Vivencia del
Modelo Cooperativo en Colombia
COOFINEP Y LAS FINANZAS SOLIDARIAS DE LOS TRABAJADORES
Mario Arango Jaramillo Gonzalo Pérez Valencia Álvaro Correa López
Vivencia del Modelo Cooperativo en Colombia
Vivencia del Modelo Cooperativo en Colombia COOFINEP y las finanzas solidarias de los trabajadores
© coofinep Cooperativa Financiera Mario Arango Jaramillo Gonzalo Pérez Valencia Álvaro Correa López ISBN: 978-958-58670-0-0 1ra Edición: Octubre de 2014 Dirección y Edición: Luis Eduardo Salcedo Coordinación Editorial: Diana Gómez Zapata Corrección de Estilo: Jairo Marquez Valderrama Ariel Castrillón Garzón Fotografía Carátula: Archivo coofinep Ilustraciones: Pablo Arango Martínez (fuegoverde) Diseño Carátula y Diagramación: Jorge I. Correa - dcg dcgrafica@une.net.co Impresión: Cooimpresos cooimpresos@cooimpresos.com coofilínea coofinep:
Valle de Aburrá (4) 369 7323 Bogotá d.c.: (1) 607 6565 A nivel Nacional: 01 8000 518 666 coofinep@coofinep.com www.coofinep.com Medellín, octubre de 2014 Tiraje: 1.000 ejemplares Impreso en Colombia Printed in Colombia Queda prohibida la reproducción parcial o total de la obra, por cualquier proceso reprográfico o fónico, especialmente por fotocopia, microfilme, offset o mimeógrafo; sin el permiso expreso del autor. (Ley 23 de 1982) El material se encuentra normado bajo la Ley de Derechos de Autor.
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COOFINEP y las finanzas solidarias de los trabajadores
A la memoria de quienes hicieron posible la realizaci贸n de una utop铆a.
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COOFINEP y las finanzas solidarias de los trabajadores
ÍNDICE Pág. Presentación Introducción Prólogo
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Primera parte Origen y evolución del pensamiento y praxis solidarios
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Uno. De los filósofos griegos al cooperativismo alternativo - Una necesaria retrospectiva - Filósofos griegos precursores del pensamiento solidario - El contenido solidario del cristianismo primitivo, los esenios - Las utopías socialistas de los siglos xvi y xvii - Impacto de las revoluciones industrial y francesa - Owen y Fourier señalan un mundo alternativo
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Robert Owen y sus aldeas cooperativas comunitarias La alianza sindicalismo – cooperativismo para el cambio político Los revolucionarios falansterios de Fourier
- Proudhon ideólogo del mutualismo - Koljos y comuna, rutas contra el atraso
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Koljos soviético: respuesta a un milenario feudalismo La comuna China: un salto renovador
- Bakunin y Lenin: una sociedad fundamentada en cooperativas
Con Bakunin, anarquismo inspirado en cooperativas Precursor del anarcosindicalismo Lenin, de crítico a defensor del cooperativismo Lenin: cooperativismo, fundamento de la sociedad socialista
- Un camino para refundar el cooperativismo
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Dos. Algunos aportes al desarrollo de las finanzas solidarias - La emblemática cooperativa de Rochdale - El exitoso y vigente cooperativismo financiero alemán - El ejemplarizante cooperativismo de ahorro y crédito en Norteamérica
El influyente cooperativismo en Estados Unidos de América Canadá: cooperativismo más desarrollado de occidente Ahorro y crédito, eje del cooperativismo quebequense El movimiento antigonish, novedosa propuesta autogestionaria
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Segunda parte Los vaivenes del crédito y la especulación financiera
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Tres. Cuando el crédito se hizo necesario - Cuando el préstamo a interés era pecado - Ferias, judíos y bancarrotas en edad media - Templarios: historia de crímenes y finanzas - Reforma protestante, apoyo divino a la usura
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Cuatro. Antioquia colonial: agiotistas, almas benditas y demonios - El supuesto espíritu judaico de los antioqueños - La colonia: expropiaciones y violencia - Crédito elitista y expoliador - Ánimas del purgatorio, fuentes de crédito - En Antioquia, un usurario crédito mercantil
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85
Inexistencia de medio circulante (dinero)
- El gravoso crédito de consumo Nefastas consecuencias del oneroso crédito de consumo - El diablo acude en auxilio de los antioqueños - Negociados y bancarrotas de comerciantes antioqueños
(1820-1920)
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87 87
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COOFINEP y las finanzas solidarias de los trabajadores
Tercera parte Industrialización
y sindicalismo en
Antioquia
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Cinco. Cuando el sector público promovió la industrialización de Medellín - Servicios públicos de Medellín base para la industrialización
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Los orígenes de Empresas Públicas de Medellín: 1919 Denuncian infiltración de masonería y liberalismo
- Pujante empresariado textilero lidera actividad industrial
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Seis. Betsabé Espinal: precursora de huelgas industriales en Antioquia - Década de 1920: intensa actividad social y empresarial - Betsabé Espinal lidera primera gran huelga industrial y textilera
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Itinerario de la triunfante primera gran huelga industrial
- Oscuras maniobras del patronato católico contra Betsabé
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Siete. Creación de epm como ente autónomo - Constitución de las nuevas Empresas Públicas de Medellín - La andi controla epm - En epm: un sindicalismo renovado
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La constitución del sindicato de epm
- El “apacible”, pero conflictivo entorno de epm - Influencias de epm y del sindicato sobre la cooperativa
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Cuarta parte Cooperativismo alternativo genera dinámica social
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Ocho. Bloque sindical independiente, liderazgo sindicato de epm y - Crítico camino del sindicalismo colombiano - El contestatario bloque sindical independiente
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Protagonismo del moec El moec, promotor del beligerante bloque sindical independiente
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cooperativismo alternativo
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- Sindicato de epm lidera bloque sindical independiente - Dinámico cooperativismo antioqueño a partir de 1920
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Un cooperativismo socialista y contestatario El pujante cooperativismo parroquial
- El nuevo cooperativismo alternativo
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Gobierno, empresarios y clero orientan el cooperativismo entre 1930 y 1960 Cuestionamiento al cooperativismo patronal y clerical
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Nueve. Conflictivo despegue de cooperativa de epm (1962-1974) - Un país en ebullición - Promoción de la cooperativa de epm
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Marco legal cooperativo en 1962 Asamblea de constitución de cooperativa de epm (junio 6 de 1962) Reconocimiento oficial de la cooperativa (noviembre 20 de 1962) Iniciación de actividades de cooperativa de epm (diciembre 9 de 1962)
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- Se aplaza un sueño
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Directivas de epm se imponen con mayoría amañada
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- Un periodo de tensiones
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Con criterio patronal se impone creación de sección de consumo
- Otros servicios prestados por la cooperativa
Sección de servicios especiales La deficiente educación cooperativa Educación para el buen comportamiento El club social: conflictiva solución
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- Fallidos intentos en búsqueda de ingresos
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Una década de intensa actividad cooperativa
- Normatividad cooperativa: 1969-1968 - Hacia un nuevo y seguro rumbo
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Diez. Reorientación y desarrollo de cooperativa de epm (1974-1982) - Contextos favorables para un cambio
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La crisis del modelo empresarial antioqueño Del estado de sitio al estatuto de seguridad
- Unidad sindical-cooperativa retoma dirección de la cooperativa
163
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Con Diomer Agudelo la cooperativa se estabiliza y reorienta 10
COOFINEP y las finanzas solidarias de los trabajadores
- Intensa multiactividad social y cultural
166
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Reestructuración administrativa, financiera y de servicios Educación, cultura y comunicación cooperativa Una amplia oferta cultural
- Ampliación de los servicios, un imperativo social
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Una nueva visión sobre el consumo Integración cooperativa y ampliación de servicios
- El largo proceso de cambio de sede
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Once. Huelga en epm: hito en unidad sindical-cooperativa (1977) - Reorientación doctrinaria y política de la cooperativa - Un desafío al establecimiento antioqueño
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Cooperativa epm lidera solidaridad con huelga Se agudiza el conflicto: paro de 24 horas
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- Audaz decisión: todos los recursos para la huelga - Las bases impusieron la huelga - Un cooperativismo de vanguardia - Una arriesgada jugada con saldo favorable
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Un balance positivo para Cooperativa de epm
Doce. Cooperativa de epm lidera estrategias sociales para desarrollo del cooperativismo
- Un contexto favorable: bancarrota que afianzó al cooperativismo
Se fortalece el cooperativismo financiero
- Alianza sindical-cooperativa: nueva estrategia de desarrollo
Primer encuentro sindical-cooperativo, Bogotá 1979 Segundo encuentro nacional sindical-cooperativo, Medellín 1983
- Cooperativa de epm lidera procesos de integración
Promoción de comités de empresa y de cooperativas Promoción de organismos de integración Central mayorista de distribución y consumo Coordinadora Nacional de Integración Cooperativa, conic Centro de Integración y Desarrollo Cooperativo de Antioquia, cincoa Asociación Antioqueña de Cooperativas, asacoop Previsora Social Cooperativa vivir Centro Cooperativo para el Desarrollo de la Informática, redecoop Actividades culturales y recreativas conjuntas 11
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195 195 196 198 198 199 200 202 202 203
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Trece. Cooperativas de base proponen audaz transformación nacional - Contexto de conflictos políticos y sociales
206 206
El fallido acuerdo con los narcotraficantes El fracasado acuerdo de casa verde Conformación de los primeros grupos paramilitares
206 207 208
- Primer encuentro nacional de cooperativas de base - Crudo diagnóstico de la realidad colombiana
209 210
(1986)
Visión crítica del cooperativismo colombiano Importancia de la integración cooperativa
211 212
- Un coherente plan de acción cooperativo
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Audaces propuestas frente a la problemática colombiana
Quinta parte La compleja ruta financiera de coofinep
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Catorce. Planeación, bodas de plata y nueva imagen - Los conceptos de planeación nacional y planeación empresarial - Planeación y humanismo en coofinep
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La sistematización de procesos administrativos Urgente reforma administrativa
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- Entusiasta celebración de las bodas de plata (1987) - Exitoso plan apropiación por autogestión (AxA)
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La autogestión, principio rector de la economía social
- La ley que provocó un festín financiero
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Quince. La controvertida transformación en cooperativa financiera - El capitalismo salvaje del consenso de Washington
229 229
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Los continentes en venta
- La de 1991, una constitución agridulce - Intensa actividad financiera cooperativa - Entusiasta celebración de los 30 años Concurso nacional de cuento para trabajadores
Se incrementa el disfrute de beneficios 12
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- Cooperativa de epm se transforma en financiera - Coofinep continúa comprometida con su propuesta social
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La mesa por la vida y la paz Dos años de buenas noticias (1997-1998) Cooperativismo al servicio de la comunidad
- El traumático cambio de nombre - La impactante bancarrota cooperativa de 1998
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Coofinep analiza crisis financiera cooperativa Los degradantes efectos de la bancarrota de 1998 Coofinep logró salir airosa
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- Los fallidos acuerdos de paz con las farc - La asamblea permanente por la paz
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Trascendencia de la mesa nacional cooperativa y solidaria
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Dieciséis. Expansión, educación superior cooperativa y crédito popular - Los cuestionados controles de la superfinanciera
255 255
La administración de riesgos nuevo enfoque administrativo
- “No somos un banco, somos una cooperativa” - Promoción de una educación superior cooperativa
La educación cooperativa ambulatoria
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262
- Expansión social y geográfica - Encuentro latinoamericano de economía social y solidaria, medellín, julio de 2010 - Crédito y ahorro populares, nuevo compromiso social
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Ampliación del portafolio de beneficios Entérese, instrumento educativo y político
Sexta parte Cooperativismo: opción frente a un mundo en crisis
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Diecisiete. Un país entre la marginalidad, la violencia y la lumpenización - Un incesante proceso de degradación - La diabólica espiral de la productividad - ¿Qué es el empleo? - El trabajo informal
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- Acelerado proceso de lumpenización en Medellín
Algunas características del lumpen
- Expresiones de la lumpenización en Medellín Auge de una lumpemburguesía Cuantiosa producción y comercialización ilegal de licores Incremento del juego ilegal y del turismo sexual El pagadiario Jibareo o microtráfico Sicariato: modalidad de justicia privada en Medellín
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- Auge de la economía popular delincuencial ilegal en Medellín
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286 287
Orígenes de las redes mafiosas en Medellín La economía popular delincuencial: 25% de la fuerza de trabajo
Capitulo final Diómer Agudelo y el pensamiento político-cooperativo Aproximación a una biografía ideológica - Un preámbulo necesario… y en clave personal - Contextos de la experiencia existencial y cooperativa de Diómer Agudelo - El pensamiento sobre lo cooperativo y la economía solidaria en Colombia Aproximaciones históricas y teóricas - ¿Cómo pensó Diómer Agudelo lo cooperativo y la economía solidaria? - El pensamiento político-cooperativo de Diómer Agudelo en concreto - Textos de autoría de Diómer - Textos ajenos que sintió como propios - Textos a los cuales adhirió - Apartes de editoriales del boletin entérese - El documento del Movimiento de Cooperativas de Base –conic–
289 291 296
298
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A manera de epílogo Bibliografía
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PRESENTACIÓN Un movimiento que exige respuestas y construcciones para el futuro
C
on la convicción de aportar al movimiento cooperativo se inició hace unos meses el registro histórico de nuestra Cooperativa. Este proceso se ha asumido como parte de nuestra responsabilidad ante los Asociados y el desarrollo de la empresa cooperativa.
Al hacer un ponderado sobre el propósito que se puede lograr con la construcción de nuestra historia, podemos reafirmar que lo esencial es encontrar aliados que se unan al compromiso de construir empresas cooperativas vigorosas y pujantes, reafirmadas en la intensión de posibilitar mecanismos efectivos e integrales a las necesidades y demandas de la sociedad. Existe la suficiente seguridad que para profundizar en las garantías para la prosperidad de la sociedad colombiana, de la cual somos parte, se requiere de la existencia y desarrollo de la forma de propiedad cooperativa y solidaria. La aceleración tecnológica, la presión de la competencia, los desequilibrios sociales y económicos, los desajustes ambientales y la vulnerabilidad que registra la gobernabilidad, requieren que el ciudadano acceda a mecanismos más naturales y con alto contenido social de forma que adicional a lograr colmar sus expectativas materiales pueda realizarse como individuo espiritual. Puede presentarse como una utopía a primera vista los retos que se plantean, desde su filosofía, la empresa cooperativa. Desarrollar la equidad en medio de la inequidad; propender por la felicidad del hombre cuando existen factores que alteran la armonía; trabajar por una mayor inclusión en 15
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medio del individualismo, son realidades a las que se debe enfrentar, pero ante todo, superar. La construcción de una empresa cooperativa presenta varias etapas; inicia desde la intensión de elaborar la manera de cómo se instruye la estructura requerida para dar atención a las necesidades de sus fundadores; pasa por etapas de incredulidad al interior del mismo grupo fundador como de las personas cercanas a estas; continua con una fase de expansión llegando a momentos donde se hace necesario hacer replanteamientos significativos a los postulados iniciales; pudiese decirse, que en este tipo de estructuras empresariales se recoge de manera profunda lo que es la naturaleza humana, particularmente aquella que encarna los mejores postulados en lo que tiene que ver con el desarrollo integral del individuo. En el transcurso de las letras consignadas en el presente libro, se recogen mirandas, anhelos y planteamientos de retos que se hicieron las personas que día a día construían nuestra Cooperativa. Para ellos, los actores de esta historia, lo fundamental lo representaban el fruto de ese esfuerzo; quizá ninguno se planteó meta alguna, pero si queda claro que siempre tuvieron como perspectiva hacer de la Entidad el instrumento que además de redimir los esfuerzos causados, generara los espacios para hacer realidad los sueños. Un baluarte en la construcción de la Cooperativa lo constituyó nuestro Gerente General diomer agudelo vélez. Muy probablemente quedemos cortos en la valoración del aporte que él le dio a este proyecto, y puede que esto sea una disculpa que nos permitirá mantener una actitud de indagación y reflexión sobre los hechos que determinan los lineamientos fundamentales que para este proyecto él elaboró; quizá esta sea la manera de mantener vigente la obligatoriedad de volver a su pensamiento no importa el tiempo transcurrido. En el presente libro al hacerse el recorrido contextualizado de la historia institucional pasamos por varios escenarios; ellos nos permiten ir a épocas que si bien se tratan desde la perspectiva de coofinep, son un referente de la historia del cooperativismo nacional. Esta connotación la soporta el hecho que al interior de la institución los temas han sido tratados de manera 16
COOFINEP y las finanzas solidarias de los trabajadores
que adicional a la observación entrópica se vinculan aspectos de incidencia nacional. Quizá podamos coincidir que no siempre estemos de acuerdo con la mirada que en su momento plantearon los protagonistas, pero en lo que no hay discrepancia es con la metodología de trabajo la cual integra de manera intencional las expectativas propias con la mirada externa. Este libro es una referencia para la discusión y la construcción; en ningún momento se han querido cerrar los temas, por el contrario, a través de la historia institucional se brindan elementos que a juicio nuestro son importantes para la construcción y desarrollo de las cooperativas. Desde la perspectiva ideológica, vemos en este libro elementos aportantes a temas de discusión al interior del movimiento cooperativo. El planteamiento y reto que desde un comienzo se hizo con el presente legado fue el de tener la disculpa perfecta para discutir sobre el querer de las cooperativas. Hasta ahí llegamos en el planteamiento, de ahí en adelante corresponde ponernos de acuerdo. Queremos concluir esta presentación agradeciendo a Mario Arango Jaramillo, el cual elaboró y construyó la estructura de la presente obra; a Gonzalo Pérez Valencia, que con su mirada crítica hizo el prólogo y cerro el último capítulo haciendo una compilación y lectura del pensamiento doctrinario de Diomer, como él lo nombra. Igualmente, vale hacer un reconocimiento a todas aquellas personas que si bien no se nombran no dejan de tener una importancia especial en el presente ejercicio. Esperamos, que los esfuerzos consignados en esta elaboración sean aportantes de discusiones y construcciones para el movimiento cooperativo; como se ha dicho, la idea es estimular la discusión sobre la materia; el reto está planteado. Oscar Ospina Piña Gerente General coofinep cooperativa financiera
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Vivencia del Modelo Cooperativo en Colombia
INTRODUCCIÓN Contexto y recorrido histórico del Modelo Cooperativo
A
demás de celebrar y evocar eventos sucedidos y acciones realizadas durante más de medio siglo, vale la pena aportar a la reflexión y a la construcción de conocimiento, propuestas necesarias en el sector cooperativo y solidario. Como parte de la sociedad civil en un país como el nuestro, estamos construyendo contra todas las corrientes de poder, a la defensiva y en un medio hostil, una propuesta que lleve la humanización de las personas a través de la solidaridad, a las formas alternativas de organización y a las estrategias más humanas de hacer economía para contribuir a transformar la sociedad.
Las huellas que hemos dejado marcadas por miles de seres humanos, son la guía de las que seguiremos pisando, cada vez con más firmeza, en ese camino largo y alegre de la construcción humana y colectiva, con todas las personas asociadas y sus familias, con las empresas con las que compartimos alianzas y negocios, con la compañía alegre y dialéctica de las demás organizaciones sociales y solidarias, para los aprendizajes y la permanencia, en constante desarrollo, de nuestros compromisos con la transformación de la inequidad en justicia por el camino de la solidaridad y con la guía de la coherencia con nuestros principios. Estas memorias, los recuerdos, las reflexiones que compartimos con ustedes, son el alimento que, sin hacer altos en el camino, podemos tomar para redoblar los esfuerzos, fortalecer las convicciones y consolidar lo que hoy disfrutamos. Iniciamos y recorremos estas páginas con temas de contexto, con relaciones que nos alegren las nostalgias, con evocaciones y con las alegrías de tantas personas por saber que, adonde hemos llegado, no es a la última meta sino a una de las etapas del proceso de maduración. 18
COOFINEP y las finanzas solidarias de los trabajadores
Sabemos que los logros obtenidos son parte de unos resultados que nos comprometemos a consolidar y acrecentar, para que quienes nos releven en cargos, en asociatividad y en la gestión de los acumulados humanos, sociales, culturales y económicos, gocen de una herencia que les haga vivir bien. En 1962, cuando fue promovida la Cooperativa de los Trabajadores de las Empresas Públicas de Medellín, hoy coofinep cooperativa financiera, por el Sindicato de los Trabajadores de la “empresa”, el mundo y Colombia vivían una coyuntura especial y estaban en un período de acenso de fuerzas sociales y políticas -progresistas y revolucionarias- y de transformaciones culturales: •• Masiva irrupción de movimientos anticoloniales y de liberación nacional en África y Asia, que llevarían el surgimiento de varias decenas de Estados. •• Conformación del bloque político de los Países no alineados, orientado por líderes carismáticos como el Mariscal Tito (Yugoslavia), Nehru (India), Nasser (República Árabe Unida), Sukarno (Indonesia), Seku Turé (República de Guinea), Nkrumah (Ghana) y Ben Bella (Argelia). •• Iniciación del conflicto bélico entre los Estados Unidos y Vietnam del Norte, promovido por el Presidente Ho Chi Minh para buscar la liberación de Vietnam del Sur, que culminaría con el rotundo triunfo del pequeño país Asiático. •• Transformación en socialista de la Revolución Cubana, proceso orientado por los emblemáticos exguerrilleros Fidel Castro y Ernesto ‘Che’ Guevara. •• Fortalecimiento de partidos comunistas de algunos países de Europa Occidental, como los de Italia y Francia. •• Profundización de reformas socialistas en la República Popular China bajo la dirección del Presidente Mao Tse Tung. •• Liderazgo mundial de la Unión Soviética en diferentes campos, entre ellos la conquista espacial con el vuelo orbital del primer astronáuta, Yuri Gargarin. •• Auge de corrientes políticas revolucionarias y de trabajadores en la mayoría de los países de América Latina, incluida Colombia, en la cual hicieron presencia movimientos de cambio impulsados por grupos políticos como el moec, el mrl, el Partido Comunista y otros. 19
Vivencia del Modelo Cooperativo en Colombia
•• Importantes rupturas y transformaciones expresadas en manifestaciones culturales y del mundo y del continente con expresiones como el movimiento hippy, el boom literario, los aportes del dadaísmo, diversas manifestaciones musicales modernas y de artes plásticas contestatarias. •• Desde Francia, el presidente Charles de Gaulle desafía el liderazgo político y comercial mundial de los Estados Unidos y propone abandonar el patrón monetario Dólar y retornar al patrón Oro. •• En el mundo islámico se aceleran procesos hacia la consolidación de regímenes nacionalistas. •• En el llamado Occidente, incluida Latinoamérica, las ideas renovadoras se harían sentir en las más variadas expresiones culturales: filosofía, literatura, cinematografía, pintura, escultura, música, física. Gabriel García Márquez haría presencia con inusitada influencia en el mundo de las letras. En el Valle de Aburrá las fuerzas progresistas encontrarían una de sus expresiones en el resurgimiento del sindicalismo contestatario, a través del llamado Bloque Sindical Independiente y la conformación de grupos de cooperativas estrechamente vinculadas al movimiento sindical, como la Cooperativa de Trabajadores de Empresas Públicas de Medellín. Igualmente en la capital antioqueña irrumpirían corrientes renovadoras del mundo literario e intelectual como el nadaísmo, promovido por Gonzalo Arango y otros jóvenes escritores y artistas. Con la presente obra, entre otros objetivos, buscamos rescatar el papel histórico jugado en Colombia y Antioquia a partir de los años sesenta por aquel renovado movimiento obrero y cooperativo, que encontraría su expresión en: •• Un contestatario activismo sindical que afianzará conquistas laborales anheladas por los trabajadores. •• Fortalecimiento de la alianza sindical cooperativa que se materializaría en diferentes encuentros regionales y nacionales, que contaron con la asesoría de la Organización Internacional del Trabajo, oit. •• Movimientos campesinos que reivindicaban el derecho a la tierra, cuya presencia se materializó en organizaciones nacionales como los denominados de usuarios campesinos y en multitudinarias marchas que lle20
COOFINEP y las finanzas solidarias de los trabajadores
garon a las principales ciudades del país, dentro del marco de un tímido programa de reforma agraria promovido por el partido liberal. •• Iniciación de un creativo proceso de integración cooperativa a través de la conformación de diferentes organismos locales y nacionales, de articulación y unificación, como la Coordinadora Nacional de Integración Cooperativa (conic), el Centro de Integración y Desarrollo Cooperativo de Antioquia (cincoa), la Asociación Antioqueña de Cooperativas (asacoop) y el Centro Cooperativo para el Desarrollo de la Informática (redecoop), al igual que la institucionalización de numerosas publicaciones periódicas y la realización de eventos culturales y educativos. •• Lanzamiento, a través de un Encuentro Nacional de más de quinientas cooperativas de base, de un audaz programa de transformación nacional en todos los campos. Dicho impactante evento se llevó a cabo en Bogotá en noviembre de 1986 y en él se hizo un acertado diagnóstico de la realidad colombiana y se impulsó un consecuente Plan de Acción Cooperativa. Desafortunadamente las anteriores expresiones de un renovador movimiento cooperativo y sindical no sólo de frustraron, sino que en muchos aspectos se disolvieron a lo largo de la década de 1990, por las más complejas causas, entre ellas: •• La aplicación a partir de 1990 por parte del gobierno de César Gaviria (1990-1994) del modelo neoliberal, cuyos paradigmas impregnaron sectores influyentes de la dirigencia cooperativa, que abandonó principios y valores solidarios. •• La bancarrota de la mayor parte del cooperativismo financiero en 1998, que ocasionó estragos entre cientos de miles de ahorradores y la mayor parte del sector empresarial solidario. Es oportuno evocar que el cooperativismo de ahorro y crédito había salido fortalecido de la bancarrota de 1982, pues gracias a su estructura cerrada no se contaminó con la especulación financiera capitalista. •• El auge a partir de la década de 1990 de un deformado cooperativismo de trabajo asociado, que no sólo afectó la imagen del movimiento cooperativo, sino que conllevó a la degradación de conquistas alcanzadas por los trabajadores colombianos en ochenta años de luchas (contratos de trabajo a término indefinido, jornada laboral de ocho horas, derecho de asociación sindical, etc.). 21
Vivencia del Modelo Cooperativo en Colombia
La presente obra se desarrolla a través de dos ejes transversales que deben inducirnos a creativas reflexiones: •• El modelo capitalista desde sus comienzos, ha fundamentado su desarrollo en el incremento de las desigualdades sociales y en el empobrecimiento de amplios sectores poblacionales. Dicha tendencia se agudizó a partir del Consenso de Washington de 1990 que impuso el llamado neoliberalismo. La propuesta capitalista demostró que no era una alternativa para los trabajadores ni para Colombia. •• La teoría y praxis del cooperativismo y de otras propuestas de contenido solidario han constituido el punto de partida para un desarrollo sostenido de diferentes países, entre ellas Canadá, Alemania, Rusia, Israel y la República Popular China. De las lecturas de la presente obra se puede concluir que al comenzar el Siglo XXI, el movimiento cooperativo colombiano tiene retos que debe afrontar como: •• Devolver la confianza a millones de colombianos que se han visto afectados por la bancarrota cooperativa de 1998, por el aprovechamiento y mala utilización del cooperativismo de trabajo asociado y por quienes han hecho del cooperativismo una trinchera para atentar contra los intereses de los asociados e incrementar su propio patrimonio. •• Contribuir a la elaboración de propuestas que le abran a Colombia el sendero de desarrollo económico y social con equidad. •• Constituirse en una alternativa para que las grandes mayorías puedan construir para sí y sus núcleos familiares proyectos de vida autogestionarios. Aunque entre 1962 y 2014 en el mundo y en Colombia se han sucedido numerosos y profundos cambios políticos, económicos, sociales, científicos y tecnológicos, la situación de las grandes mayorías se ha deteriorado en términos absolutos y relativos, a pesar de las afirmaciones optimistas de quienes defienden la “modernidad” y “la postmodernidad”. En más de medio siglo, coofinep ha tenido que enfrentarse a profundas crisis de diverso orden que han afectado las instituciones colombianas y ha debido afrontar cambios y limitaciones legales y estructurales, para enfrentarse al competitivo y arriesgado mundo financiero capitalista, sin 22
COOFINEP y las finanzas solidarias de los trabajadores
haber renunciado jamás a los principios y valores fundamentales que inspiraron a sus promotores y fundadores, enmarcados en doctrinas sociales, económicas y políticas que hacen de la persona humana el centro de sus preocupaciones. Gracias a su sólida fundamentación doctrinaria, coofinep ha logrado evolucionar a su actual modelo de cooperativa financiera, ubicándose en un sitio de vanguardia en el mundo de las finanzas solidarias. En su discurrir exitoso han jugado un papel fundamental: la fidelidad y compromiso de sus asociados con un cooperativismo alternativo y la idoneidad y honestidad de sus equipos directivos. En un medio como el nuestro y en general en los países de la periferia capitalista, muy pocas organizaciones y empresas sociales alcanzan exitosamente el medio siglo de existencia. De ahí el ejemplar camino recorrido y la trascendencia de un modelo cooperativo como el de coofinep, lo cual reafirma la vigencia histórica de la propuesta cooperativa. Finalmente, creo que debemos consignar en esta presentación un reconocimiento y admiración por quienes promovieron y constituyeron la cooperativa coofinep. Mario Arango Jaramillo
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Vivencia del Modelo Cooperativo en Colombia
PRÓLOGO La importancia de la historia como discurso narrativo “Enfrentados a la crisis de nuestras sociedades, son cada vez más los hombres y organizaciones que se entregan a la búsqueda de alternativas. La amplitud y profundidad de la crisis, que lleva al rompimiento de los equilibrios ecológicos, sociológicos, psicológicos y espirituales del hombre contemporáneo aproximándonos a situaciones límites, hace que lo "alternativo" (concepto ambiguo pero que normalmente se encuentra asociado a los de cooperación y autogestión) se presente no sólo como un ideal sino como una necesidad”. Luis Razeto
UNO ¿Qué significa y para qué sirve hoy investigar y contar la historia de algo?
A
finales del siglo XX acaeció en el mundo de la ideas uno de los hechos más desafortunados para el pensamiento hegemónico del actual modelo civilizatorio, que con el tiempo llegó a convertirse en un paradigma ideológico de la gran parte de los pensadores del “establecimiento”; ese hecho fue la promulgación, por parte de uno de los académicos oficiales del capitalismo (Francis Fukuyama, 1992), del “fin de la Historia”, falacia que le dio a su autor una cierta fama en los ámbitos académicos e intelectuales, y por momentos, muchos ingenuos y despistados creyeron a pie juntillas que esa aseveración era verídica; las tesis centrales de este esperpento ideológico fueron dos: que históricamente el capitalismo era la verdad absoluta como régimen socio-político, y por lo mismo había derrotado a su contendor contemporáneo, el socialismo real; la otra tesis fue postular que el ejercicio de pensar diferente a esta “revelación” era un esfuerzo vano. Por ósmosis y extensión, ese pronunciamiento tan desacertado atacó uno de los ejes vitales del pensamiento humano: la investigación histórica, y por 24
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ende, victimizó los discursos que de ella pudieran derivarse, para contar y explicar todo lo acontecido a lo largo de la historia de la humanidad, en sus expresiones políticas, sociales, económicas y culturales. Y así, expuesta y difundida esa “buena nueva” ideológica en medio de un escenario mundial cuyas dinámicas iniciaban los rumbos neoliberales, los mandos superiores y medios del bloque histórico hegemónico en el ámbito intelectual y académico se sintieron con patente de corso para suprimir del mundo de la ideas (o por lo menos intentarlo), las acciones tendientes a pensar lo histórico y la historia y en el mejor de los casos, para reducir el discurso histórico a expresiones de baja temperatura teórica y analítica, de tal manera que los antecedentes y el recorrido que hombres y mujeres han hecho a lo largo de muchos siglos, se convirtiera en un referente diletante, con lo cual se buscó ocultar un hecho crucial; ha sido precisamente ese contar, recrear y analizar la historia lo que ha llenado de sentido y contenido la vida humana, pues allí se hace evidente, entre otras cosas, que en ésta fue que se inventó la política, se construyó la arquitectura de los procesos económicos, se elaboraron los discursos y la praxis cultural, y se impulsaron y definieron los modos de la organización social, todo ello para que se pudiera avanzar en la realización trascendente de todos los humanos. El abandono o la reducción de la historia a una caricatura fue abriendo camino para que los escenarios en donde se produce de manera sistemática el pensamiento humano (universidades, la educación en general, los centros culturales, por ejemplo), fueran convertidos en lugares de producción y expansión de una especie de pragmatismo filosófico, que propone no construir el saber histórico, tesis que culminó erigida como una especie de ícono académico e ideológico, que, colocado en los centros de decisión y poder de la economía, la cultura, la política y la sociedad en general, ha terminado por determinar un modo particular del quehacer de hombres y mujeres que habitamos el planeta, lo que nos convirtió en una masa amorfa de consumidores acríticos y desaforados de cosas, como la mejor manera de ejercer la ciudadanía humana. Pero hace unos años, al comenzar el siglo XXI, esta situación difícil, en cierto modo paradójica, del discurso histórico comenzó a ser cuestionada, en especial por aquellos sectores académicos e intelectuales, que al tratar de explicar y proyectar las múltiples y variadas problemáticas que agre25
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den el derecho inalienable a la felicidad que tenemos los seres humanos, y muestran zonas oscuras para el bienestar y la calidad de vida de vastos sectores, clases y grupos subalternos, se encontraron con la necesidad urgente de mirar en la historia transcurrida y ponerse en condiciones de elaborar discursos serios y proyectivos acerca del mundo y sus dimensiones constitutivas: la política, la social, la económica y la cultural. Las conclusiones de estos pensadores fueron: la historia, como discurso explicativo y como praxis humana, no ha terminado, y por el contrario, es imperativo volver al sendero del pensamiento que hace del acontecer humano, el cotidiano y el trascendente, un objeto de conocimiento crítico, digno de ser investigado y contado. Los argumentos a favor de esta actitud de recuperar el quehacer intelectual y académico en torno de la historia fueron varios: la historia es una pedagogía de la conservación y difusión de los saberes y la praxis de la humanidad; quien no conoce la historia, está condenado a repetirla en sus aspectos más atroces; el contexto de este retorno a la historia lo podríamos describir utilizando las palabras de Eric Hobsbawm en su historia del siglo XX (página13): “La destrucción del pasado, o más bien de los mecanismos sociales que vinculan la experiencia contemporánea del individuo con la de generaciones anteriores, es uno de los fenómenos más característicos y extraños de las postrimerías del siglo XX. En su mayor parte, los jóvenes, hombres y mujeres, de este final de siglo crecen en una suerte de presente permanente sin relación orgánica alguna con el pasado del tiempo en el que viven. Esto les otorga a los historiadores, cuya tarea consiste en recordar lo que otros olvidan, mayor trascendencia que la que han tenido nunca, en estos años finales del segundo milenio”.
DOS El tema de la historia en la experiencia del Cooperativismo y la Economía Solidaria El cooperativismo y en general la actuación en comunidad son históricos, esto es, son inherentes al quehacer humano a través del tiempo, y son esencialmente la expresión fehaciente de un “salto cualitativo” en la historia de una clase social, un grupo o una comunidad, en su forma de ser y actuar en la economía, pues cambian una posición subordinada por una posición ba-
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sada en la autogestión y autodeterminación, en relación con temas tales como qué, dónde, qué, cómo, dónde, cuándo y para quién se produce, distribuye, consume y acumula la riqueza (representada en bienes, servicios y satisfactores) en una sociedad determinada. En el caso del cooperativismo y también en el mutualismo, este salto está relacionado, y en algunos casos articulado, con el movimiento de los trabajadores, pues la creación de cooperativas y mutuales constituye un avance significativo en la lucha que éste realiza en defensa de los intereses y aspiraciones de los hombres y mujeres que se vinculan a la economía a través de las empresas de capitales y las empresas del Estado, en calidad de fuerza de trabajo; esas nuevas unidades económicas de propiedad del proletariado (y más adelante de las clases medias rurales y urbanas) en parte liberan a las clases y sectores subalternos de la economía de ciertas ataduras en relación al consumo, al crédito y a la seguridad social; pero también en parte abren las puertas a la posibilidad de que los trabajadores (que son dueños-poseedores del factor económico trabajo) asuman a través de sus propias organizaciones empresariales solidarias de trabajo y producción, el rol de empresarios autogestionarios, en las cuales las decisiones y las acciones de dirección, gestión y control son de carácter democrático y devienen de los intereses y necesidades de ellos mismos y sus proyectos de vida y sociedad. En el origen moderno de estas organizaciones cooperativas y mutuales en el siglo XIX (desde siempre, desde el surgimiento del homo sapiens, ha existido la actuación en comunidad como un mecanismo “natural” de grupos humanos para resolver situaciones problemáticas que afectan la realización de su naturaleza), no fueron pocas las controversias que este tema suscitó entre los pensadores sociales y económicos, siendo la más sobresaliente la que sostuvieron los pensadores socialistas, que como en el caso de Marx y Engels (también lo hicieron Bakunin, Kropotkin, Proudhon y otros pensadores más) dedicaron una buena cantidad de hojas de papel y horas de discusión acerca de qué tipo de cooperativismo (y mutualismo) era más conveniente para el movimiento de los trabajadores en el marco de la lucha revolucionaria por jalonar transformaciones profundas en la economía, la política, la cultura y la sociedad en su conjunto.
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Precisamente, el hecho de que el surgimiento de las cooperativas sea un hito histórico, ha sido la razón fundamental para que la propagación, organización y desarrollo (difusión, fomento y apoyo) de las ideas y las prácticas cooperativas y mutuales incluyan un fuerte componente histórico, no siempre desarrollado de manera rigurosa por quienes fungen como formadores cooperativos, pero que de todas formas sirve para “criar” conciencia y actitudes acordes con la naturaleza y los objetivos del proyecto que se basa en la autogestión y la cooperación solidarias. Ahora bien, dentro de este proceso de formación y desenvolvimiento del pensamiento en torno a la historia de la cooperación y la autogestión solidarias, se presenta una situación muy particular, pues con algunas escasas pero significativas excepciones, el cuento de la historia de lo cooperativo y lo mutualista se detuvo (como discurso, mas no como praxis) en el siglo XIX, tal como si la continuidad y la dinámica que han tenido esos dos movimientos económicos y sociales, como realidad, teoría y proyecto, no pudieran ser narradas de forma rigurosa y sistémica, demostrando no sólo su sostenibilidad y sustentabilidad, sino sus logros más significativos. En otras palabras: una revisión de la literatura sobre la historia de la autogestión y la cooperación, hace evidente que el discurso más notorio y difundido es el que relata la génesis moderna de acción cooperativa y mutual en el siglo XIX, pero no existe una obra que dé cuenta de la continuidad de ese acontecer original que permita conocer cómo avanza y se despliega el proyecto de la autogestión y la cooperación en los diferentes países del mundo, a veces unido, otras veces separado, pero siempre al lado del movimiento de los trabajadores, y también asociado a proyectos políticos y sociales (socialistas, liberales, comunistas, socialdemócratas, religiosos y otros), definido con más o menos énfasis, como una alternativa de organización, capaz de transformar situaciones difíciles en procesos sustentables fundamentados en un modo diferente de pensar y hacer la economía, la política y la cultura; aunque como se dijo antes, existen algunos esbozos de historia de la cooperación y la autogestión, casi siempre cuantitativos – estadísticos- que posibilitan una cierta mirada universal (existen acciones y documentos de la OIT en este sentido) sobre este fenómeno de organización social y económica, pero no se ha elaborado un trabajo que se haga cargo de contar de manera sistemática qué ha pasado en la experiencia 28
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cooperativa y demás formas de orden solidario, luego de los primeros años de su emergencia en el movimiento de los trabajadores y en la vida de los pueblos. Matizan esta situación algunas investigaciones que se han realizado, unos de cobertura universal (“100 años de cooperación”, de H.D, Cole, es el más representativo, fue escrito en 1942); existen otros, que tienen cobertura, nacional, o sectoriales, o regionales, y muchos otros, como en el caso del libro que se está prologando -Vivencia del modelo cooperativo en Colombia. Coofinep y las finanzas solidarias de los trabajadores-, dedicados a reconstruir la historia de una organización cooperativa en particular, los cuales, de alguna manera, sirven de referentes para formar la conciencia necesaria acerca de lo que es y significa la actuación en colectividad a través de empresas solidarias como las cooperativas. En el caso del cooperativismo (y el mutualismo) colombiano, este asunto de la narración de la historia de este movimiento no ha tenido el debido proceso académico e intelectual, aunque se han dado algunos intentos importantes (Mario Arango Jaramillo, Francisco Luis Jiménez, Luz Dolly Lopera y Olga Lucía Arboleda, Hernando Zabala y unos trabajos elaborados por el autor de este prólogo), pero que no consiguen ser un discurso riguroso y en extenso, que posibilite conocer en profundidad el transcurrir histórico de las propuestas asociativas en sus diferentes expresiones organizativas; las causas de esta falencia se ubican, en parte, en el mismo movimiento, concretamente en su dirigencia, que mayoritariamente parece no interesarse por conocer y/o propiciar que se conozcan de manera profunda y crítica los vaivenes del recorrido que hasta la fecha ha hecho esta modalidad de actuación en comunidad; pero en mucha parte, esa ausencia de un discurso histórico riguroso del cooperativismo colombiano se debe al desinterés que mantienen los centros académicos universitarios por este tipo de temáticas, que no terminan de convencerse de la importancia que tiene para el desarrollo de su pertinencia académica y pertenencia social, la inclusión de los temas relacionados con el fenómeno de la Economía Solidaria, o sea, de la autogestión y la cooperación solidarias. Por lo anterior, muchos de los logros y también muchas de las frustraciones y fracasos que ha vivido la experiencia cooperativa en el país (al igual 29
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que la mutualista), permanecen invisibles, solamente reconocidos por los actores directos de éstos, que conservan en su memoria tales hechos. Esto, a pesar de lo que puedan pensar y decir los pragmatistas que hoy manejan el movimiento cooperativo, genera consecuencias poco amables con los fines y objetivos del proyecto autogestionario, que en el actual momento del país y del mundo, representan una posibilidad estratégica para construir una nueva sociedad, más incluyente, solidaria, democrática y participativa, y por ende, una nueva economía y un nuevo desarrollo, acordes con el derecho a la felicidad que todos y todas tenemos. TRES La historia de COOFINEP y el libro sobre ella Los trabajos que se proponen para reconstruir la historia de una organización cooperativa en particular, independientemente de lo que piensan quienes deciden hacerlo y quienes lo hacen, representan un acto de refundación, por un lado institucional y por otro personal y existencial para aquellos que la integran en calidad de asociados, dirigentes y funcionarios y trabajadores. Y ello es así, en virtud de que hacer memoria de lo que ha pasado en el tiempo, potencial o abiertamente, posibilita que todos ellos puedan mirar críticamente lo que se ha hecho, reconocer y sopesar aciertos y equivocaciones y proceder, con base en un nuevo examen al proyecto autogestionario en su conjunto, a pensar, diseñar y echar a andar una nueva etapa de vida, tanto de la organización cooperativa como de las personas que la forman. El documento elaborado por Mario Arango Jaramillo y Álvaro Correa López, en el que proponen una lectura y una narración históricas de coofinep, es una buena ocasión para quienes lo hemos leído y para quienes lo leerán, de aproximarnos a un proyecto cooperativo que por muchas razones y acciones representa una propuesta en la que se han conjugado una gran parte de los argumentos ideológicos, políticos, sociales y económicos del proletariado nacional (y del mundo, obviamente),cosa que no ocurrió en todas las organizaciones cooperativas y solidarias, nacidas desde 1930 en adelante, pero en especial, las emergieron en la década de los años 60s, en parte, porque éstas se fijaron otros objetivos y en parte, porque su na30
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cimiento no obedeció a razones de lucha, sino de acomodamiento táctico de cara a las dificultades que genera vivir subordinadamente los procesos económicos, y por lo tanto sus afanes se centraron en atender las falencias y afugias económicas básicas derivadas de los bajos salarios y no en construir un fuerte movimiento cooperativo que aunara sus fuerzas con otras organizaciones de trabajadores, en función de cambios profundos en la economía y en la sociedad en su conjunto. En este orden de ideas, coofinep debe entenderse como un proyecto cooperativo particularmente importante en tres ámbitos: en primera instancia, en el movimiento sindical colombiano, porque nace como una manifestación concreta de un proletariado sindicalizado que sabe que las organizaciones de autogestión y cooperación son hermanas de clase, pues agregan valor significativo a la lucha de los sindicatos, en parte porque son puntos de apoyo económico para los combates que deben librar contra las fuerzas patronales que insisten un modelo empresarial marcadamente injusto, y en parte también, porque en algunos sectores sindicales se hicieron cargo de las tesis que al respecto plantearon pensadores socialistas, respecto a las relaciones sindicalismo-cooperativismo; estas tesis señalan que el cooperativismo adquiría su sentido histórico y estratégico, sí, y sólo sí, actuaba en conjunción con los sindicatos y organizaciones similares y se articulaba a un proyecto político que lo incluyera como una de sus principales estrategias de transformación económica y social (prueba de esta aseveración, son las experiencias que hoy se desarrollan en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Brasil –y un poco en Uruguay-, en donde con base en un sólido reconocimiento constitucional, se está proyectando un movimiento cooperativo y solidario que le apuesta a fungir como el eje de profundas transformaciones económicas). Es necesario anotar que en este sentido, en las décadas de los años 60s y 70s, varias huelgas de trabajadores fueron sostenidas y fortalecidas por el apoyo de las cooperativas, lo que llevó a crear una nueva categoría conceptual, las cooperativas rojas, llamadas así por agentes del Estado y por directivos y gerentes de empresas que tenían sindicato a bordo. coofinep, en su momento, fue señalada como una cooperativa roja.
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El segundo ámbito en donde la cooperativa fue importante, es el del movimiento cooperativo en general, pues allí, como se anota más adelante en este mismo texto y en el libro, coofinep representa desde hace muchos años, una tendencia que durante mucho tiempo mantuvo su vigencia política como forma de pensar y hacer lo cooperativo y cuya plataforma ideológica se puso de manifiesto en el movimiento de la Coordinadora Nacional Cooperativa; la idea de esta propuesta de cooperativismo es construir un proyecto de autogestión y cooperación solidarios que respondiera de manera particular a lo que implica el ideario que da cuenta de un proyecto de sociedad, de economía, política y cultura, orientado a generar y distribuir riqueza para hombres y mujeres de tal manera que todos puedan disfrutar, lograr y desarrollar su derecho inalienable a la felicidad. Hoy este acontecimiento, esta tendencia, es un buen recuerdo que en ocasiones nos sirve a muchos de quienes lo vivimos, para recordar y recordarnos que el gesto cooperativo es algo más que eso que hoy se despliega como tal, en donde los objetivos tienen una estatura meramente financierista, y en el que se percibe una pérdida de ruta, tanto en cuanto al tema de la doctrina como en relación a los fines económicos y sociales que son inherentes a esta propuesta de actuación en colectividad o comunidad. En esa nostalgia, recordamos que el cooperativismo fue creado para transformar el mundo capitalista, no para reformarlo ni para acomodarse en él. Y el tercer escenario en cual coofinep se ha hecho sentir con fuerza, es el político, dado que una parte importante de su dirigencia, su gerente y muchos de sus empleados, hicieron y hacen parte de propuestas políticas alternas a los partidos tradicionales y por lo mismo, jalonan y promueven acciones de orden educativo (los actuales cursos y diplomados de formación política, es una prueba fehaciente de ello), cultural, social, que se orientan a crear ciudadanía crítica, tanto para la vida cooperativa como la experiencia de participación política en las comunidades y en el país en general.
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CUATRO Desenlace de un proyecto en construcción En fin, esta cooperativa, cuya historia se narra en el libro, ha jugado un papel de vital importancia, tanto en el movimiento sindical y político de los trabajadores, como en el movimiento cooperativo, como puede verse a través de la lectura del texto. Al primero, lo ha apoyado en momentos significativos (huelgas, marchas –la del primero de mayo, en especial- comunicados conjuntos, actividades y acciones sociales, culturales –cineclub, concursos literarios, patrocinios de eventos culturales y sociales, procesos educativos para la formación de conciencia social y política– y muchas otras más); y en el segundo, ha sido una entidad orgánica, estructurante y militante a lo largo de los 50 años que nombra el libro; esto último quiere decir que coofinep ha estado presente en todos aquellos procesos, relaciones y estructuras con las cuales el cooperativismo colombiano y obviamente la Economía Solidaria, han buscado realizar las dimensiones constitutivas de su naturaleza: la económica, la social, la cultural y la política, pero con una visión socio-política cuya perspectiva estratégica y su trascendencia se orientan a jalonar la transformación profunda de la sociedad colombiana en todas sus dimensiones. Ahora bien, a manera de desenlace, quisiera resaltar en este prólogo dos asuntos que a mi juicio son más representativos dentro del libro: Uno: Una tesis de interpretación y método para la lectura histórica del mundo cooperativo: Cuando nace una cooperativa, al margen de lo que puedan pensar y decir sus impulsores y fundadores, en esencia se da continuidad histórica al movimiento cooperativo en su conjunto y a la autogestión solidaria como idea y como praxis históricas que han estado presentes desde el origen mismo del ser humano; lo anterior significa que en todo acto cooperativo y solidario, se hereda y se tiende a usufructuar el acumulado alcanzado, tanto por la autogestión y la cooperación en general, como por el cooperativismo en particular, tanto cercano como el universal; igualmente, se tiene la responsabilidad de proyectar en el tiempo este gesto de actuar en colectividad, función que debe jalonarse en los procesos propios de la unidad productiva cooperativa, tratando de realizarse como una empresa eficiente (que no es otra cosa que dar cumplimiento al objeto social y los 33
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fines del proyecto cooperativo y solidario) y simultáneamente, avanzar en la construcción sectorial del movimiento cooperativo y solidario, así como aportar a la construcción de una nueva civilización, una nueva sociedad y, en ellos, procurar una economía centrada en crear condiciones apropiadas para lograr la felicidad humana, que es el fin último de la economía. En este sentido, en el nacimiento de coofinep hace ya 50 años, se dio la confluencia de múltiples y diversas situaciones y procesos ligados al movimiento de los trabajadores, los cuales son narrados y explicados en el libro, pues es a partir de ellos que se puede propiciar un conocimiento más riguroso del desenvolvimiento que ha tenido la entidad. Por ello, los autores se remiten a las raíces más profundas del pensamiento griego y romano para indicar que esa coofinep que nació en 1962 es una prolongación dialéctica, como idea de actuación en colectividad, de autogestión y cooperación, de ideas que fueron promulgadas inicialmente por un sector de los pensadores de la antigua Grecia, que fueron continuadas en la civilización romana en organizaciones de naturaleza mutualista y cooperativa; que más adelante seguirán la saga histórica en la Edad Media y, finalmente, con el nacimiento de la civilización moderna y sus sistemas económicos capitalista y socialista, en los cuales la autogestión y la cooperación solidarias, consiguen ubicarse dentro del pensamiento social y los imaginarios culturales, con una fuerza nueva que los lleva a ser pensados y actuados como una alternativa capaz de generar y conducir cambios estructurales en los modos de organizar los procesos económicos (creo que a los autores les hizo falta esculcar en los discursos míticos para complementar sus análisis, pues en estos meta-relatos, tanto en los de las sociedades fundacionales de la humanidad -Mesopotamia, y demás grandes civilizaciones antiguas-, como en mitos de las comunidades precolombinas, se encuentran alusiones concretas a la autogestión y la cooperación como base de sus organizaciones sociales primitivas). En este mismo sentido, los autores muestran que esas ideas originarias acerca de que la acción cooperativa constituye una estrategia idónea para saldar cuentas con situaciones difíciles en lo económico (también en lo social, cultural y político), y que éstas se fueron desarrollando de manera sólida a través de la historia de la humanidad hasta constituirse en una impronta cultural, en todas las sociedades y modelos civilizatorios que 34
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han surgido a lo largo del tiempo. Así, en cada etapa histórica han nacido y se han criado proyectos económicos de naturaleza autogestionaria, acompañados de un pensamiento o saber que da cuenta de sus significados, su proyección, las funciones que cumple en el ordenamiento social y económico de una sociedad determinada, cómo funciona y se organizan los procesos decisión y, en última instancia, indican el carácter transformador, o no, de las empresas cooperativas y solidarias. Con este relato histórico sobre coofinep, los autores están señalando que la historia que referencia de manera general o particular la experiencia de la actuación en colectividad, hunde sus raíces en las zonas más profundas de la vida humana desde sus orígenes y, de manera especial, en la existencia de clases, grupos y sectores sociales subalternos, que por distintas razones se perciben injustamente marginados, excluidos y expoliados, pero que ante todo se sienten agredidos en el despliegue de su derecho inalienable a tener y vivir felizmente, es decir, a disfrutar un nivel adecuado de calidad de vida y bienestar y a desarrollar su naturaleza humana. Dos: Un rasgo característico de la institucionalidad de coofinep como organización de trabajadores, se ha mantenido comprometida con la construcción de un Cooperativismo y una Economía Solidaria, orientados a propugnar por transformaciones profundas en la economía, la política, la cultura y la sociedad en general. Para alcanzar ese cooperativismo de transformación social y económica, política y cultural, los dirigentes y la gerencia de la cooperativa han mantenido una línea de conducta institucional dirigida a fortalecer de manera directa dos escenarios: la unidad sindical-cooperativa, y el movimiento cooperativo. Para lograr lo primero, no han sido pocas las acciones emprendidas para dinamizar las relaciones entre estos dos movimientos que, reiteramos, conforman, a pesar de los desencuentros que se han vivido y lo equívocos que han mantenido, el Movimiento de los Trabajadores, es decir, hacen parte de los instrumentos que el conjunto del proletariado de la industria y los servicios han creado para defenderse como ciudadanos económicos y como sujetos políticos. Por ello, coofinep ha estado a la palestra de accio35
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nes tendientes a que ese movimiento se despliegue y desarrolle, entre las cuales es preciso nombrar dos procesos de unidad sindical-cooperativa en los que la cooperativa fue protagonista principal. Ambos procesos fueron jalonados por la Organización Internacional del Trabajo –oit–; el primero se dio en la década de los años 70 (1976-1977), y se logró la vinculación de las cuatro centrales obreras existentes en aquellos años (csts, cgtd, ctc y utc), las cuales por primera vez se unieron para apoyar al cooperativismo y programar acciones conjuntas de distinta índole, con este proceso se consiguió hacer evidente la hermandad de clase de los dos movimientos, lo que se tradujo en proyectos conjuntos (en Risaralda existe uno de ellos, de recreación), que confirmaron la tesis de que la asociación del cooperativismo con el sindicalismo le otorgaba fuerza al movimiento de los trabajadores, y al cooperativismo le daba su sentido político. Es bueno anotar que en este trabajo y a raíz de una desafortunada aseveración del entonces superintendente de cooperativas en un acto público, los cuatro presidentes de las centrales obreras elaboraron y suscribieron un comunicado conjunto y por primera vez se dio una acción unitaria, que más adelante generaría un proceso tendiente a constituir una sola central sindical, objetivo que no se consiguió pero sí abrió paso a un trabajo importante de acción conjunta del proletariado nacional. El segundo proceso se realizó en 1989 y aunque dio lugar a debates y análisis que proponían de nuevo la actuación unificada de los dos movimientos, los resultados no fueron los esperados. Quien revise, aunque sea sucintamente el trasegar del cooperativismo antioqueño y el nacional a lo largo de los años que han transcurrido desde su emergencia como movimiento social, encontrará a esta cooperativa en todos aquellos procesos en los cuales se ha buscado que el movimiento solidario se oriente a fungir como un proyecto estructurante de transformaciones sociales, económicas, culturales y políticas: en la creación y el desarrollo del Instituto de Financiamiento y Desarrollo Cooperativo – financiacoop– y el fortalecimiento de las otras dos centrales financieras cooperativas que durante los años 70 demostraron la capacidad del cooperativismo y las demás formas de organización solidaria para asumir exitosamente los retos propios de la integración económica, con base en la autonomía y la interdependencia sectorial; la constitución de los bancos 36
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cooperativos fue otro de los escenarios en los cuales coofinep fue protagonista, primero propugnando por la constitución de un solo banco cooperativo y luego, cuando se dio el error histórico de crear tres, tratando de que estas nuevas entidades no se desviaran de los objetivos propios de la autogestión y la cooperación; así mismo, coofinep fue activa promotora del proceso que condujo a la creación de la Confecoop nacional, primero apoyando el reconocimiento del Consejo Cooperativo de Colombia y luego asistiendo a la constitución de la Confederación de Cooperativas de Colombia; en este marco impulsó la creación de un proceso que culminó con la constitución de la Asociación Antioqueña de Cooperativas (hoy Confecoop-Antioquia). Por otra parte, coofinep estuvo al frente del proceso que se inicia con el Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Base y todas las externalidades departamentales y nacionales que tuvo, como la creación de cincoa en Antioquia y la formación de la Coordinadora Nacional Cooperativa, la cual, como lo menciona el libro, representa uno de los hitos más importantes del cooperativismo nacional, pues fue el eje de un trabajo de refundación y reorientación de la cooperación en sus diferentes manifestaciones, desafortunadamente liquidado antes de cumplir sus propósitos. La prolongación de este proceso lo constituye hoy la denominada Mesa Nacional de Trabajo de Integración Cooperativo y Solidario, a la cual concurre un buen número de organizaciones solidarias y en la que coofinep desempeña un papel de vital importancia como entidad animadora. En fin, coofinep, en cabeza de sus dirigentes, principalmente de su gerente Diómer Agudelo, casi desde sus comienzos, ha sido un bastión crítico del movimiento cooperativo y solidario del país, enarbolando las banderas de un cooperativismo de y para la clase trabajadora, es decir, para aquellos hombres y mujeres cuyas economías personales y familiares y en algunos casos de economías productivas de mipymes, necesitan de un apoyo financiero para alcanzar su desarrollo. El presente libro es entonces, por un lado, una reconstrucción histórica de la realidad, la teoría y el proyecto solidario, encarnado en un conjunto variopinto de organizaciones de diverso carácter jurídico, en las cuales es evidente que son empresas diferentes, pues son emprendidas, direcciona37
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das y gestionadas por quienes poseen, o el factor económico, comunidad, o el factor trabajo, o ambos simultáneamente; y por otro lado, es la reconstrucción histórica del desenvolvimiento de una de las cooperativas más representativas del movimiento en su conjunto. Leer este trabajo es una urgencia manifiesta, sobre todo para aquellos que nos encontramos inmersos en la experiencia solidaria, pues en esta lectura se encontrarán enseñanzas y aprendizajes altamente significativos para seguir avanzando en el posicionamiento estratégico del proyecto solidario y sus distintos formatos empresariales; es especial ahora, cuando procesos estructurales y de coyuntura, en primera instancia del movimiento cooperativo y solidario –nacional, latinoamericano y mundial–, y en segunda instancia del país y del mundo, dan cuenta de una profunda crisis, no del capitalismo sino del modelo civilizatorio de la modernidad, de la cual sólo será posible salir mediante la construcción de un nuevo modelo de civilización, es decir, unas nuevas formas de hacer la economía, la cultura y la política, en las cuales la actuación en comunidad sea la estrategia más sobresaliente. Gonzalo Pérez Valencia
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PRIMERA PARTE
Origen y Evoluci贸n del Pensamiento y Praxis Solidarios
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UNO DE LOS FILÓSOFOS GRIEGOS A LA ALTERNATIVA COOPERATIVA UNA NECESARIA RETROSPECTIVA
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acer un recuento del dilatado período comprendido entre los aportes de los filósofos griegos y las exitosas experiencias cooperativas y solidarias del siglo XX, resulta reconfortante para el espíritu y da claves para comprender el cooperativismo alternativo antioqueño, que se inició hacia 1960 y del cual hizo parte la actual coofinep. Esta retrospectiva contribuye a buscar alternativas y propuestas frente al fracaso de los modelos políticos, económicos y sociales que han marginado del bienestar a las grandes mayorías de los países de la periferia capitalista y a importantes núcleos poblacionales de los países desarrollados. Reflexionar sobre las propuestas solidarias de pensadores como Sócrates, Epicuro, Tomás Moro, Fourier, Bakunin, Monseñor Coady o Lenin, entre otros, representa un presupuesto seguro para recrear un renovado camino cooperativo en Colombia, pues el pensamiento social y las praxis solidarias son el resultado de una compleja construcción en el tiempo. A lo largo del siglo XX, el modelo empresarial cooperativo ejerce una marcada influencia sobre las diversas corrientes políticas y de pensamiento, tanto en lo relacionado con la incorporación de sus doctrinas como con las prácticas sociales de las mismas. Por eso, resulta llamativo que las más diversas doctrinas se nutrieran del modelo cooperativo: El anarquismo, el socialismo marxista, la social democracia, el catolicismo, la democracia cristiana, el socialismo judío y aun corrientes del liberalismo. Solamente el fascismo y el nazismo no podían comulgar ni asemejarse con los principios cooperativos. 41
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Al comenzar el siglo XXI el cooperativismo sigue siendo el modelo empresarial, social y económico con mayor validez y vigencia, ante todo como resultado de los fracasos de los grandes modelos políticos y económicos del siglo XX. El cooperativismo seguirá siendo una alternativa, pero si tiene la capacidad de encontrar fuentes de inspiración en países con modelos cooperativos exitosos y si recupera su posibilidad creativa con los aportes teóricos de algunas doctrinas y escuelas, como las que han originado la llamada Economía Solidaria o los movimientos anarcoecologistas orientados por John Zerzan (1942). FILÓSOFOS GRIEGOS, PRECURSORES DEL PENSAMIENTO SOLIDARIO La llamada cultura occidental tiene uno de sus fundamentos en la filosofía de la antigua Grecia, pues en las escuelas filosóficas helénicas se inspiran la mayoría de las corrientes del pensamiento europeo, en especial aquellas con un definido contenido social. Grecia fue la cuna de la filosofía, de la reflexión sobre el origen o razón de ser de todos los fenómenos. El devenir reflexivo de la filosofía griega pasó de la interpretación del mundo físico y sus orígenes, con Tales de Mileto (640- 546 a. de C.) y sus discípulos, a la reflexión sobre el desarrollo de la sociedad humana a partir de Demócrito (460-370 a.de C.), para quien el progreso de las comunidades tiene como base la práctica de principios como la cooperación y la ayuda mutua. Para Sócrates (470-399 a. de C.), uno de los más prominentes pensadores que ha tenido la humanidad, la organización ideal de la sociedad es la que se fundamenta en la autarquía, es decir en la autosuficiencia, que es uno de los principios rectores de diversas vertientes de la economía social y solidaria. Para Platón (427-347 a. de C.), uno de los más paradigmáticos filósofos griegos, la sociedad ideal es aquella en la cual no haya guerras. En su concepto, la causa principal de las guerras es la propiedad privada, por lo que ésta debe desaparecer instaurando un régimen comunista, que describe con detalle en su obra República1. 1 Platón. República, Editorial la Montaña Mágica, Bogotá, 1987.
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Para Aristóteles (384-332 a. de C.), cumbre de la filosofía griega y el pensador con mayor influencia en Occidente, hay dos formas de hacer economía: Una, la economía que se fundamenta en la ganancia, en el lucro, es decir la economía comercial. La otra, es la economía que se fundamentada en la familia, en la producción familiar. Para Aristóteles la sociedad debe fomentar la economía familiar que es la que genera valores como la solidaridad. La economía comercial disocia y provoca enfrentamientos, como lo analiza en su obra Política2. Es oportuno señalar que las otras tres grandes escuelas filosóficas griegas, las de los cínicos, epicúreos y estoicos, con enorme influencia en diversos períodos de la humanidad, se fundamentan en la organización de comunidades, con una vida autárquica, muy cercana a la naturaleza, con vigencia de principios como la amistad y la ayuda mutua. Es interesante saber que para todas las escuelas filosóficas griegas, el ideal de vida no incluía la acumulación de riqueza ni el sometimiento de otros pueblos. Hacían énfasis en la búsqueda de la felicidad a través de la convivencia y las más variadas prácticas solidarias. EL CONTENIDO SOLIDARIO DEL CRISTIANISMO PRIMITIVO, LOS ESENIOS Las enseñanzas y parábolas de Jesús tuvieron un marcado contenido solidario y contra la acumulación de riquezas materiales. Los cristianos de los primeros tiempos, siguiendo las enseñanzas de Jesús, llevaron una vida en común, sin propiedad privada, según se relata en los Hechos de los Apóstoles: “todos estaban juntos y tenían en común todas las cosas y vendían sus propiedades y sus bienes y los repartían entre todos, según las necesidades de cada uno”. Para entender el contenido de la prédica de Jesús y la forma de vida de los primeros cristianos, debemos remontarnos a una comunidad judía conocida como los esenios, palabra que viene del sirio asaya, que significa curandero ya que sus miembros eran expertos en toda suerte de curaciones, gracias a conocimientos secretos que manejaban y que sólo eran transmitidos a los iniciados. 2 Aristóteles. Política, Ediciones Altaya, Barcelona, 1993.
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De acuerdo con relatos del filósofo griego de origen judío Filón de Alejandría (nacido hacia el año 20 a. de C.), y del historiador judío Flavio Josefo, los esenios se establecieron a orillas del Mar Muerto, viviendo en comunidades en las cuales no existía el concepto de propiedad privada sobre las tierras, los cultivos, las viviendas y el dinero. Practicaban en todas sus relaciones los principios de la solidaridad y la igualdad y rechazaban cualquier forma de esclavitud. Según diversos estudiosos de la vida de Jesús, él mismo fue iniciado por los esenios al pasar varios años de su vida con ellos, antes de comenzar su prédica. Y en su vida pública encontró audiencia entre los esenios quienes, además, por ser duros críticos de los portavoces oficiales de la religión judía, se convirtieron en núcleo fundamental para la difusión de su legado, con gran influencia en el cristianismo de los primeros siglos. LAS UTOPÍAS SOCIALISTAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII 3 El surgimiento y desarrollo de las relaciones capitalistas entre los siglos XV y XVI provocó agudas tensiones sociales en países como Inglaterra, donde el desalojo masivo de campesinos los convirtió en una miserable población flotante en las ciudades en busca de trabajo, que encontrarían pero sometidos a extenuantes jornadas de 14 y 16 horas diarias y salarios ínfimos. En forma simultánea con el avance de la industria, los artesanos se arruinan y pasan a una condición similar a la de los campesinos desplazados. Esa deprimente situación social impactó y motivó a no pocos pensadores, que se encontraban bajo la influencia de corrientes renovadoras como el Renacimiento -que conllevó el retorno al pensamiento griego- y la Reforma Protestante, quienes concluyen que la penuria tenía su origen en una sociedad fundamentada en la propiedad privada y en la explotación de la mayoría, por unos pocos. Como respuesta, plantearon una nueva sociedad con formas comunales y estatales de propiedad. Entre tales pensadores se destacaron Moro, Bacon y Campanella. 3 Este punto, en su mayoría, está basado en Cole G. H. Historia del pensamiento socialista, Tomo I, Fondo de Cultura Económica, México, 1975.
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Tomás Moro (1478-1535), Canciller de Inglaterra durante el reinado de Enrique VIII, fue uno de esos hombres justos e intelectuales del siglo XVI que, a pesar de su elevada posición social y económica, se conmovió por el violento proceso de expropiación de campesinos y artesanos, desatado en Inglaterra para promover la industria textilera. En 1516, influenciado por Platón y su Libro República, publica su obra Utopía, en la cual denuncia la difícil situación social que vive Inglaterra y, para solucionarla, plantea que se adopte el sistema social y económico imperante en la isla Utopía, ubicada en un desconocido lugar del mar Caribe, en donde el trabajo físico era obligatorio para todos, hombres y mujeres, tanto en la agricultura como en oficios artesanales. Además, las familias citadinas trabajaban por períodos de dos años en el campo. Gracias al trabajo obligatorio y a la ausencia de personas ociosas, era posible una jornada corta de trabajo para producir lo necesario para todos. El Estado, además, estaba organizado en forma democrática. Moro concluye que ese modelo de sociedad era valedero para todos los países, pero no indica el camino para alcanzarlo; ferviente católico, murió decapitado en 1635 por negarse a reconocer la autoridad espiritual del rey Enrique VIII, quien se declaró jefe de la Iglesia de Inglaterra, desconociendo la autoridad Papal4. Bajo la influencia de Tomás Moro hacen presencia otros dos pensadores, también clasificados por la posteridad como utópicos. Uno fue Francis Bacon (1561-1626), Canciller de Inglaterra, filósofo y precursor de la investigación científica, quien publicó la obra La Nueva Atlántida, isla imaginaria en el océano Pacífico, en la cual existía una sociedad que garantizaba a todos la felicidad. El otro pensador que se inspiró en Moro para plantear una sociedad con principios de ayuda mutua, solidaridad y equidad fue el monje italiano Tomás Campanella (1568-1639), con su obra La Ciudad del Sol, ubicada en una isla del océano Índico, también con características similares a las propuestas por Moro y Bacon5. 4 5
Moro, Tomás. Utopía, Editorial Porrúa, México, 1951. Campanella, Tomás. La Política, Ediciones Altaya, Barcelona, 1995.
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Los tres autores mencionados ejercieron una poderosa influencia hasta principios del siglo XIX en diversos pensadores y escritores reformistas. IMPACTO DE LAS REVOLUCIONES INDUSTRIAL Y FRANCESA Sin duda alguna, después del período comprendido entre finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI que marcó los inicios del capitalismo, de los grandes descubrimientos geográficos y de transformaciones claves como el Renacimiento y la Reforma Protestante, el período más trascendental está entre finales del Siglo XVIII y comienzos del XIX, por las tres grandes revoluciones que cambiaron el rumbo del mundo: La Revolución Industrial iniciada en Inglaterra por 1760, la Revolución de Independencia Estadounidense (1775-1783) y la Revolución Francesa, iniciada en París en 1789. En la década de 1760 se produce un acontecimiento trascendental en Inglaterra: El ingeniero escocés James Watt (1736-1819), de la Universidad de Glasgow, perfecciona la máquina de vapor, que se incorpora de inmediato en las industrias carbonífera y textilera, en los ferrocarriles y en la navegación marítima y fluvial. A partir de entonces, la vida social y del trabajo sufre profundos cambios. Las máquinas desplazan del empleo a miles de trabajadores y mujeres y niños son vinculados al trabajo industrial, que requiere menos fuerza muscular que antes. Los graves desajustes sociales que desencadenó la Revolución Industrial, sobre lo cual mucho se ha escrito incluidas excelentes obras de la literatura universal, generan los más variados movimientos de protesta, que contribuyen al surgimiento del sindicalismo, el socialismo y el cooperativismo a comienzos del siglo XIX. Mientras en Inglaterra se desarrollaba la ciencia económica -con pensadores como Adam Smith- y se producía la Revolución Industrial, en Francia a lo largo del siglo XVIII, conocido como el Siglo de las Luces por la irrupción de una pléyade de pensadores que cambiaron el rumbo de las ciencias sociales y políticas (como Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Diderot y muchísimos otros), se desencadena con su contribución, uno de los acon46
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tecimientos más importantes en el mundo occidental de los últimos siglos: La Revolución Francesa de 1789. Con la Revolución Francesa se derrumba la tradicional concepción occidental sobre el origen divino de la autoridad estatal, provocando la humanización del poder político y el replanteamiento de las ideologías y doctrinas que sustentaban al Estado. Nociones como la del Contrato Social de Juan Jacobo Rousseau (1712-1778) se abrieron paso para consolidar la llamada democracia liberal. Además, en la extensa obra de Rousseau se hacen aportes importantes al valor de la solidaridad en el desarrollo de los pueblos”6. La Asamblea Nacional Francesa proclama los Derechos del Hombre y del Ciudadano y, con ellos, empiezan a dejarse atrás los vejámenes y abusos de autoridad. Las ideas de los Enciclopedistas y los principios de la Revolución Francesa contribuyen de manera esencial a la consolidación -en todo el mundode un variado ramillete de ideas revolucionarias de contenido socialista, anarquista, comunista y cooperativista. OWEN Y FOURIER SEÑALAN UN MUNDO ALTERNATIVO 7 Al iniciarse el siglo XIX, la Revolución Industrial se encontraba en pleno desarrollo en Inglaterra y se abría camino en los principales países de Europa occidental y en Estados Unidos. La Revolución Francesa también estaba en auge y Francia consolidaba sus conquistas sociales y políticas, con sus ideas libertarias extendiéndose por Europa y América, incluido nuestro país en el cual, desde 1792, operaban grupos inspirados en los principios de la Revolución de 1789. En medio de ese convulsionado mundo irrumpen dos brillantes personalidades, uno en Inglaterra, Robert Owen (1771-1858), y otro en Francia, Charles Fourier (1772-1837). Los dos, por primera vez en el devenir de las ideas sociales, con algunas diferencias de matices, hicieron radicales propuestas económicas, sociales y políticas para sustituir el modo de pro6 Rousseau, J. J. El Contrato social, Ed. Universales, Bogotá, s.f. 7 Parte fundamental de este numeral ha sido tomado de Arango J., Mario. Economía Solidaria, una altenativa económica y social, capítulo VI, Cooimpresos, Medellín, 2000.
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ducción capitalista por uno nuevo y sin antecedentes, orientado y dirigido por los trabajadores. Los proyectos económicos y empresariales de Owen y Fourier partieron del presupuesto de que los trabajadores deben ser los dueños de su propio destino, al transformarse en gestores empresariales, desconociendo las ideas predominantes de que los capitalistas eran indispensables en el mundo empresarial. La importancia de Owen y Fourier en el movimiento de los trabajadores la destacó Carlos Marx (1818-1883) en documento escrito para la inauguración de la Asociación Internacional de Trabajadores, acto realizado en Londres el 28 de septiembre de 1864, en el cual exaltó los logros alcanzados en Inglaterra por las cooperativas de producción y destacó con ello que la producción, al nivel de las exigencias de la ciencia moderna, podía prescindir de la clase de los patronos, porque el trabajador asalariado, al perder su condición de tal con su incorporación en el trabajo cooperativo, siendo asociado y dueño de su empresa, “cumple su tarea con gusto, entusiasmo y alegría”8. Marx reivindicó así la trascendencia del cooperativismo acercándose a la concepción que tenían Owen y Fourier sobre el trabajo libre y asociado. Las concepciones de Owen y Fourier sirvieron como fundamento para el desarrollo de doctrinas políticas, económicas y sociales que, desde entonces y hasta nuestros días, han inspirado los grandes cambios de la humanidad, orientados siempre a la institucionalización de una sociedad en la cual prime el respeto por los derechos sociales, por la equidad, la justicia social y la erradicación de la explotación del hombre por el hombre.
Robert Owen y sus aldeas cooperativas comunitarias
Sin duda alguna la figura de Robert Owen es una de las personalidades más atractivas del siglo XIX. Nació en Newport, región de Gales, en el seno de una familia de escasos recursos. Fue un reformador en los campos político, social, industrial y sindical. Se le considera con justicia el inspirador de los movimientos socialista y cooperativista del siglo XIX. 8 Marx, Carlos. Manifiesto Inaugural de la Asociación Internacional de Trabajadores, pp. 395-396, Obras Escogidas de Marx y Engels, T. I, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1955.
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Desde muy joven inició la carrera que lo convirtió en un solvente industrial, con una novedosa concepción empresarial. A los nueve años entró de aprendiz en un taller de paños en Mánchester, el más activo centro industrial de Inglaterra en ese momento. Luego, se vincula a una de las grandes hilanderías de la ciudad, en la que se destaca por su capacidad e ingenio que le permiten convertirse en socio de la empresa. Estando allí, se enteró de que en la aldea de New Lanark, Escocia, estaba en venta un grupo de fábricas textileras. Con dinero prestado adquirió las empresas en enero de 1800, es decir, a los veintinueve años de edad y empezó a poner en práctica sus teorías socialistas y cooperativistas. Entre 1800 y 1820 Robert Owen desarrolló un nuevo modelo de producción de hilados en New Lanark, que impresiona favorablemente a empresarios y políticos de Inglaterra y fuera de ella. Cerca de 2.500 personas de diferentes orígenes llegaron a constituir una colonia comunitaria modelo, en la cual no se conocía la embriaguez -entonces generalizada en la clase obrera inglesa-, ni la policía ni los asilos de pobres y menos la beneficencia pública. Sus trabajadores alcanzaron un inusual y alto nivel de vida, también se organizó la educación de los niños en escuelas a las que debían asistir a partir de los dos años de edad. Con jornadas de trabajo de sólo diez y media horas, cuando lo normal eran trece y catorce, llegó a obtener una producción textilera sin antecedentes, pues con sólo dos mil quinientos obreros produjo lo que cincuenta años atrás necesitaba una mano de obra de sesenta mil personas. Todo lo anterior gracias a su aldea cooperativa, Villages of cooperation, como él la llamaba. Su éxito lo llevó a proponer las aldeas cooperativas como un camino para superar la pobreza y alcanzar una sociedad justa. En 1824 intentó realizar su experimento en los Estados Unidos pero fracasó por diversas circunstancias y regresó a Inglaterra en 1829, con nuevas ideas e iniciativas en el campo social, a pesar de sus fracasos económicos y que ya había tenido que vender a New Lanark, pues Owen tenía una voluntad de hierro.
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La alianza sindicalismo – cooperativismo para el cambio político
En 1833, por iniciativa de Owen, la recién fundada Unión General de Trabajadores de Inglaterra incorporó entre sus objetivos el de impulsar un nuevo orden social cooperativo. En el mismo año se realizó en Inglaterra un Gran Congreso Cooperativo, en el cual Owen presentó un completo plan para la unidad de la clase obrera con miras a la búsqueda del nuevo orden cooperativo mediante una intrépida acción de los trabajadores, que consistía en negarse a continuar trabajando bajo el sistema capitalista. A raíz de esa iniciativa, nace en 1834 la Gran Unión Nacional de Sindicatos, al tiempo que se lucha por la jornada de ocho horas. Owen fue presidente de esa central obrera. El auge del movimiento sindical y cooperativista de comienzos del siglo XIX, así como los primeros planteamientos clasistas y cooperativistas de Robert Owen, contribuyeron al surgimiento de diversas teorías anticapitalistas y marcadamente solidarias, especialmente en Inglaterra.
Los revolucionarios falansterios de Fourier
Francis-Marie Charles Fourier pertenecía a una familia de comerciantes de clase media, arruinada durante la Revolución Francesa. Se le considera, junto con Robert Owen, como uno de los pioneros del socialismo y del cooperativismo. Fue un crítico demoledor de la llamada civilización europea, consolidada con las revoluciones industrial y francesa. En su obra Teoría de los cuatro movimientos y de los destinos generales publicada en 1808, señalaba que los infortunios creados por la sociedad industrial como la indigencia, la privación del trabajo, el agio, los éxitos del fraude, el monopolio comercial y muchos otros, nos hacen dudar de si tal sociedad "no será una calamidad inventada por Dios para castigar al género humano”. A continuación se preguntaba: “¿Puede haber algo más imperfecto que esta civilización que arrastra consigo todas las plagas?” ¿Hay algo más digno de duda que su necesidad o preservación en el futuro? Y agregaba: “Hay que aplicar la duda a la civilización industrial, dudar de su necesidad, de su excelencia, de su permanencia. Mientras dure la actual civilización, nuestros prodigios científicos serán más nefastos que útiles para la 50
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felicidad”. Le desagradaban la producción en gran escala, la mecanización y la centralización en todas sus formas9. Sus planteamientos de un nuevo orden social se fundamentan en comunidades de trabajo llamadas falansterios, del griego “phalanx” (falange, cuerpo de soldados de la antigua Grecia), que no fueran ni muy grandes ni muy pequeñas, agrupadas bajo el principio de la libre elección de las actividades a desempeñar en cada una. Para Fourier, como buen francés, la felicidad se alcanzaba con muy poco: comer bien, beber bien, cultivar el espíritu y hacer el amor. Y todo ello se podía lograr en el falansterio. PROUDHON: IDEÓLOGO DEL MUTUALISMO 10 Una de las organizaciones solidarias más antiguas es la del mutualismo, pues se remonta a la Edad Media, en la época de las guildas o cofradías de artesanos. Pierre Joseph Proudhon (1809-1864), nació en la ciudad francesa de Besanzón y fue un autodidacta que en sus primeros años ejerció oficios humildes, siendo uno de los pocos líderes revolucionarios del siglo XIX de origen popular. En 1840 publicó su Primera Memoria sobre la propiedad, seguida por la segunda y la tercera en 1841 y 1842, respectivamente. Consideradas dichas publicaciones como subversivas, es encarcelado por un período breve. Su producción intelectual supera los treinta volúmenes, destacándose la que se considera su principal obra: Idea general de la revolución en el siglo XIX. El papel de Proudhon en el movimiento social y político del siglo XIX fue destacado. Fue el primero en introducir el término anarquismo en el lenguaje político y se le considera como uno de los precursores del moderno mutualismo. 9 Fourier, Charles. La Teoría de los cuatro movimientos y de los destinos generales, Barral Editores, Barcelona, 1984. 10 Entre las obras de Pierre Joseph Proudhon se destacan: El principio Federativo, Ed. Sarpe, Madrid, 1985 y ¿Qué es la propiedad? Ed. Orbis, Barcelona, 1983. Para este punto se han tomado también conceptos de G.H. Cole, Obra citada, Tomo I.
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Su vocación revolucionaria lo acercó a Marx a mediados de la década de 1840, pero luego se distanciaron. Llegó a tener influencia importante en el movimiento obrero francés de las décadas de 1850 y 1860 y en la Internacional Comunista en sus inicios. Fundamentó sus doctrinas sociales y económicas en dos pilares: •• La defensa de la individualidad. •• El ataque frontal a la propiedad privada capitalista. Proudhon hizo importantes aportes a la economía social: Rechazaba la obtención de renta sin trabajo, a la cual oponía el principio de igualdad de los hombres en el trabajo, el principio de reciprocidad de servicios o mutualismo entre los hombres, que fundamentaba en el intercambio de bienes y servicios. Es uno de los precursores del moderno sistema mutualista que tomó auge desde mediados del siglo XIX, como una relación basada en la ayuda mutua. Abogó por la creación de asociaciones de hombres libres que garantizaran la libertad y la igualdad. En concordancia con sus teorías, promovió la creación de bancos mutuales o bancos de cambios, que descansaban sobre dos presupuestos: De una parte, los propios clientes del banco lo financian mediante la suscripción de acciones y, de otra parte, el interés del dinero otorgado como crédito, se reduce a las cifras estrictamente necesarias para cubrir los gastos. De esta práctica debiera resultar una profunda transformación de las relaciones entre el capital y el trabajo, con los bancos emitiendo billetes de crédito para garantizar el intercambio de productos y haciendo préstamos como adelanto a la producción, para permitir un intercambio a precios de costo. Proudhon funda uno de tales bancos en pleno proceso revolucionario de 1848, que sólo duró dos meses, ya que él mismo fue detenido. El crédito mutual de Proudhon tuvo gran acogida en el siglo XIX, siendo la base de los bancos cooperativos fundados por Schulze-Delitzch en Alemania. En la concepción proudhoniana de la nueva sociedad, las asociaciones deberían limitarse sólo a lo necesario para organizar industrias y servicios que las exigieran, pues era partidario de que la mayor parte de las actividades se realizaran en forma individual o familiar. Sin embargo, reconoció 52
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la posibilidad de organizar asociaciones en pequeña escala, en forma de cooperativas, cuando ello fuera absolutamente necesario, pero sin menoscabar la independencia del individuo. En estos casos, las cooperativas eran para él un mal necesario. KOLJOS Y COMUNA, RUTAS CONTRA EL ATRASO 11 Dos modelos de organización socioeconómica exitosos en el siglo XX se fundamentan en las cooperativas: El Koljos soviético (cooperativa agraria) y la Comuna Popular, inmensa cooperativa agroindustrial china que contribuyó al resurgimiento del pueblo chino.
