Revista USEM No. 278 Seguridad Social

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Revista

La revista social del empresario

No. 278 AĂąo 38 julio/agosto 2007

Seguridad

Social

00278 sociedad en

movimiento

9 771665 436008

Precio al pĂşblico $60.00 MN

www.usem.org.mx



Directorio Presidente de Confederación usem Sergio Castro Toledo Director de la Revista Germán Araujo Mata Consejo Editorial Sergio Castro Toledo Ricardo Estefan Colín Enrique Gilardi Rivero Manuel Loza Macías s. j. Alejandro Rangel Gómez Javier Solana Rivero Héctor Zagal Arreguín

Índice

Presidente UNIAPAC Internacional Arq. José Ignacio Mariscal Torroella jimariscaluniapac@usemconfederacion.org Directorio de presidentes USEM Lic. Sergio Castro Toledo / Confederación sergiocastrot@prodigy.net.mx Lic. Miguel Angel Juárez de la Torre / Aguascalientes luma@hired.com.mx Lic. Alejandro Azar / Grupo USEM Campeche alex_azar@msn.com Ing. Gabriel Sánchez Soledad / Ciudad Juárez gabriel@maderaysusproductos.com Ing. Víctor Hugo Hernández Gabiño / Córdoba-Orizaba grupogabinho@hotmail.com Ing. José de Jesús Mora / Culiacán moraculicacan@hotmail.com Ing. Carlos Humberto Cabello Gil / Chihuahua ccabello@email.com Ing. Felipe Saravia / Durango fsaravia@muebleria.com.mx Lic. Raymundo Díaz Oñate / Guadalajara raymundo.diaz@acerosarva.com.mx Lic. Javier Moreno Borbón / Hermosillo adiaz@intersel.com.mx Ing. Eduardo J. Espinosa A. / León erusa@prodigy.net.mx Lic. Emilio Correa / Mérida emiliocorreacvx@hotmail.com Lic. Paulino Rivera / Cd. de México hcocoyoc@prodigy.net.mx Ing. Juan Antonio Fuentevilla Carbajal / Monterrey afuentev@viakable.com Lic. Eduardo Sistos Rangel / Morelia sfmich@prodigy.net.mx Lic. Francisco Ayala Hernández / Puebla frankfer@frankfer.com.mx Lic. Jorge Eduardo Verástegui Saucedo / Grupo Saltillo jveraste@gis.com.mx Lic. Fernando Navarro González / San Luis Potosí gpoducel@avantel.net L.E.M. Patricio J. Duch Chávez / Tabasco duchpj@prodigy.net.mx C. P. Rubén Martínez Bastida / Valle de Toluca ruben@quintadelrey.com.mx Lic. Luis Sánchez Montes / Grupo Tuxtla Gutiérrez lsanchez@grupoado.com.mx Director de la Confederación Germán Araujo Mata direccion@usemconfederacion.org

278

02

Editorial Seguridad social Lic. Sergio Castro Toledo

03

Reflexiones Amplio horizonte de solidaridad Manuel Loza Macías S.J.

04

Actualidad El reto de la seguridad social y el futuro de México Lic. Pedro Javier González G.

06

Las pensiones en México Lic. Javier Moreno Padilla

08

La seguridad social de México Lic. Antonio Delgado Pérez

14

Pensiones o subsidios Act. Salvador Milanés García Remus

20

RSE Esto de la RSE Ing. Carlos Ludlow Saldivar

24

Encuentros IV Encuentro de Obispos y Empresarios

30

Reunión de Directores USEM

32

Espacio Z Cuando los 40 nos alcancen Dr. Héctor Zagal Arreguín

Publicidad Catalina Camarillo Rangel editorial@usemconfederacion.org Administración Martín Ruiz Maravillo administracion@usemconfederacion.org

usem

Editada y distribuida por Editorial de la Confederación de las Uniones Sociales de Empresarios de México, A. C. Eugenia 13, despacho 402, col. Nápoles 03810 México, D. F. Teléfono 5682 2171 y 5669 4790 Fax 5543 0605. Publicación periódica. Permiso núm. CR-DF-074-99. Características 218241212. Autorizada por sepomex . Certificado de licitud de título núm. 2049. Certificado de licitud de contenido núm. 1275. Núm. de reserva 440-85. Expediente 1432 “83”/3384 del 7 de septiembre de 1983. Publicación bimestral. Suscripción anual individual $ 360; extranjero $ 60 USD. Suscripción múltiple: 5 - $1,500; 10 - $ 3,000; 20 - $6,000. Veinte suscripciones te dan derecho a formar parte del Círculo de Amigos de la revista. Impreso en los talleres de procoelsa , Pascual Orozco núm. 51, col. Iztacalco, C. P. 08640, México, D. F. Se tiraron 10,000 ejemplares. Lo expresado en los artículos es bajo responsabilidad de los autores y no manifiesta necesariamente el punto de vista de la redacción ni de la usem. www.usem.org.mx


Revista

E ditorial

La revista social del empresario

No. 278 Año 38 julio/agosto 2007

Seguridad social

Seguridad Social en México Seguridad

Social

Lic. Sergio Castro Toledo

00278 sociedad en

movimiento

9 771665 436008

Precio al público $60.00 MN

E

n una sociedad o comunidad es responsabilidad de sus integrantes alcanzar niveles justos en la calidad de vida. Cuando hablamos de calidad de vida nos referimos a educación, salud, vivienda, ahorro, jubilación y pensiones. La seguridad social hoy es considerada como un derecho humano y, aunque reconocido por nuestra legislación, frecuentemente desatendido, o quizás, con un sistema inadecuado.

hace además oportuna —salvando los derechos fundamentales del trabajo— una actualización de las normas y de los sistemas de seguridad social mediante los cuales los trabajadores han sido hasta hoy tutelados. Decía Gabriel Zaid en Reforma: “Aunque los intereses familiares siguen dominando la vida social y política, hay cada vez más mexicanos haciendo cosas de interés social fuera del sector público. El número de asociaciones voluntarias de todo tipo se ha multiplicado. Muchos mexicanos desean intervenir, frente a una clase política decepcionante. Algunos entran a los partidos o al gobierno con ganas de hacer algo por el país, pero salen decepcionados de la grilla, los enjuagues, el desperdicio y la falta de seriedad con respecto a los objetivos. Se necesita

La demanda de seguridad social por los mexicanos

estómago, tenacidad, maña y suerte para sacar adelante

hoy en día es muy fuer te, ya que de acuerdo con el

cosas que valgan la pena, a pesar de todo. Para muchos

PNUD estamos en niveles de desarrollo que reclaman

es preferible el servicio público independiente: trabajar

justicia.

por la sociedad, fuera de la burocracia.

Ahora se discute la reforma fiscal para recaudar más

“Las personas que trabajan voluntariamente en lo que

recursos y poder atender las necesidades de los más

creen, en aquello para lo cual tienen facilidad, no sólo se

desprotegidos. Sin embargo, el crecimiento del 3% de

sienten realizadas, aunque ganen poco o nada, pueden

recaudación sobre el PIB no será suficiente para atender

tener una productividad sorprendente en comparación

los programas sociales; por lo que sería mejor hablar

con un órgano oficial, sujeto a normatividades, sindicatos,

de una reforma integral, que además de incrementar

grilla, contraórdenes, desabasto. Patrocinarlas puede

la recaudación, distribuya mejor el gasto y permita al

tener multiplicador. Un peso de patrocinio puede producir

gobierno promover la competitividad del país, crear

diez o cien veces más beneficios sociales que un peso

empleos, invertir en infraestructura, que cree puentes

de impuestos”.

para transitar de la economía informal a la formal –que

En la USEM promovemos que la empresa atienda los

no continúe incentivando a la informalidad, ya que el

objetivos sociales y económicos, internos y externos

incremento en ésta es un síntoma de fallas institucionales,

de los públicos interesados, esto es además de la fina-

las cuales limitan las oportunidades de crecimiento y

lidad de producir utilidades. Por un lado, al pagar sus

bienestar social– y, sobre todo, se atienda al FUTURO

contribuciones fiscales aporta a la comunidad recursos

con proyectos de tecnología y modernidad. Asimismo,

para que con la dirección del gobierno se atiendan los

que se creen los proyectos para la demanda futura de

proyectos sociales, seguridad social e inversiones pro-

calidad de vida de los mexicanos.

ductivas, y al realizar su “balance social” reconocerá su

La superación gradual del modelo organizativo basado sobre el trabajo asalariado, sobre todo en la gran empresa,

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aportación directa para que sus colaboradores mejoren su calidad de vida.g


R eflexiones

Amplio horizonte de solidaridad

E

l administrador de un asilo de ancianos pedía el aumento de su habitual contribución o limosna a un bienhechor. Éste se negaba aduciendo muchas de las razones que ordinariamente suelen darse en casos semejantes. Entonces el administrador le dice: “Acérquese ud. a la ventana y dígame qué ve a través del cristal”. “Veo a la gente”, le responde. “Perfectamente”, continúa el administrador, “Ahora venga y mire este otro cristal —que era un espejo grande fijado a la pared—, y ¿ahora qué ve?”. “Sólo me veo a mí mismo, naturalmente”, fue su respuesta. La moraleja era ésta: como la plata del espejo impide ver a otras personas, así también el apego desmedido de las riquezas impide ver la realidad lacerante de aquella gente cuyas necesidades no quedan cubiertas ni por la justicia individual, ni por la justicia social. Por eso es necesario ir más allá de la justicia. Con todo, todavía hoy existen muchas personas, ancianos, niños, enfermos y toda una multitud de minusválidos a quienes no alcanzan los beneficios del propio salario y de la seguridad social pública. Son los verdaderamente marginados en lo material y en lo cultural. Su satisfacción sólo puede venir de aquello que antiguamente se conocía como obras de caridad o de misericordia y que hoy podrían denominarse acciones de solidaridad humana. Manuel Loza Macías sj t

Extraído del libro Compromiso y Acción

Estimado suscriptor: Si no has recibido o quieres recibir algún ejemplar en particular, por favor comunícate con Catalina Camarillo al e-mail: editorial@usemconfederacion.org

Nuestra Misión

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Unir, orientar y motivar a los dirigentes de empresa para que, a la luz del pensamiento social cristiano, se comprometan a su mejoramiento personal, a la transformación de su empresa y del medio empresarial y a contribuir en la construcción de una sociedad más justa y más humana.

