, pero ahora no estas sola, estoy contigo y por ningún motivo te voy a dejar caer, aunque en estos momentos estemos muy distanciados geográficamente, piensa que yo estoy sentado contigo en la mesa donde estudias, quiero que me veas ahí no aquí. El otro día, cuando lo de Fisiología, fui yo el primer chafado, no me lo podía creer, en ese momento se me hundió el mundo, no sabía que hacer, sabía como ibas a reaccionar y me dolía muchísimo no estar junto a ti cuando te enteraras. Cuando colgue el teléfono sabía como te encontrabas y me sentía totalmente impotente, me echaba en cara la forma de decírtelo. Sentía el no poderte dar ánimos en ese momento. Ya sé que los ánimos que pueda darte por carta no se pueden comparar a los dados en persona, pero es lo único que puedo hacer. Dejemos este tema ¡¡Anímate!!. Te quiero con toda el alma y quiero que solo salgan de tus ojos lagrimas de alegría, me gustaría saber hacerte más feliz, me gustaría que tu sonrisa nunca se borrara. Te quiero preciosa. El martes es día 8, va a ser el primer cumplemeses en que no puedo regalarte una rosa, me gustaría tanto
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hacerlo, ver de nuevo tu cara, ver la sonrisa que pones cuando te regalo una rosa, qué ganas tengo de verte pitusa. Supongo que esta carta llegará más o menos por esa fecha. De todas formas no sé a que hora, pero intentaré hablar por teléfono contigo, ya que de nada sirve comprar una rosa, esta vez pondré una conferencia, me gustaría hacer algo más me es imposible. Estoy seguro de que tu también te acordaras de mi ese día. Por otra parte, el día que hagamos medio año podremos estar de nuevo juntos y de nuevo podre regalar alguna rosa. Es una lástima que no bajaras a protestar, podíamos habernos visto de nuevo, imagínate si hubieras venido el día 8, hubiera sido maravilloso. Tengo tantas ganas de verte. En cuanto a los mapas, si quieres yo te los puedo proporcionar, pues si tu me dices los números que son, yo se los encargo a Luis que está en Valencia y cuando nosotros vayamos a Molinicos os los podemos llevar. No nos costaría ningún trabajo. Además ya estuve a punto de comprar otro juego de mapas, pues sabía que cuando los conocieran alguien iba a quererlos. En verdad que has hecho hecho un buen negocio consiguiendo el marco, pues son muy baratos y no te ponen ningún problema de comprarlos, lo único que hay que hacer es saber que existen y donde hay que comprarlos. Posiblemente no tengas solo ese libro que nombre a Jérica, si tienes el Mio Cid, nombra varias veces a Jérica con su antiguo nombre Xérica. En verdad que este pueblo
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debió de ser más entretenido en otras épocas, por lo menos los moros y los cristianos se daban soberanas palizas. En cuanto a Luis, la huelga de controladores franceses se terminó y Mª Carmen llegó el martes. Osea que Luis ya está contento, ya la tiene con él y se le han pasado pasado todos los problemas, supongo que ya no lo veremos en mucho tiempo. El otro día decía Ana que no te divertías. Si lo haces por estudiar me parece muy bien, si tu consideras que necesitas ese tiempo para estudiar, hazlo. Pero si lo haces por "guardarme ausencias", no lo hagas, es algo que tengo claro que es una tontería, yo tengo plena confianza en ti y no necesito que cuando yo no este contigo tengas que estar encerrada en casa aislada del mundo. Y de nuevo te insisto en que tengas confianza en mi, solo así tendrán sentido mis promesas y mis ilusiones. Si no te fías por mis ideas, que no las puedo cambiar así como así, por lo menos hazlo por mi palabra, o quizás pienses que te puedo mentir. Bueno, Isabel, ya te escribiré otro rato. Se que te escribo pocas cartas, pero espero que su longitud contrarreste la cantidad. Te quiero, deseo estar contigo, cada día el tiempo pasa más lento. Un montón de besos con todo mi cariño. César.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 5 de agosto de 1978
Querida Isabel, te quiero. Escribo un poco más y te mando la carta. Me gustaría verte, que vinieras a Jérica ahora que empiezan las fiestas, aunque las del pueblo sea el 15 de septiembre. Quizás para entonces puedas venir un día. Ayer por la tarde salí a las siete y media y estuve con Carlos y Manolo viendo jugar al frontón. Jugaba uno que se pica enseguida, que es la tontería personificada, al que tenemos una manía terrible y nos dedicamos a abuchearlo cada vez que hacía una bola mala, hasta que lo pusimos nervioso y no acertaba una. Que malos somos. Por la noche Carlos se tenía que ir a Valencia, porque tenía una boda esta mañana y nos quedamos Manolo y yo solos, nos fuimos con el bocadillo a cenar al Milla, después, allí mismo, hicimos una reunión de la Fiestas Populares y decidimos comenzar a preparar cosas. El viernes que viene o al otro haremos el festival de cantantes amateurs, ahora, cuando valla a tirar tu carta, tengo que llamar por teléfono a un amigo del Cosell, para ver lo que puede hacer en cuanto a propaganda, equipos de sonido... Además, tenemos que pedirles unas conferencias sobre lo que significa la autonomía para el P,V., sobre homosexualidad y sobre feminismo. En fin, que nos hemos puesto en marcha. A la hora que terminó la reunión nos fuimos a casa y no hay más que contarte. Como ves por aquí no hay mucho
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que hacer. Me gustaría que tu pasaras el verano aquí o yo allí, sería muy diferente, seguro. Bueno pues, lo dejo, seguiré en otra carta. Te quiero, te amo,... Un millón de besos. Tu novio. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 6 de agosto 1978
Querida Isabel, te quiero. Te contare de nuevo lo que he hecho estos días aunque sea repetirme mucho. El sábado por la mañana no salí de casa como es costumbre. No salgo porque todos van a la piscina y a mi no me gusta, hay demasiada gente, a mi solo me gusta la playa porque tiene olas y las piscinas tranquilas en las que solo haya amigos. Por la tarde, como de costumbre, del bar de la piscina al Mulla y del Milla a la piscina, ver partidos de frontón y mosquear a los jugadores. Por la noche nos juntamos un grupo de diez amigos a cenar de bocadillo en el Milla, cuando terminamos todos se iban a la discoteca de Viver y también nos fuimos. Al principio pudimos armar cachondeo pues había poca gente, pero después se llenó y era insoportable, hacía un calor tremendo, muchísimo más que en Forn cuando fuimos. Por otra parte el ambiente ha cambiado muchísimo, si antes había camaradería ahora van tipos rarísimos y hay un ambiente muy idiota. Por eso nos pasamos el resto de la noche en la puerta de la discoteca hablando. Para lo único que sirvieron los 20 duros fue porque encontramos a uno del pueblo y posiblemente a partir de mañana iremos a recoger peras, nos van a pagar a 1.100 ptas la jornada de 8 horas.
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En cuanto al domingo. Por la mañana estuve estudiando como tengo costumbre. Después vinieron a comer unos tíos míos de Madrid y la comida fue extraordinaria, hasta las cinco y media estuvimos de sobremesa hablando de cosas, Entonces vinieron a por mi y nos fuimos por ahí, Carlos cogió su coche y otro amigo el suyo y nos fuimos a dar una vuelta por los pueblos de los alrededores. Como ya es costumbre en Carlos entraba en todas las curvas pasado. A las siete regresamos y nos fuimos a nuestra caseta donde estuvimos hablando y Manolo, como no, nos delito con sus saetas al más puro estilo sevillano. Tanto nos gusto lo de la caseta que por na noche fuimos a cenar allí. Cogimos los bocadillos, llenamos un botijo de agua y encendimos el fuego en el paellero de fuera. Estuvimos allí hablando, cantando (yo no claro) y de cachondeo hasta las tres de la noche. Y a esa hora ya te puedes imaginar donde me fui, a la cama, como es natural. Al final lo del trabajo no ha podido ser, ya no quedan peras para recoger, en fin, qué se va a hacer, otra vez será. Isabel, cada vez de echo más de menos, el otro día en la discoteca no sabes lo que pensaba en ti, como me gustaría que hubieras estado conmigo allí, seguro que todo ne hubiera aparecido distinto, hemos bailado tan poco juntos, jamas hemos ido a una discoteca junto, es algo que tenemos que hacer cuando de nuevo estemos juntos. Anoche mismo hubo un rato en que Manolo y yo nos quedamos solos junto al fuego, no te puedes imaginar que
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precioso era, a mi el fuego me hace pensar y cuando pienso me acuerdo de ti. Para colmo, como ya llevábamos muchos días de poniente y aquí apenas hay contaminación, se veían muchísimas estrellas, entonces me puse muy triste, me apetecía estar contigo, allí junto al fuego y con las estrellas, pero tu estabas muy lejos. En ese momento, si llego a poder irme a Molinicos, me hubiera ido. Los días se hacen muy largos y parece que nunca van a terminar. Me apetecería tanto que ya fuera la fecha de irme a Molinicos. A veces me pongo a pensar el día en que monte en el autobús y las distancias vayan poco a poco acortándose. Mañana hará cinco meses que salimos juntos y no podré estar contigo, va a ser muy difícil hacerme a la idea de no poder regalarte una rosa. Ayer, junto a mi caseta, vi una rosa roja preciosa, solo había una, quizás te parezca una tontería, pero me pareció verte allí, junto a ella. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 8 de agosto de 1978
Querida Isabel, te quiero. Ahora tengo poco tiempo para escribirte, pues de un momento a otro me van a llegar las clases. Esta mañana me han llegado tus cartas, espero que la mía también habrá sido puntual y ya la tendrás en tus manos. Ahora mismo termino de intentar llamarte por teléfono, pero me han dicho que no os funcionaba, de todas formas esta noche intentaré llamarte por teléfono de nuevo, no me gustaría quedarme un día como hoy sin poder hablar contigo. Además, supongo que estarás esperando mi llamada. Hoy es un día importante para nosotros y no me gustaría que fuera como cualquier otro día. En cuanto a lo que hice ayer, poco hay que contar, hasta las siete y media estuve estudiando y después me fui con Carlos y Manolo y estuvimos viendo jugar al frontón. Por la noche, como de costumbre, cenamos juntos, estuvimos jugando al domino y nos dimos un paseo, aquí hay muy poco que hacer. Esta mañana me he dedicado a pasar por todas las casas recogiendo firmas para pedir al Alcalde que ponga luces en nuestra calle. De ti me acuerdo muchísimo, anoche mismo estuve pensando en nosotros y he de decirte que por primera vez en mi vida me hizo ilusión tener un hijo. Quizás te parezca algo exagerado, pero es algo que nunca me había pasado, siempre pensaba que los críos eran un problema y solo
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traían dolores de cabeza, pero ayer pensaba lo bonito que sería y lo importante de darles una educación distinta a la que hemos recibido. Es posible que pensar en esto sea un poco prematuro, de acuerdo, pero en muchas ocasiones uno no piensa lo que debe sino lo que le apetece. Dime, tu nunca has pensado como esta. Nunca ha pasado por tu cabeza un deseo parecido. Veo por tu carta que en ocasiones echas de menos más cartas mías. ¿Te escribo poco? Dímelo, prefieres que las cartas sean más cortas pero más frecuentes. A mi no me costaría mucho trabajo no esperar a que se acumulen varias hojas para mandártelas y cada vez que me pongo a escribir mandarte lo que tenga. Supongo que te lo estarás pasando muy mal, pues yo que solo tengo una siempre estoy intranquilo, pero estoy seguro que tu eres capaz de cualquier cosa. En cuanto a lo de Fisiología, fui a recoger la papeleta, pero el bedel no la tenía. Entonces él me dijo que la de los suspendidos no habían salido, que si quería comprobarlo que fuera a secretaria, allí miraron en una lista y me dijeron que estabas suspendida. Lo de Manolo y Ana me ha sorprendido, pues él no me dicho nada a ese respecto y sigue muy ilusionado en el viaje a Molinicos. De todas formas esta tarde cuando lo vea se lo comentaré. Es verdad que es grave, lo de que Ana pueda tener que irse a Murcia, eso terminaría con lo suyo. No creo que con el poco tiempo que salen puedan resistir una separación casi permanente. Sino imagínate que este
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mes durara un año cada año, sería terrible. Creo que bien merece por parte de Ana un esfuerzo, pero me temo que siga siendo tan irresponsable como a final de curso. Es importante el divertirse, pero este momento es muy serio para ella y debía hacerse a la idea de que ha llegado el momento de sacrificarse para seguir adelante. Me alegro que la otra noche te lo pasaras bien, eso siempre descansa del estudio y permite cogerlo con más interés, ¿a qué sí? Y además cuando uno se divierte el tiempo pasa más deprisa y es lo que queremos. Me alegro que me expliques como son tus padres, pues de esta forma los voy conociendo y cuando llegue la hora de la verdad tendré una baza más a mi favor. Por lo que vas contando voy conociendo sus puntos flacos y creo que no me será difícil salir airoso de mi viaje a Molinicos. Por lo que me cuentas de tus padres me temo que lo que contó Mª Carmen a tus padres va a ser un terrible obstaculo, pues si les parecía mal lo de ir cogidos de la mano, me parece que lo que les contó les ha de parecer una atrocidad ¿No te han vuelto a decir nada a ese respecto?. Me extraña que no tuviera más repercusiones el incidente. Por cierto, como se encuentra Mª Carmen, qué cuenta de su viaje, y tu hermana Conchi, ya se le ha pasado lo de Enrique. Cuéntame algo de ellas también. Por ejemplo, cómo se lo ha pasado Rosi en el viaje. Le has contado 2001 odisea en el espacio. Lo de comulgar no te lo dije por temor a que me lo pidieras, yo sé perfectamente que tu no serías capaz de
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hacerlo. Además el que tu no seas capaz de pedirme cosas como esa, me hace estar más seguro de ti, no me siento presionado en tus redes ni esclavo tuyo, sé que estoy atado en cierta forma, pero nadie me ata, soy yo el que me ato. Te dije eso porque fue una idea que se me pasó por la cabeza, que venía a cuento del respeto que siento por las ideas religiosas. Además, yo he sido creyente y he sentido lo que tu sientes y soy capaz de comprendedlo, mi alejamiento de la religión no ha sido por abandono, ni por despreocupación, sino por un proceso crítico que pienso que es bastante profundo, quizás esa es la causa de que no sea propiamente ateo y le de la importancia que le doy a la hora de hacer mis análisis a la posibilidad de la existencia de un Dios. Aun te diría más, siento una auténtica preocupación por la crisis que están pasando las religiones, y en particular la católica, ya que es la que más me afecta. Esto se debe al gran peso específico que tiene en nuestra sociedad y el fuerte cariz subjetivo que posee, ya te explicaba que uno de las cosas que empobrecían el marxismo era su absoluto objetivismo. Me alegro el haber aclarado el tema del matrimonio y además con una convergencia en ideas bastante similares, pues era de una importancia radical, ya qué tal como se están desarrollando los acontecimientos hay que ir aclarando cosas como esta. Me encanta que me digas que me quieres, como supongo que te gustara a ti que te lo diga que te quiero. Peo hay ocasiones en que hay que bajar de las nubes y pisar tierra viendo todos los problemas con tranquilidad y sis apasionamiento, con sinceridad y sin
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eludir temas por temor a fricciones. Hay que enfrentarse con valentía a la realidad y ver que no todo son caricias y palabras agradables, que junto a eso surgen una infinidad de dificultades a las que hay que hacer frente y cuanto antes las discutamos mejor. Me alegro que poco a poco vayas confiando, creo no equivocarme si pienso que ya hace tiempo significo bastante más que otras experiencias, que ya me consideras como un experiencia distinta y que aunque las cosas no salieran como nosotros queremos, esta época sería un episodio importante en tu vida. Por lo menos yo pienso que tu eres superior a cuanto he vivido, que lo que yo siento en estos momentos no lo he sentido nunca y pasara lo que pasara me sería totalmente imposible olvidarte. Te quiero. te amo y solo se lo he dicho a una persona. En efecto, ha habido ocasiones en que no has confiado totalmente en mi y espero que en esas ocasiones haber podido demostrarte que soy digno de ella, que tu estás muy por encima de todo lo demás y sería incapaz por nada de violar tu confianza. Me encanta recordar los momentos pasados contigo pues son los más felices de mi vida, ahora que estas lejos deseo con más ardor el que de nuevo estemos juntos y podamos vivir más momentos felices. Te quiero muchísimo, tengo unas ganas terribles de estar de nuevo a tu lado. Te quiero. Un millón de besos.
