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Editorial
Compromiso mundial del empresario Manuel Loza Macías, S.J.
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ace unos veinticinco años, en la década de los sesenta, se buscaba en el desarrollo de los pueblos una base sólida para la paz mundial. La distensión política entre las grandes potencias, la economía en actividad creciente en los países industrializados, casi con pleno empleo, y las ayudas generosas a los países del tercer mundo, no eran sólo propósitos ideales, sino realidades que se veían al alcance de la mano. Con ellas se avizoraba la desaparición del hambre y la amenaza de la guerra. Hoy la situación mundial se ve crítica. Creciente armamentismo. Sangrientas divisiones internas de no pocos países. Altos índices de desempleo en naciones industrializadas y no industrializadas. Terrorismo en aumento. Desarrollo de los pueblos del tercer mundo, estancado o en clara declinación. Endeudamiento que descorazona los intentos de crecimiento económico sostenido y autónomo en los países pobres. Altas tasas de inflación en muchos de estos países. Inquietudes sociales y degradaciones morales. ¿Se puede hablar de progreso después de veinticinco años? Hace falta una economía humana a escala mundial, se necesita una solidaridad sin fronteras. “Existe un bien común que no se limita a un compromiso que más o menos satisfaga reivindicaciones particulares o exigencias puramente económicas. Se imponen nuevas decisiones éticas. Debe formarse una nueva conciencia mundial. Cada uno, sin renegar de sus pertenencias y enraizamiento de familia, de pueblo y de nación, ni de las obligaciones que de ahí se derivan, debe considerarse como miembro de esta grande familia, la comunidad mundial” (Juan Pablo II, a la OIT en Ginebra, 15 junio 1982.) El empresario mexicano, hoy más que nunca, por esta conciencia de escala mundial, en su actividad empresaria debe abrirse a las exigencias globales y pensar en grande, a escala universal. El mundo es su mercado, ¿Tiene futuro el liderazgo empresarial? su campo de acción creativa y de responsabilidad social.
No. 288 AÒo 41 Marzo-Abril 2010
(Marzo de 1986.)
Nuestra Misión Unir, orientar y motivar a los dirigentes de empresa para que, a la luz del pensamiento social cristiano, se comprometan a su mejoramiento personal, a la transformación de su empresa y del medio empresarial y a contribuir en la construcción de una sociedad más justa y más humana.
Diálogos
Proceso electoral 2010: ¿Bien común o ansia de poder? Pedro Javier González
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odríamos empezar esta reflexión recordando que, de acuerdo con el sentido más noble del término, la política se puede entender como la actividad humana que, a través del diálogo y la construcción de acuerdos, busca la consecución del bien común. Asimismo, cabría traer a colación un frecuentado lugar común según el cual los procesos electorales representan la expresión más emblemática de la política democrática y, por tanto, la modalidad por excelenwscia de participación ciudadana en la definición del rumbo de una sociedad. A la luz de ambas afirmaciones se impone la pregunta a propósito de si las elecciones locales realizadas el pasado 4 de julio representan un avance democrático en el sentido de que definen un mandato que, de manera clara, apunta hacia la construcción del bien común o si, por el contrario, sólo nos ofrecen un nuevo ejemplo de un pragmatismo carente de referentes éticos y obsesionado con la búsqueda del poder por el poder mismo. Y no es que, de entrada, se pretenda condenar de tajo la idea misma del pragmatismo en la política; lejos de ello, debe reconocerse
que, en el terreno del ejercicio del poder y de la toma de decisiones vinculantes para todo el cuerpo social, la racionalidad medio-fin y el logro de resultados son imperativos insoslayables. Lo único que, en todo caso, se pretende afirmar es que el sentido práctico en la política debe responder con claridad a una idea socialmente validada de bien común. Desafortunadamente, fue esa idea socialmente validada de bien común la gran ausente en los comicios recientemente celebrados. En efecto, la nota novedosa del proceso electoral fue la conformación de amplias coaliciones electorales en prácticamente todas las entidades. Se han subrayado sobre todo las que se generaron entre Acción Nacional y los partidos de izquierda, aunque es preciso no perder de vista que también el PRI pactó coaliciones tanto con sus ya tradicionales socios del Partido Verde como con Nueva Alianza, partido que, a su vez, en función de sus intereses y cálculos político-electorales, desplegó una estrategia coalicionista sumamente elástica que le permitió ora coaligarse con el PRI (por ejemplo en Aguascalientes, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Zacatecas)
El sentido práctico en la política debe responder con claridad a una idea socialmente validada de bien común.
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USEM 288 marzo-junio ora coaligarse con el PAN y con la izquierda (por ejemplo en Puebla, Veracruz y tácitamente en Oaxaca). Ante lo que parecía una tendencia franca e incontenible de avance electoral del PRI y ante la multiplicación de evidencias de la debilidad del PAN y del PRD para oponerse a dicho avance, las coaliciones representaron una apuesta sumamente arriesgada, pero que a la postre resultó exitosa. Desde un punto de vista pragmático, tanto para las dirigencias de los partidos coaligados como para un Presidente que ha dado muestra sobradas de que no vacila en subordinar la agenda de reformas al objetivo electoral, las alianzas tenían como propósito central desestructurar la estrategiav de operación territorial del PRI; de ahí que el esfuerzo coalicionista se haya puesto en entidades clave como Oaxaca y Pueblav. Las derrotas del PRI en Oaxaca y Puebla son de gran relevancia estratégica. No sólo porque
Cuando fuerzas políticas de distintos signo ideológico coinciden en determinados objetivos, se procede a pactar estrategias comunes.
ambas entidades representan una enorme reserva de votos y de recursos presupuestales, sino principalmente porque plantean un serio desafío desde el punto de vista de la operación territorial. Ambas entidades (junto con Veracruz) se consideran clave desde la perspectiva de la geopolítica electoral, en virtud de su influencia sobre toda la región sur y sureste del país. Sin los recursos presupuestales, legales y políticos que trae consigo la gubernatura, la estrategia de operación territorial del PRI resulta seriamente dañada. Adicionalmente, el éxito de las coaliciones coadyuva al logro d otros objetivos de no menor importancia. Desde la perspectiva de la política nacional, se afianza al grupo calderonista dentro del PAN y a Nueva Izquierda dentro del PRD, en tanto que, desde la perspectiva de la política local, se posiciona al PAN y PRD frente a la elección del Estado de México el año próximo y se pone en jaque al Grupo Atlacomulco y su precandidato Enrique Peña Nieto. Ahora bien, en sí mismas, las coaliciones electorales no son reprobables. Son una modalidad ubicua de la política democrática en cualquier parte del mundo. Cuando fuerzas políticas de distintos signo ideológico coinciden en determinados objetivos, se procede a pactar estrategias comunes. La celebración de acuerdos y aun de coaliciones está en la esencia misma de la política democrática. De hecho, gran parte del éxito de la transición democrática chilena se explica en función del arreglo político pactado entre la izquierda socialdemócrata y la derecha demócrata cristiana: los moderados de una y otra formación política convinieron en la necesidad de construir una gran coalición que, en primer lugar, les permitiera derrotar en las urnas a Pinochet y, en segundo lugar, impulsar un programa de gobierno orientado a afianzar el cambio democrático y a garantizar la operación eficaz de la economía. El problema con las coaliciones electorales entre el PAN y la izquierda, aunque sirvieron para derrotar a dos de las más emblemáticas figuras del autoritarismo y la corrupción (Mario Marín y Ulises Ruiz), no representan un verdadero avance de la democracia. Fueron un triunfo claro del pragmatismo “electorero”. Y no porque la izquierda se haya coaligado con la
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La celebración de acuerdos y aun de coaliciones está en la esencia misma de la política democrática. derecha, sino porque el objetivo de la coalición no fue el impulso a un determinado programa de gobierno, sino la mera derrota del PRI sin tener claridad respecto a qué tipo de gobierno se desea impulsar. Así las cosas, de cara al futuro inmediato, los resultados del 2010 preanuncian una nueva guerra política; “la guerra total” entre el PRI (que pese a todo sigue siendo la principal fuerza político-electoral del país) y el gobierno de Felipe Calderón que tenderá a la agudización en los próximos meses y que se observará particularmente en el Congreso de la Unión donde, por lo pronto, a decir del coordinador de la bancada en la Cámara de Diputados, ya se ha descartado la posibilidad de un periodo extraordinario de sesiones. La clase política ha aprendido a pactar y coaligarse para obtener triunfos electorales, pero no ha aprendido a pactar para gobernar. Y esa es una asignatura pendiente de enorme relevancia. En un contexto donde las mayorías absolutas de una sola fuerza política parece ya una posibilidad históricamente cancelada, la gobernabilidad depende de la celebración de acuerdos y coaliciones que vayan más allá de lo electoral y se dirijan a la promoción de un determinado programa de gobierno y/o de una agenda legislativa. Lejos de denostar el concepto de coalición, lo que se requiere es llamar la atención acerca de la necesidad de dar sustento constitucional a la posibilidad de pactar gobiernos de coalición.
La clase política ha aprendido a pactar y coaligarse para obtener triunfos electorales, pero no ha aprendido a pactar para gobernar.
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EspĂritu Empresarial
La crisis de los negocios y la responsabilidad social John Humble
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s conveniente que nos formulemos algunas preguntas fundamentales cuando queremos abordar el tema de la responsabilidad social de la empresa. No es fácil hacer las preguntas correctas, pero podemos intentado. Podríamos comenzar por ¿Cuáles son las crisis actuales del mundo de los negocios? Podemos mencionar cuatro crisis simultáneas:
1. Crisis de identidad Muchos empresarios no tienen en claro la naturaleza y el alcance de su tarea. Puede parecer un poco extraño, pero parecería que nuestro trabajo se limita a producir riqueza económica simplemente obedeciendo a las leyes del país, y quizás estirando esas leyes hasta el límite, siempre dentro de la legalidad. ¿Tenemos alguna responsabilidad más allá de la ley? ¿Cómo podemos tomar como punto de referencia a la comunidad como tal? La vieja y clara imagen del siglo XIX era que uno estaba en el mundo de los negocios para obtener ganancias, y ésta era la única finalidad. Ahora hay mucha confusión sobre este punto, en todas partes. Es una confusión de identidad.
Una verdadera explosión de leyes y reglamentaciones que afectan a la vida diaria de las empresas nos impiden manejamos como nosotros juzgamos conveniente, y en algunos casos se puede afirmar que existe un real deterioro de la autoridad del management para hacer lo que cree correcto hacer. Este hecho provoca muchas veces una conducta pasiva: ¿Qué podemos hacer? El gobierno nos tiene atados, y no nos queda más remedio que hacer lo que nos dice que hagamos. Como consecuencia, se debilita el deseo de cambiar las cosas en la dirección que estimamos mejor.
