23
“¿Hasta cuándo las víctimas vamos a seguir co
Trabajo desarrollado por alumnos de la Facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Sergio Arboleda, quienes se entrevistaron con las víctimas a través de la Fundación Victímas Visibles , a ellos agradecemos su esfuerzo y dedicación .
ontando la historia entre nosotros mismos?” Con estas palabras de Delis Palacios, Víctima de la masacre de Bojayá, recordamos la necesidad de las víctimas de ser escuchadas; de ser dignificadas y reparadas.
26
Por: Catalina Motta C.
Se trata del sur occidente del país. Más exactamente de la ciudad de Neiva, capital del departamento del Huila, donde acaecen las más irremediables escenas de desesperación y tristeza de la familia Lozada Polanco, quienes han sido estropeados por la violencia dejándoles profundas secuelas de dolor. Muchas versiones se han oído sobre lo que fue el secuestro masivo del Edificio Torres de Miraflores, pero hoy la voz de cinco rostros víctimas hablan, recordando lo que consideran, fue la mayor desgracia de sus vidas.
Desalmados de las Farc
Era la noche del 26 de julio de 2001 y los “opitas” celebraban el triunfo de la selección Colombia 2-0 ante el equipo de Honduras. El reloj marcaba las 11 y 15 de la noche cuando, en medio de pitos y jolgorios, el sonido ensordecedor de las balas que destrozaban las puertas de los apartamentos, de uno de los edificios más lujosos de la ciudad, era inimaginable. En menos de 30 minutos, mas de 70 individuos vestidos de camuflados se encontraban dispersos por los pasillos y escaleras al interior de edificio, quienes lograron ingresar engañando al vigilante, haciéndose pasar por agentes del Gaula. No bastaron los cuatro puntos de blindaje del 801 que fueron detonados por la inmensa ráfaga que desplegaban las armas de largo alcance que llevaban los subversivos. Los dos hijos mayores del ex gobernador del Huila y ex senador Jaime Lozada Perdomo fueron obligados, junto con su madre Gloria Polanco, ex representante a la Cámara, a salir de su vivienda. Minutos más tarde, los despojados se encontraban montados en unas camionetas que estaban pintadas como si fueran de la Policía, en compañía de 12 vecinos más. Se trataba del peor flagelo cometido a un ser humano: el secuestro.
La fe, el motor de la esperanza Luego de la fatal noticia, Jaime, quien fue cónsul de Colombia en Londres, empezó su labor por el rescate de los suyos siempre en compañía de Daniel, su
hijo menor. Acudió a algunos organismos de seguridad del Estado, como también pidió colaboración al entonces presidente, Andrés Pastrana, a otros personajes políticos importantes como Álvaro Leyva y Víctor G. Ricardo, y por supuesto, no dejó de lado a la Iglesia. Pero además realizó importantes viajes a Costa Rica; viajes que fueron de gran ayuda para avanzar en el proceso de liberación. Mientras tanto la vida en cautiverio de sus seres queridos no era fácil. Por testimonio del primer liberado del Edificio Alberto Valencia, que se logró nueve meses después, se supo que en “Hotel Opita”, una mansión en la zona de distención, era donde los guerrilleros de las Farc albergaban a los secuestrados del departamento del Huila. Ya se suponía como era el día a día en la selva, pero la narración de Albertano no fue tan alentadora. “Dormíamos hacinados en cambuches y comiendo cualquier cosa preparada a los “trancazos”, manifiesta el ex rehén. Las cartas de supervivencia que llegaban dirigidas a Jaime y Daniel generaban cierto consuelo, pero el sufrimiento se hacía más visible al leer las cartas que, a puño y letra, escribían sus familiares manifestando que en medio de lo que calificaban como ´una gran pesadilla’, se encontraban bien. “Queridos y amados Jaime y Danielito: En estos momentos de incertidumbre, tenemos el valor con Pipe y Tatán (Jaime Felipe y Juan Sebastián) de escribirles para decirles que los amamos mucho, que nos hacen muchísima falta, que cada día y minuto que pasa los extrañamos más, pero que gracias a Dios nos han tratado bien”. Estas fueron las primeras palabras que se conocieron de los retenidos.