César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 11 de agosto de 1978 Querida Isabel, te quiero. Me parece que tengo poco que contarte. Como ya sabes el día 8 te intente llamar por teléfono, me resultó totalmente imposible hacerlo, no se lo que pasa con las líneas pero siempre están ocupadas. Supongo que te desilusionaría un poco el no poder hablar conmigo, no podía hacer otra cosa. Te contaré lo del miércoles. Por la mañana estudiando, después de comer las clases, de 6 a 8 estudio de nuevo, hasta las 10 nos vamos a ver jugar al frontón y a cenar, y después nos quedamos jugando al dominó hasta la una y media. Lo mismo para el jueves y, supongo, que lo mismo hoy viernes. Bueno, anoche no nos dedicamos a jugar al dominó. Una de nuestras amigas de aquí de Jérica ha terminado A.T.S. y ha encontrado trabajo en el Clínico. Como había cobrado su primer sueldo le dijimos que nos tenía que invitar. Intentamos encontrar Champagne pero en este pueblo, por lo visto, no se estilan esas cosas. Al final compramos una botella de ginebra y dos de coca-cola y nos fuimos a mi huerto y nos sentamos en la puerta de la caseta y estuvimos recordando viejos tiempos y enterándonos de cosas inusitadas. Por ejemplo, nos enteramos de una ocasión que a Luis Torro le pusieron unos cuernos que si intenta pasar por la Puerta de Alcalá se da un trompazo. Al final nosotros (Carlos, Manolo y yo) terminamos convencidos de que éramos unos pedazos de
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pan. ¡Qué barbaridad! como está el mundo. Y esto es todo lo que puedo contar de estos días, a no ser que te interese saber que hoy hemos ido la familia a tomar una paella allí en el huerto. Por aquí, por Jérica, también ha refrescado y por la noche se necesita una buena prenda de abrigo, luego supongo que en Molinicos, estando más alto que esto, ha de hacer más frío. En cuanto a nuestro viaje ya lo hemos decidido, iremos el día 31 de agosto y estaremos allí hasta que terminen las fiestas y vosotras vengáis para Valencia. Tengo unas ganas terribles de que lleguen esos días. En un principio Manolo y yo pensábamos ir antes y pasar más días, pero han surgido diversos problemas. En primer lugar están mis clases particulares que no puedo desatenderlas y segundo es el problema de mantenerte fuera de casa totalmente durante varios días. Te descuidas y con el viaje, la pensión y la comida, amen de un sin fin de gastos que hay que hacer sube una enormidad. Además, si dijéramos que después nos íbamos a separar, aun se explicaría el estar más tiempo haciendo un esfuerzo, pero después vosotras regresáis con nosotros. Osea que ya podéis ir solucionando estos problemas con anticipación. En tu carta me dices que soñaste en mi, pero ¿Qué soñaste? ¿No te acuerdas? Me gustaría que me lo contaras. A no ser que te pase como a mi, que se que he soñado y en que he soñado poro no lo que he soñado. Me acuerdo de ti muy a menudo y deseo que pase
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pronto el tiempo. Cuando tengo un rato libre me pongo a pensar en ti y voy haciendo planes para cuando de nuevo estemos juntos. Te voy a decir uno de los planes que tengo. Yo creo que es muy fácil de hacer, pero me gustaría consultar contigo antes de dar cualquier paso. Yo me examino el día 12 de septiembre con lo cual a partir de ese día tendré un mes de auténticas vacaciones. Viendo tu calendario de exámenes veo que el último examen que piensas presentarte es el de Orgánica del día 13, con lo cual a ti te pasara algo parecido. Por otra parte, espero que no regresarás a Molinicos, pues tendrás que atender a las fechas de matriculación y hacer un montón de papeles a finales de septiembre y principios de octubre. Osea, que es un mes en que dispondremos de tiempo. Yo había pensado que el día 15, que ya habremos terminado los dos y como merecido descanso del verano, podíamos venir aquí a Jérica, pues ese fin de semana son las fiestas aquí. He hablado con mi madre para ver como estaba el asunto. Aunque ya estaremos todos en Valencia, como el fin de semana hay fiestas, subiremos, además hay una cama en el cuarto de mis hermanas. Entonces podríamos venir los dos, por lo menos a mi me apetece mucho estar en las fiestas de aquí y no quiero separarme de ti. Supongo que no habrá ningún problema. Creo que a nadie le puede parecer mal pues no nos vamos solos, aquí va a estar toda mi familia. Por favor Isabel haz todo lo posible para que pueda ser, me hace mucha ilusión estar
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en la fiesta en que más me he divertido con la persona a quien más quiero y con quien más a gusto estoy. El día 15 por la noche es la "bacala" y el "vole". Como ya te conté es cuando regalan vino, nueces, bacalao y pan, voltean las campanas y toda la noche la gente está de fiesta. Me encantaría que pudieras estar. Tu piénsatelo, yo creo que también te ha de apetecer, dime lo que piensas de ello, si es necesario, cuando este en Molinicos, se lo digo a tus padres, ya me dirás tu punto al respecto. Haz todo lo posible para que pueda hacerse realidad. Además ahora en el pueblo hay mucho más ambiente que cuando estuviste aquí. Con respecto a lo del resto del tiempo ya veremos, tu sabrás que planes llevas, que piensas hacer cuando termines los exámenes etc. Perdona que insista, que quiere decir "-", los otros signos los entiendo pero este no.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 12 de agosto de 1978 Querida Isabel, no sé lo que contarte, pues todos los días hacemos lo mismo. Hoy he hablado con mi madre sobre tu posible venida a Jérica para fiestas, ya está todo arreglado, espero que por tu parte no habrá ningún inconveniente. Te pediría que intentaras superar el "temor" a tratar con mi familia, yo te quiero y me siento muy orgulloso de ti y me gustaría que vinieras. Cada vez me siento más seguro de mis sentimientos hacía ti y cada vez son más intensos. Te quiero y estoy dispuesto a cualquier cosa por ti. Soy más feliz que nunca, es la primera vez que siento una auténtica ansia de vivir, de luchar, de trabajar, de hacer todos los esfuerzos por estudiar, por salir adelante... que antes no tenían para mi ningún sentido, han adquirido ahora una autentica dimensión, el que llegue un día en que no tenga que escribirte cartas como esta porque siempre que quiera lo pueda decir directamente. Hace un rato que estaba pensando el momento en que me dijiste que si, que querías salir contigo, na sabría decirte lo que pensaba pues creo que solo sentía. Pasaban por mi mente la escena en la puerta de tu casa cuando te pregunté si querías salir conmigo, no sé como lo dije, lo estaba intentando todo la mañana, solo recuerdo que sentía un terrible nudo en la garganta. Recuerdo que aquella mañana regresé a casa dando botes, bailando por la calle, la sensación de que había una mujer que me consideraba suficiente para ir con ella, me daba una
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seguridad terrible. Por primera vez veía que no era un bicho raro, que era como los demás, que había alguien en el mundo que era capaz de entregarme su cariño y de aceptar el mio, sin más, por que sí. Aquí en Jérica me han comentado que había cambiado, que me comportaba más normalmente, yo desde luego no he hecho nada por ello, ha sido el salir contigo lo que me ha serenado. Más aun, mi madre que estaba preocupada por mi mal genio, mis nervios y mi agresividad, me ha comentado que desde que salía contigo prácticamente habían desaparecido. Creo que desde que salgo contigo estoy consiguiendo mi auténtica dimensión mis impetus, que antes iban dando golpes a diestro y siniestro guiado solo por las emociones, ahora están encauzadas y las empleo más razonablemente y creo que así tienen más fuerza. Sin ningún lugar a dudas tu eres la mujer de mi vida y a ti te debo parte de lo que soy. Ahora estoy acordándome de grandes momentos que hemos pasado juntos, esas lágrimas que en diversas ocasiones has soltado, que grandes que son, que emoción sentía al sentirme querido por ti, que bonito es querer y ser querido, que grande puede ser el amor. No puedo sino adorarlo por que es lo más grande, lo más completo, lo más satisfactorio que conozco. Solo recordar tus lágrimas tan cerca de mi, me dan ganas de llorar de felicidad. Que grande eres, cuanto te quiero. También recuerdo momentos tristes, como cuando llego la hora de despedirnos. No puedo olvidar tu imagen
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apoyada en la puerta, con cara triste y las lágrimas a punto de surgir, esa es la última imagen que conservo de ti, la última vez que te vi. Aquella noche regrese a mi casa lentamente, quería tener tiempo para llorar, lo necesitaba, era preciso liberarme de algún modo de mi estado de ánimo. Fue terrible, pero inevitable, yo no quería separarme de ti, pero tenía que hacerlo. Lo único que me reconfortaba de aquel momento, de aquella terrible imagen, es el otro momento, la otra imagen, el instante de dentro de unos días cuando llegue a Molinicos y de nuevo nos encontremos, seguro que va a ser totalmente opuesto. Si te he de ser sincero he llegado a pensar en no decirte el día que íbamos a ir, presentarme en tu casa, hacerte salir por cualquier motivo para que me encontraras allí, de sorpresa. Pero no podía ser, teníais que solucionarnos problemas como el hospedaje. Te quiero y deseo que toda la gente se entere que te quiero. Qué se den cuenta que sin necesidad de nadie ni de nada estamos unidos por el cariño, que no son ellos los que van a juzgar la conveniencia o no de él, pues el amor es lo más pasotero que hay, él pasa de todo, le importa un comino todo lo que le rodea, no es razonable, es todo lo contrario. Yo te quiero y solo tu puedes hacerme cambiar de idea. Yo no te prometo nada que no este dispuesto a cumplir y pueda hacerlo, por eso no te prometo nada más, no por falta de ganas. Creo que ya te he dicho alguna vez que si no hubiera ningún problema que solucionar, ni ninguna traba que superar, por mi parte no habría nada que nos separara. Pero con todo el dolor de mi alma tengo que
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esperar. Isabel, voy a dejar de escribir, necesitaba decirte cuanto te quiero, pero me gustaría que estuvieras aquí, conmigo, seguro que lo entenderías mucho mejor. Hasta muy pronto. Un beso con todo el cariño que puede dar un hombre a la mujer que quiere. César P.D. Acuérdate de darme los números de los mapas para tu primo. Te quiero.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 15 de agosto de 1978 Querida Isabel, te quiero, te amo. Me gustaría contarte más cosas, pero por aquí no pasa nada y además a lo que pasa no le doy importancia, comprende que lo único importante para mi eres tu y los estudios, todo lo demás es simplemente una transición. Te contaré lo que hicimos ayer. Por la tarde estuvimos, como no, viendo jugar al frontenis y charlando en El Milla, después fuimos a cenar aunque no vino Manolo que tenía que llamar a Ana y tenía que estar en casa de Carlos. No comprendo por qué dice Ana que soy un sinvergüenza y un cara dura, ¿Quizás tienes pocas noticias mías? ¿O te gustaría que te llamara por teléfono más a menudo?, dímelo, ¿Estás intranquila por no saber más de mi? A mi también me gustaría que tu me pudieras llamar por teléfono, pero no tengo la confianza con la familia de Carlos que pueda tener Manolo. Además, por teléfono me siento cohibido, no puedo decirte lo que siento, siempre estoy pensando que alguien puede estar escuchando y no me sale decirte que te quiero. Quizás sea un poco exagerado si quieres que te llame más dímelo. Sigo contándote lo que hice. Por la noche íbamos a ir a la verbena, aquí en Jérica, pero era muy cara (150 ptas.) y el ambiente era de una tontería insoportable, entonces cogimos dos coches y nos fuimos a Matet, un pueblo que estaba en fiestas, y son muy económicas, gratis. Allí había un ambiente tremendo porque actuaba Paloma San Basilio.
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Nos lo pasamos muy bien, Paloma San Basilio canta y baila de maravilla. Regresamos a casa a las cuatro de la madrugada, para colmo Manolo se pasó bebiendo Cuantreau, se mareo un poquillo y cuando regresábamos hacía Jérica le entró la depresión y se puso a llorar, echa mucho de menos a Ana y al encontrarse en ese estado todo se le vino abajo. En fin, que fue una noche completa. De todas formas supongo que a Manolo no le gustará que te cuente estas cosas, osea, que no le digas nada a Ana, así evitamos problemas. Me ha dicho Manolo que nuestro problema d dormir se ha resuelto, me alegro muchísimo, un problema menos, con eso so facilita el que nos veamos. Tengo unas ganas terribles de que llegue pronto ese día. Supongo que pensaras que siempre te digo lo mismo, pero es que te quiero y lo que más deseo es estar a tu lado. Isabel, Isabel, Isabel, Isabel, Isabel, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero. No sé como decirte que te quiero. Qué más puedo decirte. Te tengo siempre presente y quiero que me tengas tu también presente. Qué maravillosos es querernos ¿No? Que gran momento en que nos conocimos en Casa Ángel. Qué gran casualidad el fijarnos el uno en el otro. Qué gran idea arriesgarme a una experiencia como salir con una mujer que desconocía y temía. Qué gran montón de cosas y circunstancias. Qué felicidad el quererte y el ser querido por ti. No hay nada más grande que el amor. El otro día me contó mi madre como había ligado mi
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padre y me acordé del modo de conocernos, ridículo pero grande y fructífero. Además, mi padre y mi madre se conocieron allí cerca , en la calle de la Paz. Por hoy voy a dejarlo, ya continuaré otro día. Dales muchos recuerdos a tu familia. Un montón de besos.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 16 de agosto de 1978 Querida Isabel, te quiero. Una carta más, un día más y un día menos para de nuevo encontrarnos. De un momento a otro estoy esperando tu carta, ya hace cinco días que no tengo noticias tuyas y ya las añoro. Como es costumbre te contaré lo que hice ayer. La historia se repite como todos los días, supongo que sabrás lo que suelo hacer, hasta por la noche. Cenamos los cuatro (Luis no estaba, el cuarto era un amigo nuestro de aquí). Después nos fuimos a Viver, donde se celebraba la fiesta de San Roque, la fiesta mayor del pueblo, para ver el ambiente, nosotros íbamos de juerga en plan armar el "show". En vista de que toda la gente se había metido en la discoteca y en la verbena, y por la calle solo pasaban gente mayor y críos, nos montamos un "chollito" y nos colamos sin pagar a la verbena, aquello si que estaba animado, prácticamente estaban todos nuestros amigos y la juerga que armamos fue terrible. Para colmo de males el conjunto que tocaba solo sabía canciones pachangueras lo que lo facilitaba. Allí estuvimos hasta las cuatro, a esa hora, aunque aun no había terminado, nos cansamos y Carlos y yo nos fuimos al "Chorrillo", que es una especie de merendero, hasta las seis de la madrugada cantando y armando el follón con un grupo de gente de Viver que conocíamos y en el que iba una chica que a Carlos le gusta. Ojala, Carlos se ha quedado un poco solo al salir Manolo y yo con vosotras y la chica es muy maja. Para
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terminar, tomamos chocolate con rosquilletas y nos fuimos a la cama, mientras los demás iban a seguir para terminar comiendo juntos, pero nosotros teníamos mucho sueño y no nos apetecía. La verdad es que yo tenía ganar de regresar, pero como era Carlos el que llevaba el coche no era plan que le hiciera bajarse cuando se encontraba tan a gusto. No sabes lo que te echo de menos, cuando cantaban alguna canción de tipo amoroso, me ponía muy triste y pensaba lo maravilloso que sería el que tu pudieras estar allí conmigo, el poder tener un brazo sobre tu hombro y tu cabeza apoyada sobre mi. Me temo que te quiero tanto que no me agrada ni la diversión, ni los amigos, ni nada, solo pienso en ti y como serían las cosas si tu pudieras estar conmigo, te quiero mucho más de lo que puedes pensar. Puedo parecerte un racionalista, pero lo que siento por ti es auténtica pasión de sentimental, por lo menos eso pensaba cuando veía anoche la luna casi llena y a ti personificada en ella, necesito estar contigo. Solo me reconforta en momentos como este la posibilidad de que dentro de poco se repitan las circunstancias, pero tu estés a mi lado. Para colmo hoy tenían que venir unas tías de mi padre que mi madre había invitado, con lo cual me han despertado a las 10 y entre pitos y flautas llevo dos días durmiendo menos de cuatro horas, en estos momentos los ojos se me cierran. Estoy solo contigo, toda mi familia se ha ido al huerto a hacer la paella, dentro de nada vendrán a comer, son las
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dos menos cuarto, voy a bajar a ver si ha llegado tu carta. Si que ha llegado, voy a leerla, cuando pueda seguiré escribiendo. He tenido que esperar a que se hiciera de noche, con las clases y mis tías no he podido contestarte antes. Supongo que ahora que me conoces mejor ya no te parecerá extraño el que te dijera tan pronto que te quería, ya sabes que siempre tengo prisa y nunca me gusta estacionarme. Tu me gustas más que al principio, pero lo que yo siento ahora es algo muy superior que una atracción física. El día que por primera vez me di cuenta de que no solo me sentía atraído por ti y no solo tenía pura camaradería, fue cuando te dije que te quería, y desde el primer día te lo dije con auténtica sinceridad. El día en que me di cuenta que el cariño que sentía por ti no era una fiebre de primavera, ni un amor bucólico, cuando me apercibí que los problemas que te afectaban, repercutían con toda su intensidad sobre mi, te dije de pasar a ser novios, de ver, poco a poco, de abrirnos un camino juntos. Y de todo ello no me arrepiento ni un ápice, más aún, me siento terriblemente orgulloso y seguro de los pasos que hasta hoy he dado. Yo me considero incapaz de mentirte, no puedo asegurar que te haya contado toda mi vida porque es imposible, pero si que he procurado darte a conocer todo aquello que de alguna forma pudiera importarte. De lo del coche de Carlos no te preocupes, hoy después de leer tu carta se lo he dicho claramente, que
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conduzca más despacio o tendría que dejar de ir en su coche y estoy dispuesto a cumplirlo. Tienes mucha razón, pues ya ha tenido accidentes, apenas hace un par de meses. Osea quédate tranquila que o para él o yo paso de todo. Te quiero muchísimo Isabel y no me gustaría hacerte sufrir. En efecto, los críos no me hacen mucha gracia, pero lo que siento por ti es muy grande y hasta a mi me sorprendió, pero me atrae la idea de ese niño. No sé como explicártelo, me resulta muy difícil pues no es una idea, es un deseo, como un sueño en el que veo a nosotros dos juntos y esto me induce no se por qué a ese niño. Yo no quiero un niño cualquiera, yo lo quiero nuestro. No sé explicarlo mejor, solo puedo que darte esas ligeras pinceladas de mi sentimiento. Quizás si estuvieras conmigo te lo podría hacer comprender mejor. Es algo que siento muy a menudo últimamente y creo que es un asunto muy importante para los dos, por eso te lo planteo. De todas formas, que conste que no dejo de pensar en la realidad, pero hay ocasiones en que necesito intentar transmitir mis sentimientos puros, sin las limitaciones a que nos vemos sometidos. Me gusta dejar el mundo de la realidad y contigo sumergirme en el mundo de los sueños, allí me siento mucho más unido a ti y la felicidad es mayor. De ahí el motivo que en muchas ocasiones parezca que estoy en las nubes, pero lo poco que nos separa es la realidad. Creo que lo comprenderás. Me alegro que lo del asunto de MªCarmen parezca que se haya olvidado. Pero lo que no puedo consentir de