3. Crisis de integridad En este tema, la palabra más simbólica sería “Lockheed”. Creo que podemos afirmar que el daño hecho por el affaire “Lockheed” a toda la cuestión de la ética en los negocios es realmente increíble. Sin entrar a juzgar la corrección o no de los distintos puntos involucrados en este asunto, recordemos que, como consecuencia, en Estados Unidos la Securities Exchange Commission requirió a las compañías que informaran acerca de cualquier transacción dudosa, y
400 corporaciones internacionales norteamericanas han admitido haber gastado un total de 800 millones de dólares en pagos cuestionables. No son muy buenas noticias. Naturalmente, una de las confusiones existentes es qué significa el término pagos cuestionables: es el cohecho a un funcionario gubernamental para obtener un contrato, o es la propina a un aduanero para poder pasar un equipaje. Si alguien quiere hacer negocios en el Oriente Medio, puede obtener la lista de precios que deberá abonar para lograrlo; si no está dispuesto a hacerlo, no habrá negocio. Depende de su propia decisión. Hay, entonces, una pregunta clave: para que sea un pago cuestionable, dudoso, ¿hay que tener en cuenta cómo se lo define en Estados Unidos o cómo se practica en la comunidad local? De todos modos, es un mal suceso que 400 compañías sean vilipendiadas en la prensa y que la impresión general sea que los negocios son un juego sucio. Y se plantea la cuestión de si, en realidad, el más alto nivel gerencial ha asumido plenamente la responsabilidad de definir su propio código
2. Crisis de autoridad Aunque nosotros queramos hacer las cosas a nuestro modo, no tenemos plena autoridad para hacerlo así. Tomemos un solo caso: en Alemania, hay juntas supervisoras en las grandes corporaciones, y las decisiones estratégicas --por ejemplo el cierre de una planta, o la construcción por Volkswagen de una nueva planta en Estados Unidos en lugar de exportar desde el país-- tienen que ser aprobadas por esas juntas, constituidas por representantes no sólo de los accionistas, sino también de los trabajadores. Por lo tanto, hay restricciones a la autoridad.
La impresión general es que los negocios son un juego sucio.
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USEM 288 marzo-junio de ética y las pautas y políticas consiguientes dentro de sus empresas. Porque una de las cosas más notables y sorprendentes en esta cuestión de la integridad es que el nivel más alto pretenda no saber nada de lo que está pasando y deje a los hombres de primera línea arreglarla como ellos juzguen conveniente. Hay una cantidad de evidencias escritas presentadas a la Securities Exchange Commission, en las que se testimonia cómo un director regional dice al hombre en determinado país: “Quiero que la planta empiece a trabajar en febrero próximo, no quiero saber cómo lo hará, para eso le pago”, y sabe perfectamente bien que algunos de esos misteriosas gastos son pagos cuestionables. Pero eligió no saber. Esto es causa de inquietud y de intranquilidad en los cuadros jóvenes y en los ejecutivos de mediana edad. El “top management” no puede abdicar su posición ética. A los inferiores uno no puede dejarlos hacer cosas de esa manera y luego decir: “Oh, estoy sorprendido de que ustedes hayan estado comportándose así”.
4. Crisis de productividad La cuarta crisis es más operacional y puede pensarse que es bastante extraña en una discusión sobre responsabilidad social. Pero es que la primera responsabilidad social de una empresa es tener efectividad económica. Si no somos eficientes en la utilización de los hombres, materiales, dinero, recursos de todo tipo; si no proveemos los bienes y servicios que son adecuados para la comunidad, esa forma de pensar y de actuar es socialmente irresponsable. Podemos percibir ciertamente una declinación en los niveles de productividad de muchas industrias en América del Norte y en Europa, en un momento en que la nueva y formidable combinación de Japón con las nuevas ciudades industrializadas de Taiwan, Hong-Kong, Corea, Singapur, etc., está originando una nueva batalla industrial que todavía no empezamos a comprender adecuadamente. No podemos ser complacientes como para decir: Bueno, la productividad está bajando, pero no impor-
Quienes educan bien a la gente, educan para que pregunten por qué.
ta... Podemos afirmar que, al menos en lo que a Europa se refiere, si no aceptamos las implicaciones del microproceso y no lo abordamos como herramienta para el incremento de nuestra productividad, podemos tener un desastre social en el término de una década. El tema de lo responsabilidad social Para contestar esta pregunta, tenemos que buscar en la historia de las últimas décadas, porque todo gran movimiento que dura es un reflejo de cambios fundamentales en la sociedad. Pienso que la cuestión de la responsabilidad social proviene sobre todo de la acometida de dos grandes fuerzas: una es la educación y la otra es un largo periodo de abundancia.
1. Influencia de la educación En el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, en el mundo desarrollado hubo un incremento fantástico de los recursos gastados en educación, que crecieron más aceleradamente que cualquier otra inversión, en proporción al producto bruto. Hubo quienes pensaron que la educación era una herramienta para la cohesión social, para transferir los valores de la vieja sociedad a la nueva. Pero quienes educan bien a la gente, educan para que pregunten por qué, para que deseen compartir cosas, y no para enseñarles qué tienen que hacer. Cuando en Europa decimos, por ejemplo, que hay un profundo deseo de participación, ello no tiene que ver con política ni con los mecanismos de participación: tiene que ver con el hecho de que la gente educada debería y debe participar. Y no hay camino de regreso: no podemos parar súbitamente la inversión para la educación. Naturalmente, la gente quiere compartir más las cosas que pasan en su trabajo; está deseosa de aceptar las
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La gente joven ha vivido con abundancia toda su vida. Sus expectativas son tener un coche pequeño; nosotros éramos felices con una bicicleta. responsabilidades respecto de su propio destino, para lo cual no estaba antes preparada. En las empresas que todos conocemos hay cada vez menos personas que trabajan con sus manos; quizás la más grande revolución en este sentido se ha producido en las operaciones bancarias y de seguros, a través de la computadora. Estas empresas necesitan personal muy capacitado, y esa gente es gente educada. No se puede construir una estructura empresarial y un clima de trabajo con gente educada como se hubiera podido hacer en tiempos pasados, cuando una gran proporción de los trabajadores estaban dedicados a tareas que no requerían mucha inteligencia. Pienso que éste es el gran factor de empuje. Cómo se expresará a si mismo, es otra cuestión. Cada uno conoce en detalle los mecanismos del propio país. Lo importante es advertir que una vez que se ha proporcionado educación, se ha
emprendido un camino en el que no se puede retroceder.
2. El peligro del bienestar La segunda fuerza que irrumpe es un largo periodo de abundancia. A los de la generación de mi hija —ella tiene 23 años— les encanta: se sienten muy seguros. Mi generación, que ahora tiene más de 50 años, fue la última de gente insegura. Nacimos en la depresión, antes de la guerra, cuando no había bienestar. Tan pronto empezamos a trabajar, fuimos al ejército durante seis años, para defendernos a nosotros mismos. La inseguridad viene desde ese período básico de nuestra formación. En cambio, la gente joven ha vivido con abundancia toda su vida. Sus expectativas son tener un coche pequeño; nosotros éramos felices con una bicicleta. Todos comen tres veces al día, por supuesto; nosotros no pudimos decir “por supuesto”.
Es una combinación formidable: una gran educación para hacer preguntas, y el convencimiento de que el mundo siempre deberá proveerlos de un pequeño automóvil, o de una aventura en las vacaciones, si ustedes quieren, de buena vida. El peligro es que la expectativa sea más grande que los medios para satisfacerla. Y es necesario de algún modo que cada generación rehaga su propia fuerza económica. Pero los que gozan de mucho bienestar, la gente opulenta, que es bien educada, tiene expectativas sociales aún más elevadas.
3. La capitalización de los políticos Y esto nos lleva a un tercer punto: el tema de la responsabilidad social está aquí presente para quedarse, porque los políticos están más enterados que nosotros de las dos tendencias mencionadas.
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En la vida diaria de los negocios es donde se encuentra la responsabilidad social El político se está capitalizando. Si en estos cinco años hemos tenido en Europa más legislación social que en toda la historia precedente, es porque los políticos saben ahora que eso es bueno para captar votos. La razón por la que tenemos en Francia el informe obligatorio de balance social no tiene nada que ver con el análisis intelectual del tema sino con los políticos, que se hacen cargo de que en la carrera entre el desastre social y el progreso económico se tiene que poner en manifiesto algo como la participación en el balance social. Y si se mira a los Estados Unidos, me asombra ver cómo los empresarios europeos creen que es una tierra de libertad. Hay allí más reglamentaciones y oficinas de control que en ningún otro país. Estas son formas de presión a las cuales me resisto; el procedimiento varía de país a país. Respondo así a la pregunta de si la responsabilidad está aquí para quedarse. Y concluiré con algunos
conceptos sobre la responsabilidad social de la empresa. Algunos conceptos sobre la responsabilidad social de la empresa Para muchas compañías y hombres de negocios, la responsabilidad social significa dinero para una orquesta, una galería de arte, un comedor mejor para los trabajadores, un club deportivo. Es un concepto inadecuado y peligroso. La responsabilidad social está en todo.