Koljos soviético: respuesta a un milenario feudalismo
Con el triunfo de la Revolución Bolchevique en 1917, se organiza el primer Estado inspirado en las tesis comunistas de Carlos Marx y Federico Engels, adaptadas por Vladimir Ilich Lenin (1870-1924) a las condiciones de la Rusia zarista. Uno de los más angustiosos problemas que afrontaron los revolucionarios rusos fue el ancestral atraso del campo, en el que predominaban formas de explotación y sometimiento feudales y precapitalistas. Coexistían los grandes terratenientes con los campesinos medios, llamados kulacs, y los campesinos pobres o mujiks. El nivel tecnológico era muy bajo y en amplios sectores sólo había una producción de subsistencia, con marcados rasgos de la antigua servidumbre. El Partido Bolchevique triunfante era de base obrera, lo que responde a la lógica de los planteamientos marxistas sobre el proletariado como el sector líder de la revolución socialista. Por ello no era fácil llevar las reformas socialistas al campo ruso, lo que llevó a plantear dos formas empresariales para los sectores agrarios: los Sovjoses y los Koljoses. Los primeros eran empresas estatales agrarias, establecidas con base en la propiedad territorial de los grandes y medianos latifundios; en ellas los campesinos eran 11 Este numeral ha sido elaborado con base en: Arango, Mario Economía Solidaria, una alternativa económica y social, CAPÍTULO X, Coimpresos, Medellín, 2000; Moreno Gómez, Óscar. El Estatuto modelo del Koljos, U. Jorge Tadeo Lozano, Bogotá, 1974; Tamames, Ramón. El siglo de la China, de Mao a la primera potencia mundial, Editorial Planeta, Barcelona, 2008; Xiao Zhou, Kate. El poder del pueblo, Ediciones Bella Terra, Barcelona, 1998; Piedrahita Cardona, Jaime. Colombia: una revolución siempre aplazada, CAPÍTULO 40, La China Popular, un modelo aleccionador, Hombre Nuevo Editores, Medellín, 2011.
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simples asalariados. En cuanto a los Koljoses, constituían la versión soviética del cooperativismo agrario. En 1927, diez años después de iniciada la Revolución, el XV Congreso del Partido Comunista Soviético bajo la dirección de José Stalin (18791953), señaló que era necesario plantear como tarea primordial y a partir de la agrupación de los campesinos en cooperativas, el paso de las economías campesinas diseminadas al cauce de la gran producción, apoyando y estimulando por todos los medios las iniciativas del trabajo agrícola socializado. Los resultados de la nueva política cooperativa soviética hacia el campo no se hicieron esperar y entre 1929 y 1932, se organizan 211.000 pequeñas granjas cooperativas (koljoses), que ya en 1933 agrupan quince millones de campesinos, frente a 400.000 en 1928, trabajando en 10.5 millones de hectáreas. Luego Stalin impulsa la integración de los pequeños grupos cooperativos en grandes haciendas cooperativas, que en 1953 eran 91.000 y en 1957 se habían reducido a 76.000, pero eran propietarias de entre 15.000 y 18.000 hectáreas cada una. En la concepción stalinista, la economía nacional estaba conformada por dos sectores básicos: La industria estatizada y la agricultura koljosiana; con las cooperativas agrarias jugando un papel esencial para sacar el campo ruso de su ancestral atraso y continuando como instrumentos muy importantes en la economía rusa, aún después de la caída del socialismo. La experiencia cooperativa soviética en el sector agrario constituye el gran aporte del socialismo soviético al cooperativismo, pues por primera vez en la historia se realiza una experiencia exitosa a gran escala con cooperativas de producción. Con la caída del régimen soviético en 1992, Rusia entra en un proceso de reformas económicas orientadas hacia una economía capitalista. Sin embargo, el antiguo campo soviético en la nueva Rusia sufre pocas transformaciones de fondo y la economía koljosiana subsiste bajo diversas formas asociativas y familiares.
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La comuna China: un salto renovador
El comunismo soviético y el chino presentan diferencias que han sido remarcadas por algunos analistas. El modelo soviético ya desapareció, en tanto que el modelo chino ofrece cada día desconcertantes sorpresas. El Partido Comunista de la URSS se formó en el exilio y la conspiración, atado a su ortodoxia ideológica, puritana y absolutista. En cambio, el Partido Comunista Chino tuvo un origen distinto porque se forjó en la guerra, primero en la civil y luego en la de liberación nacional del yugo japonés. Su fuerza, su movilidad, su realismo, su facultad organizativa y su capacidad de enfocar con entera claridad las metas estratégicas, son parte importante de sus características. El perfil propio de la Revolución China aunado al pragmatismo de su mentalidad oriental, le ha permitido modelar empresas autogestionarias muy peculiares, en un socialismo con ruta propia que se ha ido adaptando a los cambiantes tiempos para transformar a China en la segunda potencia mundial, al empezar el siglo XXI. La estrategia china se ha fundamentado en el principio maoísta de “ir todo lo lejos posible por medio de pasos cortos, seguros y bien calculados”. Por ello se ha salido de todos los esquemas y predicciones de los analistas occidentales. Esta política aplicada al cooperativismo agrario hizo posible que los chinos involucraran en el movimiento cooperativo, sin traumatismos sociales como en la URSS, a los más amplios sectores, desde los campesinos desposeídos de tierra hasta antiguos terratenientes, campesinos ricos y medios. En 1955 el Presidente Mao Tse Tung (1893-1976) señaló las directrices del cooperativismo chino12: “Algunos de nuestros camaradas no han reflexionado sobre la interdependencia de los dos factores siguientes: la industria pesada, el eslabón más importante de la industrialización socialista que suministra a la agricultura tractores y máquinas agrícolas, abonos químicos, modernos medios de transporte, petróleo y energía y la cooperación agraria. Estos medios sólo podrán utilizarse en vasta escala sobre la base de una agricultura estructurada en grandes haciendas cooperativas”. 12 Tamames, Ramón. Obra citada, p. 78.
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En 1958 se dio el gran salto en el agro chino al integrar un promedio de treinta cooperativas por comuna, lo que permitió organizar 26.000 comunas con el 98% de la población rural y una población promedio de 25.000 asociados en cada una. El objetivo de las comunas fue el de integrar las cooperativas de base en procesos industriales y agrarios, a través de las empresas asociativas autogestionarias que conservaron los principios fundamentales del cooperativismo, contribuyeron a elevar la productividad y mejoraron las condiciones de vida de campesinos y proletarios, mediante la revolución tecnológica en el campo. El ascenso al poder de Deng Xiao Ping (1904-1997) a finales de la década del setenta provoca nuevos y profundos cambios en el gran país asiático, concordantes con sus políticas de flexibilización y realismo. Como resultado se consideró que las grandes comunas ya habían jugado un papel fundamental en la introducción de nuevos patrones culturales en el agro chino. En consecuencia, se desarticulan las grandes comunas y se entrega el manejo de la tierra a los campesinos, siguiendo el principio marxista de que la tierra es de quien la trabaja. También, parte de las tierras de las antiguas comunas se entregan como propiedad colectiva a municipalidades y aldeas, continuando las comunas vigentes como poder político y administrativo. La experiencia china en el cooperativismo agrario y su proceso de integración llevado a cabo sin grandes traumatismos, constituye una de las experiencias más enriquecedoras en la historia del cooperativismo mundial y puso en evidencia la versatilidad del sistema, su capacidad creadora y sus posibilidades ilimitadas. Se trata de un complejo experimento social, económico y político digno de ser estudiado en forma rigurosa, para recoger sus enseñanzas. BAKUNIN Y LENIN: UNA SOCIEDAD FUNDAMENTADA EN COOPERATIVAS Resulta llamativo que dos sobresalientes revolucionarios rusos, Mijail Bakunin (1814-1876) y Vladimir Ilich Lenin (1870-1924), de épocas di56
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ferentes y con concepciones políticas revolucionarias pero radicalmente opuestas, hayan coincidido en que la futura sociedad comunista se fundamentara en cooperativas.
Con Bakunin, anarquismo inspirado en cooperativas 13
Sin duda alguna, la figura más sobresaliente del anarquismo militante ha sido el ruso Mijail Bakunin (1814-1876) por sus aportes teóricos, su recia personalidad, su carácter polemista, su activa y agitada vida política y por sus enfrentamientos con Carlos Marx en el seno de la Internacional Comunista. Pertenecía a una familia aristocrática rusa e ingresó, al igual que los jóvenes rusos de cuna noble, a la Escuela de Cadetes de San Petersburgo, en donde alcanzó el grado de oficial de artillería, carrera que abandonó en 1835 para lanzarse a toda suerte de lecturas, incluida la filosofía hegeliana. En 1840 viaja a Berlín y se acerca a la izquierda hegeliana y escribe sus primeros artículos para la prensa. En 1844 llega a París y entra en contacto con la intelectualidad socialista, conoce a Marx y a Proudhon. En 1865 se vincula a la recién constituida Internacional Comunista, a cuyo interior promovió la llamada Alianza para la Democracia Socialista, que le sirvió de apoyo en sus agrias polémicas con Marx alrededor de temas como el partido político de la clase obrera y la dictadura del proletariado. En 1872 Marx lo hizo expulsar de la Internacional. Murió en Suiza en 1876 acosado por sus acreedores. Para Bakunin, en la nueva sociedad, el Estado debe ser sustituido por una cadena de asociaciones sociales, organizadas de abajo hacia arriba. Sostenía que las asociaciones al igual que los individuos, deberían disfrutar de una libertad absoluta y que nadie tenía el derecho de impedir a los hombres que se asociaran con un fin cualquiera. Para él, la base de la organización política de un país era la comuna (barrio) absolutamente autónoma, representada por la mayoría de sufragios de sus habitantes. Ningún poder debería interferirla en sus actividades y en su administración interior. 13 Este numeral ha sido elaborado con base en las obras: Bakunin, Miguel. Estatismo y anarquía, Ed. Orbis, Barcelona, 1984; Bakunin, Miguel. Dios y el Estado, Ed. Piraña, Cali, 1972; Bakunin, Miguel. La libertad, Ed. Grijalbo, México, 1972; Bakunin, Mijail. Escritos de filosofía y política, dos volúmenes, Ed. Altaya, Barcelona, 1994 y Horowist, Irwing. Los anarquistas, Dos tomos, Alianza Editorail, Madrid, 1975.
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Cada comuna con el pleno derecho, sin ninguna sanción superior, a su ordenamiento legal y su propia constitución. En cuanto a las cooperativas, Bakunin tenía dos apreciaciones, según se tratara del capitalismo o del nuevo orden social. Criticaba a los socialistas pacifistas como Owen y Fourier, porque no creía que los trabajadores pudieran emanciparse del capital a través de las cooperativas, sin la lucha revolucionaria; pero le otorgaba a la solidaridad y al cooperativismo importancia bajo el capitalismo, para sembrar la semilla del futuro y hacer más soportable la existencia. Por ello señalaba: “Organicémonos, extendamos nuestra organización, pero al mismo tiempo no nos olvidemos de consolidarla a fin de que nuestra solidaridad, que es nuestro mayor poder, sea un día más real. Seamos cada día más solidarios en el estudio, en el trabajo, en la acción política y en la vida. Asociémonos en empresas comunes, en cooperativas, para hacer nuestra existencia más soportable y menos difícil. Formemos por todas partes esas asociaciones de consumidores, de crédito mutual y de producción, que capacitarán a los obreros en la práctica de los negocios y prepararán gérmenes preciosos para la organización del futuro”.
En cuanto al papel de las cooperativas en la futura sociedad anarquista concebida por Bakunin, éstas serían el fundamento de un nuevo orden internacional y la base sobre la cual fundamentar las nuevas sociedades. Bakunin ve en las cooperativas una forma de organización mundial general, afirmando que son un hecho moderno en la historia. Asistimos a su nacimiento y podemos presentir el inmenso desenvolvimiento que sin duda alguna tomarán y las nuevas condiciones públicas y privadas que surgirán en el porvenir. Es posible y muy probable que, sobrepasando cualquier día los límites de las localidades, provincias e incluso de los Estados actuales, le den su nueva constitución a la sociedad humana entera, repartida, no en naciones, sino en grupos industriales cooperativos. Mijail Bakunin retomó los más puros principios del cooperativismo y enriqueció el pensamiento solidario. Su nombre debe ser colocado al lado de aquellos que hicieron del cooperativismo un sueño realizable. Después de él, su discípulo Piotr Kropotkin aportó aún más a la visión anarquista del cooperativismo14. 14 Kropotkin, Piotr. La ayuda mutua, Ed. Madre Tierra, Móstoles, España, 1989.
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Precursor del anarcosindicalismo
Las tesis de Bakunin en torno a la acción revolucionaria de los sindicatos en la lucha contra el capitalismo, recibieron el nombre de anarcosindicalismo, corriente que alcanzó importantes adeptos en España, Estados Unidos y aun en Colombia. Es indiscutible que en los planteamientos sindicales y políticos de grupos como el Movimiento Obrero Estudiantil Campesino, MOEC, se refleja la influencia de las tesis anarcosindicalistas de Bakunin, quien retomó el principio proudhoniano de que la emancipación de los trabajadores era obra de los trabajadores mismos, del cual concluyó que ninguna organización política podía sustituir al movimiento revolucionario de masas ni dirigirlo. En la lucha revolucionaria da especial importancia a las huelgas, pues despiertan en las masas todos los instintos socialistas revolucionarios que cada trabajador posee en el fondo de su corazón. Las huelgas electrizan a las masas, dan nuevo temple a su energía moral y despiertan en su seno el sentimiento del antagonismo profundo que existe entre sus intereses y los de la burguesía. Y lo más importante: las huelgas despiertan entre los obreros la solidaridad de clase. Para Bakunin la lucha revolucionaria debía llevarse a cabo con asociaciones obreras, locales o regionales, en colaboración con otras organizaciones sociales. El pueblo, decía, tiene la gran capacidad de auto-organización, una gran fuerza superior a la de los gobiernos y clases dirigentes. Era partidario de promover la revolución universal porque sólo ésta tiene la fuerza suficiente para acabar y liquidar la poderosa organización del Estado burgués.
Lenin, de crítico a defensor del cooperativismo
Vladimir Ilich Lenin, el destacado teórico marxista ruso y fundador de la Unión Soviética en 1917, se ocupó del tema cooperativo tanto en las condiciones del capitalismo como bajo el socialismo, en numerosos escritos publicados entre 1904 y 1923 y cuando se planteaban alternativas para la incorporación del campesinado ruso al proceso de construcción del Estado Soviético. 59
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En su obra A los pobres del campo publicada en 1904, Lenin afirmaba que las cooperativas en el campo sólo sirven finalmente a los intereses de burgueses y terratenientes, lo cual explica el entusiasmo con que éstos las promueven15: “Todos los propietarios y todas las burguesías procuran atraer a su lado el campesinado medio, prometiéndole las más diversas medidas para mejorar su hacienda (arados baratos, bancos agrícolas, siembra de pastos, venta barata de ganados y abonos, etc.), así como haciéndole participar en toda clase de asociaciones (cooperativas, como se las llama en los libros) y asociaciones de labradores para mejorar las haciendas. Valiéndose de esto, la burguesía se esfuerza por desviar de la alianza con los obreros al campesino medio e incluso al pequeño y semiproletario, trata de llevarlos al lado de los ricos... El que diga que las loterías son ventajosas para el pueblo, no hace más que engañarlo. Lo mismo engaña al campesinado el que promete librarlo de toda miseria y de la necesidad mediante cooperativas de toda clase...”.
En el período prerrevolucionario y en los primeros meses del Poder Soviético entre 1917 y 1918, Lenin no menciona la alternativa cooperativa para el campo. Pero en diciembre de 1918, en discurso ante el Primer Congreso de Secciones Agrarias, Comités de Campesinos y Comunas de toda Rusia, plantea las instituciones que pueden usufructuar la tierra, en orden de importancia: El Estado, las organizaciones sociales, las comunas agrícolas y las cooperativas agrícolas. Un año después, en diciembre de 1919, en su discurso ante el Primer Congreso de Comunas y Arteles Agrícolas, Lenin destaca que el Poder Soviético da gran importancia a los esfuerzos para convertir gradualmente la pequeña hacienda individual en hacienda colectiva bajo la forma cooperativa o artel, organización colectiva de la tierra, desde los comienzos de la Revolución de Octubre. Los arteles se transformaron después en koljoses (cooperativas agrarias). Más tarde, en el X Congreso del Partido Comunista Soviético celebrado en marzo de 1921, Lenin destaca el papel de las cooperativas en el intercambio comercial local16: “Realizado el intercambio económico local, nuestro programa subraya que el mejor aparato para la distribución es el cooperativismo que nos ha quedado del capitalismo, y que es preciso conservar este aparato”. 15 Lenin, V. I., A los pobres del campo, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1954. 16 Ibídem
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Lenin: cooperativismo, fundamento de la sociedad socialista
En 1923, poco antes de su muerte, Lenin publicó en el periódico Pravda de Moscú su conocido artículo Sobre la cooperación, haciendo precisiones sobre el tema y abogando por la organización de toda la población en cooperativas. Decía17: “Me parece que no prestamos atención suficiente a la cooperación. Es poco probable que todos comprendan que, a partir de la Revolución de Octubre, la cooperación adquiere en nuestro país una importancia verdaderamente extraordinaria. En los sueños de los viejos cooperadores hay mucha fantasía. Pero ahora... mucho de lo que parecía fantástico, incluso romántico y hasta trivial en los sueños de los viejos cooperadores, se convierte en una realidad sin artificios. En efecto, siendo la clase obrera dueña del poder del Estado y perteneciendo a este poder estatal todos los medios de producción, en realidad sólo nos queda la tarea de organizar a la población en cooperativas”.
En el mismo artículo, Lenin hace una defensa del cooperativismo como elemento fundamental para construir la sociedad socialista, critica a quienes menosprecian la cooperación y propugna por un cambio cooperativo que garantice la efectiva participación de la población; solicita que se le concedan una serie de privilegios al sistema cooperativo y no vacila en afirmar que “el régimen de los cooperadores cultos, es el régimen socialista”, al afirmar en forma contundente18: ”Si pudiéramos organizar en cooperativas a toda la población, ya estaríamos con ambos pies en el suelo socialista. Pero esta condición, la de organizar a toda la población en cooperativas, lleva aparejado en sí tal grado de cultura de los campesinos, que esa completa cooperación es imposible sin una revolución cultural”.
Como observamos, la actitud de Lenin frente al cooperativismo y su papel en la construcción de la sociedad socialista, evolucionó hasta el punto de considerarlo como uno de los componentes de la nueva sociedad.
17 Lenin, V.I. Sobre la cooperación, en La alianza de la clase obrera y el campesinado, pp. 731 y ss., Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú. 1954. 18 Ibídem
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UN CAMINO PARA REFUNDAR EL COOPERATIVISMO En los sólidos y coherentes planteamientos de Bakunin y Lenin sobre el papel del cooperativismo en la construcción de la sociedad socialista, existe un rico bagaje doctrinario para contribuir a refundar el cooperativismo del siglo XXI, sumado a los aportes hechos a la economía solidaria por teóricos latinoamericanos como Luis Razeto, Manfred Max-Neef, José Luis Coraggio y otros. Al iniciarse el siglo XXI, frente al fracaso de los modelos económicos y sociales propuestos en el siglo XX, ante la imperiosa necesidad de encontrar un camino para superar los grandes problemas que afrontan los países de la periferia capitalista y aun los países altamente desarrollados, una de las alternativas viables continúa siendo el cooperativismo, que ya ha demostrado su eficiencia.
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DOS ALGUNOS APORTES AL DESARROLLO DE LAS FINANZAS SOLIDARIAS
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omo veremos con algunos modelos de ejemplos exitosos, en la historia del cooperativismo, el ahorro y el crédito han desempeñando un papel significativo en aspectos fundamentales como: •• El ahorro ha contribuido a promover desde la niñez una cultura en torno a su trascendencia, como un valor que contribuye al bienestar de las personas, a tener una vida ordenada. •• El crédito cooperativo ha sido en muchos países un apalancamiento para el fomento de un sector productivo, solidario y popular. LA EMBLEMÁTICA COOPERATIVA DE ROCHDALE 19
Hacia 1840 se distancian los conceptos de socialismo y cooperativismo que antes, bajo la influencia de Owen y Fourier, se identificaban. El cooperativismo toma un rumbo más gremialista que político. La conformación en Inglaterra en 1844 de la célebre Cooperativa de Rochdale, marca un hito en la nueva tendencia, reforzada por el movimiento cooperativo financiero alemán y las teorías sobre la República Cooperativa del economista francés Charles Gide (1847-1932). Los estragos ocasionados por la Revolución Industrial se habían aminorado al iniciarse la década de 1840, entrando Inglaterra en un período de relativa tranquilidad social, cuando se abre camino un nuevo movimiento cooperativo, desligado de las concepciones socialistas y comunitarias owenianas y de las teorías de los economistas anticapitalistas.
19 Sobre el tema ver: Eguía Villaseñor, Florencio. Los principios del cooperativismo, de Rochdale a nuestros días, Confederación Mexicana de Cajas Populares, México, 1991 y Holyoake, Georges. Historia de los Pioneros de Rochdale, Buenos Aíres, Intercoop, 1975.
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A mediados de 1843 un grupo de trabajadores de la localidad de Rochdale, en Inglaterra, antiguos militantes del movimiento de Owen, comenzaron a discutir sobre un tipo de asociación orientada a la venta de artículos de consumo. Luego de diversas discusiones y planteamientos de nuevas fórmulas asociativas, el 28 de octubre de 1844 inscribieron en el registro de sociedades la Sociedad de los Justos Pioneros de Rochdale, con veintiocho asociados y un capital de veintiocho libras, suma modesta para la época. El 21 de diciembre de 1844 inició sus operaciones con la apertura de un almacén en el Callejón del Sapo, Villa de Rochdale, en el condado de Lancaster. Con el ejemplo de la Cooperativa de Rochdale, las cooperativas de consumo y de ahorro y crédito avanzan rápido a partir de la década de 1850, porque entre los trabajadores de fábricas y minas aumentan los ingresos en forma considerable. Pero lo que hizo pasar a la historia la Cooperativa de Rochdale, fueron los siete principios que esbozó y desarrolló, que son el fundamento del cooperativismo de inspiración europea, orientado por la Alianza Cooperativa Internacional, aci. EL EXITOSO Y VIGENTE COOPERATIVISMO FINANCIERO ALEMÁN 20 Como vimos, durante la primera mitad del siglo XIX las ideas socialistas y anticapitalistas tuvieron su epicentro en Francia e Inglaterra. En Alemania la situación fue bien distinta, ya que no contaba con una tradición revolucionaria ni había entrado en un proceso acelerado de cambios sociales y económicos, como tampoco había desarrollado un activo proletariado industrial. Como resultado de la poca actividad socialista, sindical y revolucionaria en la Alemania de esa época, el cooperativismo tampoco registró mucho desarrollo. Las primeras iniciativas cooperativistas exitosas en Alemania surgen a finales de la década de 1840 y se materializan por 1850, gracias a Hermann Schulze-Delitzch (1808-1883) y Guillermo Raiffeisen (1818-1888), quienes orientaron sus esfuerzos para conformar cooperativas de ahorro y crédito, entre caracterizados sectores de las clases media y pequeño burguesas como agricultores, artesanos y pequeños empresarios. El cooperativismo 20 Sobre el tema ver: Braunmann, Franz. Raiffeisen. Confederación Mexicana de Cajas Populares, México, 1988.
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alemán, en consecuencia, no tuvo ese ancestro socialista y proletario de los cooperativismos inglés y francés. Guillermo Raiffeisen, de una familia de burócratas de la región de Renania, se vincula a la administración pública como alcalde de Weyerbush en 1845, cargo en el cual fue impactado por los estragos ocasionados en las economías campesinas por los préstamos usurarios. Primero promovió asociaciones filantrópicas para ayudar a las familias campesinas más pobres y luego, a partir de 1864, se lanzó a la fundación de cooperativas de crédito rurales, que fueron la base para impulsar diversas cooperativas comercializadoras de productos agropecuarios. A Raiffeisen se le reconoce como el padre del cooperativismo de ahorro y crédito alemán y las cajas de ahorro y crédito, más conocidas como las Cajas Raiffeisen, llegaron a ser modelo de su tipo en el mundo, como elemento esencial de la economía para pequeños y medianos campesinos, pues integraron las actividades de ahorro y crédito con las de aprovisionamiento y mercadeo, dando origen a un amplio y poderoso movimiento cooperativo federativo. Alemania en la actualidad, se caracteriza en su economía por ser un Estado industrial moderno. A su desarrollo económico contribuye desde hace más de 150 años el sector cooperativo, liderado por las cooperativas con actividad financiera. El cooperativismo financiero alemán es uno de los más poderosos y sólidos del mundo, gracias a sus auditorías y controles internos con supervisión estatal, pero sobre todo por sus procesos de integración, ya que se trata de un sector con un alto grado de cohesión, en el cual todas sus organizaciones se afilian -por ley- a una Federación de Cooperativas, respetan los principios de regionalidad y territorio de las cooperativas de base y de subsidiaridad entre los tres pisos: Cooperativas locales (primer piso), un banco cooperativo central a nivel regional (de segundo piso) y uno a nivel nacional, el DZ Bank (tercer piso). En Alemania existen más de 1.200 bancos cooperativos, vinculados al Grupo Raiffeisen y que son, en lo operativo, bancos universales que ofrecen en 65
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la misma entidad todos los servicios financieros, con una amplia gama de operaciones permitidas. Desde la ley, son cooperativas por su naturaleza jurídica. EL EJEMPLARIZANTE COOPERATIVISMO DE AHORRO Y CRÉDITO EN NORTEAMÉRICA 21 En Norteamérica, tanto en Estados Unidos como en Canadá, el cooperativismo, en especial el de ahorro y crédito, juega un papel fundamental en el desarrollo económico y social.
El influyente cooperativismo en Estados Unidos de América
Los orígenes del cooperativismo estadounidense se remontan a 1825, cuando Robert Owen visitó a los Estados Unidos para constituir su aldea cooperativa Nueva Armonía, en el Estado de Indiana. En la década de 1840, discípulos de Charles Fourier fundaron 29 falansterios. Sin embargo, las anteriores iniciativas tuvieron corta vida. En 1848, discípulos del ideólogo comunista Etienne Cabet dieron vida en Illinois a su República de Icaria, que subsistió hasta 1895. Aunque en Estados Unidos el cooperativismo no ha tenido la importancia económica y social que tiene en Canadá, sí ha existido un sólido cooperativismo en los sectores agropecuario, de servicios públicos (electricidad), y de ahorro y crédito, entre otros. En el de ahorro y crédito los Estados Unidos ejercen un importante liderazgo. La primera caja popular cooperativa fue creada en 1908 en New Hampshire por el canadiense Alphonse Desjardins (1854-1920); en 1909, el Estado de Massachusetts expidió la primera legislación para legalizar las uniones de crédito cooperativo, a instancias de Edward A. Filene (1860-1937), acaudalado e influyente empresario de Boston, quien había conocido las cooperativas de ahorro y crédito en Calcuta (India) en 1907. 21 Este numeral ha sido elaborado fundamentalmente con base en: Arango Jaramillo, Mario. Manual de cooperativismo y economía solidaria, capítulo VII, Universidad Cooperativa de Colombia, Medellín, 2001; Coady, M. M. Dueños de su propio destino, Editorial Intercoop, Buenos Aires, 1964; Dublin Jack, Uniones de crédito, Editorial Roble, México, 1969 y Villancourt Yves y otros. El caso Quebec: la frágil emergencia de una nueva regulación solidaria, U. de Buenos Aires, F. de Ciencias Económicas, 2002.
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A Filene se debe la paternidad del término credit union, porque las organizaciones que pretendía impulsar buscaban dos objetivos: Salvar a los trabajadores de los usureros que les otorgaban créditos a altas tasas de interés y promover una organización liderada por ellos mismos, que en ese entonces eran conocidas como unión, por lo cual se llamaron credit unión. Los líderes nacionales de las uniones de crédito se reunieron en Estes Park, Colorado, el 11 de agosto de 1934 y allí crearon una federación de uniones de crédito que se llamó Credit Union National Association –cuna–, que reemplazó la Oficina de Promoción que ya había cumplido su tarea. En este evento, Edward Albert Filene fue llamado el Raiffeisen of America. Esta Asociación extiende su influencia a los países de América Latina, incluida Colombia, con posterioridad a la crisis mundial de 1929, a través de sus filiales cuna Internacional y cuna mutual, esta última como sociedad aseguradora, que en nuestro país estuvo representada por el organismo de segundo grado denominado uconal (Unión Cooperativa Nacional de Ahorro y Crédito). En un estudio publicado en 2009 por la oit a raíz de la crisis financiera en los Estados Unidos, se señala que el modelo de empresa cooperativa sobrevive a la crisis y constituye una forma de desarrollo sustentable que resiste, al tiempo que preserva el ingreso de la comunidades en que opera. Agrega que a pesar de las crisis, en los Estados Unidos las cooperativas financieras, incluidas las de ahorro y crédito, registraron un crecimiento debido a su mayor visibilidad, publicidad positiva y captación de cuentas que provenían de los bancos22.
Canadá: cooperativismo más desarrollado de occidente
En Canadá existe el cooperativismo más desarrollado de Occidente y el que más peso específico tiene en su entorno en la actualidad. La tercera parte de la población canadiense, más de nueve millones de personas, está asociada a cooperativas de ahorro y crédito y a cajas populares.
22 Entérese, boletín educativo de COOFINEP, edición 138, Medellín, diciembre 2011.
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Es de destacar que el cooperativismo de ahorro y crédito fue la base para el fomento y desarrollo del sólido cooperativismo canadiense de producción, distribución, consumo, seguros y servicios en general, que ha sido uno de los fundamentos del desarrollo económico canadiense. Pero el “milagro” del cooperativismo canadiense no es tal milagro, sino que es el resultado de la acción conjunta de amplios sectores sociales y de fuerzas organizadas desde la base, mediante un trabajo constante en educación, capacitación y formación para una cultura asociativa y de participación. Se destacan tres movimientos cooperativos y sociales que tomaron fuerza entre 1920 y 1940: el Movimiento Desjardins, iniciado en la provincia de Quebec; el Movimiento Antigonish, promovido desde la provincia de Nueva Escocia y el Movimiento de Saskatchewan, en la provincia del mismo nombre.
Ahorro y crédito, eje del cooperativismo quebequense
Los éxitos del cooperativismo canadiense y su protagonismo en la economía del país, están estrechamente ligados al Movimiento Desjardins, iniciado a comienzos del siglo XX en la provincia de Quebec por Gabriel Alphonse Desjardins (1854 - 1920), nacido en Levis, población cercana a la ciudad de Quebec. Desjardins se destacó como periodista, profesor y estudioso de las actividades comerciales, especialmente en el campo de los seguros. Sus lecturas lo llevaron a descubrir el cooperativismo a partir del inglés de ahorro, crédito y consumo, motivándolo a la promoción del modelo cooperativo, como camino para la superación de la miseria en su provincia. En 1900 crea en su ciudad natal la primera cooperativa de ahorro y crédito que denominó La Caisse Populaire de Levis, con lo cual dio inicio a un ascendente proceso de constitución de Cajas Populares. Entre 1907 y 1914 funda 146 cajas populares, urbanas y rurales. En 1960, el Grupo Desjardins inicia un proceso de modernización y de ampliación de sus servicios. Se constituyen dos nuevas sociedades: una fiduciaria y otra de financiamiento, para apoyar el desarrollo industrial de Quebec. En el período de 1990 a 2000 se hace un proceso de reingeniería 68
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en el Grupo, para afianzar su perfil cooperativo, pues algunas de sus empresas tenían un marcado contenido comercial. Se rediseñó la Red Cooperativa y se crearon los fondos de inversión. El liderazgo social del cooperativismo quebequense se manifiesta en que ha respondido, con prontitud y eficacia, a los retos planteados por la política neoliberal, que llevó al Estado a liberarse de sus compromisos con la población más vulnerable (infantes, ancianos y discapacitados), para entregarlos al sector privado. A partir de ello, se decide la creación de las empresas de economía social de ayuda doméstica, conformando 103 entre 1997 y 2001, para brindar asistencia a niños, ancianos y discapacitados.
El movimiento antigonish, novedosa propuesta autogestionaria
En Nueva Escocia, provincia de Canadá y antigua colonia inglesa ubicada en el suroriente del país, frente al océano Atlántico, Monseñor Michael Coady (1882-1959) promovió desde 1920 con otros sacerdotes, el llamado Movimiento Antigonish; uno de cuyos fundamentos es el cooperativismo de ahorro y crédito, con el mismo nombre del distrito de origen y donde se encontraba la Universidad San Francisco Javier, cuya tradición en programas para educación de adultos sirvió de base para la promoción de un rico experimento cooperativo. A partir del Departamento de Extensión de la mencionada Universidad, Monseñor Coady y sus colaboradores se lanzaron a una novedosa aventura cooperativa, motivados por los éxitos del cooperativismo inglés y del pensamiento social de la Iglesia Católica, que buscaba despertar en los sectores populares sus energías y capacidades para la constitución de sus propias empresas cooperativas. El programa constituye círculos de estudio de trabajadores, para proyectarlos hacia programas económicos mediante el trabajo en equipo y la ayuda de los más preparados hacia los menos capacitados. El mensaje era claro y así lo consigna monseñor Moses Michael Coady en su obra Dueños de su propio destino23: 23 Coady, M.M. Dueños de su propio destino, Editorial Intercoop, Buenos Aires, 1964.
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“Si el pueblo no empuja hacia adelante, tendrá que echarse para atrás y ceder sus posiciones. Además de sus ocupaciones diarias, la gente del pueblo debe hacer un trabajo extra estudiando y preparándose, a fin de crear instituciones que le permitan conseguir el control de los medios de producción. El dinero y los negocios no continuarán siendo aspectos más o menos misteriosos para ellos, por lo cual el pueblo debe capacitarse para defender su derecho a iniciar cualquier negocio que desee”.
La amplia visión que tenía monseñor Coady sobre el cooperativismo, se observa en su concepción sobre las relaciones que deberían articularse entre el sindicalismo y el cooperativismo24: “El establecimiento de cooperativas dará una nueva efectividad al sindicalismo. Los trabajadores se colocarán en una mejor posición para enfrentar a los patronos. Se echarán los fundamentos para la acción colectiva de los gremios en las empresas que son aún de propiedad privada”.
Las ideas de Monseñor Coady y del Movimiento Antigonish, han ejercido influencia en grupos cooperativistas e intelectuales de Colombia y otros países latinoamericanos. Por ejemplo, en honor de este ilustre sacerdote se constituyó en Bogotá -1958- por los dirigentes cooperativos Carlos Uribe Garzón y Rimel Serrano Uribe el Instituto M. Coady, que luego adoptó el nombre de indesco y posteriormente el de Universidad Cooperativa de Colombia. Es de destacar que los cooperativismos financieros alemán, canadiense y estadounidense han tenido una línea crediticia predominante hacia el fomento de la producción de bienes y servicios en empresas cooperativas y populares. En esta perspectiva se ha dado énfasis en Alemania y Norteamérica a los asociados con actividades productivas como granjeros, artesanos y pequeños y medianos comerciantes. En consecuencia, ha predominado el crédito de producción sobre el crédito orientado al consumo. Desafortunadamente esa no ha sido la línea predominante en el cooperativismo colombiano de ahorro y crédito.
24 Ibídem.
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SEGUNDA PARTE
Los vaivenes del Cr茅dito y la Especulaci贸n Financiera
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TRES CUANDO EL CRÉDITO SE HIZO NECESARIO “El dinero se crea, pero no desaparece; se transforma y cambia de poseedores”.
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urante su dilatado período como cazadores-recolectores, los grupos humanos disponían de pocos excedentes para la acumulación o el intercambio, asuntos que tampoco eran indispensables para la subsistencia en esa época. Es apenas lógico entonces, que no hubiera aparecido la necesidad del crédito en cualquiera de sus expresiones, por lo que no se había inventado. Al descubrir y desarrollar instrumentos de trabajo en grupos cada vez más numerosos y de relaciones más complejas, se elevan los niveles de producción y se inicia la acumulación de excedentes para el intercambio, después de la satisfacción de las necesidades grupales e individuales. Un resultado es el crecimiento de intercambios al interior de las comunidades humanas y el inicio de intercambios y relaciones comerciales intergrupales. En el llamado Viejo Mundo, el auge de las relaciones comerciales obliga al tránsito del trueque hacia el uso del dinero, agilizando el intercambio comercial, incrementando la demanda y producción de bienes de consumo, generando desde los cambios económicos, los cambios sociales propios del surgimiento de las clases burguesas que remplazan a los señores feudales y, a partir de la acumulación económica en pocas manos, son antagónicas de las clases trabajadoras, que son mayoría y sufren la escasez producida por el despojo y la explotación laboral. El resultado son las graves desigualdades y, para los que más necesitan, surge el requerimiento de préstamos en dinero, con lo que aparecen el crédito y las personas e instituciones especializadas en suministrarlo.
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CUANDO EL PRÉSTAMO A INTERÉS ERA PECADO La actividad del préstamo a interés, hoy universalmente aceptada, no siempre lo fue, siendo rechazada durante varios siglos por connotados pensadores y considerada como pecaminosa por la Iglesia Católica. Aristóteles, el más elevado exponente de la filosofía griega y uno de los precursores de la ciencia económica en Occidente, se ocupó en su obra Política del tema del préstamo a interés. En uno de los capítulos de la obra mencionada, Aristóteles hace énfasis en que existen dos tipos de economía: la economía comercial, con ánimo de ganancia y la economía familiar, que se fundamenta en la producción y consumo llevados a cabo por la unidad familiar. Aristóteles es partidario de fomentar la economía doméstica por los valores que genera y por fundamentarse en la familia. Al mismo tiempo, censura la economía comercial por ir en contra de la naturaleza y por hacer uso de la usura, que es la ganancia originada en el dinero en sí mismo, con lo cual el dinero pierde el objetivo para el que fue inventado, es decir, para facilitar el intercambio25: “Muy razonablemente aborrecida es la usura, porque en ella la ganancia procede del mismo dinero y no de aquello para lo que éste se inventó, pues se hizo para el intercambio y el interés, al contrario, por sí solo, produce más dinero”.
Esa concepción de Aristóteles, cuestionadora del préstamo a interés, corresponde a la visión que él tenía de una sociedad ideal, fundamentada en la economía familiar y que se hace realidad en una ciudad autosuficiente, que no tiene que recurrir al comercio con otras ciudades, lo cual excluye la necesidad del crédito, del préstamo a interés26. Durante la mayor parte de la Edad Media europea (siglos V al XV), predominó la visión económica de la escolástica, fundamentada en las tesis planteadas por San Alberto Magno (1193-1280) y su discípulo Santo Tomás de Aquino (1225-1274), quienes incorporan principios esenciales de Aristóteles al cristianismo del periodo feudal, entre ellos los relacionados 25 Aristóteles. Política, pp. 59-60, Ed. Atalaya, Barcelona, 1993. 26 Ibídem, p. 262.
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con el capital usurario y el préstamo a interés. Tomás de Aquino reinterpreta al destacado filósofo griego en su obra cumbre27. En la visión de Tomás de Aquino, por usura se entendía simplemente el cobro de intereses, sin importar la cuantía. Sin embargo, el quehacer diario lleva a quebrantar con mucha frecuencia dicha prohibición, por lo que hubo necesidad de recurrir a la figura de las indemnizaciones y a adoptar conceptos como los del lucro cesante y el daño emergente y la figura del riesgo corrido, aunque tales preceptos fueron aceptados en forma tardía, porque a finales de la sociedad feudal, se plantea que la usura sólo se prohibía desde la religión, pero no por la ley civil. Entonces, era un pecado condenado por Dios mas no por la Ley humana. La penalización religiosa al préstamo a interés durante la Edad Media por parte de la Iglesia Católica, tenía cierto fundamento en la realidad económica y social, pues durante esa época predominaban economías autárquicas y autosuficientes al interior de los feudos, en los cuales no se requería de circulación monetaria. Los campesinos eran autosuficientes para cubrir sus necesidades fundamentales y los señores propietarios de la tierra recibían de los campesinos el tributo a que éstos estaban obligados, en especie (productos de la tierra) o en trabajo. No olvidemos que muchos jerarcas de la Iglesia eran señores feudales. Lo anterior explica porqué las relaciones crediticias durante el largo período feudal van surgiendo en los burgos o ciudades, donde residen y ejercen sus actividades los comerciantes y los artesanos, quienes por estar inmersos en una economía mercantil, sujeta a diversas contingencias como la oferta y la demanda y la remisión de mercancías a lejanos sitios, requerían frecuentemente del crédito. FERIAS, JUDÍOS Y BANCARROTAS EN LA EDAD MEDIA El desarrollo de las ciudades en la Edad Media contribuye también a la creación de cofradías de artesanos y corporaciones de comerciantes, las que sumadas al incremento de la producción de la naciente industria y la 27 De Aquino, Tomás. Suma Teológica, Ed. Espasa Calpe, Madrid, 1985.
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actividad mercantil, dan origen a ferias en diferentes regiones de Europa occidental, en especial en los cruces de importantes caminos, como en el norte de Italia, en Holanda y Alemania; en ellas se congregaban artesanos y comerciantes de toda clase: artistas, señores feudales, príncipes y reyes y los famosos cambistas, que eran los traficantes de dinero. Su actividad era esencial para la operatividad de la feria, pues compraban y vendían toda suerte de medio circulante; además descontaban letras y otros documentos, recibían dinero a interés y hacían préstamos. Con estos cambistas medioevales se origina la banca moderna con la mayoría de sus productos. La sanción por parte de la Iglesia Católica a fieles que traficaran con dinero a interés, llevó a los comerciantes judíos casi a monopolizar dicha actividad, con lo que se transforman en los cambistas de las ferias medievales, ya que para ellos no era pecado y tampoco era una profesión socialmente rechazada. Tal vez allí se origina la marcada vocación de los judíos, desde hace muchos siglos, hacia las actividades del crédito y la usura, plasmada en forma magistral en grandes obras de la literatura universal como La Comedia Humana del francés Honorato de Balzac, El Mercader de Venecia del inglés William Shakespeare y en la literatura rusa, El Retrato y Taras Bulba de Gogol y Crimen y Castigo de Fedor Dostoievski. Los cambistas requerían del visto bueno de los directores de las ferias y, dada su importancia, se ubicaban en sitios claves y atendían desde un banco o banca. Cuando alguno de ellos se declaraba insolvente, el Director de la Feria, previa una especial ceremonia, llegaba con un gran martillo a su sitio de operaciones y destruía su banco o banca con la declaración pública de “bancarrota”, con lo cual no podía volver a ejercer su profesión. Grandes pintores plasmaron en sus obras a varios cambistas y banqueros como en El banquero y su mujer (1514) del pintor flamenco Quentin Massys, fundador de la escuela de Amberes. TEMPLARIOS: HISTORIA DE CRÍMENES Y FINANZAS En el devenir del mundo financiero occidental, hay páginas controvertidas y tenebrosas relacionadas con la Orden Religiosa y Militar del Temple, 76
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fundada en 1118 por nueve caballeros franceses, que durante 200 años fungieron como la institución financiera más poderosa de Europa y del Medio Oriente, prestando invaluables servicios a Papas y Monarcas, al igual que al cristianismo en general con la financiación de las Cruzadas que, a sangre y fuego, buscaban recuperar los lugares sagrados de Jerusalén. Poca atención le prestaron los Templarios a las bulas papales que condenaban el préstamo a interés. Las órdenes de caballería medievales se inspiraron en sociedades secretas de Persia basadas en los Misterios de Mitras, dios persa de la luz solar. El discurrir de los Templarios estuvo plagado de leyendas. Además desarrollaron numerosas actividades mundanas en su tránsito por las lejanas tierras de Palestina, como las actividades financieras con el dinero y el oro arrebatado a los musulmanes, controlando vastas posesiones y amasando la mayor fortuna de su época. Su desbordado poder financiero y la leyenda negra que los rodeaba, despertaron prevenciones, odios y envidias hacia los templarios. El Rey Felipe IV, el Hermoso de Francia, arruinado por las guerras contra ingleses y flamencos, abrumado por los créditos contraídos con los Templarios y escaso de dinero, hizo eco de las imputaciones criminales que se le atribuían y aprovechó la oportunidad para apoderarse de las riquezas de la Orden en 1307. Detuvieron a su Gran Maestre, Jacques de Molay (1240-1319) y a todos los caballeros que estaban en Francia y, después de un proceso ominoso, fueron condenados a morir en la hoguera. Luego presionó al Papa Clemente V para que suprimiera la Orden en 1312. La suerte final que tuvieron los templarios no ha sido el único caso en la historia de la banca y las finanzas del mundo, de Colombia y aun de Antioquia. La envidia frente a quien detenta el poder del dinero ha desatado toda suerte de conductas delincuenciales. Pero también es frecuente que el abuso del poder por parte de quienes controlan el mercado financiero, les genere toda suerte de enemigos. La complejidad de intereses y de poder del mundo bancario explica en gran medida que casi todas las crisis económicas se inicien en el sector financiero.
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REFORMA PROTESTANTE, APOYO DIVINO A LA USURA Entre los siglos XV y XVI se registran acontecimientos trascendentales en Europa Occidental, que cambian el rumbo al mundo. Los grandes descubrimientos geográficos, el Renacimiento, los inicios del modo de producción capitalista y la Reforma Protestante. Gracias a esta reforma, el protestantismo se convierte en el soporte ideológico y religioso de la burguesía, pues renueva o cambia posiciones cristianas, al abandonar la concepción medioeval que repudiaba el préstamo a interés y no veía con buenos ojos la acumulación de riquezas28. El reformador Juan Calvino (1509-1564) complementó las doctrinas de Martín Lutero (1483-1546), dándole a su protestantismo una aplicación más terrenal. Calvino interpretó su época: El surgimiento de las relaciones capitalistas y la ampliación ilimitada de los mercados, a raíz de los grandes descubrimientos geográficos. Por ello, en forma altiva, rehabilitó el papel del comerciante y del prestamista, al defender principios como los siguientes: •• El préstamo a interés no es pecaminoso y resulta conveniente para la sociedad. •• La riqueza no es nada sospechoso. •• El progreso moral va acompañado con el progreso económico. •• El trabajo es un generador de riqueza y una realización del espíritu divino. •• La pobreza no es una desgracia sino una vergüenza. Para darle fundamentación religiosa a estas tesis, Calvino se apoyó en pasajes del Nuevo Testamento como la Parábola de los Talentos. Al afianzarse el capitalismo en los principales países de Europa Occidental, en especial a partir de la Revolución Industrial, se desarrollan intensamente las relaciones capitalistas, el comercio, la moneda (papel moneda), la banca, el crédito y el préstamo a interés. La moral calvinista que penetró profundamente en la sociedad inglesa y norteamericana, representa una poderosa fuerza motriz hacia la acumulación de grandes capitales y la expansión del capitalismo. 28 Sobre el tema, una obra destacada: Weber Max, la Ética Protestante y el espíritu del capitalismo, Ed. Península, Barcelona, 1995.
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Las concepciones calvinistas contribuyen a la formación de una mentalidad triunfadora en el hombre norteamericano, que se expresa en buena parte de su literatura en sus producciones cinematográficas y televisivas y hasta en sus héroes de tiras cómicas y de aventuras (Tío Rico, Supermán, Batman, el Hombre Araña, etc.), lo cual representó una marcada diferencia con el hombre iberoamericano, que hasta el siglo XX sigue siendo educado en un cristianismo medioeval, con sus paradigmas culturales populares que exaltan la pobreza y el fracaso constante, como sucede con personajes paradigmáticos, representados en Cantinflas, el Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado, entre otros.
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CUATRO ANTIOQUIA COLONIAL: AGIOTISTAS, ALMAS BENDITAS Y DEMONIOS EL SUPUESTO ESPÍRITU JUDAICO DE LOS ANTIOQUEÑOS
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propósito de la vocación hacia el comercio, el préstamo y el agio por parte de amplios estamentos de la población antioqueña, existe en la literatura regional una amplia bibliografía que critica ese llamativo perfil del antioqueño. Veamos: El intelectual antioqueño y hombre de mundo Eduardo Zuleta (18621937), miembro de las academias de historia de Antioquia y de Colombia, en su obra Papeles viejos y nuevos, relata que en 1844 un cronista del periódico bogotano El Día se refirió en los siguientes términos a los comerciantes antioqueños radicados en Bogotá29: “¿Ves a esos solícitos y activos usureros, de rostro hebraico y corazón empedernido, amigos de su conveniencia y enemigos de la ajena, incapaces de complacer a nadie, ni aun a su misma familia? Pues reparadlos bien y apostad mil contra uno que descienden por línea recta de los miembros de esa raza deicida que, perseguidos por Felipe II, vinieron de polizontes a la América, ocultando su nombre verdadero y su origen…”.
Hay un difundido poema atribuido por algunos al emblemático poeta antioqueño Gregorio Gutiérrez González (1826-1872) y por otros a su amigo, el poeta y escritor costumbrista bogotano Manuel Pombo. Pombo visitó la capital antioqueña en 1851, en un frustrado viaje para ganarse el amor de una dama, siendo rechazado por su futuro suegro, quien no quiso confiar el destino de su hija y sus nietos a un poeta. Despechado, al despedirse de Medellín desde al Alto de Santa Elena, describe la ciudad en bellos 29 Citado por Ann, Twinam. Mineros, comerciantes y labradores: las raíces del espíritu empresarial en Antioquia: 1763-1810, FAES, Medellín, 1935.
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términos, pero a sus habitantes con palabras poco amables30: “De una ciudad el cielo cristalino brilla azul como el ala de un querube y de su suelo cual jardín divino hasta los cielos el aroma sube. Y en esa tierra encantadora habita la raza infame de su Dios maldita. Raza de mercaderes que especula con todo, y sobre todo, raza impía, por cuyas venas sin calor circula la sangre vil de la nación judía. Y pesos sobre pesos acumula al precio de honor su mercancía y como sólo al interés se atiende todo se compra allí, todo se vende”. LA COLONIA: EXPROPIACIONES Y VIOLENCIA Con el descubrimiento de América, la circunnavegación del África y el arribo de los europeos a las costas de China y Japón, se acelera el desarrollo del capitalismo mundial y se ensancha el comercio a límites no imaginados, creándose las bases para el incremento de la producción de mercancías y la quiebra definitiva de las relaciones feudales en la mayoría de los países de Europa occidental. El especial encanto del oro es resaltado por Cristóbal Colón al llegar a la isla de Jamaica31: “¡El oro es cosa maravillosa! Quien lo posee es amo de todo y hasta con él se pueden abrir las puertas del Paraíso”.
En el proceso de crecimiento acelerado de las relaciones capitalistas, el oro en su doble condición de base para el atesoramiento y de medio circulante (dinero), juega papel decisivo en las orientaciones de la conquista y colonización en el Nuevo Mundo, incluida la región antioqueña. Con razón señaló Marx32: 30 Juan Botero Restrepo. Don Gregorio de Antioquia, p. 70. Imprenta Municipal, Medellín, 1977. 31 Marx, Carlos. El Capital, T. I, p. 89, Fondo de Cultura Económica, México, 1981. 32 Ibídem, p. 638.
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“El descubrimiento de regiones auríferas y argentíferas de América, la reducción de los indígenas a la esclavitud, su soterramiento en las minas o su exterminio… tales son los procedimientos idílicos que señalan la era capitalista en su aurora”.
La conquista y la colonización hispanas en América están determinadas en sus inicios por la búsqueda y sometimiento violento de comunidades indígenas que poseían el oro acumulado en infinidad de bienes, que tenían para ellas un elevado valor de uso en el hogar (recipientes, vasos, elementos de cocina y otros usos), la decoración de templos y casas de habitación, el uso en festividades y ceremonias (máscaras, bastones, adornos, etc.), prendas para la persona humana (collares, orejeras, narigueras, peinillas para el cabello, etc.) e instrumentos artesanales (agujas, alfileres, herramientas para la minería). La variedad de objetos elaborados en oro con incalculable valor de uso para las comunidades indígenas, incluidas las antioqueñas, se explica porque los pueblos de América, por razones de orden geológico no tuvieron una “edad de hierro”, pero sí una floreciente “edad de oro”. Ello significó que, al ser despojados por los españoles de sus objetos de oro, son privados de valiosos bienes materiales acumulados durante años, que eran para su bienestar económico y espiritual. En esos bienes estaba el trabajo de varias generaciones. El despojo de ellos tuvo un grave impacto social y cultural, sobre el que poco se ha escrito. Las rutas para la conquista y colonización de Antioquia por parte de los invasores hispanos, siguieron los asentamientos indígenas que trabajaban el oro y las cuencas hidrográficas auríferas, lo cual explica la ubicación de los primeros asentamientos a orillas de los ríos Cauca, Porce y Nechí. Hay que señalar también que las comunidades indígenas de Antioquia, durante el periodo prehispánico, intercambiaban oro en polvo y objetos de oro con comunidades indígenas del norte, el oriente y el occidente, hasta hacerlos llegar a Centroamérica, en donde se perciben influencias de esta relación económica y cultural33. El actual territorio antioqueño estuvo cruzado por redes de caminos cuidadosamente empedrados, segmen33 Gutiérrez de Pineda, Virginia. Familia y Cultura en Colombia, p. 372, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1975.
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tos de los cuales aún se conservan, utilizados por los indígenas como vías comerciales. CRÉDITO ELITISTA Y EXPOLIADOR De los anteriores relatos históricos, se deduce que un prerrequisito para la aparición y la institucionalización del crédito, ha sido la existencia de un intenso intercambio mercantil y de una activa circulación monetaria. En nuestro país, durante el período colonial de casi tres siglos, la circulación monetaria se concentró en tres grandes polos: Santafé de Bogotá, Cartagena y Popayán. Sin embargo, el sistema monetario colonial era elitista, con una circulación monetaria limitada a una muy escasa moneda fraccionaria y una más reducida de monedas de plata. Las monedas acuñadas de oro sólo circulaban en los sectores de elevados ingresos. La primera acuñación de monedas en el Nuevo Reino de Granada se llevó a cabo en Santafé de Bogotá el 15 de septiembre de 1627 y cabe destacar que en las tres regiones mencionadas, donde existió la circulación monetaria, un elevado volumen del medio circulante era falso. El cronista de la Colonia Juan Rodríguez Freyle en su célebre obra El Carnero, recuerda que Juan Díaz, orfebre de la Calle Real de Santafé de Bogotá, no dejó candelero, bacinilla o cualquier objeto metálico que no fundiese y marcase como monedas, que pondría en circulación en la ciudad y sus alrededores34. A pesar de corresponder los tres siglos de la Colonia (del Siglo XVI al XVIII) a una época de desarrollo y consolidación de las instituciones crediticias en Europa, en nuestro país, por tratarse de una sociedad precapitalista, el crédito sólo alcanzó expresiones primarias, a causa del déficit monetario, la ausencia de monedas en muchas regiones como Antioquia y el bajo nivel de la circulación mercantil. En Santafé de Bogotá, Popayán y Cartagena, principales centros administrativos y políticos en la colonia, tuvo precario desarrollo el crédito público y privado.
34 Rodríguez Freyle, Juan. El Carnero, pp. 175-176, Ed. Bedout, Medellín, S.F.
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Las cajas reales eran los guardianes del Tesoro Real en las colonias. No sólo fueron captadoras de tributos e impuestos y generadoras de dinero, sino que constituyeron, conjuntamente con las Casas de Moneda, la única institución de crédito para el Estado colonial. Igualmente, el Estado colonial hizo uso frecuente de los empréstitos forzosos para afrontar necesidades fiscales. La unilateralidad de estos empréstitos conllevaba que, por lo general, no causaran intereses ni exigieran garantías. Los empréstitos recaían sobre los comerciantes, particulares adinerados y funcionarios públicos. Su periodicidad afectó la confiabilidad de las cajas reales, pues de ellas tomaba el Gobierno los préstamos, con base en el oro depositado que habían llevado allí los particulares para que fuera fundido, marcado y quintado. ÁNIMAS DEL PURGATORIO, FUENTES DE CRÉDITO En la Colombia colonial, la principal fuente de crédito privado, pero marcadamente elitista, fueron “las benditas ánimas del purgatorio”. Durante los casi tres siglos del periodo colonial, incluida la región antioqueña, era frecuente que personas acaudaladas, mediante testamento suscrito ante notario o autoridad pública competente, legaran bienes inmuebles o cuantiosas sumas de dinero para que, con sus réditos, se celebraran misas a favor de su alma o de todas las benditas ánimas recluidas en el Purgatorio. Para hacer viable la descrita voluntad del difunto, se constituía una fundación llamada Capellanía, representada por un cura o capellán al cual se adjudicaban los dineros y las propiedades legadas, quien tenía la responsabilidad de liberar las almas del fuego eterno del Purgatorio, celebrando misas o realizando obras pías. Para que el legado en poder de la Capellanía produjera los réditos necesarios para los propósitos señalados por el difunto, se instituyó un contrato llamado Censo, mediante el cual se entregaba el bien en arrendamiento, cuyo canon percibía el capellán. Si el legado era en dinero efectivo, se entregaba en calidad de préstamo a una persona de reconocida solvencia moral y económica, con un interés anual del 5%. Con dicho rédito, el capellán 84
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oficiaba las misas por el alma de quien hizo el legado. Así operaba aquella importante fuente crediticia en la Colombia y la Antioquia coloniales. A propósito de los legados a las ánimas del Purgatorio, hay una conocida anécdota del filósofo y escritor antioqueño Fernando González a quien, cuando se desempeñaba como juez municipal en Envigado, le correspondió conocer de una sucesión en la cual se donaba un cuantioso patrimonio a las almas en pena. Al proferir la correspondiente sentencia, el Maestro Fernando González consignó: “Solicítase a las ánimas del Purgatorio que se hagan representar en este juzgado con abogado titulado”. EN ANTIOQUIA, UN USURARIO CRÉDITO MERCANTIL Durante el dilatado período colonial, Antioquia fue una región marginal, con un mínimo desarrollo económico, comercial y social, debido a que su actividad económica se limitaba a una dispersa explotación aurífera en manos de mineros libres, con escasa mano de obra indígena, mínima presencia del Estado colonial y precarias vías de comunicación. El único sector económico activo era el de los comerciantes, que jugaban el papel de proveedores de diversos productos y artículos, prestamistas y rescatadores del oro, es decir, que adquirían el precioso metal de los mineros a través del trueque.
Inexistencia de medio circulante (dinero)
Un hecho llamativo y de trascendencia es que en la Provincia de Antioquia, durante casi tres siglos, no existió la circulación monetaria, lo que provocó graves anomalías de orden económico y social. Aunque es muy poca la información documental existente sobre el período colonial antioqueño en materia monetaria y crediticia, disponemos de un extenso informe que sobre el tema hizo el Visitador y Gobernador encargado de Antioquia entre 1785 y 1788, Juan Antonio Mon y Velarde35, 35 Informe hecho por el señor don Juan Antonio Mon y Velarde Oydor y Alcalde de Corte de la Audiencia y Chancillería Real del Nuevo Reyno de Granada, y visitador de esta provincia de Antioquia, al Exmo., Sor. D. Antonio Cavallero y Góngora, Virrey Governador y Capitán Gnal. Del Nuevo Reyno, Para el uso de la moneda en esta Provincia, Archivo Histórico Nacional, Virreyes, T. 6. Archivo Histórico nacional, Bogotá.
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que es uno de los documentos monetarios más coherentes y profundos del período colonial, pues hace certeros análisis sobre la importancia de la circulación monetaria para el comercio, la agricultura, la manufactura, el fisco y el bienestar general de Antioquia. Al mismo nos referimos enseguida, pues además de importante, es bastante desconocido. Mon y Velarde se quejaba de que la única especie monetaria que se conocía en Antioquia, en el comercio al por mayor y menor, era el oro en polvo. Pero, inclusive, revela que también diversas mercancías se utilizaban para el pago de salarios36: “Los operarios de haciendas (pues en las minas apenas los hay), arrieros y toda especie de jornaleros, se ven precisados a recibir la paga de sus jornales en ropa y otros efectos que acaso ni les acomodan, y son a precios excesivos…”.
¿Por qué no circulaba en Antioquia el dinero propiamente dicho, es decir, el acuñado? De acuerdo con dicho informe, la inexistencia de medio circulante o dinero en Antioquia, puede atribuirse a fenómenos como los siguientes: •• El predominio de una clase mercantil rescatadora de la producción aurífera y proveedora de mercancías a los mineros que, además, tributaba muy poco a la Corona, pues evadía el impuesto del quinto real37: “Los comerciantes, que son los recaudadores del oro, lo envían fuera de la Provincia, sin que tenga la más mínima circulación entre los habitantes y mineros, pues todos son feudatarios de los comerciantes y éstos de sus corresponsales en Santafé, Cartagena, Mompox y Santa Marta”.
•• En una sociedad como la antioqueña colonial, en donde predominaban el minero empobrecido, que trabajaba de sol a sol en busca del preciado metal y el comerciante usurero, la sobrevaloración del oro condujo hacia su atesoramiento, lo cual inducía a las gentes de Antioquia a comprar a crédito, pagando altos precios, antes que desprenderse del codiciado metal. Por ello, observaba el Visitador- Gobernador el codicioso espíritu que se apoderó de los antioqueños38: “Es tal la codicia que inspira el oro en Antioquia a los que lo poseen, que absolutamente los domina y quita toda libertad de usarlo en sus más 36 Idem, folio 912r. 37 Ibídem folio 910. 38 Ibídem, Fo. 912.
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preciosas urgencias. Sufren mil necesidades, primero que deshacerse de ese maldito ídolo, a quien tienen apegado el corazón. Es ciertísimo que siendo más elevados los precios al fiado que los de contado, prefieren comprar caro que barato, aun cuando tienen el oro que llevan consigo a la tienda y les falta resolución para verlo pesar. De ahí los enterramientos y ocultaciones subterráneos, de que hay varias y bien fundadas noticias…”.
EL GRAVOSO CRÉDITO DE CONSUMO En la Antioquia colonial predominaba el crédito de consumo, es decir, el otorgado por los comerciantes al no vender de contado sus mercancías. Al respecto señala Mon y Velarde las ruinosas y fraudulentas condiciones de ese crédito39: “Los pobladores de Antioquia experimentan el grave perjuicio de comprar siempre a precios caros y excesivos su vestuario y elementos para minas y haciendas porque siempre es al fiado, con plazos de un año y más. Cuando vence el término contraen la segunda deuda, acaso sin poder pagar la primera. Nada o muy poco se vende de contado y con dinero en la mano, lo más o todo es al fiado y con largo plazo. Se venden las cosas a un ciento por ciento y a más del precio de Cartagena, Honda o Santafé. El comerciante al ser el abastecedor del minero y del hacendado, disfruta del sudor de todos. En Antioquia está canonizado un hurto público contra el Rey y los particulares”.
La mayoría de historiadores de Antioquia le han dado al Visitador Mon y Velarde el ostentoso título de Reformador, el cual es inapropiado, pues las reformas que propuso no pasaron de ser buenas intenciones, pues además de no haber sido del agrado de mineros y comerciantes, las autoridades virreinales carecían de medios para imponer su autoridad y colocar en circulación el dinero requerido.
Nefastas consecuencias del oneroso crédito de consumo
El oneroso crédito de consumo predominante en la Antioquia colonial (Siglo XVI al XVIII) y la clara ausencia de adecuados canales crediticios 39 Ibídem, Fos, 914r, 915 y 925.
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produjeron en la región fenómenos como los siguientes: •• La acumulación del excedente económico en los grandes comerciantes, especialmente ubicados en Rionegro, Santafé de Antioquia y Medellín. •• La marginalidad y empobrecimiento absoluto de la dispersa población minera y, en general, de la población antioqueña. •• La ruina de pequeños y medianos campesinos, al igual que de artesanos. •• La escasez de alimentos. En Antioquia la producción agrícola era deficiente, por lo cual había que adquirirla en otras regiones, como en el caso del cacao, producto esencial en su dieta alimenticia. Al déficit de la producción agrícola contribuía el que las tierras propicias para la agricultura como los Valles de Aburrá y Rionegro, estaban acaparadas por propietarios españoles que las dedicaban a la ganadería40. •• El desplazamiento desde finales del siglo XVIII de campesinos, mineros y pequeños comerciantes hacia el sur de la provincia antioqueña en busca de tierras y mejores oportunidades de vida, que se incrementa a lo largo del siglo XIX, dando origen a la llamada colonización cafetera antioqueña. Es indiscutible que, en el empobrecimiento general de la población antioqueña durante el periodo colonial, con excepción de grandes y medianos comerciantes y algunos terratenientes de los Valles de Rionegro y Aburrá, jugó un papel fundamental la ausencia de canales de crédito justos y apropiados. EL DIABLO ACUDE EN AUXILIO DE LOS ANTIOQUEÑOS Desde el siglo XVII, cuando ya se registran rasgos definidos del llamado complejo cultural antioqueño, el diablo inspiraría un temor reverencial entre sus diferentes grupos poblacionales. Al respecto, el sacerdote antioqueño Humberto Restrepo señala que una creencia común entre negros, indios y españoles en Antioquia, era la del demonio41 en su versión africana, conocida como mandinga. También, nuestro más paradigmático escritor, el maestro Tomás Carrasquilla, en su obra sobre la minería antioqueña del siglo XVIII evoca la pre40 Ibídem, Fo. 912r. 41 Restrepo, Humberto. La Religión de la Antigua Antioquia, p. 28, Medellín, Ed. Bedout, S.F.
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sencia subyugante del diablo en aquella comunidad en formación42: “Esa negrería entreverada con esos españoles de entonces, más supersticiosos y fantásticos que cristianos genuinos, coincidía y empataba con africanos y aborígenes en el dogma del diablo y de sus legiones de espíritus medrosos”.
Sin embargo, en ese encuentro de demonios indígenas, españoles y africanos termina por imponerse el reinado de estos últimos, como lo anota Carrasquilla43: “Alguna vez el África, atropellada por los ladrones civilizados, raptores de sus hijos, debía imponérsele a los malvados, sino por las armas, por el poder de su psiquis tenebrosa”.
¿Por qué, en una región que se supone con valores católicos, se entronizó un extraño culto al demonio? A ello contribuyen varias circunstancias determinantes: •• En una población dispersa por una agreste y extensa geografía como la antioqueña, la presencia de los voceros de Cristo era precaria. •• A una población empobrecida, marginal y sometida a la tiranía de los comerciantes usureros, la religión católica sólo le ofrecía a quienes se alejaran del pecado, un paraíso después de la muerte. •• Al contrario de los dogmas católicos, las creencias religiosas practicadas por los esclavos negros traídos de África, ofrecían alternativas en la tierra, en vida, para afrontar con éxito la pobreza, los enemigos y alcanzar la riqueza material. Las creencias religiosas africanas se fundamentaban en la presencia de multitud de espíritus, bondadosos unos y perversos otros, que convivían con los humanos, quienes podían dominarlos y someterlos a su servicio mediante actos mágicos. Entre esos espíritus ocupaba un papel importante el diablo. Sometidos a la dominante voluntad de los comerciantes agiotistas, a los antioqueños más astutos y precavidos no les quedó otro camino que recurrir a contras, amuletos y talismanes. Aparecen entonces los famosos pactos con el diablo, las piedras con poderes sobrenaturales, los huesos 42 Carrasquilla, Tomás. La Marquesa de Yolombó, pp. 72-74, Ediciones Festival de Libro, Bogotá, 1959. 43 Ibídem, p. 91.
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mágicos y el llamado monicongo, la más nítida expresión de la demonología antioqueña, pues dio origen al ayudao, que es el antioqueño que no se deja asustar por cualquier espanto y que tiene poderes para derrotar a los espíritus malignos, a sus enemigos terrenales y alcanzar el éxito en las actividades que emprenda. El maestro Carrasquilla definió el monicongo en los siguientes términos44: “Un muñequito, algo chirringo, muy congo y muy zalamero, que uno carga y no deja que a uno le suceda cosa mala y que le salga muy bien todo lo que uno hace”.
Del culto a los demonios, al que recurren los antioqueños para liberarse de los onerosos créditos de los comerciantes, permanecen expresiones carnavalescas como la Fiesta del Diablo que se celebra en Riosucio, Caldas, o la Fiesta de los Diablitos que se realiza en Santafé de Antioquia, o expresiones de uso corriente como “mandinga sea” y “a la mano de Dios y a la pata del diablo”. NEGOCIADOS Y BANCARROTAS DE COMERCIANTES ANTIOQUEÑOS (1820-1920) A partir de 1820 los más destacados comerciantes antioqueños se residenciaron en la capital de la República, liderando actividades como las siguientes: •• Gestión de empréstitos para el gobierno con casas prestamistas inglesas, por su conocimiento del mercado británico. Algunos sobresalientes comerciantes como Francisco Antonio Zea, Francisco Montoya Zapata y Manuel Arrubla se vieron comprometidos en sonados negociados en torno a los cuantiosos créditos adquiridos para reconstruir el país, en el periodo post independencia. •• Prestamistas de comerciantes y financieros de la capital de la República. Santamarías, Arrublas y Montoyas, figuran en diversas actividades financieras, como la bancarrota de Judas Tadeo Landínez de 1841, la concesión de la navegación a vapor por el río Magdalena, el control de las exportaciones de tabaco de Ambalema, la construcción de vías, la destilación de aguardiente y en general en los grandes contratos rentables del siglo XIX. 44 Ibídem, p. 115.
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•• Financistas de la colonización antioqueña, especialmente la realizada en el suroeste del departamento de Antioquia. •• En la fundación de más de treinta bancos en diferentes ciudades y municipios del país. Su intensa actividad financiera los llevó a crear en Medellín el Banco Popular (1882), con la vinculación de destacadas familias de comerciantes antioqueños, como Ospina y Vásquez. El banco se lanza a toda suerte de especulaciones, que lo llevan en 1904 a una bancarrota con gran impacto en toda Antioquia y otras regiones del país. A propósito, un periódico de Medellín señalalaba45: “Ahora que está atravesando Medellín la terrible crisis bancaria preguntad: ¿Cuántos fueron los capitalistas que perdieron? Ninguno, se os dirá. Sólo los pobres que estaban haciendo sus economías cayeron a ese negro abismo”.
Por su parte el futuro Presidente de Colombia Carlos E. Restrepo comentó46: “Hemos gastado mucho y no hemos producido nada, luego la bancarrota era segura”.
Los mismos comerciantes e industriales que llevaron el Banco Popular a la bancarrota en 1904, promueven en 1905 en Bogotá la constitución del Banco de Sucre, que también se dedica a toda suerte de especulaciones, promoviendo inclusive algunas empresas comerciales en Estados Unidos. Este banco puede considerarse como precursor de los grupos financieros, pues se dedicó a las más variadas actividades, desde captaciones masivas, la promoción de empresas, ejecución de las primeras urbanizaciones, construcción de centros comerciales como el Pasaje Sucre en Medellín, hasta la especulación financiera en Wall Street. En octubre de 1920, a raíz de problemas en la Bolsa de Nueva York, se inicia la bancarrota de este complejo financiero antioqueño, que impactó al mundo bancario colombiano llevando a la quiebra otros bancos como el conocido Banco López (de Pedro A. López, padre y abuelo de dos futuros Presidentes de Colombia, Alfonso López Pumarejo y Alfonso López 45 El Antioqueño, Nº 39, Medellín, marzo 4 de 1905, Hemeroteca Biblioteca Nacional, Bogotá. 46 Periódico Vida Nueva, Medellín, septiembre 7 de 1904, Hemeroteca Biblioteca Nacional, Bogotá.
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Michelsen). A propósito de tal bancarrota comentan dos periódicos, de Medellín y Barranquilla: “¡Pobre gente! Cuántos pierden en un momento todos sus ahorros por querer enriquecerse en dos años47. Los grandes y pequeños capitalistas corren presurosos a retirar los depósitos de los bancos, derrumbando en una hora de irreflexible pusilanimidad, prósperas y poderosas instituciones que sostenían ayer”48.
Es interesante observar que muchos de los comportamientos de amplias capas de la población antioqueña del período colonial, como la vocación de comprar a crédito, así sea más caro, una marcada tendencia al atesoramiento y diversas conductas fraudulentas o ilícitas, como la evasión tributaria, el contrabando de mercancías o el engaño al cliente y el comercio en sus más variadas expresiones, se han prolongado hasta nuestros días.
47 La Defensa, Editorial, Medellín, octubre 29 de 1920. 48 República, Barranquilla, diciembre 24 de 1920
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TERCERA PARTE
Industrializaci贸n y Sindicalismo en Antioquia
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CINCO CUANDO EL SECTOR PÚBLICO PROMOVIÓ LA INDUSTRIALIZACIÓN DE MEDELLÍN
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on la conformación del mercado mundial capitalista a lo largo de los siglos XVI y XVII, se acelera la demanda de mercancías y en Inglaterra, país líder del naciente capitalismo, se intensifica la búsqueda de nuevas energías aplicables a procesos productivos. En 1765 el ingeniero escocés James Watt (1736-1810) perfeccionó la máquina de vapor que resultó un invento bastante práctico, pues se alimentaba con dos elementos abundantes en Inglaterra y en la mayoría de países, un combustible (carbón) y agua, que producen una fuerza motriz (el vapor de agua). En lo social se desencadenan trascendentales cambios: Aparece el proletariado como una dinámica clase social, mujeres y niños se incorporan masivamente al mundo laboral asalariado, crecen las ciudades, el desempleo se masifica. La Revolución Industrial hace parte de un complejo proceso político, económico y social, característico de Europa occidental y Norteamérica y que tiene relación con el concepto de Revolución burguesa, que se identifica con el de democracia burguesa, con raíces en burgos o ciudades de la Edad Media, donde se originan los grupos sociales precursores de la burguesía: Artesanos y comerciantes. El proceso de surgimiento, desarrollo e institucionalización de la democracia estuvo íntimamente ligado al advenimiento y afianzamiento de las relaciones capitalistas, en especial en el sector agrario, con la consecuente liquidación de las instituciones precapitalistas y el liderazgo de la burguesía en todas las actividades económicas. Sólo al consolidarse una economía capitalista como la cafetera y con la irrupción de una burguesía industrial como la antioqueña, se abren camino de nuevo las ideas liberales y democráticas, con la llegada al poder del partido liberal. 95
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El complejo proceso de la colonización antioqueña desembocó en una intensa producción cafetera, orientada a mercados internacionales y en una ampliación del mercado interno, con el subsiguiente desarrollo industrial del Valle de Aburrá; además, contribuyó en forma importante a la caída del régimen conservador (1882-1930) llegando al Gobierno del partido liberal, con una ideología de cambio reflejada en grandes transformaciones económicas, sociales, constitucionales y culturales. SERVICIOS PÚBLICOS DE MEDELLÍN, BASE PARA LA INDUSTRIALIZACIÓN La acelerada industrialización del Valle de Aburrá desde finales del siglo XIX, determinó que el Municipio de Medellín asumiera la responsabilidad de apoyar con recursos públicos dicho proceso, a través de la prestación de los diversos servicios públicos. Esta dinámica ha sido poco analizada al igual que el de la influencia que ejercieron los empresarios de la industria textil y los urbanizadores sobre el Concejo Municipal, para la estructuración de la empresa prestadora de los servicios públicos. En alguna ocasión afirmó el profesor Gerardo Molina, antioqueño y destacado académico e historiador del partido liberal, que resultaba llamativo que en el año de 1917, cuando Medellín consolidaba la estatización de todos sus servicios públicos, la Rusia Soviética apenas iniciaba su Revolución comunista con la proclama de Lenin: “electrificación más poder soviético, es igual a socialismo”. La municipalización de los servicios públicos en Medellín se inició bajo la gestión del Concejo Municipal del período 1911-1913, cuando el municipio asumió los servicios de aseo y el matadero público de ganado, este último ubicado en la base del Cerro Nutibara en el barrio Tenche y que subsistió hasta la década de 1950. En 1912 la municipalidad adopta el Plan para el Medellín del Futuro, elaborado por la Sociedad de Mejoras Públicas y con el objeto de crear condiciones para la “salubridad y hermosura de una ciudad populosa”.
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En 1917 el Municipio de Medellín adquirió la Compañía Antioqueña de Instalaciones Eléctricas y el Concejo Municipal expidió el acuerdo 78 de ese mismo año, que sería el germen de las Empresas Públicas de Medellín, ya que promovió el ente denominado Bienes Municipales, cuyo primer gerente fue el ingeniero José Miguel de la Calle. La mencionada empresa eléctrica había sido constituida por inversionistas privados en 1985, con participación del Municipio de Medellín e inició la generación de energía el 7 de agosto de 1898, a partir de la cuenca de la quebrada Santa Elena49. También en 1917, el Municipio de Medellín adquirió la Compañía Telefónica de Medellín y la Plaza de Mercado de Guayaquil, promovida por la familia de Coroliano Amador. Además, por la misma época el Municipio toma la iniciativa para construir la Feria de Ganado ubicada en la calle Colombia, cerca del río Medellín, más el Cuerpo de Bomberos y un nuevo acueducto. Cabe destacar que a fines del año 1917, como consecuencia de ese proceso de estatización de los servicios públicos de Medellín, el entonces Presidente del Concejo de la capital antioqueña, ingeniero Mariano Ospina Pérez (futuro Presidente de Colombia - 1946-1950), expresaba con visión y entusiasmo50: “Pocos distritos del país tienen un porvenir más halagüeño que el de Medellín, no sólo porque sus rentas vienen creciendo, sino que por una hábil gestión municipal se está haciendo dueño de las empresas reproductivas de carácter público, cuyos productos dentro de pocos años la harán una entidad verdaderamente rica y floreciente”.
Los orígenes de Empresas Públicas de Medellín: 1919
Lo sucedido en 1919 puede considerase como el inicio del proceso que culminó con la creación de las Empresas Públicas de Medellín en 1955, pues en aquel año se constituyen las Empresas Municipales de Medellín, con un alto grado de autonomía, una junta directiva con representación del Concejo y de la ciudadanía y una dirección con el nombre de Superintendencia General. Hacen parte de tal ente, los servicios de energía eléctrica, 49 Ospina E., Livardo. Una vida, una lucha, una victoria, monografía histórica de las empresas y servicios públicos de Medellín, p. 444, EPM, Medellín, 1966. 50 Ibídem, p.121.
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acueducto, teléfonos, Plaza de Mercado de Guayaquil, Feria de Ganado y Matadero, Obras Públicas y el Tranvía Municipal. Es bueno recordar ahora, que la primera línea eléctrica del tranvía de Medellín fue inaugurada en 1921, para un servicio que prácticamente llega a cubrir toda la ciudad, pues sus siete líneas se extendieron hasta los barrios de Buenos Aires, Aranjuez, San Javier, Sucre, Manrique, Belén y El Poblado - Envigado. Luego, en 1929, fue inaugurada la primera línea de Trolleybuses, construida por el ingeniero Julián Cock, entre la Plaza de Cisneros y el barrio La Toma. Lo desafortunado es que empieza la década de 1950 con alcaldes “progresistas” que deciden sustituir el tranvía por buses municipales y lo paradójico es que, sesenta después, en el 2010, se proyecta tener dos líneas de tranvía eléctrico en Medellín: Del centro a Buenos Aires y por la Avenida 80, al occidente de la ciudad. A estos entes estatales se suma en 1920 el Banco Prendario Municipal, montepío y Caja de Ahorros; luego el Campo de Aviación Las Playas y la Planta Municipal Procesadora de Leche, que utilizaba coches halados por caballos, para el reparto del producto. También fue el Municipio de Medellín propietario de un tejar y de una fábrica de tubos. En forma simultánea con las anteriores actividades empresariales de carácter municipal, el Departamento de Antioquia era propietario del Ferrocarril de Antioquia, los servicios telefónicos intermunicipales, un hospital y una Proveeduría Departamental, con varios almacenes en Medellín, que contribuía a la regulación de los precios de los productos de primera necesidad.
Denuncian infiltración de masonería y liberalismo
Hay que resaltar que las recién creadas Empresas Municipales de Medellín -1919-se transformaron en un llamativo objetivo político: El gobernador de Antioquia, abogado y dirigente conservador Ricardo Jiménez Jaramillo, le remitió al Presidente de la República Pedro Nel Ospina el 29 de agosto de 1925, una misiva para expresar sus preocupaciones porque las actividades políticas del liberalismo y la masonería, tienen su base en el Concejo de Medellín y en las Empresas Municipales de la ciudad. Veamos algunos 98
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apartes de aquella llamativa carta51: “La labor eleccionaria en esta ciudad emprendida tenazmente desde hace bastantes días por el liberalismo y la masonería que tiene su base en las Empresas Municipales y en el Concejo, se intensifica y agita día por día en términos de causar verdadero malestar. La política de probidad y orden en la Administración Municipal, a que debe Medellín la prosperidad en que hoy se encuentra, parece que ha desaparecido. La masonería parece que hace su agosto y ya no queda en las obras públicas municipales trabajador que no les formule la promesa de votar por ellos. La consigna que tienen es: triunfar, cueste lo que costare, aun cuando el distrito quede arruinado”.
A pesar de los anteriores pronósticos, el Concejo Municipal de Medellín avanzó en la modernización de la administración pública con dos ejes principales. Las Empresas Municipales que tenían a su cargo siete empresas: Energía Eléctrica, Acueducto, Planta Telefónica, Tranvía, Feria de Ganado, Plaza de Mercado y Matadero. El otro eje era la Junta de Obras Públicas, creada en 1923, responsable del manejo de la Tesorería de Rentas, la contabilidad general, la sección de alcantarillado y pavimentación, el Banco Prendario con sucursales en los barrios, la oficina de ingeniería, el Cuerpo de Bomberos y otras dependencias52. En 1932 se cambia el nombre de Empresas Municipales de Medellín por el de Departamento de Empresas y Servicios y en 1940, el Concejo de Medellín le otorga una autonomía especial a la Empresa de Energía Eléctrica, separándola de las demás, dada la transcendencia que se le concedía a dicho servicio en el proceso de industrialización del Valle de Aburrá. En 1943 se realizó un interesante debate en la opinión pública de Medellín, en torno a los objetivos de sus empresas públicas. Por ejemplo, Rubén Uribe Arcila, dirigente liberal de izquierda, parlamentario, Gran maestro de la Gran Logia de Antioquia y médico, se inquietó por la filosofía de Empresas Públicas de Medellín, a las que en la época, como ahora, intentaba el establecimiento darle una definida concepción empresarial capitalista, orientándola en forma exclusiva con criterios de rentabilidad. Era alcalde de Medellín Pedro Olarte Sañudo y gerente de las Empresas Municipales, 51 Archivo Pedro Nel Ospina, FAES, Medellín, AGPNP/C/ folio 181. 52 Ibídem.
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Horacio Toro Ochoa, exponentes del sector privado antioqueño. Frente a esa orientación comercial, Uribe Arcila en su calidad de concejal y miembro de su junta, expresaba en enero de 194353: “Aspiramos a que las Empresas Públicas Municipales no realicen exclusivas finalidades comerciales, sin más metas que el lucro, sino que cumplan su función primordial de servicios sociales. Las Empresas Públicas Municipales son de propiedad del pueblo de Medellín y es a él a quien deben servir...”.