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ningún modo, por muy tía tuya que sea, que te califique de "ligera de cascos", lo que necesita es lavarse los ojos y darse cuenta de toda la suciedad que ve es la que lleva en sus ojos, y además, que vaya preocupándose de su hija, que bien que lo necesita. Disculpa si de algún modo te hiero, pero no me gusta la gente que critica y habla sin conocimiento de causa y menos que se metan contigo. Quiero que sepas que yo las verdades me las trago por muy duras que sean, pero de lo demás nada. En cuanto a Molinicos, no te preocupes, serán pocos días y no es tan difícil comportarse tal y como quiere la gente de ahí. No es que lo admita como válido, pero comprendo los prejuicios que nuestra forma de actuar iban a ocasionar. Desde luego que tenéis unas costumbres arcaicas, pues en Jérica, que no es nada del otro mundo, nadie se escandaliza de que las parejas se den pequeños besos y aun menos que vayan cogidos aunque no sean novios. Dale muchas gracias a Rosi por sus letras, me alegro que se lo pasara tan bien por Valencia. Recuerdos a toda la familia. Te quiero y deseo estar contigo, con todo el cariño de mi corazón, un beso. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 18 de agosto de 1978 Querida Isabel, cada día me resulta más duro permanecer tan lejos de ti, te echo mucho de menos, los días para mi pasan muy lentos, solo faltan 15 días y me parece una montaña. El día que te fuiste se me paso el cortarme una uña, cuando me di cuenta me hizo gracia y decidí no cortármela hasta que fuera a Molinicos. Quizás te parezca una tontería, pero estando lejos de ti me gusta llevar una uña larga, me recuerda a las tuyas y eso me hace felíz. Me acuerdo muchísimo de tí y no hago sino vegetar y esperar tu regreso, seguro que entonces todo va a ser distinto. Aquí en Jérica, cada vez que veo una pareja cogida me acuerdo de ti y pienso que distinto sería si estuvieras conmigo. En verdad creo que Jérica es bastante diferente de Molinicos, aquí nadie se escandaliza de que una pareja vayan cogidos de la cintura, lo ven natural. Quizás sea debido a que están más acostumbrados a ver cosas de este tipo. Voy a contarte por encima lo que hemos hecho estos días. El sabado por la mañana fui al frontón a ver a Carlos que participaba en un campeonato y gano la partida. Por la tarde la pasamos viendo otros partidos y terminamos hartos de tanto frontenis. Por la noche fuimos los tres solos a nuestra caseta, encendimos fuego en el paellero de fuera y cuando ya teníamos brasas metimos la parrilla con el
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embutido y nos dimos una comilona. Entre pitos y flautas, cuando terminamos de cenar, eran las 12. Luego nos fuimos a Viver y nos quedamos en la puerta oyendo música y hablando con los amigos que salían de la discoteca a tomar el aire y respirar algo que no fuera humo. En cuanto al domingo: Manolo y yo fuimos a recoger leña para reponer la que habíamos empleado la noche anterior. Nos pasamos cerca de dos horas por ahí buscando y arrastrando grandes ramas y después con un hacha y una sierra la troceabamos. Por la tarde cogimos el coche de Carlos y nos fuimos a visitar varios pueblos y a ver si cambiabamos de aire. Por la noche, como de costumbre, nos fuimos a cenar, poco a poco fuimos congregandonos gente, seguro que había más de 20 personas
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 20 de agosto 1978 Querida Isabel, te quiero. Me gustaría contarte muchas cosas pro por aquí no pasa nada. Manolo se ha ido a Valencia y me he quedado solo con Carlos. No hay nada fuera de lo que te he contado un montón de veces. Ayer sábado fue na excepción, cenamos Carlos y yo con tres amigas y después fuimos a casa de un amigo de Viver que está en la mili, pero su novia está aquí con su madre, porque nos habían invitado y son unos señores que conocemos hace años, son la mar de animados, parecen jóvenes. Si toda la gente mayor fuera como ellos creo que no habría problemas generacionales. Me encanta la gente que aunque cumpla años no se estanque y conserve el ímpetu y las ganas de vivir de los jóvenes. Después fui a la discoteca, no me apetecía pero sino me tenía que quedar solo o irme a la cama antes de las doce. Pero después me alegre pues me lo pasé bastante bien, la discoteca tenía de nuevo el ambiente del año anterior, todos nos conocíamos y era agradable. Durante un buen rato estuve hablando con la novia de este amigo, el se llama Carlos y es de Barcelona, lo conocemos por que siempre veranea en Viver y siempre ha ido con nosotros tres. Su novia se llama Mª Dolores, yo ya la conocía, en un viaje a Barcelona me la presentó Carlos. Anoche me contó que Carlos terminaba la mili el día 4 de septiembre y que vendría para el día del "vole", que se celebrará el día 15. Osea que a lo mejor puedes
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conocerlos. También me contó que se iban a casar a principios del verano próximo, es el primer amigo mio que se casa y casi no me lo creo. Esto es todo lo que puedo contarte de lo que he hecho y he dejado de hacer. Parece mentira pero ya faltan poco más de 10 días, ya solo quedan como si fueran Pascuas. Dentro de unos pocos días yo iré montado en un autobús recorriendo km. a km y acortando las distancias hasta que se anulen por completo. Que maravilla ha de ser. El otro día estuve un rato libre leyendo tus cartas y me parece mentira, pero aquello que hace menos de cinco meses decías están un poco pasadas. Por ejemplo, en la primera carta me pones: "pero eres impaciente y no comprendo por qué". Quizás ahora comprendas que es por que te quería y no te quería de palabra sino de corazón. Por las cartas he visto que lo nuestro a estado varias veces a punto de irse al traste, en una carta me dices que habías pensado de decirme de dejar de salir. En otra ocasión, cuando me fui una noche con mis compañeros de clase, escribiste una carta en la que parecías haber perdido toda la confianza en mi e incluso te hacer el firme propósito de no pedirme ningún sacrificio. Aquellas situaciones pasaron y lo nuestro ha seguido adelante, aumentando el cariño entre los dos y siendo cada vez más firme el amor entre nosotros. En una ocasión te molesto que pusiera un plazo a lo nuestro. Quizás ahora que me conoces comprenderás que yo no tenía ninguna
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experiencia de salí con una mujer y me veía con 21 años, ya creía que nunca iba a haber una mujer que me quisiera, yo he sufrido mucho a causa de las mujeres me has despreciado, me han ninguneado, se han reído de mi. Si tu no tenías fe en los hombres yo no la tenía en las mujeres. Ahora creo Isabel que te lo puedo decir, yo he hecho auténticos esfuerzos por no enamorarme de ti, me daba miedo, temía que terminaras por cansarte de mi y tendría que pasar una época muy mala. Pero todo fue inútil y en poquísimo tiempo me enamore de ti, pero ahora veo que ha sido todo lo contrario de lo que creía, tu me quieres, al menos eso pienso. Yo te quiero y para mi es lo más maravilloso que me podía suceder. Es posible que durante el larguísimo noviazgo que nos va a tocar vivir surgirán múltiples fricciones, son inevitables e incluso positivas, lo que creo que hemos de procurar en esos casos es no dejarnos arrastrar por la indignación, pensarlo y discutirlo los dos juntos, de esta manera creo que evitaremos en gran parte del peligro que hay de que lo nuestro termine. No sé lo que puede durar lo nuestro, no me gusta meter la cabeza como las avestruces, me gusta ver la posibilidad que llegue un día que por un motivo u otro, partiendo de ti o de mi o por mutuo acuerdo lo dejemos. No me gusta la idea pero me gusta tenerla presente. Yo no quiero separarme de ti, en ningún momento, pero veo cuatro años larguísimos por delante y un montón de días que me atemorizan. Por otra parte pienso que sin la fuerte
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unión que significa el matrimonio somos capaces de seguir juntos es una muy buena señal y creo que que me dará una gran seguridad en el momento de tomar decisiones mucho más importantes que las que ahora he tomado contigo. Hoy en verdad que estoy asqueroso, no hago sino hablar de problemas, parezco un agorero. Cada vez que se acerca más un viaje a Molinicos sueño despierto en ti con más intensidad. Pienso mil veces que ha llegado el momento de poder besarte de nuevo (Supongo que podre besarte por lo menos en la mejilla) , en la cara que pondrás cuando llegue, si soltaras alguna lágrima y mil cosas como esta. Sueño en los días que pasaremos juntos en Molinicos. Estoy impaciente por conocer a tus padres y ver como me aceptan, para mi es muy importante eso, pienso que si me llegan a conocer se quedaran más tranquilos, confió en conseguir de ellos que me consideren un buen chico para su hija, estoy dispuesto a renunciar a cualquier cosa en tal de conseguirte. Te quiero y eres lo más importante que hay para mi. Se que los cuatro días que pase en Molinicos van a ser una dura prueba para mi, pero tengo tantas ganas de superarla que deseo llegue pronto el momento. Quiero que antes de irme de Molinicos tus padres estén enterados de mis intenciones contigo, Yo estoy seguro de lo que siento por ti, si tu también lo estas dímelo y si puedes procura allanarme el camino, no quisiera que tus padres vieran en mi un peligro para su hija, eso le doy mucha importancia, no quiero ser un rival suyo,
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quiero ser su amigo, vas a ver que si que es posible que yo este con ellos, el mayor tiempo posible y que es esos momentos puedo darme a conocer lo mejor posible. Todo esto siempre que tu estés segura de tu cariño hacia mi, yo quiero ser tu novio muy en serio. Piensa si me quieres lo suficiente como para unirte a mi durante muchos años, posiblemente toda la vida. En las dos últimas cartas te he hablado de un hipotético hijo, este deseo que tengo me asegura que mi cariño hacía ti es fuerte y tiene grandes posibilidades, lo que siento por ti como ya te he contado, lo había sentido en otra, ya sabías que me había enamorado otra vez, pero tu has superado todo, nunca había deseado un hijo, pero ahora si. Creo que esto es una señal de que mi amor ahora no es una pasión juvenil, sino un amor maduro y completo. Te quiero y te amo como a nadie en el mundo. Dime como crees que es tu cariño hacia mi, hasta que punto eres capaz de llevarlo. Quizás no sea el momento oportuno de hacerte pensar en estas cosas, pues tendremos mucho que estudiar, pero es muy importante. Isabel, tu me pediste un pequeño sacrificio, que te guardara los besos y las caricias durante estos meses que permanecemos separados. Te puedo decir con todo mi orgullo que no me ha resultado difícil, he tenido ocasiones, pero tu siempre estabas presente, eran tentadoras pero mi cariño hacía ti era tan grande que no me resultaba en ningún momento difícil rechazarlas. Solo me ha dolido en una ocasión y es por que al rechazarlo yo le he fastidiado a un amigo. No sé si lo que te cuento te interesa, pero creo
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que si, yo particularmente me siento orgulloso de mi mismo por este motivo y supongo que para ti significa mucho el que yo sea capaz de no dejarme arrastrar por circunstancias de este tipo. Por otra parte, creo que a mi también me hubiera molestado, no porque yo lo piense, sino porque según tu manera de ser y de pensar si que hubiera sido una traición. No sé si me explico, si tu crees que no es correcto hacerlo y lo hacer, yo pensaría que no me quieres y eso si que me dolería. Para mi lo importante es tu cariño, lo demás no me importa. To ya saber que te quiero, te amo y te deseo. Todo ello me parece importantísimo sintiendo lo que siento por ti y si tu sientes lo mismo no me da miedo el futuro. Se que pueden suceder muchas cosas, pero pienso que si luchamos juntos podemos vencerlas. Quizás te parezca una tontería lo que te voy a decir y pienses que soy un supersticioso. Pero las coincidencias me asustan y como matemático tengo que tenerlas en cuenta . No sé si te acordaras de aquella chica que me leyó las cartas. Me averiguo el pasado sin conocer nada de él, me dijo mi forma de ser sin conocerme nada más que dos días. Después me dijo que en un breve plazo encontraría a una chica que me querría y que yo querría. Además me dijo que sería callada, rubia, estudiante y casera. Después le pregunté como nos iría a nosotros con el grupo de chicas que habíamos conocido dos días antes y dijo que dos de nosotros nos enrollaríamos y que tendríamos problemas
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con una de ellas (Mª Carmen). Hasta el momento ha acertado , con lo cual temo que lo único que queda sea realidad. Me dijo que a finales del verano nos echarían (a la chica y a mi) en cara alguna cosa y temo que pueda hacerse realidad. En fin, tampoco habrá que hacerle mucho caso, pero siempre es bueno estar alerta. Esta semana he tenido una sola carta tuya, a la que se distancio un poco más de lo normal, enseguida las echo de menos, supongo que será porque tienes mucho que estudiar y no puedes escribirme, no te preocupes falta poco tiempo y una carta más o menos no tiene una importancia transcendental. Ayer intenté llamarte por teléfono por la noche pero había una hora de demora y no podía esperar porque era el teléfono del pueblo. Quiero que me contestes pronto sobre tu posible venida a Jérica a fiestas, a mi madre también le gustaría conocerte mejor y le encanta la idea de que vengas a fiestas. Creo que ya te he dicho lo contenta que está mi madre contigo por el cambio que has causado en mi forma de ser , le has quitado un dolor de cabeza. Me parece que todas las borregadas que hacía antes y que tanto le dolían a mi madre, eran producto de la falta de cariño que me hacía estar amargado. Pero contigo tengo cariño y puedo dar cariño y con ello han terminado todos los problemas. Estoy muy orgulloso de salir contigo, de ser tu novio y de compartir tantas cosas. Jamas he recibido tanto cariño ni he tenido a nadie a quien dárselo. Me siento feliz y quiero darte felicidad.
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Te quiero, te quiero, te quiero. Deseo que pasen rápidamente estos días y podamos de nuevo estar juntos. Isabel te quiero de todo corazón. Me gustaría mostrarte todo mi cariño, no es una pasión ni un fogonazo, es un cariño tranquilo, sosegado que ilumina suficiente y no se termina en un instante. Es un cariño exclusivo para ti, que deseo entregártelo pero no encuentro el modo. Te quiero, un beso con todo mi cariño.
César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 21 de agosto de 1978 Querida Isabel, te quiero mucho. Hoy mismo he recibido tu carta, me he alegrado muchísimo pues hacía mucho tiempo que no recibías noticias tuyas y que las echaba de menos, el mismo sábado por la noche intenté llamarte por teléfono, pero me daban hora y media de demora y creía que una llamada a las 12 y medía era un poco tarde. Me he equivocado de fin de semana. Veo por tu carta que habías trabajado muchísimo para conseguirme hospedaje en Molinicos y a mi el que nos habéis encontrado me parece estupendo, supongo que a Manolo le pasará lo mismo, por lo que a mi respecta me hubiera conformado con cualquier casa, aunque fuera un corral o en la misma calle, lo más importante era verte, no hago nada más que pensar en ti y aunque no hubiera tenido lugar donde dormir yo hubiera ido y ya me las hubiera yo arreglado como pudiera, aunque fuera rompiendo un cristal en la puerta del cuartel de la Guardia Civil para pasar la noche en el calabozo. De contarte puedo decirte muy poco pues esta mañana te he tirado otra carta, solo lo que hicimos ayer. Por la mañana salí, por la tarde me fui a casa de Carlos, cogimos el coche y nos fuimos a por leña para la cena. Bueno, primero te voy a contar el motivo de la cena. Resulta que en Viver hay una chica que le cae bien a Carlos, pero resulta que tiene una amiga inseparable y
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entonces yo voy con Carlos para entretener a la amiga y permitir que ellos puedan hablar solos. El otro día se nos ocurrió que las podíamos invitar a una cena en el huerto a base de embutido a la brasa y eso hicimos. Yo me quedé preparando el fuego mientras Carlos iba a recogerlas a Viver, bajaron y cenamos allí. Después nos fuimos a ver la "cordá". La de anoche fue de las más peligrosas pues los cohetes se levantaban del suelo con mucha facilidad, por eso hubo muchos heridos leves, entre otros el hermano de Manolo. Para colmo había tíos que lo tiraban por alto, entre ellos estaba el "Matapollos", el facha que nos saludo estas fallas en el castillo. Una vez tiro un cohete a un grupo a la altura de la cabeza, de poco más lo linchan, si no llegan a intervenir los de las fiestas lo matan, ahora bien, después no le dejaron coger ninguno. En lo que a mi respecta, no me toco ni una chispa. La noche que tu viste la Luna no la pude ver, primero porque me fui pronto a la cama y en segundo por que estaba muy nublado. Pero los días siguientes la he visto muy a menudo y cada vez que lo he hecho me ha entrado una gran nostalgia, te echo mucho de menos, eres demasiado importante para mi como para no poder dejar ni un momento de pensar en ti, te encuentro en todas parte y por cualquier detalle te echo de menos. Intento no mostrad mucho mi pena para no influir en los demás, pero la procesión va por dentro. Cada día veo más cerca mi viaje y eso me anima nada más pensar cuando esté contigo. Isabel, yo te considero como algo mío, no como una
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propiedad, sino con algo distinto, como parte de mi. La entrega y el cariño que me das me hacen sentirme más persona, más ilusionado, en pocas palabras, más hombre. Encuentro una gran dificultad el expresar mis sentimientos hacía ti con las palabras, pero me gustaría que pudieras captarlo. Lo digo una y otra vez, pero cada vez parece la palabra mas fría, necesitaría algo más. Isabel, te quiero pero lo que te digo se queda corto, es imposible que una ni un millón de palabras te expresen lo que yo te quiero decir. El lenguaje no me sirve, tan solo tengo la esperanza de que lo captes si necesidad de él. En cuanto al cambio que he sufrido, no me gusta hacer juicios de valores, pues supongo que en unos aspectos habrá sido una mejora y en otros un empeoramiento, en fin, es un cambio y según quien lo miré será una cosa u otra. Por otra parte no me asustan los cambios y no me molesta que la gente cambie si no es a la fuerza. Para mi el verdadero problema surgirá el día en que pierda la capacidad d cambiar, para mi es muy importante permanecer abierto a las personas y a los hechos que me rodean y a la influencia que pueden ejercer en mi persona. Pero por ejemplo, yo me puedo cruzar en la calle con una persona, la cual apenas influya en mi, pero si como en tu caso hay unos fuertes lazos afectivos y una comunicación cada vez más intensa, la influencia que puedes ejercer es muy grande. Yo pienso que tu has cambiado como dice tu hermana Conchi, y supongo que yo tendré buena parte de la culpa, creo ser una de las personas que más cerca de ti ha llegado y que más se ha aproximado y veo lógico haber
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ejercido influencia en tu persona ¿Me equivoco? Sino ya te enseñaré dos de las primeras cartas. En cuanto a la influencia que puedas ejercer sobre mi no te preocupes no atenta contra mi libertad, más aun, me agrada que influyas en mi. No pretendo, como otros, que mi libertad sea cerrada y que nadie influya sobre ella, pienso que esas influencias la fortalecen, lo peligroso es que solo procedieran de un sitio y este no es mi caso. Tu influyes sobre mi y mucho, pero no eres la única que me influye, hay más gente y más circunstancias que van moldeandome. Yo te quiero y me gusta que respetes mi forma de pensar, pero ese cariño que te tengo me incita a hacerte feliz, y por eso no me duele renunciar en algunas ocasiones a mis ideas. No sé si estarás de acuerdo conmigo en este punto pero yo creo que cuando dos personas se quieres, como supongo que sera nuestro caso, es preciso renunciar a parte de nosotros mismos para ser algo del otro. No creo que existan dos personas idénticas, y si se han de unir intensamente es preciso una mutua renuncia para poderlo hacer. Así, por ejemplo, me gusta la velocidad y disfrutaba cuando iba con Carlos haciendo el indio por la carretera, pero comprendo que de ese modo te podía hacer una desgraciada y considero más importante tu felicidad que disfrutar corriendo. No sé si captas la idea, como ya te he dicho antes me cuesta mucho el expresar estas cosas. Cuando he leído en tu carta que tu familia no se oponía a que tu vinieras a fiestas, me he alegrado muchísimo, primero porque tu estás dispuesta a hacer un
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sacrificio y sobreponerte a ti misma para estar aquí, en mi casa y con mi familia. Se lo difícil que va a ser eso para ti y por esa razón tiene mucho valor para mi el que tu, por mi, seas capaz de vencer el temor que tenías a venir. En segundo lugar por lo que va a significar esos días, vamos a tener ocasión después de mucho tiempo de divertirnos de nuevo juntos. Ya te dije en otra carta la de veces que pensaba y la de planes que hacía para cuando tu estuvieras aquí, el poder llevar a cabo aunque sea una pequeña parte de ellos, pues todos se necesitarían meses, me llenan de ilusión. Te quiero y no sabes lo importante que va a ser para mi el estar con la persona que más quiero en la fiesta en que mejor me lo paso, el ir contigo a la discoteca de Viver donde tantas soledades he pasado, con la mejor compañía que jamás podía haber soñado y como este mil casos más. Te voy a ser sincero. Uno de los motivos por los que me gusta que vengas, es para que todos mis amigos vean que yo me he llevado a la mejor chica. Quiero que vean que soy feliz y que me quieren. No podía callármelo, Isabel, ya sé que este motivo es muy egoísta y puede molestarte el que me guste que te vea la gente conmigo. Pero te quiero de todo corazón y te pido que me comprendas, aquí casi siempre he sido despreciado y es la primera vez que me puedo sentir orgulloso de algo. El día 3 hará dos años que me encontraba desesperado, no tenía amigos, nadie me quería. Ese día estuve a punto de suicidarme, pero sentí como una indignación por lo pronto que me rendía y me propuse luchar y mejorarme a mi mismo poco a poco, he