La responsabilidad social está en toda decisión que tomamos cada día. Cuando elaboramos un producto que es peligroso y lo lanzamos al mercado, provocamos un perjuicio social, hacemos un daño a la sociedad; cuando tenemos supervisores mal entrenados que no dirigen a sus trabajadores adecuadamente, actuamos mal. Son ejemplos de irresponsabilidad social. En la vida diaria de los negocios es donde se encuentra la responsabili-
USEM 288 marzo-junio dad social. Y no haciendo las cosas de siempre, para realizar después una pequeña caridad una vez que hemos ganado bastante dinero. La empresa no puede fallar en lo económico. Hay otra dimensión, quizás más importante, aunque no es fácil de expresar. El éxito de la sociedad depende mucho del buen éxito de las instituciones que forman parte de ella. Una persona aislada puede hacer muy poco; tenemos que trabajar a través de instituciones y cada institución es única en la sociedad. Así, por ejemplo, la Iglesia —y no me refiero a una iglesia en particular— tiene un rol único en la sociedad, y es un rol espiritual. Es la guardiana de los valores espirituales. La Iglesia hace muchas cosas--hospitales, escuelas, asilos, muchas buenas obras-- pero el día en que la Iglesia se olvidara de rezar porque está demasiado ocupada haciendo funcionar hospitales, escuelas, asilos, le estará fallando como institución a la sociedad. Con la empresa pasa algo semejante. La empresa es la única creadora de riqueza económica en la sociedad. Nuestro trabajo es tomar la materia prima y crear mercaderías y servicios; de ese modo producimos los ingresos con los cuales se construye la sociedad. La empresa tiene mucho que hacer. Su primer tarea es la económica, no para enriquecerse a sí misma, sino porque si fracasa en ello significa que las otras instituciones no tendrán medios para sobrevivir. Es un enfoque extremadamente práctico. Cuando en nuestro país tuvimos algunos años malos, de baja producción o poco crecimiento, la calidad de los servicios sociales disminuyó. Basta una simple reflexión para advertir que el impuesto que sirve de base se ha debilitado. Si la gente no produce ganancias, no paga impuestos. Si no se puede competir en
el mercado mundial, se dejará de emplear gente. En Europa, país tras país han ido aprendiendo una dolorosa lección: la situación de bienestar tiene que ser pagada, y hay un solo camino para ello: que las empresas realicen bien su tarea. ¿No tenemos valor para decir la nuestro? Creo que hemos perdido el coraje de decir nuestra verdad. Oímos a hombres de negocios pronunciar discursos sobre responsabilidad social, sin decir que la contribución económica que realizan es una contribución social vital. Como no gusta la palabra ganancia, uso de la palabra contribución, o excedente, o superávit. Quizá esté hablando en forma extremadamente práctica. A mis amigos cristianos puede no gustarles, porque no hablo demasiado sobre ética. A mis amigos del mundo de los negocios tampoco les gusta, porque lo que afirmo implica que la ganancia
es una cuestión demasiado ética... Si resulto impopular en ambos lados, quizás sea porque me estoy acercando a la verdad. Los límites y el miedo Una última reflexión. Siempre se puede pensar que sucederán algunas cosas inevitables, aunque no estemos de acuerdo con ellas. Entonces, deberíamos preguntarnos: ¿las controlaremos y las haremos razonablemente justas? ¿O nos limitaremos a decir que nunca sucederán? Pero hay algunos límites frente a los cuales deberíamos tener el coraje de decir que no. Para esto es importante estudiar lo que pasa en otras partes, para prever lo que nos puede ocurrir a nosotros. Si queremos seguir el ejemplo de Europa, lo mejor es quizás asustar a la gente... Y los empresarios tendrían tal vez que empezar por asustarse a si mismos. Edgar R. Fiedler
El éxito de la sociedad depende mucho del buen éxito de las instituciones que forman parte de ella.
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Actualidad
Cambios, Empresa y Aplicabilidad Ec. José de Ycaza Coronel- ACE Guayaquil
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unca antes se ha escrito ni dicho tanto sobre el cambio constante en muchos aspectos del mundo actual, especialmente en lo referente a lo que se debe cambiar en la gestión empresarial. Esto hace que frecuentemente sea complicado encontrar lo verdadero y valedero aplicable a una situación empresarial determinada, qué conviene transformar o mejorar, con sentido práctico, para lograr una actualización eficaz de la gestión. Como el quehacer de toda empresa es esencialmente la vida humana individual y social, la aplicabilidad de un cambio debe contemplar cómo puede lograrse el objetivo buscado en acuerdo con las posibilidades reales de las personas y sus relaciones, según las leyes que rigen la vida humana probadas por la experiencia y la sabiduría de siglos, muchas veces sintetizada en antiguos refranes. Y además, también es esencial recordar que la técnica fracasa si no respeta los procesos naturales de la vida humana. Así, por ejemplo, ante muchos cálculos y prescripciones dietéticas complicadas para poder observarlas, vale la pena recordar lo que dijo un sabio del siglo pasado: “El pan era bueno para nuestro cuerpo antes que conociéramos las leyes de la asimilación”. Algo parecido sucede con las recetas para la vida empresarial. De ahí que pueda ser útil de una manera similar referirnos aunque sea a unos pocos casos que se presentan en la gestión directiva. Desde este punto de vista, siempre es primordial establecer en qué consiste el
problema, qué es lo que induce a pensar en un cambio: cuál es su causa y la factibilidad del remedio, si se trata de un hecho aislado o general, si es algo circunstancial o es una tendencia, si el problema es de origen interno o externo. Si actuamos antes de responder a estas cuestiones corremos el riesgo de “estar dando palos de ciego” o “dar coces en el aire” como dicen dos conocidos refranes. Una de las características de nuestra época es el afán de medirlo todo con las cifras correspondientes cuantitativas y, realmente medir es una forma de conocer y decidir, pero no es la única, ya que existe también lo cualitativo, lo intangible, los valores humanos y sociales que no son traducibles a números estadísticos. Por eso, antes de cambiar algo solamente por lo que muestran las cifras, es de suma importancia escuchar opiniones que ayuden a tener una visión lo suficientemente integral del asunto. Pues para la permanencia de la empresa es aplicable aquello de “el que no oye consejos no llega a viejo”. Otro tema de moda es que las personas pueden cambiar totalmente, o mejor dicho, como pretenden algunos, hacerlas cambiar. Se olvida que siempre hay que diferenciar entre lo que por su naturaleza y formación ya es invariable en una persona y lo que esa persona puede mejorar. En otras palabras, hay que tener presente aquello de “genio y figura hasta la sepultura”. Aunque esto no quiera decir que la propia persona, o quien la quiera mejorar, no puede hacer nada para
eso. Siempre se podrá mejorar el pensamiento, los sentimientos, las actitudes y el control de sí mismo, con la voluntad y el tiempo necesario. “La constancia vence, lo que la dicha no alcanza”. Algunos planificadores creen que mientras más extensos y detallados sean los planes, los hace más factibles, pero es lo contrario, los hace más complicados y difíciles de aplicar. Ciertamente, “más vale prevenir que remediar”, pero es una experiencia conocida que en cuanto el plan sea más sencillo y claro, será más fácil ejecutarlo. Y, por otro lado, no se debe pensar que lo escrito puede ser realizado inflexiblemente a la perfección, como bien expresó un ilustre autor: “Es más fácil escribir mil libros de filosofía que llevar plenamente a la práctica un solo principio”. En verdad, se podrían citar muchos casos más para demostrar la sabiduría del buen criterio, ya elaborado en frases claras y cortas muy útiles y aplicables, para el buen manejo humano empresarial de los cambios que se quieren lograr. Pero, quizás hasta citar la sentencia de un gran empresario que puso punto final en un seminario internacional en que se discuta sobre planes y proyectos: “lo importante es tener ideas factibles y realizarlas”.
Lo importante es tener ideas factibles y realizarlas.
MÉXICO A DEBATE Todos unidos en lo esencial por un Acuerdo Político Nacional
A TODOS lOS MEXICANOS
M A N I F I E S T O
El país se nos está escapando entre las manos. No podemos continuar con los brazos cruzados. Tenemos que tomar el toro por los cuernos y unirnos en lo esencial en un
Movimiento incluyente, pacífico y apartidista.
Queremos un México cuya riqueza creciente alcance para todos; con empleos y oportunidades productivas; con seguridad pública; con educación con calidad para todos; queremos una nación con acuerdos. Queremos derrotar la pobreza y la desigualdad que nos denigra. Por ello, exigimos a nuestros representantes y a nuestros mandatarios, reformas YA y políticas públicas que favorezcan los intereses de los ciudadanos.
Queremos: • Condiciones para la creación del millón de empleos anuales bien pagados que requiere la población • Educación con calidad para todos que desarrolle habilidades, capacidades y vocaciones • Combate efectivo a la violencia, a la corrupción y a la impunidad • Una democracia capaz de alcanzar acuerdos y de poner al ciudadano en el centro de la vida nacional. Los ciudadanos primero. Nunca la captura de beneficios por minorías poderosas. Queremos ver las metas concretas y sus responsables, los cómos y los cuándos, todo en corresponsabilidad con la sociedad. Los ciudadanos estamos dispuestos a comprometernos con el país. Queremos cambiar nuestra actitud pasiva y peticionaria por otra participativa y responsable Hemos elaborado un Código Ciudadano que sirve de guía para ello. Invitamos a toda la ciudadanía a que se adhiera a esta convocatoria de cerca de 200 organizaciones de la sociedad civil y 1200 ciudadanos en busca del México que todos deseamos. Nuestras propuestas, y las de muchos mexicanos, así como el Código Ciudadano, se encuentran en
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De...
Nueve principios para el trabajo humanitario William Byron Cualidades personales En mi opinión, hay nueve dimensiones de una persona equilibrada que trabaja, ellas deben ser los pilares de apoyo necesarios para ofrecer un ambiente de trabajo humanitario y humano. Estas nueve cualidades son personales y espirituales pero no explícitamente religiosas. De hecho, están al alcance de personas de todas las religiones o de quienes no profesan ninguna religión. No obstante, son principios espirituales que una vez internalizados por los trabajadores tendrán inevitablemente una profunda influencia en la calidad de la vida en los lugares de trabajo de cualquier área laboral. Estos principios orientadores pueden formar parte de cualquier personalidad pero no son innatos sino que para adquirirlos debe practicárseles. Estas nueve fuerzas interiores constituyen la infraestructura de una espiritualidad del lugar de trabajo. Todas ayudan a explicar el atractivo de un ambiente laboral donde ellas están presentes. Todas dan cuenta del aumen-
to de la retención, de la confiabilidad y de la productividad en esos lugares de trabajo. Su pleno descubrimiento requiere un reconocimiento de lo obvio: yo no inventé esta lista. La encontré en la Biblia, en la Carta a los Gálatas 1, donde Pablo instruye a los convertidos del paganismo sobre todas las maneras posibles de ejercer su libertad espiritual recientemente encontrada en el ambiente por otra parte hostil donde ejercen su comercio diario, cincelando y tallando sus medios de vida en un mundo pagano. Pablo llama a estas características “frutos” del Espíritu: un signo seguro de que el Espíritu Santo está presente en una persona o en un lugar. La ausencia del Espíritu también se puede advertir, según Pablo. Ella está marcada por un conjunto de características negativas que atestiguan el dominio de la “carne”, la persecución libre de todos estos placeres no sólo no es de Dios sino que se opone a Él. Estos elementos de rebeldía son obvios, señala Pablo y los iden-
15 tifica como sigue: “inmoralidad, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, rivalidad, celos, arrebatos de ira, actos de egoísmo, disensiones, facciones, envidia, borracheras, orgías y cosas semejantes” (Gal. 5, 19-21). Paradójicamente, muchas personas podrían considerar esto como una descripción exacta de sus lugares de trabajo. Pero concéntrense en las características positivas cuando reflexionan sobre sus propios lugares de trabajo. Recorran mentalmente esta lista de principios positivos momentos antes de comenzar una situación difícil en el trabajo. Verifiquen sus armas, por así decirlo, cuando entren en lo que seguramente será una reunión difícil. Envuélvanse en estos nueve principios como si fueran una armadura contra las fuerzas hostiles del lugar de trabajo. Protegidos de esta manera, pueden conservar la calma, una calma competitiva sin duda, porque así equipados pueden ser firmes, persistentes y asertivos sin dejar de ser benévolos. Para que estos principios funcionen para ustedes y para aquellos a quienes quieren ayudar, tómense un momento para examinar el significado más profundo de cada uno de estos nueve elementos de una espiritualidad del lugar de trabajo.
