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CECI DE LOS RIOS | CP Magazine | Business Woman
WELLNESS SPEAKER, DIRECTORA Y FUNDADORA DE ALCHEMYCODE, EMPRESA DE CIENCIA Y BIENESTAR.
Co-creadora y maestra del Diplomado de Bienestar Integral del Colegio de Imagen Pública. Recientemente reconocida por la Cámara Nacional de la Mujer y el Salón de la Fama como Master Coach en Ciencia del Bienestar Integral, nos habla de su experiencia como mujer empresaria.
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¿Qué es ciencia del bienestar integral? Es dar fundamento científico a los hábitos y prácticas que nos llevan a tener una vida saludable en diversos aspectos físicos, mentales y emocionales. Actualmente nos dejamos influir fácilmente por las distintas modas promovidas a través de las redes sociales, que suelen no tener una investigación o un sustento que las respalden; creemos que son lo mejor porque un “influencer” o una cuenta con miles de seguidores recomiendan esa dieta, tipo de ejercicio, suplemento alimenticio, etc. Ante esta realidad surgen tres necesidades que propongo desde la ciencia del bienestar. La primera, volver a los métodos académicos de dar información comprobada de lo que se recomienda a las personas. Segundo, usar la tecnología para descubrir nuestras propias necesidades fisiológicas y bioquímicas. Y por último y más importante, regresar a ti mismo para obtener las respuestas desde tu sabiduría interior.
CRÉDITOS A FOTÓGRAFOS @JOYCHEMONTE @HSANTOSGL @GERARDO_ARRIAGA_PHOTO
¿De qué forma se aplica la ciencia del bienestar integral? Hay varias formas. Pondré un ejemplo práctico para que se entienda mejor. La moda del “gluten free”. Muchas personas lo dejaron de consumir porque se dice que: “es dañino para la salud”. Lo que sugiero, antes de cambiar radicalmente de estilo de vida por una moda (porque una decisión así influye en tus eventos sociales, la compra familiar, etc.), es que compruebes cómo le cae a tu cuerpo.
Hay diversos estudios para saber si padeces de una intolerancia, sensibilidad o alergia, o si realmente tienes enfermedad celíaca. También hay pruebas para conocer si presentas una predisposición genética a no digerir el gluten o si tu microbiota intestinal (comúnmente conocida como flora) está en desequilibrio y por eso te cuesta trabajo metabolizar bien la proteína del trigo. Otra forma es usar el método empírico de experimentar-observar-validar. Haz una dieta de eliminación, pon atención en las reacciones corporales, escribe tus deducciones y así podrás descifrar si realmente lo que te cae mal es el gluten o algún otro alimento. Y finalmente, entra en contacto con tu ser, dedicando tiempo a sentir y entender cómo se manifiesta.
¿Cómo aplicas este método en tu vida laboral? Doy conferencias, talleres y podcasts llamados “Descubre tu código de bienestar”. Soy directora y socia fundadora de Alchemycode, una start up company de ciencia y bienestar, en la que desarrollamos el 1er test mexicano que analiza el perfil completo del ADN de las bacterias intestinales de las personas, para conocer el equilibrio de su microbiota intestinal, relacionarlo con predisposiciones a padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, sobrepeso, inflamación, sensibilidades alimentarias y deficiencias en neurotransmisores, y así poder dar recomendaciones personalizadas de nutrición, hábitos de vida y suplementación.
También estamos desarrollando otras herramientas de salud integrativa, predictiva y personalizada, con la finalidad de apoyar a más gente a mejorar su calidad de vida.
¿Cómo aplicas tus propios conocimientos a tu vida personal? Tengo una práctica de conexión interior diaria (meditación vipassana ontogónica), en la que dedico tiempo a observar mis pensamientos, sensaciones físicas, emociones, respiración y energía para irme conociendo más. Esto me permite que en el día a día esté en constante auto-observación de mis actitudes y reacciones. No quiere decir que por eso ya no sienta con intensidad o no exprese mis emociones, la diferencia es que trato de darme cuenta el -para quéestá esa situación en mi vida y cuál es la enseñanza de ella.
Con relación a la parte física, también me sirve para conocer las señales que manda el cuerpo y entender la forma en la que reacciona cuando algo no le hace bien. Mientras más conozco la manera en la que funcionamos, más me maravillo de cómo estamos creados.
¿Cómo ayudó tu trayectoria académica a lo que te dedicas ahora?
Hace tan solo un par de años entendí el porqué estudié tantos programas de diferentes disciplinas. A lo largo de dos décadas me dediqué a estudiar una Licenciatura en Comunicación y una Maestría en Comunicación Empresarial, después me interesé por la salud y cursé un programa de Coaching de Nutrición Integral. Posteriormente sentí la necesidad de ir más profundo en mi autoconocimiento y me certifiqué como maestra de yoga y meditación, Soul Coaching (Coaching de esencia), Coaching de vida y espiritualidad y Psicoterapia Trascendental Ontogónica.
Con esta experiencia en diversos ámbitos del ser, un Colegio reconocido internacionalmente, me invitó a crear e impartir un Diplomado en Bienestar Integral. Desarrollar el programa fue como realizar una síntesis académica donde integré las distintas áreas que había aprendido y experimentado a lo largo de mi vida. Actualmente, contamos con más de 14 generaciones de Asesores en Bienestar Integral. También aplico estos conocimientos desarrollando programas y herramientas de salud preventiva en favor del bienestar físico, mental y emocional de las personas.
¿Cuál es el mayor reto que has experimentado
dedicándote a ello? ¡Gran pregunta! Lo he reflexionado mucho. El haber estudiado tantos programas me ha dado experiencia en diversos ámbitos del ser humano para entender mejor el bienestar integral. Sin embargo, para el sector al que me enfoco actualmente, no tengo bases reconocidas de nutrición clínica, medicina, neurología, psicología o investigación científica. Siento que sé mucho y nada a la vez, jajaja.
