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NACIÓN LOS PAÍSES RICOS, LOS PETROLEROS QUE MÁS CONTAMINAN

PIDEN A PAÍSES en vías de desarrollo que transiten a energías limpias, pese a que construyan más pozos

POR ELIA CRUZ CALLEJA nacion@contrareplica.mx refinerías posee la República Mexicana de las 190 que hay en América del Norte con Dos Bocas y Deer Park

La extracción y refinación de petróleo en el mundo representa una de las industrias más lucrativas a nivel global y de importancia mayúscula debido a que en el sector energético se deposita la movilidad y el funcionamiento de la industria global; sin embargo, es uno de los sectores más contaminantes, pero eso no impide que potencias mundiales sigan operando y planeando la construcción de más refinerías o pozos petroleros, pero pidiendo a países en vías de desarrollo que transiten a energías limpias.

Este es el ejemplo de Estados Unidos, pues el presidente Joe Biden aprobó este lunes 13 de marzo el gigantesco proyecto de perforación petrolera Willow, en Alaska, que contiene alrededor de 600 millones de barriles de petróleo, y aunque tardaría años en llegar a los consumidores, porque aún no inicia su construcción, la extracción del crudo generará alrededor de 9.2 millones de toneladas de contaminación por carbono anuales, lo que se traduce en poner en circulación 2 millones de automóviles adicionales, situación que no abonaría en nada al acuerdo de reducción de emisiones al que se comprometieron las naciones en la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP26, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para limitar la temperatura global a 1.5 grados. El mismo gobierno de Joe Biden pidió a México e incluso envió a su representante para el Cambio Climático, John Kerry, en diferentes ocasiones para dialogar con el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre su política energética que incluye a la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, la cual fue inaugurada en julio del año pasado, pero que empezará a operar a finales de este 2023, para que se diera prioridad a la transición a las energías limpias.

Ante lo que el gobierno de México afirmó que sí se tiene una agenda de transición, pero que continuaría con la refinería porque la administración tiene una vocación de conseguir la autonomía energética y eso solo se conseguiría teniendo esta refinería más la adquirida en Texas, la Deer Park. Ahora, pese a sus dichos y exhortos al mundo por disminuir sus emisiones de carbono, eliminando los combustibles fósiles como el petróleo, Estados Unidos confirma su aval a Willow, que inicialmente había sido aprobado por el gobierno del republicano Donald Trump, y aunque Biden asegura que declarará 16 millones de acres zona prohibida para futuros arrendamientos de explotación de petróleo por ser espacios vitales para los osos polares, pardos, caribúes y aves migratorias, lo cierto es que esto no disminuirá el daño causado, reclaman organizaciones ambientalistas.

Estas emisiones que se generarán, abonarán a las ya comprometidas en todo el orbe, pues en el mundo, por ejemplo, hasta 2021, de acuerdo con se redujo la importación de barriles de petróleo diarios de parte de México a Estados Unidos en 2022 la Agencia de Información Energética, operaban 732 refinerías, de las cuales 316 se localizaban en Asia, 190 en América del Norte, 156 en Europa, 53 en América del Sur, 9 en América Central y únicamente 8 en Oceanía. Pero de las 190 de América del Norte, Estados Unidos concentraba 135 —130 según datos del 2022—, mientras que México tiene únicamente seis —Cadereyta, Nuevo León; Ciudad Madero, Tamaulipas; Minatitlán, Veracruz; Salamanca, Guanajuato; Salina Cruz, Oaxaca, y Tula, Hidalgo—, a las que se les agregaron, la recién adquirida, Deer Park —en Texas, Estados Unidos—, y la inaugurada el año pasado refinería ‘Olmeca’ en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco y que iniciará operaciones apenas a finales de este 2023.

Con el proyecto del nuevo complejo energético de Dos Bocas, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que, cuando empiece a refinar petróleo para convertirlo en gasolina, diésel, turbosina, el país al canzará la autosuficiencia energética, es decir, producirá el 100 por ciento de los combustibles que consumen los mexicanos, lo que afirma se traducirá en reducción de costos al no tener que importar energéticos de otros países, principalmente de Estados Unidos, a quien hasta 2018 se le compraban 833 mil barriles diarios, pero para 2022 únicamente 430 mil, es decir, se redujo en 45 por ciento, según datos ofrecidos por el propio mandatario en su conferencia de prensa mañanera del 10 de marzo del año pasado.

Pese esas cifras, y a que Estados Unidos cuenta con 123 refinerías más que México, al presidente López Obrador, en reiteradas ocasiones, ambientalistas, el Consejo Mundial de Energía Eólica y el de Energía Solar y el representante para el cambio climático estadounidense, John Kerry, le han pedido acelerar la transición a energías limpias, al mismo tiempo que le solicitan que deje de lado la explotación en recursos fósiles con el presunto propósito de ayudar a reducir las emisiones de contaminantes al planeta, pero México es uno de los países que menos aporta Dióxido de Carbono, pues hasta 2018, su aportación era de únicamente el 1 por ciento, contra los 14 por ciento de su vecino del norte y los 29 por ciento de China, de acuerdo con cifras de Agencia Internacional de la Energía (AIE), quien también señala que son únicamente 10 países quienes liberan el 68 por ciento de los contaminantes totales.

Pese al compromiso asumido por los países que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el denominado ‘Acuerdo de París’ signado el 12 de diciembre de 2015 durante el encuentro de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) celebrado en la capital francesa, los Estados no han cumplido con bajar las emisiones de carbono mundial para mantener el calentamiento global por debajo de los 1.5 grados centígrados, pues tan solo en 2021 la emisión aumentó en 6 por ciento, es decir, se liberaron 2 mil toneladas más que el año previo, con las que se llegó a 36 mil 300 millones de toneladas, según datos de la AIE.

Esa creciente contaminación no ha impedido que naciones que son principales refinadores de petróleo continúen con el ritmo de producción de energéticos que demandan las poblaciones mundiales.

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