BARRIOS PARA LA GENTE Políticas locales sobre vivienda y hábitat con enfoque de género y gestión del riesgo en Centroamérica
This work is licensed under the Creative Commons Memoria del Seminario-Taller Escuela de Arquitectura, UCR 29 jul al 1 ago, 2012 San JosĂŠ, Costa Rica
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1ª edición: 50 ejemplares Junio de 2013 Título: Barrios para la gente. Políticas locales sobre vivienda y hábitat con enfoque de género y gestión del riesgo en Centroamérica San José Costa Rica Compiladores: Laura Paniagua Arguedas Isaac Salgado Ramírez Edición: Laura Paniagua Arguedas Diseño y diagramación: Henry Hernández Carrillo Los autores y autoras aceptan compartir este documento para su uso y el beneficio de las comunidades.
DEDICACIÓN Y AGRADECIMIENTOS
Queridos amigos y amigas, Queremos agradecerles por el apoyo que le brindaron a este proyecto y a las aspiraciones por una sociedad más justa, donde tanto la tierra como la riqueza estén mejor repartidas. Esta actividad no hubiera sido posible sin el aporte de todas y todos ustedes, y queremos en este mensaje fraterno enviarles nuestras gracias sentidas y el reconocimiento a quienes se involucraron de lleno: A Marian Pérez por su apoyo desde el origen de la propuesta y las gestiones para conseguir recursos, vinculación, donaciones y superar las fronteras físicas. A Henry Hernández por su trabajo en la preparación de la línea gráfica, los materiales, el detallado seguimiento a la actividad y la construcción de esta memoria A Franklin Solano por creer en esta iniciativa, orientarnos logísticamente y por la hospitalidad en la atención a nuestros visitantes. A Helga Arroyo por el recibimiento, atención y apoyo a nuestros invitados. A Lorena Hernández Canalez del Barrio Linda Vista que trabajó en la confección de los hermosos bolsos que tuvimos para el Seminario. A Olman Hernández, Director de la Escuela de Arquitectura; a Oky Thomas, jefa administrativa; y a Silvia Corrales, secretaria de la Escuela de Arquitectura, por su apoyo fundamental en toda la logística del evento. A Wajiha Sasa por sus orientaciones y apoyo en la difusión de esta actividad y sus resultados. A Ana Grettel Molina por su apoyo en la gestión de recursos y por la atención a los conferencistas. A Jaime Erazo y Teolinda Bolívar, coordinadores del Grupo de Trabajo Hábitat Popular e Inclusión Social de CLACSO, por creer en nosotros y facilitar nuestro vínculo con el Grupo de Trabajo, una rica experiencia de crecimiento y aprendizaje. A CLACSO damos las gracias por su apoyo económico para el transporte y hospedaje de algunos visitantes. A Alberto Rojas por construir la metodología de los talleres de forma tan creativa y compartir sus conocimientos con nosotros. Agradecemos el trabajo y amplios aportes de todo el grupo de colaboradores vinculado a esta actividad: Paula Badilla, Alex Obando, Samuel Mejía, Lucía Artavia, Esteban Rocha, Ana Paula Montes, Cecilia Coronado. A Anita Guzmán por las fotografías del seminario taller, utilizadas para ilustrar esta memoria. Al Grupo de Estudios Urbanos del Escuela de Arquitectura por todo el apoyo brindado a esta actividad.
Queremos brindar un amplio reconocimiento a la Vicerrectoría de Acción Social, al Instituto Lincoln de Políticas de Suelo (Instituto Lincoln Institute of Land Policy) y a FLACSO-Costa Rica, instancias por medio de las cuales se alcanzó la presencia de importantes invitados e invitadas internacionales y la donación de materiales educativos. Agradecemos a la Universidad de Costa Rica por albergarnos durante el Seminario-Taller y brindarnos su amplio apoyo por medio de la Vicerrectoría de Acción Social y la Escuela de Arquitectura. Las gracias más atentas a nuestros conferencistas internacionales que compartieron las enriquecedoras experiencias latinoamericanas. A Eduardo Reese, del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento de Argentina, que expuso “Lineamientos e instrumentos para una gestión territorial inclusiva”. A la Arq. Olga Ceballos Ramos, Directora del Instituto Javeriano de Vivienda y Urbanismo de la Facultad de Arquitectura y Diseño, de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, cuya presentación se tituló “La calidad de la vivienda social en la política de subsidio a la demanda en Colombia”. Al Arq. Antônio Augusto Veríssimo, Director de la Coordinadora de Planificación y Proyectos de la Secretaría Municipal de Vivienda de la Prefectura de Río de Janeiro, Brasil, cuyo tema fue la “Política de hábitat y vivienda en la ciudad de Río de Janeiro: logros, lecciones y desafíos”. Y, finalmente, al Arq. Jaime Erazo Espinosa, Co-coordinador del Grupo de Trabajo Hábitat Popular e Inclusión Social de CLACSO y Coordinador de PRO.POLIS del Instituto de Altos Estudios Nacionales de Ecuador, por su presentación “Gente que está, barrios que cuentan”. Los temas tratados y la aproximación a las políticas implementadas en otros países de la región, nos permitieron soñar y aprender de las dificultades enfrentadas.
Pero las más profundas gracias a ustedes por compartir este encuentro y sus experiencias y por apostar con nosotros a esta loca aventura.
Participantes del Taller Barrios para la Gente
Alfonso Aguilar Ana Isabel Guzmán Bryan Vidal Gómez Carol Sanabria Catherine Kauffmann Cecilia Coronado Cintia Carpio Cynthia Rosales Calvo Dunia Silva Esteban Sánchez Estela Evangelina Cáceres Evangelina Torres Torres Fanny Pérez Gabriel Nolasco Grace Fallas Helga Arroyo Jennifer Acuña Jeysel Cisneros
Jose García Juan Carlos Cruz Karolina Castro Marín Laura Chaverri Lourdes Obando Lucía Artavia Luis Carlos Marín Marco Bonilla Maria Segovia Fuentes Maribel Lizano Marlen Rueda Paola Aguilar Sánchez Roberto Villalobos Silvia Chavarría Hernández Vanessa Bedoya Brenes Xiomara Pérez Yesenia Ramírez
ÍNDICE Introducción
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Contenidos del Seminario ¡Así se cuenta un sueño! Modelo cooperativo de producción de hábitat en Costa Rica Yerlin Montero Molina, COOPEBERACA
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Haciendo ciudad desde el hábitat precario urbano de El Salvador Claudia Denisse Navas Rodriguez, FUNDASAL
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Condiciones de riesgo que deben tomarse en cuenta para garantizar la seguridad y la accesibilidad en la construcción del barrio Caso La Carpio Eloisa Ulibarri, FUPROVI Concepto de ladera urbana y la gestión de riesgo Elsa Lily Caballero Zeitún, Universidad Nacional de Honduras Ciudades Mixtas Experiencias de Colaboración Público - Privadas en Guatemala Ninotchka Matute Rodríguez, FUNDACION CRECER Viviendo el Barrio de forma consciente... Héctor Delgado Paniagua, Centro de Estudios y Promoción para el Habitar (HABITAR)
Taller
Alberto Rojas, Sociólogo Barrios para la Gente
43 53 61 77 87
INTRODUCCIÓN
El Grupo de Estudios Urbanos de la Escuela de Arquitectura, como parte de sus esfuerzos por abrir espacios de discusión sobre el tema del Derecho a la Ciudad, ha organizado el Seminario Taller Barrios para la Gente, en donde se presentaron experiencias centroamericanas en la gestión local del hábitat para desarrollar modelos que posibiliten la creación participativa de políticas locales para la construcción del barrio. Se define el barrio como tema principal y como concepto en deterioro, para su reconstrucción y revalidación. De ahí que es importante para la discusión la relación dialéctica que hay entre este concepto y lo construido, entre la dinámica social y la configuración del espacio, entre la gente y el barrio. De igual forma se pretende validar los esfuerzos de la gente por construir barrios en una época en donde prima la urbanización y el condominio como formas de construcción de la ciudad que provocan segregación y exclusión social.
Centroamérica es una zona que requiere apoyo a nivel Latinoamericano y global. En los últimos años América Central ha experimentado retrocesos en los campos ambiental, social, económico y político, con una considerable ampliación de las brechas socioeconómicas.1 A pesar de no ser una de las regiones que contribuyan más al cambio climático, Centroamérica enfrenta de múltiples formas las afectaciones producto de la acción humana sobre el ambiente, que agravan la situación de los sectores más empobrecidos. Las sequías, inundaciones, muertes y personas heridas, pérdidas de infraestructura y la inversión en rescates, obras de reparación y mitigación, le pasan una factura costosa año a año a los países de la región. La vulnerabilidad ante los desastres se incrementa al lado de vulnerabilidades acumuladas durante décadas en la región. A la amplia exclusión social y desigualdad, se suma la violencia. El “Istmo se ha convertido en
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el territorio más violento de América Latina y en una de las zonas más inseguras del mundo, con actores del crimen organizado cada vez más fuertes, diversificados y amenazantes.2 Especialistas en la región identifican al 3 menos tres riesgos principales en Centroamérica: 1) Riesgo institucional: esto evidencia la fragilidad institucional, la ausencia de controles y transparencia, el predominio de intereses particulares, que se concreta en un tipo de Estado particularmente hostil a la democracia y débil para tutelar los derechos humanos básicos. 2) Riesgo ante el cambio climático: se dispara el riesgo en la zona debido al aumento en las temperaturas, la mayor intensidad de los fenómenos hidrometeorológicos, los conflictos socioambientales y la ampliación de la “huella ecológica”, con afectaciones a la infraestructura, la
2 Estado de la Región, 2011: 361 3 Estado de la Región, 2011: 362
producción y la supervivencia misma de las personas y especies. 3) El bloqueo político que impide combatir la exclusión social: se estima que “más de una tercera parte de las y los centroamericanos vive en exclusión social, es decir, con una inserción laboral precaria y sin acceso a programas sociales” . 4 A nivel global crece la población que habita en zonas urbanas, y Centroamérica también vive este fenómeno. Sin embargo, en esta región cada vez son más visibles las consecuencias del crecimiento espontáneo de las ciudades y la ausencia de planificación urbana. Las dificultades de acceso a la vivienda digna son cada vez mayores en la región al tiempo que crece considerablemente la desigualdady la exclusión. Por otra parte se amplía la segregación urbana, tanto de las poblaciones más adineradas como de los sectores medios y de escasos recursos.
4 Estado de la Región, 2011: 362
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Ante esta realidad el seminario enfocó el problema desde tres ejes fundamentales: 1)Experiencias de género, espacio y vivienda El derecho a la vivienda suele abordarse desde un enfoque que pretende incidir en las políticas públicas como una herramienta que pueda ayudar a los grupos más vulnerables a abandonar el empobrecimiento pero pocas veces se realizan reflexiones sobre las implicaciones que tienen estas políticas en las experiencias de género, si tomamos en cuenta fenómenos como la feminización de la pobreza. Se ha reflexionado sobre las diferencias en el uso de los espacios según las masculinidades y feminidades, y el papel diferenciado de los géneros en la experiencia de habitar, pero muy poco en las implicaciones espaciales que tienen estas diferencias en la construcción social y física del hábitat. En este eje, el debate busca posicionar las perspectivas de género en el análisis del espacio y su relación con las políticas públicas sobre vivienda y acceso a la tierra.
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Se pretende contestar la pregunta: ¿Cuáles son las diferencias entre las experiencias de mujeres y hombres en la construcción del barrio?
2)Problematización sobre la vivienda, el hábitat inclusivo y la gestión del riesgo Se escucha hablar del tema de hábitat inclusivo, pero en pocos foros se discute qué implicaciones tiene esta noción para la vivienda y la construcción de barrios, partiendo de la necesidad de ampliar el tema desde perspectivas que puedan darle mayor diversidad al problema. El debate en este eje gira en torno a propuestas sostenibles de densificación y repoblamiento, vivienda accesible, que contemple la gestión del riesgo en el hábitat donde se desarrolla, desde la reflexión de género, para el desarrollo de barrios más humanizados en Centro América. El cambio climático nos enfrenta con situaciones de riesgo antes no conocidas e implica soluciones arquitectónicas y de organización barrial
para gestionar el riesgo, además de las medidas institucionales pertinentes para la prevención de desastres. Se pretende contestar la pregunta: ¿Cuáles son las condiciones de riesgo que deben tomarse en cuenta para garantizar la seguridad y la accesibilidad en la construcción del barrio? 3)Políticas locales participativas: aprendizajes latinoamericanos
también sobre la existencia de proyectos desde la sociedad civil, organizaciones sociales y sector privado, problematizando si es posible y suficiente fortalecer el rol municipal y estatal, o por el contrario, si se requiere ampliar la gama de opciones.
Se pretende contestar la pregunta:
¿Cuáles componentes son necesarios en la política pública local que permitan la inclusión y que los barrios sean para la gente?
En este eje se discuten las experiencias provenientes de América Latina en torno a propuestas de políticas públicas locales relacionadas con la construcción de un hábitat más inclusivo. Además, se analiza el financiamiento del desarrollo urbano, la vivienda y la actuación de organismos financieros internacionales en los temas urbanos y de habitacionales en la región. A partir del conocimiento de dichas experiencias se procurará el establecimiento de puntos iniciales para las propuestas centroamericanas. Se discutirá
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1 Barrios para la gente,
barrios para la vida...
Fig. 1 Fuente: Anita Guzmรกn
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El hábitat popular no debe erradicarse, debe respetarse y transformarse. En Costa Rica y otros países de Centroamérica la falta de una política local en el tema de hábitat popular ha aumentado la desigualdad urbana.
Barrios para la gente
Las soluciones de vivienda temporales no son soluciones. Una casa “en cualquier parte”, lejos de lugar donde se cuenta con empleo y educación, no atiende el derecho a la vivienda.
Las ciudades y los barrios deben ser sensibles a las necesidades de todas las personas, al tomar en cuenta sus edades, tamaños, formas y deseos.
Es urgente gestionar ciudades para sentir con el cuerpo y con el corazón. Que tomen en cuenta que nos tenemos que cuidar entre vecinos, entre personas y a todo ser vivo, sea planta o animal, es decir, barrios que protegen la vida. Ante la existencia de un enfoque de las políticas públicas construidas a distancia de la población para la cual son propuestas, se establece la necesidad de destacar la especificidad del abordaje del tema barrial y del hábitat, lo cual requiere que los gobiernos locales construyan esas políticas según las características y necesidades de los barrios y su gente.
Los barrios deben asegurar la protección de la vida y la alegría de sus vecinos. Los barrios tienen su orden, construido por sus habitantes.
Los barrios deben ser planificados por la gente que los habita, que forman comunidades. Su forma debe permitir la vida y el desplazamiento de personas de las diferentes edades y aquellas que tienen necesidades especiales (silla de ruedas, coche, andadera, bastón). Que las fuentes de empleo vinculación con el lugar donde se vive.
tengan
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Enfoque de gestión de riesgo para los barrios
Enfoque de género para los barrios Son barrios en los cuales las diferencias no son motivo de desigualdad. Que contengan lugares para capacitarse, divertirse, con vías de acceso y que le den espacio a la vegetación y a la posibilidad de sembrar alimentos. Las mujeres, los hombres, las niñas, los niños, las personas jóvenes, las adultas y las adultas mayores tienen necesidades en común y otras diferentes. Esas necesidades deben ser atendidas por las ciudades de forma inclusiva, potenciando los espacios de encuentro intergeneracional e intergénero.
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El barrio participa en la transformación de su entorno, por ello tiene un papel central en la prevención y promoción de los desastres. La gestión del riesgo para los barrios significa manejar las situaciones que nos amenazan y que afectan la vida cotidiana de las personas pobladoras. Implica comprender que el ambiente es parte del hábitat que hay que construir. Es una relación dinámica entre los barrios, los seres humanos y el ambiente. Significa también que los barrios pueden prepararse y organizarse para evitar los desastres. Por ejemplo, un buen manejo de los desechos y la basura es responsabilidad de todas las personas que habitan un lugar, pero se requiere de coordinación en el manejo, la recolección y disposición final, así como alternativas que beneficien el ambiente como programas de reciclaje manejados por los vecinos y vecinas.
La mayoría de las personas son peatones, por eso los barrios deben asegurar la movilización con facilidad, sin temor ni barreras físicas ni simbólicas. Por ejemplo, se debe permitir el paso por aceras libres de grietas e irregularidades, y por calles bien iluminadas durante las noches. Una barrera física la constituyen los carros parqueados o los anuncios y la publicidad que limitan el paso y la visibilidad. Una barrera simbólica es la separación dentro de los barrios por el ingreso económico que tienen las personas que ahí habitan. La gestión del riesgo barrial implica también comprender que la atención a un problema no sea la causa de nuevas amenazas. Por ejemplo, la construcción de gaviones para dar contención a un camino, no debería convertirse a largo plazo en erosión o inundaciones para los barrios vecinos, tampoco en una represa que provoque un deslizamiento que afecte a la población en las partes bajas.
