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La importancia de la lectura en la escuela primaria
La Dirección del Área Primaria de la Ciudad de Buenos Aires estableció como uno de los ejes de trabajo principales para el ciclo lectivo 2023, el trabajo en la adquisición de la fluidez lectora. Para eso, creó un Programa que se aplicará en todos los terceros grados de la ciudad, y que incluye capacitación docente, tomas de lectura periódicas, pruebas de comprensión de textos, el seguimiento y la evaluación a lo largo de todo el año.
Más allá de esto es interesante saber qué es la fluidez lectora y su importancia para la enseñanza y el aprendizaje. La escuela es el lugar apropiado para desarrollar la habilidad lectora. Allí se busca una mejor lectura y comprensión de textos antes de finalizar los primeros grados de la escolaridad primaria.
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La fluidez lectora es un proceso que involucra la lectura rápida, continua, sin silabear, comprensiva y eficiente. Esto apunta a leer sin tener que parar en lo que significa una palabra o frase. Es una destreza fundamental para los estudiantes, ya que los ayuda a comprender mejor el texto que están leyendo y completar propuestas lectoras de manera más eficaz. Al comprender más, un niño o niña mejora su vocabulario, aumenta su capacidad de leer y de recordar lo que ha leído. El desarrollo de la fluidez lectora facilita la comprensión en los aprendizajes que se basan o surgen a partir de la lectura. Además de la velocidad y de la precisión, hay otra condición que se requiere y es la prosodia o lectura expresiva. Cuando se lee en voz alta el respeto a la entonación, a los signos de puntuación y el ritmo impuesto facilitan la comprensión del texto leído.La prosodia involucra aspectos presentes en el habla que van desde el tono, la intensidad, la duración, hasta el acento, la entonación, la modulación de las pausas, la velocidad y el ritmo. ¿Cómo se puede entonces mejorar la fluidez lectora? Siempre se ha dicho que se aprende a leer leyendo, y realmente es así. Varias estrategias pueden ayudar a los estudiantes a mejorar su fluidez y comprensión; entre ellas, leer en voz alta y en forma silenciosa, leer con un compañero, grabarse leyendo, y hacer actividades de comprensión con preguntas variadas. Otras si-
Una mirada desde la psicología a un trastorno que, en la Argentina, afecta a uno de cada 50 niños tuaciones didácticas pueden ser leer oraciones con distinta entonación, dos estudiantes leen un mismo texto y se dan ayuda mutua, lectura de un fragmento como si lo dijera el protagonista, preparar audiolibros o podcasts, etc. Esto favorecerá a los estudiantes a leer con celeridad y entendimiento. Cotidianamente se relaciona a la lectura con Prácticas del Lenguaje, pero la intervención docente debe hacerla extensiva hacia todas las áreas del conocimiento. Asimismo, es importante que en el aula a los estudiantes se les brinde un acercamiento a diferentes formatos textuales, no sólo los literarios, como un cuento. Proponer la lectura de textos científicos, de obras de teatro, de guiones radiales desde pequeños, favorece la comprensión y la adquisición de nuevo vocabulario, como también suele despertar el interés de los estudiantes, ya que la curiosidad va apareciendo con los desafíos y los temas que se van descubriendo: se siente atracción y más atención hacia lo nuevo.
¿Es importante poder “medir” la fluidez lectora? Se mide la velocidad, pero es insuficiente. Como todo contenido que se enseña, su evaluación permanente es condición necesaria para guiar el camino, se trata de saber en qué etapa de la lectura se encuentra cada alumno o alumna, si va habiendo progresos y en qué medida se efectúan. Es fundamental para la toma de decisiones pedagógicas. Cabe destacar que se debe tener claro el punto de partida de cada niño. Estas mediciones de la fluidez lectora se realizan en forma periódica y sostenida con tomas de lectura en voz alta, y silenciosa para después responder preguntas sobre lo leído o realizar un resumen. Se identifican las barreras y los obstáculos para ayudar a los chicos a desarrollar estrategias para mejorarla. ¿Cómo se puede aplicar la fluidez lectora en la vida diaria? El desafío es tener siempre presente que la finalidad de la lectura es comprender lo que se lee. De esto se desprende que no sólo garantiza el tener éxito en la escuela, sino que también es una herramienta para la vida misma. En otras palabras, es una habilidad indispensable para ser aprendida en la escolaridad primaria que facilita los aprendizajes y el estudio en el nivel secundario.
(*) Varela es docente de la Escuela 13 D.E. 13 “Luis Vieira Méndez”, de Bragado 5350, y vecino de Liniers.
Por la Lic. Mailén González (*)
El autismo es un trastorno del desarrollo que se caracteriza por el aislamiento social de quien lo padece y diversos patrones estereotipados y repetitivos de conducta, además de una serie de dificultades en la comunicación.
Cuando arriba a una consulta un paciente niño o adolescen- te con diagnóstico de autismo, se trata de comenzar a trabajar, en primer término, en la orientación con los padres. Se apunta a historizar, a conocer la historia familiar, el contexto en el que el niño llega al mundo y en qué lugar se lo ubicó en lo acontecido, previo a su existencia en el discurso paterno y materno. Allí, cada historia se manifiesta en su particularidad, con elementos singulares que describen cada mujer, cada niño, cada familia. Además, se trata de contener, en tanto lugar de escucha, de aquellas fantasías de cualidades del hijo esperado y el acontecido. Asimismo, en el correr del tratamiento, se piensa en trabajar con el hijo actual, con aquello que es posible para él, con sus coordenadas par- ticulares. Por otra parte, en la labor con niños con patologías graves del desarrollo, es menester la presencia de un equipo interdisciplinario tratante como modo de abordaje de diferentes situaciones que atraviesan los niños y sus familias. De aquellos tratamientos habituales que requieren estos casos, podrían nombrarse los siguientes: psicomotricidad, musicoterapia, terapia ocupacional, psicopedagogía, fonoaudiología, neurología, psicología, psiquiatría, acompañamiento terapéutico y talleres grupales. En el campo educativo, muchas veces se requiere un acompañante personal no docente (APND) para intervenir y mediar entre los contenidos escolares y cada niño en su modo particular de acercarse a los mismos.
El trabajo grupal en talleres y espacios educativos mencionado anteriormente es muy interesante, ya que permite propiciar el lazo social que muchas veces se ve obstaculizado en pacientes con estas patologías. En este sentido, el juego aparece como una herramienta fundamental de in- tervención en el día a día con niños en terapias individuales y grupales.
Así, se van implementando estrategias de intervención que permiten ampliar los canales de comunicación de estos niños, y, a medida que sus tratamientos van avanzando, armar lazos con otros, hábitos de independencia y rutinas en la vida cotidiana.
Por otra parte, muchas veces se producen talleres vinculares entre padres y niños con el fin de generar un espacio para relacionarse mediante el juego, que es muy enriquecedor en la comunicación paterno filial.
(*) González es licenciada en piscología (UBA) MN 53476.