Columbia CABALLEROS DE COLÓN — EDICIÓN EN ESPAÑOL
SIRVIENDO A UNO. SIRVIENDO A TODOS.
MARZO 2008
“Éste es nuestro compromiso con usted”.
El caos financiero que comenzó con la crisis de las hipotecas subprime el verano pasado sigue sacudiendo las economías de los Estados Unidos y del resto del mundo. Pero los Caballeros de Colón, que junto con sus familias, gozan de la protección de nuestras pólizas de seguros de vida no tienen de qué preocuparse, puesto que nuestro programa de seguros está diseñado por los hermanos Caballeros para los hermanos Caballeros. Colocamos nuestros activos por más de 14 000 millones de dólares en bonos de grado de inversión y en los valores de más alta calidad. Evitamos las inversiones de alto riesgo, en especial los productos complejos que tienen que ver con las hipotecas subprime, no porque no las comprendamos, sino justamente porque las comprendemos bien y conocemos los riesgos que conllevan. Standard & Poor’s, que nos ha otorgado la calificación más elevada durante 15 años consecutivos, dijo hace poco que hemos “generado de manera consistente buenos beneficios sobre las inversiones, con baja exposición al riesgo crediticio.” Para nosotros, su interés es lo más importante, y como obtenemos excelentes beneficios a partir de inversiones de la más alta calidad, podemos proporcionarle unos cimientos sólidos para que usted construya su futuro económico y proteja a su familia. Éste es nuestro compromiso con usted.
Carl A. Anderson, Caballero Supremo
UN BENEFICIO FRATERNAL
SEGUROS DE VIDA
CUIDADO A LARGO PLAZO
ANUALIDADES
Columbia MARZO 2008
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VOLUMEN 88
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TABLA DE MATERIAS Una serie especial de artículos que celebran la historia de Caballeros de Colón y ananlizan su futuro, ahora que termina el año del aniversario 125.
NÚMERO 3
NUESTRO AÑO DE FE EN ACCIÓN Subraya las obras de caridad y los eventos más significativos del año de aniversario. ..............................8 ¿QUIÉN FUE ESTE PÁRROCO? Los estudiantes católicos de la ciudad natal del Padre Michael J. McGivney reciben respuestas a sus preguntas sobre el ‘Apóstol de los jóvenes’. . . . . . . . . . 14 UN BATALLÓN MORAL En anticipación de la visita pastoral del Papa Benedicto XVI al país donde se fundó Caballeros, vamos a revisar los vínculos profundos y perdurables de solidaridad y servicio de la Orden con el Vaticano. POR KEVIN COYNE . . . . . . . . . . . . 16 UN LIDERAZGO PARA CADA ÉPOCA Los 13 Caballeros Supremos de la Orden han dirigido el impresionante crecimiento y la influencia de los Caballeros durante los últimos 125 años. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
El Papa Benedicto XV de visita con los Caballeros de Colón en los jardines del Vaticano, agosto 29 de 1920.
O DA D E A P E RT U R A 2 Salir a calle y transformar POR TIM S. HICKEY
CONSTRUYENDO UN MUNDO MEJOR
SENTIDO DE PERTENENCIA A los 90 años, uno de los hombres de mayor edad que se haya unido a los Caballeros reflexiona sobre lo que para él significa ser Caballero. POR LAWRENCE D’ALOISE . . . . . 30
N OT I C I A S D E L O S C A B A L L E R O S D E CO LÓ N 6 El Caballero Supremo dice en Marcha por la Vida: Es hora de cambiar ‘Roe’ • La Orden produce documental sobre los hombres y el aborto
3 Con los principios de Caridad, Unidad y Fraternidad, podemos construir una ‘civilización del amor’. POR CARL A. ANDERSON, EL CABALLERO SUPREMO
APRENDER SOBRE LA FE, VIVIR LA FE
CONSEJOS PARA LA VIDA 7 Contribuya al crecimiento del alcance caritativo de la Orden convirtiéndose en Agente de Seguros de Knights of Columbus.
4 Respondemos a Dios en obediencia al don de la fe que nos ha otorgado. POR EL OBISPO WILLIAM E. LORI, EL CAPELLÁN SUPREMO
ADEMÁS Las intenciones del Santo Padre, el Hombre
católico del mes, y Su plan de acción espiritual.
FOTOS DE CIERRE 32 En el mes de septiembre, el Consejo Supremo conmemoró el aniversario 125 de la Orden con un espectáculo de fuegos artificiales en New Haven.
ODA DE APERTURA Caballeros de Colón
Salir a la calle y transformar l 29 de marzo, Día del Fundador, marca el cierre de nuestra celebración de los “125 Años de Fe en Acción”. En este número de Columbia se hace un recuento de algunos de los momentos culminantes de los últimos 12 meses (ver página 8), se demuestra cómo el Siervo de Dios, Padre TIM S. HICKEY Michael J. McGivney — “Apóstol de los Jóvenes” — inspira a nuevas generaciones de católicos (ver página 14), y realmente se explora cuánto han transformado nuestra historia los Papas que hemos tenido la bendición de servir, desde el Papa León XIII hasta el Papa Benedicto XVI (ver página 16). En un año marcado por muchísimos eventos y logros dignos de mencionar, sobresalen algunos: nuestra misa de acción de gracias del Día del Fundador y la cena en honor de los sacerdotes; la visita del Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, a nuestra 125 Convención Suprema en Nashville; y el otoño pasado, la dedicación de la Cúpula de la Encarnación en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, D.C. En la cena del Consejo Supremo para homenajear a los sacerdotes el 29 de marzo, el Caballero Supremo, Carl A. Anderson, expresó lo siguiente: “Los Caballeros de Colón del Padre McGivney no permaneceremos en una torre de marfil para debatir con filósofos. Por el contrario, saldremos a la calle”. Durante 125 años, continuó, los Caballeros de Colón hemos dado un “vivo testimonio de la realidad del Evangelio por medio de nuestras obras de caridad, unidad y fraternidad”. En el discurso principal que nos dirigió en el mes de agosto, el Cardenal Bertone dijo que el Padre McGivney fue un hombre de acción que inspiró a sus Caballeros de Colón a hacer lo mismo: “Todos los métodos y estrategias concretas que enseñó y promovió el Padre McGivney en público estuvieron dirigidos al bienestar de la persona humana, destinada a la vida eterna”. El legado de
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nuestro fundador, continuó el Cardenal Bertone, “vive hoy en el esfuerzo continuo de los Caballeros de Colón” para trabajar por el bien común, “pero siempre con una visión hacia el bienestar eterno”. Ese “bienestar eterno” se refleja en la majestuosa Cúpula de la Encarnación del Santuario Nacional, que con los 2 millones de coloridos mosaicos de piedra representa la Anunciación, el nacimiento de Jesús, su milagro en el banquete de la Boda de Caná y su Transfiguración. El Cardenal Justin Rigali de Filadelfia supervisó el diseño de la cúpula. En su discurso durante la dedicación, dijo que la inclusión de la Transfiguración en esa obra de arte simboliza la misión de los Caballeros de Colón de “cambiar el mundo”. Salir a la calle… Trabajar por el bien común… Cambiar al mundo… Transformar el Mundo… Este último concepto es del subtítulo del nuevo libro del Caballero Supremo, Carl A. Anderson, A Civilization of Love: What Every Catholic Can Do to Transform the World (Una civilización del amor: Lo que cada católico puede hacer para transformar al mundo) (HarperOne), cuya publicación está programada para el 25 de marzo. (Usted puede ordenar con anticipación una copia a un precio reducido en www.kofc.org y enterarse acerca del programa de incentivos especiales para los Caballeros de Colón que compren el libro). Su publicación es un digno cierre de nuestro 125o aniversario. El Caballero Supremo analiza muchos de los difíciles problemas actuales, morales y sociales, desde su perspectiva de padre de familia católico, abogado, educador, Caballero de Colón y líder de una empresa mundial. Pero más que filosofar acerca del estado del mundo, sugiere puntos prácticos y caritativos para que todos nosotros pongamos nuestra fe en acción. Es un proyecto inspirador para nuestro 126o aniversario y para el futuro. Citando la Epístola de Santiago dice: “Mis hermanos, ¿de qué sirve decir que se tiene fe, si no se pone en práctica?” ■
Publicador
Funcionarios Supremos Carl A. Anderson Caballero Supremo
Mons. William E. Lori, S.T.D. Capellán Supremo
Dennis A. Savoie Diputado Caballero Supremo
Donald R. Kehoe Secretario Supremo
John “Jack” W. O’Reilly Jr. Tesorero Supremo
Paul R. Devin Abogado Supremo
Editorial Tim S. Hickey, Editor 203-752-4303 tim.hickey@kofc.org Alton J. Pelowski, Subdirector 203-752-4562 alton.pelowski@kofc.org Patrick Scalisi, Director Asociado 203-752-4885 patrick.scalisi@kofc.org Arthur F. Hinckley Jr. Director de Arte
Luis A. Villares, Mariana Pozo y Enid de Moya-Muñoz, Traductores El Padre Michael J. McGivney (1852-90) — Apóstol de los jóvenes, protector de la vida familiar cristiana y fundador de los Caballeros de Colón, intercede por nosotros.
En Contacto con Nosotros Correo Regular: Columbia, 1 Columbus Plaza, New Haven, CT 06510-3326 TELÉFONO: 203-752-4398 FAX: 203-752-4109 E-MAIL: columbia@kofc.org Dpto. de Atención al Cliente: 1-800-380-9995
LA PÁGINA DE INTERNET: Para las noticias de Columbia Online e información sobre los Caballeros: http://www.kofc.org
¿SE MUDA? Notifique a su Consejo local. Envíe su nueva dirección a: Caballeros de Colón, Dpto. de Registro de Miembros, PO Box 1670, New Haven, CT 06507-0901
En la Portada La visión del Siervo de Dios, Padre Michael J. McGivney, es el sustento de Caballeros de Colón y de su misión: “Sirviendo a Uno. Sirviendo a todos.”
CONSTRUYENDO UN MUNDO MEJOR POR CARL A. ANDERSON, CABALLERO SUPREMO
El momento de dar un testimonio cristiano valiente Los principios de la Orden, Caridad, Unidad y Fraternidad, transforman el mundo ESTE MES CONCLUYE LA celebración del 125o aniversario de la Orden. Como lo muestra claramente esta edición de Columbia, la visión de nuestro fundador, el Siervo de Dios Padre Michael J. McGivney, ha proporcionado a varias generaciones de laicos católicos una inspiración profética única. Uso la palabra “profética” de forma deliberada. El legado del Padre McGivney ha sido verdaderamente relevante para cada nueva generación de hombres católicos, pero esencialmente continúa mirando hacia el futuro. El Padre McGivney pudo anticipar por más de 75 años el llamado del Concilio Vaticano II para que los laicos asumieran el papel que les correspondía dentro de la misión de la Iglesia para la renovación de la sociedad. Podríamos considerar que el Padre McGiveny es profético también en otro sentido. Fundó una hermandad de hombres católicos dispuestos a aportar una voz poderosa para los católicos y a aceptar los retos de una sociedad cada vez más diversa y democrática. Estos hombres no tuvieron temor de asumir su posición en contra de la intolerancia anticatólica en una variedad de formas, ni tampoco temieron dar testimonio de valores del Evangelio en el hogar, en el trabajo y en la sociedad. Hoy, sin embargo, enfrentamos los desafíos aun mayores de un secularismo rampante que no le
da cabida al mensaje cristiano. También rechaza las tradiciones cristianas del matrimonio y la familia y los valores cristianos en la educación y cuidado de la salud. Nuevamente, los tiempos exigen hombres con el valor de ser testigos cristianos que puedan mirar hacia el futuro con confianza y esperanza. Como Caballeros de Colón continuamos comprometidos con la renovación de nuestra Iglesia y nuestra sociedad. Ése es uno de los temas de mi nuevo libro, A Civilization of Love: What Every Catholic Can Do to Transform the World [Una civilización del amor: Lo que cada católico puede hacer para transformar el mundo] (HarperOne). La idea que guía el libro es sencilla: Dios es amor, como nos lo recuerda el Papa Benedicto XVI en su encíclica Deus Caritas Est. Las implicaciones de esta realidad son muy amplias y nos deberían guiar hasta en los detalles prácticos de nuestra vida diaria. A través de su largo pontificado, el Papa Juan Pablo II habló repetidamente sobre la necesidad de construir una civilización del amor. A algunos habrá sorprendido que no haya exhortado a construir una nueva civilización, cultura o sociedad “católica”. Sin embargo, Juan Pablo II comprendió que los católicos serían llamados a enfrentar sociedades y culturas que serían indiferentes o hasta hostiles hacia el cristianis-
mo. También sabía que en el mundo entero, todos buscan lo mismo: un amor que sea verdadero y auténtico. Cada persona ha sido creada por el amor y para el amor, y es llamada a una vocación de amar a otros. Esto lo aprendemos primero en la familia, que Juan Pablo II llamó la “escuela del amor”. Puesto que la vocación de amar es universal, puede trascender todas las fronteras y diferencias étnicas, raciales y religiosas. Al mismo tiempo, Juan Pablo II sabía que la expresión más grande de la vocación de amar existe en Jesucristo. El llamado del Papa a construir una civilización del amor sigue siendo un llamado universal a los anhelos más profundos de cada persona, sin importar su creencia. Al mismo tiempo, su llamado es una expresión del testimonio vivo de Jesucristo. Una civilización del amor es un libro que busca explorar cómo pueden unirse los católicos a este esfuerzo, y proporcionar en cada aspecto de sus vidas diarias un testimonio vivo de la presencia de Jesucristo. Es un libro que está inspirado por la obra y el ejemplo de miles de Caballeros alrededor del mundo, y puede servir para mostrar a otros cómo nuestros principios de Caridad, Unidad y Fraternidad pueden proveer la base para una verdadera transformación de la sociedad. ¡Vivat Jesus! columbia /marzo 2008 3
APRENDER SOBRE LA FE, VIVIR LA FE
