200 AÑOS DE IDENTIDAD EN LA FOTOGRAFÍA ACERVO FOTOTECA NUEVO LEÓN | CURADURÍA VÍCTOR CAVAZOS
La valiosa identidad de los municipios
El antecedente de las cabeceras municipales que hoy conocemos eran pequeñas rancherías establecidas en torno a antiguas haciendas y estancias agrícolas o ganaderas. Esas comunidades por decreto se reconocen primero como villas y más tarde se les erige como ciudades. Las fotografías que documentan los municipios dan cuenta del valioso patrimonio cultural y natural que resguardan en sus costumbres, fiestas y paisajes.
Los primeros municipios en decretarse tras la flamante Constitución de 1824, se reconocen por que incorporan en sus nombres a los héroes de la Independencia como fueron Montemorelos y Los Aldama en 1825, Villaldama en 1826, Abasolo en 1827, Hidalgo en 1828, Sabinas Hidalgo y Galeana en 1829.
En una segunda etapa ya sea por segregación de otros municipios o por la integración de antiguas haciendas en Villas se constituyen San Nicolás en 1830, Villa de Santiago en 1831, Bustamante en 1832, Pesquería en 1844, Mier y Noriega en 1849, Allende e Iturbide en 1850; Mina, García, General Terán, Doctor Arroyo, Los Rayones, Apodaca y Parás en 1851, El Carmen en 1852, General Zuazua y Ciénega de Flores en 1863, General Zaragoza en 1866 y General Escobedo, General Treviño y General Bravo en 1868.
Los municipios más recientes en decretarse fueron Los Herrera en 1874, Lampazos y, Aramberri en 1877; San Pedro y Doctor Coss en 1882, Los Ramones en 1912, Anáhuac en 1935 y Melchor Ocampo en 1948. Cabe destacar el innovador trazado urbano radial de Anáhuac como una iniciativa sin precedente por haberse creado ya en el siglo XX.
Al margen de los límites políticos entre los municipios de Nuevo León el aprovechamiento y comercialización de los recursos naturales, agropecuarios e industriales con que cuentan les reintegra como zonas geoeconómicas cuyas actividades distintivas les define como industriales, ganaderas, agrícolas, avícolas, citrícola, apícola o ixtlera. Otra fuente de riqueza patrimonial de los municipios es la producción de artesanías y alimentos de gran valor identitario entre las que sobresalen la producción de juguetes de madera, productos de piel como las sillas de montar y guantes de beisbol, productos elaborados con ixtle, dulces, panes y platillos regionales como la carne seca entre muchos más. En los municipios existen, resguardados del desarrollo urbano, muchos atractivos naturales para impulsar el turismo como grutas, cascadas y ojos de agua, paredes escarpadas para el montañismo, zonas de petrograbados y petroglifos y con gran arraigo ferias y festivales regionales, así como las tradicionales fiestas religiosas de cada comunidad.