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Principios Bíblicos Aplicados al Coronavirus

INTIMIDAD CON EL REY DEL PRINCIPIOS BÍBLICOS APLICADOS REINO AL CORONAVIRUS Por Horacio Fischer (Adaptado de “El Expositor Bautista”, Argentina) (LEVÍTICO 13-14) Por Julio Abel Sotz

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Guatemala al igual que el mundo está siendo afectada por el CORONAVIRUS, también denominado COVID 19. Ha producido varios efectos negativos, en lo social, económico, laboral, educativo, aun la misma iglesia afectada por la prohibición de reunirse en los templos.

Individualmente algunos con miedo, pánico; otros con despreocupación a tal grado que no quieren creer que el Coronavirus sea realidad, como resultado no toman medidas necesarias para contrarrestar o evitar la enfermedad. Lo real es que el mundo modificó su diario vivir por la llegada de este virus, que ha causado la muerte de miles de personas en el mundo.

El punto de vista psicológico, nos indica no ir a los extremos, ignorarlo como que no existiera, o vivir en un pánico exagerado. El tema obliga a revisar lo que la Biblia indica. Utilizo Lv.13-14, para extraer algunos principios al momento que vivimos. Si bien no estamos bajo la ley, recordemos las palabras del Apóstol Pablo: “Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente”. (1. Ti.1:8). Se trasladan algunos principios del pasaje indicado, aplicándolos a la actual Pandemia.

Los estudiosos del Tema indican que la lepra mencionada en estos capítulos es distinta a la lepra actual, sin embargo, donde se puede relacionar esta lepra y las enfermedades actuales, incluyendo al COVID 19, es que son muy graves por ello creo, necesario estudiar esta parte de la Biblia.

I. DIOS TIENE CONTROL EN MEDIO DE LAS ENFERMEDADES Lev. 13:1.

Aquí se indica que Jehová es el que toma la iniciativa, dando normas de cómo comportarse y que, hacer ante una enfermedad. Es un manual de cómo actuar ante estos males, Dios da indicaciones acerca de la lepra a los líderes anticipadamente.

“Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo” (V. 1). Jehová, habla con los líderes en cuanto a la enfermedad, se anticipa a la misma. Recuerde, Dios es Omnisciente y con esta ley indica que el mundo está bajo su control. Porque antes de haber un caso el da un instructivo para cómo actuar frente a la enfermedad.

“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?

Mi socorro viene de Jehová,

Que hizo los cielos y la tierra. ” Salmo 121: 1-2 II. DIOS PREPARA A LOS LÍDERES. Lev. 13:1b.

Los líderes son llamados y guiados a tratar con la enfermedad. Instruidos como actuar antes, en medio y después de la misma. Hoy también Dios desea, que como cristianos estemos informados de la actual pandemia del Coronavirus, para tener sabiduría de cómo vivir en medio de este virus que afecta al mundo.

Primero, estudiando lo que la Biblia nos indica en cuanto al tema. Segundo, buscando e investigando todo lo relacionado con el COVID 19, por los medios que se tienen al alcance, no cualquier medio, sino aquellos que contengan información veraz y confiable, además, conocer el desarrollo viral actualmente, para poder guiar en forma correcta a las personas que nos rodean.

III. DIOS INDICA LA REALIDAD DE LAS ENFERMEDADES. 13:59 y 14:57.

Lev 13:59: “Esta es la ley para la plaga de la lepra del vestido de lana o de lino, o de urdimbre o de trama, o de cualquiera cosa de cuero, para que sea declarada limpia o inmunda”. Lev 14:57: “Para enseñar cuándo es inmundo, y cuándo limpio. Esta es la ley tocante a la lepra”.

En los pasajes se lee: “Esta es la ley para la plaga de la lepra” y “Esta es la ley tocante a la lepra”, con ello se indica que la humanidad y los creyentes mismos estamos expuestos a enfermedades, no estamos inmunes. Muchas veces como creyentes pensamos que no pasaremos penas, ni mucho menos enfermedades, pero la enseñanza bíblica aclara que ante el hecho de ser creyentes no escapamos de enfrentar aflicción producto de pestes, pero también Cristo mismo nos dice: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, Yo he vencido al mundo.” (Jn.14: 33).

