La tranquilidad del reino tikiki

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La tranquilidad del reino Takiki


Estímulo PP Cultura 2016 Iniciativa “Vida, Imaginación y Fantasía” Corporación Casa de la Cultura de Pedregal. E-book No 1 de la colección de cuentos 2016. Natalia Vanessa Vanegas Henao Coordinación Edwin León Vásquez Liliana Henao Patiño Formación Este cuento fue creado con los niños y niñas participantes del proceso de formación de acuerdo a sus vivencias y experiencias.


En un lugar no muy lejano, conocido como el reino Takiki, vivían unos príncipes amables y solidarios, promovían el respeto entre quienes allí residían y todo el lugar era tranquilo y armonioso.


Sin embargo, no muy lejos de allĂ­, en el pantano de las cuatro esquinas, vivĂ­an tres hermanos dragones, muy gruĂąones y enojados.


Los dos hermanos mayores eran responsables y estudiosos, pero el hermano menor, Dagui, era travieso y juguetón. Él buscaba entre sus hermanos mayores jugar todo el tiempo, les interrumpia en sus estudios, en sus labores e incluso en el sueño, pero ellos algunas veces le ignoraban y otras simplemente le rechazaban. -Juguemos al horcado. decìa Daguì -No. Decìan sus hermanos -Bueno juguemos Stop. - No, no, no. Le repetían los dragones. - Juguemos adivinanzas. -Vete de aquí. Le reiteraban enojados.


Cierto día llegaba Daguì, contando chistes... “Estaban dos bombillos hablando. Así como hablan los bombillos y de pronto uno se desmaya y cuando despierta le pregunta el otro -¿Aja y por qué te desmayaste? A lo que este responde: - Se me fueron las luces”. jajajaja... ser reìa Daguì sin parar. Pero sus hermanos, sin entender, lo miraban, le rugían y le decían: Vete de aquí.


Cansado de los desprecios de sus hermanos, y sin comprender por quĂŠ lo hacĂ­an, DaguĂ­ abandona su hogar y se va hacia las tierras lejanas del reino Takiki


En las afueras del castillo, Dagui disfruta del entorno, reconoce que le hacen falta sus hermanos, los extraĂąa, y reconoce que le falto ser mĂĄs solidario con ellos, los atosigaba, impidiendo una buena convivencia entre ellos.


Por otro lado, los príncipes del reino Takiki, preocupados por la presencia del dragón, que atemorizaba al pueblo, deciden llamar al mago. - Es nuestro deber alejar a ese dragón de aquí, es perturbador, está acabando con la tranquilidad del reino Takiki¿Qué podemos hacer?, le preguntan al mago. El mago les contesta: Convoquen al caballero para que acabe con él.


Los príncipes llaman al caballero y le ordenan acabar con el dragón. -Es muy importante la convivencia, la tranquilidad, la armonía y la seguridad del reino Takikiargumentan al caballero. - vete y acaba con élLe ordenan.


Al dĂ­a siguiente, muy de maĂąana, estaba DaguĂ­ dando vueltas por el reino, despertando a los aldeanos con sus rugidos. Disfrutaba verlos asustados, y escondidos...


Cuando de repente, apareciรณ el caballero valiente, con su armadura, su espada grande y filosa, dispuesto a cumplir las ordenes de sus principes: matarlo.


DaguĂ­, asustado, marchĂł del lugar.


Cuando regreso a su pantano, hablo con sus hermanos, les pidió perdón por su hostigamiento y oportunismo, les indicó que jugaría con ellos, cuando fuera el momento indicado.


Y así, Doguí comprendió que debe respetar la intimidad y tranquilidad de los demás. No cualquier momento es ideal para jugar y hacer bromas. Para vivir en armonia y tranquilidad con su familia y en comunidad, debe respetar las diferencias. Fue así como aprendió a valorar sus propios hermanos, su pantano y su hogar... Pero sobre todo, aprendió a convivir en el respeto por el otro.


Desde entonces, se ve a los tres hermanos dragones felices en su pantano, juegan cuando han de jugar, rĂ­en cuando han de reĂ­r, y cada uno estudia y hace sus labores cuando le corresponde, sin interferir o fastidiar la privacidad de los demĂĄs.


Y el reino Takiki volviรณ hacer tranquilo y armonioso como siempre.


Fin



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