11 minute read
HECTOR MORALES
Héctor Raúl morales Mejía es Licenciado y Maestro en Artes Visuales por la Escuela Nacional de Artes Plásticas; Doctoren Artes y Diseño porla Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México. En 1986 obtuvo reconocimiento en la V Bienal Internacional del Grabado Infantil y Juvenil en Torun, Polonia y en 1987 en el VII Concurso de Arte Infantil y Juvenil en Hyvinkaa, Finlandia. En 1994 obtuvo el Premio de Adquisición en la VI Bienal Nacional Diego Rivera de Dibujo y Estampa.
Advertisement
En 1996 obtuvo Mención Honorífica en la IVBienal Internacional de Grabado Caixa Ourense, Premio Julio Prieto Nespereira en Orense, España. En 1997 se le otorgó la Beca Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes periodo 1997-1998. En 2002 obtuvo Premio de TercerLugaren el XII Catálogo de Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles dentro de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil en el Centro Nacional de las Artes de la Ciudad de México. En 2008 obtuvo Mención Honorífica en la XIII Bienal de Miniaturas Gráficas Luisa Palacios en Caracas, Venezuela. En 2009 Primer Lugar en Gráfica en el concurso 40 de la revista Punto de Partida. En 2014 obtuvo Beca en la emisión no. 18 del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo del Estado de México del Fondo para la Cultura y las Artes del Estado de México.
En 2017 fue invitado a formar parte de la colección “Milenio arte” dirigida por la crítica de arte Avelina Lésper. Fue alumno y asistente en Técnica de los Materiales de Pintura de Luis Nishizawa, de dibujo de Mario Rangel Sánchez, de grabado en relieve de Ricardo Morales López y de grabado en metal de Jesús Martínez. Ha participado en más de setenta exposiciones colectivas y en cuatro individuales en México y en el extranjero. Ha ilustrado diversas publicaciones para las revistas Tierra Adentro y Tecnología Empresarial; laborado para las Editoriales Fondo de Cultura Económica, Ediciones Castillo, Editorial Esfinge, Ediciones Escarabajo, CIDCLI y Porrúa; ha participado en la novena, doceava y vigésimo sexta ediciones del Catálogo de Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles. Ha elaborado reproducciones facsímiles y proyectos de grabado y placas conmemorativas a la Universidad Iberoamericana, al Museo de San Carlos, a la UNAM, a Concretos APASCO y a Byk Gulden.
GRABADO
Desde 1993 ha realizado actividades docentes como profesor de Dibujo, Técnicas de los Materiales de Pintura, Grabado en Relieve, Grabado en Hueco, Técnicas y Sistemas de Impresión, Teoría del Arte, Arte Prehispánico, Arte Contemporáneo, Crítica de las Artes Plásticas, Ilustración y Dirección de Arte en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad del Claustro de Sor Juana, Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, el Centro de las Artes de San Agustín en Oaxaca, la Biblioteca Nacional de México, la Biblioteca José María Lafragua de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Escuela Superior de Artes Aplicadas Lino Enea Spilimbergo en Córdoba, Argentina. Colaboró en la exposición permanente de pintura “Retratos Vivos” en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Es especialista en grabado al buril en metal y sustenta su trabajo plástico en el conocimiento sobre materiales y procedimientos de dibujo, pintura y gráfica. Fue Jefe del Departamento de Diseño y Comunicación Visual de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM de 2010 a 2013, Es Profesor de Carrera Asociado nivel “C” Interino desde 2013. Es miembro del Cuerpo Tutoral del Posgrado en Artes y Diseño de la FAD-UNAM desde 2011. Desde 2004 ha sido Asesor y Sinodal de tesis y trabajo profesional en a nivel licenciatura y posgrado. Desde 2017 es miembro del Seminario Interdisciplinario de Bibliología del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, así como del Seminario Multidisciplinario de Estudios sobre la Prensa de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM desde 2018. Es miembro de la Red Latinoamericana de Cultura Gráfica desde 2017.
Sus líneas de investigación se desarrollan en el estudio de la teoría y procesos de Dibujo, los Sistemas de Impresión antiguos y del siglo XIX, el grabado de los siglos XV y XVI, la Ilustración y la Historia del Libro. Actualmente prepara una investigación con respaldo facsimilar sobre la obra emblemática de Alberto Durero.