La respuesta del hombre a Dios La fe es tanto un don como una respuesta personal POR EL OBISPO WILLIAM E. LORI, CAPELLÁN SUPREMO do respondemos en fe a Dios nos uando ordenamos la cena en un buen restaurante, a veces le pre- comprometemos a una fiel obediencia hacia Él y todo lo que ha revelaguntamos al mesero: “¿Qué me do. La fe es el don de Dios mediante recomienda?” Es muy probable que sigamos su recomendación. O cuan- el cual se nos permite reconocer y permanecer en su presencia, y tamdo nos registramos para un vuelo, a bién seguir sus mandamientos. Así lo mejor preguntamos si el vuelo saldrá a tiempo. Si el empleado mira nos referimos a la “obediencia de la fe” (Rm 16, 26). la computadora y responde: “Sí, no Hay numerosos ejemplos de tiene demora”, tendemos a aceptar hombres y mujeres de fe eso como cierto. No se Ésta es la tercera que nos inspiran. El ejemtrata aquí de hablar sobre entrega del prograalimentos y viajes, sino de ma de formación en plo preeminente de la fe, por supuesto, es la decir que en la vida diaria la fe del Capellan Santísima Virgen María. aceptamos muchas cosas Supremo, Obispo William E. Lori. Este Toda su vida se puede por fe, por la palabra de artículo se centra en resumir con las palabras: otro, especialmente si se las preguntas 25-35 “Hágase en mí según tu supone esa persona “está del Compendio del palabra” (Lc 1, 38). Además al tanto”. Catecismo de la de los santos, hay otros Iglesia Católica. Los LA OBEDIENCIA DE LA FE artículos archivados ejemplos: Nuestro fundador, el Padre Michael J. La fe en Dios es a la vez se pueden leer en www.kofc.org. McGivney, ciertamente similar a la fe humana ejemplifica el espíritu ordinaria, y profundaintrépido y persistente de la obemente diferente. Como mínimo, la diencia llena de fe a la misión que fe divina significa que aceptamos Dios tenía en mente. como cierto lo que Dios ha revelado. Al hacer esto, reconocemos la EL DON DE LA FE EN UNA ERA bondad y autoridad de Dios. DE ESCEPTICISMO Después de todo, él no es sencillaLa fe es tanto un don de Dios como mente alguien confiable “que está una respuesta plenamente humana al tanto”, sino que Él es todo necesaria para la salvación. Puede sabiduría, todopoderoso y todo que haya escuchado la expresión de amor. Pero la fe en Dios es mucho que la fe es una virtud “infundida”. más profunda que la fe que otorLa palabra infundida sencillamente gamos a otros seres humanos. La fe significa que Dios libremente nos que ponemos en Dios es una respuesta a Dios que se nos ha reve- da la fe como un don sobrenatural para iluminar nuestra mente y volado. El Compendio del Catecismo luntad; se debe distinguir de una de la Iglesia Católica enseña que virtud “adquirida” que, por la gracia “el hombre… responde a la de Dios, obtenemos mediante la Revelación de Dios con la obedienpráctica o repetición de buenas cia de la fe, que consiste en fiarse obras. En Cristo y mediante el plenamente de Dios y acoger su Espíritu Santo, el Padre “derrama” Verdad, en cuanto garantizada por el don de la fe sobre nosotros. Él, que es la Verdad misma” (25). La fe es “la seguridad de que se Esto significa mucho más que sólo encontrar una información útil y cumplirán nuestras esperanzas”, y tomarla por cierta. Más bien, cuan“la esperanza no falla, porque el
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amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Hb 11, 1, Rm 5, 5). ¡Pero la infusión no es ósmosis! Las semillas de la fe plantadas en el bautismo tienen que crecer con nuestra aceptación de Dios y todo lo que Él ha revelado, aceptación que proviene de la gracia y es a la vez plenamente humana. Como parte de nuestra respuesta debemos escuchar la Palabra de Dios tal como nos llega por medio de la Iglesia y así crecer en conocimiento y amor de lo que Dios nos ha revelado por las Escrituras y la tradición. Así podemos ver la importancia vital de la evangelización (proclamación y testimonio de Cristo) y la catequesis (enseñanza sistemática de las verdades de la fe). A medida que crece nuestra fe — así como nuestra fidelidad personal a Cristo — comenzamos a vivir parcialmente aquí y ahora la vida sagrada que experimentaremos plenamente en el cielo. No siempre es fácil ser una persona de fe en una era de escepticismo. Actualmente nos vemos obstaculizados por un ateísmo militante que pretende que la fe, lejos de esparcir la luz de la verdad sobre Dios y la condición humana, es una distorsión peligrosa, precientífica y la raíz de serios problemas, como el terrorismo. Los ataques contra la fe, por supuesto, no son nada nuevo. Como católicos, debemos enfrentar estos retos con confianza. Vemos la fe como un aliado, no un enemigo de la razón. Aunque la fe está por encima de la razón, la ilumina de dos formas importantes: ayudándonos a comprender las verdades sobrenaturales que enseña la fe y dando claridad a lo que la razón puede conocer por cuenta propia. w w w. ko f c .o r g
Nos recuerda que “… no puede nunca haber contradicción entre la fe y la ciencia, ya que ambas tienen su origen en Dios. Es Dios mismo quien da al hombre tanto la luz de la razón como la fe” (Compendio, 29). UN SOLO SEÑOR, UN SOLO BAUTISMO La fe, por supuesto, es intensamente personal, pero no es una posesión privada. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que la fe es tanto personal como “eclesial”, es decir, de la Iglesia. Iluminados por la fe abrazamos la fe de la Iglesia. Así, cuando profesamos nuestra fe, decimos “Creo” (Credo) en compañía de los demás miembros de la Iglesia.
“Efectivamente, es la Iglesia quien cree, de tal modo que Ella, con la gracia del Espíritu Santo, precede, engendra y alimenta la fe de cada uno” (Compendio, 30). Recibimos el don de la fe por la Iglesia y se alimenta en la comunidad de los creyentes y a través de ellos. Desde nuestra infancia, muchos aprendimos fórmulas de fe. Hay expresiones precisas, consagradas por el tiempo, de lo que la Iglesia cree y enseña, desarrolladas bajo la influencia del Espíritu Santo. Los resúmenes más comunes de la fe son el Credo de Nicea y el Credo de los Apóstoles. Tal como nos lo recuerda el Catecismo, no creemos en las fórmulas en sí, sino en las
Hombre católico del mes San José Fiesta: 19 de marzo Patrono de la Iglesia Universal
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uando estudiamos con detenimiento la vida de San José, lo vemos obediente al plan de Dios, aun cuando tenía buenas razones para dudar. La obediencia de José permite que todo el Antiguo Testamento sea revelado y
cumplido en Jesús. La Iglesia ofrece a San José como un modelo excepcional de servicio a Cristo y al misterioso plan de salvación de Dios.
realidades divinas que expresan y que nos permiten tocar (ver Compendio, 170). Para nosotros es importante conocer y comprender estas fórmulas como una guía segura en nuestra vida de fe. Después de todo, somos una Iglesia con más de 1,000 millones de miembros y dos milenios de historia. Somos pecadores y santos, personas de todas las naciones, lenguajes y culturas. Aun así confesamos “un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo” (Ef 4, 5) por la gloria de Dios y la salvación de nuestra alma. No debemos dejar pasar un solo día sin dar gracias a Dios por nuestra fe, y sin pedirle que la incremente. ■
La regla de San Benito, que dice que la obediencia “es la que conviene a aquellos que nada estiman tanto como a Cristo”, describe perfectamente a San José: Él es un hombre fuerte, abnegado en su amor. Es la cabeza justa, sabia y leal de la familia terrenal de Jesús nuestro Salvador. En su exhortación apostólica Redemptoris Custos (Sobre la Persona y Misión de San José), de 1989, el Papa Juan Pablo II escribió: “En las palabras de la ‘anunciación’ nocturna,
Intenciones del Santo Padre Ofrecidas en solidaridad con el Papa Benedicto XVI ➢➢ General — Que la Iglesia testimonie el amor de Cristo, fomentando así la importancia de la reconciliación entre personas y pueblos. ➢➢ Misionera — Que los cristianos perseguidos en tantos países por causa del Evangelio, reciban la fuerza del Espíritu para ser testigos de Cristo.
PLAN ESPIRITUAL DE ACCIÓN Bienaventurados los mansos
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l Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que “la verdadera dicha no reside ni en la riqueza o el bienestar, ni en la gloria humana o el poder, ni en ninguna obra humana” (1723). Cuando Jesús habla sobre la mansedumbre en las bienaventuranzas, no está hablando de debilidad o de un sentido de inferioridad (ver Mt 5, 3, Lc 6, 20-23). Más bien nos está invitando a purificar nuestro corazón y a buscar el
POPE: CNS PHOTO/MAURIZIO BRAMBATTI REUTERS ST. JOSEPH: COURTESY ST. ANTHONY’S GUILD, EAST RUTHERFORD, N.J.
José escucha no sólo la verdad divina acerca de la inefable vocación de su esposa, sino que también vuelve a escuchar la verdad sobre su propia vocación. Este hombre ‘justo’, que en el espíritu de las más nobles tradiciones del pueblo elegido amaba a la virgen de Nazaret y se había unido a ella con amor esponsal, es llamado nuevamente por Dios a este amor” (19). Siguiendo el ejemplo de San José, los Caballeros de Colón son llamados a ser padres y guardianes que nada estiman tanto como a Cristo en su servicio a la familia, al prójimo, a la Iglesia y al país. Lo que se necesita hoy son Caballeros dispuestos a ser modelos de servicio a Cristo y a la Iglesia, perseverando la misión del Evangelio con fidelidad y amor.
amor de Dios sobre cualquier otra cosa. La gente que vive las bienaventuranzas comprende su pobreza espiritual (su total dependencia de Dios) y está dispuesta a someter su vida a la voluntad de Dios. ¿Está usted dispuesto a ser manso? ¿Está dispuesto a aceptar la voluntad de Dios? Durante sus oraciones, pida a San José que le dé el don de la mansedumbre. Use el Salmo 112 y Lucas 2, 41-51 para centrar su conocimiento. columbia /marzo 2008 5
NOTICIAS DE LOSCABALLEROS DE COLÓN Libro del Caballero Supremo saldrá el 25 de marzo ntes de que llegue a su fin el aniversario 125 de los Caballeros de Colón el 29 de marzo, se pondrá a la venta un libro del Caballero Supremo, Carl A. Anderson, que establece un programa detallado de acción para la Orden durante el futuro que ve venir. Una civilización de amor: Lo que cada católico puede hacer para transformar el mundo, que publicará la editorial HarperOne el 25 de marzo, tiene como objetivo ser una “presentación concreta y específica sobre cómo podemos crear lo que Juan Pablo II llamó ‘una civilización del amor’”, dijo el Caballero Supremo. El libro puede ordenarse por anticipado accediendo www.kofc.org/preorder. Anderson considera que el libro “ofrece una auténtica solución a los problemas que plantean actualmente el significado y el propósito de la vida del ser humano”. “Es un llamado a una
Los Caballeros que compren el libro antes del 7 de abril o que envíen su recibo para el 18 de abril también participarán en el sorteo del viaje a New Haven. Para participar, envíe el recibo, mostrando la fecha de su adquisición. Envíe el recibo con la fecha de adquisición a: Supreme Knight’s Book Contest Columbia Magazine
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nueva solidaridad con los pobres y los necesitados”. GANE UN VIAJE A NEW HAVEN Como estímulo para que los Caballeros aprovechen las ventajas de la preventa del libro a un precio especial, se ha creado un programa de incentivos. Cuatro de los Caballeros que aprovechen la preventa y cuatro más que compren el libro dentro de las dos semanas posteriores a su publicación serán elegidos como ganadores de un viaje a New Haven con todos los gastos pagados, incluyendo los tours y una cena con el Caballero Supremo Anderson.
1 Columbus Plaza New Haven, CT 06510-3326 Para ser elegibles, las participaciones tienen que recibirse para el 18 de abril. Los ganadores serán seleccionados el 21 de abril. El Caballero Supremo donará todas las ganancias de la venta de este libro a las obras de caridad de Caballeros de Colón. ■
LA ORDEN PRODUCE DOCUMENTAL SOBRE LOS HOMBRES Y EL ABORTO
Vicki Thorn habla con el Caballero Supremo, Carl A. Anderson, mientras se filmaba un documental en el Museo de los Caballeros de Colón el 23 de enero. Thorn es la fundadora del Proyecto Rachel, un ministerio de sanación postabortiva que ella inició en 1984. La Orden está produciendo un documental sobre la conferencia que Thorn organizó el pasado noviembre, con apoyo de la Orden y de la arquidiócesis de San Francisco, llamada “Recuperando la paternidad: un análisis multifacético de hombres que se enfrentan al aborto”. El documental incluirá secciones de la conferencia y otros aspectos.
CABALLERO SUPREMO DICE EN MARCHA POR LA VIDA: ES HORA DE CAMBIAR ‘ROE’
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on el edificio del Capitolio de los Estados Unidos en el fondo, el Caballero Supremo, Carl A. Anderson, se dirigió a los participantes de la Marcha por la Vida en Washington, D.C., el 22 de enero. Anderson exhortó a más de 100,000 personas que defienden la causa pro vida a “encontrar una mejor manera de solucionar las cosas que el aborto”. “Hace treinta y cinco años, el Tribunal Supremo impuso un cambio en nuestra nación que va en contra de nuestra historia, nuestra Constitución y nuestra humanidad. Es hora de que se cambie Roe vs.
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Wade”, dijo Anderson. El Caballero Supremo también retó a los participantes a dar “esperanza a todas las mujeres y a todos los niños… Juntos podemos hacer estos cambios. Juntos podemos construir una cultura de la vida en nuestros corazones, en nuestros hogares y en nuestras leyes”. Caballeros de Colón también participó en la Caminata por la Vida – Costa Oeste en San Francisco el 19 de enero y en otras actividades en todo Estados Unidos para recordar el 35o aniversario de Roe.
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C O N S E J O S P A R A
Una buena vida haciendo el bien: Hacer carrera con los Caballeros de Colón POR JOHN R. INGRISANO, CLU
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or qué se detuvo en esta página? ¿Se siente frustrado? ¿Harto? Quizás está cansado de ignorar esa fastidiosa voz interior que no deja de repetirle que a veces el trabajo no debería dar trabajo. ¿No sería fantástico tener una carrera que encendiera esa chispa de entusiasmo? ¿Que lo impulsara a levantarse cada mañana? ¿Que le permitiera tener vida propia? Si es así, quizás es tiempo de pensar en una carrera como agente de los Seguros de los Caballeros de Colón. Imagínese una carrera que le da la libertad de establecer su propio programa de trabajo y el horario que usted quiera. ¿Le gustaría trabajar tanto como quiera y crecer tanto como pueda? ¿Le gustaría llegar a casa antes de que los niños salgan de la escuela y tener tiempo para asistir a su evento deportivo u obra teatral? Imagínese una carrera que le permita ayudar a otros. ¿Le gusta ayudar a la gente? Los agentes de los Seguros de los Caballeros de Colón ayu-
dan a las personas y las familias a diseñar estrategias para enviar a sus hijos a la universidad, reemplazar ingresos perdidos, y lograr una seguridad económica. Mostramos a los hombres y mujeres cómo proteger a sus familias si mueren prematuramente y cómo ser económicamente independientes cuando se retiren. Cambiamos vidas día con día. Imagínese la oportunidad de tener un buen ingreso para usted y su familia. Puede ser una carrera sólida y estimulante. No es para todos. Sin embargo, para quienes dan la talla y están dispuestos a comprometerse, a capacitarse y trabajar duro, las recompensas económicas pueden ser ilimitadas. El ingreso de cada representante es directamente proporcional a sus esfuerzos y experiencia. Nadie le puede dar o negar un aumento; depende de usted. Imagínese trabajar con una organización que proporciona educación y respaldo. Caballeros de Colón proporciona a los agentes nuevos amplia capacitación profesional, y luego educación y desarrollo continuos, sin costo alguno. En este sentido, aunque usted es un empresario con su propio negocio, no se espera que se las arregle solo.