Debe decirse que los barrios no deben sufrir los desastres producto de la negligencia o pasividad de las instituciones. Son los gobiernos locales los llamados a gestionar sus territorios de la mejor manera, al disponer de su capacidad humana y técnica para detectar a tiempo las amenazas y gestionar el riesgo. Surge la necesidad de pensar la urbanización de formas en las cuales no se violente al ambiente, ni a los barrios más antiguos que tienen historia en un lugar. El cambio climático es difícil de revertir, pero es necesario contribuir para que no empeore.
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2 CONTENIDOS DEL SEMINARIO
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¡Así se cuenta un sueño!
Modelo cooperativo de producción de hábitat en Costa Rica Yerlin Montero Molina, COOPEBERACA
La Cooperativa Autogestionaria de Producción de Hábitat (COOPEBERACA) nace el 18 de octubre de 2008. Somos la primera de este carácter en el país y también la primera que surge de un asentamiento en precario. En su origen contamos con 63 personas asociadas de las cuales 58% son mujeres. Tenemos una conformación binacional, con 71% de población costarricense y 29% de personas nicaragüenses. Este grupo logró posicionar la perspectiva de trabajo para la producción de hábitat, que es todo lo que necesita el ser humano para desarrollarse. Nuestra experiencia es pionera en el campo cooperativo y constructivo en Costa Rica. El Relleno es la comunidad de la cooperativa. Surge de una toma de tierras en 1995. El grupo estaba constituido por 109 familias distribuidas en 79 viviendas. Su nombre se vincula con el depósito de basura y escombro en ese sector, en otra época. Se localiza en Finca San Juan en Pavas, provincia de San José.
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Esta cooperativa tiene entre sus objetivos servir de fuente permanente de trabajo para sus asociados y asociadas, atendiendo la necesidad de vivienda y la producción del hábitat que permita plantear procesos productivos que mejoren continuamente la calidad de vida de sus asociados y asociadas. Después de una importante lucha ante las instituciones gubernamentales y municipales, la Cooperativa ha alcanzado la construcción de una casa modelo con recursos prestados por una de sus asociadas (tanto el terreno como los materiales).
proceso formativo, desde la planta de producción hasta el tema de la construcción. Algunas mujeres, al vivir en un asentamiento y al hacer “ranchos” sabían tomar un martillo, pero no sabremos de la composición de la mezcla, por eso los técnicos deben acompañarnos en el camino.
Demostrar que lo que veníamos diciendo que queríamos hacer, lo podemos hacer Pero en este proceso de aprendizajes nos dimos cuenta que no tenemos por qué saberlo todo. El Ingeniero Jorge Mora Oconitrillo nos capacitó en el aspecto técnico constructivo. Su aporte a la cooperativa es ad honorem, tiene mucho compromiso y ninguna remuneración. Nos capacitamos en un Fig. 2 Fuente: Yerlin Montero
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Entonces las personas de la cooperativa comienzan a interiorizar conceptos para la vida personal y para sus casas. La construcción no solamente se queda en la obra gris, sino en la formación que se llevan las familias y eso sigue siendo muy ganancioso, lo cual genera más beneficio que la obra en sí. No se trata solo de construir una casa modelo, se ha iniciado un modelo de vida dentro de la construcción que se puede llevar a las casas, que es la disciplina, la dirección, el orden, de porqué hacer las cosas de una u otra manera. Nuestra organización propone un modelo constructivo que se ajusta a las necesidades y gustos de cada familia, que proyecta los cambios familiares a futuro y puede modificarse con el tiempo. El modelo toma en cuenta que lo que se construye no son únicamente cuatro paredes y un techo, sino barrios y comunidades. El producto nuestro está para atender al sector de interés social, porque es de mejor calidad por el mismo monto, con el adicional de que está generando empleo para, en su mayoría, jefas de hogar.
Las empresas constructoras de viviendas usualmente sacrifican la calidad de las construcciones y suelen producir en masa para una población desconocida. Es necesario superar esas formas de construcción de proyectos de interés social y optar por prácticas en las cuales se toma en cuenta y se atiendan las necesidades y aspiraciones de las familias, así como los espacios y usos que les darán las personas que las habitarán.
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Fig. 3 Fuente: Yerlin Montero
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COOPEBERACA R.L. plantea que la construcción de interés social no debe sacrificar la calidad ni la versatilidad, ofreciendo un producto cercano a las necesidades reales de las familias de los barrios populares. Nuestra cooperativa es un ejemplo de lucha en el campo de la vivienda ante las trabas institucionales y la inexistencia de apoyo gubernamental a este tipo de iniciativas autogestionarias en el país. Algunas de las piedras encontrado en el camino son:
que
hemos
1) la miopía institucional, que es la mayor traba 2) las trabas tramitológicas (permisos de construcción, agua, alcantarillado, etc.) 3) los procesos son muy largos para atender a las familias. 4) la ausencia de equipo de protección adecuado. 5) la falta de capacitación para una seguridad laboral correcta, con la consecuencia de los accidentes. 6) el bombardeo que reciben las mujeres por la cultura machista.
A las instituciones no se les piden reglamentos nuevos, es solo que los quieran ejecutar. No hubo apoyo financiero, el apoyo institucional se basó en cursitos, capacitaciones, pero lo que hacía falta para el despegue de la cooperativa eso fue lo que nunca vino ni del Gobierno, ni de la municipalidad ni del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP).
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El sistema político le ha vendido a este país los últimos 40 años: «extienda la mano y cállese» y eso no es así. ¡Nosotras hacemos el cambio!
Fig. 4 Fuente: Yerlin Montero
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Fig. 5 Fuente: Yerlin Montero
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La ciudad gestionada por las mujeres Para los hombres y para las mujeres los barrios tienen necesidades distintas. Si se le pregunta a los hombres qué necesitan, lo que contestan es: una cancha, un “play” (área de juegos) donde ir a hablar paja y donde meter el carro. Ellos lo ven con inmediatez, ya que la mayoría pasa fuera del barrio y el entorno la mayor parte del tiempo. En cambio para las mujeres, las solicitudes son: un lugar para llevar cursos (formación humana), como un centro comunal; áreas de recreación para los niños, un lugar para sembrar, un lugar para sentarse, tomarse un café con las vecinas y hablar. Porque, dónde se quedan los muchachos mientras voy a trabajar, cómo viajan los hijos a la escuela y cuánto tardamos. Nosotras podemos ver las necesidades a largo plazo, por ejemplo, hoy puedo salir bajando estas gradas y cuando tenga 60 años ¿podré bajar estas mismas gradas?
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Además, necesitamos las fuentes de empleo cerca de nuestra casa, no contaminantes, ni dañinas para el ambiente. De eso se trata la construcción del hábitat. Nuestros logros Hoy estamos convencidas que las mujeres podemos hacer en la construcción, que podemos hacer igual que los varones, pero hay cosas que si le podemos meter un poco de tecnología nos maltratarían menos y podríamos hacer las mismas funciones de los varones. Obviamente vamos a requerir tecnología que incluso para los mismos hombres no son dañinas, sino que alargaría la buena condición de vida de los trabajadores.
Fig. 6 Fuente: Yerlin Montero
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Fig. 7 Fuente: Yerlin Montero
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Ahora sabemos que nada cambiará si nosotras no lo hacemos cambiar; desde la mentalidad de nosotras mismas, hasta la posibilidad de hacer grandes negocios que cambien nuestra situación económica.
Una parte le toca a la institucionalidad, pero hay mucha de la parte que me toca a mí, que voy a requerir el apoyo institucional, pero no puedo esperar a que llegue la institución con la solución debajo del brazo.
La posibilidad de crear nuestro propio empleo nos permitirá crecer en conjunto, ampliando día a día nuestros horizontes, en un trabajo que nos permitirá transmitir nuestra experiencia a otras personas que están viviendo lo mismo que nosotras. Se debe evitar que los dineros que se presupuestan para programas sociales, se conviertan en negocios lucrativos de unos pocos intermediarios, como ocurre en el campo de la vivienda social. Para nosotras es central cambiar la mentalidad de los funcionarios que manejan los programas sociales, de tal manera que su objetivo sea propiciar un cambio social, y no solamente gastar un presupuesto anual.
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Antecedentes El Salvador es el país más pequeño del istmo centroamericano (21,040.79 km²), el más densamente poblado (273 habitantes por kilómetro cuadrado) y el segundo más violento después de nuestra vecina Honduras (con más de 66 muertes por cada 100.000 habitantes). Y en este territorio, el 58% de los habitantes no cuenta con vivienda propia o sus viviendas son de mala calidad.
Fig. 8 Fuente: Claudia Navas
Haciendo ciudad desde el hábitat precario urbano de El Salvador Claudia Denisse Navas Rodriguez, FUNDASAL
Los cuartos de alquiler, los terrenos rústicos parcelados y el asentamiento a inmediaciones de quebradas y líneas férreas han sido alternativas de habitación para miles de familias desde la mitad del siglo veinte que llegaron a las ciudades desplazadas por la pobreza rural, la guerra o fenómenos climáticos severos. Estas alternativas habitacionales fueron el punto de inicio de la producción social del hábitat barrial y la única manera de concretar el derecho a un techo que les deja el mercado. A partir del interés
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de dignificar su existencia, los barrios diseñan, construyen y dan vida a su espacio, gestionando y sumando su humilde aporte para “hacer ciudad”. Al 2010, el Mapa de Pobreza Urbana y Exclusión Social de El Salvador identificaba 2,508 asentamientos urbanos precarios (Apus, para este documento), más de la mitad de ellos ubicados en el área metropolitana de San Salvador (AMSS) y regiones cercanas; algunos municipios capitalinos son albergue de hasta más de 400 asentamientos. Sin tenencia del suelo resuelta, servicios básicos inexistentes o deficientes, subsisten también a la exclusión de los sistemas de educación y salud de calidad, a la violencia de género e intrafamiliar y al crimen producto de la narcoactividad y las luchas territoriales de pandillas.
1.De la renovación al mejoramiento del hábitat. Ante esta realidad, la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima, (Fundasal), inició su intervención en barrios populares en 1986, con familias sobrevivientes del sismo que sacudió San Salvador en ese mismo año que se ubicaron en terrenos públicos con viviendas de lámina y madera. Las primeras intervenciones se hicieron desde el concepto de “renovación urbana” que dio como resultado una infraestructura nueva con participación comunitaria en los procesos de diseño, gestión, construcción y sostenibilidad. En una década, Fundasal y las familias de 7 asentamientos del AMSS, de reciente conformación, habían producido 991 unidades habitacionales nuevas con servicios básicos en suelo legalizado a favor de más de 6 mil personas, bajo el sistema de ayuda mutua.
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Entre 1997 y 2007, con el soporte de la solidaridad alemana, Fundasal asume el reto de trabajar con conglomerados de barrios de más de 1000 familias, formados desde mediados del siglo veinte.5 La mayoría de población joven había nacido en el asentamiento; la población originaria eran familias campesinas migrantes o desplazadas por el conflicto armado de la década de los ochenta. Estos barrios están asentados cerca de zonas industriales y comerciales fuertes y a inmediaciones de quebradas que drenan la mayor parte de las aguas negras de toda la ciudad capital. La trayectoria de gestión por hábitat les había permitido alcanzar cierto nivel organizativo, contar con varias viviendas de materiales permanentes y alguna infraestructura comunitaria (clínicas, casas comunales y espacios deportivos). A pesar de estar a menos de un kilómetro del centro capitalino, las familias subsistían sin s 5 Entre 1997 y 2001, Fundasal desarrolla el proyecto Las Palmas (17 barrios en un
solo asentamiento que albergaba a 1200 familias). Entre 2003 y 2007, se interviene en el proyecto Los Manantiales (12 barrios contiguos con una población de 1417 familias).
servicios básicos domiciliares y en constante riesgo de inundaciones y deslizamientos, especialmente en la época de lluvia y eventos climáticos severos. Fundasal trabaja con estos dos conglomerados precarios, ya no desde la perspectiva de la renovación urbana; inicia la conceptualización y práctica de “mejoramiento de barrios” bajo los criterios de priorización participativa de necesidade y respeto a la existencias previas (organizativas y físicas). Además, realiza esfuerzos para la confluencia de actores institucionales para la intervención integral, poner en tela de juicio y hacer propuestas a la normatividad de construcción de la ciudad 2. Develando los riesgos del hábitat precario urbano. Para el año 2006, por finalizar la intervención en el segundo de estos dos grandes conglomerados barriales, Fundasal profundiza en el estudio de la precariedad del hábitat urbano. Hay muy pocos asentamientos con la misma dimensión de los
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primeros intervenidos; sin embargo, la ciudad formal coexiste junto a un rosario de pequeños asentamientos informales (de entre 50 y 150 familias) surgidos entre los años sesenta y setenta a partir de la compra de lotes sin servicios, de primitivos terrenos agrícolas parcelados o de usurpación de zonas verdes municipales por familias damnificadas del sismo del 2001. La continuada solidaridad internacional y las buenas alianzas permiten la investigación de la existencia de la precariedad del hábitat urbano en 32 ciudades a nivel nacional. Sus resultados revelan la magnitud nacional de la precariedad del hábitat popular encarnada en la existencia de más de 2500 asentamientos precarios urbanos entre comunidades, lotificaciones y mesones (cuartos de alquiler con servicios compartidos), resultado de la confluencia de la falta de políticas y planes de desarrollo de la ciudad y de la exclusión urbana y de los derechos ciudadanos de los sectores empobrecidos. En el diagnóstico inicial de riesgos y potencialidades de los asentamientos, la urgente
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instalación de drenajes de aguas negras es la que se prioriza. Por años, las familias han ocupado todo o buena parte de sus lotes en tachonarlos de letrinas de fosas a través de los años. Una vez copadas, proceden a verter tierra y cal y, otra vez, a abrir un nuevo agujero. Hay incomodidad, aunque se tolera, al drenaje superficial de aguas grises; es usual que los pasajes y calles sirvan de canal a aguas de lavaderos y patios. Incluso, después de mejorado un barrio, hacer que las familias conecten las llamadas áreas húmedas (baños y lavaderos) a los drenajes de aguas negras requiere un proceso de educación y concientización para que no se deterioren las vías peatonales o vehiculares. El abasto domiciliar de agua potable sigue en las prioridades. Durante años, unos pocos chorros públicos han surtido a las familias, situación generadora de conflictos continuos por el turno del cántaro y el trabajo agotador de las mujeres y las generaciones jóvenes para acarrear el líquido.
El tratamiento de taludes, que representan posibilidad de derrumbe, y la construcción de bordas de protección frente a amenazas de inundación durante la época lluviosa siguen en el orden de prioridades que las familias identifican como riesgos que ameritan intervención urgente. No siempre las familias, arraigadas al barrio y su entorno, pueden visualizar que la inversión en obras de protección sobrepasa el equilibrio del costo-beneficio y que la reubicación de viviendas colindantes a las áreas de mayor riesgo es la única salida razonable. La legalidad de la tenencia de la tierra es otra situación crítica en los barrios, limitante para la inversión familiar segura en la vivienda. Cuando los terrenos son propiedad del Estado, ciertamente se ha encontrado voluntad política para oficializar el traspaso a las familias, pero éstas no conocen ciertamente la ruta (o calle de la amargura) que deben recorrer para lograr la titularidad. En el caso de propietarios privados, aún cuando no haya forma de recuperar las tierras, las negativas de venta se mezclan con la exigencia de precios fuera de tino. Sin
embargo, las familias lotehabientes han librado una fuerte lucha por una Ley Especial de Lotificaciones y Parcelaciones para uso Habitacional que, aprobada en enero del 2012, abre posibilidades para regularizar. La tenencia de terrenos parcelados y comercializadas sin servicios desde mediados del siglo anterior. En cualquiera de estos casos, y bajo el supuesto que las familias cuenten con los recursos para los pagos derivados, aún hay un riesgo más que dicha tenencia sea adjudicada únicamente a favor de los varones de la familia pese a que, en caso de conflicto, las mujeres suelan conservar con ellas a las criaturas. En relación a los riesgos sociales, el mejorar la organización y gestión comunal, reconocerse como sector poblacional urbano precario e incidir hacia las instituciones del Estado en interrelación con otros barrios, reconocer y trabajar por los derechos de diversos sectores comunitarios (niñez, juventud, mujeres, personas mayores), y trabajar por la convivencia pacífica, con equidad y respeto
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son procesos que muy pocas familias valoran como parte de mejorar el barrio. Es entendible, hasta cierto punto, que insatisfechas las necesidades más básicas, se piense poco en lo estratégico. Sin embargo, los riegos actuales que afronta la población joven han permeado el tradicional adultismo de los liderazgos comunitarios, ya que son testigos de cómo sus propios hijos e hijas transitan por terrenos controlados por pandillas, están faltos de oportunidades para la educación y el empleo, y no tiene habilidades para la vida que son básicas para afrontar un embarazo no deseado o el involucramiento con el consumo o comercio de sustancias.
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Su objetivo superior ha sido “lograr la integración de comunidades pobres a la ciudad”. El término integración a la ciudad asume varias connotaciones siguientes: legalización del asentamiento dentro de la trama urbana; disfrute de los servicios básicos urbanos como el resto de la ciudad; incorporación plena a la vida cultural, educativa; acceso a los mercados de trabajo; reconocimiento de la ciudadanía de las familias.
