www.elsalvador.com • Sábado, 5 de mayo de 2012 El Diario de Hoy
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Fallece fundador del Don Rúa, padre Francisco Manzoni b El sacerdote entregó su
RECUERDOS
alma a Dios a los 98 años. Sus exequias serán hoy en la cripta del templo Georgina Vividor comunidades@eldiariodehoy.com
Muchos capitalinos recuerdan a un sacerdote con su sotana negra y un pañuelo blanco en la cabeza recorriendo las calles de San Salvador en una motoneta roja. Hasta hubo un anuncio de televisión en el que, al verlo, una señora exclamaba: “¡El señor cura en Vespa...!”. Ese era el padre Francisco Manzoni, quien llevaba la comunión a los enfermos a los hospitales o a sus casas. Era uno de los personajes típicos de la ciudad. Ahora él descansa de todos sus trabajos, a la edad de 98 años, tras una complicación pulmonar. Delamismamaneraselerecuerdaenlos60trabajandoél mismo en las obras de construcción del emblemático templo basilical de María Auxiliadora (Don Rúa) en el populoso barrio de San Miguelito, que él ayudó a erigir con el padre Ambrosio Rossi. Su característica sotana negra se podía ver desde lejos ondeando en las obras de la torre. Sacerdotes como el padre Heriberto Herrera, director del Boletín Salesiano, lo recuerdan como un hombre serio pero cumplidor, de pocas palabras, pero que se caracterizaba por tener una energía tremenda. “Era incansable”, dice el padre Heriberto. Francisco Manzoni nació el 9 de octubre de 1913 en la provincia de Maggio di Cremeno, en Italia. Sus padres fueron don Egidio Manzoni y doña Teresa Combi. Desde muy joven sintió el llamado de Dios y el deseo de ser sacerdote, pero su sueño no pudo cumplirse de inmediato, ya que a los 20 años fue obligado a prestar servicio militar durante la guerra contraAbisinia en la que fue trasladado a Córcega, Francia.
Años más tarde intenta iniciarse como salesiano de nuevo, pero es obligado nuevamente a enlistarse durante la Segunda Guerra Mundial. Él mismo relataba que su trabajo fue de comunicaciones. En 1945, después de duras experiencias militares, Manzoni logró cumplir su sueño y a los 32 años de edad pudo entrar al seminario. En 1948 fue destinado en una misión a Centroamérica, junto con el padre Mario Galizzi. Llegó al paísparahacersuprocesoformativo y hasta su ordenación sacerdotal. Toda su vida religiosa la vivió en la Parroquia María Auxiliadora a la que le entregó su tiempo, el sudor de su frente y su labor. El padre Manzoni fue nombrado por el padreAmbrossio Rossi como encargado de obreros para la construcción de la basílica de Don Rúa. No obstante, el mismo padre Manzoni, con pala en la mano colaboró a la construcción de los cimientos y la cúpula de lo que es ahora la iglesia Don Rúa. “Solía vérsele por las noches con su sotana negra trabajando; llevaba en la carretilla la mezcla, se subía en los andamios y caminaba en las alturas de la cúpula”, relató Herrera. De acuerdo con el religioso, al padre Manzoni le gustaba cultivar las relaciones con los bienhechores que colaboraban con la iglesia y les llevaba regalos: unas palmeras que él cultivaba con mucha dedicación en un pequeño vivero de parroquia, un lugar al que consideraba sacrosanto y que nadie podía entrar. Los restos del padre Francisco están siendo velados en la capilla interna de la Parroquia de María Auxiliadora. A las 9:00 a.m. se oficiará una misa en su memoria y será enterrado en la cripta de la iglesia.
El padre Manzoni (a la izquierda) junto a los sacerdotes salesianos Mauricio Dada Jaar y Jorge Miranda en 2011.
La parroquia María Auxiliadora le dedicó esta ilustración al padre, recordándolo en su Vespa, ahora camino al cielo. Como un obrero más, el padre Francisco trabajó para construir los cimientos de la iglesia Don Rúa en los 60.