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Imagínese trabajar para una compañía que respeta a sus empleados y confía en ellos. La Orden es una de las sociedades fraternales de beneficios más admiradas entre los católicos y en el mundo entero, con una reputación sin igual. Durante décadas, los seguros de los Caballeros de Colón han recibido calificaciones superiores de las firmas Standard & Poor’s, A.M. Best Company e Insurance Marketplace Standards Association. Como representante de los Caballeros de Colón, usted cuenta con estas credenciales, así como con la reputación de una organización de más de cien años. Esto también significa que la Orden proporciona beneficios que van más allá de los seguros. Estas ventajas especiales incluyen: ■ El Beneficio Fraternal Miembro / Esposa, que provee seguro por muerte accidental para los miembros y sus esposas. ■ El Beneficio Fraternal Familiar, que atiende las necesidades de padres que sufren la pérdida o incapacidad de un niño y el Beneficio Fraternal para Huérfanos, que provee ayuda económica a los hijos de familias elegibles que sobreviven a la muerte de ambos padres. ■ Beneficios Garantizados de Seguro de
Vida para Hijos No Asegurables. En resumen, una carrera con los Caballeros de Colón es verdaderamente una carrera que permite a los hombres calificados beneficiarse ellos mismos mientras hacen el bien a otros. En este sentido, es más que una carrera. Es un estilo de vida. ¿Se puede imaginar una carrera como ésa? Si a usted verdaderamente le gusta ayudar a la gente y poner su fe en acción, llegar a conocer a sus compañeros feligreses, y disfrutar la posibilidad de obtener un ingreso respetable al mismo tiempo, piense en una carrera con los Caballeros de Colón. Para mayor información, llame a Steven Fedewa, vicepresidente de crecimiento y desarrollo de recursos humanos, al 203-7524136 o envíe un correo electrónico a steven.fedewa@kofc.org. ■ John R. Ingrisano es escritor de finanzas y consultor de negocios especializado en el manejo de dinero, seguros y planificación para el retiro.
Vea más información sobre Seguros Caballeros de Colón en www.kofc.org/un/insurance/index.cfm columbia /marzo 2008 7
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ARMADOS CON LA FE Desde 2003, el Servicio de Información Católica (SIC) de la Orden ha proporcionado gratuitamente este folleto de oración a los soldados estadounidenses en colaboración con la Arquidiócesis de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Con la tercera edición, se han impreso más de 400,000 copias. A menudo, las unidades envían los libros, junto con otros artículos básicos, a soldados y capellanes que prestan servicio en el Oriente Miembros del Consejo St. Patrick #12309 en Railton, Ontario, muestran algunas de las Medio. 2,000 copias de “Armed with the Faith” y las estampitas del Padre McGivney que enviaron a los soldados católicos en Afganistán.
DEUS CARITAS EST
EL CLUB DE LECTURA
“¿Qué ha leído de bueno últimamente?” El Club de Lectura del Caballero Supremo se ocupó de responder esta eterna pregunta en 2007. Cada mes, el Caballero Supremo escogió un títu-
En su primera encíclica, Deus Caritas Est, el Papa Benedicto escribió: “La conciencia de que, en Él, Dios mismo se ha entregado por nosotros hasta la muerte, tiene que llevarnos a vivir no ya para nosotros mismos, sino para Él y, con Él, para los demás” (33).
lo de interés para los Caballeros y los católicos, y luego dirigió una discusión en línea sobre el libro, frecuentemente con el autor. Se leyeron novelas clásicas católicas, libros sobre la espiritualidad y los santos, una biografía reveladora de la Beata Teresa de Calcuta y otros, con frecuencia con extractos en la revista Columbia, y una extensa información en kofc.org. Por venir en 2008: The Last Secret of Fatima (El último secreto de Fátima) del Cardenal Tarcisio Bertone, y A Life with Karol: My Forty Year Friendship with the Man Who Became Pope (Una vida con Karol: Mis cuarenta años de amistad con el hombre que se convirtió en Papa), escrito por el Cardenal Stanislaw Dziwisz.
10 de mayo, MEDALLA DE El Caballeros de CANTERBURY Colón fue honrado con la Medalla Canterbury, la distinción más alta otorgada por el Fondo Becket para la Libertad Religiosa, con sede en Washington, D.C. El reconocimiento, nombrado en honor de la Catedral de Canterbury en Inglaterra, donde Santo Thomas Becket (1118-70) fue martirizado por su defensa de la libertad religiosa, se concede anualmente a una figura pública que “resuelta y públicamente se negó a rendir al César lo que es de Dios”.
Rick Santorum, quien fue Senador de los Estados Unidos, entrega al Caballero Supremo Carl A. Anderson la Medalla Canterbury. 10
El Papa Benedicto XVI firma su primer encíclica, Deus Caritas Est. A su lado, Arzobispo Leonardo Sandri, asistente de la secretaria papal de estado
REEMBOLSOS
Más de $2.5 millones La cantidad que los Caballeros informaron haber recaudado y donado a seminaristas, postulantes y novicias. Durante los últimos 25 años, el Programa de Reembolso por Respaldo a Vocaciones ha distribuido más de $35 millones a los beneficiarios.
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EL PADRE MICHAEL J. McGIVNEY El 18 de diciembre se conmemoró el 10o aniversario de la apertura formal de la causa de canonización del fundador de los Caballeros de Colón, el Siervo de Dios Padre Michael J. McGivney. Durante los últimos 10 años, la devoción por el Padre McGivney y el número de miembros del Grupo en Pro del Padre McGivney han crecido. Desde que en marzo de 2007 se publicó la edición en rústica de Parish Priest: Father Michael McGivney and American Catholicism [Sacerdote de Parroquia: El Padre Michael McGivney y el catolicismo en América)] (Harper Collins), por Douglas Brinkley y Julie Fenster, más personas conocen la vida del Padre McGivney. Incluso el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, expresó interés personal en la causa para la canonización del Padre McGivney en el mes de agosto durante la 125a Convención Suprema en Nashville. También describió al Padre McGivney como “profético” y exhortó a los Caballeros a realizar su labor siguiendo el modelo de su fundador.
EL PREMIO GAUDIUM ET SPES “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo”. Las palabras iniciales de Gaudium et Spes, la Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Actual del Concilio Vaticano II, han sido la inspiración para la distinción más elevada que concede la Orden a los hombres y mujeres que se han destacado en su servicio a la Iglesia y la humanidad. En 1992, la Madre Teresa de Calcuta fue la primera en recibir esta condecoración, y en 2007, el Cardenal Tarcisio Bertone, el Secretario de Estado del Vaticano, fue el receptor más reciente de dicha distinción. Al aceptar el premio en la Convención Suprema en agosto de 2007, el Cardenal Bertone dijo que la oración, el testimonio del Evangelio y el servicio “a quienes sufren adversidad material y espiritual” tienen que distinguir la espiritualidad cristiana.
INSTITUTO JUAN PABLO II PARA ESTUDIOS SOBRE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA
HORAS DE SERVICIO
68,270,432 La cantidad récord de horas de trabajo voluntario que los Caballeros donaron el año pasado, de acuerdo con la Encuesta de Actividad Fraternal.
Miembros del Consejo St. Joseph #8209 en Zamboanga City, Mindanao, distribuyen bolsas de alimentos a unos 500 evacuados a raíz del tifón Lando, una tormenta que destruyó más de 1,000 casas.
CÚPULA DE LA ENCARNACIÓN La Cúpula de la Encarnación de los Caballeros de Colón, un mosaico de más de 2 millones de losetas de vidrio en la iglesia principal de la Basílica del Santuario de la Inmaculada Concepción, fue dedicada el 17 de noviembre en Washington, D.C. La Junta de Directores de la Orden se comprometió a aportar $1 millón de dólares para su construcción; los Caballeros del Cuarto Grado se ocupan de recaudar la mitad de esa cifra.
En 1988, con el consentimiento del Papa Juan Pablo II, Caballeros de Colón estableció la sede norteamericana del Instituto Pontificio Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia en Washington, D.C. El instituto, una escuela de estudios de posgrado en teología, fue fundado en Roma en 1981, tras el sínodo de obispos sobre la familia en 1980. El Caballero Supremo, Carl A. Anderson, es vicepresidente del instituto en Washington y se desempeñó como su primer decano.
SEGUROS El 30 de octubre, el programa de la Orden de la más alta clasificación sobrepasó por primera vez los $65,000 millones de dólares en seguros vigentes. Esta cifra casi se ha duplicado en una década, ya que en 1997 ascendía a $32,900 millones de dólares. Seguros Caballeros de Colón también alcanzó otra marca durante este año de aniversario: por 31er año consecutivo, la Orden recibió la clasificación A++ (Superior) de A.M. Best, una agencia mundial calificadora de seguros. Caballeros de Colón también recibió la calificación AAA (Extremadamente Sólido) de Standard & Poor’s por 14º año consecutivo. La Orden es una de las cuatro compañías de seguros de América del Norte que han recibido las calificaciones más altas de ambas agencias, así como una certificación de la Insurance Marketplace Standards Association por su ética profesional. DOME: MATTHEW BARRICK PHOTOGRAPHY
‘APRENDER SOBRE LA FE, VIVIR LA FE’ La mayoría de nosotros anhela tener un conocimiento más profundo de nuestra fe católica, sus creencias y prácticas con el fin de que se refleje con mayor plenitud en nuestra vida. Respondiendo a esa necesidad, el Capellán Supremo, Obispo William E. Lori, ha iniciado un repaso del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica que es exclusivo para la revista Columbia y va a durar varios años. La columna mensual del Obispo Lori también presenta formas prácticas de poner la fe en acción. La serie comenzó en enero de 2008 y todas las lecciones del Obispo Lori están archivadas en kofc.org.
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HALL McGIVNEY
En 2006, la Junta de Directores de la Orden aprobó un donativo de $8 millones de dólares repartidos en varios años para la Universidad Católica de América (UCA) en Washington, D.C., con la finalidad de renovar el Edificio Keane, localizado cerca del centro del recinto. Éste recibirá el nombre de McGivney Hall, en honor del fundador de los Caballeros, y a partir del próximo año académico será la sede permanente del Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia en Estados Unidos.
El futuro Hall McGivney se puede ver en la parte inferior derecha en esta vista del recinto de la UCA tomada desde el Campanario de los Caballeros del Santuario Nacional.
OBISPOS – CONFERENCIAS EPISCOPALES NACIONALES En Canadá, es COLF (Organización Católica para la Vida y la Familia). En los Estados Unidos, son las iniciativas educativas e informativas provida, incluyendo el Mes de Respeto a la Vida en octubre, y el portal en el web y el programa para el matrimonio (www.foryourmarriage.org). En Filipinas son los esfuerzos para mejorar la condición de las mujeres, y en México son las becas para seminaristas. Dondequiera que Caballeros está establecido y activo, la Orden muestra solidaridad con las conferencias episcopales nacionales y la misión de cada una. Ese apoyo se expresa de diferentes formas, desde fondos para proyectos especiales hasta el manejo prudente de más de $16 millones de dólares en fondos dotales para becas para seminaristas y estudios avanzados para sacerdotes.
LAS HERMANAS DE LA VIDA El finado Cardenal John O’Connor de Nueva York fundó las Hermanas de la Vida en 1991. Desde entonces, la comunidad ha trabajado para edificar el reino de Dios y la cultura de la vida, y cuenta ya con más de 50 miembros. Caballeros de Colón ha apoyado la labor de las hermanas, en parte, proporcionando el centro de retiro Villa Maria Guadalupe operado por las Hermanas de la Vida en Stamford, Connecticut, desde 2004. La Orden también patrocina el Sitio Amor y Vida, un sitio catequístico en la Jornada Mundial de la Juventud 2008 en Sydney, Australia, donde las Hermanas de la Vida darán servicio y testimonio a los jóvenes peregrinos de todo el mundo.
Los Caballeros Universitarios aplauden una presentación sobre la Jornada Mundial de la Juventud por las Hermanas de la Vida durante la conferencia universitaria anual. 12
NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD El 8 de septiembre de 2007, la Orden lanzó su más reciente Programa de la Hora Mariana de Oración en honor de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. Mientras las imágenes de Nuestra Señora recorren distritos de los Caballeros de Colón a través de los Estados Unidos, Canadá y México, se exhorta a las unidades locales a patrocinar servicios de oración en sus parroquias. El programa concluye el 8 de septiembre.
Católicos de Miami Beach, Florida, oran ante una imagen de Nuestra Señora de la Caridad. Siguiendo el programa de la Hora Mariana de Oración de la Orden, el Consejo San Patricio #13654 patrocinó la imagen en una parroquia local mientras recorría el Distrito 63 de Florida.
POLONIA En mayo, el Caballero Supremo, Carl Anderson, y el Arzobispo Henry K. Mansell de Hartford, Connecticut, viajaron a Polonia, donde entregaron sus cartas constitutivas a los primeros seis consejos del país y se reunieron con líderes eclesiásticos y nacionales. En un concierto especial el 5 de mayo, el renombrado compositor polaco Henryk Mikolaj Gorecki dedicó una nueva obra coral, “Pod Twoja Obrone” (“Bajo tu protección”), al Caballero Supremo Anderson y encomendó la Orden en Polonia a Nuestra Señora de Czestochowa. En enero de 2006 se registró la primera gran expansión internacional de la Orden cuando se instituyó el primer consejo en Polonia.
El Caballero Supremo Anderson entrega la carta constitutiva a los miembros del primer consejo de Polonia, Consejo Juan Pablo II #14000 en Cracovia.
TEXAS A&M, CONSEJO #10624
Los Caballeros de la Universidad de Texas A&M en College Station ganaron el premio del Consejo Universitario Sobresaliente 2007 en la Conferencia anual de Consejos Universitarios celebrada del 28 al 30 de septiembre de 2007. Más de 140 Caballeros en representación de 52 universidades y colegios universitarios se reunieron para vivir tres días de aprendizaje, liderazgo y fraternidad. Los Caballeros también asistieron a una Misa en la Iglesia de Santa María, donde la Orden fue fundada en 1882. La conferencia de 2008 se llevará a cabo del 19 al 21 de septiembre.
El Caballero Supremo, Carl A. Anderson, junto con representantes del Consejo Texas A&M #10624 luego de entregarles el premio Consejo Universitario Sobresaliente. w w w. ko f c .o r g
SÍNODO DE LOS OBISPOS CATÓLICOS UCRANIANOS Reunidos en el primer sínodo oriental católico efectuado en los Estados Unidos, los obispos católicos ucranianos se reunieron en Filadelfia y Washington, D.C., del 26 de septiembre al 6 de octubre. El Caballero Supremo, Carl A. Anderson, se dirigió al sínodo el 30 de septiembre en Filadelfia en la Catedral Católica Ucraniana de la Inmaculada Concepción en Filadelfia.