3.El programa Mejoramiento de Barrios de Fundasal
El objetivo del programa era “potenciar la producción social del hábitat en asentamientos urbanos precarios”, en el entendido que las familias han iniciado esa producción desde el momento mismo del asentamiento y la continuarán mientras tengan vida.
En 2007, Fundasal amplía el mejoramiento barrial a una escala municipal, y pasa de una fase de proyecto a una fase de programa, ante la precariedad urbana antes descrita, para crear un modelo integral de abordaje a la misma desde un ejercicio que apoyara la construcción social del hábitat de al menos 3 mil familias.
Los resultados apuntaban a incidir en las políticas públicas mediante la divulgación de un modelo de mejoramiento de las condiciones de tenencia y vulnerabilidades físico-ambientales del hábitat (vivienda y entorno), con la participación organizada protagónica de las familias y la cooperación y coordinación interinstitucional.
3.1.La selección de los barrios a intervenir.
Al interior de estos municipios, también se definieron criterios para la selección de los barrios a intervenir:
ocupantes, a fin de garantizar que la inversión a realizar con las mejoras quedará en manos del grupo meta. -Habitabilidad de al menos el 80 por ciento de los lotes y no más del 20 por ciento de éstos en arrendamiento para garantizar y favorecer la participación. -Cercanía a redes primarias que faciliten el entroncamiento de las redes de abasto de agua potable y drenajes. -Aunque se cumplieran los anteriores, también se evalúa la pertinencia de intervención de un asentamiento, si ésta implicaba la evacuación del más del 10 por ciento de lotes por riesgo de inundación o deslizamiento.
-Asentamientos empobrecidos, reflejado en que al menos un 25 por ciento de viviendas mostraran precariedad (lámina y madera). Asentamientos muy consolidados, que pudieran solventar sus carencias por sí mismas. -Posibilidad de legalización de la tenencia de 50 por ciento o más de los lotes a favor de las familias
-En cuanto a criterios sociales y de suma de actores, se consideraron los siguientes: La posibilidad de compartir costos con la municipalidad, otras instituciones del Estado y las familias; la cercanía geográfica con otros barrios a mejorar para una visualización de resultados de conjunto a escala municipal; y un buen clima organizativo y de
Una vez formuladas las líneas de acción gruesas del PMB, Fundasal definió concentrarse en el departamento de San Salvador y, dentro del mismo, en los municipios con mayor número de asentamientos precarios informales, con mayor índice de pobreza y violencia social: Soyapango, Mejicanos, Ilopango y San Martín. Se excluyó al Municipio de San Salvador por existir otros programas similares con recursos desde el Estado que estaban en desarrollo.
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motivación comunal que, incluso pudiera mediar para que la situación delincuencial y de pandillas no afectara el proyecto. 3.1.1Los momentos, medidas y actores de un proyecto de mejoramiento de barrios. Una vez definido un proyecto dentro del PMB, los momentos usuales han sido tres: -Una etapa de pre-inversión, que usualmente dura entre 6-12 meses, en la cual Fundasal y los barrios priorizan los riesgos físicos y sociales a abordar, interactúan con otros que se han intervenido anteriormente para conocer de primera mano cuál es la ruta a transitar. Es la etapa para definir compromisos, tramitar factibilidades, y preparar cuerpo y espíritu para un esfuerzo de largo plazo. -La etapa de ejecución de las medidas que, según la complejidad de las obras y el número de comunidades de un mismo proyecto, suele durar entre 12 y 24 meses. Cada barrio se organiza, se educa, se transforma y embellece. Genera trabajo y 34
salud para su entorno y orgullo para sí mismo. -El seguimiento o etapa de consolidación, que se extiende entre 6 y 12 meses, es la etapa en la que se afianzan las capacidades y alianzas desarrolladas en el barrio, se orienta la conservación de las mejoras, y se develan prioridades del presente para orientar nuevas gestiones. Desde un equipo que conjunta profesionales de diversas disciplinas, el PMB da impulso a varias medidas que durante estos momentos se articulan entre sí: 1.Asesoría y acompañamiento social, técnico y jurídico a la legalización de la tenencia del suelo a favor de las familias habitantes. 2.Apoyo al fortalecimiento del liderazgo y capacidad de gestión de cada barrio, y promoción de la interrelación comunitaria y la incidencia ciudadana por el derecho a la vivienda y a la ciudad.
3.Promoción de la participación comunal en
el ciclo del proyecto: priorización de carencias físicas; coordinación con actores diversos para la obtención de permisos, ejecución de las soluciones técnico-constructivas con aporte de las familias en el sistema de ayuda mutua, identificación de acciones y recursos para operar y mantener las mejoras 4.Prevención primaria de la violencia social, promoción de convivencia en paz y con equidad de género y potenciación del relevo generacional del liderazgo en la dinamización de los sectores infantil, juvenil y femenino y la mejora/creación de espacios púbicos sostenibles. 5.Mitigación de riesgos físicos ambientales y mejora de las condiciones de salubridad y desplazamiento, mediante el tratamiento de las condiciones del suelo que representan amenaza de deslizamiento o inundación, la dotación domiciliar de infraestructura básica y la distribución segura, el suministro del fluido eléctrico y la apertura de vías con anchos mínimos (1.5 metros) para favorecer la introducción de redes.
6.Apoyo a la mejora de la vivienda a través de asesoría y apertura de líneas de créditos. El PMB interviene en la construcción de unidades habitacionales desde modalidades de créditosubsidio sólo para familias reubicadas desde una condición de riesgo físico-ambiental inminente. Para ilustración, véase caso el Las Palmas. 7.Seguimiento permanente de los resultados esperados e impactos, con fuerte participación de sus actores: las familias de los barrios y las instituciones comprometidas con su ejecución. 8.Incidencia desde la divulgación del modelo mediante la recuperación de la experiencia y sus lecciones.
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La inversión promedio por familia en este tipo de medidas ha implicado un desembolso promedio de $4,600 por familia. La Cooperación Internacional ha sido un actor fuerte en la puesta en escena de este modelo, de cada $10 invertidos, $7 provienen de este apoyo a través del Banco por Responsabilidad 6 7 (KfW), Misereor y CORDAID principalmente. La contrapartida local ha sido asumida por instituciones del Estado a través de sus servicios a los barrios, Fundasal en su papel de ejecutora, las familias de los barrios mejorados y otras instituciones privadas locales como parroquias y organizaciones no gubernamentales.
6 Misereor: Obra episcopal de la Iglesia católica alemana para la cooperación al desarrollo. http://www.misereor.org/es/about-us.html 7 Cordaid: Catholic Organisation for Relief and Development Aid. http://www.cordaid.nl/nl/(12997)--.html
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4.Logros, impactos y transferencia de hacer ciudad desde los barrios. La precariedad del hábitat urbano es un tema urgente que toma posicionamiento ante las políticas públicas. No se puede seguir ignorando la existencia de este sector mayoritario y, sin embargo, excluido de la ciudad que arroja soterrados en cada invierno y víctimas jóvenes de muertes violentas todos los días. Por ello, el principal logro del PMB es el programa en sí como un modelo validado desde la práctica para dar respuesta integral, paulatina y concertada. Este modelo teórico-práctico que parte de una conceptualización, metodología e instrumental pedagógico que son respetuosos de la lucha de sobrevivencia de las familias empobrecidas y de hacer vigentes sus derechos ciudadanos. En el camino entre la renovación y mejoramiento de barrios, Fundasal ha articulado a la ciudad de San Salvador más de 70 comunidades y más de 25 mil personas del Área Metropolitana de San Salvador, albergue de más de la cuarta parte de la
población nacional. El PMB ha significado un cambio sin precedentes para elevar sus condiciones de vida: el acceso a agua y saneamiento significan la oportunidad de salud y alivio en la carga doméstica para las familias; los espacios públicos nuevos y renovados son escenarios de desarrollo social y cultural de las generaciones jóvenes; la seguridad en la tenencia de la tierra dinamiza la transformación de las viviendas para una mejor calidad de vida de sus habitantes; las instituciones locales y los barrios se ejercitan en el diálogo de aportes compartidos. Pero más allá de la transformación del entorno físico, se han transformado conciencias que cuestionan y dan propuestas alternativas a una cultura patriarcal, adulto-céntrica y un sistema socioeconómico excluyente.
La experiencia de Fundasal ha sido retomada en el documento que en 2009 editara el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “Propuesta para un Programa de Pobreza Urbana en El Salvador” que orienta parcialmente las políticas públicas del actual gobierno. Fundasal orienta su último proyecto del PMB a que el Estado retome las bondades de este modelo en forma integral en nuevos emprendimientos y alianzas, situación por demás obligada desde el cumplimiento de las metas del los objetivos de Desarrollo del Milenio (objetivo 7): reducir a la mitad, para el 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento (meta 7C), y haber mejorado considerablemente en 2020, la vida de al menos 100 millones de habitantes de barrios (meta 7D). A nivel internacional, el PMB ha tenido reconocimientos fuertes: la intervención en uno de los primeros barrios, la comunidad Las Palmas, fue premiada el 2006 como una de las 6 mejores iniciativas multisectoriales para el combate contra la
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pobreza por el programa “Alianzas para la reducción de la Pobreza” auspiciado por el Banco Mundial, PNUD y la Inter American Foundation (FIA) . Y en el 2010 el PMB en sí fue seleccionado como “Buena Práctica” por el Programa de Un Hábitat de la municipalidad de DUBAI. La academia nacional e internacional también se ha unido para que, en la práctica de estudio, profesionales en formación de Arquitectura, Ingeniería, Economía, Trabajo Social y otras disciplinas focalicen su mirada en los sectores empobrecidos y generen propuestas comprometidas con los retos de la precariedad del hábitat urbano. Un impacto del programa ha sido la formación en el 2008 del organismo interbarrial Asociación de pobladores y pobladoras de comunidades y barrios de El Salvador, Mapus, a partir del reconocimiento de los barrios en la semejanza de sus historias y aspiraciones.
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Mapus está incidiendo ante el Estado para la creación de la institucionalidad, el financiamiento y la gestión del suelo que haga replicable el modelo integral de mejoramiento de barrios en otros asentamientos populares a través de la aprobación de la Ley Especial de Vivienda de Interés Social (ALVIS), presentada a la Asamblea Legislativa en noviembre de 2010. Esta Ley como marco general es tan necesaria como otros cambios en una normativa urbanística creada para la “ciudad formal”, para posibilitar los drenajes en los intrincados, sinuosos y estrechos caminos de los barrios con el uso de alcantarillas de pequeño diámetro y poca profundidad. La versión popular del PMB, editada para la difusión del modelo, ha salido al público recién el 25 de julio de 2012 con el nombre Programa Mejoramiento de Barrios de Fundasal: una respuesta solidaria y participativa ante el hábitat precario urbano de El Salvador. Al menos dos mil asentamientos siguen en riesgo, esperando una respuesta de tal integralidad desde una política de
Estado que destine fondos en forma permanente y sustancial para complementar los esfuerzos de vivir con dignidad. En palabras de Enrique Ortiz , frente a estas realidades abrumadoras, prácticas como el PMB, reconocidas y premiadas como “mejores prácticas”, no son sino flores singulares crecidas entre piedras.
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Hernández, G. “Vivienda en altura en Com. Las Palmas” Sitio web El Salvador.com, entrada del Sábado 12 de agosto de 2001, consultado el 26 de julio de 2012. URL: http://www. elsalvador.com/noticias/EDICIONESANTERIORES/2000/ AGOSTO/agosto12/NACIONAL/nacio1.html Kiste, F. ”BID: El Salvador con el 58% de déficit habitacional”, El Mundo.com.sv [en línea] URL http://elmundo.com. sv/bid-el-salvador-con-el-58-de-deficit-habitacional (Domingo 13, mayo 2012) (1 julio de 2012) López, J. Más de 350,000 familias obtendrán escrituras con ley de lotificaciones, Sitio web El Salvador.com, entrada del Jueves, 1 de marzo de 2012, consultado el 25 de julio de 2012. URL http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/ nota_completa.asp?idCat=47859&idArt=6690641 MINEC. “IV censo nacional de población y vivienda 200” [en línea]. Consultado el 1 de Julio de 2012. URL: http://www. censos.gob.sv/util/datos/Resultados%20VI%20Censo%20 de%20Poblaci%C3%B3n%20V%20de%20Vivienda%20 2007.pdf
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Ortiz, E. “La producción social del hábitat: ¿opción marginal o estrategia transformadora?¨[en línea] http:// www.forumsocialmundial.org.br/noticias_textos.php?cd_ news=504 [consulta: 9 de julio 2012] PNUD y Fundasal. Escenarios de vida desde la exclusión urbana. Una mirada al hábitat popular de 32 ciudades de El Salvador. http://w w w.latribuna.hn/2012/01/03/honduras%C2%BFel-pais-mas-violento-del-mundo-2/
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Condiciones de riesgo que deben tomarse en cuenta para garantizar la seguridad y la accesibilidad en la construcción del barrio Caso La Carpio
Eloisa Ulibarri, FUPROVI
Existe una problematización sobre la vivienda, el hábitat inclusivo y la gestión del riesgo, pero en pocos foros se discute qué implicaciones tiene esta noción para la vivienda y la construcción de barrios, partiendo de la necesidad de ampliar el tema desde perspectivas que puedan darle mayor diversidad al problema. En este artículo la Fundación Promotora de Vivienda (FUPROVI) presenta una propuesta sostenible de densificación y de vivienda accesible en el asentamiento más grande de Costa Rica: La Carpio, que contempla la gestión del riesgo en el hábitat donde se desarrolla, la reflexión de género para el desarrollo de barrios más humanizados y el desarrollo comunal. La Carpio: El asentamiento Informal más grande de Costa Rica La Carpio se ubica en el distrito de la Uruca, al oeste de la provincia de San José, Costa Rica. Es un asentamiento con una extensión de 63 hectáreas y se divide en nueve barrios, tiene una sola ruta de
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acceso y salida, encontrándose aislado de los otros centros de población más cercanos. Es el asentamiento urbano en precario más extenso de Costa Rica, donde no existe ninguna regularización de la tenencia de la tierra para vivienda, los servicios e infraestructura es inexistente o escasa. Actualmente es una ciudad en sí misma, por el volumen de su población, su dinámica económica, social, organizativa y sus problemas. Censo de Población en el asentamiento obtuvo los siguientes resultados: 5.119 hogares; 4.078 viviendas para un total 17,005 personas. Se identificó que en La Carpio, un 46,8% de las/os jefes de hogar son nicaragüenses, un 52,9% son costarricenses, y un 10,9% de los hogares tenían jefes de ambas nacionalidades (una pareja por una/ un nicaragüense y una/un costarricense) (FUPROVI/ IMAS. 2008). Es un asentamiento amenazado por eventos naturales, socio-naturales (origen en eventos naturales pero con interferencia de seres humanos)
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y antrópicos (origen en procesos o actividades humanas). Entre los factores de vulnerabilidad, se pueden citar: ecológico ambientales, físicos, económicos, políticos, educativos, ideológicoculturales, institucionales y organizacionales. Es así como para evitar que estos factores se conviertan en un desastre es necesario llevar a cabo una gestión de riesgo, para evitar posibles (daños y pérdidas materiales y humanas). Se trata de convertir o transformar un escenario de riesgo en un escenario seguro, eliminar, reducir, superar o transformar las vulnerabilidades y las amenazas e iniciar un proceso participativo entre pobladores y técnicos.
La Carpio: un escenario de riesgo En La Carpio se conjugan una amplia variedad de amenazas y vulnerabilidades, entre las que se pueden destacar son líneas de alta tensión, barrancos, un lugar encerrado entre importantes ríos con altos niveles de contaminación, contaminación sónica por aeropuerto y camiones, así como contaminación ambiental (funciona un relleno sanitario en el asentamiento y el paso de vehículos contaminantes), existe un peligroso tránsito para pobladores, cuentan con uno solo e insuficiente acceso al asentamiento, las vías son estrechas y afecta la ausencia de aceras. Además, hay una deficiente infraestructura de servicios básicos y comunales. En caso de emergencia los bomberos y unidades de socorro, tienen mucha dificultad para maniobrar. El hacinamiento y mal estado de las viviendas son trampas mortales en caso de emergencias: incendio, terremoto, otros. La población es estigmatizada y hay una incipiente expresión organizativa. Finalmente se enfrenta a la ausencia de planteamientos técnicos de solución, propios y del Estado.