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ido consiguiéndolo, primero fueron los amigos de verdad, como son Manolo, Carlos y Luis, después ser una persona útil a la sociedad, el ganarme la confianza de la gente, el saber que había personas que si que tenían algún problema no dudarían en acudir a mi y por fin. la más grande, el amor. No sabes lo que deseaba lo nuestro. Quizás ahora comprendas mejor lo que quería decir con ser más hombre. El que alguien como tu me de el cariño que me das y a quien darle yo mi cariño, me hace sentirme orgulloso de mi, ya no me siento un bicho raro y un desgraciado como me he sentido durante tanto tiempo. De ahí el que aunque sea de un modo simbólico quiero terminar lo que comencé hace dos años en el mismo lugar. Se que ahora la mayor parte que entonces me despreciaba ahora me estima, no pretendo pues darles una lección, sino las gracias por lo que me han ayudado. Se que mucha gente se va a alegrar al verme feliz. Tu sabes algo que muy poca gente sabe, tan solo Manolo, que en los últimos meses ha marchado conmigo. Creo que ahora solo tu puedes comprenderme, tu que me quieres eres la única que ha penetrado en mis intimidades y me siento aliviado por ello. Isabel, te quiero y deseo darte todo mi corazón, por favor acéptalo, es la mejor forma de hacerme feliz. Cuando comencé a ir a gitanos comencé a dar cariño, otro tipo de cariño, pero cariño al fin, y entonces me di cuenta de que nada de lo demás me hacía feliz sino el intercambio de cariño. Isabel, ¿Te pasa algo parecido?. Yo me siento feliz solo cuando te doy cariño o recibo tu cariño. ¿Te pasa lo
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mismo? Seguiría horas y horas escribiéndote, pero se me termina el tiempo, tengo que despedirme. Aunque sea de palabra recibe el beso más grande con todo mi amor. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 23 de agosto de 1978 Querida Isabel, voy a terminar la carta y así la tiro para que te llegue esta misma semana. Te quiero. Me gusta que te agraden las cosas que te digo, pero haz el favor de creerte que alguien te las dice, vamos, creo que soy de carne y hueso y no un fantasma. A mi también me gusta sentir que hay una mujer encantadora que aunque lejos piensa en mi y se alegra de recibir noticias mías. En cuanto al lunes no hay ninguna diferencia a los demás días. Ayer martes me dedique al "heroico", por la mañana estuve limpiándolo, me ayudo mi hermana Mayte, lo limpiamos de arriba a abajo, le pusimos cera y todo, las alfombrillas las dejamos más limpias que nunca, en fin, que está totalmente irreconocible, jamás ha estado tan limpio. Por la tarde me dedique a corregir unos pequeños detalles, la bobina que no funciona y los intermitentes que se habían roto los mandos. Por la noche me había pedido una chiquita francesa, que está pasando unos días en Jérica con una amiga suya que le dejara la caseta para celebrar una fiesta de despedida y eso hicimos, cogimos el bocadillo y cenamos en los pinos, después sacaron una tarta que había comprado y coca-colas con ginebra y ron. Eramos 15 personas pero la fiesta no fue muy animada y pronto nos cansamos y nos fuimos a la cama. Y esto es todo lo que puedo contar de estos dos días. Ayer vino Manolo, el novio de mi hermana mayor, que había terminado la mili el día anterior y lo celebramos a la
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hora de comer. Yo me puse las botas con la comida y con los dos vasos de cerveza, el de vino y el de champagne me entro un soporcillo que después apenas podía dar las clases. Estuve hablando con Manolo la posibilidad de en lugar de ir en autobús irnos a Molinicos en el "heroico". No sabemos con seguridad el precio del autobús, pero si no recuerdo más eran 700 ptas. Si tu lo sabes dínoslo y así podemos decidirnos. El ir en mi coche tiene dos ventajas, primero nos ahorramos un poco (más de doscientas cada uno) y segundo nos permite movernos con mayor, y en el caso de querer ir a algún sitio algo alejado, no tener que molestar a tu padre. Pero también tiene algún que otro problema, por ejemplo, ya sabes como está el "heroico" y temo que no resista un viaje tan largo y si tiene alguna avería, me tendría que quedar hasta que lo repararan. Me gustaría conocer tu opinión a este respecto, aunque si me ha de llegar antes de salí tendrás que contestarme rápidamente, pues el miércoles que viene es día 30 y saldremos por la tarde de Jérica. Isabel queda apenas una semana para vernos de nuevo, perece mentira pero el tiempo ha pasado y dentro de nada estaremos de nuevo juntos. Te quiero. Pensándolo bien, esta es de las últimas cartas que te envío este verano, que grande que eres, cuanto te quiero. Me gustaría saber escribir poesía para dedicarte una. Pero no se decírtelo de otra manera que la que te digo. Te quiero. Supongo que tu tendrás tantas ganas de que vaya como yo tengo de ir. Me gustaría saber como estarás el día
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31 esperando a que yo llegue, me gustaría ir el día anterior, el 30, voy a comentárselo a Manolo a ver lo que le parece. Me parece tan importante el estar un día más contigo. Causaría mucho trastorno, en tu casa o en tus estudios, dímelo. No es nada seguro, es una idea que se me acaba de ocurrir ahora. De momento iremos el 31, si hay alguna contraorden ya te lo diría. De todas formas dame tu impresión. Ahora voy a dejar de escribir, así la carta puede salir hoy mismo hacia ti. Te quiero. Un beso con todo mi cariño. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 24 de agosto de 1978 Querida Isabel, te quiero. Posiblemente esta sea la última carta del verano, supongo que te llegará el lunes, yo llegaré el miércoles día 30. En la carta que te mande ayer ya te apuntaba la idea de ir un día antes, espero no interferir demasiado en tus estudios, pero me hace tanta ilusión que un día antes significa mucho. Ayer después de tirar la carta , pasé por casa de Manolo a ver que tal le parecía la idea de ir un día antes, a él le pareció bien y anoche cuando habló con Ana por teléfono ya se lo dijo, con lo cual supongo que a esta hora ya lo sabrás. Nuestro plan de viaje será el siguiente: el martes día 29 saldremos de Jérica por la tarde, después de terminar yo mis clases, hacía Valencia, allí pasaremos la noche y el día 30, miércoles, tomaremos una de las siguientes opciones: A) Tomaremos el autobús que va a Molinicos, que sale a las 10 y media y llega allí a las 6 de la tarde, en este caso esperamos que vosotras estáis esperándonos cuando lleguemos. B) Temprano cogeremos el "heroico" y nos pondremos en camino. Haremos diversos descansos para que el coche no se torre. Supongo que pararemos en Almansa a almorzar y en Albacete o algún pueblo cercano a comer, para por la tarde hacer la última etapa hasta
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Molinicos. En este caso no sabemos la hora en que podemos llegar, pues no conozco la carretera y no sé la marcha que podré llevar. De todas formas, el que vayamos en coche depende de la revisión que un día de estos le haremos con ayuda de un amigo nuestro, Paco, que trabaja en la gasolinera y entiende bastante de mecánica. De cualquier modo ya te avisaría la forma en que pensamos llegar. Hay una cosa que me preocupa y es que anoche cuando Manolo habló con Ana, le dijo está que tendría que ocurrir un milagro para que él pudiera ir a Molinicos, le afecto mucho a Manolo y anoche estuvimos hablando de que Ana no vaya a enfadarse con Manolo y hayamos metido la pata. Tu última carta, la del 23, ha llegado rápidamente, hoy día 24 por la mañana ya la tenía en mi poder. Veo que te sientes identificada con los problemas que tus amigas tienen con la mentalidad del pueblo, en verdad que lo que me has contado es lamentable. Evidentemente la mentalidad tendría que cambiar y cambiara por medio de unas pocos valientes, vanguardia, que no les importe los comentarios y que vayan abriendo camino a todos los demás, o si algún día estáis tan unidos como para decidir que un día a una hora os vais a comportar de otra forma, ese día habrá poca gente que critique, pues tendrán alguien próximo a quien proteger de las críticas. De todas formas, aunque sean muy tentadoras ideas tan revolucionarias, será conveniente ser egoístas y pasar
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desapercibidos en este aspecto. En cuanto a los mapas se los he encargado al novio de mi hermana que está en Valencia, no sé si se acordará de ellos, el tiene que venir este fin de semana, osea, si se acuerda, te los podré llevar, si no ya tendrá que ser cuando vengas tu, pues cuando pasemos por Valencia no tendremos tiempo para comprarlos. Yo no tengo rencor a tu tía y la comprendo completamente, pero Isabel, no puedo evitar el irritarme si alguien piensa de ti algo que no eres. Has de comprender que yo te quiero y que todo lo que afecta a ti repercute en mi, yo no puedo permanecer impasible si alguien de una forma u otra pueda herirte. No se si me comprenderás, ponte un momento en mi lugar y piensa si a ti no te molestaría también. He estado pensando en el día en que comenzaron a salir Ana y Manolo y en el que tu estuviste a punto de decirme de dejar de salir. No puedo decirte si entonces no eras como las demás chicas que había conocido, yo no sé que pensaban ellas, solo puedo decirte lo que yo pensaba. Efectivamente, entonces yo todavía no te quería, sino te lo hubiera dicho, como te lo dije después, pero para mi forma de pensar lo que hacía se podía hacer sin necesidad de que existiera cariño. Pero no quiero que pienses que entonces yo iba contigo solo para divertirme, desde el momento en que te dije si querías salir conmigo yo llevaba la intención de profundizar en ti y llegar a conocerte, creo que ya en aquella época incluso antes de salir, te insistía en
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que me contaras cosas de ti, qué pensabas, cuál era tu opinión etc. En aquellos momentos tu me gustabas (ya te lo dije) y me atraías con tu físico y con el pequeño asomo de tu personalidad que yo conocía, por eso me apetecía estar contigo y creía explicarme bien, por ejemplo, el domingo antes de salir estuvimos bailando, tu dices que no lo hubieras hecho con otro chico y yo eso lo sabía y por eso nunca te juzgue por "chiquera". Pues a mi me pasaba algo parecido aunque entonces no te quisiera, me apetecía, si quizás por pasarlo bien, pero yo creo que también dos personas ganan confianza cuando se divierten juntos. No te voy a ocultar que cuando comencé a salir contigo no esperaba tomarte el cariño que te he tomado, creo que tu tampoco. Lo hice porque me caiste bien y me pareciste interesante, yo no puedo decir como tu que desde el primer día de conocernos me interesaras. A mi me empezaste a gustar esos días que íbamos al bar del pasaje y hablábamos, no puedo decirte que conversación despertaría en mi el interés por ti, creo que en general todas. Me gusta que hablemos de estas cosas, porque de esta forma vamos aclarando las posiciones que hemos tenido. Y me gustaría que supieras que desde el momento de decirte si querías salir, yo no tenía la intención de ir contigo solo a divertirme, es algo que nunca he hecho, supongo que porque me gusta conocer a las personas con las que me relaciono. Yo ahora te quiero y tu conoces muy bien mis
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sentimientos y no sabes lo que me alegro que aquel día tomaras la decisión de esperar y darme una segunda oportunidad. Supongo que ahora habrá cambiado mucho tu forma de pensar con respecto a mi, pero en el caso en que de nuevo tengas dudas de ese tipo, dímelo como tu dijiste en una carta, que mantener el amor es cosa de dos y yo estoy dispuesto a mantenerlo. Isabel, yo tengo una cosa clara, para vivir con una mujer, con o sin matrimonio, yo he de quererla y puedes estar segura que en cualquier circunstancia, si estoy a tu lado es porque te quiero, yo sería incapaz de resistir el convivir con una mujer a la que no quisiera y en ese caso no habría ataduras que me retuvieran a ella. Fíjate en una cosa, que en el futuro puede ser importante, mientras me veas a tu lado estate segura de que te quiero. En el caso de no quererte ahora sería incapaz de mantener nuestra relación, lo más seguro es que de no haber surgido el cariño a estas alturas ya no saldríamos juntos Para mi era muy importante encontrar una mujer que me quisiera y a la que quisiera, no podía perder mucho tiempo con una persona con la que no hubiera cariño, por eso te dije que yo creía que lo nuestro iba a durar menos. Cometí el error de emplear la lógica y creer que entre dos formas de pensar distintas, como son la tuya y la mía, no podía nacer el amor. No sé si de esta manera tendrás más claras ciertas cosas. Creo Isabel que se debe a ti la mayor parte del éxito de nuestras relaciones, eres maravillosa. Isabel, no puedo sino quererte horrores. Decirme que no renuncie a nada por ti, cuando tu renuncias a tanto, a mi no me importa
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renunciar a nada, y estoy dispuesto y quiero renunciar a todo aquello que pueda dañarte o estropear nuestra relación. Como no puedo quererte con el cariño y la comprensión que me das. Como quieres que no aprecie los esfuerzos que haces por mi, sabiendo por tu carácter lo que te cuesta. Como no me voy a sacrificar por una persona que siempre se está sacrificando por mi. ¿Me lo explicas? Qué voy a hacer contigo sino quererte, como no voy a dar a una persona que está dispuesta a cualquier cosa con tal de hacerme feliz. Mi orgullo de ti no es ciego, quien se puede sentir orgulloso más que yo de su novia. Es imposible, eres una maravilla. Te quiero. Me alegro muchísimo que tus padres ya hagan comentarios elogiosos de mi, eso ha de suponer mucho de cara a los días que yo pase ahí. Tu sabes muy bien la admiración que sentía por mi tío Pepe Luis, me gustaría parecerme a él, es alguien que me ha mostrado que en una sociedad tan asquerosa como la nuestra, se puede conseguir un equilibrio personal muy elevado, que con mucho esfuerzo se puede ser una persona alegre y seria. Me gustaría poseer su criterio, su objetividad, su independencia y su capacidad de consejo. Me gustaría poder como él sacar de la gente de problemas gravísimos, su gran capacidad de comprensión para gentes de todos los lugares, clases sociales y edades. Ahora, con la muerte del Papa, he pensado el tremendo bien que haría al mundo una persona como él, un progresista tanto emocional como racional. Me hubiera gustado que lo conocieras.
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No sé que decirte cuando me dices que me quieres, no lloro porque no tengo facilidad, pero hay trozos de tus cartas que me hacen sentir una emoción terrible y unas ganas de vivir enormes, hay momentos que tengo la idea de salir corriendo en tu búsqueda y darte un abrazo muy grande. Me va a costar muchísimo permanecer quieto los días que pase en Molinicos. El renunciar a los besos y las caricias de otras mujeres no me resulta difícil, primero porque nunca he estado acostumbrado a ellas y segundo, y más importante, porque se lo importante que es para ti y saber lo desgraciada que te haría el que fallara a mi promesa. Por otra parte me siento muy feliz de que no te sientas intranquila por la distancia a que estoy, la confianza que demuestras por este motivo , en mi hace mucho importante mi pequeñísimo sacrificio. A mi madre no le he dicho expresamente que eres mi novia, pero desde hace tiempo, cuando se refiere a ti, habla de mi novia, así que todos saben perfectamente lo que eres, lo sabe todo el pueblo y, como no, en mi casa también. Osea que aunque no lo haya dicho yo oficialmente todos saben que eres mi novia y tu vendrás estas fiestas, a mi casa, como mi novia oficial, pues así es como a mi me gusta que te consideren, ¿A ti qué te parece?. No sabes la alegría que me ha dado al decirme que te han concedido el traslado a Moncada, me ha quitado un peso de encima, ya estaba temiendo que te quedaras en la facultad.
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A mi me da lo mismo comer en tu casa o fuera, lo que si que quiero es estar contigo el mayor tiempo posible. ¿Te dejaran salir por la noche? Creo que ya puedo decirte poco, dentro de pocos días nos veremos de nuevo y prefiero decírtelo de palabra. Te quiero Isabel. Un beso. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 28 de septiembre de 1978 Querida Isabel, que raro me resulta el tener que escribir de nuevo, me cuesta creer que estés tan lejos, no me hago a la idea de que no tengo que ir a recogerte. De hoy poco te puedo contar, esta mañana me la he pasado pintando puertas después de comer, me he puesto a revelar las fotografías que te mando, ya me dirás tu opinión. He hecho un descanso para llamarte por teléfono,. espero que te encuentres muy bien, después he continuado hasta las 7 menos cuarto, hora en que había quedado con Manolo para dar un paseo. Poco de contar, hemos tomado unos vinillos y hemos estado charlando de cosas sin ninguna transcendencia, que si el fútbol, que si fulanito ha dicho esto, que si menganito a hecho aquello o que a sotanito le ha pasado lo otro. Cenar y dar un par de pinceladitas al cuadro que nos dejamos a media, es todo lo que he hecho hasta ahora. Me alegro que el viaje os fuera bien, espero que os lo estéis pasando muy bien, me gustaría estar ahí con vosotras. ¿Le gusto a Rosi el fantasma? ¿El libro de los canarios es el que necesitaba tu padre? ¿Al final se realizo la reforma de la cocina tan ansiada por tu madre?. Me pregunto si tuviste mucho follón en tu casa por quedarte un día más, supongo que no, pues creo que lo comprenderán y lo verán lógico. ¿Qué opinas de las fotografías? ¿Te han gustado?. Ahora que no estoy ahí tus padres han dicho algún comentario sobre mi y mi estancia en Molinicos.
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Dales muchos recuerdos a toda tu familia y a Antonio y Marisa.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 29 de septiembre de 1978 Querida Isabel. Me termino de levantar de la cama, me he enterado que se ha muerto el nuevo Papa, con lo cual ya es el antiguo Papa, aunque creo que no se habrá enterado de lo que es ser Papa. Me preocupa de que te fueras tan triste. Te quiero y deseo verte feliz. Me gustaría que no interpretaras lo que dije el otro día como que yo quería que pasases de tus padres. Eso sería muy egoísta de mi parte, comprendo el cariño que sientes hacía ellos pues también yo lo siento hacía mi madre, yo creo que tu tienes la obligación de seguir manteniendo ese sentimiento, que pienso no tiene porque coartar en lo más mínimo tu criterio. Lo que me más me preocupa es que no solo veas a tus padres como unas personas a las que te unes fuertes lazos afectivos, sino que los consideres como unos superiores de forma que todas tus decisiones tengan que pasar su beneplácito. Isabel, tu ya tienes 21 años y es normal que a esa edad, si no se puede independencia económica, se posee un criterio lo suficientemente formado como para decidir en cada instante lo que debes hacer con absoluta independencia, pero es que no tienes valor para aplicarlo, te falta seguridad en ti misma o temes el fracaso. Estoy de acuerdo en que tus padres tienen más experiencia que tu , pues han vivido más, pero que pasa si te fías de ellos y de su experiencia , pues muy simple, que al no tomar las decisiones uno mismo y sufrir el dolor del fracaso
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y la miel del éxito, no se adquiere experiencia. Por otra parte el que tu apliques tu criterio con independencia del de tus padres no tiene por que disminuir los lazos afectivos, puede que tengáis enfados y disgustos, pero el auténtico cariño supera todo, eso es incluso característico del amor, los disgustos, "Quien bien te quiere te hará llorar". Yo doy mucha importancia a lo que tu opinas y aunque parezca mentira, opiniones tuyas han influido las mías, pero me da la impresión de que tu estimas menos tu opinión que yo la tuya. Quizás sera por que nunca has tenido ocasión de expresarla, pero a mi me gustaría que cuando hay discusiones si tu tienes alguna opinión la digas. Ya te he dicho muchas veces que tengo miedo de ir contigo como si fueras una "muñequita", me aterroriza el pensar que pueda mostrarte ante mis amigos como si de una pieza de caza te trataras. Seguro que comprendes lo que quiero decirte. No quiero ir contigo para enseñarte, ni para hacerse carantoñas, yo quiero salir con toda tu persona, no se por qué, pero me da la impresión de que has de tener algunas inquietudes, algunas aficiones, algunas ideas pero me cuesta acceder a ellas. O tu te menosprecias o yo te sobrevaloro, creo que es más lo primero, que no te consideras capaz de hacer casi nada. Siempre estas pensando que no puedes hacer nada y no te interesas por el asunto que sea. Quizás me esté mostrando muy duro, perdona, pero te quiero demasiado para callarme nada. Isabel, yo tengo unas inquietudes sociales y necesito
