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“El Metrobús de Alberdi y Directorio es una obra innecesaria, costosa e inconsulta”
Jorge Elger acaba de iniciar su tercer mandato al frente del Centro de Comerciantes de la avenida Juan B. Alberdi y Adyacencias, una de las entidades mercantiles más pujantes y destacadas del sudoeste porteño, con sede en Mataderos, que desde 1956 nuclea las demandas de comerciantes y profesionales de la zona. Desde que en noviembre de 2018 se hizo cargo de la cámara, Elger enfatizó el compromiso que la entidad mercantil local mantiene con el barrio y sus vecinos, a partir del lineamiento trazado por su antecesor, Alberto Dileo. “Como vecinos y comerciantes, somos parte del barrio de Mataderos, por eso nos involucramos y nos comprometemos en todo aquello que afecte el normal desarrollo de nuestra comunidad”, explica Elger, en diálogo con Cosas de Barrio, en el primer piso de la sede de Juan B. Alberdi 5667.
En ese sentido, el tema que desde hace meses acapara la atención de la entidad, es la proyección y puesta en marcha de la obra del Metrobús de Alberdi y Directorio, que amenaza con atentar contra el comercio de cercanía establecido en la zona. “Vamos a hacer todas las acciones judiciales que hagan falta para frenar esta obra innecesaria e inconsulta, porque la propia jueza cuando aceptó nuestro amparo y fijó la fecha del 28 de marzo para tener una audiencia de conciliación, reconoció que el Gobierno porteño no respetó la Constitución de la Ciudad ni la Ley de Comunas, que estable que este tipo de obras debe ser consultada tanto con la Junta Comunal como con el Consejo Consultivo. Un fallo que reconoce la necesidad de la participación del ciudadano en la cosa pública”, argumenta el presidente de la cámara. “Además de avanzar en el tema judicial, también estamos difundiendo entre los vecinos lo que va a significar el Metrobús en esta zona, no solamente para nosotros como comerciantes, que sabemos que cuando se ponga en marcha vamos a ser los principales perjudicados, sino también en materia de medioambiente que atañe a toda la comunidad en su conjunto, porque esta obra, además de arrasar sobre varios árboles añosos, avanza sobre el Parque Avellaneda, que lo administra una Mesa de Trabajo y Consenso, que tam- poco fue consultada”, remarcó luego, y añadió “otra prueba más de que los funcionarios porteños dicen que escuchan, pero en realidad no lo hacen, y aparte avanzan sobre el patrimonio histórico del Parque Avellaneda”.
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Con los cables pelados. Elger se refirió a la problemática de los cortes de luz en torno al centro comercial de Alberdi. “Tenemos empresas privatizadas que prestan un mal servicio, que no privilegian el beneficio de los usuarios sino su propia rentabilidad”, sostuvo.
- En caso de que la Justicia termine fallando a favor del Gobierno de la Ciudad ¿Cuáles serían los pasos a seguir?
- Esa no es una decisión mía individual, sino que surge del colectivo que integramos los comerciantes, vecinos y juntistas. Unos podrán decir “dinamitemos” y buscarán un grupo de anarquistas que pongan un par de bombas (risas), pero insisto, no es una decisión individual. Nosotros estamos convencidos de que a nuestro reclamo lo asiste el derecho y de que estamos por el camino correcto, porque esa obra es totalmente innecesaria e inconsulta ¿Como puede ser que un gobierno que se dice democrático mire para otro lado y les dé la espalda a los vecinos? Y si finalmente se lleva a cabo, el Gobierno porteño volvería a demostrar que va a contramano de las necesidades concretas del barrio y sus vecinos. Porque es una obra que no tiene sentido y para la que se destina un presupuesto que bien podría ser para equipar el hospital Santojanni, que tiene muchas carencias, tantas como las escuelas de la zona, cuyos alumnos padecen la falta de vacantes. No obstante, estamos seguros de que la única batalla que se pierde es la que se abandona.
- Más allá de la obra del Metrobús ¿Cuáles son las principales problemáticas que atraviesa actualmente el Centro de Comerciantes de la avenida Alberdi y Adyacencias?
- Hoy el principal problema que tiene el comercio de cercanía es el avance de las ventas online y de la tecnológico, algo que es inexorable e imparable en el mundo actual. Pero para tratar de sofocar ese impacto, este centro comercial viene desarrollando diversas medidas, como, por ejemplo, cursos de capacitación para los comerciantes en materia de comercio digital, para que nuestros asociados estén en condiciones de enfrentar esta realidad.
- ¿Creés que el comercio tradicional va camino a desaparecer en el formato habitual de locales de venta al público?
