Sábado 18 / 10 / 2017 1 Kheshvan 5778 Resumen de la Parashá Génesis 6:9-11:32 DI-S manda a Noaj, la única persona justa en un mundo consumido por la violencia y la corrupción, a construir una teivá ("Arca"), recubierta de brea en su interior y exterior. Un gran diluvio, dice Di-s, eliminará toda vida de la faz de la tierra; pero el arca flotará en el agua, resguardando a Noaj y a su familia, junto a dos miembros (macho y hembra) de cada especie animal. Lluvia cae por 40 días y noches, y las aguas fluyen por 150 días más antes de comenzar a retroceder. El arca se reposa sobre el Monte Ararat, y desde su ventana, Noaj envía un cuervo, y luego una serie de palomas, "para ver si las aguas se fueron de la faz de la tierra". Cuando la tierra se secó completamente, exactamente un año solar (365 días) luego del comienzo del Diluvio, Di-s manda a Noaj a salir de la teivá y re-popular la tierra. Noaj construye un altar y ofrece sacrificios a Di-s. Di-s jura nunca más destruir toda la humanidad por causa de sus acciones, y establece al arco iris como testimonio de Su nuevo pacto con el hombre. Di-s instruye a Noaj sobre la santidad de la vida; el asesinato es un crimen de pena capital, y, si bien el hombre tiene permitido comer carne de animales, tiene prohibido comer carne o beber sangre tomadas de un animal vivo. Noaj planta un viñedo y se embriaga con su producto. Dos de sus hijos, Shem y Iafet, son bendecidos por cubrir la desnudez de su padre, mientras que su tercer hijo, Jam, es maldecido por sacar ventaja de su desgracia. Los descendientes de Noaj quedan como un solo pueblo, con un lenguaje y una cultura comunes por diez generaciones. Luego desafían a su Creador al construir una gran torre que simboliza su invencibilidad; Di-s confunde su lenguaje de manera que "uno no comprende la lengua del otro", causando que abandonen su proyecto y se dispersen por la tierra, separándose en setenta naciones. La sección de Noaj concluye con la cronología de las diez generaciones desde Noaj hasta Avram (luego Avraham), y sus viajes desde su lugar de nacimiento en Ur Casdím a Jarán, en camino hacia la Tierra de Canaán. _____________________
Fuente: http://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/514179/jewish/Resumen-de-la-Parash.htm
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COMENTARIO ADVENTISTA CON UN nuevo subtítulo se introduce la historia de Noé y la del diluvio. El autor presenta, en primer lugar, las razones por las cuales Noé halló gracia delante de Dios y por qué fue preservado durante la destrucción que asoló el mundo entero. No fue un capricho divino lo que lo convirtió en el recipiente del favor de Dios, sino una vida que estaba en armonía con la voluntad de Dios. Noé es caracterizado por tres expresiones, cada una de las cuales lo coloca en una posición muy favorable en comparación con sus contemporáneos. Era "varón justo". La palabra "justo" no implica una inocencia intachable, sino rectitud, honradez y virtud. Es digno de notarse que no es meramente llamado "justo" sino "varón justo". Vivir una vida ejemplar en el tiempo de Noé requería que un hombre pudiera resistir con intrepidez y firmeza atracciones malignas, tentaciones sutiles y mofas ruines. Noé no era una criatura débil, falta de juicio o de poder de la voluntad, sino un "varón" de convicciones fuertes, recto en pensamiento y acción. PERFECTO EN SUS GENERACIONES. En segundo lugar, el atributo destaca a Noé como intachable en "su tiempo" (BJ). Esto no significa que vivió en un estado de impecabilidad sino más bien de integridad moral. Se refiere no sólo a la vida piadosa de Noé sino también a la constancia de su religión en medio del ambiente cargado de iniquidad en que vivía. Con toda seguridad, era de un linaje puro, y en ese respecto también se diferenciaba de sus contemporáneos, muchos de los cuales eran fruto de casamientos promiscuos entre los piadosos y los impíos. DIOS CAMINÓ CON NOÉ. En tercer lugar, la vida de Noé recuerda la de su piadoso antepasado, Enoc (cap. 5: 22, 24), que había sido trasladado a la gloria eterna tan sólo 69 años antes del nacimiento de Noé. Durante su niñez, cuando la traslación de Enoc todavía estaba vívida en la memoria de las generaciones más antiguas, Noé debe haber oído numerosos comentarios acerca de la vida de ese hombre piadoso. Pero esta notable descripción de Noé no implica que él hubiera alcanzado la justicia por sus propios esfuerzos. Fue salvado por la fe (ver Heb. 11: 7), tal como todos los que son fieles hijos de Dios. ___________________ Fuente: CBA. T. 1. Cap. 6.
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COMENTARIO FINAL Reparando un mundo fracturado LA MALDAD humana es lamentada en el corazón de Di-s. Di-s es como un padre que observa el comportamiento de sus hijos. Es como un rey tomando nota de cómo se desarrollan los acontecimientos en Su reino. Cuando un padre ve a sus hijos involucrados en conductas autodestructivas, lo entristece. Como Di-s observó a la humanidad en los días de Noé, se entristeció al ver la desenfrenada iniquidad de Sus creaciones. Vio que cada corazón humano albergaba el mal. “El SEÑOR lamentó haber hecho al hombre en la tierra, y se entristeció en su corazón” (Génesis 6: 6). Entonces Di-s le dijo a Noé: “El fin de toda carne ha venido delante de mí, porque la tierra está llena de violencia por ellos, y he aquí, voy a destruirlos con la tierra”. (Génesis 6:13) La Biblia dice que la paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23). El pecado afecta el mundo que nos rodea. Los seres humanos son naturalmente criaturas egoístas. Raramente consideramos las consecuencias que nuestras decisiones tienen sobre los demás. En los días de Noé, el hombre violento nunca se detuvo a decirse a sí mismo: “Mi violencia empeora este mundo. Mis pecados están dañando a toda la humanidad”. Cada vez que pecamos, sin importar cuán privados y personales imaginemos que sea el pecado, contribuimos a la destrucción del mundo. Di-s va a castigar el pecado. Para Él, dejar el pecado impune sería injusto. La Biblia dice: “La justicia y el juicio son la base del trono [de Di-s]” (Salmo 89:14). En otras palabras, el reino de Di-s se basa en la justicia. Como Di-s es el estándar de la justicia, no puede ser injusto. Este es el problema con el pecado. Genera juicio. En los días de Noé, el pecado de la humanidad fue tan grande que la justicia exigió que Di-s tomara medidas contra éste. Lo más fácil para Di-s de haber hecho sería simplemente que la Tierra y toda Su creación dejarán de existir. Podría haber cerrado todo y comenzar de nuevo con una nueva creación. En cambio, El eligió tratar de enmendar, rescatar, transformar y salvar al Mundo. En el judaísmo, “arreglar el mundo” es un concepto importante. El mundo está roto y hay que arreglarlo. Cada vez que aplicamos nuestros esfuerzos para hacer el bien al aliviar el sufrimiento humano, defender la justicia, hacer la paz en medio de la lucha y elegir hacer lo correcto en lugar de lo incorrecto, aportamos en pro del arreglo del mundo. A medida que hacemos del mundo un lugar mejor, más piadoso, lo estamos restaurando a la intención original de Di-s. SHABAT SHALOM. Facilitador. JOSÉ G. BARITTO L. Comunidad Judía Adventista Caracas - Venezuela
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