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desarrollarlas, yo no me puedo estar quieto, necesito la actividad, el cambio, el contacto con las personas, para eso necesito que tu estés dispuesta a lo mismo o el poder hacerlo yo solo. Lo primero temo forzarte y lo segundo me repele horrores, me resulta difícil el estar sin ti. Por eso me gustaría conocer mejor las inquietudes que tu sientes para poder apoyarte. No sé si lo habré dicho suficientemente claro. Te quiero y deseo verte feliz, cuando me escribas, en lugar de contarme lo que haces con detalles, me lo dices más escuetamente y procuras poner tus opiniones sobre lo que digo o sobre cualquier cosa que pase o ideas que tengas por la cabeza, yo quiero saber lo que piensas, quiero conocerte mejor. Esta primera carta es un poco corta, pero quiero tirarla pronto y mandarte las fotografías. Un beso muy fuerte. César
Querida Isabel, ahora mismo voy a mandarte la carta para que te llegue lo más pronto posible. Te meto las fotografías que el otro día estuve revelando, supongo que te gustaran. En tres de ellas estamos los dos juntos. Están un poco contrastadas pero el carrete ya lo está y me resultado imposible hacerlo mejor, quizás con un papel más suave queden mejor. Delante mio tengo el cuadro que comenzamos los
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dos juntos, supongo que te parecerá bien que lo termine yo solo. Les has contado a tu familia los días de Jérica. Intenta averiguar que impresión se llevaron de mi, me interesa. Con todo mi cariño. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 30 de septiembre de 1978 Querida Isabel. Te quiero. No sabes lo que te echo de menos. El otro día, cuando iba con Manolo, de poco más lo cojo de la cintura. Ayer no pude ir con él, pues había quedado con una antigua amiga suya y me encontré totalmente solo. Después de terminar el cuadro que comenzamos, salí a dar una vuelta y regrese pronto, ya que no encontré a nadie por la Plaza de la Virgen. Ya veras el cuadro, seguro que te gusta, ha salido casi tan bien como el otro, ya solo falta tu firma para terminarlo, si seguimos por este camino y en cuando tengamos tiempo aprendemos un poco de pintura, seguro que somos capaces de hacerlo mucho mejor. De todas formas si tenemos algún rato libre tenemos que intentarlo de nuevo, ya sabes que la práctica hace maestros. Cuando tu te fuiste, no sé si te acordarás, tenía que dar 2º de BUP a cuatro alumnas del colegio de mi hermana. Bueno, pues primero resulta que dos de ellas se separaron y se quedaron solo otras dos. Después, el jueves pasado me telefoneo una de ellas diciéndome que ya no les interesaba mis clases con lo cual me quede sin clase. Hasta este punto es lo malo, pero lo bueno viene ahora. Resulta que ayer viernes por mediación de una profesora compañera de mi hermana Piluca me llamaron unos señores que les interesaba que le diera clases a su hijo, eran de Bilbao, acababan de llegar a Valencia y se hospedaban temporalmente en un hotel de lujo, el Astoria,
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no sé si te acordarás donde estaba, se encuentra en una placita cerca de la Plaza del Caudillo. Te acuerdas aquella vez que fuimos a cenar a un autoservicio después de recorrer un montón de sitios donde poder cenar y que poco antes se puso a llover y tuvimos que correr, pues más o menos donde comenzó a llover. Volviendo a la clase, ellos se hospedan temporalmente allí, en una suite, para pasar después a la Gran Vía. De todo esto deducí que debían de tener mucho dinero y por eso les pedí 5.500 ptas al mes. Y este es todo el follón de las clases. Ya te he adelantado algo por teléfono. Osea que a partir del lunes tengo que acudir todos los días a las 6:30 a la habitación 208 de dicho hotel. Osea que cuando regreses tendrás que esperarme en la puerta. Además, tendré que ir todos los días muy arreglado no vaya a ser que no me dejen entrar. Pasando a otro asunto, esta noche en televisión he visto la película "Esplendor en la hierba", seguramente tu también la habrás visto, en verdad me ha impresionado muchísimo, desde hace tiempo que no me afecta más una película. Por una parte el ver como una pareja que se quería con todo el corazón, como podemos ser tu y yo, pueden destrozarse por autenticas tonterías, por posiciones de los padres que se dan en la realidad muy frecuentemente, por ambiciones idiotas, por mil tonterías. Pero lo que más me ha impresionado es su realismo, los personajes no tenían una forma de ser rara, eran de lo más normal, y las reacciones que adoptan son de lo más lógicas, pero, como sin nadie querer actuar con mala fe, poco a poco, estas circunstancias, de lo más real, van
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separando a la pareja hasta destruirla. No sé si tu cuando la has visto te habrá pasado algo parecido, no te parece cierto lo que digo. Te digo que por mi parte estoy dispuesto a que a nosotros no nos pueda suceder algo parecido y estoy dispuesto a luchar por ello. Isabel, no sé si seguirás pensando lo mismo sobre nuestro futuro, me imagino que sí, aun seguirás pensando con ilusión en nuestros sueños. Pero lo que me da miedo no es la postura más frecuente que adoptan las parejas, aun diría más es rara, casi todos sueñan en su piso, en una ciudad y en conseguir cada día una posición más acomodada. Temo el ir contracorriente, es algo que agota enseguida, solo si tu estás dispuesta y es en realidad tu ilusión y estas dispuesta a luchar por ello, lo podremos conseguir. Tu sabes a lo que me refiero, es necesario que tu pongas toda tu ilusión en ello, es necesario para mi que fantaseemos al respecto, solo cuando tienen auténtica ilusión por algo se tiene la fuerza para conseguirlo. Te quiero y necesito que tu compartas mis ilusiones, pero aun deseo con más ahínco el conocer las tuyas para poderlas compartir. Hazte ilusiones, no temas al dolor que pueda producirte el ver que no se realizan, yo pienso que una persona no puede vivir sin ilusión. Quizás tu que crees en una vida más allá de la muerte te resulte más sencillo el pasar sin ella, pero yo no tengo la certeza que tu en eso y le tengo que pedir algo más a la vida. Es un poco difícil expresarte mi idea a este respecto. Supongo que gran parte de tu forma de actuar y sobre todo la ética y moral van encaminadas a ganarte en esta vida
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una mejor después de la muerte, aunque supongo que no serás tan mística para limitarte a este punto, por lo que conozco tu también buscas encontrarle sentido a esta vida. Me gustaría que me hablaras a este respecto, ¿Qué esperas de esta vida y que después de la muerte?. Voy a intentar dar mis ideas al respecto. Ya te imaginarás por mis creencias religiosas que no creo ni dejo de creer en la vida después de la muerte, aunque es algo que no me preocupa demasiado, de todas formas, aunque creyese, no iba a cambiar en nada mi forma de actuar, creo que lo que hago, digo o pienso es correcto y me dejo guiar por mi conciencia. Como ya te he dicho en otras ocasiones, tengo razones, para mi suficientes, como para no creer al pie de la letra lo que dice la Iglesia, por eso no hago mucho caso a sus normas éticas y morales y prefiero asumir las mías. La verdad es que no necesito creer en que mis buenas obras van a ser premiadas, para mi me basta hacer el bien a los demás, pues viéndolos felices me siento feliz. Yo comprendo muy bien los motivos que llevan a los ateos a hacer el bien a los demás y lo más curioso: en las ocasiones de trabajar en ayuda de otras personas me ha sorprendido encontrar más ateos y agnósticos que cristianos, a pesar de que la doctrina de Cristo es una de las que más insiste en la ayuda al prójimo y me temo que sea causa de la practica, muchos cristianos lo son por costumbre y lo practican como si se empeñaran en ir a correr una hora a la semana, por pura retina, además, la Iglesia da una serie de facilidades para conseguir el paraíso, que la única ansia es que la muerte les pille
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confesados y comulgados, y si es con la extremaunción mucho mejor. Bueno, me parece que me estoy enrollando demasiado y ya es tarde, mañana continuaré. Te quiero. Esta noche, como todas, pensaré en ti, ahora mismo tengo tu fotografía sobre mi cabeza y tu anillo en mi dedo. Te echo mucho de menos. Te quiero. Isabel.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 1 de octubre de 1978 Querida Isabel. Te quiero. Me gustaría que estuvieras conmigo, me resulta difícil tenerte tan lejos. He preguntado por el día en que van a comenzar las clases en el Beillure y no se sabe nada sobre eso, por lo menos eso me han dicho la hermana de mi compañera Chelo. Te voy a contar lo que he hecho hoy, Esta mañana he ido a casa de mi tía Amparo a arreglarle unas cuantas cosas que tenía estropeadas en su casa. Lo mejor de todo es que como recompensa me ha dado 300 ptas, con ellas podré ir con más tranquilidad a ver a Quilapayu, me gustaría que tu estuvieras aquí y así podríamos ir juntos, es una lástima. Por la tarde he ido a dar una vuelta con Manolo, el pobre está muy chafado, ya te contaré más adelante sobre eso. Mañana por la mañana quiero ir a matricularme en la facultad y por la tarde tengo que comenzar la clase, ya te contare como me van las cosas, supongo que todo ira a las mil maravillas. Sobre Manolo poco puedo decir, está muy decaído y le cuesta mucho trabajo superar lo de Ana, para colmo de males se encuentra muy solo, pues Carlos y Luis están con sus respectivas novias y Rafa y Pepe apenas quieren saber de él, yo ya estoy muy mosqueado de ellos, nada más se acuerdan de Manolo cuando hay tías de por medio. No me gusta hacer conjeturas aventuradas , pero tengo esa ligera
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sospecha. Estos días hemos ido a ver si "ligábamos" y de esta forma, conociendo a otras chicas se le olvidaba de una puñetera vez a Manolo el asunto de Ana. Pero Manolo está muy decaído y por muchos esfuerzos que hago no consigo animarlo, esta misma tarde, cuando estábamos por las tascas, a ver lo que se podía hacer, le ha entrado una gran nostalgia a Manolo y no ha podido evitar el ponerse a llorar. Me preocupa muchísimo, pues si no consigo animarlo durante estos días que tu estás, se va a quedar muy solo. Para colmo de males lo de Molinicos le afecto tanto que ha suspendido los exámenes. Cada día que pasa siento más rencor hacía Ana, no he conocido una persona más vil y rastrera que ella, solo merece el desprecio más grande. Menos mal que ya no va a estar en vuestra casa, pues estoy seguro que no hubiera podido evitar algún día el escupirle a la cara y decirle todo lo que pienso de ella, me gustaría que encontrara un tío que le hiciera pasar por ojo de una aguja, no puedo desearle nada bueno porque no se merece sino que la hagan desgraciada. Ya sé Isabel que quizás sea demasiado duro con ella, pero lo siento, lo que le hacen a Manolo es como si me lo hicieran a mi mismo, se lo doloroso que es para una persona que quiere a otra que esta le conteste con esa moneda. Yo te aseguro que prefiero que me dieran una puñalada o me molieran a golpes antes de que me hicieran eso, creo que es mucho más doloroso un golpe tan fuerte en la moral y en los sentimientos de una persona que cualquier maltrato físico. No puedo callarme mi indignación por eso te lo cuento a ti
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que es a quien más confianza tengo, no puedo evitar que me afecte pues Manolo es el mejor amigo que tengo. Para colmo, ahora Manolo también tiene problemas con su familia, en primer lugar por motivo de sus estudios, es algo a lo que su padre da mucha importancia, en segundo lugar Manolo está excitado y tiene una gran tensión interior y me temo que, como es lo más frecuente, la descargue en su casa, con lo cual va a causarle muchos problemas. Te garantizo que esta tarde, cuando estaba con Manolo y no podía hacer nada por consolarlo, si me llego a encontrar a Ana no me hubiera podido contener y le hubiera arreado un bofetón. Perdona que te amargue la carta con este rollo, pero necesitaba expansionarme con alguien y me he puesto a escribirte y no he podido evitar el contarte todo esto. Se que tu me comprenderás. Me resulta muy difícil irme por ahí a ligar, pero intento sobreponerme pues creo que Manolo se lo merece y estoy seguro de que tu me lo perdonaras. Te quiero. Isabel, tengo tu fotografía encima de mi, la miro y me entran ganas de llorar, no sé si de pena por tenerte tan lejos o de alegría de pensar que aunque estés lejos me sigues teniendo presente. El otro día creo que no me porte bien contigo, te pido perdón, no sé que me pasa pero cualquier cosa que me separa de ti me molesta. Puede ser que en lo que dije tuviera o no la razón, eso a ti te corresponde verlo, piensa detenidamente en el asunto y dime después la conclusión a que llegues. No quiero que
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pienses en ello como un ultimatum, yo nunca he tenido esa idea en mi mente, simplemente vi en eso un punto que podía dañas nuestras relaciones sobre todo por mi parte, pues me resulta desagradable el convivir con una persona que en algunos momentos tenga que depender del criterio de otras personas. Aunque es muy probable que la culpa sea mía, por ser demasiado intransigente a ese respecto. De todas formas que yo en todos los campos me interese conocer tu opinión, no temas aburrirme o decepcionarme con tus opiniones pues te acepto tal como eres y todo lo que a ti respecta despierta mi interés. Te aseguro que para mi tiene más valor conocer tu opinión en cualquier campo que la de muchos señores que salen por la televisión y que con tanto interés escucho. No sé si comprenderás lo que te digo. Para mi una discusión sobre cualquier tema no implica que uno a de convencer al otro y hacerlo cambiar de idea, para mi es un contraste de pareceres del cual salen ambas opiniones más robustas y completas, pues otros pueden apreciar detalles que uno no ha apreciado. Bueno, de me está haciendo tarde y mañana tengo que levantarme no muy tarde, osea que lo voy a dejar por hoy. Mañana por la mañana tiraré es ta carta, ya continuaré en otra. Un beso muy grande César ¡Te quiero! ¡¡¡Te quiero!!! ¡¡¡¡¡TE QUIERO!!!!!
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 2 de octubre de 1978 Querida Isabel. Te quiero. Tengo unas ganas terribles de que regreses. Supongo que te habrán gustado las fotografías en mi primera carta. Esta mañana he ido a matricularme, ha sido la mañana de las colas. Para empezar, no me había acordado de hacerme las fotografías y he ido a las fotografías automáticas que hay en la estacioneta, allí me ha tocado hacer la primera cola, parecía que todos habíamos tenido la misma idea, me he encontrado a compañeros de clase y todo. Después una pequeñita para comprar el billete del tren. Pero lo bueno empieza en la Facultad, me pongo en la cola para la matrícula y aquello iba lentísimo (como tienen que revisar todo a cada uno), cuando ya me tocaba, resulta que me hacía falta una fotocopia del papel de la beca, por lo visto no es suficiente el presentarlo. Me ha tocado ir a buscar una fotocopiadora y de nuevo a la cola. Por fin he podido matricularme y como ya estaba allí, he pedido que me hicieran dos certificados y la diligencia de lo de la beca. Pero resulta que no me lo podían hacer hasta que pagara las 45 ptas de la matricula, ahí me ves haciendo otra cola para pagar. Una vez pagada a entregar el sobre y que me cuñaran el carnet, al menos allí no había cola, después de nuevo a la cola de Matemáticas para lo de la beca y los certificados, y de nuevo a la cola para pagar los certificados. Para colmo de males, con tanto pagar me han dejado con 6 ptas con lo cual no podía regresar. Por eso
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me he ido al bar a ver si había algún conocido que tuviera coche o me pudiera dejar algo de dinero, he tenido suerte y enseguida he encontrado a un amigo mio, que creo que alguna vez te he hablado de él, "El oruga", lo mejor es que no solo me traía a Valencia, sino que me ha invitaba a una cerveza, y de nuevo una cola para recoger el tiket para la consumición, en fin, que si esta tarde me encuentro una cola cualquiera por la calle, por inercia me coloco en ella. Esta tarde ha sido mucho más tranquila que la mañana, primero leer tu carta y después he estado leyendo hasta las seis para irme a dar la clase. Todo muy bien salvo que el sillón donde me he sentado es tan blando que prácticamente es como si diera la clase a un moro, sentados en el suelo. Cuando he salido he ido a buscar a Manolo y nos hemos ido al bar de los comunistas a tomar una cervecita y charlar un rato. Por allí ha pasado un antiguo compañero de mi academia y me ha estado contando cosas, entre ellas una que me ha dejado helado y es que nuestro compañero Vicente Albert, el tío ese tan "calfa" que te contaba, estaba internado en el hospital psiquiátrico por ser drogadicto, en fin, ya te puedes imaginar como me he quedado. Después, nada más llegar a casa, he visto "Bareta" y el programa ese que parecía propaganda del "Opus Dei" y he venido a mi cuarto a escribirte. A todo esto, me he encontrado a una alumna del Beillure y me ha dicho que la fecha de comenzar las clases no se sabe pero será en la semana del 9 al 12 de octubre, de todas formas no os precipitéis, yo un día de estos me
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acercaré por allí y me intentaré informar con exactitud. De todas formas estar atentos. Respecto a lo de tu carta, ya te he contestado un poquito a ese respecto y tienes razón, creo que ese día saque las cosas de quicio y de un grano de arena hice una montaña. Pero quiero que me comprendas y pienses que el más mínimo detalle que a ti respecte le doy mucha importancia y con facilidad me sucede lo del otro día y me temo que no será la última vez que me suceda, pues yo te quiero Isabel. Pero de todas formas me alegro de ello pues me temo que ha servido para afianzar nuestros lazos. Tu carta me encanta, me alegro mucho de lo que pones en ella sobre todo por la facilidad con que has superado mis exageraciones del autentico motivo que los genero. Veo en ti una persona que no se limita a tomar todo o nada, sino que al contrario sabes dilucidar con gran tino el poco de realidad que tiene una fantasía. Que conste que no es por hablarte gratuitamente, es lo que en realidad pienso después de leer tu carta. Comprendo perfectamente tu posición respecto a tus padres, además yo soy el primero que quiero relacionarme con ellos, para que me conozcan como ya te dije cuando iba a ir a Molinicos, entonces te explicaba las razones y te aseguro de que si de algo me arrepiento muy enserio el pedirte que renunciaras a tus padres. No soy yo nadie para decirte lo que has de hacer y dejar de hacer y mucho menos en el campo de los sentimientos. No sé en verdad lo que me pasó aquella tarde, quizás me ofusque en unas ideas que me había hecho a partir de unos detalles o
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quizás estuviera celoso de tus padres. Sea lo que sea, mi comportamiento fue reprochable, discúlpame por ello. De todas formas tengo la esperanza de que haya servido de algo, aunque simplemente sea el que pienses en ti y hagas un esfuerzo por encontrarte un poquito más a ti misma y de esta forma ser un poco más tu, que es a la persona a quien más quiero. De todas formas no te preocupes mucho por eso, pues al fin y al cabo a todos nos pasa lo mismo, yo mismo, pensando a este respecto, he visto que en muchísimas ocasiones me dejo guiar por el criterio de otra persona. Ahora me acuerdo lo que dijo mi madre hace unos años no sé por qué motivo: más o menos dio a entender que nos habíamos hecho mayores sin enterarse ella y que le diéramos tiempo a hacerse a la idea de que no eramos los niños que íbamos siempre con ella, sino personas independientes a las que ya no tenía que cuidar. Me acuerdo por que me impresiono ese resignamiento a quedarse sola y no creas que no es terrible para mi pensar que un día mi madre, que tanto ha hecho por mí, se vea sola, ni siquiera tiene un marido que la quiera como puede suceder a tu madre. Mi madre, cuando se murió mi padre tenía 30 años, aun podría haber vivido e incluso haber encontrado a otro hombre que la quisiera, pero no, ella se sacrifico por nosotros, y sobre todo por mi que estaba enfermo, y ahora cuando ya no está para muchos trotes, nosotros nos hacemos mayores, nos empezamos a abrir camino y la dejamos sola justamente cuando más nos necesita. Esto es una idea que me atormenta, que me