PUJANTE EMPRESARIADO TEXTILERO LIDERA ACTIVIDAD INDUSTRIAL 54 El Valle de Aburrá, con las ciudades de Monterrey (México) y Sao Paulo (Brasil), en América Latina, fueron casos únicos por alcanzar desarrollo económico y social con recursos propios. El liderazgo del proceso industrial antioqueño lo ejerció el sector textilero que, en la década de 1950, era un modelo digno de imitar y la principal fuente de empleo. Al comenzar el siglo XXI, cuando Antioquia ha perdido su dinámica industrial y el sector textilero se encuentra en su mínima expresión, vale la pena evocar aquel exitoso desarrollo textilero del Valle de Aburrá. Hasta los años sesenta, la única industria de capital extranjero en el Valle de Aburrá era Shellmar de Colombia, que producía empaques industriales. El liderazgo de ese proceso autóctono lo ejerció esa industria textilera, ya que en aquella época el Valle de Aburrá tenía niveles de industrialización en textiles y confección, superiores a la mayoría de los países asiáticos y algunos europeos. Las peculiaridades generales de la industrialización textilera de Antioquia podrían sintetizarse así55: •• A principios de siglo XX, los comerciantes tradicionales de oro y café habían acumulado generosos capitales que sirvieron para la instauración de modernas empresas. •• Los fundadores de las primeras empresas textileras viajaban con frecuencia al exterior en plan de estudios o de negocios, gracias a su status económico, adquiriendo los conocimientos necesarios para el manejo de sus empresas. 53 El Colombiano, Medellín, enero 9 de 1943. 54 Este punto ha sido elaborado con base en Echavarría, Enrique (obra citada) y Arango Jaramillo, Mario y Arbeláez Ochoa, John. La Economía Popular, alternativa empresarial exitosa, FUMC. Medellín, 2010. 55 Echavarría, Enrique. Historia de los textiles en Antioquia. Editorial Bedout, Medellín ,1943
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•• La Escuela Nacional de Minas hizo un gran aporte a la industrialización de Antioquia, con la formación académica de ingenieros que resolvieron las dificultades hidráulicas y geográficas para el suministro de energía eléctrica, en el establecimiento de las primeras empresas y en el montaje y mantenimiento de la maquinaria recién llegada al país. Igualmente, en la Escuela Nacional de Minas se formaron las primeras generaciones de industriales antioqueños. •• Varias de las empresas textileras se conformaron con el aporte de capital y trabajo de una sola familia. •• Inicialmente contrataban en especial mujeres y niños para manejar los telares, porque el salario de las mujeres era casi la mitad del de los hombres. •• Las políticas proteccionistas del Gobierno, decretando aumento de arancel a los textiles importados y subsidios a la producción, lograron acelerar el desarrollo de la industria textil. •• En las décadas de 1910 y 1920 se inicia la transformación de las empresas en sociedades anónimas, captando ahorro privado con la emisión de acciones. •• Los trabajadores de la industria textilera fueron los pioneros del sindicalismo antioqueño. El desarrollo textil de Medellín giró en torno a pocas familias, algunas veces con parentescos entre sí, con integración vertical y tendencia hacia la concentración financiera. Evoquemos las empresas más importantes de aquella época. Compañía Antioqueña de Tejidos, fundada el 10 de febrero de 1902, por el General de la Guerra de los Mil Días Pedro Nel Ospina, luego Presidente de Colombia (1922-1926). La maquinaria llegó a lomo de mula desde la Estación Caracolí (Ferrocarril de Antioquia), en avanzado estado de deterioro, por lo que se tuvo que someter a reparación casi total en La Fundición y Talleres Robledo. Coltejer o Compañía Colombiana de Tejidos, creada el 22 de octubre de 1907 por Alejandro Echavarría y su hijo Gabriel, y la firma R. Echavarría & Cía. cuyos socios eran Vicente B. Villa y los hermanos Echavarría: Ramón, Pablo, Alberto, Jaime y Enrique (autor del libro que hemos citado). Su lema por varias décadas fue: “coltejer, el primer nombre en textiles”. Desaparece por absorción, después de ser adquirida por una empresa mejicana 101
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llamada kaltex, que la incorpora en 2008, proceso en el cual desapareció hasta su nombre. Fabricato, fundada el 26 de febrero de 1920 por Carlos Mejía R., Antonio Navarro y Alberto Echavarría (representando a Rudesindo Echavarría & Cía), con el nombre de Fábrica de Hilados y Tejidos del Hato por estar ubicada a orillas de la quebrada el Hato en el municipio de Bello. En 1935 adquirió la Compañía Antioqueña de Tejidos de Bello y en 1941, la Compañía de Tejidos Santafé. Rosellón, fundada en Envigado (1912) por Roberto Medina, luego de encontrar suministro de agua suficiente para la energía eléctrica a orillas de la quebrada La Ayurá. Durante su desarrollo adquirió otras empresas como Tejidos Hernández y Compañía Unida de Tejidos y Encauchados. Luego fue adquirida por Coltejer. Fatelares o Fábrica Textil de Los Andes. Surgió como una evolución de la empresa textil Tejidos La Constancia. Fundada por Jesús M. Montoya A., pionero de la industria textil en Antioquia, con sus hermanos. Inicialmente se denominó Montoya Hermanos y Cía. y sólo utilizaban equipos mecánicos. Tejicóndor o Tejidos El Cóndor. Fundada el 26 de marzo de 1934 por Jesús Mora C. de la tradicional firma antioqueña Mora Hermanos y Cía., quien invitó a destacados miembros del empresariado local. Hoy opera fusionada con Fabricato y ha estado en varias ocasiones al borde de su liquidación definitiva. Indulana, fundada en 1933 por iniciativa de Luis Posada y Roberto Uribe E. con el nombre de Industrial de Tejidos S.A. dedicada exclusivamente a la fabricación de paños, actividad en la cual fue pionera en Antioquia. Vicuña, creada en 1935 por John Uribe Escobar, se dedicó a producir paños y gozó de prestigio y solidez por la calidad de sus productos. Hoy está liquidada. Compañía de Tejidos Santafe. Fundada el 2 de julio de 1928 por José H. Restrepo. Socios fundadores: La familia Restrepo, la firma Enrique Mejía 102
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y Cía., Benjamín Moreno y Enrique Mejía O. Fabricaba ruanas, mantas y bufandas, siendo las ruanas el producto con el que se hizo popular en el mercado. Tejidos Leticia Ltda. Telsa: Creada en 1934 por la familia Rabinovich, judíos de origen ruso. Pionera en la fabricación de artículos de seda en Antioquia y Colombia, diversificó su producción hacia paños. Se destacó por la calidad de sus productos y el fortalecimiento de la industria textil antioqueña. Hoy desaparecida. Filana o Fábrica Colombiana de Hilados de Lana S.A. Fundada el 4 de julio de 1942 por varios socios, algunos pertenecientes al sector textilero como John Uribe Escobar y Roberto Uribe E. Se dedicó a la producción de hilazas de lana, tintorería, compra y venta de materia prima, ya que tenía producción de ganado lanar. Hoy desaparecida. Fatesa, promovida en 1933 por Pablo Echavarría y sus hijos Óscar y Juan David, fue la primera en introducir la producción de medias de seda para mujer. Fue famoso su eslogan: “Fatesa, una joya en medias”. Hoy desaparecida. Manufacturas Sedeco S.a. Fundada el 25 de junio de 1937 por varios socios liderados por Ismael Correa C. Desde su fundación se dedicó a la producción de telas finas y de fantasía. Hoy desaparecida. Pepalfa, constituida el 6 de abril de 1933 por Luis Peláez y Luis E. Palacio Cock. Inicialmente se llamó Medias Pepal por las iniciales de los dos apellidos. En 1936 la fusionaron con Calcetería Alfa S.A., propiedad de la familia Echavarría, quedando definitivamente el nombre de Pepalfa. Hoy liquidada. Tejidunión o Compañía de Tejidos Unión S.A. Fundada en 1919 por Tulio Medina, se dedicó a la producción de medias de mujer y camisetas. Fábrica de Tejidos Albión. Creada en 1934 por Lisandro y Rafael Vélez, Alberto Villegas, Gabriel Vélez, Eugenio Martínez y C.E. Halaby. La fábrica se dedicó a producir frazadas y sobrecamas de algodón y seda. Hoy desaparecida. 103
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Intertex, constituida en 1940 por Julio Echavarría y C.E. Halaby, se dedicó a la producción de ropa interior en algodón y rayón. Hoy desaparecida. Zig – Zag. Fundada en 1938 por Julio Echavarría y Octavio Echavarría, se dedicó exclusivamente a la producción de medias para niño. Hoy desaparecida. Compañía de Hilos Pirámide. Creada en 1935 por Julio Echavarría y Guillermo Tobar G., se dedicó en forma exclusiva a la producción de hilos para coser, hilos para basta, hilazas finas, lana en madejas y otros derivados. Hilanderías Medellín. En 1947, con capital colombo - francés se crea la empresa para la producción de lana peinada. Hoy desaparecida. De manera simultánea con la industria textilera, se desarrolló en el Valle de Aburrá la más amplia gama de producción de bienes de consumo orientados principalmente al mercado interno.
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SEIS BETSABÉ ESPINAL: PRECURSORA DE HUELGAS INDUSTRIALES EN ANTIOQUIA DÉCADA DE 1920: INTENSA ACTIVIDAD SOCIAL Y EMPRESARIAL
E
l surgimiento y desarrollo de los movimientos obrero, sindical, cooperativo y socialista, están íntimamente ligados a los procesos manufacturero e industrial. La actividad manufacturera en Antioquia concentrada en el Valle de Aburrá, se empieza a desarrollar a partir de 1880, al crecer la demanda de mercancías de consumo masivo provocada por la colonización cafetera. Uno de sus precursores fue don Indalecio Uribe Botero, quien impulsó la producción textil a partir de telares fabricados por su propia iniciativa. En la misma época se funda en Medellín la primera fábrica de cervezas por parte del médico y científico Julio Restrepo Arango. Se inicia la producción de chocolate y cigarros y la primera industria editorial, Litografía J.L. Arango, fundada en 1873 por el empresario y artista Jorge Luís Arango Arango, produciendo estampillas y billetes bancarios, entre otros. Aunque la Guerra de los Mil Días (1899-1902) afectó el surgimiento de la actividad industrial en Antioquia, se conformó en el Municipio de Bello la primera textilera moderna del Valle de Aburrá, la Compañía Antioqueña de Tejidos, conocida también como la Fábrica de Tejidos de Bello. Veamos un poco de esa historia56: La Compañía Antioqueña de Tejidos se funda en febrero de 1902 y tiene como primer gerente a Daniel Márquez, mientras llegaba al país su promotor, el General Pedro Nel Ospina, quien se hallaba en el exilio por causas políticas con motivo de la Guerra de los Mil Días. Ospina aprovechó su destierro para dirigirse a Mánchester, cuna de la producción mundial de maquinaria 56 Apartes tomados de Echavarría, Enrique. Historia de los Textiles en Antioquia, Ed. Bedout, Medellín, 1943.
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para la industria textil, con el fin de adquirir la maquinaria apropiada para la naciente empresa. Su gerente Emilio Restrepo C. fue célebre por su estilo dictatorial que se resume en su expresión habitual que hizo carrera en aquella época: “el que manda, manda”. Posteriormente en 1935, por reorganización administrativa se le dio el nombre de Compañía de Tejidos de Bello, para ser vendida en 1939 a la Fábrica de Hilados y Tejidos del Hato, conocida posteriormente como Fabricato. Al crearse empresas fabriles, surgen también las primeras organizaciones de trabajadores en el Valle de Aburrá, como la Unión de Artesanos y Obreros de Medellín (1914) y el Patronato de Obreros de Medellín (1916), este último promovido por la Iglesia Católica. Al auge de las ideas de cambio contribuye también la conformación del movimiento de Los Panidas a mediados de 1914, que constituyó una rebelión contra los valores imperantes en la Antioquia clerical y conservadora, del cual hicieron parte figuras destacadas como León de Greiff, Fernando González, Ricardo Rendón, Humberto Chávez, los hermanos Gabriel y Luis Cano y muchos otros. En 1917, el año de la Revolución Bolchevique, se conforma en Medellín el primer directorio socialista conocido, presidido por el dirigente social Elías Uribe Restrepo y del cual participaron 33 personas más, entre los cuales se destacan el abogado e intelectual Benedicto Uribe, el periodista y poeta Miguel Agudelo (autor de la letra del bambuco Antioqueñita), el dirigente de los artesanos Bonifacio Gaviria, el empresario Luis Tobón Uribe (propietario de una fábrica de bebidas y cervezas) y otras personalidades progresistas de la ciudad57. En 1918, Elías Uribe Restrepo y un grupo de sus compañeros socialistas fundan el periódico El Luchador, con dos ediciones semanales, a partir del cual promueven en 1919 la primera cooperativa de que se tiene noticia en Medellín, denominada La Sociedad de Luchadores. En 1919 se realizó en Bogotá un congreso obrero con motivo de la celebración del Primero de Mayo, en el cual se constituyó el primer partido socialista a nivel nacional que, aunque de vida efímera, contribuyó a la difusión 57 Acevedo C., Rubén Darío. El primer partido socialista de Colombia 1917-1922, Centro Documental Escuela Nacional Sindical, Medellín, 1972.
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del ideario socialista en Colombia. Al congreso asisten, por los socialistas antioqueños, el abogado Benedicto Uribe y Marco Tulio Franco. Una de las tareas aprobadas por los constituyentes del primer partido socialista nacional, fue la participación en elecciones para concejos municipales en octubre de 1919, con resultados sorprendentes en varias ciudades, entre ellas Medellín donde la lista socialista elige cuatro dirigentes: Vicente Ferrer, Luis Tobón Uribe, Bonifacio Gaviria y José J. Zapata. Los socialistas se convierten en el segundo grupo político de la capital antioqueña, después del partido conservador58. Claro indicador del auge de las ideas socialistas en Medellín hacia 1920, es el hecho de que el 12 de febrero de dicho año, día en que se inició la huelga de las trabajadoras en Bello, el diario El Espectador publica en su primera página, a cuatro columnas, una carta abierta de Eduardo A. Palacio, miembro del Directorio Socialista, con el titular Política Obrera, en la cual se hace un análisis de la situación social y económica del país y del impacto del capital extranjero. Igualmente, el autor hace énfasis en la importancia de un partido obrero para “la gran obra de la reforma social y construcción nacional que permitan el surgimiento de una Antioquia Grande y progresista y una Colombia libre y soberana”59. Entre 1918 y 1920 se llevaron a cabo las primeras grandes huelgas en el departamento de Antioquia: La del Ferrocarril de Antioquia en 1918, la de los mineros de Segovia contra la Frontino Gold Mines en 1919 y la de las trabajadoras contra la Compañía Antioqueña de Tejidos de Bello, en 1920. Como resultado del auge de las ideas socialistas y del sindicalismo en el Valle de Aburrá, en la década de 1920 surgen en varios municipios de Antioquia dinámicas cooperativas integradas con el movimiento obrero. En este proceso juega papel clave el Partido Socialista Revolucionario constituido en el Congreso Obrero de 1926, una de cuyas líderes fue María Cano.
58 Ibídem, p. 51 y ss. 59 El Espectador, Medellín, p. 1, febrero 12 de 1920.
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Al iniciar la década de 1920, el municipio de Bello es uno de los más prósperos y promisorios de Antioquia, ya convertido en un polo de atracción para campesinos del norte del departamento, por las fuentes de trabajo generadas en sus diferentes industrias, entre ellas la Fábrica de Tejidos de Bello. Esta población se convierte en un dinámico polo industrial desde comienzos del siglo XX, por estar al lado del Ferrocarril de Antioquia, sus abundantes fuentes hídricas para la generación de energía, consumo humano y otros usos y su cercanía a la capital antioqueña. Allí tenían valiosas propiedades rurales, destacados millonarios de Antioquia, entre ellos los conocidos “jamaiquinos”, por su tradición comercial con Jamaica. BETSABÉ ESPINAL LIDERA PRIMERA GRAN HUELGA INDUSTRIAL Y TEXTILERA 60 El 13 de febrero de 1920, desde primeras horas de la mañana, los transeúntes del centro de Medellín fueron impactados por una inusual noticia publicada en primera página por El Correo Liberal, el diario de mayor circulación en la ciudad: Huelga en Bello. Con un subtítulo también destacado: “500 obreras de la Fábrica de Tejidos de Bello se han declarado en huelga”61. El reportero hizo un detallado relato de lo acaecido desde la noche del 11 de febrero, cuando le dieron una emotiva serenata a la líder de las trabajadoras Betsabé Espinal, quien hizo un improvisado discurso en el cual arengó para la iniciación de la huelga al día siguiente. A las cinco de la mañana el apacible municipio de Bello fue impactado por un nutrido grupo de mujeres recorriendo el pueblo con gritos, cantos, consignas y armadas de palos. En su relato, el periodista cuenta como desde las primeras horas del día 12 de febrero, llegó a Bello un piquete de “Guardias de Antioquia”, armados, con el objetivo de garantizar el orden y rodear la Fábrica de Tejidos de Bello. Según el relato, antes de las 8:00 a.m., las huelguistas se ubicaron frente a la entrada de la factoría para impedir el ingreso de los obreros rompe huelgas, quienes fueron amenazados por las trabajadoras. En medio de la animación, se hizo presente la líder de las huelguistas Betsabé Espinal, subió a un taburete y pronunció un encendido y bien argumentado discurso 60 Parte importante de la información de este punto ha sido suministrada a los autores por el dirigente social e historiador Carlos Enrique Uribe Restrepo, quien prepara un libro sobre Betsabé Espinal. 61 El Correo Liberal, Medellín, p. 1, febrero 13 de 1920.
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en el cual detalló sus principales pretensiones. La oradora fue varias veces interrumpida por calurosos aplausos. Aunque la huelga se inició el 12 de febrero a las 6 a.m., El Correo Liberal, que era un diario matutino no alcanzó a publicar información. Sólo en horas de la tarde el vespertino El Espectador publicó una discreta noticia, en primera página y a una columna, con un breve reportaje al gerente de la textilera, Emilio Restrepo C. De las primeras noticias y comentarios que suscitaron, se concluye que el impacto social provocado fue notorio e inquietante para muchos, porque: •• La factoría afectada, Fábrica de Tejidos de Bello, por la prestancia de sus propietarios, era una empresa paradigmática en el Valle de Aburrá. •• Se daba por sentado que la textilera tenía la más eficiente y adecuada administración, por las cualidades del gerente, Emilio Restrepo. •• En la mojigata sociedad antioqueña de 1920, resultaba escandaloso para unos y morboso para otros, que las jóvenes obreras de una distinguida empresa, en la que un Patronato Católico velaba por su bienestar espiritual, éstas fueran víctimas de acoso sexual por parte de administradores y jefes de personal. •• Sin duda alguna, lo que más impactó y motivó las más variadas expresiones de incredulidad, manifestaciones de apoyo y solidaridad en unos, reproche e indignación en otros, es que la huelga fuera promovida y liderada, con vibrantes discursos, por una agraciada joven de 24 años llamada Betsabé Espinal. •• La huelga fue promovida por 350 mujeres y los 150 hombres, también obreros de la textilera, sólo adhieren por presión de las huelguistas, quienes bloquearon su ingreso a la fábrica y los fustigaron con frases como: “sinvergüenzas, cambiemos esos pantalones por estas faldas” y “cobardes”. •• Fue la primera huelga en la industria antioqueña y en su sector más representativo, el textilero.
Itinerario de la triunfante primera gran huelga industrial
El 13 de febrero de 1920, el diario vespertino El Espectador publica una crónica de su colaborador El Curioso Impertinente, con un pormenorizado rela109
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to de su viaje en tren -transporte habitual en aquella época- de Medellín a Bello y su recorrido por las calles del municipio, encontrando alegres grupos de mujeres huelguistas, con quienes dialoga sobre sus problemas y reivindicaciones. Al preguntar sobre el liderazgo del movimiento, todas expresaron el nombre de Betsabé Espinal62. Relata el cronista que Betsabé y un grupo de compañeras viajó ese día a Medellín para entrevistarse con la dirección del periódico socialista El Luchador y el Gobernador de Antioquia -luego Presidente de la Repúblicageneral Pedro Nel Ospina, quien tenía especial afecto por la textilera, que él había fundado en 1902. Diversas personalidades presionaron al gerente y accionista de la empresa Emilio Restrepo, para que atendiera las pretensiones de las huelguistas, como el expresidente Carlos E. Restrepo, que envió una carta en tal sentido al gerente. El 3 de marzo El Correo Liberal informa que en sus oficinas se llevó a cabo una reunión de “prestantes caballeros de la más alta representación” para brindar apoyo a las “pobres y sufridas mujeres de la Fábrica de Tejidos de Bello”, mediante auxilios para las huelguistas. Se mencionan las reivindicaciones de las trabajadoras: Destitución de jefes de personal que atentaban contra su dignidad y honra, disminución de las extenuantes jornadas laborales de 12 horas, eliminación de las onerosas multas y de la prohibición de asistir a la planta con calzado e incrementar el salario que era de sólo siete centavos día. Para la época el precio de un diario en Medellín era de cinco centavos el ejemplar. La extraña prohibición del gerente Emilio Restrepo de que “ninguna obrera se presentara calzada”, según Enrique Echavarría buscaba dos objetivos63: “Que no hubiera diferencia entre las trabajadoras y que no faltasen cuando llovía, pues así podían caminar tranquilas por humedales y pantanos”.
El 6 de marzo los diversos medios de comunicación de Medellín informan sobre la terminación de la huelga, la cual se haría efectiva pocos días después, como consecuencia del retiro de la empresa de los funcionarios cues62 El Espectador, Medellín, p. 1, febrero 13 de 1920. 63 Echavarría, Enrique. Historia de los textiles en Antioquia, p. 21, Ed. Bedout, Medellín, 1943.
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tionados por las trabajadoras. Uno fue destituido y dos renunciaron. Además, se acordó un incremento salarial del 40%, la regulación de las multas, jornada laboral de 10 horas, se concedió más tiempo para el almuerzo, se autorizó trabajar con calzado. Contra estas luchas y el auge de las ideas socialistas en Medellín y otras poblaciones de Antioquia, se desatan toda suerte de reacciones por parte del partido conservador y de la Iglesia Católica, como la de Jesús María Yepes, dirigente conservador y director del periódico El Colombiano, en conferencia pronunciada en mayo de 1919 en Medellín64: “En estos graves momentos de la historia, una tendencia niveladora y anarquizante ha aparecido de súbito, el socialismo, la hez de la civilización contemporánea, como elemento perturbador de nuestras luchas sociales”.
OSCURAS MANIOBRAS DEL PATRONATO CATÓLICO CONTRA BETSABÉ El Patronato de Obreras era una institución promovida y dirigida por la iglesia católica antioqueña para auxiliar a las trabajadoras, ofrecerles instrucción religiosa y brindarles albergue cuando lo requirieran; aunque tenía presencia entre las trabajadoras de Bello, fue incapaz de evitar el movimiento huelguístico. Una vez terminada la huelga, con claro triunfo para las trabajadoras y un amplio reconocimiento del liderazgo de Betsabé Espinal, aparece en escena el Patronato con oscuras maniobras como la presión a las humildes trabajadoras, encabezadas por la propia Betsabé, para que firmaran un insólito documento mediante el cual, correspondería al Patronato de Obreras representar a las obreras de la Fábrica de Tejidos de Bello en futuras peticiones a los propietarios de la misma. Entonces, el Patronato designa como “voceros de las trabajadoras al cura párroco de Bello R.P. Peláez, al R.P. Lizarde, sacerdote jesuita, responsable de la orientación de los patronatos, y al Arzobispo de Medellín”65. ¡Increíble pero cierto!
64 Ibídem, p. 52. 65 El Correo Liberal, Medellín, p. 1, marzo 9 de 1920.
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Ese tutelaje ejercido sobre las huelguistas de Bello y otras obreras, se explica porque en la época, los derechos de las mujeres eran limitados o inexistentes y la Iglesia Católica ejercía una fuerte influencia sobre la sociedad en general. Tal vez por ello, la firma de tal documento fue el último acto público en que figuró Betsabé Espinal; luego, fueron las noticias sobre su extraña muerte, electrocutada el 16 de noviembre de 1932 a la edad de 32 años. Poco se ha rescatado de Betsabé Espinal, excepto la labor de Carlos Enrique Uribe Restrepo (Academia de Historia de Bello”)66, que incluye una fotografía tomada por Meliton Rodríguez (1875-1942), el más sobresaliente de los fotógrafos antioqueños. Como tantos líderes sociales Betsabé Espinal, tampoco ha tenido fortuna con historiadores que han evocado la huelga que promovió y dirigió.
66 Uribe Restrepo, Carlos Enrique. Libro biográfico en preparación sobre Betsabé Espinal.
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SIETE CREACIÓN DE EPM COMO ENTE AUTÓNOMO CONSTITUCIÓN DE LAS NUEVAS EMPRESAS PÚBLICAS DE MEDELLÍN
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a constitución de EPM como ente autónomo en 1955, fue resultado de un eficaz lobby hecho ante el Presidente Gustavo Rojas Pinilla por la Asociación Nacional de Industriales ANDI que, con sede en Medellín, representa intereses de los grandes industriales antioqueños, para quienes las Empresas Públicas tendrían un alto significado para sus programas de ampliación de la base productiva y la satisfacción de necesidades vitales de la población de la capital antioqueña. Al asumir el poder el general Gustavo Rojas Pinilla en 1953, encontró en funcionamiento la Asamblea Nacional Constituyente, convocada por el derrocado Presidente Laureano Gómez. Rojas Pinilla la reestructuró, designando importantes personalidades de la vida colombiana, incluyendo prestantes figuras antioqueñas. La mencionada Asamblea Constituyente emprendió algunas reformas orientadas a la descentralización de las regiones y de los servicios públicos por ellas prestados. En este contexto es aprobado el Acto Legislativo Nº 5 de 1954 que facilitaba la creación de entidades municipales autónomas, descentralizadas y con patrimonio propio, para prestación de servicios públicos. Se destaca que en esta reforma participó en forma activa el doctor Diego Tobón Arbeláez, antioqueño, abogado, político y profesor de derecho de la Universidad de Antioquia. Para el doctor Tobón la reforma era importante para el desarrollo del sector industrial antioqueño y para permitir a los entes municipales contratar empréstitos internacionales, según exigencias del entonces Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, bird (hoy Banco Mundial), a más de prestar un eficiente y estable servicio a la comunidad en general. En consonancia con lo anterior el alcalde de Medellín fue facultado para reorganizar los servicios públicos 113
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municipales, lo que hizo con el Decreto 1816 de julio de 1955, que sentó las bases para la creación de las nuevas Empresas Municipales de Medellín, al tenor de su artículo inicial67: “Autorízase al Municipio de Medellín para organizar uno o varios de los servicios municipales de la ciudad de Medellín, aislada o conjuntamente, como entidades administrativas autónomas que posean personería jurídica independiente y patrimonio propio”.
Entre 1953 y 1955 se inicia un proceso de reformas en las empresas prestadoras de servicios en Medellín. En 1955 el Consejo Administrativo de Medellín68 aprobó el Acuerdo Nº 58 (6 de agosto), reorganizando los servicios de acueducto, alcantarillado, energía eléctrica y telefonía en una sola empresa autónoma con el nombre de Empresas Públicas de Medellín. Uno de sus apartes dice69: “Art. 1. Organizase un Establecimiento Público Autónomo encargado de la dirección, administración y prestación de los servicios municipales de energía eléctrica, teléfonos, acueducto y alcantarillado y al cual se adscribe, como patrimonio propio e independiente, el que forman todos los bienes e instalaciones afectados por el Municipio de Medellín al funcionamiento de dichos servicios, las nuevas ampliaciones y futuras instalaciones. El establecimiento se denominará Empresas Públicas de Medellín”.
El mencionado abogado Diego Tobón Arbeláez es responsabilizado de elaborar un proyecto de estatutos para la nueva empresa descentralizada, cuyo texto sirvió de base para el decreto Nº 375 (18 de noviembre de 1955), firmado por el alcalde Darío Londoño Villa y que recibe el visto bueno del Gobernador de Antioquia, Coronel Pío Quinto Rengifo, el 25 del mismo mes. Sin embargo, es un error histórico afirmar que las Empresas Públicas de Medellín nacieron en 1955, pues su origen se remonta, como ya hemos visto, al año 1919, cuando se crearon las Empresas Municipales de Medellín para responder, de una parte, al acelerado crecimiento de la ciudad y de otra, para suministrar energía eléctrica a la creciente demanda industrial. 67 Ospina E., Livardo. Obra citada, p. 99 y ss., editado por Empresas Públicas de Medellín, 1966. 68 Es de anotar que en el período en que fue Presidente de la República Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957) los Concejos Municipales fueron sustituidos por Consejos (con s) Administrativos nombrados por el ejecutivo y no por elección popular. 69 Uribe, Jorge. Medellín, su origen, progreso y desarrollo, p. 389, Medellín, Servigráficas, 1981.
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Lo que pasa entre 1919 y 1955, es que la prestación de los servicios públicos de Medellín viven diferentes etapas organizativas, sin patrimonio propio y con dependencia administrativa y financiera del municipio de Medellín. Lo transcendente de la integración de los servicios básicos en 1955, con el nombre de Empresas Públicas de Medellín, fue que se le dio a la empresa el carácter de ente descentralizado y autónomo. La ciudadanía de Medellín y del Valle de Aburrá contribuyó significativamente al proceso de industrialización de la región, a través de la suscripción obligatoria de bonos de deuda emitidos por la Empresa de Energía a partir de 1946, para impulsar la ampliación de los proyectos hidroeléctricos. Dichos bonos se adquirían en el momento de la cancelación de los respectivos recibos de energía. LA ANDI CONTROLA EPM En pleno auge del desarrollo industrial del Valle de Aburrá, un destacado grupo de empresarios promovieron la constitución de la Asociación Nacional de Industriales, andi, la que se llevó a cabo el 11 de septiembre de 1944 en Medellín, que para entonces era el epicentro industrial del país. Desde su constitución, la andi se convirtió en el gremio empresarial más influyente de Colombia, organizado por sectores: Industrial, financiero, agroindustrial, alimenticio, comercial y de servicios. Abre sucursales en Bogotá, Cali, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Pereira, Manizales, Ibagué y Popayán. Por muchos años Medellín fue su sede principal. En el proceso de expedición de las leyes que permitieron la constitución de epm como ente autónomo, jugó un papel fundamental el ya mencionado Diego Tobón Arbeláez, quien además de haber sido uno de los promotores de la andi, fue vicepresidente del gremio entre 1949 y 1960. Lo anterior significa que durante el período en que se le dio vida legal a epm, Diego Tobón Arbeláez ocupaba la mencionada alta dignidad en el más poderoso e influyente ente gremial del país. Es oportuno destacar que en el Estatuto Legal de epm de 1955, se estableció que en su junta directiva tendrían asiento: “tres representantes de los intereses privados”, con lo cual la andi garantizaba su presencia en la dirección de epm. 115
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Otra consecuencia de la restructuración de los servicios públicos a partir de 1955, es que a la junta directiva y la gerencia de las nuevas Empresas Públicas llegaron notables dirigentes privados y de la andi: Carlos Gutiérrez Bravo, Joaquín Vallejo Arbeláez, Jorge Pérez Vásquez, Rodrigo Uribe Echavarría, Tomás Santamaría A., Luis Echavarría Villegas, Alejandro Uribe Escobar y Diego Calle Restrepo. EN EPM: UN SINDICALISMO RENOVADO Con la reintegración de los servicios públicos prestados por el Municipio de Medellín en 1955, en el ente autónomo y descentralizado, los cientos de trabajadores que laboraban en las áreas de energía, telefonía, acueducto y alcantarillado del Municipio y de las centrales hidroeléctricas, quedarían por fuera de las organizaciones sindicales que los aglutinaban, lo cual los obliga a conformar un sindicato para acoger a los trabajadores de la nueva empresa. En el año en que se constituye el Sindicato de epm, 1956, el gobierno del General Rojas Pinilla (1953-1957) intentaba sacar adelante una central que respondiera a sus políticas, la Confederación Nacional de Trabajadores, cnt, constituida en 1954 e inspirada en el gobierno argentino de Juan Domingo Perón, cuya fortaleza estaba en la poderosa Confederación General de Trabajadores, cgt, en buena medida orientada por Evita Perón. Inclusive en los Departamentos, el Presidente Rojas creó Secretarías de Trabajo para promover su política laboral. En Antioquia el funcionario fue Jaime Piedrahita Cardona, luego senador por anapo y candidato presidencial de la izquierda en 1978. La cnt del Presidente Rojas haría parte de la llamada Tercera Fuerza, para crear una corriente política diferente a los partidos predominantes, el liberal y el conservador. La estrategia incluía la organización social llamada sendas, dirigida por María Eugenia Rojas, hija del presidente, la que adelantaba un vasto programa de ayudas y subsidios a los pobres. Cae la dictadura, (10 de mayo de 1957), y las anteriores iniciativas pasan al olvido por la ausencia de una ideología revolucionaria y popular.
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La constitución del sindicato de EPM
Las nuevas Empresas Públicas de Medellín inician operaciones en enero de 1956. Los trabajadores del nuevo ente fueron notificados por el alcalde de la ciudad, de que quedaban por fuera de sus antiguas organizaciones sindicales. Al respecto, Don Alfonso Upegui, uno de los fundadores del Sindicato de epm y de la Cooperativa de Trabajadores de las Empresas Públicas de Medellín, recuerda70: “Con motivo de la creación de epm, el Alcalde notificó al sindicato municipal, advirtiéndole que los trabajadores pertenecientes a las antiguas secciones de energía, acueducto y teléfonos, de hecho quedarían por fuera de su circunscripción. Por ello varios de los trabajadores que pasaban al ente Autónomo emprendieron pasos conducentes a formar el Sindicato de los Trabajadores de las Empresas Públicas de Medellín”.
Don Misael Jiménez, también fundador del Sindicato de epm (1956), y de la Cooperativa (1962), evoca la importancia que tuvo para los trabajadores la constitución del sindicato y los obstáculos que tuvieron que afrontar con los patronos del ente público71: “Se empezó a fundar el Sindicato. Se decía que necesitábamos una organización para defendernos de los patronos. A uno lo podía echar cualquiera. Un capataz le podía decir: ‘hombre, venga que no hay más trabajo’ y en cualquier papel de cuaderno hacerle la boletica y ‘vaya que lo liquiden a Medellín’. No había ninguna estabilidad laboral. Se empezó a aglutinar a la gente. A nosotros nos llamaban a muchas reuniones desde que se empezó a gestar el Sindicato. Una noche ya nos tenían contactados para firmar. Si a uno lo cogían firmando lo echaban ahí mismo. Eso era boleta fija. Por eso se hizo en horas de la noche la recolección de las primeras firmas en Guadalupe. Ya en Medellín se venía hablando del Sindicato y tenían una coordinación total de todas las centrales. En Guadalupe se recogieron 20 firmas que sumadas a las de Medellín y a las otras centrales fueron enviadas al Ministerio del Trabajo para solicitar la Personería Jurídica que nos fue otorgada en 1956”.
Don Alfonso Upegui afirma que la creación del Sindicato no presentó mayores inconvenientes y, al contrario, fue un feliz acontecimiento. Se pre70 Echeverri Cano María Inés, Obra citada, p. 37 71 Ibídem, p. 38
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sentó la oportunidad de arrancar con un sindicato nuevo, libre del sectarismo político que se venía presentando en el Sindicato Municipal, el cual pertenecía a la utc, de orientación conservadora. Sin estructuración política ni trayectoria, sin experiencia en el quehacer sindical, pero con gran voluntad de acertar y servir, arranca la junta directiva con estos “novatos”, con el compromiso de consolidar la organización72. Mediante Resolución N° 152 de 1956, se le concede personería jurídica al Sindicato de epm por el Ministerio de Trabajo. El Sindicato se fue fortaleciendo y llegó incluso a tener un programa radial llamado Radio Revista Sindical, actividad que no había hecho hasta el momento ningún sindicato ni federación. Al respecto señala Don Alfonso Upegui: “el programa tuvo tanta sintonía entre los sectores populares que fue sacado del aire rápidamente”. Pero no sólo era el programa de radio: En 1959 empezó a circular El Eco Sindical, órgano de difusión del Sindicato. Hay que destacar que el Sindicato de Empresas Públicas de Medellín contó con la asesoría de destacados y reconocidos abogados de izquierda como el intelectual y columnista de periódicos nacionales Alberto Aguirre. Es famosa su asesoría en la negociación de la Convención Colectiva de 196173: “La Convención Aguirre, 1961, debe su nombre a la participación del abogado Alberto Aguirre como asesor del Sindicato. El doctor Aguirre era y es uno de los intelectuales de izquierda más importantes de Medellín. A pesar de figurar entre los negociadores, el Gerente de las Empresas, Luis Echavarría V., nunca se sentaba a negociar. Cuando supo de la presencia de Aguirre, se presentó a la mesa de negociaciones para escuchar al asesor del Sindicato. El hecho es que no se levantó de la mesa hasta que terminaron éstas. Las profundas argumentaciones de Aguirre a favor de los trabajadores concitaron la atención de todos los asistentes a la mesa de negociación de la Convención Colectiva de 1961. Tanto es así que, la citada convención sirvió de modelo para futuras negociaciones colectivas en todo el país. Al Sindicato de las Empresas Públicas le solicitaban copia de esa Convención los sindicatos de todo el país”.
72 Ibídem 73 Entrevista con Alfonso Upegui, cofundador del Sindicato de EPM, Medellín, marzo 20 de 2004, disponible en Arias, Amador. Monografía, Historia del Sindicato de Empresas Públicas de Medellín, disponible en www. sintraepm.org.
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Para la Convención de 1963, el Sindicato presidido por Jesús Gómez, activo militante y dirigente de la izquierda, recibió asesoría del abogado Luis Emiro Valencia, reconocido ideólogo y escritor socialista, discípulo del maestro Antonio García Nossa y casado con Gloria Gaitán, hija del caudillo Jorge Eliécer Gaitán. EL “APACIBLE”, PERO CONFLICTIVO ENTORNO DE EPM Desde su creación como ente autónomo (1955), Empresas Públicas de Medellín ha afrontado agudos y complejos conflictos, por diversas circunstancias: •• Haber sido resultado de una componenda entre un gobierno dictatorial, el de Gustavo Rojas Pinilla, y los altos círculos del poder empresarial antioqueño, encabezados por Carlos Gutiérrez Bravo, Diego Tobón Arbeláez, José Gutiérrez Gómez, Carlos J. Echavarría, Iván Correa Arango y otros. •• El hecho de integrar en un ente autónomo los servicios públicos fundamentales para la comunidad y para el sector empresarial industrial en particular. •• Representar desde sus inicios una de las más sólidas empresas de Colombia desde su patrimonio, rentabilidad y elevado y creciente volumen de utilidades. •• Disponer de un seguro, creciente y sólido mercado. •• Simbolizar desde sus inicios un atractivo botín para los grandes grupos económicos y sectores políticos del Establecimiento. •• Aglutinar una numerosa y calificada burocracia en los más variados campos. Por las anteriores circunstancias epm ha generado tensiones y conflictos: •• Su primer Gerente General -contratista durante muchos años- Óscar Baquero Pinillos, promovido a ese cargo por el alcalde Darío Londoño Villa, vocero del exitoso empresariado industrial antioqueño, le imprimió a epm una definida “cultura corporativa” elitista, excluyente y autosuficiente, “ajena a nuestra organización democrática y encerrada en un circulo impenetrable”74. 74 Ospina, E. Livardo, Obra citada, p. 199.
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•• Cuando epm llevaba poco más de un año de operaciones, afronta una grave crisis provocada por la deslealtad del gerente Oscar Baquero Pinillos con el régimen dictatorial que lo llevó a la gerencia general: Fue acusado de hacer un importante aporte monetario al movimiento político bipartidista que buscaba derrocar al Presidente Rojas. Por este tema se dan serios enfrentamientos entre miembros de la Junta Directiva y entre ellos y el Alcalde de Medellín. Como resultado, el Presidente Rojas expide un decreto el 8 de mayo de 1957 para disminuir la autonomía de epm, ordenando a la Junta que nombrara un nuevo Gerente General75. Al caer el dictador el 10 de mayo, dos días después del mencionado decreto, la lealtad del doctor Cesar Baquero con el bipartidismo tradicional se premia con su reelección como gerente general hasta 1959. •• Una aberrante situación, fuente de tensiones y conflictos al interior de epm y que incidía sobre la Cooperativa, era la división del personal de epm entre trabajadores oficiales (obreros, con contrato laboral indefinido) y los empleados públicos, con escalafón más elevado, pero de libre nombramiento y remoción. •• Al constituirse epm se da el traslado masivo de trabajadores municipales a la empresa, haciéndoles perder la condición de sindicalizados, por lo que proceden de inmediato a crear el Sindicato de epm (1956), proceso que quiso obstruir el Gerente Baquero. Las relaciones entre directivas y sindicato han sido difíciles, pues la élite empresarial antioqueña que controla a epm, es contraria a la actividad sindical y a los intereses de los trabajadores. •• Con la implantación del llamado Frente Nacional en el Plebiscito de diciembre de 1957, llegan gobiernos de poder compartido entre liberales y conservadores. Al tiempo se aprueba un estatuto legal mediante el cual el Concejo de Medellín elige la Junta Directiva de epm conformada por concejales y representantes del sector privado de Medellín y presidida por el Alcalde; la Junta es la responsable de elegir el Gerente General. Este estatuto le facilita al gran empresariado antioqueño controlar a epm, pues en aquella época al Concejo de Medellín, con muy pocas excepciones, sólo llegaban representantes de las clases altas. •• A raíz de la inmensa votación obtenida por la anapo (movimiento político del general Rojas Pinilla) en las elecciones de 1970, llega al Concejo de Medellín como a la mayoría de concejos del país, una inesperada 75 Ibídem, pp. 202-204.
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corriente de concejales de extracción popular e ideologías “antioligárquicas” que, según los poderes tradicionales, ponían en “peligro” la estabilidad de epm, por lo cual pocos años más tarde, bajo el gobierno de Alfonso López Michelsen (1974-78) se modifica el Estatuto de epm, trasladando todos los poderes al alcalde de Medellín, a quien le correspondería elegir Gerente General y adjudicar licitaciones. La Junta Directiva se redujo a ser un simple órgano asesor. INFLUENCIAS DE EPM Y DEL SINDICATO SOBRE LA COOPERATIVA Para comprender muchos aspectos del devenir histórico de la Cooperativa hay que tener en cuenta la influencia ejercida en diferentes épocas y grados de intensidad por el Sindicato de Trabajadores de epm, que fue el que la promovió y ha estado presente en los períodos claves de su historia; pero también, en varios momentos, las directivas de epm tuvieron peso determinante a través de miembros del Consejo de Administración, buscando que los objetivos de la Cooperativa coadyuvaran a las políticas de la Empresa. coofinep,
Los anteriores complejos aspectos se encuentran abordados a lo largo de la presente obra.
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CUARTA PARTE
Cooperativismo Alternativo genera Dinรกmica Social
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OCHO BLOQUE SINDICAL INDEPENDIENTE, LIDERAZGO SINDICATO DE EPM Y COOPERATIVISMO ALTERNATIVO CRÍTICO CAMINO DEL SINDICALISMO COLOMBIANO
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l sindicalismo en Antioquia surge a finales de la década de 1910 y la primera huelga en el sector industrial se registró en 1920, en Bello y liderada por la joven obrera, Betsabé Espinal. Sin embargo los plenos derechos de los trabajadores, el reconocimiento legal de los sindicatos y el derecho de huelga, sólo tienen sus conquistas iniciales bajo los gobiernos de la República Liberal (1930-1946).
Con los pocos sindicatos que ya se habían conformado en Colombia, con la influencia del naciente Partido Socialista, se crea la primera central sindical en Cali, 1925, la Confederación Obrera Nacional con, por un grupo de destacados socialistas dirigentes obreros, liderados por Ignacio Torres Giraldo y Raúl Eduardo Mahecha. Sin embargo, en 1929 es liquidada debido a la represión ejercida por el gobierno de Miguel Abadía Méndez (1926-1930), una de cuyas consecuencias fue la masacre de las bananeras en Ciénaga (Magdalena). En congreso sindical realizado en Medellín (agosto 7 de 1936), con el apoyo del Presidente López Pumarejo (1934-1938) y de los partidos liberal y comunista, se funda la Confederación de Trabajadores de Colombia, ctc. Ese mismo año nace la Federación de Trabajadores de Antioquia, fedeta, que refuerza a la ctc. Fedeta tuvo un crecimiento continuo y gran influencia del Partido Comunista Colombiano y de grupos de izquierda liberales. En 1939 tenía 4.328 afiliados y llegó a 7.604 en 39 sindicatos en 1947, año en que la violencia partidista incidió en su debilitamiento. Su mayor fuerza estuvo en el sec-
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tor oficial y en sindicatos industriales y mineros, así como casi todos los conflictos obreros de la época. Ante el fortalecimiento de la fedeta, la Iglesia Católica antioqueña con el apoyo de sus organizaciones, del partido conservador y del empresariado, promovió la creación de sindicatos con énfasis en el sector textil, por su importancia en Antioquia, promoviendo la fundación (Medellín, abril de 1944) de la Unión de Trabajadores de Antioquia, utran, que lideró el sindicalismo patronal regional. Al triunfar el candidato conservador y de la Iglesia Católica, Mariano Ospina Pérez, en las elecciones presidenciales de mayo de 1946, los empresarios antioqueños, la Acción Católica y la utran, promovieron un congreso sindical en Bogotá (junio de 1946), en el cual se oficializó la división del sindicalismo colombiano, al constituirse la Unión de Trabajadores de Colombia, utc, como alternativa de la derecha, frente a los movimientos sindicales de inspiración liberal, socialista o comunista. La llegada al poder del conservador Ospina Pérez (1946-1950), coincide con la segunda postguerra y la llamada Guerra Fría, que en el campo internacional enfrentó en lo político, lo ideológico y lo militar a países del campo socialista liderados por la Unión Soviética y del mundo capitalista, liderados por los Estados Unidos, país con el que se alindera el gobierno colombiano, sobre todo después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán (abril 9 de 1948) y la creación en Bogotá de la Organización de los Estados Americanos, oea, que tomaría parte activa en la mencionada Guerra Fría. En este contexto, se inicia un período de violencia oficial contra los grupos liberales, socialistas y comunistas, contra sus sindicatos y sus medios de expresión. En los gobiernos de Laureano Gómez (1950-1953) y de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957), la ctc prácticamente es liquidada, la mayoría de sus dirigentes pasan a la clandestinidad, el Partido Comunista fue ilegalizado (por decreto de Rojas de marzo de 1954) y numerosos dirigentes asesinados, como Manuel Marulanda Vélez76, Julio Rincón, Ángel María Cano y Aurelio Rodríguez.
76 Líder sindical y dirigente comunista cuyo nombre adoptó el comandante guerrillero Pedro Antonio Marín, más conocido como Tirofijo, quien murió en marzo de 2008 por causas naturales.
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Con la caída del gobierno militar el 10 de mayo de 1957, se inicia una época de reconstrucción del sindicalismo progresista. Grupos de sindicalistas liberales y conservadores inician la recuperación de la ctc y a partir de octubre de 1958 es reorganizada la fedeta por grupos de izquierda liberal y el Partido Comunista. En 1958, tras ocho años de inactividad, se realiza el ix Congreso de la ctc con presencia de 60 sindicatos. Aprovechando la euforia liberal (Gobierno de Alberto Lleras, proclive al gobierno estadounidense) y la atmósfera de la Guerra Fría, se unen sectores liberales y conservadores y excluyen del Comité Ejecutivo de la ctc a los comunistas. La división se materializa en Congreso de la ctc realizado en Cartagena en diciembre de 1960. La comisión de credenciales negó el ingreso de 227 delegados y 105 organizaciones, entre ellas la fedeta (de Antioquia); el periódico El Catolicismo de Bogotá registró así lo sucedido77: “Por fuera de la ctc ha quedado todo vestigio de comunismo y de fidelismo y la poderosa central sindicalista ha recobrado plenamente la unidad de acción…”.
Como resultado de las políticas excluyentes y anticomunistas de la derecha de la ctc dirigida por José Raquel Mercado, en diciembre de 1960 en Cartagena, las federaciones y sindicatos expulsados del Congreso de la ctc y otros que se retiraron en señal de rechazo a lo acontecido, constituyen el Comité de Unidad de Acción y Solidaridad Sindical, cuass, que buscaba la integración de los sectores sindicales no sometidos a la influencia de las corrientes patronales y clericales. Sin embargo, por diferencias de fondo con los grupos políticos que orientaban el cuass, incluido el Partido Comunista, en cuanto al papel que debían jugar los sindicatos y las cooperativas en las luchas revolucionarias, los sindicatos afines al Movimiento Obrero Estudiantil Campesino, moec, y a grupos maoístas y castristas deciden retirarse del comité y dar vida al Bloque Sindical Independiente.
77 Londoño Botero, Rocío. Crisis y recomposición del sindicalismo colombiano, p. 287, en Nueva Historia de Colombia, Ed. Planeta, Bogotá, 1989.
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EL CONTESTATARIO BLOQUE SINDICAL INDEPENDIENTE Y EL MOEC La importancia del llamado Bloque Sindical Independiente surgido en 1960, radica en que fue una corriente renovadora del movimiento social en Colombia, dando nuevas perspectivas al sindicalismo y al cooperativismo, como organizaciones de las clases trabajadoras, complementarias en la lucha por una sociedad con justicia social. Además, el bsi influye en su época, porque el Sindicato de Empresas Públicas de Medellín, desde esos años, fue uno de sus puntales en Antioquia y porque la Cooperativa de Trabajadores de epm surgió como un importante proyecto de esa nueva agenda sindical y cooperativa, también, porque formó parte del moec: Movimiento Obrero Estudiantil Campesino.
Protagonismo del MOEC
Entre los numerosos movimientos políticos revolucionarios que surgieron en la década de 1960, resultado de las favorables circunstancias internas y externas, sobresale el Movimiento Obrero Estudiantil Campesino 7 de Enero, moec, que surgió en Bogotá (7 de enero de 1959), pocos días después del triunfo de la Revolución Cubana y cuando el novedoso proyecto político del Establecimiento colombiano, el Frente Nacional, aún no había cumplido seis meses de existencia. Nace como resultado de una agitada huelga que se desarrolló en la capital de la República, contra el alza en las tarifas de transporte público y el costo de vida. Ese 7 de enero, Antonio Larrota y un entusiasta grupo de jóvenes entre los que se contaban Eduardo Aristizábal Palomino y Róbinson Jiménez, constituyen el Movimiento, que al iniciar era Obrero, Estudiantil y Colombiano. Luego se cambia la última palabra por Campesino, y por iniciativa de varios integrantes se realiza en Cali (20 de julio de 1960) su Primer Congreso, con el fin de aprobar su plataforma programática y consolidarse en el Valle del Cauca, para extender su acción por todo el territorio nacional. Se trazó una línea política abstencionista que originó el Frente Nacional Abstencionista. El moec se distinguió de otros movimientos de su época por: •• Ser un refrescante y renovador movimiento político que, sin dogmatismos ni esquemas preestablecidos, con clara vocación anticapitalista y revolucionaria e inspirado en un marxismo sin adjetivos, estaba seguro 128
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de que una revolución socialista estaba al orden del día en Colombia, a diferencia de otros grupos políticos como el Partido Comunista Colombiano, pcc, que planteaban que la lucha inmediata se orientaba hacia una revolución democrático - burguesa, que era la visión de la mayoría de los partidos comunistas de América Latina y del Tercer Mundo, bajo la orientación del Partido Comunista de la Unión Soviética. •• El moec avaló en aquel entonces la lucha armada “como una repuesta lógica y consecuente de los sectores populares y democráticos”, ya que el sistema del Frente Nacional, impuesto en el Plebiscito de diciembre de 1957 por los partidos liberal y conservador era profundamente antidemocrático al establecer legalmente la alternación de tales partidos en la Presidencia de la República e imponer la paridad (50% para liberales y 50% para conservadores) en todos los cargos públicos y de elección popular, •• Desde esa perspectiva, el moec descartaba la lucha electoral y planteaba la necesidad de hacer un “trabajo de masas”, a partir del movimiento sindical, para lo cual capacitó y promovió una generación de jóvenes cuadros políticos orientados al trabajo intenso en el movimiento obrero, asumido éste como un conjunto de organismos en cuya cúspide se encuentran sindicatos y cooperativas, cuya alianza se planteaba como fundamental para adelantar exitosas huelgas con un contenido reivindicatorio y revolucionario. Desde su primer año de actividades, confluyen en el moec diversas corrientes y grupos sociales comprometidos con una revolución socialista en Colombia.
EL MOEC, promotor del beligerante bloque sindical independiente
Con su visión revolucionaria y su estrategia política y sindical, el moec orienta sus esfuerzos hacia el sindicalismo, en áreas estratégicas como servicios públicos y comunicaciones, sectores industriales y agroindustriales, con una labor proselitista y organizativa que rinde frutos rápidamente en el Valle del Cauca, donde el moec desde los primeros meses de 1960, realiza un exitoso trabajo en los medios sindical y cooperativo, que le trazaría pautas para extenderse a otras regiones de Colombia, como el Valle de Aburrá. 129
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Son activistas del moec los promotores del Bloque Sindical Independiente, quienes despliegan una intensa actividad proselitista en Antioquia, que les permite ser protagonistas en varios sindicatos como en Empresas Públicas de Medellín, la Empresa Siderúrgica de Medellín (entonces importante factoría en Medellín), y en el poderoso sector textilero antioqueño, en el cual los importantes sindicatos de Coltejer y Rosellón se retiran de la utran, para dar vida al Bloque Sindical Independiente. Al respecto, don Alfonso Upegui recuerda78: “Fue el Sindicato de las EE.PP, en asocio con el Sindicato de Siderúrgica, los que aquí en Antioquia jalonamos, lo que dimos en llamar Bloque Sindical Independiente de Antioquia, al cual rápidamente se vincularon sindicatos importantes como los de Coltejer, Noel, Peldar, Rosellón, Coltabaco, Sintradepartamento, Doña María, entre otros, hasta llegar a un número de más de treinta sindicatos que venían en su mayoría de la Utran y de la Fedeta”.
Como resultado de esa renovadora visión que sobre el sindicalismo tenía el Bloque Sindical Independiente, en poco tiempo se transformó en la central de trabajadores con mayor influencia en la capital antioqueña. SINDICATO DE EPM LIDERA BLOQUE SINDICAL INDEPENDIENTE Iniciada la década de 1960, al interior del Sindicato de epm, en sus directivas y en amplios sectores de sus bases, se respiraba un aire renovador y se percibía un ambiente con una definida orientación política hacia grupos comprometidos con las reivindicaciones de los trabajadores. Al respecto Alfonso Upegui señala79: “Entré a la Energía Municipal en 1952 y quisiera hacer mención sobre la situación política que se vivía a finales de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta, porque para mí marcó un cambio en cuanto a mi posición política. Hace poco hice mención sobre la posición ideológica y política entre mis padres y mi familia en general ubicados en la derecha, no obstante su posición de proletarios. Pero ocurrió que debido a la violencia oficial que se desatara a partir del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948, 78 Echeverri Cano María Inés, Origen y evolución institucional de la Cooperativa de Empresas Públicas de Medellín, p. 42. Tesis de Grado, Universidad de Antioquia, Medellín, 1963. 79 Ibídem, p. 20.
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mucha parte de los conservadores reaccionamos contra esta situación de diferentes maneras: unos absteniéndose de votar por los conservadores, otros pasándose a los liberales y otros, donde me ubico, coqueteándole al Partido Comunista y movimientos de izquierda e insurreccionales que empezaban a gestarse en los años sesenta”.
En concordancia con el anterior planteamiento, el dirigente sindical de izquierda Leonardo Gaviria, también cofundador del Sindicato y de la Cooperativa de Trabajadores de epm, señala80: “El compañero Alfonso Upegui decía que él, en su época, fue conservador, otros eran liberales como yo. Eso de ser liberales o conservadores no jugaba un papel importante para lo que se estaba gestando en ese momento, porque ya había entre nosotros una claridad política, así no fuera muy ordenadamente, en eso sí nos identificábamos todos nosotros”.
En la misma línea política, otro dirigente del Sindicato de epm al iniciar 1960, cofundador de la Cooperativa de epm, Marco Fidel Rúa Yarce, puntualiza81: “La lucha es la que lo lleva a uno a despojarse de los sentimientos tradicionales, a identificarse con determinado credo o corriente. No éramos rebeldes sin causa, porque sabíamos para dónde íbamos. Empezamos a conocer hechos históricos, asistir a conferencias importantes que le van calando a uno y lo van metiendo en la lucha. A los dos meses ya estaba vinculado a la organización sindical, me invitaban a charlas, a cursos sindicales y sobre la historia de Colombia. Ya viene Fidel Castro. Llega la Revolución cubana, hay un reflujo marxista en todos. Entonces a la gente de la época, a la juventud del momento, a esta América, al pueblo, se le va prendiendo esa chispa y empiezan los románticos. En la época de 1950 fue también la guerra de Corea, fue el primer golpe que le pegan a los gringos y después viene esa otra pelea con el hombre que quizá yo haya admirado más revolucionariamente, hablo de Ho Chi Min, el líder del pueblo vietnamita”.
En un ambiente político de avanzada, abierto y sin dogmatismos, como el que predominaba en el entorno laboral de Empresas Públicas de Medellín, no resulta extraño que la renovadora línea política sindical originada en 80 Ibídem, p. 23. 81 Ibídem, pp. 24-25.
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sindicatos del Valle del Cauca, promovida por ideólogos del moec, encontrara eco en el Sindicato de epm. Ello explica porqué dicha organización, no sólo fue una de las primeras en adherir al Bloque Sindical Independiente, sino la que asume en Antioquia y en el país el liderazgo del mismo. Así lo recordaría años más tarde Marco Fidel Rúa82: “Los que no estábamos comprometidos con las centrales existentes empezamos a reconocernos a nivel regional. El primer contacto fue el que se hizo entre algunos dirigentes sindicales de Antioquia y del Valle. Teníamos un eslogan: ‘unidad sindical por la base’. Empezamos a practicar esta nueva premisa y así que, si un sindicato entra en huelga, fuera de donde fuera, y nosotros los que ya empezábamos a perfilarnos y que posteriormente fuimos el Bloque Sindical Independiente, estábamos listos a apoyar cualquier movimiento huelguístico que existiera en el país. Le correspondió al Sindicato de las Empresas Públicas de Medellín, por su ubicación en el centro de la Cuidad, por tener una junta directiva que no estaba contaminada de los vicios de moda, no tuvimos oposición para facilitar el desarrollo de esta nueva modalidad, y fue así como el Sindicato se convirtió en un centro de actividad sindical a escala nacional. De todo el país y de todas las tendencias llegaban comisiones de sindicatos en huelga buscando la solidaridad. Y en nuestro Sindicato encontraban toda clase de ayuda: alojamiento, papelería, mimeógrafo, guías. En fin, todo lo que necesitaban para el mejor cumplimiento de su misión”.
En la estructura ideológica y política del Bloque Sindical Independiente influyeron las ideas de brillantes intelectuales y pensadores como los socialistas Antonio García Nossa y Gerardo Molina; el abogado Luis Emiro Valencia; el economista Raúl Alameda Ospina; el activista del Partido Comunista, Luis Carlos Pérez, dirigente de Sintradepartamento; la hija de Jorge Eliécer Gaitán, Gloria Gaitán y el dirigente y activista revolucionario, Francisco, Pacho, Mosquera, luego promotor del moir, quien fue vinculado como funcionario del Sindicato de epm83. Su presencia como funcionario del Sindicato evidencia la influencia del moec y del sindicalismo del Valle del Cauca en el sindicalismo antioqueño.
82 Ibídem, pp. 43-44. 83 Arias, Amador. Ibídem.
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DINÁMICO COOPERATIVISMO ANTIOQUEÑO A PARTIR DE 1920 La historia del cooperativismo antioqueño, según las informaciones conocidas, se inicia entre 1910 y 1920, cuando se registró un inusitado auge del cooperativismo en el Valle de Aburrá, en acciones simultáneas con el sindicalismo y promovidas por los dirigentes socialistas del momento. Entrada la década de los años 30 y habiendo ya en el país legislación cooperativa, se promueven cooperativas en varios municipios, en especial en el Oriente y en la zona del Río Magdalena. En sus dos épocas de iniciación, el cooperativismo en Antioquia es promovido por dos corrientes ideológicas opuestas.
Un cooperativismo socialista y contestatario
En Antioquia, igual a lo acontecido en otras latitudes, el socialismo y el sindicalismo figuran entre los promotores del naciente cooperativismo: •• En 1918, un grupo de socialistas de Medellín de la Sociedad de Luchadores, promovió una ejemplar cooperativa que adquirió una imprenta para editar el periódico El Luchador y difundir el ideario socialista. Dicha cooperativa promovió la consiga de los Tres Ochos, que sería retomada por María Cano. •• En la década de 1920, Puerto Berrío era uno de los principales puertos del río Magdalena y el terminal del Ferrocarril de Antioquia, sirviendo para conectar al Departamento de Antioquia con el resto del país y el mundo. Allí hubo un intenso movimiento sindical y socialista, el que aprovechó María Cano para promover la constitución, en octubre de 1926, de la Cooperativa Obrera, cuyo primer gerente fue el dirigente sindical local Eugenio Cárdenas Prieto. •• En octubre de 1927 los dirigentes del Partido Socialista Revolucionario, PSR, María Cano e Ignacio Torres Giraldo, promovieron la constitución de la Cooperativa Tipográfica de Medellín, para lo cual adquirieron una imprenta en la cual se editaba el periódico La Justicia cuya directora era María Cano. •• Según noticias de prensa de 1920, se concluye de la existencia de un dinámico movimiento cooperativo de inspiración socialista. El auge de ese cooperativismo socialista se truncó en forma abrupta en 1929, pues a raíz de la huelga de las bananeras, que terminó con la masa133
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cre del 6 de diciembre de 1928, el gobierno conservador de Miguel Abadía Méndez (1926-1930) desató una irracional represión contra el Partido Socialista Revolucionario y sus organizaciones de masas, acusando a sus dirigentes de inspirar la huelga y la “revolución comunista” que se preparaba para derrotar al gobierno. En medio de esa represión son detenidos todos los dirigentes del psr, incluida María Cano, y allanadas las sedes políticas y las de la Confederación Obrera Nacional. La ola represiva llega también a las numerosas cooperativas promovidas por los socialistas, como bien lo recuerda Ignacio Torres Giraldo en el tomo 3 de su obra Los Inconformes84, ya que sus directivos lo eran también del psr o de la con. Las sedes e instalaciones de las cooperativas son allanadas, sus archivos y enseres incautados y sus dirigentes encarcelados. Así, bajo la acción represiva de la agonizante hegemonía conservadora, termina ese primer ciclo del cooperativismo alternativo colombiano. Se trata de un período fructífero que, aunque olvidado, vale la pena reconstruir y estudiar.
El pujante cooperativismo parroquial 85
Al mismo tiempo que se promueve el cooperativismo obrero y socialista, en el Valle de Aburrá y en otros centros obreros del país, representantes de la Iglesia Católica empiezan a difundir las ideas cooperativas desde la década de 1920, como lo hizo el Presbítero Adán Puerto; en los años 30, después de aprobarse la Ley 134 en 1931, entran al escenario cooperativo otros promotores como el Abogado Granadino Francisco Luis Jiménez Arcila, con apoyos e intervenciones del gremio caficultor con su Federación Nacional de Cafeteros (fundada en 1927), funcionarios de la Caja de Crédito Agrario Industrial y Minero, fundada en Mayo de 1931 en el Gobierno de Enrique Olaya Herrera. A partir de estos años, se inicia en Colombia el proceso de fundación de cooperativas, que se acentúa cuando se inician las acciones concretas de la Iglesia Católica, a partir de los años 50 y 60, sin que los sindicatos dejaran de intervenir, de diversas maneras en tal proceso. 84 Torres Giraldo, Ignacio. Los inconformes. Historia de la rebeldía de las masas en Colombia, cuatro tomos, Editorial América Latina, Bogotá, 1974. 85 Este punto ha sido elaborado con base en: Pérez Valencia, Gonzalo. Reflexiones críticas sobre Economía Solidaria, Tomo I: La Economía Solidaria en Colombia y el mundo. Libro en preparación.
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En el caso de Medellín como en muchas otras ciudades y territorios, hay otros orígenes en creación de cooperativas. Por mencionarlas: Las que podemos llamar barriales, promovidas por líderes comunales y otros; las de empresa, muchas de ellas promovidas y apoyadas por los empresarios, otras por los sindicatos; las de gremios, como los profesionales de la salud y de algunos gremios de productores. Se puede hablar de las “cooperativas parroquiales”, como parte de un pujante cooperativismo fomentado por varios obispos a través de párrocos de numerosos municipios, en especial en el oriente y el norte del departamento. Por su cantidad y por la permanencia de muchas de ellas, es válida la afirmación de que parte significativa de las experiencias de cooperativas exitosas, tiene su origen en la iglesia católica, no sólo en Colombia, como las que señala Gonzalo Pérez: •• El Grupo Cooperativo Mondragón, en España. •• Maquita Cushunchi (Ecuador). •• Coopcentral, en la Provincia de Guanentá, departamento de Santander, Colombia. •• Algunos proyectos solidarios en Brasil. •• Varias cooperativas promovidas por el padre Steel en países de América Central y del Caribe. •• Las cooperativas de ahorro y crédito en diferentes municipios antioqueños y en barrios de Medellín. La Iglesia Católica desde el siglo XIX, con encíclicas y otros documentos, define la denominada “Doctrina Social de la Iglesia”, con la cual convoca a sus pastores para que promuevan entre la feligresía la organización solidaria, con la creación de cooperativas, mutuales y otras formas de organización económica, con las cuales los pobres (clases subordinadas en general), puedan aplicar la autogestión, la ayuda mutua, la cooperación y, en el marco de unas relaciones económicas y sociales solidarias, consigan superar las situaciones difíciles que genera la pobreza, la exclusión, la marginalidad producidas en el sistema capitalista. En este proceso de promoción del cooperativismo por parte de la Iglesia Católica cabe destacar, entre otros, los siguientes acontecimientos:
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•• En 1916, en el encuentro de obispos de América Central y del Caribe, se impartió una directiva por la cual la iglesia debía promover la organización de cooperativas en las parroquias y municipios, con el fin de hacerle frente a los problemas que se presentaban en las economías de los feligreses. •• En el oriente antioqueño se impulsó en la década de 1940 por parte de algunos sacerdotes, la creación de cooperativas locales en los municipios, muchas de las cuales todavía existen. Lo anterior llevó a crear la primera estructura de integración, la Federación de Cooperativas del Oriente, desaparecida como resultado de rivalidades que se daban entre algunos municipios de esta región. •• En las décadas de 1950 y 1960 el obispo de Santa Rosa de Osos Miguel Ángel Builes promueve varias cooperativas en los municipios del Norte de Antioquia. •• A partir de 1960 se da en las provincias de Guanentá, Vélez y Comunera de Santander, la promoción de cooperativas desde el sepas (Secretariado de Pastoral Social), que luego tienen su organismo de integración, su instituto y hacen posible el nacimiento de coopcentral, bajo la dirección de dos sacerdotes, que logran hacer de este modelo, un éxito de organización solidaria aplicado al desarrollo local. En consecuencia, la participación de la Iglesia Católica ha sido significativa en el desenvolvimiento del cooperativismo en general y, en particular, el cooperativismo de ahorro y crédito de Antioquia. EL NUEVO COOPERATIVISMO ALTERNATIVO Para entender la trascendencia del llamado cooperativismo alternativo, planteado desde 1960 por el moec, es necesario evocar un poco de historia.
Gobierno, empresarios y clero orientan el cooperativismo entre 1930 y 1960
La hegemonía conservadora de más de 40 años se derrumbó en 1930 como resultado de las divisiones internas del partido conservador, de la agudización de los problemas sociales y el descrédito del gobierno de Miguel Abadía Méndez (1926-1930), especialmente a raíz de la masacre de las banane136
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ras. Con Olaya Herrera se inicia la llamada República Liberal (1930-1946), durante la cual se llevan a cabo algunas reformas económicas, políticas y sociales. Se expide la primera ley cooperativa y se aprueban las primeras leyes laborales para reconocer personería jurídica a los sindicatos, el derecho de huelga y prestaciones sociales. En julio de 1930, el Congreso del Partido Socialista Revolucionario, psr, toma decisiones claves para su organización, pues fueron excluidos de su participación los tradicionales dirigentes Ignacio Torres Giraldo, María Cano, Raúl Eduardo Mahecha, Tomás Uribe Márquez y Manuel Quintín Lame. El psr se disuelve y se constituye el Partido Comunista Colombiano, que se afilia de inmediato a la Internacional Comunista, de orientación stalinista. Bajo la dirección de Guillermo Hernández Rodríguez, quien regresaba de un largo curso en Moscú, el nuevo partido fue depurado de las tendencias “putschistas” y “caudillistas”. El otrora partido de masas se convierte en un reducido grupo de dirigentes que apoyan al partido de gobierno, el liberal, y orientan sus esfuerzos al control y dirección del movimiento sindical. Muchos cuadros directivos del antiguo psr ingresan al partido liberal, el cual retoma algunos de los programas socialistas, ocupando el espacio político que tuvo en su momento el psr. Es paradójico que, a pesar de tales decisiones o por ellas mismas, como resultado de varias de esas transformaciones, el tema cooperativo desaparece de la agenda política del liberalismo y del Partido Comunista, a pesar de haber sido bajo el mandato del liberal Enrique Olaya Herrera (1930-1934), que se expide la Ley 134 de 1931, como primera normatividad jurídica cooperativa. De todas maneras, entre 1930 y 1960, se puede hablar de un período especial para las cooperativas, en las regiones donde hay agroindustria (zona bananera), en el transporte fluvial del Río Magdalena, en varios centros urbanos y en pequeños y medianos municipios. Con los trabajadores bananeros, como en las nacientes industrias, con la actuación de los sindicatos; en grandes ciudades y poblaciones intermedias, organizaciones de empleados participan en la creación de algunas cooperativas y los pro137
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gramas de la Caja de Crédito Agrario Industrial y Minero influyen en el surgimiento de otras, que tuvieron corta vida, excepto la que hoy aún asocia a trabajadores y jubilados de esa entidad y del Banagrario actual; las de caficultores, promovidas por recomendación de algún directivo y de consultores extranjeros (se menciona la propuesta en el informe presentado al Congreso Cafetero de 1930, Mariano Ospina V. Presidente de la Federación y Enrique de Narváez – Gerente). En 1938, con la agremiación de trabajadores del Municipio de Medellín y el apoyo de la Alcaldía, se constituye la Cooperativa de Trabajadores Municipales. Se tienen noticias y relaciones con la norteamericana cuna mutual, unión de cooperativas de crédito (Credit Union National Association), nacida en 1934 y su aseguradora, creada en 1935. cuna influye en forma directa en los países de América Latina, a partir de 1958, cuando se convierte en asociación mundial. Buena parte de las cooperativas fundadas en esa época y sobre todo a partir de 1960, son promovidas por integrantes del clero, motivados por algunos altos jerarcas de la Iglesia Católica, el apoyo del Partido Conservador y los patronos; se institucionaliza en Colombia un cooperativismo no contestatario en relación con el capitalismo, limitado en lo social a mejorar las precarias condiciones de vida de los trabajadores, dentro de una política de buen entendimiento con el sector patronal, a través de las denominadas “cooperativas de empresa”.
Cuestionamiento al cooperativismo patronal y clerical
Al despuntar 1960, aparecen renovadoras corrientes en el panorama político y social y surgen grupos políticos y sindicales con tendencia hacia la agudización de las luchas sociales, con nueva visión de la revolución socialista en Colombia, en cuyo proceso podría jugar un papel fundamental la alianza entre los movimientos sindical y cooperativo. Así aparece un cooperativismo alternativo, que empieza a cuestionar las políticas y objetivos del cooperativismo predominante, conformado por “cooperativas de empresa”, en su mayoría organizaciones que eran un simple apéndice de la empresa capitalista en la cual eran asalariados sus asociados.
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Esa nueva tendencia cooperativa y el nuevo sindicalismo aglutinado en el Bloque Sindical Independiente, surgen en el Valle del Cauca. En Medellín y municipios cercanos, los trabajadores reciben muy bien la propuesta de un cooperativismo alternativo, en especial el Sindicato de Empresas Públicas de Medellín. Don Alfonso Upegui, antiguo líder sindical de epm recuerda la iniciativa del Sindicato, al designar a Pacho Mosquera como funcionario responsable de asesorar la constitución de cooperativas86: “En Antioquia empezamos a vender la idea a los trabajadores. Nos dimos a la tarea de conformar un grupo de trabajadores entre los más colaboradores con el Sindicato. Invitamos a Francisco Mosquera, el hombre que venía jalonando la creación de las cooperativas para que nos asesorara en la constitución y manejo de la cooperativa”.
En consonancia con lo anterior, el también cofundador del Sindicato y de la Cooperativa y posterior directivo de los mismos, Leonardo Gaviria, apuntó87: “A las charlas de Francisco Mosquera invitamos a trabajadores de otras empresas con el propósito de motivarlos para que se animaran también a formar cooperativas con sus sindicatos de base. No eran cursos de capacitación muy amplios, sino de tres o cuatro personas”.
Gracias a la campaña desplegada por el Bloque Sindical Independiente de Antioquia con la coordinación de Francisco Mosquera, se conforman en el Valle de Aburrá numerosas cooperativas en un corto período (1962-1963): Cooperativa de Trabajadores Simesa, Cooperativa de Trabajadores de Peldar, Cooperativa de Músicos y Compositores (camc), Cooperativa de Trabajadores de Coltabaco (creada con anterioridad, pero orientada desde ese momento por dirigentes del Bloque Sindical Independiente), Cooperativa Barrial de Enciso y Cooperativa de Trabajadores de Empresas Públicas de Medellín88.
86 Echeverri Cano, María Inés. Obra citada, p.55. 87 Ibídem 88 Ibídem, p. 57
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NUEVE CONFLICTIVO DESPEGUE DE COOPERATIVA DE EPM (1962-1974) UN PAÍS EN EBULLICIÓN
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a refrescante y saludable ebullición política y social que vivían Antioquia y Colombia en 1962 se reflejó, como es obvio, en el proceso de constitución y despegue de la Cooperativa de Trabajadores de Empresas Públicas de Medellín. Terminando el primer gobierno del Frente Nacional, esta alianza entre partidos tradicionales que derrocó al General Gustavo Rojas Pinilla y eligió Presidente al liberal Alberto Lleras Camargo (1958-1962), más que un movimiento sólido empieza a mostrar que es un acuerdo con graves y preocupantes fisuras: •• Dinámicos grupos políticos de oposición se consolidan en buena parte del país, como el Movimiento Revolucionario Liberal, mrl, orientado por Alfonso López Michelsen y la Alianza Nacional Popular, anapo, dirigida por el expresidente Rojas Pinilla, que obtuvo importante caudal electoral en las elecciones de 1962. •• Influyentes medios de comunicación escritos cuestionaban las políticas sociales del Frente Nacional, como el semanario La Calle, vocero del mrl, la revista La Nueva Prensa dirigida por Alberto Zalamea, el semanario del Partido Comunista Voz Proletaria y numerosos periódicos regionales y locales. •• La influencia de la Revolución Cubana se siente en los más diversos sectores y en la multiplicación de grupos guerrilleros, de la ciudad hacia el campo. •• Tras una década de gobiernos represivos, se abre camino un contestatario sindicalismo en el Valle del Cauca y Antioquia, en donde habían predominado corrientes patronalistas y clericales como la utran.
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•• Se divulgan importantes documentos e investigaciones sobre la realidad colombiana, como el famoso informe del Padre Lebret, sacerdote francés vinculado a la cepal, y quien por iniciativa del gobierno de Rojas Pinilla realizó una descarnada investigación sobre la realidad social colombiana. En este contexto, en Medellín, ciudad con una sólida base industrial y un creciente proletariado, surge una corriente renovadora del cooperativismo, promovida por dirigentes sindicales y políticos, que disienten del sindicalismo agrupado en las dos centrales existentes y participan del Bloque Sindical Independiente. Ya existe el Sindicato de Trabajadores de Empresas Públicas de Medellín y desde éste se promueve la Cooperativa, que desde su inicio se destaca por el liderazgo social y la formación política de quienes la promovieron y fundaron. Aglutina obreros y empleados de una empresa pública que representa el eje del proceso industrial de la capital antioqueña y fundamento para la calidad de vida que disfruta parte importante de su población; es además, la empresa de servicios públicos más sobresaliente del país, por su patrimonio y sus servicios. PROMOCIÓN DE LA COOPERATIVA DE EPM Conformado el Bloque Sindical Independiente, liderado en Medellín por el Sindicato de epm, sus dirigentes asumen compromisos en las principales ciudades, en el marco de los cuales se empezó a gestar y promover la creación de cooperativas alternativas, con la idea de apoyar a los sindicatos en sus conflictos laborales, sobre todo en materia económica, factor primordial para evitar el rompimiento de las huelgas. En relación con lo anterior, señala Alfonso Upegui89: “En el Valle del Cauca contaban ya con varias cooperativas de trabajadores con características que las alejaban de las cooperativas tradicionales. Tenían como principio fundamental proyectarse más en el sentido de darle solución preferencial a los problemas colectivos como en el caso de las huelgas donde entraban a soportar el peso económico de las necesidades más elementales del conglomerado, dejando de lado las 89 Echeverri Cano María Inés, Obra citada, pp. 44 y 54.
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necesidades impuestas por la sociedad de consumo. Fue esta experiencia con las cooperativas obreras en el Valle del Cauca lo que nos movió aquí en Antioquia a seguir el ejemplo. Con la constitución del Movimiento Sindical Independiente del Valle se dio un vigoroso y firme impulso a las luchas obreras y es allí donde surge la idea de dar vida a nuevas cooperativas que en su funcionamiento fueran aliadas del movimiento obrero, especialmente en aquellos conflictos en los que se hacía necesaria la solidaridad”.
Desde su inicio en 1962, el Sindicato de epm a través de sus medios de difusión como el boletín El Eco Sindical, charlas y comunicados, hizo amplia difusión sobre las bondades del cooperativismo e invitó a sus miembros a participar en la creación de la Cooperativa, recordándoles que debían inscribir sus nombres en la Secretaría del Sindicato. Un antecedente de la Cooperativa de Trabajadores de epm lo constituye la Cooperativa de Trabajadores Municipales creada el 31 de octubre de 1938, hoy cootramed.
Marco legal cooperativo en 1962
Pasados más de cuarenta años de gobiernos conservadores llega a la Presidencia de la República un dirigente liberal de amplia trayectoria: Enrique Olaya Herrera, cuyo programa de gobierno incluía diversos aspectos sociales, pues el mundo vivía el impacto de la crisis financiera de 1929. En su posesión (7 de agosto de 1930), Olaya Herrera prometió “reglamentar estatutariamente las relaciones del cooperativismo y estudiar la manera de poner en marcha medidas para la fundación de cooperativas de crédito y consumo”90, se expide la primera ley cooperativa el 7 de diciembre de 1931, la que tuvo dos antecedentes inmediatos: •• En 1927 el abogado antioqueño Juan María Agudelo ganó un concurso abierto por el gobierno nacional para premiar el mejor trabajo que ofreciera fórmulas para solucionar la penuria económica y alimentaria; el suyo versó sobre cooperativas de consumo y el abogado Agudelo fue uno de los redactores de la primera ley sobre cooperativas (134 de 1931), para lo cual contó con la colaboración de un equipo de abogados, encabezado por el líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. 90 Centros Cooperativos de Integración, Reseña histórica de la economía solidaria en Colombia, p. 22, Bogotá, 1981.
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•• El 12 de septiembre de 1930 se gradúa como Abogado de la Universidad de Antioquia Francisco Luis Jiménez Arcila, con los más altos honores por una novedosa tesis sobre el cooperativismo, tesis que sirvió para la fundamentación de la Ley 134. El doctor Francisco Luis Jiménez fue, durante más de 70 años, una de las figuras más destacadas del cooperativismo colombiano. Cuando se funda la Cooperativa de Trabajadores de epm, aún rige la mencionada ley con algunas reformas, pero no de fondo. En dicha ley primaban los conceptos de multiactividad e integralidad, es decir, no existían cooperativas especializadas, por lo cual una cooperativa podía tener diferentes secciones: consumo, ahorro y crédito, vivienda, producción, etc. Ello explica porqué la naciente Cooperativa no tuviera una definición clara entre el consumo, el ahorro o el crédito, siendo necesario destacar que la multiactividad hace parte de la filosofía cooperativa. La Ley 134/31 se deroga con el Decreto Ley 1598 de 1963, expedido con facultades extraordinarias por el gobierno de Guillermo León Valencia (1962-1966).
Asamblea de constitución de la Cooperativa de EE PP de Medellín (junio 6 de 1962)
La intensa promoción que hizo el Sindicato para la creación de una cooperativa con trabajadores de la empresa, generó expectativas en muchos de aquellos y en la dirección de aquélla. Aunque el número de trabajadores que respondieron al llamado del sindicato no fue muy representativo desde el punto de vista cuantitativo, sí lo fue desde el punto de vista cualitativo, pues sólo 28 se hicieron presentes ese 6 de junio en la asamblea de constitución de la Cooperativa de Trabajadores de Empresas Públicas de Medellín Ltda., como se denominó inicialmente; pero llegaron con una clara posición política de izquierda y comprometidos con los postulados de un cooperativismo alternativo. En un ambiente de optimismo fueron aprobados los estatutos y elegidos Gerente, Auditor y Tesorero provisionales, con sus respectivos suplentes que, de acuerdo con las normas vigentes, conformaban el Consejo de Administración provisional.
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Se destaca que el número de fundadores era muy buen augurio, porque coincidía con el de los fundadores de la paradigmática Cooperativa de los Pioneros de Rochdale que, el 28 de octubre de 1844, con un capital de 28 libras constituyeron la emblemática organización que proclamó en sus estatutos los famosos siete principios cooperativos, siendo ejemplo en Europa para muchas cooperativas. Los 28 fundadores de la Cooperativa de Trabajadores de Empresas Públicas de Medellín fueron en su totalidad trabajadores de la empresa y, en su mayoría, miembros del Sindicato de epm.
Reconocimiento oficial de la Cooperativa (noviembre 20 de 1962)
El 20 de noviembre de 1962, la División de Cooperativas del Ministerio de Trabajo (ente encargado de reconocer, controlar y vigilar las cooperativas), le otorgó Personería Jurídica y aprobó los Estatutos mediante Resolución Nº 02025 y, el mismo día, mediante Resolución N° 0268, la autorizó para iniciar operaciones. Cuando recibe la Personería Jurídica la cooperativa tenía ya 50 socios, como se les denominaba en esa época, que aportarían 5 pesos semanales y 50 centavos para gastos de administración, contando con un aporte inicial de $ 4.000.oo del Sindicato. En total, su capital para esa época era de $ 20.000.oo. La siguiente es la lista de los 50 socios existentes al momento de obtener la Personería Jurídica: Alfonso Upegui, Marco Fidel Rúa, León Palacio, Leonardo Gaviria, Pascasio Diosa, Jesús Gómez, Guillermo Ramírez, Jairo Lopera, Leonardo García, Arturo Acevedo, Rafael Giraldo, Jaime Tamayo, Manuel Estrada, Luis Garcés, Daniel Alzate, Israel Restrepo, Heriberto Castrillón, Antonio Aguirre, Óscar Tavera, Luis Carlos Oporto, Francisco Duque, Argemiro Carvajal, Gerardo Herrera, Isidro Pineda, José J. Gaviria, Rosendo Ocampo, José Delfín Sánchez, Sixto Pérez, Alberto Salas, Héctor Lora, Alfonso Acevedo, Gustavo Gómez, Evergisto Gómez, Silvio Gómez, Enrique Jaramillo, Alirio Jiménez, Misael Jiménez, José Jiménez, Gonzalo Marín, Rafael Monsalve, Jairo Morales, Germán Osorio, Rafael Pérez, Jesús Pinillos, Néstor León Ruiz, Eduardo Tobón, Ramiro Úsuga, Octavio Velásquez, Hernando Zapata y Ricardo Zapata.