Amor Esta palabra significa muchas cosas para muchas personas. La cultura popular degrada el amor en las canciones y en las novelas confundiéndolo para siempre con la pasión física. La gran literatura y las grandes vidas a lo largo de los siglos despliegan la profunda belleza de un amor auténticamente generoso. En el fondo, el amor es servicio y sacrificio. Es la disponibilidad de entregar la vida de uno, literal o figuradamente, a otro. Cuando reflexionen sobre el amor, deberían hacerlo sobre su disponibilidad para ofrendar su auténtico yo en beneficio de otro.
Alegría La alegría es otra realidad profunda que no debe ser mal comprendida. No se debe confundir con el placer o la hilaridad. Aquellos que reemplazan la “persecución de la felicidad” con la persecución del placer encontrarán que la felicidad duradera siempre los elude.
La alegría es una convicción interna de que la voluntad de ustedes se alinea con la voluntad de Dios, de que ustedes son privilegiados, agraciados y dotados más allá de lo que podrían merecer por ustedes mismos. La alegría es un equilibrio, un contento permanente.
Paz A menudo se la confunde con cualquier cosa que sigue a una tregua; la paz es, en realidad, tranquilidad. Santo Tomás de Aquino la describió como “la tranquilidad del orden correcto”. Los que “entierran el hacha” y mantienen sus rencores, no están en paz. Aquellos que mantienen su equilibrio emocional y aceptan discrepar pueden vivir en armonía.
Paciencia Estas palabras significan literalmente sufrimiento. El agente actúa; el “paciente’’ recibe la acción. Cómo recibe la acción la persona -sobre todo la acción mal recibida- es la prueba de la paciencia.
Envuélvanse en estos nueve principios como si fueran una armadura contra las fuerzas hostiles del lugar de trabajo.
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Generosidad Es lo opuesto a todo lo que es pequeño, cerrado, mezquino, egoísta y rencoroso. La generosidad apunta a la grandeza del alma. La generosidad no es connatural a la naturaleza humana, pero puede ser aprendida por medio de la observación y adquirida por la práctica. Siempre que se practica, la generosidad auténtica demuestra la verdad del dicho “la virtud es su propia recompensa”.
Fidelidad
Cuando está unida a la fe, la vida laboral se convierte en una vida que realmente vale la pena vivir. Las pruebas de paciencia surgen de innumerables fuentes: el torno de un dentista; un sonido estridente; un golpe de puño sobre la mesa; una contradicción verbal; un reproche inmerecido. La pregunta es ¿cómo responde usted?
Bondad Muchos han comentado que una bondad aparente puede, de hecho, consistir en actos de crueldad. Esto significa que la debilidad o la timidez pueden disfrazarse de virtud y ocultar una huida de la responsabilidad o de la acción correcta. Muchos actos egoístas o hipócritas han sido justificados por un mal motivo envuelto en una bondad falsa. La bondad no depende de las percepciones de otros. La verdadera bondad es respeto por la dignidad humana en cada circunstancia de la vida; es cortesía y la atención valiente personalmente dispensada a otra persona.
Confiabilidad y fiabilidad son los requisitos previos de la amistad. Cumplir con lo prometido -lo que usualmente se considera como “promesas” y teológicamente se entiende como “alianza”- es el material de la fe. Para el creyente la fe es el hábito de confiarse a sí mismo a Dios. En el lugar de trabajo la fe es la amistad, la confianza y la seguridad derivadas de promesas cumplidas. Estas dos variedades de “promesas cumplidas” puede parecer que están separadas, pero de hecho reflejan una sola realidad continuada en la vida del creyente.
Mansedumbre Recientemente, en una cena de gala, un disertante se refirió a Lee Iacocca como a un hombre “manso”, Donald Trump siguió al conferencista para entregar un premio a Iacocca y ridiculizó la sugerencia de que había algo en absoluto de manso en el entonces presidente de Chrysler. ¿Ser un hombre (o una mujer) “manso” implica refinamiento? ¿Una personalidad retraída? ¿Qué significa ser manso? Se confunde tan a menudo la mansedumbre con la timidez que quedamos atrapados en una confusión cultural sobre el significado mismo de la palabra y sobre qué posición ocupa en el lugar de trabajo. En realidad, la mansedumbre es fuerza. La persona mansa no es insegura ni arrogante; es dueña de sí y tiene un control sereno de sí misma y de la situación circundante.
Dominio de sí Esta prueba de integridad personal comprende la práctica de negarse a uno mismo. Una vez una joven madre alzó a su niño pequeño hacia el legendario General Confederado Robert E. Lee y le pidió que lo bendijera. Lee pronunció una bendición correcta pero rara e
17 inusual: “enséñele que debe negarse a sí mismo”, dijo. Una persona “fuera de control” en asuntos grandes o pequeños es una persona disminuida. “Haberlo perdido” en cualquier circunstancia de la vida es haber abdicado de aquello que nos hace humanos.
Principios para una vida equilibrada Estos nueve principios espirituales para una vida equilibrada, una vez internalizados, se convierten en impulsos e incitaciones a la acción. Aquellos que se dejan transformar por estos principios espirituales transformarán, casi sin intentarlo, los ambientes seculares donde pasan sus días laborales. Y esto sucederá sin prédicas, campañas proselitistas o persuasiones; el poder del ejemplo será el que transmitirá el mensaje. Si usted tiene vocación para estar donde está de lunes a viernes, de 9 a 5 (o más tarde) ¿cómo puede actuar contradiciendo estos nueve principios o cómo puede tratar a sus compañeros en el lugar de trabajo con algo menos que dignidad y respeto sabiendo que Dios los llamó a ambos?
La integración de la fe y el trabajo Puede ser verdad que durante la mayoría de las semanas de sus vidas laborales, millones de cristianos que rinden culto los domingos, retornan el lunes a un ambiente de trabajo sin pensar mucho en la relevancia de su fe; pero también es verdad que la reflexión teológica, el consejo pastoral práctico y un interés renovado por la espiritualidad están animando a los cristianos comprometidos a integrar sus compromisos religiosos con sus responsabilidades en el trabajo para tener una vida unificada, llena de gracia. Uno de mis amigos comentó una vez: “si te sientes llamado a hacer lo que estás haciendo y si realmente te gusta lo que haces, nunca trabajarás un día en tu vida”. La integración de la fe y el trabajo pueden hacer posible esa conclusión jubilosa. Cuando está unida a la fe, la vida laboral se convierte en una vida que realmente vale la pena vivir. Los domingos, esos cristianos que ponen énfasis en la vida sacramental tienen conciencia de que son comulgantes, partidores del pan. Recuerdan a su Señor cuando partió
el pan. Pocas veces reflexionan sobre el vínculo etimológico entre las compañías que emplean a tantos de ellos en los días de la semana y la eucaristía que celebran los domingos. La frase latina cum pane (con pan) describe su “compañerismo’’ de los domingos. Ellos pueden infundir en las compañías u otros ambientes de trabajo a los que vuelven, renovados y descansados los lunes por la mañana, un espíritu de cooperación, y sí, un compañerismo genuino. En las familias la asociación es por el parentesco. En las comunidades de fe la asociación es por la creencia. En los lugares de trabajo el parentesco no es lo que une a las personas. Pero la creencia podría funcionar de esa manera, particularmente el tipo de creencia que proviene de una fe religiosa más profunda y de un sentido de vocación, de ser llamados por Dios para estar allí. Esto es algo sobre lo que vale la pena reflexionar mientras trabajan, para internalizar y ayudar a otros a internalizar los principios espirituales que pueden transformarlos a ustedes y a sus lugares de trabajo. El amor, la alegría, la paz, la paciencia, la bondad, la generosidad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio de sí pertenecen al lugar de trabajo para humanizarlo, santificarlo, restaurarlo en equilibrio emocional y hacer que a la larga sea verdaderamente eficaz y eficiente.
“Si te sientes llamado a hacer lo que estás haciendo y si realmente te gusta lo que haces, nunca trabajarás un día en tu vida”.
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ツソ EN テ:RICA? Javier Millテ。n nos hace partテュcipes de sus vivencias en el encuentro con la comunidad africana.