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obliga a preocuparme por ella, pero jamás a vivir la vida que ella decida. No sé por que te cuento estas cosas, pus la mayoría carecerán del más mínimo interés para ti, pero no puedo evitar que al escribirte empiece como un monologo dirigido a mi mismo, pero en el fondo creo que es bueno que tu, poco a poco, vayas conociendo los problemas que me afligen y como este caso las dudas morales que poseo. Yo se lo que es la soledad, la he vivido mucho más que la mayoría, pero tenía la esperanza de salir de ella y eso me daba fuerzas para superarla. Pero mi madre se esta quedando sola y ni siquiera los ánimos y las fuerzas como para salir de ella. Debe de ser como caer en las arenas movedizas y que todos te den la espalda, como entrar en un túnel vacío y cuyo final es la muerte sin posibilidad de dar marcha atrás. Ha de ser algo terrible y a veces lo que hago es ignorar este problema. pero no puedo evitar el sentirme terriblemente cruel con ella. Dejemoslo de una vez, sino nunca voy a terminar, yo no tengo el problema que tu tienes con tu padre, pero tengo el de mi madre que creo que no es pequeño. Por hoy voy a dejar la carta, si puedo, mañana la continuare. Isabel, te quiero y me cuesta el tener que permanecer tan alejado de ti, pero comprendo muy bien los motivos que nos mantienen alejados. Un abrazo muy fuerte con todo mi cariño. muchos recuerdos a Conchi y Rosi así como a Mª Dolores. Un
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beso. CĂŠsar
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 4 de octubre de 1978 Ayer por la noche no pude escribirte porque fuimos a ver a Quilapayu, lo hago hoy por la mañana, al fin y al cabo poca diferencia hay. El otro día se me ocurrió una frase de mi madre y me enrolle como una persiana. Volviendo de nuevo a lo de que nos habíamos hecho mayores sin que ella se hubiera dado cuenta. Lo que te quería decir es que tus padres no se den cuenta de que os estáis haciendo mayores y que ya no tratan con aquellos niños que llevaban a su voluntad sino con personas como ellos mismos, pero que los únicos lazos que os unen son los afectivos y que deben desaparecer los que aun tengan un matiz autoritario. Sobre todo en tu caso ya que la única autoridad que pueden ejercer es de carácter moral, osea la que tu quieras aceptar por ser tus padres, pues has superado los 21 años y las leyes hasta ahora vigentes, que eran más bien conservadores, consideraban que esa edad se es totalmente independiente, por lo cual los padres dejan de tener autoridad legal sobre los hijos. Mas aun para las leyes que se están elaborando en la actualidad consideran que la edad suficiente para esta independencia es de los 18 años, osea que se supone que tu y yo tenemos hace por lo menos tres años cabeza suficiente como para no necesitar estar bajo la tutela de nadie, o lo que es lo mismo, que podemos tomar decisiones libremente sin tener que dar cuenta ni pedir permiso a nadie. Yo creo que las personas
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cuando llega la hora se fijan poco en esta mayoría de edad, es lógico, no produce ningún cambio físico en la persona, pero sin embargo sin darnos cuenta nuestra posición la sociedad que nos rodea ya nos considera en todos los campos plenamente independientes y las leyes hacen recaer en nuestra persona las responsabilidades de nuestros actos con toda su dureza. Nuestra persona en los campos económico, social, laboral etc. ya no va unida a la de nuestros padres o tutor, somos nosotros mismos. Ya parece que en lugar de Matemáticas estudio Derecho, pero no va mal de vez en cuanto pensar un poco nuestra posición en las leyes. Por cierto, tus padres podrán estar tranquilos pues seguís sometiéndoos a su autoridad, si eso les hace felices, adelante. Pero no te preocupes por mi madre, ya ha perdido su autoridad sobre sus hijos, ya tomamos nuestras decisiones, pero no está sola, tiene lo más importante el cariño de sus hijos, el cariño de cuatro personas adultas que la adoran. Sigamos con el parte: de ayer hay poco que contar, por la mañana no hice nada en absoluto, me levante tarde, me duche y leí un poco , por la tarde, primero fui a hablar con Manolo sobre como ir a ver a Quilapayu. Me vine a comer y estuve leyendo hasta las seis menos cuarto en que me fui a comprar las entradas a una librería que hay junto al Ayuntamiento. Después me fui al hotel a dar la clase. Había quedado con Manolo y sus hermanos Jaime y Vicente, y con unos compañeros de la facultad, Pototo, el
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que me tiro el vino en los pantalones y más compañeros suyos. Pasé por casa para recoger mi bandera y poco después de las 7:30 estábamos todos en la Plaza de la Virgen emprendimos el camino y en un bar ya próximo al estadio compramos unas botellas de vino. Entramos de los primeros y pudimos sentarnos en los graderíos, cenamos antes de que comenzara. El recital ya te lo puedes imaginar, un éxito, allí no se podía meter un alfiler, había varios miles de personas y el ambiente era fabuloso. Al final, después de la "Cantata de Santa María de Iquique", a petición del público cantaron "La muralla", "El pueblo unido jamás será vencido", "Venceremos". En la primera toda la gente de pie con las manos abrazadas por encima de la cabeza meneandolas como si fueran olas. Las otras dos en un mar de puños en alto y cantando todo el publico. Ya te puedes imaginarte donde salían las ideas de las canciones que debían de cantar. Una vez terminado nos fuimos a tomar una cerveza a un bar que estaba allí cerca y después un chico nos trajo a las Torres de Serrano. Esta mañana, como de costumbre, me despierto tarde y me he puesto a escribirte. Lo voy a dejar pues es tarde y quiero tirar la carta esta misma mañana y ver si tengo carta tuya. Muchos recuerdos a todos con todo mi cariño. Un beso querida Isabel. Te quiero César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 26 de diciembre de 1978 Querida Isabel, te quiero. Me cuesta trabajo estar sin ti, pero por otra me alegro de que estés con tus padres en estas fiestas, a ellos también les agrada tenerte con ellos y al fin y al cabo casi todo el año lo pasas aquí en Valencia. Cuando te fuiste el sábado me quede muy triste, no quería exteriorizar mi estado pues me daba la impresión que estabas apunto de llorar y no quería hacer tan difícil nuestra separación. Son muy dolorosas las despedidas. Me acuerdo mucho de ti y me resulta extraño que termine un día sin haberte podido ver. No estoy solo por que salgo con Manolo, pero noto que algo muy importante me falta y eres tu, necesito de tu cariño, hay ocasiones en que me resulta tan extraño el no estar contigo que casi cojo de la mano a Manolo. De lo que he hecho estos tres días, poco hay que contar. El sábado por la mañana no hice nada, fui de una parte a otra de la casa intentando hacerme a la idea de que tu te habías ido, estaba medio dormido pero no podía evitar el pensar que en varios días no te iba a ver. Isabel, te quiero. Para distraerme fui a la estafeta de correos a tirar todas las felicitaciones de la familia con lo que pase media hora dando lametazos a los sellos. Por la tarde tenía tanto sueño que me acosté a dormir la siesta y no me desperté hasta las ocho. Entonces me fui con mi madre y mi hermano a comprar los últimos detalles
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para la Noche Buena. Aquella noche vi la película y me acosté. Te había llamado por teléfono y sabía que habías llegado bien, pero por la tarde no pude evitar el preocuparme, pensaba que podrías haber tenido un accidente, quizás fuera por influencia del accidente en Salamanca pocos días antes. Mientras esperaba que me pusieran la conferencia miraba en la televisión el telediario con temor de que dieran una noticia como la que temías. Te quiero Isabel y me resultaría muy difícil poder vivir sin ti, ya me cuesta pasas unos días sin tenerte a mi lado, no quiero ni pensar lo que sería no verte de nuevo. Te quiero. Al día siguiente por la mañana fui a felicitar a mi abuela, que está en casa de mi tío Luis, la pobre estaba sola y me pasé casi toda la mañana con ella. Por la tarde quede con Manolo y fuimos a dar una vuelta por las tascas y tomar unas cervezas, pero como era Noche Buena tuvimos que regresar temprano ya que teníamos que cenar con nuestras respectivas familiar. Por la noche, como todas las Noches Buenas, una cena muy especial con cordero, vino, dulces y champagne, hubo mucha alegría y todos nos reíamos la mar de a gusto. Yo no pude evitar acordarme de la Noche Buena de hace dos años, entonces estaba mi tío Pepe Luis, pero yo estaba desmoralizado y descentrado, jamás he pasado una noche más triste que aquella, me encontraba totalmente solo y el que los demás se rieran y disfrutaran me molestaba, estaba amargado y tenía unas ganas terribles de llorar. Este año no tenía nada más que aquel día, al contrario, ni siquiera mi tío Pepe Luis estaba con nosotros,
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pero estaba contento, sabía que a muchos kilómetros había una mujer que se estaría acordando de mi como yo hacía de ella, el sentirme querido por alguien aunque este ausente es la sensación más maravillosa que uno puede tener, el ser algo importante, algo transcendental para una persona que quieres te dan ganas de vivir, de seguir, de luchar, hay un motivo para todos los esfuerzos, por muy duros que sean hay algo que te impulsa a superar todos los obstáculos que se interponen. Todo esto, tan simple y tan grande es lo que me faltaba, si entonces, aquella noche, aquella terrible y deprimente Noche Buena, lo que deseaba era morir, dejar de sufrir, dejar de hacer padecer a mi familia y a mis amigos con mi absurda actitud de derrota. Esta Noche Buena que si ha sido buena, era todo lo contrario, tenía unas ganas terribles de vivir, de seguir luchando, tenía un gran motivo para ello, quería y me querían, tenía en mi el mejor antídoto contra la tristeza y el desaliento, el Amor. Mi familia era más feliz así, no te puedes ni imaginar la alegría de mi madre porque yo ahora soy una persona con ilusión y con deseos de vivir, el conocerte a sido mi salvación. Isabel, te quiero, y aunque estés muy lejos de mi, estás tan dentro de mi que siento tu cariño en todo momento. Solo puedo pedirte que soportes mis rarezas y mis defectos y aceptes mi auténtico amor hacia ti. Te quiero Isabel. No se como decírtelo pero te quiero. El día de Navidad fuimos a felicitar, como todos los años, a la familia. Yo también pasé por casa de mi alumno, pues tenía ganas de saber lo que me iban a regalar. me
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han regalado un llavero de piel, de esos que tienen forma de carterita, ya lo verás, seguro que te gusta. La comida, como todos los años en nuestra casa, es la más solemne, mi madre saca la cristalería y la cubertería y comemos en familia. Vino mi tía Amparo y su hija y también Carmen, una amiga de la familia que estaba sola en su casa en un día como este. En fin, una comida extraordinario. Supongo que vosotros también lo celebraréis así. Por la tarde salí con Manolo otra vez y fuimos a las tascas. Al final se ha decidido por no enviar la felicitación a Ana y, por tanto, tampoco yo lo he hecho. Por cierto ¿Ha llegado mi felicitación de Navidad? ¿Qué impresión a causado en tu familia?. Esta mañana ha sido un poco tonta, me he puesto a escribirte y ha llegado mi hermano con una cinta que nos ha regalado mi hermana Piluca para Reyes, se titula "La Guerra de los Mundos" y es un relato de Ciencia Ficción musicado, son dos cintas, las hemos estado escuchándolas, con lo cual no he podido terminarte de escribir como yo pretendía esta misma mañana. De todas formas lo estoy haciendo ahora, es por la tarde. No he quedado con Manolo pues él había quedado con otro amigo y unas chicas. De todas formas esta noche iremos al cine, aun no tenemos decidida la película que iremos a ver, él me ha dado las líneas del tipo de película que le apetece y yo tengo que seleccionar la que mejor me parezca, ya te contaré.
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Mañana por la mañana tengo que ir de nuevo a la óptica a ver si puedo ponerme lentillas. Con un poco de suerte podré ir a recibir sin gafas, por lo menos eso me gustaría a mi. Esta tarde he quedado con mi madre para ir al Corte Ingles, vamos a ver los regalos para la Noche de Reyes, este año lo hemos dejado para ese día, al fin y al cabo ya ninguno va ha tener juguetes para disfrutar estos días. Bueno. Esto es todo lo que he hecho estos días, no sé cuando te llegara esta carta, en casa las cartas están llegando con mucho retraso, espero que esta sea más rápida. Te voy a dejar, se me está haciendo tarde para ir a donde he quedado con mi madre y quiero tirar la carta en correos. Osea que en otra ocasión seguiré. Te quiero Isabel y me gustaría estar ahí contigo o que estuvieras aquí conmigo. Pero de todas formas espero que no se hará muy largo estos días que nos quedan separados, ya tengo unas ganas terribles de verte de nuevo. Un fuerte abrazo, Te quiero. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 29 de diciembre de 1978 Querida Isabel, te quiero. Me gustaría podre estar contigo estas Navidades, pero de todas formas te tengo muy presente aunque estés lejos, siempre me imagino que estas pensando en mi, que me quieres, de esta forma nunca estoy solo, siempre estoy contigo. El día 28 por la noche nos fuimos Manolo y yo al cine, decidimos al final el Xerea, la película se trataba de una parábola política, fue interesante pero muy desagradable, para soportarla era necesario tener estómago. Después nos fuimos a dar una vuelta por ahí y nos pusimos a hablar de un montón de cosas y entre pitos y flautas se nos hicieron las 4 de la madrugada. A la mañana siguiente fui a la óptica a por lo de las lentillas, me pusieron unas y al principio fue algo horroroso, no sabes lo molesto que resulta que te metan un par de cristales en los ojos, es como si te metieran el dedo pero no te lo quitaran, poco a poco me fui acostumbrando y resultaron menos molestas. Las lleve puestas más de una hora. La pega es que tengo mucha lágrima y no puedo dejar de llorar con lo cual me han dicho que me costará adaptarme a ellas, pero a pesar de todo pienso seguir con la idea. Hoy mismo he ido a una segunda prueba, aun me ha molestado, pero un poco menos que el otro día, pero aun sigo lagrimeando cuando las llevó puestas. Osea que veo difícil que el día que regreses pueda llevarla ya, pero de todas formas tengo la esperanza de conseguirlo y que
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siempre que estés conmigo me puedas ver sin gafas. Cuando me dijeron que tenía mucha lagrima pensé para mis adentros que tu lo sabías muy bien pues cuando abro el grifo parezco el río Ebro, ¿A qué sí? Te quiero y tengo unas ganas terribles de verte, cada día que pasa me cuesta más trabajo el resistir tu ausencia, te necesito, eres para mi lo más importante. De contarte, poco puedo hacer, en general todas las tardes a media tarde quedo con Manolo y nos vamos a tomar unas cervezas a las tascas, casi todas las tardes encontramos algún amigo de Manolo, uno de ellos, que se llama Juan Carlos, era el año pasado compañero tuyo en Farmacia. También, una tarde, estuvimos con Jesús y un amigo suyo y de esta forma es como paso todas las tardes. Perdona, me han interrumpido y ahora no encuentro el bolígrafo que tenía y solo tengo este de color rojo. Las mañanas las he tenido ocupadas por lo de las lentillas, por que mi madre me mandó a llevar un regalo al dentista y otra mañana a buscar tu regalo, aun no lo tengo decidido, pero casi casi ya lo esta, espero que te guste y le tomes cariño. Como puedes ver hay poco para contar y supongo que en los próximos días tampoco habrá mucho. Esta Noche Viaja no sé lo que haré aun. Si Manolo y sus amigos no tienen un plan muy especial con algunas chicas, la quiero pasar con ellos, pero todo depende como se planteen ellos la diversión esa noche, mis circunstancias son esencialmente diferentes a las suyas y comprendo que
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ellos quieran otro tipo de fiesta. Ya veremos, en la próxima carta te contaré. Por otra parte lo de mi hermana Piluca y Manolo, parece que va muy enserio, y si no ocurre un milagro la riña será definitiva. Me recuerda el argumento de esa película que te nombre, esplendor en la hierba. También los padres de Manolo le han calentado mucho la cabeza , a mi me da la impresión que tiene gran parte de culpa, pues su padre se ha empeñado en que estudie Ingeniero, quiere que su hijo sea lo que no ha podido ser, el ser Ingeniero como sus jefes. Mi hermana está muy chafada, al fin y al cabo ellos se quieren y llevan juntos cinco años. En verdad me parece terrible que la influencia de personas extrañas puedan llegar a destruir algo tan grande. No puedo evitar en pensar en nosotros, me aterra la idea de que llegara un día en que sucediera algo similar, me dan miedo los demás, temo que lleguen a destruir lo nuestro. Isabel, te quiero de verdad, no te engaño, pero no puedo dejar de pensar en lo de mi hermana, no te puedes hacer la idea de lo que me afecta lo suyo. Te amo, Isabel. Supongo que te parecerá que te escribo poco, pero creo que tienes razón, debiera escribir más, pero no tengo nada para contarte, pasan tan pocas cosas, pero por eso no pienses que es que no me acuerdo de ti, al contrario, me acuerdo mucho, pero no es fácil hacerse a la idea de que estás lejos, cuando salgo con Manolo no puedo contarte nada más que eso pues estoy descentrado, hacía tanto tiempo que no salgo con ellos que ya no sé como funcionan
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las cosas. La verdad es que no tengo ganas de salir, pero si me quedara en casa no lo soportaría, me entraría la añoranza y me pondría melancólico y se me haría mucho más difícil tu ausencia. De lo que hablamos Manolo y yo no te cuento pues es de política en plan teórico y temo aburrirte, pero si te interesan me lo dices y te lo contaré. Te seguiré escribiendo otro rato entre interrupciones y búsquedas de bolígrafo, he perdido más de la mitad del tiempo que pensaba dedicarte a escribirte. Aun tengo muchas cosas que decirte, seguiré otro rato. Ahora mismo me ha telefoneado Manolo para si podía ir a arreglar una cosa de la cisterna. Muchos besos y abrazos. Amor mío, te quiero César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 6 de julio de 1979 Querida Isabel, de nuevo las cartas, ya estás en Molinicos y yo en Valencia, solo por carta, a excepción de alguna que otra llamada por teléfono, nos podemos comunicar. Al fin y al cabo solo es un mes y pronto pasa, dentro de un mes estaremos en Sevilla, no se en que parte pero da lo mismo, estaremos casi todo el día juntos y eso es lo más importante. Poco puedo contarte, ayer, después de que te fuiste, me puse a arreglar el buró a fondo, a ver si encontraba el carrete de fotografías y efectivamente estaba entre un montón de folios que no servían y que en los días pasados de exámenes se habían ido acumulando unos encima de otros. El arreglo duro hasta esa misma tarde, cuando me puse a hacer el trabajo de física que tenemos que hacer. Así estuve hasta las nueve de la noche. Después de cenar te llame por teléfono para saber como habías llegado y me puse a ver una película y después terminar lo de física. Hoy me he levantado tarde, me he duchado y he ido a cobrar el último trimestre de la beca y a comprar colonia que se me había terminado. Esta tarde, después de comer he ido a Moncada, a ver si había alguna nota tuya, pero no tenían ninguna, me ha dicho la secretaria que antes del día 15 estarán todas, osea que un día de la semana que viene iré de nuevo a ver si ya están y te mandaré las papeletas por correo certificado. Al llegar a casa me he puesto a escribirte la carta.
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Mañana por la mañana pienso ir a mi facultad para ver si se sabe algo de la nota de Geometría. Además, como hay examen de Topología preguntaré al profesor cuando piensa poner la convocatoria de septiembre, posiblemente no sabrá nada pero por probar no se pierde nada, de paso me podré despedir hasta el año que viene de todos mis compañeros. Ya te contaré Aun no me hago a la idea de que tu no estés aquí conmigo, simplemente me resulta extraño que llegue el final del día y no te haya visto, es algo extraño, es como si pensara que tu no estás en Molinicos sino en la Plaza deAvila mi subconsciente todavía no se ha enterado de que tu te has ido. A pesar de que ha pasado un día sin verte ya te echo de menos, tengo ganas de verte y se que no puede ser, de todas formas voy a hacer todo lo posible para poder ir a verte a Molinicos lo antes posible. Voy a estudiar con fuerza e intensidad para poderlo hacer realidad. De todas formas no te hagas muchas ilusiones pues es una asignatura muy difícil.
Los pétalos de mi media rosa.