Afirma que en el mundo habrá aflicciones, no solo por enfermedades sino por toda clase de problemas, pero también confirma dos cosas, 1.-Cristo es el que da la paz, y 2.-Por ello debemos depositar nuestra fe en Él, que la paz que da es porque Él ha vencido al mundo, así que si tenemos vicisitudes entreguemos nuestra completa confianza a Cristo, ya que Él tiene la solución.

IV. EL CUIDADO DE DIOS INVOLUCRA SER PRUDENTES. 13:4-5

“Y si en la piel de su cuerpo hubiere mancha blanca, pero que no pareciere más profunda que la piel, ni el pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días”. (Lv.13:4). “Y al séptimo día el sacerdote lo mirará; y si la llaga conserva el mismo aspecto, no habiéndose extendido en la piel, entonces el sacerdote le volverá a encerrar por otros siete días”. (Lv.13:5).

Muchas personas al momento indican que no hay que cuidarse, dicen: “el que tiene que morir, aunque ande con los cuidados se muere”, es más, otros argumentan al ver a alguien cuidarse especialmente si es creyente: “¿y la Fe en Dios?”. Pero esto no es lo que enseña la Biblia, este pensamiento es producto de ignorar la Palabra de Dios, estos dos versos al final cuando el sacerdote diagnostica las distintas problemáticas de enfermedades, indica que una de las cosas es encerrar a la persona, por siete días, esto es separarla de todos, para evitar que otros se contagien al ponerla en cuarentena.

Debe tomarse las medidas fijadas, para evitar que la enfermedad llegue a otros, si bien Dios nos cuida, previene ser cuidadosos, esto no refleja falta de fe, sino obediencia a los cuidados que Dios prescribe, no para ayudarlo, sino para obedecerle. Josué indica: “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas”. (Js.1:7).

Además, recordemos lo que Proverbios indica: “El avisado ve el mal y se esconde; más los simples pasan y reciben el daño”. (Pr.22:3); y “El avisado ve el mal y se esconde; más los simples pasan y llevan el daño”. (Pr.27:22). Lo repite dos veces, para que lo tengamos muy presente.

V. RECORDAR QUE LAS ENFERMEDADES NO SON ETERNAS. 13: 59 y 14:2.

“Esta será la ley para el leproso cuando se limpiare: será traído al sacerdote”. Este texto nos llama a tener Fe en Dios, que Él proveerá la solución ante la Pandemia. Así como la lepra podía limpiarse, en un pueblo que no tenía tanta tecnología, estudios avanzados sobre Biología, sin embargo, Dios en sus preceptos les indica que la Lepra podía curarse, no por el manual que le daba, sino porque la buena mano de Dios estaba con ellos para curarles. Recuérdese el Salmo 121: 1-2, Cántico gradual.

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

Por ello doblemos nuestras rodillas en oración a Dios, para que, en su divina providencia dé una solución, a la actual Pandemia, Crónicas dice: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. (2.Cr.7: 14).

VI. EN DIOS SE ENCUENTRA LA SOLUCIÓN. 13: 59.

Como dato interesante se indica que el pueblo frente a las enfermedades, si bien, no había hospital alguno porque andaban en el desierto, tampoco los envía a consultar un médico, sino al Sacerdote, quien realizaba la tarea salubrista, el siervo de Dios, el que representaba a Dios ante el pueblo; esto nos indica que a quien debemos buscar y que nos puede proteger, curar, sanar, y aliviar de nuestros problemas es Dios, si bien Él puede utilizar, la ciencia, métodos humanos, la tecnología y otros, para solucionar la actual pandemia, recuerda que son medios, pero el que tiene la solución final, es Dios.

Finalizo con el texto: “Por tanto, teniendo un gran Sumo Sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. (He.4:14-16). Así que confiemos en Dios y Él nos dará la Solución.

Julio Abel Sotz, es pastor de la Misión Bautista “Eben Ezer” de Cruz Blanca, San Juan Sacatepéquez, Guatemala.

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