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Las finanzas sostenibles aceleran la transformación empresarial

Los proyectos con visión medioambiental, social y de buena gobernanza son los que lograrán una mayor inversión

La inversión en finanzas sostenibles cuenta con un marco regulatorio cada vez más concreto. La Comisión Europea avanza en este terreno desde que en el 2018 iniciara el plan de acción para reorientar los flujos de capital hacia la mejora de la sociedad y del planeta, gestionar los riesgos financieros derivados de la emergencia climática y los problemas sociales e impulsar la máxima transparencia y visión responsable a largo plazo en las actividades financieras y económicas.

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Para seguir fomentando la inversión sostenible, hace menos de un mes, la Comisión Europea presentó un nuevo paquete de medidas, que espera se apliquen a partir de enero del 2024. Incluye nuevas normas para los proveedores de calificación medioambiental, social y de gobernanza (ASG), a fin de que las empresas que deseen invertir en su transición hacia la sostenibilidad puedan hacerlo con mayores garantías.

La inversión responsable cuenta con un marco regulatorio cada vez más concreto

A pesar del aumento de la inversión ASG, que actualmente alcanza el 25%, los pasos que se están dando aún resultan insuficientes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por Naciones Unidas. En este contexto, los expertos consideran imprescindible que, además de disponer de un marco regulatorio adecuado, se asesore más en materia de finanzas sostenibles para dar a conocer sus ventajas al tejido empresarial e inversor, tal como insistieron en la sesión de Encuentros en la Vanguardia, que contó con la colaboración de Acciona y se celebró bajo el título “Finanzas sostenibles: la gran oportunidad”.

La mesa redonda, que se celebró el martes 27 de junio en Espacio 23 de Madrid y pudo seguirse tanto de forma presencial como por streaming a través de la página web de este diario, contó con las intervenciones del director de proyectos y Agenda 2030 en Pacto Mundial de Naciones Unidas, Javier Molero; el miembro del comité ejecutivo de Finresp, Antonio Romero; la directora general de Spainsif, Andrea González; y el director de Desarrollo y Proyectos Estratégicos de Bestinver, Federico García Guillén.

“El compromiso global por la sostenibilidad implica un trasvase de la inversión y una recolocación hacia proyectos alineados con los objetivos que nos hemos marcado, entre ellos un modelo neutro en carbono en el año 2050”, destacó García Guillén. Acciona, el grupo del que forma parte esta gestora de inversión, tiene la voluntad de “liderar este cambio” con su apuesta por las finanzas sostenibles, entre ellas las energías renovables, resaltó García Guillén, cuya firma gestiona un patrimonio de más de 5.000 millones de euros.

Los expertos reclaman una asesoría especializada en estos productos

El director de proyectos y Agenda 2030 en el Pacto Mundial de Naciones Unidas, Javier Molero, alertó de que “estamos en un momento crítico” que precisa del impulso de iniciativas que permitan cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En muchos de sus ámbitos de actuación, entre ellos la lucha contra la pobreza o la emergencia climática, no solo no se avanza sino que se retrocede. “El hambre va en aumento, como también las emisiones de efectos invernadero”, lamentó Molero. A menos de ocho años vista del 2030, recordó el director de proyectos y Agenda 2030 en el Pacto Mundial de Naciones Unidas, “el crecimiento de las finanzas sostenibles pueden acelerar la necesaria transformación”.

Andrea González, directora general de la asociación sin ánimo de lucro Spainsif, que reúne a más de un centenar de actores del sector –entre ellos entidades financieras y aseguradores, proveedores de servicios, universidades y sindicatos–, señala además la “evolución” que observa en las finanzas sostenibles hacia una mayor “democratización”, en el sentido de que cada vez existe un mayor número de productos financieros sostenibles que se adaptan a cada inversor a partir de un “test de idoneidad” tras analizar sus preferencias de rentabilidad y riesgo.

En ámbitos como la lucha contra la pobreza o la crisis climática se retrocede

En opinión de Andrea González, el regulador europeo es “pionero” ya que contempla no solo la inversión en proyectos que ya son sostenibles sino también la financiación de la transición de muchas empresas hacia un nuevo modelo.

Ayudar al tejido productivo es clave para Antonio Romero, miembro del Centro de Finanzas Sostenibles y Responsables de España (Finresp). El objetivo de Finresp es incentivar las estrategias de sostenibilidad de las pequeñas y medianas empresas, tratando de ofrecer soluciones útiles que les faciliten la transición. Actualmente se está trabajando en un proyecto piloto con Cepyme para ofrecer a las pymes de seis sectores concretos una valoración de sus parámetros ambientales, sociales y de gobierno corporativo que les ayuden a conocer su posicionamiento respecto a otras empresas comparables.

Antonio Romero considera que el plan de acción europeo que se inició en el 2018 marcó un “punto de inflexión”, a partir del cual “el sector financiero es un instrumento clave para canalizar las inversiones necesarias” para alcanzar los objetivos de sostenibilidad. “La taxonomía es un consenso sobre lo que es sostenible o no, que genera confianza en el marco regulador que protege al inversor”, añadió.

El rigor científico y la lucha contra el ‘greenwashing’ es uno de los retos del sector

El asesoramiento es la principal recomendación que realizan los expertos tanto a inversores que se decidan por las finanzas sostenibles como a empresas que opten a lograr este tipo de financiación. Las compañías deben “prepararse para ordenar su estrategia de sostenibilidad” de cara al cumplimiento de “nuevas directivas”, explicó Javier Molero. Las tres más inminentes, resaltó, son la de diligencia de vida, para identificar sus impactos sociales y medioambientales e implementar medidas para mitigarlos; la de información en materia de sostenibilidad, que Javier Molero calificó de “muy relevante”, porque obligará a las organizaciones a reportar en su memoria de sostenibilidad los mismos indicadores, lo que permitirá unificar criterios; así como la relacionada con el denominado ‘greenwashing’ o ‘ecoblanqueo’ para evitar un falso marketing para que sus informaciones estén basadas en verificaciones científicas. “Las finanzas sostenibles son una oportunidad económica, pero también social y para el planeta”, aseguró.

“Hay que tener en cuenta la sostenibilidad, también en el consumo de productos financieros”, reclamó la directora general de Spainsif, Andrea González quien aboga además por “ser activista” ya que actualmente “se diseñan los productos ad hoc para cada operación”.

“Apostemos por los proyectos con mayor impacto transformador”, instó González. Debemos conseguir “una transición justa que no comprometerá la prosperidad que hemos alcanzado, sino que la va a aumentar a largo plazo”, aseguró el miembro del comité ejecutivo de Finresp, Antonio Romero.

“La compañía que sea capaz de liderar una transformación atraerá más flujos de inversión”, auguró el director de Desarrollo y Proyectos Estratégicos de Bestinver. Federico García Guillén. Aunque la dificultad actual con la que se encuentran los expertos actualmente, en especial en los temas relacionados con la gobernanza, radica en “disponer de información comparable entre compañías”, advirtió García Guillén.

A pesar de ello, el directivo de Bestinver constató que “se están dando pasos de gigante”. “La sostenibilidad es un reto inexorable que requiere financiación y presenta grandes oportunidades para empresas e inversores”, fue el mensaje “optimista” con el que decidió concluir su intervención en el debate el director de Desarrollo y Proyectos Estratégicos de Bestinver.

Fuente: lavanguardia.com

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