Santiago de Cali, junio de 2015 Edición trimestral
Departamento de Ciencias Básicas
Las teorías, los modelos y el recurso a las metáforas en la explicación científica, en la investigación educativa (Primera parte) Por: Hernán Mera Borrero - Escuela de Pedagogía. Vicerrectoría Académica
Un aspecto del mayor interés en las ciencias y, por lo tanto,
en la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias, es el relacionado con la explicación científica de los correspondientes procesos y fenómenos que constituyen su respectivo objeto de estudio. El objetivo de la serie de artículos que siguen es destacar la importancia que tienen las teorías, los modelos y el recurso a las metáforas en la representación y la comprensión en el dominio de la investigación científica, en particular de la investigación educativa. Para ello es útil empezar, en esta primera parte, intentando una aclaración y distinción conceptual entre aprender, entender y explicar, para luego entrar en lo sustancial con respecto al tema propuesto. Sin embargo, antes de avanzar, conviene ubicar el énfasis en que el significado que subyace a cada una de las tres palabras y otras de importancia aquí utilizadas no es único y depende del contexto teórico en que ellas emergen. Esta aclaración de partida es de suma importancia, dado que en el desarrollo de las diferentes ciencias, en la filosofía de la ciencia y/o de las ciencias, muy pocas son las cuestiones esenciales realmente resueltas e incluso suficientemente exploradas. Ni siquiera existe claridad todavía sobre cuál sea
Volumen IX, edición 2
ISSN: 01246526
la formulación adecuada de los problemas. En suma, es mucho el camino que aún falta por recorrer al respecto. Bajo estas consideraciones es evidente advertir el elevado nivel de complejidad y el debate académico que promueve el tema. El hecho de pensar no sólo en la física, en la matemática, en la biología, en la química, en cada una las ciencias sociales y humanas, en cada una de las ciencias de la salud, entre otras, y en el problema de la interdisciplinariedad, sino, fundamentalmente, en su enseñanza y aprendizaje en el ámbito de la educación superior, compromete una reflexión crítica necesaria sobre la temática objeto de estos artículos, particularmente por sus implicaciones directas en las didácticas específicas de los diferentes saberes disciplinares. No es fácil establecer una distinción conceptual entre aprender, entender y explicar, entre otras razones porque sus significados, independientemente del contexto teórico desde donde se planteen, existen en un tejido de interrelaciones: vale afirmar, ¡su modo de existencia, su ontología es en una red conceptual o proposicional; así, un significado remite al otro! De todas maneras, no sobra reiterar que se trata no de cualquier explicación sino de la explicación científica, de la explicación en la investigación educativa; y no se habla, obviamente, de disponer de un significado de partida básico e inmediato desde lo cotidiano, desde la opinión, desde lo que podría ser el sentido común y desde un supuesto consenso. Si el asunto es aprender algo, en general el sujeto o los sujetos que aprende(n) debe(n) aprender a realizar determinada tarea o conjunto interrelacionado de tareas bajo ciertas condiciones, según ciertas reglas o criterios de desempeño. Se supone, además, que lo que se aprende es enseñable en el sentido de que un profesor, a través de diferentes actividades tales como exposiciones, ejemplos, preguntas, estudios de caso, solución de problemas, interpretaciones y la emisión de juicios de valor, entre otras, del desempeño del estudiante o de cada uno de los estudiantes, puede comunicar el dominio o nivel de comprensión bajo estas reglas o criterios de