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MI EXPERIENCIA PERSONAL. En septiembre del 2009, me comentó Germán Araujo, Director de Confederación USEM, que iban a venir al Congreso Internacional de UNIAPAC 27 empresarios de África. Deseaban conocer además algunos temas del Curso de Formación Social para Dirigentes de Empresa (CUFOSO). Por esa razón llegarían una semana antes para un programa intensivo. Me solicitó que visitaran una de nuestras fábricas ya fuera la de BIMBO, Marinela, Barcel o Ricolino y que les coordinara yo algún tema del curso. Le dije: desde luego que sí. Así que el Sábado anterior al Congreso visitamos la Planta de Marinela y el tema que me correspondió fue “El Desarrollo de la Persona”, plática con la que dio inicio su semana de CUFOSO intensivo. Unas semanas después recibí una invitación, al 1er. Congreso de UNIAPAC en África Oeste, que se celebraría la última semana de Febrero 2010 en Burkina Faso. Fue invitado también Carlos Wagner, incansable empresario consultor y ferviente apoyador de USEM e IMDOSOC. Cuatro años antes Verónica, mi esposa, y yo habíamos visitado los países de Kenya, Tanzania y Uganda y leído durante el viaje el libro “Ébano” de Ryszard Kapuscinski, originario de Polonia, periodista y corresponsal en el extranjero. Él vivió varios años en África desde 1957. Al visitar en el 2006 durante tres semanas aquellos países, me iba nutriendo del contacto con decenas de personas y experiencias, llevando a mi lado el libro de Kapuscinski como descriptor de lo que había existido o existía en aquel olvidado, pero también mágico y misterioso continente. Gente que lucha día a día en las grandes ciudades atestadas de campesinos expulsados de sus tierras, o
“Este Continente es demasiado grande para describirlo. Es todo un océano, un planeta aparte, todo un cosmos heterogéneo, y de una riqueza extraordinaria. Sólo por una convicción reduccionista, por comodidad, decimos “África”. En la realidad salvo por el nombre geográfico, África no existe” Ryszard Kapuscinski en los pueblos dejados en los márgenes de la civilización... Ahora tendría yo la oportunidad de regresar a aquel continente, pero ya no como turista, sino como parte de un movimiento, de una asociación que podría concretar el hacer algo para ser congruente con su misión y paralelamente para responder a la esperanza de miles de seres humanos. Comencé desde el mes de octubre a soñar con el viaje, impulsado sobre todo por el deseo de participar en algo, con un “grano de arena”. Esa preocupación por hacer algo se sembró en mí desde el viaje del 2006, pero sobre todo cuando asistí a una magna conferencia de Ram Charan, autor del best seller “Exe-
cution”, sobre “los empresarios y la globalización”. Presentó una lámina sobre el grado de participación en el desarrollo económico global de cada uno de los continentes. No aparecía África.... Levanté entonces la mano para preguntar y le dije: ¿Y cuándo ve que África puede aparecer en la gráfica? Ram Charan me contestó: “hasta que tenga líderes con visión de impulsar el desarrollo de sus países”. En mi escasa experiencia y en el libro de Kapuscinski, me quedaba claro que ese futuro no estaría cercano. Un continente devastado y explotado por los demás no sería fácil que contara con líderes que impulsen el desarrollo. No fue ese el propósito de los países Europeos que lo coloniza-
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ron. Ni tampoco su independencia como desarrollo subsidiario. La independencia de los países africanos con sus diferentes historias tiene el común denominador de “líderes” que se abalanzan para tomar el poder, sin tomar otro modelo de liderazgo que el que vieron en quienes los antecedieron: el de explotación. La constitución de una Asociación de empresarios comprometidos con un liderazgo fundamentado en principios social-cristianos podría ser una pequeña llama de esperanza, y el congreso, una oportunidad de tratar esos temas con empresarios líderes.
Volando sobre el sahara. Una delgada y sedienta capa de nubes se desliza sobre las sedientas tierras de Argelia. Era la tarde del sábado 27 de febrero. Voy en la ventanilla izquierda, asiento 45B del vuelo 730 Paris - Ouadou Goudou de Air France. África... vamos sobrevolando el Desierto del Sahara, aunque un cinturón de nubes amarillas, doradas nos lo esconde; después, pinceladas de azules cada vez más obscuros van dando la entrada a la noche. Imagino allá abajo a los dromedarios, las tiendas de campaña, los comerciantes bañados de tierra y de viento...
Voy también leyendo de cuando en cuando a Kapuscinski... “La tradición africana es colectivista, pues sólo dentro de un grupo bien avenido se hace frente a las adversidades de la naturaleza que no paran de aumentar, en donde una de las condiciones de la supervivencia del grupo consiste en compartir con el otro hasta las cosas más insignificantes”. Me pongo a pensar con qué respeto tendremos que llegar y con qué apertura tenemos que estar para ser tocados por aquellos que encontremos desde hoy en la noche en el camino. Muchos de ellos quizá recuerdan en su cuerpo el dolor del dolor de sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos.... el hierro candente de quienes un día llegaron a estas tierras como si
fueran suyas, actitud que en mucho quizá no ha cambiado. ¿Qué autoridad tendremos para hablar de Solidaridad, de Dignidad de la Persona? En este momento veo que Carlos Wagner va hojeando sus notas. En las pocas horas de conocerlo más de cerca veo que lo caracteriza su espíritu de investigador, su vocación de apóstol y maestro, entre otros. Le pido me permita ver sus notas sobre Burkina. “Burkina-Faso es uno de los países más pobres del mundo. Según la ONU, entre 177 evaluados, sólo es superado en miseria por Sierra Leona, situado en la misma región. Su tamaño es similar al Estado de Chihuahua. Su población es de 15 millones de habitantes de 60 grupos étnicos. Su territorio es una llanura entre 300 y 500 metros de altura, colinda con el desierto del Sahara por el norte y con sus Estados vecinos Ghana, Togo, Benin y Costa de Marfil. En esa gran sabana abundan los mezquites, los pastos largos y la tierra rojiza y floja. Hasta 1960, Burkina fue colonia francesa llamada Alto-Volta, y desde 1987 es una república parlamentaria, gobernada por un mismo jefe de Estado desde entonces, a pesar de celebrar elecciones cada 5 años.
USEM 288 marzo-junio De alguna manera, los hábitos de los gobernantes coloniales de los siglos pasados aún no han sido superados y ahora se recrean en los políticos actuales, situación bastante similar en buena parte de los países de este continente”.... Bueno, me digo: “mañana veremos esto, ya no desde las nubes”.
ción. Al leerlos nos llamó la atención tanto a Carlos como a mí que faltaba algún objetivo en línea, no sólo de promover la fe o de apoyarse los empresarios entre sí, sino de influir para mejorar la realidad social. En el camino de Acatha habíamos visto cientos, miles de bicicletas y sin usar casco. Muy probablemente
presentes. Eran 8 empresarios y nosotros dos. Eran ya casi las 3 de la tarde. Comencé a preguntar por la visita a las empresas. Nos interesaba conocer algo, no sólo las actividades informales de comercio, sino alguna empresa constituida. Nuestro interés era el afinar y adaptar nuestras
Amanecer en burkina. No obstante que nos habíamos acostado cerca de la 1 de la mañana, tenía yo el ansia de ver el despertar del sol. Tan pronto se comenzó a iluminar el cielo, abrí la puerta de mi balcón, piso 5º del Hotel Laico. Al abrirlo entró una bocanada de aire caliente. Sin embargo, el sol nace aquí no en forma lenta, sino que muestra de inmediato todo su rigor. Nada de nubes, todo sol, todo calor, calor que se iba incrementando como una hoguera seca, brillante. El paisaje... completamente plano, árido, con matorrales salpicados en la llanura, con construcciones como emergidas de la misma arena, en terracota. El objeto de ese día era conocer por lo menos dos empresas y nos habían confirmado que pasarían por nosotros a las 10 de la mañana. Con la puntualidad alemana de Carlos, estuvimos ya en el lobby desde las 9:45. A las 10:15 le dije a Carlos que si nos sentábamos para esperar un rato. Y me dijo: “no. Ya vienen, ya vienen”. A las 10:30 nos sentamos, y así paso el reloj 10:45, 11:00, 12:00... Finalmente alguien llegó por nosotros poco después de las 12:30 y nos dijo que nos llevaría a la oficina de “Acatha-B”, nombre de la asociación de empresarios católicos de Burkina. La oficina era pequeña, muy austera. Estaban alrededor de la mesa unas 10 personas, leyendo y releyendo los estatutos de la nueva asocia-
“Existe la visión de que los pobres van a ser pobres toda su vida. ¿Cómo podemos cambiar esta visión?” Un joven universitario asistente al Congreso morirían varios en un día, o en una semana. Carlos había obtenido información previa de que el ingreso medio del burkinés es de sólo 3 dólares, con miles de empleos de 1 a 2 dólares. La población rural que es más o menos el 8% vive miserablemente del pastoreo y la desforestación. La población urbana del comercio informal, cientos y miles de personas en las calles vendiendo cosas básicas, materias primas sencillas. Una vez analizados los estatutos y el Acta constitutiva de UNIAPAC África, nos presentamos todos los
ideas y ejemplos lo más cercano a la realidad de su vida.
NUESTROS PRIMEROS IMPACTOS. Unos 45 minutos tardamos en llegar a la empresa que nos mostraría su dueño. El camino terregoso, polvoso. Asentamientos humanos muy similares a los de varios de nuestras zonas suburbanas en México. Basura, polvo, comerciantes ofreciendo productos muy básicos para el sustento de la comunidad. Cientos y miles de personas, en donde destacaban los vestidos de
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USEM 288 marzo-junio ¿Cómo se podría transformar una cultura? ¿Cómo mejorar las condiciones higiénicas, salariales, de seguridad? ¿Calidad de vida? ¿Dónde y cómo cabría aquí la aplicación de la Doctrina Social Cristiana? Al impacto de esta realidad se sumó otro, al día siguiente, al final de la Misa de inauguración del Congreso tuve oportunidad de conocer a un sacerdote latinoamericano que trabajaba para el Vaticano y que llevaba 2 años y medio en Burkina. Le pregunté: ¿Y cómo crees que se pueda modificar la realidad de los trabajadores, de las empresas? ¿Cómo se puede mejorar su condición? Él me contestó: “No he tenido oportunidad de conocer ninguna empresa…”
El cufoso intensivo. telas coloridas, luminosas, batones largos en mujeres y hombres, voces, gritos, en un paisaje de esperanza de que se realizara alguna venta. La gente continuamente caminando, cargando, socializando de aquí para allá. Llegamos a un terreno grande, como de una o dos hectáreas. Era una empresa dedicada al molino de trigo, de maíz, de arroz. A la derecha, miles de costales amontonados sobre un gran terregal, un gran patio de maniobras para la descarga y almacenado de la materia prima. Al fondo y a los lados de esos montones de costales, decenas de mujeres, unas por aquí, otras por allá, limpiando el maíz en unas charolas grandes, quitándole las piedrecillas como cuando se limpia en casa el frijol o la lenteja. Cada mujer, nos enteramos esa tarde, tiene que limpiar 1.2 toneladas por día. ¿El pago? Unos 2 dólares por la jornada. Nos dejó esto gran impacto sumado a la descarga del camión en donde cada cargador transporta costa-
les de 100 kilos sobre sus hombros y espalda. El sol quemante de unos 40° C en un ambiente de polvo y cascarillas de arroz y trigo que vuela cuando las mujeres limpian las semillas levantándolas en charolas por encima de su cabeza y dejándolas caer en otras más grandes. El único color en este paisaje era una sombrilla roja muy grande que cubría a tres personas que, sentadas en sillas de plástico, tenían, cada uno, un cuaderno y una pequeña calculadora. Vi por detrás de ellos lo que escribían y en la hoja de sus cuadernos, aparecía lo mismo. Debajo de una lista de números que iban del 1 al 200, escribían ahora “201”. Esto me hizo ver que eran los “contadores” y que al hacer la misma tarea se aseguraban que no faltara ningún costal de ser contabilizado. Al frente de ellos un hombre joven recibiendo un costal de 100 kilos sobre su espalda... ¿Productividad? ¿Burocracia?
