¡ASÍ NO ES!

LA VIOLENCIA NO ES EL CAMINO

HISPANOS PROTESTAN CONTRA TRUMP

Colocándose en sus zapatos, hay que entender la frustración de buena parte de la comunidad hispana frente a las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump en el tema de inmigración. Su velocidad en firmarlas, el mensaje directo y el alcance de las mismas tiene pensando a buena parte de la sociedad de los Estados Unidos y sufriendo a muchos inmigrantes, sus familias y amigos.

¡Y no es para menos! Pero ya todos estaban avisados. Lo había dicho y prometido en su campaña rumbo a la Casa Blanca. Ahora lo está ejecutando. Ahhh pero es que muchos pensaban que no lo iba a hacer, y por más que se les dijo y se les advirtió, no creyeron que la situación se venía complicada. Por eso ahora si están pensando en qué hacer y cómo frenar el “huracán” o “tsunami” que les está cayendo encima. Hay un dicho popular que dice “después de ojo afuera, no hay Santa Lucía que valga” mejor dicho, después de presidente electo y posesionado no hay arrepentimiento que valga.

Pero muchos grupos de inmigrantes, en varias ciudades del país, han decidido lanzarse a las calles a expresar su molestia e indignación por lo que está ocurriendo. La protesta es válida y un derecho fundamental. Tal vez no sirva para nada, pero se puede hacer. A lo que no hay derecho es a los actos de violencia y acciones de vándalos

en que han terminado muchas de estas “marchas pacíficas”. Los ataques con piedras y ladrillos a los carros de las autoridades que colaboraban con la seguridad de todos han acaparado titulares. Así sucedió en Phoenix, Arizona donde los protestantes saltaban sobre las patrullas de la policía o en California donde quemaron banderas de los Estados Unidos. ¡Así no es! ¡Ese no es el camino!

No hay que confundirse y menos darle cabida a desadaptados o anarquistas criminales que quieren aprovechar esta oportunidad. Quieren quedarse en este país pero destruyen su mayor símbolo (la bandera nacional) Quieren que no los vean como criminales pero destrozan patrullas y atacan a los policías.

En esta época la respuesta no es actuando con violencia y tampoco haciendo marchas (con poca participación) o los días sin hispanos. Esto no va a intimidar o asustar al presidente. Lo que la gente inconforme debe hacer es tomar conciencia que para cambiar el rumbo del país las próximas dos oportunidades son las elecciones de medio término en dos años, o las presidenciales en cuatro años. Mientras tanto, aguanten, porque las mayorías lo eligieron, y así es la democracia.