¿Cómo fue tu acercamiento al mundo del arte? La visita a museos, a conciertos, al cine y a los libros se dio en mi caso desde que tenía doce años y con ello, la consecución de dedicarme a ello. Estuve al principio muy abocado a los estudios antropológicos e históricos sobre México, así que mi primer vínculo con el arte, además del aprendizaje de las técnicas plásticas, tuvo que ver con la valoración de las costumbres, mitos y tradiciones principalmente del periodo precolombino, tema al que di carpetazo cuando hice mi tesis de licenciatura. Si bien como todo niño comencé a hacer dibujos desde muy pequeño, las labores manuales adquirieron realmente conciencia y sentido en cuanto comprendí que el arte nutre el espíritu. No puedo decir solamente que comencé dibujando y pintando porque me gustaba; fue más complejo que eso porque intercedieron otras cosas. En elarte la formación se va dando de acuerdo al entorno que vive el artista y lo que con ello va implicando en sus inquietudes, en su forma de ver la vida. Tuve mucha suerte porque no tuve que esperar a cumplir dieciocho para tener que decidir qué quería estudiar. Ya había tomado clases en un taller de artes plásticas en la secundaria, tres años en Bellas Artes y otros tres de grabado en relieve en un taller libre; así que mi vocación estaba más que definida desde el comienzo.
¿Recuerdas tu primer deslumbramiento, tu primera vez de precisar plasmar, derramar, volcarte sobre una superficie? No hubo un primer acercamiento, hubo muchos. La suma de experiencias fue en mi caso lo que detonó el sentimiento de vocación. Al tener el primer contacto con las técnicas de dibujo, pintura, escultura y grabado, se me fueron sumando los logros y las frustraciones, requisitos indispensables para sopesar el equilibrio entre lo que uno hace y lo que es importante retomar de las experiencias. Recuerdo muy bien en una ocasión cuando por primera vez hice un ejercicio de pintura al temple de huevo, que me sentí terrible porque no me quedaba, hasta lloré; pero no dejé el resultado así, me esforcé muchísimo hasta que la técnica cedió. En otra ocasión fue el descubrimiento que tuve cuando supe de la existencia del grabado al buril; me emocioné tanto que terminé por aprenderlo y desarrollarlo durante más de treinta años. En general así fue y ha sido mi desarrollo, una mezcla entre el descubrimiento y la batalla consciente porque suceda lo que quiero.
¿Qué pintores han influido en tu vida, y quién te gusta de los actuales? Bueno, han sido tanto pintores como grabadores, escultores, dibujantes y arquitectos; es un todo. Las influencias más importantes provienen de artistas del Renacimiento de todas las disciplinas; de la escultura y arquitectura griegas del periodo clásico; de los pintores barrocos italianos y españoles, principalmente Rubens, Zurbarán y Velázquez. De Alemania en cuanto a grabado, de Alberto Durero y del séquito de su escuela, de anónimos y de pequeños maestros. De contemporáneos reconozco influencias de José Clemente Orozco, Francisco Moreno Capdevila, Picasso y algunos pintores y grabadores del siglo XX.
¿Cómo se ha desarrollado tu trabajo? Las soluciones fáciles nunca han formado parte de mis ajuares productivos ni intelectuales. Por eso mi producción es lenta, mido con tiento cómo voy a trabajar y qué es lo que quiero proyectar. Si bien al inicio enfoqué mis esfuerzos en el campo de la escultura y la pintura, terminé definiéndome como grabador. Ocasionalmente regreso a pintar, cuando es estrictamente necesario; pero la concepción de mis obras se vislumbra en líneas principalmente. Sopeso con pausas las prioridades expresivas de los contenidos que trato y me preocupo mucho porque correspondan con el lenguaje de la técnica.
¿Crees que la Galería importa mucho en una exposición? Importa para fines económicos, publicitarios y elitistas. Sin embargo, aunque la distancia entre las obras y los espacios en donde se expone es sana y natural, representa un sello que respalda, corrobora o reprueba a las obras. Lo realmente importante de una obra no es que se exponga, sino que tenga la conciencia, el talento y el tiempo que le dedique su autor para hacerla.
Tu frase favorita. “Accede al conocimiento y conocerás la tristeza” de Ikram Antaki (Siria, 1948-2000), porque ese es precisamente el estado de ser que el artista retoma para hacer su trabajo. Estar melancólico es desde la antigüedad, un vínculo indeleble con ese otro yo que puede ser Dios, las musas, Saturno o cualquiera de estas formas de exclusión terrenal.