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Iniciación de actividades de la Cooperativa (diciembre 9 de 1962)
Recibida la personería jurídica, el Consejo de Administración Provisional convocó Asamblea General para el 9 de diciembre del mismo año, en la cual fue elegido el primer Consejo de Administración conformado por: Alfonso Upegui, Jesús Gómez, Bernardo Gutiérrez, León Palacio y Octavio Velásquez. Son ratificados Alberto Salas –gerente–, Luis Carlos Oporto –Tesorero– y Leonardo Gaviria, como auditor. La primera sede de la Cooperativa, entre 1962 y 1965, fue un modesto local ubicado en la carrera Cundinamarca (Nº 52-61, oficina 301). Entre 1965 y 1968 tuvo su oficina en la carrera 54 Cúcuta (Nº 53-30). En 1968 se traslada a Carabobo con Juanambú (carrera 52 Nº 53-106), donde opera hasta 1984 cuando adquirió un inmueble de dos pisos ubicado en la calle 56 Bolivia (Nº 50-127). De allí se traslada al sector de Villanueva (carrera 50A No. 57121), y finalmente a la carrera 51 Bolívar (N° 48-44), hoy Agencia Bolivar, estando la Administración General en el Edificio del Café, muy cerca del Parque Berrío. Aquellos pioneros de la Cooperativa inician el año 1963 con entusiasmo. Hacía seis meses habían realizado la asamblea de constitución. Cuarenta días atrás habían recibido la personería jurídica y hacía menos de un mes habían elegido su primer consejo de administración; ya la Cooperativa tenía gerente en propiedad y una sede modesta pero apropiada para hacer realidad el sueño de tener su propia empresa que, con el ya sólido Sindicato, conformaban un importante patrimonio social para los trabajadores de la más importante empresa pública de Antioquia. Los asociados miraban con seguridad el porvenir de su empresa, con claridad sobre el papel que podía jugar la Cooperativa en sus luchas sociales. Pero afrontarían obstáculos difíciles que, en medio de su entusiasmo no percibieron: •• Sus asociados y directivos carecían de experiencia en el manejo empresarial cooperativo y no disponían de “capital de trabajo” para iniciar apropiadamente sus actividades. •• No estaban claros los objetivos de la Cooperativa, en cuanto al tipo de servicios a prestar, orientados a satisfacer necesidades de sus asociados. 145
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•• Las directivas de epm veían con preocupación la aparición de la Cooperativa, sobre todo porque sus directivos eran líderes sindicales de izquierda. El sector gerencial de epm, formado en el mundo empresarial antioqueño, siempre ha mirado con desconfianza al sindicalismo y con temor a los grupos de izquierda. Estas circunstancias y, en especial, la animadversión hacia la Cooperativa por las directivas de epm de la época, conspirarían contra su estabilidad y la definición de sus objetivos. Desde la época de la promoción y constitución, los fundadores de la Cooperativa tenían previsto que sus actividades principales se centrarían en el crédito y en el ahorro, no sólo para prestar los servicios a sus asociados, sino como apoyo vital al Sindicato en períodos claves como las huelgas. SE APLAZA UN SUEÑO El establecimiento antioqueño siempre buscó tener bajo su control a las Empresas Públicas de Medellín: Desde la junta directiva, los altos cargos administrativos y, por supuesto, cualquier organización social que se constituyera a su interior. De allí el recelo hacia el Sindicato. Igual actitud asume frente a la creación de la Cooperativa de Trabajadores en 1962, sobre todo al percatarse de los objetivos políticos, económicos y sociales que buscaba el Sindicato al promoverla. Se inicia entonces, desde la dirección de la empresa, una campaña de descrédito contra el Consejo de Administración elegido en diciembre de 1962, integrado en su mayoría por activos líderes sindicales militantes en grupos políticos revolucionarios. Se plantea así una abierta lucha entre el Sindicato y los directivos de EPM por el control de la Cooperativa. Desde la Gerencia General y con la colaboración de altos empleados se realiza esa campaña contra los miembros del Sindicato que hacían parte del Consejo de Administración. Desde ambos bandos se promueve la vinculación de asociados a la Cooperativa, buscando los votos para tener el control en la siguiente Asamblea General. El dirigente del Sindicato y de la Cooperativa Leonardo Gaviria apuntó en 199291: 91 Echeverri Cano, María Inés. Obra Citada.
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“El Sindicato arrancó con una promoción de la Cooperativa en la Central Hidroeléctrica de Guadalupe que estuvo a cargo de Alfonso Upegui que en ese momento era funcionario del Sindicato, donde había trabajadores caracterizados como muy buenos sindicalistas. En ese proceso confrontacional, el Consejo de Administración, con mayoría del Sindicato, citó en varias oportunidades Asamblea General durante el primer semestre de 1963, pero sin que se pudiera alcanzar el quórum, pues las directivas de epm no facilitaron la asistencia de asociados, especialmente de aquellos que laboraban en las centrales hidroeléctricas. Finalmente, la División Nacional de Cooperativas le ordenó al Consejo de Administración citar una asamblea extraordinaria, la cual se llevó a cabo el 5 de julio de 1963. Dicha asamblea fue sería manipulada por las directivas de epm, pues sólo facilitaron la asistencia a los trabajadores del edificio administrativo e impidieron la presencia de los trabajadores de las cuadrillas y de la central de Guadalupe, donde el Sindicato tenía amplia mayoría”.
Directivas de EPM se imponen con mayoría amañada
Los directivos de epm llegan con una mayoría amañada por las manipulaciones ejercidas, pero además tuvieron a su favor, en la Asamblea del 5 de julio de 1963, al delegado de la Supercooperativas, Jorge Eliécer Valencia, quien intentó direccionar la Asamblea y desacreditar a varios de los asistentes, calificándolos de “camaradas”. Como resultado, los emisarios de las directivas de epm se tomaron la Asamblea General y eligieron mayoría en el nuevo Consejo de Administración. En esta Asamblea se destacaron tres asociados de la Cooperativa, también miembros del Sindicato: Alfonso Upegui, Leonardo Gaviria y Jesús Gómez. Al asociado Alfonso Upegui, el Presidente de la Asamblea le impidió hacer uso de la palabra aduciendo que lo hacía “para evitar enfrentamientos personales”. Leonardo Gaviria, Auditor, tomó la palabra para protestar contra el Presidente de la Asamblea y contra el delegado de la Superintendencia de Cooperativas, por la forma como actuó y por haber contribuido -con informes falsos- a la anulación de asamblea anterior. Jesús Gómez corroboró las denuncias de Leonardo Gaviria, recordó que el Sindicato era el fundador de la Cooperativa y denunció que había personas interesadas en sabotearla. 147
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El Consejo de Administración elegido el 5 de julio de 1963, emprendió una serie de acciones para imponer una estructura administrativa y orientaciones según las pretensiones de las directivas de epm: •• En sesión del 5 de agosto de 1963 retira su confianza al gerente Alberto Salas y encarga al señor Antonio Pérez Mejía, con una asignación mensual de $1.040. y designa a Luz Stella Patiño Secretaria-Tesorera, con una asignación de $450. •• Solicita un visitador de la Supercooperativas para que investigue la gestión del exgerente Alberto Salas. •• Elimina el Comité de Crédito. •• Se crea un seguro de vida para cubrir a los asociados. •• Se estudia solicitud de directivas de epm para abrir una sección de consumo, la cual es aprobada por el Consejo de Administración el 13 de noviembre de 1964. Pocos días después de ser elegido un Consejo de Administración con poca injerencia del Sindicato, las directivas de epm aprueban (agosto de 1963), un auxilio de 1.000 pesos mensuales para la Cooperativa. El 17 de marzo de 1964 el Consejo autoriza al gerente para suscribir un préstamo con epm por $100.000.oo Vale recordar que durante el período de manipulación de la elección del Consejo de Administración de la Cooperativa por parte de directivos de epm, en la Gerencia General de la empresa estaba uno de los más connotados voceros del empresariado antioqueño, el ingeniero textil graduado en Estados Unidos Luis Echavarría Villegas (1959 – 1963), quien también fue gerente de Fabricato (1948 – 1957), embajador en Italia y Presidente de Droguerías Aliadas. A Villegas lo sucede en la gerencia otro dirigente empresarial antioqueño, Alejandro Uribe Escobar, ingeniero civil, quien al momento de ser designado Gerente de epm en 1963, ocupaba desde 1960 la Presidencia de la andi y era miembro de varias juntas directivas en el Valle de Aburrá. Bajo su mandato se manipuló la orientación de la Cooperativa en consonancia con los intereses de epm y no de los trabajadores asociados, como lo veremos más adelante.
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UN PERÍODO DE TENSIONES Tras su constitución, la Cooperativa afrontó -entre 1962 y 1974- tensiones y conflictos que, sin soluciones adecuadas, afectaron su normal funcionamiento: •• Las pretensiones de las directivas de epm de controlar la Cooperativa, imponer sus orientaciones operacionales con énfasis en la sección de consumo e impedir la alianza entre el Sindicato y la Cooperativa. •• Las confrontaciones de clase que se vivían al interior de las Empresas Públicas de Medellín entre los trabajadores oficiales (obreros), con derecho a la sindicalización y a contratos de trabajo a término indefinido y los denominados empleados públicos, en los cargos de “responsabilidad, dirección y manejo” bajo el régimen de “libre nombramiento y remoción”. Además, estos últimos no gozaban de independencia en sus decisiones, por estar supeditados a la voluntad de la Junta Directiva, del Gerente y de los demás altos cargos. •• Luchas entre diferentes facciones políticas de izquierda, a causa de las diversas tendencias predominantes en el mundo, que buscaban imponer sus ideologías sobre organizaciones sociales como sindicatos y cooperativas. •• Las divisiones y enfrentamientos que afrontaba el sindicalismo colombiano en general y el antioqueño en particular. •• La corrupción que hizo presencia entre algunos empleados de Cooperativa en torno a ciertas actividades “con ánimo de lucro” que realizaba la misma, para obtener los recursos económicos requeridos para su funcionamiento. •• La dificultad para satisfacer las expectativas y necesidades de sus asociados, por los conflictos y por la precariedad de los recursos financieros. El reducido capital y la constante iliquidez, hacían que los servicios fueran deficientes y no cubrieran la demanda, produciendo descontento y retiro de muchos asociados. •• El macartismo utilizado contra algunos directivos de la Cooperativa por parte de la Supercooperativas, en el período de Albino Vega Bernal (1966-1970). En actas de Asambleas Generales y de reuniones del Consejo de Administración, se observan los conflictos que afrontó la Cooperativa entre 1962 y 1974: 149
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•• En sesión del Consejo de Administración del 9 de noviembre de 1965, se da un debate sobre el contenido del boletín, en el cual se invita a los trabajadores a vincularse a la Cooperativa y a sindicalizarse. Se objeta el contenido del boletín. •• Aunque en acta del Consejo de Administración del primero de marzo de 1966 se concluye que para la Cooperativa es más importante fortalecer el crédito que el consumo, dicha política sólo se aplicó con posterioridad a 1974. •• Los altibajos en el número de asociados: En informe de Gerencia (3 de septiembre de 1966), se afirma que entre el 30 de diciembre de 1964 y el 30 de junio de 1965, se retiraron 108 asociados, reduciéndose su número a 323. •• El enfrentamiento entre asociados de la Cooperativa apoyados por directivas de epm y asociados vinculados al Sindicato, se puso de presente en la Asamblea del 29 de abril de 1967, al realizarse la votación para presidir la Asamblea, con empate entre Pedro Hernán Bustamante, jefe de personal de epm, y el líder sindical Leonardo Gaviria. Al proceder al desempate gana Leonardo Gaviria.
Con criterio patronal se impone creación de la sección de consumo
Desde la creación de la Cooperativa (1962), la administración de epm, con su concepción de que las cooperativas eran simples apéndices de las empresas, trató de orientarla hacia la prestación de servicios de consumo, como una actividad complementaria de la Proveeduría que tenían las Empresas Públicas. El énfasis por parte de la administración de epm en la Sección de Consumo, en detrimento de la Sección de Ahorro y Crédito, tenía un contenido político de fondo: Debilitar la Sección de Ahorro y Crédito y aun erradicarla, porque de lo contrario, sería una fortaleza de la Cooperativa para brindarle al Sindicato de epm y a otros sindicatos, invaluables y efectivos servicios en la eventualidad de una huelga. El recurso que utilizaba el Ministerio de Trabajo para liquidar una huelga, era declararla ilegal, lo cual provocaba la suspensión o pérdida de la personería jurídica del sindicato, la consecuente congelación de sus fondos y el 150
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irremediable fracaso de la huelga. De ahí la trascendencia de las secciones de ahorro y crédito en cooperativas alternativas con estrechas relaciones con sindicatos. Lo anterior explica porqué, al imponer las directivas de epm sus candidatos en el Consejo de Administración de la Cooperativa, en la Asamblea del 5 de julio de 1963, orientan su influencia hacia la apertura de la Sección de Consumo, a la cual le dio vía libre el Consejo de Administración el 13 de noviembre de 1964. En el reglamento de dicha sección se incluyeron aspectos como los siguientes: •• Abrirle un crédito a la Sección de Consumo en cuantía de $ 50.000.oo •• Apertura de líneas de crédito a los asociados para sus compras en la Sección de Consumo. Se acordó también arrendar una nueva sede para la Cooperativa, que tuviera espacio suficiente para la Sección de Consumo. En forma aventurada y sin previos estudios, la Cooperativa inicia una carrera de improvisaciones con la Sección de Consumo, esperando que la administración de epm apoyara el proyecto. La actividad crediticia, que hasta entonces había sido la fundamental, pasa a segundo plano, como se evidencia en informe presentado por el Consejo de Administración a la Asamblea General de 1967: Reconocen que la actividad de consumo era la más importante, pero destacan los problemas que la afectaban: Falta de personal calificado en compras; de operar con créditos del comercio cuyos plazos eran más cortos que los que de la cooperativa brindaba a sus asociados y no poder ofrecer una amplia variedad de artículos. La complejidad de la Sección de Consumo se evidencia en acta de Asamblea General del 23 de mayo de 1968, cuando se afirma que en el almacén de la Cooperativa se venden artículos más caros que en el comercio de la ciudad y se aclara la razón: La Cooperativa vende mercancías fiadas por el comercio local a 30 ó 60 días, en tanto que se le entregan a los asociados a 15 ó 16 semanas.
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De las actas de Asambleas Generales y de Consejo de Administración de la Cooperativa desde 1964 a 1970, se concluye que la Sección de Consumo no fue una decisión acertada para los intereses de la Cooperativa y sus asociados. OTROS SERVICIOS PRESTADOS POR LA COOPERATIVA Dentro de la visión predominante en el Cooperativismo de las décadas de 1960 y 1970, la Cooperativa de EPM abrió, además de las secciones de consumo y de ahorro y crédito, otros servicios:
Sección de servicios especiales
Bajo este rótulo se encontraba el seguro de vida para asociados, creado en junio de 1964 y reglamentado en diciembre del mismo año, organizado como el tradicional sistema mutual, cobrando una cuota mensual por asegurado, entre el 0.5% y el 1% del salario. Luego se sustituye este porcentaje por $ 2 semanales y, si en el momento de pagar los siniestros el fondo no fuere suficiente, se recurría a los aportes sociales de los asociados que no tuvieran deuda con la Cooperativa, a los que la tenían, se les cargaba a la misma.
La deficiente educación cooperativa
Aunque para un buen número de asociados, por su militancia política y sindical, la educación cooperativa era esencial para el éxito social y empresarial de la cooperativa, la educación fue muy débil en el período 19631974, a pesar de los cursos esporádicos que se contrataban con indesco, acae y uconal. En asambleas generales y reuniones del Consejo de Administración son reiteradas las críticas a la deficiente educación, causante de muchas de las debilidades de la Cooperativa y de ciertas actitudes muy alejadas del espíritu cooperativo de numerosos asociados. En actas del Consejo de Administración, entre mayo y julio de 1967, se dejan constancias en tal sentido.
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En parte, el problema estaba en que para los miembros del Consejo de Administración, profesionales y ejecutivos representantes de las directivas de epm, la educación cooperativa tenía poca trascendencia y, en alguna medida, iba en contravía de los intereses de la administración de epm. El poco interés por la educación se nota en que se negaba la iniciativa de las asambleas generales para regularizar un órgano informativo, ya que fue publicado en muy pocas ocasiones.
Educación para el buen comportamiento
Con la promoción de la educación cooperativa se buscaba también erradicar comportamientos de algunos asociados que afectaban sus ingresos, las buenas relaciones con los demás o el objeto social de la institución. Entre tales comportamientos inadecuados se destacaban en el periodo 1963-1974: Recurrían a créditos en la Cooperativa para sacar artículos empeñados; depositaban los préstamos recibidos de la Cooperativa en natilleras; acudían a la Cooperativa como fiadora en obligaciones de asociados con terceros; se presentaban en estado de embriaguez en las instalaciones o en eventos de la cooperativa; hacían presencia en actos sociales con personas de mala reputación. Una de las iniciativas aprobadas por unanimidad para solucionar el crónico déficit educativo de asociados y directivos fue la creación de un Club o Centro Social.
El club social: conflictiva solución
La apertura del Club Social para los asociados, quizás fue la iniciativa que tuvo mayor acogida en la Cooperativa: En septiembre de 1967 se inician los preparativos para la apertura del Club Social, el cual fue financiado con el Fondo de Educación Cooperativa. Su inauguración se llevó a cabo en marzo de 1968 y su apertura generó muchas expectativas. Para unos, era el espacio adecuado para promover la educación cooperativa con conferencias, seminarios, cursos, películas y diversos eventos. Para otros, podía ser una fuente de ingresos. Para los más prácticos, fue un lugar de sano esparcimiento para asociados y familiares. 153
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Sin embargo, en actas del Consejo de Administración -abril de 1969- ya se hacen críticas al Club Social, por su desorganización y falta de control y, en especial, por los frecuentes casos de exceso en el consumo de bebidas alcohólicas. Para erradicar los problemas, se decidió adjudicarlo en arrendamiento a un tercero. Decisión que se convirtió en fuente de conflictos jurídicos con los arrendatarios, por lo cual se aprobaría el cierre definitivo, lo cual también originó problemas como el relacionado con la licencia para venta de licores. En 1992, el asociado Héctor Flórez, al evocar lo que fue el Club Social de la Cooperativa señaló92: “La Cooperativa en aquella época se puede decir que era un burdel, pues tenía un bar que funcionaba bajo el escudo de un Club Social, pero de eso no era nada. Era una alcahuetería. Las oficinas quedaban en la parte de adelante y el bar quedaba entrando por el corredor. Inclusive, en este sitio fueron atracados algunos compañeros. A las 8:30 ó 9 pm salían los compañeros borrachos y los atracaban, o se gastaban el sueldo, o se iban en compañía de cualquier niña. Además, firmaban vales en el bar…”.
FALLIDOS INTENTOS EN BÚSQUEDA DE INGRESOS Desde el inicio, una fuente de recursos que intentó afianzar la Cooperativa fue la de aportes y créditos de epm, que siempre resultaron insuficientes. Para obtener ingresos y superar el déficit financiero del período 1962-1974, la Cooperativa emprendió varias actividades comerciales, ajenas a su objeto social, que también fueron fuente de corrupción y de conflictos. De estas actividades se destacan los contratos con epm para suministro de tapas de acueducto y otros implementos; participación en remates de aduana, alquiler de locales comerciales y cambio de cheques. Por ejemplo, los problemas que se suscitaron con los remates de aduanas, destinados a ser vendidos en la Sección de Consumo: Se adquirían artículos que no tenían mucha demanda y en poco tiempo eran mercancías obsoletas que debían ser vendidas a mitad de precio; estos negocios se prestaron para manejos no muy claros, ya que quienes se beneficiaron de la compra en los remates de aduana fueron unos pocos asociados y personas ajenas a la entidad. En 1972, la Junta de Vigilancia descubrió una deuda de $ 7.000.oo originada en 1968, a cargo de un antiguo asociado, por retiro de mercancías 92 Echeverri Cano, María Inés. Obra Citada, p. 75
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del almacén y otras de los remates de aduana; al interrogar al gerente de entonces, dijo al Consejo de Administración que, de común acuerdo con el Presidente del Consejo y ante la necesidad de darle salida a las mercancías, se hacían convenios con terceros, a quienes se les pagaba una comisión por venderlas. Lo extraño es que en las actas del Consejo y de las asambleas, nunca se conoció ni se aprobó esta clase de negocios. Sólo se tendría noticia de ellos en 1972, cuando se descubrió la deuda y ya no era posible recuperar el dinero comprometido. Finalmente en 1974, en el marco de una nueva investigación realizada al Gerente saliente, se descubre que éste obtenía beneficios personales en la venta de tapas de hierro, consignaba en su cuenta personal cheques girados a proveedores de la Cooperativa, hacía cambio de cheques y compra venta de mercancías de aduana y, por último, al salir de la Cooperativa pagó su deuda con un cheque sin fondos.
Una década de intensa actividad cooperativa
Para la Cooperativa estos años (1962 – 1974), tienen poca significación en cuanto a su desarrollo, cuando en el cooperativismo colombiano se presentan hechos llamativos y de gran impacto: •• Se desarrolla a niveles sin antecedentes el cooperativismo agrario, impulsado por el Instituto Colombiano de Reforma Agraria, incora, desde los inicios de la década de 1960. •• Cooperativismo de consumo con importantes avances cuantitativos, en las cooperativas de empresa cerradas o de cooperativas independientes como la Cooperativa de Consumo de Medellín. •• El Cooperativismo de vivienda en sus diferentes modalidades alcanzó significativos avances en Medellín. •• En varias ciudades se impulsan importantes cooperativas de educación en bachillerato y el Instituto de Economía Social y Cooperativismo, Indesco, que luego se transformó en la Universidad Cooperativa de Colombia. •• Se consolidaron organismos cooperativos financieros de segundo grado como Financiacoop. •• Auge del cooperativismo de transporte, aunque un amplio sector de éste, con poca filosofía cooperativa.
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NORMATIVIDAD COOPERATIVA: 1969-1968 Hasta 1963 el cooperativismo colombiano fue regulado por la Ley 134 de 1931; por la necesidad de actualizar la normatividad, la Ley 1ª de 1963 otorgó facultades extraordinarias al gobierno nacional para modificar la legislación cooperativa. Utilizando dichas facultades el Presidente Guillermo León Valencia (1962-1966) expidió el Decreto-Ley 1598 de 1963, para actualizar la legislación cooperativa, norma que fue la segunda ley general para cooperativas expedida en Colombia, luego complementada con dos Decretos Leyes del mismo año de 1963: •• Decreto-Ley 1629 de 1963, mediante el cual se determinaron las funciones y planta de personal de la Superintendencia Nacional de Cooperativas. •• Decreto-Ley 1630 de 1963, mediante el cual se fomentaba la actividad financiera cooperativa, norma que fue la base para proponer (1966) la creación de un banco cooperativo y que terminó dando origen el 15 de noviembre de 1968, al Instituto Nacional de Financiamiento Cooperativo, financiacoop, que prestaría grandes servicios al movimiento cooperativo, especialmente al cooperativismo alternativo. El Instituto se transformó en el Banco Cooperativo, bancoop, según Resolución 5106 de la Superbancaria (diciembre de 1991) y luego fue liquidado y desapareció en la crisis cooperativa de 1998. •• Posteriormente fue expedido el Decreto 2059 de 1968, mediante el cual se complementó y reglamentó el Decreto-Ley 1598 de 1963. HACIA UN NUEVO Y SEGURO RUMBO Al imponer a la Cooperativa objetivos y servicios que no satisfacían a los asociados, con Consejos de Administración controlados por directivos de epm entre 1963 y 1973, se presentaron la corrupción y los malos manejos ya comentados, lo que suscita reacciones de la mayoría de asociados y genera un ambiente propicio para buscarle un nuevo rumbo a la institución, con el apoyo y orientación del Sindicato de epm. Se presenta una corriente de cambio, como lo veremos más adelante, bajo la cual se celebró la Asamblea General de 1974, en la cual se elige un nuevo Consejo de Administración dispuesto a reorientar la Cooperativa de Trabajadores de Empresas Públicas de Medellín. 156
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DIEZ REORIENTACIÓN Y DESARROLLO DE COOPERATIVA DE EPM (1974-1982)
L
uego de doce años de funcionamiento, la Cooperativa de Trabajadores de epm no encuentra su propia dinámica, no logra satisfacer las expectativas de sus asociados con las líneas de servicios que pretende, parece dudosa en la definición de su objeto social; todo ello se debía al mayor obstáculo representado en la falta de autonomía e independencia frente a las directivas de epm. Pero ante los hechos negativos y el descontento, los trabajadores reaccionan hacia el cambio. CONTEXTOS FAVORABLES PARA UN CAMBIO El periodo 1974-1982 representa para Antioquia y Colombia un complejo lapso desde los puntos de vista económico, político, social y cooperativo. Desde la óptica política, dicho período comprende dos gobiernos que -aunque teóricamente liberales- tenían concepciones opuestas en materia de orden social. El mandato presidencial de Alfonso López Michelsen (1974-1978) tuvo una primera fase con un marcado contenido democrático y social, que daría impulso al cooperativismo. El siguiente, gobierno de Julio César Turbay Ayala (1978-1982) se caracterizó por su orientación represiva frente a los conflictos sociales y estuvo enmarcado en el tristemente célebre Estatuto de Seguridad. Las elecciones presidenciales de 1974, primeras que se realizaban después del fraude electoral de 1970 que afectó al candidato Gustavo Rojas Pinilla, fueron bastante atípicas por cuanto compitieron hijos de tres ex presidentes de Colombia: Alfonso López Michelsen, hijo de Alfonso López Pumarejo; Álvaro Gómez Hurtado, hijo de Laureano Gómez y María Eugenia Rojas, hija de Gustavo Rojas Pinilla. Resultó electo por amplia mayoría Alfonso López Michelsen. 157
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Alfonso López Michelsen (1974-1978) llega a la Presidencia de la República con una fama de hombre crítico y de izquierda moderada, conocedor a profundidad de la realidad nacional, lo que demostró al orientar el Movimiento Revolucionario Liberal, mrl, con el que se opuso políticamente al Frente Nacional. Bajo su Gobierno se dio un marco político y social, en algo favorable para el desarrollo del sindicalismo y cooperativismo, aunque el creciente deterioro de las condiciones de vida de los colombianos provocó movimientos sociales que fueron duramente reprimidos por el gobierno. Veamos: •• Personas con una reconocida trayectoria de izquierda y de luchas sociales fueron designadas en altos cargos públicos, como la veterana dirigente política María Helena de Crovo en el Ministerio de Trabajo y Marco Tulio Rodríguez como Superintendente Nacional de Cooperativas. •• Bajo la consigna de un “Mandato Claro”, López Michelsen lanzó su programa central denominado “Para Cerrar la Brecha”, con objetivos para promover reformas, que mejoraran las condiciones de vida del campesinado. •• Después de más de veinte años de existencia, se le reconoció la personería jurídica a la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, cstc, orientada por el Partido Comunista Colombiano. •• El cooperativismo en general, el alternativo y democrático en particular, entran en una etapa de consolidación, gracias a circunstancias como las siguientes: - Hay políticas de fomento y asociatividad promovidas desde el Ministerio de Trabajo y la Supercooperativas, bajo la consigna del Estremecimiento Cooperativo y la realización del llamado Censo Cooperativo. - Se fortalecen los organismos financieros de segundo grado, en especial el Instituto de Financiamiento y Desarrollo Cooperativo, financiacoop, que se transforma en un importante ente que aglutinaría el cooperativismo alternativo y democrático, abriendo caminos opuestos al sector tradicional manipulado por grupos de derecha y patronalistas. financiacoop editó una revista llamada Economía Cooperativa, que ayudó a difundir un cooperativismo avanzado, con un importante papel en la consolidación de una nueva propuesta cooperativa. 158
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- La reorientación y consolidación de la Universidad Cooperativa indesco, en cuya Rectoría nacional fue nombrado Mario Arango Jaramillo, periodista y académico de izquierda. indesco jugó un trascendental papel en la formación y capacitación de nuevos dirigentes cooperativos a través de sus seccionales y programas de extensión y la Universidad Cooperativa institucionaliza un importante medio de difusión, la revista Cooperativismo y Desarrollo. Sus programas de educación cooperativa cuentan con destacados intelectuales: José del Carmen Moreno, Marco Antonio Macilla y Gonzalo Pérez Valencia. - La publicación del periódico El Cambio Cooperativo, promovido por el Superintendente de Cooperativas Marco Tulio Rodríguez, tuvo un impacto positivo en el movimiento cooperativo por su tiraje y sus contenidos. - Se constituye la Liga Cooperativa Colombiana que, en su corta vida, fue muy importante para difundir el cooperativismo alternativo y democrático. - Para este cooperativismo alternativo y los movimientos sociales contestatarios, jugó un importante papel el movimiento político orientado por el dirigente liberal socialdemócrata Hernando Agudelo Villa quien, en los Encuentros Liberales cuestiona las arcaicas estructuras agrarias, el auge del capital financiero y la dependencia externa.
La crisis del modelo empresarial antioqueño 93
A fines de la década de 1960 se observan las primeras fisuras en el modelo económico y empresarial antioqueño, basado en la producción y exportación de café y en el exitoso empresariado industrial del Valle de Aburrá. Hasta los inicios de la década de 1970, dicho modelo ejerce un liderazgo nacional. La crisis del modelo antioqueño fue provocada por circunstancias como las siguientes: •• Aislamiento geográfico frente al suministro de materias primas y de mercados adecuados. •• Excesiva protección estatal. •• Competencia de productos asiáticos, especialmente textiles. •• Obsolescencia de maquinaria y equipos. •• Ausencia de una definida vocación empresarial, en la visión schumpe93 Este punto ha sido elaborado con base en: Arango, J. Mario. Los funerales de Antioquia la Grande, Editorial J.M. Arango, Medellín, 1990.
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teriana, ya que los empresarios del Valle de Aburrá tenían más vocación de negociantes. La imposición durante el gobierno de Misael Pastrana (1970-1974) del modelo upac, fundamentado en el incremento de captaciones con atractivas tasas de interés, con el fin de promover la industria constructora y así conjurar la crisis económica que en esos momentos se afrontaba. Incremento del desempleo y de la informalidad. Aumento en el Valle de Aburrá de asentamientos urbanos de invasión e informales, denominados barrios piratas. Desencadenamiento de las más variadas expresiones de violencia urbana. Pérdida de protagonismo, venta a grupos foráneos o quiebra, de las más emblemáticas y tradicionales empresas antioqueñas.
En 1979 la capital antioqueña presentaba el índice de desempleo formal más elevado entre las principales ciudades del país con el 15.4%. En foro auspiciado por la Cámara de Comercio de Medellín realizado en julio de 1980, el ex ministro de Hacienda Hernando Agudelo Villa señalaba94: “El impulso industrial de otras épocas se ha disminuido sensiblemente y la rama textil, nervio del proceso de la industrialización antioqueña, está abatida, entre otras causas por el contrabando masivo de telas y confecciones. La penuria fiscal del departamento, de Medellín y de todos los municipios es en extremo grave. Debe registrarse la desigualdad distributiva que caracteriza nuestro departamento, pues al lado de los muchos e importantes avances económicos logrados, se esconde un subfondo de miseria. Hemos perdido sensiblemente poder político y tenemos poca audiencia en las decisiones nacionales”.
En 1980, este diagnóstico hecho por un prominente analista de la realidad colombiana como Hernando Agudelo Villa, fue una visión premonitoria sobre el devenir del Valle de Aburrá. El fracaso del modelo empresarial e industrial antioqueño, exitoso durante más de medio siglo, da origen a numerosos y diversos conflictos sociales que, al no solucionarse en forma adecuada, se convierten en origen o fuente de expresiones de violencia que aún afectan la región. 94 Informe de la Cámara de Comercio de Medellín, Hacia una política de empleo, Documento periódico El Mundo, Desempleo: diagnóstico y estrategia, p. 13, agosto 22 de 1980.
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Del Estado de Sitio al Estatuto de Seguridad
A la par con la crisis del modelo empresarial antioqueño, se produce una intensificación de los movimientos subversivos en Colombia, como respuesta de los sectores sociales afectados. A los tres grandes grupos guerrilleros existentes en la década de 1960 (farc, eln y epl), se suma a finales de 1973 el Movimiento 19 de abril, M-19, y posteriormente otros grupos pequeños. Además del deterioro de la situación social del país, al fortalecimiento de los grupos guerrilleros, contribuye también la frustración que sufrieron miles de colombianos con el fraude electoral que le arrebató el triunfo a Gustavo Rojas Pinilla el 19 de abril de 1970. En la época, su grupo político (anapo), era un caudaloso movimiento de masas en el que confluían muchas organizaciones y variados sectores sociales y movimientos de izquierda. La década de 1970 se caracteriza por el incremento de movimientos sociales contestatarios y de protesta, huelgas, paros nacionales y movilizaciones masivas campesinas y estudiantiles; contexto en el cual se fortalecen centrales de trabajadores como la cstc, aparecen nuevos grupos políticos con gran activismo sindical, como el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario, moir, y se reorientan el Partido Comunista Colombiano y sus organizaciones afines, que extienden su influencia hacia los nuevos sectores sindical, cooperativo y agrario. En consecuencia, el período comprendido entre 1974 y 1982 muestra una gran dinamización de movimientos de izquierda legales, cuyas huestes y grupos de dirección se incrementaron con el ingreso masivo de militantes y dirigentes de la anapo, decepcionados por su política oportunista. Las protestas sociales se convirtieron en el arma de presión de esta creciente izquierda colombiana que tuvo una de sus mejores expresiones en el paro nacional del 14 de septiembre de 1977, durante el gobierno de Alfonso López Michelsen (1974-1978). Como era de esperarse, el Establecimiento no se limitó a observar el avance de la izquierda y la protesta social: Apoyado por el ejército y la política 161
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de seguridad nacional de los Estados Unidos, en el marco de la Guerra Fría, inició una fuerte arremetida contra los movimientos políticos y sociales que canalizaban el descontento nacional. Acciones que fueron el preámbulo de la conformación de los primeros grupos paramilitares. El gobierno de Julio César Turbay Ayala (1978-1982), recién posesionado, expide el Decreto 1923 de 1978, que instauró el llamado Estatuto de Seguridad, anunciado por el Ministro de Gobierno Germán Zea Hernández en alocución televisiva el 6 de septiembre de 197895: “Su propósito es defender las instituciones democráticas, hoy asediadas por serios peligros, y defender a los ciudadanos de toda clase de asechanzas para lograr una patria donde se viva en paz, sin sobresaltos, con toda clase de seguridades para la vida y el trabajo”.
Este decreto compendia las normas represivas que se venían implantando desde el gobierno de López Michelsen (1974-1978), que declaró el Estado de Sitio: •• El Decreto 429 de marzo 5 de 1976, que suspendió la vigencia del artículo 356 del Código de Procedimiento Penal, con el que se regulaban los allanamientos nocturnos. En consecuencia, al amparo de la noche, se cometieron abusos que incluyeron desapariciones de presuntos sindicados. •• El decreto 528 del 18 de marzo de 1976, que estableció sanciones para empleados públicos que participaran en marchas o protestas, con suspensión del cargo sin remuneración entre 6 y 12 meses. También penalizaba con arresto de 180 días, a quienes “reunidos tumultuariamente perturben el pacífico desarrollo de las actividades sociales, escriban o coloquen leyendas o dibujos ultrajantes en lugar público o abierto al público”. Las normas represivas habían sido expedidas por el gobierno de López Michelsen, pero su sucesor –Turbay– las integra en el famoso Estatuto de Seguridad y las aplica con rigor y abuso, como los gobiernos militares del Sur del Continente.
95 El Espectador.com, Del Estatuto de Seguridad a la Seguridad Democrática. Hace 30 años, el gobierno Turbay restringió las libertades para preservar las instituciones". septiembre 6 de 2008. Extraído el 3 de octubre de 2011, de: http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articuloimpreso-del-estatuto-de-seguridad-seguridad-democratica
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UNIDAD SINDICAL-COOPERATIVA RETOMA DIRECCIÓN DE LA COOPERATIVA Durante el periodo entre 1974 y 1982, la Cooperativa de Trabajadores de epm vive un cambio en su orientación empresarial y social, empezando a afianzar unos definidos principios, valores sociales y cooperativos que inspirarán su desarrollo. Ya empezaba a quedar atrás la época en que la unidad inicial de objetivos de los asociados fundadores de la Cooperativa, había enfrentado los obstáculos que les crearon sectores de la derecha sindical antioqueña (en la antigua utran), con directivos de epm vinculados con los empresarios antioqueños y representantes del gobierno nacional, a través de la Superintendencia de Cooperativas, quienes habían tratado de impedir, por todos los medios, que se hicieran realidad los principios que inspiraron a los fundadores.
Con Diómer Agudelo la cooperativa se estabiliza y reorienta
Entonces desde los inicios de 1973, un amplio número de asociados busca cohesionarse para elegir un nuevo Consejo de Administración y un nuevo gerente, competentes y con unidad de criterios para intentar marcarle un rumbo seguro a la Cooperativa, que atendiera las motivaciones de sus promotores, los anhelos de los asociados y la solución de los problemas de todo orden que se afrontaban. Ese espíritu de cambio se evidenció en la asamblea general de asociados llevada a cabo el 23 de marzo de 1973, que intentó manipular –en forma fallida- el delegado de la Superintendencia Nacional de Cooperativas, Gilberto Jaramillo Henao, por lo cual fue duramente cuestionado por la mayoría de los delegados, encabezados por Leonardo Gaviria. Al año siguiente, el 8 de marzo de 1974, Día Internacional de la Mujer, se llevó a cabo la asamblea general ordinaria de la Cooperativa, con la presencia de 96 asociados, en su mayoría animados por un espíritu renovador para la entidad. Como Presidente de la Asamblea fue elegido por amplia mayoría Leonardo Gaviria, quien representaba esa corriente democrática y transformadora.
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Como el Consejo de Administración era elegido para un período de dos años, en dicha Asamblea sólo se nombrarían las vacantes de dos consejeros que habían renunciado. Sin embargo, los asociados Carlos Hernández, Bernardo Mendoza y Jairo Patiño propusieron que se renovaran el Consejo de Administración y la Junta de Vigilancia en su totalidad, propuesta que fue acogida por una amplia mayoría96. Hecha la respectiva elección fue elegido por amplia mayoría el siguiente Consejo de Administración: Carlos Hernández V., Bernardo Mendoza, Óscar Naranjo O., Jesús Cárdenas O. e Iván Giraldo, con las suplencias de Pascasio Diosa, Ramón Restrepo, Hernando Zapata, Guillermo Mejía y Leonardo Posada. La Junta de Vigilancia quedó conformada por Hugo Arias Arbeláez y Honorio Villegas. La Asamblea tuvo además y como tema de fondo, el informe sobre las anomalías de la anterior administración, en especial respecto a negocios con los terceros a quienes les eran entregadas mercancías, para su venta fuera de la Cooperativa. Tema que ayudó definitivamente a caldear los ánimos de la Asamblea y ahondó el deseo de hacer un cambio radical en su estructura administrativa y de control. La legalidad de aquella trascendente asamblea fue impugnada por los asociados Juan Pablo Arriola y Hugo Arias Arbeláez, invocando supuestas irregularidades de forma en la mecánica de la Asamblea: Su argumento principal era la incompetencia de la Asamblea para cambiar todo el Consejo de Administración. En respuesta, la Superintendencia (por Resolución del 18 de abril de 1974), desestimó las imputaciones interpuestas por los demandantes y, en cuanto al cambio total del Consejo de Administración, defendió la autonomía de la Asamblea para dirimir sus conflictos internos97. Como consecuencia de la demanda, el nuevo Consejo de Administración sólo pudo instalarse el 9 de mayo de 1974, eligiendo como presidente a Óscar Naranjo y vicepresidente Carlos Hernández V. Ya posesionado el nuevo Consejo de Administración, orienta sus esfuerzos al conocimiento de la real situación administrativa, financiera y de servicios de la Cooperativa, al igual que a dilucidar los rumores sobre malos 96 Acta de la Asamblea General de Asociados del 8 de marzo de 1974. Archivos de COOFINEP. 97 Resolución Nº 0430 de 18 abril de 1974. Archivo de COOFINEP.
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manejos por parte del anterior gerente, que salió de vacaciones el primero de julio de 1974, siendo encargada de la gerencia la contadora de la institución, Luz Estella de Herrera. A su regreso de vacaciones, el gerente Reinaldo Jaramillo debió afrontar un pliego de graves cargos que le hizo el Consejo de Administración, como los siguientes98: •• Faltantes de mercancía en el almacén. •• Consignación de cheques a favor de la Cooperativa, en su cuenta personal. •• Dedicación de gran parte de su tiempo a negocios particulares, en la sede de la Cooperativa y con dineros de la misma. •• Irregularidades en el contrato con epm para fabricación de tapas de acueducto. •• Maltrato a los asociados y a los empleados de la Cooperativa. •• Presiones indebidas a los empleados de la Cooperativa para que no suministraran informes al Consejo de Administración. •• Incumplimiento de órdenes e instrucciones impartidas por el Consejo de Administración. •• Mala organización de los archivos. •• Presentación de balances inflados. •• Incumplimiento de obligaciones con los entes oficiales de control. Frente a las anteriores sindicaciones, el Gerente Jaramillo en forma vulgar y arrogante se limitó a responder99: “Manada de verracos, yo no necesito lo que me gano aquí, yo soy capaz de dañar la reunión cuando me dé la gana. Ustedes están hablando mierda y paja, yo soy el que manda aquí”.
Como resultado, en aquella reunión del 10 de septiembre de 1974 el gerente Reinaldo Jaramillo es destituido y se le solicita que haga entrega del cargo. Sin embargo, se niega a entregar el cargo y, en reunión de Consejo de Administración del 24 de septiembre, se presenta con un “plebiscito” a su favor, supuestamente suscrito por 145 asociados. Ninguna atención se le prestó a dicho documento. En la siguiente reunión del Consejo de Administración del 15 de octubre de 1974, se designa como gerente a Diómer Agudelo Vélez, economista de la 98 Acta del Consejo de Administración del 10 de septiembre de 1974. 99 Ibídem.
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Universidad Autónoma Latinoamericana, con una asignación mensual de $ 4.500.oo. Años más tarde (1992), Diómer Agudelo recordaba las condiciones en que se encontraba la Cooperativa cuando asumió la Gerencia100: “En 1974 se puede afirmar que la Cooperativa tenía una existencia de nombre. El local donde funcionaba era completamente inadecuado. Poseía un almacén para ventas a los asociados y al público en general, cuyas mercancías no sólo eran obsoletas, sino que no cumplían con ninguna función social. La Cooperativa contaba con 527 asociados, en su mayoría de las Empresas Públicas y unos cuantos de los sectores textil y bancario. Estaba casi liquidada, porque perdía dinero y no prestaba un servicio real a los asociados. Su estructura financiera era bastante débil, con una cartera morosa altísima y un manejo interno de la contabilidad del almacén ineficiente”.
Una de las primeras actuaciones del nuevo Gerente al comenzar el año 1975, es la de publicar un volante dirigido a los asociados, informándoles sobre el estado en que se encontraba la Cooperativa y prometiendo que este tipo de documento se seguiría editando, como efectivamente ocurrió. Entre los puntos a realzar del comunicado, encontramos101: •• El mal manejo del almacén había dejado pérdidas, acumulado deudas con el comercio local e incrementado un inventario obsoleto que iba en aumento. •• Se adeudaban $ 200.000.oo a financiacoop y $ 300.000.oo a Empresas Públicas de Medellín. •• No existían funciones claras para los cargos, lo que provocaba un gran desorden administrativo. •• Los servicios se prestaban de manera discriminatoria. INTENSA MULTIACTIVIDAD SOCIAL Y CULTURAL A lo largo de su bicentenaria existencia, las empresas cooperativas, asociativas y solidarias, a partir de sus inspiradores y promotores Robert Owen y Charles Fourier, se han caracterizado por buscar la satisfacción de las necesidades individuales, familiares, grupales, tanto materiales como espirituales de sus asociados, trabajadores y usuarios. De ello se concluye que 100 Echeverri Cano, María Inés. Origen y evolución institucional de la Cooperativa de Empresas Públicas de Medellín, p.99, Tesis de Grado, U. de A., Medellín, 1993. 101 Acta del Consejo de Administración Nº 3 de enero 30 de 1975.
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la organización cooperativa es, por su naturaleza, multiactiva, a diferencia de la empresa capitalista, que busca especializarse. Por eso, la Cooperativa de Trabajadores de epm tuvo, desde sus inicios, una tendencia multiactiva. Sin embargo, en su primer período de existencia (1962-1974), la multiactividad fue errática e inapropiada, porque no tenía en cuenta las posibilidades reales de la Cooperativa, ni las expectativas de sus promotores, ni las necesidades inmediatas de los asociados y sus núcleos familiares; todo, como resultado de una ineficiente gestión, afectada además, por numerosos conflictos no solucionados y las indebidas presiones que ejercía la administración de Empresas Públicas de Medellín. Sólo a partir de finales de 1974, la Cooperativa promueve una viable y efectiva prestación, en lo material y en diversos campos sociales y culturales.
Reestructuración administrativa, financiera y de servicios
Para acabar de transformar la profunda crisis en que venía la Cooperativa y con el claro propósito de recuperar los principios políticos y doctrinarios que inspiraron a sus promotores, la nueva administración emprende una profunda reestructuración y, de aquel proceso, el gerente recuerda los aspectos fundamentales, que obedecieron a una acción concertada con el Consejo de Administración102: •• Simultáneamente con un diagnóstico exhaustivo de la Cooperativa, se emprenden correctivos y reformas estructurales, con el apoyo de asesorías de personas naturales y de organizaciones calificadas, ajenas a la administración de la Cooperativa. •• En vista de las denuncias sobre hechos dolosos y manejos irresponsables, se inició una política de moralización administrativa que provocó que, en unos cuatro años, se renovara gran parte de la planta administrativa y se vinculara personal con un mayor grado de compromiso y mejor nivel académico. •• Al empezar, se acordó la reorganización de la Sección de Consumo (Almacén) con miras a priorizar la oferta de artículos de primera necesidad, pero luego en mayo de 1980 el Consejo de Administración decidió cerrar el Almacén, sobre lo cual ya existía claridad en la Cooperativa. En la Asamblea General de julio de 1980 se aprueba la liquidación de esa sección. 102 Entrevista con Diómer Agudelo, agosto de 2011
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•• Se aprueba nueva reglamentación sobre ahorro y crédito. En cuanto el ahorro, que era una debilidad de la Cooperativa, se establece en agosto de 1976103: - Interés del 1% sobre saldos mínimos trimestrales. - Un fondo de liquidez del 50%. - Libreta de ahorros. - Depósitos a la vista. - Entrega de extractos cada seis meses. Hasta ese momento, el ahorro ni existía en la Cooperativa, no se promocionaba y ni siquiera se pagaban intereses a los pocos que, por una razón u otra, ahorraban. Por eso, la deficiencia de recursos se suplía con sucesivos préstamos, sin intereses, provenientes de epm y la recuperación semanal de la cartera que se hacía a través de los descuentos de nómina a los trabajadores de epm que eran asociados de la Cooperativa. Las Empresas Públicas de Medellín desde 1964, habían condicionado sus préstamos a que se invirtieran en la sección de consumo y no a fortalecer la sección de crédito, con el fin de evitar que la Cooperativa llegara a ser una aliada estratégica del Sindicato. En 1967 se recurrió al crédito con el Banco de Colombia, entidad que le prestó a la Cooperativa $ 30.000.oo, como se puede constatar en informe del gerente de esa época, Antonio Pérez M., a la Asamblea General Ordinaria de 1967104. Otro mecanismo para obtener recursos fue la emisión en 1967, de bonos de deuda con valores nominales de $5 y $10, hasta un monto de $ 50.000 que se colocaron entre los asociados con intereses del 2.5% y plazo de 12 meses. Luego financiacoop, entidad que en 1968 se convirtió en la principal fuente de recursos para la Cooperativa y en escenario de las luchas políticas de Diómer Agudelo por un cooperativismo “más democrático y participativo", aunque sólo en abril de 1978 logra llegar a su Junta Distrital y asistir como observador a la Asamblea Nacional de dicho ente cooperativo, representando las pequeñas cooperativas de Antioquia.
103 Acta del Consejo de Administración Nº 15 de agosto 21 de 1976. 104 Acta de la Asamblea del 8 de marzo de 1967
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En 1976 la Cooperativa solicitó a epm condonación de la deuda o ampliación del plazo sobre un crédito que le había hecho por $ 300.000.oo, a lo cual la empresa se negó. Por lo anterior la Cooperativa debió iniciar un proceso de inmovilización de parte de sus recursos para cancelar dicha obligación.
Educación, cultura y comunicación cooperativa
Los asociados más conscientes, hacía varios años planteaban la autocrítica por la no operatividad del Comité de Educación, tema sobre el cual se recibió hasta llamado de atención por parte de la Supercooperativas. En Asambleas y reuniones de Consejo, era repetitiva la propuesta de crear un órgano de difusión y para hacer realidad esta iniciativa y la de la educación, se acordó (1978), crear el cargo de promotor de educación, denominado: "Funcionario del Comité de Educación", para el cual fue designado el historiador Carlos Mario Henao. A partir de este momento se empiezan a diseñar planes de trabajo, superando el presupuesto como el único mecanismo de planeación que se usaba, con lo que se inicia la cultura de la Planeación en la Cooperativa, la que poco a poco se convirtió en una auténtica institución y componente clave en la administración de la Cooperativa. Se buscaba formar en lo ideológico y en la doctrina cooperativa, pero también capacitar a los asociados para ejercer con idoneidad cargos de responsabilidad en la dirección de la Cooperativa. Para COOFINEP, el proyecto educativo ha sido siempre el fundamental y en esa perspectiva, se promovieron también en las diferentes empresas en las cuales se tenían asociados, la constitución de Comités de Trabajo y Desarrollo Cooperativo, conocidos como Comités de Empresa y que se transformaron en activistas y promotores de la alianza cooperativismo - sindicalismo, para dinamizar estos dos movimientos sociales. Desde esta época se promueve la educación cooperativa para desarrollar una nueva visión del cooperativismo que debe partir y terminar en el asociado, adoptando la Cooperativa una política acorde con la filosofía del movimiento:
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•• Un mayor acercamiento hacia los asociados y sus núcleos familiares, con reconocimiento de sus plenos derechos, sin discriminaciones ni privilegios. •• Se puso en marcha una política de vínculo abierto, haciendo posible el ingreso a la Cooperativa de gran número de trabajadores de otras empresas. Al respecto, decía el gerente Diómer Agudelo: “teníamos que romper el círculo que nos estaba asfixiando, no crecíamos porque éramos pequeños y éramos pequeños porque no crecíamos”. Además de ser un camino efectivo para crecer, con nuevos asociados vinculados a otras empresas, al tiempo se disminuía la dependencia de la Cooperativa frente a las directivas de epm. •• Se ahondó en el olvidado y fundamental principio de identidad: Los asociados son a la vez propietarios de la organización y sus usuarios.
Una amplia oferta cultural
Uno de los objetivos fundamentales que se propuso la nueva administración de la Cooperativa, fue ofrecer a los asociados y sus familias, empleados y comunidad en general, una variada oferta cultural, entendiendo como cultura el conjunto de conocimientos y prácticas de las más diversas actividades intelectuales, teóricas y formativas, para facilitar el desarrollo de un pensamiento crítico. Entonces se llevaron a cabo programas alrededor del teatro, que incluían presentación de grupos vanguardistas tanto de Antioquia como de otras regiones del país. La organización del Cine Club, con proyección de películas en el Museo de Zea y en otros teatros de la ciudad. Se realizó en asocio con el Sindicato de Trabajadores y la Asociación de Empleados de epm, con el objetivo de ofrecer capacitación en la apreciación, valoración e interpretación de las producciones cinematográficas de todos los matices, más allá de las alternativas comerciales. Se realizaron conferencias, mesas redondas, eventos institucionales como los Martes Culturales Cooperativos, más tarde llamados Miércoles Cooperativos, con presentación de grupos musicales locales, danzas de diferentes universidades de la ciudad, conferencias y foros, entre otras actividades. Entre los eventos culturales de gran impacto que promovió la Cooperativa se destacan el Concurso de Cuento para Trabajadores y el Primer 170
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Concurso de Poesía, con la participación de asociados y no asociados. Estos eventos fueron precursores del Festival Internacional de Poesía de Medellín, que tiene gran renombre internacional hoy en día. El deporte también formó parte de las nuevas dinámicas en la Cooperativa, con la realización de torneos de ajedrez y billar, la participación en diferentes campeonatos de fútbol y fútbol de salón y el patrocinio de equipos de asociados en diversos eventos deportivos en la ciudad. En medio de estos cambios positivos, desde el inicio se programó por parte de la administración, el plan de formación y la capacitación para los miembros del Consejo de Administración, la Junta de Vigilancia, el Comité de Educación y los empleados, promoviendo múltiples cursos y seminarios con instituciones como indesco, Liga Cooperativa Colombiana, financiacoop, sena, ceis y otras. Como soporte y complemento de la educación y de las actividades culturales y recreativas programadas por la Cooperativa, se publicaron varios órganos de difusión como El Informador Cooperativo y El Educador Cooperativo, los cuales se iniciaron con una periodicidad trimestral y poco a poco, fueron aumentando su frecuencia y el número de ejemplares. AMPLIACIÓN DE LOS SERVICIOS, UN IMPERATIVO SOCIAL Una decisión clave a finales de la década de 1970, fue que la Cooperativa definiera muy bien su doble condición de Empresa y Asociación de personas, que buscaban satisfacer las más diversas necesidades. Para lograr esa satisfacción, objetivo social de la Cooperativa, ésta debería operar como una empresa eficiente y autónoma, que pudiera obtener excedentes para aplicarlos al objeto social. Ese sería, destaca Diómer Agudelo: “uno de nuestros grandes logros en aquellos años, sin una eficiente organización empresarial, nuestros servicios a los asociados serán deficientes y precarios”. Bajo su nueva orientación administrativa a partir de 1974, la Cooperativa de EPM se dio a la tarea de diseñar los mecanismos para atender a sus asociados en la más amplia gama de servicios. 171
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En esta búsqueda se fue configurando una estrategia de desarrollo empresarial, que no se ha reconocido en su real dimensión, la especialización multiactiva: El ahorro y el crédito conforman la actividad principal y a su alrededor, se articulan varios servicios como salud, recreación, el consumo, cultura, educación y la participación política. La Cooperativa en este período asume el lema: Servicio, Solidaridad y Unidad de Clase, para enmarcar la variada gama de servicios que prestaba a sus asociados, en un pensamiento, que sería la divisa con la cual la Cooperativa de Trabajadores de epm cumple y celebra sus primeros veinte años de existencia, con numerosos eventos culturales y con la activa y solidaria presencia de sindicatos, cooperativas y otras organizaciones sociales.
Una nueva visión sobre el consumo
Como las necesidades de los asociados eran reales, después de liquidado el almacén se estableció un mecanismo para atenderlas, de manera especial en días como los de la madre, el padre, amor y amistad y diciembre con sus tradicionales aguinaldos: Se hacen convenios con diferentes establecimientos de comercio, para que los asociados puedan adquirir artículos para el hogar, a través de órdenes de entrega de mercancías. La Cooperativa incrementa su cartera y logra condiciones de precio y plazo favorables, tanto para los asociados como para la organización. Se amplían los servicios y se invierte la carga de financiación del servicio de consumo, sin inmovilizar cuantiosos recursos, sin tener que invertir en mercancías ni mantener inventarios, teniendo además la posibilidad de diferir la adquisición de productos a la fija: Se vendía lo que el asociado requería.
Integración cooperativa y ampliación de servicios
En 1976 se inician en Antioquia los primeros esfuerzos de integración cooperativa, al conformar la Central de Abastecimiento Cooperativo, en asocio con otras cooperativas de trabajadores: coopantex, cootrabaco, coosedeco y la de simesa. Este proyecto se truncó, pues en dicho año se presentó una escasez de cemento en el país, debido a la fuerte actividad constructora, derivada del Plan de Desarrollo de las Cuatro Estrategias del Presidente Misael Pastrana (1970-1974), que tenía la construcción como sector estratégico. Se cerró en definitiva el proyecto en abril de 1978, al tener 172
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claro que el cupo asignado por Cementos Argos, no asegura su punto de equilibrio. En esos años, el sistema de seguridad social en salud no cobijaba al núcleo familiar de los empleados y trabajadores colombianos, por lo que la Cooperativa creó en 1978, el Fondo Médico y de Drogas, para atender las familias de los asociados, subsidiando 50% en consultas médicas y 20% en farmacia. Para el montaje de un servicio médico, se invita a las cooperativas de trabajadores de Peldar y de Simesa para crearlo en forma conjunta. Funciona en sus inicios en las instalaciones de la Cooperativa de epm, hasta que el 5 de octubre de 1980, se convierte en el Servicio Médico Integrado Cooperativo, semic. Con estas cooperativas se creó también la Corporación Cine Club Mundo Universitario, orientada a promover el uso formativo del tiempo libre con jornadas de cine-club, actividad que consistía en presentar películas de cine europeo y alternativo, seguidas de foros y publicaciones ilustrativas. También se organizaron eventos musicales y de teatro, trayendo a Medellín en varias oportunidades grupos de teatro como La Candelaria y musicales como Quilapayun e Inti Illimani. EL LARGO PROCESO DE CAMBIO DE SEDE La Cooperativa tenía su sede -desde 1968- en un local ubicado en la Carrera 52, con la Calle 53 (Carabobo con Juanambú), que daba cabida a la administración, el almacén y, por un tiempo, el controversial Club Social. Cuando se liquida éste, el espacio fue alquilado para diferentes actividades.La administración venía estudiando cómo satisfacer la necesidad de tener sede propia, debido a las continuas discrepancias con la dueña del local, cuya única ventaja era la cercanía con el edificio Miguel de Aguinaga, sede administrativa de epm. En 1976 (Acta Nº 9, 13 de mayo), se informó al Consejo de Administración sobre nuevos problemas con la propietaria del local, por lo cual se planteó la posibilidad de adquirir el inmueble. Pero sólo en 1979 (Acta Nº 13 de agosto 14), se tomó la decisión de pedir un préstamo a epm por valor de 173
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$2´000.000.oo, con la intención de adquirir la sede propia, decisión que se concreta apenas en marzo de 1984, adquiriendo un inmueble de dos pisos ubicado en la Calle 56 Nº 50 A-127 (Bolivia con Bolívar), en el centro de la ciudad, por $ 3´800.000.oo. Se utilizan el crédito de epm y otro de financiacoop. Tras un largo proceso de lanzamiento de un inquilino, en 1984 se inician las reformas y adecuaciones, abriendo para la atención de los asociados el 2 de julio de 1985.
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ONCE HUELGA EN EPM: HITO EN UNIDAD SINDICAL-COOPERATIVA (1977) REORIENTACIÓN DOCTRINARIA Y POLÍTICA DE LA COOPERATIVA
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na consecuencia inmediata del cambio de administración en la Cooperativa de los Trabajadores de las Empresas Públicas de Medellín en 1974, fue la de su reorientación política e ideológica, que significó el retorno a la filosofía que motivó a sus fundadores. Lo anterior hizo que la Cooperativa definiera su quehacer con base en tres pilares fundamentales105: •• Rescatar para la Cooperativa en general y para los asociados en particular, la plena vigencia de los principios cooperativos que se fundamentan en la autonomía e independencia de las cooperativas, democracia participativa, autogestión, ayuda mutua, cooperación y solidaridad que, en buena medida, habían sido abandonados durante el período anterior. •• Comprometer a la Cooperativa en los movimientos y luchas sociales, pues el cooperativismo por sus orígenes y principios hace parte de ellos, en especial del movimiento sindical. De ahí la nueva estrategia social de la Cooperativa fundamentada en la alianza cooperativismo-sindicalismo. •• Recuperar y fortalecer la alianza con el Sindicato de Trabajadores de epm, pues además de encontrarse allí su origen, la mayor parte de los asociados estaban afiliados a dicha organización sindical. Diómer Agudelo, el Gerente responsable directo de reorientar la Cooperativa a partir de 1974, recordaba en 1992 aspectos fundamentales de aquel período106: “El hecho más importante que se presentó para la Entidad en este período fue el inicio de la unidad sindical-cooperativa, que se manifiesta en dos sentidos. En primer lugar el Sindicato de Trabajadores de epm, 105 En actas del Consejo de Administración y de asambleas de aquella época se encuentran las nuevas directrices ideológicas y políticas de la Cooperativa de Trabajadores de EPM. 106 Entrevista a Diómer Agudelo; Echeverri Cano, María Inés. Obra citada, p.106.
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promotor de la Cooperativa y distanciado de la misma en el periodo anterior, empieza a brindarle apoyo a la misma. Es necesario resaltar que a partir de 1974 y durante mucho tiempo, el Sindicato apoya y coloca en la dirección de la Cooperativa a varios de sus dirigentes. Como en esa época el Sindicato era una organización con una gran fortaleza, le dio a la Cooperativa muchas posibilidades de desarrollo. Además el Sindicato colocó durante muchos años todos sus recursos en la Cooperativa, lo cual nos ayudó mucho en la obtención de recursos financieros. En segundo lugar, el Consejo de Administración y la Gerencia propendían por hacer de la Cooperativa una organización de nuevo tipo, solidaria y hermana de los trabajadores y sus organizaciones. Con el apoyo decidido a la organización sindical, a la Asociación de Empleados de las Empresas Públicas y a otros sindicatos en conflicto se inició una nueva relación entre la Cooperativa y otras formas organizativas de los trabajadores”.
UN DESAFÍO AL ESTABLECIMIENTO ANTIOQUEÑO La clase empresarial antioqueña desde la década de 1920 se sentía orgullosa por la eficiente prestación de los servicios públicos en el Valle de Aburrá. Ese orgullo se incrementa con la reorganización de dichos servicios en 1955 al constituir las Empresas Públicas de Medellín, que se convirtieron en símbolo del liderazgo antioqueño y en paradigma del buen manejo gerencial de una empresa pública. El cargo de Gerente General de epm se reservaba a los más connotados dirigentes del sector privado antioqueño y de la Asociación Nacional de Industriales, andi. Por estas circunstancias, cuando en mayo de 1977 circularon en Medellín rumores sobre un eventual paro de trabajadores en epm, surgió la inquietud en las altas esferas empresariales y políticas. Y la alarma fue general cuando se llevó a cabo un paro de 24 horas el 25 de mayo del mismo año. El pánico cunde en los círculos elitistas, con la noticia de que en la noche del 12 de junio de 1977, una Asamblea de Delegados y activistas del Sindicato de epm, realizada en la sede de fedeta, declaró la huelga. Para la clase dirigente empresarial antioqueña, una huelga de trabajadores de epm resultaba algo irracional y casi criminal; más, cuando al frente de 176
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ella estaba una figura como Diego Calle Restrepo, exministro, exgobernador y ejecutivo de organismos internacionales, considerado uno de los más destacados dirigentes antioqueños. Su voluminosa figura y su mente brillante, Calle las adornaba con un aire de autosuficiencia y petulancia. De ahí su indignación cuando unos obreros, según él… “incapaces y no calificados, pero muy bien pagados”, declararon la huelga. Fue tal su indignación que llegó a decir que “no se iría de Empresas Públicas sin acabar con el Sindicato”. Y con su característica prepotencia, en aquellos días alardeaba entre sus amigos diciendo que, “como los obreros de Empresas Públicas no eran calificados, él podía reemplazarlos con personal de los pueblos, que era menos exigente y quedaba satisfecho con salarios inferiores que los devengados en Empresas Públicas”.
Cooperativa EPM lidera solidaridad con huelga
La Asamblea General Ordinaria de la Cooperativa celebrada el 25 de marzo de 1977, tuvo especial connotación para la entidad por las siguientes circunstancias: •• Tocaba hacer una evaluación de los dos años de la administración que encabezaba el gerente Diómer Agudelo, debiendo también elegir nuevos miembros de los organismos de gestión y control, para seguir avanzando en la reestructuración de la Cooperativa y la redefinición de sus objetivos. •• En epm se respira una tensa atmósfera, ya que su Sindicato de Trabajadores había presentado Pliego de Peticiones, aprobado en su Asamblea General. •• Por las anteriores circunstancias, se requería de sólida unidad de asociados y cuerpos directivos de la Cooperativa para afrontar los retos venideros. Para los asistentes fue un buen augurio la elección del dirigente sindical Hernán Sánchez como Presidente de la Asamblea, cargo que había ocupado en la asamblea del año anterior, 1976. Aprobados con satisfacción los informes rendidos por el Gerente, es elegido por unanimidad el siguiente cuerpo directivo y de control de la Cooperativa:
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Consejo de Administración: Principales: Pascasio Diosa, Hernán Sánchez, Jairo Zapata, Bernardo Mendoza y Rodrigo Londoño. Suplentes: Leonardo Posada, Arnulfo Girón, Orlando Mesa, Sergio Restrepo y Fabiola Cano. Esta compañera no era trabajadora de epm sino obrera de Leonisa y dirigente sindical de Sintratextil; con su elección se abre espacio a los asociados no trabajadores de epm en la dirección de la Cooperativa, como resultado de la apertura que se había dado tres años atrás. Junta de Vigilancia Principales: Dénix Polo y Orlando Castro, con suplencia de Hernando Bedoya y Naudín Zuleta, miembro del sindicato, del cual luego sería Presidente. Como auditor fue elegido Gustavo Múnera, con suplencia de Marco Tulio Cañola. Como tema especial, la Asamblea de la Cooperativa se ocupó del conflicto laboral que se iniciaba en epm. Tras escuchar varias intervenciones informativas que planteaban la necesidad de apoyar en forma irrestricta a los trabajadores y a su Sindicato, se aprobó por unanimidad financiar la edición y difusión de un afiche, en el que la Cooperativa expresaba su apoyo a los trabajadores y el rechazo al contrapliego presentado por las directivas de epm. El 2 de abril de 1977 se instala el nuevo Consejo de Administración de la Cooperativa de Trabajadores de epm y de inmediato, por iniciativa del Gerente y con el apoyo unánime de sus integrantes, se adopta un programa de emergencia para solidarizarse con los trabajadores de epm en su conflicto con la empresa107.
Se agudiza el conflicto: paro de 24 horas
En medio de las negociaciones, el 9 de mayo de 1977 el representante de epm se retiró de la mesa de diálogo con el Sindicato, luego de presentar un 107 Acta Nº 7 del Consejo de Administración de abril 2 de 1977.
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contrapliego que lesionaba seriamente los intereses de los trabajadores. Al retirarse, amenazó con solicitar un Tribunal de Arbitramento, que podría acabar con importantes conquistas de los trabajadores, como el Departamento Médico, la Proveeduría y la estabilidad laboral. Ante la intransigencia de la Empresa y de su Gerente General, el 15 de mayo se realiza otra asamblea general de trabajadores, que aprobó por mayoría la realización de un paro de 24 horas el 25 de mayo de 1977, como medida de presión para obligar a la Empresa a firmar el Pliego de Peticiones y rechazar el contrapliego patronal y la amenaza del Tribunal de Arbitramento. José Naudín Zuleta Quintero, expresidente del Sindicato de epm, recordaba la forma arbitraria y autocrática con que Diego Calle Restrepo se enfrentaba a los trabajadores en huelga y afirma que fue un acontecimiento el poder sacar adelante una huelga frente a un personaje con tanto poder en Antioquia y Colombia108. El Sindicato, con el decidido apoyo de la Cooperativa, realiza una intensa actividad en las Centrales Hidroeléctricas y en todas las dependencias administrativas y operativas de la Empresa para garantizar el éxito del paro de 24 horas: En un hecho sin precedentes en epm, el paro es acatado por todos los trabajadores oficiales y no incluyó a los denominados empleados públicos, que pertenecían al área administrativa, siendo de libre remoción y nombramiento en aquella época. Una huelga en las paradigmáticas Empresas Públicas de Medellín era un hecho impensable en esa década de 1970, cuando se agudizaron las luchas sociales en Antioquia y Colombia. Por ello la huelga de trabajadores de epm entre junio y julio de 1977 era un auténtico desafío al poderoso establecimiento antioqueño, con un Gerente, Diego Calle, de grandes influencias, que se rehusaba a conversar con el Ministro de Trabajo (Jorge Mario Eatsman), pues tenía comunicación telefónica directa con el Presidente López Michelsen. Por ello, el mismo día en que se inició el paro, el Ministerio de Trabajo autorizó despedir a los trabajadores participantes en el mismo, con lo cual se sumó un nuevo ingrediente al conflicto.
108 Entrevista con el asociado y dirigente sindical José Naudín Zuleta Quintero, octubre de 2011.
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AUDAZ DECISIÓN: TODOS LOS RECURSOS PARA LA HUELGA Ante la inminencia de la huelga, la Cooperativa promovió un programa de emergencia para garantizar recursos monetarios que permitieran la supervivencia de los trabajadores y del Sindicato mientras durara aquélla. Diómer Agudelo no olvida aquellos agitados y trascendentales momentos para la Cooperativa109: “Estábamos comprometidos con unos principios que integraban en un mismo movimiento al cooperativismo y al sindicalismo. Con el conflicto que afrontaban los trabajadores de epm en 1977 teníamos una prueba de fuego y había que afrontarla, pues la Cooperativa tenía que responder al llamado de Solidaridad del Sindicato. Aunque los recursos de la Cooperativa eran casi nulos, no podíamos negarle el apoyo económico a los trabajadores, siendo además muchos de ellos nuestros asociados. Entonces se tomó una decisión que fue arriesgada, complicada y muy discutida: el Consejo de Administración aprobó una resolución mediante la cual destinaba todos los recursos a los trabajadores de epm en conflicto”.
El 24 de mayo de 1977, día anterior al paro de 24 horas aprobado, el Consejo de Administración de la Cooperativa aprobó una resolución controvertida, pero histórica y audaz, que provocó toda suerte de polémicas y duras críticas desde algunos sectores, pero al final se demostró que era la correcta: 1. Que en estos momentos se presenta un conflicto entre los trabajadores pertenecientes a las Empresas Públicas y este Ente Autónomo. 2. Que la mayoría de nuestros socios pertenecen a las Empresas Públicas. 3. Que es función de la Cooperativa, colaborar en todo sentido con sus afiliados. Resuelve: 1. A partir de la fecha y hasta nueva orden se cierra: pago de proveedores y acreedores, servicio de préstamo en efectivo a los asociados que no se encuentren en conflicto, devolución de depósitos, etc. 2. El Consejo toma en sus manos la determinación sobre cambio de esta resolución y no autoriza a la gerencia resolver fuera de éste. 109 Entrevista con Diómer Agudelo, agosto de 2011.
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3. El Consejo de Administración, en caso de que el conflicto perdure, reglamentará la prestación de servicios. La anterior Resolución rige hasta que el Consejo lo considere necesario.
Diómer Agudelo recuerda también que se tomaron otras decisiones complejas que no se publicaron como110: •• No aceptarle a ningún asociado el retiro de la Cooperativa, para no tener que devolver aportes sociales. •• Se firmó un convenio con el Sindicato de Trabajadores de epm, mediante el cual se garantizaba que la Cooperativa, con el aval del Sindicato, otorgaba un cupo de crédito a trabajadores no asociados a la Cooperativa de $ 700.oo semanales, en mercado o en efectivo. •• La Cooperativa canalizó hacia los trabajadores en conflicto, recursos de otras cooperativas y sindicatos. Es oportuno recordar la efectiva solidaridad que prestaron cooperativas como las de Trabajadores de Simesa y del Seguro Social y coopetraban. Además, al poner al servicio de la huelga todos sus recursos financieros, el depósito de $ 300.000.oo que se tenía en conavi para cancelar una deuda a epm, se destinó también para atender requerimientos de la huelga111. La combativa actitud de la Cooperativa recibió el respaldo de amplios sectores del movimiento sindical y del cooperativismo antioqueño. Sin embargo, algunas cooperativas controladas por la utran y el clero la criticaron muy duro, endilgándole el calificativo de “el sindicato”, según comentario hecho por el Gerente Diómer Agudelo al Consejo de Administración en junio de 1977112. LAS BASES IMPUSIERON LA HUELGA Hubo despidos arbitrarios con motivo del paro de 24 horas del 25 de mayo de 1977, por lo que crece la inconformidad y la indignación con las directivas de epm, entre los trabajadores, sus grupos familiares, igual que en la Cooperativa. Para afrontar la difícil situación, las directivas del Sindicato 110 Ibidem. 111 Acta Nº 11 del Consejo de Administración, junio de 1977. 112 Acta Nº 11 de junio de 1977.
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citan una nueva Asamblea de Delegados y activistas para el 12 de junio en las instalaciones de la Federación de Trabajadores de Antioquia, fedeta, en la cual se hizo presente una delegación de apoyo de la Cooperativa, encabezada por su gerente Diómer Agudelo. Uno de los delegados y asociados de la Cooperativa, Héctor Flórez, relató años más tarde113: “Es conveniente recordar que los dirigentes del Sindicato, el presidente Abel Cardona y los compañeros Francisco Avendaño y Guillermo Osorio, que en paz descansen, jamás le ofrecieron a las bases una huelga. La Junta Directiva del Sindicato no había pensado en la opción de la huelga, y por ello no estaba preparada económicamente para afrontarla. La realidad es que las bases estaban descontentas con la despótica administración de Diego Calle Restrepo, su desprecio por los trabajadores y las conquistas alcanzadas. Por ello venían agitando el tema de la huelga y la habían propuesto a la Junta Negociadora. En consecuencia, cuando llegó la Asamblea para decidir, sin dificultades, y por iniciativa de las bases se propuso y aprobó la huelga en EPM”.
La huelga es aprobada en esta Asamblea General, a las dos de la mañana. Ese mismo día, 13 de junio a las 7:00 a.m., se inicia con éxito el movimiento en todas las centrales y demás instalaciones operativas de epm. Las medidas represivas son inmediatas: Al día siguiente de votarse la huelga, la Regional de Ministerio de Trabajo de Antioquia le congeló los fondos al Sindicato, le quitó la personería jurídica y declaró la huelga ilegal. En simultánea, todos los medios de comunicación escritos y radiales de Medellín y nacionales, emprenden una orquestada campaña para difamar al Sindicato, a quienes lo apoyaban y para desorientar la opinión pública. “Sin embargo, el paro se desarrollaba y fue sería acatado en los primeros días por el ciento por ciento de los trabajadores en centrales, despachos y talleres”, recuerda Diómer Agudelo. Desde el primer día de huelga, el Establecimiento empleó a fondo todas las formas de intimidación y represión contra los huelguistas. Muchos dirigentes, activistas del Sindicato y trabajadores de base, fueron encarcelados. En la primera semana de huelga hubo 52 detenciones de trabajadores y trabajadoras, en la cárcel de Bellavista los unos y en la Cárcel de Mujeres el Buen Pastor las otras. La mayoría de los miembros de la Junta Directiva 113 Entrevista en 1992, Echeverri Cano, Obra citada, p.113.
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del Sindicato fueron detenidos y el Presidente Abel Cardona y el tesorero “pasaron a la clandestinidad”, pues tenían órdenes de captura. Hay que recordar que esta situación se daba en el marco del Estado de Sitio implantado por el gobierno de Alfonso López Michelsen. UN COOPERATIVISMO DE VANGUARDIA Esa visión de un cooperativismo alternativo, insertado en los movimientos sociales, incluido el sindicalismo, que tuvieron los inspiradores de la Cooperativa de Trabajadores de epm en 1962, se debilitó durante varios años, pero se recupera y fortalece en los primeros años de la década de 1970. La Cooperativa se ubicó en la vanguardia en las actividades de agitación y propaganda, para cohesionar las bases e informar a la opinión pública sobre los objetivos de la huelga en epm. Una de las circunstancias que hizo posible la declaratoria de huelga en epm en 1977 y su exitosa permanencia durante 37 días, fue la existencia en el Valle de Aburrá de un sólido y coherente cooperativismo alternativo, que se había ido articulando desde los inicios de la década de 1960 en estrecha alianza con el Bloque Sindical Independiente y que luego se afianza, con los ideales de los sindicatos contestatarios conformados alrededor de la Federación de Trabajadores de Antioquia, fedeta, que al interior de epm se concretó con la comunidad de acción entre el Sindicato y la Cooperativa. Ese grupo de cooperativas alternativas y contestatarias recibió en aquellos años, por parte de la derecha cooperativa y sindical, el calificativo de “Cooperativas Rojas”, epíteto que -según lo afirma Diómer Agudelo Vélezfue recibido con orgullo por quienes hacían parte de ellas. Cooperativas herederas de un cooperativismo y de un movimiento social contestatario que tuvo su germen en el Valle de Aburrá en diferentes organizaciones socialistas de la década de 1920. Hay que destacar, como lo han recordado después de muchos años huelguistas entrevistados, que la Cooperativa de epm, poniendo en peligro su existencia, afrontó las mayores responsabilidades para garantizar, en un medio social hostil y reaccionario como el controlado por el empresariado 183
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antioqueño, la supervivencia de la huelga en epm durante 37 días. En diversas entrevistas realizadas en 1992, participantes de aquellas jornadas como Héctor Flórez, Leonardo Gaviria, Luis Eduardo Agudelo y muchos otros, evocan las diversas y fundamentales actividades que lideró la Cooperativa en apoyo a los huelguistas. Veamos114: Las dependencias de la Cooperativa, ubicadas en el centro de Medellín y muy cerca de la sede principal de epm, en la carrera 52 con la calle 53 (Carabobo con Juanambú), se trasformaron durante las 24 horas del día, en punto de encuentro de todos aquellos que estaban vinculados al movimiento huelguístico, fueran o no trabajadores de epm. Desde allí despachaban los directivos del Sindicato, pues las instalaciones de la fedeta eran vigiladas por agentes de policía encubiertos. Héctor Flórez describió la trascendencia de aquella sede cooperativa115: “La Cooperativa servía como una especie de carpa que nos daba caluroso refugio a todos, allí se reunían los miembros de todos los comités que orientaban y dirigían el movimiento, si no hubiera sido por las actividades realizadas desde el local de la Cooperativa, la huelga habría fracasado”.
Alrededor de las instalaciones y sedes de epm, al igual que en el centro de la ciudad y en otros sitios, eran vistosos los piquetes organizados por la Cooperativa con pancartas, distribución de boletines o entonación de consignas en apoyo a la huelga. Con esa decidida participación de la Cooperativa, se incorporaron al movimiento huelguístico los grupos familiares de 1.800 trabajadores y muchos recuerdan la importancia que tuvo ese apoyo, en lo moral y en lo material. La Cooperativa también se hizo presente en otra actividad que, a veces, es mirada con desdén por quienes no han hecho parte de movimientos huelguísticos: Los actos en las carpas, los suculentos sancochos en la vía pública animados con rancheras o música de carrilera, dentro de las más pura tradición sindical que hacen de las huelgas laborales, auténticas fiestas que aglutinan a los trabajadores en la lucha por sus derechos y el bienestar de sus núcleos familiares. 114 Echeverri Cano, María Inés. Obra Citada. 115 Ibídem
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De las centrales hidroeléctricas de epm en otros municipios enviaban papa, yuca, plátano y otros productos; se recibían donaciones de los comerciantes de la Plaza Mayorista, para preparar comida para ochocientas o mil personas. Era una forma de aglutinar y agitar a los huelguistas y de practicar la solidaridad de clase. El asociado Jesús María García, activo miembro del Sindicato y quien en la época de la huelga tenía responsabilidades en la Central de Guadalupe, recordaba recientemente el entusiasmo con que los campesinos del municipio de Guadalupe y de otras centrales recolectaban importantes cantidades de alimentos para ser enviados a Medellín en apoyo a los huelguistas116. UNA ARRIESGADA JUGADA CON SALDO FAVORABLE El desarrollo de la huelga en epm entre junio y julio de 1977 fue complejo y controversial, por circunstancias como las siguientes: •• Era una huelga en una empresa estatal, prestadora de servicios públicos, tema sobre el cual existían prohibiciones legales. El conflicto se presentó porque la Gerencia de epm desconoció derechos adquiridos por los trabajadores en convenciones colectivas. •• La Empresa usó todos sus recursos para debilitar el movimiento huelguístico, recurrió a las más burdas formas de chantaje (cartas a las residencias de los trabajadores dirigidas a madres, esposas, hijos e hijas, en las cuales alertaban sobre el peligro que corrían sus hijos, esposos o padres de perder el trabajo, tratando de debilitar el movimiento y presionándolos para que abandonaran la huelga. Con todo, la huelga arrojó un saldo favorable para los trabajadores: •• A pesar de ser declarada ilegal por el Ministerio de Trabajo, la huelga sería legitimada al suscribirse la Convención Colectiva el 19 de julio de 1977. •• Los trabajadores no logran conquistar todas sus pretensiones, pero derrotaron el contrapliego y el tribunal de arbitramento que les quisieron imponer. 116 Entrevista con el asociado Jesús María García, en octubre de 2011.
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•• Se levantó la suspensión de la personería Jurídica del Sindicato de epm y se descongelaron sus fondos. •• Se obtuvieron algunos avances en materia salarial y prestacional. •• El Sindicato de epm ganó en credibilidad y salió fortalecido, al igual que el movimiento sindical antioqueño no patronalista. •• Se demostró la trascendencia que tiene para los movimientos sociales una alianza con contenido de clase entre el sindicalismo y el cooperativismo. •• La cooperativa estuvo al frente de las acciones de solidaridad con los trabajadores de epm.