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ACTUALIDAD

El reto de la seguridad social y el futuro de México Lic. Pedro Javier González G.

A

finales del mes de marzo, con 313 votos a favor, 146 en contra y 2 abstenciones, en la Cámara de Diputados se aprobó la nueva Ley del ISSSTE. Poco tiempo después, el Senado hizo lo propio. De entrada, cabe destacar el amplio apoyo legislativo a la reforma, a su vez sustentado en una negociación previa entre el Gobierno federal —SHCP e ISSSTE—, los principales sindicatos involucrados —FSTSE y SNTE— y los partidos políticos. Así, con base en una eficaz operación política, todas las bancadas, con excepción de las que forman el FAP, dieron su aval a la reforma.

Hacia 2030, se elevará el porcentaje de la población que demandará una pensión.

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Desde un punto de vista económico, la aprobación de la reforma representa un hecho de gran trascendencia. Es el primer y necesario paso para desactivar una bomba de tiempo que pone en entredicho la viabilidad financiera del Estado mexicano. Los pasivos acumulados en los diversos sistemas de pensiones alcanzan magnitudes que rebasan el 120% del PIB y, en el caso concreto de los pasivos del ISSSTE, suman casi el 50% del PIB, monto a su vez equivalente a dos veces el presupuesto de egresos de la federación. Más aún, como es de sobra conocido, el problema con estos pasivos radica en que, en virtud de las reglas del juego hoy en día prevalecientes y de la dinámica demográfica del país, tienden a incrementarse; no es una cuestión de austeridad o de buena administración, si no se frena el crecimiento inercial de los pasivos, los efectos positivos de una eventual reforma fiscal serían totalmente absorbidos por los compromisos en materia de pensiones. De cara a la necesidad de sentar las bases para la construcción de un mejor futuro para todos, la seguridad social se erige como uno de los desafíos más formidables a superar. En efecto, las tendencias demográficas apuntan, por un lado, al aumento en la esperanza media de vida de los mexicanos —actualmente 75 años—; por otro lado, a un peso cada vez mayor de la población con más de 65 años en el total de la población nacional. Hacia 2030 la favorable relación entre población en edad de trabajar y población dependiente —niños menores


de 14 años y adultos mayores de 65 años— empezará a cambiar de signo y, desde el punto de vista de la seguridad social, ello significa que la población que demandará una pensión se elevará como porcentaje del total de la población: menos personas en edad de trabajar deberán generar los recursos necesarios para financiar las pensiones de quienes ya no estarán en edad laboral y que, en virtud del incremento en la esperanza de vida, recibirán pensiones durante periodos más prolongados. En franco contraste con la situación imperante durante la década de los años ochenta y principios de los noventa, cuando la deuda externa se convirtió en el principal lastre del desarrollo nacional, ahora el núcleo de la problemática de los pasivos gubernamentales se ubica en el terreno de las pensiones. A grandes rasgos, cerca del 30% de estas obligaciones corresponden a las pensiones de los trabajadores asegurados en el IMSS y que laboran en el sector privado —las tres cuartas partes del total de la población con acceso a los beneficios del sistema de pensiones. Para cubrir esta obligación, la reforma de 1997 al sistema de pensiones ha permitido constituir un fondo que, en la actualidad, asciende ya a cerca de un billón de pesos. De esta forma, estas obligaciones dejan de ser, en sentido estricto, pasivos gubernamentales, pues su cumplimiento, en teoría, se cubrirá mediante la inversión de las aportaciones de los propios trabajadores. Ahora bien, en el caso de los 4 millones de trabajadores del sector público, la deuda implícita por pensiones suma casi 5 billones de pesos y no existe un fondo destinado para garantizar la cobertura de las obligaciones. Dicho en otras palabras, el problema central en materia de pensiones se ubica en las obligaciones contraídas con los trabajadores del estado —la cuarta parte de la población con derecho a una pensión, pero el 70 por ciento del total de este tipo de pasivos contingentes—, toda vez que el cumplimiento cabal de estas obligaciones implicaría la canalización creciente de recursos fiscales. Fruto de otros tiempos y otras prácticas, más guiadas por la lógica de la lealtad y el control corporativo que por un auténtico sentido de justicia social, las reglas que norman el funcionamiento de los sistemas de pensiones de los trabajadores del sector público son distintas a las correspondientes a los asegurados del sector privado. Y, más allá de sus efectos negativos sobre la viabilidad financiera del Estado mexicano, es indispensable establecer con claridad que en la cuestión de las pensiones subyace también un problema de equidad. Mientras los

Los pasivos del ISSSTE suman casi el 50% del PIB, monto equivalente a dos veces el presupuesto de egresos de la federación.

asegurados del sector privado contribuyen con alrededor del 10% de su salario, los de los diferentes sistemas de pensiones del sector público aportan porcentajes menores, se jubilan después de menos años de vida laboral y obtienen pensiones claramente superiores a las de quienes trabajan en el sector privado. De ahí la relevancia de una reforma que, si bien al corto plazo implicará una fuerte transferencia de recursos fiscales —51 mil millones de pesos para financiar la transición—, apunta a ampliar los márgenes de viabilidad financiera del Estado y del propio sistema de pensiones. A este respecto, cabe destacar el aumento paulatino de la edad de retiro, así como las mayores aportaciones que a los fondos de retiro harán tanto el gobierno federal como los trabajadores. No menos importante es que, desde la perspectiva de los trabajadores, el nuevo esquema brinda dos beneficios nada despreciables: la garantía de una pensión de al menos dos salarios mínimos —contra sólo uno garantizado en el modelo vigente— y la portabilidad. Cabe, por último, señalar que la recientemente aprobada reforma a la Ley del ISSSTE es sólo un primer y necesario paso de un proceso de reformas que debe ser mucho más amplio —trabajadores del IMSS, de Petróleos Mexicanos, de la CFE y de Luz y Fuerza, entre los más importantes. Ciertamente, por razones políticas, el proceso deberá ser gradual. Pero más temprano que tarde, el imperativo de dar respuestas a los retos que plantea la seguridad social conducirán a actuar sobre los bastiones más duros de un corporativismo que se resiste a la disminución de sus privilegios. g Lic. Pedro Javier González G. Director de Diseño Estratégico y Análisis Prospectivo S.C., Maestría en Ciencia Política, UNAM.

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Lic. Javier Moreno Padilla

Las pensiones en México Lic. Javier Moreno Padilla

D

esde que se genera la seguridad social en 1883, se dispuso que las personas debían tener seguridad y certeza cuando dejaban su vida laboral activa. Desde ese momento comenzaron a establecerse también algunos parámetros para que las personas que tenían riesgos de trabajo y sufrían algún accidente que les producía incapacidad total pudieran tener una prestación que fuera sustitutiva del salario. Todo esto evolucionó en el siglo pasado, hasta alcanzar esquemas de cobertura universal propuestos en norteamérica, después de la Segunda Guerra Mundial, que buscaban que toda la población quedara protegida en los aspectos básicos como son la salud, el salario sustitutivo, la vivienda y la educación. Estos grandes retos se enfrentaron a la problemática de las economías de los países donde no podían establecerse, porque todo ello requiere de un esquema viable financieramente. Se optó por implantar sistemas de protección sustitutiva de salario básicamente a los trabajadores formales. Así comenzaron a operar

Una persona puede pasarse 30 años de su vida obteniendo ingresos exagerados que tiene que soportar el sistema de pensiones.

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las pensiones y bajo ese esquema fue como tuvieron carta de naturalización en la mayor parte de los países a mediados del siglo pasado. La pensión significa que una persona que deja su vida laboral activa puede tener un ingreso sustitutivo que le permite, en alguna medida, enfrentar los últimos años de su vida. Esto se hacía con base en estudios demográficos. Por ejemplo, en 1943, dichos estudios decían que una persona viviría en promedio 64 años. Si se retiraba en promedio a los 60, podía concluirse que durante cuatro años iba a quedar pensionada. El esquema inicial contemplaba cuatro años de salario sustitutivo y se soportaban en una estructura de pensiones donde por cada persona retirada había siete trabajadores en activo aportando cuotas para poder generar los salarios sustitutivos, en una especie de subsidiariedad de esquema solidario. Bajo ese esquema de pirámide invertida, se desarrollaron las pensiones y se generó una estructura en la que las personas tenían un beneficio definido a través de una cuota específica. Claro está que en aquel momento las estructuras eran de bajo salario y de baja prestación. El tope que las personas tenían para contribuir a la seguridad social eran diez salarios mínimos. Con eso, prácticamente, se decía que las personas iban a tener una respuesta adecuada al nivel de salarios, pero bajo poca contribución y poca respuesta de beneficio cuando salieran. Una persona, por ejemplo, que trabajara diez años se podía jubilar, se podía pensionar, y alcanzaba con eso una prestación que no llegaba a ser arriba, generalmente, del salario mínimo. Ello significó que los trabajadores normales no alcanzaron beneficios reales, sino un ingreso intrascendente, y en cambio los que sí obtuvieron beneficios desproporcionados fueron los trabajadores del sector público. De lo que eran cuatro años de pensión, siendo la esperanza de vida 64 años; ahora son 76 años promedio


en los hombres y 78 en las mujeres. En esas condiciones una persona puede en un momento dado vivir más tiempo con ingreso de pensión, que con trabajo activo, porque en la Ley del Seguro Social de 1973, una persona con 10 años de haber cotizado bajo ese esquema ya podía obtener una pensión, de manera que obtenía mucho más de lo que había aportado. En muchos contratos del sector público, los trabajadores se pueden jubilar a los 50 años, porque basta que hayan cotizado 30 años, sin importar la edad; una persona puede pasarse 30 años de su vida obteniendo ingresos exagerados que tiene que soportar el sistema de pensiones, lo que significa que éstas en el ISSSTE reportan un 50% del Producto Interno Bruto, y todos los demás sectores, como son los institutos de carácter público, PEMEX, CFE, IMSS, llegan a representar un promedio del 25%. Las universidades estatales representan un 5%, las instituciones de crédito, 4%. El ejército representa un 2%. Entonces estamos llegando a tener una responsabilidad del 116% del PIB, por la necesidad de las contingencias de pensiones en este segmento de los trabajadores públicos. Uno de los problemas principales para las pensiones públicas es la edad. Las personas se están retirando con 30 años de servicio. Deben tener mínimo 65 años de edad, menos es insostenible. En algunos países, incluso, ya se pide a la persona mínimo 68 años para poder jubilarse. No puede haber pensiones que equivalgan al 80 o 90% del último sueldo, porque no se justifica. Se tienen que buscar estructuras donde se establezcan en la ley un mínimo de 50% y un máximo de 60% al último salario. Lo que la persona quiera extra deberá ser a través de contribuciones voluntarias en las que no se grave el ahorro del trabajador. En esas condiciones se pueden generar situaciones complementarias para que las personas ahorren para su pensión, pues ese ahorro les puede servir de garantía para varias cosas: becas de escuela para los hijos, apoyo a créditos de vivienda, gastos extraordinarios de salud cuando las instituciones públicas no estén capacitadas para ello, o cualquier otra contingencia. Todo este ahorro tiene que estar estimulado por el fisco, de tal suerte que a la persona no sólo se le grave, sino que se le estimule con contribuciones sociales que le van a servir a la propia entidad pública, de manera que si una persona pone un peso, la Secretaría de Hacienda pueda abonarle 50 centavos, lo que a la larga generará mayor riqueza y productividad en el país.