Afortunadamente, mi mente analítica-integrativa me ha ayudado a dar un abordaje más holístico a lo que hago, entendiendo que el funcionamiento del ser humano es muy complejo y la salud se debe abordar desde un enfoque multidimensional. Además de que la relación tan cercana que tengo con científicos y académicos me ha brindado la posibilidad de aprender de ellos de manera más práctica.
Otro gran reto, es la realidad del emprendedor. Hay que dedicar mucha energía, recursos y paciencia para entender que la consolidación económica puede ser un proceso largo que conlleva frustración, pero también mucha satisfacción y aprendizaje.
¿Qué te hubiera gustado estudiar además de lo
que estudiaste? Uff, para ser directora de una empresa de ciencia y bienestar, en la que tengo relación con socios inversionistas, fondos, biotecnólogos, científicos, nutriólogos, genetistas, etc., ¡me interesaría saber más de todo! Además me apasiona lo que sabe cada uno de los integrantes de la empresa. Hoy, lo que me gustaría aprender es ciencia aplicada, medicina funcional y técnicas neuro-emocionales.
Pero actualmente me gusta lo que hago y estoy aprendiendo mucho desde la práctica y las largas conversaciones con el equipo tan valioso y diverso que hemos formado.
¿Cuáles son tus proyectos futuros? A nivel laboral, consolidar los objetivos financieros y científicos de la empresa. Crear proyectos con diversas industrias y sectores con la información que estamos generando sobre la microbiota de los mexicanos. A nivel académico, estudiar medicina funcional para darle un up-grade a mis conocimientos de salud integral.
A nivel personal, continuar guiando a mis hijos a ser personas con calidad humana que gocen la vida. Enamorarme de nuevo y seguir descifrando el misterioso enigma que crea la magia del amor y la compenetración de dos vidas.
¿Cuáles han sido las dificultades más grandes como
mujer que te encontraste? Afortunadamente en el ámbito de la salud y el bienestar, las mujeres tenemos un lugar de forma natural. El mayor reto, como la mayoría de las mamás, ha sido regresar al mundo laboral después de muchos años de dedicarme a la formación de mis hijos. Nunca paré de estudiar porque tengo una esencia inquieta y sedienta de entender la vida; pero tenía muchos años sin trabajar fuera de casa y tuve una curva de aprendizaje para volver a re-establecer relaciones y poner en práctica las ideas creativas y los objetivos deseados. Tengo la creencia de que el primer septenio de los hijos es de especial importancia estar con ellos para su buen desarrollo. Ahora que mis hijos están un poco más grandes y regresé a trabajar, el reto es dedicarles suficiente tiempo sin olvidar que en cada etapa es indispensable estar muy presente.
Además del gran desafío que conlleva lograr un equilibrio entre ser madre, dirigir una empresa, impartir conferencias, tener buenos hábitos, volver a crear una relación de pareja y dedicar tiempo para mi crecimiento interior.
¿Qué les comentarías a las mujeres que acaban de iniciar en
esta fase de seguir sus sueños? ¡Aviéntate a vivir la experiencia! Nunca vas a saber si es o no lograble el sueño que quieres realizar, hasta que lo intentas. La seguridad no te la da nadie más que el creer que es posible y aún así, no hay certeza de que suceda tal cual lo vislumbraste. Lo importante es entender que todo es un proceso y la clave está en confiar en él. Pon toda tu intención, energía, conocimientos y recursos en lo que quieras lograr y después, suelta, porque el resultado ya no está en tus manos; es parte de las experiencias que debes vivir y aprender para tu propio crecimiento personal. Entendiendo esto, todo es valioso y necesario.
Y tú, ¿tienes algún sueño que todavía no hayas cumplido?
Definitivamente, muchos. No concibo la vida sin sueños. El primero que me viene a la mente es participar en un programa de televisión sobre bienestar. Desde niña soñé con eso y me preparé de distintas formas. Hasta estudié lenguaje corporal y oratoria. Pero la vida me fue llevando por otro tipo de oportunidades. Y ahora que doy conferencias, que me han entrevistado en algunos programas y que he sido presentadora en eventos, me doy cuenta de la pasión que me genera comunicar.
Compártenos un último tip desde tu experiencia de la ciencia del bienestar integral…
Los estudios científicos que realizan muchos institutos y universidades están comprobando que muchos de los hábitos que por años nos enseñaron nuestros abuelos y padres, sí son fundamentales para la salud. Por ejemplo, comer frutas y verduras de muchos colores, alimentarse de forma variada, dedicar tiempo en la naturaleza, no hablar mientras comemos, beber suficiente agua, levantarnos cuando sale el sol y acostarnos cuando se mete, hacer un poco de ejercicio todos los días, salir con los amigos, tener una práctica espiritual o meditativa, etc. ¡Créanlo, está comprobado! Las rutinas diarias y los hábitos saludables son esenciales para nuestro bienestar físico-mentalemocional.
Agradecimientos: Especialmente a mi mamá, que me enseñó a ser mujer. A que nunca es tarde para seguir aprendiendo; ella estudió una Licenciatura y una Maestría con 3 hijos pequeños. A cambiar de rumbos con la motivación de ser feliz. A que existen segundas oportunidades. A vivir comprometida con su crecimiento interior. A que ser mujer no es luchar en contra sino ir a favor. A que el empoderamiento no es para ser igual o más que el otro, sino para poderser feliz siendo quien eres. A que la sensibilidad y vulnerabilidad bien enfocada es nuestra mejor fortaleza.