Un balance positivo para Cooperativa de EPM
Después de 34 años, el gerente de coofinep, Diómer Agudelo, resume en los siguientes puntos el balance de aquellas históricas jornadas117: •• Gracias a nuestro compromiso sin límites con los trabajadores en huelga, nos posicionamos en los movimientos sociales como una Cooperativa con conciencia de clase, solidaria con las luchas de los trabajadores, lo cual repercutió en nuestro crecimiento cualitativo y cuantitativo. Se abrió camino en nuestro medio una nueva forma de hacer cooperativismo. •• Se demarcaron linderos entre las llamadas “cooperativas de empresa” que eran simples apéndices de los intereses capitalistas y las cooperativas comprometidas no sólo con sus asociados, sino con los trabajadores en general. Nuestra Cooperativa afianzaría una línea doctrinaria y política que hasta entonces sólo figuraba como un planteamiento teórico, que señalaría un derrotero hacia el futuro. •• Aunque corrimos riesgos y nuestras disponibilidades financieras se redujeron a cero, hubo plena justificación. En pocos meses la Cooperativa no sólo se recuperó económicamente sino que el número de asociados se multiplicó: De 542 asociados en 1976, pasamos a 1.350 en 1982. No sólo se incrementaron nuestros asociados con base en trabajadores de epm, sino de otras empresas como Tejicóndor, Leonisa, Trenzados Medellín, Industria de Acero y el Municipio de Medellín. Como resultado, se define mejor la línea de apertura y a nuestra Cooperativa se asociaron diversas organizaciones sindicales y populares, como Sintraime Seccio117 Entrevista con Diómer Agudelo, agosto de 2011
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nal Itagüí, Sintraleonisa, Sintratexco, Sintracreditario y Asociación de Jubilados de las Empresas Públicas. •• Los 37 días de huelga de los trabajadores contra las directivas de una empresa como EPM, confirman el poder de las organizaciones sociales cuando actúan conjuntamente, en este caso Sindicato y Cooperativa, en defensa de los legítimos derechos de los trabajadores y de sus núcleos familiares. Se trata de una experiencia que no podemos olvidar, que debemos transmitir a las nuevas generaciones. •• Como resultado de la huelga, nuestra Cooperativa asumió un liderazgo a nivel regional y nacional, a través de diversos eventos y movimientos, para hacer realidad la transcendencia de la alianza cooperativismo – sindicalismo; en esta línea de pensamiento, la Cooperativa se solidariza con otras huelgas como la de los trabajadores de Tejicóndor (1982), que recibió apoyo, mediante créditos otorgados a cada trabajador en cuantía de $ 800.oo semanales. Es de destacar que finalizada la huelga, más de 150 trabajadores de Tejicóndor se asociaron a la Cooperativa. Las huelgas de los trabajadores de Industria del Acero, ideace, llevadas a cabo en los años 1982, 1985 y 1988, contaron con igual solidaridad, con créditos semanales a los trabajadores en cuantías superiores a los mil pesos, además de la prestación de servicios médicos y la promoción de la solidaridad con los trabajadores, por parte de otras cooperativas: De Trabajadores de Simesa, Cooperativa Ferroviaria y Popular. Finalmente, Diómer Agudelo enfatiza cómo con las luchas sociales de 1977, el cooperativismo validó su derecho a participar en política118: “Una consecuencia importante de aquel agitado año de 1977, que estuvo signado por la huelga de los trabajadores de EPM, fue que se validó el derecho de las cooperativas para participar activamente en política, en el más amplio sentido de la palabra, es decir, incluida la política partidista. Hasta entonces la mayoría de las cooperativas en Colombia eran incondicionales de un antiguo principio de la Cooperativa de Rochdale, durante muchos años acatado por la Alianza Cooperativa Internacional, ACI, que obligaba a las cooperativas a practicar la ‘neutralidad política’. Esa experiencia le demostró a muchos cooperativistas que la llamada neutralidad política para el cooperativismo, solamente encubre el interés de la burguesía de colocar el cooperativismo a su servicio. Por ello, 118 Ibidem.
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las cooperativas deben apoyar sin vacilaciones a los movimientos y partidos polĂticos comprometidos con los intereses de los trabajadores y sus organizacionesâ€?.
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DOCE COOPERATIVA DE EPM LIDERA ESTRATEGIAS SOCIALES PARA DESARROLLO DEL COOPERATIVISMO UN CONTEXTO FAVORABLE: BANCARROTA QUE AFIANZÓ AL COOPERATIVISMO 119 Hasta la década de 1960, la economía colombiana se caracterizó por la precariedad de sus reservas internacionales. Sin embargo, a partir de los años 70 se consolidan dos actividades que cambian el panorama de las reservas internacionales y, en buena medida, el rumbo económico, social y político del país. Influyeron para este fenómeno la siembra y exportación de marihuana y el procesamiento y exportación de cocaína. Si en 1968 las reservas internacionales netas eran de sólo US$35 millones, en 1981 ascendían a US $ 5.630 millones. Al comenzar la década de 1970 el mercado narcoconsumidor en los Estados Unidos se enfoca hacia la cocaína. Por la coexistencia de múltiples circunstancias, entre ellas la tradición en actividades mercantiles ilegales y su posición geográfica, Medellín se convierte en centro de operaciones de los mayores exportadores mundiales de cocaína, lo cual significó, para esa época, ingresos al país de más de US$2.000 millones anuales. Colombia vivía además, una verdadera explosión financiera. Por ejemplo, entre 1970 y 1980 los medios de pago se incrementaron de $22.177 millones a $314.287 millones y el costo del dinero pasó del 6-14% anual al 36-54%. El ahorro en cuentas de ahorro, certificados de depósitos a término y en UPAC llegó en 1982 a $407.000 millones contra $34.000 millones en 1976. Múltiples causas que no es del caso analizar en esta obra, desencadenaron el 17 de junio de 1982 la más grande bancarrota colombiana del siglo XX, que afectó a todo nuestro sistema bancario y financiero capitalista, dejan119 Sobre el tema de las crisis financieras en Colombia ver: Child, Jorge y Arango, Mario. Bancarrotas y crisis (1842-1988), Editorial Grijalbo, Bogotá 1998.
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do en la ruina a decenas de miles de familias y que exigieron al Banco de la República cuantiosas emisiones primarias para el salvamento de los más importantes bancos del país. Colapsó el más poderoso y paradigmático ente económico y financiero, el Grupo Grancolombiano, cuyo Presidente, el hasta entonces prohombre Jaime Michelsen Uribe, sale prófugo del país, para terminar sus días en Panamá, afectado por dolencias psíquicas y físicas.
Se fortalece el cooperativismo financiero
Es interesante observar que al momento de iniciarse la bancarrota en junio de 1982, el sector cooperativo colombiano se encontraba en un momento de ascenso y fortaleza, incluidas las cooperativas de base de ahorro y crédito y el sector financiero cooperativo de segundo grado. También hay que recordar que desde mediados de la década de 1970, el cooperativismo colombiano se encontraba en un proceso de integración a través de cuatro organismos financieros de segundo grado: Tres orientados al financiamiento de cooperativas (financiacoop, uconal y coopdesarrollo) y uno a los seguros (Seguros La Equidad). Es conveniente destacar que la bancarrota colombiana iniciada de 1982 no afectó a las cuatro grandes institucionales financieras cooperativas ni al sector solidario en general, al contrario, salieron fortalecidos del colapso financiero, como resultado de dos circunstancias: •• La ausencia de prácticas especulativas financieras. •• El carácter cerrado con que operaban los cuatro entes cooperativos financieros de segundo grado, pues solamente prestaban servicios a las cooperativas asociadas, al igual que a las cooperativas de base. Al no ser afectadas por la bancarrota que se extendió durante 1982 y 1983, que llevó al colapso a varias instituciones privadas y puso al borde de la quiebra al resto, las cooperativas de ahorro y crédito de primer grado y las instituciones financieras de segundo grado, salen fortalecidas y con excelente imagen frente a la opinión pública. Estas circunstancias contribuyeron a su acelerado crecimiento a lo largo del resto de la década de 1980 y a su transformación en instituciones financieras, las de primer grado y en bancos, las de segundo grado. 190
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ALIANZA SINDICAL-COOPERATIVA: NUEVA ESTRATEGIA DE DESARROLLO Una de las experiencias más positivas de la década de 1970 para la Cooperativa de epm y para gran parte del cooperativismo y el sindicalismo antioqueños, fue la huelga de los trabajadores de epm en 1977, porque evidenció la trascendencia que tienen, para el desarrollo del cooperativismo y del sindicalismo, las alianzas de estos dos movimientos sociales en el proceso de sus luchas reivindicatorias. Esa experiencia es analizada en diversos foros, reuniones y seminarios, en los cuales se concluye que tales alianzas potencializan esfuerzos y resultados, por lo que se debe trabajar para superar divisiones formales y compartir los intereses particulares de las diversas organizaciones. A la consolidación teórica y práctica de ese proceso, contribuye también el Encuentro que se realizó en Medellín en 1979 entre delegados de la Organización Internacional del Trabajo, oit, y líderes del sindicalismo y del cooperativismo de Antioquia. Una tarea que daría sus frutos desde los inicios de la década de 1980 con la divulgación y el debate, al interior de las diversas organizaciones sociales del Valle de Aburrá, de un documento de la oit, debate que se realiza con el indiscutido liderazgo de la Cooperativa de Trabajadores de epm, lo que generó también recelos, especialmente en sectores del cooperativismo tradicional. En paralelo con las acciones por una alianza entre los diferentes sectores del movimiento social, se impulsan campañas de educación y formación doctrinarias, para abrirle camino a la concepción de un Cooperativismo de clase y comprometido con las reivindicaciones de los trabajadores, lo cual no tuvo buena acogida en los sectores reaccionarios del cooperativismo y del Establecimiento.
Primer Encuentro Sindical – Cooperativo: Bogotá, 1979
En marzo de 1979 se realizó el Primer Encuentro Sindical – Cooperativo, patrocinado por la oit y la Agencia para el Desarrollo del Gobierno de Dinamarca. En este evento se analizaron experiencias colombianas y muy especialmente la relacionada con la huelga de los trabajadores de epm de 1977, siendo las conclusiones de este evento, una guía teórica y práctica 191
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para afianzar la unidad sindical - cooperativa a lo largo de la década de 1980. Al encuentro asistieron 17 directivos del movimiento cooperativo, 18 directivos sindicales en representación de las cuatro centrales obreras existentes en aquella época y 9 voceros de los organismos públicos en calidad de observadores. Sus debates y conclusiones pusieron en evidencia el grado de madurez alcanzado por importantes sectores de los movimientos sindical y cooperativo, expresado en el rechazo unánime a las palabras pronunciadas en el acto de instalación por el Director del Departamento Administrativo Nacional de Cooperativas, Jorge Ladrón de Guevara, quien criticó con dureza las luchas reivindicatorias de los trabajadores colombianos y afirmó que los derechos de que gozaban los trabajadores, habían sido fruto de la benevolencia del Estado colombiano. Otro hecho importante de aquel trascendental evento fue la unificación de criterios de las cuatro centrales de trabajadores, hasta ese momento política e ideológicamente separadas. También se acercaron por primera vez, las centrales de trabajadores a los organismos cooperativos de segundo grado. Veamos algunas de las conclusiones y recomendaciones de aquel Primer Encuentro de Unidad Sindical-Cooperativo: •• En el campo de la acción solidaria, institucionalizar como un deber el apoyo económico de las cooperativas a los sindicatos en los casos de emergencia, como huelgas y eventos de calamidad social. Incorporar siempre en los pliegos de peticiones de los sindicatos, cláusulas que impliquen respeto patronal y apoyo económico a las cooperativas. •• A pesar de reconocer la acción mancomunada del movimiento sindical y cooperativo como expresión de los intereses de los trabajadores, esa unidad sólo podrá alcanzar sus metas de cambio, en la medida en que se enmarque dentro de una estrategia que tenga como objetivo a largo plazo, la creación de un sector social de la economía, que concurra con el sector estatal y el sector privado a realizar el pleno desarrollo de todos los recursos del país. •• Un aspecto importante para fortalecer y agilizar la acción de las cooperativas es el de su financiamiento, mediante la creación de un sistema integrado que esté dirigido especialmente a proveer los recursos nece192
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sarios, en forma permanente, a las cooperativas de trabajadores y a las que operan en el medio rural. •• Los movimientos sindical y cooperativo son complementarios en su acción y hermanos en su lucha y comparten el papel de acelerar el cambio de estructuras y generar un nuevo tipo de desarrollo en beneficio de las mayorías populares de Colombia. •• Se hace necesario establecer entre el Consejo Nacional Sindical y el Consejo Cooperativo Colombiano, máximos órganos representativos de los dos movimientos, acuerdos de colaboración para apoyarse mutuamente. •• La política de desarrollo llevada a cabo en Colombia en los últimos años no ha tenido en cuenta la participación de los trabajadores ni de sus organizaciones, por lo que el país no ha logrado solucionar los problemas que afectan a las clases populares. Hay que destacar que las conclusiones y recomendaciones de aquel Primer Encuentro Sindical Cooperativo no se quedaron en el papel, sino que la mayoría de los participantes las asumieron como propias; en el caso particular de la Cooperativa, se apoyó en las conclusiones del Encuentro para realizar actividades conjuntas con el Sindicato de epm, como también con los sindicatos de Leonisa, Sintratexco, Sintraime Itagüí, Asociación de Empleados de epm y el de Tejícóndor. Aquel Primer Encuentro provocó otros efectos como los siguientes: •• Los sindicatos crearían Secretarías de Trabajo Cooperativo. •• Las cooperativas enviarían sus delegados a reuniones y congresos sindicales. Con este fundamento, la Cooperativa de epm se vinculó a congresos de la fedeta y de la cstc y a la constitución de la cut en noviembre de 1986. Igualmente, en sus asambleas y actividades sociales se hicieron presentes numerosos sindicatos. •• Las cooperativas, incluida la de epm, participan en forma activa y masiva, en celebraciones y fiestas de los trabajadores, como el desfile del 1° de Mayo. •• Las Cooperativas destinarán partidas especiales para ofrecer apoyo a los trabajadores en sus conflictos laborales. La Cooperativa de epm, en su Asamblea de 1983, constituyó el Fondo de Solidaridad Laboral.
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Por iniciativa de la Cooperativa de Trabajadores de epm, financiacoop apoyó la realización en Medellín, el 15 de julio de 1979, del Primer Encuentro Regional Cooperativo - Sindical, con la presencia de los organismos cooperativos de segundo grado y de todas las centrales de trabajadores, acompañando a representantes de 40 cooperativas y 28 sindicatos de base. Las conclusiones se difundieron en el órgano interno de la Cooperativa, “El Educador Cooperativo”.
Segundo Encuentro Nacional Sindical - Cooperativo, Medellín 1983
Desde finales de 1982, como consecuencia del ascenso de los movimientos sociales, la Cooperativa promueve y lidera la realización del Segundo Encuentro Nacional Sindical - Cooperativo que se lleva a cabo en Medellín el 16 de abril de 1983, contando con el patrocinio de las más importantes instituciones cooperativas del país como financiacoop, Seguros la Equidad, Unión Cooperativa Nacional (uconal), la Universidad Coopertiva Indesco, la Federación de Cooperativas para el Desarrollo, organizaciones sindicales y cooperativas. Entre las ponencias presentadas se destacó la de financiacoop, en la cual se hizo un enjuiciamiento a las posiciones adoptadas por un sector del cooperativismo-sindicalismo, pues según el mencionado documento: •• Han fomentado el “apoliticismo” como un medio de negar la participación social y política de las cooperativas. •• Han promovido y desarrollado actividades reformistas y paternalistas. •• Han colocado la educación cooperativa en un marco estrecho, que la limita sólo a conceptos teóricos anticientíficos, negando el análisis histórico y social. •• Han separado a las cooperativas de sus verdaderos aliados, los trabajadores, haciendo posible que los otros sectores (industriales, comerciales) se apropien de la idea cooperativa y la utilicen para su beneficio personal. Como resultado del Segundo Encuentro se dinamizan sectores de vanguardia del cooperativismo, produciendo nuevos frutos para la alianza cooperativismo -sindicalismo. Se incrementa en forma considerable el número de cooperativas que participan en las diversas actividades de la clase 194
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obrera, incluyendo el 1° de mayo. Por ejemplo, en la fiesta del trabajo de 1984, gran número de cooperativas de Antioquia desfilaron con sus pancartas, grupos folclóricos y vehículos engalanados, como auténtica demostración de unidad de los trabajadores. COOPERATIVA DE EPM LIDERA PROCESOS DE INTEGRACIÓN Una de las premisas fundamentales para el éxito de una empresa cooperativa en particular y del movimiento cooperativo en general, es la de una exitosa ejecución de procesos de integración. Sólo a través de una efectiva integración gremial y horizontal, se puede alcanzar la construcción de un auténtico sector cooperativo y solidario, que pueda competir y sobrevivir en el voraz y complejo mundo de una economía capitalista neoliberal. Es indiscutible que los procesos de integración constituyen la fase superior de la cooperación; por ello, los países que han alcanzado mayores procesos de integración, son los que tienen más elevados niveles de desarrollo cooperativo como Alemania, Canadá, el País Vasco, Argentina y algunas regiones de Brasil. Los principios que inspiraron a sus promotores y las experiencias vividas durante el dinámico período de la huelga de trabajadores de epm en 1977, determinaron para las directivas y demás estamentos de la Cooperativa de epm, unas definidas estrategias sociales orientadas al fomento de cooperativas alternativas y a la articulación de procesos de integración del sector. Veamos:
Promoción de comités de empresa y de cooperativas
En 1985, en un marco social y político muy favorable para el desarrollo del cooperativismo, el Consejo de Administración de la Cooperativa de epm decide retomar su antigua política de fomentar en las diferentes empresas en donde trabajaban asociados de la Cooperativa, la constitución de los llamados Comités de Trabajo y Promoción Cooperativa, iniciativa novedosa que alcanzó un importante cubrimiento en el Valle de Aburrá, teniendo entre sus objetivos: 195
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•• Facilitar una fluida comunicación entre la Cooperativa y sus asociados en una determinada empresa. •• Conocer las necesidades y aspiraciones de los grupos de asociados, difundir los principios y objetivos de la Cooperativa de epm y ampliar cualitativamente el número de sus asociados. •• Transformar los Comités de Empresa en un eficiente mecanismo de democracia participativa y de autogestión. Para evaluar sus realizaciones y proyectarse, el 22 de junio de 1986 se realiza en comfama un Encuentro de los Comités de Empresa de la Cooperativa de epm. Por los principios y motivaciones que la inspiraban, la Cooperativa asumió también como una de sus responsabilidades sociales, la promoción, constitución y asesoría de cooperativas en el Valle de Aburrá y en regiones como el Oriente, Magdalena Medio (se destaca la Cooperativa Multiactiva de Nare), Urabá y Suroeste (como la Cooperativa de Granadilleros de Urrao).
Promoción de organismos de integración
Desde 1974, la nueva administración de la Cooperativa de epm se planteó la necesidad de promover procesos de integración cooperativa, como presupuesto esencial para conformar un sólido sector y como una premisa para alcanzar un éxito como organización social. En 1992 Diómer Agudelo recordaba120: “En 1974 la Cooperativa se encontraba aislada y no había criterios de trabajo unificado. Se evaluó la urgencia de relacionarnos con organizaciones gremiales y sindicales, con las que se compartían criterios sobre el papel del movimiento cooperativo. Lo primero que se hizo fue buscar coincidencias entre las cooperativas, para empezar a desarrollar unas actividades mínimas y esas coincidencias se encontraron en cooperativas donde influían los trabajadores, principalmente los afiliados a las cstc, que a nivel regional se agrupaban en la Fedeta y Fedetex, como las Cooperativas de Simesa y de Pepalfa”.
120 Entrevista, Echeverri Cano, María Inés, Obra citada, p.216.
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Por la trascendencia de la integración de cooperativas y demás organizaciones sociales para alcanzar sus objetivos y reivindicaciones, el movimiento cooperativo del Valle de Aburrá liderado por un grupo de cooperativas, entre ellas la Cooperativa de Trabajadores de epm, promueve la constitución y afianzamiento de diversos organismos para adelantar variados procesos de integración. Diómer Agudelo evoca las razones por las cuales, desde los inicios de la década de 1980, se buscó promover nuevos organismos de integración social y cooperativa121: •• Los organismos de segundo grado de las década de los setenta eran dirigidos por los sectores más tradicionalistas a nivel nacional y llegar a su dirección era casi imposible, no sólo por su orientación sino por la antidemocrática estructura de participación. Por esta situación siempre fuimos férreos defensores de la tradicional estructura democrática cooperativa: “Un asociado… Un voto”. •• Las contradicciones con los organismos de segundo grado contribuyeron a que se formara un grupo de cooperativas con una visión diferente; así fue posible que el Gerente de coofinep fuera elegido en 1978 en la Junta Distrital de financiacoop, órgano directivo al que hasta el momento sólo llegaban voceros de las más grandes cooperativas. •• La integración, además, era un mecanismo que facilitaba el acceso a nuevos servicios por parte de los asociados. •• Finalmente, por la seguridad de que la integración es el camino para transformar el cooperativismo en una tercera opción de desarrollo para Colombia. Con el fin de promover la integración, la Cooperativa de epm lidera la realización de diversos eventos, entre ellos el Seminario de Integración Cooperativa, en 1984, con la presencia de 14 entidades. Se acordó publicar el boletín Integración. Otro paso importante hacia la integración, fue el Encuentro Nacional de Cooperativas de Base, realizado en Cali en 1986, el cual permitió un análisis de las diferentes experiencias regionales en materia de integración, especialmente en los campos cultural y educativo. 121 Entrevista en agosto de 2011.
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Uno de los primeros organismos de integración creado dentro de la nueva filosofía que inspiraba a las cooperativas alternativas, fue el Servicio Médico Integrado Cooperativo, semic, en octubre de 1980, del que ya hicimos mención. El semic creció con rapidez, bajo la dirección del asociado e ingeniero industrial Orlando Castro, trasladándose a un local propio para atender el creciente número de afiliados en los diversos servicios que prestaba, pues disponía de médicos generales y especialistas, laboratorio clínico, cirugía ambulatoria y odontología. Sin embargo, un crónico déficit lo llevó a su liquidación en julio de 1991. En este contexto y con las motivaciones señaladas, las cooperativas de base promueven diversos organismos de integración como:
Central Mayorista de Distribución y Consumo
Un primer esfuerzo de integración a través de organismos cooperativos de segundo grado, fue la Central Mayorista de Distribución y Consumo constituida en 1977, con el objetivo de suministrar a las cooperativas de base y a sus asociados materiales de construcción, en una época en que la autoconstrucción en los sectores populares era un camino para la solución del problema de la vivienda. Participan en la creación de la Central las cooperativas de trabajadores de epm, Coltabaco, Pepalfa, Sedeco y Siderúrgica de Medellín. Sin embargo, tan loable iniciativa, al final sólo comprometió a tres de ellas (Pepalfa, Simesa y epm). Este proyecto no alcanzó a cristalizarse a pesar de que ya se habían hecho los estudios, para determinar la inversión por cooperativa de $ 150.000.oo. La dificultad para obtener cupo de suministro al por mayor, por parte de Cementos Argos que monopolizaba el cemento en la ciudad, fue la causante de este intento fallido.
Coordinadora Nacional de Integración Cooperativa, CONIC
La Cooperativa de epm fue una de las organizaciones de primer grado que promovió la constitución de la Coordinadora Nacional de Integración Cooperativa, conic, en reunión celebrada en Bogotá en febrero de 1986.
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Inicialmente se establecieron coordinadoras regionales en Bogotá, Ibagué, Medellín, Cali, Bucaramanga, Montería, Cúcuta, Villavicencio, Tunja, Florencia y Pereira. La conic alcanza a tener gran protagonismo en la segunda mitad de la década de 1980 en el desarrollo e integración del movimiento cooperativo, en la definición de métodos de trabajo y en la apertura de espacios políticos para el cooperativismo. Sin embargo, al comenzar la década de 1990, la conic se debilita al igual que otros organismos de integración del movimiento cooperativo, como resultado de circunstancias que se abordan más adelante, pero es uno de los más importantes esfuerzos realizados para proyectar políticamente el movimiento cooperativo.
Centro de Integración y Desarrollo Cooperativo de Antioquia, CINCOA
Con la visión de hacer realidad los ambiciosos objetivos de la Coordinadora Nacional de Integración Cooperativa, conic, varias cooperativas participantes en el comité regional promueven en Medellín la fundación del Centro de Integración y Desarrollo Cooperativo de Antioquia, cincoa, cuya acta de constitución se firma en octubre de 1988, por representantes de la Cooperativa de epm, cootrasofasa (hoy confiar), coopsiderúrgica (hoy forjar), la Cooperativa de la Universidad Nacional (cooservunal), la Cooperativa de Trabajadores de Cicodec y la Cooperativa de Loteros de Antioquia; luego ingresan otras cooperativas. La propuesta de cincoa era construir una corriente de pensamiento cooperativo con una visión social y democrática, en la que el ser humano fuese el centro de la acción cooperativa. Para ello se adelantaron procesos de divulgación de la doctrina cooperativa con el fin de crear conciencia asociativa en general y cooperativa en particular entre los asociados, directivos y trabajadores de las cooperativas adscritas. cincoa estaba destinado a ser el foco de la renovación doctrinaria del cooperativismo colombiano, pero diversas circunstancias dieron al traste con este importante proyecto que un día promovió la Cooperativa.
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Asociación Antioqueña de Cooperativas, ASACOOP. Hoy: CONFECOOP Antioquia.
Con el fin de afianzar la integración cooperativa en Antioquia, se realizó en Medellín el 24 de septiembre de 1986 el III Foro Regional Cooperativo, con la presencia de 320 cooperativistas en representación de 150 organizaciones. El evento se caracterizó por el entusiasmo de todos los asistentes y el espíritu de unidad predominante. En este ambiente se aprobó la constitución de la Asociación Antioqueña de Cooperativas, asacoop. Como cierre del evento se llevó a cabo por las calles de la capital antioqueña un vistoso desfile cooperativo. Los primeros cinco años de asacoop transcurren en torno al propósito de consolidar el esquema de integración, logrando adquirir una imagen aceptada por la mayoría de cooperativas y cooperativistas, generando grandes expectativas en torno a las posibilidades de desarrollo del sector, sobre todo al plantearse el proceso de planeación del cooperativismo antioqueño. Este proceso se gesta en varios espacios integracionistas, en propuestas que se venían madurando y escenarios utilizados para compartir experiencias, expectativas e ilusiones, con lo que se desarrollan varias propuestas simultáneas: Se formalizó el “Desayuno Cooperativo”, se publica con periodicidad el boletín institucional, se programan pasantías a diversos lugares del departamento y del país. En el debate colectivo, en la Asociación, los dirigentes empezaron a adquirir madurez política y administrativa produciendo una visión de desarrollo conjunto y entendiendo que la forma de integración adoptada, debía liderar los diversos procesos de desarrollo y consolidación del sector en el Departamento. Al culminar el año 1992 se podía decir que asacoop había salvado sus primeros escollos, se consolidaba como el principal organismo de representación del sector en Antioquia, contando con un número apreciable de cooperativas, aunque seguía siendo minoritario respecto del universo y, desde el punto de vista administrativo, había logrado estabilidad. El plan de desarrollo del cooperativismo, construido en un proceso participativo, era el derrotero principal para el siguiente lustro.
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Pero ese ascendente proceso de integración se ve afectado en los siguientes años –tal vez hasta 1996– por dos situaciones particulares: la primera, relacionada con la grave inoperancia del Departamento Administrativo Nacional de Cooperativas –dancoop–; la segunda, el crecimiento inusitado del cooperativismo con actividad financiera y la creación de los bancos cooperativos. La situación se agrava al terminar el milenio, por las repercusiones de la crisis financiera, ya que el cooperativismo con actividad financiera de Antioquia, aún tenía problemáticas surgidas del fenómeno crítico de los años anteriores, aunque con una franca tendencia a la recuperación, que se consolidó en el año 2001. En el centro de este proceso recuperador estuvo asacoop y, aunque sufrió profundamente en su esquema administrativo, sobrevivió a la crisis y lideró la recomposición. Resuelta la crisis del sub-sector financiero, para asacoop el objetivo prioritario fue el de “organizar la casa”, para reordenarse administrativamente y recuperar la confianza del cooperativismo. Con austeridad se empezó a desarrollar un trabajo que permitió recuperar imagen y credibilidad. Una tarea compleja era sanear las finanzas para luego liderar nuevas estrategias de acercamiento y de integración. En forma simultánea, se producen los acuerdos de integración a nivel nacional, en el propósito de fortalecer a confecoop, configurando una nueva imagen integracionista, a partir de la red de asociaciones regionales y así, asacoop adopta su nueva imagen visual, identificándose como confecoop antioquia. Innumerables fueron los esfuerzos, las tensiones y preocupaciones enfrentadas entre el año 2000 y el 2005 para responder a los retos principales por entonces definidos: Recuperación económica, fortalecimiento institucional y ampliación del propósito de integración. El compromiso fue cumplido, en su mayor medida. Hoy se muestra con orgullo en el concierto nacional, un movimiento cooperativo regional fuerte, autosuficiente, autónomo, dinámico y emprendedor. En 2014, después de 28 años de su constitución, asacoop, ya con el nombre de confecoop antioquia continúa activa y fiel a los derroteros que le marcaron sus fundadores de trabajar en defensa de principios rectores del 201
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cooperativismo como la educación, la integración y la democracia cooperativa. coofinep, como una de sus promotoras, continuó leal a las motivaciones que inspiraron aquel proyecto integracionista.
Previsora Social Cooperativa VIVIR
En desarrollo del programa de integración de servicios para mejorar calidad y reducir costos, el 23 de abril de 1990 fue constituida en Medellín la Previsora Social Vivir como organismo de segundo grado, especializado en servicios funerarios integrales. Fue conformada por la Cooperativa de Trabajadores de epm, Cooperativa de Trabajadores de sofasa –cootrasofasa–, cincoa, cootrabaco, copiantioquia, coobancoquia, coopercolt y cooservunal. En 2012 no sólo está vigente sino que es una de las organizaciones sociales con mejor imagen en el sector, formando parte de la red nacional de servicios funerarios, conformada por organismos cooperativos de segundo grado, con cobertura nacional.
Centro Cooperativo para el Desarrollo de la Informática, REDECOOP
En 1991 siete cooperativas, entre ellas la Cooperativa de epm, se vincularon al proyecto de integración Centro Cooperativo para el Desarrollo de la Informática, redecoop, con el fin de unificar y desarrollar criterios, programas y estrategias para el manejo y aprovechamiento de recursos tecnológicos, para mejorar redes y centros integrados de datos, tendencia predominante en nuestros tiempos. La formalización de redecoop como organismo cooperativo de segundo grado, se llevó a cabo en la Asamblea de Constitución realizada el 10 de febrero de 1992. Ese mismo año se celebraron acuerdos entre varias cooperativas asociadas y empresas proveedoras de equipos y de servicios comunes, con organismos de integración como asacoop, Seguros La Equidad y Previsora Social vivir. Las Cooperativas asociadas tenían en común ser usuarias de Unisys, empresa que les proveía el software y los equipos que éste requería. Estaban atadas a la tecnología de Unisys, en la tecnología blanda (software) y en la dura (hardware). A medida que el proyecto avanzaba, surgió la idea de 202
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diseñar un software para las cooperativas asociadas y para el cooperativismo de ahorro y crédito en general, eligiendo la tecnología de programación “Progress”, porque tenía la ventaja de correr bajo el sistema operativo Unisys, que lo tenían las cooperativas asociadas y Windows, que ya se imponía como sistema operativo. Con este nuevo objetivo, el proyecto tomaba otras dimensiones y redecoop se convertía en una entidad estratégica para las cooperativas comprometidas, en el campo de la informática. Desafortunadamente, los intereses personales, institucionales y hasta políticos, sumados a la falta de visión de algunos de los directivos con el proyecto, dieron al traste con redecoop, aunque alcanzando en gran medida su objetivo. A principios de 1998 se inició la entrega de los componentes básicos a las cooperativas asociadas al proyecto, con un software que se llamó sifcoop, y a otras que lo habían adquirido. El software era tan específico, para que sirviera al cooperativismo de intermediación financiera y, tan general, que era compatible con las especificidades de cada una de las cooperativas usuarias. Al preguntar a Milton de la Carrera, empleado del área de sistemas de la Cooperativa y partícipe del proyecto sobre la viabilidad de redecoop en el momento de ser liquidada, no duda en afirmar: "la prueba de que el software estaba ya madurado radica en que cinco de las cooperativas que hacían parte de redecoop aún hoy, 2012, operan bajo este software"122. Otro objetivo cumplido, aunque ya no era prioritario para redecoop, fue que la nueva plataforma del sifcoop podía funcionar en tecnologías abiertas, por lo que la dependencia de la tecnología Unisys había llegado a su fin.
Actividades culturales y recreativas conjuntas
El espíritu de integración predominante en la década de 1980 entre un grupo de cooperativas del Valle de Aburrá llevó a una creativa promoción de actividades culturales, artísticas y recreativas que tuvieron inmenso significado para las cooperativas patrocinadoras, para sus asociados y núcleos familiares y para los protagonistas de tales eventos, entre los cuales vale la pena recordar: 122 Entrevista en enero de 2012 con Milton de la Carrera, actual funcionario de COOFINEP e integrante del equipo de diseño de REDECOOP.
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•• Los Miércoles Culturales Cooperativos, realizados en el Museo de Zea (hoy Museo de Antioquia), cada mes durante toda la década de 1980, con la presentación de artistas nuevos y de trayectoria, al igual que grupos de teatro, danzas, agrupaciones folclóricas y mimos. También, con presencia de amplio público, hubo conferencias y mesas redondas sobre temas de actualidad. •• Organización de Cuenteros de Antioquia. •• Gracias a un convenio con el Cine Club Mundo Universitario, los asociados adquirían una visión crítica cultural en materia de cine y tuvieron la oportunidad de acceder con sus familias a un cine de alto contenido intelectual y social. •• Semana del Derecho a Cantar a la Vida. •• Realización de Caminatas por zonas rurales. •• Concursos de pintura infantil “manitas libres”. •• Concursos de Cuento y Poesía, que permitieron descubrir valiosos talentos entre asociados y familiares, gracias a los talleres que se organizaron. •• Planeación y acciones de recreación, mediante la promoción –desde 1983– de temporadas de vacaciones – descanso, a bajo costo, complementadas con excursiones a diferentes lugares y sitios de interés en el país, con la asesoría de guías y recreacionistas. En entrevistas con antiguos asociados se recuerdan con entusiasmo aquellos reconfortantes eventos. •• Funcionamiento permanente de una sala cultural abierta para los más diversos eventos de la creatividad humana. Un evento de especial resonancia fue el Primer Concurso de Intérpretes de la Canción Andina, para conmemorar en 1992 los 30 años de existencia de la Cooperativa. El primero se realizó con gran éxito y mucho público y la presencia de artistas asociados y no asociados de la Cooperativa. El Presidente del Consejo de Administración, Arcángel López Tobón, durante muchos años Tesorero de epm, expresó su emoción en el acto de apertura en octubre de 1992: “Hoy llevamos a cabo la concreción de la obra cultural más ambiciosa proyectada por la Cooperativa en cumplimiento de su filosofía. No creyó suficiente su inspiración en el principio cooperativo de ‘todos para uno y uno para todos’. Ella ha rebasado los límites del altruismo y beneficio social. Y no fue óbice para la culminación de esta obra, el historial de apatía y hostilidad que ofrece el medio en donde desarrollan su actividad los que buscan sublimizar los valores del espíritu… pienso que es inmenso el 204
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poder de la voluntad… toda obra cultural siempre ha tenido sus escollos. Además de este encuentro con la música de los Andes colombianos, la Entidad ha mantenido exposiciones artísticas en su Sala Cultural y ha recibido periódicamente a los artistas de teatro, música, cuento y poesía, para el enriquecimiento espiritual de los asociados y amigos de la Institución. La dinámica adquirida por la actividad cultural en la Cooperativa, llevó a la Administración a designar el inmueble recientemente adquirido como sede del Departamento de Cultura”.
Es interesante destacar que, para garantizar la realización y permanencia de los diversos eventos culturales y recreativos, se constituyeron diversos fondos. Desde 1980 el Comité de Educación, a través de la Promotoría Social, planificó las actividades educativas, recreativas y culturales de la Cooperativa, para lo cual se dispuso de órganos de divulgación como El Informador Cooperativo y El Educador Cooperativo, que se editaban con regularidad. Se buscaba que tales programas incluyeran los núcleos familiares de asociados y empleados. En 1982 la Asamblea General aprobó la distribución de un Auxilio Escolar en beneficio de los hijos de los asociados, programa que en 1983 se fortaleció con la creación de un fondo especial. A partir de 1982 se creó un Comité Coordinador para actividades educativas, culturales y recreativas, integrado por el Sindicato de epm, la Asociación de Empleados de epm, la Asociación de Jubilados de epm y la Cooperativa de Trabajadores de epm. Igualmente se trabajó en forma integral con el sena, la Cooperativa de Simesa y otras cooperativas. En buena medida, como resultado de los variados, excelentes y oportunos servicios prestados, la Cooperativa de Trabajadores de Empresas Públicas incrementó su número de asociados, que en 1986 ascendió a 2.200, que trabajaban en 22 empresas del Valle de Aburrá. La satisfacción de necesidades espirituales ha sido uno de los objetivos fundamentales de la organización cooperativa, lo que la distingue de la empresa capitalista. La empresa cooperativa, por su multiactividad, busca mejorar las posibilidades de satisfacer en sus empleados, asociados y núcleos familiares las necesidades materiales, espirituales, individuales y grupales. De lo anterior se concluye también que deba ampliar su radio de acción a la comunidad. 205
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TRECE COOPERATIVAS DE BASE PROPONEN AUDAZ TRANSFORMACIÓN NACIONAL 123 (1986) CONTEXTO DE CONFLICTOS POLÍTICOS Y SOCIALES
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esde sus inicios, la década de 1980 se caracterizó por ser un intenso período de ascenso político y social, que provocaba conflictos de diverso orden, no resueltos democráticamente, por lo que desencadenan y agudizan procesos de violencia. La década se inicia con la bancarrota financiera de 1982, que provocó la quiebra de miles de pequeños y medianos empresarios y la pérdida de sus ahorros a decenas de miles de familias, con el consecuente incremento de los niveles de desempleo, marginalidad y pobreza.
El fallido acuerdo con los narcotraficantes
El fenómeno del narcotráfico en la década de 1980 ya era una impetuosa corriente económica y social, que generaría el llamado Cartel de Medellín, que –al parecer– controlaba el 80% del mercado mundial de cocaína y que, al ser aprobado el Tratado de Extradición con el gobierno estadounidense, desata en el país olas de violencia y terrorismo sin antecedentes. En abril de 1984 es asesinado el Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y en mayo del mismo año, se produce un hecho que origina las más variadas controversias: Los narcotraficantes encabezados por Pablo Escobar Gaviria, presentaron al gobierno de Belisario Betancur, con la intervención del expresidente Alfonso López Michelsen y del Procurador General de la Nación, Carlos Jiménez Gómez, quien actuó como comisionado del Presidente Betancur, un extenso Memorando en el cual promovían la entrega de sus laboratorios y pistas clandestinas, la enajenación de sus aeronaves, su retiro definitivo de las actividades ilícitas, su colaboración en progra123 Este capítulo ha sido elaborado fundamentalmente con base en Actas del Consejo de Administración de la Cooperativa, Memorias del Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Base y entrevistas con asociados de la cooperativa participantes en el Encuentro.
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mas de sustitución de cultivos de coca y marihuana y el retorno de sus capitales al país. En contrapartida los capos del narcotráfico solicitaron que el Tratado de Extradición sólo se aplicara a delitos ocurridos con posterioridad a su vigencia, el establecimiento de un recurso de apelación de la decisión gubernamental ante el Consejo de Estado y otros puntos que permitieran su reinserción en la vida civil. Al divulgar los medios de comunicación en Colombia la primera entrevista entre las partes en el Hotel Marriot de Panamá, la prensa colombiana presenta los hechos como algo escandaloso y el diario El Espectador titula: “Estupor Nacional”. El acuerdo se frustró y el país entra en un largo y dramático período de violencia terrorista que, aún hoy en 2012, no ha terminado124.
El fracasado acuerdo de casa verde
Frente al ascenso de los movimientos guerrilleros, el Presidente Belisario Betancur (1982-1986) propone Acuerdos de Paz con los diversos grupos de insurgentes. Se registran desmovilizaciones de núcleos del eln, epl y otros. Por diversas causas fracasaron los acuerdos iniciados con el M19, lo cual dio como resultado la toma del Palacio de Justicia en noviembre 5 de 1985 por ese grupo subversivo, con los lamentables resultados ocurridos por la violenta retoma del Palacio por las Fuerzas Armadas; capítulo dramático que no se ha cerrado humana ni legalmente. En medio de un entusiasmo generalizado, en mayo de 1984 se inician en el sitio conocido como Casa Verde, municipio de La Uribe, departamento del Meta, los “Acuerdos de La Uribe” con las farc, que involucraban aspectos relacionados con el cese al fuego y reformas sociales y económicas. En mayo de 1985 las farc y otros grupos crean la llamada Coordinadora Nacional Guerrillera. Como resultado de los avances en el proceso de paz entre gobierno y farc, se constituye en noviembre de 1985 la Unión Patriótica, up, con militantes del Partido Comunista, guerrilleros desmovilizados y sectores de la 124 Sobre el tema hay numerosas publicaciones, pero se destaca la escrita por uno de los protagonistas de aquel fallido acuerdo, el exprocurador de la Nación Jiménez Gómez Carlos, Camino de la Tragedia Nacional, Editorial Kimpres, Bogotá, 2009.
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izquierda democrática. Destacados dirigentes de la naciente agrupación política son elegidos en cuerpos colegiados y en 1988, con la reforma constitucional sobre elección de alcaldes, llegaron a dicho cargo numerosos dirigentes de la up.
Conformación de los primeros grupos paramilitares
El inusitado auge político y electoral de la izquierda democrática desencadena una irracional violencia por parte de sectores de la intransigente derecha política, con el objetivo de aplastar las protestas sociales, eliminar los grupos civiles que, según la “inteligencia militar”, constituían núcleos de apoyo a los grupos guerrilleros y “dar de baja a los subversivos” elegidos para las corporaciones públicas. Cabe señalar que uno de los objetivos claros de los paramilitares fue liquidar a grupos y partidos de izquierda, al igual que a movimientos cívicos, núcleos de intelectuales y de artistas, en fin, golpear los sectores contestatarios al Establecimiento. Estos grupos desatan una sangrienta ola de asesinatos selectivos y masacres que ha costado la vida a miles de sindicalistas, dirigentes cívicos, militantes de la up, del M19 y de otros grupos, incluidos tres candidatos presidenciales de la izquierda: Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa y Carlos Pizarro Leongómez. Una vez más en la historia de Colombia, la intolerancia política característica de algunos sectores del Establecimiento y la defensa a ultranza de privilegios económicos y sociales, heredados o conquistados con base en la violencia, le cierran el paso a la posibilidad de promover reformas estructurales que abrieran el camino a una paz política y social duradera. Diversos sectores de derecha política, aliada con algunos terratenientes y grandes comerciantes y con el apoyo de sectores de las fuerzas armadas, promueven la conformación de grupos armados paramilitares que, en 1985, se calculan en más de 100, con los que se inicia uno de los períodos más sangrientos y dolorosos en la vida colombiana, que aún sigue ocurriendo.
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PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE COOPERATIVAS DE BASE En la década de 1980 se intensifican las acciones de la alianza del cooperativismo con el sindicalismo y otras organizaciones sociales, proceso en el cual ejerció un reconocido liderazgo la Cooperativa de epm. Entre las organizaciones que surgen, se destaca la Coordinadora Nacional de Integración Cooperativa, conic, que tenía como objetivo fundamental promover un trabajo con las cooperativas de base, para clarificar los auténticos objetivos del movimiento cooperativo y rescatar la credibilidad perdida en numerosos organismos cooperativos de segundo grado. Para la preparación del Gran Encuentro programado para Bogotá, se realizaron en forma previa ocho encuentros regionales, siendo la Cooperativa de epm la promotora de estos encuentros en Antioquia. La acción clave fue la convocatoria del Primer Encuentro de Cooperativas de Base en Bogotá, el 31 de octubre de 1986, que se instala con un entusiasta y multitudinario acto público de dirigentes cooperativos de toda Colombia en la tradicional y céntrica Plaza de las Nieves. Al encuentro asisten unos 1.100 delegados en representación de más de 500 organizaciones de base. Era tal la magnitud de la convocatoria y de la dinámica que motivaba el Encuentro que, algunas organizaciones burocráticas de segundo grado, presionaron a numerosas cooperativas para que no se hicieran presentes. Las principales organizaciones cívicas y populares de Colombia hacen llegar al evento saludos textuales, expresando su solidaridad con el mismo, al tiempo que destacaban la trascendencia de la integración por la base, con miras al fortalecimiento de los movimientos sociales. La instalación del Encuentro estuvo a cargo del Secretario Ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Integración Cooperativa, conic, Sigifredo Beltrán Gutiérrez, quien expresó125: “Estamos aquí, como resultado del avance del proceso de integración que se viene adelantando desde las bases del cooperativismo. Ésta es la presencia combativa y unitaria del movimiento cooperativo que empieza a despertar del sopor y del letargo. Un ejemplo de unidad popular lo constituye el reciente Congreso de Organizaciones Cívicas y Popula125 Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Base, Memorias, pp.12 y 13, Laudes Editores, Bogotá, 1987.
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res, celebrado en el mes de julio, en donde salió fortalecida esa unidad y se autorizó la constitución, fundación y creación del Consejo Nacional de Organizaciones Cívicas y Populares, que fue la expresión genuina de la organización, de la iniciativa y de la unidad popular”.
Luego de la instalación el 31 de octubre de 1986, los asistentes al acto se dirigen en un entusiasta y colorido desfile por la carrera Séptima hasta llegar a la Plaza de Bolívar, para rendirle un homenaje al Liberador y notificarle al país la activa presencia unitaria del cooperativismo colombiano en la vida nacional. En dicho acto hizo uso de la palabra la dirigente cooperativista María Trinidad Gómez, quien en forma vehemente expresó126: “Hemos cumplido nuestra marcha precisamente en este lugar y con una ofrenda floral al Libertador Simón Bolívar, no para hacer memoria de una historia muerta convertida en estatua, ni para mirar el pasado en forma estéril, queremos ser un signo que encarne la llama revolucionaria del Libertador”.
En el acto de apertura del Encuentro realizado el 1° de noviembre de 1986 en el Club de Empleados Oficiales de Bogotá, el cooperativista Ramiro Becerra Sterling, líder del Huila y Director de la conic, expresó en forma contundente127: “Hace más de setenta años venimos hablando de Cooperativismo en nuestro país y, por primera vez, las bases cooperativas colombianas se reúnen para hacer un análisis de la problemática nacional y de la situación al interior del Movimiento Cooperativo, con el fin de plantear alternativas que coadyuven a su desarrollo. El Movimiento Cooperativo Nacional debe convertirse en un verdadero movimiento socio-económico para llegar a ser instrumento que coadyuve a la transformación social que necesita el pueblo colombiano”.
CRUDO DIAGNÓSTICO DE LA REALIDAD COLOMBIANA Hoy, después de 26 años de realizado el Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Base, resulta llamativo contrastar la actual realidad con los indicadores económicos y sociales de ese 1986, en los campos internacional, nacional y cooperativo, pues la conclusión es que los actuales se 126 Ibídem, pp. 16 y 17. 127 Ibídem, pp. 19,20 y 21.
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han deteriorado en forma dramática. Veamos el diagnóstico que se hizo entonces128: •• Nuestro país hace parte del “Patio Trasero” del mundo occidental capitalista desarrollado. Pertenece al llamado Tercer Mundo, considerado también el mundo pobre. Pero, allí también paradójicamente se encuentran algunas de las personas más ricas del planeta. •• Padecemos los efectos del subdesarrollo, agudizado por un modelo capitalista dependiente que, con la anuencia de nuestra clase empresarial y política, ligada cada vez más con los intereses capitalistas transnacionales, ha generado una crisis con alto costo social para los trabajadores y la población. •• Avanzó la concepción de subsidiaridad del Estado en lo económico y social, pues se privatizan las enormes ganancias capitalistas y se socializan las supuestas multimillonarias pérdidas. •• En los últimos 15 años el precio de la llamada canasta familiar creció 30 veces, los impuestos indirectos que gravan el consumo se elevaron del 51% al 70% del total, una tercera parte de la Población Económicamente Activa (p.e.a.) está desempleada o subempleada, 13 millones de compatriotas soportan miseria crítica, 3 millones de colombianos han abandonado el país en busca de trabajo y 90.000 niños menores de 5 años perecen anualmente por insalubridad.
Visión crítica del cooperativismo colombiano
En su documento final, las bases del cooperativismo colombiano dejan consignados sus puntos de vista profundamente críticos sobre el movimiento y, en especial, sobre los organismos de segundo grado. Aquella visión, 26 años después, continúa siendo válida129: •• La crisis de credibilidad del cooperativismo registra síntomas como la ausencia de participación de los asociados, la desmotivación de los mismos y el vacío de liderazgo. •• La crisis ideológica se manifiesta en el deterioro de la democracia, la ausencia de solidaridad, predominio de lo económico y subestimación de lo social. •• En general, los organismos cooperativos de base tienen una mejor concepción e interpretación de las ideas y objetivos que inspiran al 128 Ibídem, pp. 42-46. 129 Ibidem, pp. 46 -64
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cooperativismo. Las principales entidades de segundo grado han deformado el desarrollo del auténtico cooperativismo colombiano, importando esquemas neoliberales que pretenden convertir a nuestros asociados en simples clientes. Como agente económico, el cooperativismo nacional ha sido reducido a cumplir un papel básicamente de intermediación financiera, de mercancías y de servicios. El cooperativismo de producción agropecuaria e industrial y las cooperativas de indígenas, presentan un escaso desarrollo. De estas crisis concurrentes, la más grave y desnaturalizadora es la crisis ideológica que, por su carácter determinante, mantiene y acentúa las demás. No existe una política educativa que satisfaga las necesidades y contrarreste la crisis de credibilidad administrativa y, especialmente, la ideológica, que es la más lesiva en el cooperativismo. La educación cooperativa en Colombia basa su filosofía en una supuesta apoliticidad con contenidos tradicionales formales y anacrónicos, despojados de toda realidad, desubicados de su contexto histórico. El Estado no reconoce al cooperativismo como una actividad diferente a la capitalista, de ahí que se rija por códigos creados para la legalidad y existencia de negocios con ánimo de lucro individual. Importancia de la integración cooperativa
Aquel Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Base dio especial trascendencia a la integración cooperativa130: •• La integración cooperativa se debe entender como una estrategia que busca la unión, la participación equitativa, la unidad de acción, la adhesión a una causa común que conduzca al fortalecimiento organizativo y garantice el desarrollo integral. •• La estrategia de Integración del Movimiento Cooperativo Colombiano de Base debe partir del fortalecimiento de la Coordinadora Nacional de Integración Cooperativa. A nivel geográfico la Integración Cooperativa debería darse así: 130 Ibídem, pp. 65 y ss.
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- Municipal. Conformada por las Cooperativas de acuerdo con las necesidades sociales y económicas de los cooperados, estimulando la creación de nuevas cooperativas. - Departamental. Propendiendo por la formación de empresas cooperativas con cobertura departamental y cuya línea de actividad sea fundamentalmente de producción y comercialización. - Provincial o regional. Agrupando a las cooperativas por provincias o regiones de características similares, teniendo en cuenta las facilidades de comunicación, similitud de necesidades, cultura, costumbres, servicios, etc. - Nacional. Estableciendo las redes de servicios mediante convenios interregionales, trazando planes de acción conjuntos, dando a conocer las experiencias y estrategias de desarrollo, intercambiando asesorías entre las regiones más desarrolladas y adelantadas en la práctica cooperativa con aquellas de más escaso desarrollo. •• La integración debe partir de las bases cooperativas: asociados, trabajadores y directivos, vinculando a ellas a las personas con espíritu solidario, de compromiso social y de trabajo con los sectores populares y sindicales. •• El Cooperativismo colombiano debe impulsar el proceso de unidad de la clase obrera y demás sectores populares. UN COHERENTE PLAN DE ACCIÓN COOPERATIVO 131 En las horas de la tarde del 2 de noviembre de 1986 en Bogotá, en un ambiente de euforia, se clausuró el Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Base, con la aprobación unánime por parte de los más de mil delegados, de un coherente y claro Plan de Acción. Como objetivo general del Plan se aprobó convertir el cooperativismo en un movimiento socioeconómico que contribuya al proceso de transformación social. En cuanto a los objetivos específicos se acordó: •• Defender una orientación auténtica del cooperativismo, combatiendo sus desviaciones, la inmoralidad administrativa y los vicios antidemocráticos. 131 Ibídem, pp. 74-92.
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•• Impulsar una nueva estrategia para el desarrollo del cooperativismo colombiano a nivel económico, social y político. •• Integrar por la base el cooperativismo colombiano al interior de cada cooperativa, de cada localidad y de cada región. •• Desarrollar una estructura de educación, promoción y liderazgo comprometida con la práctica de un cooperativismo al servicio de las bases. •• Promover el desarrollo conjunto de actividades económicas, sociales, culturales y recreativas que fortalezcan, consoliden y desarrollen el cooperativismo y/o intercambiando operaciones y servicios. •• Como estrategia fundamental para alcanzar los propósitos y objetivos señalados, se hizo énfasis en la necesidad de intensificar los procesos de integración, especialmente la llamada Integración horizontal.
Audaces propuestas frente a la problemática colombiana
El Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Base acordó proponer un audaz programa para superar la dependencia externa y alcanzar un armónico desarrollo económico y social, que incluya aspectos como132: •• Promover una reforma agraria que democratice la propiedad de la tierra a favor de quienes la trabajan. •• Reactivación de la producción industrial, mediante la nacionalización o cooperativización de las empresas en crisis y creación de nuevas industrias de propiedad colectiva y mixta. •• Nacionalización sin indemnización de la explotación de nuestros recursos naturales. •• Administración técnica y no politiquera del Estado. •• Reforma Urbana que elimine la especulación con la tierra urbana y garantice el acceso a ella por parte de los destechados organizados cooperativamente. •• Disminución de los gastos militares. •• Consolidación del proceso de paz, propiciando las reformas económicas, sociales y políticas que garanticen una participación real, amplia y de justicia social. •• Resaltar la función social de las cooperativas, incluyendo dentro de su estructura interna cargos relacionados con actividades doctrinales, educativas y de trabajo comunitario. 132 Ibídem, pp. 77 y SS.
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•• Hacer de las organizaciones cooperativas no solamente empresas económicas rentables, sino también escuelas prácticas de la democracia y la solidaridad. •• Rescatar, para el servicio de las bases cooperativas, los organismos de grado superior que se han desviado de sus reales objetivos. •• Impulsar el cooperativismo productivo para superar el simple papel de intermediación. Este Primer Encuentro se identificó con la Alianza Cooperativa Internacional sobre la incapacidad histórica demostrada por el capitalismo para resolver las necesidades esenciales de los trabajadores y de la población. En el histórico documento del Encuentro, se incluye al final un mensaje de la Alianza Cooperativa Internacional sobre el cual vale la pena reflexionar: “No se ha escrito la historia del futuro y los cooperadores deben estar dispuestos a que no se escriba sin su participación”.
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QUINTA PARTE
La compleja Ruta Financiera de COOFINEP
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CATORCE PLANEACIÓN, BODAS DE PLATA Y NUEVA IMAGEN
A
demás de la importancia que tuvo la década de 1980 para la Cooperativa de EPM en cuanto hace relación a su intensa actividad al interior del movimiento cooperativo colombiano, el mencionado decenio significó también para la Cooperativa un período de actualización y modernización en su gestión, gracias a procesos internos que se promovieron enmarcados en una reforma administrativa, implantando la planeación y logrando la sistematización. Procesos que generan una nueva imagen para la organización, que se impulsa en la celebración -1987- de sus Bodas de Plata, es decir, los 25 años de su constitución. LOS CONCEPTOS DE PLANEACIÓN NACIONAL Y PLANEACIÓN EMPRESARIAL Desde el punto de vista macroeconómico, la planeación como teoría y práctica orientada a buscar un desarrollo económico y social bajo la dirección centralizada gubernamental de la economía de un país o región, se abre camino en el mundo a partir de la década de 1920, bajo la influencia de los planes quinquenales de la Unión Soviética, con el objeto de industrializar en forma acelerada ese inmenso país y desarrollar las atrasadas agricultura e industria de la Rusia zarista. Los éxitos económicos y sociales alcanzados por el naciente Estado Soviético, promovieron en algunos países de Occidente la planeación económica, entre ellos Francia y Alemania, especialmente después de la Gran Depresión de 1930. El más destacado de los promotores de la planeación económica en Europa Occidental fue el célebre economista inglés Jonh Maynard Keynes (18831946), quien se apartó de algunos aspectos fundamentales de la economía clásica burguesa para proponer una intervención del Estado en la actividad económica, a fin de superar los efectos de la crisis iniciada en 1929 y
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los estragos de la Segunda Guerra Mundial (1939-1944), sobre todo en el campo del empleo. En cuanto a la introducción de la planeación en el mundo empresarial occidental, uno de los más eximios defensores fue el economista norteamericano John Kenneth Galbraith (1903- 2006), caracterizado por ser un severo crítico de las teorías económicas predominantes en las décadas de 1950 y 1960, a través de impactantes obras como El Capitalismo Americano (1952), La Gran Bancarrota de 1929 (1955), La Sociedad Opulenta (1958) y El Nuevo Estado Industrial (1967). En esta obra Galbraith partía de la premisa de que la libre competencia era ya una falacia, por lo que se imponía la necesidad de la planificación en las grandes empresas, por los inmensos capitales requeridos y la complejidad del mercado133. Fue un crítico severo del frecuente despilfarro que generan las empresas capitalistas en su búsqueda de crecimiento y ganancias desmedidas. En Colombia la Planeación se institucionalizó durante el gobierno de Alberto Lleras Camargo (1958-1962) con la creación del Departamento Nacional de Planeación, dnp. En el mundo empresarial colombiano el concepto de planeación se abre camino en la década de 1960, bajo la influencia de diversas corrientes del pensamiento administrativo norteamericano, que plantean diversas teorías para dar respuestas a inquietudes de gestores o administradores como ¿Qué hacer? y ¿Cómo hacerlo?, ya sea a corto, mediano o largo plazo. Se institucionalizan así la Planeación y el Análisis Organizacional, como medios supuestamente eficaces para que una empresa cumpla los objetivos establecidos. Por el anterior camino llegó a Colombia en la década de 1990, la llamada Planeación Estratégica, mediante la cual una empresa establece unos objetivos a largo plazo y determina mecanismos y soportes para alcanzarlos. PLANEACIÓN Y HUMANISMO EN COOFINEP Desde sus inicios la Cooperativa de epm disponía de un elemento mínimo de planeación, el presupuesto de rentas y gastos que se debía presentar a 133 Galbraith John Kenneth, El Nuevo Estado Industrial, p. 71 y ss, Ed. Sarpe, Madrid, 1984.
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la Asamblea General para su aprobación, por lo estipulado en el Decreto-Ley 1598/63. Una de las situaciones que preocupaba a la administración era la inoperancia del Comité de Educación. Dado que el accionar de este Comité estaba supeditado a la realización de eventos que implicaran la educación de los asociados en la doctrina cooperativa, la elaboración de su Plan de Trabajo era parte fundamental para su funcionamiento. Sólo desde 1978, cuando se encargó a un funcionario de la Cooperativa para que jalonara el accionar de dicho Comité, se puede afirmar que la Cooperativa avanzó en el proceso de Planeación, pues se elaboró un Plan de Actividades semestrales del Comité de Educación. En los inicios de la década de 1980, la Cooperativa da los primeros pasos para incluir en sus procesos administrativos, además de la planeación del tradicional Comité de Educación, la planeación general, estableciendo metas anuales de crecimiento, con valores cuantificables, aunque no se hacían planes a largo plazo. Poco a poco se hacía claridad de que ya no era posible el crecimiento espontáneo. Al respecto, en 1992 comentó el gerente Diómer Agudelo134: “Nuestro criterio no es el crecimiento sino el desarrollo. Crecer es muy fácil. Nosotros podríamos dejar de prestar una serie de servicios y la Cooperativa continuaría sin ningún problema. Crecer significa números, aumentar activos, aumentar asociados. Nosotros pensamos que nuestro criterio no es el crecimiento sino el desarrollo que integra a la institución con el asociado. Nosotros en nuestros documentos hablamos de la persona, hablamos del ser humano, hablamos de la necesidad de entregarle servicios. Nosotros seremos una Entidad que crece lentamente, que integra mejor a sus asociados y así lograremos un mayor nivel de pertenencia. Los asociados dirán ¡Nuestra Cooperativa! y no la Cooperativa. Etimológicamente crecer significa aumentar en número. Desarrollo, en cambio, significa progreso cualitativo y duradero para la Cooperativa y los asociados”.
La sistematización de procesos administrativos
Al tiempo, con las iniciativas sobre Planeación empresarial, se dieron los primeros pasos hacia la sistematización. Por ejemplo, en reunión del Con134 Echeverri Cano, María Inés. Obra citada, p. 120.
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sejo de Administración del 20 de noviembre de 1984 se aprobó la adquisición de un microcomputador para afrontar el crecimiento de la cartera, por el incremento de los asociados. En abril de 1985 se informa en el Consejo de Administración que se ha implementado la primera etapa de la sistematización de procesos, con la participación del economista Leonidas Álvarez. En agosto de 1985 se deja constancia de que a pesar de algunos problemas, se inicia la segunda etapa de la sistematización, con la importación de un microcomputador Borroughs B- 25, que tuvo un costo de US$20.988, lo que significó un importante esfuerzo económico para la Cooperativa, pues esta cifra en pesos, al cambio de la época, era de $ 3.334.923.oo, suma cercana al valor de compra de la sede recién adquirida por $ 3.800.000.oo. Meses después se adquieren equipos de cómputo por valor de US$3.756, o sea por $ 879.700.oo, ya que el proyecto era y se había optado por tecnología de punta. El equipo adquirido era de la primera generación de computadores personales o pc que la Borroughs producía desde 1983 y que funcionaban bajo el sistema operativo btos. La familia B-20 y B-25 conjuntamente con los equipos B-2500, fueron diseñados para operar bajo cobol, el primer lenguaje de programación especializado en contabilidad, finanzas y procesos administrativos, a más de ser pioneros de la tipología lan (Local Área Network), la cual hacía que un disco duro (base de datos), fuese compartido por varias estaciones de trabajo (Workgroup). Es de anotar que la Borroughs, fundada en 1886, se fusionó con Sperry Corporation para conformar Unisys, cuyo nombre duró hasta 2010, año en el cual resurge el nombre de Borroughs. Con esta tecnología la Cooperativa llega a estar a la vanguardia en el campo de los sistemas en la ciudad. En junio de 1986 el proceso de sistematización se encontraba implementado en un 80%. Dicho proceso afrontó dificultades por cuanto había que compaginar la filosofía de la cooperativa, en la que predominaba la persona humana, con “la rigurosidad e inflexibilidad que exigen los procesos computarizados”. Para lograr la consolidación del proceso, se contrata al ingeniero de sistemas Alfredo Gil en mayo de 1989. La Cooperativa mantuvo esta tecnología hasta mediados de la década de 1990, época en la cual 222
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empezó a migrar hacia progress, producto del desarrollo de redecoop, determinante proceso de integración en el camino hacia los nuevos retos de vigilancia y control que afrontaría la Cooperativa.
Urgente reforma administrativa
El crecimiento acelerado de la Cooperativa desde fines de la década de 1970 en número de asociados, en patrimonio e integración cooperativa la puesta en marcha de la Planeación y la Sistematización, hacen ver que la estructura administrativa es obsoleta. Por eso, en septiembre de 1986 se presenta al Consejo de Administración una propuesta para orientar la Reforma Administrativa que buscaba: “Que la Cooperativa, dados los principios cooperativos y las características económico-sociales del medio, posea una estructura que le permita a los asociados y sus familias participar activamente dentro del proceso de desarrollo de la Entidad; que su administración tenga los medios necesarios para poder obtener buenos resultados dentro de su labor y que se enmarque bajo los conceptos filosóficos del cooperativismo y del marco histórico y social en que se desenvuelve”.
Entre los objetivos específicos estaba la aprobación de manuales, incluidos los que facilitaran la participación de los asociados y establecieran con claridad sus responsabilidades. Se buscaba implementar la Reforma a partir del 1° de enero de 1987. Con su puesta en marcha se crea el cargo de Asistente de la Gerencia, para el cual fue designado el economista Leonidas Álvarez Echeverri, ya vinculado a la Cooperativa. En aquella época apuntó el gerente Diómer Agudelo135: “Las etapas anteriores significaron una valiosa experiencia, determinadas por nuestro voluntarismo, subjetivismo y coyunturalismo, importantes en ese período, que en la actualidad deben ser sustituidos por un desarrollo ordenado y planificado”.
En abril de 1986 se vinculan a la Cooperativa el joven Luis Eduardo Salcedo como Promotor Social y la señorita Myriam Jaramillo Vieira como Secretaria de Gerencia.
135 Ibídem
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El Promotor de Educación edita en el segundo semestre de 1986 dos números del boletín El Informador Cooperativo, elabora un Plan de Educación para el primer semestre de 1987 y reorganiza la biblioteca, codificando 630 ejemplares. En 1990 se editan 4.000 ejemplares de El Informador Cooperativo. En el primer semestre de 1992 sale un nuevo boletín, entérese, como complemento mensual de El Informador, para divulgar los programas, eventos y actividades de la Cooperativa. El boletín entérese se convierte en el órgano institucional de la Cooperativa, al desaparecer en diciembre de 1993 El Informador Cooperativo. En ese período las orientaciones del Promotor Social, juegan un papel clave en las publicaciones periódicas y la educación en la Cooperativa. ENTUSIASTA CELEBRACIÓN DE LAS BODAS DE PLATA (1987) Al acercarse 1987, la Cooperativa tiene una excelente oportunidad para hacer un publicitado relanzamiento, con motivo de sus 25 años de labores continuas. Se prepara una entusiasta celebración de las Bodas de Plata, para lo cual se constituyó un Comité. La Cooperativa estaba en un excelente momento, con un acelerado crecimiento cuantitativo y cualitativo y una reforma administrativa apropiada, promovía la integración y afianzaba la planeación y la sistematización. Se prepara el diseño de nuevo logotipo, nueva imagen y para la realización de la Asamblea General de 1987, se adopta el lema: Servicio, Solidaridad y Unidad de Clase. Éste era un mensaje muy claro sobre los avances en planificación, sistematización y modernización, sin abandonar el principio fundamental de la alianza cooperativismo-sindicalismo. Se inicia en forma el proceso de elaboración del Plan Trienal de Desarrollo, para conceptualizar hacia dónde debe ir la Cooperativa, con base en un trabajo colectivo del Plan Bodas de Plata, que tenía como ejes fundamentales, ampliar y mejorar los servicios a los asociados en los campos educativo, financiero y recreativo. El Gerente Diómer Agudelo recuerda la gratificante experiencia136: “La Cooperativa de epm fue una de las primeras cooperativas que elaboró un Plan de Desarrollo en el Departamento de Antioquia. A partir de esa fecha se hablaba de planes de desarrollo en el sector coope136 Ibídem, p. 125
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rativo y cada entidad elaboraba su plan. El proceso de planificación que se inició, se planteaba desde las dimensiones científica, humana y tecnológica”.
El Plan “Bodas de Plata” definió los programas a través de los cuales la Cooperativa quería materializar sus objetivos: •• Lanzamiento del Bono Cooperativa de tt. de ee.pp. 25 años, para afianzar financieramente la Cooperativa. •• Realización de seminarios internos para abordar el tema de la Reforma de Estatutos y del Plan CuaTrienal de Desarrollo 1987-1990. •• Reforma de los Reglamentos de Crédito y de Seguro de Vida y elaboración de los no existentes como Solidaridad Laboral, Préstamos por Calamidad Doméstica y Reglamento Interno de Trabajo. •• Creación de los Comités de Solidaridad, Crédito y Auxilio Escolar. •• Participación activa en el Desfile de la Cooperación del 25 de julio, día Mundial del Cooperativismo, organizado por ASACOOP. EXITOSO PLAN “APROPIACIÓN POR AUTOGESTIÓN” (AxA) El éxito al alcanzar las metas del Plan CuaTrienal de Desarrollo realizado entre 1987 y 1990, concientizaron al colectivo de la Cooperativa sobre la necesidad de continuar con la Planeación. En la reunión de la Asamblea por Delegados, realizada el 10 de abril de 1990, la Gerencia presenta el nuevo Plan de Desarrollo Trienal, conocido como Plan Trienal Apropiación por Autogestión (AxA), el cual se aprueba, sustentado en tres programas fundamentales: •• Desarrollo institucional. Su objetivo era que la Cooperativa tuviera el suficiente sustento laboral, económico, organizativo y de integración para cumplir su objetivo social. •• Servicios. Bajo el lema Servicio, Solidaridad y Unidad de Clase, se buscaba ampliar cobertura y calidad de los servicios. Se planteó como política: “Nada es gratuito” y “el servicio en una obligación”. •• Proyección y Extensión, basados en la integración y la proyección a la comunidad con sentido “clasista”.
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El Gerente Diómer Agudelo lo resumió en los siguientes términos137: “El Plan AxA, como lo dice el nombre de Apropiación por Autogestión, se fundamenta en que mientras más conozco dónde estoy, mientras más participo, mientras penetro más en mi propia organización, obtengo un mayor conocimiento de ésta y por lo tanto puedo tener influencia en sus niveles de orientación, participación y decisión. Cuando yo me apropio de las cosas, hago posible que éstas tomen unos criterios y unos rumbos diferentes. Cuando yo me apropio de las cosas, hago posible mi participación y mi propia decisión. Entonces la tendencia del Plan Apropiación por Autogestión, es llegar a unos niveles cada día más altos de democracia interna en la Entidad”.
Una de las más llamativas consignas del Plan AxA, para generar entre los asociados sentido de pertenencia hacia su empresa asociativa fue: la Cooperativa es mi casa en el centro.
La autogestión, principio rector de la economía social
Es claro que el lanzamiento en 1990 por parte de la Cooperativa de Trabajadores de epm, del Plan Apropiación por Autogestión (AxA), fue un acierto desde los puntos de vista doctrinario y publicitario, por ser un claro indicador de que la Cooperativa, llegando a treinta años de existencia, seguiría a la vanguardia como empresa social alternativa, rescatando en medio del neoliberalismo del Consenso de Washington, el valor comunitario de la autogestión. La autogestión se puede considerar como el principio rector del cooperativismo, de la economía solidaria y en general, de todas las expresiones de ese vasto mundo conocido como economía social, pues se puede pensar que los niveles de autogestión, permiten medir el desarrollo de otros principios de la economía social como la ayuda mutua, la cooperación, la solidaridad y la participación democrática. El concepto de autogestión conlleva aspectos fundamentales de la filosofía en que se fundamenta una organización determinada, porque supone la transferencia de los poderes omnímodos de la gestión empresarial tradicional, con raíces en el mundo feudal, a la base de los asociados y tra137 Ibídem, p. 200.
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bajadores, lo cual afianza a la organización cooperativa y solidaria, como una comunidad de personas y familias integradas en torno de una empresa como un proyecto de vida. Para algunos teorizantes, como el francés Henri Arvon, la autogestión se ha convertido en un nuevo derecho de la persona humana, el derecho a la autonomía personal que se ha perdido con la explotación del hombre por el hombre y, en la época contemporánea, en buena medida con el predominio de la empresa capitalista.138 LA LEY QUE PROVOCÓ UN FESTÍN FINANCIERO Después de 25 años de vigencia de la normatividad cooperativa fundamentada en el Decreto-Ley 1598 de 1963 y decretos reglamentarios, es expedida la nueva ley marco del cooperativismo (Ley 79 de 1988), que introduce cambios fundamentales en esa la legislación cooperativa: •• Declara de interés común la promoción y el ejercicio del cooperativismo, como un sistema eficaz para el desarrollo económico y el fortalecimiento de la democracia económica (art. 2°). •• Define los conceptos jurídicos de acuerdo cooperativo y acto cooperativo, como dos pilares fundamentales del Derecho Cooperativo (arts. 3° y 7°). •• Estipula que toda actividad económica, social o cultural puede organizarse con base en el acuerdo cooperativo (art. 3°). •• Sustituye el término socio por el de asociado, para diferenciar las empresas cooperativas de las comerciales y civiles. •• Introducción de claras normas para el fomento del cooperativismo y de un régimen de favorabilidad, exenciones y estímulos. •• Establecimiento de un régimen especial para las cooperativas de trabajo asociado (art. 59), que dio origen posteriormente a miles de cooperativas "de fachada”, distorsionando el cooperativismo y atentando contra el sindicalismo e importantes conquistas laborales, como el contrato de trabajo a término indefinido, la sindicalización y la negociación colectiva. 138 Arvon, Henri. La autogestión, Fondo de Cultura Económica, México, 1982.
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•• Los artículos 98 y 99 dieron posibilidades a las entidades del sector cooperativo para transformarse en instituciones financieras, en sus diversas modalidades. La apertura del mundo financiero para el cooperativismo provocó un inusitado auge de la actividad especuladora en el sector solidario. Tres importantes organismos cooperativos de segundo grado (financiacoop, uconal y coopdesarrollo), competitivos y hasta entonces exitosos, pero de carácter cerrado, se transformaron en bancos, abiertos al público en general, lanzándose a competir en un mercado especulativo y riesgoso. Numerosas cooperativas de ahorro y crédito, al igual que otras de consumo o multiactivas, se transformaron en cooperativas financieras, lo cual les permitió una apertura hacia un amplio público no asociado. Como resultado, la actividad financiera cooperativa se transforma en el sector más protagonista del movimiento cooperativo colombiano durante la década de 1990, pero con una marcada diferencia en relación con el tradicional cooperativismo financiero de países como Alemania, Estados Unidos o Canadá, en los cuales el crédito cooperativo buscaba fortalecer el sector real de la economía, es decir la producción de bienes, por parte de cooperativas o de pequeños y medianos empresarios de la ciudad y el campo. En Colombia el crédito cooperativo se orienta fundamentalmente hacia el consumo. La "fiebre" cooperativa financiera y la recesión económica que sufre Colombia a partir de 1996, afectan negativa y gravemente al cooperativismo colombiano, generándose la bancarrota de 1998, como lo veremos en capítulo posterior.
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QUINCE LA CONTROVERTIDA TRANSFORMACIÓN EN COOPERATIVA FINANCIERA
L
os temas que aborda el presente capítulo, de 1990 a 2002, estuvieron jalonados por acontecimientos que tuvieron gran impacto en la vida colombiana en general y en el movimiento cooperativo en particular. EL CAPITALISMO SALVAJE DEL CONSENSO DE WASHINGTON Desde los puntos de vista político, económico y social, hay dos acontecimientos trascendentes estrechamente ligados: el derrumbe del campo socialista europeo de inspiración soviética y el denominado Consenso de Washington de 1990. La desintegración de la Unión Soviética y la inesperada liquidación de los regímenes comunistas en los países europeos, alcanzaron profundas connotaciones. Los ideólogos neoliberales encabezadas por la llamada Escuela de Chicago y su líder Milton Friedman que, desde 1970, predicaban la necesidad de retornar a las teorías clásicas de Adam Smith y David Ricardo, encontraron el momento propicio para imponerlas. El gobierno norteamericano, presidido por el ultraconservador Ronald Reagan (1980-1988) al ser seducido por la Escuela de Chicago, orientó sus esfuerzos a la promoción del modelo neoliberal. Su sucesor George Bush, padre (1988-1992), igualmente ultraconservador, aprovechó la crisis que se inició a finales de la década de 1980 en el campo socialista europeo, para promover una reunión de los organismos internacionales de crédito, encabezados por el Fondo Monetario Internacional, fmi, y el Banco Mundial, bm, para trazar una ruta que permitiera imponer en el mundo el modelo de desarrollo neoliberal. Surge así el llamado Consenso de Washington aprobado en 1990, que es impues229
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to a los usuarios de los recursos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Veamos una síntesis del mismo: •• Disciplina fiscal y presupuestos balanceados. •• Control a la inflación como mecanismo para garantizar el pago de la deuda externa. •• Reducción del gasto público, lo cual restringe la inversión social. •• Reformas tributarias para ampliar la base impositiva, con lo cual se afecta a las grandes mayorías de bajos recursos. •• Determinación de las tasas de interés mediante el libre mercado. •• Fijación de los tipos de cambio por las fuerzas del mercado. •• La apertura económica o liberalización del comercio exterior. •• Liberalización para la inversión extranjera. •• Privatizaciones de empresas estatales. •• Otro de los principios rectores del Consenso de Washington es el de promover la desregulación de las normas jurídicas que normatizan las empresas privadas. La desregulación indiscriminada llevó a desmontar gran parte del derecho laboral que había consagrado conquistas fundamentales de los trabajadores. En Colombia el Presidente César Gaviria (1990-1994) y su Ministro de Hacienda Rudolf Hommes imponen el nuevo modelo con el beneplácito de amplios sectores del empresariado y no pocos intelectuales, con los resultados que el país conoce. El modelo neoliberal de desarrollo contagió también amplios sectores sociales, incluidos algunos del cooperativismo que olvidaron los principios de la cooperación y la solidaridad para lanzarse a una irracional competencia, a la búsqueda indiscriminada de mercados y “clientes” con miras a conseguir indicadores propios de las empresas capitalistas. Gran parte del cooperativismo se distorsiona y se presenta la bancarrota cooperativa colombiana de 1998, a la cual se suma el auge de las llamadas "cooperativas de trabajo asociado”, promovidas y controladas por grandes y medianos empresarios con el apoyo de gobernantes, muchos funcionarios públicos y supuestos dirigentes, todos contribuyendo a incrementar la ganancia y la acumulación capitalista, pero sobre todo, destruyendo las posibilidades logradas de sindicalización y de negociación colectiva al extender a todos los sectores y actividades la tercerización y la intermediación laboral. Por 230
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ahí derecho, afectan en forma grave a las verdaderas cooperativas de trabajo asociado, parte de un excelente modelo.
Los continentes en venta 139
Una de las consecuencias más impactantes que provoca el Consenso de Washington es el "neocolonialismo" que toma fuerza desde los inicios del siglo XXI, afectando a gran número de países de Asia, África y América Latina, incluida Colombia, que se expresaría en circunstancias como las siguientes: •• Uno de los aspectos más desconocidos de la nueva geopolítica ha sido la carrera hacia la adquisición y control de tierras fértiles por parte de las potencias ricas o de países emergentes en África, Asia y América Latina. •• De acuerdo con informes de la fao, en 2011 se dispararon los precios de los alimentos y la demanda por parte de multinacionales de tierras cultivables y ricas en aguas, para ser destinadas a la producción de alimentos y agrocombustibles. Para el Banco Mundial la mencionada situación implica el desplazamiento de comunidades locales y de sus cultivos tradicionales, presentándose la paradoja de países pobres produciendo alimentos para los países ricos. •• Tales operaciones son propiciadas por gobiernos poco transparentes o abiertamente corruptos. La situación es tan alarmante en países como Argentina, donde las transnacionales ya han adquirido cerca del 10% del territorio, que a finales de 2011 el Parlamento de ese país aprobó una ley que pone como límite el 15% de su territorio como propiedad de extranjeros. •• En 2011 varias organizaciones ambientalistas colombianas denunciaron que grandes extensiones de tierras que forman parte del llamado Macizo Colombiano, donde nacen los principales ríos del país, han sido adquiridas por multinacionales mineras, al igual que grandes extensiones de tierra al sur y oriente del país para la extracción de petróleo y oro y la producción de agrocombustibles. Según informe de la organización británica Oxfam, "Colombia, tanto por la calidad de sus tierras, como por sus aguas, es uno de los países más vulnerables del mundo”. De ahí que las políticas de los últimos gobiernos de atraer inversionistas ex139 Punto redactado con base en Albiñana, Antonio "Continentes a la venta" en El Tiempo, Bogotá, p. 13, enero 3 de 2012.
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tranjeros al sector minero y agroindustrial, ponen en alto peligro el ya deteriorado medio ambiente del país. LA DE 1991, UNA CONSTITUCIÓN AGRIDULCE Al tiempo, con la vigencia del Consenso de Washington de 1990, fue aprobada una nueva Carta fundamental en Colombia, la Constitución de 1991, que tiene algunas características llamativas: •• Después de una vigencia de más de cien años, es derogada la Constitución de 1886 con todas sus reformas. •• La nueva Constitución de 1991 es resultado del acuerdo entre los dos partidos tradicionales, el conservador y el liberal, y el M-19. •• La nueva Constituyente se elige y sesiona con el fin de generar condiciones para aclimatar la paz política y social, tanto con las fuerzas subversivas como con los grupos violentos del narcotráfico. Este último hecho se evidencia en que fue elevada a norma constitucional la prohibición de extraditar nacionales colombianos. Como resultado el conocido capo del narcotráfico Pablo Escobar se sometió a la justicia. Con el fin de institucionalizar un marco legal propicio para consolidar la paz y la convivencia, la Constitución de 1991 introdujo en nuestro ordenamiento jurídico el concepto de Estado Social de Derecho, planteado por el abogado y dirigente socialdemócrata alemán Herman Heller en la década de 1920 y adoptado en la Constitución alemana de 1948 y luego en la Constitución española de 1978, en la cual se inspiraron muchos de los constituyentes colombianos de 1991. Como resultado de la introducción en la Constitución de 1991 del concepto de Estado Social de Derecho, se incorporan a dicho Estatuto: •• Nuevos derechos sociales, económicos y culturales, que dan al Estado Colombiano una orientación asistencialista, especialmente en la modalidad de subsidios, como un medio para mitigar los efectos del creciente desempleo formal generado por el modelo neoliberal. •• Las acciones populares, entre ellas la Acción de Tutela, como un camino eficaz para proteger derechos fundamentales de orden constitucional. •• El concepto de solidaridad como un eje transversal del Estado Social de Derecho, lo cual en alguna medida da protagonismo a la economía solidaria. 232
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Sin embargo, la Constitución de 1991 tiene también otra cara, sobre la cual se hace poco énfasis, que facilita la apertura hacia las reformas neoliberales que ubican a Colombia entre los países con mayores índices de desigualdades sociales y de atentados contra el medio ambiente por parte de transnacionales. En varios artículos del Título XII "del régimen económico y la hacienda pública”, la Constitución de 1991 abre las puertas a los principios neoliberales del Consenso de Washington. Así, por ejemplo, en uno de los parágrafos del artículo 336 se consagra la privatización de las empresas del Estado cuando sean "ineficientes”: “El Gobierno enajenará o liquidará las empresas monopolísticas del Estado y otorgará a terceros el desarrollo de su actividad cuando no cumplan los requisitos de eficiencia, en los términos que determine la ley”.
Uno de los aspectos más complejos en el campo de la economía es el de medir la “eficiencia" de empresas estatales, que deben estar enmarcadas en políticas sociales o de desarrollo económico. Por ese camino el Estado colombiano se ha venido despojando de valiosos patrimonios públicos y abriendo cada vez más espacios a la corrupción. El economista y académico Pablo Dávalos en llamativo ensayo sobre Violencia y Estado de Derecho, señala que la introducción en Colombia y en la mayoría de países sudamericanos, durante la década de 1990, del concepto "Estado Social de Derecho", fue sólo una atractiva figura jurídico social para encubrir una etapa de violencia, despojos y desplazamientos de campesinos en países latinoamericanos, entre los cuales Colombia ocupa un poco honroso liderazgo. Al respecto anota Dávalos140: •• El Plan Colombia logró desplazamientos totales de la población en territorios donde había conflictos militares, acción que se complementó con una pedagogía del terror hecha por los paramilitares, con la anuencia del ejército colombiano y de los gobiernos de los países que financiaban dicho Plan. •• El objetivo militar del Plan Colombia era el pueblo colombiano, sus campesinos, obreros, líderes sindicales, intelectuales progresistas y críticos del capitalismo, en fin, todas las organizaciones sociales que podrían hacerle frente a esa acumulación capitalista fundamentada en el despojo de tierras. 140 Dávalos Pablo, Violencia y crueldad en "Estado de Derecho", Le Monde Diplomatique, pp. 4-5, Bogotá, Noviembre de 2011.