Así, se puede buscar una pensión digna a través de dos grandes estructuras: un esquema mínimo garantizado, adecuado, proporcional, y otro que sea sujeto a las condiciones en que cada persona tenga interés de contribuir voluntariamente a su pensión. Otro factor importante en materia de pensiones es la economía informal, en la que la mayor parte de sus integrantes tiene edades entre los 27 y los 38 años y no está siendo apoyada en ningún momento en materia de pensiones. Se le está dando subsidios temporales y accidentales: un Seguro Popular, un crédito para la vivienda a través de Fonapo, ayuda con un gasto especial o asistencialista; todo esto, además, sin ninguna contribución de por medio.

En 20 años habrá un mayor número de personas ancianas sin ninguna protección de seguridad social. Ello nos va a significar que en 20 años tengamos mayor número de personas ancianas sin ninguna protección de seguridad social, en relación a las que sí la tengan. Entonces estaríamos desembocando en una crisis total de México en unos 15 años si no hacemos algo. Por eso es urgente que a estas personas se les proteja. Es necesario juntar la estructura fiscal con la de seguridad social; que la persona tenga compromisos de pago en lo que son coberturas básicas: vivienda, salud y pensiones. Y que, además, pague algo de impuestos, pero esto sería hasta tres salarios. Los que estén por encima de ellos pagarían un impuesto sobre la renta, pero del cual se les regresa el 25%; lejos de ser una contribución, significaría un ahorro para ellos. Así se alcanzaría una estructura en la que la persona pueda estar en una economía formal o informal, pero siempre contribuyendo y siempre protegida. g

Lic. Javier Moreno Padilla Presidente de la Comisión Nacional de Seguridad Social de la COPARMEX, miembro del Comité Consultivo y de Vigilancia de la CONSAR, vicepresidente de la Academia Mexicana de Derecho Fiscal y de la Barra Mexicana de Abogados.

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La seguridad social de México ¿Sistema o modelo nacional? Lic. Antonio Delgado Pérez

E

n 1734 Francois Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire, publica sus Cartas filosóficas o Cartas inglesas, y en los principios muy tempranos del enciclopedismo hace la siguiente definición: HOMBRE. La raza humana vive por término medio veintidós años, incluyendo a los que mueren en el pecho de las nodrizas y a los que arrastran hasta cien años los restos de una vida imbécil y miserable. En una edición de esta obra en el año de 1940, 200 años después, el editor pone la siguiente nota: “El término medio de vida desde la época de Voltaire, siglo XVIII, se ha modificado tan notablemente que en la actualidad se fija por encima de los cuarenta y cinco años, triunfo que hay que atribuir al incesante esfuerzo de las ciencias médicas y sociológicas” (N. del E.). Lo anterior manifiesta nuestra gran insensibilidad ante una problemática inminente y al cambio que ocurriría en la pirámide poblacional del mundo.

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El licenciado Alberto Espinosa Desigaud en su ensayo “La necesidad de la reforma de los sistemas de pensiones de México” nos dice que entre el año 2000 y 2050, la proporción de los adultos mayores en México pasará del 7 al 28% y que a mediados del siglo habrá más de 36 millones de adultos mayores, de los cuales más de la mitad tendrán más de 70 años. En 1950 la esperanza de vida en México era de 49 años y en 2006, de 76; esta expectativa de vida significa un crecimiento exponencial, ya que al llegar a los 76 años la edad sube automáticamente a los 84. ¿Qué es la seguridad social? Es un seguro que otorga la sociedad a sus miembros, realizable sólo mediante la acción pública; su cumplimiento se convierte en un compromiso y obligación del Estado. Es un seguro a través del cual se protege a los individuos de un riesgo: “LA INCAPACIDAD DE QUE CADA PERSONA GENERE POR SÍ MISMA UN INGRESO QUE LE PERMITA UNA VIDA DIGNA Y ESTABLE”. Este riesgo se origina solamente por cualquiera de las siguientes tres causas: la más drástica es LA MUERTE, le sigue la incapacidad física y/o mental y por último, la vejez.


Los datos En un estudio comparativo hecho por el Centro de Investigaciones Estratégicas para México, que incluye a países de Asia, Europa y América, se establecen los siguientes indicadores:

Pasivos Contingentes Nacionales (pensiones) (*) Algunos de los pasivos contingentes COMO PORCENTAJE DEL PIB son:

Institución

18%

31%

IMSS RJP

10%

6%

16%

25%

15%

40%

7%

5%

12%

14%

11%

25%

12.2%

4.9%

ISSSTE

90.1%

42%

c) Población jubilada respecto PEA

77.8%

29%

Entidades Federativas

d) Jubilados respecto PEA

22.6%

5%

e) Gasto público en salud

5.5%

2.0%

Organismos y Empresas Universidades Total

a) Esto representa una ventaja a la que podríamos llamar BONO DEMOGRÁFICO, la cual aún no hemos aprovechado y constituye un capital humano. b) Este resultado se debe al efecto de la población joven y gravemente a la carencia de seguridad social para muchos mexicanos, que provoca que la universalidad de la seguridad social establecida en nuestra Constitución sea sólo letra muerta. c) Se compara el número de asegurados en cada país en relación al total de la PEA —población económicamente activa— asegurada. d) Indicador de jubilados respecto a la PEA. e) Comparativo del gasto público en salud de cada país, en relación a su PIB. Causas de la crisis Los factores que propiciaron la deficiente capitalización de los sistemas de seguridad social son: • Incremento en la esperanza de vida y la baja natalidad. • Bajo nivel de salarios y aportaciones. • Baja productividad en la inversión de reservas. • Distracción de los recursos económicos en actividades no prioritarias ni productivas, con una administración deficiente, como el caso del IMSS que utilizó sus reservas de pensiones en la creación de su infraestructura hospitalaria. • Falta de una correlación entre las aportaciones y los beneficios derivados de la ausencia de un soporte técnico, en el articulado de las Leyes de Seguridad Social.

Servicios Totales

13%

México

a) Personas mayores de 65 años en relación a la población total b) Población jubilada

Servicios Futuros

IMSS Asegurador (Ley 73)

Grupo comparador

Concepto

Servicios Pasados

1.5%

0.5%

70.5%

55.50%

37%

2.0% 126.0%

(*) No considera los costos fiscales por complemento a pensión mínima garantizada, ISSFAM, gastos médicos para pensionados y otros. Fuente : Estimaciones de Valuaciones Actuariales S.C., que podrían variar dependiendo de Hipótesis y Metodologías, con datos al 31 de diciembre de 2004, que se consideran vigentes dada la movilidad del PIB.

Las propuestas de solución Sin entrar a detalle por cuestiones de espacio, quiero manifestar que en las últimas tres administraciones a nivel federal —Zedillo, Fox y Calderón— se ha intentado erróneamente resolver este gran tema nacional: 1. Con un enfoque puramente economicista, cuando la seguridad social es primeramente social y después social. 2. Devolver al individuo la responsabilidad que es de la sociedad y realizable sólo a través de la acción del Estado, rompiendo la solidaridad, principio de toda comunidad sana. 3. Copiar sistemas de otros países que han demostrado su ineficacia —Chile, Argentina y Uruguay. 4. Vulnerar la soberanía de los países por parte del FMI, en ensayos de laboratorio que han demostrado su ineficacia. 5. Utilizar los recursos de los sistemas de seguridad social para control financiero, evasión de responsabilidad y control político. Las verdaderas propuestas 1. Estimular la permanencia en el empleo, evitando doble gasto al pagar la jubilación y sueldo de las personas en activo que cubrirían la plaza en que

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Actuales sistemas de jubilación deformados

No permitamos que la seguridad social se convierta en un gran sistema de asistencia social para una población de adultos pobres.

Vida pasiva Vida activa con trabajo al servicio del estado (A)

Vida activa sin trabajar para el estado

(C)

(B)

Mayor esperanza de vida

ocurrió la jubilación. En la conferencia científica de la AISS, en Bélgica 2003, se demostró que no existe el llamado envejecimiento de la población. Hasta entonces no se había tomado en cuenta el mayor crecimiento de la esperanza de vida activa, componente demográfico que cambia diametralmente la visión del problema, ocurriendo ya en países de Asia y Europa, la contratación en el mercado laboral de personas de más de 50 años con resultados excelentes en calidad del trabajo y servicio, la puntualidad, asistencia y la satisfacción de los clientes, estimulando su mayor permanencia en el empleo al estar en plena capacidad física y mental, y capacitándolos para el logro de una mayor productividad, con un verdadero aprovechamiento del capital humano que deriva del aumento en la expectativa de vida.

Ingreso al empleo

Jubilación

Las cuotas aportadas en el área (A) deben soportar los costos de las áreas (B) y (C)

Como se reducen los costos por la ampliación de la vida activa Jubilación

Vida pasiva

(C) (B)

(A)

Vida activa

El sistema tradicional en sus inicios (años 50) Costo actual =

• 1950 Esperanza de vida: 49 años. • 2006 Esperanza de vida: 76 años. • Crecimiento exponencial.