Incansable luchador
El tiempo pasaba y Lozada Perdomo seguía con la perenne incertidumbre que lo embargaba desde hacía un año. La amnesia colombiana, también característica de la Idiosincrasia, concretamente de los huilenses, estuvo presente durante un lapso en el que dicho acontecimiento, ocurrido el 26 de julio, ya no despertaba inquietud ni el mismo interés en la sociedad. Las marchas por la liberación de los secuestrados y las diferentes jornadas pacificas apoyadas por el Congreso de la República, que se realizaban con el fin de buscar sensibilidad en el pueblo
colombiano respecto a tan abominable acto,pasaron a un segundo plano. Sin embargo, el cansancio, agotamiento y flaqueza, no fueron impedimento para que Jaime, brillante líder político, continuara con la tarea; se convirtió en uno de los hombres que hablaría sobre temas de paz por su perseverancia, pues la meta no era únicamente el rescate de sus familiares, sino el de todas las personas que se encontraban privadas de la libertad. Pero el tiempo no transcurría solo, fue una cascada de noticas para Jaime durante el 2002, que se pueden comparar por el desasosiego e impotencia que evocaron aquel 21 de julio de 2001. Los días 15 de febrero y 15 de mayo son acontecimientos perdurables en la vida del importante servidor público. El primero, por sufrir la muerte de Ricardo, el penúltimo de sus hermanos; y el segundo, por la pérdida de su investidura debido a un fallo del Consejo de Estado.
Otro cumpleaños más en la manigua
El día para ellos inicia a las 6a.m. y termina a las 6p.m., juegan dominó, parqués o ajedrez, dialogan y rezan. “Papito y Danielito: Estamos bien gracias a Dios, pero esto es muy duro. Estamos todos juntos. Anoche nos inventamos un juego y por la tarde escuchamos el partido de Colombia, nos alegramos mucho que haya ganado. Encargamos un balón de fútbol por lo menos para jugar un poquito y hacer algo diferente porque nos la pasamos casi todo el día jugando juegos de mesa. Los amo mucho y los extraño”. Es así como Tatán, el segundo de los hijos de Jaime Lozada le escribe por segunda vez estando en cautiverio.
ella congresista su caso tomaba otro matiz, era ya un secuestro político y esto era lo que se buscaba para que hiciera parte del grupo de secuestrados canjeables. Pero no fue fácil cuando la alejaron de sus hijos “Cuando nos separaron comenzó otro infierno. Pasaba noches soñando que los buscaba como una loca por la manigua y no daba con ellos. Le decía a Dios que no me importaba sufrir, que yo resistía, pero que por favor, se llevara a mis hijos para la casa”. Recuerda la desconsolada madre. Mientras tanto, el afán por la liberación de Jaime Felipe y Juan Sebastián era cada vez más vertiginoso.
Anhelado día
Después de muchos contactos y negociaciones económicas interpuestas, los dirigentes de las FARC declararon también secuestro político el de los dos hijos del ex senador. Fue así como después de casi 3 años de sometimiento, el 13 de julio de 2004 los hermanos Lozada Polanco volvieron a la libertad. Los dos jóvenes fueron entregados en un sitio de la selva del Caquetá. Mientras que la permanencia de Gloria se prolongó por 3 años más. Fue liberada el 27 de febrero de 2008 gracias a una entrega unilateral por parte de la guerrilla de las FARC.
Pero no termina aquí
La inseparable soledad que invade las almas de los que quedan en casa, es sin duda el peor sentimiento para quienes tienen que soportar la injusta ausencia de los suyos. Los diálogos y negociaciones eran el pan de cada día en el comedor de la familia que se convirtió en mártir de la guerra. Se habló inicialmente de un acuerdo humanitario que terminó siendo un arreglo de canje de secuestrados por guerrilleros.