FUPROVI, conociendo estos riesgos y factores, elaboró el Plan de Mejoramiento y Desarrollo Barrial de La Carpio, propuesta que ha identificado cuatro dimensiones en el abordaje de este asentamiento: la técnica (relacionada con una intervención físico espacial); la legal (explicitando la condición de irregular del asentamiento), la financiera (dimensión relacionada con el financiamiento de instituciones relacionadas con la intervención afín); y la social – comunal (relacionada con un trabajo comunitario, organizacional y de articulación de la gestión con la institucionalidad). La intención de esta intervención ha sido mejorar el hábitat de miles de familias que habitan en condiciones precarias (ilegalidad de tenencia) y de tugurio (condiciones físico espaciales de poca habitabilidad) en La Carpio. Uno de los principales retos fue el contribuir con estrategias, procesos y acciones por medio del mejoramiento de la calidad vida y el hábitat en la comunidad, mediante el diálogo permanente con
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Fig. 9 Fuente: Eloisa Ulibarri
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los actores comunitarios, la coordinación con las instituciones del Estado y la implementación articulada de las políticas públicas bajo un visión de proceso que ha tenido como condición necesaria la negociación y articulación de actores públicos y privados. La operatividad de la estrategia implementada por FUPROVI tuvo como reto dos escenarios de intervención en la comunidad de La Carpio. El primero hace referencia al mejoramiento físico, regularización en la tenencia del suelo, titulación y vivienda. La segunda vinculada con el abordaje socio-organizativo en una comunidad con una gran diversidad organizativa y muchos actores y fuerzas comunales interactuando. La población meta del Plan de Mejoramiento y Desarrollo Barrial de La Carpio está constituida por: 1. Familias de este asentamiento que tengan las condiciones para legalizar la tenencia del terreno que ocupan.
2. Organizaciones Comunales que funcionan en los nueve barrios del Asentamiento, que estén interesadas en participar en el proceso de titulación y vivienda del barrio, así como en el fortalecimiento comunal bajo un enfoque de mejoramiento barrial. Es posible solucionar los problemas habitacionales, de propiedad y de infraestructura. FUPROVI alza la bandera y junto a las familias han logrado hechos importantes. Paso a paso, se presentó la intervención Integral de infraestructura y vivienda, se aprobó por parte de la Municipalidad de San José la red vial, se gestionó ante el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos el subsidio comunal (bono comunal) inversión de doce mil millones en seis años, está aprobado el estudio de prefactibilidad y se presentó el cartel de licitación, actualmente 17 familias del barrio San Vicente están en proceso de titulación y tres familias recibieron las primeras escrituras de la propiedad.
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Como parte del proceso formativo en esta comunidad, las familias del asentamiento participan activamente en actividades de información, sensibilización, capacitación en tópicos referidos al mejoramiento físico del barrio (bono comunal), titulación en la tenencia del suelo y promoción para el desarrollo humano y organizativo. Por este proceso formativo existen personas con mayores conocimientos, habilidades y técnicas en materia de mediación y negociación en razón de las acciones referidas al mejoramiento de los barrios del asentamiento, así como líderes barriales, hombres y mujeres, representantes de las juntas directivas de los sectores barriales se han involucrado activamente en la organización de actividades territoriales que impactan a las familias involucradas en el proceso de mejoramiento de la infraestructura comunal, la titulación y la vivienda. Ellos asumen la coordinación de actividades de integración e identidad comunal en coordinación con otros actores comunales y gestionan proyectos en los respectivos sectores con la asesoría y asistencia técnica de FUPROVI.
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Lecciones aprendidas del proceso de intervención urbana Las instituciones estatales del país carecen de normativa y la experiencia necesaria para la tramitación y aprobación de proyectos de erradicación de tugurios in situ. Este hecho ha dificultado la ejecución de la propuesta de FUPROVI en un asentamiento consolidado como La Carpio, sin embargo, el proceso tiene enseñanzas y es replicable. Las posibilidades de operación fluida y ágil de las instituciones públicas (centralizadas y descentralizadas) se ven limitadas por la existencia de una cantidad enorme de regulaciones institucionales, de la Contraloría General de la República y la Sala IV, entre otras. Este tipo de dificultades se incrementan cuando se trata de intervenir en un asentamiento como La Carpio, que exige del concurso de muchas instituciones con competencias muchas veces superpuestas. Esta dificultad es más que evidente, cuando se ha tenido que contar con la autorización o el visto bueno de muchas de ellas
para siquiera plantearse la posibilidad de realizar una labor de ordenamiento territorial y dotación de infraestructura básica. Si a esta complejidad se agrega la de por sí ya enmarañada estructura del Sector Social y Lucha Contra la Pobreza del Gobierno, entonces la viabilidad de un Plan como el propuesto por FUPROVI ha sido limitada por el entorno institucional y la política pública vigente. La presencia de diversos intereses políticos se han manifestado en la ausencia de un verdadero apoyo y compromiso institucional por parte de entidades claves del Sector Social y Lucha Contra la Pobreza de Costa Rica. El Consejo de Desarrollo Comunal de La Carpio (CODECA), si bien es cierto, CODECA es una expresión importante del tejido socio-organizativo y reivindicativo de La Carpio, o al menos de un sector importante de la población que reside en este asentamiento, esta organización carece actualmente de una visión clara del papel que está llamado a jugar en la viabilidad de este Plan. En esto
intervienen varios factores: el desgaste que ha sufrido la organización en su credibilidad, producto de muchas promesas incumplidas por diferentes gobiernos; la existencia de intereses diversos y a veces contradictorios entre algunas organizaciones y líderes; y el papel subordinado que ha jugado en todo este proceso. Como reflexión podemos aportar que, el Plan de Mejoramiento para el Desarrollo de La Carpio es una experiencia con impacto e innovadora, que constituye una guía territorial y sectorial para las intervenciones implicadas en el proceso de mejoramiento social, económico, físico-espacial, ambiental y político administrativo del asentamiento, bajo el enfoque de producción social del hábitat. Además forma parte de una propuesta coherente, sistemática, y con amplia solidez técnica, que responde a los principales problemas del asentamiento desde una perspectiva integral. Representa un esfuerzo innovador en el país, que marca un referente importante en cuanto a
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las estrategias de abordaje de los asentamientos informales. La estrategia institucional se ve resumida en dos principios: Producción Social del Hábitat en los procesos de mejoramiento integral de asentamientos consolidados y el fortalecimiento del tejido organizativo en los procesos de mejoramiento integral.
Fig. 10 Fuente: Eloisa Ulibarri
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Es una experiencia sostenible. Cuenta con una estructura organizativa y comunal fortalecida, que se gestó con apoyo de la Defensoría de los Habitantes, con el objetivo de impulsar una organización que representara los intereses de los nueve barrios. Esta organización sombrilla ha capitalizado los recursos que provienen del uso del relleno sanitario en los proyectos comunales de los barrios: asfaltado de calles, saneamiento de aguas, cuneteado y accesos. El mantener un fondo para obras manejado en un fideicomiso por terceros garantiza el uso adecuado de los recursos, los cuales se combinan
con el aporte de las familias y con el apoyo del gobierno municipal de San José, Costa Rica. La sostenibilidad económica ha sido apoyada por otras organizaciones nacionales e internacionales promovidas por los barrios y sus dirigencias para infraestructura, arte, deporte, emprendedurismo, formación profesional y humana. Por último es una experiencia, replicable en varios aspectos: FUPROVI con la ejecución de esta experiencia ha desarrollado método en materia de ordenamiento físico-espacial en Asentamientos Informales Urbanos, en este sentido se logró que las instituciones del sector relacionadas con la aprobación de diseños de sitio y planos constructivos, a saber: Acueductos y Alcantarillados, Instituto de Vivienda y Urbanismo, Municipalidad de San José, Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, Ministerio de Salud, Secretaría Técnica Nacional del Ambiente, Aviación Civil, Comisión Nacional de Emergencia, Registro Nacional, Catastro Nacional analizaran y recomendaran las acciones y la ruta para la viabilidad del proyecto.
En síntesis se abrió un camino para la tramitología de asentamientos de este tipo en el país. En Costa Rica actualmente, más de 397 asentamientos consolidados tienen la necesidad de regularización en la tenencia del suelo y consecuentemente hacer y/o mejorar vivienda social. Otro elemento es la inclusión de los pobladores y sus dirigentes en el trabajo de campo que implica negociación entre las familias, con la organización desarrolladora, los técnicos del municipio y del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo. Resumiendo la estrategia metodológica en el abordaje de estos asentamientos se basa en el fortalecimiento del tejido organizativo con organizaciones y liderazgos heterogéneos en temáticas y perspectivas, se recuperan dirigentes hombres y mujeres de las estructuras formales para que sigan vigentes en sus barrios, se incorporan procesos formativos y se promueve el intercambio entre organizaciones fraternas, nacionales e internacionales, para buscar ampliar la visión más allá de la cotidianeidad de una ciudad como La Carpio. 51
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Concepto de ladera urbana y la gestión de riesgo Elsa Lily Caballero Zeitún, Universidad Nacional de Honduras
El riesgo es la probabilidad de sufrir daños y pérdidas de personas y de los medios de vida. Los desastres no son naturales, son humanos. En un ambiente intervenido y socialmente construido, la interacción de los procesos humanos con el medio puede generar mayor o menor gravedad, así una intervención puede minimizar o incrementar las consecuencias de los fenómenos que potencialmente pueden causar daños a las personas y sus bienes de vida. La vulnerabilidad es la exposición al riesgo y la capacidad de respuesta frente al riesgo y el daño. La vulnerabilidad se construye socialmente. La ladera es un atributo físico del entorno. Las laderas de uso urbano son un espacio socialmente construido. El concepto de ladera urbana corresponde a una “forma de ocupación del suelo sobre un accidente geográfico o una cadena de accidentes geográficos con declives, con un uso intensivo en vivienda, equipamiento urbano e infraestructura económica y social susceptible de
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presentar movimientos o colapso por la incidencia y combinación de factores internos y externos, que construyen un riesgo de desastre para sus ocupantes y sus bienes de vida.
La ocupación de zonas de riesgo y de suelos mal ubicados y mal servidos es uno de los problemas más agudos de la actualidad en las ciudades de los países de América Latina.
La traza urbana constituye en sí misma un valor público, por ser espacio público y una de las bases de la accesibilidad de los habitantes, al reconocerle este carácter público, la traza debe ser planificada en función de las necesidades de los habitantes y una de ellas es la seguridad. En relación al tema de riesgo, las salidas de emergencia, en términos de traza urbana, deben estar aseguradas según sea el mapa de riesgos de la ciudad. La traza urbana es un bien que debe ser gestionado por el gobierno de la ciudad en cuanto a valor público y accesibilidad segura.
La planificación urbana al incorporar la gestión de riesgo asume el uso de instrumentos de planificación e intervención física definidos a partir de los atributos del suelo en el que se emplazan los asentamientos humanos. Esto ayudará en la especificación de la normativa, los criterios técnicos de trazado de las calles y la disposición de redes de servicios urbanos así como equipamiento social.
Gran parte de población está asentada sobre un accidente geográfico o una cadena de accidentes geográficos. El fenómeno no solo está determinado por la situación socioeconómica, también por la morfología de la superficie del territorio ocupado.
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La demanda de justicia urbana ha estado asociada al acceso a vivienda, servicios básicos, servicios colectivos y empleo o ingreso que asegure el desarrollo humano para todos los habitantes de la ciudad. Hoy, frente a la gravedad de los daños que provocan los riesgos urbanos y las pérdidas patrimoniales asociadas, la justicia urbana, necesariamente debe integrar los riesgos urbanos, que en principio debe incluir el derecho a
Fig. 11 Fuente: Lily Caballero
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la información como esencia de la prevención y la generalización de prácticas de planificación urbana para la seguridad humana. Elementos de la planificación urbana para asumir la gestión del riesgo •Instrumentos de gestión de la traza urbana adaptados a ciudades en planicies o en laderas urbanas La gestión del riesgo toma en cuenta la topografía del terreno, criterios técnicos de trazado de calles (con orientación hacia la accesibilidad y colocando como prioridad la seguridad humana); considera la traza orgánica para suelos escarpados que minimizan la erosión; trazas ortogonales y reticulares en planicies (que permitan la evacuación de aguas en casos de inundación); trazas orgánicas y reticulares (adaptados a los suelos de bajo nivel freático de zonas costeras y no obstaculizan los cursos de aguas).
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•Normativa de seguridad constructiva que incluya al sector informal o autoconstrucción Considera la densificación y sistemas constructivos según pendientes y tipo de suelos, sistemas constructivos en zonas inundables, etc.; obligatoriedad de rutas de evacuación, manejo de áreas de escorrentías y sistemas de drenaje especialmente de aguas lluvias; control de la capacidad de carga constructiva según los tipos de suelo y pendientes en relación a volúmenes y tipos de materiales de construcción; regulación de cortes y rellenos para habilitar suelos de uso urbano. •Desarrollar criterios técnicos constructivos adaptados a la topografía del terreno y sistemas constructivos Sistemas de cimientos adaptados a los tipos de pendientes y de suelos; sistemas de permeabilidad de suelos; estabilización de taludes en áreas de pendientes pronunciadas; la disposición de redes de servicios urbanos y del equipamiento social debe guardar siempre criterios de seguridad según los mapas de riesgo y las instalaciones de servicios
públicos deben siempre estar en las zonas más seguras.
los daños del desastre se sumarán a las condiciones de vulnerabilidad preexistentes.
•Mejorar los sistemas de defensa civil y acciones de emergencia Usar los mapas de riesgo para educación preventiva, sistemas de gestión urbana con mecanismos de seguridad de las personas, disponer zonas de reserva de suelos para procesos de reubicación antes de las emergencias.
2)Por la magnitud de los eventos: los eventos grandes acaparan la atención de los medios de comunicación, de los organismos humanitarios, de los gobiernos y organismos internacionales. La ocurrencia de grandes eventos siempre será indefinida en su localización. La vulnerabilidad se acumula cuando pequeños eventos afectan unas pocas familias.
Es posible preguntarse ¿cómo se acumula Vulnerabilidad Urbana? A lo que corresponde señalar: 1)Por la recurrencia en el tipo de población mayormente afectada: suelen ser los mismos tipos de familias las que quedan damnificadas, a las cuales le dan socorro bajo el enfoque que hemos definido como de Intervención en Emergencia. Las acciones se piensan en función de emergencia y no de procesos estructurales de vulnerabilidad, ésta como tal, no tiene una atención especializada, por lo tanto
3)Por el enfoque de emergencia que prevalece: luego de ocurrido el desastre, los gobiernos, los organismos humanitarios y los de socorro intervienen en la emergencia. Aunque se reconozca la vulnerabilidad de las personas afectadas, las acciones, por ser “de emergencia”, no contrarrestan la problemática. Aunque la vulnerabilidad urbana es un hecho social generalizado, desafortunadamente no se percibe en la cotidianeidad, no se visualiza
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diario vivir de las personas, se vuelve visible sólo en el momento en que se ve el daño (la muerte, las enfermedades, las heridas, los desastres). Sin embargo, ésta antecede al daño y lo antecede de forma progresiva y acumulativa, la vulnerabilidad colectiva sólo se construye mediante procesos largos y generacionales. El uso fragmentado de la ciudad determina la percepción fragmentada de la vulnerabilidad urbana. Mientras persista esta forma de percibir la cotidianeidad urbana, las prácticas de prevención y protección ante la vulnerabilidad urbana serán mucho más difíciles de encarar. Para finalizar cabe mencionar que son urgentes las políticas, programas y medidas para garantizar espacios habitables seguros, entre los que se destacan: ordenamiento territorial; sistemas de alerta temprana; mantenimiento de obras de infraestructura como represas y embalses para generación de energía y/o agua; generalización de
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la práctica de estudios geofísicos; sistemas de trazo urbano adaptados a la topografía del territorio; manejo de laderas urbanas y planicies urbanas; sistemas constructivos adaptados a las características del territorio; establecimiento de techos de ocupación de suelo con propósitos urbanizables. Por eso entre las funciones de la gestión pública están las de mitigación de desastres, pero también, desde la planificación urbana, prevenir y normar las acciones humanas que profundizan la vulnerabilidad urbana.
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Fig. 12 Fuente: Ninotchka Matute
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En la búsqueda de un nuevo orden universal, más humano, más sensible, más femenino, se hace imprescindible repensar los procesos históricos de creación de ciudad.
Ciudades Mixtas
Experiencias de Colaboración Público Privadas en Guatemala Ninotchka Matute Rodríguez, FUNDACION CRECER
Las ciudades han sido diseñadas por y para hombres dando como resultado espacios segmentados, separados por sus funciones y a grandes distancias unos de otros. Si a esto le sumamos la escasa capacidad de servicios de los gobiernos locales en Latinoamérica, la vida cotidiana de las mujeres en las ciudades de hoy resulta por demás compleja. En la Ciudad de Guatemala, en años recientes, se han venido dando una serie de experiencias en torno a la ciudad, que si bien no han sido abordadas desde un enfoque de género, finalmente redundan en la creación de espacios más amables, más dignos, más humanos en beneficio de todas y todos los ciudadanos.