El 5 de octubre, los Caballeros del Cuarto Grado proporcionaron una guardia de honor para una Misa en el Santuario Nacional Católico Ucraniano de la Sagrada Familia en Washington.
EL FONDO VICARIUS CHRISTI El Papa Benedicto XVI recibió al Caballero Supremo, Carl A. Anderson, y al Capellán Supremo, Obispo William E. Lori, en una audiencia privada en el Vaticano el 6 de diciembre. El Caballero Supremo entregó al Papa un donativo de $1.6 millones de dólares, que representaron las ganancias del Fondo Vicarius Christi de la Orden. El fondo, establecido en 1981 y dotado con $20 millones de dólares, ha generado más de $43 millones para las obras personales de caridad del Papa.
WHEELCHAIR FOUNDATION
CARDENAL FRANCIS XAVIER NGUYEN VAN THUAN El Papa Benedicto XVI describió al fenecido cardenal vietnamita como un “profeta de la esperanza cristiana” y un “brillante testigo de la fe”. El régimen comunista de Vietnam encarceló al Cardenal en 1975, y aunque nunca fue juzgado o sentenciado, pasó 13 años en prisión, nueve de ellos en confinamiento solitario. Sus experiencias en prisión moldearon su enfoque espiritual y tras ser liberado fue nombrado presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, una agencia del Vaticano en la que sirve el Caballero Supremo, Carl A. Anderson. Afirmó en varias ocasiones que no le tenía mala voluntad a sus captores. “Sólo el amor cristiano puede cambiar corazones; ni las armas, ni las amenazas ni los medios de comunicación pueden lograr eso”. La causa para su canonización se abrió en septiembre pasado.
El Cardenal Thuan muestra la cruz de madera que labró a mano durante su detención; la ocultó de sus captores en una barra de jabón. Tras su liberación, la llevó como cruz pectoral. CUA: CNS PHOTO BY NANCY WEICHEC; POPE: COURTESY L’OSSERVATORE ROMANO VAN THUAN: AP PHOTO/EDUARDO VERDUGO
Desde 2003, los Caballeros se han asociado con la Fundación Sillas de Ruedas para distribuir más de 15,000 sillas de ruedas a personas necesitadas de todo el mundo. Las organizaciones calculan que entre 100 y 150 millones de personas en el mundo necesitan una silla de ruedas, pero menos del 1 por ciento la posee o tiene acceso a ella. Los Caballeros están ayudando a cambiar esas estadísticas. Más recientemente, la Orden distribuyó 2,000 sillas de ruedas a veteranos de guerra estadounidenses en cuatro ciudades el Día del Veterano. El valor total de las sillas de ruedas distribuidas en Washington, D.C., Chicago, Los Ángeles y Dallas fue de $1 millón de dólares.
JUVENTUD Las iniciativas de la Orden para la juventud son más sólidas que nunca, gracias a programas populares y el continuo crecimiento de los Escuderos de Colón. Más de 25,800 Escuderos componen 1,396 círculos en todo el mundo. Quizás los programas más populares para la juventud, sin embargo, son el Campeonato de Tiro Libre de los Caballeros de Colón y la Competencia de Fútbol.
Caballeros de Colón está dedicado a construir una cultura de la vida, que incluye la defensa de la vida humana desde sus inicios. En toda la Orden, en 2006, más de $7 millones de dólares se destinaron a causas provida, tales como centros de apoyo para mujeres embarazadas y campañas educativas.
ZIGOTO c o l u m b i a / m a r z o 2 0 0 8 13
¿Quién fue este
párroco? Alumnos del sexto grado de la ciudad natal del Padre McGivney hicieron preguntas acerca de su vida
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unque el Padre Michael J. McGivney dejó su huella en todo mundo al fundar los Caballeros de Colón, su presencia se siente aun con mayor fuerza en la ciudad de Waterbury, Connecticut, donde nació y creció. Una estatua de bronce del Padre McGivney adorna el parque frente a la estación de tren y una calle de la ciudad lleva su nombre. En la escuela St. Mary’s de Waterbury, Una foto sin fecha de estudiantes y Michael McGivney de maestros niño. rezan todos los días por la canonización del Padre McGivney y también lo hacen en las misas a las que asisten mensualmente como comunidad escolar. No es de extrañarse que en la clase de la maestra Mary LaBarbera del sexto grado de la escuela St. Mary’s, los alumnos mostraran curiosidad por el Padre McGivney, su vida y su obra. Les sugerimos que escribieran preguntas que podría contestar Columbia. 14
Los estudiantes del Sexto grado de St. Mary’s School de Waterbury, Conn., muestran las tarjetas de oración del Padre McGvney tras recitar una plegaria por su canonización. Los estudiantes oran por la canonización del Padre McGivney cada mañana y en las misas mensuales a las que asisten como comunidad escolar. Aparece también el director de la escuela, Joseph M.Kenny (der.).
¿Quiso el Padre McGivney ser sacerdote desde joven o pensaba ser otra cosa? – Alexis Michael McGivney expresó su interés por el sacerdocio desde los 12 años, aunque al principio su padre se opuso a esa idea. Como creció en una comunidad muy católica, las personas más importantes en la vida de Michael fueron sus padres y su párroco. Esto no significa que Michael no desempeñara otros trabajos en su juventud. Antes de entrar al seminario trabajó en la fábrica de cucharas de Waterbury. ¿Quiénes fueron los padres del Padre McGivney? – Amy S. ¿Tuvo el Padre McGivney hermanos y hermanas? – Anthony Joseph Michael fue el primero de 12 hijos que tuvieron Patrick y Mary
McGivney, pero sólo siete de los hermanos de Michael llegaron a la edad adulta. Dos hermanos de Michael, Patrick y John, también fueron sacerdotes. Algunas de sus hermanas se casaron y tuvieron hijos.
Los hermanos McGivney que fueron sacerdotes: Michael entre Patrick (izq.) y John. Patrick sirvió como Capellán Supremo de 1901 a 1928, y lo sucedió John, quien lo fue hasta 1939. w w w. ko f c .o r g
¿Por qué la gente tenía prejuicios en contra de los católicos en la época del Padre McGivney? – Nicole Muchos de los católicos que vinieron a los Estados Unidos en la década de 1800 fueron inmigrantes irlandeses. Aunque América ofrecía mejores condiciones que Irlanda respecto a la libertad religiosa, sin embargo, a los católicos se les consideraba de una clase social inferior. A los católicos no se les permitía comprar tierras y la “Iglesia Congregacional” les cobraba impuestos, aunque otras religiones estaban exentas.
El Padre McGivney tuvo la visión de poder proveer a esas familias la asistencia financiera en caso de necesidad.
¿Qué se está haciendo ahora en honor del Padre McGivney? – Amy T. ¿Cuáles son los milagros que realiza Dios a través del Padre McGivney? – A los 16 años, Michael Rachel McGivney dejó su trabajo Los Caballeros de Colón en una fábrica d cucharas de todo el mundo honran de Waterbury para al Padre McGivney según comenzar sus estudios en sus propias costumbres. el seminario. Algunos han levantado estatuas o monumentos en su honor, mientras otros han donado libros o cuadros del Padre McGivney a escuelas y a bibliotecas locales. La causa de cano¿Cómo y cuándo comenzó nización del Padre el Padre McGivney los McGivney se abrió en Caballeros de Colón? 1997 y está siendo revisa– Dominic da por el Vaticano. ¿Qué edad tenía el Padre Mientras no se tome una McGivney cuando comendecisión debemos esperar zó los Caballeros de y rezar para que la Iglesia, Colón? – Zachary El Padre McGivney fundó a través de la inspiración del Caballeros de Colón en 1882 a la Espíritu Santo y las decisiones del edad de 29 años. Cuando estaba Papa, nombre santo al Padre sirviendo en la Iglesia St. Mary’s de McGivney. El relato de los milagros, New Haven, vio que las familias que se entregó a la Congregación católicas de su parroquia necesita- para la Causa de Santos, no se reveban apoyo financiero y espiritual. lará hasta la canonización. Sin embargo, el Grupo en Pro del Reunió a 27 hombres de su parroquia y formó los Caballeros de Padre McGivney recibe regularColón para atender esas necesi- mente cartas de personas que rezan pidiendo la ayuda del Padre dades. Dado que muchos católicos McGivney. Esos favores, que se irlandeses trabajaban en fábricas, encuentran en cada Boletín del estaban continuamente expuestos a Grupo en pro del Padre McGivney, desde curaciones hasta accidentes e inclusive a la muerte. van orientación.
Las personas más importantes en la vida de Michael fueron sus padres y su párroco
¿Aún viven descendientes del Padre McGivney? – Chad, Rolangie, Viana y Camila Aún viven descendientes del Padre McGivney; todos son sobrinos nietos o bisnietos. Entre ellos están John Walshe, un abogado que vive en Bridgeport, Connecticut; el Padre Gerald T. Burns, de Sarasota, Florida; la Hermana Louise Finn de la comunidad Notre Dame; y Gerald
McGIVNEYS: SALVATORE J. SANTOPIETRO COLLECTION/KNIGHTS OF COLUMBUS MUSEUM
O’Brian, de Flanders, Nueva Jersey. Algunos de los descendientes del Padre McGivney han seguido la tradición familiar y trabajan para los Caballeros de Colón. ■
‘Apóstol de los Jóvenes’
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l Grupo en pro del Padre McGiveny fue fundado en 1997 para reunir y dar a conocer la información sobre la vida y el legado de este párroco que fue fundador de Caballeros de Colón. Este grupo publica con regularidad un boletín con artículos informativos sobre el Padre McGiveny, la causa por su canonización y los favores que se atribuyen a su intercesión. Sus miembros también pueden ordenar artículos religiosos, como tarjetas de oración, estatuas y rosarios. Visite la página www.fathermcgivney.org o llame al 203-752-4087 para mayor información.
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Ahora que termina el año del aniversario 125o de la Orden y esperamos la visita pastoral del Papa Benedicto XVI al país donde se fundó Caballeros, vamos a revisar los vínculos profundos y perdurables de solidaridad y servicio de la Orden con el Vaticano P O R K E V I N COY N E 16
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n el verano de 1920, durante las primeras horas de una mañana de domingo, se escuchó una trompeta en los frondosos jardines del Vaticano detrás de la Basílica de San Pedro. Los grandes portones se abrieron, y 235 Caballeros de Colón — con atuendo formal, a pesar de la hora — se pusieron de pie para dar la bienvenida al carruaje tirado por caballos que transportaba a su anfitrión, el Papa Benedicto XV. Era un hombre pequeño, y se destacó la gran estatura de los estadounidenses cuando él pisó la alfombra que atravesaba el césped. El tiempo era tan agradable que el Papa había decidido celebrar la Misa al aire libre, en el santuario de la Madonna della Guardia, patrona de Génova,
lugar de nacimiento del Papa, y también de Cristóbal Colón. El Coro Sixtino, con su complemento de niños sopranos, estaba a la sombra detrás del santuario. Los pájaros cantaban en los robles cuando iniciaron el Cantate Domino. Un Caballero escribiría más tarde: “Aquellos maravillosos tonos y el murmullo de las hojas de los árboles que armonizaban con la suavidad de un susurro, para luego crecer hasta alcanzar un volumen glorioso, le daban un toque celestial”.
(Arriba) Miembros del Consejo San Salvador #1, en New Haven, cerca de 1908. (A la derecha) Un fraile franciscano bendice a Cristóbal Colón, el patrono de la Orden, antes de iniciar su viaje de descubrimiento y evangelización. • El 21 de agosto de 1920, los Caballeros viajaron a Metz, Francia, para la dedicación de una estutua en honor a Lafayette, un francés que luchó en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. • El Papa Benedicto XV ofrece Misa para los Caballeros en los Jardines del Vaticano el 29 de agosto de 1920.