Los dos días anteriores al Congreso se nos había pedido a Carlos y a mí que presentáramos algunos de los temas del CUFOSO a unos 40 asistentes. La noche anterior nos dijeron que serían más bien unos 80 empresarios y 40 estudiantes.
USEM 288 marzo-junio Entre Carlos y yo nos repartimos los temas de tal manera que fueron 12 en total, tales como: Persona, Globalización, Desarrollo de las Personas, Economía, Subsidiaridad, Empresa. Llegamos una hora antes a un gran salón en donde no existía ni la pantalla ni el cañón solicitados, lo cual de alguna manera ayudó a que nos comunicáramos en forma más directa sin intermediación de las tan acostumbradas láminas “slides”. Esto nos permitió abrirnos más a preguntas y a organizar mesas redondas para la reflexión. Una de las preguntas que hice al presentar el tema de “Desarrollo de las Personas” fue la de si la persona era considerada en el trabajo como instrumento o como persona. En algunos de los grupos estaba claro: “la persona es un medio, un instrumento”. En decenas de foros anteriores en los diferentes países del Continente Americano he preguntado esto y la gente opina que en la realidad, en un 85% o 95% de las instituciones es considerado como instrumento. Sin embargo, en quienes responden así he notado una clara convicción de que la persona tiene que ser tratada como persona. La diferencia aquí fue que esa convicción no era tan clara. “La persona es instrumento, es “medio para…” Este paradigma está mucho más profundamente enclavado en estas culturas en donde la historia del trabajo parte de la realidad de esclavitud, realidad que no ha pasado todavía por las reivindicaciones que han ocurrido en mayor o menor medida en los demás continentes. Esto quiere decir que la transformación de la cultura laboral que tendrá que realizarse por UNIAPAC África deberá de considerar que nos encontramos ante paradigmas del Siglo XVII ó XVIII, previos a la revolución
que tuvieron como objeto valores en torno a la Justicia Social. En las preguntas noté una clara diferencia entre las que provenían de empresarios y las de estudiantes. Las de empresarios eran más conservadoras, más provenientes de un status quo en el que de alguna manera quizá la posición económica más holgada de los mismos no permitía ver la realidad de los jóvenes estudiantes, hombres y mujeres, que estaban despertando a intervenir al mundo del trabajo en un ambiente de agresiva competitividad originada por la globalización. Las preguntas de los jóvenes llevaban también un tono, no tanto de curiosidad intelectual, sino que estaban alimentadas por la realidad, consciente para ellos, de estar llegando a una “fiesta”, a la que no habían sido invitados, y en donde –de forma angustiada- buscaban oportunidades para sus pueblos, con el fin de sobrevivir en la globalización. La característica de esta “fiesta”, a la cual habría que asistir para seguir viviendo, es que se dan cuenta que, para ello, habrá que contar con algunos instrumentos que en los siglos anteriores les fueron quitados por los europeos y los americanos. Preguntas crudas que hacían enfrente de representantes del Gobierno y que quedaban prácticamente sin respuesta.
Algunas de éstas las comparto a continuación, con el afán de extender y de acercar su inquietud hacia quien lea este documento, preguntas que no nos pueden dejar igual cuando miremos de nuevo al Continente Africano que para nosotros ha permanecido, en general, harto lejano. • ¿Por qué quienes han tenido éxito en el mundo europeo y han obtenido su riqueza, en buena parte gracias a nosotros, nos dicen cuando les pedimos apoyo que nosotros hemos de crecer por nosotros mismos? • Lo que necesitamos son oportunidades y trabajo. ¿Qué oportunidades nos pueden ofrecer ustedes, becas de estudio? ¿Viajes para aprender de otros entornos y realidades? ¿Cómo podemos competir? • ¿Hemos de perder nuestras tradiciones y cultura en aras del crecimiento? • ¿Por qué los bancos sólo les prestan a quienes tienen dinero? ¿Cómo vamos a obtener crédito quienes no tenemos? • ¿Qué puede hacer África para enfrentar la crisis? • La teoría es buena, pero necesitamos acciones concretas. ¿Qué podemos hacer? • ¿Qué podemos hacer para que la globalización no sólo se en-
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USEM 288 marzo-junio cargue de consumir a nuestros países? • Se nos ha hablado de contaminación, pero esto nos viene en mucho de otros países ¿qué podemos hacer? • ¿Qué planes de inversión hay para África?
El congreso Una muy participada Celebración Eucarística dio inicio a la realización del 1er. Congreso de UNIAPAC en África. Unos 80 empresarios y poco más de 40 estudiantes formaban el grupo de Congresistas que, por primera vez, se reunían para formar la UNIAPAC en África del Oeste. El Obispo, el Gobernador de Ouaga Dougou, el Ministro de Educación y el hermano del Presidente fueron los testigos de honor en varios momentos del evento y en la ceremonia de Constitución de UNIAPAC al final de la Convención. Como los días anteriores, la participación de los estudiantes estuvo no sólo nutrida, sino con preguntas muy surgidas de la realidad: “¿Cómo y qué pueden hacer por nosotros para que podamos mejorar nuestra competitividad ante la globalización de la que continuamente nos hablan?” Nos llamó la atención a Carlos y a mí que en los 40 minutos que tenía el Gobernador para dar su mensaje, habló continuamente de cómo vivía su cristianismo con todo detalle: Oración, meditación, lectura de la Biblia, comida en familia, oraciones antes de tomar los alimentos... Todo ello sonaba ejemplar, pero nos preocupó tanto a Carlos como a mí que en ningún momento dio respuesta a las preguntas que los jóvenes planteaban sobre su compleja realidad. Eran preguntas e inquietudes que mostraban la conciencia de la situación de varios de los países de África que, de una u otra manera, tenían
como común denominador la falta de estructura, organización y preparación que exigía el entorno mundial para subsistir en él. En ese contexto se realizó la esperada ceremonia de la Constitución de UNIAPAC, y el anuncio del nombramiento de Camerún como sede de la Presidencia. La noche anterior se había celebrado una reunión privada de los empresarios africanos representantes de los países asistentes y miembros de la Asociación naciente. El acto fue presidido por Pierre Le Coq, Presidente de UNIAPAC Internacional. Una vez terminada la ceremonia, invitamos a los asistentes a una porra “de origen mexicano”: ¡Uniapac! ¡África! Ra Ra Ra! Al caer la tarde, partimos todos los Congresistas al templo en donde se celebraría la Misa de Acción de Gracias con la participación del pueblo. Este hecho fue muy bello, pues no éramos nosotros los protagonistas de la Celebración, sino que era el pueblo. Cantos, tambores, voces de coro, percusiones, y desfile de salida
al ritmo de danza, dieron un toque de júbilo anticipado de Resurrección, a esta Misa concelebrada, todavía en el corazón de la Cuaresma.
NUESTRO ÚLTIMO DÍA Este día estuvo dedicado a actividades sociales y turísticas que disfrutamos la mayoría de los Congresistas. Alrededor de las 8 de la mañana abordamos los camiones en los que fuimos charlando o compartiendo algunas canciones. En el Programa se anunciaba la visita a un Zoológico, a un Museo de Arte escultórico, a la Ceremonia de colocación de primera piedra de una escuela, y a la comida en una de las casas del Presidente de Burkina Faso, la cual presidió su hermano, en representación del mismo. De todo este día quisiera destacar lo que más me asombró.
El Museo Al saber que íbamos a visitar un Museo me imaginé un edificio en el cual veríamos las obras de arte. Cuando arribamos al Museo lo único edificado era el pórtico de entrada y
USEM 288 marzo-junio un gran muro de unos 3 metros de ancho y 5 de altura. En él aparecían 4 retablos horizontales. Cada uno iba de un lado a otro de lo ancho del muro y su altura era aproximadamente de un metro. Cada retablo representaba una etapa del estado de vida del pueblo hacia el futuro. El primero mostraba a hombres y mujeres cargando maderos, costales. En el segundo aparecía el trabajo del campo. En el tercero aparecía un teléfono celular, una televisión, un radio. Y en el cuarto un muchacho y una muchacha cada uno sentado en el escritorio ante una computadora. En ese mural se veía un letrero con el cambio de siglo: año 2000. En el quinto aparecían unos rayos y un cohete en el espacio. El mural estaba fechado en 1990. Al ver el mural vinieron a mi mente decenas de imágenes, cientos más bien de todas las labores manuales, de carga, de esfuerzo, de comercio ambulante, y el peregrinar nómada de miles, millones de habitantes de estas tierras. El no haber forjado un edificio para el museo no era al azar. Para mí ese lugar a la intemperie con esculturas de seres humanos, de plantas, de simbolismos, representaba en mucho la realidad de este pueblo que busca su tierra, su destino, y que no tiene ciertamente ni tiempo ni recursos para plasmar en grandes obras
“Cuando pienso en Burkina mi mente regresa a las esperanzas de los niños, de los trabajadores. Cuando pienso en Burkina mi mente regresa a las preguntas de los jóvenes que quedaron sin respuesta”. Javier Millán arquitectónicas los rasgos de su cultura. En África se vive al día, a la intemperie, al viento...
La Primera Piedra de la Escuela. Esa mañana la luz intensa y el calor del sol estuvieron continuamente presentes a nosotros desde que bajamos del autobús. Los ladrillos de color café rosado estaban listos para la ceremonia, probablemente fabricados unos días antes en el mismo sitio y con la misma tierra. Los asistentes eran prácticamente quienes veníamos en los 2 autobuses, unas ochenta personas. Los lugareños de ese desértico lugar eran unos 20 niños de unos 3 a 12 años de edad. Sabiendo que encontraría niños llevaba yo en una pequeña mochila unas 60 bolsitas con obleas de cajeta Coronado. Ya había distribuido 120 paquetitos a todos los del congreso unos días antes y les habían encantado, así que guarde el
resto para situaciones inesperadas. Esta fue una de ellas. Primero me puse a jugar con los niños y después les pedí que se formaran por estaturas, la mayor parte de esto con señas y con algunas palabras en francés. Me sorprendió que lo hicieran y que nadie le arrebatara su dulce a otro. Cómo recordé entonces una anécdota de la niña de Dar es Salam, que sólo llevaba un caramelo en la palma de la mano, y que estaba con un grupo de niños mas pequeños que la miraban inmóviles...Finalmente la niña tomó el caramelo, lo desmenuzó a fuerza de cuidadosos mordiscos y equitativamente lo repartió entre todos. Cuando se acercaba el turno para cada uno les pedía que me dijeran su nombre y yo les decía el mío, luego siguió el juego. Todo esto mientras la Ceremonia ocurría, presidida por el Ministro de Educación. Durante la Ceremonia se distribuyeron botellitas con agua para todos, incluyendo a los niños. Cuando nos íbamos a subir al autobús, los niños deseaban que les tomara yo fotos en diferentes poses, hacían diferentes cosas, se ponían como en pose de Kung Fu. De repente, escuché que Carlos me llamaba pues ya habían subido todos al camión. Me despedí de los niños, y en ese momento, uno de los mayores, tomó una botella vacía y le comenzó a echar tierra, corrió detrás de mí y me la entregó como regalo. Esa fue para
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mí una de las más bellas experiencias de todo el viaje...