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Tengo aquí encima, junto a tu foto la rosa, ha soportado bastante bien, pero la pobre empieza a marchitarse. Me da mucha pena que algo que te había regalado tenga que estar en mis manos en lugar de las tuyas, por eso te mando en esta carta unos pétalos de nuestra rosa, la mitad exactamente. Sé que llegaran muy mal, pero es algo que te pertenece, quiero que tengas la mitad como yo. Aun no termino de comprender lo de Tula, en verdad que no entiendo el por qué han tenido que matarla, es algo terrible. Yo comprendo que se mate a un perro que está sufriendo por alguna enfermedad o que fuera un auténtico peligro para las personas, en verdad que ha sido un auténtico crimen, el alcalde a de ser una persona depravada al ordenar matarlo y no comprendo como la gente lo ha cumplido. Puede que los perros sean molestos y que ensucien las calles, pero hay otras medidas menos drásticas como obligar a los perros a llevar correa y bozal o que hagan sus necesidades en huertos y campos, pero eso de matarlos me parece un crimen, no solo contra los pobres animales, sino contra los sentimientos de sus dueños. Es algo que no puede tolerarse y que si yo me hubiera encontrado en el caso me hubiera negado en rotundo. Eso no puede hacerse, puede uno tenerles un miedo cerval y una manía terrible a los pobres perros, pero no se puede obligar a la gente a que se deshagan de un ser por el que sienten cariño. Tampoco comprendo como los de Molinicos, que reaccionaron cuando se iban a que dar sin toros en las fiestas, han consentido el que se cometa tal crimen. Lo
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siento, quizás me este pasando, pero mi indignación es muy grande, quiero demasiado a los animales, y sobre todo a los perros, para poderme contener ante lo que dijiste por teléfono. Supongo que todos lo habréis sentido muchísimo, se perfectamente lo que se siente, cuando Estela tenía el moquillo y se iba a morir teníamos una gran pena y a pesar de que nos dijeron que lo mejor era matarla, nos resistimos y nos gastamos mucho dinero en medicamentos carísimos y tiempo y esfuerzos en buscarlos, pero la queríamos mucho y no nos importaba nada en tal de salvarla. Isabel, yo te quiero y es el amor que siento por ti lo que me mantiene a tu lado, nada más que eso. Creo que ya te lo he dicho otras veces, pero da lo mismo, tu me has hecho renunciar a muchas cosas que me atraían, he tenido que renunciar a parte de mis ideas en el campo de llevarlas a cabo, pero nada de sto me duele porque te tengo a ti y te quiero. A veces creo que puedo infundir en ti la idea de que no haces suficiente para hacerme feliz, pero no es eso ni mucho menos, lo que pasa es que soy algo impulsivo y la inactividad pronto me exaspera, yo soy propenso al entusiasmo y con gran facilidad tomo una afición con tozudez, yo soy incapaz, como tu, de permanecer en algo en busca de una perfección, yo, desgraciadamente, lo que necesito constantemente son experiencias nuevas. Posiblemente esto ya lo sepas tu. Me es difícil centrarme en una cosa y poner todos los esfuerzos en ello. Por eso cuando te da la impresión de que me aburro contigo no le hagas mucho caso, lo más probable es que durante una temporada me haya tenido que concentrar en algo
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demasiado y no he podido dedicar apenas tiempo a otra ocupación, entonces estoy lleno de tensiones internas y lo paga el que más cerca tengo, y ahora eres casi siempre tu. Espero que puedas comprender un poco mi actitud de alguno de estos días pasados. Necesito tiempo yo también para adaptarme a ti, ten en cuenta que he vivido con personas muy distintas a tu manera de ser y que sin quererlo, a veces, echo de menos el ambiente en que he estado vivido tanto tiempo. Se que me quieres y sabrás perdonarme mis rarezas y que me darás un voto de confianza para que yo pueda amoldarme. Se que a mi me es más fácil el cambiar que a ti y que este cambio no ha de ser en ningún momento doloroso, yo quiero conocer tus inquietudes, tus aficiones, todo lo que de una forma u otra te motive, para mi es fácil el entusiasmarme por algo nuevo, aun diría más, siempre que me he entusiasmado por algo ha sido por la influencia de alguna persona que me ha guiado los primeros pasos y estoy seguro que me pasaría lo mismo contigo. Como ya te dije el último día el separarnos es doloroso, pero tiene una gran ventaja, la distancia me permite pensar en nosotros con más "frialdad" o, quizás mejor, con más objetividad, y por lo menos, en lo que a mi respecta, me ayuda a afianzar mi cariño hacía ti. Es como el refrán que tu dijiste y que nos viene como anillo al dedo. Volviendo al tema de antes, quería decirte que es inútil que intentes hacerme feliz, la felicidad es una utopía inalcanzable, nada ni nadie puede dártela. Una cosa y
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sobre todo una persona puede hacerte sentir menos desafortunado, digamos un poco más feliz. Mi experiencia hasta el momento , del futuro no puedo saber nada, lo que me ha dado esa "felicidad" es el que me quieras y el cariño que siento por ti, es lo más completo y reconfortante que he tenido. Yo soy más "feliz" en el momento de despedirte, que cuando otra persona me hace un regalo que yo deseaba, pues en esa despedida hay cariño, un cariño inconmensurables, un cariño apenado, pero un cariño de Amor. Una prueba del efecto que produce la separación puede ser muy bien estas cartas: cuando estamos juntos tan solo te digo que te quiero, ya sé que unas caricias o un beso dicen mucho más, pero en plan comunicación de sentimientos, pero hay ocasiones y cosas que hay que comunicarlas con la razón y cuando permanecemos juntos no te digo, no por no querer sino porque los sentimientos imperan y se hace necesaria esa especial forma de comunicación de dos personas que se quieren. ahora que estamos separados la única forma de comunicarnos es por palabras y las palabras son conceptos de la razón. Es ahora pues cuando te comunico mis pensamientos e intento desesperadamente introducir una mano a través de estos surcos azules o de este blanco papel para comunicarte todo mi cariño. Es una pretensión de hacerte llegar mis sentimientos por medio de mi razón. Cuando te escribo intento que sea mi corazón el que dicte a mi cabeza. Aunque como en esta ocasión repite una y otra vez la misma cosa con distintas palabras con la esperanza de
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que en cada una te llegue parte de mis sentimientos. Isabel, te quiero, la separación es dura pero el encuentro es sublime, recuerda que lo que hay que hacer es no pensar en la última vez que nos vimos, sino la próxima, lo primero es un mal trago que hay que pasar, la segunda es una reafirmación del cariño y de la voluntad de permanecer unidos, cada vez que nos volvemos a ver es como la primera vez que nos conocimos, ese día en los Viveros en que comenzamos a salir. Bueno Isabel, ya se hace tarde y prefiero seguir en otra carta y mandarte ahora esta. Recuerda que te quiero y no te olvido un momento. ¡Te quiero! ¡¡TE QUIERO!! ¡¡¡TE QUIERO!!! César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 7 de julio 1979 Querida Isabel, me siento muy solo sin ti, no sé lo que puedo hacer, no tengo ganas de nada, estoy esperando terminar el trabajo de Física para comenzar a estudiar Topología. Hoy, como tenía pensado, he ido a la Facultad, pero la secretaría estaba cerrada y no he podido recoger ninguna papeleta, osea que sigo sin saber si estoy o no aprobado. Después he ido a hablar con los compañeros de clase que salían del examen, por lo visto ha sido muy difícil y nos veremos en septiembre, he preguntado al profesor cuando sería el examen de septiembre y me ha dicho que aun no se sabía nada, que se tenían que reunir la semana que viene para fijar fechas, que el creía que más o menos serían por las mismas fechas que el año pasado y ya te dije que fueron el 28 de septiembre, aunque no conviene hacerse muchas ilusiones. De confirmarse pronto esas fechas, será posible que yo pueda ir a Molinicos en Fiestas y si me apuras, una vez más antes, a mi me gustaría que fuera a finales de este mes, de todas formas no te hagas ninguna ilusión , lo veo todo aun un poco negro y no quiero que te hagas unos planes que después no puedan cumplirse, pero por si acaso ya puedes ponerte a trabajas en dos de tus promesas, que cuando te viera de nuevo no te iba a reconocer la manera que estuvieras y que manejarías el volante como una auténtica profesional, osea que ya sabes,
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ponte manos a la obra y tomatelo con ilusión y entusiasmo, con un poco de suerte, al año que viene formamos el primer equipo mixto en la 24 horas de Lemans, quizás L'Mans, como no sé francés... lo mismo da. Esta tarde lo primero que he hecho es ver la película de la televisión y después no sabía lo que hacer, me aburría como un crustáceo lamelibranquio, te echaba mucho de menos, he osado ponerme, aunque echaba un poco tu ayuda, otra vez a hacer... ¡Ya te pillé!, Jaja pensabas que había estado haciendo crucigramas, claro, con tanta definición y palabrería crucigramista, era de suponer. Pues no, a lo que me he dedicado es a hacer fotografías, he hecho las de mis compañeros, que me las habían pedido esta mañana y después las fotos que nos faltaban. Además he mejorado algunas que no nos habían salido muy bien. Ya tendrás ocasión de verlas. Esta noche he visto la película de la televisión y al terminar me he puesto a escribirte esta carta. Mañana no merece tirarla, con lo cual esperaré a ver si mañana te escribo más y te la mandaré el lunes. Supongo que la primera carta ya te habrá llegado. No sé como irá lo del correo pues hay huelga en muchos sitios, de todas formas espero que tarde o temprano te llegaran todas mis cartas. Isabel, no sabes lo que me cuesta el permanecer lejos de ti, solo me mantiene la ilusión de tenerte pronto junto a mi. Para colmo no tengo como otras veces a Manolo y Luis para salir un rato con ellos, pera colmo, Carlos se ha
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ido a la mili y supongo que cuando vaya a Jérica no voy a encontrar a nadie, pues Manolo hará todo lo posible para pasar la mayor parte del tiempo aquí en Valencia, que es donde esta cerca de su novia o lo que sea. Posiblemente el lunes, martes y miércoles voy a estar muy ocupado con el trabajo de Física y no sé si podré acercarme a Moncada algún rato, de todas formas a la que tenga un momento libre me acercaré allí y en cuanto sepa el resultado de Técnicas y de Bioquímica, sea cual sea, te llamaré por teléfono para decírtelo y te mandaré las papeletas por correo certificado. Te quiero Isabel, por hoy te voy a dejar, se esta haciendo demasiado tarde y me está entrando sueño, mañana seguiré. Un montón infinitos te besos. Te quiero Isabel, eres mi gran amor. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 11 de julio 1979 Querida Isabel, te escribo en un pequeño rato que me queda libre, me gustaría escribirte más pero el trabajo de Física me tiene totalmente ocupado desde el domingo. El domingo me dedique a adelantar todo lo posible de cara al lunes, con lo que me pasé la tarde estudiando. El lunes, poco después de las nueve de la mañana ya estaba en la Facultad haciendo el trabajo, a las dos llegaba a casa y comía. A las tres y medía me ponía a continuarlo y, excepto media hora para menendar y una para cenar y descansar, no paré hasta las 12 y media de la noche. Y como es natural me acosté. Hoy a la misma hora, en la Facultad, a la misma hora comer, a la misma hora ponerme a trabajar y con media hora de merienda, sin parar hasta las diez de la noche, pera cenar y descansar un poco y ahora, antes de acostarme, te escribo un poquito. El trabajo durará un día o dos más, osea que voy a estar la mar de atareado. Después quiero irme a comprar un pantalón y por tus notas, que supongo que ya estarán. También quiero ver lo de la cuenta de correos e ir al dentista. Si puede ser haré todo esto esta misma semana, va a ser un poco corrido, pero confió en poder hacerlo, por lo menos lo intentare. Supongo que estos días te podré escribir muy pocas veces o por lo menos muy poco, osea que durante unos días no sabrás muchas noticias mías, de
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todas formas ten seguro que me acuerdo mucho de ti. Mi madre me ha dejado caer hoy si podía ser el irnos a principios de la semana que viene a Jérica, no es nada seguro, pues para empezar no sé si habré terminado todo lo que tengo que hacer aquí en Valencia. Por las cartas no te preocupes, puedes mandarlas aquí hasta que te mande noticias más fiables, en todo caso, como mis hermanas se quedan aquí y mi madre ira y vendrá a Jérica, de llegar alguna aquí ya me la trairía ella a Jérica. Supongo que te habrá llegado mis dos cartas anteriores, la de los pétalos y la corta. A mi me ha llegado una carta tuya esta misma mañana, me he llevado una gran alegría, echaba de menos noticias tuyas. Pues a pesar de que casi siempre tengo la cabeza ocupada en otros menesteres, de vez en cuando se produce una fuga mental y me pongo a pensar en ti y lo bien que lo vamos a pasar en Andalucía. Por cierto, en tu carta no dices nada del viaje, no hay por ahí ningún comentario ¿Qué les pareció a tus padres el programa? Cuéntamelo. Mi madre hoy me ha comprado un bolso de piel negra como el que llevan las mujeres, pero un poco más grande para llevar la máquina y los objetivos. Desde luego hay ocasiones en que empezamos la casa por el tejado. Siento una gran envidia de Casa Blanca, porque tu estas en ella, no sabes lo que me apetece estar ahí, tomando el sol junto a ti y viendo como te pones como un cangrejo, sería maravilloso el que pudiéramos pasar el verano juntos, pero es algo tan imposible que duele el
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pensarlo. Estoy harto de trabajar y estudiar, siento una angustia terrible con el calor pegajoso y sucio que hace aquí en Valencia, que estoy deseando marcharme pronto a Jérica, aunque donde de verdad me gustaría ir es a Molinicos. En la otra carta te decía que había alguna posibilidad de ir a Molinicos a finales de mes, se acercan las fechas y no se nada concreto y cada vez lo veo más difícil: El otro día se lo comenté a mi madre y me dijo una pega en la no había pensado y es que la ropa que necesito para el viaje a Andalucía y que probablemente también tendría que llevar a Molinicos, la única posibilidad sería en ese caso que nos viniéramos con la suficiente antelación para que la ropa estuviera preparada. Además están los estudios, pues no sé cuando son los exámenes de septiembre y me tendría que llevar apuntes para estudiar y eso le quita mucho encanto al asunto. En fin, que los problemas se amontonan y no sé como solucionarlos. Más adelante veremos. Tengo tantísimas ganas de verte que me cuesta mucho trabajo el seguir tan lejos de ti y no irme contigo. No te puedes ni imaginar lo que me cuesta el vivir sin poder verte. Me he habituado tanto a tu presencia, que prácticamente no se lo que hacer cuando no estoy contigo, me siento extraño, quizás solo. Es, como te diría yo, algo así como si te durmieras y cuando despertaras aparecieras en una ciudad totalmente desconocida. Por ejemplo el otro día pasé por la Plaza de la Virgen y me pareció totalmente distinta y la única diferencia apreciable es que tu no ibas cogida de mi mano. Quizás quede algo burda esta
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explicación, pero es un sentimiento que no puedo expresar por más que lo intento. Bueno, te voy a dejar, se está haciendo tarde y mañana tengo que madrugar de nuevo. Un billón de besos, con todo mi amor. Isabel, te quiero con locura. César
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 29 de septiembre de 1980 Querida Isabel, por fin me he decidido a escribirte, no pensaba hacerlo por dos motivos: porque creía que tu ibas a venir muy pronto, y porque estaba de muy mal humor y lo único que iba a conseguir es escribirte otra carta como la de este verano y que luego me tuviera que arrepentir haberla tirado. Hoy he recibido tu carta, dices que no te comprendo, y eso no es totalmente cierto, creo que soy la persona que te comprende mejor y hago un gran esfuerzo por comprenderte mucho mejor. Supongo que a ti, como a toda la gente, te gustará que te comprendan, quizás por un montón de circunstancias creas que la gente que te rodea no le interesa conocerte tal como eres, lo que piensas y lo que sientes y por ese motivo tampoco seas muy dada a expresar tu personalidad. Por lo menos esta es la idea que tengo. Pero me gustaría que tu también me "comprendieras", que llegaras a darte cuenta que el cariño que siento por ti me impulsa a "penetrar" en ti, en llegar a saber de ti tanto como tu misma, pero por otra parte he de decirte que me siento frustrado en ese aspecto y me temo que esta frustración es causa de muchos de mis malos humores, el pensar que después de más de dos años y medio juntos, que tantas horas hemos permanecido uno al lado del otro, no he logrado llegar a conocerte más que a otras personas con las que apenas he tenido contacto, me hace sentirme fracasado, sobre todo por que jamás he
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sentido el amor con tanta intensidad como lo siento ahora, el que seas la persona más importante para mi, casi la única y que sin embargo no llegué a conocerte suficiente, me duele y es algo que no puedo explicar. Estos días he pensado mucho en la pareja que tu y yo formamos, lo he visto negro, pero me he dado cuenta que es algo pasajero y que tarde o temprano se han de solucionar los problemas. He llegado a pensar que nuestras relaciones estaban muertas y que tan solo quedaba el cariño y el amor, pero ahora pienso que están algo dormidas por las circunstancias que nos rodean y que ha de existir una forma de despertarla ¿Verdad amor mio? ¿Crees que podemos darnos el uno al otro más que ahora?. También he estado pensando sobre lo del otro día en Jérica, tratando de comprender por qué te cuesta tanto imaginarte el que pueda existir alguien capaz de renunciar a cosas que le gustan por ti. Trato de llegar a comprender el por qué de esa resignación tuya, por qué no te consideras suficientemente importante como para que se sacrifiquen por ti, por que te cuesta tanto trabajo creer que te quiero y que lo fundamental en el amor es la entrega. Por mucho que le doy vueltas no llego a comprendedlo, ahí es donde no te comprendo y me gustaría que me lo pudieras explicar. Quizás, sin pretenderlo, mi carta esta siendo dura y molesta, pero pienso que quizás sea mejor así, que el fallo que cometí en la otras cartas fueron las amenazas que ni
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yo mismo me las creía, pues te necesito yo más a ti que tu a mi. Pero, Isabel, yo creo en la pareja, no en el matrimonio, y si hay ocasiones en que lo segundo funciona es porque la pareja va bien, pero si la pareja no está unida y dentro de ellos no hay amor, el matrimonio se hace un infierno y es cuando más daño puedes hacer a los que te rodean. No creo en los que afirman en la necesidad de que por los hijos ha de continuar el matrimonio, pues yo creo que los hijos son muy sensibles a las relaciones afectuosas entre los padres y lo peor que se puede hacer a una persona es hacerle creer que la unión de la pareja es un lazo de intereses económicos y sociales, por que a esa persona le están ocultando, en la personas de sus padres, la existencia del sentimiento más grande que existe, el amor. Yo pienso que si la gente desde que es pequeño es capaz de sentir al amor entre sus padres y que ellos son frutos de él, han de comprendedlo con más facilidad y están más preparados para él. Y todo te lo digo para que comprendas mi postura hacía ti, si quiero casarme contigo no es por hecho de vivir contigo, sino por que creo que en nuestra pareja hay suficiente amor como para mantener un lazo de esta índole, y tan seguro me siento que estoy dispuesto a que de nuestra unión salgan hijos, porque estoy convencido de que somos capaces de darles lo más fundamental que existe, el conocimiento de que el amor existe y que la mejor prueba que hay la tienen ahí, en sus padres. Por eso creo también que no hay por qué ocultarse de ellos para darse un beso o hacerse unas caricias, ello no les ha de hacer ningún daño,
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sino todo lo contrario. Puede ser que en muchas ocasiones pueda parecer que no te comprendo y es cierto, hay veces que me cuesta comprender tu falta de entusiasmo, parece como si dijeras "aquí me las den todas", aunque esto no tiene porque hacerte sentir mal, pues es mía la culpa, no puedo evitar, por mi forma de ser, el echar de menos un poco de iniciativa, de ilusión, de ganas de hacer, me irrita la actitud pasiva que tan a menudo adoptas y me gustaría que en muchas ocasiones te mostraras más activa, se que por naturaleza o por lo que sea, esa es tu forma de ser, que no tengo ningún derecho a pedirte que la cambies por mucho que lo desee. Por eso intento en todo momento mantenerme fuerte seguro, pues pienso que de esta manera te sientes más a gusto. Pero Isabel, también me cargo de tensiones y en muchas ocasiones puede que tu pagues las consecuencias de ellos y es lo que más me duele. Se que la educación que te han dado tus padres y el ambiente que has vivido en tu casa, te dan una actitud de mujer clásica, en otras palabras, en una posición pasiva, de resignación y sumisión a una autoridad prácticamente incontestable, a pensar y ser para ti misma pero no mostrarlo ni luchar por ello. Y a pesar que no es lo que yo desearía, el cariño que siento por ti no puede sino llevarme a aceptarte de ese modo, aunque en ocasiones me revele contra ello. La última vez que te fuiste a Molinicos, ahora hace una semana, me molestó el que con tanta facilidad me dejaras para cumplir con tus padres y me propuse intentar
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olvidar durante estos días el que existías, no quería escribirte ninguna carta, sabía y se que es imposible terminar de la noche a la mañana con todo mi amor, pero me sentía engañado, me preguntaba que serías capaz de hacer por mi y me contestaba a mi mismo que nunca harías más de lo que haces, que si en alguna ocasión tuvieras que elegir, habría muchas cosas que elegirías antes que a mi, que el amor que sentías por mi era auténtico pero condicionado a otras muchas cosas. Me he preguntado sobre tus obligaciones motivadas por la ¿dependencia económica? y me he preguntado cuales consideraras que son tus obligaciones sentimentales y la única que ha surgido a mi cabeza ha sido la fidelidad sexual, por lo menos es la única que me has pedido que guarde y sobre la cual me parece que piensas que se basan las obligaciones de la pareja. Me gustaría equivocarme y que no pensaras como pienso que lo haces, que para ti la pareja, antes del matrimonio, es algo más que el sentimiento afectivo y la fidelidad, pero me es imposible no pensar que tu no me quieres como creo que lo haces, me siento defraudado de ti, te siento muy lejana e insegura de mi, incapaz de aventurarte lo más mínimo por estar a mi lado, defraudado porque pienso que lo que quieres es pasar de la "seguridad" de la casa de tus padres a la "seguridad" de un matrimonio sin dar un salto en el vacío. Quizás mi forma de entender el amor sea algo romántica, pero para mi en amor por el cual no se es capaz de arriesgarse a pesar penalidades, disgustos y por el renunciar a la seguridad y las comodidades que poseemos
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no es sino un amor condicionado a las cosas y por ello no lo es. Hoy me he propuesto ser sincero hasta las últimas consecuencias y me gustaría que leyeras la carta intentando comprenderme, pues no puedo evitar el encontrarme confuso y tengo miedo de que no compartas muchas cosas conmigo. Me gustaría saber a lo que estás dispuesta y hasta que punto me quieres, no con palabras, sino con el corazón en la mano, he pasado unos días muy malos pensando en como iban nuestras relaciones y la verdad es que no me aclaro. Reconozco que mi comportamiento tampoco es bueno pero me gustaría que comprendieras que yo no soy fuerte y que en muchas ocasiones flaqueo, me resulta imposible seguir luchando por que lo nuestro siga adelante. Isabel, te quiero con locura, pero necesito que me ayudes. Te quiero demasiado para poderte engañar, tan solo te pido que intentes comprenderme y, si puedes, perdonarme, pero el otro día traicione lo que tu llamas fidelidad, se que rompí mi promesa, pero no puedo hacer otra cosa que decírtelo y esperar que comprendas que a pesar de ello no he dejado de quererte. Espero que esto no sirva para que tu cariño hacía mi disminuya, aunque, quizás, la confianza pueda sufrir algún daño, pero al fin y al cabo el decírtelo es una muestra de ella. Me gustaría tenerte ahora junto a mi, pues todo sería más sencillo, siento mucho hacerte daño de esta manera,
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pero ten presente que solo te amo a ti y que quiero seguir permaneciendo a tu lado. No puedo seguir escribiĂŠndote pues no me salen las palabras, solo decirte que te quiero. Isabel. Te quiero. CĂŠsar
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 1 de febrero de 1981 Me siento solo, terriblemente solo, busco a mi alrededor y no encuentro la compañía de nadie, ni siquiera de mi mismo, por no encontrar no encuentro ni cosas sobre las que centrar mi atención, me siento aislado, necesito expresarme y no encuentro la forma de desatar mis emociones y mis sentimientos. Necesito compañía y no la tengo, yo no solo necesito la presencia física de las personas, necesito mucho más, necesito compartir, necesito comunicarme, necesito dar vida a lo que llevo dentro de mi. De que me sirve permanecer a tu lado durante horas ante una mesa o viendo la televisión, de qué, de desesperación, de angustia, no sé si me comprendes o no, para ti todo es mucho más elemental, es suficiente la presencia física para sentirse acompañada, para mi no, yo necesito mucho mas. Hoy mientras estábamos viendo la televisión, tu madre, tus hermanas, tus primos, todos, he sentido la más terrible soledad, me entraban ganas de echar a correr, salir de allí a buscar a alguien que quisiera comunicarse conmigo. Solo la cobardía, el temor a dar la nota, me ha retenido, pero la idea me corroía por dentro. Se que para ti muchas de estas cosas te parecen tonterías, crees que lo importante está en otros aspectos. Perdona si te ofendo pero me encuentro indignado, se nos acusa a nosotros, los comunistas, de materialistas, pero creo que no hay nada más materialista que la educación
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tradicional y el esquema de vida que plantea, o no es asquerosamente materialista que una pareja no se pueda instituir como tal hasta que no posee una vida "asegurada" (económicamente), o que plantea como fin previo a cualquier otro el adquirir una posición "acomodada" (económicamente). Si esa tradición que tanto autobombo se da de espiritualista, supedita los sentimientos a las cuestiones económicas, no es por casualidad un pestilente materialismo. No es pestilente materialismo el supeditar la propia libertad a razones puramente materialistas. O es que el poeta tiene razón y dulces y ligeras son las cadenas de oro que nos esclavizan a Nuestro Señor, Todopoderoso, Santificado sea su Nombre, venga nosotros tu Reino y hágase tu Voluntad aquí en la tierra como en el Cielo. Loado sea el Dinero. Es quizás mi indignación la que me hace escribir de esta manera, pero es una lucha que llevo dentro de mi y que poco a poco me va corroyendo. Por una parte, vosotros, los que me rodeáis, sin pretenderlo me hacen más duras las duras cadenas y lográis que permanezca más aferrado a ellas, temo perderos con ellas y por otra parte está la voz de mi conciencia que me lleva a romper con ellas y con todo lo que conllevan. Es como vivir entre la espada y la pared, sin poder hacer nada.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 22 de febrero de 1981 Durante estos días he estado pensando si en realidad mi postura más permisiva o más tolerante era una postura de comodidad y egoísta, como parece que tu la ves, me he preguntado una y otra vez si en realidad era una postura coherente o no. Pero yo me pregunto ¿Qué es unas normas que se nos dan sin validez o no de ellas, o el luchar día línea de conducta propia y de la responsable?.