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Sobre la base de experiencias iniciales se han adquirido aprendizajes que han derivado en un abordaje más global, más sistematizado, a través de un proyecto urbano macro y en la perspectiva de alianzas interinstitucionales que hagan de las intervenciones urbanas proyectos sostenibles. La experiencia, a inicios de los años 2000 en la Ciudad de Guatemala a través del Distrito Cultural 4° Norte , como una iniciativa innovadora pero insuficiente, da origen a un replanteo válido y esperanzador para una ciudad en plena transformación. En este escrito se dará espacio para la reflexión sobre la relación histórica de las mujeres y la ciudad para llegar a la valoración del tipo de ciudades que hemos construido hoy, y una propuesta hacia dónde creemos debería enfocarse la creación de nuevos hábitats urbanos con una sensibilidad más femenina, en la recuperación de espacios deteriorados, en la dignificación de los espacios públicos, en la generación de viviendas productivas y en la creación de nuevas redes sociales de convivencia en la ciudad. 62
También se hace referencia a las estrategias y herramientas de gestión, como un mecanismo efectivo en la promoción de proyectos emblemáticos en la ciudad, más específicamente los modelos de Alianzas Público-Privadas para la realización de proyectos sostenibles en la Ciudad de Guatemala.
Mujer y Ciudad Ana Say
Sale temprano de casa, con sus dos hijos, después de sortear los charcos de lodo y subir los 123 escalones (los niños los tienen contados) llega a la escuela y deja a Manuel, su hijo mayor, espera el bus con Leonor, la niña pequeña, llega al consultorio, espera casi dos horas, camina al dispensario a comprar medicina, esperan el bus que las llevará al mercado. Al bajar recorre con temor la acera donde los camiones descargan las frutas y verduras, los choferes se paran ahí a acosar a las mujeres con miradas lascivas y palabrotas de mal gusto. De regreso con las bolsas llenas en un brazo y Leonor en la otra mano, toma el bus, se baja un poco antes de su parada pues debe pasar a pagar la luz. Caminan unas cuantas cuadras y de pronto Leonor cae de bruces al suelo, la niña no reparó que en la acera faltaba una tapadera y cayó raspándose la rodilla. Ana toma valor y saca fuerzas para no soltar ni las bolsas de mercado ni a su hija y espera para cruzar la avenida, como no hay semáforo, ahí los autos pasan veloces, por suerte solo les tocó correr ya cerca de la otra acera.
Caminan hasta el colegio de Manuel, tienen que esperar un rato hasta que suena la campana, recogen a Manuel y empiezan a bajar los 123 escalones, caminan por el callejón, el lodo esta seco ya a esa hora. Ana prepara el almuerzo, comen juntos y luego deja a los niños en casa pues tiene que ir donde de su amiga Rosa, juntas tienen un taller de reparación de ropa y costuras. Ana no ha reparado en la hora, son ya las siete y las calles están oscuras, además Mario, su marido ¡habrá llegado con hambre!
Recorrido de Ana en la ciudad: 1.Casa 2.Colegio 3.Consultorio 4.Dispensario 5.Mercado 6.Banco 7.Colegio 8.Casa 9.Taller de costura 10.Casa
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Mario Yax
Sale temprano de casa, sortea los charcos de lodo, sube los 123 escalones, espera el bus, se sube a empujones en el primero que pasa, llega a la fábrica. Son las 5 de la tarde Mario camina dos cuadras, espera el bus, viene lleno, llenísimo, pero decide tomarlo igual a pesar de que va colgado de la puerta delantera. Baja las gradas, es casi de noche, llega a casa, su esposa no está y él tiene hambre.
Recorrido de Mario en la ciudad: 1.Casa 2.Fábrica 3.Casa De este breve relato resulta fácil colegir que en el día a día quienes usan mayoritariamente la ciudad son las mujeres. Quienes deben recorrerla, vivirla y sufrirla son las mujeres, en su calidad de madres, proveedoras, trabajadoras, profesionales y seres sociales.
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Cuesta por tanto, entender por qué las ciudades están hechas y concebidas por hombres, pero esto hace sentido cuando nos percatamos que las mujeres a lo largo de la historia han estado excluidas de todos los procesos de participación y de las tomas de decisión, asunto que ha quedado casi con exclusividad a cargo de los hombres. La historia nuestra, la universal, ha sido una historia de exclusión y discriminación para con el género femenino. Por tanto las ciudades que hemos creado han sido espacios que responden mayoritariamente a las necesidades y conductas masculinas. Un Ensayo en la Ciudad Distrito Cultural 4° Norte A finales del siglo XIX, bajo el espíritu de las reformas liberales la antigua ciudad colonial de Guatemala empieza a tener una expansión hacia el sur donde se busca plasmar a través del urbanismo de los nuevos barrios, llamados cantones, las características de los modelos de las grandes
ciudades de Europa. “En esta nueva fase de organización urbana, es notoria la intención de imprimir a la ciudad características y modelos europeos” (Montepeque I y Morales M, 2003: 60). Adicionalmente en la sociedad de la época y bajo la inspiración de la Unidad de Centroamérica, de los gobiernos liberales, se realizaron las primeras exposiciones y ferias internacionales, es así como surge, como parte de la expansión de la ciudad hacia la zona sur, en el año 1890 el Cantón Exposición. Espacio planificado para mostrarle al mundo lo mejor de la producción científica, agrícola, comercial, industrial y artística del país, actualmente la zona 4. En este nuevo barrio se instala el Pabellón que representó a Guatemala en la Exposición de París, “El Cantón Exposición nace inspirado en la IV Exposición Universal de Paris, celebrada en 1889, en Francia” (Historia de las Exposiciones y Ferias de Guatemala http://corpoeventos.wordpress.com).
La influencia de París y las intervenciones de Haussmann, también se dio en el trazado urbano, en el Cantón Exposición se rompe con el tradicional trazo romano y se giran las manzanas en 45°, dando como resultado una zona que se diferencia del resto de la ciudad no solo por su inspiración sino también por su calles giradas. Es en este contexto histórico se desarrolla el Cantón La Exposición, un área en la ciudad que nace con una impronta magnificente para ser el lugar para mostrar lo mejor del país al resto del mundo. Con el devenir de los años la expansión hacia el sur de la ciudad se consolida en los barrios más alejados del centro, posiblemente apuntalados por el éxodo de las clases sociales más pudientes que se instalan en los nuevos solares en grandes casas con jardín a la orilla de grandes avenidas como la Avenida de La Reforma y posteriormente la Avenida de Las Américas.
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Mientras tanto el Cantón Exposición no florecía como se había previsto, incluso en el Acuerdo Gubernativo que le dio origen: “Es importante hacer notar cómo este mismo acuerdo gubernativo, que determina la conformación de un nuevo cantón, deja de una sola vez, estipulado la variedad de servicios públicos que deberán establecerse en el nuevo espacio habitado” (Montepeque I y Morales M, 2003: 76). Sin embargo su ubicación privilegiada y su distintivo trazo en diagonal, además su ambicioso origen ha dotado a esta área de la zona 4 de un peculiar atractivo que ha dado lugar a diversas iniciativas urbanas a lo largo de los años. Es así como a inicios del nuevo siglo XXI, en un entorno de abandono y deterioro, en noviembre de 2001, se inaugura el Distrito Cultural 4° Norte, una experiencia inédita en la ciudad.
La
concertación
de
un
grupo
emprendedores guatemaltecos que buscan la 66
de
transformación de la ciudad en un espacio fundado sobre los principios de respeto, tolerancia y libertad, permite que en el corazón del histórico Cantón Exposición se transformen dos cuadras en calles peatonales, adecuadamente iluminadas y jardinizadas, y llenas de vida a través de las propuestas gastronómicas y culturales que formaron parte del proyecto, librerías, cafés, restaurantes, galerías de arte, centros culturales, empresas creativas y una agenda cultural permanente que promovió el arte urbano y la convivencia ciudadana durante los mejores años del proyecto. La alianza con la Municipalidad para la creación de 4° Norte, fue efectiva y se concedieron licencias, autorizaciones y permisos, además se creo un Reglamento de la Zona de Régimen Especial “Cantón Exposición” que definía claramente los campos de acción de cada uno de los actores y se conformó una Asociación Civil de carácter exclusivamente cultural y social a cargo del adecuado funcionamiento del distrito. Aparentemente se habían tomado todas las medidas para asegurar el éxito de este emprendimiento.
El Distrito Cultural 4° Norte vino a cambiar la oferta de la ciudad, este espacio se convirtió, aunque en una escala muy menor, en la ciudad plural, creativa y propositiva que sus creadores imaginaron. Ferias de arte, de libros, arte urbano, espectáculos para la familia, música y convivencia en el espacio público y en los restaurantes y cafés del área, fueron las actividades que marcaron los primeros años de esta experiencia. Además le permitió a buena cantidad de mamás urbanas, aprovechar las facilidades para caminar con niños pequeños o bebés en carruajes, además de la activa agenda cultural y de entretención que se sostuvo durante el tiempo en que el proyecto funcionó. Al paso de los años y ante la incapacidad de las autoridades, el control del espacio fue desbordado por una creciente oferta de nuevos negocios, que se instalaron en los entornos de 4° Norte, atraídos por la afluencia de público y el potencial negocio. Al mismo tiempo los escasos vecinos residentes del
barrio se sintieron violentados por una afluencia descontrolada de población flotante que llegaba a “usar” el espacio sin importar los daños ni el ruido que se generaba en negocios que nada tenían que ver con la cultura. El desorden alrededor de este espacio fue poco a poco cercando las dos cuadras originales y la proliferación de antros, el consumo de alcohol en las calles y un creciente tráfico de drogas terminó por asfixiar al proyecto original. Las autoridades fueron incapaces de hacer cumplir el reglamento. Con ello la ciudad empezó a vivir sin duda, uno de los procesos más dolorosos en su permanente evolución, la decadencia de un proyecto que venía cargado de ideales y promesas de cambio para mejorar la calidad de vida de los habitantes de una ciudad asediada por la violencia y la desconfianza, desacostumbrada al encuentro y convivencia. “Se cierra así una etapa más en la historia del Cantón Exposición, más conocido el día de hoy como el lugar
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en donde se ubicó Cuatro Grados Norte. Barrio emblemático de la ciudad, por su historia, tradición y popularidad, icono en la zona 4” (Historia de las exposiciones y ferias en Guatemala- http:// corpoeventos.wordpress.com). Alianzas para la Ciudad La ciudad es sin duda alguna una de las entidades más complejas jamás creadas por las sociedades humanas. La infinidad de nexos y relaciones que se generan en las dinámicas urbanas, que condicionan, afectan o favorecen la vida de las personas. La mayoría de personas pocas veces son conscientes del grado de condicionamiento que una ciudad ejerce sobre su vida diaria, es por ello que pareciera no ser evidente la manera que una determinada organización de ciudad afecta de manera diferente a hombres y mujeres, según las dinámicas que cada uno deba atender en sus diversos desplazamientos dentro de la ciudad.
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Tampoco se tiene conciencia de lo que una determinada forma de ciudad puede condicionar a la sociedad que la habita. En Ciudad de Guatemala se hace evidente que la sociedad que la habita es una red social fracturada, condicionada por la violencia, agobiada por la desconfianza y por el miedo. Los barrios se han ido cerrando, colocando barreras, cada vez más envueltos sobre sí mismos, rodeados por altos muros coronados por el infaltable razor ribbon, escasísimas áreas verdes y prácticamente nada de espacio público, “los nuevos barrios, la zonificación (trabajo en una parte de la ciudad, compro en otra, me divierto en otra, me relaciono en mi casa, me muevo en automóvil) esa forma de vida nos desarraiga de las relaciones de vecindad y de confianza el otro más cercano” (Entrevista María Naredo – Indymedia Madrid, 2010). No en vano en una de sus visitas a Guatemala el connotado arquitecto estadounidense Craig Dykers cuando alguien le preguntó ¿cuál
sería el gran proyecto urbano que usted ´realizaría para transformar Guatemala? Contestó sencilla y escuetamente “haría las aceras de la ciudad”. La Ciudad de Guatemala es una ciudad hostil, difícil, por ello es que se hace tan necesario no dejarla más a la deriva. Así lo asumieron quienes decidieron constituir lo que es hoy Fundación Crecer Guatemala, que tiene entre otros fines el mandato para transformar los espacios urbanos guatemaltecos y orientarlos hacia una nueva cultura urbana basada en la creatividad, la sensibilidad ambiental, la consciencia ciudadana, y fundamentalmente, procurar centros de encuentro y la cohesión entre todos los guatemaltecos. Sobre estas bases se decide retomar el proceso de desarrollo de ciudad en Guatemala con la experiencia adquirida en 4° Norte. Varios de los desarrolladores originales de este proyecto deciden constituir la Fundación Crecer, con el objetivo claro de retomar los mecanismos de transformación de la ciudad pero desde una plataforma mejor constituida.
Uno de los aprendizajes primordiales de 4° Grados Norte fue el de entender que los procesos urbanos requieren de una visión mucho mayor y el compromiso mucho más profundo de las instituciones involucradas. Es a través de la construcción de alianzas público privadas la manera como la Fundación Crecer visualiza el mecanismo para la realización de proyectos con una perspectiva de largo alcance por la dimensión de los proyectos y por la sostenibilidad que se busca en cada uno de ellos. Paralelamente en la Municipalidad de Guatemala se funda Urbanística Taller del Espacio Público, una Unidad municipal cuyo máximo objetivo es el de la dignificación de los espacios públicos, la introducción del diseño de calidad en las intervenciones municipales y principalmente la generación de un proyecto de recuperación urbana capaz de incentivar el retorno de las personas, para re habitar las áreas centrales de la ciudad.
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Por décadas las dinámicas urbanas generaron en Guatemala, como en muchas ciudades del mundo, el traslado de las áreas de vivienda a las periferias de la ciudad. Motivados por la búsqueda de una mejor seguridad, o por un nuevo estatus social o en definitiva por un menor precio del suelo, los habitantes migran a distancias de entre 12 y 25 kilómetros del centro de la ciudad y las familias se establecen en los nuevos condominios cerrados y custodiados por una seguridad privada lejos de las áreas tradicionales y lejos de las áreas de trabajo, que siguen situadas en las zonas centrales de la ciudad. La dinámica del ir y venir desde las periferias a la ciudad, el absurdo deterioro de la calidad de vida, la disfuncionalidad de las familias que viven separadas y el gasto de combustible y la contaminación se transforman en la realidad del día a día de una gran población que vive fuera pero depende de la ciudad. Urbanística propone el proyecto de recuperación urbana Corredor Central Aurora Cañas, un eje lineal de 4.5 kilómetros de longitud que recorre las áreas centrales de la ciudad a lo largo de dos importantes
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arterias, la sexta y séptima avenidas. Es el proyecto estratégico de la Municipalidad de Guatemala que busca revitalizar e incentivar el desarrollo económico y social y dar nuevas opciones de vivienda en las zonas centrales. La dignificación de los espacios, la revalorización de la ciudad a través de la creación de elementos de identidad, orgullo y pertenencia y el objetivo primordial de incentivar el retorno de las personas a las áreas centrales son objetivos comunes que comparten Fundación Crecer y Urbanística de la Municipalidad de Guatemala, dos entidades, una de naturaleza privada y otra de naturaleza pública que empiezan a trabajar de manera coordinada para la promoción de proyectos emblemáticos para la ciudad. Adicionalmente a la recuperación de la plaza, a este proyecto se agrega la construcción de tres sótanos de estacionamientos que se construyen con la visión del desarrollo futuro de la zona, que se planifica como una zona de usos mixtos cuya
principal función sea la de dar cabidas a nuevas ofertas de vivienda, que vuelvan a traer a las personas a las áreas centrales de la ciudad y recuperar con ello el tejido social perdido por años de desconfianza y segregación. En este proyecto la Fundación valida su rol de entidad capaz de reunir a los diferentes actores involucrados en los procesos, los sienta en una misma mesa y coordina sus esfuerzos en torno a un mismo objetivo (el proyecto urbano). En la Plaza y el Parqueo de La República se gestiona de manera exitosa diferentes acuerdos entre las partes: •Se promueve el desarrollo de un proyecto urbano dentro de la Municipalidad. •Se reúne un grupo de inversionistas privados que asumen el desarrollo del proyecto de estacionamientos subterráneos.
•Se logra la entrega del subsuelo, por parte del Estado a la Municipalidad (en circunstancias en que ambos poderes estaban distanciados). •Se gestiona un usufructo oneroso por 30 años, por parte de la Municipalidad al consorcio privado para la administración de los parqueos, condicionado a la entrega de un 5% de las utilidades mensuales para las obras sociales de la Esposa del Alcalde. •Se facilita la creación de una bolsa exclusiva de licencias de construcción por parte de un Banco Privado para el financiamiento de las obras de la Plaza. •Se promueve el financiamiento por parte del Banco para la creación de la escultura que adorna la plaza. Finalmente se logra la realización de un proyecto urbano emblemático que mejora el espacio público de la ciudad, devuelve elementos de identidad y orgullo y se proyecta al desarrollo futuro de un área en transformación dentro de la ciudad.