Curva de supervivencia

Vida pasiva Ingreso al primer empleo

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Jubilación y retiro de la actividad

Costo nuevo sistema =

(C) (A) + (B)

Como (B) + (C) aumentan más que (A), los costos de los sistemas actuales crecen rápidamente, en cambio en el nuevo sistema los costos tienden a reducirse, en razón de que proporcionalmente (C) se reduce y (A) + (B) aumentan

Periodos de los sistemas tradicionales de jubilación y retiro de la vida activa a principios del siglo pasado

Período de la vida activa

(B) + (C) (A)

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Muerte

2. Inversión de las reservas en préstamos a los propios derechohabientes, cuyos intereses se destinen a fortalecer los fondos de los trabajadores, sin afectar a la banca ­—ya internacional— que no atiende a este segmento de la población porque no es sujeto de crédito. Los sistemas de pensiones recibirían una tasa superior a la que actualmente dan los sistemas financieros y, por otra parte, los que sí se consideran sujetos de crédito que pagan intereses en sus tarjetas de crédito en un 52% promedio anual, pagarían una tasa considerablemente menor.


3. Portabilidad de los fondos entre municipios, estados y países a través de la firma de convenios nacionales e internacionales, como es el caso de los migrantes mexicanos en los EU, que utilizan la seguridad social sólo en accidentes de trabajo y dejan sus reservas en ese país cuando retornan a México, perdiendo todos sus derechos. 4. Estar dentro de los enfoques laborales mundiales propiciando un mayor humanismo y un menor enfoque asistencial, con la posible flexibilidad de horarios de trabajo en el caso de trabajadoras y el desempeño parcial de las tareas en el propio domicilio. 5. Competencia equilibrada en el mercado financiero en beneficio de los usuarios. 6. Destinar a la seguridad social par te del Impuesto al Valor Agregado —un 3 del 15%—, siendo el IVA el patrón que asegure a toda persona nacida en este país. Las propuestas y sus ventajas: 1. No es indispensable en algunos sistemas realizar reformas que conlleven a conflictos sociales y políticos. 2. No existe costo fiscal adicional. 3. Fomento a la economía en la adquisición de bienes duraderos. 4. Mejor nivel de vida y certidumbre para los derechohabientes. 5. Protección vs. inflación. 6. Mejores condiciones crediticias a derechohabientes. 7. Mejor aprovechamiento de capital humano y la experiencia y el saber que vienen con la edad. 8. Abatimiento de los pasivos actuariales en el mediano plazo. 9. Seguridad en el nivel de vida de la población garantizando una pensión que mantenga su nivel adquisitivo. 10. Portabilidad de fondos y apoyo al desarrollo regional de zonas marginadas. 11. Apoyo a proyectos estratégicos de infraestructura o productivos, federales y/o regionales. 12. Cumplimiento a la normatividad internacional en materia de seguridad social. La norma 102 de la O.I.T., que es de observancia obligatoria para los países que la suscribieron, México entre ellos, se está violando al no proteger a las pensiones contra la inflación. 13. Entrada a nuevos esquemas laborales.

14. Respeto y reconocimiento a la edad productiva de la población. 15. Reconocimiento de los beneficios reales por necesidades reales. 16. Universalidad de la seguridad social. 17. Aprovechamiento del bono demográfico y del capital humano que actualmente tiene el país. 18. Competencia sana en el mercado financiero en beneficio de los usuarios. Todo esto depende de la situación particular de cada sistema y de la libre decisión de cada persona. Conclusiones I. Las presentes acciones no cambian por sí solas la realidad; se requiere de sujetos responsables y comprometidos que las pongan en práctica y que decidan asumirlas y transformarlas en obras concretas que modifiquen la realidad para bien de todos los mexicanos. II. Si seguimos así y no damos un golpe de timón que redefina el rumbo de la seguridad social en nuestro país, estaremos condenados a: • La generación de crisis recurrentes que pondrían en bancarrota a los gobiernos en sus diferentes niveles. • Que no se sostenga económicamente la vida pasiva del jubilado y/o pensionado. • Una grave deformación y desviación de las finalidades de las pensiones y jubilaciones. • Un enorme desperdicio del capital humano. • El desarrollo de conflictos sociales y políticos.

Se ha intentado erróneamente resolver este problema con un enfoque puramente economicista, cuando la seguridad social es primeramente social y después social.

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III. No permitamos que: • Se construyan paraísos económicos sobre cementerios sociales. • La seguridad social se convierta en un gran sistema de asistencia social para una población de adultos pobres. • Se vulnere la base fundamental del federalismo, aceptando que otros nos impongan lo que a nosotros nos toca definir en el presente. • Se destruya la solidaridad, elemento clave de toda comunidad humana que se digne de ser respetada y actúe con responsabilidad y dignidad. • Se ponga en riesgo la estabilidad y seguridad nacionales. • El tema de la seguridad social no se aborde desde un enfoque preeminentemente social, con viabilidad

política y técnica, y sustentabilidad financiera, en este estricto orden, como un compromiso con la solidaridad social. • Se desconozca que el trabajo es fuente y causa de la seguridad social, así como el compromiso, la aportación y la responsabilidad de los sindicatos y los trabajadores para que esto sea posible. g “LUCHAR POR EL MEJORAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL ES HACER QUE PREVALEZCA LA JUSTICIA” Lic. Antonio Delgado Pérez. Presidente de la Asociación Nacional de Institutos de Seguridad Social y director general de la Dirección de Pensiones Civiles del Estado de Michoacán.

Las presentes acciones no cambian por sí solas la realidad; se requiere de sujetos responsables y comprometidos.

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Pensiones o subsidios Act. Salvador Milanés García Remus

C

uando se aborda el tema de una remuneración justa, debemos tener presente que un trabajador no es un instrumento de trabajo que se desecha cuando deja de ser útil; ni tampoco un gajo de mandarina al que se le exprima el jugo y se le arroje como bagazo. Un trabajador es, ante todo, un ser humano con la dignidad que le es inherente y con las necesidades propias de su condición. Para él, su trabajo es el medio para allegarse los recursos que le permitan solventar dichas necesidades, que desde luego abarcan a su núcleo familiar. Pero sus necesidades y requerimientos subsistirán toda su vida, mientras que su capacidad de generar ingresos está limitada a su etapa productiva, misma que las convenciones sociales ubican alrededor de los 65 años, y ésta es una realidad que ni un patrón ni una comunidad pueden ignorar ni soslayar, por encontrarse dentro del ámbito de su responsabilidad social.

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Este desfase entre capacidades y requerimientos implica la necesidad de prever un ingreso diferido que le permita sufragar los gastos en que incurra durante el resto de su vida ya improductiva; y ésta es precisamente la función de una pensión de jubilación. Jubilación viene de júbilo, alegría de haber alcanzado una meta, de haber llegado a una edad en la que, tras haber aportado a la sociedad toda una vida productiva, se ha hecho acreedor a disfrutar con tranquilidad y con pleno derecho de un retiro decoroso, merecido laboralmente, justificado socialmente y financiado económicamente. Como consecuencia, la jubilación es el disfrute de un ingreso diferido generado durante la vida activa del trabajador, pero para que sea viable debe mantener una correlación mínima de dos a uno entre los años laborados y los años de vida en retiro, de acuerdo a la esperanza de vida del trabajador al jubilarse. La jubilación, por lo tanto, debe condicionarse exclusivamente a la edad, y la antigüedad debe ser la determinante de la proporción que el monto de la pensión guarde con el salario del trabajador. Una jubilación que se alcance o que se condicione sólo por un determinado número de años de servicios, sin haber llegado a una edad que socialmente la justifique,


constituye una aberración actuarial que necesariamente terminará siendo impagable, ya que no guardará la debida proporción entre los años de vida activa y los que pudiera vivir jubilado. Si esto no se da, lejos de tratarse de una jubilación, estaríamos hablando de vacaciones permanentes con goce de sueldo, o abiertamente de un subsidio, como se puede constatar en las tablas anexas, que nos muestran la esperanza de vida y el capital requerido para otorgar una pensión, respectivamente. Una pensión de retiro obtenida a edad temprana, o sea debajo de los 65 años de edad, no es una pensión de jubilación; el propio IMSS cuando las otorga entre los 60 y los 64 años de edad las denomina cesantía en edad avanzada, pero no jubilación. Cada trabajador que se retira de su empleo en plena edad productiva, sin más razón que lo fundamente que la pigritia, vocablo en latín que significa pereza o aversión al trabajo, bajo ningún aspecto merecería premiarse, sino todo lo contrario, ya que esto le representa una pérdida al país, no sólo por el costo que implicó su capacitación y entrenamiento, y por la pérdida de una capacidad y una experiencia todavía útiles y necesarias a la sociedad, sino porque ese trabajador tempranamente desocupado dejó de ser un activo productivo para la nación, para convertirse en un pasivo, en una carga para la sociedad. Y esto a la sociedad le representa un oneroso e injustificado subsidio. Esta situación se agrava significativamente si consideramos que al fallecimiento del jubilado, ya sea del IMSS como del ISSSTE, su viuda seguirá disfrutando de manera vitalicia del 90% de la pensión. A lo anterior, y esto es de igual o mayor trascendencia, cabe agregar el altísimo costo de los servicios médicos y hospitalarios vitalicios a los que seguirá teniendo derecho el jubilado y sus derechohabientes; mismos que se traslapan en lapsos mayores, mientras menor sea la edad de su jubilación, respecto a quien venga a suplir la plaza de trabajo que dejó vacante al jubilarse. Como esta realidad, lejos de poder considerarse estrictamente una pensión de jubilación, de hecho constituye un subsidio a cargo de la sociedad, merece un cuidadoso y detenido análisis: El “subsidio” es la ayuda o subvención que se otorga unilateral y voluntariamente por una entidad a favor de una colectividad; o dicho de otra forma, es una prestación colectiva cuyo costo gravita sobre un mecenas, que es generalmente el Estado; esto es, “uno para todos”.