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•• En ese despojo la guerrilla fue apenas un espantapájaros, que si no hubiera existido, hubiese sido necesario crear. La anterior visión sobre la relación entre Estado Social de Derecho, seguridad jurídica y violencia permite interpretar con claridad las políticas de desarrollo de los tres últimos Gobiernos de Colombia. INTENSA ACTIVIDAD FINANCIERA COOPERATIVA En la historia del cooperativismo colombiano del siglo XX, la década de 1990 y como resultado de la aplicación de la Ley 79/88, se caracteriza por estos hechos: •• El auge sin antecedentes del cooperativismo financiero, por la transformación de numerosas cooperativas multiactivas, de consumo y de ahorro y crédito en cooperativas financieras. •• La transformación de tres de los más importantes organismos de integración en tres bancos cooperativos: uconal, bancoop y coopdesarrollo. •• Se desencadena una irracional competencia entre los entes cooperativos financieros por la captación de recursos, lo que los conduce al abandono de los principios cooperativos y a su bancarrota entre 1997 y 2000. En Antioquia esa tendencia se refuerza con la promoción por parte del Gobernador Álvaro Uribe Vélez (1995-1997) de los llamados "bancos cooperativos", que facilita la apertura de oficinas de cooperativas de ahorro y crédito y financieras, en numerosos municipios de Antioquia. •• La pérdida de protagonismo de tradicionales sectores cooperativos como las cooperativas de consumo, de vivienda y de producción. ENTUSIASTA CELEBRACIÓN DE LOS 30 AÑOS A partir de 1990 la Cooperativa de epm empieza a prepararse para la celebración en 1992 de los 30 años de existencia de la institución. En consecuencia, el Consejo de Administración en 1990 imparte su aprobación al siguiente programa: •• Nuevos reglamentos de crédito y ahorro, que incluyen créditos educativos y de solidaridad y el ahorro vacacional. Igualmente se aprueba el 234
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•• •• •• •• ••
ahorro obligatorio institucional con base en el salario del asociado. Afianzamiento del Plan Trienal de Apropiación por Autogestión, bajo los lemas de "Nada es gratuito" y "El servicio es una obligación". Énfasis en los programas de Proyección y Extensión a la Comunidad. Incremento salarial a los empleados del 27%. Nuevos reglamentos para los fondos de salud e integración. Se organizan diversas jornadas de salud patrocinadas por el semic. Establecimiento de un Fondo de Recreación para subsidiar diversos programas lúdicos de asociados y empleados. En julio de 1990 se constituye el Club de Caminantes, como un mecanismo para afianzar la comunidad cooperativa y disfrutar de la naturaleza del Valle de Aburrá. Igualmente, en la sede de la cooperativa se llevan a cabo diversas exposiciones de pintura y otras actividades artísticas y culturales.
A partir de octubre de 1990, se emprende un ambicioso programa para fortalecer la Cooperativa a través de los llamados Comités de Trabajo Cooperativo. Con la participación del profesor Leonidas Álvarez se realizan diversos cursos sobre "Operatividad de la Planeación" y "Círculos de Calidad". Se afianzó el órgano de difusión El Informador, con un tiraje de 4.000 ejemplares en octubre de 1990 y 5.000 ejemplares en 1991, que se enviaban a las residencias de los asociados.
Concurso nacional de cuento para trabajadores
En septiembre de 1990 se realizó en asocio con cootrasofasa y la Escuela Nacional Sindical, ens el Primer Concurso de Cuento para Trabajadores, con enorme acogida en el sector laboral, llegando a nueve versiones, la participación de centenares de trabajadores con vocación literaria y la edición de siete cuentos ganadores. Aquel primer concurso de cuento para trabajadores fue el inicio de diversas actividades literarias promovidas en Colombia en el movimiento sindical.
Se incrementa el disfrute de beneficios
La política de ampliación permanente y mejoramiento de servicios a los asociados y empleados se ha fundamentado en el principio promovido por 235
Vivencia del Modelo Cooperativo en Colombia
el Gerente Diómer Agudelo: “una auténtica cooperativa no debe esperar a finalizar su ejercicio económico para distribuir excedentes, sino que debe hacerlo durante todo el año, lo cual explica que los resultados financieros de una cooperativa y su similar de orientación capitalista, sean diferentes”.
Con el fin de afianzar la cultura cooperativa y el sentido de pertenencia con la organización, en mayo de 1991 establece el Consejo de Administración el juramento: "Juráis ante Dios, la Cooperativa y los asociados cumplir…" En 1992 en el marco de la celebración de los 30 años de la Cooperativa, se adelantaron diversas actividades culturales, de mejoramiento de los servicios y de fortalecimiento de la Cooperativa: •• Adquisición por $23 millones de la casa contigua a la sede de la Cooperativa ubicada en el sector de Villanueva, para ampliar las actividades culturales, dando origen a la Casa de la Cultura de la Cooperativa, que se transformaría en un atractivo punto de encuentro en la capital antioqueña. •• Realización del Festival de Música Colombiana que más tarde se denominó Festival de Intérpretes de la Música Andina Colombiana, Maestro Uribe Bueno. •• Promoción de la Tercera Versión del Concurso de Cuento para Trabajadores. •• Emisión del "Bono 30 años", con cargo obligatorio a cada asociado por valor de $5.000 cada uno. •• Afiliación al Centro Cooperativo para el Desarrollo de la Informática, redecoop. •• Publicación de un nuevo órgano informativo de la Cooperativa llamado Entérese, que se sumó al ya existente El Informador. •• El 17 de noviembre de 1992 se llevó a cabo el acto solemne para conmemorar los 30 años de reconocimiento de la Cooperativa por parte del Ministerio de Trabajo. COOPERATIVA DE EPM SE TRANSFORMA EN FINANCIERA (Noviembre 5 de 1997) En un medio en exceso competitivo como el abierto mercado financiero, en la Colombia de comienzos de los años 90, con la mayoría de las coope236
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rativas buscando incorporarse al mundo financiero de los banqueros, la Cooperativa de Trabajadores de epm, orientada exclusivamente al ahorro y crédito para sus asociados, se vio obligada a tomar tal camino. En la reunión del Consejo de Administración de mayo 13 de 1994 se acuerda convocar asamblea extraordinaria para el 24 de junio de 1994, con el fin de reformar los estatutos y transformar la Cooperativa en una cooperativa financiera, de acuerdo con las normas estipuladas en el Decreto 1134 de mayo de 1989. En la mencionada Asamblea se aprueba tal iniciativa. En reuniones del Consejo de Administración entre julio y septiembre de 1994 se tomaron las decisiones consiguientes con miras a cumplir la mencionada transformación: •• Cambio de nombre o razón social. •• Régimen de inhabilidades •• Operaciones financieras a desarrollar •• Reglamentación del régimen de inversiones •• Reformas administrativas El proceso de transformación tuvo visos al parecer curiosos, porque debió hacerse ante dos entidades diferentes, como instituciones y en su concepción de las condiciones que se debían cumplir para autorizar la transformación en cooperativa financiera. Ello se debió a las políticas y normas contradictorias y contrarias a la naturaleza y la autonomía de las organizaciones cooperativas, normas expedidas por los gobiernos, pero orientadas por convenios internacionales y por los intereses de la banca y los grandes conglomerados de especuladores financieros, que son opuestos a los propósitos y principios de nuestras organizaciones. La Ley 79 de 1988 (ley marco del cooperativismo) estableció las condiciones especiales en las cuales las cooperativas de ahorro y crédito podrían captar ahorros de personas no asociadas. Su Decreto reglamentario 1134 de 1989, estableció las condiciones que habrían de cumplir las cooperativas de ahorro y crédito y multiactivas e integrales con sección de ahorro y crédito, para obtener la autorización para realizar este tipo de captaciones. Pero el contexto normativo de políticas gubernamentales y de intereses de los grandes empresarios financieros, cuando se llega a la aplicación de 237
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la ley en la posibilidad de que las cooperativas sean establecimientos de crédito, las trata como a empresas de lucro individual y no tiene manejos claros por parte del dancoop, en medio de una errática y cambiante expedición de normas. Muchas de las cooperativas que habían incursionado en la captación de terceros como Cupocrédito, Jorgeplat, Caja Popular Cooperativa, Coofiroyal y otras, se lanzaron a una arriesgada expansión geográfica por todo el país, lo cual presionó a cooperativas como la de epm, que tenían su radio de acción exclusivamente a nivel regional, a diseñar estrategias para mantener sus “nichos de mercados” e inclusive, para ampliarlos y diversificarlos. La conversión en cooperativa financiera fue una de ellas, sólo había que cumplir con los requisitos planteados por la ley, y la Cooperativa los cumplía. Ampliar los servicios a personas con capacidad de ahorro y sin vocación para afiliarse a una Cooperativa, permitiría aumentar los recursos de colocación de la cooperativa y ayudaría a potenciar su crecimiento. Sólo hasta 1997 y después de tres años de trámites, se recibe la autorización para ejercer formalmente la actividad financiera mediante Resolución 1781 del 5 de noviembre de 1997 del dancoop. Lo paradójico es que unos meses después, se expide el Decreto 619 de marzo 29 de 1998, según el cual la superfinanciera asumiría la vigilancia y control de todas las cooperativas financieras a más tardar el 27 de junio de ese año. Esto significaba que se volvería a iniciar el proceso de reconocimiento. Las palabras del Gerente Administrativo en aquella época, Héctor Edwin Escobar, describen dicho proceso141: “La Superintendencia Financiera no nos quería y se presionaba para que la Cooperativa siguiera como cooperativa de ahorro y crédito, como ocurrió con muchas otras. De aproximadamente 54 que empezaron el proceso, sólo cinco lo terminaron, entre ellas coofinep. El plazo que determinó la Superfinanciera fue de cinco años contados a partir de 1998, por lo cual dicho plazo se cumplió en 2003 y dicha entidad no tenía argumentos para rechazarnos. La plataforma tecnológica fue un elemento decisivo en el proceso”. 141 Entrevista con Héctor Edwin Escobar Sánchez, gerente administrativo de COOFINEP.
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La transformación en cooperativa financiera o establecimiento de crédito de naturaleza cooperativa, no fue fácil para todos los estamentos de la Cooperativa, como se puede desprender de lo manifestado por el Presidente del Consejo de Administración, según quedó constancia en el acta: "era mejor quedarnos como cooperativa de ahorro y crédito"… y "¿dónde queda el eslogan Una alternativa más humana?"142. El proceso estuvo acompañado de un cambio cuantitativo y cualitativo en la Cooperativa, afrontándose continuas reformas administrativas para acoger las exigencias del nuevo ente de vigilancia y control. De este proceso se resalta: •• Reorganización administrativa, creándose las áreas de administración de riesgos, de control interno y de auditoría. •• Cualificación del personal, capacitando el existente y atrayendo personas de otras instituciones que hiciesen transferencia de tecnología blanda, conocimiento y experiencia. •• Apoyo en los centros de conocimiento como universidades y asesores externos. •• El tránsito de un régimen de liquidez, que se reducía al Fondo de Liquidez, a otro que incluía el régimen de encaje monetario del Banco de la República. •• Exigencias tecnológicas. Aunque con redecoop se habían dado importantes pasos en este campo, se logró una plataforma tecnológica más robusta, la cual acompañó a la Cooperativa más de 10 años. Este hecho quedó consignado en comunicación enviada por la superbancaria, hoy superfinanciera, al Consejo de Administración de la Cooperativa143. •• En su nueva condición, a la Cooperativa se le aplica el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, con profundas repercusiones, porque es una normatividad expedida para empresas comerciales, es decir, con ánimo de lucro individual. COOFINEP CONTINÚA COMPROMETIDA CON SU PROPUESTA SOCIAL Hay que destacar que, a pesar de los profundos cambios en todos los órdenes que conllevó la transformación en cooperativa financiera, coofinep 142 Acta del Consejo de Administración Nº 200 de diciembre 16 de 2000. 143 Acta del Consejo de Administración Nº 171 de septiembre 24 de 1998.
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continuó su énfasis en la promoción de actividades sociales como: •• Activa presencia crítica en las Asambleas ordinarias de los entes cooperativos de segundo grado, de los cuales la Cooperativa era asociada. •• Intensa actividad en la Casa de la Cultura de la Cooperativa. •• Activa presencia en el proceso de constitución de la Central Cooperativa Universitaria, unicca, impulsada por cooprudea. •• Constitución -con otras 17 cooperativas- de intercoop, proyecto de integración cooperativa que formó una mesa de financiación intercooperativa. •• Mesas redondas con candidatos a corporaciones públicas y alcaldía de Medellín. Se acordó apoyar la candidatura de Sergio Naranjo, habida cuenta de su programa cooperativo, quien fue elegido para el período 1995-1997. •• Publicación del boletín La Ruta, en asocio con el fondo de empleados de epm, fepep. •• Relanzamiento, después de un receso de dos años, del Concurso Nacional de Cuento para Trabajadores con el apoyo de coopdesarrollo, el Municipio de Medellín y la Escuela Nacional Sindical, ens. •• Vinculación de la Cooperativa al programa "Bancos Cooperativos” del Gobernador Álvaro Uribe Vélez (1995-1997), llevando la propuesta coofinep a municipios como Yolombó y Caramanta. •• Participación en la Mesa por la Vida y la Paz. •• Participación del Gerente, en representación de los asociados y cooperados, en la Junta Directiva de Empresas Varias de Medellín.
La Mesa por la Vida y la Paz
A comienzos de la década de 1990 se intensificaron en Medellín las diversas expresiones de violencia, incluidas execrables masacres, especialmente en los barrios populares y contra militantes de la izquierda. En respuesta de tales hechos, importantes personalidades del departamento de Antioquia, bajo la coordinación de Monseñor Héctor Fabio Henao, constituyeron la Mesa por la Vida y la Paz para luchar por la defensa de los Derechos Humanos. Además, promovió en Medellín la constitución de redepaz. Hay que destacar que la única organización cooperativa que ingresó formalmente a la Mesa por la Vida y la Paz fue la Cooperativa coofinep, que 240
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tuvo una activa presencia brindándole un efectivo apoyo. El directivo de la Cooperativa Luis Eduardo Salcedo jugó un importante papel en dicho organismo
Dos años de buenas noticias (1997-1998)
El periodo comprendido entre 1997 y 1998 fue para el cooperativismo colombiano en general, una etapa compleja y conflictiva, en tanto que para la Cooperativa coofinep constituyó un lapso de éxitos y constructivas experiencias. Veamos: Entre enero y mayo de 1997 la Cooperativa coofinep lleva a cabo una serie de cambios en su estructura: se nombra el Oficial de Cumplimiento en el Control de Lavado de Activos, se crea el Comité Financiero, se aprueba el Código de Ética y se presenta la nueva imagen cooperativa. Por iniciativa de un grupo de dirigentes cooperativos antioqueños encabezados por el gerente de coofinep Diómer Agudelo, la Asamblea de la Asociación Antioqueña de Cooperativas, asacoop, expide una declaración con fecha del 23 de abril de 1997, con un llamado a los cooperativistas y cooperativas para que participen directamente en política o respalden fuerzas políticas que apoyen propuestas cooperativas. La anterior decisión tuvo inmenso significado por cuanto en el cooperativismo colombiano predominaba una tendencia ya superada en el mundo de que el cooperativismo debería practicar “la neutralidad política”. En la sesión del Consejo de Administración de coofinep realizada el 13 de mayo de 1997, se aprobó un apoyo institucional y financiero al Gerente Diómer Agudelo, para que se presentara como candidato al Concejo de Medellín. En el lanzamiento de su candidatura, realizado en el Auditorio de Bellas Artes, participaron sobresalientes dirigentes cooperativos y sociales. Para la promoción de la campaña política para el Concejo de Medellín se creó el Movimiento Cooperadores por Antioquia que aprovecha el debate político para divulgar y promover la visión alternativa del cooperativismo de vanguardia en torno a la problemática colombiana.
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El 5 de julio de 1997 se llevó a cabo la Convención de Constitución del primer Movimiento Político de origen cooperativo en la región, cuya acta fue firmada por cerca de doscientos dirigentes y asociados de más de cincuenta organizaciones de la Economía de la Cooperación y Comunitarias de la ciudad y el departamento.
Cooperativismo al servicio de la comunidad
Así se tituló y encabezó el anuncio que en boletín entérese de septiembre de 1997, que informaba sobre la candidatura del gerente de la Cooperativa Diómer Agudelo Vélez al Concejo de Medellín por el Movimiento Cooperadores por Antioquia. El Editorial titulado Nos Decidimos resume los aspectos más importantes del programa del movimiento: •• Desarrollo socioeconómico integral a escala humana, donde los ciudadanos y sus organizaciones participan activamente. •• Fortalecimiento y creación de proyectos y estructuras sociales y empresariales, que incidan en la solución concertada de las necesidades de las comunidades. •• Impulso a la constitución comunitaria de Circuitos Económicos Solidarios Barriales y al desarrollo masivo de una Pedagogía de la Cooperación. •• Defensa de los Derechos Humanos, la Convivencia Pacífica y la Paz, así como a la consolidación en las comunidades de Núcleos de Vida Ciudadana. Aunque no se logró la curul, se obtuvo una votación cercana a los 4.000 votos, fruto del esfuerzo de todos los sectores populares, asociados y activistas del movimiento cooperativo que eligen cuatro ediles en Juntas Administradoras Locales. EL TRAUMÁTICO CAMBIO DE NOMBRE Lo que parecía ser un formulismo de simple tramitología, el cambio de nombre de la Cooperativa de Trabajadores de epm, al transformarse en cooperativa financiera y establecimiento de crédito, se vuelve un complejo y controvertido proceso que enfrenta a la Cooperativa con directivas de epm en ese momento. 242
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A raíz de su transformación en ente financiero, el Consejo de Administración convoca Asamblea General Extraordinaria para el 24 de junio de 1994, con el objetivo de reformar en tal sentido los Estatutos y tratar temas relacionados con su reorientación, entre ellos el cambio de nombre. En aquel evento se adoptó el nombre de cooperar, que no tuvo acogida entre los asociados, porque no figuraban “Empresas Públicas de Medellín”, a la cual estaba ligada estrechamente la Cooperativa por razones históricas de su origen y porque allí trabajaba la mayoría de sus asociados. Se abre un amplio debate entre los órganos de dirección de la Cooperativa y sus asociados sobre El nombre. En reunión del Consejo de Administración celebrada el 13 de agosto de 1996, se propone el nombre de Cooperativa Financiera de Empresas Públicas de Medellín, coofinep, que es aprobado. En la reunión del 24 de noviembre de 1997 se recibe con alborozo el informe que daba cuenta que el dancoop, mediante Resolución 1781 de 5 de noviembre de 1997, autorizó a la Cooperativa la conversión en cooperativa financiera, lo que permitiría realizar operaciones con personas no asociadas. Igualmente el dancoop autorizó a la Cooperativa para utilizar el nombre de “Cooperativa Financiera de Empresas Públicas, coofinep”. Con el nuevo nombre y su reconocimiento oficial, la Cooperativa despliega todos sus recursos para adecuar la estructura administrativa a esa nueva condición, lanzando al tiempo una intensa campaña publicitaria con su nuevo nombre. Sin embargo, en la reunión del Consejo de Administración del 24 de septiembre de 1998, se informa que se ha presentado un serio impase con las directivas de epm a raíz del nuevo nombre de la Cooperativa y la campaña publicitaria emprendida por la misma como “Cooperativa Financiera de Empresas Públicas, coofinep”. Entre sus argumentos epm aduce que, como la Cooperativa ya es abierta y tiene asociados que no son trabajadores de la empresa, no puede utilizar el nombre de epm. Además, argumentaba que se utilizaba el nombre de Empresas Públicas para promover una actividad que no tenía relación alguna con la empresa.
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La polémica con las directivas de epm es llevada por ésta a los medios de comunicación y a diferentes instancias oficiales. Al conmemorar los 50 años de existencia de la Cooperativa, su gerente Diómer Agudelo recuerda que aquel conflicto “fue un momento muy difícil, pues nuestros enemigos quisieron aprovechar aquel impase para intentar de nuevo destruirnos. Afortunadamente se impuso la sensatez”. Finalmente, la polémica se soluciona con la adopción por parte de la Cooperativa del nombre de coofinep, sin incluir en la razón social a Empresas Públicas. LA IMPACTANTE BANCARROTA COOPERATIVA DE 1998 El ambiente de optimismo que rodeaba al cooperativismo antioqueño en general y a la cooperativa coofinep en particular, se ve ensombrecido con el informe presentado en la reunión del Consejo de Administración del 24 de noviembre de 1997, sobre un estudio de confecoop, en el cual se concluye que gran parte del subsector del cooperativismo financiero colombiano afronta una crisis sin antecedentes, cuyo mayor detonante se registraba en el tradicional cooperativismo del Valle del Cauca, en el cual –desde finales de 1996- varias de sus más sólidas cooperativas financieras entraron en un período crítico, que las tenía al borde de la liquidación. Situación similar afrontaba la Caja Popular Cooperativa, con inmensa influencia en Boyacá, Santanderes y Cundinamarca. Desde los inicios de 1996 se percibían en la economía colombiana síntomas de una inminente recesión económica: Reducción de la actividad constructora y de la inversión en general, disminución del consumo, incremento del desempleo y de la economía popular y aumento de la cartera morosa. Parte importante de las cooperativas financieras y de ahorro y crédito, con el erróneo ejemplo de los todavía llamados “organismos de segundo grado”, al lanzarse a la especulación, a la irracional competencia con sus similares del sector solidario y a una feroz emulación con el tradicional sistema financiero capitalista, se aparta aún más de sus principios, que hubieran representado su fortaleza, lo que vuelve a muchas organizaciones actoras 244
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y partícipes de la crisis que lleva a la bancarrota de 1998, que afecta en forma grave al cooperativismo financiero. Se puede decir que la crisis es general, pero las características de las cooperativas y la debilidad general del sector, las hacen presa más fácil del interés mediático y amarillista; al fin y al cabo, los bancos –muchos de ellos en crisis más graves- no sólo son anunciantes importantes para los medios, sino que son destinatarios o beneficiarios de los recursos invertidos por el gobierno en las acciones de salvamento. Por estas circunstancias, el sector cooperativo fue, finalmente, el más afectado, extendiendo las malas noticias al cooperativismo en general. Desde 1996 importantes cooperativas de los principales centros económicos del país registraban graves problemas de iliquidez, es decir, no podían cumplir con las obligaciones propias del giro normal de sus actividades; las expansiones en algo desmedidas, algunas inversiones especulativas… Varias detrás de procesos de venta y privatización de activos públicos; la malentendida competencia, la falta de integración, las diferencias de criterio y la incoherencia de buena parte de la dirigencia, sobre todo en los organismos de integración, el deficiente control estatal y otros factores, trazan el camino de la crisis. Además de los errores administrativos y financieros, son más graves los errores de incoherencia con la filosofía y, en la práctica de la feroz competencia especuladora, se agrava la situación cuando, para salir al paso el Gobierno de Ernesto Samper, su Ministerio de Hacienda instruye y ordena a las entidades públicas (Decreto 798/88), que sólo pueden depositar sus recursos en entidades financieras vigiladas por la Superintendencia Bancaria y, bajo la legislación de la época, ninguna cooperativa lo era; entonces, el retiro de cuantiosos recursos, cumpliendo un decreto que se deroga en pocos días, agrava la iliquidez de muchas cooperativas y, con las primeras noticias en los medios, se ocasiona o extiende el pánico financiero, que se expresó en el retiro masivo de depósitos, conduciendo en forma irremediable a la insolvencia y la bancarrota a numerosas cooperativas, situación que hubiera tenido solución si hubiera intervenido el Estado, circunstancia que no ocurrió con el sector financiero solidario en el período 1997-1999.
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COOFINEP analiza crisis financiera cooperativa
El Consejo de Administración de la Cooperativa coofinep en su reunión del 24 de noviembre de 1997, a los pocos días de ser reconocida como cooperativa financiera por el dancoop, analiza la difícil situación que afronta el cooperativismo financiero colombiano, buscando estrategias para fortalecerse y afrontar con más tranquilidad los difíciles días que se veían venir. Contrario a lo sucedido en coofinep y algunas pocas cooperativas, otros dirigentes y administradores de –en apariencia- sólidos entes financieros cooperativos antioqueños y de varias regiones importantes (Cundinamarca, Bogotá, Boyacá, Valle del Cauca, por ejemplo), no se dieron por enterados y, en consecuencia, no tomaron medidas frente a la crisis financiera que avanzaba en las más importantes regiones del país. En el informe sobre la crisis del sector financiero presentado por el gerente Diómer Agudelo se consigna144: •• Existe una crisis del modelo económico vigente, el cual se encuentra en entredicho. •• Falta integración en el sector cooperativo. •• Se registra degradación y pérdida de los valores cooperativos. •• Hay elevados niveles de corrupción en algunas cooperativas financieras. •• El cooperativismo se ve afectado por el "síndrome del gigantismo". De acuerdo con el informe, en Antioquia a mediados de 1997, las cooperativas con actividad financiera que se encontraban en riesgo de supervivencia eran 21, es decir el 28.8%, y con riesgo intermedio 25, es decir el 34.2%. En el mismo informe presentado por la Gerencia de la Cooperativa, se concluye que en 1997 en el subsector financiero cooperativo colombiano, incluidos los tres bancos cooperativos, "se evidencia un deterioro de algunos sus indicadores: •• Se observa un alto porcentaje de crecimiento en los activos improductivos del 55.3% para los tres bancos cooperativos, en tanto que el conjunto de las instituciones bancarias muestra en el mismo período un incremento del 17.6%. •• La cartera de crédito improductivo que muestra una variación del 29.3% en el total de la banca tradicional, en los bancos cooperativos se 144 En dicho informe se incluye un análisis sobre la crisis elaborado por Confecoop en junio de 1997, acta del C. de A. de noviembre 24 de 1997.
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incrementa en 93.8% durante el ciclo analizado. •• En cuanto a las variaciones de los bienes recibidos en dación de pago, fueron de 162.5% para los bancos cooperativos y del 69,3% para el conjunto de la banca tradicional. En el mismo estudio, se hizo hincapié en la grave situación del cooperativismo financiero del Valle del Cauca que, desde finales de la década de 1950, se caracterizaba por su liderazgo y fortaleza, lo cual resultaba inquietante145: •• Incremento de pasivos con predominio de captaciones de ahorro a la vista o a corto plazo con altas tasas. •• Fuerte inversión en activos fijos, especialmente bienes raíces. •• Para compensar desequilibrios, se recurrió al crédito externo. •• La administración de la cartera no era eficiente en cuanto a la colocación y recuperación. •• Concentración de bienes inmuebles recibidos en pago. •• Arriesgadas especulaciones y elevados niveles de corrupción vinculados a dolosas triangulaciones. •• Presencia de grandes cuantías de dinero del narcotráfico, cuyos masivos retiros eran también inesperados y en ocasiones exigidos antes de los plazos convenidos. Se conceptuó que aquel descarnado análisis de la situación crítica del cooperativismo financiero del Valle del Cauca era valedero para el país, incluida Antioquia. Al comenzar 1998, la crisis se extendió a la mayor parte del cooperativismo financiero y a todo el sistema financiero colombiano.
Los degradantes efectos de la bancarrota de 1998
La bancarrota de 1998 frenó la dinámica ascendente que llevaba el cooperativismo colombiano desde 1960. Entre los numerosos efectos que provocó la bancarrota cooperativa se pueden destacar146: •• Sobre un total de 8.500 organizaciones cooperativas en 1997, desaparecieron por liquidación, incorporación o fusión más de 3.200, es decir el 27%. 145 Ibídem 146 Pérez Valencia, Gonzalo. Obra citada, p. 104 ss.
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•• Se registra una pérdida de más del 54% del patrimonio cooperativo nacional y una reducción de la base social del 40%. •• El gobierno nacional promueve -con el apoyo incluido de algunos dirigentes cooperativos- la aprobación de la Ley 454 de 1998, que significa un duro golpe al pequeño y mediano cooperativismo de ahorro y crédito, por la complejidad de los nuevos requisitos exigidos para la constitución de cooperativas de ahorro y crédito y financieras.
COOFINEP logró salir airosa
Con la crisis del cooperativismo financiero iniciada en 1998, coofinep afrontó una aguda crisis de rentabilidad ya que, a diciembre de 1999, llegó a presentar pérdidas acumuladas por $1.481 millones, lo que en ese momento significaba el 40% de su patrimonio, situación que la pondría al borde de ser intervenida por la Superbancaria, que había asumido su vigilancia desde 1998. Solamente se recuperaría y obtendría excedentes en el año 2000. En forma simultánea con su período crítico, la Cooperativa muestra un sostenido dinamismo en sus cuentas de largo plazo. Así por ejemplo, los activos crecieron en promedio en el período 1995-2000, al 31% anual; la cartera neta al 36%, los depósitos de ahorro a la vista y a término al 44%, los aportes sociales al 37% y el patrimonio, el más afectado por las pérdidas, crece entre 1995 y 2000 al 33% anual. Es de resaltar que rubros como los depósitos y exigibilidades crecieron entre 1995-1996 el 113%. ¿Cuáles circunstancias determinaron que la Cooperativa, a pesar de su crecimiento de largo plazo, presentara unas pérdidas tan elevadas? Al respecto Óscar Ospina, Gerente de Riesgos de coofinep, comenta147: “Las cooperativas que habían adquirido el estatus de Cooperativa Financiera por parte del Dancoop, iniciaron desde principios de la década de 1990, una fuerte competencia por los recursos de captación, que para la mitad de la década ya empezaban a escasear, lo que redundó en altas tasas de interés. La Cooperativa se vio constreñida a dicha competencia, con adversos resultados en sus excedentes”.
147 Entrevista con el Gerente de Riesgos de Coofinep, Óscar Ospina en febrero de 2012.
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COOFINEP y las finanzas solidarias de los trabajadores
A mediados de 1997, se pasó de la vigilancia y control del dancoop al de la Superintendencia Bancaria, mediante la expedición del Decreto 1688 de junio 27 de 1997. Funcionarios de la Superintendencia de la época comentan sobre este proceso148: “Por el Decreto 1688 de junio de 1997, entraron a la órbita de vigilancia y control de la Superintendencia Bancaria un grupo de 52 cooperativas de ahorro y crédito con autorización para ejercer la actividad financiera. El grupo de cooperativas vigiladas por este ente de control, descendió de 52 en junio de 1998 a 41 en diciembre del mismo año, como resultado de 8 liquidaciones forzosas administrativas, 2 incorporaciones de las cooperativas de mayor tamaño al Banco Coopdesarrollo, y un proceso de liquidación voluntaria”.
La nueva vigilancia obligaba a cambios en el régimen de clasificación de cartera que, a su vez, significaba nuevas provisiones, afectando el ingreso y la rentabilidad de las cooperativas de ahorro y crédito y las financieras existentes. Sobre este tema, se expidió la Circular Externa 100 de 1995, la cual contenía el nuevo esquema de provisión de la cartera en mora. La crisis que afectó a las cooperativas de ahorro y crédito y financieras en 1999, impacta también a los bancos cooperativos coopdesarrollo, bancoop y uconal. Al respecto hay que señalar que la ausencia de organismos de apoyo de liquidez a las instituciones cooperativas y de otros mecanismos que hubieran permitido la integración o una política gubernamental seria, llevó a un estado de iliquidez al sistema cooperativo, lo cual obligó a las cooperativas a tratar de mantener su posición de liquidez, ofreciendo altas tasas de interés por los ahorros. Cabe anotar que los bancos cooperativos, fuente tradicional de financiación de las cooperativas, dejaron de serlo ya que ellos vivían su propia crisis. Para coofinep, la bancarrota de 1998 conllevó a cuantiosas pérdidas, por las siguientes circunstancias: •• La crisis financiera de 1998-1999, llevó a las cooperativas a una desenfrenada competencia de tasas de interés de captación, ya que la fuente tradicional, los bancos cooperativos, habían entrado en su propia crisis. •• El nuevo esquema de clasificación de la cartera y provisiones, ayudó a configurar el escenario de pérdidas que prevaleció en la Cooperativa entre 1995-2000. 148 Atencia Martínez, Alvaro y Umaña Santano, Hugo Hernando. Crisis de las cooperativas con actividad financiera 1998-1999, julio de 2003. Disponible en: http://www.superfinanciera.gov.co/ComunicadosyPublicaciones/80web/archivos/AlvaroAtencia.pdf
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•• La quiebra de bancoop, institución en la cual Coofinep había acumulado, para aquella época, importante inversión en aportes sociales ($640 millones) a través de más de 20 años de relaciones solidarias, la obligó a castigarlos con el consiguiente efecto sobre el estado de resultados. •• Algo parecido ocurrió con la inversión en acciones que tenía coofinep en corpavi, corporación de ahorro y vivienda de tipo comercial que el sector cooperativo intentó adquirir. Sin embargo, por diversas manipulaciones especulativas, sus acciones se desvalorizaron con la consecuente pérdida, para numerosas cooperativas entre ellas coofinep. Por último, hay que tener en cuenta que las nuevas exigencias del ente de vigilancia y control, no sólo implicaron presiones sobre el estado de resultados, sino también sobre la liquidez y paradójicamente, llevaron al incremento de los activos improductivos. En efecto, las nuevas exigencias exigían altas inversiones en tecnología, lo cual llevaba a la inmovilización de cuantiosos recursos. La bancarrota de 1998 conmocionó a todo el Cooperativismo colombiano especialmente a los subsectores financiero y de ahorro y crédito. Cerca del 30% de las cooperativas desaparecieron. Su impacto fue de tal magnitud que aun el modelo cooperativo de coofinep estuvo a punto de colapsar. La debilidad de cualquier sistema financiero radica en que es muy susceptible al efecto dominó, pues si algunas piezas se derrumban, fácilmente arrastran a las demás. Transcurrido el tiempo, los más conocedores de la realidad de coofinep, de sus acciones y permanencias en esos tiempos de crisis, viendo suceder liquidaciones de entidades cooperativas, aliadas algunas en sus momentos y todas conocidas, recuerdan y enfatizan en las razones por las cuales, también muchas organizaciones no quebraron. En particular sobre coofinep, señalan que la institución logró salir de aquella difícil situación gracias a su vocación social, a la fortaleza de su factor comunidad, que había generado fidelidad hacia ella por parte de sus asociados y núcleos familiares y a la vigencia y práctica de su compromiso, como “Una Alternativa más Humana”.
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Así llegamos a la finalización del siglo XX, para empezar a recorrer un nuevo siglo, con más fortalezas y esperanzas, pero en un contexto cada vez más hostil para las propuestas solidarias y de cooperación, dados los avances normativos y de políticas, que los gobiernos realizan a favor de los grandes poderes económicos, nacionales y transnacionales, cada vez más francos o frenteros. LOS FALLIDOS ACUERDOS DE PAZ CON LAS FARC Si bien es cierto que el siglo XX desde el punto de vista social cooperativo finalizó con una inmensa frustración por las organizaciones y acumulados sociales y económicos perdidos en esa crisis, suceden hechos de esperanza y –aunque llenos de contradicciones- de expectativa. Inicia 1999 con la propuesta en torno al posible acuerdo de paz con las FARC-EP, al entablarse en la población de San Vicente del Cagúan un proceso de diálogos, entre el recién iniciado gobierno de Andrés Pastrana Arango (1998-2002) y la dirigencia de ese movimiento guerrillero. El proceso de diálogo se lleva a cabo a través de comisiones de trabajo con la participación de representantes del gobierno, gremios empresariales, toda la diversidad de la cultura y las organizaciones sociales y, entre éstas, la representación del cooperativismo colombiano. La primera fase de diálogos culmina en el mes de mayo, cuando se presentó ante la opinión pública nacional e internacional la denominada Agenda por el cambio hacia una nueva Colombia, en la cual se resumieron en doce puntos los problemas fundamentales de cuya solución dependería la terminación del conflicto armado: •• Afrontar y solucionar los conflictos a través de profundas transformaciones políticas, económicas y sociales. •• Protección por parte del Estado de los Derechos Humanos. •• Reforma agraria integral mediante la redistribución de la tierra improductiva y la adquirida por medio del enriquecimiento ilícito. •• Explotación racional de los recursos naturales. •• Revisión del modelo económico neoliberal y apoyo a la economía solidaria y cooperativa.
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•• Lucha frontal contra la corrupción y el narcotráfico mediante reformas a fondo de la justicia. •• Aplicación del Derecho Internacional Humanitario. •• Redefinición de las fuerzas militares frente a los Derechos Humanos y lucha frontal contra los grupos paramilitares. •• Relaciones Internacionales fundamentadas en la libre autodeterminación de los pueblos y la integración latinoamericana. •• Definición de los instrumentos democráticos que legitimaran e hicieran realidad los acuerdos suscritos. El sector cooperativo participó a través de la Mesa Nacional de Trabajo Cooperativo que venía funcionando desde meses atrás, en gran medida como continuidad de las ideas y propuestas de la desaparecida conic. En coofinep como en muchas otras organizaciones, se presenta a los organismos directivos, en este caso al Consejo de Administración, la agenda que se había definido tratar en San Vicente del Caguán149. Sin embargo el 20 de febrero de 2002, el Presidente Andrés Pastrana anuncia al país que se habían roto los diálogos de paz con las farc-ep y, en consecuencia, procede a recuperar la conocida “Zona de Despeje”, con la intervención de las fuerzas combinadas de la Policía y el Ejército nacionales. ¿Cómo se explica que aquel proceso de paz, tan publicitado y esperanzador, tuviera un fin tan melancólico? El veterano dirigente político, antiguo senador de la anapo y excandidato presidencial Jaime Piedrahita Cardona, al respecto comenta150: “En tres años no se avanzó más allá del diagnóstico. La ruptura de aquel proceso de paz dejó un sabor amargo, una profunda y nueva frustración. Una vez más se aplazarían indefinidamente las reformas económicas y sociales que la mayoría de los colombianos esperábamos. Resulta oportuno recordar el valioso libro del pensador liberal Hernando Agudelo Villa titulado “Sin reformas no habrá paz”, que desafortunadamente pocos recuerdan, porque después de aquel frustrado proceso se abriría camino la tesis de que las diversas expresiones de violencia, no estaban relacionadas con situaciones de marginalidad, pobreza o desempleo, sino con mentes perversas y malos hijos de la patria”. 149 Acta Nº 192 de abril 17 de 2000. 150 Piedrahíta Cardona, Jaime. Colombia, una revolución siempre aplazada, p. 248, Hombre Nuevo editores, Medellín, 2011.
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LA ASAMBLEA PERMANENTE POR LA PAZ A pesar del malogrado proceso de paz con las farc-ep (1999-2002), sectores democráticos del país continúan buscando acercamientos y acuerdos de paz entre los grupos subversivos y los gobiernos, conscientes de que ello es un presupuesto para orientar el país por los senderos del progreso, con equidad y justicia social. En la mencionada perspectiva se destaca la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz, constituida en 1998, con una amplia y plural presencia de organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la paz. A raíz de la frustración de aquellos diálogos de paz y el consecuente desencanto provocado en amplios sectores de la opinión pública, al comenzar el 2002, la Asamblea Permanente por la Paz toma las banderas de los acuerdos humanitarios, la diplomacia por la paz y la formación en Derecho Internacional Humanitario. Hay que destacar que desde la constitución de la Asamblea por la Paz, coofinep se comprometió con su plataforma propositiva, haciendo parte de la misma, en un compromiso que ha sido avalado por su Asamblea General coofinep; varios miembros del Consejo de Administración han participado en sus deliberaciones anuales y uno de sus directivos, Luis Eduardo Salcedo, se ha desempeñado como vocero en la agenda nacional e internacional de la Asamblea.
Trascendencia de la Mesa Nacional Cooperativa y Solidaria
En abril de 2000 se formalizó la Mesa Nacional de Trabajo Cooperativo y Solidario, como espacio e instancia de deliberación y coordinación de varios organismos de integración de algunas regiones del país, entre los cuales se destacaba la Asociación de Cooperativas de Antioquia, asacoop (hoy confecoop Antioquia), y en cumplimiento del mandato del VI Congreso Nacional Cooperativo celebrado en noviembre de 1999. Este espacio de integración se conformó a su vez con las mesas regionales de Trabajo Cooperativo y Solidario, como instancias de orientación para 253
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trabajar por la defensa y la reconstrucción de las identidades ideológicas, políticas y sociales del Movimiento Cooperativo y de la Economía Solidaria. Los ejes de trabajo que tiene la Mesa Nacional de Trabajo Cooperativo son151: •• Formación de un modelo alternativo de Economía Solidaria •• Renegociación con el Estado de las políticas y normatividad para el sector. •• Planteamiento de propuestas y aportes en las políticas y negociaciones de paz. •• Establecimiento de un temario y metodología para la Asamblea Nacional Cooperativa y Solidaria y las relaciones entre los organismos de integración. •• Seguimiento al análisis de la crisis y acciones en busca de responsabilidades sociales en ella. En cuanto a las Mesas Regionales: •• Reordenamiento y fortalecimiento del movimiento de la Economía Solidaria. •• Defensa del movimiento y del sector financiero existente. •• Desarrollo de mecanismos de autocontrol. En el 2000, cuando aún se sentían las consecuencias de la crisis, la Mesa Nacional Cooperativa se propuso llevar a cabo una serie de acciones entre las cuales el boletín Entérese, reveló: •• Concertar con el Gobierno Nacional la reglamentación y aplicación de la Ley 454 de 1998, mientas se acuerda un nuevo marco jurídico. •• Dinamizar la conformación del cones y fones para la financiación del sector, ante la desaparición de la banca cooperativa. •• Lograr una reglamentación favorable para la utilización del los Fondos de Liquidez. •• Participar en la estructuración de la nueva reforma tributaria, especialmente en aquellos puntos que sean gravosos para el cooperativismo y la Economía Solidaria. •• Establecer una veeduría y Comisión de la Verdad que busque responsabilidades en el colapso del modelo financiero cooperativo. •• Realizar la Asamblea Nacional Cooperativa y Solidaria en el primer semestre de 2000. 151 Entérese, Boletín Institucional COOFINEP, abril de 2000.
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DIECISÉIS EXPANSIÓN, EDUCACIÓN SUPERIOR COOPERATIVA Y CRÉDITO POPULAR
A
l cumplir COOFINEP en 2012 medio siglo de exitosa existencia, se respira en una atmósfera de optimismo y seguridad frente al futuro. La Cooperativa se ha consolidado como organización cooperativa financiera bajo las exigencias de la Superfinanciera y no ha perdido su perfil y su vocación social, en su condición de cooperativa alternativa, a pesar de los excesivos controles por parte de entes estatales con paradigmas capitalistas. LOS CUESTIONADOS CONTROLES DE LA SUPERFINANCIERA
Una de las características del período 2000 - 2013 en la existencia de la Cooperativa coofinep, es la de que ha estado impactada por el estricto control y vigilancia por parte de la Superintendencia Financiera, como resultado de dos circunstancias: la bancarrota de 1997-1998 y la conversión de la cooperativa en establecimiento de crédito. Del estudio pormenorizado de las actas del Consejo de Administración del periodo 2000-2012 se observa como tema predominante, el relacionado con los excesivos controles a las cooperativas financieras por parte de esa Superintendencia y de fogacoop: •• Nombramiento del Comité Especial de Control y Seguimiento de Riesgos. •• Programas de capitalización especial y reducción de algunas inversiones sociales. •• Capacitación en temas financieros de tipo capitalista de los miembros de dirección y administración. •• Dificultades para que asociados con amplia trayectoria, reconocida solvencia y experiencia en cargos de responsabilidad, dirección y control fueran aceptados por la Superfinanciera como miembros del Consejo de Administración o en Revisoría Fiscal. Se registran dilaciones de hasta dos años por parte de la Superfinanciera para posesionar miembros 255
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del Consejo. En acta Nº 223 de noviembre 5 de 2002 se deja constancia de la renuncia del consejero Juan Guillermo Díaz Parra por cuanto "no soportó el acoso de la Superbancaria". Dificultades en algunos momentos con la Superfinanciera para la aprobación de estados financieros. Implementación del Sistema Integrado de Prevención de Lavado de Activos, inspirado por autoridades norteamericanas y el Convenio de Basilea. Frecuentes y engorrosas visitas y requerimientos por parte de la Superfinanciera, la mayoría de cuyos funcionarios no hacen diferencia entre una entidad financiera cooperativa y una capitalista. Dilación por parte de la Superfinanciera del proceso de certificación de la Cooperativa, situación que llevó al presidente del Consejo de Administración Édgar Restrepo a declarar en 2001152: "cada vez nos inquieta más si estamos trabajando para una cooperativa o para un banco. Es necesario volver a recapacitar sobre nuestra visión y misión". Frecuentemente la Superfinanciera hacia nuevas exigencias para aprobar la conversión de la Cooperativa en "cooperativa financiera". Frecuentes solicitudes de elevados endeudamientos con instituciones bancarias, para ajustarse a los requerimientos por parte de la Superfinanciera. Conformación de nuevos comités exigidos por la Superfinanciera, con presencia de miembros del Consejo de Administración: Comité de Evaluación de Cartera, Comité de Gestión de Activos y Pasivos, Comité de Auditoría, Comité de Tesorería, Comité de Riesgo Crediticio, Comité de Control Interno, Comité de sarc…153. Implementación de nuevos software exigidos por la Superfinanciera154. Contratación de personas con conocimientos en econometría y estadística para atender las necesidades del área de control de riesgos. Aprobación del Manual sarc, exigido por la Superfinanciera, proceso que no fue fácil. Incremento de la nómina debido a las exigencias normativas. Exigencia a la Cooperativa de elaboración de planes a largo plazo y no anuales155.
152 Acta del C.de A. de COOFINEP Nº 210 de noviembre de 2001. 153 Actas del C. de A. N° 211 y 212 de diciembre de 2001 y enero de 2002, respectivamente. 154 Acta del C. de A. Nº 213 de marzo de 2002. 155 Acta Nº 228 de febrero 26 de 2003.
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Con el cumplimiento de lo requerido, sin abandonar el debate y las críticas a las políticas y formas de operación de la superfinanciera por parte del Consejo de Administración de coofinep, en abril de 2008 se comparten los cuestionamientos hechos desde la Confederación de Cooperativas de Colombia, confecoop, al gobierno nacional por su política cooperativa en temas como: •• Creación de fondos cooperativos para la educación formal, restándole autonomía a las cooperativas. •• Elevación del capital mínimo e irreductible establecido para las cooperativas de ahorro y crédito, lo cual haría imposible su constitución. •• Prohibición para los entes públicos de orden nacional, departamental y municipal para colocar sus excedentes de liquidez en cooperativas. En reunión celebrada por un Superintendente Financiero en 2004 con cinco cooperativas puestas bajo su control, entre ellas coofinep, expresó puntos de vista polémicos como los siguientes: •• Que le parecía mejor “que los Consejos de Administración de las cooperativas financieras fueran integrados por personas ajenas a dichos entes”, lo que causó asombro entre los asistentes por ser un planteamiento opuesto a la filosofía cooperativa y contrario a la legislación cooperativa. •• Que debía existir por parte de la superfinanciera un mayor control sobre los fondos sociales de las cooperativas, como si las intervenciones contra su autonomía no fueran ya excesivas. Sobre estos temas, el gerente de coofinep Diómer Agudelo, replicó: Que la superfinanciera está haciendo interpretaciones del Artículo 185 del Código de Comercio, contrarias a lo contemplado en la Ley 79 de 1988 que rige las cooperativas y que, en consecuencia, por ser una norma especial prima sobre la general del Código de Comercio.
Días más tarde representantes de organismos cooperativos de segundo grado, expresan sus discrepancias con el Superintendente Financiero.
La administración de riesgos: “Nuevo enfoque administrativo”
Una de las situaciones que aceleró el proceso para que la Superintendencia Financiera asumiera la vigilancia y control de las entidades cooperativas, que habían sido autorizadas por el entonces dancoop para el ejercicio de la 257
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actividad financiera (captar depósitos de ahorro del público en general), fue la crisis financiera en el país como a nivel mundial, a finales del siglo XX. No se publicita –como en el caso de las cooperativas– lo sucedido con los bancos comerciales, nacionales e internacionales, en la crisis comentada, porque en los mismos tiempos, sin hablar de lo sucedido con casi la mitad de los bancos asentados en Colombia, una de las quiebras de bancos internacionales que más llamó la atención en el mundo financiero, fue la del Banco Barings Brothers de Londres, Inglaterra, “atribuida a un empleado de una agencia de Singapur”, quien tras el terremoto de Kobe, Japón, acumuló pérdidas por US$1.400 millones de dólares en operaciones de futuros (foward). Lo peculiar de esta operación es que el capital del banco apenas cubría la mitad de esa suma y que el funcionario, Nick Leeson, no estaba autorizado para realizar operaciones de esa magnitud. Lo anterior aconteció porque el banco no tenía mecanismos de control. Al respecto opina el Gerente de Riesgos de coofinep, Óscar Ospina Piña156: “A partir de allí se inició una campaña en todo el mundo para establecer normas de control de las operaciones bancarias, que ya se habían planteado en los Acuerdos de Basilea. Colombia no fue la excepción y el Superintendente de esa época los materializó en la Circular 088 de diciembre 29 de 2000. En dicha circular se establecieron “requisitos mínimos cualitativos” de control de las operaciones de tesorería”.
Para el año 2002 el tema del control toma fuerza y se obliga a implementar el llamado Sistema de Administración del Riesgo de Crédito, sarc, que se materializó en un modelo para formalizar, sistematizar e igualar con los de la banca comercial y especuladora, los procesos de otorgamiento, seguimiento, recuperación, garantías y provisiones. Incluso se implementaron modelos matemáticos de otorgamiento, que en el medio son conocidos como scoring. A partir de allí se fueron implementando otros modelos de administración de riesgos como el Sistema de Administración de Riesgo de Liquidez, sarl; el Sistema de Administración del Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo, sarlaft, y a partir de 2006 el Sistema de Administración del Riesgo Operativo, saro. Al respecto, otro concepto de Óscar Ospina, siendo Gerente de Riesgos de coofinep: 156 Entrevista con Óscar Ospina Piña, Gerente de Riesgos de COOFINEP, enero de 2012.
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“Las herramientas de riesgos deben ser modificadas y adecuadas para ser más útiles para la entidad y trascender en la previsión del mercado y en la toma de decisiones. La razón de la administración del riesgo debe visualizar lo que viene y lo que puede suceder en la toma de decisiones”.
"NO SOMOS UN BANCO, SOMOS UNA COOPERATIVA" A raíz del estricto control ejercido por la Superfinanciera sobre las cooperativas financieras con fundamento en la Ley 454 de 1998 y en otras normas legales, se desencadena un debate que, aún hoy en 2012, no ha concluido y es sobre las grandes diferencias de filosofía y objetivos entre las entidades financieras capitalistas y las de carácter cooperativo y solidario, a partir de aspectos como: •• En las empresas capitalistas predomina el factor capital sobre los demás factores, en tanto que en las cooperativas y demás empresas solidarias predominan los factores trabajo y comunidad. •• El objetivo fundamental en las organizaciones cooperativas y solidarias es la satisfacción de necesidades de sus asociados y núcleos familiares. •• Mientras las empresas capitalistas sólo acumulan capital y buscan ganancia, por medios más especulativos que de beneficio social, en las organizaciones cooperativas y solidarias se acumulan los esfuerzos propios, el lucro colectivo, los servicios y beneficios, para fortalecer los factores comunidad y trabajo. •• Como resultado de las anteriores circunstancias, los excedentes económicos al final de un ejercicio entre unas y otras son muy diferentes. •• La organización cooperativa y solidaria sólo puede ser orientada, dirigida y controlada por sus propios asociados, con base en el principio de la autogestión. En cambio en las empresas capitalistas tales funciones generalmente son o pueden ser ejercidas por personas ajenas a las empresas. •• Un principio fundamental en las cooperativas de primer grado, es el que se practica en sus asambleas generales: A un asociado, independientemente del capital aportado, corresponde un voto. En cambio en la empresa capitalista el socio tiene tantos votos como acciones o aportes pagados tenga.
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La inspección, control y vigilancia ejercidos por la Superfinanciera sobre las cooperativas financieras, bajo parámetros capitalistas y de mercado, ha sido un punto de discrepancia de fondo que, a partir de 1998, ha enfrentado a gobiernos con el sector cooperativo. Dentro del anterior complejo contexto, la Cooperativa coofinep ha luchado por la defensa de sus programas de inversión social como: •• Fortalecimiento de una cultura asociativa y comunitaria •• Subsidios a los asociados, como el auxilio escolar que, al iniciarse cada año lectivo, beneficia con una apreciada suma de dinero a centenares de asociados para cubrir los onerosos gastos escolares. •• Fomento de la cooperación y el desarrollo social (procesos de integración y apoyo de actividades culturales, recreativas y educativas). •• Énfasis en programas de educación avanzada para asociados y empleados. Motivado por la defensa de la doctrina cooperativa frente a los entes de inspección, control y vigilancia, el Gerente Diómer Agudelo impulsó principios con un profundo contenido filosófico cooperativo como: "No somos un banco, somos una cooperativa" y "Una cooperativa no se construye con dinero, sino con mujeres y hombres de carne y hueso". Un aspecto importante es que en coofinep predominan políticas cooperativas propias que evidencian la vigencia de una definida cultura solidaria, tomando distancia cada vez mayor de la cultura corporativa de las empresas capitalistas. En concordancia con lo anterior, la gerencia de la Cooperativa impulsó desde mediados de 2011, con miras a la realización de la Asamblea General ordinaria del 24 de marzo de 2012, año en que se conmemoran en forma entusiasta los 50 años de existencia de la Cooperativa, la siguiente consigna: “Hay que impulsar un auténtico proceso de participación democrática, para que los 23.000 asociados se hagan presentes en el proceso de elección de delegados para la Asamblea General ordinaria de 2012, con fundamento en el principio de que los 72 delegados deben ser dinámicos, críticos y responsables".
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PROMOCIÓN DE UNA EDUCACIÓN SUPERIOR COOPERATIVA Uno de los mecanismos implementados por la Cooperativa coofinep para contrarrestar la mentalidad empresarial capitalista que se intenta imponer a las cooperativas, ha sido el de impulsar y liderar la promoción entre sus asociados y trabajadores de una auténtica educación superior cooperativa a través de diferentes programas académicos de alto nivel. En alianza con la Fundación Universitaria María Cano y su rector Próspero Posada Mier, coofinep lleva a cabo desde el año 2004 un novedoso programa académico con diplomados para asociados y trabajadores de la Cooperativa, que se han realizado cada año con los siguientes objetivos fundamentales: •• Llenar un vacío teórico e ideológico con lo académico, porque las cooperativas de primero y de segundo grado y las Universidades no ofrecen programas de educación superior orientados a la formación y capacitación de los dirigentes sociales, con el fin de dotarlos de habilidades y destrezas intelectuales para interpretar la compleja realidad colombiana y mundial. •• Ofrecer oportunidades a los dirigentes del sector cooperativo y a los asociados y trabajadores de coofinep para que profundicen en el estudio de las ciencias sociales y humanísticas. •• Impartir instrucción a un alto nivel, con docentes calificados y especializados en las disciplinas humanistas, que constituyen el fundamento para la formación de la persona humana. •• Contribuir decididamente a la consolidación de una democracia cooperativa crítica y participativa, como un aporte para aclimatar una paz duradera en Colombia y abrirle el camino a una real democracia política y económica. La nómina de profesores de los diplomados ha sido del más alto nivel, especializados, maestros y doctores en sus respectivas áreas, pertenecientes a las universidades de Antioquia, Nacional, Medellín, Cooperativa, eafit y Bolivariana. En solemnes actos llevados a cabo en el Auditorio de la fumc se han graduado más de 700 alumnos en exigentes programas realizados anualmente: •• Doctrinas y teorías económicas, sociales y políticas. •• Problemas contemporáneos: Desarrollo, desempleo, pobreza y violencia. •• Economía social y contextos latinoamericanos. 261
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Gestión de empresas cooperativas. Islamismo, República Popular China y Socialismo del siglo XXI. Ciencia Política. Historia económica de Colombia. Gestión, Control y Planeación en las cooperativas financieras. Historia de las doctrinas políticas, económicas y sociales. Problemas económicos y políticos del mundo contemporáneo. Formación política y ciudadana.
La experiencia de una Educación Superior Cooperativa a través de diplomados universitarios tiene un inmenso valor, por cuanto permite superar los tradicionales e insulsos "cursos básicos de cooperativismo" y similares o los numerosos cursos para la capacitación técnica en las diversas áreas laborales.
La educación cooperativa ambulatoria
Otro programa educativo llamativo que ha promovido coofinep en los últimos años, es la de impartir cursos y conferencias en los diferentes municipios en los que tiene oficinas e influencia. Estos cursos están dirigidos a los asociados y empleados, como también a la comunidad en general y a las organizaciones sociales y solidarias de las diferentes localidades: Asociaciones de mujeres y campesinas de productores, pequeñas y medianas cooperativas, proyectos y grupos asociativos de las diferentes actividades económicas que dinamizan las economías locales. Han sido exitosos, como lo demuestra la acogida que han tenido en las diferentes comunidades y las relaciones que han afianzado, de la Cooperativa con los pobladores. El facilitador en ese momento para la formación en economía solidaria, como educación ambulatoria, fue el educador y dirigente social Jairo Márquez, de amplios y sólidos conocimientos en las disciplinas asociativas, amén de ser un ameno conversador y conferencista. EXPANSIÓN SOCIAL Y GEOGRÁFICA La aguda competencia que se desató en el sector cooperativo de ahorro y crédito, llevó a gran número de cooperativas, que habían fincado su desa262
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rrollo en la posibilidad de realizar operaciones con personas no asociadas, al establecimiento de una estrategia de expansión geográfica como mecanismo para dar coherencia a las nuevas relaciones inherentes a la extensión de estrategia de operaciones con personas no asociadas o comunidad en general. En Antioquia, este proceso se abordó de manera tímida, más en respuesta a la ubicación por migración o actividad económica de los asociados de algunas cooperativas, ligadas a organizaciones regionales o nacionales, haciéndose viable la apertura de agencias en diferentes centros urbanos. coofinep, que ya desde la década de 1980 había abierto su vínculo, limitado hasta entonces a trabajadores y empleados de las Empresas Públicas de Medellín, abre el 27 de agosto de 1993 su primera agencia en el sector conocido como la Plaza de Cisneros (La Alpujarra, palabra de origen árabe que significa “tierra de pastos”) donde se ubicaron los diferentes centros administrativos de carácter público que concentran gran número de asociados actuales y muchos otros potenciales. Durante la Gobernación de Álvaro Uribe Vélez (1995-1997), dentro de su plan de gobierno propuso al sector cooperativo la “bancarización” de la población de los municipios antioqueños, con la apertura de agencias de cooperativas financieras y de ahorro y crédito, para lo cual ofrecía un crédito de 40 millones de pesos por cada nueva agencia. Aprovechando esta coyuntura, coofinep abrió agencias en los municipios de Yolombó (3 de diciembre de 1995), Caramanta (21 de julio de 1996) y luego San Rafael e Ituango. Pasado este primer impulso, la Cooperativa hizo una pausa en la apertura de agencias, reactivándola con la apertura de una agencia en la nueva sede de epm conocida como el Edificio Inteligente. De allí en adelante la dinámica de coofinep se concentra en la apertura de agencias en importantes barrios de Medellín y municipios del Valle de Aburrá: Envigado, Itagüí, Plaza Botero y Belén. En el período 2010-2011 se hace otro esfuerzo en la expansión geográfica: La Central Mayorista, Bello, San Andrés de Cuerquia, Sonsón, Santa Bárbara y Apartadó. En la capital de la República se abre la agencia en uno de los epicentros financieros y comerciales, que es la carrera Séptima con calle 35. Esa expansión geográfica se ha hecho bajo el concepto de: "llegamos a más lugares brindando 263
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beneficios sociales y financieros, donde tuvimos calurosas acogidas, crecimos nuestra familia y alegramos a muchos con nuestra compañía". La expansión geográfica y social iniciada en el año 2000, se acompañó con la nueva imagen y el ya tradicional lema: “coofinep, una alternativa más humana”. ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA MEDELLÍN – JULIO DE 2010 El concepto de economía solidaria planteado desde Chile por teorizantes como Manfred Max-Neef y Luis Razeto, ha contribuido a dinamizar el cooperativismo y ha tomado inusitada fuerza en los países de América Latina y el Caribe. En este contexto y a partir de reuniones internacionales de líderes sociales, surge la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social y Solidaria en Latinoamérica y el Caribe, ripess-lac. Entre los objetivos de ripess se destacan: •• Promover en todos los ámbitos los principios y valores de la economía social y solidaria. •• Fomentar el intercambio de saberes y experiencias entre los diferentes actores de la economía social y solidaria. •• Apoyar iniciativas económicas y empresariales sociales como alternativa al modelo neoliberal RIPESS ha logrado convocar, a partir de 1997, a los más destacados pensadores y doctrinantes de la economía social y solidaria, al igual que a exitosas organizaciones del sector social. En Latinoamérica ha realizado cinco grandes encuentros de la economía social y solidaria: Cochabamba (2005), La Habana (2007), Montevideo (2008), Medellín (2010) y Río de Janeiro (2012). Desde el 2007 coofinep se ha hecho presente con varios dirigentes en el proceso de construcción de ripess y en varios de sus eventos internacionales. El Promotor Social, hoy Gerente Asociativo de la Cooperativa, Luis Eduardo Salcedo, es el representante por Colombia en ripess-lac y fue el coordinador del IV Encuentro Latinoamericano de Economía Solidaria y Comercio Justo, realizado en Medellín entre el 21 y el 24 de julio de 2010, al cual asistieron 335 participantes de 16 países latinoamericanos y caribe264
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ños, además de invitados de Canadá y Japón. También se hicieron presentes las principales organizaciones solidarias y cooperativas de Colombia. Todas ellas, acompañadas de importantes teóricos latinoamericanos de la economía solidaria. En la declaración aprobada por el IV Encuentro de Medellín se destacan los siguientes puntos: •• Se hace evidente la necesidad de desarrollar la Economía Social y Solidaria como opción económica integral para los pueblos, pues ofrece esperanza de una vida fraterna y solidaria, con base en la capacidad de autogestión de los factores económicos. •• Trabajar por un comercio equitativo, desarrollando mercados locales y regionales, desde el enfoque del comercio justo e intercambiando productos y experiencias entre nuestras organizaciones. •• Promover el desarrollo de las finanzas solidarias, que no sólo se expresan en dinero, sino fundamentalmente en acciones colectivas y en relaciones de intermediación para el desarrollo local y satisfacción integral de las necesidades de las personas y sus comunidades. •• Fortalecer el diálogo y la concertación entre el movimiento de la Economía Solidaria y los Estados, para la gestación de marcos normativos, planeación y políticas públicas que fortalezcan las iniciativas económicas solidarias, respetando su autonomía y su aporte al desarrollo local integral. •• Construir e impulsar prácticas solidarias que rescaten las identidades de los pueblos y la autogestión para el bien vivir y la consolidación de la vida plena. CRÉDITO Y AHORRO POPULARES, NUEVO COMPROMISO SOCIAL Al comenzar la segunda década del siglo XXI y superar la Cooperativa medio siglo de existencia, se ha implementado una nueva línea crediticia, conocida como microcrédito, orientada hacia la economía popular que tiene trascendencia social, por circunstancias como las siguientes: •• La economía popular, mal llamada economía informal, tiene inmenso impacto en el Valle de Aburrá y en general en el país, ya que genera más del 55% de las fuentes de trabajo, da origen a más de dos millones de famiempresas y microempresas y aporta más del 30% del Producto Interno Bruto. 265
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•• En Medellín la economía popular representa el sector más pujante de la vida urbana y articula dinámicas redes sociales barriales. •• La Cooperativa coofinep, por haberse iniciado como una cooperativa alternativa por su estrecha alianza con el movimiento sindical contestatario, tiene una definida trayectoria de compromisos con los sectores sociales y empresariales populares y marginales. Esta nueva línea crediticia y de ahorro tiene también una especial importancia porque integra la Cooperativa a sectores empresariales populares, que en alguna medida hacen parte de la economía solidaria, pues se inspiran en principios como la ayuda mutua, la cooperación, la solidaridad y la autogestión, además de constituir la familia su núcleo dinamizador.
Ampliación del portafolio de beneficios
En su discurrir histórico, coofinep ha buscado un crecimiento cuantitativo, en cuanto al número de personas atendidas, orientada al mejoramiento constante de “la calidad de vida de sus asociados y de la comunidad en general”157. En la búsqueda por lograr un mejor desempeño financiero, la Cooperativa ha realizado diversos convenios: Unos directamente ligados con los asociados, como la tarjeta débito en convenio con el Banco de Bogotá, cuyo número supera los 9.000. Igualmente se han hecho convenios con algunos municipios para el recaudo de los impuestos predial y de industria y comercio y con algunas empresas comerciales y cooperativas, para el recaudo de sus cuotas periódicas. En desarrollo de uno de tales convenios se destaca el que se tiene con el Municipio de Medellín y epm, que ha permitido la apertura de puntos de recaudo en numerosos barrios de la ciudad, los cuales se han convertido en centros de desarrollo de la Cooperativa. El acelerado crecimiento de coofinep en los últimos 25 años lo describe una de las más antiguas empleadas de la Cooperativa, Myriam Jaramillo Vieira al recordar158: “Cuando me inicié como Secretaria de Gerencia en abril de 1986, me correspondía atender, además de mi cargo, funciones como la de afiliar 157 COOFINEP Cooperativa Financiera, Estatutos, p. 27, s.f., s.e., 158 Entrevista realizada en enero de 2012.
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nuevos asociados, inscribirlos para los diferentes eventos que realizaba la Cooperativa, recibir las solicitudes de crédito, manejar fondo de préstamos de emergencia para los empleados. Era todo muy distinto a como es hoy. Cuando me inicié en la Cooperativa se tenía un conocimiento directo de casi todos los asociados, inclusive de sus nombres”.
Entérese, instrumento educativo y político
Un acontecimiento muy importante ha sido el de la publicación Entérese, órgano educativo e informativo de coofinep, que cumple en 2014 veintidos años de existencia, lo que constituye un grato suceso. A partir de enero de 1992, la Cooperativa puso en circulación lo que llamó Circular informativa, en la cual anunciaba la celebración de los 30 años de labores ininterrumpidas y cambios en el “sistema de crédito, el auxilio escolar, el reglamento de ahorros y aportes y la cuota de admisión”. La circular traía un encabezado para llamar la atención sobre su contenido: enterese-enterese-enterese. La intención era crear un medio de comunicación adicional, para complementar El Informador, la que se llevó a cabo con Circulares informativas y ésta fue la número uno. Sin embargo, en el mes de mayo del mismo año, sale la N° 2, ya no como Circular Informativa, sino como un órgano de comunicación institucional mensual, con un cabezote claramente diseñado con el nombre de entérese, acompañado de la siguiente frase: “entérese sale la tercera semana de cada mes”. Incluía el siguiente texto como saludo: “A todos los asociados un saludo muy especial de su Cooperativa. Presentamos este nuevo medio de información que mes a mes servirá de apoyo a el informador. entérese es un esfuerzo que realiza la Cooperativa por entregar a ustedes información ágil y oportuna sobre todos los programas, eventos y actividades de la Cooperativa. Esperamos lo reciban con interés y cada mes nos ayuden a mejorarlo más. Este medio también es suyo, es parte de nuestra cultura cooperativa institucional”.
Durante lo que restaba del año 1992 y todo 1993, circularon ambos medios informativos, dedicándose Entérese a la información que se consideraba del día a día de la Cooperativa con sus asociados, con referencias a las activi267
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dades culturales y sociales, mientras que El Informador se dedicó más a la formación cooperativa y la divulgación de la celebración de los 30 años de la Cooperativa. En diciembre de 1993 se retira de circulación El Informador. Desde entonces el boletín Entérese contribuye con información oportuna y trascendente institucional y sobre el acontecer nacional e internacional, sobre todo en lo relacionado con los movimientos sociales.
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SEXTA PARTE
Cooperativismo: opci贸n frente a un mundo en crisis
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DIECISIETE UN PAÍS ENTRE LA MARGINALIDAD, LA VIOLENCIA Y LA LUMPENIZACIÓN UN INCESANTE PROCESO DE DEGRADACIÓN Es oportuno confrontar la ciudad y el país que hoy tenemos con los que teníamos hace medio siglo. A nivel de Medellín, en 1962, el Establecimiento estaba afianzado y su paradigmática clase empresarial-industrial se encontraba en ascenso, pues el modelo económico antioqueño desplegaba vitalidad. Medellín tenía entonces muy bajos niveles de desempleo, de marginalidad, de criminalidad y de economía informal. Los llamados barrios piratas eran escasos, las ventas callejeras prácticamente desconocidas, el sicariato aún no había llegado, como tampoco el narcotráfico y los atracos callejeros. La inmensa mayoría de los trabajadores tenía contratos a término indefinido y disfrutaban de todas las prestaciones legales y, además, el sindicalismo tenía una sólida presencia en el Valle de Aburrá y en las principales ciudades del país. Los dos partidos políticos tradicionales (liberal y conservador) se encontraban agrupados en el llamado Frente Nacional, institución de orden constitucional que legalizó el reparto de los puestos públicos por partes iguales entre dichos partidos, así como los cargos de elección popular. En forma simultánea, empiezan a hacer presencia en la vida nacional grupos políticos contestatarios como el Partido Comunista Colombiano (ilegalizado durante el Gobierno de Rojas Pinilla), el mrl, la anapo y el moec. En el campo internacional existía una dura confrontación entre Estados Unidos y la Unión Soviética, conocida como la “Guerra Fría”. El año anterior a la creación de la Cooperativa, los soviéticos dan un paso fundamental hacia la conquista del espacio con el vuelo orbital de Yuri Gagarin en su nave espacial tipo Sputnik. China avanzaba con Mao Tse Tung en la construcción del socialismo y se iniciaba la Guerra de Vietnam. 271
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En la actualidad, la situación nacional e internacional es bien diferente. En el campo internacional se destacan tres hechos: •• Ha desaparecido la Unión Soviética y el campo socialista europeo que giraba en torno suyo. •• Desde 1990 se abre camino el llamado Consenso de Washington que impuso un salvaje modelo capitalista, al cual ya hemos hecho referencia. •• La República Popular China, otrora símbolo del atraso, se perfila como la primera potencia económica mundial. •• Los procesos de globalización e imposición de la economía de las transnacionales, con sus afectaciones legislativas y privatizadoras en los países pobres, con sus compras de tierras y apropiación de recursos naturales en los países ricos en diversidad, se acentúan y reciben el apoyo de gobernantes cada vez más alejados de las soluciones de sus gobernados. Entre tanto, al interior del país se han registrado fenómenos que han impactado profundamente la vida política, económica y social de Colombia en general y de Medellín en particular, que no es del caso analizar en la presente obra. Nos limitaremos a destacar algunos hechos que están transformando radicalmente la sociedad colombiana y la vida urbana en ciudades como Medellín. El auge y el rápido crecimiento demográfico de Medellín y de la mayoría de las poblaciones del Valle de Aburrá en la primera mitad del siglo XX, tuvo como una de sus causas el empleo de calidad que ofrecían las empresas industriales, que además de las prestaciones sociales de ley, incluían en muchas un amable ambiente de trabajo y numerosas prestaciones extralegales. Durante muchos años los gobiernos colombianos incluían en sus programas propuestas como la del pleno empleo. Sin embargo, este tema ha perdido importancia en las políticas macroeconómicas quedando sólo como protagonista en discursos desarticulados de la OIT o de fugaces campañas políticas.
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LA DIABÓLICA ESPIRAL DE LA PRODUCTIVIDAD Sin entrar a profundizar en el concepto de productividad, es necesario señalar que la búsqueda de la competitividad y su corolario la productividad, se han convertido en el objetivo de la economía mundial globalizada. Desde finales de siglo XX se abre camino la tesis de que el fundamento para el desarrollo económico de los países de la periferia capitalista, es buscar mercados internacionales por la incapacidad de ampliar el mercado interno, para lo cual se requieren sectores industrial y agrícola con altos niveles de competitividad y productividad. Un principio elemental para afrontar la competitividad en los mercados internacionales es el de producir mercancías de alta calidad y bajo precio, lo cual sólo se alcanza con una elevada productividad que conlleva al incremento del factor capital y a la reducción cuantitativa de la mano de obra. La búsqueda de los objetivos señalados se convirtió en una obsesión para los economistas y gobiernos de los países de la periferia capitalista, lo cual conllevó a políticas de flexibilización laboral, para incentivar la inversión nacional y extranjera en áreas de la economía real. La anterior situación ha provocado que en Colombia en los últimos diez años, incluida Antioquia, se haya intensificado la tendencia a la liquidación de empresas nacionales o su venta a transnacionales extranjeras, que están en mayor capacidad de implementar las inversiones requeridas. El factor tecnológico es parte clave de este juego, porque su implantación creciente lleva a producir más en menos tiempo y no, como prometían los economistas burgueses y socialistas, que se trabaje menos para producir más, con lo cual mejoraría la calidad de vida. Hasta finales de la década de 1980, el ideal de la socialdemocracia europea (como la francesa) como el del comunismo soviético, era el que, gracias a la elevación de la productividad laboral, los trabajadores verían reducida su jornada y horas de trabajo a la semana. Igualmente en Colombia organizaciones políticas como el Partido Liberal tenían en sus programas la búsqueda del pleno empleo y de la redistribución del ingreso.
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En relación con el polémico tema del empleo y según lo anteriormente señalado, podemos concluir que al comenzar el siglo XXI, se plantean dos problemas: •• El concepto empleo en el análisis de la realidad social y económica, es un término en desuso, lo cual conduce a plantearnos serias inquietudes en torno a la responsabilidad social de la empresa privada y del Estado frente al bienestar de las grandes mayorías. •• Frente a la diabólica espiral de la productividad empresarial que obliga a que, para ser competitivos en el mercado mundial se requiere ser cada vez más productivos, el resultado es que se demande menos mano de obra. Debemos preguntarnos: - ¿Ha llegado la hora de replantear, con un sano criterio social, el incesante proceso tecnológico que nos está conduciendo a una base productiva con muy poca o ninguna mano de obra? - ¿Se puede sacrificar el principio del interés general en aras del beneficio económico de unos pocos empresarios o inversionistas? - ¿Se pueden sustituir los elevados valores que deben llevar a un ingreso originado en el trabajo humano, por un parasitario subsidio estatal? - O quizás ha llegado el momento de plantearnos de nuevo el antiguo ideal de la socialdemocracia en las palabras del pensador norteamericano contemporáneo John Drake, “trabajar menos para vivir más y mejor”159. ¿QUÉ ES EL EMPLEO? Se entiende por empleo la actividad realizada por una persona dependiente, a cambio de una remuneración en un sentido amplio. La legislación laboral colombiana define el concepto de trabajo, que se asimila al de empleo, así160: “Contrato de trabajo es aquel por el cual una persona natural (que se denomina trabajador) se obliga a prestar un servicio personal a otra persona natural o jurídica (que se denomina patrón), bajo la continuada dependencia o subordinación de la segunda y mediante una remuneración (que se denomina salario)”. 159 El País, Madrid, p. 40, noviembre 1 de 2009. 160 Código Sustantivo de Trabajo, artículo 22, 1990.
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Pero para efectos de medir el empleo y su contrapartida, el desempleo, se debe partir de una definición funcional que permita calificar las personas como empleadas o desempleadas. Una primera aproximación hace necesario cuantificar el número de personas que, en la edad aceptada por la sociedad como aptas para trabajar, lo quieren hacer y no tienen empleo ni oportunidad, y para ello se realizan encuestas como la denominada en Colombia Gran Encuesta Integral de Hogares (geih), según el patrón adoptado por la oit en la Decimotercera Conferencia Internacional de Estadígrafos del Trabajo (octubre de 1982)161. Para la mencionada encuesta que se aplica en Colombia, se clasifican como ocupadas las personas que hayan laborado por los menos una hora durante el mes anterior a la realización de la encuesta, ya sea como empleado asalariado, como trabajador independiente o como trabajador familiar sin remuneración: Por lo menos una hora a la semana. ¿Suficiente para qué? Según estos criterios, numerosas personas que se dedican a las más variadas ocupaciones informales en ciudades de la periferia capitalista como Medellín, son calificadas como empleadas por el dane: Los vendedores de dulces, quienes cantan en los buses, los recicladores, los que en los paraderos anuncian la rutas del transporte urbano, vendedores de cigarrillos al menudeo y una vasta gama de rebuscadores que se movilizan de un sitio a otro, incluidas aquellas actividades degradantes que efectúan sectores catalogados como indigentes y lumpen. EL TRABAJO INFORMAL A partir de la década de 1980 se registra en los medios académicos y políticos con el nombre de empleo informal un fenómeno que se presenta desde décadas anteriores en Colombia y en el mundo capitalista periférico. Clasificación que busca dar una categoría intermedia a un grupo de trabajadores cada vez más numeroso de la población, que no tenían en cuenta las estadísticas oficiales.
161 http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/stat/download/res/ecacpop.pdf
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La informalidad, que nosotros denominamos de manera más certera economía popular, apunta a diferentes aspectos del trabajo. Así, se contrapone a lo formal siendo éste, aquel empleo que se genera en actividades que son visibles para el Estado y que cumplen todos los requisitos legales para establecer una empresa. Para los organismos oficiales otro aspecto relacionado con la informalidad es el de la calidad del trabajo que la empresa ofrece en aspectos como jornada de trabajo, remuneración y productividad, campos en los cuales el concepto de informalidad se conecta con el concepto de subempleo. Al respecto cabe señalar que la informalidad y el subempleo hacen parte de la misma moneda, pues los dos pueden constituir empleo de “baja calidad”. El subempleo es un empleo de baja calidad en la percepción de quien lo realiza, por lo cual deja graves insatisfacciones, independientemente de su productividad. En cambio el trabajo informal –en esa economía popular autogestionaria– es una actividad que, aunque sea de baja productividad y calidad, puede dejar profundas satisfacciones para quien lo realiza. Para la inmensa mayoría de la opinión pública el subempleado es aquel que tiene jornadas laborales inferiores a la considerada como jornada completa, visión que no corresponde completamente a la concepción de la oit-dane. De cada 100 personas que trabajan en Colombia 60 lo hacen en la economía informal o economía popular, que aporta alrededor del 30% del PIB. Además es un sector que desde la década de 1980 se encuentra en un proceso ascendente. ACELERADO PROCESO DE LUMPENIZACIÓN EN MEDELLÍN Desde finales de la década de 1970 la ciudad de Medellín entró en un proceso de lumpenización como consecuencia de las siguientes circunstancias: •• El incremento de los índices de desempleo, marginalidad e informalidad como resultado de la quiebra del modelo económico y empresarial antioqueño.
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•• Desde los inicios de la década de 1980 se amplió la frontera de la lumpenización como consecuencia de los desastrosos efectos de la bancarrota de 1982 que se inició en Medellín. •• La consolidación, desde los albores de la década de 1980 en la capital antioqueña, de grupos de narcotraficantes que lideraron el mercado mundial de la cocaína y generaron en su entorno un ambiente de criminalidad y de actividades lumpescas (sicariato, prostitución, guerras entre bandas, etc.). •• A lo largo de la década de 1980 se multiplicaron en Medellín los barrios tuguriales, con la llegada –entre otras razones- de miles de desplazados y migrantes forzados. •• Desde el comienzo de la década de 1990 irrumpieron en barrios populares de Medellín milicias de las farc y del eln y grupos paramilitares, con sus actividades económicas ilegales. •• Al iniciarse el 2011 Medellín era una ciudad en gran parte controlada por una nueva lumpemburguesía originada en una cultura mafiosa de la ilegalidad, y vinculada a los más variados negocios ilegales. •• Los industriales y empresarios han cambiado la actividad de creación de empresas productivas y generadoras de empleo, por otro tipo de inversiones, entre ellas las de la especulación financiera, la actividad constructora e inmobiliaria, el aprovechamiento de normas legales para intermediaciones muy lucrativas en sectores como la salud y en la tercerización del trabajo. La crisis del modelo económico y empresarial antioqueño, con la consecuente afectación de su base productiva, especialmente a partir de la bancarrota colombiana de 1982, que se inició en Medellín, provoca la pérdida del tradicional empleo formal y el auge de la informalidad. Desde la década de 1980, Medellín ve irrumpir en sus barrios populares y sectores de capas medias, acelerados procesos de pauperización y lumpenización que se transforman en nuevas expresiones del conflicto urbano en la ciudad. Generalmente se entiende por pauperización la situación extrema y permanente de pobreza a la que llega un sector social. Es la fase final en que se hunde una clase social, en especial el proletariado y capas de la clase 277
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media. En pocas palabras, la pauperización es el deterioro irreversible que sufren en su calidad de vida, quienes con anterioridad tenían un estatus social estable o en ascenso. Uno de los principales agentes desencadenadores de procesos de lumpenización de grupos sociales es el de la pauperización, por la degradación y pérdida de principios y valores que sufren los afectados al no disfrutar ya de condiciones estables de trabajo. Obviamente, como lo veremos más adelante, existen diferentes hechos y circunstancias que han contribuido a la explosión del fenómeno social de la lumpenización. Los términos de lumpen y lumpen-proletariado, fueron introducidos en las ciencias sociales en la década de 1840 por corrientes socialistas europeas: •• Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895) en 1848 señalaron que el lumpen-proletariado era el producto pasivo de la putrefacción de las capas más bajas de la sociedad162. •• Al analizar Carlos Marx la revolución parisina de 1848, afirma que las Guardias Revolucionarias constituidas por el gobierno provisional, estaban integradas por jóvenes entre los 15 y 20 años que pertenecían “en su mayor parte al lumpen-proletariado que en todas las grandes ciudades forma una masa bien deslindada del proletariado industrial y que está conformada por rateros y delincuentes de todas las clases, que viven de los despojos de la sociedad, gentes sin profesión fija, vagabundos, gentes sin patria ni hogar y que eran capaces tanto de la hazaña más heroica, como el bandidaje más cruel”163. •• Marx recuerda también que después de la fracasada Revolución parisina de 1848 y restaurada la “institucionalidad” con el ascenso al gobierno de Luis Bonaparte, conocido como Napoleón III, quien organizó al lumpen-proletariado de París en una asociación conocida como Sociedad del 10 de diciembre, conformada por “libertos arruinados”, vástagos degenerados y arruinados de la burguesía, vagabundos licenciados de trabajo, licenciados de presidios, timadores, saltibanquis, carteristas y rateros, dueños de burdeles, jugadores, escritorzuelos y mendigos, es 162 Marx, Carlos y Engels Federico. Obras escogidas V. I, El manifiesto comunista, p. 32, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1955. 163 Marx, Carlos y Engels Federico. Obra citada, Carlos Marx, Las Luchas sociales en Francia de 1848 a 1850, p. 152.
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decir toda esa masa informe que los franceses llaman boheme…164. •• En 1850 Marx también hace referencia a la lumpen-burguesia como aquel sector de la burguesía, especialmente financiera, que asume actitudes del lumpen-proletariado165. •• En obra publicada en 1874, Federico Engels se refiere al lumpen-proletariado como esa “escoria integrada por elementos desclasados de todas las capas sociales y concentrados en las grandes ciudades y que es el peor de los aliados posibles”166. Ciento cincuenta años después de la caracterización que hicieran Marx y Engels sobre el lumpen, aún predomina esa visión, por ejemplo el Diccionario de la Real Academia de Lengua Española, edición de 2001, define al lumpen-proletariado como “la capa social más baja y sin conciencia de clase”.
Algunas características del lumpen
El fenómeno social del lumpen presenta peculiaridades como las siguientes: •• Es característico de las grandes ciudades de la sociedad capitalista en sus momentos de crisis, cuando disminuye el empleo formal y aparecen la miseria, la marginalidad y la exclusión social. •• Es consecuencia de un elevado grado de pauperización de grupos sociales, especialmente de proletarios y capas medias, como resultado del alcoholismo, la drogadicción y la prostitución o del desarraigo originado en las más diversas causas. •• El auge de la cadena del narcotráfico con sus agudas contradicciones internas, violentas guerras entre bandas, enfrentamientos con autoridades, arreglos y acuerdos con las mismas generó un sector lumpen fuerte y sagaz (y armado), sin valores sociales ni morales, capaz de realizar los más bondadosos actos con quien considerara fiel, pero violento e implacable con el traidor o el desertor. •• Conlleva para los individuos la pérdida de objetivos, del sentido tradicional de la vida y hasta de la propia identidad individual y social, lo cual se expresa en la ruptura de todo vínculo formal con instituciones 164 Marx, Carlos y Engels Federico. Obra citada, Carlos Marx, El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, p. 299-300 165 Ibídem, p. 139. 166 Marx, Carlos y Engels Federico. Obra citada, Federico Engels, Prefacio de la guerra campesina en Alemania, p. 678.