En casa del Presidente La comida del sábado fue ofrecida por el hermano del Presidente, en una de sus 7 mansiones. Una casa de campo ubicada en un terreno de alrededor de media hectárea, todo ella bardeada, lo que hacía distinguir claramente entre el desierto y el verde del jardín que rodeaba las varias cabañas que formaban la casa. Me llamó la atención la gran sencillez del hermano del Presidente y su amabilidad con nosotros. Sin embargo siempre estuvo presente en mí la inquietud ¿qué pasaba con el pueblo en general? ¿Cómo se podía transformar la cultura del trabajo? ¿Estaba presente también esa inquietud en ellos? Ciertamente las altas esferas congregadas allá: gobierno, iglesia, empresarios estaban avalando y contentos por la instalación de UNIAPAC en África del Oeste, pero me preocupaba que hasta ese momento no había visto signo alguno de que en su agenda estuviera el hacer algo por el pueblo, por la gente más
sencilla, por lo que construyen, los que limpian el maíz y el trigo, por los que hacen el país, por los miles que a diario se levantan de la misma tierra para buscar sobrevivir otro día, ellos, sus familias. ¿La nueva UNIAPAC sería la simiente para esa esperanza? ¿Cómo transformar esa cultura? ¿Sería posible hacer presente la posibilidad de un trabajador-persona en una cultura que nace arraigada en el concepto de trabajador-instrumento; en una cultura de esclavitud?
¿ES POSIBLE UNA TRANSFORMACIÓN? La primera vez que vi planteada esta inquietud fue en el artículo “Más allá del Salariado” de Don Lorenzo Servitje, escrito en 1975. Allí menciona que “la oportunidad de utilizar el trabajo de un hombre para beneficio de otro surge en el momento en que aquel es capaz de producir más de lo que consume. Aparece entonces la esclavitud y la posibilidad de la explotación. En las sociedades asiáticas y europeas del mundo antiguo las condiciones de los esclavos eran terribles. El esclavo
no era nadie. La ley lo consideraba como una cosa y se vendía en el mercado al mejor postor”. Posteriormente viene la etapa de servidumbre, y luego la del salariado, que es el sistema más extendido actualmente, y que hereda de la esclavitud y la servidumbre el concepto de que el trabajador es un instrumento al servicio del patrón, teniendo como contraprestación el pago de un salario. “En esta sociedad...”, continúa el artículo más adelante, “ el trabajador es un pequeño engrane , entre muchos otros, de una enorme máquina. No es dueño de los medios de producción. No tiene mayor ingerencia en las decisiones de su trabajo. Muchas veces no ve el producto final que elabora. Y por lo general, no está ligado al éxito de la empresa en la que trabaja.” Su claridad de conceptos y la vehemencia y congruencia con que la plantea han constituido para mi una misión-pasión en mi vida profesional y personal. ¿Cómo hacer esta transformación? Plantea él. Y continúa: “El primer paso es superar el salariado por medio de una total asociación del trabajador a la empresa. Es necesario que las metas de los que trabajen en la empresa sean prácticamente las mismas de los que la dirigen. Es necesario que los que trabajen en la empresa la sientan como algo propio, como su patrimonio, su tarea, su misión, su aventura. Sólo así tendrá sentido para ellos... solo así harán suyos sus objetivos, sólo así asumirán plenamente su responsabilidad y entregarán lo mejor de sí mismos...” Y nos invita a hacerlo. Copio a continuación el último párrafo de su artículo: ¿Y si esto es dramáticamente urgente, por qué no comenzar a hacer-
USEM 288 marzo-junio lo de inmediato en la empresa? ¿Por qué no hacerlo en el medio que está a nuestro alcance y en el que tenemos capacidad de acción y responsabilidad directa? ...¿Por qué no de nuestra generación al paso histórico de ir más allá del salariado? “Sin duda encontraremos obstáculos y riesgos. Son rutas nuevas las que hay que explorar. Algunas parecerán utopías. Así podrían haberles parecido a los siervos de la Edad Media si se les hubiese hablado de sindicatos o de contratación colectiva... ... Necesitamos ver hacia delante con visión de largo plazo y no –mezquinamente con visión de corto plazo- sólo el presente”.
Hacia el aeropuerto. El momento que marca el término de un viaje es cuando va uno rumbo al aeropuerto, a la estación de camiones, o cuando se sube uno al transporte que nos llevará a nuestro origen. Camino al aeropuerto para partir por Air France de Ouaga Dougou a Paris, nos tocó una larga fila de autos 2 cuadras antes de arribar. En ese trayecto había una bicicleta destrozada. Junto, un hombre del cual sólo tuve oportunidad de mirar su pie derecho, mostraba movimientos repentinos de cuando en cuando. El auto en el que íbamos torció hacia la derecha y perdí de vista a ese hombre. Al llegar seis días antes a Ouaga Dougou, y ver a miles de personas en bicicleta o en moto y sin casco, comente con Carlos: “aquí ha de ocurrir por lo menos un atropellado, una muerte diaria”... Le comenté de la experiencia que viví en Vietnam un año y medio antes: miles y miles de bicicletas y motos y todos los que se transportaban en ellas portando casco de seguridad, cascos que me tocó ver por cente-
nas en calles y mercados, cascos de colores, con figuras, cascos que eran anunciados en espectaculares: “a partir de tal fecha es obligatorio el uso de casco”, y el casco se usaba. Y cuando en Vietnam pregunté acerca de la seguridad en las calles y en la violencia me dijo un vietnamita: “aquí hay pena de muerte para todo aquel que porte un arma”. Pues bien, pensé en ese momento comentarle a alguno de los 2 empresarios de Burkina que nos habían acompañado, y le dije: ¿No podría ser de gran impacto el hacer obligatorio el uso de casco en Ouaga Dougou, y en todo Burkina? Él conocía al Presidente, al hermano del Presidente, al Obispo, a...? Me contestó: “hace seis meses el gobierno lo instituyó como obligatorio pero nadie lo usa, así que es imposible... la gente no entiende”. Entonces intenté con lo del salario mínimo: ¿No será un acto de cambio el pagar 3 ó 4 dólares en lugar de 2, en aquellas empresas perteneciente a UNIAPAC? La respuesta fue parecida a la anterior: hay 40% de desempleo. Es mejor dar empleo de 1 dólar o de 2.
CONCLUSIÓN: Carlos y yo hemos tenido la bellísima oportunidad de haber vivido esta experiencia. Nos ha marcado. Nos da gusto haber escuchado que tiene que crecer el número de socios de UNIAPAC en Burkina, Camerún, Senegal, Congo, Kenia, Nigeria, Ghana, Mali.... Pero antes, vemos la necesidad de que todo socio de UNIAPAC cumpla con requisitos básicos antes de ser aceptado como tal. Que cumpla con estándares básicos de: pago de un salario mínimo que permita una supervivencia razonable. Aquí en USEM México se habló hace unos años de que nos
guiáramos por 2.5 salarios mínimos como base. • Que exista marcada una jornada y respeto a la misma. • Que se den condiciones de salud y de ergonomía básicas. • Que se cuide la integridad física, y se haga todo lo posible por evitar los accidentes sabiendo que todo accidente es evitable. Vimos en Burkina que existe la tentación de pertenecer a UNIAPAC por el sólo hecho de que la pertenencia a esta Asociación abre nuestro espectro de relaciones públicas, de vínculos. Y existe el riesgo de que se quede allí. Nuestra experiencia quiere ser un llamado, consecuentemente a que quienes pertenecemos a UNIAPAC, luchamos por ser significativamente diferentes, viendo a la persona como persona, y –sobre todo- dirigiendo nuestros esfuerzos y contacto personal hacia los que menos tienen.
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X Simposio CELAM-Uniapac Bolivia abre sus puertas para dar lugar a la reflexión sobre los desafíos de la empresa en el bicentenario de la Independencia de América latina.
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l 17 y 18 de junio se llevó a cabo en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, el X Simposio CELAM –UNIAPAC, titulado “Desafíos de la Empresa a 200 Años de la Independencia de América Latina y El Caribe” con el subtítulo: Visión emprendedora y de responsabilidad social de los empresarios Cristianos a la luz de la Encíclica Caritas in Veritate. El encuentro se realizó en la Casa de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, donde asistieron dirigentes de empresa y pastores de la Iglesia que representaron a 12 países latinoamericanos (México, República Dominicana, Haití, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.) Los participantes reflexionaron sobre los desafíos que tiene la empresa a los 200 años de la Indepen-
dencia de los países de América Latina y del Caribe, a la luz de la Encíclica Papal Caritas in Veritate y de cara a los grandes desafíos emergentes de la realidad. Abrieron el X Simposio el Cardenal Julio Terrazas Sandoval, la señora Vivian Ossio, Presidenta de Uniapac Cochabamba, y el Sr. Pascual Rubiani, Presidente de Uniapac LA. El Cardenal agradeció a todos por su presencia y por su tiempo y señaló que “hay que trabajar por los más pobres”. Luego de la apertura comenzaron los expositores y comentaristas a explicarnos sus puntos de vista. Después de cada conferencia los participantes se reunían libremente en grupos de discusión para responder las preguntas que les habían sido entregadas. El 17 por la tarde se celebró la misa de apertura en la catedral de la ciudad, la presidió Monseñor Tito Solari en la Catedral de Cochabamba y contó con acompañamiento del coro de la misma. Por la noche, la Presidencia y el Directorio de Uniapac Cochabamba invitaron a los participantes a una cena de honor en el Club Social Cochabamba. Ahí se disfrutó de coloridos bailes y comida típicos. El 18 de junio la jornada fue más dinámica y culminó con la interesante discusión colectiva de todos los asistentes, quienes brindaron sus
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aportes para enriquecer el documento que finalmente sería la Declaración de Cochabamba. El acto de clausura fue presidido por el P. Enrique Quiroga; representando al CELAM, el Sr. Pascual Rubiani; representando a Uniapac LA y la señora Vivian Ossio representando a la Asociación local. Por este medio agradecemos profundamente a los socios y autoridades de la Asociación boliviana que activamente participaron del evento e hicieron del mismo un encuentro inolvidable. Agradecemos también al CELAM y a todos los expositores y comentaristas que gentilmente nos cedieron su tiempo. Una vez más, el Simposio CELAM-Uniapac fue un éxito, muchas gracias por el apoyo de todos aquellos que activamente participaron y de aquellos que, en otras formas, también nos brindaron su apoyo.