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Proyectos de Hoy y Mañana Dentro de los procesos que llamamos “hacer ciudad” se han asumido diferentes ejes de trabajo, todos relacionados con el tema de reactivación de ciudad: 1.Promoción de nuevos proyectos inmobiliarios en Cantón Exposición •Mesas de trabajo para la elaboración del Plan Local de Ordenamiento Territorial PLOT para Cantón Exposición •Definición de incentivos para nuevos desarrollos de uso mixto, comercio, oficinas y principalmente vivienda 2.Proyectos Culturales: •Festival de arte y cultura Todos 4RTE •Festival Internacional de Fotografía GuatePhoto •Proyecto Banca Aurora
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3.Plan de Convivencia y Seguridad Ciudadana (basado en la prevención) •Pactos de Convivencia •Plan de inclusión social de La Limonada, primer asentamiento de la Ciudad de Guatemala •Mejoramiento del espacio público (prevención situacional) •Sistema de monitoreo por cámaras y Centro de Vigilancia •Policía Comunitaria 4.Parques y Grandes Proyectos Urbanos •Parque Aurora •Parque Hipódromo del Norte •Parque Lineal del Ferrocarril •Ciudad de los Deportes
Conclusiones Las mujeres en comparación con los hombres son quienes más hacen uso de la ciudad, por lo tanto son quienes más la padecen.
Los procesos de recuperación urbana en la Ciudad de Guatemala se han iniciado ya y caminan liderados por la Municipalidad y acompañados por Fundación Crecer.
En la medida que se mejoren las condiciones urbanas de la ciudad, el beneficio redundará en la mejora de la calidad de vida de los habitantes y las mayores beneficiarias serán mujeres. La Ciudad de Guatemala requiere con urgencia promover y concretar grandes procesos de transformación para el mejoramiento de su funcionamiento, infraestructura y entorno. La ciudad es una entidad compleja que requiere del involucramientos de diversos actores para lograr su transformación. La existencia de una entidad “bisagra” que convoque y coordine a los diferentes actores facilita los procesos y la concreción de los proyectos.
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Fig. 13 Fuente: HĂŠctor Delgado
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Viviendo el Barrio de forma consicente... Héctor Delgado Paniagua, Centro de Estudios y Promoción para el Habitar (HABITAR)
Un proceso de reordenamiento urbano no pudo detener una toma de tierras de las zonas de protección ambiental de un barrio ubicado en un territorio vulnerable en Managua, Nicaragua. La población se asentó y 20 años después de haber iniciado el proceso de consolidación urbana, son apoyados por un organismo no gubernamental que ejecuta de forma participativa un proyecto de mejoramiento integral de barrio. El proyecto tiene como eje transversal la gestión comunitaria del riesgo ambiental que contribuyó a que los habitantes de la comunidad y su liderazgo reconocieran su vulnerabilidad y la necesidad de prepararse para mitigar las afectaciones. La experiencia narrada a continuación tiene su motivación en que cerca de la finalización de un proyecto de mejoramiento integral de barrios, ejecutado en un territorio vulnerable de Managua, algunos de los miembros del equipo técnico involucrado han querido analizar sobre los efectos que ha tenido la acción en la organización comunitaria.
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La reflexión gira en torno a cómo el proceso de formación de capacidades sobre riesgo y vulnerabilidad ambiental contribuyó al fortalecimiento de la organización comunitaria y la apropiación del espacio público. El barrio Grenada, del Distrito V de la ciudad de Managua, se localiza en las inmediaciones de un importante subcentro de servicios urbanos conformado por el Hospital Manolo Morales, el Mercado Roberto Huembes, la Terminal de Transporte Interurbano hacia el oriente y sur del país y las oficinas de la Dirección General de Tránsito de la Policía Nacionales, entre otros equipamientos. Esta estratégica ubicación constituye una ventaja para muchos de los habitantes del barrio que se dedican a actividades de comercio informal, principalmente en el Mercado; a esto se suman otros atractivos para residir en el sector, como las facilidades de movilidad y la cercanía de centros escolares de primaria y secundaria.
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El barrio se originó a inicios de la década de 1980 a partir de una toma de tierras. A mediados de dicha década, se incorporó a trabajar en el mismo el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos, con un proceso de reordenamiento urbano durante el cual se delimitaron áreas de protección ambiental en zonas aledañas a cauces de drenaje pluvial sin revestir, en las que no se permitiría la construcción de viviendas. Complementariamente al proceso de ordenamiento urbano, en el barrio se han ejecutado dos proyectos de mejoramiento integral, el primero en 1994 y el segundo inició en 2007 y se prevé finalice en 2013. Ambos han sido dirigidos por el Centro de Estudios y Promoción para el Habitar (HABITAR), organismo técnico, no gubernamental, nicaragüense, fundado en 1991 y especializado en asentamientos humanos y hábitat popular, que ha canalizado recursos de la cooperación internacional y trabajado estrechamente con las autoridades municipales de Managua y la comunidad organizada.
Al poco tiempo de haber finalizado el reordenamiento urbano, se produjo una toma de las áreas de protección ambiental, en la que más de cien familias se asentaron en viviendas precarias sin conexiones al agua potable y electricidad. No se tiene registro de alguna iniciativa de las autoridades para reubicar a estas familias, quienes con mucho esfuerzo y sin asistencia técnica construyeron redes de distribución de agua potable y electricidad. La ubicación de la ciudad de Managua a orillas del lago Xolotlán y en la parte baja de la Cuenca Sur de este cuerpo de agua, genera problemas de inundación en varios puntos, por lo que la atención al drenaje pluvial es una de las prioridades de la municipalidad que ha sido apoyada por el gobierno central y algunas iniciativas de la cooperación internacional. A finales de la década de 1990, se construyeron obras de contención e infiltración que redujeron considerablemente el caudal de los cauces, incluyendo los que atraviesan el barrio Grenada.
A pesar de la reducción del caudal de los cauces de drenaje pluvial, el riesgo de inundaciones continúa latente y se acentúa por la acumulación de residuos sólidos y la escorrentía de aguas negras, debido a problemas de obstrucción en las tuberías de alcantarillado sanitario. Las afectaciones generadas a la salud de los habitantes del barrio han sido bastante altas y se han visto reflejadas en los informes de estadísticas de las unidades de salud cercanas, por lo que durante varios años fue considerado como punto crítico por la incidencia del dengue, enfermedades respiratorias y gastrointestinales. A inicios del 2000, la municipalidad de Managua elaboró los Planes Parciales de Ordenamiento Urbano. En estos instrumentos la zona del barrio Grenada denominada Sector 17, conformada a partir de la toma de tierras reservadas como protección ambiental, es catalogada como sujeta a reubicación y sin posibilidades de consolidación. Esta denominación imposibilitó la inclusión de esta comunidad en los planes de ampliación de las redes de agua potable y alcantarillado sanitario realizados 79
por la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados y del reordenamiento del sistema de recolección domiciliar de residuos sólidos de la Alcaldía de Managua. Los pobladores organizados de esta comunidad buscaron apoyo en diversas instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales. A finales de 2006 estas acciones derivaron en la formulación de un proyecto de mejoramiento integral de barrios, que HABITAR ejecutaría con financiamiento del Ayuntamiento de Barcelona. El proceso estuvo conformado por cuatro etapas que se explican a continuación: 1.Mejora de condiciones físico-ambientales. Que incluye la incorporación de espacios públicos y reducción de situaciones de riesgo ambiental: a. Recuperación de terrazas. b. Recuperación de parques públicos. 80
c. Aperturas de calles en Grenada y Lomas de Guadalupe. d. Reubicación de población en situación de riesgo en Grenada y Lomas de Guadalupe.
Un elemento central en esta etapa lo constituye la construcción del Centro Comunitario, lugar que es visto por los pobladores, y sobre todo por los líderes comunitarios, como un espacio que facilita la vida comunitaria y refuerza la organización. 2.Regularización jurídica de la tenencia de lotes urbanos
Que incluye entre otras tareas: •Diagnóstico de la situación legal. •Levantamiento de la situación en cada lote. •Investigación catastral. •Investigación registral. •Investigación Institucional-OTU/ALMA. •Capacitación. •Campañas de sensibilización. •Plan de Acción para la legalización de los lotes. •Ejecución del plan. •Entrega de títulos de propiedad.
3.Fortalecimiento de la Organización Comunitaria
Conformado por las siguientes actividades: •Fortalecimiento de las capacidades locales para la autogestión comunitaria. •Participación en la toma de decisiones en la formulación, gestión, ejecución y evaluación del proyecto. •Énfasis en equidad de género y generacional. •Acompañamiento social permanente •Capacitación, sensibilización, concientización.
4.Promoción de la Participación Ciudadana en torno al mejoramiento del hábitat. Al finalizar el trabajo con las comunidades se contaba con tres organizaciones comunitarias, más consolidadas y fortalecidas, con mayor capacidad de gestión y acercamiento Estado-Comunidad (con instancias públicas involucradas en las acciones del programa).
Figs. 14 y 15 Fuente: Héctor Delgado
En síntesis, el proyecto promovió la autogestión comunitaria e incluyó acciones de
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reordenamiento urbano, apoyo a la legalización, equipamiento comunitario y la construcción de redes de agua potable y alcantarillado sanitario. Supuso el involucramiento amplio y efectivo de la comunidad, así como el fortalecimiento a la organización comunitaria, para lo cual se desarrolló un ciclo de talleres de capacitaciones sobre riesgo ambiental enfocado a las acciones de prevención y mitigación. El liderazgo comunitario participó activamente en las capacitaciones y se involucró de lleno en la estrategia de comunicación del proyecto sobre la situación del riesgo ambiental. Uno de los mensajes dirigidos a la comunidad fue reconocer el grado de vulnerabilidad y la necesidad de tomar medidas para prevenir desastres y mitigar las posibles afectaciones. El enfoque de riesgo ambiental fue transversal para todas las acciones del proyecto principalmente en el reordenamiento urbano para persuadir a la comunidad a respetar el retiro de los Figs. 16 y 17 Fuente: Héctor Delgado
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muros de contención de los cauces y los derechos de vías de calles, así como la reubicación de las familias cuyas viviendas estaban ubicadas en los lotes más afectados por la erosión, además, fue un criterio clave para que los líderes y su comunidad aceptaran el cambio de uso de suelo de los antiguos lotes habitacionales que permitió el acondicionamiento de un parque infantil. Durante la ejecución del proyecto varios jóvenes fortalecieron su liderazgo y en la actualidad desempeñan un papel activo en la gestión de recursos para continuar ejecutando obras en el barrio. Esto ha dinamizado a las estructuras organizativas por la adición de líderes emergentes que se suman a los tradicionales. Jennifer Acuña es una joven mujer, cuyo liderazgo fue reconocido por sus vecinos durante la ejecución del proyecto, que ha representado a su comunidad en diferentes espacios de concertación de actores institucionales. Ella comenta que el reconocimiento de las condiciones de vulnerabilidad Figs. 18 y 19 Fuente: Héctor Delgado
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de su territorio ha tenido un efecto directo en la identidad comunitaria, ya que actualmente valoran su trabajo en la construcción de obras de mitigación y gestionan nuevas acciones complementarias a las que se iniciaron con el proyecto. “Estamos conscientes del barrio en que vivimos, no vamos a botar todo el trabajo que con mucho sacrificio hemos hecho, por eso buscamos acciones complementarias” afirma Jennifer. A partir de esta experiencia se extraen algunas conclusiones. Para alcanzar los resultados del trabajo con la comunidad, se requirió de una intervención externa que desarrollara procesos de sensibilización y capacitación sobre la situación de riesgo ambiental; es probable que sin ella la comunidad no hubiera tomado consciencia de su situación de vulnerabilidad y hubiese continuado la ocupación inadecuada del espacio. El reconocimiento de la vulnerabilidad por parte de la comunidad organizada contribuye a la sostenibilidad de las acciones ejecutadas por los Figs. 20 y 21 Fuente: Héctor Delgado
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proyectos de mejoramiento integral de barrios, ya que tiene efectos en lo físico espacial y lo organizativo. En lo espacial se expresa en el respeto a las áreas de retiro y la conservación de las obras de mitigación; en lo organizativo, además del surgimiento de nuevos liderazgos, se observa cómo la temática se ha convertido en un eje transversal durante las gestiones de recursos ante el gobierno local. Sin lugar a dudas, la sinergia lograda con los aportes de otros actores elevó el beneficio y generó nuevos espacios de gestión de proyectos comunitarios en el ámbito local. En la actualidad, la población del barrio Grenada demanda acciones de mejoramiento de viviendas y tiene muchas expectativas en el Programa de Mejoramiento Integral del Hábitat del Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (INVUR). La postulación de las familias del barrio a este programa será posible gracias a los resultados de los procesos de reordenamiento urbano y el apoyo a la legalización de la propiedad.
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3 EL TALLER: BARRIOS PARA LA GENTE Alberto Rojas, Coordinador
La investigación, la interpretación y la gestión del espacio habitable y de las relaciones que se entablan en él, revisten cada vez más de una importancia estratégica, porque el hábitat es determinante en la calidad y el estilo de vida de las poblaciones, las familias y las personas.
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como: seguridad, ocio, cultura, salud, educación, ambiente, integración, identidad y participación.
El hábitat, como tal, no se circunscribe a la casa, sino también a su entorno inmediato: el barrio y a entornos más comprensivos como la ciudad y la región. Sin embargo, el interés de la experiencia que se va a compartir en este artículo, se centra en el barrio como el entorno territorial y residencial, en donde se entablan las relaciones inmediatas y cotidianas de familias y personas que permiten la génesis, el desarrollo y la reproducción de los lazos comunitarios y las identidades más locales.
Por eso, es estratégico y crítico el encuentro y la reflexión en torno del barrio, sobre todo, cuando los que se encuentran son actores que influyen en su conformación: sus habitantes y sus organizaciones, el Gobierno Local, las instituciones públicas que prestan servicios o regulan el espacio y actores de la sociedad civil, orientados a la construcción del hábitat social. Si además, en estos encuentros, participan las y los profesionales que están o estarán directamente vinculados al diseño y la gestión del hábitat, la reflexión será más rica, sobre todo, si se tiene la oportunidad de influir en la definición de políticas, orientaciones y proyectos concretos del gobierno local y nacional.
Dependiendo de cómo se conforma, construye y gestiona el espacio en el barrio así será la calidad de las relaciones comunitarias y las condiciones de reproducción social y material de sus habitantes, en cuestiones fundamentales tales
Como parte de la programación, en las tardes de los tres días del evento, las y los participantes se reunían en un taller. Este era un espacio de conversación, reflexión y aplicación a una situación concreta, de los contenidos e insumos que se
producían por la mañana. Los ejes, a partir de los cuales se articula el Seminario eran los principales temas de reflexión y creación de taller: el primero versaba sobre la inclusión de intereses y necesidades de sectores que se ven excluidos a la hora que se conforma el barrio y las relaciones que se entablan en este; el segundo, se refería a la gestión del riesgo, como factor crítico en las barrios de Centroamérica por su ubicación en los territorios más precarios, en donde los peligros aumentan por el cambio climático que vive el planeta. Finalmente, el tercer eje era el de la política pública propuesta y construida de forma participativa para integrar como orientación de gobiernos locales, lo aportado por los dos ejes anteriores.
espaciales, su conocimiento y experiencia; las y los estudiantes aportaron su conocimiento profesional y modelos creativos de solución a los problemas para despertar la imaginación del colectivo; las ONG aportaron su experiencia organizativa y constructiva en la transformación y creación del hábitat.
De esa manera, en los talleres se reunieron a reflexionar y crear, habitantes de barrios de Costa Rica, Nicaragua y El Salvador; organizaciones de la sociedad civil de El Salvador y Costa Rica y estudiantes de arquitectura y ciencias sociales de Costa Rica y El Salvador. Los y las habitantes aportaron su visión de sus necesidades y problemas
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1.Ensayo y realimentación.
1. Los principios metodológicos de los talleres El proceso del taller estaba orientado por una metodología participativa, diseñada para articular los diferentes saberes y experiencias y fundamentada en los siguientes principios de aprendizaje.
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El pensamiento y el conocimiento práctico no funcionan haciendo para cada acción deducciones o inferencias lógicas que le den certeza a la acción. Más bien trabajan por aproximaciones y realimentación. 2.Aprender sin enseñanza. Generalmente partimos de intuiciones, experiencias y conocimientos previos, hacemos nuestras propias construcciones cognitivas y actuamos; revisamos lo que resulta y nos alimentamos de los resultados de nuestra práctica; hacemos correcciones y seguimos adelante. Así aprendemos sin enseñanza.
3.Conocimiento y experiencia para una realidad en constante cambio. Esta forma de aprender, a partir de la construcción y la acción, la realimentación subsiguiente y nuevamente la construcción y la acción, es más adecuada para un mundo en constante cambio. Enseñanza de contenidos que nos den certezas absolutas generan acciones ineficaces e ineficientes, porque las realidades cambian y los conocimientos existentes no siempre se adecuan a nuevas y cambiantes realidades. 4.Aprender a aprender. Ante ello, lo que se amerita es la posibilidad permanente de crear en cada instante nuevos conocimientos o en otras palabras, el desarrollo de la capacidad de aprender a aprender. Dentro de esta perspectiva, el conocimiento es siempre una aproximación y no una certeza. Las aproximaciones que generan constante realimentación son una fuente inagotable de imaginación y creatividad.