DE LA FRANCIA ASOLADA POR LA GUERRA A LA CIUDAD ETERNA Los Caballeros habían iniciado su viaje a Roma tres semanas antes en Nueva York, bendecidos antes de salir en una Misa en la Catedral de San Patricio. Se encontraba presente el Capellán Supremo, Mons. Patrick J. McGivney, el hermano menor del fundador de los Michael J. Padre Caballeros, McGivney. La banda de música de la policía de la ciudad los escoltó hasta el muelle, pasando por el centro de hospi-
talidad de los Caballeros de Colón que todavía operaba en Broadway. Durante la Primera Guerra Mundial, cientos de estos centros habían abierto sus puertas a los agradecidos soldados en Estados Unidos y otros países, lo cual aumentó el prestigio de los Caballeros y atrajo a decenas de miles de nuevos miembros. La banda tocó el himno nacional y “Over There” mientras el Leopoldina, un transatlántico alemán capturado durante la guerra, salía del muelle 57. Cuando los Caballeros llegaron 10 días después a Le Havre, Francia, los dignatarios les dieron una gran bienvenida formal. Se oían gritos de “Vive l’Amérique” durante el trayecto de su tren de 15 vagones decorados con su bandera hasta París. Muchos de los Caballeros más jóvenes habían servido allí durante la guerra, pero la mayoría de los viajeros eran mayores, con recursos suficientes para pagar los $950 que costaba el viaje, así como para permanecer seis semanas alejados de sus hogares y negocios. Vieron por primera vez Chateau-Thierry, Vaux, c o l u m b i a / m a r z o 2 0 0 8 17
U N B AT A L L Ó N M O R A L Bouresches, Belleau Wood, Soissons, Fismes y Rheims, lugares asolados por batallas que ellos sólo conocían por las noticias. Quedaron asombrados por la vasta destrucción, las ruinas, los escombros, el paisaje destrozado. En Metz, el Mariscal Ferdinand Foch, comandante supremo de los ejércitos aliados durante la guerra, recibió a los Caballeros. Setenta aviones volaban en círculo cuando los delegados develaron su regalo a Francia: una gran estatua ecuestre del Marqués de Lafayette, que conmemoraba con heroico bronce la solidaridad entre las dos naciones. Uno de los bajorrelieves del pedestal de mármol mostraba a su patrón, Colón, descubriendo el Nuevo Mundo. El Mariscal Foch se unió a la Orden, y los Caballeros le obsequiaron un bastón de oro de $15,000 dólares de Tiffany. Luego participaron en un desfile y en un banquete y disfrutaron de su mutua estima. Los Caballeros viajaron a Verdun, la Argonne y Estrasburgo, a través de Lucerna y los Alpes a Florencia, y finalmente a Roma. Allí, la bandera estadounidense flotó sobre el Vaticano en su honor mientras oraban en el jardín con el Papa. También habían usado su vestimenta formal el día anterior, cuando llegaron a la Basílica de San Pedro. Encabezados por el Caballero Supremo, James A. Flaherty, subieron las empinadas escalinatas de dos en dos, pasaron frente a la Guardia Suiza, y entraron a la Sala Consistorial con su techo dorado precisamente al mediodía. Se arrodillaron cuando el Papa entró y ocupó el trono. “Con usted, personalmente, Santo Padre, los Caballeros de Colón están vinculados con lazos especiales”, dijo Flaherty con sus acostumbrados gestos grandilocuentes. Su estilo de oratoria había sido moldeado por su vocación juvenil de actor y por su profesión de abogado en Filadelfia. “Al igual que el gran hombre cuyo nombre habían adoptado, Cristóbal Colón, usted también ve Génova como el lugar de su nacimiento y la cuna de sus afectos. Como él, usted debe haber vislum-
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brado a menudo, en el brillo dorado de la puesta del sol, la tierra que lo atraía”. Flaherty hablaba en inglés, pero el Papa se sonrió al reconocer que se mencionaba a Génova y a Colón. El Caballero Supremo tenía la intención de enfatizar un punto más profundo, sin embargo, en cuanto al papel especial que los Caballeros desempeñaron en esa tierra más allá de la puesta del sol, donde demasiados protestantes todavía tenían dudas respecto a cómo podía ser un católico estadounidense. “Durante esta última guerra, los Caballeros de Colón han demostrado que la lealtad a los ideales católicos no es incompatible con la devoción al país”, dijo en su discurso, que fue interpretado en italiano al final. “‘Por Dios y por la patria’ es su lema, y probaron al mundo que el sentimiento que encierra es capaz de formar al mejor ciudadano”. UN GRUPO DE LAICOS CATÓLICOS Esta visita, este discurso, esta declaración constituyeron precisamente lo que el Padre Michael J. McGivney había visualizado allá en Connecticut: un grupo de laicos católicos que podía ayudar a fortalecer los lazos entre el Vaticano y Norteamérica, que podía realizar la labor de la Iglesia en una tierra a veces hostil. Flaherty terminó pidiendo una bendición. “Con esa bendición regresaremos a América fortalecidos en nuestra determinación de trabajar por Dios y el país”, dijo. “En esa gran tierra donde la noción genuina de la libertad es una herencia gloriosa, su bendición nos ayudará a proporcionar a nuestros conciudadanos un ejemplo de caballería católica, y será un incentivo para laborar por el bien común y la gloria de Dios”. El Papa se levantó y bendijo a la asamblea, y luego dio su propio discurso; el Capellán de los Caballeros leyó en inglés una traducción del discurso. “Es una fuente muy especial de felicidad tener ante nosotros hoy a los representantes de esa noble sociedad cuyos grandes méritos ante la religión católica y su gran país de América ya conocemos”,
declaró el Papa. “Verdaderamente merecen ser honrados con el nombre de caballeros”. Esto también fue lo que Padre McGivney había imaginado: el Papa reconocería el valor de los Caballeros en América y vería que podría desplegarlos como un batallón moral en una nación tan diferente a las de Europa. La libertad religiosa y la ausencia de cualquier iglesia promovida por el estado
significaban que todas las creencias, y en particular una minoritaria como el catolicismo, tenían que luchar por su lugar en la sociedad. Luego de su discurso, el Papa se bajó del trono y, con lo que un Caballero describió como una “sencillez democrática”, caminó entre los huéspedes, cada uno de los cuales se arrodilló para besar su anillo. Y en los fragantes Jardines del Vaticano, a la mañana siguiente, los Caballeros y el Papa solemnizaron su vínculo con una Misa. Cada uno de los Caballeros se acercó al comulgatorio temporal que se había colocado ante el santuario y se arrodilló para recibir la Comunión de las propias manos de Benedicto XV. “Corpus Domini Nostri”, dijo una y otra vez, mostrando un leve cansancio sólo hacia el final. Cuando concluyó la Misa, nuevamente se mezcló con los Caballeros como lo había hecho en su audiencia del día anterior. El Papa se sentó en una silla, w w w. ko f c .o r g
mientras el Caballero Supremo permanecía de pie a su lado. En la película, parece una reunión informal de amigos en el patio de una casa, esto es, tan informal como pueden verse un pontífice y un grupo de hombres de traje. El camino hacia este momento había sido largo y a veces tortuoso, pero el camino que se abría hacia adelante, desde esa mañana bendecida por el sol en esa Ciudad Eterna tan lejos de New Haven, se veía más claro y brillante que nunca.
Parte II: Ayudar, proteger y defender
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n abril de 1884, cuando Caballeros de Colón estaba formado por sólo cinco pequeños consejos en New Haven y las áreas cercanas, el Papa León XIII emitió una encíclica que despertó en algunos católicos ciertas dudas sobre el futuro de la nueva orden, que todavía no cumplía los dos años. Las logias fraternales y las sociedades secretas proliferaban en Norteamérica en las décadas posteriores a la Guerra Civil, y sus rituales sustituyeron a la religión para muchos hombres. Tan sólo New Haven era sede de sociedades con nombres como los Caballeros de Honores, los Caballeros de Pitias y otras, incluyendo la que más le preocupaba a la Iglesia Católica: los Masones Libres y Aceptados. En Humanum Genus, León XIII llamó a la masonería “un mal tan grave y tan extendido ya… un enemigo astuto y doloso”, y pidió a todos los católicos que “procuréis con ahínco extirpar este inmundo contagio que va penetrando en todas las venas de la sociedad”. La masonería libre tenía mucha más influencia y ambición política en Europa, pero los líderes eclesiásticos estadounidenses compartían el temor del Papa sobre su alcance, y la atracción que tenían otras sociedades secretas. El Padre McGivney se negó a unirse a la Antigua Orden de los Hibernianos y
a los Caballeros de San Patricio en sus marchas del Día de San Patricio. Asimismo, cuando 40 miembros de la Antigua Orden de Forester desfilaron de dos en dos por las escaleras de Santa María durante el funeral de uno de sus miembros, el Padre McGivney les prohibió entrar a menos que se quitaran las insignias. UNA VISIÓN COMPARTIDA Entonces, ¿cómo era este nuevo grupo que con tanto esmero fomentaba el Padre McGivney durante sus primeros años llenos de ambición, pero también de limitaciones? ¿Podría esta Orden considerarse como una de las sociedades que el Papa había proscrito? El joven sacerdote creía precisamente lo contrario: Caballeros de Colón era la mejor arma que podía blandir la Iglesia en esta lucha contra un enemigo difícil. Era un ataque de flanco, una respuesta específicamente estadounidense en un mercado espiritual competitivo. La Orden, escribió, “evitaría que nuestra gente ingresara a sociedades secretas, ofreciéndoles las mismas ventajas, o incluso mejores”. Todo el que hubiera leído completo Humanum Genus, habría visto que, en efecto, el Padre McGivney parecía haber anticipado el pensamiento del Papa. Era necesario ayudar a los hombres católicos, declaró el Papa, “con la mayor benignidad posible y hay que reunirlos en asociaciones honestas, para que no los arrastren las asociaciones infames”. El fin común de tales instituciones “es ayudar a la virtuosa clase proletaria, socorrer y defender a sus hijos y a sus familias, fomentando en ellas, con la integridad de las buenas costumbres, el cultivo de la piedad y de la instrucción religiosa”. El Padre McGivney parecía haber cumplido con una directiva papal aun antes de que fuera emitida, por la exactitud con la que el lenguaje de la encíclica reflejaba sus propios escritos sobre los Caballeros. Pero la Orden todavía era demasiado pequeña para llamar la atención del Vaticano, y algunos sacerdotes y obispos estadouniden-
Un Liderazgo para cada Época Los 13 caballeros supremos de la Orden han guiado el incremento en número e influencia de los Caballeros de Colón, su trayectoria desde una parroquia católica hasta su presencia en tres continentes. JAMES T. MULLEN 1882-1886 James T. Mullen prestó su ayuda fraternal al desarrollo de la incipiente Orden. Mullen ayudó a redactar los artículos de incorporación y su constitución. Cuando el Padre McGivney propuso el nombre de "Hijos de Colón", Mullen sugirió que el de "Caballeros de Colón" expresaría mejor la similitud entre las ceremonias de iniciación de la Orden y los ritos de iniciación de las órdenes de caballería. Mullen fue el primer Gran Caballero del primer consejo de la Orden: Consejo San Salvador #1. Mullen presidió personalmente la institución de 22 de los primeros 38 consejos de la Orden. En la convención de 1886 fue unánimemente reelegido como Caballero Supremo, pero declinó por tener otras obligaciones. Con mucho acierto, la convención estableció la nueva posición de director general de ceremonias, que Mullen ocupó desde 1886 hasta su fallecimiento en 1891.
JOHN J. PHELAN 1886-1897 John J. Phelan dirigió la transformación de la Orden de una organización local a una organización nacional. Por su formación de abogado sirvió como miembro de la Asamblea General de Connecticut y más tarde como Secretario Estatal. La experiencia legal de Phelan le sirvió para establecer un nuevo sistema de gobierno en la Orden. Con ayuda del Abogado General, Philip J. Markley, Phelan escribió una nueva constitución añadiendo un nuevo rango de estado a la estructura de gobierno de la Orden. Phelan había sido miembro de la
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ses seguían viéndola como una versión católica de los masones, es decir, el tipo de grupo al que se oponía el Papa, que no hubiese defendido. Los Caballeros tenían un poderoso aliado en el Cardenal James Gibbons, el Arzobispo de Baltimore, pero subsistían algunas sospechas por parte del clero cuando la membresía comenzó a crecer en la década de 1890. El problema se complicó aun más por un debate dentro de la jerarquía estadounidense sobre cómo debía ser la Iglesia “estadounidense”, hasta qué punto debía tratar de adaptarse a una nación democrática, heterogénea. En una carta encíclica de 1899, dirigida al Cardenal Gibbons, León XII condenó una serie de ideas que habían llegado a conocerse como “americanismos”. Esa condena, según creían algunos miembros del clero, estaba dirigida directamente a los Caballeros, que eran incuestionablemente americanos en concepción y método. En 1895, sin embargo, había llegado un regalo muy apreciado del Arzobispo Franceso Satolli, el emisario del Papa en Washington.
Respondiendo a una petición del Caballero Supremo, John J. Phelan, el Arzobispo Satolli concedió su “calurosa aprobación y bendición apostólica” a la Orden. “Deseamos expresar nuestro gran placer”, escribió el Arzobispo Satolli, “luego de conocer los méritos de esta espléndida organización católica, de que en esta época de alianzas sociales y fraternales en América exista una sociedad para la promoción práctica de los seguros, la benevolencia y la fraternidad, propuesta por una de las sociedades seculares más populares sin ninguna de las desventajas del compañerismo prohibido”. Las palabras del Arzobispo Satolli acallaron la mayor parte de la oposición del clero hacia los Caballeros, aunque todavía no toda.
(Arriba, a la izquierda) Un típico panfleto anticatólico de principios del siglo XX. La Orden efectuó vigorosas campañas de información y luchó vigorosamente en las cortes contra la propaganda anticatólica y antiinmigratoria. (Arriba, abajo) La Orden emprendió amplios esfuerzos de ayuda para satisfacer las necesidades espirituales, sociales y recreativas de las tropas aliadas.
Parte III: Un bastión de fortaleza
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na noche de marzo de 1914, Civic Hall en Marion, Indiana, se encontraba
‘Los Caballeros actúan’, escribío el Cardenal Gibbons en una carta de respaldo cuando otros grupos católicos se quejaron 20
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repleto, con una muchedumbre de casi 2,000 personas, muchas de ellos socialistas hostiles. Habían venido para escuchar una conferencia patrocinada por los Caballeros de Colón. Dos Caballeros recorrían los Estados Unidos a un ritmo agotador, durmiendo en el tren y hablando en una ciudad distinta casi cada día. Peter Collins del Consejo Newton (Massachusetts) #167 y secretario general de la Hermandad de Trabajadores de la Electricidad recorría el sur. Había visitado Birmingham, Montgomery, Mobile y Nueva Orleans en una semana. David Goldstein se encontraba en Indiana, el estado natal del candidato socialista a la presidencia de los Estados Unidos, Eugene Debs, y mostraba firmeza cada vez que lo abucheaba el público. “¿Por qué no ondea la bandera americana en las escuelas parroquiales?” alguien preguntó. “Claro que sí ondea la bandera”, dijo Goldstein, y con eficiencia abordó otro de los mitos sobre el catolicismo que había que despejar. Goldstein, judío por nacimiento, abandonó la escuela a los 11 años para trabajar fabricando cigarros puros, y muy pronto se convirtió en
militante del ala socialista del movimiento obrero estadounidense. Pero una encíclica papal contribuyó a modificar sus creencias: Rerum Novarum; el elocuente llamado de León XIII en 1891, que tanta influencia tuvo, decía “es urgente proveer de la manera oportuna al bien de las gentes de condición humilde, pues es mayoría la que se debate indecorosamente en una situación miserable y calamitosa”. Goldstein, se sintió tan conmovido por el pensamiento moral del Papa — una condena no sólo del capitalismo que ignoraba las necesidades humanas, sino también del socialismo que ignoraba la necesidad de Dios — que se convirtió al catolicismo, se unió al Consejo Mt. Pleasant #987 en Boston, y se convirtió en un conferenciante prominente en contra del socialismo. EN LAS CALLES En la década previa a la Primera Guerra Mundial, el socialismo estaba ganando terreno en los Estados Unidos, particularmente entre los obreros inmigrantes pobres. A la Iglesia le preocupaba que los católicos se sintieran atraídos por sus promesas económicas, y con toda razón: Debs, después de todo, logró seis por ciento de la votación durante la elección presidencial de 1912. “Estos agitadores mañosos nos dicen que todos los vicios provienen de la pobreza y que la Iglesia mantiene pobre a la mayoría a fin de que unos cuantos sean ricos”, escribió Goldstein. Entonces, ¿cómo convencer a los escépticos y a los opositores no católicos de lo contrario? La gira de conferencias de Goldstein y Collins tenía diversos propósitos: explicar la diferencia entre el socialismo y la reforma social; demostrar que León XIII era, como decía Peter Collins, “el Papa de los trabajadores”, y que Rerum Novarum se refería a todos
Orden sólo un año cuando fue elegido Caballero Supremo. En 1887, después de menos de un año en el puesto, Phelan predijo que la Orden llegaría a ser “un factor poderoso para elevar la categoría social y moral de los católicos tanto en este estado como en los estados vecinos”. El propio Phelan contribuyó al cumplimiento de su predicción. Durante su período, la Orden se expandió de 38 consejos en Connecticut y Rhode Island a 210 consejos en 10 estados e introdujo el concepto de miembro asociado para aquellos que no cumplían con los requisitos para ser miembros asegurados.