más cómodo, seguir preocuparnos de la a día por seguir una que uno es único
No puedo evitar el recordar cuando hace tiempo no tenía claras las ideas, o mejor dicho, cuando tenía claro que debía seguir unas normas determinadas, entonces me doy cuenta de que estaba mejor, no tenía ningún problema a la hora de discernir si algo era bueno o malo, no tenía más que acudir a la "ley" y ya está, si me la saltaba por algún motivo, después se pedía perdón en la confesión y asunto concluido. Ahora veo perfectamente que aquel era un comportamiento anacrónico y deformado. Pero la realidad es esa, entonces no tenía apenas nada contra mi y si hoy día asumiera esa línea, si fuera una persona "normal", me ahorraría muchísimos problemas. La permisividad o la tolerancia no implica el abrazar el mal, como pretenden los creyentes, pero no hay nada más
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falso que eso. Yo, como cualquier persona tolerante, tengo un sentido del bien y del mal, poseo una ética, siento "remordimiento", sufro con el dolor de los demás, me siento mal si le hago un daño, aunque no haya infligido ninguna ley, sino peor me he traicionado a mi mismo. A la hora de decidir si se hace bien o mal no se puede acudir a una norma, lo ha de discernir uno mismo, responder de ello y no cabe el consuelo de decir que uno ha hecho daño porque cumplía la norma, que ha sido sin pretenderlo. Isabel, no creas que vivir con la propia ética es fácil, que uno puede hacer lo que quiera, porque eso es simple y llanamente negar que uno posee una ética, es afirmar que si no se sigue la moral se carece de ética que diga lo que está bien y lo que está mal. Tu afirmas que la moral cristiana es muy dura. Si tomas el evangelio al pie de la letra no te lo puedo negar, la ética que posee es exigente y me admiran las personas cristianas que la asumen íntegramente, creo que yo sería incapaz. Pero también he de decir que tu, como la practica totalidad de los católicos que conozco, cumplen lo más sencillo, lo más fácil, cumplen una mínima parte, lo que se podría poner en poco más de un centenar de párrafos, la mayoría de los cuales apenas exigen un mínimo esfuerzo. Pero lo que es cumplir el espíritu cristiano, la alegría, la entrega... estáis tan alejados o más que yo. Quizás sea muy dura la crítica, pero no pienses que va en contra tuya, pues en el fondo tu actitud es fruto de
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una educación, muy generalizada, autoritaria, que conduce a una vivencia dogmática de la religión, que deforma a su gusto e interés el mensaje de Jesucristo, resumiendolo en una serie de preguntas y respuestas y en una serie de actitudes irreflexivas de carácter infantil. Es lamentable que se viva algo tan lleno de fuertes contenidos espirituales como la religión con una casi total ignorancia. Y esto me parece una actitud totalmente irresponsable. El tener como centro y eje de una vida algo que se desconoce. Por qué me pregunto cuantos católicos conocen o han leído críticamente la Biblia, cuantos conocen los problemas que se le han planteado a la iglesia durante estos 2000 años, cuantos conocen las enciclicas modernas y el Concilio Vaticano II sin que se lo den masticado. Quizás quepa la escusa de que todo esto esta fuera de nuestro alcance, pero eso puede valer para una persona inculta, pero son totalmente accesibles a una persona con cultura media, tan solo exige tener interés por aquello que representa el eje del comportamiento. Es, con perdón, algo que no puedo comprender, para mi no tiene sentido el tener como punto de referencia algo que se ignora. Para mi, cristianos si, muy bien, ojala todos pudieran seguir el cristianismo en su espíritu en parte, pero no puedo entender que se ignore lo fundamental. Mi actitud ante la vida es posible que sea más tolerante, pero esa falta de intolerancia no es fruto del desinterés, es simple y llanamente una consecuencia de una fe, de una gran fe en la libertad y en el ser humano, no es una idea permisiva sino comprometida, el tolerar
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representa respetar la persona y la libertad del otro. Para mi es una actitud clara, en ejercicio de mi libertad no puedo sobrepasar el derecho del otro a su libertad, ahora bien en cuanto es algo que solo me incumbe a mi, ahí es cuando la libertad no ha de tener cortapisas, pero si en mis decisiones se ve afectada otra persona directamente, ahí mi libertad puede chocar con la de otro, es cuando se encuentra limitada y es necesaria la negociación. Pero mi ética no solo me permite ejercer mi libertad, eso si que sería cómodo y egoísta, sino que me obliga a dársela a los demás, y esto no se refiere unicamente a la actitud positiva de tolerar lo de los demás, no, nada más lejos de la realidad, exige mucho más, es preciso apoyar y luchar para que otras personas puedan alcanzarlas y eso es comprometerse, exige estar dispuesto a sacrificarse por atender a quien viene a ti en petición de ayuda y eso es comprometerse, exige la sinceridad pues con el engaño coartas la libertad de los demás por ignorancia y eso es comprometerse, exige estar atento para servir a los demás pues la libertad se desarrolla en medio de una sociedad y eso es comprometerse. Es quizás la diferencia entre libertad y libertinaje, pues la libertad exige compromiso de responsabilidad, de no hacer lo que quiero sino lo que debo. Me pregunto si es justo lo que hago contigo, si en el fondo el amor no te hace más desgraciada que feliz, miro a mi alrededor intentando encontrar una auténtica censura hacía mi. Sé que no soy como te gustaría que fuera, pero si yo intentara ser como a ti te gusta, te engañaría vilmente y
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aunque quizás sufrieras menos sería más denigrante. La otra noche, hablando con Manolo y con Luis sobre vosotras, me decían que tanta sinceridad te hacía sufrir, y así lo tuve que reconocer, pero yo consideraba que era peor lo suyo, que les evitaban los sufrimientos mediante el engaño, y solucionaban situaciones de difícil salida ocultándoles la realidad. Ni yo ni ellos llegamos a un acuerdo. Pero tengo las ideas muy claras. Yo no sé si tu crees aun en hombres ideales y en el amor platónico, supongo que no. Tu crees que todo lo que ha pasado es fruto de mis ideas y siento echarte un jarro de agua fría, pero no es cierto, pues es algo muy frecuente, con independencia de lo que se piense, en lo que ha influido mi forma de pensar es el que lo sepas todo absolutamente. Y conozco también tu respuesta a esta cuestión, que todos los hombres son unos desgraciados, y no es así, los hombres son hombres y nunca ángeles y por tanto no van a responder como quisieran. Pero antes de juzgarnos tendrías que verte tu misma, preguntarte si eres todo lo que yo podía esperar, si en realidad eres una mujer ideal, de ensueño y si no es así, por qué no habría que juzgaros por el mismo rasero. No, desde luego que no, todos somos seres humanos y como tales somos diferentes e imperfectos y nunca ideales y si unos fallan a los ojos de los otras, también los otros fallan a los ojos de los unos. Es necesario ser realistas y ser conscientes que encontrar el ser perfecto es imposible. Se perfectamente
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que te he fallado en algo muy importante, quizás lo más importante, pero te has preguntado alguna vez si tu has fallado en algo fundamental. Está es la realidad, somos diferentes e imperfectos. Yo te amo como jamás he amado, y creo que soy correspondido. Yo miro al futuro con esperanza porque confió más en él que en el presente. Creo que si de novia no respondes a lo que quisiera, de casada vas a responder casi totalmente mis esperanzas, tengo fe en ti, por eso confió en el futuro, creo que entonces nuestra relación se vera libre de muchas limitaciones, que podrá ser más profunda y la confianza más grande. Pasando a otro tema, me gustaría comentar lo de que instales la farmacia en Molinicos. Ya sabes que es algo a lo que me opongo, pero no es algo gratuito. Tu consideras que el matrimonio ha de ser por la Iglesia, pues para ti es la única forma de institucionalizar la pareja, respeto esa idea y como sabes estoy dispuesto a ello, pero para mi, para que una pareja se institucionalice y por tanto el matrimonio, es indispensable la más absoluta independencia y se perfectamente que en Molinicos, en que todo el mundo te conoce a ti y a tu familia, careceré con toda seguridad de la independencia que para mi es fundamental y si algún día faltara no podría permanecer a tu lado. Creo que es conveniente que se plantee ya y ahora para saber a que atenernos. Yo te quiero con todo mi corazón y me exijo y te exijo que al ir al matrimonio se vaya con la idea de que dure toda la vida, como es mi intención en estos momentos. Pero por mucho que te ame y por ese mismo amor jamás
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aceptaré unas circunstancias que sé que en un plazo más o menos breve han de separarnos y con todo el dolor de mi corazón prefiero verme privado de ti que abocado a una situación similar. Lo siento pero yo no me caso sabiendo que hay que hacer uso del divorcio. Prefiero plantear las cosas así, crudamente, a tener después que sufrir las consecuencias.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 31 de agosto de 1981
Querida Isabel, lo que hoy escribo quizás jamás llegues a leerlo, es una carta de alguien que ama y no de un amigo, por lo que tan solo te la daré si salimos juntos de nuevo pues to me pediste que no luchara por retenerte, me cuesta trabajo el no intentarlo pero no puedo evitar que dentro de mi corazón exista la esperanza de que es algo factible. De todas formas me asusta lo fácil que te resulta el estar sin mi, a mi me cuesta un trabajo enorme, tengo que contenerme para no telefonearte o para no escribir más cartas y entonces he decidido acudir a esto, escribir a una posibilidad. Hoy he releído todas las cartas que me has escrito, en ellas he recuperado algo del cariño que hace un año echo tanto de menos, en las cartas en que la Luna era un nexo de unión entre nosotros, o que unos símbolos como +, O, D, - tenían un significado especial y que decían tanto como las palabras, he sentido nostalgia de aquello y me he dado cuenta lo que me movían tus cartas, que en ellas tu también expresabas fantasías reales que, aun excitaban más mi imaginación, en ellas veo que mis fantasías no son un producto enteramente mio pues tu me las proporcionabas. Recuerdo especialmente una que me escribiste la misma Noche Vieja, la única en que no hemos estado juntos, no me pedías que fuera, 173
ni me echabas en cara que no fuera, no, simplemente me decías lo mal que te encontrabas y lo distinta que sería si yo estuviera contigo, me acuerdo lo que influyó en mi para otros años ir por esa fecha. En ellas he visto amargura que te entraba el segundo verano con la idea de pasar más de un mes separados y la alegría e ilusión que te entró al decirte que iría a finales de julio. Yo me motivaba mucho con todo lo que me decías en tus cartas, quizás jamás te hayas fijado pero siempre he intentado satisfacerte en lo más posible. Sé que aquellos tiempos jamas regresaran, la verdad es que más vale que sea de esa forma, lo que no ha de regresar es el último año, no es que tengamos que olvidadlo como si no existiera, no, lo que tenemos que hacer es aprender de el, sacar las consecuencias que nos permitan ser felices de verdad. Aunque sueñe muy extraño yo sigo siendo el mismo pero soy totalmente distinto, para mi ya ha cambiado radicalmente las cosas, se que la confianza en mi no puede nacer así como así, yo no reo que ya confíes en mi, quizás dentro de un año o quien sabe cuanto tiempo puedes llegar a hacerlo. Yo pienso que hemos descuidado el cariño, hemos olvidado que no es suficiente con decir te quiero, sino que es necesario mostrarlo en nuestros actos, ya no en unas caricias, sino ese diario que hacer, ese mostrar el cariño con gestos que aunque parezcan intrascendentes tienen una importancia grandísima, como puede ser una caricia en el rostro y dar un beso con alegría, no 174
quiero que sea una queja y te pido que te lo tomes como es, como una indicación d lo que puedes hacer para comunicar tu cariño; quizás no puedas creértelo pero he echado mucho más de menos esas pequeñas muestras de cariño que cualquier otra caricia, yo preferiría tener menos ocasiones, pero cuando llegara a tu casa me recibieras con una sonrisa y me dieras un beso, aunque fuera cortito, a mi me hubiera gustado que cada vez que no viéramos de nuevo, aunque solo fuera después de unas horas, fuera como un reencuentro. Siempre me he preguntado porque nos besábamos cuando nos separábamos y no cuando nos encontrábamos. Yo, cuando he pensado lo que haría con mi mujer cuando estuviera casado, siempre he tenido muy grabada en mi mente la hora de irme al trabajo y la hora del regreso. Perdona si te parezco un machista, pero yo me los imaginaba de la siguiente forma: al irme: al despertarme un beso de buenos días, ya arreglado al marcharme un besito corto y un "hasta luego cariño" y al regresar a casa que saliera mi mujer de donde estuviera y darle un abrazo muy fuerte y un beso, entre sonrisas, acompañando un "Hola", para ayudarle a continuación en la casa, la cena, los niños... y mientras trabajáramos juntos, que se yo, que un besito ahora, que pasarle el brazo por el hombro mientras la otra mano sostiene una paleta de freír, incordiarle hacerle cerrar los ojos para meterle un trocito de jamón en la boca. En fin, mil detalles 175
insignificantes pero que creo que tienen tanta importancia como la cama por la noche. Yo pienso y he pensado siempre que en un matrimonio las muestras de cariño no se han de limitar al dormitorio, sino que se han de suceder a lo largo del tiempo que se está junto ya sea en el comedor, en la cocina o en el cuarto de baño. Pensando en los besos, me he dado cuenta que nos despedimos como si no nos fuéramos a ver en mucho tiempo y en el fondo a mi lo que me produce es un descontento, una sensación de desesperación, un descontento, una rabia por no poder seguir juntos, me hace más difícil irme. Sin embargo, cuando nos encontramos de nuevo al día siguiente lo hacemos como si apenas hiciera unos minutos que nos hubiéramos separado, entonces no me hace sentir to cariño con la intensidad suficiente para disfrutar mucho más el estar contigo, aunque sea enfrente, con los apuntes delante. Igual estoy diciendo un montón de tonterías, pero me da la impresión que de esa forma disfrutamos menos cuando estamos juntos y sufrimos más por estar separados. Si fuera al revés, cuando mas "excitado" tendríamos nuestro cariño sería cuando estuviéramos juntos y disfrutaríamos más, y al contrario nos haría más llevadera nuestra separación.
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Carta de César Colomer a Isabel Frías 14 de julio de 1982 Querida Isabel, te amo. De nuevo separados por un montón de kilómetros, yo no sé lo que hacer ahora que no puedo ir a tu casa para estar contigo, te echo mucho de menos y ni la alegría de haber terminado la carrera puede apagar la añoranza que siento, supongo que a ti te pasará algo parecido. Aunque no haya hecho muchas cosas voy a contarte lo que he hecho. Ayer por la mañana, después de que se fuera el autobús, salí rápidamente para ver pasar el autobús y me coloqué junto al semáforo, pero el vuestro se puso junto al de Caravaca y no pude veros. De ahí me fui al principio de la pista de Ademuz y por lo visto se había agotado toda la ración de desgracia con tu marcha y al poco rato de estar allí paso un antiguo profesor mío, de segundo, y al verme paró y me llevó a la facultad, menos mal que fue así, pues el servicio de autobuses ya lo habían suprimido por vacaciones. Como es natural nada más llegar me fui al tablón de anuncios a ver si estaban las notas, después de ver diversas notas de otros cursos encontré mi lista, y allí, encabezandola estaba mi nombre: "Colomer Morell, César........... 5.5", de momento sentí una gran alegría, había terminado la carrera, me quedé allí parado como si no pudiera ser verdad lo que veían mis ojos, no sabía lo que hacer, si hubiera podido habría salido corriendo para contártelo, quería celebrarlo contigo y no podía, de allí me fui al bar a tomarme una cerveza y
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permanecí un largo rato pensando mil cosas, me preguntaba si tu durante el viaje habrías pensado que iba a ver la nota, si habrías rezado para que aprobara, de ahí me pase a pensar en lo que tenía que hacer , ya no era estudiante y tenía que moverme para encontrar trabajo, entonces caí en la cuenta que lo primero que tenía que hacer es justificar el título que había obtenido y me dirigí a la Secretaría, pero no tenían aun las actas y no podían sacarme el título, pero me dijeron lo que tenía que hacer, que como siempre es pagar un montón de pesetas. Una vez me pueda sacar el título, tengo que ir al colegio de licenciados y colegiarme, de ahí a una oficina de empleo y apuntarme en el paro, después a la delegación de Educación para apuntarme en la lista de espera de interinos. En fin que aun hay más papeleos que en los estudios. De todas formas tengo que esperar unos días para poder empezarlo. De la Facultad me vine a casa y compre una botella de Champagne para poder celebrar el aprobado con mi familia. Por la tarde hice lo que puede decirse nada, vi la televisión hasta que terminó y después me fui a la cama, pues tenía sueño. Me disponía a levantarme cuando llamaste, lamento que me encontraras triste, pero podía más la tristeza de que te habías ido que la alegría de haber terminado, la verdad es que si que me hace ilusión el haberlo hecho, pero me hubiera gustado tenerte a mi lado en el momento de ver la nota, pero ¡Ea! ya está hecho, ahora a tomar ánimos y enfrentarme a la nueva situación, a ver lo que se consigue.
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Ayer estuve con mi cuñado Manolo hablando de como estaba la cosa para encontrar trabajo y por lo visto no es nada fácil, prácticamente no hay más que dos soluciones, una la oposición directa una y otra vez hasta sacarla y la otra apuntarse de interino para Canarias que es el único sitio con plazas y pasarse dos años trabajando allí para poder hacer las restringidas que son muchísimo más fáciles y una vez aprobadas pedir la península, otra variante de esta última es esperar tres años para las restringidas de tipo B, que son también tan fáciles como las otras y prácticamente puedes elegir el lugar donde trabajar. Desde luego yo estoy dispuesto a irme a Canarias, si nos casamos y te vienes conmigo durante esos años, por cierto, tu también puedes pedir plaza allí pues tienen una infraestructura sanitaria bastante deficiente. Ya te pensaras todo esto. Nada más terminar de hablar contigo me fui a Casa Nacher a recoger el carrete, a primera vista está bastante bien, pero no he hecho copias, si tengo ocasión las haré. En lo que respecta a ayer eso es todo. Hoy aun estoy con el pijama, esta mañana me he dedicado a asear y limpiar mi cuarto que estaba hecho un asco y después me he puesto a ver unos sellos que he encontrado aseando, había diecinueve sellos que no tenía, y uno de ellos del Centenario de Fernando el Católico (1952) valía 300 ptas. Después de comer me he puesto a escribirte y supongo que dentro de un rato me iré con mi hermano y mi cuñada a jugar al tenis.
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