Toledo de turbante. 2016. Grabado al buril y aguafuerte electrolítico en cobre. 35 x 27cm
¿Cómo definirías tu estilo y qué buscas en el grabado? Si bien me han calificado de figurativo, realista, filosófico, purista y ortodoxo, no me preocupo por los encasillamientos ni los adjetivos. Para mí es más importante que la obra logre su cometido expresivo mediante un lenguaje correcto, sin etiquetas ni adornitos. Aunque las influencias son inexorables, el nivel de honestidad con el trabajo lo va orillando a uno a mirarse en un espejo, uno que permite identificar lo que uno cree que es correcto. Lo que dicen los demás puede en un momento dado perfilar la opinión y las decisiones de uno; pero no hay nada mejor como saberse desde adentro. Cuando uno se preocupa por cómo lo ven a uno, pierde claridad y la noción de sus propósitos más importantes; por eso no me preocupan los estilos.
¿Por qué escogiste grabado y no otra expresión artística? El grabado en mi caso corresponde muy bien con mi formación y con mis intereses expresivos. Si bien todo mundo habla al respecto de su lenguaje en blanco y negro, de su potencialidad multiproductiva, de su relación con los antecedentes históricos (en donde los hechos sociales protagonizan buena parte de sus temas o contenidos), de su relación con la producción libraria, etc. a míme interesa el aspecto reflexivo implícito en el proceso. Como el grabado exige mucho dibujo y cada etapa se encuentra confrontada con la revisión constante; y por otro lado está la fácil y exponencial respuesta del impreso, termina por vérsele como una labor artesanal viable de hacerse y de consolidarse como obra. Yo miro al grabado como una oportunidad de reflejar (en forma y contenido) mis capacidades como ser humano, como un trabajo en todo el sentido de la palabra y con todo lo que implica: esfuerzo físico, dolor, tiempo invertido y esfuerzo intelectual. Eso es para mí, más que un gusto o una satisfacción, un compromiso.
Retrato de Marina Garone Gravier 2018. Grabado en linóleo. 87 x 57cm.
¿Cuál ha sido la obra que más te ha marcado? No sé. No dejo de sorprenderme permanentemente con el Guernica de Picasso, con el buey desollado de Rembrandt, con Melancolía I de Durero, con el hombre en llamas de Orozco, con las mujeres lloronas de Picasso, etc. Cada vez que las veo me “marcan” porque me estimulan, me inspiran o me hacen reflexionar muchas cosas. De mi obra, una o varias que me “marquen” es distinto porque no puedo dejar de verlas como experiencias; sin embargo, en algunas de ellas debo reconocer linderos que “marcan” un antes y un después de mi carrera.
¿Qué es lo que quieres transmitir con tus obras? En mi trabajo no pienso estrictamente en generar nada que no sea lo que la obra misma requiere. Cuando pienso en perspectiva sobre mi obra, como verla desde afuera y no desde dentro, es tan sólo para evaluar su tono expresivo y así corregirla o dejarla como está. Tal vez sea la única manera en que puedo interceder por ella. En los proyectos por encargo mi trabajo al principio es respuesta a una inquietud que no es mía. Esta visión contradictoria tiene que ver con lo que decía sobre la visión del artista que se ve a símismo, en donde debe convertir en propio lo ajeno. Sobre los temas que trato, en donde la figura humana es protagonista, me interesan las circunstancias humanas reflejadas en el cuerpo, los rostros y las identidades furtivas.
9¿Qué aconsejarías a los jóvenes que empiezan en este complejo mundo de la pintura? Comenzar desde niños. No esperar hasta que tengan que elegir una licenciatura. Convencer a sus padres de elegir lo que ellos quieren sin preocuparse por si van o no a tener trabajo. Leer mucho y con ello, hacerse poco a poco de su propia biblioteca. No perder el tiempo en frivolidades como temas de moda, video juegos, mangas, películas, redes sociales y opiniones sobre política. Aprender a dibujar, domar las técnicas y no hacer de sus gustos un criterio de primer orden. Aprender a valorar sus fracasos y asumir retos. Y sobre la producción, trascenderse a sí mismos sin preocuparse por tenerun estilo.
Reaccionarios. 2018. Litografía a lápiz y a la pluma. 40 x 30cm.