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como la familia y la sociedad. •• La degradación que provoca la lumpenización precipita a la pérdida de valores y principios morales, familiares, patrios, religiosos y políticos. •• La lumpenización genera una cultura lumpen, que permea a otros estratos sociales y se manifiesta en vocablos y jerga, vestuario, comportamientos sociales y conductas sexuales desordenadas y promiscuas y elevados grados de cinismo. •• La reinserción de la mayoría de los grupos lumpescos es una tarea compleja, difícil y multidisciplinar. Las peculiaridades señaladas determinan que el individuo lumpen, al perder toda clase de barreras, no distinga entre el bien y el mal, entre lo justo y lo injusto, o entre lo lícito y lo ilícito, por lo cual es naturalmente proclive a toda suerte de conductas delictivas, aun las más aberrantes, pues carece de todo sentimiento de culpa. El lumpen en general no le teme a penas privativas de la libertad, a la pérdida de la existencia o a un castigo en el más allá… Entre los grupos sociales más caracterizados del lumpen se encuentran: delincuentes profesionales, empresarios que ejercen en forma ilegal diversas actividades, mendigos, vagabundos y habitantes de la calle, empresarios de prostíbulos, personas que ejercen la prostitución, miembros de la cadena del narcotráfico, alcohólicos, drogadictos, contrabandistas, contratistas corruptos, tahúres o jugadores profesionales, sectores de la burguesía arruinada, funcionarios públicos corruptos, miembros degradados de la fuerza pública y de organismos de seguridad y todos aquellos otros sectores arruinados o presionados por la sociedad de consumo que se lanzan a la búsqueda desesperada de dinero, sin importar los medios ¡!. EXPRESIONES DE LA LUMPENIZACIÓN EN MEDELLÍN El proceso de lumpenización en Medellín se observa en el impacto social y económico de fenómenos como los siguientes, que sirven de soporte a las redes sociales ilegales del Valle de Aburrá:
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Auge de una lumpen-burguesía
Por burguesía se entiende la clase capitalista urbana que controla los medios de producción y que se caracteriza por tener determinados valores y principios enmarcados dentro del modo de producción capitalista. Sin embargo, cuando sectores de la burguesía se degradan como consecuencia de realizar actividades delictivas como el contrabando, narcotráfico, fraudes fiscales y corrupción –como también alianzas con narcotraficantes y paramilitares– se denomina lumpen-burguesía, porque al perder sus tradicionales valores y principios se aproxima al mundo sórdido del lumpen. También pueden considerarse como lumpen-burguesía aquellos sectores sociales que, originarios de estratos sociales bajos y delincuenciales, escalan posiciones en el mundo empresarial y económico y sin embargo, no abandonan la cultura y los comportamientos característicos del lumpen. Uno de los hechos que evidencia en Medellín el poder de los emergentes grupos delincuenciales y la debilidad de la fuerza pública adscrita al Establecimiento, es el surgimiento y generalización en la ciudad de las llamadas “vacunas” instauradas por dichas organizaciones delictivas. El mundo delincuencial de las extorsiones incluye varios estamentos, según la condición social y económica de las víctimas. Por ejemplo los encargados de extorsionar los más altos estratos sociales se encuentran en la cúpula de la organización delincuencial.
Cuantiosa producción y comercialización ilegal de licores
Sin duda alguna en Antioquia, como consecuencia de su ancestro minero, el consumo habitual de licores, especialmente del aguardiente de caña, ha sido costumbre inveterada. Y gracias a ese intenso consumo de aguardiente también existe una tradición en la destilación ilegal del mismo. Es tan elevado el tráfico de licores ilegales en Medellín y Antioquia, que el Secretario de Hacienda del Departamento Mauricio Villegas Mesa, denuncia167: “El Departamento de Antioquia deja de percibir anualmente entre 500 y 600 mil millones de pesos por cuenta del consumo de licor ilegal. 167 El Mundo, Medellín, p. 6A, agosto 19 de 2010.
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Es un negocio tan grande que puede ser económicamente del tamaño de la producción de la Fabrica de Licores de Antioquia. Hay que destacar que algunos falsificadores logran destilar productos casi un ciento por ciento similar al original”.
Como puede deducirse de lo anterior, el tráfico ilegal de aguardiente en Antioquia y Medellín constituye uno de los pilares del mundo empresarial y delincuencial, pues representa el 50% del consumo de aguardiente en el Departamento.
Incremento del juego ilegal y del turismo sexual
Tradicionalmente el mundo del juego ilegal y aun del legal, es una de las principales actividades empresariales de las redes mafiosas, junto con el licor, la prostitución y las drogas psicotrópicas. Medellín no ha sido la excepción. Hay en la ciudad una vasta red de juegos de suerte y azar al margen de la ley, desde el chance ilegal y los juegos electrónicos, pasando por el tradicional juego de dados, peleas de gallos y toda suerte de rifas. A pesar de controles ejercidos por el Estado y la introducción del chance electrónico para erradicar el chance ilegal, al finalizar el año 2011, el chance controlado por redes ilegales representaba más del 40% de dicho negocio, por lo cual constituye también una de las principales fuentes de ingresos de los empresarios emergentes. Al lado de los establecimientos con juegos legales operan también los “ilegales”. Por ejemplo a mediados de octubre de 2010, la prensa de Medellín informó que en los primeros nueve meses de 2010 fueron confiscadas en la ciudad 650 máquinas tragamonedas, cuyo valor se estima en 4.000 millones de pesos168. El ejercicio de la prostitución es una actividad legal, inclusive en algunos aspectos amparada por sentencias de las altas Cortes y, quien la ejerce, no debe ser repudiado socialmente, pero ello no justifica que las autoridades municipales la promuevan a través del fomento del consumo del alcohol hasta horas de la madrugada, ni que sea el mejor camino para superar el desempleo, como pretenden algunos empresarios del turismo sexual. Además, es una profesión que degrada la persona humana, al igual que otros 168 Q´Hubo, p. 2, octubre 15 de 2010.
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empleos legales, y su ejercicio es un derecho de quien quiera tomar esa ruta. Sin embargo, la prostitución en cualquiera de sus modalidades conduce a la lumpenización de quienes la ejercen, porque lleva a la pérdida de principios y valores que rigen en la sociedad. La prostitución en todas sus modalidades siempre ha generado un entorno delincuencial, sin que ello signifique que quienes la ejercen sean delincuentes, pero sí proclives a incursionar en delitos como robos, atracos, proxenetismo, corrupción de menores, homicidios, tráfico de drogas… Por dinero, quien ejerce la prostitución, generalmente es capaz de incurrir en cualquier conducta delictiva. Todas las estadísticas indican que en los últimos años se ha incrementado la prostitución en Medellín, desde la callejera hasta la llamada prepago. La pérdida de rumbo económico y social por parte del Establecimiento antioqueño ha conducido a propuestas inciertas e ilusorias para intentar sacar a Medellín de la situación crítica que afronta hace más de treinta años. Entre tales propuestas se destaca la que proyecta hacer de Medellín un atractivo destino turístico. Cualquier persona con elemental conocimiento sobre las corrientes turísticas mundiales puede concluir que Medellín no reúne atractivos históricos como México, Paris o Madrid, o de los grandes espectáculos de diversiones de Miami o de las calurosas y agradables playas de Cartagena o Santa Marta. Ni siquiera tenemos los encantos que ofrece una región tan cercana a nosotros como el Eje Cafetero. La actual Medellín sólo puede ser un destino turístico masivo para mochileros o personas de bajos estratos europeos y norteamericanos, que se desplazan por el mundo en busca de drogas y sexo a bajos precios.
El pagadiario
En la ciudad de Medellín el servicio financiero formal no ha llegado a la mayoría de los sectores sociales, lo cual explica que se haya establecido desde hace algunos años lo que se ha llamado el “pagadiario” o “gota a gota”, modalidad de crédito en la cual el deudor paga en cuotas diarias, las cuales incluyen abonos a intereses y capital, con tasas que oscilan entre el 10% y 283
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20% diario y la única garantía que debe observar el deudor, es su integridad personal. El incumplimiento le puede costar la vida. El préstamo usurario constituye en el mundo una de las actividades preferidas de los grupos empresariales mafiosos. Al respecto existe una amplia difusión del tema en la literatura escrita y en obras cinematográficas, sobre todo relacionada con las actividades usureras de la mafia norteamericana y los procedimientos violentos en que incurren para presionar a los deudores morosos. En este campo nuestros prestamistas mafiosos no sólo se han inspirado, sino que han superado los patrones culturales norteamericanos.
Jibareo o microtráfico
Las autoridades de la ciudad de Medellín han tratado de calcular el poder económico y delincuencial del microtráfico, aunque creemos que las cifras (de finales del 2010) están sobredimensionadas169: •• Medellín puede ser la ciudad con el mayor número de consumidores de drogas psicoactivas, más de 150.000 de los cuales se pueden considerar adictos unos 36.000. •• El microtráfico genera un negocio anual superior a los US$700 millones. Esta cifra la consideramos exagerada para la ciudad de Medellín, ya que de acuerdo a un conocedor del tema, una casa de expendio promedio puede vender diariamente unas 300 dosis de mil pesos cada una, lo que daría un ingreso bruto mensual para dicha casa de 9 millones de pesos. Sobre la base de 500 casas de vicio existentes en la ciudad los ingresos no superan los 50 millones de dólares anuales. Desde finales de la década de 1990 el mercado consumidor de drogas psicotrópicas en Colombia se ha incrementado por circunstancias como las siguientes: •• Las acciones militares y judiciales a gran escala emprendidas por los gobiernos norteamericano y colombiano contra el narcotráfico de exportación, sacaron del mercado a pequeños narcotraficantes, los cuales orientaron sus esfuerzos al mercado interno. •• El incremento de los niveles de pobreza, marginalidad y pauperización en Medellín propician un ambiente para el acelerado consumo de drogas. 169 El Colombiano, Medellín, p. 6A, noviembre 7 de 2010.
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•• La promoción por parte de las administraciones municipales de Medellín a partir de 2002 de la rumba nocturna, provoca entre la juventud, un ambiente favorable para el consumo de bebidas alcohólicas y drogas psicotrópicas. Una tesis que planteamos en nuestras investigaciones es la de que entre las diferentes actividades empresariales ilegales, el microtráfico, contrariamente a lo expresado por organismos oficiales, no constituye la principal fuente de ingreso para las bandas delincuenciales, combos barriales y organizaciones criminales que operan en Medellín y en el Valle de Aburrá. Uno de los aspectos a considerar en el negocio del microtráfico es su complejidad debido a su atomización, lo que dificulta su control. Otras actividades como la producción y comercialización ilegal de licores, el juego ilegal y la extorsión, se han convertido en las principales fuentes de financiación de los combos barriales. Frente a la opinión pública nacional e internacional resulta más “rentable” sindicar al narcotráfico de todas las expresiones de violencia que afectan a Colombia. Sin embargo, cabe destacar que ya Medellín no es la sede del anteriormente denominado Cartel de Medellín, ni Colombia es ya el primer exportador mundial de cocaína. A pesar de lo anterior, no ha disminuido la violencia ni la delincuencia, al contrario, se ha incrementado a través de las llamadas Bandas Criminales, Bacrim (metamorfosis del paramilitarismo) y sus similares.
Sicariato: modalidad de justicia privada en Medellín
Una de las consecuencias del auge de la cadena delincuencial relacionada con el narcotráfico y la lumpenización es la institucionalización del sicariato. A mediados de la década de 1970 se inicia en Medellín la interminable cadena de homicidios cometidos por sicarios. La displicencia policiva y judicial para investigar aquellas primeras acciones sicariales, se justificaba porque se trataba de “simples casos de ajuste de cuentas” entre delincuentes especialmente vinculados al narcotráfico. Se fue abriendo camino en Medellín la “justicia privada” como una realidad social. Se “institucionaliza” el sicario con motocicleta, como profesional del crimen dispuesto a vender sus servicios a quien le pague, con una mentalidad justificadora de sus acciones. Operaban negocios que suministraban al sica285
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rio motocicletas y armas. Al indagarle en cierta ocasión a un sicario sobre las razones que lo impulsaban y los sentimientos que le provocaban sus trabajos, respondió: “doctor, es que yo no quiebro sino faltones, ¡nunca a un varón!”. Para él toda persona que ejecutaba se merecía su suerte porque le había “faltado” a alguien. AUGE DE LA ECONOMÍA POPULAR DELINCUENCIAL EN MEDELLÍN Como resultado de los elevados índices de pauperización, lumpenización y negocios ilegales alcanzados en Medellín, en diferentes comunas se han articulado complejas redes de mafiosos, en el más puro significado del término, que hacen presencia en el año 2012, a partir de actividades como la prostitución, la producción y comercialización ilícita de licores, juegos ilegales y el establecimiento de la más amplia gama de “tributos” a toda suerte de actividades comerciales, legales e ilegales. Conceptualmente no es apropiado identificar el término mafia con otros como narcotráfico o el de cualquiera organización criminal, porque el vocablo mafia tiene un sentido más completo, un contenido histórico, político, económico y social170.
Orígenes de las redes mafiosas en Medellín
El origen de la mafia se remonta a la primera mitad del siglo XIX en la isla de Sicilia, cuando frente al auge de grupos de bandoleros y asesinos en las zonas rurales, los grandes propietarios de tierras, con el beneplácito del gobierno y políticos locales, promovieron una organización secreta armada para defenderse del hampa y mantener un orden y control sobre sus propiedades. Poco a poco los grupos mafiosos alcanzaron plena autonomía frente a sus promotores y establecieron sus propios códigos de conducta y de organización secreta, que incluían juramentos de fidelidad, prácticas de ayuda mutua en sus actividades, estrictas líneas de mando y la obligación de guardar silencio frente a cualquier requerimiento oficial, so pena de pagar con la propia vida. 170 Sobre la mafia existe una extensa bibliografía desde finales del siglo XIX. Una obra que relata el perfil de la presencia de la mafia italiana en norteamericana es la novela El Padrino de Mario Puzo, cuya primera edición data de 1969. Existe también la versión cinematográfica bajo la dirección de Francis Ford Coppola.
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El modelo empresarial - delincuencial de la mafia norteamericana, inspirado en la siciliana, es desvirtuado copiando ejemplo de organizaciones criminales de otros países, pero como acontece frecuentemente, ante la ausencia de imaginación y creatividad, las réplicas no pasan de ser burdas caricaturas que difícilmente permanecen, como sucedió por ejemplo, en Medellín. A raíz del surgimiento y auge del narcotráfico en el Valle de Aburrá a partir de la década de 1970, dentro del contexto de la crisis del modelo económico y empresarial antioqueño, hacen presencia numerosos grupos de narcotraficantes, que inapropiadamente son calificados como mafiosos y que poco a poco son eliminados por los más fuertes. Desde los inicios de la década de 1990 se agudizan las “guerras” entre grupos de narcotraficantes de Medellín, a lo cual contribuye la presencia de comandos paramilitares y la muerte de Pablo Escobar en 1993.
La economía popular delincuencial: 25% de la fuerza de trabajo
La desarticulación de los grandes grupos de narcos antioqueños entre las décadas de 1980 y 1990, la desmovilización de paramilitares rurales durante el primer gobierno de Álvaro Uribe (2002-2006) y la liquidación de las milicias populares de las farc y eln en el mismo lapso, originan la recomposición de las redes criminales en los barrios populares de Medellín, que se reorientan hacia la articulación de organizaciones mafiosas, cercanas al modelo norteamericano, conformadas por el que fuera mal llamado “Cartel de Medellín”. Las nuevas redes populares criminales – empresariales se estructuran desde el barrio, como unidad socio cultural, tejiendo una verdadera telaraña de actividades delincuenciales o muy próximas a ellas, que tienen en los llamados combos barriales el eje organizacional local, para promover y orientar actividades como: •• Cobro de “impuestos” a toda suerte de negocios, desde los más modestos vendedores callejeros hasta medianos empresarios. •• Juegos de suerte y azar, legales e ilegales. •• Los más variados negocios vinculados a la prostitución. •• El complejo mundo de los licores: destilación ilegal, contrabando, adulteración, distribución, bares y similares. •• El jibareo o microtráfico. •• Crédito usurario conocido como pagadiario. 287
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•• Falsificación de diferentes mercancías de consumo como perfumes, libros, máquinas de afeitar, pilas, drogas, bebidas gaseosas, etc. •• Robo de vehículos; durante 2010 fueron robados en Medellín más de 2.000 vehículos. Y numerosas otras actividades comerciales e industriales, las cuales se mueven entre lo legal y lo ilegal. De acuerdo con diversas investigaciones académicas llevadas a cabo por docentes de la Universidad Cooperativa de Colombia y de la Fundación Universitaria María Cano, en los barrios populares del Valle de Aburrá, más del 25% de la fuerza de trabajo está vinculada a las actividades delincuenciales o lumpescas. Indiscutiblemente, frente al degradante modelo político, económico y social vigente, el movimiento cooperativo colombiano debe contribuir a proponer una alternativa viable que dignifique la vida y el trabajo de los colombianos. El cooperativismo es la única propuesta social y económica que no ha fracasado, que continúa vigente y con éxitos, en los países más desarrollados del mundo. Y los fracasos que puedan atribuírsele, se deben al abandono de sus principios, a favor de principios capitalistas.
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CAPÍTULO FINAL
Diómer Agudelo y el pensamiento Político-Cooperativo
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APROXIMACIÓN A UNA BIOGRAFÍA IDEOLÓGICA Por: Gonzalo Pérez Valencia UN PREÁMBULO NECESARIO… Y EN CLAVE PERSONAL
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onocí a Diómer Agudelo en 1977, cuando ya él fungía como gerente de la Cooperativa de Trabajadores de Empresas Públicas de Medellín, y yo me “estrenaba” como director del Departamento de Educación y Desarrollo de financiacoop. Nuestro primer contacto ocurrió en el marco de un Encuentro de Comités de Educación de las cooperativas de Antioquia, que convocamos desde el Instituto, con el propósito de presentar el programa educativo que nos proponíamos ejecutar en los tres años siguientes. Terminado el evento se me acercaron varios de los asistentes entre ellos Diómer, quien me dijo que tenían algunas inquietudes respecto a la propuesta educativa que habíamos hecho, y que les gustaría, a él y a otros dos dirigentes, conversar sobre el tema… la conversación fue durante un almuerzo al día siguiente, y en ella me sentí, debo confesarlo, como presentando un examen político e ideológico sobre lo cooperativo y sobre Financiacoop y, obviamente, sobre el programa educativo que había expuesto en el encuentro… Debo admitir que no fui adverso a las preocupaciones que ellos me manifestaron y con base en éstas afiné un tanto la ideología y los fines de la propuesta educativa original, que apuntaba básicamente a poner en ejecución un proceso de formación en asuntos de orden gerencial y dirigencial cooperativos, muy generales en verdad, pero que buscaba responder a las necesidades de fortalecer las competencias de dirección y gestión que exigía la nueva era del movimiento cooperativo colombiano, signada por un crecimiento empresarial bastante significativo, que no podía seguir siendo administrado y dirigido de la misma forma empírica como se venía haciendo. 291
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Retomando algunas ideas planteadas por Diómer y sus amigos dirigentes, le introduje una especie de componente político al programa en la instalación de los seminarios, a través de una conferencia que yo mismo dictaba; la idea fue darle contexto a la parte técnica que desarrollaba el expositor central de los seminarios que íbamos a realizar, promoviendo la idea de que hacer eficiente el ejercicio de lo cooperativo, tenía sentido, sí, y sólo sí, se acataba rigurosamente los imperativos ideológicos, sociales y doctrinarios que fundamentan el proyecto de asociarse para jalonar una empresa de cooperación autogestionaria. Ahora bien, la primera enseñanza que este contacto con Diómer me dejó, fue que el proyecto cooperativo era una experiencia trascendente y que esa trascendencia se la otorgaban dos asuntos que estaban implicados en esta propuesta de organización: Una, que el cooperativismo y en general todas las modalidades de asociación autogestionaria encerraban una crítica económica y política al modo capitalista de producción y por ende tenían, potencialmente, un gran valor político para aquellos movimientos sociales y partidos políticos denominados de izquierda, dado que poseían un gran valor estratégico. El segundo asunto es que el movimiento cooperativo y en general la autogestión y la cooperación solidarias, eran parte del movimiento de los trabajadores y demás clases y grupos subalternos dentro del capitalismo y en tal sentido debían orientarse, tanto la parte empresarial (hacer de las empresas cooperativas y otras organizaciones similares, estructuras económicas diferentes, alternativas a la empresa capitalista, encaminadas a apoyar el desarrollo creciente de las economías de los trabajadores y demás grupos y clases subordinados), como la parte educativa y organizativa (generar unos procesos educativos tendientes a construir una ciudadanía cooperativa, caracterizada por ser crítica y proactiva), en procura de crear un nuevo modelo de sociedad. A lo largo de los 36 años de amistad que nos unió, creo que fueron esos dos temas los que determinaron nuestras a veces muy largas conversaciones y divagaciones, ya en su oficina (siempre llena de humo de cigarrillo), o en las reuniones, seminarios o encuentros en donde coincidíamos o que organizábamos; o en los aviones o buses en que viajamos por todo el país en un proselitismo intenso para tratar de instalar en el imaginario cultural de los cooperativistas, una idea clave: que el cooperativismo es algo importante y 292
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estratégico para los trabajadores urbanos y rurales, los pequeños productores industriales y agropecuarios; o en los almuerzos o cenas en restaurantes populares, o en las habitaciones de hoteles baratos o de mediana calidad, en donde nos alojaban juntos por ser fumadores empedernidos… siempre hablamos de eso: de lo político que tenía lo cooperativo, y de la pertenencia del cooperativismo y demás formas asociativas al movimiento de los trabajadores… y pienso que eso iluminó su praxis política partidista como militante del partido comunista (él llevó, estoy convencido, o profundizó, el tema cooperativo, tanto en el partido como en el movimiento sindical), como en su experiencia cooperativa. Creo que es preciso señalar aquí que en los últimos años tuvimos un distanciamiento respetuoso que limitó nuestras conversaciones a encuentros furtivos en eventos del Cooperativismo y de la Economía Solidaria, en donde hablábamos un poco siempre acerca de los temas mencionados… por más que he rastreado las razones de esta separación, no he podido encontrarlas en nuestro historial como amigos y compañeros de ruta; en nuestra última cita prometió explicármelas, y me dijo: “creo que el distanciamiento que tenemos, ha sido el resultado del trabajo de los bandidos de siempre… después te cuento qué fue lo que pasó…”. No está demás anotar que el término bandidos, fue usado por Diómer para calificar a esa parte de la dirigencia cooperativa que se apoderó y sigue apoderada del proyecto cooperativo para su propio beneficio y de sus amigotes. En esa misma última reunión, me encargó la elaboración de un documento en donde se expusiera un posible camino de refundación del cooperativismo a partir de la política… ese trabajo quedó inconcluso en un archivo de mi computador, pues cuando llamé a Lucho Salcedo para concertar una cita para mostrarle lo que llevaba elaborado y conversar un poco sobre el asunto, supe que su salud no era muy buena… después vino la terrible noticia, el primero de mayo de 2013, hace más de un año… Cuando supe la noticia y luego de rumiar un poco el dolor de esta pérdida, pensé que los seres humanos y en especial los amigos y amigas existen en dos dimensiones: una, en donde son una realidad cotidiana y otra en donde son un buen e importante recuerdo... En la primera, en la realidad, son los parceros con los cuales compartimos palabras, tintos, ideas, sueños, rabias, proyectos, ideales políticos, enfermedades, risas, en fin: son 293
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esas personas que ocupan un espacio permanente en nuestro mundo, y lo confirmamos a través de llamadas, de largas conversaciones sobre esta vida; y la otra... con los amigos y las amigas, en la realidad, y en realidad, nos hacemos ese nosotros que nos identifica y ratifica como seres humanos, pues aprendemos a vivir y alegrarnos colectivamente... y a veces a entristecernos, como ahora, cuando Diómer partió de este mundo. La otra dimensión ocurre cuando el amigo y compañero de ruta parte de este mundo, dejando de ser una realidad cotidiana, que tiene un nombre y un número en el archivo telefónico del celular o en la agenda, y un lugar en la memoria de los días, y se convierte para nosotros, para su familia, para los demás amigos, en un extraordinario y válido recuerdo, es decir, en una película de vida y nostalgia que fuimos construyendo durante muchos años, y en la cual hay escenas y escenarios diversos con los cuales y en los cuales pudimos edificar, proponer y hacer sueños y expectativas... eso somos los seres humanos. Pensé finalmente: un recuerdo en una foto y otras imágenes, pero recuerdos al fin y al cabo que son buenos y válidos, pues así como lo hizo Diómer, muchas veces hacemos cosas importantes en el mundo y en la vida que vivimos, tal vez no heroicas, pero sí importantes… que es lo importante... Ahora bien: Con base en los planteamientos anteriores pensé, mientras transcurría el ritual de despedida de Diómer, que la mejor manera de rendirle un homenaje a este amigo que se marchó de este mundo, era adelantar un trabajo intelectual, tendiente a recoger y exponer aquellos planteamientos más relevantes que fueron propuestos y defendidos por él a lo largo de su vida dentro del cooperativismo. Pero el sentido de esta propuesta de homenaje, además de realzar las ideas que él formuló, vivió y aplicó mientras participaba en el movimiento cooperativo, es poner en acción una especie de “sano oportunismo” en relación con el desenvolvimiento del movimiento cooperativo y solidario nacional, haciendo propicia esta ocasión para impulsar dentro del movimiento solidario nacional un proceso que nos saque de una vez por todas, de esa especie de marasmo que hoy envuelve y atraviesa las actuaciones sociales, políticas, económicas y culturales del proyecto solidario y cooperativo.
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Lo anterior lo decimos porque percibimos que, sin lugar a dudas, y a pesar de algunos logros significativos en materia económica, social, política y cultural por parte de unas cuantas organizaciones solidarias, la verdad es que este movimiento se encuentra atravesando una etapa en la que se muestra confuso, disperso y polarizado, en cuanto al cumplimiento de las promesas económicas, sociales, doctrinarias y políticas de la autogestión y cooperación solidarias, enfrascado en un financierismo furioso y poco eficiente, distante de los intereses y las expectativas de los asociados y de la sociedad en general; el movimiento solidario deambula en las economías locales, familiares, regionales y nacional como un mecanismo complementario y dependiente de los circuitos económicos capitalistas lo cual, sin lugar a dudas, le resta fuerza a su naturaleza y a sus fines, y lo pone en peligro de una cooptación definitiva por parte de las fuerzas económicas hegemónicas del capitalismo. La idea es, entonces, aprovechar (en el mejor sentido de esta palabra) esta coyuntura dolorosa y triste, no sólo para sus amigos y familia, sino para el conjunto del proyecto cooperativo y solidario colombiano, para promover desde la reconstrucción del pensamiento político-cooperativo de Diómer, una refundación seria y rigurosa de la propuesta de la Economía Solidaria; considero que de esta manera interpretamos cabalmente el sueño de este amigo, que siempre quiso e impulsó una autogestión y una cooperación solidarias, que incluyendo al cooperativismo, al movimiento mutualista, a los fondos de empleados y a otras formas organizativas de autogestión y cooperación, se proyecte como una real respuesta, no sólo al capitalismo y sus parafernalias economicistas y poco amables con la felicidad humana, sino ante la crisis civilizatoria que hoy embarga al mundo entero. Sólo espero cumplir bien esta tarea, pues al iniciarla, siento y percibo la mirada crítica y socarrona que distinguió a Diómer, y sé que en donde se encuentre descansando de esta vida, tendré mi regaño correspondiente si me equivoco… pero siento la necesidad de arriesgarme…
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CONTEXTOS DE LA EXPERIENCIA EXISTENCIAL Y COOPERATIVA DE DIÓMER AGUDELO A Diómer le dolía el mundo y por ello se hizo comunista desde muy joven, es decir, se construyó como un convencido de que la felicidad humana era un derecho inalienable, y para ello buscó aquellas ideas políticas que proponían abiertamente hacer respetar ese derecho; en este camino de búsqueda y encuentro ideológicos se topó, primero con el partido comunista y luego con el cooperativismo; cuando llegó a la cooperativa que gerenció y dirigió durante toda su vida la cual se convirtió, en el lugar de trabajo y en escenario pedagógico, es decir, en una escuela de cooperativismo (nota: gerenciar no es lo mismo que dirigir, aunque, como decía Diómer, algunos quieran entremezclar los términos y así sacar un mejor provecho a su estadía dentro del movimiento cooperativo). Diómer fue consecuente con el mundo que le correspondió vivir cuando era joven: las décadas de los años 60s y 70s fueron escenarios en donde las dimensiones políticas, sociales, culturales y económicas del mundo entero se vieron sacudidas por un torrente de búsquedas incesantes que le apuntaban a la construcción de un mundo más humano y concordante con los intereses de las clases y grupos subalternos que el capitalismo mantenía atados a imaginarios de dependencia y sometimiento. Fue el momento de los movimientos estudiantiles, campesinos, sindicales, profesorales, de artistas e intelectuales, de guerrillas urbanas y rurales y de muchos otros grupos que se fueron uniendo al torrente de búsqueda de naciones más libres y autónomas, de economías a escala humana, de culturas basadas en el respeto a la diversidad, de democracias más profundas y verídicas; en fin, fue un momento histórico en el que muchos hombres y mujeres se unieron (a veces sin conocerse unos a otros, sin las facilidades cibernéticas de hoy) en una búsqueda que le apostaba a sociedades incluyentes, conscientes de que el ser humano es el eje y el objetivo fundamental de todas las prácticas y procesos que se desenvuelven dentro de las organizaciones societales y sociales. Y así, en estos años de convulsiones, cada grupo, cada persona, muchos grupos y muchas comunidades y muchas personas, cada uno a su manera y en su realidad concreta, gritaron contra un estado de cosas que los tenían asfixiados y no les permitían rea296
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lizarse como seres humanos; fueron los años de la revolución cubana, del movimiento sandinista y de las luchas de emancipación de pueblos africanos y asiáticos, de los movimientos campesinos, sindicales, estudiantiles. En estas décadas las universidades, en especial las estatales, y sólo algunas privadas, estaban orientadas a formar profesionales que pensaran y transformaran el mundo y no sólo sirvieran para administrar empresas y procesos productivos del capitalismo, o para manejar los asuntos del Estado para que las cosas siguieran iguales. En medio de este panorama se forjó, nutrió y creció el pensamiento social y político de Diómer. Pero esta efervescencia, desafortunadamente, no tocó al mundo cooperativo de manera frontal sino de manera tangencial y ante todo, como resultado de la presencia de algunos académicos e intelectuales que, como en el caso colombiano, incorporaron este tema en los procesos de formación y de producción intelectual y lo infiltraron en los pénsum de algunos centros universitarios, pero en especial en uno creado por el movimiento cooperativo nacional, el Instituto de Economía Social y Cooperativismo –indesco–, en donde se propuso con nitidez académica y política, que su objeto era la formación de los cuadros profesionales especializados que impulsarían el desarrollo, la transformación y el perfeccionamiento del proyecto de la Economía Social y del Cooperativismo; situaciones de orden político, emanadas de la derecha cooperativa, que contó con el apoyo del Estado, dieron al traste con esta propuesta. El asunto es que la iniciación de la construcción del pensamiento cooperativo de Diómer está contextualizada, en primer lugar, por esa gran marejada de luchas y gritos de libertad que se extendieron por el mundo entero en los años 60s y 70s; en segundo lugar, por la emergencia en Colombia, de procesos y movimientos en casi todos los sectores, clases y grupos sociales subalternos, que reclamaron de manera vehemente cambios en todas las dimensiones de la vida del país. En tercer lugar, por el nacimiento y decadencia de un proyecto y unos procesos orientados a jalonar la creación de un pensamiento científico sobre la autogestión y la cooperación en sus diferentes manifestaciones, y a la formación específica de sus cuadros de gestión, dirección y desarrollo. Por lo anterior, pienso yo, fue que los temas sobre los cuales giró el imaginario cooperativo de Diómer, fueron los que mencioné al comienzo: el cooperativismo como estrategia para impulsar 297
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los cambios sociales y políticos, económicos y culturales que precisaba el país para conseguir que fuéramos una sociedad incluyente, participativa, solidaria y autogestionaria; y el cooperativismo como un fenómeno propio del movimiento de los trabajadores y otros sectores, clases y grupos marginados dentro de la experiencia capitalista. EL PENSAMIENTO SOBRE LO COOPERATIVO Y LA ECONOMÍA SOLIDARIA EN COLOMBIA Aproximaciones históricas y teóricas Lograr un conocimiento y unas explicaciones rigurosas del fenómeno de la Economía Solidaria en su conjunto o de algunas de sus modalidades organizativas y empresariales, o de sus componentes constitutivos exige, ante todo, reconocer que esta expresión organizativa de personas, grupos y comunidades se genera y desenvuelve en tres dimensiones articuladas y complementadas entre sí, como realidad, como teoría y como proyecto. Veamos un poco de cada una de ellas: Como realidad, la Economía Solidaria está constituida por un innumerable mundo de emprendimientos empresariales de diversa índole, que se mueven en todos los sectores de la economía, con base en el ejercicio de la autogestión y la cooperación y otras relaciones económicas solidarias, lo que, finalmente, tiende a garantizar su sostenibilidad y desarrollo estratégico. Hacen parte de esta realidad las cooperativas, los fondos de empleados, las asociaciones mutuales, las famiempresas, las pequeñas empresas, las asociaciones de productores, la economía campesina, la economía familiar, las diferentes modalidades del autoempleo, la economía popular, las empresas comunitarias, las economías étnicas y otros formatos y modalidades empresariales que han sido creados por hombres y mujeres que se perciben y sienten la subordinación y dependencia dentro de la economía y la política del modo capitalista de sociedad y economía y deciden enfrentar con una actuación en colectividad empresarial, aquellas dificultades que obstaculizan el desarrollo, realización y actualización del derecho inalienable a la felicidad y al buen vivir y a un apropiado nivel de calidad de vida.
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Como teoría, es el escenario en el que se crea, desarrolla, conserva, difunde y se desenvuelve (se aplica) el pensamiento teórico e ideológico acerca de la autogestión y la cooperación solidarias en sus distintas expresiones. En otras palabras, es el lugar por excelencia para la construcción de los imaginarios culturales que acompañan y sirven de fundamento a la experiencia de la Economía Solidaria en sus diferentes expresiones organizativas. Ahora bien, para comprender el carácter e importancia de esta dimensión, es preciso establecer una premisa: toda praxis humana está acompañada de un pensamiento que la sustenta, la explica y la proyecta y además, le da sentido existencial y social. En este orden de ideas, no es dable hablar de teoría y práctica como dos mundos contrapuestos, sino como dos instancias de la experiencia humana que se complementan e inter-determinan y en su existencia concreta se puede dar la presencia predominante de una de las dos, lo cual es propio de los procesos y de las actividades de los seres humanos; por ello, en ocasiones se percibe que en éstos predominan los aspectos prácticos y otras veces, el comando de la dinámica de tales hechos lo tiene la teoría. La autogestión y la cooperación, esto es, la actuación en colectividad, en función de darle solución a problemáticas que afectan y agreden la calidad de vida, el desarrollo y el bienestar de grupos y comunidades, siempre han estado acompañadas de pensamiento, es decir, de elaboraciones, a veces fantásticas (véanse los mitos fundacionales de las comunidades primitivas), en ocasiones ideológicas y, en la era moderna, teóricas. Los intelectuales (aquellos a quien el camarada Trostky llamó acertadamente “compañeros de ruta”), las academias y los académicos y los procesos educativos son, por excelencia, los actores “productivos” de esta dimensión de la Economía Solidaria. La tercera dimensión es la Economía Solidaria como proyecto; para explicar su contenido, comencemos diciendo que la autogestión y la cooperación solidarias no son sólo una realidad y no solamente en torno a ella se ha construido un pensamiento económico, social, cultural, político, propio y nuevo, sino que la actuación en colectividad es también la búsqueda, elaboración y despliegue de un gran proyecto que implica, no sólo aspectos 299
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económicos, sino elementos de orden político, cultural y social. Esto significa que la Economía Solidaria en sus distintas manifestaciones organizativas se proyecta hacia el futuro, es decir, quiere ser mucho más de lo que actualmente es, tiene pretensiones y vocación de transformar la vida de las sociedades en donde se encuentra operando (Razeto, 2011). Desde esta dimensión, todos los hombres y mujeres que se acercan a la Economía Solidaria, que participan de ella, tienen que comprender que esta propuesta debe significarse como un proyecto, o sea, como una realidad en la cual se participa con la intencionalidad de trascender en lo económico, lo político, cultural y social. En este sentido, se tiene que admitir que la Economía Solidaria, en sus expresiones cooperativas, mutualistas, fondos de empleados, empresas comunitarias y otras formas organizativas de autogestión solidaria, tiene la capacidad de integrar procesos reales, de movilizar personas, organizaciones, iniciativas, emprendimientos, en torno a proyectos concretos; tiene capacidad de pensar y pensarse y elaborar propuestas más amplias; tiene la capacidad de validar social, ética y económicamente una economía distinta a la economía capitalista. Por éstos y otros motivos, la Economía Solidaria existe también como un proyecto. Ahora bien, como el propósito de este capítulo del libro es ocuparse de visibilizar el pensamiento acerca de lo cooperativo que Diómer tuvo y desarrolló a lo largo de su historia dentro del movimiento solidario del país y sin desconocer que este entrañable amigo no fue ajeno a ninguna de estas tres dimensiones, por el contrario, su vida se desenvolvió intensamente en todas y cada una de ellas, pasaremos a tratar, en primer lugar, cómo se ha desenvuelto el pensamiento sobre la autogestión, lo cooperativo, lo solidario y la actuación en colectividad en nuestro país; luego, expondremos algunos apartes (los más significativos) del pensamiento cooperativo de Diómer. Por otra parte, pienso que el libro en general muestra cómo ese pensamiento se manifestó en la realidad y en el proyecto, tanto de coofinep como del movimiento solidario nacional. El pensamiento sobre lo cooperativo y en general sobre ese fenómeno organizativo que hoy conocemos como Economía Solidaria, ha vivido un desarrollo que puede segmentarse en tres etapas básicas: 300
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Una primera etapa que va desde la llegada de las ideas cooperativas y mutualistas a finales del siglo XIX y comienzos del XX, que jalonaron tres hechos importantes: la constitución de las primeras sociedades mutuales, la creación de las primeras cooperativas y la inclusión de las propuestas de organización cooperativa en el proyecto político liberal (Rafael Uribe Uribe fue el mentor principal de estas ideas), en las experiencias iniciales del sindicalismo (María Cano, Ignacio Torres Giraldo, fueron dos de sus exponentes más sobresalientes) y en la acción social de la iglesia católica (el trabajo de difusión de la idea cooperativa del padre Adán Puerto, fue una de las acciones más importante). El surgimiento de estas ideas de trabajar en colectividad para hacerle frente a algunos problemas de subsistencia por parte de grupos y clases subalternos en esta etapa, está relacionado de manera directa con tres acontecimientos acaecidos en Europa en los siglos XVIII y XIX: 1: La insurgencia de un pensamiento social crítico y/o reformista, que mostró enormes discrepancias de forma y contenido con el proyecto liberal capitalista que venía consolidándose en este continente; doctrinas e ideologías como el marxismo, el anarquismo, la socialdemocracia, el pensamiento social de la iglesia católica, cada una a su manera, pusieron de presente unas formas de pensar el mundo, el ser humano, la economía y la sociedad en su conjunto, que propugnaban por la creación de sociedades diferentes a las que prometía el proyecto capitalista original; y dentro de esas ideas, se encontraban las propuestas cooperativa y mutualista, a manera de estrategias de organización económica y social, por parte, principalmente, de los conglomerados proletarios que se formaron en las ciudades al unísono con el desarrollo industrial y los pequeños y medianos campesinos productores; a éstos se unirían más adelante los profesionales y los trabajadores independientes de las grandes ciudades, que soportaron también los rigores del capitalismo; estas experiencias de organización económica y social tuvieron distinto nivel de desarrollo y expansión, así una incidencia diferente en el proyecto global de sociedad y economía capitalistas, en sus expresiones nacionales.
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2: El nacimiento de las primeras experiencias cooperativas y mutuales concretas en los ámbitos del proletariado industrial y del campesinado empobrecido de casi todos los países europeos. 3: La insurgencia de un pensamiento específico acerca de la propuesta de organización cooperativa, principalmente, aunque también se dieron discursos acerca de la experiencia mutual y de otras formas asociativas, que inicialmente estuvo ubicado en personas y organizaciones (Robert Owen, Cooperativa de los Pioneros de Rochdale, André Gide, Fourier, y otros más); comenzando el siglo XX, estos temas fueron introducidos en el ámbito académico en Europa y en los Estados Unidos y Canadá, dando lugar a un proceso importante de validación social de la idea de actuar cooperativa y mutualmente. Los ecos de los acontecimientos anteriores relacionados con la idea y la práctica cooperativa, con el mutualismo y otras formas asociativas, llegaron a Colombia poco a poco y fueron articulados a los procesos de construcción republicana, en parte para sustentar las organizaciones de artesanos (sociedades democráticas, sociedades populares, sociedades mutuales), de trabajadores y de pequeños productores (cooperativas de base sindical, cooperativas de tipógrafos). Este pensamiento sobre lo autogestionario, la cooperación y la economía estuvo marcado por elementos de orden político, doctrinario y político, pero sin mayor trascendencia académica e intelectual, pues como idea se refugió en movimientos y organizaciones, en sus plataformas ideológicas, en sus manifiestos y en sus discursos. La segunda etapa, que se desarrolló a partir de los años 30s del siglo XX y culmina en los años 80s, se caracterizó por la presencia en el pensamiento sobre lo cooperativo y lo mutual (que fueron las expresiones más sobresalientes de la actuación en colectividad por parte de trabajadores y campesinos) de tres contenidos principales: Por un lado, se inicia un discurso jurídico que se institucionaliza con la expedición de la primer ley marco del cooperativismo (la 134 de 1931), luego de un concurso abierto por el gobierno nacional, y en el cual participaron juristas que habían sido seducidos por el tema del cooperativismo y que tuvieron acceso, tanto a textos 302
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jurídicos europeos como a libros y otros documentos sobre la propuesta de actuación cooperativa en la economía publicados en algunos países europeos, especialmente en Inglaterra, Alemania y Francia. Por otro lado, en esta segunda etapa hace presencia un discurso ideológico-doctrinario, que recoge de forma taxativa la experiencia socio-cultural del cooperativismo, el mutualismo y el asociativismo que se desarrollaba en Europa, cuyo contenido evidenciaba ante todo una clave ética que acompañó las primeras manifestaciones ideológicas cooperativas y mutuales, a lo cual se sumó el componente doctrinario que ya direccionaba la Alianza Cooperativa Internacional –aci–, que servía de base para difundir y promover la creación de las cooperativas. Estos dos primeros discursos fueron la base fundacional para la difusión y fomento de la organización cooperativa durante los 50 años de esta etapa y con ellos se formó la conciencia y se pretendió otorgar las competencias y habilidades necesarias para operar las empresas cooperativas. Dan fe de estos planteamientos los libros editados en esta etapa, así como las cartillas que se elaboraron para hacer educación cooperativa, y los contenidos que se impartían en los cursos que se realizaban para la creación de cooperativas (también de asociaciones mutuales y fondos de empleados, pero en menor magnitud). Esta tendencia del pensamiento cooperativo fue muy cercana al movimiento sindical en sus distintas versiones. Un tercer contenido, o si se quiere, una tercera tendencia del pensamiento cooperativo en esta etapa, lo constituyó un discurso socialista (no existe otro término para designar esta tendencia) sobre lo cooperativo, que nace a iniciativa de unos cuantos profesores universitarios (economistas y sociólogos principalmente), surgiendo de una especie de combinación de las tesis marxistas –socialistas, leninistas, bakunistas y otras– sobre la experiencia cooperativa y mutualista que se venían desenvolviendo en el ambiente político y social europeo, y una especie de pensamiento latinoamericano (nacionalista), que le dio una lectura novedosa a la experiencia de la autogestión y la cooperación, al vincularla a los procesos de búsqueda de una sociedad más inclusiva y democrática y en última instancia, a las luchas por la autonomía de las economías nacionales y del continente en su conjunto, respecto a la hegemonía capitalista. 303
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Antonio García Nossa fue, en los primeros años, el más representativo de esta tendencia; luego vendrían otros profesores universitarios con lecturas iguales o mejoradas de lo cooperativo y su articulación a los procesos de construcción de nuevas maneras de hacer sociedad y economía; entre ellos se cuentan: Marco Antonio Mancilla, José del Carmen Moreno, José María Rojas, Fernando Urrea, Ciro Roldán y otros académicos; todos ellos hacían parte de la nómina profesoral de la Universidad Cooperativa Indesco –uci– (hoy Universidad Cooperativa de Colombia) y desde los ámbitos de academia, investigación y extensión, fueron los artífices de un proyecto de construcción de un pensamiento Cooperativo y de Economía Social, que se fundamentaba en tratar de crear un movimiento social y económico de autogestión y cooperación, adscrito a procesos de transformación social. Una crisis político-administrativa de la uci dio al traste con el desarrollo de esta tendencia de pensamiento cooperativo, que quedó reducida a unas cuantas personas que buscaron darle continuidad a sus contenidos y orientaciones, pero fueron de alguna manera aisladas en los años 80s por una dirigencia marcadamente derechista; después de ella vendrían los tecnócratas, que la desplazaría y profundizaría la derechización del cooperativismo y los fondos de empleados, cuya manifestación ha sido el financierismo exacerbado, que uncido como un elemento marginal y complementario de los circuitos capitalistas, ha terminado por desdibujar el proyecto cooperativo, hasta tal punto que hoy se ha hecho preciso establecer una “distinción” institucional por parte de la Confecoop, en unión de la aci, para indicar cuáles cooperativas son realmente cooperativas, lo cual no es un avance sino un retroceso, producto precisamente de las deformaciones a que se han sometido a las expresiones de actuación autogestionaria y cooperativa. La tercera etapa del pensamiento sobre lo cooperativo se inicia en los años 90s, cuando el cooperativismo y los fondos de empleados se abren a una vivencia profunda y especializada de la economía financiera, cuyos hitos fundamentales son la creación de los bancos cooperativos (3) y de una buena cantidad de las denominadas cooperativas financieras, una nueva modalidad de organización empresarial que, a pesar de lo que puedan decir sus defensores y actores, no han representado una verdadera ganancia estratégica para el movimiento solidario y cooperativo nacional, por el 304
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contrario, ha sido causa de no pocos malestares y problemas, sobre todo en ciudades como Medellín, en donde desarrollan una intra-competencia poco concordante con la teoría y la filosofía de la autogestión y la cooperación solidarias (vale la pena anotar que en su momento, en un breve diálogo con Diómer, le señale mi discrepancia con la idea de llevar la Cooperativa que él regentaba hacia esa modalidad... sonrió y me espetó una de sus frases favoritas: “vos no entendés de esto de economía y empresa… lo tuyo es la filosofía…”). En esta etapa se van a presentar dos tendencias de pensamiento sobre lo cooperativo: una que recreó y desarrolló unas ideas tecnocráticas, adobadas con altas dosis de un legalismo sobre la economía financiera; la otra tendencia albergó y promulgó una nueva lectura de lo cooperativo, enmarcándolo en tesis que se cobijaron bajo el concepto de Economía Solidaria o Economía de la Solidaridad y el Trabajo, u otros términos que comenzaron a circular en el mundo de la autogestión y la cooperación, sobre todo en algunos centros académicos (Universidad Javeriana, Fundación Universitaria Luis Amigó, Universidad Cooperativa de Colombia, Universidad del Valle, Universidad Cooperativa de San Gil) que recogieron la propuesta de pensar estos fenómenos de organización económica bajo una nueva óptica teórica, trabajada en América Latina por el profesor Luis Razeto Migliaro, al que le siguieron otros intelectuales y académicos en todo el continente. Ese pensamiento tecnocrático enfatizó fundamentalmente en el carácter empresarial-financiero de las formas asociativas de autogestión y cooperación, basado principalmente en la presencia de las cooperativas y los fondos de empleados como las maneras de actuación en colectividad más notorios en el ambiente económico y social del país, y fue y es el modo de pensar hegemónico; es un pensamiento de lo cuantitativo, de los resultados económicos (excedentes, patrimonios, activos, cartera, etc.), y de la ortodoxia financierista, para quien lo social es algo así como el mercadeo y la publicidad; en fin: es una manera de pensar lo cooperativo y lo solidario desde la perspectiva de la racionalidad y las lógicas operacionales capitalistas, para lo cual lo social es un adjetivo circunstancial que se hace siempre y cuando sirva para mejorar los negocios.
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Esta manera de pensar la autogestión y la cooperación solidarias, conduce necesariamente al panorama que hoy exhibe el movimiento solidario, es donde es notable que la lucha no es por cumplir las promesas y potenciar las cualidades de la acción colectiva, sino cumplir las metas de captación y colocación; atrás queda entonces el objeto social de las organizaciones solidarias, debidamente consignado en el cuerpo estatutario que habla que las personas nos cooperativizamos para lograr una actualización y el desarrollo de nuestra calidad de vida, junto con nuestras familias. La otra tendencia se caracteriza por hacer evidente un riguroso cuerpo teórico que da cuenta de lo que es y significa la cooperación y demás formas de actuación en colectividad dentro de los procesos económicos, pero sobre todo, permite conocer la racionalidad económica y las lógicas operacionales propias de la naturaleza de las formas solidarias de la economía, distinguiéndolas de las otras maneras de hacer economía: la capitalista y la estatal. Ahora bien, estos contextos del pensamiento sobre lo cooperativo en sus distintas manifestaciones, fueron el escenario en donde Diómer pensó y desarrolló su experiencia vital como administrador y como dirigente del movimiento cooperativo (es a una de las pocas personas a las que se le puede reconocer este doble carácter dentro del movimiento solidario); es evidente que su pensamiento se nutrió de los libros que se escribieron en el transcurso de estas tres etapas, de los documentos que se elaboraron al calor de coyunturas y procesos, algunos de los cuales compartió sus contenidos y orientó su elaboración; de las conferencias, foros, encuentros, seminarios, y otras actividades académicas e intelectuales que surgieron desde estas tendencias a través del tiempo, en los cuales él estuvo presente; de debates y discusiones, en ocasiones acaloradas y en otras sosegadas, que se suscitaron durante los años que vivió inmerso en el mundo de lo cooperativo; en fin, de mucha parte de lo que se escribió y se dijo durante más de 40 años en el mundo de la Economía Solidaria en sus distintas manifestaciones, el amigo Diómer extrajo su ideario acerca de lo cooperativo y en la etapa final de su vida, acerca de la Economía Solidaria. Pero el marco desde el cual se producen las elaboraciones que hizo y expuso, siempre fue el que construyó con sus lecturas de las obras principales de los pensadores socialistas, por este motivo, siempre manifestó sus preferencias por 306
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un Cooperativismo y una Economía Solidaria para transformar el mundo, no para contemplarlo desde la comodidad de una burocracia contaminada de afanes de un poder sin proyecto social ni económico, como tampoco político y cultural. Pero mejor pasemos a algunas de expresiones del pensamiento de Diómer sobre el asunto cooperativo y sobre otros tópicos relacionados con este acontecimiento tan importante en la vida de la humanidad. ¿CÓMO PENSÓ DIÓMER AGUDELO LO COOPERATIVO Y LA ECONOMÍA SOLIDARIA? Advertencia necesaria: Diómer no fue un escritor sistemático de sus ideas, más bien se le puede considerar como un escritor de coyuntura: escribía una especie de guión de lo que quería expresar en los escenarios en donde asistía. Por esta razón los textos que se exponen a continuación fueron extraídos y seleccionados de algunos vídeos que se grabaron con sus intervenciones en eventos cooperativos y de unos manuscritos que fueron encontrados por personas cercanas; además, se incluyen unos textos que son apartes de documentos que él suscribió y orientó, por lo tanto pueden ser considerados como parte de su pensamiento EL PENSAMIENTO POLÍTICO-COOPERATIVO DE DIÓMER AGUDELO EN CONCRETO En términos intelectuales y de imaginario personal, los seres humanos pensamos, elaboramos y operamos nuestras ideas acerca del mundo y sus diversos componentes, a partir de tres fuentes básicas: de nuestras propias elucubraciones y reflexiones, que a veces expresamos por escrito o las decimos en los escenarios en donde actuamos profesional y existencialmente; de los libros, documentos, películas, conversaciones, vídeos y otras imágenes, a los cuales tenemos acceso en nuestra cotidianidad y que hacen parte del proceso formativo formal y no formal que nos corresponde vivir y desarrollar, del cual extraemos pensamiento para pensar y actuar en el mundo; y por último, de textos y palabras a los cuales accedemos por diferentes vías (lecturas y escuchas), que hacemos nuestros y suscribimos y asumimos y las incorporamos como ideas propias (son una especie de epígrafes, 307
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que ponemos en ciertos momentos discursivos, como garantes de nuestra manera de pensar), pues entendemos que reflejan de manera directa y concreta ideas y elaboraciones que en algún momento de nuestras vidas se nos ocurrieron, pero no las escribimos. El pensamiento político-cooperativo de Diómer se desenvolvió de esa manera, como lo atestiguan sus escritos y sus intervenciones públicas, pues en ellos se encuentran textos propios, complementados con citas literarias (poéticas, narrativas o teóricas) de diverso origen y documentos que conservaba en su archivo personal que le nutrían sus exposiciones. Estos últimos eran textos a los cuales adhirió por convencimiento, a los cuales añadió comentarios y correcciones. Dentro de estas fuentes en las cuales Diómer captó y configuró en gran parte de su pensamiento político-cooperativo, hay tres elementos que merecen una explicación especial en esta presentación, que pertenecen a los textos a los cuales adhirió de manera irrestricta, aunque su participación en su elaboración no haya sido directa sino a través de sugerencias o comentarios. Uno de estos elementos es texto que sirvió de base al nacimiento de una propuesta de organización intelectual y política que lideró el maestro José del Carmen Moreno, que se llamó guia, a la cual Diómer adhirió como militante; otro elemento son los editoriales de entérese, el Boletín Educativo de coofinep, el segundo es el documento que se produjo como sustento programático e ideológico del proceso que condujo a la constitución de la coordinadora nacional de integración cooperativa –conic–. (Grupo Unificado de Investigación y Acción Cooperativa) fue un proyecto con el que pretendimos (estuve vinculado directamente durante los años que estuvo activo este proyecto) dar inicio a un proceso intelectual especializado en el tema cooperativo y de Economía Social, cuyo propósito principal fue tratar de imprimir a la dinámica del cooperativismo y de otras organizaciones asociativas, una orientación nueva, que rescatara lo que en su momento llamamos “las promesas históricas cooperativas”. Diómer adhirió a esta propuesta, suscribió el documento que la sustentó y éste siempre estuvo en su archivo personal y fue consultado repetidamente durante mucho tiempo. guia
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La responsabilidad de pensar y elaborar los editoriales de entérese ha recaído siempre en Luis Eduardo Salcedo, en su calidad de encargado del área social y educativa de la cooperativa y como tal, cada mes, durante más de 22 años, se ha dedicado a “montar” el boletín en general, en especial a definir sobre qué asunto se pronunciaría la parte central de este medio de comunicación institucional, esto es, el editorial. Este trabajo se iniciaba con una consulta a Diómer, en ocasiones con alguna sugerencia temática y a veces con una pregunta directa acerca de sobre qué se debía escribir este mes. Una lectura detenida a los boletines de los últimos años (desde 1992 hasta comienzos del 2013), permite concluir que luego de una etapa inicial en la cual no existió un editorial en el boletín, principia una fase en la que se inserta este componente, lo que va a darle a este medio un nuevo perfil: ser un modo comunicacional de promover ideas y pensamiento críticos, no sólo en relación con el mundo cooperativo y solidario, sino con los contextos próximos (Medellín, el país), y lejanos (el resto del mundo), lo que viene finalmente a hacer evidente que el accionar cooperativo, por lo menos desde la perspectiva de Diómer y coofinep, debe tener una conexión permanente y creciente con todos los entornos. Una muestra rápida de esta universalidad ideológica y política del pensamiento del amigo Diómer se puede ver en los titulares de algunos de los editoriales de entérese: - - - - - - - - - - - -
“La economía solidaria, una alternativa humanista” “El Congreso Cooperativo: un espacio para todos” “La sociedad civil: juguete o alternativa” “El cooperativismo y la participación en elecciones” “¿Qué pasa con las cooperativas financieras? “El cambio como renovación del compromiso” “Coofinep, territorio de paz” “Aticemos la paz, no la guerra” “Empleo, Cagúan y economía solidaria” “Plan made in Colombia” “No ceder en los propósitos de paz” “La corrupción, peor que la guerra” 309
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“Guerra y negociación” “Modelo económico Vs ruina social” “Otro mundo es posible” “La trampa de la deuda externa” “La humanidad no está en venta” “La moñona guerrerista” “Se busca la ética” “Evo” “Carta a Obama”
El otro elemento que sirve para caracterizar el pensamiento de Diómer, es el documento que sirvió de fundamento para el desarrollo del proceso de integración cooperativa denominado conic. Desde el punto de vista histórico del Cooperativismo y la Economía Solidaria nacionales, el conic representa el momento de mayor lucidez organizativa, analítica y programática del movimiento cooperativo, pues constituyó una etapa en la cual el cooperativismo de base se propuso retomar las riendas de su propio destino, o como lo expresa la portada de la reedición que hizo el Fondo Editorial Cincop con el apoyo de varias cooperativas (entre ellas coofinep), “Cuando el cooperativismo de base dijo ¡¡¡basta¡¡¡”, empezó una nueva búsqueda tendiente a construirse como una real alternativa transformadora al capitalismo y a un cooperativismo “líquido” que se había instalado como hegemonía dentro del movimiento. Desde el comienzo de este proceso, Diómer estuvo presente y con él la cooperativa que gerenciaba, participando activamente en todas las acciones que se impulsaron de orden organizativo, educativo y político; por ello, porque este nuevo cooperativismo descrito en el documento de Memorias del Primer Encuentro de Cooperativas de Base realizado en 1986, luego de ocho meses de trabajo, era una expresión fehaciente de sus ideas políticas y cooperativas, Diómer avaló y suscribió todos los planteamientos que se hicieron dentro y fuera del documento central. Este hecho es más que suficiente para señalar que lo que allí se dice, hace parte del ideario político-cooperativo de este importante amigo Diómer, lo que motiva que transcribamos algunos apartes del mismo como una manifestación de su pensamiento.
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Ahora bien, no está por demás aprovechar esta ocasión para sugerirle a quienes lean este libro que se aproximen de manera comprometida a ese documento del conic y se hagan cargo de algo que manifiestan los editores que asumieron la re-edición de este documento: “El Fondo Editorial de cincoop–fec, publica su nueva Serie Cuadernillos de Doctrina, Memoria y Debate, comprometido con la difusión de la ideología cooperativa histórica y vigente, con la recuperación de la memoria digna y la voz de la mayoría del movimiento cooperativo nacional, que anime el debate para repensarnos y deconstruir desde la diversidad societaria los unanimismos inventados por algunas élites de poder y representación de representativos microsectores empresariales cooperativos. Además, con la comprometida intencionalidad de conservar vivo el sueño cooperativo/solidario en los mundos local y nacional, que cruzados por los supuestos de desarrollo, progreso y bienestar del proyecto moderno civilizatorio occidental del siglo XVIII, se encuentra ahora en franco desencantamiento económico, social, ambiental, político y ético. Al punto que pensadores/as y académicos/as sociales, ante la posible pérdida de viabilidad del sistema mundial, predicen que nos encontramos ante el caótico desafío de construir nuevas ciencias de la sociedad y de sistemas explicativos, doctrinas e instrumentos de gestión legitimadores, así como otra ideología del desarrollo. Es decir, un nuevo sistema de pensar, conocer, actuar y relacionarnos con la sociedad y la naturaleza o el cosmos de los filósofos y cosmovisiones de los pueblos originarios” (página 5)
Finalmente una aclaración: Aunque la primera intención y tentación fue segmentar temáticamente las distintas expresiones de lo que hemos denominado el pensamiento de Diómer, optamos por hacer una diferenciación a partir del origen o fuente de las ideas que expuso a lo largo de su vida; no se transcribieron todos los documentos disponibles, sino apartes de aquellos que, a mi juicio muy personal, evidencian el talante ideológico y de pensador de este enorme e inolvidable amigo.
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TEXTOS DE AUTORIA DE DIÓMER
Noviembre 30 de 1994 Existen similitudes entre el trabajo cooperativo y el trabajo político. Cuando en el cooperativismo se trabaja con el concepto de militancia, se pega a la piel, se convierte en uno, se da una especie de mutación. El compromiso cooperativo, así como el trabajo político, permiten obtener muchas cosas: conocimiento, relaciones profundas del ser humano, la sociedad, los mecanismos de poder, la exclusión, la injusticia, la desigualdad… Porque creo que el cooperativismo se debe constituir en una forma de vida, ya que en su filosofía confluyen las más nobles utopías soñadas por la humanidad, desde el cristianismo primitivo, en los proyectos planteados por los socialistas utópicos, hasta llegar a los modelos de sociedad propuestos por el marxismo, por la sociedad del futuro. La historia de las personas está ligada a la historia de las organizaciones. Un individuo o un pueblo sin memoria, son seres muertos, sin esperanza de futuro, son entes sin utopías, sin alternativas de vida. Olvidar la historia es una torpe forma de renunciar a la vida. Una de las patologías más graves de nuestros pueblos son los problemas de identificación, generados por el desconocimiento de lo se fue, de lo que se debe ser o quiere ser. El proyecto cooperativo tiene su historia, tiene su identidad, no dejemos que otros lo hagan por nosotros. ¿Saben qué es la felicidad? La felicidad es la lucha por construir el mundo que soñamos, que anhelamos, un mundo de equidad”.
Octubre 18 de 2012 Creemos con sinceridad y con toda esperanza, que llegó la hora de culminar el conflicto armado interno que sufre desde hace cinco décadas el país, sobre todo porque afecta a buena parte de la población civil y superar las causas de orden estructural y la exclusión política que ha sido caldo de cultivo para la utilización de la violencia como recurso para ejercer el poder… Deseamos éxitos en el proceso que se acaba de iniciar en Oslo y, como lo dice el Acuerdo General firmado entre el gobierno nacional y las Farc, sea la cuota inicial para la construcción de la paz con inclusión social, económica y política de la mayoría de la sociedad; por supuesto no será un proceso fácil, porque debemos recordar que esta negociación es entre enemigos y no se puede pretender que en las primeras de cambio las partes desechen sus diferencias y miradas opuestas para no incomodar a quienes, 312
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por principio, prefieren la guerra, la confrontación irracional como forma de camuflar los verdaderos intereses económicos y políticos con los que han convivido y se han lucrado durante años. En este escenario de la democracia, todos saben de los muchos intereses que la política y el poder satisfacen o alimentan en los seres humanos. Se equivocan quienes creen que un proceso de paz con las guerrillas actuales debería ser un proceso de sometimiento o claudicación de las mismas. Algunos creen que esta es una negociación entre vencidos y el ganador. Falso servicio hacen para superar la guerra quienes parten de este convencimiento. El conflicto armado y el silencio de las armas la acuerdan los guerreros y la sociedad civil debe apostar por contribuir a la consolidación de la paz; en es propósito todos debemos ceder. A propósito, el único sector económico que está reseñado para motivar y ser parte activa en la etapa posterior al cese del conflicto en el acuerdo general entre el gobierno y las Farc”, es el cooperativismo y la economía solidaria. El sector solidario no debe ser inferior a ese llamado que hacen de común acuerdo las partes que seguirán negociando en Cuba.
La crisis y el cooperativismo Hasta los más puros representantes del capitalismo salvaje reconocen que el mundo de hoy está en una profunda crisis que ya no es sólo económica y financiera, es también política y ambiental y claramente ha hecho trizas los valores del humanismo y la solidaridad. Donde hay diferencias es que los defensores del statu quo no creen en el fracaso y no creen que lo que fracasó, lo que hizo agua, fue un modelo de cultura, un paradigma. Por otro lado, algunos creemos sencillamente que los crearon, facilitaron y por omisión ayudaron a desatar esta crisis global, no pueden ser los mismos que hoy quieran o puedan superarla. Esta crisis del ser humano que en lo fundamental es una agresión contra todos los seres humanos y contra la naturaleza, o la madre tierra, como lo dicen los pueblos originarios, la podemos parar quienes hemos sido las víctimas del fracasado modelo. El cooperativismo en general debe superar épocas de alcahuetear ese lesivo capitalismo que nos destruye. Es necesario hacer un ‘mea culpa’ y retomar el camino de la cooperación, la solidaridad y la transformación de métodos y propósitos y trabajar con fuerza y de la mano con el resto de la economía solidaria, por una economía y un mundo mejor.
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Le corresponde a la base asociativa hacer los ajustes y cambios necesarios en las estrategias y la dirigencia cooperativa, para poner al movimiento solidario con los grandes propósitos que en el mundo caminan por unas finanzas solidarias y éticas que prioricen a la gente por encima de los dividendos, que transfiera beneficios solidarios a los sectores más necesitados de la sociedad. Contribuir con un consumo y comercio responsables con las personas y el medio ambiente y por rescatar y valorar el papel de las mujeres, los jóvenes y las comunidades populares.
El reto de la economía solidaria Por estos días y a la carrera, para resolver mezquinos intereses de los mal llamados grupos económicos cooperativos, obedeciendo a los objetivos coyunturales del algún ministerio, una parte de la dirigencia cooperativa anda ocupada en tratar de maquillar la Ley 79 de 1988, pero sin dar el lugar y el importante valor que tiene el cooperativismo, no sólo en la constitución nacional sino en la grandes soluciones que necesita el país y que pueden ser generadas por el cooperativismo… Lo que requerimos es un gran debate estratégico y participativo que lleve a una nueva ley marco de fomento y desarrollo de la economía solidaria. Esos son los retos que necesitamos asuma el cooperativismo nacional y al que llamamos a los diversos niveles del ejecutivo y en general a la dirigencia de los partidos políticos de la ciudad y el país.
Septiembre 18 de 2012 ¿Qué significado tiene que una organización cooperativa cumpla 50 años de vida? Para responder esa pregunta vamos a mostrarles a ustedes unos sueños que siempre hemos querido realizar: resistencia social, dignidad humana, solidaridad y paz. Las organizaciones sociales (cooperativas, sindicatos, ongs, acciones comunales, etc.) sólo subsisten y se desarrollan a través de la resistencia social. Somos resistencia social cuando combatimos la situación existente y buscamos desarrollar un modelo alternativo y una nueva forma de hacer economía. Nos ponemos de pie cuando vemos amenazada nuestra dignidad, fundamento de todo derecho humano. La resistencia civil es un método de lucha política colectiva (acción no violenta). 314
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La resistencia, como lógica de acción colectiva, no transige con ninguna forma de dominación, de explotación o de opresión. Su lógica es emancipativa y libertaria. Estamos vivos y gritamos con fuerza y coraje para decir: nuestras vidas, nuestras alegrías y nuestras risas llamarán para siempre al aire, al ambiente, a la vida y dirán queremos amor, ternura y paz. Queremos construir un país donde no se oiga, porque no existirán, los gritos de los ahogados, la rabia de los expulsados, el odio de los asesinados, la tristeza de los huérfanos ni la soledad de los desposeídos.
Junio 21 de 2012 Nuestra vida se ve afectada por el dolor de patria por lo que sucede en la Comuna 8, cuando vemos un estado de preocupación que se basa en la imagen, en la publicidad y no en los seres humanos. Nuestra ciudad está en los niveles más altos de inseguridad y exclusión social… Los responsables no son los jóvenes y el problema de la paz no lo resuelven las armas… Sólo a través del amor, el empleo, la educación y las oportunidades, lograremos la paz… La familia es el eje fundamental de nuestra sociedad y por ello debe recuperar su lugar en la historia y en el desarrollo… No se habla sino en forma individual de la mujer, los jóvenes, de la tercera edad, pero nunca se plantea acerca del núcleo de la familia, así se separan, por efectos comerciales los homenajes al papá y a la mamá, cuando en realidad se debiera rendir un homenaje a la pareja… Que nuestras vidas no se pierdan en la acumulación de cosas, en deseos vanos de tener y poseer elementos que no nos sirven sino para llenar espacios y crear vacíos… …Algunos de ustedes se preguntarán: ¿Qué son 50 años? Cumplir media centuria en nuestro país es una proeza, pues anualmente se acaban miles y miles de empresas… ¿Y cuántas cooperativas se han acabado? Miles. Entonces debemos sentirnos orgullosos de contar, ustedes sus dueños, con una organización sólida, responsable, independiente y autónoma; contestataria y luchadora por los derechos humanos, muchas veces enfrentando a las normas lesivas del Estado, que buscan cerrar la voz del colectivo, de la esperanza y de la vida. ¿Quiénes fundaron la cooperativa? Personas como usted y yo, seres cuyo valor está por encima de lo normal, pues son luchadores en su mayoría de extracción campesina, trabajadores que se desempeñan como mecánicos, conductores, mensajeros, electricistas y muchos otros oficios, cuya ma315
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yor satisfacción fue haber participado con todo el corazón y coraje en la gestación de un sindicato y de una cooperativa para los trabajadores… Se enfrentaron no sólo al patrón sino a la iglesia, a los terratenientes, pero lograron su objetivos… Fueron 28 héroes, trabajadores de eeppmm, los que consiguieron este triunfo…
Junio 8 de 2011 Estoy convencido que el proyecto cooperativo, el modelo cooperativo, entrega no sólo bienestar sino que es la construcción de una nueva forma de hacer economía. Una economía donde, a diferencia del sector privado lucrativo, el ser humano, la persona, esté por encima del dinero y la ganancia… tendremos que hacer posible que el dinero se convierta en el rostro de un niño que canta feliz y brinca alto para coger la luna. Nuestra organización construye vida y destruye la exclusión… Somos el camino del futuro, por eso los medios de comunicación de los poderosos buscan afectar nuestro proyecto, inventando mentiras y falacias sobre lo que hacemos, pues quieren destrozar nuestro proyecto colectivo, lleno de solidaridad y utopías. Somos amantes de la filosofía y de la poesía… somos la vida misma… sin filosofía no conoceríamos la libertad y sin poesía nuestro planeta, nuestro futuro; nuestras palabras, serían un depósito de oscuras inutilidades…
Junio 10 de 2010
Con la acción cooperativa y solidaria buscamos construir una organización de resistencia social, modelada y estructurada bajo conceptos libertarios y de responsabilidad social. Sin rebelión no hay vida digna… Existe una posibilidad para la supervivencia y la vida digna, con justicia, que es la del valor de la resistencia social. La resistencia social es la traducción de la indignación en acción, es decir, en un compromiso personal de actores sociales y la organización social de la que son componentes. Resistencia social desde lo ético, desde la legalidad, sin romper los límites de lo lógico y lo posible. La resistencia social se manifiesta cuando: - Trabajamos por recuperar nuestra identidad. - Trabajamos por recuperar nuestra dignidad. - Trabajamos por recuperar nuestra autonomía e independencia frente al Estado. 316
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Debemos entonces recuperar nuestra capacidad crítica y de participación social, e iniciar la construcción y desarrollo de lo colectivo como un complemento dialéctico de lo individual… debemos construir lo mágico y la utopía y trabajar por la paz y los derechos humanos. ¿En 1986, saben qué sucedió? Ese día los cañones dirigidos por la prepotencia, el odio, la intolerancia, la venganza salvaje, la fuerza más bruta, llenaron de sangre y fuego el Palacio de Justicia… y en medio de esta situación se presentó el caso de desaparición de hombres y mujeres… en los primeros días se hicieron denuncias, pero, qué tristeza, ha pasado el tiempo de la denuncia para dar paso a la renuncia… no nos podemos quedar callados… hay que hacer bulla… pues además de gustar y provocar cosas bellas, nuestras acciones deben ir acompañadas de un compromiso ético, social y político; debemos aquí y allá escándalos, subvertir muchas quietudes y posiciones cómodas de la sociedad y sus poderes, romper desde lo bello y lo sensible esta inercia de simples espectadores en la que nos han puesto los culpables de todas las guerras. Por todo lo que es y significa una organización cooperativa como la nuestra, debemos entender que lo financiero simplemente es un instrumento para realizar lo esencial y válido: la Resistencia Social.
Junio 11 de 2009 Otro mundo es posible. Ojalá que miles de mujeres y hombres creyeran y construyeran la esperanza de un mundo mejor. Otro mundo es posible con la unión de brazos y piernas, ojos y mentes. Perder la esperanza es perder la alegría, la vida, el grito de libertad. Otro mundo es posible si unimos nuestras voces, nuestro aliento y nuestros corazones, en un solo grito que rompa el espacio y el arco iris. Si nos dejamos vencer, el enemigo ganará; el enemigo de la inclusión, el enemigo de la solidaridad, el enemigo de la libertad, el enemigo de la justicia. En este país sospechoso, las grandes masas de excluidos -madres, padresles toca vivir sembrando esperanzas, disipando angustias, construyendo ilusiones, mitigando dolores, toreando necesidades, saboreando amarguras; son los que padecen la infección social, que seguirá creciendo mientras la riqueza sea la garantía de nuestra sociedad y sea su ídolo; mientras se continúe con la pedagogía de la violencia, mientras se sigan invirtiendo miles de millones de pesos en la guerra y no en el amor. Nuestra organización sueña y cree en una hermosa utopía, en un mundo diferente y distinto y la desarrolla defendiendo la vida y la alegría de uste317
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des, los asociados y de sus hijos. Siento el dolor de los hijos, mujeres y hombres muertos en una guerra sin sentido… siento dolor al ver jóvenes asesinados en los mal llamados “falsos positivos”, masacrados con el fin de demostrar que “ganamos la guerra, que somos los más fuertes”. Siento el dolor de miles y miles mujeres y hombres, cuya cara es de tristeza porque sus hogares carecen de bienestar y alegría. Pero debemos elevarnos sobre el dolor y pintar de colores la esperanza – azul, verde, rojo- y convertir las casas de nuestra gente en grandes risas llenas de amor, ternura y alegría.
Julio 19 de 2012 Un individuo o un pueblo sin memoria, son seres muertos, sin esperanza de futuro. Son entes sin sueños, sin utopías, seres sin alternativas de vida. Cuando no se conoce el pasado individual o colectivo, no se tienen puntos de referencia ni fundamentos sobre los cuales proyectar, soñar, fantasear. Pensamos que olvidar la historia es una torpe forma de renunciar a la vida. La historia tradicional, la historia contada desde arriba, no tiene en cuenta el acervo cultural de los pueblos; la historia nuestra ha estado marcada por el olvido de la parte fundamental de la sociedad: sus gentes, sus formas de organización y sus proyectos para el futuro. La existencia de hombres como los fundadores de la Cooperativa de Trabajadores de Empresas Públicas de Medellín, nos permiten pensar en SÍ futuro, SÍ la vida, SÍ la dignidad. Por seres como ellos es que aún se mantiene viva la esperanza, aunque otros estén creyendo que no valieron la pena los esfuerzos y la tarea de soñar. El cooperativismo se debe convertir en una forma de vida, ya que en su filosofía confluyen las más nobles utopías soñadas por la humanidad.
Noviembre 7 de 2007 A través de la historia, las mujeres y los hombres, desde distintos lugares y distintos quehaceres, siguen soñando, pensando, imaginando cómo hacer para que en el planeta se pueda vivir con dignidad. Esa búsqueda constante de la justicia y la democracia, ha derivado en propuestas alternativas de organización que las gentes laboriosas se ingenian para que no se pierda la dignidad. Sindicatos, partidos, gremios, asociaciones, cooperativas son, entre otras muchas formas de organización, las que se construyen cuando se desea encontrar un nuevo paradigma que nos 318
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ayude a vivir con justicia y dignidad. Nosotros no creemos en los “héroes” que toman cerveza, ni los que vuelan más alto, ni creemos en los “héroes” que son construidos a través de la publicidad, ni tampoco en los “héroes” que basan su vida en el éxito y la fama; creemos en los seres humanos, personas que, sin buscar un reconocimiento social, sólo buscan construir una sociedad más justa, digna y justiciera y ayudar a los demás, a fin de lograr el bienestar de todos; esos seres que aparentemente son “grises”, pero que en realidad tienen un valor enorme como personas. Las cooperativas y los sindicatos son organizaciones creadas por los trabajadores en la búsqueda de mejores condiciones de vida. Se debe librar a las cooperativas del control de los partidos tradicionales, de la iglesia y el Estado. Las cooperativas deben ser entidades de apoyo a los trabajadores, ayudándoles a resolver problemas particulares y de la organización sindical en momentos de huelga o de conflictos laborales y sociales. Cuántas cosas sucedieron, cuántas situaciones tuvieron que soportar los fundadores de la cooperativa; cuántas cosas pasaron ante sus ojos que les causaron tristeza, sin embargo hoy ellos están gritando y diciendo: éste es el resultado de nuestros sueños, ahí está para que ustedes y sus hijos nunca olviden y construyan una organización cada día más digna, más tolerante, más independiente, más actuante, fuerte y grande, más humana y más altiva.
Sin fecha Homenaje significa resaltar y se realiza a quienes construyen, quiere decir, a los que abren camino, que son células vivientes de resistencia, en un mundo carcomido por el consumismo y la exclusión y olvidado de la ternura. Como organización somos una especie de utopía, construida por mujeres y hombres que desearon que destilara solidaridad y humanismo, un proyecto que hoy todos deseamos que posea todos los componentes de una sociedad justa, donde todos tengan cabida, donde no haya espacio para la exclusión, donde todos logremos bienestar; donde todos obtengamos una visión del mundo, alejada y distinta de lo que nos imponen los medios de información, es decir: una organización justa, equitativa, solidaria y humana. Todos y sólo nosotros, podemos construir una realidad distinta, así como construimos un hogar, una familia, un proceso ordenado de convivencia y paz, es decir, formar gente que no se deja sobornar, que no se vende y que 319
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prefiere una pequeña libertad (que en realidad es grande) a las limitaciones que imponen los rufianes y los remordimientos.
Diciembre 1 de 1999
Deseo entregarles un mensaje, un mensaje de esperanza. A pesar de los augurios de los profetas del pesimismo, de los sacerdotes de la fatalidad, de los funcionarios del Estado que no sólo se burlan sino que son felices con nuestra situación, deseo gritarles, decirles, que pueden desaparecer las personas, pero nunca podrán matar las ideas. Un proyecto social como el cooperativismo, que es tan antiguo como la sociedad, no puede ser sepultado, ignorado, ni por leyes, normas, funcionarios, o por modelos económicos que están en contravía de nuestra propuesta de bienestar y felicidad. Cuando nuestro alimento teórico, cuando nuestras ideas, cuando nuestras prácticas han demostrado hasta la saciedad su validez, no puede ser abandonado ni deformado por criterios y conceptos que afectan nuestro camino y realidad. Es hora de luchar y recuperar nuestros amigos perdidos: - Recuperar nuestra dignidad. - Recuperar nuestra identidad. - Tener presente que sólo con valor civil y con acciones de responsabilidad social, obtendremos de nuevo el reconocimiento de la sociedad. - Recuperar nuestra autonomía e independencia frente al Estado, conformando un proyecto común que posea movimiento y organización. - Recuperar nuestra acción política, como componentes de una sociedad que nos necesita. - Recuperar nuestra capacidad crítica y participación social y lograr anular el círculo del servilismo. - Recuperar nuestros escenarios de participación social, política y económica. - Recuperar la humildad, pues nos convertimos, como dice alguien, en “ejecutivos de tapete”. Nuestro análisis de la crisis nos ha enceguecido y la vemos sólo por el lado financiero. Hemos caído en la trampa. Nos han hecho perder el camino. Dónde queda nuestra construcción de comunidad, por qué hemos olvidado lo que hemos construido o ayudado a construir: equidad y sentido de lo colectivo. Es necesario que no sólo miremos el P y G económico, podemos y debemos ofrecer nuestro portafolio social y recuperar nuestra esencia y razón de ser. 320
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Algo importante: en el proceso de volver a ser lo que somos, es preciso recuperar nuestra Participación Social y hoy más que nada, es vital nuestras acciones por la paz. La situación actual de violencia armada, política, social y económica de nuestro país, ha sido engendrada durante años, por un lado, por prácticas políticas de exclusión, intolerancia y eliminación del contrario; por otro lado, por un modelo social y económico que idolatra la concentración de la riqueza y el poder, el despojo y la expoliación del ecosistema para beneficio de muy pocos; finalmente, por una cultura de la trampa, que ha tenido su mayor exponente en el aprovechamiento individualista o de grupo de los bienes del Estado, aunque esta práctica también ha inundado el sector privado y en fenómenos tan lesivos como el narcotráfico, esta cultura de la corrupción es, sin lugar a dudas, la savia que los alimentó. Y nuestro más importante aporte para la paz es ser decididamente movilizadores de la fuerza social que con la experiencia y el trabajo hemos acumulado pero no explotado, para conseguir la participación de las comunidades. Se trata de estimular, participar y ayudar en los procesos comunitarios, sociales y empresariales, en la creación de territorios de paz; vincularnos a las iniciativas ciudadanas por la paz y la convivencia; ser multiplicadores y defensores de los Derechos Humanos y promotores del Derecho Internacional Humanitario, que permita buscar acuerdos que saquen a la sociedad civil de la guerra; ayudar en la promoción y fomento organizativo y autogestionario de las comunidades. Personas comprometidas en procesos colectivos, de responsabilidad pública, nos hemos abocado a múltiples tentaciones, que pueden afectar o romper logros sociales y políticos de muchos; por eso es necesario construir una templanza que posea una práctica individual y colectiva, que busque la formación de un hombre nuevo, que reúna una doble característica: la de ser un hombre de ideas, ideas profundas y la de ser un hombre de acción. Nuestro mayor ejemplo, el Che Guevara, reunía como revolucionario las virtudes que lo definen como la más cabal expresión del hombre nuevo. El Che fue un revolucionario íntegro a carta cabal y no un ícono publicitario; era un hombre de honradez suprema y no una deidad inalcanzable; un hombre con sinceridad absoluta, de vida estoica y espartana y no la imagen lejana de un simple idealista. Debemos decir que tenemos que constituirnos en un verdadero ejemplo de hombres comprometidos en la transformación de la realidad.
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Conmemoración de los 25 años de COOFINEP ¿Nos preguntamos acerca del significado que tiene para nosotros que nuestra organización arribe a sus 25 años de existencia? Su importancia radica en que se trata de una organización de características especialmente particulares: Es una empresa cumple que funciones económicas y funciones sociales. Es una organización cuyo criterio de trabajo no es el beneficio personal sino el beneficio colectivo; una organización que es dirigida no por el poseedor del capital, sino por los creadores de la riqueza: los trabajadores. Una organización que basa su trabajo en el respeto al ser humano, y en la búsqueda del bienestar material y espiritual de ese ser humano; una organización que entiende claramente su papel en la sociedad y por tanto, clama y llama por la paz y por el derecho a la vida en una sociedad que ya no permite reír, cantar, caminar y hablar en libertad. Una organización que busca ampliar al máximo la democracia en su dirección, orientación y desarrollo. Una organización que confía y cree en los trabajadores, en su capacidad creadora, en su imaginación y en su fuerza que construye. Nuestra organización debe trabajar en la Cultura pues creemos, como lo hace la declaratoria hecha en el encuentro realizado en Popayán, “Hacia un movimiento cultural por la vida y contra la barbarie”, que “el trabajo cultural debe, exige, ser una tarea comunitaria. Es decir, debe buscarse una verdadera participación popular, donde cada hombre se interrogue a sí mismo y a la totalidad que lo circunda, donde todo hombre se exprese y tenga acceso a la educación, al arte, a la ciencia, al conocimiento en general, no como observador (lo que hasta ahora prácticamente ha sido), sino como parte activa, como creador, actor y gestor de todo ello”. Nuestra organización entiende claramente el significado del concepto de solidaridad. Es entregar nuestro esfuerzo colectivo a nuestros afiliados en sus dificultades; es colaborar con las organizaciones sindicales en sus luchas diarias y permanentes, por un mundo mejor y más humano. Es elevar a su máximo nivel el criterio que sólo a través del trabajo y esfuerzo colectivo podemos resolver dialécticamente la relación paradójica entre los intereses individuales y los objetivos colectivos. Somos una cooperativa que cree que el Cooperativismo es una escuela de educación, organización y movilización y que las cooperativas son un arma importante para los trabajadores en la lucha por su bienestar material y espiritual.