Después de regresar de cautiverio los dos hijos del ex senador y ex gobernador, Pipe, manifestó a su padre el deseo de pertenecer al Directorio Conservador pidiéndole permiso y concepto sobre su aspiración y Jaime (papá) fue muy claro, enfatizó y fue elocuente al decirle a su hijo del gran compromiso que tendría al incursionar en la política, le explicó las connotaciones que traería y que no era fácil la tarea, pues además necesitaría la aceptación del pueblo.
Durante el secuestro, Lozada Perdomo postuló a su esposa Gloria Polanco, estando en cautiverio, como candidata a la Cámara de Representantes, siendo esta una no tan desacertada decisión, pues al ser
Pipe decidió participar para ser miembro y conformar el Directorio Departamental del Huila; salió elegido con la mayor votación del Huila y una de lasmás altas a nivel nacional. Una vez elegido, en compañía
de su padre, decidieron programar, y luego realizar, una gira por todo el departamento del Huila, iniciando por el municipio de Garzón. Era 3 de diciembre cuando, en horas de la tarde, padre e hijo se disponían a regresar a la ciudad de Neiva junto con un amigo de la familia, Jorge Humberto Másmelas, y el conductor de confianza de Marcos. También los acompañaba otro vehiculo con dos agentes del DAS. Aproximadamente a las 5 y 40 pm salieron de Garzón, pasaron por el municipio de Gigante en el Huila y 2 km adelante en la vía hacia el municipio de El Hobo, llegando al sitio conocido como “Los Altares”, frente a un corral de guadua, se encontraban atrincherados y fuertemente armados unos hombres al parecer subversivos de las FARC, quienes les dispararon con armas de largo alcance. Una de las balas logró impactar el cuerpo del ex Senador por la espalda, afectándole el pulmón, causándole herida mortal. Los otros ocupantes del vehículo intentaron tirarse sobre el piso del carro pero por el cinturón de seguridad no fue posible. A pesar de esto, con las maniobras del conductor en medio de la balacera lograron salir de la zona crítica y con daños en una llanta del carro emprendieron su viaje, cuando escucharon a Jaime que dijo “me mataron, me mataron, Jorge le encargo a Pipe, se lo encargo”. Fue entonces otro duro golpe para la familia Lozada Polanco. Se cree que un guerrillero alias “Hernán”, quien actualmente se encuentra preso en la cárcel de Rivera Huila, fue el encargado del asesinato. Todos los demás guerrilleros que participaron en el atentado reconocieron ante las autoridades la autoría y al mismo tiempo manifestaron que era una equivocación por confundir el vehículo en el cual se movilizaba Jaime y que dicho atentado era contra otro personaje de la vida pública. Eran apróximadamente ocho hombres, quienes fueron capturados, porque aceptaron la imputación de cargos del crimen. “Iban por Carlos Ramiro Chávarro, se equivocaron y mataron a mi papá”. Con la voz entre cortada y una mirada debíl, fueron las últimas palabras que dijo Tatán.
30
Créditos 2012, CRÓNICAS SOBRE VÍCTIMAS EN COLOMBIA Dirección Editorial JUAN CARLOS RAMOS HENDEZ Diseño, ilustración, texto y maquetación: CATALINA MOTTA. Corrección de estilo: CAMILA GIL
Con el apoyo de: FUNDACIÓN VÍCTIMAS VISIBLES COMUNIDAD DE MADRID UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA Printed in Colombia / Impreso en Colombia
31
... ESPERE LA PRÓXIMA SEMANA OTRA CRÓNICA SOBRE LAS VÍCTIMAS EN COLOMBIA!
NO MAS LÉELAS, SUS HISTORIAS HACEN PARTE DE NUESTRA HISTORIA.
32