El “subsidio” es una prestación colectiva cuyo costo gravita sobre un mecenas, que es generalmente el Estado. La “solidaridad”, por el contrario, es el medio por el cual un grupo de personas expuestas a riesgos similares, se organizan para proteger colectivamente a quien llegue a encontrarse en la situación prevista, de naturaleza contingente, tasable y fortuita, o sea, “todos para uno”. Consecuentemente, el subsidio, salvo que sea de naturaleza filantrópica en beneficio de minusválidos o desamparados, en cuyo caso se justifica plenamente como un costo social, es la antítesis de la solidaridad. Si la seguridad social es la quintaesencia de la solidaridad, el subsidio, si es indiscriminado o si se otorga por motivos políticos o por presiones sindicales, es la quintaesencia de la demagogia y el cimiento de la economía-ficción; pero el mayor problema que entraña es que siendo intrínsecamente un vicio económico, toda vez que en economía ningún bien, prestación o servicio puede otorgarse impunemente a un precio inferior a su costo, al igual que si se tiene una reserva constituida menor al valor presente de una pensión, tampoco podrá cubrirse indefinidamente, al suspenderse nos encontraremos ante una súbita disminución de ingresos que tornará al supuesto beneficiado a la condición original que tenía antes de la concesión del subsidio. Un subsidio podrá ser un paliativo temporal o coyuntural, pero nunca una solución a un problema, y mientras mayor sea el lapso en que se conceda, mayor habrá sido el empobrecimiento de quien lo otorgó; que si fue el Estado, buen cuidado tendrá de repercutir su costo a la sociedad restando recursos a otros rubros de atención prioritaria, o bien a través de una mayor exacción fiscal que restará recursos a la inversión productiva, o a través de la contratación de deuda ya sea externa o interna, o peor aún a través de la emisión de mayor circulante monetario que al no estar respaldado por una mayor productividad, se traducirá fatal y necesariamente en inflación; revirtiéndose así contra la sociedad en general en forma del más despiadado impuesto, ya que no es ni proporcional, ni progresivo, ni constitucional, puesto que no graba el ingreso, sino erosiona el poder adquisitivo

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El nivel de madurez de una sociedad se puede medir en razón inversa a los subsidios que recibe.

del comprador, afectando consecuentemente más a quienes menos tienen. El otorgamiento de una pensión de jubilación temprana representa no sólo un subsidio injustificado e inflacionario, sino a la vez propicia una inaceptable discriminación social por crear grupos privilegiados dentro de una misma sociedad dispar, donde la mayoría de la población no tiene siquiera satisfechas sus necesidades elementales. Es por eso que sorprende que partidos políticos, grupos o líderes autonominados de izquierda, que presuntamente pugnan por una mayor igualdad social, defiendan prebendas que únicamente benefician a minorías privilegiadas ensanchando aún más la brecha de la disparidad social, como es el caso de la recientemente abrogada Ley del ISSSTE; posición que sólo puede asumirse por ignorancia supina, por interesado egoísmo o por abierta mala fe. Yendo al fondo del problema, encontramos un curioso parangón entre el subsidio y la droga, ya que ambos al suministrarse producen un bienestar pasajero; ambos generan dependencia y ambos al suprimirse, sobre todo si se hace bruscamente producirán consecuencias muy lamentables, amén de que ambos tendrán un costo altísimo, tanto en lo económico como en lo social, y

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mientras mayor sea su lapso de duración, el deterioro que produzcan será proporcionalmente mayor. Los subsidios y los privilegios son el sueño del sector que los recibe, pero a la larga se convertirán fatalmente en una verdadera pesadilla para la sociedad. Ambas, la subsidiodependencia y la drogadicción conducen a la irresponsabilidad, tanto individual como colectiva; ambas crean un mundo irreal, ya que el drogadicto alucina y cree que es realidad lo que imagina, y el subsidiodependiente cree que es realidad lo que vive y por lo mismo piensa que podrá disfrutarlo indefinida e impunemente, sin esperar la factura al cobro que la sociedad tendrá que pasar, tarde o temprano, por el goce de un bienestar que no le ha sido pagado. Y éste es precisamente el caso de las jubilaciones prematuras o tempranas, por ser laboralmente inmerecidas, socialmente injustificables y económicamente inviables, cuando un trabajador pretende recibir una pensión no justificada ni por su edad, ni por el número de años de servicio prestados, ni por haber sido financiada durante el tiempo que trabajó. Si la pensión no es otra cosa que el goce de un ingreso diferido generado durante la vida activa del trabajador, el monto o la duración de esa pensión no podrá ser mayor de lo que las reservas actuariales constituidas lo permitan, y cualquier excedente sería un subsidio injustificado, ya que la sociedad no tiene por qué cubrir ninguna prestación a un sector específico que se quiera arrogar un privilegio sustentado en su fuerza sindical o gremial en perjuicio o despojo de la sociedad, ya que en su caso todos los trabajadores del país podrían reclamar el mismo derecho, y ninguna institución, ni la sociedad, ni el Estado, se llaman Melchor, Gaspar o Baltasar. Un subsidio, prebenda o canonjía que no se otorga merecida, justificada, voluntaria y deliberadamente constituye una extorsión a la sociedad. La sustentabilidad de una economía radica en que cada generación pueda cubrir sus propios costos, sin exponer a la siguiente generación al riesgo de que no pudiera afrontar los suyos. La riqueza de un país es la mejor garantía del bienestar de sus ciudadanos y por ello debemos constituirla, consolidarla y preservarla para las siguientes generaciones, o sea, para el bienestar futuro de nuestros hijos, por lo que debemos ser muy cautelosos con los compromisos diferidos que contraigamos, ya que constituirán inexorablemente cheques posdatados que se habrán de presentar al cobro, que es el caso de los subsidios


generalizados que al no estar valuados ni financiados, antes de otorgarse terminarán convirtiéndose en el talón de Aquiles que vulnere la riqueza del país, y constituirán un pasivo que fatalmente gravará a las siguientes generaciones, haciéndolas nacer hipotecadas. Los subsidios y la drogadicción son vicios que debemos combatir en forma decidida y constante, ya que el nivel de madurez de una sociedad se puede medir en razón inversa a los subsidios que recibe, de manera que los costos sociales se repartan cada vez entre un mayor número de personas, y en lugar de esperar todo del “estado-providencia”, o sea, “uno para todos”; asumamos cada quien y en la medida de nuestras posibilidades, la responsabilidad que nos corresponda y así podamos, unidos, sacar a nuestro país adelante actuando “todos para uno”; no esperar a ver lo que nuestro país nos va a dar, sino lo que a nosotros nos toca darle, ya que a cada generación nos corresponde ser actores y no espectadores del cambio social. g

Hombres

Mujeres

46

32.71

37.12

50

29.24

33.42

55

25.02

28.93

60

21.01

24.64

65

17.28

20.59

70

13.91

16.87

75

10.99

13.55

80

8.56

10.67

85

6.67

8.29

90

5.31

6.41

95

4.41

5.02

Edad

Los valores están en porcientos.

ESPERANZA DE VIDA CONFORME A LAS TASAS DE MORTALIDAD DE ACTIVOS PARA LA SEGURIDAD SOCIAL 1997 *

Un subsidio, al igual que una droga, produce un bienestar pasajero, genera dependencia y tiene un costo altísimo, tanto en lo económico como en lo social.

Act. Salvador Milanés García Remus En 1970 fundó y desde entonces labora en el Bufete Matemático Actuarial, S. C., donde fue Director General y ahora es Presidente. Miembro de USEM México.

CAPITAL CONSTITUTIVO REQUERIDO PARA PAGAR UNA PENSIÓN MENSUAL DE $1,000, A UNA TASA DE INTERÉS TÉCNICO DEL 3.5% REAL *

Edad

Hombre Vitalicia

MANCOMUNADA AL 90% CON SU VIUDA

Mujeres Vitalicia

46

223,144

262,003

240,804

50

208,422

250,745

226,824

55

188,203

234,479

207,606

60

166,198

215,477

186,537

65

142,933

193,646

163,900

70

119,226

169,260

140,281

75

96,139

143,076

116,516

80

74,841

116,323

93,601

85

56,422

90,790

72,517

90

41,584

68,396

54,020

95

30,267

50,211

38,686

Publicada en el Diario Oficial el 16 de abril de 2007

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Cufoso Taller USEM Puebla Empresa 28 y 29 de junio de 2007 Lic. Yamel Vélez Arredondo usempuebla@usempuebla.org Taller USEM Puebla Empresa 27 de julio al 4 de agosto de 2007 Lic. Yamel Vélez Arredondo usempuebla@usempuebla.org Taller USEM Toluca Empresa Sesión de un día por mes, de junio a diciembre C.P. Edith Estrada Álvarez usemtol@prodigy.net.mx III cufoso Cd. Juárez del 26 de septiembre de 2007 al 13 de febrero de 2008 Ing. José Gabriel Meneses Arce director@usemcdjuarez.org IV cufoso Cd. Juáre, Nuevo Casas Grandes del 27 de septiembre de 2007 al 14 de febrero de 2008 Ing. José Gabriel Meneses Arce director@usemcdjuarez.org I CUFOSO Tuxtla Gutiérrez* del 6 de septiembre de 2007 al 21 de febrero de 2008 Lic. Luis Sánchez Montes lsanchez@grupoado.com.mx VIII CUFOSO* Monterrey del 8 de agosto de 2007 al 29 de noviembre de 2007 Lic. Sylvia Adriana Vargas Terán gerencia@usemmonterrey.org.mx IV CUFOSO* Hermosillo del 25 de septiembre de 2007 al 26 de febrero de 2007 Lic. Sylvia Adriana Vargas Terán gerencia@usemmonterrey.org.mx Revista U SEM • julio/agosto 2007 18

Diplomado de formación social El cufoso es el programa de formación que proporciona al dirigente de empresa, la filosofía y los valores que le ayudan a definir las políticas, programas y estrategias que favorezcan su pleno desarrollo, así como el de sus colaboradores, con énfasis en el ejercicio de su responsabilidad social. Destinatarios Empresarios, accionistas, presidentes, socios, directores generales, directores de planta, gerentes generales, asesores o consultores, que cuenten con : • interés por la persona y por el desarrollo social en las organizaciones, y • disposición propia de sí y del tiempo para formarse socialmente. Duración Una sesión por semana, con duración de cuatro y media horas, durante cuatro meses y medio. La Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, le ha otorgado al cufoso el reconocimiento académico como Diplomado. *Por confirmar fechas de inicio y término del curso.