- No, no creo que eso ocurra. Porque más allá de que cualquiera hoy pueda comprarse un par de zapatillas por Internet, la gente no va a dejar de acercarse a un comercio para ver los distintos modelos, probarse los que le gusten y ser asesorado en persona por un vendedor. Además, salir a mirar vidrieras supone un paseo, por eso también las vidrieras son un atractivo para que nuestros vecinos salgan a recorrer la zona comercial. De allí también nuestro interés en recuperar para el barrio el cine teatro El Plata, mal llamado así por el Gobierno de la Ciudad, porque hoy sólo funciona como teatro y no como cine, y tampoco cuenta con un centro cultural, como planteaba nuestro reclamo original (ver “El cine teatro…”).
- ¿Cómo los está tratando el tema de los permanentes cortes de luz?
- Muy mal. Habitualmente recibo llamadas de comerciantes preocupados por los cortes que se están dando casi en forma permanente en todo el centro comercial de Alberdi, que los afecta terriblemente. Es un tema muy preocupante, no sólo para el comercio sino para el vecino. Y estos problemas tienen su origen en la década del 90’, cuando se veía como muy positiva la afecte el normal desarrollo de nuestra comunidad”. privatización de las empresas del Estado que brindaban servicios esenciales para la población, con el argumento de que eran deficitarias. Sin embargo, no se hablaba de la mala prestación del servicio. Aquellas empresas del Estado no solamente cumplían un rol de servicio, sino también de fomento. Entonces hoy tenemos empresas privatizadas que prestan un mal servicio, que no privilegian el beneficio de los usuarios sino su propia rentabilidad. Y en el caso de las empresas eléctricas, además, se trata de empresas monopólicas, no tienen competencia. En Estados Unidos los ciudadanos pueden elegir la compañía eléctrica en función del servicio que presta, pero acá no, el usuario es rehén de la empresa porque no le queda otra. Por eso es importante tener en cuenta estas cosas a la hora de elegir a los que nos gobiernan.
- Más allá de tu posicionamiento político y tu oposición manifiesta al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta ¿Tenés algo para marcar como positivo dentro de su gestión?
- Me resulta muy difícil encontrar algo que haya hecho el Gobierno de la Ciudad en beneficio de los vecinos. Si me pongo en mi lugar de comerciante podría marcarte
El cine teatro El Plata a la espera de transformarse en centro cultural
En la recuperación del cine teatro El Plata como faro cultural del barrio de Mataderos, mucho tuvo que ver la actuación de los integrantes del Centro de Comerciantes de Alberdi como integrantes de la Coordinadora vecinal. Sin embargo, para Elger, aún quedan algunas demandas por satisfacer en la emblemática sala de Alberdi y Larrazábal. “Todavía estamos esperando -enfatiza- que se ponga en marcha el centro cultural, que tiene que ver con las necesidades reales de los vecinos y con el funcionamiento diario del complejo. No como hoy, que luego de semejante inversión y de una lucha intensa de los vecinos de casi veinte años, de la que este centro comercial fue uno de sus impulsores a través de nuestro expresidente Alberto Dileo, que no se aprovecha como debería”.
- ¿A qué te referís concretamente?
- Lo digo en dos sentidos. Desde el punto de vista cultural es una picardía que el lugar funcione sólo los fines de semana y los otros cinco días no, en los que tranquilamente podría estar abierto a la comunidad para el dictado de cursos y talleres artísticos, para exposiciones y para funciones teatrales de grupos independientes de nuestra comuna. Pero, además, desde el punto de vista comer- el decreto que lanzó durante la pandemia, de no cobro del ABL para los comerciantes afectados. Como medida es excelente, pero ocurre que esa exención tenía que gestionarla el propietario del local y no el comerciante que alquila, y muchas veces eso complicó la concreción del trámite. Otro punto para destacar es el Plan Joven y el de Prácticas Rentadas, que hemos tratado de implementar. El Plan Joven propone incorporar un empleado de hasta determinada edad, al que el Gobierno de la Ciudad le paga la mitad del salario durante seis meses; y el de Prácticas Rentadas impulsa a incorporar un mínimo de cial, para nosotros tener un centro cultural abierto todos los días que genere circulación de futuros clientes, es muy importante. Nos preocupa que ese espacio no sea aprovechado como corresponde y no se termine de hacer la inversión que se dijo. Porque tenemos dos salas de cine que todavía no funcionan y porque, además, el complejo carece de un generador eléctrico que permita sortear los habituales cortes de luz que se suceden en el barrio. cinco personas como practicantes durante cuatro horas diarias, a las que el Gobierno de la Ciudad les paga un monto mínimo y el comercio se hace cargo de la ART y la cobertura médica, posteriormente, pasados seis meses, debe incorporar como empleado a uno de esos cinco practicantes. Esas me parecen dos iniciativas positivas.
- ¿Qué respuestas les dan desde el Complejo Teatral Buenos Aires? ¿Por qué aún no están habilitadas las dos salas de cine y por qué no funciona el centro cultural?
