200 AÑOS DE IDENTIDAD EN LA FOTOGRAFÍA
ACERVO FOTOTECA NUEVO LEÓN | CURADURÍA VÍCTOR CAVAZOS
La estética industrial
A inicios de siglo XX se consolida el sector industrial en Nuevo León y de manera muy acertada las empresas se dieron la tarea de registrar sus procesos productivos mediante fotografías. La galería de imágenes que se resguarda sobre las actividades que se llevaban a acabo en las fábricas da cuenta de la estética del engranaje fabril y la geometría de la producción en masa.
Cabe agregar entre las tomas de la estética industrial el amplio legado que se capturó en torno a las vías férreas, los ferrocarriles y sus estaciones. Además de sus puentes y estructuras arquitectónicas de marcado carácter internacional y positivista, abundan imágenes de pasajeros, vendedores y ferrocarrileros. El ferrocarril detonó en grande la comercialización de los productos locales favoreciendo el fortalecimiento de la industria nuevoleonesa.
En orden cronológico se industrializó en el estado la producción de hilados y tejidos les siguieron la cervecera y la ladrillera, las fundiciones y afinadoras de metales, la vidriera y la cementera entre otras tantas. Además de las vistas panorámicas de estas factorías abundan las tomas de salones con imponentes maquinarias y la presencia de operarios y obreros que ejecutan sus labores dando cuenta de su participación en los procesos productivos. Los inmuebles fabriles en la localidad son muy diversos y a lo largo de un siglo y medio de historia industrial constituyen una genealogía de instalaciones muy interesante entre las que sobresalen las antiguas chimeneas de ladrillo de meticulosos desplantes ornamentales. A estas les siguen los inmensos silos harineros de las galleteras y panificadoras, las naves industriales y sus amplios espacios e ingenios mecánicos, los patios de materias primas y de productos terminados listos para su embarque, así como las formas aerodinámicas de la refresquera Peña Blanca y la maderería La Victoria.
En materia de fotografía industrial de Monterrey los trabajos de Guillermo Kahlo, Eugenio Espino Barros y Alberto Flores Varela sobrepasan el nivel documental para definirse como obras de arte, sus fotografías han evidenciado que en lo cotidiano de las actividades laborales ocurren escenas de gran belleza e inspiración. Esa misma inspiración es la que impregna de valor simbólico a las chimeneas humeantes del escudo estatal, llevando a las fábricas y a su mano de obra a ser considerados el motor económico de la entidad.