JAMES E. HAYES Y JOHN J. CONE 1897-1899 James E. Hayes fue el primer Caballero Supremo no oriundo de Connecticut. Como John Phelan, Hayes tenía un grado universitario, era abogado y político, y sirvió como representante estatal de Massachusetts (1892-96) y senador estatal (1897-97). A la edad de 32 años, después de haber servido tres años como Diputado de Estado de Massachusetts, Haynes llegó a ser el Caballero Supremo más joven de la historia de la Orden. Sin embargo, su prometedora carrera se vio truncada en febrero de 1898. Después de servir poco menos de un año en el cargo y sin haber dirigido una reunión del Consejo Nacional, falleció de peritonitis. Al fallecer Hayes, el Diputado Gran Caballero, John J. Cone, asumió el cargo de Caballero Supremo interino y lo ejerció hasta terminar el período de Hayes. Como próspero hombre de negocios y primer Diputado de Estado de Nueva Jersey, Cone siguió fiel al compromiso de expansión de su predecesor. Durante los dos años de la administración de Hayes y Cone, la Orden no sólo entró en seis estados más y en el Distrito de Columbia, sino que también estableció su primer consejo fuera de Estados Unidos, en Montreal, Canadá.
EDWARD L. HEARN 1899-1909 Edward L. Hearn presidió un período de crecimiento espectacular de la organización. Durante ese período, la Orden estableció consejos al oeste del Mississippi, en casi todas las provincias de Canadá, en
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Al concluir la Primera Guerra Mundial, más de 50,000 veteranos asistieron a escuelas nocturnas operadas por los Caballeros los trabajadores; dejar claro que la lucha por mejores condiciones laborales y salarios más altos era de hecho una lucha católica; y probar que era posible estar a favor de los sindicatos y en contra del socialismo. “Manteniendo una posición equilibrada, sensata y segura, si ellos quieren, pueden transformarse en un bastión de fortaleza para la causa del verdadero progreso social y la justicia cristiana”, escribió el Padre John A. Ryan sobre los Caballeros, al inicio de la gira. Para cuando finalizaron, Goldstein y Collins habían viajado 27,000 millas para dictar 148 conferencias. Fueron escuchados por 200,000 personas, una audiencia impresionante para una época en que no había radio ni aviones. Habían difundido el nombre de los Caballeros y su causa, cuyo número e influencia había ido aumentando rápidamente desde inicios de siglo. Existían consejos en todos los estados, así como en México, Filipinas y gran parte de Canadá. Veinte mil Caballeros habían participado en un desfile en Washington en 1912 por la dedicación del Monumento a Colón cerca del Capitolio. La Orden había evolucionado hasta rebasar su papel como fuente de ayuda y refugio para los hombres católicos. El programa de seguros prosperaba, sosteniendo a las viudas y las familias de los miembros que murieron demasiado jóvenes, y las sedes de los consejos estaban llenas de actividades. Pero una influencia mayor sobrepasó el aumento en membresía: los Caballeros habían encontrado nuevas formas de poner en práctica la fe.
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LA FE EN ACCIÓN “Los Caballeros actúan”, escribió el Cardenal Gibbons en una carta de respaldo cuando otros grupos católicos se quejaron del papel estelar que asumió la Orden durante la Primera Guerra Mundial. Fue un resumen (Abajo) Al concluir la Primera Guerra Mundial, impresionado por la labor de la Orden durante la guerra, el Papa Benedicto XV pidió a los Caballeros que establecieran áreas de juego para los jóvenes de Roma. (Al fondo) Más de 50,000 veteranos asistieron a escuelas nocturnas operadas por los Caballeros, y la Orden concedió más de 400 becas universitarias a veteranos que regresaban tras servir en el ejército.
conciso sobre el atractivo que tenían los Caballeros. Algunas de las cosas que hicieron fueron prácticas, fáciles de ver y de medir. Los Caballeros crearon un fondo dotal de $500,000 dólares para la Universidad Católica de América y establecieron una cátedra de historia americana en esa institución. Construyeron la red de establecimientos para los soldados, en los que el lema era: “Todos bienvenidos; Todo gratis”. Establecieron un programa educativo, vocacional, ocupacional y de empleo, que permitió que 50,000 veteranos tomaran clases nocturnas de manera gratuita y ayudaron a 150,000 de ellos a encontrar empleo. Otras cosas eran más abstractas, aunque no menos perdurables. Los Caballeros lucharon contra los ataques nativistas en contra del catolicismo y presentaron demandas para silenciar publicaciones difamatorias. Se hicieron escuchar con campañas en contra de todo prejuicio religioso. Llevaron ante el Tribunal Supremo un caso para proteger los derechos de las escuelas parroquiales en los Estados Unidos. Y cuando el Papa hacía un llamado, ellos respondían. Luego de la Misa en los jardines del Vaticano, Benedicto XV pidió a los Caballeros que “se establecieran en Roma, y ayudaran a combatir la propaganda religiosa en contra de la Iglesia”. Los metodistas ganaban terreno en Roma, y los Caballeros comenzaron a construir parques para niños y centros recreativos. Durante la construcción del Oratorio de San Pedro, el primero de cinco centros que abrieron para 1927, el escudo de armas del siglo XV del Papa Inocencio VII fue descubierto, rescatado y colocado en uno de los edificios nuevos. Él era Papa durante la época de Colón, y el hallazgo parecía una bendición de la historia de la misión de la Orden.
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Un Liderazgo para cada Época México, Cuba, Panamá y en Filipinas. La membresía creció de 42,000 a cerca de 230,000 y los consejos de 400 a más de 1,400. Bajo Hearn la Orden vivió también cambios cualitativos: se creó el Cuarto Grado basado en el patriotismo, se definió el subsidio para una cátedra de historia estadounidense en “The Catholic University of America”, y se establecieron las reservas adecuadas para el programa de seguros. Hearn dejó el precedente de que un Caballero Supremo jubilado puede continuar trabajando para la Orden. Él sirvió como Comisionado Extranjero de Actividades de Guerra, que ejerció durante la Primera Guerra Mundial y la etapa posterior, y como Director de las Actividades de Ayuda de los Caballeros de Colón en Roma. Con su labor consiguió establecer a los Caballeros de Colón como una organización internacional prominente de laicos católicos. El Papa Pío XI distinguió a Hearn en 1926 con el título de conde papal.
(Arriba) En la década de 1920, la Orden lanzó una campaña educativa de $1 millón de dólares para alertar al público estadounidense sobre la persecución de la iglesia Católica en México. (Derecha) En septiembre de 1926, el Caballero Supremo, James A. Flaherty, y otros funcionarios se reunieron con el Presidente Calvin Coolidge (centro) en un esfuerzo por lograr que el gobierno estadounidense ayudara a encontrar una solución al problema de México.
Parte IV: La Iglesia militante
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l Padre Rodrigo Aguilar Alemán debió irse en cuanto llegaron los soldados a Ejutla, México. Tenían una orden de arresto y fueron a buscarlo al seminario. Denunciado por partidarios del gobierno, había huido de su parroquia y se había refugiado allí. En ese día de otoño de 1927, el Padre Aguilar se quedó en el seminario en vez de escapar nuevamente. Quería quemar el registro de nombres del seminario y esperaba proteger a sus estudiantes del destino que sabía le aguardaba. México era un lugar peligroso para ser sacerdote en los años posteriores a la revolución de 1910. El nuevo gobierno se oponía de manera violenta a la Iglesia Católica, y la sometió a lo que el Papa Pío XI llamó una “cruel persecución” y “graves males”, en Iniquis Afflictisque, la encíclica de 1926 que escribió sobre esta crisis. Se aprobaron y se aplicaron brutalmente duras leyes. Las escuelas católicas y los seminarios
JAMES A. FLAHERTY 1909-1927
fueron clausurados, y la Iglesia fue despojada de su propiedad. Los misioneros fueron exiliados y los sacerdotes forzados a denunciar la Iglesia en público. Los Caballeros de Colón — y la revista Columbia — fueron prohibidos. En los Estados Unidos, la Orden trató de lograr que la gente le diera importancia. “Los Caballeros de Colón de México han sido perseguidos, sus escuelas y edificios han sido cerrados, y se han difamado sus ideas”, dijo el Caballero Supremo Flaherty a 25,000 Caballeros congregados en Filadelfia para su convención anual en 1926. “¿Y por qué? Porque son católicos, miembros de una Iglesia que el gobierno actual de México hostiga y saquea”. Los delegados a la convención aprobaron una campaña de información con una inversión de $1 millón de dólares. Un mes después, los líderes de los Caballeros de Colón se reunieron en la Casa Blanca con el Presidente Calvin Coolidge, expresando la urgencia de que el gobierno estadounidense asumiera una posición más enérgica contra el régimen mexicano.
Guiada por James A. Flaherty, la Orden expandió su misión. Bajo su liderazgo, los Caballeros de Colón tuvieron un impacto sin precedentes más allá de sus propios miembros y de las fronteras de los Estados Unidos. Durante la Primera Guerra Mundial, la Orden proporcionó instalaciones de descanso y esparcimiento, junto con asistencia, para los soldados aliados de todas las religiones. Después de la guerra, la Orden ofreció capacitación y empleo a los soldados que regresaban a su país. En 1920, Flaherty guió personalmente a 235 Caballeros de Colón en una peregrinación, durante la cual, se entregó en Metz una estatua de Lafayette a la República de Francia. El viaje culminó con una audiencia con el Papa Benedicto XV. A solicitud del Papa, Flaherty estableció centros de esparcimiento para combatir el proselitismo de otras religiones entre la juventud de Roma. Flaherty personificó la dedicación de la Orden al patriotismo y al catolicismo, y recibió varios reconocimientos del gobierno de los Estados Unidos y del Vaticano.
MARTIN H. CARMODY 1927-1939 Martin H. Carmody era abogado, pero su período como Caballero Supremo puso a prueba su habilidad como administrador en tiempos de crisis. Dedicó gran parte de su tiempo a dirigir una campaña en
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U N B AT A L L Ó N M O R A L ARMADOS CON LA FE El Papa Pío XI se interesó por lo que hacía su batallón del otro lado del Atlántico. “Y para venir a Nuestro propósito, mencionamos a los Caballeros de Colón”, escribió en su encíclica, una organización que “se extiende por toda la república y que está formada afortunadamente por hombres activos y trabajadores, que por el manejo de los negocios, por la abierta profesión de fe y por el deseo de ayudar a la Iglesia son muy recomendables”. Columbia publicó numerosos relatos sobre la represión y la resistencia de los católicos mexicanos, y la Orden puso en circulación 5 millones de folletos que denunciaban las acciones del gobierno mexicano. Parte del Fondo Mexicano de $1 millón de dólares fue destinado a las diócesis de los Estados Unidos que ayudaban a los refugiados mexicanos. Cientos de Caballeros mexicanos murieron luchando con los cristeros, la rebelión armada clandestina en contra del gobierno. Su grito de batalla era: ¡Viva Cristo Rey!” Entre los muertos de esta larga lucha se encontraban seis sacerdotes, todos Caballeros, a quienes el Papa Juan Pablo II canonizó en el 2000: ■ El Padre Pedro de Jesús Maldonado Lucero (Consejo #2419) fue salvajemente golpeado con pistolas y rifles tras imponer la ceniza el Miércoles de Ceniza; perdió un ojo a causa de los golpes y murió al día siguiente. ■ El Padre Miguel de la Mora de la Mora (Consejo #2140) fue arrestado cuando se unió a otros sacerdotes que públicamente firmaron una carta en protesta por las leyes del gobierno en contra de la Iglesia. Rezó su rosario cuando se le ordenó entrar a un establo en los cuarteles militares. Un oficial lo mató de un solo disparo. ■ El Padre Mateo Correa
Magallanes también pertenecía al Consejo #2140, y su arresto fue provocado por llevar la Comunión una mujer enferma. En la prisión se le ordenó confesar a los hombres que aguardaban su ejecución, y luego revelar lo que le habían dicho. Él se negó a hacerlo, lo llevaron a un cementerio en las afueras de la ciudad y allí lo mataron. ■ El Padre José María Robles Hurtado (Consejo #1979) fue arrestado cuando se aprestaba a decir Misa. Lo llevaron hasta un roble a la medianoche, oró por su parroquia y sus verdugos, y él mismo se colocó el lazo corredizo en el cuello a fin de que ninguno de los soldados fuera directamente responsable de su muerte. ■ En la fiesta de la Asunción, El Padre Luis Batiz Sainz (Consejo #2367) se paró ante un escuadrón de fusilamiento con tres ayudantes laicos, todos acusados de violar leyes antirreligiosas. El Padre Sainz pidió que perdonaran la vida de uno de sus ayudantes, Manuel Morales, quien tenía esposa e hijos. Morales expresó su desacuerdo. “Muero por Dios, y Dios cuidará de mis hijos”, dijo Morales antes de recibir la absolución final de su párroco. “Te veré en el cielo”, dijo el sacerdote antes de que ambos murieran. Y a la medianoche el día en que fue capturado en el seminario, el Padre Aguilar fue conducido a la plaza principal de Ejutla. El sacerdote, miembro del Consejo #2330, bendijo la soga del verdugo de pie bajo un árbol de mango con el lazo corredizo alrededor de su cuello. “¿Quién vive?” preguntó uno de los ejecutores. “Cristo Rey y Santa María de Guadalupe”, dijo el Padre Aguilar, en vez de jurar fidelidad al gobierno, lo cual le hubiera salvado la vida. La cuerda se tensó y lo levantaron un momento, luego lo volvieron a bajar. Le volvieron a
hacer la misma pregunta, y nuevamente respondió de la misma forma. Una vez más el lazo corredizo se tensó y luego se aflojó, y una vez más le hicieron la pregunta. Y nuevamente, la misma respuesta. La tercera vez ya no volvió a tocar el suelo y murió.
Parte V: Una brújula moral
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n ocasiones, los acontecimientos mundiales llevan a los católicos a volverse hacia las encíclicas papales en busca de orientación. En la Convención Suprema de 1930 en Boston, en el momento más difícil de la Gran Depresión, cada delegado recibió una copia de la encíclica Ubi Arcano Dei Consilio, el llamado de Pío XI en 1922 para “la participación de los laicos en el apostolado de la jerarquía de la Iglesia”. “La Acción Católica”, dijo el Caballero Supremo Martin H. Carmody (1927-39) a los delegados, usando la frase del Papa, impulsa a los Caballeros “a extender las enseñanzas espirituales y morales de la Iglesia a los corazones de todos los hombres, y así poner en práctica los principios y normas del verdadero pensamiento católico al tomar en cuenta todos los problemas sociales, civiles, económicos, culturales, morales y religiosos”. Los Caballeros, les dijo, habían hecho “una labor impresionante al servicio de la humanidad y de las naciones durante el estrés de la guerra”. Pero la paz también presenta problemas, en particular cuando se van alargando las filas de desempleados. “¿Acaso ya hemos cumplido con todas nuestras responsabilidades?” preguntó. “De estas condiciones adversas surge una nación fortalecida en la plenitud de sus poderes”.