5.Aprender por etapas a partir de la propia experiencia de buscar alcanzar lo que es significativo. Para poder hacer no basta que le digan a la persona cómo se hacen las cosas. Eso nada más le da información. El poder hacer no se desarrolla con cursos que dan información sobre cómo se hacen las cosas. El poder hacer se desarrolla operando y resolviendo problemas significativos. 6.El proceso de aprender es aprender en el proceso. La capacidad de producir el conocimiento y las destrezas para resolver un problema no se desarrolla “en una sentada”. En una etapa una persona puede resolver algunos aspectos a cierto nivel, eso le da a la persona el conocimiento y las destrezas para pasar a otra etapa y resolver asuntos más complejos; resolviéndolos aprende y desarrolla nuevos
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conocimientos y destrezas que lo lanzan a una nueva etapa en un proceso de desarrollo permanente. Para ello, es esencial generar interacciones con el medio y con los demás que les permitan obtener herramientas, información y recursos para resolver problemas concretos, de tal forma que al hacerlo puedan desarrollar sus potencialidades y crecer como personas autónomas y capaces. 7.El punto de partida Serán los problemas significativos y la socialización de modelos reales y concretos que sirvieron en la solución de problemas similares a los que tienen los y las participantes.
Fig. 22 Fuente: Anita Guzmán
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2. El procedimiento La metodología estaba definida por un taller caracterizado por un trabajo en equipos orientados a la creación, el análisis y la síntesis grupal. Cada día se tenía que trabajar sobre uno de los ejes del seminario hasta completar los tres, el tercer día. Se trabajó en dos colectivos, conformados cada uno por tres equipos de trabajo, que reflexionaron y generaron una serie de productos de acuerdo a orientaciones que se les proporcionó desde la facilitación del evento. Los colectivos se conformaron teniendo presente un equilibrio en el número y tipo de participantes en cada uno de ellos. Cada colectivo se puso un nombre para identificarse. El primer colectivo se denominó a sí mismo Barrio Comunidos y el segundo, se denominó Colectivo del Barrio. Ambos estaban conformados por estudiantes universitarios, habitantes de barrios informales y en un menor número, por funcionarios y funcionarias de organizaciones de la sociedad civil que trabajan en el desarrollo del hábitat popular.
Con los productos de los tres días, los colectivos tenían que preparar una propuesta de un modelo de barrio inclusivo y seguro, junto con una propuesta de política pública que permitiera que el modelo se convirtiera en lineamientos urbanos de un municipio. Las dos propuestas entraban en concurso ante un jurado muy calificado, formado por los principales expositores del seminario. Así, al final de cada sesión, los colectivos tenían una propuesta gráfica, espacial y formal, asociada a la discusión del día, concretada en una o dos láminas, y al final del tercer día, una ruta para convertir esas propuestas en política local de una Municipalidad. La propuesta se desarrolla a partir de un barrio informal y en precario ya existente, cuyas características, en términos generales eran las siguientes:
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Fig. 23 Fuente: Anita Guzmรกn
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El barrio es informal; nació y creció con la planificación de la gente. Las personas son de escasos recursos, pertenecientes al sector obrero y al sector informal. Sus calles tienen anchos máximos de 5 metros y los lotes van desde los 50 a los 250 metros cuadrados; pero en un lote puede haber de una a siete casas. Y en una casa habitan una, dos o tres familias. Está construido en laderas falseadas por la lluvia, a la orilla de una quebrada que en la estación lluviosa se crece. En cualquier momento las familias pueden ser sacadas de ahí por una orden de la Comisión Nacional de Emergencias, o bien, por no haber interés del Estado, pueden quedarse ahí por la eternidad. Forma parte de un municipio con poco recurso humano y todavía con muy poco recurso técnico y profesional. El Concejo de ese municipio está dividido: 30% de concejales quieren resolver de raíz y definitivamente el problema del barrio, 25% tienen otras prioridades, 25% quiere aprovecharse de las necesidades del barrio para hacer clientelismo electoral y el 20% restante se mueve para donde mejor les convenga. La alcaldesa tiene la mejor voluntad del mundo pero no tiene claridad técnica sobre cómo resolver el problema: está tensionada políticamente por el 30% que quiere resolver el problema y tiene más claridad de cómo hacerlo y el 25% politiquero que tiene mucho poder político.
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Fig. 24 Fuente: Anita Guzmรกn
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PROBLEMA A RESOLVER Equipo 1 El trabajo de los colectivos se desarrolló a partir de una guía de trabajo para cada día de taller. Estas guías se presentan tal cuales se les presentó a las y los participantes: PRIMER DÍA En este primer día de taller, los pasos que tiene que dar cada colectivo son los siguientes: 1.Le ponen nombre al colectivo 2.Estudian las características del barrio 3.Forman tres equipos en cada colectivo. Cada equipo tiene que resolver un problema clave en un máximo de una hora:
¿Cómo transformar el barrio estudiado para suplir plenamente las necesidades de niñas y mujeres jóvenes? Equipo 2 ¿Cómo transformar el barrio estudiado para suplir plenamente las necesidades de mujeres adultas, jefes de hogar? Equipo 3 ¿Cómo transformar el barrio estudiado para suplir plenamente las necesidades de mujeres adultas mayores?
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-¿Cómo serían los equipamientos colectivos, los servicios, las viviendas, los espacios públicos, la viabilidad, el encuentro y la sociabilidad entre las personas para cubrir las necesidades e intereses de ese grupo de mujeres? -¿Cómo se articularían en un diseño de barrio? -¿Habría que agregar algún elemento para que también sea este barrio funcional para hombres de las mismas edades?
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Cuando los equipos tienen preparadas sus propuestas, las exponen al resto del colectivo y en conjunto, integrando todos los aportes, construyen una sola propuesta de diseño de barrio. Esta propuesta siempre debe ser visual, concretada en una o dos láminas, asociadas a las discusiones del día y a las características del barrio. Estos aportes del primer día, serán un insumo importante para preparar una propuesta de barrio inclusivo que entrará a participar en un concurso, al final de los talleres.
Fig. 25 Fuente: Anita Guzmรกn
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SEGUNDO DÍA Los colectivos tienen una dinámica similar al día anterior. Se formaron tres equipos en cada colectivo. Cada equipo tiene que resolver un problema clave en un máximo de una hora: Cuando los equipos tienen listas sus propuestas, las exponen al resto del colectivo y en conjunto, integrando los aportes de los tres trabajos, construyen una sola propuesta de diseño. Esta propuesta fue visual, debidamente justificada y concretada en una o dos láminas. Este sería el segundo producto formal que presentarán al concurso. Es importante recordar que se trataba de una propuesta espacial asociada a las discusiones del segundo día. Implicaba transformación del espacio a partir de las características reales del barrio.
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PROBLEMA A RESOLVER Equipo 1 ¿Qué tipo de transformaciones son necesarias y cómo concretarlas para neutralizar los riesgos y hacer seguro ese barrio para niños y niñas? Equipo 2 ¿Qué tipo de transformaciones son necesarias y cómo concretarlas para neutralizar los riesgos y hacer seguro ese barrio para mujeres adultas? Equipo 3 ¿Qué tipo de transformaciones son necesarias y cómo concretarlas para neutralizar los riesgos y hacer seguro ese barrio para personas adultas mayores y para personas con alguna discapacidad?
Además cada equipo debe responder también a las siguientes preguntas: -¿Cómo incluyen la prevención del riesgo? -¿Habría que agregar algún elemento para hacer seguro el barrio para otras personas como hombres adultos o jóvenes varones?
Fig. 26 Fuente: Anita Guzmán
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TERCER DÍA 1. Cada equipo del colectivo debía: a. Preparar un documento de política pública con objetivos (tres como máximo) y al menos de 4 a 7 políticas que abarquen las propuestas del primer y segundo día. b. Proponer un reglamento de 4 a 7 artículos para concretar la política. c. Establecer una ruta para superar obstáculos y generar un acuerdo o directriz municipal de aprobación de la política y el reglamento. 2. Cuando los equipos tuvieron listo sus propuestas, las expusieron al resto del colectivo y en conjunto, integrando los aportes de los tres trabajos, fue construida una sola propuesta que consiste en dos láminas: La primera presenta la política y el reglamento y la segunda, expone una ruta crítica con la estrategia de gestión para aprobar y poner
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en práctica la política y el reglamento. Es importante recordar que son propuestas visuales, debidamente justificadas. Este fue el tercer producto formal que presentaron al concurso. Para la formulación deben recordarse las características de la municipalidad. En el concurso se pondrá especial atención a soluciones creativas, innovadoras y debidamente contextualizadas. 3. Se indicó a los participantes que se cuenta con un poco más de dos horas. Es importante revisar los trabajos anteriores y preparar la propuesta integral para el concurso; o sea, integrar en un solo conjunto, los productos de los tres días. También se puede utilizar este espacio para hacer mejoras y producir el resultado que se expondrá en el concurso. 4. Cada equipo debe montar una pequeña exhibición para mostrar al jurado su trabajo. Los equipos visitarían también cada exposición y luego, en un plenario se haría un foro sobre lo expuesto. 5. Al final del foro, los jurados dictarían su veredicto y se declararía y premiaría al colectivo
Fig. 27 Fuente: Henry Hernรกndez
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Fig. 28 Fuente: Anita Guzmรกn
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Barrio Comunidos: Un diseño integrador El Colectivo Barrio Comunidos puso énfasis en el diseño y en parámetros necesarios para un barrio inclusivo y una comunidad integrada.
LA PRODUCCIÓN DEL TALLER Los siguientes son los aportes que generaron cada uno de los colectivos en el trabajo del taller, a partir de un trabajo de dos horas efectivas cada tarde.
Barrio inclusivo Un barrio para niños y niñas cuenta con áreas: -Verdes -De juegos -De reunión -De privacidad -De cuido y guardería -Bibliotecas Estas áreas están en el centro de la comunidad. Cuando no hay posibilidad de un lugar central, se recomienda micro parques a la vista desde las casas donde habitan las familias, para crear condiciones de mayor seguridad. Los lugares de recreación de las niñas y niños cuentan con árboles que dan sombra, con asientos y mesas para que las personas que los cuidan, puedan estar cómodas
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Las niñas y niños saben identificar iconografías para rutas de evacuación en caso de emergencia; hay listas de evacuación y asignación de menores a un grupo de personas en casos que requieran ayuda. En un barrio para la gente, las mujeres adultas jefas de hogar cuentan con trabajo cerca de sus casas o viven en viviendas productivas, o sea, viviendas diseñadas para servir de habitación para la familia y para el trabajo productivo. No se tiene que sacrificar espacio de habitación para dedicarlo a la producción, sino, en el diseño, se toma en cuenta el espacio productivo sin restar espacio y calidad a la habitabilidad. También estas mujeres cuentan con un espacio público para conversar, compartir y esparcirse. Existen áreas de capacitación y también lugares seguros para sus hijos, tanto guardería como espacios de esparcimiento y juego. Las mujeres jóvenes cuentan con espacios diseñados para la juventud, para el encuentro, el juego y la sana diversión. Estos espacios tienen 106
reglamentado el tiempo para el deporte femenino. Las mujeres tienen todo el tiempo necesario para practicar sus deportes sin que se les moleste. También hay espacios para la educación formal cerca de sus casas. Las mujeres adultas mayores cuentan con aceras seguras, anchas, antideslizantes, con rampas y barandas que no se calientan con el sol. Tienen espacios donde pueden estar tranquilas, compartiendo en grupo. También hay espacios donde pueden estar ocupadas en actividades productivas como huertas, jardines y fabricación. Vialidad e integración comunitaria La comunidad está diseñada para que niñas, niños, jóvenes, mujeres adultas y adultas mayores puedan desplazarse a pie o en bicicleta, con seguridad y disfrute.
Toda la comunidad está intercomunicada. Hay una articulación de calles, aceras y caminitos entre las viviendas, los comercios, los servicios, los espacios públicos de recreación, encuentro y organización, los centros educativos y de capacitación. Los diferentes sectores del asentamiento están intercomunicados de forma ágil y armoniosa. En las noches, todas las vías están alumbradas, pero la luz da a las aceras y caminitos y no tanto a las calles por donde pasan los vehículos. Lo importante es el alumbrado de los lugares por donde pasa la gente. Una comunidad segura Barrio Comunidos pone énfasis en los parámetros y condiciones urbanas y sociales que dan seguridad a un barrio. Así, expresa los siguientes aspectos:
Fig. 29 Fuente: Henry Hernández
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-Una comunidad segura parte de un conocimiento adecuado de las características de su territorio, el uso que se hace de él y las relaciones que se entablan en el barrio. Esto implica, necesariamente, la elaboración de un diagnóstico espacial y social, para encontrar los peligros presentes y futuros y así, entablar una estrategia de gestión de riesgo para enfrentarlos. -Esta estrategia se compone de un conocimiento sólido del territorio y sus riesgos y de las medidas que se pueden tomar, colectiva y personalmente. Para que estas medidas sean efectivas es necesario un plan de capacitación y organización; también la elaboración conjunta entre habitantes del barrio y expertos, de planes de gestión del riesgo. Es muy importante organizar y coordinar la participación comunitaria y establecer una red de comunicación ágil y efectiva. -Por otra parte, es necesario resignificar el uso del suelo y establecer diseños de espacio público y de viviendas, creativos y seguros, partiendo de las características físicas y ambientales del territorio. En
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situaciones extremas y peligrosas, necesariamente habrá que reubicar familias y en esos espacios, crear parques lineales, en los casos de las riberas de ríos. -También en terrenos quebrados, se busca controlar la escorrentía de las aguas con diseños que permitan disminuir la cantidad y velocidad del agua que baja por las laderas. También es muy importante el trazado orgánico, siempre dependiendo de la topografía de los terrenos.
Fig. 30 Fuente: Henry Hernรกndez
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Así, la gestión del riesgo, en el barrio, pasa por generar acciones como: -Reforestación y tejido vegetal que amarre el terreno -Construcción de sistema de drenaje y recolección de aguas llovidas -Muros de contención de bajo costo -Construcciones livianas sobre pilotes -Organización y plan de gestión del riesgo -Mapeo de riesgos -Desarrollo de una estrategia social que genere una cultura de gestión de riesgo Una política pública para barrios para la gente Una política pública local para barrios inclusivos y seguros debe contemplar las siguientes políticas mínimas: 1. Todo asentamiento debe contar con espacios públicos de calidad en el diseño y construcción, en donde niños y niñas se diviertan y aprendan de forma segura, los y las jóvenes cuenten con lugares Fig. 31 Fuente: Henry Hernández
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de encuentro, lúdicos y para la práctica de deportes formales e informales; en donde las personas adultas puedan encontrarse, practicar deporte y recrearse, lo mismo que las personas adultas mayores. Estos lugares deben adecuarse en su diseño a las características y necesidades de estas personas. 2. En cada barrio es necesario establecer un espacio de recreación intergeneracional para el uso de niñas y niños, jóvenes, mujeres y hombres adultos y personas mayores. 3. Promover jornadas de mantenimiento de áreas públicas, separación de desechos sólidos y reciclaje.
6. Procurar la ubicación de viviendas y construcciones que ejercen mayor presión al subsuelo fuera de los bordes de los ríos y dejar las zonas de linderos para áreas verdes de recuperación de las cuencas y para la mitigación de la erosión. 7. Ubicar las áreas de cuido de niños y niñas, personas adultas mayores y personas con discapacidad cerca de las salidas de evacuación. 8. Mejorar el diseño y constructivamente las redes de servicios.
4. Establecer reglas de convivencia y reglamentos para la gestión sostenible de los espacios públicos. 5. Para generar seguridad en zonas de topografía quebrada, estabilizar taludes, reforestar y organizar y capacitar a las personas y familias en gestión del riesgo.
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Fig. 32 Fuente: Anita Guzmรกn
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Fig. 33 Fuente: Henry Hernรกndez
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Fig. 34 Fuente: Anita Guzmรกn
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Fig. 35 Fuente: Anita Guzmรกn
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Colectivo del Barrio: Un barrio inclusivo Para crear un barrio inclusivo para niñas, jóvenes, mujeres jefas de hogar y para adultas mayores se propone una serie de criterios para el diseño de los espacios públicos, las viviendas y un conjunto de medidas sociales y culturales. 1.Diseño y gestión de espacio público El diseño y la gestión del espacio público deben contemplar: •Áreas recreativas y deportivas diseñadas para usos múltiples que sirvan para el encuentro de las personas de diferentes edades e intereses y para el encuentro de las familias. •Espacios integradores de generaciones. •Vías adecuadas para caminar y andar en bicicleta, que integren todos los sectores del barrio. •Iluminación de puntos de riesgo.