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Sin fecha Nuestra organización entiende claramente su responsabilidad social y busca entregar espacios de encuentro, de reflexión, de creación, donde se entiende que la cultura tiene que comprometerse con la dignidad e identidad de un pueblo, sin afectar su espíritu, sentido y pluralidad. Nuestra cultura debe darle a nuestra música colombiana su verdadera dimensión de historia, de creación, de desarrollo de su tejido social; lo que se necesita, no es tener acceso a la cultura sino crear las condiciones para que todos los colombianos se expresen culturalmente.
TEXTOS AJENOS QUE SINTIÓ COMO PROPIOS
Noviembre 30 de 1994 “Revolucionarios por haber proclamado la comunidad de bienes, en una época en que la propiedad privada se miraba como cosa sagrada; por haber sostenido el derecho de todo hombre a su pan, en tiempos en que se ahorcaba a los mendigos; por haber postulado la igualdad de las mujeres cuando éstas apenas se consideraban un poco superiores a los esclavos; por haber exaltado la dignidad del trabajo manual, cuando se veía en él algo degradante; por haber afirmado el derecho de todos los niños a una infancia feliz y a una educación asegurada cuando ésta estaba restringida a los hijos de los nobles y de los ricos”. María Luisa Berneri
Septiembre 18 de 2012 “¿Puede haber algo más imperfecto que esta civilización que arrastra consigo todas las plagas?... Mientras dure la actual civilización, nuestros avances científicos serán más nefastos que útiles para la felicidad”. Charles Fourier. Precursor de la Economía Cooperativa y social y del socialismo. “La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia”. “La resistencia es la antípoda del poder y la negación de la obediencia” 323
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“La dignidad humana tiene un valor absoluto. Nosotros no debemos pagarle a nadie el que nos la haya dado, ni al Estado, ni a los partidos políticos, ni a ningún gobierno, ni a ninguna iglesia. Nosotros tenemos la dignidad simplemente porque somos seres humanos. Es absoluta porque la tenemos toda de una vez. Un niño tiene la misma dignidad que un catedrático, que un doctor de la universidad. Un niño pobre de Urabá tiene la misma dignidad que la gente rica que vive en El Poblado de Medellín. La dignidad no la podemos hacer crecer. Cuando hablamos de desarrollo de la economía, estamos haciendo crecer las condiciones para que un pueblo pueda expresar su dignidad, compartir su dignidad, celebrar su dignidad, pero no para hacer crecer la dignidad en sí misma, porque ésta está dada desde el principio”. Padre Francisco De Roux “La posición de los moradores del hemisferio americano ha sido, por siglos, puramente pasiva: su existencia política era nula. Nosotros estábamos en un grado todavía más debajo de la servidumbre y por lo mismo con más dificultad para elevarnos al goce de libertad. Luego un pueblo es esclavo cuando el gobierno, por su esencia o por sus vicios, usurpa los derechos del ciudadano o súbdito; hallaremos que la América está privada de su libertad”. Simón Bolívar. Carta de Jamaica
Diciembre 1 de 1999 “Lo más valioso que un hombre posee es la vida. Se le da a él una vez y por ello debe aprovecharla de manera que los años vividos no le pesen, que la vergüenza de un pasado miserable y mezquino no le queme y que muriendo, pueda decir: He consagrado mi vida y mi gran fuerza a lo más hermoso en el mundo, a la lucha por la liberación de la humanidad”. Nicolai Ostrovoski
Sin fecha “Para matar al hombre de la paz, tuvieron que desatar la guerra turbia; para vencer al hombre de paz y acallar su voz modesta y taladrante, tuvieron que empujar el terror hasta el abismo y matar más para seguir matando. 324
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Para batir al hombre de la paz, tuvieron que asesinarlo muchas veces porque el hombre de la paz era una fortaleza. Para vencer al hombre de la paz, tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte, matar y matar más para seguir matando. Para matar al hombre que era un pueblo, tuvieron que quedarse sin el pueblo”. Mario Benedetti “Si alguna vez vuelvo a tener ojos, miraré verdaderamente a los ojos de los demás, como si estuviera viéndoles el alma”. “No hay nada mejor para cambiar de opinión que una sólida esperanza”. “Una persona empieza por ceder en las pequeñas cosas y acaba por perder todo el sentido de la vida”. “Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que viendo no ven”. José Saramago en “Ensayo sobre la ceguera”.
Noviembre 7 de 2007 “Prevalecía la opinión de que el cooperativismo era una ilusión más y que los pobres individuos que se habían entregado con alma y vida a la nueva empresa, no podían ser más que peligrosos emisarios de alguna conspiración revolucionaria o fanáticos que corrían en pos de su propia ruina, demasiado ignorantes para darse cuenta de su locura y torpeza”. Pioneros de Rochdale 1844.
Julio de 1995. Boletín ENTÉRESE, Nº 31 “Es desde la esperanza y no desde la nostalgia que hay que reivindicar el modo comunitario de producción y de vida, fundado en la solidaridad y no en la codicia y en la relación de identidad entre el hombre y la naturaleza y las viejas costumbres de libertad.” “El cooperativismo tiene que ponerse a trabajar para hacer ya la utopía. Entendida como la que ahí vamos haciendo en la cotidianidad, en la afirmación de la alegría, la solidaridad, la fruición en el trabajo, la posibilidad de soñar el futuro y tener la satisfacción de planearlo con seguridad suficiente”. Padre Francisco de Roux 325
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Boletín ENTÉRESE. Junio-Julio de 1996. Nº 40 “En esta sociedad se campea el culto a los objetos, pues no sólo se les atribuye a éstos y a muchos fenómenos comunes propiedades extraordinarias y muchas veces sobrenaturales, sino que las mismas relaciones y vínculos entre los seres humanos se conciben únicamente como resultado del intercambio de valores económicos, concepción que finalmente sirve para “entender y explicar” la miseria de unos y el enriquecimiento de otros. Lo anterior impone la necesidad de desgarrar la maraña espesa de las relaciones mercantiles y en su lugar reconciliar al ser humano consigo mismo. Esto implica considerar a los hombres y mujeres como seres valiosos y supremos y defender su libertad y desarrollo multilateral, lo que exige sojuzgar las fuerzas que les son ajenas y que enfrentan a los seres humanos entre si; además subordinar el desarrollo de lo económico a la satisfacción y actualización de las necesidades materiales y culturales de las personas, de tal manera que el ser humano deje de ser un medio y se convierta en un fin en sí mismo de la economía. El único síntoma fiable de progreso, de elevación de la dignidad personal del hombre y de la conciencia de sí mismo, el único indicio irrecusable de un grado mayor de humanización que podríamos mostrar a las generaciones futuras, es el del germen de una moral social fundamentada en el principio de la solidaridad”. Arcadio José Guzman Nogales, Extractado del documento “La Economía Solidaria una alternativa humanista”.
Febrero 1995. Boletín ENTÉRESE, Nº 26 “Nunca se ha hablado tanto de la libertad como en lo que llevamos de siglo y hemos desembocado en sistemas y teorías que son la negación de toda libertad y hemos llegado a una situación social en la que nunca han estado en el mundo más al orden del día el capricho y la ambición, el orgullo y la soberbia, el egoísmo y la crueldad de los fuertes, con detrimento de los verdaderos intereses de las masas, de los hombres, de la humanidad”. Padre José María Arizmendiarrieta
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TEXTOS A LOS CUALES ADHIRIÓ Apartes del documento que sirvió de base para la constitución de un “nucleo dinamizante que participará en el desarrollo del cooperativismo”, que se denominó oficialmente como grupo unificado de investigación y acción cooperativa –guia–, al cual Diómer adhirió firmemente como persona natural, e hizo parte activa durante los años que esta propuesta estuvo actuando: a) El proceso de desarrollo de los organismos sociales involucra necesariamente un polo o núcleo dinámico específico, en el cual confluyen todas las fuerzas que lo integran, dando lugar a formas de comportamiento históricas que no constituyen de manera alguna, dogmas o muros inviolables, sino por el contrario, configuran la base de las formas futuras como actuará el organismo. Este elemento dinámico se vincula al proceso del organismo social, orientándolo, impulsando su desarrollo en uno u otro sentido, siempre a favor de unos u otros intereses y en algunos casos, combinando en alianzas varios sectores sociales; es en la práctica un instrumento que afecta los intereses de un grupo y orienta al organismo social desde una concepción definida en el sentido ideológico y conceptual y termina por imponer un determinado concepto acerca del ente social de que se trate y del mundo. Cuando de una u otra forma un grupo de sujetos conscientes alcanza un conocimiento de la situación objetiva del desarrollo de ese organismo social y considere que ésta debe ser transformada, deberá asumir una serie de tareas que vayan provocando en la práctica, acciones que van a ir modificando la correlación de fuerzas en la estructura de poder. Este proceso no depende, como algunos lo anhelan, de oscuras fuerzas por siempre desarrolladas, sino del manejo que hagan los elementos conscientes y de la forma como ellos se relacionen con las bases y sus intereses. b) En los organismos sociales las decisiones son tomadas por quienes los dirigen y orientan. Las bases y organizaciones en las cuales se llevan a la práctica reflejan su concepto con un cierto grado de participación y vinculación; esto depende del grado en que hayan participado en el proceso decisorio. 327
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c) En el caso del cooperativismo colombiano, el polo dinámico está constituido por elementos propios de un organismo social, los cuales se pueden caracterizar de la siguiente manera: •• U na incongruencia doctrinaria plena, en donde se confunden los intereses y los objetivos y se expresa una nula enumeración de políticas que hagan acceder a los centros decisorios los intereses y representantes de los trabajadores. Esa confusión ideológica y doctrinaria es propia de aquellos que lo orientan actualmente en los centros decisorios. Ellos mismos la implementan y controlan. Cuando se les critica, sacan a relucir un as marcado: los viejos principios rochdelianos, adobados algunas veces con tesis pragmáticas; luego dejan al descubierto su verdadero juego: están haciendo trampa. •• Derivado y articulado de lo anterior, se presenta una ausencia de políticas de desarrollo y de planificación. Lo primero expresa en una tímida participación en las decisiones nacionales y en la anarquía de su operación social y económica. Esta característica, implementada por quienes dirigen el cooperativismo en la actualidad en los centros decisorios (en su gran mayoría), es debido a la impotencia de estos dirigentes para cuantificar y cualificar los intereses de la mayoría de las mujeres y hombres que hoy componen y viven el cooperativismo. •• En cuanto a la ausencia de planificación, es preciso señalar que el cooperativismo colombiano está descalificado en general, en cuanto a las técnicas de administración y dirección. No conoce el verbo planificar. Se acumula cuantitativamente dentro de un proceso espontáneo, pero no consigue estructurar un accionar coherente. Por eso su poca fuerza económica y su aislamiento en la toma de decisiones totales y macrosociales. A la deriva, sin planificación, el cooperativismo seguirá siendo un organismo social desorientado de los objetivos e intereses de la mayoría de sus componentes. •• Desintegración orgánica. Éste es el obstáculo básico en un proceso de desarrollo de un organismo social. Consiste en mantener una estructura de poder fracturada, aislando las distintas fuerzas políticas y sociales que juegan en el proceso del cooperativismo y por ello, 328
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impidiendo una actuación acertada del poder que provee la integración. De esto se desprende una conducta atomizada frente a la macroestructura social y su dinámica, generando una escasa capacidad de participación en la vida nacional. 36 organismos de segundo grado se reparten el ponqué del poder y constituyen un famélico centro general de decisiones (el Consejo Cooperativo Colombiano), pero nadie habla con ellos, ni ellos hablan con nadie; existen en una clandestinidad aterradora con respecto a las bases que dicen representar, organizar y orientar. •• Autoritarismo y antidemocracia. En el cooperativismo colombiano decide y dirige un puñado de personas. La base es apenas un punto de referencia de los debates electorales, para efecto de las maquinaciones o apneas el dato estadístico de los cíclicos (en contenido y en frecuencia) informes para las asambleas generales. Esta situación determina que los pasos que se adelantan en el cooperativismo son los que corresponde a los intereses de la minoría. La antidemocracia y el autoritarismo generan una tendencia de desarrollo negativa respecto a las mayorías y provocan una débil capacidad de subsistencia de las empresas cooperativas. •• Proyección educativa sin metas. Tradicionalmente la educación cooperativa se viene entendiendo y manejando como el presupuesto de mayor usufructo suntuario y relajado, y el programa y responsabilidad que más se incumple. Aun a pesar de la existencia del principio y obligación cooperativos, el cooperativismo en Colombia ha desdeñado históricamente este mecanismo y su participación en la actual forma de desarrollo del centro dinámico, está estructurada de manera negativa, dado que no alcanza el nivel de mecanismo de desarrollo, sino el de un elemento de despilfarro en gastos y viajes. Esto hace de la educación una especie de proceso arcaico, que sólo sirve para que los asociados, dirigentes y empleados, se formen con base en imágenes, palabras y actitudes desprovistas de cualquier intención crítica y científica. •• Con la educación actual se transmite una teoría del desarrollo social que está acorde con una concepción del mundo y del cooperativis329
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mo, que hace a este último desenvolverse dentro de parámetros que lo colocan como un apéndice del capitalismo, sin beneficio de inventario, colocándolo al servicio de unos cuantos empresarios que han tomado la vía cooperativa en busca de evasiones tributarias y mayores ganancias. •• Escasa y deformada relación con el sindicalismo. Es otra de las características específicas del actual núcleo de desarrollo del cooperativismo colombiano. Con ella le está restando fuerza al proyecto cooperativo, dado que en el movimiento sindical está una de las dinámicas más apropiadas para impulsar y conformar un cooperativismo de y para el sector de los trabajadores. d) El cambio, la transformación de esta situación del núcleo dinámico en el cooperativismo colombiano, sólo puede ser logrado a partir de la constitución de un grupo organizado que asuma la responsabilidad de unas tareas concretas en todos los frentes que ofrece el mundo cooperativo, a través de un trabajo de estudio, investigación y acción permanentes. APARTES DE EDITORIALES DEL BOLETIN ENTÉRESE
Abril 2009. Nº 124 Desgraciadamente y para nuestro pesar, se vienen aprovechando del modelo de las Cooperativas de Trabajo Asociado –cta–, para afianzar la precariedad en el empleo que hoy prevalece en el mundo laboral colombiano, a través de la intermediación laboral no solidaria, desdibujando la labor de muchas cta que sí cumplen con los principios éticos del cooperativismo y las normas de la oit y de la propia Alianza Cooperativa Internacional.
Septiembre 2009. Nº 126 Una nueva esperanza del sector cooperativo de ahorro y crédito se vio frustrada al sancionar el Presidente de la República la reforma financiera que durante meses se discutió en el Congreso y que no incluyó nada de las pocas solicitudes que presentó el cooperativismo para impulsar un mayor 330
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desarrollo en la intermediación financiera solidaria, y con ella, el beneficio para miles de personas de estratos medios y populares. La cúpula del gremio cooperativo nacional confiaba en que la tradicional fórmula de hacer cabildeo en reuniones en exclusivos clubes de la capital y encuentros con el gobierno nacional, funcionarían en esta oportunidad. Olvidaron que desde el gobierno central, en los últimos años se ha dado al sector solidario en general y al cooperativismo en particular, un trato displicente, que evidencia el desconocimiento de la obligación constitucional del fomento de la economía solidaria, lo cual se expresa, por un lado, en que el gobierno ha facilitado o impulsado el perverso utilitarismo de la figura del cooperativismo de trabajo asociado y por otro lado, ofrece un trato déspota a este movimiento, promoviendo una política intervencionista que agrede los principios de autonomía y buen gobierno, desfigurando la esencia y el fundamento vital de las organizaciones cooperativas, olvidando su naturaleza y el importante papel que juega en muchas comunidades y sectores sociales del país. (…) La verdad es que en ningún momento se ha legislado pensando en dotar al cooperativismo de una herramienta jurídico-financiera para su desarrollo; por el contrario, todos los actores económicos y sociales del país han aceptado la tesis peregrina de la complementariedad marginal del cooperativismo de ahorro y crédito en la economía, reduciendo así su papel a servir de instrumento crediticio de segunda categoría, para apoyar básicamente el consumismo de las clases populares, los trabajadores y algunos sectores de la clase media, que son los que más se vinculan a la experiencia cooperativa. (…) La economía solidaria, cuando asume su papel de ir más allá de sus fronteras y del objeto empresarial de su organización de base, fortalece procesos de desarrollo local sustentable, facilitando la construcción de relaciones de solidaridad, reciprocidad y de cooperación humana, fomentando la implementación de redes que inciden en el desarrollo integral de la comunidad y, por supuesto, en el crecimiento y posicionamiento de la economía solidaria y el cooperativismo.
Mayo-Junio de 1996. Nº 39 En el proceso de desarrollo de nuestra empresa cooperativa, ha sido muy importante una política institucional, emanada de la propia doctrina de la Cooperación: la integración intercooperativa, definida como aquella 331
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práctica en la cual varias entidades cooperativas se unen solidariamente para constituir otra empresa que preste servicios comunes a los asociados y al público en general. La integración ha facilitado, por un lado, fortalecer y ofrecer cómodos servicios a nuestros asociados, que de manera solitaria no podríamos tener. Por otro lado, ayuda a ir creando un Movimiento Cooperativo fuerte y de carácter integral, que sea motor del desarrollo comunitario y agente regulador de los diversos servicios que se ofrecen en el mercado económico y social.
Noviembre de 1995. Nº 35 La integración: una alternativa de desarrollo La integración al interior del sector cooperativo debe ser de carácter permanente, con el objetivo de fomentar alianzas horizontales y verticales que faciliten el fortalecimiento y/o la creación de nuevas unidades económicas y empresariales que permitan un desarrollo sistemático e integral del sector y evitar el deterioro y desaparición de unidades aisladas. Las alianzas con el Estado se deben caracterizar por su coyunturalidad, con el fin de evitar la pérdida de autonomía e independencia y sufrir los vaivenes de los cambios de política. Lo que debe ser permanente frente al Estado es la búsqueda de una concertación con acciones que sean favorables a nuestro desarrollo y a la defensa de nuestros intereses. Al contrario, con las empresas privadas, las alianzas nos deben facilitar el ingreso a sus mercados, ya no como parte del engranaje capitalista, sino como participantes de un proceso que democratice el circuito económico y por otro lado, nos permita obtener conocimiento de sus métodos de operación, su tecnología, sus procesos de planeación sin confundirnos con éstos, sin perder nuestra identidad cooperativa y solidaria, haciendo clara y definida nuestra independencia y autonomía. Lo anterior nos reafirma nuestro concepto de desarrollo concebido como “un problema de carácter humanístico, cuyo objetivo finalmente es el logro de la satisfacción y actualización de las necesidades de todos los seres humanos, procurando valorizarlo en la perspectiva de un nuevo orden social”. Desde este valor, para el cooperativismo el desarrollo tiene que construirse para responder a los grandes problemas que han surgido a través de la historia. “Este desarrollo a escala humana es, ante todo, un desarrollo para la democracia, la participación y la autogestión, elementos fundamentales para la construcción de justicia social”.
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“El desarrollo auténtico implica trazarse los propios rumbos, ser artífices de su propio destino, por medio de procesos autónomos e independientes, pero significa también actuar simultáneamente en las acciones de construcción de una sociedad más equitativa, poniendo en escena las potencialidades históricas y estructurales del sistema cooperativo” (asacoop, Plan de Trabajo 1995-1996).
Septiembre 1995. Nº 33 El entorno económico y el entorno político de la región han cambiado. Los procesos de globalización económica, de apertura de mercados, de ajustes estructurales, de pacificación, de democratización y de mayor participación de la sociedad civil, han modificado sustancialmente el ambiente en donde actúa y se desarrolla el cooperativismo. Sin restar méritos a los avances en lo político, el mayor obstáculo que enfrentan los pueblos latinoamericanos para avanzar en el goce de las libertades democráticas, son las condiciones de extrema pobreza a las que están sometidas las grandes mayorías de la población, agudizadas por el modelo de concentración económica y las políticas de ajuste. Este modelo concentrador niega el principio de igualdad de oportunidades para todos, dificultando la oportunidad para construir democracias sólidas, en donde los beneficios del desarrollo económico sean distribuidos justamente. Las cooperativas, por su naturaleza de economía solidaria, son espacios idóneos para concretar derechos políticos, sociales, económicos y culturales, consagrados por la comunidad internacional en los instrumentos jurídicos de derechos humanos. El movimiento cooperativo es, además, una cultura, una forma de organización, compromiso de familias, comunidades y empresas que buscan producir eficientemente beneficios para todos. Ante la competitividad que imponen los procesos de globalización y apertura comercial, las cooperativas deben responder mejorando su capacidad empresarial mediante acciones de desarrollo, reconversión y modernización. Además, deben propiciar la adopción de un marco legal, social y económico que refuerce el espacio que han ganado las formas solidarias de la economía y asegure a los productores nacionales su desarrollo e incorporación a los mercados. De esa manera, la modernización de las empresas cooperativas dará resultados que respondan a las necesidades de sus asociados. Es indispensable garantizar una mayor apropiación y desarrollo de estos conceptos en el cooperativismo, que permitan generar propuestas concretas para una realización más amplia de los derechos de sus asociados y 333
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contribuir efectivamente a incrementar la capacidad de brindar alternativas de acción, en especial en lo que respecta a la realización de los derechos económicos y sociales. Para lograr lo anterior, hay que identificar estrategias económicas que fortalezcan las organizaciones sociales; hay también que promover políticas y leyes que favorezcan la defensa de las formas solidarias de la economía, y que refuercen el espacio que éstas han ganado como instancias que concretan la democracia económica y el disfrute de los derechos humanos. Ésta es la única manera en que las cooperativas contribuirán efectivamente a la consolidación de la sociedad civil. A partir de lo anterior, la aci se ha propuesto los siguientes objetivos: - Promover la capacidad propositiva del movimiento cooperativo de la región, para una efectiva promoción, vigencia y realización de los Derechos Humanos dentro y desde el Cooperativismo. - Conceptualizar y difundir la identidad existente entre los principios cooperativos y los derechos humanos que le permitan defenderse y aportar alternativas de desarrollo. - Capacitar recursos humanos para la promoción de los derechos humanos y los valores básicos desde y dentro del cooperativismo. - Comprobar y demostrar la viabilidad del modelo cooperativo para la realización de derechos económicos y sociales. - Acompañar acciones puntuales del movimiento cooperativo de la región en la defensa y realización de los derechos humanos. Le corresponde entonces al sector solidario antioqueño, reflexionar sobre su verdadero compromiso con los derechos humanos, máxime en un país considerado por la comunidad internacional como uno de los que más viola los derechos fundamentales del hombre.
Abril de 1995 Nº 30 En el sector cooperativo hay una tentación a adormecerse en el supuesto crecimiento económico-financiero, en la estadística que muestra a millones de “usuarios” y las miles de empresas cooperativas que existen en el país. Podemos llenarnos de altruistas “intenciones” y ensalzarán los dirigentes las virtudes y el amor al prójimo que nos embarga a los cooperativistas; pero si en lo más íntimo de nuestras convicciones, en la cotidianidad y sobre todo en nuestra práctica empresarial, no somos conscientes de nuestra fuerza y real papel en la vida de los asociados y de la sociedad, seguiremos siendo presa fácil y lo peor, calcantes de esas prácticas que nos obligaron a organizarnos: la codicia, el egoísmo, la explotación, el individualismo y la injusticia social. 334
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Si la crisis evidente del modelo de sociedad actualmente vigente nos obnubila y nos hace caer en posiciones fundamentalistas o derrotistas, la alternativa cooperativa podría parecer como un salto al vacío. Proyecto de vida en estas condiciones ideológicas sería un imposible. Pero como creemos en el impulso transformador de la doctrina cooperativa y enfatizamos la confianza en la práctica de la cooperación y en el modelo asociativo somos optimistas y estamos convencidos que nos toca sacudir y sacar de nuestras mentes la minusvalidez que durante años nos ha hecho de nuestro imaginario cultural su presa favorita. Contamos en la economía solidaria con grandes sectores que pueden y deben sumarse a una hazaña de esperanza o, en otras palabras, a una utopía posible. Esa alternatividad cooperativa significa tener la vocación de reconstruir la sociedad civil desde la perspectiva de los propios ciudadanos, sin delegaciones o transferencias a terceros. “Una sociedad civil organizada vigorosamente en su entramado social y económico, es la mejor (y posiblemente la única) respuesta frente a los despotismos de los grandes aparatos públicos y privados” (Tulio Rosembuj) Sólo nos quedan dos caminos: o seguimos impávidos frente a la realidad, o incidimos en ella en un gran movimiento participativo, solidario y democrático.
Septiembre 2011. Nº 136 En Colombia, el peso del cooperativismo, en términos económicos, viene creciendo y la participación vinculada a sus organizaciones actuales es también importante, pero con tendencias al estancamiento. El aumento de la base social es muy baja, a pesar de la expansión de las entidades cooperativas que han pasado a ofrecer sus servicios en territorios diferentes a sus sedes originales. El movimiento no tiene una clara estrategia para captar la vinculación de más personas en calidad de asociados, en aquellos territorios claves para desarrollar y promover la cooperativización de importantes y vulnerables sectores y clases sociales y contribuir así a un desarrollo más equitativo del país. Las pocas redes económicas que se han podido crear y los organismos de segundo grado de representación que tiene el sector cooperativo, en términos asociativos y sobre todo de democracia, dejan mucho qué desear, pues en la mayoría de casos se ha optado, en contravía de los mandatos doctrinales de participación, por crear una gobernanza basada en micropoderes cerrados y “selectos” clubes de dirigentes, que se entrecruza y rota entre unas cuantas personas, los espacios de representación gremial y em335
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presarial. Y lo que más preocupa a estas élites de poder cooperativo, es el éxito financiero y el desarrollo endógeno de las unidades económicas que controlan. Hablan de integración cuando ésta se puede utilizar para el posicionamiento institucional o sectorial, o cuando les conviene para estimular ese exabrupto contra natura cooperativa, que es la creación de grupos económicos y sociedades anónimas. (…) La generalidad de las organizaciones cooperativas colombinas y los estamentos que las integran, están comprometidos con la autenticidad del modelo cooperativo y disfrutan de los beneficios que éste ofrece para las economías familiares y productivas de sus asociados (as), pero es imperioso, sin embargo, que esta mayoría sea más activa social y políticamente hablando, y genere procesos orientados a rescatar al sector cooperativo, con base en la refundación de los caminos solidarios, democráticos y alternativos, para que el cooperativismo nacional no vaya en contravía de las transformaciones y los cambios en la región de América Latina y el mundo.
Abril 2008 La cooperación organizada en empresas de autogestión denominadas cooperativas y en los últimos años también reconocidas como un componente de la denominada Economía Solidaria, tiene una racionalidad económica y unas lógicas operacionales, que hacen que estas organizaciones y su quehacer empresarial sean un instrumento para la socialización y el potenciamiento creciente de los aportes individuales, con el objeto de generar oportunidades y riquezas colectivas, el mejoramiento de los entornos en donde actúan y el beneficio integral de sus asociados y sus núcleos familiares. Las organizaciones cooperativas, a diferencia de las empresas privadas de lucro, tienen como propósito el mejoramiento social y económico de las comunidades de asociados que las integran, generalmente provenientes en contextos culturales, sociales, económicos y políticos adversos, afectados por desigualdades e inequidades que agreden sus derechos a tener un buen nivel de calidad de vida y bienestar. En este orden de ideas, la Economía Solidaria en sus diferentes expresiones empresariales, tiene un compromiso social inherente a su naturaleza, no sólo con los asociados y sus familias, con los inversionistas y usuarios de nuestros servicios, sino también con las localidades o regiones en donde hace presencia empresarial y con el país en general. En este sentido, nuestra relación con los entornos en donde actuamos como Economía Solidaria, como cooperativismo, se fundamenta en un Compro336
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miso con la Gestión Solidaria, CGS, muy diferente en sus objetivos, contenidos e intenciones, con la moda actual llamada Responsabilidad Social Empresarial, RES, pues en muchos casos, esta última sólo se utiliza con el propósito de posicionar publicitariamente la empresa, alcanzar beneficios tributarios y así contribuir con el éxito económico y el rendimiento empresarial y, obviamente, con la reproducción ampliada del capital.
Septiembre 2005. Nº 103 Existen diversos tipos de cooperativas, además de otras expresiones solidarias con tradición, como los Fondos de Empleados, dedicados fundamentalmente a la intermediación financiera y como las Asociaciones Mutuales, la forma empresarial solidaria más antigua del país, que desarrollan servicios de aseguramiento exequial y en algunos casos de salud a varios sectores sociales, en especial a las clases populares. Toda esta expresión empresarial solidaria que ha venido construyendo una buena parte de la sociedad civil nacional, se le denomina Economía Solidaria o sector solidario de la economía. (…) El sector solidario genera riqueza para sus integrantes y al país, además de generar empleo y trabajo; impulsa el desarrollo agropecuario, contribuye a la creación de capital social en las comunidades y fomenta la cultura del ahorro; contribuye con el desarrollo local y regional en muchos lugares del país –en Santander y el Huila su presencia es muy significativa-; democratiza la economía resistiendo los ataques y los procesos neoliberales; genera escuela, liderazgo social y contribuye con la democracia participativa. La creatividad colectiva de las comunidades y los trabajadores y la capacidad de socializar sus precarios ingresos, ha sido el motor del éxito empresarial de las organizaciones solidarias. (…) Por supuesto que las amenazas del entorno y los retos del desarrollo interno y de compromiso con el país que tiene la economía solidaria, son suficientemente importantes para proponer su superación de manera colectiva, con estrategias tales como: Gestión económica y social equilibrada con prospectiva comunitaria; impulsar la cooperativización integral y de circuitos económicos en sectores y regiones con énfasis en lo rural y lo barrial; fortalecer y democratizar los procesos de integración económica, social y gremial del sector solidario; fomentar la cultura de la cooperación basada en la solidaridad, equidad y participación; concertar con los entes estatales con base en la autonomía e independencia del movimiento soli337
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dario, políticas públicas que beneficien la acción del Estado y el desarrollo comunitario social y económico; profundizar y perfeccionar el liderazgo social con prácticas éticas que desarrollen y consoliden el Estado Social de Derecho y acompañar activamente las acciones por la solución política negociada del conflicto armado colombiano y participar en la construcción de alternativas económicas y sociales que conduzcan a la equidad y a la justicia económica, en la que anda empeñada más de la mitad del mundo hoy, que no encuentra en el capitalismo salvaje del neoliberalismo, la redención económica y social de comunidades, grupos y clases sociales, que hoy se encuentran sometidos a la marginalidad y la exclusión.
Junio de 2003. Nº 90 (…) Buena parte de los problemas nacionales se resolverían si la mayoría de la población y los sectores sociales que la conforman, asumieran el protagonismo político y social que su capacidad de actuación colectiva y creatividad les otorga, en tanto productoras de la riqueza nacional (que al final, injustamente se distribuye) y como fomentadores del desarrollo socioeconómico, sobre todo, siendo estos sectores, clases populares y medias, quienes realmente dinamizan el consumo, el ahorro, y por supuesto, la producción nacional. Las inmensas fortalezas que tienen las diversas formas empresariales de la economía solidaria, hoy en día están siendo sub-utilizadas por el propio sector, que en general se encuentra más preocupado por servirle de soporte marginal y complementario a los circuitos económicos capitalistas, o por emular la racionalidad económica y las lógicas operacionales de las empresas de capital. La connatural responsabilidad social y el compromiso de establecer otras formas alternativas de hacer economía más justas y equitativas, que democraticen el poder y la riqueza, muchas veces se han quedado en buenas intenciones, y no ha conseguido pasar a ser una decidida intervención de las causas económicas, sociales, culturales y políticas de las exclusiones y la marginalidad de amplios sectores sociales y comunidades del país, que son precisamente quienes están más urgidos de la autogestión solidaria colectiva; mucho menos se ha logrado iniciar un proceso de construcción de una autonomía empresarial y social (y económica y cultural y política) del movimiento solidario y cooperativo, que permita potenciar su capacidad transformadora, que puede ser aplicada en la elaboración de estrategias locales, regionales, sectoriales y nacionales, para un desarrollo integral creciente de los cooperadores y de la ciudadanía en general. 338
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Noviembre 2001. Nº 79 La justicia y la equidad social son constitutivas del estado social de derecho y, por consiguiente, si un modelo económico atenta contra estos principios, es inconstitucional. El deterioro de los indicadores sociales es un indicio de que el modelo de desarrollo puesto en práctica, principalmente a partir de los años 90, caracterizado por la defensa a ultranza de las supuestas bondades del mercado, riñe con los postulados básicos de nuestra carta magna y por ello, la acción social de los ciudadanos(as) debe ir más allá de resignarnos y/o quejarnos; es preciso comenzar a construir entre todos y todas, con solidaridad y ayuda mutua un nuevo orden social y económico, que recoja el sentir constitucional, pero sobre todo, la necesidad colectiva de un Estado Solidario y Equitativo. ¡Manos a la obra¡
Agosto de 2000. Nº 70 En aquel importante evento (Audiencia sobre Economía Solidaria y Empleo en el marco de la negociación entre el gobierno y las Farc, realizada el 26 de mayo de 2000) renovamos nuestra esperanza de que el movimiento cooperativo sea tenido en cuenta en la negociación de paz para la construcción de una nueva sociedad. Allí insistimos en que establecer la relación de la economía solidaria con el problema del empleo, debe hacerse como parte de una estrategia de transformación social en el camino de la construcción de la paz, del nuevo país y del nuevo modelo de desarrollo económico y social. Sin lugar a dudas, que para que nuestra presencia en la solución de los problemas que aquejan a las grandes mayorías del país, entre ellos el empleo, sea más efectiva, el movimiento cooperativo y solidario colombiano debe disponer de fuentes propias de recursos para financiar y hacer más eficiente al sector solidario, que debe tener como prioridad las empresas del sector real y de servicios. Para alcanzar esto, es preciso que el movimiento se dedique en los próximos años a reconstruir su propio sistema financiero, constituyendo una red de apalancamientos locales, regionales y sectoriales, con las formas solidarias existentes, pero también creando las que sean necesarias para alcanzar el propósito central de esta propuesta. En este mismo sentido, es necesario que por parte del Estado y otros sectores sociales, se impulsen acciones que hagan realidad el precepto constitucional de apoyo al desarrollo y al fomento de la Economía Solidaria. Es necesario que se diseñen y aprueben políticas económicas que privilegien 339
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la participación de unidades productivas autogestionarias en ciertos sectores de la economía, para garantizar el bienestar comunitario sin menoscabo de la responsabilidad estatal. Fueron muchas las iniciativas y propuestas presentadas por el sector solidario en dicha audiencia especial, la mayoría basadas en la experiencia de varios años de construcción de alternativas de vida asociativa y empresarial en muchos lugares del territorio nacional. Resaltamos el aporte que puede hacer el cooperativismo de trabajo asociado para resolver asuntos de empleo y trabajo, si logramos depurarlo de las prácticas que perversamente algunos vienen implementando para violentar los derechos laborales y la protección social de los trabajadores. Así mismo, mostramos el aporte valioso que puede hacerse desde la creación de circuitos económicos comunitarios, en los cuales se asegura el desarrollo de las comunidades y sus grupos productivos, organizando sus economías en sistemas permanentes, cohesionados y coherentes, de tal forma que la riqueza generada se quede en la misma comunidad, creando bienestar y seguridad social permanentes. Como decíamos en el Cagúan: Para la Paz con justicia social y equidad, la solidaridad y la cooperación organizadas en defensa del interés común, son los instrumentos idóneos por excelencia para la defensa y el desarrollo de las economías familiares y productivas y para la construcción de la Nueva Colombia; a eso le apuntamos como ciudadanos, pero además por nuestra condición de ser cooperativistas y solidarios.
Octubre de 1999. Nº 65 El cooperativismo ha sido usado como un comodín y así como el cínico creyente se escuda en “el peca y reza empata”, la doctrina y la estructura asociativa y empresarial de la Economía Solidaria viene siendo hábilmente usada por diferentes grupos sociales y económicos, para sacar adelante sus propios intereses y no para un desarrollo y una actualización del proyecto solidario. Hemos escuchado a dirigentes del Estado, de distinto orden y gobierno, apelando, casi siempre demagógicamente, a “las empresas solidarias”, como una solución o salida a los problemas que genera la “reestructuración del Estado”, y al despido de cientos de empleados. También en los últimos años, la empresa privada ha encontrado, sobre todo en las cooperativas de trabajo asociado, la posibilidad de conseguir personal cualificado, temporal, con bajos salarios, afectando los derechos laborales y, por supuesto, logrando pagar menos en prestaciones sociales por igual trabajo, eludiendo no sola340
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mente el cumplimiento de los derechos de los trabajadores, sino su responsabilidad social con el desarrollo humano de la sociedad. Claro que el mal uso del cooperativismo –que es una inigualable herramienta social y económica para una mayor participación de los ciudadanos y lograr una mayor equidad en la distribución de la riqueza-, no ha sido solamente por parte del Estado y algunos empresarios capitalistas, sino que también ha sido responsabilidad de gran parte de la dirigencia del sector, incluso, podemos decir, que los no cooperativistas se han aprovechado perversamente de la figura cooperativa, precisamente porque quienes debieran ser los defensores y promotores de la propiedad cooperativa, los dirigentes del movimiento, han permitido el abuso y el uso deforme de la misma, pero sobre todo, porque también en el sector se ha deformado el accionar cooperativo. El subsector de ahorro y crédito de la Economía Solidaria entró en crisis, no solamente por la falta de control del gobierno y de los problemas generados por la situación del país, sino que en gran medida esa situación se presentó por causas internas del movimiento, tales como el manejo administrativo y dirigencial, la imprevisión, la carencia de mecanismos más estrictos de vigilancia en las organizaciones, la corrupción, la perversión burocrática de la dirigencia y la falta de aplicación de la doctrina y la filosofía del cooperativismo y la solidaridad y en general, la deformación de la racionalidad económica y las lógicas operacionales propias del proyecto solidario; todo ello produjo una tremenda hecatombe orgánica y social en el movimiento solidario, que generó, entre otras consecuencias, la desaparición de 50 de las más importantes cooperativas del país y de dos de los bancos cooperativos, quedando el tercero en una situación financieramente incómoda. Cualquier persona podría preguntarse: ¿Nadie pudo prever y sobre todo denunciar a tiempo lo que pasaba? ¿No tenía el cooperativismo un ente aglutinador del gremio que asumiera la situación? Claro que existen esos organismos de integración, regionales unos (algunos analizaron los temas que generaron la crisis) y uno nacional, la Confederación Colombiana de Cooperativas. Desafortunadamente este organismo de tercer grado surgió, ante todo, como expresión de las entidades financieras del sector y su estructura de poder, control económico y político, quedó en manos de la “gerentocracia” de los bancos y de las grandes cooperativas de ahorro y crédito y las financieras, precisamente las 50 que resultaron liquidadas durante la crisis. Lo que en realidad sucedió, fue que los dirigentes y los administradores de estos organismos que controlaban a Confecoop se engolosinaron con el poder y se dedicaron al mutuo elogio, a la auto-complacencia, al arribismo, 341
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a la intercompetencia para ver quién alcanzaba más fortaleza financiera y más penetración de los mercados, a la lucha por ejercer como “el sutil emperador” y a la cómplice política de “no pisarse las mangueras”. Con estas conductas, era imposible que la Confecoop asumiera una actitud seria y rigurosa frente a los problemas de desviación que se venían presentando en muchas entidades cooperativas. Por todo ello, este “máximo” organismo de representación del cooperativismo no pudo impedir la debacle. (… …) Necesitamos una Confederación cooperativa nacional sencilla pero representativa; humilde y al mismo tiempo con carácter y temple para defender al sector de los agentes externos que lo utilizan o tratan de menoscabar su naturaleza y objetivos; que así mismo, “vacune” a los hombres y mujeres que integran la dirigencia del movimiento de las tentaciones de orientar al cooperativismo con los valores y vicios individualistas del capitalismo y de los políticos corruptos, que tanto daño le han hecho al país.
Julio-Agosto 1996. Nº 41 Como todos los años, el 6 de julio celebramos una vez más el día del cooperativismo. A pesar de lo aparentemente rutinario que pueda parecer dicho acto, es en realidad una oportunidad que se nos brinda cada año para reflexionar sobre la realidad política y social de nuestro país y reafirmar una vez más el propósito de trabajar en la construcción de una nueva sociedad, basada en la unidad y la fraternidad de sus miembros, en el trabajo y el respeto a la vida, en la libertad, la igualdad y la esperanza de un futuro cada vez mejor. La filosofía cooperativa está basada en todos estos principios éticos, lo cuales tratamos de llevar a la realidad mediante el fomento y desarrollo de diversas formas alternativas de organización social y económica, distintas y opuestas a las que sirven de sustento al capitalismo salvaje basado en el egocentrismo, que conduce a crear una sociedad dispersa y conducida por la supuesta mano invisible de las leyes del mercado. Éste es uno de los aspectos a tener en cuenta en la consolidación del sector solidario: no se trata simplemente crear y sostener un sector económico, sino del fortalecimiento de un proyecto político y de sociedad nuevos, que a su vez involucra la transformación de la ética social basada en el culto al individualismo. La solidaridad debe ser entendida, entonces, como una actitud positiva frente al cambio social, a la reivindicación y valoración del trabajo y la ayuda mutua, a la unión de esfuerzos en pro de objetivos comunes. La Solida342
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ridad es un valor y una actitud que dignifica y enaltece a quienes la viven dentro de su cotidianidad. Por eso es importante cada efemérides del cooperativismo, no olvidar que tenemos a la mano la posibilidad de cambiar la violencia por la paz y la fraternidad, el egoísmo por la solidaridad y la ayuda mutua y de construir una sociedad más justa y equitativa para todos.
Septiembre-Octubre de 1996. Nº 42 el congreso cooperativo:
un espacio para todos En muchas oportunidades hemos destacado las variadas posibilidades que la filosofía, las características ideológicas y empresariales del sector de la Economía Solidaria le ofrece a las mujeres y hombres de nuestro país. En el Valle de Aburrá hay unidades económicas pequeñas y grandes que demuestran en la práctica, la capacidad empresarial y asociativa del cooperativismo y de la economía solidaria; incluso nos atrevemos a decir que los dirigentes hemos sido timoratos a la hora de mostrar las virtudes y la riqueza de esos proyectos, sobre todo los que han surgido de aplicar consecuentemente el principio cooperativo de la integración entre cooperativas. Este esfuerzo integrador ha permitido crear empresas y proyectos comunes, en la búsqueda del fortalecimiento y el desarrollo de las entidades asociativas en particular y del sector solidario en general. Evidentemente hay mucho qué mostrar de la capacidad creadora de los cooperadores. Por otro lado, también es cierto que es abundante la magnitud de la riqueza subutilizada y desaprovechada en el sector y sobre todo la riqueza y la capacidad aún desconocida y/o dispersa de recursos, no solamente económicos y técnicos, sino el más importante de todos: el humano. Es innegable que tenemos un cooperativismo dedicado fundamentalmente a la actividad financiera, con criterios, en la mayoría de los casos, de orden economicista y lo peor, manejado con base en los intereses individualistas de unos pocos, en donde impera el arribismo y las ansias de competir en las mismas circunstancias y con los mismos métodos del tradicional modelo capitalista, lo cual, antes que diferenciarnos, nos hace más parecidos al capitalismo, con el agravante de ser una especie de malas copias que resaltan y fortalecen al original. Ahora bien, por otro lado queremos resaltar otras dos debilidades que tiene el cooperativismo: el lastre asistencialista que lo relega a un plano limitado, complementario y marginal en su acción empresarial, castrando de paso sus grandes posibilidades de desarrollar macroproyectos con incidencia social y económica en el país y en las regiones; la segunda debilidad 343
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es la escasa incidencia en otros sectores sociales en donde el futuro pasa necesariamente por la alternativa de la cooperativización, incidiendo de paso, no solamente en lo económico, sino en lo social y, aún más, en lo político y en lo cultural. Ante la ingobernabilidad, la corrupción y las prácticas politiqueras, el cooperativismo es uno de los pocos sectores organizados que tiene la capacidad potencial ética y moral para proponer para el campo colombiano procesos de asociación y trabajo comunitario, en donde se combine con la actividad empresarial de la economía solidaria. La redención de la agricultura es posible hacerla sin armas, sin fumigaciones anti-ecológicas y con un marcado respeto por la dignidad humana, por medio de formas cooperativas. Así mismo, en las ciudades la economía solidaria tiene alternativas de soluciones reales para proponer, basadas en la construcción de proyectos asociativos en el sector de la economía de los servicios, en los ámbitos económicos de la industria y el comercio. Éstas y otras fortalezas, debilidades y alternativas del sector de la cooperación, se deben abordar en las organizaciones de las ramas y vocaciones productivas correspondientes, para ir definiendo los aspectos más importantes y prioritarios, a fin de garantizar la fijación de un derrotero, o sea, un plan de acción hacia el futuro. Éste es el gran objetivo que abordará el Primer Congreso Cooperativo Departamental de Economía Solidaria que se efectuará en noviembre de este año. No es una tarea fácil y de unos pocos, sino de todos y cada uno de quienes sentimos que en materia de desarrollo del movimiento solidario, es preciso proceder a recoger las ideas de futuro de manera colectiva, para luego hacerlas realidad de manera colectiva.
Noviembre-Diciembre de 1996. Nº 44 Este magno certamen (el primer congreso antioqueño de economía solidaria, que se efectuó del 18 al 20 de noviembre del año 1996), es un intento consciente de dar un paso adelante, mediante el esfuerzo de encontrar en colectivo y con la participación de todos, unas líneas de acción que permitan hacer frente al futuro del Movimiento Solidario. Este Congreso es un avance hacia la construcción de un modelo de desarrollo propio, generando una estructura orgánica del movimiento que lo conduzca hacia un futuro auto-dinámico y generador de transformaciones y perfeccionamientos profundos del trabajo que hoy realiza en la comunidad del departamento. El devenir histórico de las formas asociativas en el país y particularmente en Antioquia, demuestran que la integración y el desarrollo del coopera344
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tivismo, son ideas y conceptos que aparecen recurrentemente en casi todos los escenarios de las organizaciones populares, lo que no es extraño si se toma en cuenta que la cooperación y la autogestión solidarias hacen presencia (a veces con fuerza, a veces débilmente, pero siempre están presentes) en los imaginarios culturales de las comunidades y grupos y clases sociales subalternos, en calidad de mecanismos que pueden servir de estrategias de organización para solucionar las necesidades materiales y espirituales de los hombres y mujeres que deciden y actúan en la organización solidaria, para lo cual despliegan profundos procesos de participación comunitaria trascedentes y pasan a ser un medio eficiente para jalonar un nuevo ordenamiento de la sociedad, a partir de un modo diferente de organizar los procesos económicos, orientando la producción, la distribución, consumo y acumulación de la riqueza representada en bienes y servicios, bajo una forma cooperativizada y autogestionaria. Son muchos los retos que nos depara el próximo siglo, los cuales se pueden resumir en una sola palabra, que de por sí nos convoca a la acción y que estamos convencidos será “la música de fondo” y el anhelo que recorrerá los vericuetos y procesos del Congreso: la participación. Se trata de rescatar el concepto y los contenidos de este término, entendiendo que la participación no es solamente hacer parte de algo o alguien nominalmente, o la acción de elegir a otros delegando hasta el alma, o simplemente dar opinión sobre diversos temas. Participación también es crear nuestra propia identidad asociativa-empresarial; construir y posicionar de manera autónoma, nuevas alternativas de organización económica y posicionar las actualmente existentes, que resuelvan no solamente las necesidades y esperanzas de los asociados, sino de la población en general. Participar es ingresar con autoridad moral y propuestas reales de un buen desarrollo para todos los hombres y todas las mujeres, en aquellos espacios que tradicionalmente hemos dejado a otros actores sociales y económicos (el Estado, la empresa privada), pero que definitivamente podríamos decir que nos pertenecen, pues allí están nuestros asociados y sus familias; estamos hablando de la industria, de la prestación de servicios, en el campo económico, pero además, este planteamiento de participación debe también dirigirse a los espacios en donde se realiza la política. Participar en poner al servicio de la ciudadanía nuestro esfuerzo creativo y solidario en la defensa de los derechos humanos, de la paz y de la lucha por una democracia deliberativa, que se inicia con la Constitución de 1991, con figuras como la tutela, la propiedad colectiva, la participación prioritaria de la Economía Solidaria en la enajenación de los bienes del Estado, etc.
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Participar es convertir en bandera de fin y comienzo de siglos, la cooperativización de Antioquia, no solamente en lo económico y social, sino en la política y en lo espiritual.
Julio de 1999. Nº 63 Nuestra sociedad ha estado cimentada durante mucho tiempo sobre valores que reivindican el esfuerzo individualista de personas o grupos cerrados, buscando el lucro de manera particular y egoísta, olvidando que somos agentes sociales, que necesitamos del OTRO de mil maneras, para construir en colectivo las soluciones a las necesidades y anhelos de todos. Por ello en este momento, si se requiere del Otro, en gran medida es para aprovecharse de sus capacidades y si ese Otro no está pendiente de sus derechos, corre el peligro de perderlos. Pareciera que la consigna es: “Hacer el mínimo aporte ojalá ganando el máximo de beneficio sin importar a quién se explote”. Esta máxima del capitalismo ha inundado todas las esferas de la vida cotidiana y hasta emocional de los ciudadanos (as): desde la humillación y/o explotación del semejante hasta la industria del narcotráfico, pasando por el chantaje y los sentimientos de culpa inducidos en el ciudadano común y corriente que se esfuerza, en contravía de la tendencia dominante, por trabajar con honestidad y espíritu solidario. De esta tendencia voraz que se sustenta y genera sólo un enriquecimiento material y la acumulación concentrada del poder en todas las esferas de la vida social, no se ha salvado ningún segmento de la sociedad; hasta el cooperativismo, que encarna precisamente los anti-valores de la sociedad mercantilista, ha sido contaminado con ese virus de la actuación egoísta. Los valores de la cooperación: solidaridad, equidad, igualdad, responsabilidad social, transparencia, honestidad y participación, vienen cayendo en un peligroso olvido, lo que le abre el paso a prácticas contraproducentes a la Economía Solidaria. Sin embargo, debemos recordar que el cooperativismo en el mundo surgió y ha tenido procesos de avance significativos en los momentos de crisis intensas de la sociedad capitalista y del propio movimiento. Debemos hacer grandes sacrificios y agudizar nuestros niveles de control, eficiencia y eficacia, pero sobre todo profundizar en el rescate de los valores y la doctrina que nos identifica y proyecta. Creemos que una alternativa real para un desarrollo integral, social y humano, es poner al orden del día los valores y la gestión empresarial con métodos y principios propios de la cooperación. La cooperación y la autogestión solidarias son una opción real para iniciar la construcción de una nueva economía y una nueva sociedad; son una al346
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ternativa de vida y de organización ciudadana de enormes posibilidades, pero es imprescindible comprometernos más en nuestra experiencia asociativa; huir y dejarle el barco a aquellos que se aferran o engolosinan con el egoísmo y el individualismo no es lo más sensato, pues no nos permitirá resolver las necesidades y anhelos de nuestros asociados. Las empresas cooperativas, en su gran mayoría, son el fruto del esfuerzo de varias generaciones de seres humanos que han luchado por vivir con dignidad y en colectivo. Continuar su tarea y mejorar nuestro desempeño y compromiso, es nuestro reto y al mismo tiempo una postura profundamente ética.
Octubre de 1997. Nº 52 (…) Uno de los contenidos más sentidos del concepto democracia, es la tesis de que la unión hace lafuerza; por ello, dentro del cooperativismo y la Economía Solidaria, es necesario que tomemos conciencia de esta tesis y aunemos esfuerzos para lograr un futuro más claro y mejor, un bienestar propio y colectivo. Promover movimientos que tengan su razón de ser en el trabajo conjunto, incitados por el espíritu cooperador y democrático, lo que nos llevará a lograr grandes metas, o mejor, a realizar los fines últimos del proyecto solidario: transformar el mundo actual creando un nuevo proyecto de civilización, es decir, unas nuevas propuestas de sociedad, economía, cultura, política y organización social. En este sentido, debemos crear espacios en los cuales los objetivos centrales y estratégicos sean construir la integración y el trabajo mancomunado y con base en ellos, impulsar cambios que redunden en beneficios para todos; la lucha nuestra debe ser para vencer el escepticismo político y a quienes han creído que poseen la verdad y el poder absolutos y sueñan con seguir moviendo los hilos de la historia de nuestro país. Acercarnos a las urnas y depositar nuestro voto es la mejor muestra de que hemos aprendido la lección, que participamos abierta y activamente en la definición de políticas y en la toma de decisiones para ser consecuentes con uno de nuestros principios cooperativos. Votar nos da la posibilidad de participar responsablemente en la construcción de más y mejores oportunidades para todos.
Septiembre de 1997. Nº 51 El movimiento Cooperativo en el mundo y en nuestro país es, de alguna manera, una experiencia joven (sobre todo en Colombia), sin embargo, con todas las deformaciones y dificultades internas y externas, viene ganando 347
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un posicionamiento social y económico (pero también político y cultural) bastante significativo, hecho del cual a veces ni nosotros mismos a veces nos damos cuenta; pero lo que es más grave aún es que no siempre colocamos ese acervo al servicio de la comunidad en general; en otras palabras, esas capacidades administrativas y asociativas que se han acumulado a los años que hemos recorrido en la historia de la humanidad como una manera de actuación en colectividad eficiente e idónea, los valores y principios que rigen y orientan nuestro accionar en la economía y en la sociedad, la autoridad moral que poseemos, no las potenciamos debidamente para intervenir en la solución de aquellas problemáticas que afectan a las grandes mayorías del país y del mundo en sus derechos a un nivel apropiado de calidad de vida y bienestar en todos los sentidos. Por el contrario, algunos sectores sociales y políticos han visto en el cooperativismo y otras formas solidarias de economía, una especie de “comodín” que sólo sirve para resolver problemas que el Estado no quiere solucionar, o para solventar políticas equívocas, como es el caso de la “solución cooperativa” para paliar el desempleo que genera la enajenación de las empresas del Estado, o la denominada “modernización” estatal. Para cambiar esta situación y en verdad aportarle a las soluciones de los problemas que hoy vive nuestra sociedad, no de manera coyuntural sino estratégica y ordenada con la participación de todos, incluyendo a las comunidades que están en condiciones de generar estructuras y prácticas socio-económicas basadas en la autogestión y la cooperación, un grupo de instituciones –entre otras coofinep– y dirigentes cooperativos, decidimos constituir el Movimiento Cooperadores por Antioquia, que tiene carácter político, con vistas a un trabajo de largo plazo para toda la región paisa. Somos conscientes que en nuestro medio la política está muy desprestigiada, sobre todo por la práctica malsana que han hecho de ella muchos políticos, pero precisamente, de lo que se trata es de rescatar ese “bien común” de la política, de las garras de los corruptos y demagogos, que la han convertido en un “bien” para el lucro individual y de pequeños grupos de poder. Sabemos los riesgos y la reacción que va a generar el hecho de que un movimiento como el nuestro siembre esperanzas y deseos de cambio profundos en las formas de hacer economía, política, cultura y sociedad. Seguro que muchos se preocuparán, pero sobre todo aquellos que creyeron que la sociedad civil y sus organizaciones nunca iban a luchar por ocupar espacios que siempre les han correspondido, pero que ingenuamente se los habían dejado a otros, que los desgastaron y desprestigiaron. Ahora bien, a pesar de esa historia de incomprensión y del desinterés en nuestras capacidades de acción política y de las dificultades que tendre-
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mos que abordar, hemos decidido cambiar el rumbo y asumir el reto de participar en las contiendas electorales. Nuestros objetivos son: - Impulsar un Desarrollo socio-económico integral a escala humana, en donde los ciudadanos (as) y sus organizaciones participen activamente. - Propender por el fortalecimiento y la creación de proyectos y estructuras sociales y empresariales, de naturaleza solidaria y autogestionaria, que incidan en la solución concertada de las necesidades de las comunidades. - Impulsar la constitución en las comunidades barriales y veredales de Circuitos Económicos Solidarios y el desarrollo intensivo de una Pedagogía de la Cooperación, que permita la construcción de una Cultura para la Solidaridad. - Defensa de los derechos Humanos, la convivencia pacífica y la paz, así como la consolidación de los núcleos de vida ciudadana en las comunidades.
Junio-Julio 1997. Nº 50 El movimiento de la Economía Solidaria en el mundo y en nuestro país, viene creciendo no solamente en términos cuantitativos sino en la capacidad de construir procesos colectivos de gran importancia, que apuntan a mejorar sustancialmente las condiciones socio-económicas y sobre todo espirituales de sus asociados y sus familias, sus usuarios y de la sociedad entera. A veces somos nosotros mismos los actores cotidianos de este movimiento, sus dolientes directos, quienes no nos percatamos de la inmensa posibilidad y potencialidad y la fuerza económica, social, cultural y política que tenemos. Por su naturaleza autogestionaria y solidaria, sus contenidos doctrinarios, por su racionalidad económica y las lógicas operacionales que aplican su gestión empresarial, el cooperativismo y las demás formas solidarias de la economía son la expresión organizativa en donde más se evidencia la práctica de la democracia, no sólo en la amplia participación que se logra en el conjunto del movimiento, sino en la producción y distribución de la riqueza. Sin embargo, la experiencia y los aportes ancestrales del movimiento, no siempre son aprovechados por los propios cooperativistas para proponer y desarrollar soluciones definitivas a las problemáticas que afectan la calidad de vida y el derecho a la felicidad de la gran mayoría de la población; por el contrario, son muchos los casos en los que la idea y la propuesta 349
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solidaria y cooperativa son utilizados como salvavidas coyunturales para solventar problemas puntuales de grupos y comunidades y en ocasiones los proyectos solidarios son puestos al servicio de los intereses personales de cofradías perversas, a veces ajenas a los fines y objetivos del cooperativismo, cuyos integrantes ven en el movimiento, el “coche” que los llevará a las “altas” esferas del poder. (…) Algunos dirigentes y asociados del cooperativismo de Antioquia hemos creído necesario enderezar y cambiar esas aplicaciones deformadas de la autogestión y la cooperación solidarias, que están dejado de lado tanto los acumulados que el movimiento ha conseguido construir a lo largo de su historia, como las potencialidades que tiene la actuación en colectividad. Creemos que el movimiento solidario debe asumir plenamente la responsabilidad social que le corresponde como proyecto que recoge los deseos y anhelos de bienestar que todos tenemos. Para cumplir este cometido hemos adoptado varias estrategias, entre ellas, propender por la participación en espacios económicos y sociales que hasta ahora hemos menospreciado, como el de la participación política electoral. Haciendo esto, damos respuesta concreta a lo decidido en el Primer Congreso Antioqueño de la Economía Solidaria, que a su vez fue reafirmado en la pasada asamblea de Asacoop, al señalar como tarea que “se convocará a las organizaciones asociadas, a los diferentes componentes de la Economía Solidaria y sus estamentos, a participar conscientemente de las jornadas electorales que se avecinan, apoyando programas políticos que impulsen los procesos de fomento y promoción de la Economía Solidaria en los niveles municipal, departamental y nacional”. (…) Ante la situación tan compleja que vivimos los colombianos, no queda más alternativa que hacer de la vida ciudadana una gran empresa cooperativa y estamos seguros que en ese empeño contaremos con el compromiso de nuestros asociados, familiares y amigos.
Diciembre 1996. Nº 45 Este año que termina ha sido muy atípico para todos: complejo y difícil para todos los frentes pero con mayor énfasis en el político y especialmente en el económico, no solamente para la mayoría de la población sino también para sus organizaciones sociales. Pero también ha sido enriquecedor, sobre todo en los aspectos socio-políticos y de perspectivas reales de cambios, si sabemos aprender y analizar críticamente las circunstancias adversas. Valorar la experiencia y reconocer nuestras limitaciones y falencias, son requisitos indispensables para perfeccionar los caminos que conducen 350
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hacia el desarrollo integral que buscamos y merecemos, no solamente para la Economía Solidaria sino para sociedad en general. Una vez más se demostró que las políticas económicas iniciadas por los gobiernos anteriores, impulsada con ahínco por la administración Gaviria y continuada por el actual gobierno, lo que ha generado el aumento de la brecha entre una abrumadora mayoría que posee muy poco de la riqueza social producida en el país y un cada vez más reducido grupo que lo tiene todo. En lo socio-político, nos encontramos con el cada vez más acentuado cinismo de los políticos tradicionales, con una corrupción que supera con creces cualquier cálculo o promedio histórico y con el poder de los dineros sucios generados por la delincuencia en todas sus modalidades, que ha conseguido permear todas las dimensiones de nuestra sociedad, como quedó al descubierto con el denominado proceso 8.000. Por otro lado, los importantes avances que se lograron con la aprobación de la Constitución de 1991 y que ahora se pretenden escamotear de manera descarada por parte de los componentes legislativo y ejecutivo del Estado, se vienen combinando con un régimen verticalista que implica, entre otras cosas, poca participación ciudadana, el fortalecimiento de las posiciones guerreristas y el incremento de los gastos para las fuerzas de represión, lo que ha venido incrementando las denuncias de violación de derechos humanos fundamentales. (…) Los solidarios, además de reiterar como estrategia fundamental la integración inter-cooperativa y la práctica creciente de la autogestión, la ayuda mutua, la solidaridad y la equidad, proponemos involucrarnos en asuntos que hasta ahora hemos dejado en manos de otros, o que han sido vedados ante todo por nuestra indiferencia. Asumiremos de manera decidida asuntos valiosos y actuales, que pertenecen al ámbito de nuestras responsabilidades como ciudadanos de la Economía Solidaria, tales como la defensa de la Constitución de 1991 y la participación política en donde sea necesario, colocando al movimiento solidario y cooperativo al servicio de la defensa del interés colectivo y poniendo nuestra experiencia y capacidad asociativa en función de diseñar y ejecutar acciones y proyectos que le apuesten a la solución de los múltiples problemas que agreden el derecho a la felicidad de los colombianos y colombianas.
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EL DOCUMENTO DEL MOVIMIENTO DE COOPERATIVAS DE BASE –CONIC– Decíamos en la introducción a este apartado de los textos a los que Diómer adhirió, que uno de los textos más notables a los que él le estampó su firma para mostrar su aquiescencia con los contenidos que se exponen, es el que, en su momento más álgido, elaboró el movimiento de cooperativas de base, que fue bautizado como Coordinadora Nacional de Integración Cooperativa –conic–. Este texto fue elaborado por el grupo central de dirigentes de este movimiento y fue avalado y suscrito por la mayor parte de los asistentes al Primer Encuentro de Cooperativas de Base, realizado en diciembre de 1986. Su edición original se convirtió en un referente obligado para una parte de quienes vivieron y compartieron esa propuesta de construir un nuevo cooperativismo, en especial para Diómer, quien siempre encontró en los análisis y propuestas que allí se hacen, una fuente de orientación para los debates y para sus acciones dentro de su cooperativa y del movimiento en general. Es preciso reconocer que los contenidos de este texto han sido conservados (documental e ideológicamente) por la Mesa Nacional Cooperativa y Solidaria. Como parte final de este capítulo, queremos transcribir algunos apartes de ese documento, en parte para mostrar otro aspecto del pensamiento del compañero Diómer y en parte, para provocar la lectura del documento total por parte de los lectores de este libro sobre coofinep y sobre cómo pensó este amigo el proyecto cooperativo y solidario. Destacamos: “Este Encuentro, compañeros/as, lo iniciamos el día de ayer con una gloriosa movilización, en la que también, por primera vez, el Cooperativismo colombiano se toma las calles para expresar su unidad, su integración, su deseo de continuar trabajando por las clases populares del país. (…) La Coordinadora Nacional de Integración Cooperativa, como un Grupo de Trabajo, tiene su origen en el proceso de integración horizontal que las cooperativas vienen desarrollando en diferentes regiones, con el propósito de luchar por la reactivación del cooperativismo a partir de las bases.
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La conic es una respuesta organizativa que, como instrumento, coadyuva a orientar las bases, a representarlas y a emprender acciones tendientes a superar las crisis concurrentes de credibilidad administrativa e ideológica del cooperativismo colombiano. El Cooperativismo, si creemos, necesita una redefinición en su Estructura Ideológica, o por lo menos, urge preocuparse por su definición ideológica. Nosotros tenemos unos basamentos históricos profundos como colombianos y desde el punto de vista universal de la Cooperación; tenemos profundidad doctrinal y tenemos su participación, la participación de las bases. Nos reunimos con el propósito firme de restablecer la democracia cooperativa en las cooperativas de base, pero fundamentalmente, en los organismos de dirección del Cooperativismo colombiano”. (…) “El Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Base (…) se propuso: 1. Hacer un diagnóstico de la actual situación del cooperativismo colombiano en el marco económico, social y político del país. 2. Formular una Plataforma de Acción del Cooperativismo que dé una respuesta a la crítica situación socio-económica del país y contribuya a la transformación social que necesita el pueblo colombiano. 3. Evaluar las diferentes experiencias y procesos de integración, empresariales y educativos desarrollados regionalmente, y formular un Plan de Acción Conjunto, tendiente a unificar estos procesos en un Modelo de Integración Nacional”. (…) “El documento emanado del organismo cúpula del cooperativismo mundial (aci) mencionado en esta ponencia, fija ciertas opciones ante los interrogantes (que nos hemos hecho para proceder a elaborar este documento): ‘Ninguna cooperativa existe en el vacío, sino que debe funcionar en un determinado medio económico y social. Es su obligación, sin duda, luchar para modificar y mejorar ese medio, pero no puede llevar a cabo semejante tarea a menos que reconozca los más apremiantes problemas, primero, de su propia comunidad, luego, los de la región más amplia donde está ubicada, y, finalmente, los de la nación y los de la humanidad.’ (los resaltos son nuestros)” (… … …) “Está en lo cierto la Alianza Cooperativa Internacional sobre la incapacidad histórica que ha mostrado el capitalismo para resolver las necesidades esenciales de los trabajadores y de la población en general, al afirmar categóricamente: ‘De hecho el propio sistema capitalista experimenta una 353
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crisis profunda en todo el mundo. La verdad es que desde hace mucho tiempo. No ha funcionado como se suponía debía hacerlo y ahora el mundo y la humanidad están buscando nuevas opciones, como nunca lo habían hecho en el pasado’. Y así señala la misión ineludible, válida para todos los cooperativistas colombianos, independientemente de toda consideración no fundamental para ello: ‘Las cooperativas se verán obligadas a actuar en un mundo que, en gran medida, no ha sido obra suya. Lo cual no quiere decir que las gentes que trabajan en las cooperativas no puedan construir el futuro ya que, sin duda, es éste el propósito fundamental del movimiento cooperativo: contribuir a la edificación de un mundo diferente y mejor. No se ha escrito la historia del futuro y los cooperadores deben estar dispuestos a que no se escriba sin su participación’. ¿Serán capaces los líderes del cooperativismo de nuestra patria y su creciente base social de cumplir con tan noble y legítima obra histórica?” (…) (elementos de análisis del cooperativismo colombiano) “Al estudiar el desarrollo histórico del cooperativismo mundial, la aci establece tres crisis secuenciales: de credibilidad en su iniciación, administrativa en su crecimiento e ideológica en su consolidación. Y, al evaluar el comportamiento del cooperativismo colombiano, podríamos afirmar que, pese al desarrollo que éste ha logrado, coexisten en diversos grados y manifestaciones las crisis antes señaladas. La crisis de credibilidad presenta síntomas como la falta de esfuerzos y participación de los socios, la desmotivación de los afiliados, ya sean ellos personas naturales o jurídicas, su poco sentido de pertenencia solidaria, el vacío de liderazgo que acentúa paulatinamente el aislamiento, la falta de integración de las cooperativas y la incapacidad de movilización de su base social. La crisis administrativa presenta síntomas como las deficiencias de manejo y proyección, improvisación, desactualización, falta de información, centralización política y administrativa excluyentes, desarrollo desigual a expensas de otros organismos, una situación permanente de debilidad en la economía con énfasis en actividades no productivas, especialmente financieras y con tendencia a actuar predominantemente en las áreas urbanas, lo que favorece solamente a sectores medios de la población. La crisis ideológica presenta señales como el quebrantamiento del principio de la Democracia, la ausencia de solidaridad, el desarrollismo, predominio de lo económico y subestimación de lo social, desfase entre la inte354
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gración vertical y horizontal, falta de especialización, afán multiactivista que genera competencia desleal al interior del cooperativismo, afiliación de socios personas naturales en las entidades de segundo grado (socios-usuarios) y la falta de identidad frente a los problemas que nos afectan”.
Después del párrafo anterior, el documento se adentra en el señalamiento de 15 características que denotan cuál es la situación que vivía el movimiento cooperativo en aquel año de 1986. Posteriormente del Documento del conic que Diomer alentó a su lectura señala: “el cooperativismo y el estado Se entiende por relación entre el cooperativismo y el Estado, no únicamente la que existe con el organismo gubernamental creado para tal fin, sino además, la que se da con toda la estructura del gobierno que incide directa o indirectamente en la amplia gama de actividades económico-sociales con la cual aspira el movimiento cooperativo a convertirse en un vigoroso instrumento transformador. (…) Hay que dejar claro que las primeras intervenciones estatales en materia cooperativa, crearon y estimularon el paternalismo y la dependencia, lastre dañino que el cooperativismo nacional soporta hasta nuestros días.”
En este apartado del documento se plantean 10 situaciones que caracterizan las relaciones entre Estado y Cooperativismo y seguidamente destaca: “educacion cooperativa La educación, en general, es un conjunto de procesos que permiten la construcción de la conciencia y los conocimientos que hacen posible y orientan la actuación de los seres humanos en calidad de ciudadanos culturales, políticos, económicos y sociales, lo que hace que todo el acto educativo refleje y facilite la reproducción o transformación de una sociedad determinada. Por lo tanto, la acción educativa no limita su papel a alfabetizar o a cultivar la personalidad del individuo mecánicamente, sino que también cumple, principalmente, con la calificación de la fuerza de trabajo hasta llevarla a las mejores condiciones posibles de productividad y así garantizar una mayor tasa de ganancia para quien la emplea. Por otra parte, la educación juega un importante papel ideológico, que se manifiesta en la enseñanza y aprendizaje de conceptos, teorías económicas, sociales, jurídicas, estéticas, culturales y políticas, que en las condiciones de la sociedad capitalista, inducen a pensar y actuar en función de 355
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la conservación y desarrollo del modelo económico y social capitalista, promoviendo el culto a la propiedad privada, al egoísmo, al lucro, a la competencia, la insolidaridad y al mismo tiempo ocultando el funesto comportamiento de los monopolios nacionales y extranjeros y otras políticas y conductas inapropiadas, que inciden negativamente en el desarrollo económico y social del país. Por la naturaleza misma del proyecto cooperativo y solidario, la educación que se debe desarrollar en las organizaciones y en la comunidad en general debe estar, ante todo, con los fines que persigue el movimiento solidario y cooperativo; en este sentido, debe combinar, con arreglo al carácter y naturaleza de la autogestión y la cooperación solidarias, a su función empresarial autogestionaria democrática y su objeto social, acrisolar un ser humano material y espiritualmente nuevo”.
A continuación el documento profundiza los aspectos más relevantes de la problemática que en aquellos tiempos aquejaba a la educación cooperativa, los cuales (valga el comentario), han persistido hasta la fecha, con un amago de mejoramiento cuando se propuso la estrategia de construir pesems –Programa educativo para el desarrollo socio-empresarial– en las organizaciones solidarias, propuesta que finalmente fue abortada por el mismo movimiento, en parte por la actitud poco amigable de la gerentocracia y la dirigencia de la mayor parte de las entidades de autogestión y cooperación, en especial las más “desarrolladas”, en parte por la actitud de Estado, que fue incapaz de vigilar adecuadamente el cumplimiento de este mandato jurídico. De las anotaciones expuestas en el documento del conic, queremos resaltar dos que a nuestro juicio son bastante significativas y son referentes en el pensamiento que desarrollo Diomer, pues los valoro como estratégicos para una nueva mirada al tema educativo en la Economía Solidaria y la propia integración cooperativa: “Los programas educativos no responden ni son concordantes con los fines estratégicos del proyecto cooperativo y solidario.” “Los programas educativos se limitan a la disponibilidad de recursos de los fondos de educación provenientes de los excedentes. Individualmente las cooperativas son incapaces, con los recursos existentes, de enfrentar mediante la educación, el reto que significa generar cambios de conducta y 356
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compromiso social en los integrantes de los estamentos que forman parte de las organizaciones”. (…) “integración cooperativa La integración cooperativa se debe entender como una estrategia que busca la unión, la participación equitativa, la unidad de acción, la adhesión a una causa común que conduzca al fortalecimiento organizativo, garantizando el desarrollo integral y la representatividad necesaria del cooperativismo ante otros gremios y el Estado; debe entenderse que es una actitud y una práctica permanentes, expresadas en acciones y actividades conjuntas como un proceso, es decir, como un conjunto de fases sucesivas y coherentes de trabajo participativo, programático, permanente, continuado, y con objetivos claros. Así mismo, la integración debe asumirse como una respuesta estratégica a los problemas de cada cooperativa, y todas y cada una de las localidades y regiones a las que progresivamente extienda su radio de acción, lo cual involucra internamente a los socios y sus familias y externamente a las entidades cooperativas, organizaciones populares y la comunidad en general; la integración también es una forma de participación de las personas y de aprovechamiento de los recursos, las teorías y experiencias en forma solidaria para maximizar servicios y minimizar esfuerzos y costos. Sin embargo, en nuestro medio la integración cooperativa se viene entendiendo por lo general, como un simple intercambio de servicios y operaciones, no siempre con ventajas mutuas y equitativas; también como un proceso de concentración y centralización de recursos y objetivos, cuyo epicentro son los organismos de grado superior. Generalmente se comprende la integración como algo que debe darse sólo al interior del movimiento y no como una acción que deba extenderse al resto del movimiento social y popular. Este criterio es causa del alto grado de dispersión, aislamiento y bajo nivel de organización social”. (…) “El modelo de integración vertical presenta serias desviaciones desarrollistas que han alejado a ciertas entidades financieras cooperativas nacionales de segundo grado, de las cooperativas de base, lo que significa que no representan los intereses de éstas y sus socios, anarquizando el cooperativismo, burocratizándolo a través de la centralización del poder político y administrativo y coartando la participación. La integración del cooperativismo se ha desnaturalizado en cuanto que son los principales organismos financieros quienes se auto-adjudican la re357
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presentatividad, orientan las acciones de la Confederación de Cooperativas y realizan la interlocución con el sector oficial, cuando en realidad, por la naturaleza de su conformación, su operatividad y sus intereses inmediatos, estos organismos, mora y de hecho, se ilegitiman para representar los intereses de las cooperativas de base”.
El documento que venimos referenciando y que forma parte del Relato Teórico e Ideológico que caracterizó el accionar de Diómer dentro del cooperativismo, en razón a que lo suscribió de manera militante una vez fue elaborado, pero además lo mantuvo vigente como elemento fundamental de su pensamiento político-cooperativo, reseña las conclusiones a que llegaron las diferentes Comisiones de Trabajo que operaron durante el Encuentro Nacional de Cooperativas de Base; a renglón seguido, pasa a mostrar el plan de acción, en el que indican los objetivos y las acciones que deben cumplirse en el movimiento cooperativo para alcanzar el propósito estratégico y político del movimiento de cooperativas de base. Aunque todas las acciones definidas son importantes como expresión de la línea de pensamiento cooperativo en la que Diómer militó, sólo transcribiremos algunas, pero invitamos de nuevo a los lectores de este libro, que procuren asomarse al texto del conic para que puedan adquirir una visión más amplia del discurso que acompañó a este movimiento: “Propósito Es nuestro propósito el desarrollo integral del hombre y de la sociedad, entendiendo este desarrollo como el cambio de actitud de los socios para que piensen, sientan y actúen cooperativamente y contribuyan con la transformación de la estructura económica-social y política de la sociedad capitalista, y elevar el nivel de calidad de vida del conjunto de habitantes de nuestras sociedades, dando respuestas adecuadas a las necesidades en lo económico, social y espiritual. Objetivo General Convertir el cooperativismo en un movimiento socio-económico, con poder para actuar no solamente en los diferentes sectores de la economía nacional, sino, además, como medio para contribuir al proceso de transformación social. Objetivos Específicos Defender una orientación auténtica del Cooperativismo, combatiendo sus 358
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desviaciones, la inmoralidad administrativa y los vicios antidemocráticos. Integrar por la base al cooperativismo colombiano, al interior de cada cooperativa, de cada localidad, de cada región, nacional e internacionalmente, como también fuera de éste, con el movimiento de los trabajadores, campesinos, indígenas y el pueblo en general”. (…) “Resaltar la función social de las cooperativas, incluyendo dentro de su estructura interna cargos relacionados con actividades doctrinarias, educativas, trabajo comunitario, y otros aspectos que permitan combinar la función económica con la práctica consecuente de la democracia, la solidaridad, la integración y el compromiso por una sociedad justa, eliminando las tendencias de carácter pasivo y conservaduristas. Hacer de las organizaciones cooperativas no solamente empresas económicas rentables, sino también escuelas prácticas de la democracia y la solidaridad, que permitan defender y fomentar en la base de socios los sentimientos de respeto, debate y educación de la conciencia social”. (…) “Reorientar y fortalecer la Confederación de Cooperativas de Colombia, centrando y ampliando su accionar en aspectos tales como: - Representación del Movimiento Cooperativo ante el Estado, los gremios, organizaciones nacionales e internacionales. - Fijación de políticas en frentes como la educación, la integración, la financiación y la producción, entre otros. - Difusión de los temas de interés cooperativo, mediante publicaciones, investigaciones, debates y discusiones. (…) En lo económico, impulsar el cooperativismo productivo para superar el simple papel de intermediación que se viene cumpliendo, buscando los mecanismos para la constitución de cooperativas de producción, mercadeo y consumo, procurando la organización de los pequeños productores agropecuarios, empresarios artesanales e industriales y comerciantes, en función de los procesos económicos que desarrollan, para perfeccionarlos estratégicamente, creando circuitos y mercados de naturaleza solidaria y cooperativa que fortalezcan sus posiciones en la economía y al conjunto del movimiento cooperativo. Los objetivos de esta propuesta es generar empleo y trabajo, reducir los costos de producción y mercadeo, romper la cadena de intermediarios, rebajar y regular los precios al consumidor, etc”. (…) 359
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“La Educación Cooperativa El movimiento cooperativo está llamado a implementar y desarrollar un modelo educativo propio, concebido como un proceso para la formación integral del ser humano; para ello es preciso impulsar un proceso continuo, permanente y autogestionario de formación, capacitación e información, en y desde las organizaciones cooperativas”. (…) La integración horizontal desde la base debe ser un proceso de organización que se hace de abajo hacia arriba, que se fundamente en una clara definición de los objetivos y los mecanismos que se aplicarán para su cumplimiento; ello requiere propiciar la construcción de una nueva mentalidad en relación con lo cooperativo y en general con la actuación en colectividad, que conduzca a la tenencia en los asociados, dirigentes y empleados de las cooperativas, de una amplia voluntad de trabajo participativo, que tienda a propulsar una nueva Política Nacional de Desarrollo Cooperativo, con la participación consciente y activa de la comunidad de asociados, lo que se convertirá en la razón de ser de la integración y en la garantía fundamental para la consolidación del movimiento cooperativo”.
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A MANERA DE EPÍLOGO
O
riginalmente este libro sobre la historia de coofinep, hizo parte de la conmemoración de los 50 años de la cooperativa, que se hizo durante año 2012; lo que significó en su momento esta idea, se expuso en el prólogo y también en el contenido histórico del texto. Cuando estaba listo para su edición, sucedió la despedida definitiva de Diómer, lo que hizo pensar que el libro debía ser también una especie de homenaje a este amigo que durante tantos años estuvo al frente de la cooperativa, lo que llevó en última instancia a proponer la elaboración de un Capitulo Final, en el cual se mostrará una parte del pensamiento político-cooperativo de este dirigente del cooperativismo de Antioquia y del país. Cumplida esta última tarea, el libro se editó y se ha puesto en circulación, con la idea de buscar que a partir de este trabajo intelectual de reconstrucción de la historia de coofinep y de la exposición sucinta de las ideas que referenciaron la actuación cooperativa de Diómer, se jalonara un proceso tendiente a sacudir el marasmo que hoy acusa la dimensión cultural del Cooperativismo y en general de la Economía Solidaria, causado, entre otros hechos, por la hegemonía de un modelo financierista y pragmático de hacer lo cooperativo y solidario, al cual el tema de las ideas, el conocimiento social y político, la doctrina y la filosofía, la teoría económica y social, la educación y otros asuntos afines no le interesan y, por lo mismo, los mantienen fuera de agenda, o en el mejor de los casos, están en el orden del día, pero en un lugar secundario o terciario. Por ello, cuando se escuchan las declaraciones que algunos dirigentes nacionales y regionales del cooperativismo manifiestan en programas de televisión o en medios escritos (pocas en realidad), pues el escenario mediático no es muy cercano al movimiento solidario, ni éste último es muy proclive a aparecer en los medios, se escuchan sólo tres temáticas: las cifras estadísticas (a veces nacionales, en ocasiones particulares de una entidad solidaria), sin análisis ni contexto, sólo números; asuntos jurídicos; y por 361
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último, un discurso atrasado de tipo doctrinario, que repite mecánicamente frases de cajón que hablan de valores y principios, pero apenas son eso, frases de superficie para “alegrar la galería”, pues para nada se contextualizan y actualizan para mostrar las enormes potencialidades de la actuación cooperativa, o sea, de la aplicación de la solidaridad en la organización y desarrollo de los procesos económicos. Por ningún lado se oyen estas apariciones esporádicas en los medios de dirigentes y administradores cooperativos, mutuales y de fondos de empleados, elaboraciones discursivas que evidencian que cuando se habla de la autogestión y la cooperación solidarias, se está nombrando uno de los acontecimientos más importantes de la vida de los pueblos, sobre de los sectores y grupos subordinados del modelo capitalista. Estas situaciones, sin lugar a dudas, hacen evidente una cierta pobreza intelectual del movimiento solidario, cosa que Diómer siempre señaló en sus debates y discursos, pues para él el conocimiento que debía acompañar la práctica de la Economía Solidaria tenía que ser riguroso y cierto, pertinente y político. Esta situación hay que transformarla, es decir, es preciso que asociados, dirigentes, administradores, empleados de las organizaciones solidarias, los funcionarios del Estado y en general todos los integrantes de la sociedad colombiana, comiencen a construir una nueva forma de mirar, pensar y actuar el proyecto de la Economía Solidaria, pues es la única forma de que éste pase a ocupar el lugar que se merece como una real alternativa frente al modelo civilizatorio que sirve de base al modo capitalista de Estado, Economía y Sociedad.
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