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RSE

Esto de la RSE Ing. Carlos Ludlow Saldívar

M

i primer acercamiento con la USEM fue en 1971. Esto significa que en la mayoría de los años de mi vida he estado en contacto y recibiendo lo que la USEM me aporta. En esos tiempos —1954 a 1970—, después llamados “del desarrollo estabilizador”, la economía per cápita aumentó al 3%, a pesar del fuerte incremento demográfico y de la gran emigración del campo hacia las ciudades, en especial a la ciudad de México. Entre 1971 y 1981, la tasa media anual de crecimiento del PIB fue de 6.7% en términos reales y de 3.7% por habitante. El motor de este desarrollo fue, primero, el déficit fiscal elevado y, después, el auge petrolero. El sector agropecuario continuó perdiendo importancia en la producción nacional. La industria creció ligeramente y su participación ganó dos puntos porcentuales.

Si no hay mecanismos en progreso continuo para tener información, formación y aportación de todos en la empresa, no vamos por buen camino.

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México pasaba de un contexto rural a uno urbano; bastante lío teníamos en las empresas incorporando a los campesinos en ‘la modernidad’, como para, además(!), competir internacionalmente. Las autoridades federales generaron muchos programas a favor de los asalariados: salario mínimo, vivienda –INFONAVIT–, capacitación –UCECA–, seguridad social –IMSS–, crédito al consumo –FONACOT–, prestaciones deducibles, etcétera. México vivía en su capelo de cristal; las empresas crecían sin la competencia externa agresiva; las barreras a las importaciones –impuestos, permisos, cierres, cuotas…– nos daban amplio margen de tranquilidad, sin gran presión sobre nuestras ineficiencias en costo, diseño, calidad, innovación, investigación. El cliente tenía que tragarse lo que le pudiéramos dar. ¡Nos parecía muy correcto! Impulsados por el pensamiento social cristiano, los socios de la USEM generamos múltiples programas a favor de los colaboradores: si todos somos igualmente dignos y compartimos un mismo patrimonio, la primera tarea es la generación de oportunidades para todos. Este planteamiento motivó acciones en muchos sentidos. Recuerdo el primer evento grande al que asistí: un encuentro en Cuernavaca, creo que en 1972, en el que presentamos los casos de Bimbo, Amercoat, ADO, entre otros. Ahí conocí a muchos que con el tiempo vendrían a ser buenos amigos. El tema fundamental fue LA PARTICIPACIÓN, y mostramos lo que cada empresa había hecho. Nosotros, en Amercoat Mexicana, estábamos acabando de pulir el programa de participación accionaria que, basado en aportaciones personales, posterior-


mente fue el mecanismo de capitalización más importante para los que estuvimos trabajando juntos muchos años, recibiendo un salario para vivir y la oportunidad de crear un patrimonio. Ahí, en el encuentro de Cuernavaca, con el apoyo de los amigos USEM, encontramos los puntos finos para asegurar que funcionara el accionariado de los colaboradores: lo primero, transparencia en la información de la empresa y en la distribución del valor agregado. Capacitación a todos para saber ponderar integral y equilibradamente con apertura a todos, tanto las necesidades de cada grupo como los recursos necesarios para la expansión y mejora de la empresa y de su servicio al cliente. Mucho cuidado tuvimos en la fijación del precio de compraventa de las acciones –se estableció una fórmula referida al precio contable del último cierre, siempre con auditoría externa–; la aportación individualizada y real de cada uno; el mecanismo de apoyo a través de la caja de ahorro para solventar las emergencias y que no se dieran ventas apresuradas; los mecanismos de revisión con la participación de todos los involucrados, etcétera. Ésa fue mi escuela de participación que, para mí, sigue siendo la piedra de toque respecto a la congruencia de la aplicación del modelo de RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL que impulsamos en USEM y UNIAPAC. Si no hay mecanismos en progreso continuo para tener INFORMACIÓN, FORMACIÓN Y APORTACIÓN de todos en la empresa, no digamos que vamos por buen camino. Y si eso no culmina con mecanismos de reparto de los frutos de la productividad entre todos, menos aún. La dignidad de las personas, el destino de los bienes y la subsidiaridad tienen que concretarse y repercutir en el crecimiento de las oportunidades de desarrollo de todas y cada una de las personas y en la mejoría de la calidad de vida y situación económica también de todos. A mediados de los años setenta comenzaron a cristalizarse las leyes en materia de ecología. ¡Cómo nos vinieron a fastidiar! En teoría resultaba natural comenzar a cuidar el agua, aire y tierra que nos dan sustento, pero qué grave problema las inversiones a realizar, la aplicación discrecional de la ley, la competencia que no incurre en los costos e inversiones y saca ventaja de ello. De nuevo hubo algunas reacciones a favor, pero muchas en contra de la aplicación de toda esa legislación. Desde la óptica de hoy, con el calentamiento global encima, ¡nos debería dar vergüenza esa miopía!

La USEM ha trabajado en la Responsabilidad Social Empresarial desde hace cinco décadas y seguirá haciéndolo cuando la etiqueta de RSE pase de moda. ¿Por qué sigo en esto? Porque he descubierto que nuestro Padre Dios nos pone en la vida acontecimientos, conversaciones, amistades, situaciones que nos van mostrando el camino. Son ellos, los otros, con los que estamos relacionados, los que iluminan nuestra ruta y muestran el derrotero de nuestra misión en este apasionante mundo que nos tocó vivir. Son ellos y con ellos con los que debemos hacer un mundo mejor para los que vienen. ¡Gran aliado y guía fue nuestro querido R. P. Manuel Loza M.!, quien, estoy seguro, goza de la paz y plenitud del Creador. En la USEM un grupo de primera categoría decidió iniciar un proceso de formación estructurada que culminó en el CUFOSO. Este 2007 cumplimos 25 años de impartirlo incesantemente. Miles de empresarios hemos pasado por sus aulas y cimentado en ellas tres convicciones fundamentales: • La primacía de los principios de la dignidad de la persona humana, el bien común, la solidaridad y la subsidiariedad. • La necesidad de ser congruentes con esos principios en el interior de nuestras empresas. • La, últimamente, creciente –15 años– convicción de que como empresariado tenemos que tomar un papel activo en el devenir de la sociedad, no nada más de nuestras empresas. A la luz de estas convicciones fundamentales, la USEM ha sido la plataforma de lanzamiento para múltiples presencias de empresarios en la vida de las agrupaciones empresariales más significativas de México: Coparmex, Concamin, CCE, etcétera, así como su creciente migración hacia la vida política: legislaturas federales y estatales, presidencias y gobernaturas. En los años ochenta vino el freno al gasto público y se inició el planteamiento de la apertura al mundo,

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Gracias al CUFOSO se ha cimentado la primacía de los principios de la dignidad de la persona humana, el bien común, la solidaridad y la subsidiariedad. cristalizado con la entrada al GATT –Acuerdo General de Aranceles y Tarifas–, y los noventa culminaron con la entrada a la OCDE y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El viejo modelo proteccionista murió y las empresas nos vimos en la necesidad de entrar a la competencia internacional, para algunos súbitamente. Los consumidores ejercen ahora su voz: el poder de compra, aparentemente, sin más consideraciones que el precio. Hacia fines de los años noventa, en el lenguaje actual de la RSE se llaman STAKEHOLDERS, GRUPOS DE INTERÉS, que nos plantean sus esperanzas, deseos, exigencias, ilusiones. Su verdadera dimensión es la de personas relacionadas con las que nos complementamos. Es en esa relación con los otros que encuentro la maravilla de la mano de Dios que nos hizo diferentes para complementarnos, carentes para apoyarnos, incompletos para dejar que los otros nos terminen de construir. A mí me tocó llevar la presencia de la USEM en varios congresos de Responsabilidad Social Empresarial y en la creación de ALiaRSE, la alianza del empresariado por la Responsabilidad Social Empresarial, involucrando a CCE, COPARMEX, CEMEFI, USEM, CONCAMIN, AVAL, IMPULSA, COMPITE y, recientemente, a varias universidades. Hoy, todo lo que hemos aprendido en la USEM y buscado aplicar en nuestras empresas se llama Responsabilidad Social Empresarial –RSE. La USEM ha estado en ello desde hace cinco décadas y seguirá estando cuando la etiqueta de RSE pase de moda.

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Comenzamos nuestro camino de CONCIENCIA + CONGRUENCIA comprendiendo cada día mejor sus alcances: primero con los colaboradores y comunidades, todos ellos personas; luego los consumidores, el contexto de lo público; ahora seguimos con nuestro planeta. Hoy empezamos a plantear que el desarrollo integral de nuestro México también es responsabilidad empresarial. No podemos ya aislarnos en nuestro “mercado” y stakeholders y dejar a millones fuera de él y de las posibilidades de progreso. En las últimas dos décadas más de diez millones de mexicanos han buscado desarrollarse fuera de nuestras fronteras porque aquí ni los políticos ni los empresarios hemos hecho que tengan un presente y un futuro. Empieza el momento de cambiar esto. ¡Es lo de hoy! La solidez de nuestro pensamiento y enfoque viene no de la moda ni de la conveniencia comercial, sino de la solidez y el compromiso moral y ético que nos exigen los principios del pensamiento social cristiano que son nuestro faro y camino. He descubierto que la pobreza y la desigualdad que agobia a 44 millones de hermanos compatriotas también es mi responsabilidad. ¡Vivir con 15 pesos diarios no es humano! Escribo esto en un avión, en un vuelo al otro lado del mundo. La tarea que tengo hoy: encontrar la manera de mostrar que sí se puede armar y construir una nueva empresa de muy alta tecnología, en cuyo capital participen inteligentemente miles de productores del campo mexicano y se sitúe en la vanguardia no sólo del mundo de los negocios, sino sobre todo de los modelos de integración empresarial que: una sin destruir, cree sinergias sin opacar a los otros, reúna a los otrora desconectados con empresarios de gran visión social. Como personas tenemos derechos y obligaciones personales y sociales. Si el siglo XX fue para la humanidad descubrir y subir a la palestra LOS DERECHOS HUMANOS a par tir de las atrocidades de las dos grandes guerras, el siglo XXI tiene que ser el SIGLO DE LA CORRESPONSABILIDAD. Eso y mucho más me ha dado la USEM. No ha sido poco ni despreciable. g

Ing. Carlos Ludlow Saldivar Fundador y director de SocDes, S.C., desde 1970 es miembro de la USEM, ha sido Presidente de USEM Ciudad de México y Presidente de la Confederación USEM.