Ante un mundo que se desgarraba, el nuevo Papa pidió oraciones por la paz, y los Caballeros respondieron en grande 24
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Un Liderazgo para cada Época respuesta a la persecución de la Iglesia Católica en México, donde al menos seis sacerdotes Caballeros de Colón habían sido martirizados. Además, la Gran Depresión y la disminución de los ingresos dejaron a descubierto la importancia que representaban los miembros asegurados para los programas de la Orden. Gracias a la preocupación de Carmody por aliviar el desempleo, los consejos locales ayudaron a miles de personas a conseguir trabajo. Carmody también inició campañas para fortalecer la membresía, incluyendo el programa de Cinco Puntos, que rindió sus mejores frutos después de su administración. Quizá la contribución más significativa de Carmody a la expansión de la Orden fue en los años anteriores a su nombramiento como Caballero Supremo, cuando sirvió como Diputado Caballero Supremo bajo la administración de James A. Flaherty. El papel más importante de Carmody fue el de Director del Comité de Vida Juvenil de la Orden, que ayudó a establecer una orden de jóvenes, los Escuderos de Colón.
Francis P. Matthews 1939-1945
(Arriba) El Cardenal Eugenio Pacelli, Secretario de Estado del Vaticano (que sería el Papa Pío XII), visitó las oficinas del Consejo Supremo en New Haven el 13 de octubre de 1936. (Izquierda) Aunque no de manera tan extensa como durante la Primera Guerra Mundial, en la Segunda Guerra Mundial los Caballeros nuevamente emprendieron proyectos para apoyar a los soldados, como este centro recreativo en Camp Jeane-Mance en Montreal.
“VAYAN COMO CRUZADOS” Los Caballeros nuevamente tradujeron la fe en acción. Peter Collins, compañero conferenciante de David Goldstein y líder del programa de empleo de la posguerra de la Orden, se puso a la cabeza de una nueva Oficina de Empleos de los Caballeros de Colón. En los primeros 18 meses, esta oficina colocó a 100,000 personas. Cuando Collins falleció en 1932, la Junta de Directores de la Orden lo elogió como “un Caballero militante en el campo de la acción católica, y un defensor de la causa de todo aquel
que se gana el pan con el sudor de su frente”. Cuando el gobierno mexicano reanudó su represión contra la Iglesia, el Caballero Supremo, Carmody, describió la acción como “una mancha y una vergüenza para la familia de las naciones”. La Junta de Directores de la Orden denunció a los líderes de México por ser “enemigos de la religión, la moral, la justicia y la libertad, y una amenaza y un peligro para esta nación”. Los líderes de la Orden se reunieron con simpatizantes, el senadores Secretario de Estado y el Presidente
Francis P. Matthews dedicó su período como Caballero Supremo a las exigencias derivadas de la Segunda Guerra Mundial. Cuando el “National Catholic Community Service” (Servicio Nacional Católico para la Comunidad) (sus siglas en inglés NCCS) ofreció organizar centros sociales en los frentes de batalla y en la nación, los consejos locales de Caballeros de Colón dieron su apoyo. La Orden también brindó apoyo a los programas de donación de sangre y participó en las campañas nacionales de bonos de guerra. Matthews sirvió como director del comité ejecutivo del NCCS y fue su representante en “United Service Organizations” (sus siglas en inglés USO). En 1946, el Presidente Truman le otorgó la Medalla al Mérito por sus servicios. El Presidente Truman lo nombró en 1949 Ministro de las Fuerzas Navales, puesto que ocupó durante 26 meses. Matthews luego tuvo el cargo de Embajador de los Estados Unidos en Irlanda hasta su fallecimiento en 1952.
John E. Swift 1945-1953 A principios de la Guerra Fría, John Swift, como Caballero Supremo, dirigió una cruzada contra el comunismo. Swift guió a la Orden en la Cruzada de Preservación y
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El Papa Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II y afirmó lo que comprendía el Padre McGivney al fundar Caballeros de Colón Franklin D. Roosevelt, tratando de mismos de la civilización cristiana”. cando los principios cristianos, en persuadir al gobierno de que asu- La Orden imprimió y distribuyó un asuntos privados y públicos, se elimiera una posición más enérgica o millón de copias de la encíclica y minará, en lo que humanamente que rompiera las relaciones patrocinó una nueva gira de confe- posible, la angustia y el sufrimiento diplomáticas. Los Caballeros expre- rencias de George Derry, presidente que alimentan esas fuerzas”. saron abiertamente su descontento de Marygrove College en Detroit. cuando la respuesta de Roosevelt fue Derry habló ante más de 100,000 NUEVAS GUERRAS, NUEVAS TÁCTICAS más moderada de lo que esperaban. laicos, además de 10,000 sacerdotes Pío XII sucedió a Pío XI en 1939, y “¿Ha cerrado sus ojos al sufrimiento y religiosos, en reuniones públicas. este nuevo Papa fue especialmente de esos millones de oprimidos que Derry y los Caballeros no se limi- amigo de los Caballeros. Cuando era son nuestros vecinos del sur?” pre- taron a atacar al comunismo y al fas- el Cardenal Eugenio Pacelli, había guntaron en una carta de protesta. cismo, sino que ofrecieron una alter- visitado las oficinas centrales de la “¿No escucha usted sus llantos nativa, que llamaron “la solución Orden en New Haven en 1936 en su pidiendo misericordia y socorro?” función de Secretario de Estado del cristiana”. Cuando el mundo comenzó a De las conferencias nació una Vaticano. Ante un mundo que se girar fuera de control, dirigiéndose nueva misión, la Cruzada de los desgarraba, el nuevo Papa pidió orahacia el caos y la guerra, los Caballeros por la Justicia Social. No ciones por la paz, y los Caballeros Caballeros hicieron todo lo posible bastaba con denunciar al enemigo respondieron en grande. El Día del para establecer una brújula moral, a ateo, declaró la misión de la cruza- Armisticio en 1939 — 21 años veces pisándole los talones a las da: “Hay que sacudir al público para después del final de la Primera encíclicas y directivas papales, a que se dé cuenta de que sólo apli- Guerra Mundial, y a dos meses del veces precediéndolas. En el avance de los tanques aleinvierno de 1937, los manes en Polonia — la Caballeros llenaron los Orden patrocinó un progralocales de todos los consema internacional de oración jos para participar en una por la paz. En 1940, el proserie de cuatro reuniones grama llegó a más personas que dieron inicio al que nunca con una transPrograma de la Cruzada de misión de radio a nivel los Caballeros. Los temas nacional. incluían “El comunismo Los Caballeros patrocidestructor”, “La irreligión naron donaciones de sangre, destructora”, “Los destrucrecaudaron fondos, enviaron tores de la familia” y un decenas de miles de miemmitin final para levantar bros a combate, y los ánimos, “La cruzada establecieron un fondo de conquista a los destrucbecas dotado con un $1 mitores”. llón de dólares para los hijos “La injusticia hacia el de quienes fallecieran. Tras la hombre es la semilla que derrota del fascismo, el hace crecer el comunismo”, comunismo quedó como el declaró el Caballero enemigo en la nueva Guerra Supremo, Carmody. “Con Fría. La Orden comenzó una la Verdad y la Caridad por Cruzada para la Preservación armas, emprendan la cruzay Promoción de los Ideales da”. Estadounidenses. El PresiEl 19 de marzo, día de la dente Harry S. Truman vio fiesta de San José, Pío XI con buenos ojos el programa, emitió Divini Redemptoris, que se propagó por medio de su encíclica sobre el (Arriba) El Presidente Dwight D. Eisenhower se reúne con el Caballero los consejos locales donde los “comunismo ateo, que pre- Supremo, Luke E. Hart, durante una visita a la Casa Blanca el Día de Caballeros se reunían en gruColón en 1953. (Abajo) El Presidente John F. Kennedy, miembro de los tende derrumbar radical- Caballeros, visita al Papa Pablo VI en el Vaticano el 2 de julio de 1963. pos de discusión. Cientos de mente el orden social y Fue la primera reunión de un presidente estadounidense católico estaciones de radio difundiesocavar los fundamentos romano con un Papa. ron una serie de programas
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Un Liderazgo para cada Época
patrocinados por la Orden: “Safeguards of America,” “Foundations of Our American Ideals” y “The Future of America.” “Safeguards of America” consistía en dramatizaciones de 15 minutos que exponían lo difícil que era la vida en la Unión Soviética. Los programas suscitaron una dura respuesta de The Daily Worker, el periódico del Partido Comunista en los Estados Unidos. Desde su plataforma en una nación libre, los Caballeros abogaron por quienes vivían sin esas libertades, en las naciones del bloque del este, ocupadas por la Unión Soviética luego de la guerra. En la primavera de 1951, los miembros de 750 asambleas del Cuarto Grado agregaron la frase “bajo Dios” a su Juramento de Fidelidad a la Bandera. El Consejo Supremo aprobó una resolución que exhortaba al Congreso a enmendar el juramento, y la Orden persuadió a otras 110 organizaciones fraternales a que lo adoptaran también. El Presidente Dwight D. Eisenhower hizo el cambio oficial el Día de la Bandera en 1954 durante una ceremonia especial en la Casa Blanca. Y entonces vinieron “John” y “Juan”, cuyo ascenso al poder simbolizó y moldeó tan profundamente el crecimiento, el cambio y la renovación de la Orden. Con su elección a la presidencia, John F. Kennedy, un Caballero del Cuarto Grado y miembro del Consejo Bunker Hill (Massachusetts) #62, probó que los católicos ya no constituían una minoría acosada en una nación hostil. Mientras tanto, el Papa Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II y afirmó lo que comprendía el Padre McGivney al convocar la primera reunión de los Caballeros en el sótano de la Santa María: el poder de los laicos para llevar a cabo la obra de Dios.
Parte VI: El ciclo completo
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n cada etapa de los siete días de recorrido triunfal, que atrajo de las mayores muchedumbres que jamás se habían reunido en KENNEDY: AP PHOTOS
los Estados Unidos, el nuevo Papa era recibido por Caballeros del Cuarto Grado con sus vestimentas formales. Formaban una línea en el Washington Mall una fría tarde dominical en octubre de 1979, con la cúpula del Capitolio a lo lejos detrás del altar en el que el Papa Juan Pablo II celebró Misa. La ciudad estaba tan congestionada que el equipo de fútbol americano de Washington tuvo que celebrar su partido local en Filadelfia. Juan Pablo II había llegado el día anterior, el primer Papa en visitar la capital de los Estados Unidos, pasando muy cerca del Monumento a Lincoln en el helicóptero Marine One del Presidente, y aterrizando cerca del Monumento a Washington. Jimmy Carter le dio la bienvenida a la Casa Blanca, y los dignatarios lo saludaron en la sede del Vaticano en Embassy Row. Comenzó su mañana en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, donde repicaron las campanas del campanario de 329 pies de altura que la Orden había construido. Caballeros de Colón fue la única organización laica con la que el Papa se reunió en audiencia privada durante su visita pastoral. Tras enterarse del número impresionante de miembros de la Orden, Juan Pablo II describió a los Caballeros como “una nación” y les agradeció su “solidaridad con la misión del Papa”. CABALLEROS DE LA VIDA Y POR LA VIDA Hablando en el Mall ese día, Juan Pablo II expresó claramente lo que pensaba sobre el fallo que había emitido seis años antes el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, cuando Roe contra Wade descriminalizó el aborto en todo el país. “La vida humana es preciosa porque es un don de Dios cuyo amor es infinito”, dijo. “Y cuando Dios da vida, es para siempre”. Los Caballeros también habían declarado una y otra vez la santidad de la vida humana. Anteriormente, bajo Pablo VI, la Orden aumentó aun más sus considerables obras de caridad y trabajo voluntario tras la
Promoción de los Ideales Estadounidenses de 1946, un programa del Presidente Truman. Swift también estableció un Fondo Fiduciario Educativo de $1 millón de dólares, para ayudar a los hijos de los miembros fallecidos o incapacitados durante su servicio en las fuerzas armadas en la Segunda Guerra Mundial. Durante su período, la Orden acogió con entusiasmo a los nuevos miembros y despertó el interés con un nuevo programa de seguros juveniles. Cuando se jubiló, la Orden contaba con más de 800,000 miembros.
Luke E. Hart 1953-1964 Luke E. Hart sirvió como funcionario supremo cerca de 42 años, primero como Abogado Supremo y luego como Caballero Supremo. Hart inició el Catholic Advertising Program para “corregir los falsos conceptos respecto a nuestra fe”. Con ese mismo fin, coordinó el financiamiento para poner en microfilme más de 40,000 documentos de la Biblioteca Vaticana, gracias a lo cual por primera vez estuvieron a disposición de estudiosos fuera del Vaticano. Hart también es recordado por su liderazgo en la lucha por que se añadieran las palabras "bajo Dios" al Juramento a la Bandera de los Estados Unidos. Hart modernizó las operaciones de la Orden, al tiempo que la membresía crecía hasta alcanzar más de un millón de miembros y los seguros en vigor sobrepasaban los mil millones.
John W. McDevitt 1964-1977 John W. McDevitt ayudó a la Orden a responder al llamado del Concilio Vaticano II para la renovación de la sociedad. Las instituciones tradicionales, como el matrimonio, eran duramente atacadas, y McDevitt puso la fuerza de los Caballeros de Colón al servicio de ProVida; además, dio una nueva dirección a la Orden, conforme a la misión evangelizadora de la Iglesia. La Orden apoyó al Vaticano cediendo la propiedad del Oratorio San Pedro para el nuevo salón de audiencias papales Pablo VI, y proporcionó un transmisor de onda corta para Radio Vaticano. En 1975, la Orden comenzó a pagar el uso de tiempo de satélite, para que se transmitieran los programas del Vaticano a todo el mundo. McDevitt también logró que la Orden flexibilizara sus requisitos de admisión, y durante su período la membresía alcanzó 1.25 millones de miembros.
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publicación de Populorum Progressio en 1967. Los Caballeros también publicaron y distribuyeron un folleto basado en la encíclica Humanae Vitae (Sobre la vida humana) de 1968. El Papa Juan Pablo II exhortó a los Caballeros a permanecer “a la vanguardia de los esfuerzos de la Iglesia para promover una cultura de la vida”, una misión que la Orden ha tomado muy a pecho. El Día del Niño Nonato, creado por los Caballeros de Colón, ahora se conmemora anualmente en la fiesta de la Anunciación, y cada otoño los Caballeros unen esfuerzos para transportar una pequeña rosa plateada desde Canadá, a través de los Estados Unidos y hasta México para demostrar la unidad de la Orden en asuntos provida. UN BRAZO DERECHO FUERTE Luego de la elección de Kennedy, la Orden ya no era ante todo lo que el Caballero Supremo, John W. McDevitt, llamó “una fortaleza para protegernos de un mundo hostil”. Su misión como sociedad católica en lucha contra la difamación se tornó menos crítica, y adquirió un nuevo papel: se convirtió en lo que muchos llegaron a llamar “el brazo derecho fuerte de la Iglesia”. Fiel a su pasado, las causas de la Orden eran tanto temporales como espirituales. Ayudó al Vaticano a adoptar nuevas tecnologías para comuni- El Papa Juan Pablo II ofrece Misa en el Washington Mall el 7 de octubre de 1979, durante su primera visita pascarse con el mundo: un toral a los Estados Unidos. Durante esa visita, recibió a los Funcionarios Supremos en una audiencia privada.