•Mantenimiento /saneamiento permanente del espacio público. •Coordinación con instituciones que impartan deporte, atención integral de la salud, formación laboral, resolución de conflictos y asesoría legal, alfabetización y cultura con énfasis en lo local y lo regional. •Coordinación para educación y recreación infantil y juvenil. •Formación – empleo comunal para la gestión del desarrollo humano generacional y con visión de género. •Conexión con barrios vecinos y los cuerpos de seguridad para un sistema de vigilancia. •Red de cuido de adultos mayores juventud.
desde la
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2.Diseño de viviendas
El diseño de vivienda debe tener en cuenta:
•Salas multiuso •Adecuación de espacios propios para las mujeres (baños, dormitorios) •Vivienda en altura y educación para la convivencia en condominio •Modificar escalas de privacidad: pasillo delanteros en vez de patios traseros •Diseño dinámico para cambio de uso conforme crecen los niños, niñas y las personas se hacen mayores. •Diseño participativo de vivienda productiva 3.Acciones y espacios socio culturales
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•Espacios públicos para descargar estrés. •Lugares seguros y bien atendidos donde dejar las niñas y los niños mientras se trabaja fuera de casa. •Fuentes de empleo para mujeres y jóvenes dentro del barrio, o bien, muy cerca de este. •Atención especial a casos de violencia intrafamiliar. 4. Principios de prevención Para generar en las comunidades y barrios una política de gestión del riesgo es necesario, al menos, concretar los siguientes principios:
También, el diseño de los barrios inclusivos deben contemplar:
•Identificación participativa de riesgos, y actualización constante de mapas de localización y censo poblacional, segregado por género y edad, con atenciones especiales respecto a las discapacidades.
•Espacios y actividades para socializar entre mujeres del barrio, entre jóvenes y entre niños y niñas.
•Educación para la prevención en coordinación con instituciones especializadas (alcaldías, guarderías,
escuelas, centros de socorro, ONG, iglesias y otras). •Identificación de sitios para albergues. •Crear condiciones especiales de atención a las mujeres lactando o en embarazo, ancianas y niñez. •Identificación y aprovisionamiento de insumos básicos al inicio de la época lluviosa (víveres, colchonetas, medicamento, etc.). •Formación de un equipo comunitario especializado en primeros auxilios y acciones de rescate de víctimas. •Organización de las familias en comisiones que puedan actuar en caso de emergencia.
5.Gestión Los principios de prevención complementarse con acciones de gestión:
deben
•Formulación participativa de proyectos integrales de mejoramiento del barrio con apoyo de instituciones especializadas del Estado y la academia. •Denuncia constante ante medios de la situación de vulnerabilidad, con el fin de presionar y hacer posible y efectiva, la acción del Estado. •Educación ambiental a las familias para el buen uso y protección del suelo. •“Adopción de la quebrada” por parte del barrio:, para promover la protección, limpieza y otras acciones de sensibilización ambiental.
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Fig. 36 Fuente: Henry Hernรกndez
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6. Una política pública para un barrio para la gente La propuesta de política pública se estructura a partir de un objetivo general, un conjunto de principios y la definición de políticas y estrategias en tres áreas medulares: espacios, diseño y participación; vivienda; gestión social. Objetivo Mejorar la calidad de vida de la comunidad mediata e inmediata por medio de la gestión y el diseño participativo en todos sus componentes: vivienda, gestión social, infraestructura y espacios públicos.
Principios 1.Derecho al hábitat digno y seguro 2.Gestión social:
1.Inclusión social: género, generaciones, diferentes capacidades 2.Priorización participativa de necesidades 3.Organización y participación
3.Progresividad y continuidad del mejoramiento según ruta crítica 4.Saneamiento y salud pública y ambiental 5.Espacio público y conectividad con diseño de calidad 6.Vivienda con diseño de calidad
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Espacios, diseño y participación Políticas
barrial y equidistante a las viviendas. En especial sitios de recreación infantil que sean visualizados desde las viviendas.
1.Será obligada la dotación de servicios básicos en todo emprendimiento de mejoramiento barrial con diseño de calidad: servicios, equipamiento colectivo, vivienda, espacios públicos, vialidad.
2.Dar prioridad a la creación de un equipamiento cubierto (mínimo) para actividades varias de esparcimiento o capacitación de la comunidad en sus diferentes grupos de edad.
2.Debe contemplarse en el diseño de estos espacios la equidad de género, el diseño universal y la equidad y uso de las diversas edades y generaciones (niñez, juventud, adultez y tercera edad)
3.Las vías de comunicación deben permitir distintos tipos de movilidad (peatonal, bicicletas, vehículos). Se deben contemplar mínimo 2 accesos que comuniquen el barrio con su entorno.
3.Todo mejoramiento de barrios deberá incluir procesos de formación organizativa para la participación y la sostenibilidad del barrio o asentamiento
4.Los diseños de espacios públicos deben ser generados desde el sentir de la comunidad.
Estrategias 1.Será obligada la creación de espacios públicos en sitios de no-riesgo, dentro del recinto
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5.Se deberá establecer un sistema de recolección interna y depósito de residuos para facilitar su traslado a sitio final. 6.Los procesos de diseño y gestión de los espacios públicos y vivienda serán plenamente participativos y de primera calidad.
Fig. 37 Fuente: Anita Guzmรกn
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Vivienda
considerando la frecuencia de uso de espacios de cada miembro.
Política 1.Proveer de vivienda terminada en cumplimiento con altos estándares de diseño, calidad y habitabilidad y con una tipología adaptada a las características geomorfológicas y de su entorno, cuyo diseño sea en conjunto con técnicos y usuarios. 2.Los procesos de diseño, gestión construcción serán plenamente participativos.
y
Estrategias La unidad habitacional debe considerar las siguientes características: 1.Diseño bioclimático según las condiciones físicas del entorno. 2.Que las configuraciones espaciales sean flexibles y se adapten a las necesidades de cada familia,
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3.Que el sistema constructivo permita el fácil manejo de sus componentes por parte de mujeres durante la construcción y mantenimiento. 4.Integrar la vivienda con el espacio público inmediato para facilitar el rol de cada género y su interacción.
Gestión Social
3.Que existan mecanismos de retroalimentación entre institución-comunidad y viceversa para la propuesta y toma de decisiones.
Política 1.Los procesos de gestión para la producción del hábitat deben considerar: Una participación ciudadana inclusiva. Que mantengan una transparente relación y coordinación interinstitucional y comunal. Que mantenga un monitoreo y una evaluación constante de los procesos y productos. Estrategias 1.Se deben considerar instrumentos que sean de fácil aplicación, ejecución e interpretación por parte de los técnicos y la comunidad. 2.Que las metodologías generen indicadores de evaluación.
participativas
Ruta crítica para la aprobación de estas políticas y estrategias en la Municipalidad 1.A través de talleres y sesiones de trabajo, la comunidad propone las bases de la política según sus problemas y necesidades más urgentes, con una visión prospectiva. 2.Se genera un diálogo con instituciones; con técnicos y direcciones de instituciones y del gobierno local; con académicos de universidades. Se busca generar consensos básicos que permitan el planteamiento de la política. 3.Sobre esa base se genera una alianza intersectorial y social y un órgano representativo. Este órgano se encarga de crear un documento borrador de política retomando todos los aportes de
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los diversos sectores y de la comunidad. 4.Se genera un proceso de información y realimentación del documento y un proceso de presentación y negociación en el Concejo Municipal. 5.Se aprueba la política. 6.Se generan planes y reglamentos para operacionalizar la política.
7.Ejecución de la política.
8.Creación de una mesa de trabajo interinstitucional, comunal y municipal para dar seguimiento, monitorear, evaluar y realimentar la política.
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Fig. 38 Fuente: Henry Hernรกndez
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Conclusiones No basta con el planteamiento del diseño e incluso, con la concreción del diseño en un proyecto constructivo. Es necesario un proceso de gestión en los ámbitos políticos, técnico y financiero, dentro de un solo proceso en donde comunidades y gobierno local se conviertan en actores claves, como articuladores y canalizadores del aporte institucional del gobierno central. De esa manera se promueve y se concreta un ejercicio efectivo de ciudadanía en la gestión del hábitat dentro del espacio del barrio.
Sin embargo, para solucionar problemas como el ingreso y la seguridad, se necesitan enfoques territorialmente más comprensivos que aunque tengan su base en el barrio, en necesario ampliar la escala a la ciudad y a la región. Se necesitan estrategias regionales de empleabilidad y producción para enfrentar los problemas de ingresos específicos en los barrios y lo mismo, es necesario trabajar estrategias de seguridad para las ciudades dentro de las cuales se ubiquen los barrios específicos, todo dentro de una perspectiva de desarrollo y gestión urbana y territorial.
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Fig. 39 Fuente: Anita Guzmรกn
Fig. 40 Fuente: Anita Guzmรกn
A MANERA DE CIERRE
A lo largo de las páginas de esta memoria hemos recorrido por las propuestas que presenta Centroamérica para construir barrios para la gente, es decir, barrios para la vida. Con esta memoria se abre el camino para muchas discusiones y retos con los cuales contamos. Ha rendido sus frutos el trabajo conjunto de las personas representantes de comunidades, de organizaciones de la sociedad civil, de municipalidades, de estudiantes y profesionales de diversas áreas que hicieron un amplio esfuerzo para asistir al evento y compartir sus experiencias y a quienes agradecemos su generosidad al brindarnos sus saberes. El proyecto hecho realidad, de lo que comenzó con una propuesta modesta de un pequeño evento, se transforma hoy en un aporte central para propiciar discusiones y motivar la toma de acciones para hacer de nuestras ciudades lugares acogedores para la vida que albergan. De esta manera el Grupo de Estudios Urbanos aporta desde la producción
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de conocimientos y espacios de reflexión sobre las necesarias transformaciones físicas y sociales de la ciudad. Esta memoria es producto de un Seminariotaller cuyo origen estuvo marcado por apuestas esperanzadas: el sueño en que reconozcamos que los barrios y el hábitat son construidos por la gente; el sueño de ver crecer a nuestros niños y niñas sin temor y con espacios para compartir y ser solidarios; el sueño de que tanto hombres como mujeres seamos respetadas por el componente físico y por el componente humano en nuestros barrios; el sueño de comprender que los barrios tienen que aportar a la solución de los grandes problemas que nos aquejan, entre ellos: la desigualdad, la destrucción ambiental y el riesgo a sufrir desastres. Con referencia a los grandes temas que se desarrollaron en esta actividad y que se reseñan en el documento, es posible señalar conclusiones generales.
Algunas reflexiones con respecto a la gestión del riesgo, que deben tomarse en cuenta para garantizar la seguridad y accesibilidad en la construcción del barrio, son: •La gestión del riesgo es una herramienta de planificación urbana. La creación de ciudad no puede contribuir a la acumulación de vulnerabilidad urbana, sino, por el contrario disminuir los riesgos. •El uso fragmentado de la ciudad determina la percepción fragmentada de la vulnerabilidad urbana. •Se requieren políticas, programas y medidas para garantizar espacios habitables seguros, por medio del ordenamiento territorial. •La justicia urbana debe incluir el derecho a la información como esencia de la prevención y de la misma manera, el uso de planificación urbana encaminada a la seguridad humana.
Elementos de diseño participativo de barrio y hábitat: •Cada comunidad cuenta con una historia, cultura y contexto particular. •El diseño debe respetar y tener como punto de partida la situación social, cultural y vivencial de la población que la habita. •En el diseño de las soluciones a las problemáticas del hábitat es esencial la participación de la población que vive en el lugar. •La inclusión promovida por las personas participantes parte de mostrar la diversidad de necesidades presentes en la población y llevarlas al campo espacial. •El involucramiento de las personas se da en la mayor parte posible de las etapas, especialmente en la identificación de situaciones de riesgo, las necesidades físico - espaciales y la prevención de situaciones de riesgo y de desastre. •Un componente central de las propuestas es la gestión social. Por medio de reglamentos, acuerdos, alianzas y procesos educativos, las personas se incorporan en el mantenimiento
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de las obras y acuerdos, dando un cercano seguimiento a las propuestas. En ese sentido se supera la visión de propuestas de diseño a nivel físico y se acompañan de los necesarios procesos de capacitación y educación popular para darles continuidad y mantenimiento a lo largo del tiempo.
Experiencias de Género En la ciudad contemporánea existe una creciente relación de desigualdad con respecto al acceso que los hombres y las mujeres experimentan de ella, por eso la perspectiva de la cotidianidad nos puede dar algunas interpretaciones sobre las diferencias en el acceso a la ciudad y por consecuencia en el acceso al barrio, a partir de su configuración, su escala, su ubicación con respecto al resto de la ciudad y la existencia de los servicios básicos que se supone deberían existir en cualquier parte de la ciudad. No podemos negar que esta desigualdad es mayormente sentida por las mujeres, y dentro de este grupo, aquellas que tienen a su cargo de manera simultánea la crianza de los niños y las niñas y su soporte económico. El acceso a la ciudad es más difícil para ellas, y por tanto, el acceso a barrios que tengan la posibilidad de proveer soluciones para sus necesidades, siendo la más importante la conciliación de la crianza de los niños y las niñas con el desarrollo de actividades que puedan aportar para
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su soporte económico. Esto implica necesariamente que los barrios provean configuraciones espaciales que sean una base de soporte para que se desarrollen relaciones sociales que beneficien esta conciliación y a la vez, implica barrios que provean relaciones sociales que sean la base de soporte para que el barrio provea configuraciones espaciales que beneficien esta conciliación. En este sentido, es importante no solo reconocer la existencia de mujeres que sufren de la desigualdad del acceso a la ciudad que viven en barrios que no proveen condiciones mínimas que aporten a la conciliación de la crianza y el soporte económico, sino que también es importante reconocer la existencia de mujeres que han convertido esta situación en un insumo para la transformación del barrio. Esta transformación, lejos de ser conflictiva, ha sido respetuosa pero confrontativa y ante esta situación todos debemos sentirnos interpelados, pues en insumo fundamental para entender y desarrollar barrios para la gente.
También es importante no solo reconocer esta existencia, sino reconocer que son factor fundamental y principal en la transformación del barrio, en donde estos procesos, ciertamente invisibilizados, han sido mayormente liderados por mujeres, y nuevamente dentro de estas, aquellas que deben conciliar la crianza con el soporte económico. Construir barrios para la gente es construir formas en donde estos procesos sean visibles, en donde la conciliación de lo productivo y lo reproductivo sea el soporte fundamental para la construcción del tejido barrial y del tejido social, pues esto no solo beneficia a las mujeres que están a cargo de esta conciliación sino que benefician de manera directa a todos aquellos que dependen de esta conciliación: los niños, las niñas, los adultos mayores y aquellas que tienen necesidades especiales. Construir barrios para la gente es pensar en los más vulnerables.
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Experiencias Latinoamericanas La ciudad latinoamericana se caracteriza por su gran fragmentación. Esta fragmentación se refleja en las disparidades sociales producto de configuraciones espaciales que segregan y a la vez se refleja en las desigualdades del territorio producto de relaciones sociales que segregan. El reconocimiento de esta fragmentación constituye un acercamiento importante de diferentes experiencias latinoamericanas para la construcción de barrios para la gente. En un primer término se puede hacer referencia a aquellas experiencias que han tomado este reconocimiento como base para generar propuestas y acciones en diferentes escalas urbanas y enfoques. Desde una escala metropolitana se han generado propuestas metodológicas para la integración de la ciudad, a partir del reconocimiento del hábitat autoproducido como una forma válida de construcción de la ciudad. Esta integración no solo se da por mejorar la accesibilidad del hábitat
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autoproducido y los vínculos con el resto de la ciudad, sino por entender el tejido construido por la gente, reconociendo que la trama urbana es un bien de dominio público. De ahí que también existen iniciativas que no solo mejoran los vínculos con el resto de la ciudad sino que realizan acciones específicas para el mejoramiento de las condiciones físicas de lo autoproducido. Aquí es importante evidenciar la discusión entre el valor de lo autoproducido como forma de construcción de la ciudad, pero que a la vez es un indicador de la falta de reconocimiento de la responsabilidad del estado sobre el derecho a la ciudad. Esta discusión inclusive ha permitido poder medir de manera sistemática las diferencias entre el hábitat autoproducido y la respuesta del estado, en donde en términos de calidad, ambos presentan problemas, pero en comparación, y tomando en cuenta la diferencia entre los recursos económicos, técnicos y humanos utilizados y requeridos, la respuesta del estado ha generado mayores problemas y evidencia una falta de entendimiento
sobre las necesidades más sentidas. En otras palabras, la respuesta del estado no ha contribuido, ni en lo político ni en lo estratégico en construir barrios para la gente. Por otro lado, siendo la discusión una polarización entre lo formal y lo informal, desde otras iniciativas latinoamericanas se propone como alternativa la responsabilidad compartida en la construcción de la ciudad. Esta responsabilidad se presenta en algunos casos como una herramienta en donde el financiamiento estatal y privado determinan puntos de encuentro para desarrollar propuestas y acciones que permitan construir barrios para la gente. También se han generado herramientas que permiten vincular no solo formal sino que económicamente fragmentos de la ciudad.
financiamiento sino evidenciar las diferentes formas en las que se puede involucrar el tejido urbano, de manera que se pueda establecer que la construcción de barrios para la gente es una acción colectiva y compartida. Finalmente, les agradecemos a todas las buenas energías que hicieron posible este evento, el apoyo que recibimos paulatinamente de muy diversas instituciones, grupos, personas, amigos y amigas en el soñar y el actuar, fue central para hacer que esto creciera. Les agradecemos por creer en este esfuerzo.
En este sentido se hace referencia a la posibilidad de financiar la construcción de barrios para la gente desde las rentas urbanas generadas por otros territorios, la mayor parte de ellos territorios segregados de alta plusvalía. Esto no solo permite el
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