- Los argumentos son los de siempre: que les falta presupuesto, que no hay personal suficiente, etc. Pero creo que no hay voluntad de terminar el proyecto. El centro de comerciantes integra la Coordinadora del cine El Plata, pero no somos la única expresión dentro de ese espacio, que fue creado como un lugar de lucha para que no se le cambiara el destino a la sala y que funcionara como centro cultural. Y en ese conglomerado de voces hay algunas diferencias. No obstante, la Coordinadora acepta que se llame cine teatro a una sala exclusivamente teatral. Y más allá de los buenos modos que uno debe tener con las autoridades del Gobierno de la Ciudad, en lo personal creo que no se plantean las cosas como deberían plantearse para ese centro cultural funcione como tal. La experiencia me dice que, si no se presiona a las autoridades con la participación activa de los vecinos, las cosas no llegan.
Entre los servicios que presta el Centro de Comerciantes de Alberdi, se encuentran el asesoramiento jurídico y el contable, y los cursos de vidrierista y de venta online, además del alquiler con descuento del amplio salón de la sede, con parrilla y cocina industrial. “En estos años lo equipamos con wifi y equipos
Grandes bibliotecas de la historia
de última tecnología, además de renovar gran parte del mobiliario”, explica Elger.
- ¿Cuál es el principal desafío que afrontás en esta nueva gestión al frente del centro comercial?
- En primera instancia, lograr frenar la obra del Metrobús, y luego crecer con nuestra masa de asociados para tener más fuerza en nuestros reclamos y continuar siendo una opción ineludible en materia mercantil en el sudoeste porteño.
- La última. La “Oferta imposible en Mataderos” fue un símbolo de esta cámara en los años 80’ y 90’ ¿Podrá volver?
- Muchos vecinos me lo recuerdan casi a diario, y no lo descartamos. Ojalá podamos lanzarla nuevamente.
Moái. Las estatuas monolíticas ubicadas en la Isla de Pascua, son el principal atractivo del lugar. Allí, las comunidades indígenas, ofrecían signos simbólicos para el canto.
En esta séptima entrega -o papiro N° 7- de los grandes centros de conocimiento de la historia, les propongo viajar en el tiempo para bucear en el origen de los primeros sistemas de escritura.
“Siempre que los hombres han sentido la necesidad de conservar los instantes que la historia comporta, la escritura se ha hecho ley”.
Durante años, en China estuvo en uso una escritura de quipos, que se organizaba a partir de un utensilio formado por una cuerda gruesa de la que pendían otras más delgadas de distintos tamaños y colores, provistas de nudos. Este sistema fue utilizado por los peruanos precolombinos para fines aritméticos y mnemotécnicos, incluso antes de la invención de la escritura jeroglífica y de la directa o verbal.
Sin embargo, los indios de los países de América del Norte utilizaban un sistema muy diferente: la escritura wanpurt, que consistía en perlas bordadas en los cintos y cuyas muestras o combinaciones correspondían a las ideas que se querían expresar, designando cada color su propia idea, expresando la idea de paz las blancas y las encarnadas la de guerra. Como tipo de uso de objetos simbólicos pueden mencionarse también los mensajes de los malasios de Sumatra. Estos se formaban con paquetes que contenían diversos objetos como porciones pequeñas de sal, de pimienta, de betel que respectivamente tenían la significación del amor, del odio y de los celos, y según la cantidad y el orden en que eran colocados, expresaban unos u otros sentimientos más fuertes o débiles. Los indígenas de la isla de Pascua, en la Polinesia (foto), ofrecían también signos sim- bólicos para el canto. Todos estos sistemas de escritura son ciertamente de poca importancia, comparados con los que tienen por base la representación simbólica por medio de signos. Las formas más tempranas de escribir consistían en conjuntos de dibujos de personas, animales y objetos cotidianos. Los sistemas de escritura pueden dividirse en dos grandes grupos, a saber: la escritura que se practica hendiendo la superficie, y la escritura de colores o pictórica; la primera corresponde a todos los sistemas en los cuales se utiliza un objeto puntiagudo para marcar los signos, hendiendo la superficie preparada a tales efectos, y la segunda, abarca todos los sistemas en que el objeto que se emplea no hiende la superficie, sino que pinta en ella con instrumentos aptos para imprimir los colores.
Esta escritura pictórica se divide a su vez en dos clases: la vía seca y la vía húmeda; en la primera, a semejanza de la pintura de pastel, se graba en una superficie, no excesivamente tersa, con alguna materia de color oscuro, como carbón, creta, almagre, plomo o grafito; la escritura vía húmeda se efectúa extendiendo sobre la superficie el color en pasta, siendo menester en este caso un pote para la pintura o pasta, lo cual representa un nuevo utensilio de escritura.
Nos encontramos en la próxima entrega. Y recuerden que recibimos sus consultas, sugerencias y opiniones en el correo electrónico: alejandroandresbressi@gmail.com.
(*) Bressi es vecino de Liniers, bibliotecario profesional, exresponsable de la biblioteca José Hernández, profesor de inglés, historiador e investigador de las grandes bibliotecas de la historia.