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Declaración de Cochabamba, Desafíos de la empresa a 200 años de la Independencia de América Latina y El Caribe Informe del Departamento de Justicia y Solidaridad CELAM
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n grupo de Obispos, Empresarios, Sacerdotes y Laicos -convocados por el Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM y por la UNIAPAC Latinoamericana- nos hemos reunido en Cochabamba – Bolivia, durante los días 17 y 18 de junio de 2010. Procedíamos de México, República Dominicana, Haití, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Durante estos días hemos orado, reflexionado y discernido juntos en clima de fraternidad. Nuestra convivencia ha sido sencilla, franca y alegre; nuestros diálogos fueron respetuosos y sinceros. Nuestra búsqueda común –de Pastores y Empresarios- consistió en identificar algunos desafíos de la Empresa a 200 años de la Independencia de América Latina y El Caribe. Para efectuar nuestra búsqueda hemos elegido como guía y punto de referencia la Encíclica Caritas in Veritate del Papa Benedicto XVI.
El Bicentenario de la Independencia Los signos de los tiempos. La libertad, la justicia, la verdad, la fraternidad 1. La celebración de la Independencia en nuestros países latinoamericanos es una oportunidad para que, desde la memoria que tenemos de nuestro pasado y la visión de su actual coyuntura cultural –política, religiosa y socioeconómica-, analicemos los desafíos que prevemos deberá afrontar la Empresa en los tiempos que se avecinan.
2. Durante estos 200 años se ha transcurrido por experiencias tales como el paso de una economía agraria a una industrial; el modelo de sustitución de importaciones. En los años 80 sufrimos la crisis de la deuda externa; en la década última, la apertura de mercados y la competencia internacional que va más allá de la competencia regional. En este caminar, el empresario tuvo que capacitar a su gente, invertir en tecnología, aumentar la productividad y eficiencia, poner atención a la Responsabilidad Social Empresarial [RSE]. Hoy vemos preocupados cómo se destruyen economías y empresas en algunos países de América Latina y El Caribe.
La Globalización 3. Vivimos en el contexto de una sociedad globalizada. En ella se manifiesta una creciente interdependencia que, a su vez, implica la intradependencia, es decir, la interacción entre los actores sociales hacia una vida digna sostenible. 4. Ello implica abrir mercados y acceder a ellos en condiciones equitativas, con justas regulaciones, frente al proteccionismo que prevalece de los países industrializados. 5. Precisamos de una economía de mercado solidaria, que incorpore a toda la persona y a todas las personas. Es necesario mostrar y hacer patente cómo la riqueza privada redunda, mediante su justo aporte, en el bien común, sobre todo en beneficio de los más empobrecidos y excluidos.
USEM 288 marzo-junio 6. Ser empresario cristiano en estos tiempos tiene un profundo significado humano; es un proyecto de vida que adquiere su sentido de la fe, la esperanza y la caridad. Compromete a vivir con autenticidad el sacerdocio bautismal. Sus convicciones son, entre otras, que el hombre no será humano si no es hermano; que el capital humano es el primer capital; que la empresa, es sociedad de capitales y, sobretodo, una sociedad de personas. 7. La independencia en América Latina y El Caribe debe estar basada en la dignidad humana, a fin de que las personas sean verdaderamente independientes; que seamos una Región y un Continente que manifiestan su independencia en su libre toma de decisiones. Estamos convencidos de que, luego de 200 años, tenemos una gran oportunidad, un kairós, para refundar nuestra sociedad y el mundo empresarial, optando por la economía solidaria como una vía privilegiada y concreta de gestión empresarial. Los países debemos de dejar de estar aislados y los partidos políticos deben asumir su compromiso por el bien común.
Desafíos 8. Promover y desarrollar en la empresa el sentido ético y el compromiso social, logrando una empresa más cercana a los trabajadores y a la comunidad. La empresa exitosa es una oportunidad para todos, fomenta fraternidad en la forma en que orienta sus negocios, y practica valores que van más allá que lo económico, pudiendo ser un espacio de libertad y participación. 9. Fomentar el encuentro y la comunión entre empresarios, con el Estado y la Sociedad civil. Consecuentemente, que influyan más en las políticas públicas para fomentar y salvaguardar la libertad, la justicia, la solidaridad y el bien común, pues dichas políticas públicas favorecen o perjudican el desarrollo de nuestros pueblos. 10. Propiciar espacios de diálogo plural para lograr acuerdos sobre lo fundamental. 11. Trabajar a favor de la verdad y de la transparencia en las empresas, en los Estados y en las organizaciones no gubernamentales.
12. Lograr una economía en la que se evidencie que la dimensión del don y gratuidad integran y trascienden la lógica de la compraventa. Ello implica: emprender con imaginación y talante innovador; urgir al cuidado de la creación, del ser humano y de sus comunidades y, finalmente, de las futuras generaciones. 13. Defender los derechos fundamentales del hombre, particularmente el derecho a la vida, a la salud, a la educación y al trabajo. Defender, también, la tierra, el agua y el aire como dones de la creación que pertenecen a todos los hombres, incluyendo las generaciones futuras. 14. Afrontar y superar con entereza y fortaleza las situaciones de injusticia, asegurando la vida digna de las comunidades, mediante economías sanas y solidarias, favoreciendo una economía de la caridad y la caridad en la economía. 15. Vivir el quehacer empresarial desde la consagración bautismal y su espiritualidad, gestionando la empresa -lugar donde vive su misión de discípulo de Jesús- de acuerdo a los valores evangélicos y a su vocación laical. 16. Incentivar -frente al cambio época que experimentamos- espacios y escuelas de formación para comprender los nuevos paradigmas con los cuales el emprendedor se enfrenta, y generar nuevos liderazgos. 17.Acompañar pastoralmente, a nivel diocesano, a los empresarios, trabajadores y líderes sociales en su vivencia del seguimiento de Jesús. Promover el compromiso de los laicos, constructores de una sociedad justa, fraterna, solidaria con dignas relaciones sociales y con la naturaleza. Impulsar, para lograrlo, el conocimiento y la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia. Pedimos al Señor que nos ayude con la fuerza y la luz del Espíritu Santo a construir su Reino en la historia de nuestros pueblos y, concretamente, en el mundo del trabajo y de la empresa, donde él nos ha enviado. Que Santa María, la Virgen de Guadalupe, que protege maternalmente a nuestros pueblos, los siga acompañando en el quehacer de ir tejiendo su historia. Cochabamba, 18 de junio de 2010
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Reflexión Directivos USEM A propósito de la Junta de la Comisión Ejecutiva de Confederación USEM, celebrada el día 1º de julio de 2010, transcribimos la reflexión de Monseñor Francisco Escobar.
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emos iniciado la segunda parte del año, de este 2010 que ha traído muchas novedades de todo tipo, sin olvidar que estamos en la celebración del Bicentenario y el Centenario de dos hechos históricos relevantes para nuestra patria. Lamentablemente este año pasará a la historia como uno de los más violentos que no creo que queramos recordar y menos celebrar. Cada época tiene sus propios desafíos para la vida diaria, vaya que ésta que vivimos nos está planteando los propios que requieren un renovado esfuerzo para llevar la Buena Nueva con alegría a todos los hombres. Es de vital importancia para cualquier persona conocer el momento histórico que le ha tocado vivir, en nuestro caso para saber presentar adecuadamente la Palabra de vida de la cual somos portadores: un mensaje que a pesar de los cambios que se operen, sin embargo se mantiene siempre vigente. Esa Palabra tiene que estar hoy más presente que nunca, iluminando las realidades oscuras de los hombres. Uno de estos cambios vertiginosos es el de mentalidad y la manera de captar la realidad, sobre todo en las generaciones más jóvenes. La socie-
dad ha evolucionado, el mundo está cambiando, tenemos que estar convencidos de esta realidad, aunque para muchos de nosotros los tiempos pasados fueron mejores, pero ese pasado ya no existe. Los retos a los cuales nos enfrentamos son diferentes a los de otras épocas. En nuestra patria de manera especial tenemos algunas crisis que los obispos hemos destacado en la exhortación pastoral sobre la misión de la Iglesia en la construcción de la paz: la crisis de legalidad, la descomposición del tejido social y la crisis moral, que hacen aún más difícil la convivencia entre todos los mexicanos, y que por tanto se constituyen en unos de nuestros principales retos que juntos tenemos que afrontar. (Que en Cristo, nuestra paz, México tenga vida digna). Algunas características que ha traído este cambio de época, y que es necesario tener en cuenta: época de desencanto; la desconfianza en las instituciones encargadas de brindar confianza, incluyendo a la misma iglesia; en el aspecto económico estamos pasando de una economía de producción a una de consumo. Hay que consumir a toda costa; en el ámbito político carecemos de verdaderos líderes carismáticos y a cambio
de esto surgen ídolos que duran mientras aparecen otros; los medios de comunicación se han convertido en centros de poder. Es impresionante como de la noche a la mañana se puede, o bien encumbrar a una persona, o bien denigrarla hasta el punto de destruirla, perdiendo todo derecho a la buena fama y la intimidad, para convertirse en un espectáculo para los demás. Hay una búsqueda de lo inmediato y cómodo dejando de lado todo esfuerzo. Por su parte, los Obispos y Empresarios en el X Simposio CELAMUNIAPAC destacan algunos desafíos: • “Lograr una economía en la que se evidencie que la dimensión del don y gratuidad integran y trascienden la lógica de la compraventa. Ello implica: emprender con imaginación y talante innovador; urgir al cuidado de la creación, del ser humano y de sus comunidades y, finalmente, de las futuras generaciones”. • “Defender los derechos fundamentales del hombre, particularmente el derecho a la vida, a la salud, a la educación y al trabajo. Defender, también, la tierra, el agua y el aire como dones de la creación que pertenecen a