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E ncuentros

IV Encuentro Obispos y Empresarios

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os días 16 y 17 de julio, por iniciativa de USEM Toluca, Obispos y Empresarios se reunieron en Ixtapan de la Sal, donde intercambiaron opiniones y plantearon acciones para dar solución a los principales problemas de nuestro país. El Arq. José Ignacio Mariscal, presidente de Uniapac Internacional, compartió con los asistentes el siguiente mensaje. Señores Obispos, señor Gobernador, señores Empresarios: Es para todos nosotros una gran oportunidad el estar reunidos para dialogar sobre las bases esenciales que nos lleven a tener un país más solidario, justo y humano. Quiero partir del análisis de la realidad con respecto a los empresarios; la percepción que tiene la ciudadanía de nosotros de acuerdo con Mitofsky es de una confianza baja (6 puntos). Las entidades con más alta confianza son la Iglesia, las universidades y el ejército, y saben por qué, porque estas instituciones tienen claros sus principios y valores y algo fundamental, son congruentes entre lo que piensan y lo que hacen.

UNIAPAC planea contar con un modelo para instrumentar y medir los avances de la Responsabilidad Social Empresarial.

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Nosotros en USEM llevamos muchos años dando a conocer los principios y valores, bases de nuestro compromiso. • Respeto a la dignidad de la persona y fomento a su desarrollo integral. Todo ser humano es un ser único, irrepetible e inteligente, con voluntad, sujeto a derechos y obligaciones. Es el origen, centro y fin de toda la vida social y económica. • Solidaridad con todos y en especial con los menos favorecidos. La sola vinculación o INTERDEPENDENCIA recíproca de todos para converger en el bien común. • Subsidiariedad. Tanto subordinado como sea posible y jefe sólo lo necesario. Tanta empresa como sea posible y tanto gobierno como sea necesario. Tanto gobierno estatal como sea posible y tanto gobierno federal como sea necesario. • Bien común. Es el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de su propia perfección. Estos principios fundamentales del pensamiento social cristiano son los que nos dan la pauta y la guía de cómo ser estupendos empresarios. Los principios se tienen que entender, profundizando en lo que son y haciéndolos propios, parte de uno, y esto cómo se debe enfocar a la empresa: La empresa surge de necesidades de la sociedad, produce satisfactores y tiene tres objetivos fundamentales. 1. Económico —generar valor agregado, que al precio que vendamos nos cueste menos del costo. Deber del Estado distribuirlo equitativamente. 2. Social. Desarrollo integral de todas las personas que laboran en la empresa y sus familias. Estos objetivos van de la mano, si no se tienen los dos es muy difícil tener una empresa a largo plazo.


3. Ambiental. Cuyo sujeto somos nosotros y las nuevas generaciones. La forma de instrumentar los principios y valores en la empresa es a través de la Responsabilidad Social Empresarial –RSE–, cuya tesis fundamental es que la persona es el centro y sujeto de la empresa. Bernardo Kelgsberg, estudioso de las realidades latinoamericanas en pobreza y desigualdad, dice que la forma de disminuir la desigualdad es: • A través de políticas públicas. Esto le toca al Ejecutivo y Legislativo, pero deben estar fundamentadas en los mismos principios y valores que he enunciado, es un reto inaplazable e ineludible. • A través de la RSE. En la medida en que en las empresas, además de generar valor agregado, desarrollemos integralmente a nuestros colaboradores y sus familias y que tengamos claro que las partes relacionadas: INVERSIONISTA-PERSONALCLIENTE-PROVEEDORES-GOBIERNO-COMPETIDORES-COMUNIDAD Y MEDIO AMBIENTE son parte intrínseca de la RSE y que tengamos planes medibles para cada una de las partes relacionadas, nos llevarán a ser congruentes y a que la ciudadanía nos tenga confianza. Por eso en UNIAPAC –UNIÓN INTERNACIONAL CRISTIANA DE DIRIGENTES DE EMPRESA–, con presencia en 23 países y más de 35 000 miembros, nos hemos puesto como objetivo, en los próximos dos años, tener un modelo para instrumentar y medir los avances de la RSE. Todas las asociaciones están participando en este proyecto. En México tendremos varios foros de RSE, el próximo 12 de septiembre en Monterrey, N.L. y en marzo de 2008 se llevará a cabo el Congreso Nacional en la ciudad de Morelia. En el año 2009 realizaremos el Congreso Mundial en México, sobre el tema de RSE. Estamos convencidos de que los objetivos de la empresa: económico, social y ambiental, se tienen que llevar a cabo con la visión de la Doctrina Social Cristiana, en la que los principios y valores son el cimiento, la base de donde se nutren, se sustentan, teniendo al hombre como CENTRO y SUJETO de la vida ECONÓMICA y SOCIAL, y así tendremos un México más solidario, más justo y más humano. Muchas gracias.

La empresa tiene tres objetivos: el económico, el social y el ambiental, los cuales se tienen que llevar a cabo con la visión de la Doctrina Social Cristiana.

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or su parte, el licenciado Sergio Castro Toledo destacó la necesidad de que la Iglesia, el Estado y las empresas unan esfuerzos para implementar exitosamente la Responsabilidad Social Empresarial. Éste fue su discurso: Licenciado Enrique Peña Nieto, gobernador constitucional del Estado de México; Monseñor Francisco Javier Chavolla Ramos, obispo de la diócesis de Toluca; Monseñor Carlos Aguiar Retes, presidente de la CEM y asesor moral de Confederación USEM; Señores Obispos que nos acompañan; arquitecto José Ignacio Mariscal Torroella, presidente internacional de UNIAPAC; contador público Rubén Martínez Bastidas, presidente de USEM Valle de Toluca. Este día nos hemos convocado para establecer un diálogo fraterno y productivo, hablando de Responsabilidad Social, que es lo que nos puede unir a las tres instituciones. Bienvenidos todos a este Cuarto Encuentro que nos reúne a representantes de tres instituciones: Iglesia, Estado y empresa. Cada institución con una misión propia; sin embargo, ante la pluralidad, lejos de hablar de nuestras diferencias, hablaremos de lo que tenemos en común.

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La visión de la USEM sobre la RSE consiste en poner a la persona en el centro de la actividad económica. Lo primero es que los retos de nuestro México –la pobreza, la marginación, la desigualdad social, etcétera–, la visión del México que queremos, demandan que estas tres instituciones debemos actuar atendiendo nuestra Responsabilidad Social. Por un lado la empresa, además de atender las finalidades económicas, debe contar con estrategias para atender la dimensión social y ambiental en la que está inmersa la empresa. El Estado, por su parte, debe crear las condiciones para el desarrollo económico y la competitividad, así como las políticas públicas para atender las necesidades sociales, mejorar la calidad de vida de los mexicanos y promover el desarrollo integral. El objetivo de este encuentro, más que buscar una definición común de la RSE, es descubrir los compromisos que cada institución puede asumir con respecto a la RSE. La visión de la USEM sobre la RSE consiste en poner a la persona en el centro de la actividad económica. Y, a partir de aquí, contribuir en la construcción del bien común. Nos inspira y motiva el hecho de que la economía debe estar al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la economía. Para ello promovemos la difusión de la RSE inspirados en los principios de la Doctrina Social Cristiana con una vocación decidida

Es necesario reflexionar sobre los principios de la DSI para encontrar la manera de implementarlos en la empresa, en el proceso de ver, juzgar y actuar.

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y comprometida. Aquí encontraremos lo que tenemos en común. Hoy en día, consideramos que desde esta perspectiva, a la práctica de la RSE le falta lo que llamamos la cuarta dimensión, es decir, su referencia explícita a la PERSONA. Proponemos que los objetivos internos y externos –económico, social y ambiental– y sus consecuentes programas y operaciones de la empresa deben tener un impacto en el desarrollo integral de las personas que están involucradas en los diferentes grupos de interés –stakeholders. En USEM hemos encontrado un camino para implementar la RSE por medio del método propio del pensamiento social cristiano: VER–JUZGAR–ACTUAR. Ver la realidad, percibir y estudiar el hecho y sus circunstancias, los problemas y sus causas. Juzgar esa situación acorde a los principios propuestos; se trata de interpretar la misma realidad a la luz de las fuentes del pensamiento social cristiano, a fin de determinar un juicio sobre los fenómenos sociales y sus implicaciones éticas. Como tercer paso de este camino, está el actuar. Actuar congruentemente de acuerdo con las directrices de acción proclamadas. Como consecuencia de todo esto está el discernimiento de los signos de los tiempos en el ámbito propio de la empresa. Lo común que tenemos los que hoy participamos en este Encuentro es reflexionar sobre los principios de la DSI y cómo pueden ser implementados en la empresa, en el proceso de ver, juzgar y actuar. Invito a todos los presentes para que en un diálogo creativo y permanente definamos conjuntamente las directrices prácticas para implementar la RSE en la región. Como Presidente Nacional de USEM he tenido la oportunidad de conocer a empresarios de varios lugares de la República, hombres de buena voluntad, y estoy seguro que conociendo más profundamente los Principios de la DSI y cómo ponerlos en práctica, serán mejores discípulos de Cristo.


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urante los dos días del Encuentro, se llevaron a cabo mesas de trabajo en las que se discutieron temas trascendentales para el desarrollo de nuestro país. A continuación se presentan algunas de las conclusiones a las que se llegó. Actitud y compromiso para abatir la pobreza • Renovar la identidad del empresario como persona humana, con el compromiso especial de santificar el mundo del trabajo. • Reconocernos como personas, afectados por la pobreza, y dignificar a las personas en el aspecto social, económico y espiritual. Cómo caminar juntos Obispos y empresarios • Promover los principios eclesiásticos. • Establecer una relación entre Iglesia-empresariosciudadanos-Estado para la persecución de objetivos comunes. Modelo de estrategia y cultura para el desarrollo humano • Establecer las formas y los criterios para implementar la cultura de Responsabilidad Social en la empresa. • Crear un vínculo entre obispos y empresarios para el fomento de los valores que eleven el nivel de vida del trabajador y los feligreses. • Compromiso real de obispos y empresarios en la revisión y análisis de la problemática de cada comunidad. Por qué se critica a la Iglesia y al empresario • Hacer que las empresas no vean la ganancia como su único fin. • Como ser humano y como empresario integrar a nuestra vida los valores de la Doctrina Social. • Reposicionar a la Iglesia con los fieles y que ésta difunda el mensaje de su doctrina principalmente a los empresarios. Cómo hacer Iglesia-empresa para propiciar la permanencia en el trabajo • El empresario deberá tener clara la necesidad de que en su empresa se vivan los principios de solidaridad y subsidiaridad.