‘Su lealtad al sucesor de San Pedro ha sido parte de su rica herencia desde el comienzo’ 28
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Un Liderazgo para cada Época transmisor de onda corta, una unidad móvil de producción de televisión, transmisiones por televisión de la Misa de Medianoche en la Basílica de San Pedro, y un video de la visita pastoral del Papa en 1979. Estableció el Fondo Vicarius Christi, dotado con $20 millones de dólares, cuyas ganancias anuales apoyan las obras caritativas personales del Papa. Y financió proyectos de construcción y restauración en la Basílica de San Pedro. De hecho, el Caballero Supremo Virgil C. Dechant visitó el Vaticano para analizar estos proyectos en abril de 1981, y estaba aguardando la audiencia general del Papa en la Plaza de San Pedro cuando Ali Agca disparó contra Juan Pablo II. “Su lealtad al sucesor de San Pedro ha sido parte de su rica herencia desde el comienzo”, dijo el Papa a los funcionarios de los Caballeros de Colón durante una audiencia privada en 1983. Con regularidad enviaba saludos y mensajes en vídeo a las convenciones Supremas, elogiando la visión del Padre McGivney. Con ocasión del centenario de la Orden en 1982, dijo a los Caballeros que “el futuro, como el presente, ofrece desafíos tremendos a la Iglesia, desafíos que requieren, quizás más que nunca antes, las aportaciones pensadas y prudentes de los laicos”. Las aportaciones actuales de la Orden incluyen un curso por Internet sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, libros de oraciones y rosarios para las tropas estadounidenses y canadienses en Irak y Afganistán, y apoyo económico para la sede de Washington del Instituto Pontificio Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, cuyo primer vicepresidente, Carl A. Anderson, fue electo Caballero Supremo en el 2000. LA PRÓXIMA GENERACIÓN Un año después de la muerte de Juan Pablo II en 2005, la Orden entregó las cartas constitutivas de sus primeros consejos en su nativa Polonia. Durante su papado — el más largo en la historia de los Caballeros — se forjó un vínculo JOHN PAUL II (FACING): AP PHOTOS
particularmente sólido con el Vaticano. Ahora, con el Papa Benedicto XVI, la lealtad de la Orden hacia el Santo Padre continúa. El sucesor de Juan Pablo II ya era un viejo amigo de los Caballeros, y hasta vecino, mucho antes de que fuera nombrado pontífice. Durante sus numerosos años como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Joseph Ratzinger vivía en un apartamento lleno de libros en los altos de la oficina de la Orden en Roma. Como Papa, asumió un nombre que también era familiar desde hacía mucho tiempo para los Caballeros. Benedicto XV, después de todo, había invitado a una generación previa de los Caballeros al jardín situado detrás de la Basílica de San Pedro en una soleada mañana de agosto, y les había dado la bienvenida a la comunidad mundial de la Iglesia. ■ Kevin Coyne es autor de numerosos artículos de revistas y libros, incluyendo Domers: A Year at Notre Dame [Domers: Un año en Notre Dame] (Penguin, 1966) y Marching Home: To War and Back with the Men of One American Town [Marchando a casa: A la guerra y de vuelta con los hombre un pueblo estadounidense] (Viking Penguin, 2003). Es profesor de periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York y columnista de la edición de Nueva Jersey del New York Times dominical.
Virgil C. Dechant 1977-2000 Durante sus 23 años en el cargo, Virgil C. Dechant dirigió la expansión de la Orden y la apertura a otros horizontes. Mientras la mayoría de las organizaciones fraternales perdían miembros, él estimuló un crecimiento sin precedentes hasta alcanzar la marca de más de 1.6 millones de miembros y los seguros en vigor de la Orden sobrepasaron los $40 mil millones de dólares. Dicho crecimiento interno hizo posible un mayor apoyo a otras obras. Durante su período, las donaciones caritativas de la Orden rebasaron los $100 millones de dólares anuales y la labor de los voluntarios se incrementó a más de 50 millones de horas por año. Dechant gozó de una relación íntima con el Vaticano apoyando las prioridades papales de la devoción Mariana, las vocaciones, la vida familiar, la educación católica y la evangelización. La Orden estableció el Fondo Vicarius Christi de $20 millones de dólares para las obras caritativas personales del Papa y donó fondos para algunos proyectos de la Basílica de San Pedro, como la completa restauración de la fachada de la Basílica y del Atrio Maderno. En 1995, la Orden copatrocinó una Misa Papal en el Hipódromo Aqueduct de Nueva York.
Carl A. Anderson 2000Carl A. Anderson llegó a ser Caballero Supremo después de una distinguida carrera en el gobierno, habiendo servido como asistente especial del Presidente Ronald Reagan y como decano del “Pontifical John Paul II Institute for Studies on Marriage and Family” (Instituto Pontificio Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia). Anderson ha puesto énfasis en el carácter internacional de la Orden, al ser el primer Caballero Supremo en ser formalmente instalado fuera de los Estados Unidos, cuando dedicó su administración a Nuestra Señora de Guadalupe, en su basílica de la Ciudad de México. Bajo el liderazgo de Anderson, la Orden respondió a los ataques terroristas del 11 de septiembre, al establecer el “Knights of Columbus Heroes Fund” para asistir a las familias de los rescatistas que perdieron la vida y el Fondo “Pacem in Terris Fund” para promover la paz en el Medio Oriente. Durante su cargo, la Orden realizó su primera expansión internacional en 100 años, al fundar el primer consejo de Caballeros de Colón en Polonia.
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CELEBRANDO 125 AÑOS DE FE EN ACCIÓN
Sentido de pertenencia Lo que se siente ser Caballero de Colón Con ese comentario prendió la chispa y dejó todo a mi iniciativa. Entonces me di cuenta que la Divina ueden imaginar 1.7 millones de hombres de todo Providencia había dado el primer paso. La fe me empujael mundo orando de rodillas?Es lo que imagino ba a ser una fuerza para el bien. Ahora tenía el reto de tomar una decisión, la de cuando estoy en las reuniones del Consejo Marian #3784 de Haddonfield, Nueva Jersey. En embarcarme en una nueva aventura, de examinar lo que realidad, veo unos 25 hombres entre las edades de 25 y 90 eran en realidad. Cuando nos sacudimos el letargo o las años (ése soy yo) reunidos después de un día de trabajo o dudas, mostramos la voluntad de actuar y encontrar lo de fructífera jubilación: oficiales de policía, represen- que en realidad nos importa. Después de dejar de lado las excusas — ¿cómo voy a tantes de ventas, técnicos, maestros y ex obreros, todos asistir a las reuniones por la noche, si no puedo guiar en de rodillas. Todos se arrodillan en el piso de madera, con pantalón la oscuridad? — consulté la guía telefónica; este simple acto reveló una asociación que de mezclilla o traje, y rezan el nunca había imaginado. Ave María. Luego se ponen de Lo que me llama la atención pie, miran hacia la bandera que es que se conoce muy poco de las está en una esquina, y con la buenas obras de los Caballeros de mano derecha en el corazón Colón. Los Caballeros de Colón recitan el Juramento a la Bandera. también me han ayudado a desEsos hombres son Caballeros cubrir lo que siempre busca el de Colón y ahora soy uno de corazón humano: el sentido de ellos. A mis 90 años, creo que soy pertenencia. el más viejo que se haya unido a Me reúno con mis hermanos este consejo. Quizás eso me hace Caballeros todos los miércoles sentir una celebridad a los 90 por la mañana para tomar un años. café. Comenzamos intercamEn las 14,000 unidades del Miembros del Consejo Corpus Christi 2502 de mundo entero, los Caballeros de Mineola, N.Y., retiran un juego roto del patio de recreo biando recuerdos de nuestras Colón activos de todas las clases de la escuela Corpus Christi. Los Caballeros desmante- vidas y es interesante cómo las cosas se entrelazan: sociales comienzan sus laron los juegos viejos y ayudaron a ensamblar los nuevos. Bill, ex infante de marina, reuniones y sus actividades con vive en el complejo St. Mary’s una oración. Ahora yo también pertenezco a una unidad. Se podría decir que llegué a Manor para personas de la tercera edad. John, el agente de seguros del consejo, algunas veces Caballeros de Colón por casualidad, pero algo me guió hacia el consejo, algo que nació de las oraciones que elevé trae a su hija de tres años que adoptó en la China. (Él y su esposa regresarán muy pronto después de adoptar a otro al cielo y del deseo de tener compañía. En un desayuno con mis amigos Marilyn y Len, les niño). Dick, cuyos hijos son también Caballeros de Colón y conté sobre mi relación de años con viejas amistades. Hablábamos del equipo de los Yankees, de nuestros jefes les gustaría que su perro, un pastor alemán, fuera tamy de lo que sucedía en la ciudad de Washington, D.C. bién Caballero de Colón si la Orden permitiera perros. El sentido de pertenencia subyace en todas las cosas, Hablábamos de cosas profundas o intrascendentes. “Ahora los extraño a todos”, les decía. “La mayoría ya los debates y la disciplina de las reuniones. Es producto de la oración que se entrelaza en las vidas de los han fallecido y otros están demasiado lejos”. “Te entiendo muy bien”, señaló Marilyn, que es Caballeros de Colón. Qué agradable es sentir ese respeto psicóloga. “Has sido muy afortunado por tener esas amis- hoy en día, ser bien recibido y sentirse parte de un grupo, tades durante tanto tiempo. Posiblemente te sorprenda especialmente a los 90 años. Quizá todo esto nace del concepto de caballería que saber que ese deseo es muy común a cualquier edad. ¿Por qué no investigas acerca de los Caballeros de Colón? Mi dio nombre a nuestra Orden. Sea cual fuera la razón, es casi tangible. En este mundo tan egoísta, qué raro es padre fue miembro de los Caballeros de Colón y siempre estuvo convencido que fue muy gratificante, tanto por su percibir este aspecto del hombre. ■ compañía como por las buenas obras”. Lawrence D’Aloise, ahora jubilado, fue presidente y propietario de ¿Los Caballeros de Colón? Lo único que conozco de D’Associates Inc., una compañía de comunicaciones con base en Nueva ellos, son imágenes de hombres con elegantes trajes que York. Es también autor de “Now That You’re 21 – or Thereabouts” (Ahora que Tienes 21 Años – o más o menos), un libro basado en las charlas que marchan en los desfiles. Sin embargo, Marilyn insistió. “¿Por qué no investi- dio a jóvenes por graduarse de la universidad, acerca de la vida después de la graduación. gas por ti mismo?” POR LAWRENCE D’ALOISE
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(ESCRIBIR CON LETRA DE IMPRENTA): NOMBRE DIRECCIÓN CIUDAD
ESTADO
PAÍS
Los miembros del Grupo reciben cada dos meses un boletín acerca del estado de la causa de canonización, una estampita especial y los materiales que se emiten de tiempo de tiempo. Los miembros también pueden someter al Director del Grupo sus intenciones para oraciones y misas. El ser miembro de los Caballeros de Colón no le hace automáticamente miembro del Grupo en Pro del Padre McGivney. 3/08
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Fotos de Cierre
El primero de septiembre, los cielos de New Haven se colmaron de fuegos artificiales durante un programa organizado por los Caballeros de Col贸n para celebrar su aniversario 125 en la ciudad donde se fund贸 la Orden.
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CABALLEROS
DE COLÓN Sirviendo a Uno. Sirviendo a todos. Caballeros de Colón participan en una demostración pro-vida que tuvo lugar fuera del Palacio Nacional en Santo Domingo como parte de un evento organizado por la Arquidiócesis. El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez le urgió a la población católica de la isla para que se organice en respuesta a la legislación que se ha propuesto para despenalizar el aborto en la República Dominicana. Muchos de los consejos participaron mediante representantes.
Construyendo un mundo mejor un consejo a la vez. Cada día en el mundo entero, se les da a los Caballeros oportunidades para que ellos hagan la diferencia. Sea a través de servicios comunitarios, recaudando dinero para sus parroquias u oración. Elogiamos a todos y cada uno de los Caballeros por su fuerza, su compasión y su didicación para construir un mundo mejor.
Envía las fotos de tu consejo para usarlas en la sección Caballeros de Colón en Acción. Puedes enviar las fotos via e-mail a columbia@kofc.org, o por correa a 1 Columbus Plaza, New Haven, CT 06510-3326.
CABALLEROS DE COLÓN SE GUÍA POR LOS PALABRAS DE CRISTO
El testamento del Siervo de Dios Padre Michael J. McGivney,
McGivney Vocations Scolarship Fund ha otorgado más de
fundador de Caballeros de Colón, colocó la mayor parte de los
$3,8 millones de dólares en becas a 723 seminaristas de
$2 000 que constituían su patrimonio en un fideicomiso para
Estados Unidos y Canadá. Desde 1999, el Fondo Bishop
su hermano menor, John, quien acababa de comenzar sus
Thomas V. Daily Vocations Scholarship Fund ha otorgado
estudios en el seminario. El Padre McGiveney sabía por
$700 000 en becas a más de 125 seminaristas.
experiencia propia hasta qué punto la escasez económica podía frustrar las aspiraciones al sacerdocio de un joven.
Además, el Programa de Reembolso de Vocaciones anima a los Caballeros de cada unidad a “adoptar” a un seminarista, para
Una parte del legado del Padre Mc Givney a sus Caballeros fue
proporcionarle apoyo tanto moral como económico. Desde
su piadosa solidaridad con los seminaristas y el deseo de apo-
1981, Caballeros de Colón ha reunido y donado más de
yarlos económicamente en sus estudios. Durante los últimos
$40 millones de dólares para decenas de miles de seminaris-
25 años, la orden ha establecido varios fondos dotales para
tas.
apoyar las vocaciones, que actualmente suman más de $16.6 millones. Cada año, los beneficios de estos fondos ayu-
Por supuesto que el dinero no basta para resolver el problema
dan a los hombres dignos de Estados Unidos, Canadá, México
de la escasez de sacerdotes. También es necesario ofrecer ple-
y Filipinas a obedecer su vocación de seguir las huellas de
garias. Caballeros de Colón se guía por las palabras de Cristo:
Cristo como sus sacerdotes, o a realizar estudios avanzados.
“La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores
Durante los últimos 15 años, El Fondo Father Michael
M ANTENGA vIVA LA FE www.kofc.org
para su cosecha” (Mateo 9:37-38).
Por favor, haga todo lo posible para alentar las vocaciones sacerdotes y religiosas. Su oraciones y su apoyo son muy importantes.