ESTRATEGIA ECONÓMICA & EMPRESARIAL
Catalunya Empresarial M O N O G R Á F I C O E S P E C I A L info@comunicacionempresarial.net
Jueves. 26 de enero de 2012 www.e3.comunicacionempresarial.net
La empresa familiar y el ‘Mundo de mañana’ ALBERTO GIMENO, Profesor de Política de Empresa de ESADE
Turismo y Transportes Págs. 2-3
Investigación y Salud Págs. 4-7
Finanzas Págs. 7-8
S
tefan Zweig presentó su interpretación del mundo en el que vivió como “el mundo de ayer”. Éste, dice Zweig, “era un mundo ordenado, con estratos bien definidos y transiciones serenas, un mundo sin odio. El ritmo de las nuevas velocidades no había pasado todavía de las máquinas -el automóvil, el teléfono, la radio y el avión- al hombre; el tiempo y la edad tenían otra medida”. La transición de un mundo a otro se produjo a través de la barbarie y Zweig, lleno de desasosiego, decidió que no quería formar parte de esa nueva situación, y se suicidó. Su suicidio, en 1942, fue el resultado del drama humano que supuso la desaparición de ese mundo. Zweig, pese a su enorme sensibilidad, no podía tener la perspectiva para entrever que detrás de todo aquello que estaba ocurriendo, iba a emerger la mayor y más larga época de prosperidad que el mundo ha conocido. A mi juicio estamos viviendo un momento similar. Aunque sin el trauma de la brutalidad, la emergencia del “mundo de mañana” está suponiéndonos a todos, personas, organizaciones y estados, un enorme esfuerzo. Dentro de unos años tendremos perspectiva para ver “lo nuevo”, que hoy es difícil de percibir. Afortunadamente, “lo nuevo” está emergiendo sin barbarie, pero sí con sacrificio. La empresa familiar está en condiciones inmejorables para transitar al “mundo de mañana” si no se queda atrapada en la amenaza que el cambio supone para “el mundo de ayer”. Emergen nuevos patrones de comportamiento, nuevas formas de integrar la cadena de valor, nuevas formas de unir redes virtuales y reales, nuevas soluciones tecnológicas, nuevos materiales, desplazamiento del peso económico, dificultades de financiación. Estos son elementos que van a conformar el mundo de mañana.
La empresa familiar siempre es emprendedora en sus orígenes, pero no siempre lo es cuando ya se ha consolidado o en las generaciones que siguen a la fundadora. Para la empresa familiar ahora es el momento de emprender, o de re-emprender. Es el momento de pensar en cómo construir sobre la base del conocimiento, la tecnología, la experiencia de dentro y de fuera de la empresa. Es el momento para poner en valor el talento existente e incorporar nuevo talento. Es el momento de abrirse al mundo y de experimentar nuevas formas de emprender. El control que la familia tiene sobre la empresa familiar hace que la familia tenga la responsabilidad de no asustarse y quedarse atrapada en el mundo que está desapareciendo. Re-emprender significa crear una nueva visión y poner toda la energía en ella, pero también significa asumir el riesgo a perder. Las empresas familiares que lo hacen buscan profesionales con talento, dejan espacio a los jóvenes, buscan alianzas internas y externas, se internacionalizan, prueban nuevas formas de hacer y corrigen rápido cuando se equivocan. Eso requiere una nueva mentalidad y una nueva forma de gestionar. En el mundo de ayer pensábamos que las técnicas de gestión podían, prácticamente, eliminar el riesgo empresarial. Gestionar bien podía eliminar los riesgos. En el mundo de mañana el riesgo es consustancial con la empresa, pues es consecuencia de la complejidad. Las familias que quieran seguir siendo empresarias deben seguir orientándose a la creación de valor. Aunque podamos estar, como en 1942, quizá en el momento más difícil de esa transición, el nuevo mundo emergerá. Fue una lástima que Stefan Zweig no pudiera participar en él.