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La visión de la USEM sobre la RSE consiste en poner a la persona en el centro de la actividad económica.

• Crear una cultura dirigida a mover conciencias personales y buscar la trascendencia en los diferentes ámbitos. El compromiso obispos-empresarios para reencontrar la dignidad La empresa debe: • Promover un ambiente en el que la persona se desarrolle integralmente, sin importar cuál es su puesto. • Fomentar la necesidad de superación, a través de la capacitación técnica y humana. • Brindar un plan de vida y oportunidades de crecimiento. • Promover el “bien-ser” de la familia. La Iglesia debe: • Amar y proteger la vida. • Ayudar a pasar de la religiosidad popular a un razonamiento de la fe y su vivencia profunda. Cómo desarrollar más líderes sociales hacia el bien común • Que la empresa cuente con capacitación integral, formación moral y humana. • Estimular el desarrollo integral de la persona y el reconocimiento de su dignidad. • Incentivar la participación y responsabilidad social. • Organizar foros para educar líderes sociales en los que participen el Estado, la Iglesia y la empresa. • Elaborar proyectos de reiniciación cristiana con los empresarios y los líderes detectados dentro de la empresa. g

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En materia de competitividad y Responsabilidad Social… ¿Sabes cuál es nuestro rol como empresarios? Para conocer la respuesta te invitamos a participar en el Foro:

La cita es el 12 de septiembre de 2007 en el Club Industrial, A. C. Gran Salón A y B de 8:00 a 14:00 hrs. Salón Panorámico de 16:00 a 18:30 hrs. Av. Parteaguas 698, San Pedro Garza García, Nuevo León

PROGRAMA 7.30 hrs.

Registro

8.00

Bienvenida

8.10

Ceremonia de inauguración C. Lic. José Natividad González Páras, Gobernador Constitucional del Estado de Nuevo León

8.25

Mensaje de bienvenida por USEM Monterrey Ing. Juan Antonio Fuentevilla Carvajal, presidente de USEM Monterrey

13.55

Sesión comida

14.55

8.40

Conferencia Magistral: “El empresario socialmente responsable” Sr. Don Lorenzo Servitje Sendra, Presidente Honorario de Grupo Bimbo

2a. Conferencia Empresarial: “RSE y competitividad” Dr. Enrique Krauze, presidente y director general de Editorial Clío

16.10

Festejo 45 Aniversario USEM Monterrey Lic. Sergio Castro Toledo, presidente nacional Confederación USEM

9.55

Receso

16.55

10.15

1a. Conferencia Empresarial: “Panorama económico y retos del empresario de hoy” Dr. René Villarreal Arrambide, presidente del Centro de Capital Intelectual y Competitividad

AliaRSE-CEMEFI: Premiación mejores prácticas de responsabilidad social C.P. Juan Manuel Arriaga Albarrán, presidente AliaRSE Lic. Jorge Víctor Villalobos Grzybowicz, presidente ejecutivo del CEMEFI

11.30

Receso

11.50

PANEL: “Competitividad y RS, el rol del empresario del s. XXI” Ing. Federico Toussaint Elosúa, presidente del Consejo de Administración y director general del Grupo LAMOSA

18.00 18.55

INFORMES E INSCRIPCIONES: USEM Monterrey, A.C. Porfirio Díaz Sur no. 728-Altos, Centro, Monterrey, N.L. Tels. (81) 8342.6990 y 8344.7190, Fax. (81) 8340.4302 gerencia@usemmonterrey.org.mx

S.E.R. Mons. Carlos Aguiar Retes,obispo de Texcoco, México y primer vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano Sen. Lic. Fernando Elizondo Barragán, presidente de la Comisión de Educación de la LX Legislatura

Conclusiones y clausura: ¿Hacia dónde va el empresario con RS? Arq. José Ignacio Mariscal Torroella, presidente UNIAPAC Coctel

CUOTA RECUPERACIÓN: Socios USEM $1,000.00 No Socios: $1,600.00 Estudiantes: $350.00 precios más IVA

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Encuentro inédito de Directores y Gerentes USEM

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or primera vez en la historia de USEM, el 5 de julio de este año, se reunieron en la ciudad de México los directores y gerentes de cinco asociaciones USEM del país, con menos de un año de ingreso. Durante este inédito e interesante encuentro se compartieron inquietudes, problemáticas y casos de éxito. Aguascalientes, Ciudad Juárez, Chihuahua, Puebla y Valle de Toluca fueron las asociaciones USEM representadas. Disponibilidad, cordialidad y ánimo fue el clima de la reunión encabezada por los licenciados Sergio Castro Toledo y Germán Araujo Mata, presidente y director general de Confederación USEM, respectivamente. El tema: “El papel del Director/Gerente USEM” fue el pretexto perfecto para que el licenciado Castro hablara

sobre la misión y los objetivos de la USEM, al tiempo que motivó a los asistentes a “salir de nuestro círculo”, llevar la USEM a quienes no la conocen y poner énfasis en el carácter formador que nuestra propia misión nos ha encomendado. Como parte del proceso de formación, el licenciado Francisco González Gómez –director general de USEM ciudad de México desde hace siete años– compartió mucha de su experiencia, tips, fracasos y éxitos al frente de la oficina USEM más longeva y con mayor número de socios. Paco, como le conocen sus amigos, invitó a los directores y gerentes a sumar esfuerzos, a compartir información y, principalmente, a generar, cada uno en su localidad, una base de datos de crecimiento y actualización permanente. Con un clásico intercambio de datos y sinceros deseos de repetir pronto la experiencia, concluyó el primer encuentro de Directores y Gerentes USEM. g

Se motivó a los asistentes a llevar la misión de la USEM a quienes no la conocen. Germán Araujo Mata (Conf.), Liliana Vázquez Quiñones (Cd. Juárez), Yamel Arredondo Vélez (Puebla), Luis García Casa (Chihuahua), Perla de la Rosa Hernández (Puebla), José Luis Alcántara Vázquez (México), Mónica P. Cabrera de Lara (Ags).

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Cuando los cuarentas nos alcancen Dr. Héctor Z agal Arreguín

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ada vez es más fácil pasar de los sesenta años. Paradójicamente, la vida se hace más difícil cuando se rebasa dicha barrera. El cambio demográfico en México ha encendido los focos de alerta en el tema de la seguridad social. Si bien la población de adultos mayores aún es una minoría, en los últimos años se ha registrado un crecimiento acelerado. Las estimaciones y proyecciones hechas por la CONAPO en 2005, adelantan que para el 2030 estaremos hablando de más de 20 millones de adultos mayores y de 33.5 millones para el 2050. El escenario preocupa a cualquiera: una sociedad predestinada a una larga vejez, un sistema de pensiones desfalcado y una cultura social que refrena las aspiraciones laborales de los adultos mayores. Cierto. No hay dinero. A duras penas los recursos alcanzan para los pensionados actuales, y difícilmente serán suficientes para los futuros. Sin embargo, señalar al presente sexenio como responsable de esta crisis es ignorar el problema. Las mesadas políticas, por mucho tiempo, han salido de los fondos de pensiones. Se hizo costumbre saquear los ahorros de los trabajadores para complacer los caprichos de algunos. Y ahora, ¿cómo decirles que sus esfuerzos depararon en los bolsillos de otros?, ¿cómo explicarles que su dinero se ha ido en goteras administrativas? A pesar de la gravedad económica, el tema de la seguridad social, me parece, debe reescribirse en términos que vayan más allá de lo monetario. El drama pensionario no se agota en los hurtos furtivos de las pensiones. Junto al problema de las reservas ficticias

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corre, paralelamente, una tara social: la reducción de la vida laboral activa. Se ha entendido la juventud como sinónimo de productividad. Con apenas cuarenta años se pierde el derecho de aspirar a un empleo; como si las canas y las arrugas fueran discapacidades. Alcanzada una edad, las puertas laborales se cierran. Recordemos que las personas de la tercera edad no tienen obligación de trabajar. Teóricamente, se han ganado el derecho de recibir una pensión después de haber trabajado por suficiente tiempo. Pero, al pan, pan; y al vino, vino. Y una cosa es no trabajar por voluntad o imposibilidad fisiológica, y otra, muy distinta, es discriminar laboralmente a los viejos. ¿Qué pasa con aquéllos que no están pensionados? ¿Qué hacer cuando los recursos no alcanzan para recibir una pensión digna? O, sencillamente, ¿por qué impedir que alguien siga trabajando? Las empresas tienen una responsabilidad moral con los adultos mayores. En la medida en que el ámbito empresarial adopte una actitud distinta hacia los ancianos, la sociedad, en general, verá con otros ojos a los adultos mayores. No se trata de caridad. Ambas partes se benefician: las empresas gozan de los privilegios fiscales por contratar o apoyar a los adultos mayores, y los ancianos reciben oportunidades laborales. Queda en las empresas saber maximizar el trabajo de estas personas: turnos de medio tiempo o trabajos provisionales. Independientemente del compromiso empresarial de mejorar la vida social de los ancianos; urge un verdadero sistema de pensiones. Uno que vele por las personas en sus años terminales, que sea redistributivo, con un sistema de autofinanciamiento garantizado y que, por encima de todo, sea hermético: sin que otros manoseen los recursos. g

Doctor Héctor Zagal Arreguín Profesor de la Facultad de Filosofía en la Universidad Panamericana. Coautor junto con Alejandro Trélles de los libros: amlo: Historia política y personal del jefe de gobierno del D.F. —Plaza Janés, México, 2006—, entre otros.




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